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Revisión: Antracnosis en Mango

Al. Calixto Rojas Alejandro Aníbal. Universidad Autónoma Chapingo, Departamento de Parasitología Agrícola, Km. 38.5
carr. México- Texcoco. 5° grado grupo B a 25 de noviembre de 2008.

Introducción

Mangifera indica L., conocido comúnmente como mango, es un árbol siempre ver-
de de tamaño de mediano a grande que típicamente crece a una altura de 25 m con
una copa redondeada y muy densa, con hojas verde oscuro y un tronco robusto con
corteza gruesa y áspera. El mango, nativo del Asia tropical, ha sido plantado a través
de todo el trópico, de semiárido a húmedo, y el sub-trópico, y se ha naturalizado en
muchas de las áreas en donde ha sido introducido. Es uno de los árboles frutales
más populares a través del mundo, y su madera se usa extensamente para mue-
bles, carpintería, construcción, y varios otros propósitos.
Actualmente el mango se cultiva por lo menos en 87 países de los cinco continentes
y se logra una producción estimada de 23 millones de toneladas anuales. Los princi-
pales países productores son China, México, Indonesia y Tailandia, entre otros. Méxi-
co ocupa el primer lugar por volumen de exportación en el mundo. La mayor parte
de la superficie cultivada se ubica en los estados de Veracruz, Michoacán, Nayarit,
Guerrero, Sinaloa y Chiapas. Debido a ello este cultivo es un generador de divisas y
una importante fuente de empleo en el sector agrícola. Las principales variedades
que se cultivan en México son Kent, Keitt, Haden, Tommy Atkins y Manila.

Características morfológicas.
Frutos de mango manila
• Árbol
El mango suele ser un árbol leñoso, que alcanza un gran tamaño y altura (puede su-
Por sus características or-
perar los 30 m de altura, sobre todo, si tiene que competir por los rayos solares con
ganolepticas el mango es árboles más grandes, como sería en una plantación de cocoteros), siempre y cuan-
una de las frutas preferi- do sea en un clima cálido. En las zonas de clima templado puede cultivarse aunque
no suele alcanzar una gran altura, por las incidencias climáticas que le resultan ad-
das de muchas personas versas. Es originario de la India y se cultiva en países de clima cálido además de al-
en todo el mundo. gunos de climas templado como España, Costa Rica, China, Italia y EE. UU. En la zona
intertropical es, como vemos, una planta sumamente noble: no requiere de riego y
rechaza los incendios; una plantación de mangos difícilmente podría quemarse du-
rante la época de sequía, ya que es el período de máximo crecimiento de biomasa
para estos árboles y de mayor actividad de la fotosíntesis por la menor nubosidad.
Es un árbol agresivo con otras especies para ocupar un espacio determinado.
Cuando los árboles de mango se propagan vegetativamente pueden empezar a
producir fruta a los 4 ó 5 años de edad, pero su plena capacidad productiva se al-
canza entre los 20 y 30 años de edad. Los árboles maduros a menudo rinden entre
1,000 y 3,000 frutas por año.

• Fruto
El mango es una fruta de la Zona Intertropical de pulpa carnosa y semi-ácida. Ésta
puede ser o no fibrosa, siendo el mango criollo el que mayor cantidad de fibra con-
tiene. Es una fruta normalmente de color verde en un principio, y amarillo o naranja

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El mango encuen-
tra su mejor am-
biente en climas
cálidos y húmedos,
aunque demasiada
húmedad lo hace
presa de las enfer-
medades.

Frutos de mango de la
variedad Tommy atkins. cuando está madura, de sabor ácido cuando no ha madurado completamente. Su
origen es asiático, principalmente de la India, comprende numerosas variedades,
muchas de ellas obtenidas por injerto. El mango que crece espontáneamente en la
zona intertropical americana (introducido a fines del siglo XVIII en el Brasil por los
portugueses), es de color amarillo, más pequeño que las variedades de injerto, de
sabor exquisito y muy dulce. Su época de cosecha presenta un “pico” o máximo en
el mes de mayo en las latitudes subecuatoriales del hemisferio norte, lo cual resulta
paradójico, ya que en este mes es cuando se inician las lluvias en estas latitudes, por
lo que toda la maduración de los frutos se produce en los meses de mayor sequía.
También el sabor es muy diferente entre una variedad y otra. Casi todas estas varie-
dades de mango injerto se derivan de una variedad obtenida por evolución natural
o por mutaciones esporádicas; actualmente ya existen trabajos encaminados al me-
joramiento genético del mango a lo largo del mundo.
En la India se conocen variedades que florecen por un período extenso, con dos a
tres florescencias por año, sin embargo la mayoría de las variedades comerciales
florece solamente una vez al año.
Las flores forman panículas terminales de buen tamaño de 15 a 20 cm de largo con
ramificaciones vellosas y rojizas conteniendo hasta 600 flores. Las flores individua-
les consisten de un cáliz amarillo verdusco con lóbulos muy marcados y de 1.5 mm
de largo; cinco pétalos extendidos de 3 a 4 mm de largo, de un color que va de rojo a
rosado a blanco; cinco estambres; y, en flores bisexuales, un pistilo con un ovario de
una sola célula y un estilo delgado lateral (29). Los principales agentes polinizadores
son los insectos, particularmente de los órdenes Diptera, Hymenoptera, Lepidopte-
ra y Coleoptera.
Las frutas o drupas poseen una sola semilla y son aromáticas y de forma elíptica,
madurando de 2 a 4 meses después de la florescencia, dependiendo de la variedad
y la localidad. Las frutas criollas o silvestres son de aproximadamente 3.5 a 10 cm de
largo, mientras que las de la mayoría de las variedades de cultivo son considerable-
mente más grandes, por lo general de 8 a 20 cm de largo y de 6 a 12 cm de ancho,
ligeramente aplastadas y angostas en la región del ápice.

Aspectos Agronómicos
A pesar de que la madera y otras partes del árbol se utilizan a menudo, el mango
se cultiva principalmente por su fruta. A nivel mundial, se calcula que 13.5 millo-
nes de toneladas de mangos son consumidas. La fruta se consume sin cocer como
postre, aunque a veces se cocina o se usa en refrescos congelados, helados y otros
platillos de elaboración culinaria bastante sofisticada. Tanto el mango verde como
el maduro son ricos en carbohidratos, minerales y vitamina C.
Las hojas, las flores secas, las frutas verdes, las semillas, la corteza y la resina se usan
medicinalmente para el tratamiento de una gran variedad de enfermedades, más
que nada en el tratamiento de enfermedades y llagas o heridas de la piel, enfer-
medades digestivas y del aparato respiratorio. Se reporta que los extractos foliares

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exhiben una actividad antibacteriana y antimicótica de amplio espectro.
La albura es de color de crema a pardo claro y el duramen es de color amarillo o
Uno de los requisitos para pardo claro y a menudo de aspecto variegado o con líneas irregulares. La madera
exportar el mango hacia es moderadamente dura, lustrosa, de textura mediana, moderadamente pesada
(gravedad específica: 0.62) y fuerte, con una veta de recta a ondulada, con muchos
Estados Unidos es ga-
poros de tamaño grande y con anillos de crecimiento; la madera se seca a una tasa
rantizar que la fruta vaya moderada con sólo una degradación mínima. La madera se trabaja con facilidad
libre de plagas y/o enfer- pero con un éxito mediano y es moderadamente resistente a las termitas.
El mango es un excelente árbol de sombra robusto y se siembra extensamente en
medades potencialmente áreas urbanas y rurales. Es un componente muy popular de jardines caseros en toda
dañinas a la agricultura su distribución americana tropical. Inclusive el algunas regiones de Chiapas esto se
de aquel país, para lo
aprovecha al utilizar el mango como sombra en los cultivos de cacao (Teobroma
cacao); sin embargo dada la alta competencia del mago por la luminosidad es pre-
cual se da un tratamiento ciso hacer podas constantemente cuando se le dan estos usos.
hidrotermico a la fruta
desde las empacadoras
Requerimientos edafoclimáticos.
en México.
Suelo.
Así la mosca de la fruta Puede vivir bien en diferentes clases de terreno, siempre que sean profundos y con
Anastrepha sp. se ha un buen drenaje, factor este último de gran importancia. En terrenos en los que
se efectúa un abonado racional la profundidad no es tan necesaria; sin embargo,
vuelto el principal enemi- no deben plantarse en suelos con menos de 80 a 100 cm de profundidad. Se reco-
go al momento de pensar miendan en general los suelos ligeros, donde las grandes raíces puedan penetrar y
fijarse al terreno. El pH estará en torno a 5.5-5.7; teniendo el suelo una textura limo-
en exportar.
arenosa o arcillo-arenosa.
Un análisis de un suelo donde los mangos prosperan muy bien dio el siguiente
resultado: cal (CaO) 1,2 %, magnesio (MgO) 1,18 %, potasa (K2O) 2,73 %, anhídrido
fosfórico (P2O5) 0,15 %, nitrógeno 0,105 %.

Necesidades hídricas.
Los requerimientos hídricos dependen del tipo de clima del área donde estén si-
tuadas las plantaciones. Si se encuentran en zonas con alternancia de estaciones
húmeda y seca, óptimas para el cultivo del mango, como sucede en Sudán, durante
la estación de lluvias se desarrolla un crecimiento vegetativo, y en la estación seca
la floración y la fructificación; en este caso basta con un pequeño aporte de agua.
En áreas más frías, como Israel e Islas Canarias, sólo existe una estación cálida, en
la que tiene lugar a la vez la fructificación y el desarrollo vegetativo, en este caso
el riego debe ser mucho más copioso, pero se tendrá en cuenta que un exceso de
humedad es perjudicial para la fructificación.
En general necesita menos agua que el aguacate; se da la circunstancia de que en
terrenos donde las disponibilidades de agua son abundantes, el árbol vegeta muy
bien, pero no fructifica.
Cuando más agua necesitan los árboles es en sus primeros días de vida, llegando
aproximadamente de 16 a 20 litros semanales por árbol. Esto sucede durante los

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dos primeros años y siempre que el árbol esté en el terreno; no es lo mismo en el
vivero, donde sus exigencias son menores.
Una vez que el árbol está enraizado aguanta muy bien la sequía; prospera con la
cuarta parte del agua que necesita la platanera y puede tolerar, según clases de
tierra, hasta 400 miligramos de sal por litro de agua.
Para obtener el máximo rendimiento del árbol, los riegos deben ser periódicos
(400m3/ha y mes).
Los riegos más copiosos deben darse cuando los capullos van a abrir, y hasta varias
semanas después de la fructificación. Mientras la fruta aumenta de tamaño debe
En algunas zonas de México regarse una vez cada quince días y puede dejarse de regar al acercarse la madurez.
suele intercalarse el cultivo
El mango se adapta muy bien a condiciones de precipitación variables; además to-
lera la sequía, aunque fisiológicamente esta tolerancia ha sido atribuida a la pose-
de mango con algunos otros sión de laticíferos que permiten a las hojas mantener su turgencia a través de un
frutales; también es impor- ajuste osmótico que evite los déficit de agua internos.
En suelos calcáreos un periodo de inundaciones continuas no excesivamente largo
tante ver como puede mane-
puede ser beneficioso para el mango, ya que permite aumentar la disponibilidad en
jarse en sistemas agrosilvo el suelo de algunos microelementos tales como el hierro y el manganeso
pastoriles. Los periodos de déficit hídrico benefician el ciclo fenológico del mango. En áreas
tropicales el estrés hídrico es el principal factor ambiental responsable de la induc-
ción floral. Al contrario ocurre con el cuajado y el crecimiento del fruto, pues una
sequía es muy perjudicial, ya que disminuye el tamaño del fruto.
Se considera más importante una buena distribución de las precipitaciones anua-
les que la cantidad de agua, siendo la precipitación mínima anual de 700 mm bien
distribuidas.
En México el riego se aplica en la región del Pacífico Centro, empleando fundamen-
talmente el riego por inundación, aunque algunas plantaciones cuentan con mi-
croaspersión o goteo. El riego se aplica durante la estación seca (octubre-mayo). El
riego se inicia tras la floración y continúa hasta la recolección, con un intervalo entre
riegos de 10-15 días en suelos arenosos y 18-25 días en suelos arcillosos.

Temperaturas.
Es más susceptible a los fríos que el aguacate y resiste mejor los vientos que éste. El
mango prospera muy bien en un clima donde las temperaturas sean las siguientes:

* Invierno ligeramente frío (temperatura mínima de 10ºC).


* Primavera ligeramente cálida (temperatura mínima superior a 15ºC).
* Verano y otoño cálidos
* Ligeras variaciones entre el día y la noche.

Un árbol de buen desarrollo puede soportar temperaturas de dos grados bajo cero,
siempre que éstas no se prolonguen mucho tiempo. Un árbol joven, de dos a cinco
años, puede perecer a temperaturas de cero y un grado centígrado.
Así, por ejemplo, en las islas Canarias la zona óptima para este cultivo es la del Sur,
prosperando bien en la zona Norte.

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El mango ataulfo posee características que lo hace so-
bresalir por encima de algunas otras variedades; tal es
el caso de su agradable olor y color amarillo intenso
al madurar, también que su cascara es muy delgada y
cuando maduro es muy dulce.

Plantación
Se recomienda antes de efectuar la plantación realizar un laboreo de un metro de
profundidad, efectuado en tiempo seco, para asegurar la uniformidad del creci-
miento. Esta operación será imprescindible en terrenos previamente cultivados.
Las plantación se lleva a cabo cuando las plantas tienen de 1 a 2 años; si se les cul-
tiva en recipientes, se les puede sacar en cualquier época del año; si están en los
surcos del vivero, generalmente lo mejor es a principio o al final de la primavera.
En cualquier caso se les trasplanta lo más cuidadosamente posible en cepas previa-
mente preparadas y espaciadas de 10 a 12 m de distancia.
Ciertas variedades que crecen débilmente se pueden trasplantar más cerca (6x6 m)
y los tipos vigorosos que se extienden, se colocan a una distancia de 14 a 16 m. Los
árboles deben regarse tras la plantación y luego varias veces por semana durante
los primeros quince días. El área en torno al árbol (aproximadamente un metro)
debe mantenerse libre de malas hierbas, recomendándose la colocación de un mul-
ching, sobre todo en la estación seca.
Puesto que generalmente se proporciona algo de sombra al vivero de propagación,
los árboles se deben acostumbrar gradualmente en un área menos sombreada por
un período de unas cuantas semanas, para permitirles resistir su exposición a la
luz solar plena y al viento. No se les debe permitir que fructifiquen sino hasta que
tengan más o menos 4 años de edad, eliminando las panículas de flor a medida que
se forman.
En zonas ventosas se recomienda el empleo de cortavientos, ya sean naturales o
artificiales. Independientemente de la protección mecánica ofrecida por el corta-
viento, el mango se beneficia por una mejora de la actividad de los insectos durante
la polinización y por la disminución de algunas enfermedades como la mancha ne-
gra bacteriana en climas subtropicales, como consecuencia indirecta de una menor
rotura de ramas y una más lenta dispersión de inóculo.

Abonado.
El abonado y el riego, deben programarse de acuerdo con el ciclo fenológico para
alcanzar un rendimiento óptimo.
La potasa es el elemento al que mejor ha respondido el árbol, siendo, por tanto, el
que en mayor proporción debe entrar en la fórmula de abonado.
Un árbol en plena producción responde muy bien a la siguiente aplicación de abo-
no: 2500 gramos de sulfato de potasio y 1500 gramos de superfosfato de cal, aña-
didos al terreno en u/na sola aplicación, preferible en el mes de noviembre. Debe
procurarse distribuirlo bajo la copa del árbol, removiéndolo y mezclándolo bien con
la tierra.
El abonado nitrogenado se puede dar con el riego en la época anterior a la apertura
de los capullos, añadiendo un kilogramo de sulfato amónico y, posteriormente, la
misma cantidad cuando el árbol esté en plena floración, esto ayuda a promover el
amarre de la fruta.
El suelo con árboles jóvenes se debe arropar para ayudar a retener la humedad y

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Fruta madura; los colores del mango
son inconfundibles.

contrarrestar las hierbas. Pueden resultar útiles las aplicaciones de piedra caliza do-
lomítica, si la reacción del suelo está debajo de un pH 5.5. Las aspersiones nutritivas
El éxito en una buena conteniendo cobre, cinc, manganeso y boro son beneficiosas en todos los suelos.
producción de mango Estas se deben aplicar más o menos 3 veces al año (una vez en el caso del boro)
durante los primeros años.
consiste en hacer un
buen manejo del mismo; Poda.
con suerte y se alcancen
El mango florece y fructifica de manera muy semejante al aguacate, es decir, en
las normas que permitan grandes panículas muy ramificadas que aparecen en las extremidades de ramas del
sacar la fruta a mercado año que poseen suficiente madurez.
Para que la inducción floral pueda presentarse en forma normal se requiere que le
tan exigentes como el
árbol pase un período de bajas temperaturas, es decir, de un cierto invierno benig-
Europeo o el Norteame- no que haga detener sensiblemente el crecimiento vegetativo, se acumulen almi-
ricano. dones en los brotes, y se propicie la diferenciación. En su defecto, a falta de bajas
temperaturas, se pueden obtener los mismos resultados cuando se presenta una
época de sequía.
En regiones de temperaturas constantes durante todo el año, y sin marcada época
de sequía, el mango tiende a adquirir un aspecto frondoso, un gran crecimiento
vegetativo, pero su diferenciación floral es muy escasa, como reducida su conse-
cuente fructificación.
No se ha pensado seriamente en practicar en esta especie poda de fructificación, y
que su floración, exclusivamente en panículas terminales, representa un serio obs-
táculo para ello, no encontrándose una finalidad práctica, todavía, que determinara
las ventajas de dicha poda. Sin embargo, posiblemente, una poda que se tradujera
en menor alargamiento de las ramas y en la formación de mayor cantidad de bro-
tes anuales, en cuyas extremidades se presentara posteriormente la fructificación,
fuera de desear.
Respecto a la formación del árbol si es necesario intervenir con la poda, muy par-
ticularmente en la selección de las ramas principales que iniciarán la copa. Si bien
es cierto que los árboles de esta especie pueden formar su estructura normal sin
ninguna ayuda de la poda, también es verdad que el mango, en gran número de
variedades, tiende con frecuencia a emitir cuando joven brotes muy verticales, con
ángulos de inserción muy cerrados.
Estos primeros brotes, que no se arquearán debido al peso de la fruta, puesto que
ésta no existe, engrosarán y formarán las ramas principales del armazón del árbol,
con el inconveniente de su escasa resistencia mecánica.
Como el ramaje del árbol llega a ser muy pesado, al igual que la cosecha, la deficien-
te inserción de las ramas llega a constituir un gran peligro de desgajado de ellas.
Así, es frecuente observar en los huertos de mango árboles con ramas mal coloca-
das, demasiado verticales, con ángulos cerrados, llenas de apoyos o soportes en la
época de producción para evitar roturas.
Si en los primeros años de vida del árbol se hubiera atendido su formación y se hu-
biera hecho una selección de ramas primarias de acuerdo con sus posiciones y sus
ángulos de inserción ese problema no se presentaría después.

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En muchas de las zonas mangueras de México durante la tempo-
rada de cosecha se generan cientos de empleos, que aunque
temporales, son de gran importancia; Nayarit, Chiapas,
Oaxaca y Veracruz son considerados los mayores
productores de esta fruta.

De esta manera puede afirmarse que el mango, como cualquier especie, debe ser
atendido en su formación y hay en él necesidad de eliminar ciertas ramas iniciales
de estructura, que pudieran a la larga ser perjudiciales. Ello, independientemente
de que se pudiera con la poda retrasar el desarrollo del árbol e incluso tender a
enanizarlo

Recolección.
La producción de un árbol de mango es muy elevada. Como término general, para
un ejemplar de tamaño medio puede calcularse un rendimiento de 200 kilos, lle-
gando normalmente algunos árboles a cargar más de 1000 kilogramos de fruta.
Esto supone unos 30.000 – 40.000 Kg./ha.
Al norte del ecuador, los árboles de mango florecen desde enero hasta marzo y
fructifican de junio a septiembre. Para uso casero, los frutos se pueden dejar en los
árboles hasta que están completamente maduros. La cosecha en las plantaciones
comerciales necesita de gran cuidado en la selección de los frutos que están ma-
duros, pero que no han empezado a cambiar su color verde. Quizá el método más
seguro que se puede aplicar consiste en cosechar unos cuantos frutos al principio
de la temporada, tan pronto como su color verde empieza a aclararse y permitirles
que maduren en un lugar fresco y bien ventilado. Si se convierten en comestibles
más o menos en 10 días, la cosecha está lista para recolectarse. Los frutos de mango
requieren más o menos de 105 a 130 días desde el amarre del fruto hasta su plena
madurez.
Los frutos tras su cosechado se deben mantener frescos pero no fríos y empacados
en capas delgadas en cajas ventiladas de cartón corrugado o de madera cuyo fondo
tenga un material esponjoso, con el fin de que no sufra ningún golpe, ya que de
suceder esto, se estropearía rápidamente.
En general, el criterio para determinar la época de recolección varía según el cultivar
y la zona de producción, por tanto las recomendaciones dadas anteriormente sólo
pueden tener utilidad en lugares con condiciones climáticas idénticas y donde ten-
ga lugar una floración homogénea.
La recolección del mango es manual, se debe procurar siempre cortar el fruto con
un poco de pedúnculo, ya que haciéndose a ras se derramaría savia, lo que más
tarde contribuiría a que la fruta se arrugara y depreciara.
Parámetros de calidad del fruto.
En los últimos años, grandes superficies están siendo plantadas con mango, sobre
todo en Latinoamérica, con vista a abastecer los crecientes mercados de Europa y
Norteamérica. Los aumentos futuros de las producciones conducirán sin duda a una
demanda específica para fruta de alta calidad. La calidad es el resultado de muchos
factores, algunos de los cuales se discuten a continuación.
Los cultivares de Indochina, Filipinas y la India son generalmente muy dulces y son
consumidos principalmente en países tropicales. Pero es importante subrayar que
entre los cultivares de mejor calidad de pulpa, los hay tempranos, de media esta-
ción y tardíos y algunos de ellos tienen además buenos resultados de productivi-
dad, estabilidad y no presentan problemáticas limitantes graves.

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Mucha de la fruta de mala
calidad va a los mercados
locales.

La fruta de mejor calidad


se exporta hacia EE.UU. El fuerte sabor a trementina de casi todos los cultivares de la India desagrada a al-
o hacia el mercado Euro- gunas personas. En Europa y Norteamérica los cultivares subácidos de Florida son
peo. generalmente preferidos.
El contenido en fibras es muy variable, incluso dentro del mismo grupo de cultiva-
res de los dos más populares de Florida, Tommy Atkins es muy fibroso siéndolo Keitt
mucho menos. Se trata de una característica comercial importante, pues el consu-
midor europeo no gusta de la fibra en los frutos de mango.
En general se está de acuerdo en que los cultivares con contenido medio en fibras,
como Tommy Atkins, son aceptables. Las tendencias modernas hacia alimentos fi-
brosos mantendrán probablemente esta situación, aunque los cultivares con mu-
cho menos contenido en fibras como Peach, no son considerados aceptables en el
comercio internacional.
El contenido en azúcar es muy importante, pues existe una cierta relación con la
“valoración de la calidad de la pulpa”. Sin embargo, no es determinante de una pre-
ferencia por parte del consumidor, pues hay otros aspectos en la pulpa asimismo de
gran importancia como su consistencia, la intensidad del sabor terpénico, carácter
subácido en el sabor de fondo de la pulpa; así hay cultivares que sin estar entre los
más azucarados son muy apreciados y valorados por el consumidor, tal ocurre con
la variedad mexicana Manzanillo Nuñez.
La relación volumétrica entre hueso y fruto es una característica muy importante
desde el punto de vista del consumidor, pues la menor relación volumétrica deter-
mina mayor cantidad de pulpa en el conjunto del fruto. Algunas características de la
piel como la textura, presencia de lenticelas o de pruína, no parecen relevantes para
la elección del consumidor. La fruta se sobremadura en el extremo penducular o en
su opuesto. Sólo en casos severos aparecen síntomas externos. Las causas de estos
Cosecha de Mango, este se desórdenes fisiológicos son aún desconocidas. El desequilibrio entre el calcio, pota-
pone en cajas para evitar sio, magnesio y nitrógeno podría ser la causa principal. Los trastornos no aparecen
que se dañe la fruta. en frutos cogidos antes de la etapa maduro verdosa. Desafortunadamente, el sabor
también se ve afectado negativamente por la recogida temprana.

Estado de madurez en el momento de la recogida.


A causa de las largas distancias en el transporte marítimo, los mangos son recogidos
generalmente en el etapa maduro verdosa. Su definición es difícil porque implica
un cambio en el color de la piel, desde verde oscuro a verde claro. Si una fruta es re-
cogida demasiado pronto, su sabor es afectado de forma negativa. Es por los tanto
esencial definir un estado de madurez mínimo.
Varios países utilizan un sistema de media de densidad simplificado, ya que ésta
se incrementa con la madurez. Las frutas maduras se hunden en agua mientras las
inmaduras flotan sobre la superficie.

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Color.
El consumidor europeo prefiere frutos con un cierto color rojo o rojizo al menos
parcialmente coloreados, y que los frutos totalmente verdes, de algunas variedades
indias por ejemplo, son menos apreciados en el mercado. Los cultivares filipinos,
indochinos y casi todos los indios, muestran, en su maduración una epidermis verde
o amarilla. Casi todos los cultivares de Florida, tienen bastante color rojo, aunque
hay excepciones.
Temperaturas frescas en campo durante el período de premaduración incrementan
el porcentaje de piel roja.

El color es un factor impor-


tantisimo al momento de la
comercialización de la fruta. La
variedad determina muchas de
las características como color,
tamaño y aroma.

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Plagas y enfermedades del Mango

Plagas
Coccidios: los insectos de esta familia que atacan al mango son numerosos,
como la cochinilla blanca, la cochinilla de la tizne, el piojo rojo, etc. Sus daños se
producen tanto en el tronco como en hojas y frutos; además originan una melaza
sobre las partes afectadas que favorece el ataque de diversos hongos. Los frutos
pueden sufrir decoloraciones que impiden su exportación.
El momento más oportuno para combatirlos empleando el control químico es en
invierno, a base de insecticidas emulsionados con aceites amarillos. De ser el árbol
invadido por la tizne o fumagina, será mejor sustituir los aceites por insecticidas
Ramita de mango ata- sistémicos; para combatir esta plaga se puede emplear polisulfuro de potasio apli-
cada por antracnosis. cado en fuertes dosis en invierno.
Esto es un problema al
momento de la floración Mosca de la fruta: son grandes enemigos del mango, como la mosca del Me-
y el rebrote. diterráneo (Ceratitis capitata), extendida en las plantaciones de todo el mundo,
y varias especies del género Anastrepha en Centroamérica, pues casi todos los
países productores de mango son atacados por una o más especies de moscas de
la fruta.
Las hembras depositan los huevos en la pulpa del fruto dando lugar la maduración
prematura del fruto originando su pudrición. Para su control resulta efectivo el em-
pleo de trampas para la captura de adultos utilizando como atrayente feromonas
sintéticas.

Polillas de las flores: se trata de dos pequeños lepidópteros, el Prays citri,


de la familia Tineoideos, y el Cryptoblabes gnidiella, de la familia Pyraloideos;
la primera muy específica de los agrios, y la segunda sumamente polífaga, ya que
además de atacar los agrios lo hace también a la vid, al almendro, al melocotone-
ro y a otras plantas cultivadas o silvestres, entre ellas el mango. Prays, en su fase
adulta, es una mariposa de 12 mm de longitud, de color gris ceniza con manchas
oscuras diseminadas en las alas anteriores. Sus orugas tienen una longitud de 7
mm, de color terroso, cabeza y pronoto negros, con varios pelos rígidos en cada
segmento.

La segunda es una mariposa algo mayor que la anterior, con alas anteriores de
color gris, cruzadas por dos franjas negras transversales, y las posteriores de color
blancuzco uniformes; sus orugas, de unos 8 mm, son de color verdoso con unas
líneas longitudinales oscuras a ambos lados de una franja más clara. La cabeza y
pronoto es de color castaño. Ambas polillas tienen unas tres generaciones anuales;
sus orugas atacan a las flores, devorando pétalos y estambres, y roen los ovarios
con la consiguiente destrucción de los frutos. Tratamiento: un tratamiento anual
con Lebaycid al 4 %, en primavera, cuando empiezan a abrirse las flores.

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Enfermedades
Antracnosis: se trata de una de las enfermedades más difundida y destructiva
del follaje del mango, aunque también puede causar graves daños de post cosecha.
Es producida por el hongo Colletotrichum gloeosporioides, que aparece en forma
de manchas oscuras en las flores y sus pedúnculos, destruyendo a gran número de
flores; en las hojas también aparecen puntos negros, que se convierten en agujeros
por destrucción de tejidos. Los frutos jóvenes también pueden ser atacados, que-
dando destruidos antes de llegar a la madurez. Si les ocurre esto cuando ya están
Mangos dañados por
maduros, presentarán manchas negras que les darán mal aspecto y dificultarán su
hongos (izq) y por insec-
conservación. Tiene especial importancia en las zonas húmedas, sin embargo no
tos raspadores (der).
tiene incidencia en climas secos. Tratamiento: preventivo con caldo bordelés. Este
patógeno ataca igualmente a un gran número de especies de cultivos frutales tro-
picales.

Cercospora del mango: se presenta en las hojas por la pérdida de clorofila y


por una exudación un tanto azucarada, debe prevenirse la invasión al primer sínto-
ma, a base de caldos cúpricos en dosis débiles por serle relativamente tóxicos.

Oidio del mango: es una de las enfermedades de mayor difusión a nivel mun-
dial. Las flores quedan cubiertas de un polvillo blanquecino grisáceo con olor a
moho, éstas no se abren y la inflorescencia cae. Las hojas acaban resecándose, se-
gún los cultivares los síntomas se manifiestan en el envés, en el haz o en ambas
caras de la hoja. Puede producirse el cuarteado de la piel de los frutos, y la caída de
los más pequeños.
Tratamientos preventivos a base de azufres y el polisulfuro de potasio bastan para
eliminarlo. Oidium mangiferae es uno de los agentes causales del oidio del mango
cuya epidemiología ha sido descrita (Schoeman et al, 1995), teniendo como único
huesped conocido al mango.

Seca del mango: se trata de una enfermedad destructiva que puede causar la
muerte del árbol, siendo el agente causal un hongo (Ceratocystis fimbriata), que
normalmente se asocia a su vector que es un insecto (Hypocryphalus mangife-
rae). Este hongo puede acceder también a través de las raíces, por tanto en este
caso no necesita este vector. Los síntomas se manifiestan en la parte aérea con un
amarillamiento , marchitez y muerte de las hojas. Si realizamos un corte a la rama se
observa los tejidos internos totalmente dañados. Para el control de la enfermedad
se recomienda realizar podas de limpieza y la quema de las ramas marchitas y los
cortes de poda tratarlos con algún fungicida.
Fusarium decemcellulare: ha sido descrito como un nuevo patógeno sobre
plantaciones de mango en los Estados Unidos.

Malformación: es una de las enfermedades más graves del mango en el mun-


do, estando causada por el hongo Fusarium subglutinans. La malformación ve-
getativa afecta a las plantas de vivero y la malformación floral sólo tiene lugar en
las plantaciones adultas. Los síntomas vegetativos se manifiestan con entrenudos

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cortos y hojas enanas, la malformación floral se inicia con la reducción de la inflores-
Mango en fructificación los cencia dando lugar al incremento de flores estériles. Para su control se recomienda
la poda del material afectado tanto vegetativo como floral y posteriormente proce-
más altos rendimientos se
der a su quema.
alcanzan cuando los árboles
son ya maduros, 20-25 años. Mancha negra : Es una enfermedad de post cosecha , aunque a veces pue-
de causar problemas al follaje, flores y frutos causados por el hongo Alternaria al-
ternata. Tiene mayor incidencia en las áreas más secas del hemisferio oriental. Los
síntomas se manifiestan en el envés de las hojas, apareciendo manchas negras re-
dondas. Los síntomas en los frutos se desarrollan tras la cosecha, al comienzo de la
maduración, con la aparición de pequeñas manchas circulares. A continuación estas
manchas se agrandan y dan lugar a una mancha única que llega a cubrir la mitad del
fruto. La enfermedad avanza y las manchas penetran en la pulpa que se oscurece y
ablanda. Un tratamiento eficaz de precosecha es aplicar cuatro aspersiones con Ma-
neb a dosis de 2.5 g/l a partir de 2-3 semanas tras el cuajado. El tratamiento de post
recolección recomienda el empleo de Procloraz e dosis de 9-10 g/l.

Mancha negra bacteriana: se encuentra localizada en numerosos países


cultivadores de mango, esta enfermedad afecta a todos los órganos aéreos. Está
causada por la bacteria Xanthomonas campestris. El síntoma típico de esta en-
fermedad se manifiesta en el tronco del mango por la aparición de chancros negros
longitudinales con exudados de resina, aunque también aparecen síntomas en ho-
jas viejas y frutos. Tratamientos: la instalación de cortavientos y la poda sistemática
de los brotes infectados disminuye la propagación de la enfermedad. El empleo de
aspersiones cúpricas combate de manera eficaz esta enfermedad.

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Antracnosis

Descripción
Las antracnosis más comunes son originadas por Colletotrichum, que es la fase
asexual del hongo Glomerella. Los síntomas que causa a la mayoría de sus hospe-
dantes suelen ser bastante similares entre sí, por lo que una descripción general del
patógeno y de su patogenicidad suelen ser suficientes para tener una idea de cómo
se da la infección a los tejidos vegetales.
Es una enfermedad común en regiones húmedas y cálidas. Los síntomas varían
de hospedero en hospedero, comenzando con pequeñas manchas acuosas que
se convierten en lesiones necróticas de forma circular a irregular, de color crema
oscuro a negro con bordes amarillos. Estas manchas se van juntando según avan-
za la enfermedad. En periodos húmedos se pueden observar las masas de esporas
Lesiones en hojas y frutos rosadas sobre las lesiones. Esta enfermedad puede ocurrir en cualquier etapa del
desarrollo de la planta y es más común en las partes jóvenes y suculentas de los
de mango causados por An-
tallos y los peciolos. El hongo que causa la antracnosis subsiste de una temporada
tracnosis, Colletotrichum a otra en residuos de plantas infectadas y en la semilla. El agua al salpicar y la lluvia
gloesporioides. Cuando con viento llevan las esporas del hongo a otras plantas cercanas Esta enfermedad
es agresiva en plantas debilitadas por estrés ambiental, nutrición inadecuada y se-
los climas son muy hume-
nescencia natural.
dos hay mayor susceptibi- Esta enfermedad es causada por el hongo Colletotrichum gloeosporioides y pro-
lidad por parte del tejido a bablemente sea la enfermedad más importante en todos los sitios de producción
de mango. Causa daños considerables en las flores, hojas y frutos. Las pérdidas ocu-
ser atacado por este hongo. rren de la floración al amarre de frutos y en poscosecha. Los síntomas son manchas
hundidas de color negro en la superficie del fruto. La enfermedad es más severa
después de periodos de clima húmedo.
Las antracnosis son enfermedades del follaje, tallos o frutos que típicamente apa-
recen como manchas grandes o pequeñas de colores oscuros, lesiones ligeramente
sumidas que poseen un contorno ligeramente levantado. Además de las manchas
foliares, las antracnosis con frecuencia tienen una etapa inicial prolongada en la
infección de los frutos y pueden producir la muerte descendente de las ramitas o
ramas de las plantas En algunas de ellas, en particular las que muestran una gran se-
veridad sobre los árboles frutales, los síntomas aparecen como pequeñas manchas
que poseen superficies corchosas salientes. Las antracnosis de los frutos con fre-
cuencia producen la caída y pudrición de estos. Dichas enfermedades son ocasiona-
das por hongos que producen sus esporas asexuales (conidios) dentro de pequeños
acérvulos negros dispuestos en forma concéntrica o dispersa en las lesiones.
Los ascomicetos Diplocarpon, Elsinoe, Glomerella y Gnomonia pertenecen a
este grupo, aunque algunas de sus especies producen conidios en picnidios en vez
de acervulos. De hecho estos hongos se encuentran en el ambiente en fase conidial
e invernan en forma de micelio o conidios.
Algunas etapas imperfectas de estos hongos causan problemas muchas veces más
severos que los hongos en su fase perfecta: Colletotrichum sp y Coryneum sp.
Las antracnosis, en particular las que producen Colletotrichum o Glomerela son
bastante comunes y destructoras, en numerosas plantas de cultivo y de ornato; ge-

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neralmente sus mayores daños se producen los trópicos y subtropicos del mundo
dadas las condiciones de temperatura y humedad.

Algunas recomendaciones para su manejo integrado


son:
• Evite el exceso de humedad en las hojas.

Vista de los conidios • No maneje las plantas cuando el follaje esté húmedo para no diseminar las espo-
del hongo. ras.

• Aplique fungicidas registrados bajo condiciones favorables a esta enfermedad.

• Para controlar esta enfermedad se debe mantener el follaje seco, evitar el riego
aéreo y mantener un espacio adecuado entre plantas.

En un estudio hecho en Cauca sobre la caracterización morfológica y genética del


agente causal de la antracnosis en Guanabana reveló que existen diferencias en-
tre la capacidad de infección entre los distintos biotipos del patógeno; siendo que
se encontraron 4 grupos diferentes donde los niveles de patogenicidad en los 2
primeros grupos estan por arriba del 80% y los otros dos grupos apenas rebasan
el 30%. Esto puede servir como referencia, puesto que se demostró mediante PCR
que existen ligeras diferencias genéticas entre los biotipos. La variabilidad genética
observada con esta técnica fue alta, a un coeficiente de similitud de 0,31, según
palabras del autor.

T axonomía
• Colletotrichum gloesporioides pertenece al grupo de los hongos superiores,

• Subdivisión Deuteromycotina: Hongos imperfectos (asexuales), carecen de es-


tructuras de reproducción sexual y no se ha visto que las presenten.

• Clase Coelomycetes: Los conidios se forman en picnidios o acérvulos.

• Orden Melaconiales: Las esporas asexuales se forman en un acérvulo.

• Géneros: Colletotrichum, hongo causal de la antracnosis.

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Oportunidades del Mejoramiento Genético en Mango orientadas
hacia esta enfermedad

A pesar de ser una de las enfermedades que más han atacado al cultivo de mango
de manera comercial, pocos trabajos de mejoramiento están enfocados hacia la
tolerancia o resistencia del mango a tal enfermedad. Posiblemente porque estos
requieren de mucho tiempo o quizá porque no es esta enfermedad la principal
limitante de la comercialización del fruto, dado que las moscas de la fruta si son
verdaderas barreras al momento de movilizar la fruta de un país a otro. En México
poco se hace con respecto a la antracnosis, sin embargo de acuerdo con un estu-
dio hecho en Sinaloa, México; se determinó que las variedades de Mango menos
susceptibles al ataque del hongo fueron: Tommy atkins y Kent, ya que mostraron la
menor cantidad de frutos dañados de una muestra de 100 frutos expuestos en una
cámara de almacenamiento a 25°C, los muestreos se hicieron diariamente.
De este modo pudiera haber alguna oportunidad si se hacen estudios más deta-
llados sobre estas variedades en especial, supongo que su alta tolerancia hacia la
Frutos dañados por enfermedad puede ser la firmeza de su pulpa o el grosor de la cascara.
Colletotrichum gloesporioi- En México se hacen trabajos generalmente probando patrones para injerto, sin
des. embargo mucho de este trabajo va encaminado hacia obtener una mayor produc-
ción o una mayor precocidad en la producción de la fruta, sin embargo se ha deja-
do un tanto de lado el enfoque hacia hacer nuevas variedades, se reconoce que la
variedad ataulfo es originaria de Chiapas.
Se recurre poco a los métodos de inducción de mutaciones y se tiene poca infor-
mación de trabajos hechos mediante mejoramiento clásico.
Quizá en México se ha descuidado un poco el terreno de la genética de frutales, tal
es el caso del banano o de los cítricos, dado que muchas de los clones o variedades
provienen de centros de investigación extranjeros.

Mucha de la flor puede per-


derse cuando los árboles son
atacados por este patógeno.

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Bibliografía

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• Berto Arias Rivas et al. Control químico de la antracnosis en mango (Mangifera


indica L.) en pre y post cosecha en el municipio Cedeno, Estado Monagas, Vene-
zuela. Bioagro 19(1): pags. 19-25 . 2007

• Gustavo Mena-Nevárez et. al. Epidemiología y control de la antracnosis (Colleto-


trichum gloeosporioides penz) en mango. Colegio de postgraduados Instituto de
fitosanidad. México. (http://www.colpos.mx/ifit/entacar/avances/061.htm)

• Allende-Molar, R. et .al. Enfermedades Poscosecha en Mangos Cultivados en Sina-


loa. Departamento de Protección y Nutrición Vegetal, CIAD-Unidad Culiacán

• Parrotta, John A. 1993. Mangifera indica L. Mango. SO-ITF-SM-63. New Orleans,


LA: U.S. Department of Agriculture, Forest Service, Southern Forest Experiment
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• El mango en: http://es.wikipedia.org/wiki/Mango

• Álvarez Elizabeth, et al. Caracterización morfológica, patogénica y genética del


agente causal de la antracnosis (Colletotrichum gloeosporioides) en guanábana
(Annona muricata) en el valle del cauca. Fitopatología Colombiana /Volumen 28
Número 1 pags. 1-8.

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