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El trío de la vieja escuela
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El trío de la vieja escuela

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About this ebook

Cuando Thomas y Duncan se encuentran con Claire en una fiesta secreta de la universidad, las chispas empiezan a volar. Pero mientras Thomas se mueve rápido, Claire quiere más para los tres.

Divertida, pervertida y romántica, es la historia de amor a tres bandas de la que tu madre nunca te advirtió.

LanguageEspañol
Release dateJul 9, 2020
ISBN9781094411767
El trío de la vieja escuela
Author

Guy New York

Guy New York is a bestselling erotica author, designer, and degenerate who spends most of his time either writing about sex or having it. Sometimes he does both at the same time, much to the chagrin of his partners. With more than 75 titles to his name — including four full-length novels, ten novellas, and numerous short stories — his books have been widely read and often burned. Visit his author site at www.guynewyork.com.

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    El trío de la vieja escuela - Guy New York

    El trío de la vieja escuela

    por Guy New York

    BRYANT STREET SHORTS

    Copyright © 2020 Bryant Street Publishing

    Todos los derechos reservados

    Diseño de la portada por Guy New York

    ISBN: 9781094411767

    Primera edición del libro electrónico: Marzo de 2020

    Bryant Street Publishing

    San Francisco, California

    Capítulo 1: Borracho un viernes

    Thomas y Duncan estaban borrachos.

    Era un viernes por la noche, estaban en la universidad y ya habían terminado los trabajos que debían entregar el lunes por la mañana, por lo que sus únicas responsabilidades incluían mantenerse despiertos y encontrar a alguien con quien coquetear manteniendo límites razonables, mientras se tambaleaban entre estar lo suficientemente borrachos como para intentarlo y demasiado borrachos como para seguir adelante.

    ¿Por qué nunca hay nada para hacer?, preguntó Duncan con su brazo alrededor del hombro de su mejor amigo.

    ¿Quizás porque elegimos ir a una escuela en el medio de la nada, en vez de a una vibrante ciudad universitaria con chicas locales interesadas en sabelotodos, y - el cielo no lo permita - en diversión pasajera?.

    Eso suena terrible. Me gusta estar aquí, solo estoy aburrido. Y como nunca quieres que nos besemos, me siento obligado a continuar la búsqueda de la proverbial aventura de una noche.

    Los jóvenes estaban de pie en el medio del campo, cada uno con una pinta de cerveza escondida en sus chaquetas, mirando como si algo pudiera aparecer mágicamente de la nada y llamarlos. Si hubieran estado lo suficientemente sobrios para pensarlo mejor, podrían haber acordado que necesitaban una intervención divina para desatascar su noche de viernes. En cambio, se aferraron el uno al otro, y su optimismo juvenil se mantuvo firme a pesar de su completa y total falta de dirección.

    Podríamos ir al partido de fútbol, sugirió Thomas.

    O podríamos ir al concierto de música clásica en Keller, respondió Duncan, bromeando a medias. A principios de la escuela secundaria, Duncan había descubierto que algunas chicas que tocan el violonchelo son bastante amigables una vez que las conoces, y que los chicos que tocan el trombón no solo tienen buenas manos, sino también labios firmes.

    Ambos sacudieron sus cabezas ante la sugerencia del otro, y continuaron caminando, mirando hacia las habitaciones que rodeaban el centro de su campus. Miller estaba tranquila, lo que no era una sorpresa. Kingston tenía las luces encendidas y se veía algo de movimiento en las ventanas, pero lo más probable era que sus habitantes estuvieran ocupados estudiando, en lugar de revolcándose a escondidas en sus camas. Todos los estudiantes que vivían en Ballard estaban en casa el fin de semana, visitando a sus novias del instituto.

    Lo que dejaba a Troya como última opción.

    Aunque esta pequeña universidad del medio oeste no tenía nada contra la vida griega, la administración desalentaba las grandes fiestas y no se permitía el alcohol en el campus. Troya era, sin embargo, la residencia más adecuada para organizar una fiesta secreta de togas, una carrera de cucarachas, una competencia de lucha en el barro bajo techo o una fiesta artística con botellas baratas de vino casero y unas cuantas modelos desnudas actuando como pirómanas en una orgía.

    Los dos jóvenes fueron tropezando en esa dirección, con sus corazones ligeros

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