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LA IMAGINACIÓN VULNERABLE:

DIASPORA Y DESASTRES NATURALES EN LA


CULTURA SALVADOREÑA

MIGUEL HUEZO MIXCO

Para Catalina, que me hizo su huésped

C omenzaré contándoles una historia.


Hace unos mil setecientos años, en
una remota región del mundo que ahora
Un espeso manto de ceniza del alto de una
pierna cubrió los suelos en centenares de
kilómetros a la redonda y contaminó los
conocemos como Centroamérica ocurrió ríos y los estuarios aniquilando animales
una terrible catástrofe. El volcán Caldera, y vegetales. En la actualidad, cuando se
en el centro del actual territorio de El excava varios metros bajo la tierra en las
Salvador, erupcionó convirtiendo miles de zonas central y occidental de El Salvador,
kilómetros de tierra en un infierno.1 Como los trabajadores de obras públicas y los
no hay testigos, lo que ocurrió es difícil arqueólogos se encuentran con un manto
de describir. Lo poco que sabemos, sin de tierra blanca superpuesto a otros
embargo, es suficiente para imaginarnos antiguos estratos de tierra sedimentada a
que cambió la vida en esa parte del lo largo de los siglos. En esa capa no tan
mundo. Las espectaculares explosiones y profunda se encuentra, inerme, la
los retumbos que se escucharon a memoria del pavor.
centenares de kilómetros de distancia Nuestra imaginación, hija de los
estuvieron acompañados de enjambres de horrores del siglo veinte, sólo puede
sismos que cambiaron el cauce de los ríos comparar aquella catástrofe con un ataque
y derribaron todo lo que se encontraba de nuclear de grandes dimensiones. Millares
pie.2 Para los desafortunados habitantes de personas debieron perecer y otros miles
de la zona aquello fue como un ensayo del fueron forzados a huir para jamás volver.
fin del mundo. El magma produjo ríos que Cuando se aplacaron los fuegos, algún
abrasaron todo lo que encontraron a su testigo, si acaso lo hubo, pudo presenciar
paso; del cráter del volcán, como de la un panorama escalofriante: diez mil
boca de un gigante enloquecido, saltaron kilómetros cuadrados, mucho más allá de
innumerables bombas de piedra ígnea. lo que la vista alcanza, quedaron
Los vapores y la ceniza se elevaron a desolados, sin rastro de vida. Para un país
kilómetros de altura, cambiaron la de gran tamaño, esa superficie, aunque
coloración del cielo y eclipsaron la luz del nada despreciable, es sólo una pequeña
sol hasta sumergirlo todo en las tinieblas. pieza de su mapa; pero les pido que por

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un momento traten de imaginarse lo que violencia destila una sustancia que


eso significa en la noción de espacio para restablece cierto equilibrio sin el cual uno
un habitante del país de donde vengo. podría volverse loco. Como se dice, el
Diez mil kilómetros cuadrados son la golpe trae su anestesia. Sólo así puedo
mitad de la superficie de mi país. explicarme en parte el adormecimiento de
Pese a su gravedad la erupción fue los salvadoreños ante nuestra historia.
solamente uno de los tan frecuentes como Volvamos a nuestro relato. Tuvieron
devastadores sacudimientos que han que pasar varias generaciones para que el
tenido lugar en esa tierra erizada de área del desastre volviera a ser un lugar
volcanes. Donde quiera que uno mire, el habitable. Es difícil imaginarse que esa
horizonte aparece dominado por uno de lámina azul plomizo del lago de Ilopango,
esos colosos. Por diez años esos mismos surcada de embarcaciones artesanales y
volcanes rodeados de carreteras fueron motos acuáticas, fuera alguna vez la boca
santuarios de las guerrillas. Las de aquel cataclismo. Seguramente por
principales ciudades españolas del país, muchos años aquel territorio fue visto
bautizadas con nombres cristianos (San como una tierra maldita. Poco a poco,
Salvador, Santa Ana, San Miguel, San nuevas oleadas migratorias de grupos
Vicente), se fundaron siempre al lado de mayas y mexicanos comenzaron a llegar
un volcán. Son la representación de a la ‘zona cero’. Existen evidencias de que
Vulcano, el terrible herrero romano. Y de alrededor del siglo VI de la era cristiana,
Zipacná, el colérico ingeniero del mundo emigrantes provenientes del norte y del
subterráneo de los maya-quiché. Si hemos sur del continente comenzaron a
de creer en la mitología, tarde o temprano modificar aquel paisaje funesto. 3 En
esos volcanes erosionados por la tala de sentido estricto, la cultura renació entre las
los bosques despertarán de nuevo y su cenizas. Se construyeron entonces las
furia será como una venganza. Parecieran chozas de barro para la plebe, y los centros
estar allí para recordarnos las historias de monumentales con sus asombrosos
los incontables sobresaltos sufridos desde templos piramidales destinados para la
mucho antes de que fueran habitados sus jerarquía social más alta; se celebraron
tórridos valles interiores. Pero en realidad matrimonios, negocios y también se
esos acontecimientos, tales como emprendieron guerras; se fabricaron
erupciones, terremotos, inundaciones, trastos de cocina y joyería; se cultivaron
‘duermen’ en una zona de seguridad del granos básicos y se abrieron caminos.
disco duro de nuestra memoria. Hasta los Aquel proceso tomó siglos. Las últimas
más recientes parecen haberse olvidado oleadas migratorias llegaron apenas con
demasiado pronto. (En el último siglo han una diferencia de trescientos años de las
ocurrido al menos cinco terremotos.) primeras expediciones españolas que
Cuando hablo de estas cosas me viene a incursionaron en 1524 provenientes de
la memoria una experiencia personal de Guatemala. La brutalidad de aquel
la guerra civil. Aunque parezca increíble, encuentro tiene un pálido reflejo en las
mientras los aviones a reacción y los estereotipadas imágenes del Lienzo de
helicópteros UH1H del ejército Tlaxcala,4 que es así como el portafolios
disparaban sus interminables rondas de de un artista poco imaginativo.
metralla, nosotros solíamos dormirnos por Contrariamente a lo que proclama la
instantes en las trincheras. Está probado leyenda romántica, las sociedades
que el cuerpo sometido al estrés de la indígenas tampoco eran un jardín de las

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delicias. Los contrastes sociales debieron poblaciones indígenas casi destruidas


ser tremendos. Por ejemplo, en el sitio después de que instalaron cerca de ellas
conocido ahora como San Andrés,5 a los obrajes de añil … Varias veces he
unos veinte minutos en automóvil desde confesado a un gran número de indios con
la capital, que floreció entre los años 600 fiebre y he estado allí cuando los llevan
a 900 de nuestra era, de aquel esplendor de los molinos para enterrarlos’.8
nos quedan únicamente los vestigios del Han pasado los años y en la ‘zona cero’
conjunto monumental en el que vivieron ha tenido lugar el desarrollo de una
los poderosos. La zona de viviendas cultura que, como en un ciclo fatal que
populares no ha sido suficientemente desafía a la imaginación, continúa
excavada, pero las investigaciones viviendo bajo los signos de la diáspora y
arqueológicas estiman que no fue muy los desastres. Pero es la imaginación
distinta del conjunto de chozas de barro y misma la que parece resistirse tercamente
caña de Joya de Cerén6 (300 a 900 de a dejar una memoria fresca de la desgracia.
nuestra era) que los arqueólogos, con un Sabemos que las fuentes del
pobre sentido de la medida, han llamado conocimiento simbólico del pasado se
‘la Pompeya de América’. En realidad, ese expresan, principalmente, de manera
caserío de agricultores no tienen literaria y pictórica. Mi tesis sostiene que
semejanza alguna con aquel opulento ciertos orígenes del ser salvadoreño actual
balneario de la bahía de Nápoles. He allí y de su identidad, se han configurado, y
una comparación infeliz. son de la manera que son, en parte por la
Los conquistadores europeos se ausencia de formas de representación muy
encontraron, pues, con una sociedad elaboradas, provenientes del arte y la
sumamente jerarquizada en cuya cima literatura, capaces de derramarse sobre el
estaba una abigarrada mezcla de familias cuerpo social y de crear imágenes que
adineradas con títulos de nobleza, jefes produzcan esa especie de herramienta
militares y jerarcas religiosos, y en las prensil que es la memoria, sin la cual las
partes medias y bajas: soldados, sociedades parecen perder el pie en el
comerciantes, cazadores, agricultores, peldaño de la escalera.
artesanos y prostitutas. No entraré en En El Salvador existe una especie de
detalles sobre los nuevos desastres que letargo en el arte y la literatura — y es peor
acompañaron la llegada de los europeos; en las investigaciones científicas —
bástenos por ahora mencionar las respecto de nuestra historia de
carnicerías de la guerra de conquista, las calamidades naturales.
muertes a causa de los trabajos forzados ¿No debiéramos los escritores, los
y — lo peor de todo — las pestes. El primer pintores, los músicos, detenernos más a
siglo posterior a la llegada española menudo en esos parajes del dolor?
produjo una caída exponencial de la Quizás no nos corresponda dar
población indígena.7 El país se convirtió respuesta a esta interrogante con las
en un campo de muerte. La malaria, la herramientas de la sicología o la
fiebre amarilla, la viruela, el sarampión y sociología, sino, como un zahorí, con las
la tuberculosis, se propagaran a la artes de la indagación en las corrientes
velocidad del rayo y extinguieron la vida subterráneas de nuestra cultura.
humana en grandes extensiones de George Steiner dice que lo que nos
territorio. El relato de un clérigo de 1636 rige como humanidad no es el pasado en
es estremecedor: ‘He visto grandes su sentido literal, sino las imágenes del

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pasado, 9 imágenes altamente estruc- entrenadas para el rescate de víctimas. Lo


turadas que permanecen impresas en que ocurrió el mediodía del trece de enero
nuestra sensibilidad, casi de la misma del año 2001 es una parábola del país. En
forma que la información genética. En el las primeras horas después del terremoto,
caso de la cultura salvadoreña, las centenares de brazos impotentes no
imágenes y las construcciones simbólicas pudieron emprender el rescate de las
de nuestro pasado, nuestros saberes, que víctimas porque no contaban con otras
de cualquier manera están impresos en herramientas que sus manos.
nuestra sensibilidad, suelen estar Eventos como ése no pueden ser vistos
relegados a lo más profundo de nuestra de otra manera que como una derrota
inconsciencia. Sabemos que en el pasado cultural que compromete al conjunto de
hubo terremotos, sabemos que habrá más; la sociedad.
sabemos también que éstos se repiten con Volvamos al tema de la imaginación.
una diabólica persistencia; sabemos que A raíz de los terremotos de enero y febrero
cada tantos años la sociedad salvadoreña de 2001, la prensa realizó un esfuerzo sin
se ve enfrentada a la interrupción precedentes para documentar nuestro
repentina de sus actividades para excavar pasado de calamidades naturales. Cuando
de manera primitiva los escombros donde se intentó encontrar su huella en la
han quedado sepultados nuestros seres literatura, apenas pudieron localizarse,
queridos. Finalmente, sabemos también como nubarrones en medio de un cielo
que los desastres si bien son de origen despejado, unas pocas alusiones a los
natural, en muchos casos se producen por terremotos y demás catástrofes. El dato
la mano humana: por indolencia, resulta inquietante si tomamos en cuenta
incapacidad o irresponsabilidad. Lo que, en cambio, el dolor a causa de la
sabemos. injusticia social ha captado en el último
Esos saberes incapaces de otorgarnos siglo la atención de una parte importante
una actitud apropiada para enfrentar de la obra de nuestros mayores escritores
material y espiritualmente las catástrofes y escritoras. Sin embargo, el repetido
que están por venir y que nos vuelven castigo de los elementos está ausente de
menos capaces de recuperarnos de sus nuestra representación simbólica. Como
efectos equivalen a un no-saber. si la repetición fatal de la tragedia hubiese
Viendo las cosas desde un ángulo segregado en nuestra sangre, a través de
práctico, ¿por qué siguen repitiéndose las los siglos, un ácido capaz de sumir su
tragedias sin que aparentemente exista recuerdo en un letargo. El ambicioso
una voluntad capaz de crear una cultura objetivo humano de perdurar, de
de prevenir los riesgos? En El Salvador en sobrepasar mediante la imaginación,
los últimos cien años se han sufrido no literaria o artística, las fronteras de la
menos de cinco terremotos de muerte, no ha sido capaz de regalarnos
considerable magnitud, sin embargo ni las una rienda para que nuestra memoria
corporaciones privadas, ni el Estado ni las cabalgue a la catástrofe.
universidades se encuentran desarrol- Cada época se refleja en el cuadro de
lando investigaciones sismológicas que su propio pasado. Cada época verifica su
ayuden a diseñar respuestas ante eventos sentido de identidad teniendo ese pasado
que con toda seguridad van a producirse. como telón de fondo. La Tierra misma
Tampoco existen brigadas bien tiene su propia memoria: esos sedimentos

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de tierra negra, blanca, marrón, de pasado; una de ellas, como he tratado de


texturas y coloraciones diversas, como las decirlo, es la relación con las catástrofes y
pinturas ‘matéricas’, que se aprecian en los el incomprensible sentido de
tajos de los cerros atravesados por las impasibilidad prospectiva y de amnesia
autopistas, son las circunvoluciones que comúnmente asumimos frente a ellas.
cerebrales de su memoria. Se trata de una Quiero saltar ahora a un segundo
información inerte que requiere largos elemento: si en la ‘piel de cebra’ de nuestra
procesos de excavación y de memoria las catástrofes ocupan una franja
interpretación. Los siglos que los oscura, la diáspora ocuparía una zona gris.
salvadoreños tenemos dentro de nosotros Y esto es posible por la existencia de al
podrían representarse como la mezcla de menos un gran poema. No hace falta que
grandes franjas claras, otras grises y se escriban muchas novelas, muchos
franjas de oscuridad, una al lado de la otra, poemas o innumerables obras de teatro, o
como una piel de cebra, que habla de que se pinten centenares de cuadros y se
nuestra forma de ser al que sabe escuchar. erijan estatuas en recordación de personas,
Siguiendo con el símil, digamos que en lo ciudades, acontecimientos y mártires. Sin
relativo a la interiorización de la catástrofe menoscabo de la necesidad de que las
como parte del alma de nuestra cultura, haya, un sólo gran poema donde brille el
las artes de la imaginación, la literatura, genio es capaz de cristalizar, como en un
la plástica, el teatro, se encuentran en una gesto oportuno, la complejidad de la vida
de esas franjas de oscuridad. Quien quiera y de los sentimientos. Voy a leer una
que se tome el trabajo de establecerlo pequeña parte de ese poema. Dice:
llegará a comprender que en una medida
importante adolecemos de formas de Anduvimos errantes
representación altamente elaboradas que Años años años anduvimos errantes
nos ayuden a despertar nuestro pasado. La ventisca el granizo los violentos
Puede sonar un poco radical, pero yo vendavales
diría que no sólo podemos hablar de la Las grandes bestias devoradoras
vulnerabilidad de nuestro entorno sino Nada pudo detener nuestros pasos
también de la vulnerabilidad de nuestra Cruzamos ríos
imaginación. Y esto no debiera entenderse Montes
como un reproche gratuito. De pronto la Abismos de terror
evasión es una de las maneras en que la Cumbres a las que nadie se atreviera antes
imaginación emprende la complicada Pavorosos desiertos
reconstrucción del tejido emocional. La Nada pudo detener nuestros pasos
imaginación no suele admitir críticas, pero En tierra arena roca dejamos hondas
quisiera concluir esta parte de mi huellas
exposición diciendo que la concentrada Junto al mar caminamos
luz que el arte y la literatura arrojan sobre Sobre las altas sierras
los hechos de la realidad, y en este caso De día caminamos
sobre la tragedia, son el tipo de vitales De noche
contestaciones que también necesitan Sin detenernos
nuestros ciudadanos. Deseo subrayar que Caminando naciendo y caminando
los salvadoreños todavía tenemos que Soñando y caminando
descubrir muchas conexiones con nuestro Pariendo y caminando

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Caminamos cantando y caminando sólo porque viniendo de una familia de


Nada pudo detener nuestros pasos terratenientes abrazó las luchas sociales
Con nuestra casa a cuestas radicales en contra de la injusticia, sino
Enterrando fechas también porque fue uno de los primeros
Estableciendo muertos en poner su mirada penetrante sobre los
… indígenas cultural y socialmente
Caminando invisibilizados.
Directos al destino Su poema a simple vista nos habla de
Caminando las antiquísimas oleadas migratorias
Creciendo en esperanza provenientes del Anáhuac mexicano hasta
Caminando los valles y montes del actual territorio
Años años años caminando caminando salvadoreño, cuando la ‘zona cero’
caminando10 comenzó nuevamente a poblarse. Pero
también nos habla de cosas intensamente
Durante el curso de la historia actuales. Al leerlo, en un contexto como
salvadoreña los sucesos de los que aquí el centroamericano — y seguramente
habla el poeta han tenido lugar en tendría resonancias en lugares como
innumerables ocasiones. Este poema de Bosnia y Afganistán — es inevitable
Pedro Geoffroy Rivas titulado ‘Cuenta de pensar en los centenares de salvadoreños
la peregrinación’ contiene uno de esos que en este instante están hollando los
extremos nerviosos cruciales en la vida desiertos, cruzando las fronteras del
social e intelectual de El Salvador. La ‘mundo libre’ en la frontera de Estados
emoción, la apasionada aventura, el Unidos.
sentido monótono de la caminata a través El poema, pues, habla de nuestra
de geografías desconocidas y el ritmo del diáspora. La diáspora ha sido una
cambiante pulso de la experiencia están constante de la historia salvadoreña.
presentes en esta hermosa letanía. Desde la antigüedad el territorio
salvadoreño fue un lugar de paso para
¿De qué nos habla? O, mejor dicho, ¿de grupos indígenas provenientes del norte
quiénes nos habla? y el sur del continente, formó parte de un
espacio intermedio entre las grandes
Hablemos aunque sea brevemente de civilizaciones precolombinas y fue un
su autor. Pedro Geoffroy Rivas nació a lugar de mezcla de las especies vegetales
principios del siglo pasado en el seno de y animales del norte y el sur del
una familia pudiente. Revoltoso, continente. Su posición privilegiada ha
desacralizador y vanguardista, perse- sido también causa de algunas de sus
guido y exiliado numerosas veces, más tragedias. Ha sido un espacio dominado
que por su prestigio académico como sucesivamente por cuatro imperios:
lingüista e indigenista fue por su poesía azteca, español, inglés y estadounidense.
y su actitud vital que llegó a convertirse Es difícil entender a El Salvador y a
en una especie de héroe cultural para Centroamérica sin relacionarlos con esa
muchos escritores anteriores a mi condición geopolítica y con las lógicas
generación. La metamorfosis de Geoffroy imperiales que han socavado su soberanía
Rivas representa una importante y que también han moldeado nuestras
‘mutación’ en la cultura salvadoreña. No identidades.

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De nuestra relación con los Estados mente en valores ‘nacionales’. Voy a


Unidos proviene, precisamente, un demorarme un minuto más en este punto.
fenómeno cultural que suele ser De nuevo, si nos detenemos a
observado con aprensión, pero que es de examinar las ‘imágenes del pasado
una importancia capital como casi salvadoreño’, es decir, las fuentes del
ninguno otro en el último siglo. Desde los conocimiento de nuestro ser como
años 80 del siglo pasado la diáspora sociedad, comprobaremos que nuestro
salvadoreña hacia los Estados Unidos curso de sentimientos habla siempre — y
llegó a convertirse en un agente voy a usar una expresión del geógrafo
completamente nuevo y trascendental en inglés David Browning11 — de un ‘jardín
la economía y en la cultura salvadoreñas. bien cultivado’, cuyo esplendor ha sido
El dinero que viene desde Estados Unidos, depredado por sucesivos invasores. Ese es
no en forma de ayuda gubernamental el idealizado y falso ‘jardín del pasado
para el desarrollo sino directamente de los indígena’ que en las narraciones vulgares
bolsillos de los emigrantes para sus aparece arrasado por las expediciones
familias, es tan importante como el militares españolas; es también el ‘jardín
producto interno bruto (PIB). Nuestras del progreso’ de los productores y
ciudades, como reflejo, son una réplica comercializadores del café, amenazado
de ‘gringolandia’. La pop music por la agresión del comunismo.
norteamericana las hace de banda sonora Aferrarnos con uñas y dientes a esas ideas
en los eventos sociales elementales y en del pasado y a las acciones políticas que
los multitudinarios: en el cortejo de las de ellas se derivan, es una de las fuentes
parejas, en los ritos de paso (fiestas de de nuestras dificultades presentes.
quince años y graduaciones) y en las Los emigrantes modernos están
celebraciones de masas (fiestas patronales convirtiendo esa nostalgia en papel
y campañas políticas). mojado. Aquel jardín, desde hace muchos
La construcción de eso que da en años probó ser incapaz de alimentar a sus
llamarse el ‘imaginario cultural’, moradores. En la actualidad, la zona de
tradicionalmente enraizado en la capital recibe al año un flujo de unos
peculiaridades históricas, religiosas, veinte mil emigrantes del interior donde
étnicas, territoriales y de una lengua las oportunidades de empleo o de
común, simplemente ha cambiado. El subsistencia son significativamente
Salvador, literalmente, tiene sus ojos inferiores. Este movimiento alcanzó
puestos en el Norte. Muchas de nuestras números dramáticos durante los once
representaciones simbólicas provienen de años de guerra civil. La emigración fuera
allá. Curiosamente, con toda la del país, que algunos analistas denominan
trascendencia de este fenómeno para el gráficamente como una ‘expulsión de
presente y el futuro del país, todavía no mano de obra’, viene de larga data. Uno
existe un centro de estudios para las de los cuentos más estremecedores de
migraciones. nuestra literatura, escrito por Salarrué a
Por la vía de los emigrantes principios del siglo pasado, es el viaje de
establecidos en Los Angeles y Nueva un viejo y un niño por las montañas del
York, en El Salvador están emergiendo Chamelecón hondureño llevando un
nuevas identidades que contradicen la idea fonógrafo.12 Y uno de los poemas más
de una identidad fundada exclusiva- populares de la época revolucionaria

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salvadoreña, en la segunda mitad del violencia ha llegado a ser una serpiente


siglo veinte, de Roque Dalton, canta las mordiendo su propio cola: ha sido causa
hazañas de los salvadoreños en tierras y efecto de la desesperanza y de la
extrañas.13 La epopeya de los emigrantes necesidad de partir.
salvadoreños penetrando la montaña Se dice entre nosotros mismos que
hondureña o construyendo fantásticas somos un pueblo sin raíces, un pueblo sin
obras de ingeniería en Panamá, o identidad. Algunos investigadores hablan
cruzando a hurtadillas la frontera de incluso de una ‘identidad endeble’. Este
Estados Unidos, no es muy distinta de la es el tipo de tonterías que se repiten aun
que nos habla el poema de Geoffroy Rivas: en boca de personas educadas. Es
‘caminando por los desiertos … con el sol a la imposible no tener una identidad. En
espalda … con el sol en los ojos … ’. La términos culturales el problema de fondo
diáspora ha conseguido encontrar su no es si nuestra identidad es ‘fuerte’ o
imaginación. Entre tanto, en medio de ‘débil’, sino en torno a qué está construida.
tanto ir y venir, la imaginación misma ha Nuestra identidad, o mejor dicho, nuestras
tenido su propia diáspora. identidades, seguirán siendo un enigma
En medio de los más de setenta mil mientras sigamos volviendo la vista hacia
salvadoreños que anualmente ingresan, la las falsas ‘esencias’ de ese país que quedó
mayoría ilegalmente, a Estados Unidos (se atrás. La indagación histórica es
estima que el 20 por ciento de la población importante, pero quizás sea de igual o
salvadoreña vive en el exterior),14 también mayor importancia la indagación en
se encuentran, ahora como en el pasado, nuestro presente. En este sentido, nos
numerosos artistas y escritores. Las guste o nos disguste, la salvadoreñidad
razones han sido principalmente el exilio forma parte de una trama más compleja:
político y la búsqueda de oportunidades la de las sociedades dependientes en el
laborales. No voy a hablarles de las mundo global. Nuestra dependencia
difíciles condiciones que enfrentan en un respecto del espacio político, cultural,
país como El Salvador una artista, un lingüístico y territorial estadounidense es,
autor de obras literarias, un científico, un a simple vista, una de las mayores de toda
ajedrecista o una bailarina; aunque se trata América. Dicho con un trabalenguas que
de personas cultivadas, su destino no es ojalá no resulte irrepetible, probablemente
muy diferente del de los hombres y no seamos los que quisiéramos, pero ello
mujeres con escolaridad insuficiente, no significa que no seamos. Las nuestras
criados en entornos insalubres, acechados son, como todas, raíces que caminan, y con
por catástrofes y también, pese a los nuestras piernas, maleta en mano,
notables avances posteriores a la firma de halando a nuestros hijos, hemos cruzado,
la paz en 1992, por diversos grados de desde hace siglos, las barreras de la
intolerancia política, racismo estupidez, que eso son las fronteras, y
(principalmente hacia los indígenas), hemos habitado en diversas latitudes,
exclusión y violencia social. Nuestra entre el resto de la humanidad, bajo
historia ha presenciado la aplicación diversas y a veces infames fisionomías:
repetida del desprecio y el odio la del exiliado, la del refugiado, la del
recíprocos entre salvadoreños nacidos errante, la del sin patria. Y quizás en este
iguales ante la ley, alentados por motivos punto nuestras letras estén subrayando
a veces sustantivos y a veces triviales. La el rumbo de nuestro presente y el de

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nuestro porvenir. La diáspora de la alimentar a esos dos polos del


imaginación ha tenido como uno de sus conocimiento a través del lenguaje como
efectos la incorporación al ‘canon’ una fuente de conocimiento.
salvadoreño de paisajes, principalmente Los desafíos para las artes y la
urbanos, lenguajes y episodios vividos literatura son inmensos. A menudo se
por los escritores en su diáspora por incurre en la creación de estereotipos
México, La Habana, Managua, insufribles, del tipo buenos versus malos,
Washington D.C. y Nueva York. No creo o migrantes versus la policía. No siempre
exagerar cuando digo que el orden verbal es así. En La diáspora, 16 una novela de
de la literatura salvadoreña es global. Se Horacio Castellanos Moya, se lanza más
mueve a través de lenguas, ideologías, bien una mirada irónica al desolado
fronteras. mundo de los exiliados salvadoreños en
La doctora Beatriz Cortez, una joven la ciudad de México en los años de la
académica de origen salvadoreño que guerra civil, y se desnuda la escoria del
imparte clases en una universidad de oportunismo que se cultiva en nombre de
California, ha sugerido que en la literatura valores humanistas. Desde luego, no todas
de posguerra es posible detectar una las expresiones literarias provocadas por
resistencia crítica a la idea de una el mundo de la emigración contienen ‘el
identidad rígida que a su modo de ver genio’ del que hablaba hace unos minutos.
contiene y deriva, eventualmente, en No podemos condescender con la
formas de violencia. 15 Si sobre ese mediocridad. Pero aún en esa ‘literatura
panorama ponemos la hoja de papel sin genio’, descriptiva, sin exigencias
mantequilla de la literatura salvadoreña, estilísticas, sin personajes con densidad,
la visión que tenemos será apegada a las metodologías del
irremediablemente difusa, contradictoria testimonio, han comenzado a producirse
y, en muchos sentidos, rica. A partir de algunas imágenes de nuestra identidad
algunas narraciones contemporáneas presente, sedimentos a los que recurrirá
salvadoreñas, Cortez sugiere diversas la memoria salvadoreña. Los dramas de
metáforas para aproximarnos a las la emigración de los campesinos y
dislocadas identidades culturales. Suelo campesinas que ante el huracán de la
ser desconfiado de la teoría en relación con guerra abandonaron sus lugares, como
la literatura y las artes, sobre todo porque también las vicisitudes de los emigrantes
tengo la impresión de que la mayoría de hacia las ciudades norteamericanas, ya
las veces esos juegos de palabras y han comenzado a dibujarse en algunas de
artificiosas construcciones de modelos estas obras.
suelen volver estéril un acercamiento que Seguramente el tiempo que tenemos
es, por sobre todo, profundamente por delante nos aguarda con nuevas
emocional e intuitivo. Sin embargo creo celadas. Nuestra persistencia en tocar
que trabajos como éste y otros, como los puertas que con demasiada frecuencia se
de Rafael Lara Martínez y Silvia Lucinda nos cierran, pero que también se nos
Castellanos, académicos de origen abren, quizás nos ha llegado a
salvadoreño que imparten cátedras en caracterizar como un pueblo que, en
universidades norteamericanas, se ha cualquier latitud, ejerce su derecho a ser,
emprendido un diálogo entre artistas y vivir y trabajar. El odio y el miedo son
académicos, que ojalá sirva para los que deniegan los visados; bien lo

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sabemos quienes tenemos que viajar por perdurabilidad, no concurre al auxilio de


el mundo, como invitados o como nuestra soledad, de nuestra insatisfacción,
tránsfugas, con el pasaporte azul para decirnos que la vida tiene sentido en
salvadoreño. Por su historia, por su medio de la tragedia y la vileza humana.
cultura, por su identidad, El Salvador Dormir un momento en la trinchera es,
debiera convertirse en una potencia en el como la evasión del dolor, perfectamente
estudio de las migraciones y tomar parte legítimo; pero por suerte no es ese el único
de las iniciativas internacionales que camino que suele tomar la imaginación.
brinden protección a los nómadas del Aunque se me acuse de escéptico, no
mundo. Y ello porque, como en una veo abrirse la puerta de una era de
corriente sin fin, nuestros hijos — y de confianza y esperanza genuinas; más bien,
seguir las cosas como van, los hijos de los futuros e inevitables retrocesos que
nuestros hijos — al igual que nuestros derivarán de catástrofes y explosiones
abuelos, un buen día cerrarán tras de sí la sociales cuya cuenta regresiva ya ha
puerta y hollarán los caminos de la comenzado, y que serán mensurables en
diáspora. Al Norte o al Sur, no importa. términos de índices de desarrollo humano,
Lo cierto es que se cumplirá el ciclo fatal ingresos per capita y demás términos de
de nuestra cultura. Y cuando dentro de las atribuladas ciencias económicas, hoy
veinte o cien años, una erupción volcánica por hoy parecen abismarnos a un camino
o un nuevo deslizamiento de las placas con una sola salida: huir, a pie, en tren, a
tectónicas debajo de nuestros pies nado, o a bordo del imprevisible cohete
derriben los sueños de una sociedad de la imaginación, pero lejos, muy lejos
entera, ojalá estemos en mejores de aquí.
condiciones para responder la pregunta
que está a la base de esta larga disquisición La Antigua Guatemala, agosto 2002
mía sobre la huidiza memoria: Universidad de Canberra,
¿Por qué la imaginación sigue Australia, agosto 2002
impotente el ritmo frenético de las gráficas
en los sismógrafos de nuestra tragedia? Ponencia en la Conferencia ‘La
Enfermos incurables de olvido, diáspora de la imaginación en América
nuestra actual indiferencia ante la Latina’, Universidad Nacional de
tragedia, como no sea dentro de una red Australia, Septiembre 2002.
de reproches y mentiras retóricas con
olorcillo a mala política, nos debiera NOTAS
plantear no solamente preocupaciones
políticas sino también estéticas. Solemos 1 P. Sheets, ‘The Prehistory of El Salvador:
espetar toda clase de recriminaciones en An Interpetative Summary’, en F. Lange
y Stone, The Archaeology of Lower Central
general bien fundadas a los políticos, pero America, (Albuquerque: Universidad de
quizás no reparamos en que el lenguaje, Nuevo México, 1984), pp. 94 y 96.
ese arco voltaico capaz de unir las historias
personales y colectivas con el pulso de la 2 Sheets, ‘The Prehistory of El Salvador’.
conciencia y con las devastaciones del
amor y las pasiones, capaz de hundirse 3 Fowler y Earnest, citado por George
Hasemann y Gloria Lara Pinto en: ‘La
en los sustratos más recónditos de la Zona Central: Regionalismo e
memoria, con su secuela de interacción’, en Historia General de

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MIGUEL HUEZO MIXCO La Imaginación Vulnerable

Centroamérica, (Madrid: FLACSO, 1993), 13 Me refiero al ‘poema de amor’, incluído


1 p. 161. en Historias prohibidas del Pulgarcito,
(México, Siglo XXI, 1974).
4 El Lienzo de Tlaxcala contiene
representaciones de batallas entre 14 Informe sobre Desarrollo Humano de El
españoles e indígenas en Guatemala, El Salvador, PNUD, San Salvador, 2001.
Salvador y Nicaragua. Una reproducción
de las imágenes correspondientes al 15 Original mecanuscrito, citado con
territoria salvadoreño se puede ver en autorización de la autora.
Escalante Arce, P.: Los Tlaxcaltecas en
Centroamérica, (San Salvador: 16 La Diáspora, UCA editores, primera
CONCULTURA, 2001). edición, San Salvador, 1989.

5 San Andrés habría sido una capital


regional que llegó a dominar el fértil
valle Zapotitán. Fue descubierta en 1910.

6 El sitio Joya de Cerén fue descubierto en


1976, las primeras excavaciones iniciaron
en 1978 sacaron a la luz un conjunto
habitacional de pobladores comunes
extraordinariamente conservado por la
acción de la ceniza volcánica que pudo
ocurrir hace unos mil cuatrocientos
años. Ha sido declarado Patrimonio
Cultural de la Humanidad por
UNESCO.

7 Para una visión sobre el impacto de las


epidemias en el área centroamericana en
las ‘seis dadas trágicas’ (1520–1582)
véase: Christopher Lutz y otros: ‘La
Conquista Española en Centramérica’, en
Historia General de Centroamérica, Tomo II,
(Madrid: FLACSO, 1993) pp. 71 y ss.

8 Citado en David Browning, El Salvador, la


Tierra y el Hombre, 4a edición, (San
Salvador: CONCULTURA, 1988).

9 George Steiner, ‘En el castillo de Barba


Azul’, (Barcelona: Gedisa, 1998), p. 17.

10 P. Geoffroy Rivas, Los Nietos del Jaguar,


(San Salvador: CONCULTURA, 1996).

11 Browning, El Salvador, la Tierra y el


Hombre.

12 El cuento se titula ‘Semos malos’ y


forma parte del volumen Cuentos de
Barro, Narrativa completa I, (San
Salvador: CONCULTURA, 1999).

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