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Kant fue un hombre ilustre, nació el 22 de abril de 1740 en ciudad del oriente
de Europa, en el oriente de Prusia en la cuidad de Königsberg, actualmente Rusia.
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Era el cuarto de los once hijos de la familia, su familia estaba conformada por su
padre Johann Georg Kant y de su madre Anna Regina Reuter. Su familia era
extremadamente religiosa, ese apego a la religión se debió a una fuerte influencia
dada por una protesta contra la ortodoxia religiosa que se dio en Alemania, dando como
resultado el pietismo, religión que era de suma importancia para la madre de Kant y
que tuvo importancia en su formación moral.
A los ocho años de edad, en 1732, ingresa a la collegium Fridericianum, en la
época en la que vivió Kant , se consideraba que esa escuela era la mejor de su ciudad
natal, allí adquirió conocimientos de lenguas clásicas, matemáticas y lógica; la
educación que recibió fue contradictoria, a nivel científico , recibió conocimientos que
fueron la base de su formación académica , pero en ese colegio practicaban como
rutina, plegarias, oraciones y practicas piadosas, lo que causo una gran aversión por la
práctica religiosa de Kant , incluso en su edad adulta jamás asistió a una iglesia.
Kant, es reconocido como un gran filosofó, pero como ser humano también tuvo
pérdidas que le marcaron la vida, el 1738 murió su madre, a pesar de la perdida ,
continuo con su vida e ingreso a la universidad de Königsberg, ahí estudio teología,
filosofía, matemáticas y ciencias naturales, al ingresar a la universidad, formo un lazo
de amistad con una de sus catedráticos , Martín Knutzen, a quien se le debe el gran
resultado que provoco en Kant y el gran filosofó que fue, ya que el catedrático era
seguidor de Wolff, inicio a Kant en el estudio de sus obras y al igual que las de Newton,
también le puso a su disposición una biblioteca personal de donde tuvo la oportunidad
de consultar las teorías de la ilustración procedentes de Francia y el empirismo de
Inglaterra.
Los estudios de Kant parecían ir por un buen sendero, pero la vida otra vez le da
un golpe Kant, en 1746 muere su padre y con ello tiene que dejar la universidad antes
de graduarse, no todo fue malo para Kant, como resultado de esa vivencia, escribe su
primer obra pensamientos acerca de la verdadera ponderación de nuestras fuerzas
vivas.
Comenzó a trabajar dando clases particulares. Entro como preceptor de una
familia noble, tiempo después, se integra como docente en la universidad donde
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estudió, aun no tenía su titulo lo que llevo a que su trabajo como docente fuera
nombrado “privant dozent “(docente sin título), a si laboro por varios años, hasta que en
1755 el 12 de junio, Kant, se gradúa, lo que permite impartir clases de física,
matemáticas, geografía, cosmología y teología. Su historial como catedrático le da
pauta a bastantes oportunidades. Obtiene un premio de la academia de las ciencias
de Berlín con la obra: estudio sobre la evidencia de los primeros de la teología y la
moral naturales.
Después de ese premio, vino lo más destacado de Kant, en 1783, pública su obra
crítica de la razón pura,tres años después en 1786, es nombrado rector de la
universidad. Sus mayores logros se dieron en cadena ya que en 1788, publica su otra
gran obra crítica de la razón práctica, en 1792 es nombrado decano de la facultad de
filosofía.
Sus gloriosos logros son opacados en 1794 por un conflicto de censura en Prusia,
debido a la publicación de su obra La religión dentro de los límites de la mera razón, el
emperador de Prusia consideró amenazadoras las ideas difundidas en tal obra, ya que
en su contenido, Kant, hacia demasiado énfasis en la ideas de la ilustración y el triunfo
de la revolución francesa, temáticas de las cuales Kant era un gran admirador. El
conflicto, obligó a Kant a firmar un escrito donde se comprometía a no volver a hablar
ni a escribir públicamente de religión.
Las actividades de Kant en la universidad disminuyeron a partir del conflicto, hasta
que se retira por completo de su docencia, su edad ya era de 80 años y poco a poco
fue padeciendo un debilitamiento lo que le provoca una apoplejía, dos años antes morir,
perdió la memoria y la inteligencia, finalmente el 12 de febrero de 1804 muere.
Kant no solo es una vida narrada cronológicamente, es un gran filósofo que influyo
fuertemente en la filosofía. La misión de Kant fue poner en alto la actitud idealista, fue
un pensador capaz de dar fin a toda ambigüedad del idealismo, llego a concretar la
actitud idealista.
A partir de la parición de Kant no se pude a volver a hablar de ser en sí,ya que él
se esforzó por mostrar la relación de conocimiento con lo que llamamos ser, es
decir,demostró que un ser es en ser puesto lógicamente para ser conocido.
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Kant, también cerró un periodo de la historia de la filosofía, periodo que fue
comenzado por Descartes. Kant comenzó un periodo nuevo, donde se encontró situado
en el cruce de tres corrientes ideológicas importantes, el racionalismo, el empirismo y la
ciencia físico-matemática de Newton, por lo que fue considerado un hombre que tenía
en su mano todos los hilos de la ideología de su tiempo.
El sujeto recibe los datos ordenados y unificados bajo una condición espacio-
temporal. El espacio y el tiempo son formas a priori desensibilizad; un sujeto conoce un
dato el cual no concuerda con la jerarquía del espacio y tiempo, es decir, no tiene que
estar desprovisto de la coherencia.
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La formas puras reobtener un conocimiento a priori no solo implica la visión, la
percepción de objetos, la orientación, sino la ubicación de estos en un patrón jerárquico
de condiciones, por ejemplo: no podemos decir que una caja no cabe en otra por
cuestiones de tiempo; Kant las denomina “intuiciones puras” estas intuiciones puras
trascienden ya que no solo se trata de observar, se procede y no conciben solo de una
manera abstracta.
Las formas para Kant no son impresiones sensibles particulares ya que todas las
percibimos dentro del espacio tiempo. El conocimiento y valides de las formas no
dependen directamente de la experiencia, sino mas bien se encuentran bajo el margen
de las mismas, antes de ser comprobadas empíricamente, estas proceden como
condiciones que la hacen trascendental.
Para Kant las puras están vacías de contenido empírico, son coordenadas donde
se organizan las impresiones sensibles.
Es irónico que Kantcrea posibles los juicios sintéticos en las matemáticas ya que
habla de sensibilidad y precisamente relaciona la idea de que las matemáticas
dependen del espacio y el tiempo.
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En las matemáticas se pueden formula juicios sintéticos ya que espacio-tiempo
son intuiciones puras a priori y en matemáticas 1, 2,3 se usan sucesiones espacio-
temporales.
Comenzaré por poner en claro las distintas maneras de definir puro y a priori,
analizándolas desde el punto de vista de los conceptos y las intuiciones. Según la teoría
kantiana de la sensibilidad, existen conceptos a priori que expresan las condiciones
formales de la intuición. A su vez, el científico de las ciencias formales trabaja con estos
conceptos elaborándolos a partir de la intuición pura. En algunas ocasiones Kant les
llama conceptos puros sensibles, donde puro significa a priori. Sin embargo, en este
contexto, a priori es la abreviación de concepto puro de entendimiento. Es caracterizado
por originarse en la naturaleza del entendimiento humano; es por sí mismo un concepto
que no se compara a la esencia de lo que está representando. Este expresa una ley o
función fundamental del entendimiento.
En la teoría kantiana del juicio se llega a la conclusión de que debe haber algunos
conceptos que son puros en este sentido, partiendo de que el juicio es el acto
fundamental del pensamiento. Esto quiere decir que el juicio no se limita a la
combinación de representaciones dadas, sino que por el contrario, crea una
representación determinada e independiente. De esto se saca la conclusión de que aún
los conceptos empíricos, derivados por abstracción directamente de la experiencia, son
producto de una actividad judicativa y por lo tanto, son subjetivos y expuestos al error.
Luego, todo juicio hace uso de conceptos previamente dados, suponiendo de antemano
que se conocen sus significados. Estos conceptos se conocen como generales, los
cuales no pueden fragmentar su definición, conceptos que representan la esencia de
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las cosas (ej. hombre). Tales conceptos son los conceptos puros del entendimiento y su
objetivo es generar reglas a partir de otras reglas. Según la teoría kantiana del juicio,
deben existir primeramente esta clase de conceptos para que posteriormente pueda
darse la existencia de los consecuentes. Esta deducción no sólo prueba que son
necesarios los conceptos puros, sino que además nos indica en dónde buscarlos: en la
naturaleza del juicio.
Existen a su vez formas de juicio. Kant caracteriza los juicios como funciones de
unidad de nuestras representaciones. Así pues, las formas de juicio son las diferentes
maneras que existen de unificación sin tener en cuenta la naturaleza del contenido de lo
que se va a unificar. Lo unificado puede ser relacionado de modo categórico, hipotético
o disyuntivo. Por último, la unificación puede ser considerada problemática, asertoria o
apodíctica. Kant también llama a estas formas individuales funciones lógicas o
momentos del pensamiento.
Después llegamos a un conjunto de conceptos que se refieren directamente a la
actividad de juzgar. En palabras de Melnick, son conceptos de las formas del juicio más
que conceptos referentes a los objetos juzgados. Alconsiderar tales conceptos como
reglas, se describen mejor como reglas para la clasificación de los juicios y no como
reglas para el juzgar mismo. En suma, son estos los conceptos puros buscados. Deben
ser reglas presupuestas a la actividad de juzgar e implicadas necesariamente en ella.
Es importante siempre tener en cuenta que juzgar bajo una forma específica es
conceptualizar de una manera determinada las representaciones dadas. Los juicios son
productos de la subjetividad. La posesión de un concepto apropiado, es una condición
necesaria de la posibilidad de juzgar bajo cierta forma.
Otro aspecto importante parte de que todo juicio implica la relación de
representaciones dadas con un objeto. El concepto presupuesto de dicho objeto, es un
concepto mediante el cual es pensada esa validez objetiva. Esto explica que tal
concepto es una regla bajo la cual un objeto debe ser pensado si ha de ser determinado
mediante un juicio de una cierta manera. Una regla de esta clase es un concepto puro
del entendimiento.
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Veamos ahora la supuesta relación del concepto puro de sustancia con la función
categorial del juicio. Platón describe a esta condición como El concepto de síntesis de
sujeto y predicado. El objeto de un juicio categórico siempre es concebido como un
sujeto portador de propiedades. Al hacer esto se debe distinguir primero al sujeto de su
propiedad. Sin embargo, el concepto del sujeto no es equivalente al concepto puro de
sustancia. Este no es sólo el concepto de algo que puede servir como portador de
propiedades, sino algo que siempre debe ser considerado así. Se debe concebir al
sujeto de tal juicio como un portador de propiedades, y no como una propiedad de algo
más. Es necesario considerar al sujeto como si fuese una sustancia. Así pues se aplica
la regla nunca como predicado de algo, así el psicólogo racionalista concluye que el Yo,
como ser pensante o alma, es una sustancia. Con esto Kant llega a la conclusión de
que se le puede llamar sustancia a cualquier cosa, siempre que se la distinga de los
predicados y las determinaciones de las cosas. Sin embargo niega la posibilidad de una
definición real de cualquiera de los conceptos puros.
Juzgar hipotéticamente es afirmar una conexión entre dos estados de cosas de
modo tal que la afirmación de la existencia de no justifica la afirmación de la existencia
del otro; el juicio afirma la conexión entre ellos dos.
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Para verificar los elementos de la moralidad Kant distingue un uso teórico y un uso
práctico de la razón. En su uso teórico, que Kant estudia en la Crítica de la razón pura,
la razón constituye o configura el objeto que se da en la intuición, mediante la aplicación
de las categorías; en su uso práctico, que estudiará en sus obras Fundamentación de la
metafísica de las costumbres y en la Crítica de la razón práctica1, la razón es la fuente
de sus objetos: la producción de elecciones o decisiones morales.
Las leyes de la moralidad tienen una base, la de la obligación, del deber ser, y no
puede fundarse en nada empírico, pues: aunque deba referirse al hombre, como ser
racional, no puede fundarse ni en la naturaleza humana ni en las circunstancias
humanas, sino que ha de ser a priori. De ahí la crítica de Kant a los sistemas morales
fundados en contenidos empíricos, a los que llamó éticas materiales. En primer lugar,
todas ellas son a posteriori: de alguna manera todas ellas identifican el bien con la
felicidad, y consideran bueno el objeto hacia el que tiende la naturaleza humana
considerada empíricamente, aceptando la determinación de la voluntad por objetos
ofrecidos al deseo.
Las teorías éticas empíricas, tienen como fin de proponer distintos bienes, entre
los que no hay posibilidad de ponerse de acuerdo, lo que pone en evidencia su falta de
1M. García, Morente. Lecciones preliminares de filosofía. “origen del idealismo”. Ed. Grupo
editores unidos. 8° ed. México 1985, p.122.
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universalidad, al estar basadas en la experiencia carecen de la necesidad y
universalidad necesaria de la que deben gozar las leyes morales. En segundo lugar las
normas que proponen tienen un carácter hipotético, condicional: si quieres alcanzar la
felicidad, has de comportarte de acuerdo con esta norma. Al estar sometida la norma a
una condición sólo tiene valor si se acepta dicha condición, lo que, además de significar
que se actúa por un interés, implica que la validez de la norma para conseguir el fin que
se propone sólo puede ser comprobada experimentalmente, por lo que tampoco puede
tener carácter universal y necesario , y en tercer lugar, esos sistemas éticos son
heterónomos: el hombre recibe la ley moral desde fuera de la razón, por lo que en
realidad no está actuando libremente, perdiendo la capacidad de autodeterminación de
su conducta, la autonomía de la voluntad.
Kant entiende por buena voluntad algo que no sea una obra por deber, es decir, no
por interés, o por inclinación o por deseo. Describe una obra por deber como obrar por
reverencia o respeto a la ley moral que la voluntad se da a sí misma. Kant distingue
aquí entre obrar por deber y obrar conforme al deber: puede ocurrir que actúe por
algún interés particular y esa actuación coincida con la ley moral; en ese caso se está
actuando conforme al deber,para decir que se obra por deber,es cuando la actuación
no persigue ningún interés particular, ni es el resultado de una inclinación o un deseo,
sino que está motivada solamente por reverencia o respeto a la ley moral,
independientemente de que la actuación pueda tener consecuencias positivas o
negativas para la persona.
2Ibídem. P.125.
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La ley moral se basa en la noción de deber; y en la medida en que la ley moral
pretende regular la conducta y esta ha de contener alguna orden o algún mandato. Pero
como la ley moral es universal y necesaria la orden o mandato que contengan ha de ser
categórico, es decir, no puede estar sometido a ninguna condición. A la fórmula en la
que se expresa ese mandato u orden de la ley moral la llamará Kant imperativo
categórico, el imperativo categórico en que se expresa tampoco podrá tener ningún
contenido empírico, sino sólo la forma pura de la moralidad. En la Fundamentación,
Kant da tres definiciones distintas del imperativo categórico:
1.-"Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que
se torne en ley universal".
Por otra parte, observó que el progreso de la virtud es lento en el mundo, y sin
embargo se espera que el hombre virtuoso pueda ser feliz; pero esto no ocurre, lo que
haría de la vida del hombre un absurdo si no fuera posible que ocurriera. Por ello,
aunque ninguno de los objetos de la metafísica (Dios, el alma y el mundo como
totalidad) puede ser objeto de demostración teórica, la razón práctica exige su
existencia. El hombre ha de ser libre para poder poner en práctica la moralidad; ha de
existir un alma inmortal ya que, si el hombre no puede alcanzar su fin en esta vida, ha
de disponer de una vida futura como garantía de realización de la perfección moral; y
ha de existir un Dios que garantice todo esto. Lo que la razón teórica no ha podido
demostrar, la razón práctica lo tiene necesariamente que postular. De este modo Kant
se vio obligado, como dice en la introducción de la Crítica de la razón pura, a suprimir el
saber para dejar paso a la fe.
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tanto, están rigurosamente fundamentadas por los límites acotados en ellas, y esto
constituye en sí su mayor mérito.
El pensamiento político de Kant está fuertemente influenciado por dos hechos
históricos propios de la época: la Revolución Francesa (1789) y la Independencia de los
Estados Unidos (1776). Hay cierta analogía entre ambas revoluciones y el pensamiento
kantiano: la independencia del individuo frente a la autoridad y el problema de la
libertad, que se encuentran en el centro de su pensamiento, guardan coherencia con la
reivindicación de ambas revoluciones de la realización de los derechos del ser humano.
Sin embargo, ya hacia 1784 Kant venía pensando sobre estos temas propiamente
políticos. Es posible considerar, con todo, que la Revolución Francesa lo estimuló a
seguir escribiendo. Esto se infiere porque tanto la Revolución Francesa como la
Independencia de Estados Unidos abrieron la mente política de la época,
secularizándola. Ahora bien, si es cierto que en muchos casos Kant se acerca a los
ideales de la Revolución Francesa, su demanda de paz perpetua va mucho más lejos
que ella.
La siguiente selección de escritos, conforman el conjunto sustancial del
pensamiento político de Kant:
Kant concibe la sociedad como libertad bajo leyes externas. Es decir que el
antagonismo en que se encuentra el ser humano lo obliga a entrar en una constitución
civil que ejerza coerción cuando las exageraciones de la libertad de alguien empiecen a
dañar la libertad de los demás. La naturaleza, siguiendo el argumento kantiano, ha
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dispuesto en el hombre de tal libertad, que su exceso sería el conflicto entre unos y
otros hasta el acabose, por lo que hay que seguir los dictados de la razón (de la
ilustración) y acordar mutuamente en pro de una sociedad civil regida por leyes, cuyo
papel sea contener y ejercer coerción contra esos excesos de la libertad.
En la Crítica de la Razón Pura, en 1781, lo ha dicho:
“Una constitución que permita la máxima libertad humana de
acuerdo a leyes que establezcan que la libertad de cada cual
pueda coexistir con la de los demás (no de la máxima felicidad,
pues ésta ya vendría por sí misma como consecuencia), es por lo
menos una idea necesaria que tiene que servir de base, no sólo
en el primer proyecto de una Constitución del Estado, sino
también en todas las leyes” 3
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subsistir, es decir que cada quien tenga los medios y la propiedad necesaria para
hacerse cargo de sí mismo.
La independencia así entendida puede resultar ambigua: por un lado puede ser
una postura conservadora, si acoge en su seno únicamente los que tengan
propiedades,pero por otro lado, y pienso que éste es el caso de Kant, es una postura
‘liberal’ en tanto que sugiere un orden social donde cada quien pueda hacer su vida y
realizarse como persona. Por lo menos, ésta es la idea de la constitución republicana
que Kant sugerirá una y otra vez como la más adecuada para alcanzar el fin indicado.
Para Kant el derecho es la limitación de la libertad de cada uno a la condición de
concordancia con la libertad de todos, en tanto que universalmente posible. El
predominio del derecho en la teoría política kantiana responde sobre todo a su
fundamentación ética. Se refiere, por ejemplo, a la imposibilidad de la revolución de un
pueblo contra su tirano, pero también a la constitución de un Derecho internacional, al
que llama ya no derecho público (que es el derecho dentro de un Estado civil
determinado), sino derecho de gentes (que se rige por los principios universales de la
hospitalidad).
“Resulta claro que el principio de la felicidad (propiamente incapaz de
constituirse en auténtico principio) también conduce al mal en Derecho
político, tal y como lo hacía en Moral, por óptima que sea la intención
que se proponen sus defensores. El soberano quiere hacer feliz al
pueblo según su concepto, y se convierte en déspota. El pueblo no
quiere renunciar a la general pretensión humana de ser feliz, y se
vuelve rebelde. Si se hubiese preguntado, ante todo y sobre todo, qué
es conforme a derecho (aquí los principios están fijados a priori y
ningún empírico puede hacer chapucerías), la idea del contrato social
mantendría su indiscutible crédito; pero no como un factor, sino sólo
como principio racional para juzgar toda constitución jurídica pública en
general” 4
4Kant, En torno al tópico: “Tal vez eso sea correcto en teoría, pero no sirve para la práctica”,
Tecnos, Madrid 1986, p. 44.
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Kant es un gran humanista y lo que le preocupa es la instauración de un reino
donde los hombres sean fines en sí mismo, y no simplemente cosas o medios de
cualquier sistema. Para la instauración de este reino Kant ve que la naturaleza ha
dispuesto en el hombre el uso de la razón. Ante el desagrado de tantas actuaciones
humanas irracionales, no le queda de otra que encontrar en el derecho la realización de
un orden donde la máxima libertad personal coexista con la máxima libertad de los
demás. El reino de los fines, en Kant, es el Estado de derecho y a esto se aferra,
porque si se destruye el derecho entonces queda nulo el reino de los fines y, por tanto,
la realización humana. Por otro lado, las irrupciones al orden legal responden no tanto a
la consecución racional de mejorar tal orden legal, sino a los caprichos del ser humano
de perseguir sus propios intereses y su propia felicidad, y ya vimos que la felicidad no
constituye un principio de derecho político.
El estudio de la reflexión kantiana se halla muy bien con las grandes ideas y
hechos que caracterizan la edad moderna, a saber: por un lado, la crítica a la religión, la
secularización del saber basado predominantemente en la razón, la emergencia del
librepensamiento, la idea de progreso, la responsabilidad humana de dominar el
mundo; y por otro lado, la mundialización de las relaciones comerciales, el asenso de la
burguesía, la configuración de los Estados modernos, la expansión colonial, las
relaciones internacionales entre Estados y Europa.
Ante el problema de la libertad, y del antagonismo natural en los seres humanos,
Kant sugiere la necesidad del derecho como entidad rectora y coercitiva de los excesos
de libertad de los seres humanos. El derecho vendría a prescribir una libertad regida
por leyes.
Kant desaprueba los fueros de la revolución, porque provoca tristes
consecuencias y porque rompe con las bases de la regulación de los excesos libertinos.
La moral se convierte en correspondencia con las leyes. No hay revolución, sino
evolución a leyes cada vez mejores. Para ello debe haber libertad, de los ciudadanos y,
sobre todo, de los filósofos que tienen el deber de señalar los errores en la gestión de
los mandatarios y proponerle caminos de solución. La libertad de pluma garantizaría
esa evolución hacia leyes mejores.
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Tras una fuerte crítica a los excesos de Europa en los demás continentes, Kant
augura los principios para una paz perpetua, sumamente revolucionarios incluso para
nuestro tiempo. Señala, además de la sujeción a un verdadero Estado de Derecho: la
desaparición total de los ejércitos; la relación horizontal entre países en una
confederación de Estados y la no-existencia de un gobierno mundial que permita una
relación vertical entre unos países dominantes y otros dominados; instauración mundial
de la paz mediante un diálogo ilustrado de las diferencias culturales y religiosas; y la
consolidación de la paz a fin de permitir el desarrollo de las relaciones comerciales.
Señala a su vez el papel del filósofo en su tarea de alumbrar la vida práctica de los
hombres y las decisiones de los mandatarios.
Por último, el pensamiento kantiano, hasta donde hemos visto, se apunta a la
construcción de un reino donde los seres humanos, y la comunidad de ellos, sean fines
en sí mismos; es una tarea, por supuesto, de ilustración, pero también libertad de
pensamiento, de deseo de paz y sujeción a un derecho público (orden nacional) y a un
derecho de gentes (orden internacional) 5
5Op.cit., p. 61.
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2 .Neokantianos
El neokantismo, es un movimiento filosófico en el cual se encuentra una fuerte
influencia del pensamiento Kantiano, esta influencia es provocada por la filosofía
crítica de Kant. Los neokantianos pretendían una nueva manera de enfrentar la realidad
natural y cultural, es imposible creer que eran nuevas soluciones, únicamente eran
planteamientos propuestos por los seguidores de Kant que pretendía seguir la tarea
critica; Kant los llamaba con ironía “mis amigos hipercríticos”6.
Los fundadores de este movimiento, dividieron el neokantismo en dos etapas, en
la primera se buscaba crear un teoría del conocimiento idealista, basándose en
investigaciones empíricas y fisiológicas antecesoras a este movimiento; el marco
teórico de estas investigaciones era la filosofía kantiana del conocimiento que
argumentaba la posibilidad de un conocimiento no mediado y restringido por la
habilidades del sistema cognoscitivo del sujeto, tal argumento se sostenía de la obra
kantiana critica de la razón pura.
La segunda etapa del neokantismo buscaba eliminar ese sustento solido que
tenían en la obra antes mencionada, mientras la primer etapa buscaba una teoría del
conocimiento, en la segunda etapa buscaban reconstruir la filosofía kantiana, para
poder percibirla como un todo, incluyendo críticas a la política y a la ética,
argumentadas por un idealismo subjetivo tratado en la obra de Kant critica de la razón
práctica
Tales diferencias entre una etapa y otra, dieron lugar a que surgieran distintos
sistemas filosóficos que defendía sus posturas, en el único argumento que tenía en
común, era ganarle la guerra a la metafísica. Las diferencias dieron como resultado la
creación de dos escuelas significativas, cada una creó su propia filosofía respaldándose
en la de Kant y sus obras.
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La escuela de Marburgo sigue una dirección lógica, objetiva y científica, su mayor
prioridad es volver a los conceptos subjetivos kantianos, superando y dejando atrás a
las corrientes de esa época, como lo son el psicologismo y el positivismo, no crea un
génesis de la moral, crea una justificación formal se preocupa por la construcción de
teorías que sustente la importancia de la mente, está en contra toda forma del
realismo epistemológico, por lo cual desarrollan teorías del conocimientobasadas
en conceptos de deducción que estructuraran el intelecto, afirmando que los
objetos del conocimiento eran puestos por la actividad a conocer.El fundador de la
escuela de Mar burgo es Herman Cohen, es considerado el más destacado pensador
entre los neokantianos, siguiendo las aspiraciones de todos los neokantianos, Cohen
pretende eliminar todas las dudas existentes respecto a la filosofía critica, a Cohen le
siguieron otros representantes como Federico Lange ,Otto Liebmann, Carlos
Vorländery Ernesto Cassirer.
La teoría del conocimiento pretende supera un gran obstáculo, pretende demostrar
a la metafísica, que el conocimiento es existente; físicamente y tangentemente le es
imposible demostrarlo, pero cuenta con los argumentos de la psicología y la lógica. El
conocimiento idealista, no encuentra otra manera de demostrar la autenticidad del
conocimiento y lo logra por medio de reflexiones, esta teoría solo se puede explicar por
medio del pensamiento lo que lleva a asegurar “todo pensamiento que piensa un objeto
pretende expresar lo que el objeto es “ 7
, “nuestros pensamientos de los objetos son
conocimientos de ellos “.8 La inclinación de esta teoría se ve muy marcada por la
psicología, ya que principal argumento son los pensamientos y los considera como
vivencias del yo y los refiere también como enunciados del objeto.
Como esta teoría se refiere a los pensamientos como resultado de los objetos, cae
en una relación donde los pensamientos pueden ser existenciales o no existenciales al
igual que los objetos pueden existir o no pueden existir. Para poder comprender a los
pensamientos se analiza a los objetos que son observados por un sujeto que será el
7M. García Morente. Lecciones preliminares de filosofía. “origen del idealismo”. Ed. Grupo
editores, pag.132.
8. ibídem, p.137.
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que determine el pensamiento, entonces para hablar de conocimiento se encuentra que
los primeros elementos del conocimiento son: el sujeto pensante, sujeto cognoscente y
el objeto a conocer, lo que quiere decir que “todo conocimiento ha de ser un sujeto
sobre un objeto “9, esta afirmación da como resultado una dualidad completa, de tal
manera que ninguno podrá cambiar su lugar, el sujeto siempre será sujeto para el
objeto y el objeto siempre será objeto para el sujeto, de igual manera se podría dar una
unión, si se mezclaran se rompería esa dualidad y dejarían de ser los dos elementos
que conforman al conocimiento , esta afirmación es argumentada de manera correcta
por la lógica, una disciplina que apoya fuertemente a la teoría del conocimiento y
citando de manera más correcta su afirmación, la lógica dice “el conocimiento es
siempre, pues, esa dualidad de sujeto u objeto”10
La dualidad del conocimiento es en sí la esencia del conocimiento para a la vez se
convierte en una relación, no se pueden comprender como conceptos individuales
unidos con fin sin una relación entre sí, al contrario, la relación que hay entre el objeto y
el sujeto se pude entender como relación de ida y vuelta, donde la lógica vuelve a
intervenir de forma asertiva. Asegurando que el sujeto no pude pensar sin el objeto y
de igual manera el objeto no funciona sin el sujeto. Esta relación argumentada y
defendida por la lógica y la psicología, es un relación irreversible, no se pude cambiar ni
alterar su orden, si de alguna forma se cambiara o alterara, no habría conocimiento y
mucho menos una teoría del mismo.
Como defender su teoría del conocimiento, fue un gran conflicto para los
neokantianos de la escuela de Marburgo, mantienen latente en el idealismo un
respaldo en esa teoría, siempre antepondrá ante todo la teoría del conocimiento y será
su mayor conflicto; hasta el punto donde explica al conocimiento como una serie de
reflexiones, todo parece ir a su favor , pero la metafísica no deja de presentarse como
9Ibídem.p.157.
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un obstáculo y ahora cuestiona a la teoría respecto a la veracidad del conocimiento ,
pretende que se confirme como verdadero el conocimiento, lo que provoca que esta
teoría tenga que integrar en su contenido , un apartado relacionado a la verdad,
entonces el ultimo elemento que conformaría por completo a la teoría , seria la verdad.
En este caso la verdad del conocimiento concuerda con el objeto, esta afirmación ha
sido considerada muchas veces por la filosofía y por muchos pensadores como “el
criterio de la verdad”11. Explicado de otra manera, la verdad del conocimiento consiste
en que haya un relación entre el pensamiento formado por el sujeto después de
observar al objeto y que esa relación concuerde de manera exacta con el objeto.
“Es la esencia misma de la verdad, la definición misma de la verdad “,
“el verdadero conocimiento es el conocimiento verdadero”12
11Op.cit, p.188.
12Ibidem.p.190.
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La escuela de Badén, para que apoyándose en Kant, produzcan una negación de
las leyes históricas, creando una teoría de los valores. Dicha teoría fue desarrollada
por Hugo Münsterberg , y Emilio Lask.
Los neokantianos de la escuela de Badén, tienen como fin la creación de una
teoría de los valores, esta teoría se enfrenta a una lucha por tratar de demostrar la
realidad ,ya que las otras ciencias no lo hacían , pero al hablar de valores era el
mismo conflicto, pues lo valores no son cosas ni elementos de de las cosas , para
evitar esos conflictos , determinaron a los valores como impresiones de agrado y
desagrado que las cosas producen en las personas; con estas conclusiones, parcia
que el problema se había resuelto , pero no fue así , al denominar a los valores
impresiones, los neokantianos empezaron a incluir sentimientos de incorrecto y
correcto. Esta teoría empezó a tener un sentido moralista y no científico, lo que
contradecía por completo a sus principales metas, pretendían incluir un sentido más
científico de la obras de Kant y cayeron en una confusión moral.
13Ibidem.p.192
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3. FICHTE, HEREDERO DE KANT
J.G. Fichte fue una figura muy importante en la filosofía alemana. Su vida está muy
vinculada a su obra, a la que estuvo entregado con entusiasmo y pasión, que caracterizan
su filosofía. Fue contemporáneo a acontecimientos decisivos en la historia de Europa,
como la Revolución francesa, la revolución industrial, las guerras napoleónicas… Su
pensamiento captó el espíritu de la época y lo llevó al debate filosófico.
14Ibídem. P. 198.
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En la década de los 90 se armaron una serie de debates en torno a su obra y a la
interpretación de la herencia kantiana, de donde surgieron más tarde los sistemas
idealistas. Fue en 1794, al ocupar la cátedra de Reinhold, cuando se hizo célebre al
entusiasmar a una generación joven de filósofos que iban a Jena a escuchar sus
lecciones, para las cuales publicó un llamado Grundlage der gesamten Wissenschaftslehre
(Fundamentación de toda Doctrina de la ciencia), utilizando este término para dar nombre
a su filosofía. Apenas un par de años antes era prácticamente desconocido. Nacido en
1762 en una modesta familia de la aldea de Rammenau. Gracias a sus dotes le fue
permitido estudiar en la Schulpforta, (1774-1780) una de las más prestigiosas instituciones
educativas de la Alemania de entonces, años más tarde estudió también ahí Nieztsche.
Terminados sus estudios allí cursó Teología y Derecho en Jena, Wittenberg y Leipzig.
Finalizada su formación universitaria trabajó como docente privado en Leipzig y más tarde
en Zurich, donde conoció en 1790 a Johann Rahn, con la que se casó en octubre de 1793.
Esa lectura ganó definitivamente a Fichte y marcó su obra como un sistema de la libertad,
reescrito incansablemente hasta el final de sus días. Nos recuerda en una carta a su
amigo Weisshuhn, de septiembre de 1790, que desde entonces vive en un nuevo mundo.
Pero ese mundo, que era el kantiano, no había resuelto el problema de la relación
existente entre libertad y necesidad. La solución de la tercera Crítica no le satisface, por
27
ello elabora un primer ensayo dirigido a resolver el problema y lo hace en la proyectada
cuarta Crítica que Kant todavía no había llevado a cabo: la de la religión. El resultado fue
el Ensayo de una crítica de toda revelación, publicado en 1792 y aparecido de forma
anónima, lo que facilitó que durante un tiempo la obra fuera atribuida al propio Kant. Esto
le dio una notoriedad decisiva y más tarde le sirvió para ocupar la cátedra de Karl
Leonhard Reinhold en Jena.
Su obra y sus lecciones repercuten bastante, sobre todo en las generaciones más
jóvenes que acuden a Jena llenos de entusiasmo, un entusiasmo también vinculado a la
Revolución Francesa. En Tubinga, Hegel, Hölderlin, Schelling comparten esa identificación
con la Revolución y con la filosofía de Fichte, que aparece como el culminador de la obra
de Kant y como el inicio de una nueva era.
Sin embargo no tardaron en aparecer las críticas y los malentendidos. Por un lado se
le reprochó haber traicionado el espíritu de Kant, en especial en el tratamiento de la cosa
en sí y de la intuición intelectual. Fichte se ve obligado a responder en la Primera y
28
segunda introducción a la doctrina de la ciencia (1797) y comenzó con una nueva
formulación en su Ensayo de una nueva presentación de la doctrina de la ciencia, lo que
ya había intentado en la Fundamentación del derecho natural según los principios de la
doctrina de la ciencia (1796). Más tarde las críticas y la incomprensión le empiezan a llegar
también de los jóvenes que habían acudido a escuchar sus clases con entusiasmo como
Hölderlin. Incluso el joven Schelling que se había declarado seguidor y que había
publicado ya sus primeras obras en la estela de Fichte, empezó descubrir deficiencias en
el tratamiento que Fichte hacía de la Naturaleza. En 1800 el mismo Schelling se apartó de
la obra de Fichte y presentó su propio sistema.
Como resultado de todo ello Fichte se vio obligado a abandonar Jena en 1799 y
trasladarse a Berlín. En 1800 publica su principal obra de teoría política, El Estado
comercial cerrado (1800), una nueva versión popular de la Doctrina de la Ciencia con el
título El Destino del hombre. Desde entonces no dejó de elaborar nuevas versiones hasta
la de 1813, poco antes de su muerte en 1814, se puede observar una evolución en su
filosofía de la libertad, en la que va desplazando la centralidad del Yo de sus primeros
escritos hacia otras nociones como Imagen, Ser y Dios, y que divide a los intérpretes
respecto de su fidelidad o no las primeras formulaciones anteriores a la polémica sobre el
ateísmo.
29
Estando en Berlín obtuvo pronto la simpatía de un público selecto y de los ambientes
intelectuales, artísticos y políticos. Acudieron como oyentes a sus lecciones personajes
influyentes, incluyendo a algunos ministros. En 1804 imparte por primera vez lecciones
públicas y en 1805 regresa a la vida académica contratado como profesor en la
Universidad de Erlangen. La derrota prusiana en Jena, en octubre de 1806, le sorprende
en Berlín y decide huir hacia Königsberg, donde es nombrado profesor y de donde regresó
a la capital de Prusia un año después, tras una breve estancia en Dinamarca.
En 1814 contrae una infección y fallece a los 51 años, dejando una obra
considerablemente extensa y un duradero influjo que ha llegado hasta nuestros días.
30
revelación en sí. Dicha realidad sólo puede llegar al hombre siendo obtenida en el mundo
de los sentidos.
Fichte distingue entre religión racional y religión revelada. La primera se basa en las
ideas de la razón (Dios, libertad, inmortalidad...), la segunda es fe empíricamente
determinada, armando una tabla con sus características tenemos que:
Toda religión debe tener un fundamento real para poder aspirar a ser válida
universalmente, y este fundamento debe tener una causa divina. Esto le abre al sujeto las
puertas de aquellos conocimientos que no están bajo las condiciones de la intuición
sensible, sólo a través de ellos puede ser elevado por encima de las limitaciones de la
sensibilidad para captar a Dios como legislador moral y como creador del mundo. La
relación del hombre con Dios no puede ser la oración como diálogo dirigido a conseguir
algún objetivo intramundano, sino sólo la adoración de su santidad perfecta y la
participación creciente en ella por medio del cumplimiento del deber.
31
3.2 REFLEXIONES ENTORNO A SU SISTEMA FILOSOFICO
32
humanamente bien dispuesto movió a Fichte a pensar primero en sí mismo, examinando
su rendimiento en el trabajo filosófico. Incluso el filósofo se atribuye toda la culpa por la
incomprensión de su doctrina. En este caso la actitud misma del filósofo está abierta a
reconocer sus deficiencias, confesarlas con franqueza y esforzarse por remediarlas.
Cuando nos es expuesta la verdad individual (interna) de un ser ajeno a uno, dado que se
puede manifestar de distintas maneras, vale en un primer momento como hipotética. Esto
es porque todo ser racional es autónomo y tiene que captar e intuir también la verdad por
sí mismo. Así, Fichte no descarta la posibilidad de haberse equivocado, con el fin de que
los demás reflexionen y por sí mismos lleguen al mismo resultado.
Su filosofía lleva directamente a la intuición, pero a la intuición inteligible, esto es, una
intuición que por sí misma únicamente concibe, más no intuye. No es el objeto que se
propone comunicar, sólo se manifiesta como una representación de él. Y la gente suele
confundir los tipos de intuición y en ocasiones no ven diferencia entre uno y otro, esta es
una causa frecuente de malentendido.
Su tesis es que la autonomía de la razón exige incondicionalmente que todo ser
pensante busque y encuentre por sí mismo la verdad. Para Fichte cada ser racional
individual es capaz por sí mismo de encontrar efectivamente la verdad y recibir su
iluminación de manera inmediata. Sin embargo, quien deseé poseerla deberá producirla
por sí mismo. Al mismo tiempo se plantea el problema de la comunicación (en concreto la
del maestro-discípulo), atribuyendo como propósito final de una filosofía comunicarla y
hacerla participar, así como hacerla nacer dentro de cada ser racional.
Por otra parte, Fichte afirma que sólo la conciencia pura es activa, nunca pasiva por
sí misma; sólo desde su pura actividad se han de deducir las representaciones del mundo
exterior a través del principio de causalidad.
15Fichte, j.g., ueber den berg riff der wissenschsftslehre. 1798, edición francesa, vrin. parís 1954, p.71
35
como sujetos actuantes. Partiendo de esto, se puede considerar al yo desde una doble
actitud en él mismo:
- Reflexivamente. Se dirige a sí mismo autoconsciente.
- Como mirada captadora. Se dirige a los objetos como unidades empíricas que caen
dentro del no-yo circundante, formando la realidad extra consciente.
La interna esencia del yo es, por lo tanto, el hacer, dirigido sólo a sí mismo y por sí
mismo determinado, la autonomía de la razón moral. El yo es la voluntad moral, el mundo
material perceptible del deber. El yo es libre en su misma esencia y se presenta además
como fin supremo de la aspiración de la razón. Su meta se halla en la libertad absoluta y
en el ser absoluto, pero rebasando este dualismo (libertad-ser) en una unidad ideal.
Cuando el yo entra al dominio de lo práctico se establece la autonomía intelectual y moral
del sujeto. Ahora, si el Estado fuese una comunidad de personas no extendería sus
atributos más allá del bien común. Fichte es el primer alemán que orienta sus ideas
políticas hacia un Estado socialista, incluso Ferdinand Lassalle, el fundador del movimiento
socialdemócrata alemán se inspira en él.
36
Fichte retoma la idea de Kant acerca del noúmeno, el cual representa la consciencia
de todo aquello que no sea uno mismo. De esta manera pasamos de la objetividad a la
intersubjetividad, esto se refiere a un nosotros social, a la interpersonalidad. El ser humano
se ha manifestado con la intercomunicación, el lenguaje, las acciones y las reacciones
valorativas, el derecho, el sentido común de la verdad, los sistemas del saber humano
para organizar y transformar el mundo, la adquisición de una consciencia social, moral y
religiosa en la que se realiza la comunidad humana, el reconocimiento de la libertad y de
los derechos humanos, el progreso técnico, etc. La cuarta dimensión, como diríamos hoy
en día, entra en la dimensión consciente del ser-hombre, es la dimensión espiritual
particular donde se producen los valores y realizan fines, también para dar contenido
cultural y significativo al desarrollo de sus propias actividades.
Es por la creencia por donde nosotros sabemos que tenemos un cuerpo y que fuera
de él existen otros cuerpos y otros seres pensantes. Mediante él podemos distinguir
también aquellos otros seres que no pertenecen a la comunidad de los seres libres y
racionales. La intersubjetividad, por tanto, no es más que la extensión de la misma
existencia. En el Fundamento del derecho natural, escrito en 1796, Fichte nos dice
claramente:
Fichte establece una íntima relación entre el mundo inteligible y el mundo sensible.
Aporta a la intersubjetividad trascendental una posibilidad para una mejor comprensión de
nuestras percepciones y de la génesis de nuestro mundo vivido. La intersubjetividad
trascendentalfichteana nos ofrece una visión auténtica del mundo, vivida conscientemente
16 Ibídem.p.77
37
por el hombre; afirmando asimismo que no existe más que una razón, igual que no existe
más que un solo mundo. Es pues, aquella en que se constituye el mundo real como
objetivo, como existente para todo el mundo.
Según Fichte existen dos clases de hombres con relación a su actitud interna hacia la
verdad: El que se encuentra en la búsqueda y el conocimiento de ella, impulsado por un
vivo afán de aprender (a estos es a quienes se dirige Fichte en sus escritos) y los que a
causa de una penosa servidumbre espiritual se han perdido a sí mismos, con ello han
perdido también la sensibilidad para la propia convicción y la fe en la convicción de otros,
porque para ellos es considerada locura que alguien busque independientemente la
verdad (Fichte considera a esta clase de personas sus enemigos).
Fichte llega a la conclusión de que “es imposible alcanzar la verdad por mero azar
mientras uno no se sienta inspirado y con un vivo interés por buscarla”.17 Afirma que este
interés nace dentro de nosotros, siendo considerado como un impulso puro. Nadie desea
errar, y quien lo hace toma su error por la verdad. Como toda acción ética, esto ocurre
17 Fichte, J.G., Filosofía y Estética, Ed. Colección estética & crítica, p. 170
38
libremente; este primer acto de libertad, el desprenderse de la necesidad natural es algo
que sucede sin que nosotros sepamos cómo. Somos tan poco conscientes de nuestro
primer paso en el reino de la consciencia como de nuestro acceso al reino de la moralidad.
Sea cual fuere el interés práctico del hombre, consiste en estimularse a sí mismo; la
satisfacción renueva y refuerza tal interés y lo eleva más plenamente a la consciencia. La
única fuente de goce de un ser finito es el sentimiento de la necesidad ampliada, de esta
manera resultan dos reglas: ¡aleja todo interés contrario al puro interés por la verdad! y
¡busca todo goce que promueva el puro interés por la verdad!
Al utilizar la palabra goce en el párrafo anterior, puede que uno no entienda bien el
sentido de esta palabra y que se malinterprete su definición:
- El tipo de goce fundado en la satisfacción de la sensibilidad animal. Este se
consume y se destruye a sí mismo.
- El tipo de goce espiritual. Este se incrementa por sí mismo. De este goce es del que
habla el filósofo.
Nuestro interés por la verdad debe ser puro. La verdad, meramente por ser verdad,
deberá constituir el último fin de todo nuestro estudio, pensamiento e investigación. Se
deberán evitar las sofisterías en donde, aunque se diga la verdad, sólo se persiguen fines
personales; el que busca la verdad, incluso si se equivoca, no deja de ser amigo de la
verdad y prosigue recto su camino. Otro impedimento para el puro interés por la verdad es
la inercia del espíritu, la aversión al esfuerzo de la reflexión. Por supuesto, se requiere
esfuerzo y abnegación, resistir activamente a nuestras ciegas propensiones, intervenir en
la sucesión automática de ideas, dominar la mente, dirigirla libremente hacia una meta
determinada y no desviarla de esta dirección hasta que la meta haya sido alcanzada.
39
goce moral. “Uno es el que es porque eso ha querido ser”18, puede dejar determinar sus
convicciones por las impresiones que ha recibido de la naturaleza en general, o por la
propensión de sus pasiones e inclinaciones, o por las opiniones que los contemporáneos
han querido atribuirle. El amigo de la verdad no lo permite. Él se libera, se hace a sí mismo
libremente, en una dirección que ha él mismo ha decidido. Ha llegado allí gracias a sus
propias acciones y a su propia fuerza; esa fuerza es suya únicamente en la medida en que
la ha producido libremente.
4 .EL IDEALISMO EN SCHELLING
Schelling es el único filósofo que es miembro del círculo romántico. Esto aconteció
porque da predominio a la intuición, al instinto, a la fantasía creadora y a lo irracional (el
movimiento romántico no era propiamente filosófico, sino sobre todo literario y evocaba
al sentimiento por sobre la razón). Y como buen partidario del romanticismo, con su
carácter evolutivo y cambiante, su pensamiento es, de la misma manera, cambiante. Es
decir, ya que era poseedor de una personalidad genial y polifacética, y contaba con una
gran capacidad de asimilación para los diversos conocimientos de la época que
organizaba con su brillante fantasía poética, lo hacían parecer como un filósofo
inconsistente, sin un sistema definido:
Durante largo tiempo, en efecto, Schelling pasó por un pensador
brillante e invertebrado, versátil, flotante a merced de las influencias
y de las polémicas: la tarea de los exegetas consistía en contar sus
avatares, en censar y fechar sus diversas “filosofías”.19
18Ibídem.p. 164
19Tilliette, Xavier, “Schelling”, en Belaval, Yvon (director), La filosofía alemana, de Leibniz a Hegel, Volumen 7,
Historia de la Filosofía, Siglo XXI, 1992, p. 361
40
románticos.”20 Ahora se le considera como el precursor de muchos movimientos que
ocurrieron el mismo siglo XX.
Lo importante es reconocer que ha tenido influencia en autores muy renombrados
del siglo XX, como son: Bergson, Marcel, Jaspers y Heidegger, por mencionar a los
más importantes.
20Ibídem, p. 359
41
tendencias e ideas políticas de sus alumnos, estos leían, a escondidas, autores que no
estaban permitidos, como era el caso de Kant, Lessing, Rousseau, Schiller y Herder;
gracias a estas lecturas los estudiantes se preocuparon de realizar una crítica a los
conocimientos tradicionalmente aceptados.
En el año de 1792 se graduó con una tesis sobre el origen del mal humano, en
donde trata de encontrar una explicación histórica del mal, explicando que la
humanidad, en el origen, vivió en una época feliz, y que gracias a una caída se dará
origen, como consecuencia, la infelicidad. Además en este escrito ya se encuentran
algunas ideas del futuro movimiento romántico.
En 1793 realiza un segundo trabajo, ahora sobre el estudio de los mitos, buscando
su esencia y su función dentro de las culturas primitivas. Nuestro autor define el mito
como una forma muy particular de filosofar que lleva a cabo el hombre que no ha
evolucionado lo suficiente, para después llegar a la abstracción y a la
conceptualización.
Una breve estancia en Dresde y en Leipzig (1795) le introduce en el círculo del
primer romanticismo, y experimenta un sentimiento romántico a favor de la naturaleza,
además de que realiza estudios en matemáticas, ciencias naturales y medicina.
En este mismo año pasa una temporada con su familia y toma la decisión de dejar
el seminario, de la misma manera que sus compañeros y amigos Hegel y Hölderlin.
También se orienta hacia el estudio del derecho y de las ciencias. Reside
generalmente en Leipzig, pero empieza a entablar relaciones en Jena, en ese entonces
la patria de los intelectuales. Su reputación empieza a crecer, había llamado la atención
desde sus primeras obras publicadas desde 1792, y a propuesta de Fichte (“Schelling
veía en él al adalid de la causa de la libertad y al que había llevado a su
perfeccionamiento la filosofía kantiana, y consideraba que era el campeón de la lucha
contra la corrupción del verdadero espíritu crítico, que se había llevado a cabo en los
ambientes dogmáticos de Tubinga”21) y de Goethe, fue nombrado profesor en la
Universidad de Jena. Al año siguiente Fichte abandona Jena a causa de una acusación
21Schelling, Friedrich W. J., Lecciones sobre el método de los estudios académicos, Editorial
Nacional, Clásicos para una Biblioteca Contemporánea, 1984, p. 15.
42
de ateísmo realizada en su contra, y Schelling lo sustituye; a los 23 años toma posesión
de la cátedra de Filosofía en la ciudad intelectual más importante del momento:
Jena.(1798).
De 1798 a 1803 se lleva a cabo su maduración intelectual, “en los que Schelling
se dedica a introducir la naturaleza en el idealismo fichteano del yo.” 22
En el año 1800 publica el Sistema del Idealismo Trascendental. Ahora cambia de
perspectiva y pone el énfasis, no ya en la naturaleza, sino en el yo. Esta obra es
considerada como la más sistemática y acabada de su primera producción filosófica.
Después, en poco tiempo, cambia otra vez de etapa y desarrolla lo que denominará la
filosofía de la identidad, en donde el énfasis que antes se había puesto respectivamente
en la naturaleza y en el yo se pone ahora en un absoluto indiferenciado, raíz común de
ambos.
Para 1809, Schelling cambia sus ideas fundamentales, rompe con el idealismo y
abre su pensamiento al problema de la libertad y un nuevo punto de vista filosófico
teológico, con su libro Investigaciones filosóficas sobre la esencia de la libertad humana
y los objetos con ella relacionados.
En 1820 sale de Munich hacia Erlangen donde se dedica a dar lecciones públicas
durante casi 7 años. En 1827 regresa a Munich para dar clases en la nueva
Universidad, donde antes se encontraba la de Landshut.
Aquí en Munich es alabado por el rey de Baviera Luis I, lo nombró Presidente de la
Academia, conservador de colecciones públicas y consejero privado; el rey también le
ennobleció con el título de von Schelling.
En 1841 es llamado por el rey Federico Guillermo IV de Prusia para que vaya a
Berlín a ocupar la cátedra que había sido de Hegel, fallecido diez años antes. Se le
había llamado para combatir precisamente a Hegel y su panteísmo. En este momento
da sus lecciones sobre la Filosofía de la mitología y la Filosofía de la religión. En estas
conferencias, entre sus oyentes se encuentran tres jóvenes que llegarían a ser muy
43
importantes: Sören Kierkegaard, M. Bakunin y Frederic Engels; sin mencionar a todo el
medio intelectual más importante de Berlín.
Continúa con la enseñanza hasta 1845. Sus últimos años transcurren en Berlín, en
medio de un olvido creciente, entre el cuidado de sus enfermedades, los consuelos
familiares, las sesiones académicas y la preparación dificultosa de la filosofía racional,
destinada a coronar el edificio del sistema. Muere el 20 de agosto de 1854 en Ragaz,
Suiza.
44
En torno a las doctrinas que propone Schelling en la Naturphilosophie se unieron
personajes prominentes de las más diversas ciencias y artistas de todos los campos.
“Se les incorporaron con entusiasmo los afectos al espiritismo, el ocultismo, teosofías
heterodoxas y otras seudociencias de creciente aceptación, pues los métodos
antirracionalistas permitían la participación de las artes mágicas, conjuros, demonología
y toda suerte de actividades de este orden, relegadas en el XVIII como anticientíficas” 25
De igual manera en esa época se realizaron una innumerable cantidad de
investigaciones acerca de la teoría de la evolución que por entonces se encontraba en
boga, logrando así muchos importantes descubrimientos. Schelling se aprovecha de
todos los avances de la época para desarrollar su filosofía de la naturaleza: toma los
estudios de Brown sobre la irritabilidad muscular, la teoría genética de la sensibilidad y
la reproducción de Kielmeyer, las investigaciones químicas de Lavoisier y Priestley, y
sobre todo, la teoría de Galvani sobre la electricidad animal o electrodinámica.
Además, Schelling otorgó también mucha importancia a la medicina para el
estudio de la Naturphilosophie, pretende elaborar una epistemología médica basada en
su obra, por considerar que sólo desde la medicina puede construirse a posteriori una
ciencia del hombre, vale decir una filosofía que, a priori, debe encarar su Sistema del
Idealismo Trascendental.
Schelling intenta es conciliar, por un lado, al idealismo (lo que sería toda la
ontología del Yo), y por el otro, a la naturaleza; que hasta ese momento habían sido
considerados como campos de las ciencia absolutamente opuestas. Aunque de la
misma manera Schelling las considera opuestas, afirma que son complementarias. “Se
trata de dos disciplinas opuestas en su dirección: una parte del sujeto (idealismo) y
explica su despliegue objetivo, otra parte de la naturaleza y descubre en ella un proceso
24“Primer esbozo de una filosofía de la naturaleza”, II, p. 12, Citado por Rivera de Rosales, J.
Y López Domínguez, V. en Introducción, Sistema del Idealismo Trascendental
45
de paulatina espiritualización, de manera que en la filosofía de la naturaleza aparece la
prehistoria de la conciencia.” 26
Lo que Schelling hace es unirlas en el Sistema del Idealismo Trascendental,
haciendo que a lo largo de su desarrollo, ambas ciencias presenten procesos y
momentos muy parecidos, casi paralelos; esto es, porque el hombre es captado como
un microcosmos, como un espejo de la naturaleza, y a ésta se le entiende como un
sujeto, un macrocosmos (el espíritu visible). De aquí que Schelling define a lo absoluto
como identidad de sujeto y objeto, o, de naturaleza y espíritu.
Schelling parte del punto de vista de Fichte de la autoposición del Yo (el Yo es
también denominado espíritu), por el que aparece la conciencia; entonces Schelling se
da cuenta que objeto y conciencia se condicionan mutuamente, esto es, que la
conciencia surge en la medida en que el objeto aparece; de esta idea parte para indicar
que el espíritu tiende a la autoconciencia gracias a la producción del objeto. Entonces
todo este proceso inconsciente del espíritu a la autoconciencia es la naturaleza. 27
Schelling explica que la naturaleza se halla organizada gracias a una fuerza
productiva y teleológica (que tiende a un fin determinado). Esta organización se da
gracias al principio espiritual que hay en la misma naturaleza (la producción
inconsciente del espíritu), debe ser “un espíritu fuera de nuestro espíritu”. Pero este
espíritu debe ser inconsciente porque la conciencia sólo se encuentra en el yo.
“El mundo en su infinitud no es más que nuestro espíritu creador en sus infinitas
producciones y reproducciones” 28
Schelling afirma esta idea en las Disertaciones
dedicadas al esclarecimiento de la Doctrina de la ciencia de 1797. Es decir, que el
desarrollo de la naturaleza es entendido como graduales producciones del espíritu.
Schelling quiere andar por el camino inverso del de Fichte; lo que va a hacer es deducir
de la naturaleza una inteligencia.
26López Domínguez, Virginia, Schelling, Biblioteca Filosófica, Ediciones del Orto, Madrid,
1995, p. 27
27Colomer, Eusebi, El Pensamiento Alemán de Kant a Heidegger, Tomo II, Herder, Barcelona,
1995, p. 101-102
46
Lo primero que hace Schelling es elevar de nivel a la naturaleza; en vez de ser
natura naturata (naturaleza como producto), ahora será natura naturans (naturaleza
como productividad). En la naturaleza se encuentran las mismas fuerzas activas y
creadoras que en el espíritu; esto es así, porque entiende a la naturaleza como sujeto,
para poder ser fundamentada desde la acción y ser comprendida como un todo
organizado. Schelling hace partir a la naturaleza de una actividad absoluta, puro fluir,
vida. Por tanto, rechaza la teoría mecanicista de la naturaleza porque “oculta y paraliza
su potencial productivo tras el concepto de objeto”.29
Schelling ve en la naturaleza un tipo puro de filosofía de la unidad. Fuera de
nosotros está presente el espíritu, y en nosotros se encuentra también la naturaleza.
Ella es en el fondo espíritu, pero se halla en estado inmaduro, inconsciente de su
actividad infinita. La naturaleza es espíritu visible, del mismo modo que el espíritu es
naturaleza invisible. Esta unidad también se da en el reino natural al conjuntar a la
naturaleza orgánica y la inorgánica. Quiere dar una explicación física unitaria de la vida;
es decir, “... a través de la multitud de los tipos (de organismos) tiene que regir un
principio unitario de evolución que vincula todo lo que para el entendimiento humano
está hendido. La idea de una descendencia general es la sencilla consecuencia de la
unidad anticipada”. 30
Quiere demostrar que todos los diferentes tipos de fenómenos
naturales provienen de un único principio primordial.
Para darle unidad y continuidad a la naturaleza, Schelling introduce la idea de
finalidad o teleología, y así, los distintos fenómenos que se presentan no son sino los
medios para la consecución de la meta última de la naturaleza, que no podrá ser otra
que alcanzar la conciencia y la máxima libertad.
Schelling se pregunta: ¿Como a partir de una unidad puede surgir la
multiplicidad?, ¿Como es el proceso de génesis de la pluralidad de los productos y
seres naturales? Para responder a estas pregunta nos dice que tiene que haber un
47
momento donde esta unidad se separa, es decir, debe de haberse realizado una
escisión que se opone a esta unidad y que debe de existir al mismo tiempo que ella.
Schelling busca en la naturaleza un principio separador, una ley de oposición, donde
exista una duplicidad de fuerzas de signo contrario, y lo encuentra en el principio de
polaridad, que Schelling define como identidad en la duplicidad o duplicidad en la
identidad, encuentra todos los fenómenos naturales desde la gravitación, el
magnetismo, la electricidad, la afinidad química hasta la sensibilidad, la irritabilidad, y la
tendencia a la organización propia de la vida. Schelling afirma que este juego de
fuerzas es la esencia de la vida.
Toda esta idea de la polaridad, se origina de la oposición dualista de sujeto y
objeto, y esta se mueve en todo el reino del ente. Una de estas fuerzas, que se oponen
dinámicamente entre sí, debe ser una fuerza expansiva, centrífuga, y la otra, una fuerza
que tenderá a concentrarse en sí misma, es decir, una fuerza centrípeta. Ya que basa la
existencia y el movimiento del mundo en el juego de dos fuerzas antagónicas: la de
atracción y repulsión. Pero estas fuerzas no pueden extenderse al infinito, porque una
detiene a la otra formando una resistencia, que no es otra más que la fuerza de
gravedad, que es precisamente lo que define la materia. Schelling toma el imán como
prototipo de polaridad, porque da esta idea básica de atracción y de repulsión, y es
donde reside la esencia de los fenómenos del magnetismo, en donde existe una
atracción reciproca. Esta atracción Schelling la introduce en la ley general cósmica, y la
naturaleza la hace sensible en los imanes.
Por lo tanto, el fenómeno del magnetismo es el más simple, y se encuentra
presente en todos los procesos y todos los seres, o sea, es una función general de la
materia. El magnetismo es un momento en la construcción de la materia que representa
para la naturaleza lo mismo que la autoconciencia para la inteligencia. El magnetismo
representa la fuerza de atracción, cuando la fuerza expansiva se vuelve sobre sí
misma, esto es, que cuando la fuerza de expansión es detenida por su contrario, que es
la fuerza inhibitoria, se produce una atracción hacia el punto de origen, a causa del
predominio de esta fuerza inhibitoria. Con el magnetismo se produce también la
48
dimensión de la longitud, ya que las fuerzas que produce el magnetismo se mueven
únicamente en sentido horizontal.
El siguiente fenómeno es el de la electricidad, que corresponde al de la sensación
en la inteligencia. El magnetismo se separa en la parte positiva y la negativa, que se
identifican con los dos polos eléctricos, y que a su vez son opuestos y se identifica con
la sensación porque en ésta el sujeto y el objeto aparecen enfrentados. Este momento
origina la anchura, porque Schelling sólo estaba pensando en electricidad estática, que
actúa sólo en las superficies.
Por último, se presenta el fenómeno del galvanismo, que corresponde a la
intuición productiva en la inteligencia, (que es cuando se reúnen la parte objetiva con la
subjetiva y que se explicará más detalladamente más adelante), y que es la unión de
las dos fuerzas opuestas anteriores en una síntesis. Esta síntesis sucede gracias al
proceso químico, mediante una serie de transformaciones que afectan a la estructura
más intima de los cuerpos. Por eso, la tercera dimensión que se deduce es el grosor o
profundidad, ya que la integración se efectuará bajo la forma de sustancias distintas
que sólo podrán mezclarse si las fuerzas opuestas actúan en el interior mismo de los
cuerpos.
Hasta este punto se ha definido la naturaleza inorgánica, aunque no es tan
diferente de la orgánica, porque en los seres inanimados se presenta también una
organicidad, aunque en potencia, ya que toda la naturaleza aspira a la organicidad,
aunque este estado sólo lo alcanzan algunos especímenes tras una lucha por alcanzar
la conciencia. Por esta lucha el espíritu va evolucionando lentamente hasta alcanzar su
meta.
Mediante el proceso químico antes mencionado en el fenómeno del galvanismo,
se pasa, así, a la organización, o sea, a la naturaleza orgánica. Y gracias al ser
orgánico se llega a la cumbre de la serie natural, porque éste cuenta con un principio
interno de actividad, que hace que se vaya desarrollando desde su núcleo originario, y
vaya incorporando el medio que lo rodea para poder transformarlo según sus
necesidades; así, adquiere sentido con relación a la totalidad que lo integra, así como
cada una de las partes del organismo forma una totalidad según la función que dentro
49
de él desempeña. Además de que el ser orgánico constituye el producto más completo
y perfecto de toda la evolución del universo.
Entonces, al llegar al ser vivo orgánico, Schelling introduce el concepto de
excitabilidad, que es característica de todo ser vivo, y que fue descubierta por el inglés
John Brown. El principio de excitabilidad tiene la función de mediador entre la
naturaleza orgánica y la inorgánica, porque como para cualquier tipo de excitación es
necesaria una actividad o estímulo que provenga de fuera, esta sería, en última
instancia, de la materia inerte.31
Este concepto de excitabilidad se desarrolla en tres momentos:
El primero es el de la sensibilidad, que es paralela a la autoconciencia y al
magnetismo; la sensibilidad es la capacidad de recepción, el ser afectado por algo
externo. En el ser orgánico existe un estado de quietud y equilibrio, que puede ser
perturbado a causa de un estímulo externo.
Gracias a esta perturbación, se da lugar a otra etapa: la de irritabilidad, que corre
al parejo de la sensación y la electricidad; esta es la facultad de reacción, es decir, la
respuesta al estímulo, y que se expresa en el movimiento. Con la irritabilidad el
organismo se distingue respecto a su entorno.
La tercera etapa es la del impulso de formación, que es paralela a la intuición
productiva y al galvanismo; esta es una fuerza de producción que proviene del
organismo, exterioriza todas sus funciones y mantiene la unidad e identidad del
producto hasta su desarrollo completo, para transformarse entonces en fuerza
reproductora. Este impulso de formación es el que asegura la supervivencia de las
especies; se expresa en la nutrición, la secreción, el crecimiento, el instinto animal, el
impulso sexual y la reproducción. El impulso sexual es la más perfecta, porque aparece
la dualidad originaria, y se muestra como impulso sintético.
Todas estas categorías físicas orgánicas son expresiones de los actos básicos del
espíritu, con esto se explican los paralelismos de todas las dimensiones y etapas, y
sobre todo, la unidad de todos los productos naturales y espirituales.
31Op.cit., p. 59
50
El espíritu continúa avanzando, evolucionando hasta llegar a su
autorreconocimiento, es decir, realiza una gradación en los organismos hasta alcanzar
“la organización de mayor dignidad: el cuerpo humano”. El espíritu se reconoce en el
cuerpo humano. Sólo en el hombre se cumple el fin último al que tendía el espíritu con
todo este proceso: la autoconciencia. Es la identificación del espíritu con el cuerpo, la
aceptación del organismo particular como propio.
“Esta identidad es lo que permite el buen funcionamiento del
cuerpo; una ruptura de dicha identidad causaría el sentimiento de
enfermedad o malestar, y una separación total de la misma sería
la muerte. Y cuando el espíritu se encuentra en el organismo en
silencio, es decir, en total armonía y que no se distingan uno de
otro, es cuando hay salud. La enfermedad y la muerte pertenecen
a la esfera de las representaciones, aunque su consecuencia se
encuentra al nivel de la materia”.32
4.3 ONTOLOGíA
Schelling comienza el desarrollo de su sistema preguntándose por el fundamento
de todos los ámbitos de la realidad, por el absoluto.
Lo que Schelling pretendía era superar, tanto el pensamiento kantiano, como la
concepción del Yo fichteano. Estaba convencido de que la filosofía de Kant mostraba
insuficiencias, esto es, porque no presentó ningún fundamento último que unificara la
libertad y la necesidad. Entonces, el fundamento que adopta es el Yo de Fichte, pero no
como él lo había postulado. Esto es, porque Schelling quiere unificar el Yo de Fichte con
la sustancia de Spinoza, que pone el acento en lo objetivo o en el no-yo. Aunque Fichte
era el maestro de Schelling, su concepto del Yo era empírico, finito; y Schelling afirma
que la filosofía debe partir de lo absoluto.
32López Domínguez, Virginia, Schelling, Biblioteca Filosófica, Ediciones del Orto, Madrid,
1995, p. 61
51
“En consecuencia, lo incondicionado no puede encontrarse ni en la
cosa en general ni tampoco en lo que puede convertirse en cosa, el
sujeto, sino que en lo que de ningún modo puede ser cosa, es
decir, si hay un Yo absoluto, sólo puede encontrarse en el Yo
absoluto. Por tanto, el Yo absoluto sería determinado en primer
término como aquello que no puede hacerse objeto absolutamente
nunca.”33
El absoluto que busca debe ser incondicionado, para que así le pueda dar unidad
a la diferencia entre libertad y necesidad, y entre ser y pensamiento. Aunque Fichte con
su Yo introduce la noción de incondicionado, se queda en el ámbito práctico, y Schelling
introduce un incondicionado teórico que lo sitúa más allá de los límites de la filosofía
kantiana. Ya que Kant afirma que no se puede postular ninguna concepción o teoría que
rebase la experiencia (la metafísica), ya que, para él todo nuestro conocimiento parte
de la experiencia. Kant dice: “Pues ¿cómo podría ser despertada a actuar la facultad de
conocer sino mediante objetos que afectan a nuestros sentidos y que ora producen por
sí mismo representaciones, ora ponen en movimiento la capacidad del entendimiento
para comparar estas representaciones, para enlazarlas o separarlas y para elaborar de
este modo la materia bruta de las impresiones sensibles con vistas a un conocimiento
de los objetos denominado experiencia?” 34
Lo primero que hace es definir el concepto de incondicionado, diciendo que lo
incondicionado no puede ser cosa u objeto. Schelling hace la distinción entre
condicionar, que es una acción por la que algo se convierte en cosa, y condicionado,
algo que se ha hecho cosa, de lo cual se deduce a su vez que nada puede ponerse por
sí mismo como cosa, es decir, que una cosa incondicionada representa una
contradicción.
33Boada, Ignasi, “El concepto schellingiano del Yo absoluto y los inicios del Idealismo
Alemán”, en El inicio del Idealismo Alemán, (ed. O. Market y J. Rivera de Rosales), Editorial
Complutense/UNED, Madrid, 1996, p. 308
52
Tampoco puede ser sujeto ya que éste puede convertirse en cosa: El Yo absoluto
no puede ser sujeto, porque en el fundamento último de la ontología el ser no puede
concebirse como exterior al pensamiento, es decir, no puede aparecer como objeto, es
decir, nunca podría entrar en la conciencia (ya que para que algo entre en la conciencia
es necesaria la división que hay entre el sujeto y el objeto), y por tanto, sólo puede
considerarse como pura identidad. Identidad, entendida como un Yo absoluto que
unifica y fundamenta la división entre sujeto y objeto.
Este Yo absoluto es también libertad absoluta, su esencia es la libertad, porque
precisamente al ser un Yo absoluto excluye el no-Yo (la naturaleza, el límite, o
entendida también como diferencia), la forma de la libertad es la pura identidad absoluta
del Yo [Yo=Yo, o A=A]; la esencia del Yo es la pura libertad porque el Yo absoluto
excluye necesariamente el no-Yo. Y, por tanto, la libertad tampoco puede tomar la
forma de un objeto.
Al momento de rechazar el no-Yo se origina una pregunta, si el no-Yo no existe,
¿dónde se encuentran las cosas finitas? Lo finito o lo contingente se encuentra dentro
del mismo Yo absoluto. Si el no-Yo puro queda excluido, entonces tenemos que
entender que fuera del Yo no hay nada y que toda determinación o finitización se
encuentra en el seno mismo del Yo. Por tanto, cuando aparece el no-Yo (naturaleza), es
porque es puesto por el mismo Yo (esta auto posición del Yo es objeto de la Teoría del
Conocimiento), es autolimitación, paso necesario para poder llegar a la conciencia
(donde se da necesariamente división de sujeto y objeto).
Entonces, la realidad con la que cuenta el no-Yo no es ajena o independiente, sino
que participa necesariamente de la identidad del Yo absoluto. Por lo tanto, el no-Yo es
real en la medida en que se conforma con la identidad del Yo.
“Lo exterior al pensamiento no tiene la forma de la realidad y, en
consecuencia, no es. Lo que es real lo es referido al pensamiento,
a su pura identidad, unidad e incondicionalidad. Así, del hecho de
53
que el Yo sea infinito se sigue que es indivisible y, por tanto,
incomparable”.35
35Boada, Ignasi, “El concepto schellingiano del Yo absoluto y los inicios del Idealismo
Alemán”, en El inicio del Idealismo Alemán, (ed. O. Market y J. Rivera de Rosales), Editorial
Complutense/UNED, Madrid, 1996, p. 312
54
dejar de ser algo objetivo, porque un objeto pensado sólo se da con relación a un sujeto
pensante. Gracias a esta abstracción, la razón se transforma en el único en-sí. Por
tanto, no existe ni el ser en sí de un sujeto, ni de un objeto, su ser se encuentra en su
identidad.
El conocimiento de la razón es un conocimiento de esencias, es decir, como son
en sí, y por eso, la filosofía se encarga del absoluto, porque en él reside la esencia de
las cosas.
La razón es saber, y sólo hay saber en esta razón, por lo tanto, en ella se
encuentra sujeto y objeto. La razón es conocimiento, no hay nada fuera de ella que
pudiera ser objeto de conocimiento, sino que todo sujeto-objeto está encerrado en ella,
y sólo se puede conocer por autoconocimiento.
Entonces, se pregunta ¿cómo es que hay cosas finitas? Dice que para la
conciencia empírica hay una diferencia cuantitativa (el que las cosas contingentes o
finitas se pueden contar o numerar, ya que son cosas individuales) entre lo subjetivo y
lo objetivo, y que no afecta a la identidad absoluta. La cosa individual es lo que se
encuentra fuera de la totalidad. La diferencia cuantitativa de lo subjetivo y objetivo es el
fundamento de la finitud, mientras que la indiferencia de entrambos es la infinitud. La
finitud significa salirse de la identidad y de la totalidad, es la diferenciación de lo que era
indiferente. En el absoluto esencia y forma son uno y lo mismo, pero ambas se
diferencian en el fenómeno (la cosa finita).
Con esta idea nos dice que si se da el predominio del objeto se forma la
naturaleza; si predomina el sujeto conduce al espíritu, y la unión de ambos forma el
universo.
Lo que en lo absoluto es inalterable, eterno y acabado, aparece en el universo
esparcido en variedad inabarcable, temporalmente tendiendo a través de un progresivo
proceso de desarrollo.
Este proceso se da en la misma identidad, ya que su eliminación es imposible y,
por tanto, aquella tiene que conservarse a través de todo este proceso; lo que pasa es
que se modifica en lo finito, son modos de ser de la identidad en la realidad, que se
conocen como potencias de lo absoluto. Estas potencias son las unidades o las
55
consecuencias particulares (cada ente finito) de la afirmación del absoluto, de la
revelación de lo absoluto en la naturaleza. Estas potencias son las que forman lo que
conocemos por mundo. Y, por lo tanto, todos los entes que forman el mundo son tanto
sujeto como objeto a la vez. Todo ser, de acuerdo con la ley de identidad, reviste la
forma de sujeto-objeto. La diferenciación no afecta la esencia de las cosas, sino sólo la
magnitud de ellas. El factor ideal y el real de las cosas están en una relación
estrictamente complementaria.
Todas estas potencias no se dan de manera individual, sino que son simultáneas,
inseparables, su modo de ser únicamente se da en la serie completa de potencias. La
identidad absoluta se desarrolla como autoconocimiento de la serie de ellas, es decir,
ella es sólo bajo la forma de todas las potencias.
Entonces, esto quiere decir que todas las cosas finitas existen formando parte de
esa totalidad, se fijan al proceso universal de las potencias y, necesariamente, también
a la totalidad. Por tanto, cada cosa, a su modo, es infinita, según el modo de su
potencia; cada cosa es representante del todo, exposición de la totalidad y de la
identidad que abraza la extensión del universo.
Estas potencias se dividen en reales e ideales, según su preponderancia al formar
el mundo. En las potencias reales, la primera es la materia, en cuanto a que es la
configuración de la idealidad en la realidad (la preponderancia de lo finito, lo real). La
segunda potencia es la luz, como la idealidad que disuelve en sí toda realidad, (ya que
concibe a la luz como infinita). La esencia de la materia es el ser, y de la luz es la
actividad. Éstas se unen para formar una tercera potencia donde actividad y ser se
encuentran unidos, esto es, el organismo. En las potencias ideales, a la inversa, es la
configuración de la realidad en la idealidad (la preponderancia de lo infinito, lo ideal). La
primera potencia es el saber, que se pone con el máximo predominio del factor ideal o
de lo subjetivo. La segunda potencia es la acción, como el lado objetivo o real. De la
misma manera que en la esencia del mundo real, deben de unirse saber y acción para
formar una tercera potencia, que es el arte.
La indiferencia de lo ideal y lo real como indiferencia se presenta en el mundo
ideal por medio del arte, pues el arte no es en sí ni un simple actuar ni un simple saber,
56
sino que es una acción completamente penetrada de saber que se ha hecho totalmente
acción, es decir, es la indiferencia de ambos.
Pero ni el mundo de lo objetivo ni el de lo subjetivo jamás puede existir aislado por
sí y, por tanto, la unión de ambos tipos de potencias forma un equilibrio absoluto.
Schelling nos explica que la filosofía es la expresión perfecta de la identidad
absoluta en la medida en que disuelve todas las potencias; es decir, la filosofía es la
que desaparece todas las peculiaridades del mundo ideal que se manifiesta (la
realidad), de la misma manera que Dios en el mundo arquetípico.
Schelling identifica verdad, bien y belleza, porque en sí o según la idea, la verdad
es intuida objetivamente como modelo, y la belleza es intuida objetivamente como
imagen reflejada. La verdad que no es belleza tampoco es verdad absoluta, y a la
inversa. Sólo la belleza en el arte es también la auténtica y legítima verdad. Por la
misma razón, el bien que no es belleza tampoco es bien absoluto, y a la inversa; pues
en su absolutidad el bien se vuelve también belleza.
Para Schelling, el universo, en cuanto la identidad del universo ideal y del real,
está formado por el absoluto o Dios como obra de arte absoluta y en eterna belleza.
Esto es porque esta identidad del universo es necesariamente la originaria, o sea, es la
belleza absoluta misma y, entonces, el universo (conforme a como es en Dios), es una
obra de arte absoluta porque se unen intención infinita con necesidad infinita.
El predominio de lo objetivo como naturaleza que evoluciona hacia el Espíritu,
para que el absoluto pueda tener conciencia de sí mismo con la aparición del hombre
en el mundo.
4.4 TEODICEA
La Teodicea en Schelling se encuentra muy unida a la Ontología teniendo muchas
ideas y conceptos en común, pues identifica a Dios con el absoluto como realidad
omniabarcante.
Como habíamos dicho, Dios o el absoluto son la identidad o indiferencia absoluta
de todos los contrarios. En Dios se identifican lo ideal y lo real, el obrar y el saber, etc.
57
Dios coincide con la indiferencia, mientras que él, en el mundo aparece como diferencia
(la separación de sujeto y objeto, yo y no-yo, etc.). Y por tanto, en cuanto a que es
identidad absoluta, es también totalidad absoluta.
“Dios es una unidad que tampoco puede ser determinada por
contraposición a la multiplicidad, es decir, no es uno en sentido
numérico ni tampoco es meramente lo uno, sino la unidad
absoluta misma, no es todas las cosas sino la totalidad absoluta
misma y ambas inmediatamente a la vez.” 36
37Ibídem, pág. 26
58
En virtud de la idea de Dios se sigue la realidad infinita, es decir, el universo.
Porque como no hay nada fuera del universo, Dios comprende el universo. En Dios
todas las posibilidades son realidades, pero cuando toda posibilidad se hace real es
cuando aparece el universo. Dios mismo, considerado en la afirmación infinita de sí
mismo, es = universo absoluto.
El absoluto o Dios no es en sí consciente porque toda conciencia se apoya en la
unidad relativa del pensar y el ser (es decir, la conciencia surge gracias a la separación
del sujeto y del objeto en la realidad), y en Dios esta unidad es absoluta. No es en sí
inconsciente porque es conciencia absoluta. No es libre porque la libertad descansa en
la relativa oposición y relativaunidad de la posibilidad y la realidad, y en el absoluto
ambas son absolutamente una. No es necesario porque no tiene afecciones; no hay
nada en él o fuera de él que pudiera determinarlo o hacia lo cual pudiera inclinarse.
El infinito ser afirmado de Dios en el universo es la naturaleza eterna, es decir, es
la configuración o manifestación de la infinita idea del absoluto en la realidad tal cual. Al
mismo tiempo, la naturaleza eterna comprende todas las unidades en sí misma, porque
si no fuera así, no se daría la esencia de Dios de manera completa, sino que éste se
habría dividido en el universo, siendo esto imposible. Cada una de las unidades
comprendidas en el universo es a su vez expresión del universo entero.
Afirma que las cosas tienen eterna existencia en las ideas divinas. Cuanto más
perfecta es una cosa tanto más se esfuerza en representar a lo infinito en aquello que
en ella es finito. El mundo visible no es más que la encarnación y la representación de
lo invisible.
De esta manera, con su filosofía de la identidad y su concepción de Dios,
Schelling deriva una teología negativa donde no le da tanta importancia al mundo, lo
pone en segundo nivel para darle preponderancia a la revelación de lo absoluto en las
cosas finitas. Esta idea la fundamenta mediante un panteísmo. Lo absoluto es todo.
Todas las cosas finitas son parte del mismo absoluto. El absoluto es inmanente en lo
finito. Es el fundamento de lo armónico que tiene la realidad finita, y que nos lleva a la
noción de providencia o de la religión.
59
Por otro lado, a lo largo de su vida, Schelling mostró mucho interés por la
mitología, observando su influencia tanto en el pensamiento religioso, como en el
filosófico.
Considera que sólo hay verdadera religión en un pueblo allí donde existen mitos
fundadores que configuren la vida y la sociedad en sus fundamentos últimos. Lo que
más resalta Schelling sobre la importancia de los mitos es la preponderancia de la
imaginación sobre la razón.
Para esta posición romántica sobre el hecho religioso lo que cuenta
es la participación entusiasta de todo un pueblo en unas creencias
que fundan su historia actual y que ponen en juego no meramente
la razón pura práctica, sino la imaginación como potencia espiritual
más activa.38
38De Torres, María José, “Perspectivas sobre religión y filosofía en los inicios del Idealismo
alemán: Fichte y Schelling antes de 1794”, en El inicio del Idealismo Alemán (ed. O. Market y
J. Rivera de Rosales), Editorial Complutense/UNED, Madrid, 1996, p. 295
60
Afirma que los mitos surgen de una necesidad del espíritu humano de expresar y
dar sentido al mundo, un sentido que se remonta a los tiempos primordiales e
inmemoriales, para poder explicar el mundo en su estado actual. Y aquí es donde
reside la importancia del mito en Schelling, ya que lo que el mito hace es volver
sensible al Espíritu, es decir, hacer real al Espíritu que es ideal (pero claro, sin que deje
de ser ideal), y por tanto, esta identidad nos dirige directamente al Absoluto
Schellingiano.
En la parte relativa al problema de la ética, Schelling nos dice que el fundamento
último que armoniza tanto a la libertad como la necesidad, es la identidad absoluta, es
decir, el primer principio, lo Absoluto o Dios. Y porque el primer principio es anterior a
toda conciencia y anterior a todo saber, solamente es objeto de fe, luz pura, raíz
invisible, lo eternamente inconsciente. La ciencia que se encarga de representar el
punto de Indiferencia absoluto de forma objetiva, y que es inmediata a la esencia divina
y absoluta, es la Teología.
Todo el desarrollo del sistema schellingiano no es más que el progreso de
revelación de lo absoluto o Dios: primero como destino ciego, después como naturaleza
que somete las fuerzas inconscientes a una ley, y finalmente, como providencia
consumada. A estos tres períodos los denomina el de la historia, el del destino y el de
la providencia. En la primera etapa, la época griega, la necesidad eterna [la revelación
de Dios] se hacía patente como naturaleza. En ella se encuentran, podríamos decir
encerrada, lo finito y lo infinito unidas, por ser naturaleza, en lo finito. Cuando se tuvo
lugar la decadencia del mundo griego, se dio inicio a la segunda etapa, ya que se
entendió esta caída como destino, y que tiene su representación en la tragedia. Con la
llegada del Cristianismo se inicia el tercer período, el de la providencia. Aquí se da la
reconciliación entre libertad y necesidad, entre la naturaleza y el destino,
restableciendo, así, la unidad.
Afirma que Cristo hace finito a lo divino, que se pone a la altura de la humanidad
para poder unir al mundo finito con el infinito. Este es el punto que Schelling considera
el más importante, ya que se unifica perfectamente con su filosofía de la identidad. “Es
como si Cristo, en tanto que es lo infinito llegado a lo finito que se sacrifica a Dios en su
61
figura humana, constituyera el final de la antigüedad; él no está sino para marcar el
límite: es el último Dios. Después de él viene el Espíritu, el principio ideal, el alma
predominante del nuevo mundo.” 39
“El mundo antiguo es la parte de la naturaleza de la Historia, al ser
en ella unidad dominante o idea del ser de lo infinito en lo finito. El
final de la época antigua y la frontera de una nueva, cuyo principio
dominante era lo infinito, no se podía hacer nada más que mediante
esto, que lo verdaderamente infinito llegase a lo finito, no para
divinizarlo, sino para sacrificar a Dios en su propia persona y llegar
a una reconciliación mediante esto. La primera idea del
Cristianismo es necesariamente la de Dios hecho hombre, Cristo,
como culminación y final del antiguo mundo de los dioses”.40
62
lo más objetivo posible; lo que a simple vista parecía una técnica de estudio resulto ser
la que provoco su gran facultad para el dominio de mucho material.
Durante su periodo escolar se relaciona de manera muy intima con el desarrollo
de la literatura alemana desde los fundadores hasta los que terminaron con el lapso de
la misma. Cuando las floridas poesías sentimentales eran algo que ascendía y
resaltaba, su mirada se orientaba a otros horizontes, se dirigía en particular a la fuerza
y lo radical de la realidad, sin poner en manifiesto su posición. La literatura griega había
sido importante en los estudios en el gimnasio gracias a personajes como Gesner,
Heyne Winckelman, Lessing y Herder los cuales dieron paso a su definida inteligencia.
Hegel se apasionaba por la comprensión filosófica de la historia, ya por aquel momento
se adjudica los métodos de la historiografía universal y filosófica del siglo XVIII.
Comprende Hegel la religión y el arte en conexión con la vida de las naciones,
este ideal corresponde la extraordinaria lucidez de su ideología política el cual es
expresado en un dialogo de los magistrados romanos que, por ajeno lado, muestra la
influencia shakesperiana.
La aptitud filosófica se hace notoria en el joven en su global deseo de saber tal
como nos lo revelan sus resúmenes y su diario. Se ve evidentemente como a partir del
trabajo histórico de la Ilustración emerge la orientación hacia la sagacidad, hacia la
“interiorización” del proceso histórico. 41
Trata de llegar a los caracteres de los hombres famosos, de las costumbres, de la
religión, a todo el carácter de una nación. En este aliento objetivo se enciende al mismo
tiempo el deseo de la emancipación del hombre de toda la dominación de las creencias
y formas de vida habituales.
En el otoño de 1788 comienza los estudios universitarios en Tubinga que duran
cinco años, hasta el otoño de 1793. En esta etapa predomina una alianza única de
regla exterior y libertad interna, las viejas reglas del Instituto, los estudios generales,
especialmente la filosofía, todo fomenta el desarrollo del espíritu científico
41Hegel preciso con las siguientes diciendo: “Hace tiempo vengo meditando sobre la historia pragmática. Hoy tengo
ya una idea de ella idea de ella, si bien bastante oscura y unilateral
63
independientemente de los alumnos, por el contrario era que tal educación un poco
eclesiástica ahogo todos los brotes que su personalidad pudiera ofrecer para la
manifestación exterior y el desarrollo personal. Hegel se distinguía de sus compañeros
de la universidad por que durante un par de años concentra la vitalidad de su de su
ideología en el tema de la religiosidad cristiana.
El andar de su espíritu objetivo consistía en vivir y meditar lo helénico, desde los
inicios escolares, y el cristianismo, en su época universitaria, como las dos más
grandes fuerzas históricas del pasado; de este modo pudo llegar a una conciencia de la
religiosidad judía y de la cristiana.
A través de un trabajo continuado llegaría a captar lo que había de vivo en estos
conceptos en lo que aclaraba la ley y la sanción por ella impuesta representan por si
una concepción religiosa de la vida de tipo inferior. Porque el castigo ni llega a espiar el
crimen ante la ley ni llega a mejorarlo: provoca únicamente el sentimiento de impotencia
frente a un señor.
El perdón de los pecados pertenece a un región que se halla mas allá de la moral
judía: destino reconciliado por el amor. En 1790 sus amigos además de ser compañeros
de cuarto se fue dando una relación de amistad un poco mas intima hasta llegar al
extremo de tener o concebir las misma creencias filosóficas, en este punto se coloca
así a la nueva poesía en cercanía personal de Hegel a través de una de sus más
ilustres figuras.
El primer sueño de amor y felicidad de esta gran alma pura había fracasado, había
triunfado el afán de desarrollar libremente sus fuerzas y, en esta época en la que se
enfrentaba por la expansión de su espíritu, comienza a tomar forma ascendiente sobre
los estudios filosóficos.
Durante los años que transcurrieron en 1788 a 1793 acontecieron los dos más
grandes sucesos universales que llevan a fin la época de ilustración y dan pasó a una
nueva era. Para Hegel y sus amigos lo que llama la atención de Kant es la posición
soberana de la razón frente a las manifestaciones sensibles, a la autoridad y a la
tradición. Hegel se refiere a sus respuestas a las razones de política eclesiástica que
explicarían la corrupción de la filosofía kantiana que planteaba la posibilidad de la
sensibilidad como obtención a priori de conocimiento todo esto dentro de la universidad.
64
Sus amigos y Hegel fundaron un club político del que formaron parte Schelling y
Hoelderlin. Cuando el duque se entero de los discursos revolucionarios, y las palabras
de libertad por los primeros mencionados, se presento rápidamente y le proporciono un
discurso disciplinario. Hegel es resaltado de sus compañeros por ser uno de los más
entusiastas predicadores de la libertad y la igualdad.
En el otoño de 1793 termino su época de estudiante y paso su examen de
candidato a teología. Acepto una plaza en la familia Steiger, que pertenecía a la
aristocracia de Berna. En 1973 Hegel se entrega de nuevo a Kant. Siente curiosidad
únicamente por el trabajo de su amigo Schelling acerca de la posibilidad de una forma
de la filosofía, y recibió una gran impresión con su lectura, como lo nos prueba una
carta del 16 de abril de 1795.
En una carta a Hegel del 4 de febrero de 1795 le aclara Schelling el núcleo
metafísico del tratadito y le anima a que se realice su plan de fijar los límites de las
consecuencias que de la ley moral se pueden sacar sobre el orden del mundo
suprasensible.42
En respuesta Schelling, Hegel el 16 de abril de 1795, se encuentran esclarecidas,
mediante este repudio del método de Kant para fundar un mundo suprasensible, todas
sus presunciones. Su primera obra sobre la Vida de Jesús, había de estar al servicio de
este empeño práctico orientado en el sentido de la ilustración religiosa. El borrador de
esta obre ha sido escrito aproximadamente entre el 9 de mayo de 1795; Hegel concebía
a Dios como el yo absoluto, y por tanto para él la Vida de Jesús tenía un fin práctico y
sirve a la realización de su religión popular. La narración comienza con la acción de
Juan Bautista. Pasa enseguida a Jesús, sus padres son María y José; en este punto
Hegel nos presenta la capa más profunda de la tradición y para nada toca
descripciones pasadas, pero lo que más misterioso del relato es la breve noticia acerca
de las tentaciones; se escuchan en ella las voces del Fausto Goethiano 43
Pero Jesús
elige quedarse dentro de los límites del poder del hombre sobre la naturaleza. Y define
42Partiendo de la conexión del conocimiento humano reclama que la ciencia se halle bajo la forma de la
unidad, la condición tanto de su contenido como de su forma y del el mismo.
65
al Espíritu santo como la “moral desarrollada” de los discípulos de Cristo, así para
Hegel la última visita a Jerusalén y la muerte de Jesús representan el acto final de un
drama que se desarrolla entre la fe eclesiástica estatuida y la religión de la razón.
Pero en realidad la obra de Hegel no sería comprensible si un manuscrito acerca
de la religión de la razón con la religión positiva. En su mayor parte estaba escrito antes
del 2 de noviembre de 1795; el resto lleva la fecha de 29 de abril de 1796. En este
escrito mostraba a la razón práctica como la religión de Jesús, y ahora Hegel planteaba
las cuestiones que formaban el fundamento de su ensayo ¿Qué es lo que pudo motivar
en la doctrina y en la vida de Jesús que su religión se convirtiera en una fe positiva?
Una religión moral de la razón se compone de verdades eternas. Ahora bien, ¿Qué
elemento de ella hizo posible su transformación en una religión histórica, por lo tanto,
autoritaria? Con esto continua su estudio sobre la vida de Jesús y posteriormente sus
demás obras se ligan íntimamente con la primera claro de una manera ya mas
desglosada y entendible.
5.1 DIALECTICA HEGELIANA
Aristóteles introducía a Hegel la idea de un método que podía ser practicado
incluso sin saber el que de las cosas que estuviese tratando, esto fue restaurado en el
siglo XVIII por la dialéctica trascendental de Kant.
43Voz de Fausto: No vale la pena tratar de llegar lo más lejos posible mediante el estudio de la naturaleza y la unión
acaso con espíritus superiores, para cambiar materias innobles en materias preciosas, útiles para el hombre o
hacerse independiente de la naturaleza
66
manera externa, la consecuencia inseparable del pensamiento en continuo ascenso.
La razón del porque la dialéctica tiene que ser objetiva es resumida por Hegel de
la manera siguiente, la filosofía era apta de estar más cerca que la nueva, de la
sencillez de lo teórico, por que las antiguas concepciones aun no han sido arrancadas
del terreno de la diversidad especifica, a lo que deben concebir: son determinaciones
aun no elevadas a la universalidad de la razón, y en las cuales es premeditado todo lo
que acontece en el conocimiento del lenguaje natural; para él la dialéctica antigua tenia
la característica de ser objetiva.
Lo que va armando el cuerpo dialectico no son las relaciones entre los conceptos
sino mas bien el hecho de que en cada fase de un pensamiento se piensa a “sí mismo”
de la autoconciencia, que reclama anunciar cada una de estas determinaciones y solo
al concluir en la “idea absoluta” alcanza dominancia su representación lógica.
68
Para la dialéctica de la fenomenología del espíritu su movimiento es movimiento
de la superación de la diferencia entre saber y verdad, donde surge una intervención
entre el saber absoluto. La ley que gobierna el movimiento de esta dialéctica tiene su
fundamento en la verdad de la filosofía moderna, que al mismo tiempo es la verdad de
la autoconciencia.
69
sujeto, algo que no propiamente paradójico y que es comprensible mediante
conocimientos de historia de la filosofía que son característicos del sistema hegeliano.
El espíritu es el pensamiento preciso para una adecuada definición del principio ultimo
de lo real, la sustancia tiene que pensarse como sujeto subyace a todo actividad que es
básicamente conocimiento y, sobre todo, conocimiento de sí misma.
La sustancia es concebida como lo real último y el sujeto, que significa el saber de
si, tienen un sentido muy escaso, en comparación con las definiciones de los conceptos
que Hegel puede dar sobre los mismos.
La sustancia es sujeto: El sujeto, autor relación docta sino más bien como una
actividad en la cual y a través de la cual se compone la autor relación docta. El sujeto
por sí solo no puedo obrar en la decisión entre la abstención de obrar, su naturaleza
radica en aquello entre el ser y actividad lo cual se nombraría yo o autoconciencia, en
este punto el sujeto es fagocitado por la actividad autorreferencial. Sin esta no hay nada
y en su concepto lo único que hay que concebir es esa actividad, de forma que además
de obrar, en lo cual consiste el sujeto, no quede ningún otro sujeto que simplemente se
mantenga e inicie la actividad. Como el obrar que es sujeto no llega de manera fugaz a
comprenderse, entonces la autor relación docta tiene que producirse sometida a
secuencias de niveles llamadas tiempo.
70
La determinación del sujeto es la distinción de los accidentes entre si y al resaltar
de la sustancia como sujeto en contraste con los accidentes, entonces resulta fácil
entender el término determinar aquí es donde se introduce un nuevo elemento de
importancia que es característico del concepto hegeliano de sistema. El sujeto como tal
no es distinto únicamente como algo de otro algo que no es lo mismo que él; el sujeto
se diferencia a todo lo que sencillamente es distinto a él. Es entendible que para Hegel
la forma del sujeto es negatividad, la subjetividad tiene un sentido meramente lógico de
una curso de pensamiento, en el cual hay que desglosar la unidad de un concepto
mediante valores opuestos, hasta que estos valores exijan un nuevo sentido de unidad,
así, pues, todo transcurso lógico en un sentido propiamente hegeliano, es efecto de que
la sustancia sea a la vez sujeto.
72
en la lógica y su mayor argumento eran las ideas. La lógica de Hegel consiste el llevar a
su complimiento la legitimidad de cada pensamiento, desplegándolos de un sistema
complejo de pensamientos. La lógica de Hegel no podía ser aprobada por medio de
los diálogos socráticos, ya que estos se basaban en las representaciones ficticias del
saber y los pensamientos solo funcionan como una serie de preguntas y respuestas;
tampoco podía ser fundamentada por el estilo Platónico del mundo de las ideas, lo cual
provoco un conflicto para la lógica de Hegel y empezó la búsqueda de algún
fundamento que respaldara su lógica.
El fundamento que Hegel creyó adecuado, era la ciencia por medio de su sistema
metódico, utilizando un método cartesiano de donde se despliega la dirección de la
filosofía trascendental, partiendo de la autoconciencia.
Al incluir a la ciencia como el método de la lógica, lleva a una deducción de los
conceptos de la ciencia lógica, en los cuales el espíritu ha ganado el elemento puro de
su existencia, el concepto es lo que determina el sistema de la ciencia en su totalidad.
Esta deducción representa la totalidad de las posibilidades del pensamiento, con esta
deducción, Hegel trato de convertir la lógica tradicional en una genuina ciencia
filosófica, lo que en resumidas palabras seria el método de la dialéctica.
El nuevo sentido científico que Hegel pretende dar a su lógica, consiste en
desarrollar un sistema universal de los conceptos del entendimiento, partiendo de las
teorías kantianas; las teorías de Kant siempre se basaron en categorías que eran
reflexiones del pensar sobre sí mismo, Kant denominaba anfibólicas a estas reflexiones
del pensar. Las categorías no son solo determinaciones formales de los enunciados, la
idea de Hegel era concebir esta tradición de las categorías como una doctrina de los
conceptos básicos del ser, que constituyen el objeto de la experiencia al igual que los
conceptos de la reflexión; Hegel pretende devolver su función original al concepto de
“forma”, que proviene de la metafísica aristotélica. Para entender la lógica hegeliana
hay que entender la doctrina del ser, la doctrina de la esencia en la doctrina de los
conceptos.
La doctrina del ser sigue las categorías kantianas, de forma que abarca cantidad y
calidad, mientras que la doctrina de la esencia y el concepto, despliegan las
73
categorías de Kant en razón de la relación y modalidad. Todas estas determinaciones
eran vistas con negatividad y no eran el mejor argumento para una ciencia lógica.
La idea de un ciencia lógica no fue plenamente alcanzada por Hegel, él mismo
reconoce que su propio lógica es un ensayo necesitado de perfeccionamiento, en
consecuencia, lo que Hegel quiere decir no es sólo que no haya llegado a completar la
magna tarea que sea propuesto con su lógica, sino que esa tarea es incompletable.
A pesar de que la tarea de la lógica fue incompleta, la lógica de Hegel tuvo mayor
resultado cuando hizo énfasis en la lógica natural, énfasis que agrego a su obra:
fenomenología del espíritu. La lógica natural de Hegel fue fuertemente argumentada por
la lógica trascendental lo que provoco un interés por su análisis.
Hegel se refiere a la lógica natural como el instinto lógico del lenguaje. La
expresión instinto que Hegel utiliza, significa la tendencia inconsciente, con la
apariencia de compulsión que se manifiesta en el comportamiento animal. Lo que se
hace por instinto no es otra cosa que realizar de modo inconsciente, todo lo que se
pudiera haber hecho con ayuda de la conciencia. Hegel incluye como uno de los
instintos, al lenguaje; al hablar del instinto lógico del leguaje, se incluye también la
dirección y el objeto del pensamiento, lo que Hegel llamo lo lógico, argumentando que
es una tendencia objetiva de la razón.
En la idea de la lógica se refuerza con el lenguaje, debido a que la razón son
determinaciones del pensamiento que operan de manera eficaz en la lógica natural del
lenguaje , haciendo que todas las determinaciones del pensamiento se resuman a un
concepto. Se pensaba que el lenguaje no es más que una forma instintiva y está en
espera de ser penetrada por una reflexión del pensar, pero Hegel establece una
correspondencia entre lógica y gramática, lo que apoya a lenguaje a dejar de ser sólo
una forma instintiva, Hegel hace es relación por medio de una comparación:
“La vida que cobra una gramática muerta en el uso efectivo del
lenguaje con la vida que cobra la lógica cuando su estructura
muerta se llena de contenido concreto del uso que se hace de
ellas en las ciencias positivas”.45
74
Para Hegel, antes de incluir la lógica natural, la lógica era una figura tradicional,
una ciencia pura de la forma, lo que la hace ser una y la misma en todo uso que se
haga de ella en las ciencias o fuera de las ciencias. Sin embargo la idea de la lógica de
Hegel se desarrolla dentro de la tradición de la analítica trascendental de Kant , no lo
toma como un sentido formal por lo que está limitada a adquirir únicamente su
concreción, esto lleva a una unilateralidad del neokantianismo , se pretendía hacer un
monopolio de la ciencia , por lo contario la idea de Hegel era introducir una variedad
de la estructura lingüística del ser humano , así como una gama de anticipaciones
lógicas que sirven como articulaciones del lenguaje , razón por la cual argumenta que
instinto lógico esta clavado en el leguaje y no se pude agotar elevándolo al nivel
conceptual de la lógica, al contario engrandece la variedad de los lenguajes.
Todo parecía indicar que Hegel estaba enfocado en una lógica natural de donde la
función principal era el lenguaje, pero hace un retorno para poder comprender la lógica
que él mismo argumentaba, no le queda más remedio que presuponer las categorías y
las reflexiones de las teorías de Kant, este retorno lo hace para explicar de manera
dialéctica, el significado de las categorías y reflexiones. Que al explicarlas lo llevarían a
la relación entre palabra y concepto.
Los conceptos únicamente son lo que son en función y esta función está
constantemente sustentada en la lógica natural del leguaje; cuando hablamos, no
estamos, en rigor, utilizando palabras sin sentido, lo que hacemos al utilizar palabras no
es aplicar un uso arbitrario de un instrumento determinado. Las palabras son el único
modo en que podemos en que podemos expresar el lenguaje, el uso del lenguaje, no
depende de nosotros sin o nosotros dependemos de él, puesto que no podemos ir
contra él. Se podría decir entonces que del lenguaje dependen los conceptos pero
tampoco los conceptos son un instrumento de nuestro pensamiento, si no son los que
han de seguirle o los que descubren la prefigura de los pensamientos en la lógica
natural del lenguaje.
Los conceptos resultan ser la manera de expresar el pensamiento, por lo que
Hegel afirma que la verdad de la naturaleza humana, está determinada por la finitud del
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fenómeno del lenguaje y del pensamiento, que pretenden ser siempre contemplados
por la ley de la finitud humana. El lenguaje no es una forma transitoria de la razón
pensante, que se consuma en la transparencia de lo pensado, tampoco se le puede
considerar un intervalo medio de lo pensado ni su totalidad; la esencia del lenguaje no
se reduce únicamente a ser el patente de lo pensado, por el contrario, sólo cuando es
captado en palabras es cuando el pensamiento cobra su existencia determinada , de
esto resulta que el lenguaje tome dos direcciones : por un lado tiende a la objetividad
del pensamiento , pero por otro retorna del pensamiento y se enfoca a la complejidad
de las palabras.
Cuando Hegel pretende establecer la legitimidad del lenguaje se enfoca en lo
lógico, afirmando que es lo más entrañable del lenguaje y lo expone en todos los
ámbitos de la dialéctica. Afirma que hay razón para pensar de manera reflexiva ya que
el lenguaje cuenta con una característica objetiva, en la cual, el pensar tiene su propio
asentamiento y fundamento.
Esos fundamentos hacen que el lenguaje al hablar y al expresarse un sujeto, no
sea el mismo el que se expresa, sino una “iluminación”, que es un descubrimiento que
encubre al pensamiento y lo canaliza el lenguaje. Hegel llama a esto “lo especulativo” y
habla de “la proposición especulativa” , que funciona como oposición a todas las
proposiciones enunciativas, que describen a un sujeto en predicado, para Hegel, es
una relación de tanto enunciado como lenguaje , la proposición especulativa ; exige y
mueve el pensar, no está lejos de ser un juicio delimitable de acuerdo con su
contenido enunciativo, a esta afirmación se le suma una idea Hegel :
“Lo que acontece al hablar, es tan culto como sigue siendo el
lenguaje mismo, en el hablar, la esencia de lo culto”46.
46Ibídem. P. 77.
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CONCLUSIONES
Kant
Se concluye que la ética de Kant, comprende lo ético como una teoría de la buena
voluntad, donde no existe nada empírico, debido a que la teoría de la buena voluntad se
basa en un moralidad correcta de donde no se acepta nada que sea por experiencia,
es verdad que la moralidad la ejerce el hombre, pero Kant afirma que esta moralidad es
dada por la naturaleza. La buena voluntad planteada por Kant, es aquella que se da
independientemente del interés o del “poder dar”, es aquella que se da por el simple
hecho de querer actuar con moralidad.
Concluyo que La estética trascendental o condiciones que determinan “a priori” la forma
de todo objeto posible, o sea el espacio y el tiempo. La sensibilidad es usada por Kant
para asociarla con la utilización de las matemáticas mediante los juicios sintéticos que
tienen como condición la métrica del tiempo y el espacio.
El tiempo es una forma de nuestra percepción y la matemática que está construida
sobre la forma de toda vivencia, se ajusta perfectamente a la realidad.
El espacio es la forma de la experiencia o percepciones externas, el tiempo es la forma
de las vivencias o percepciones internas y externas.
El sujeto imprime en el objeto las formas de espacio y tiempo.
Las cosas en si mismas, si las hay, no podemos conocerlas, sólo podemos hablar de
los fenómenos en el espacio y el tiempo.
Neokantianos
Se concluye que Kant , tenía suma razón al llamar a los neokantianos : “mis amigos
hipercríticos” ya que aunque los neokantianos se dividieron en dos tendencia opuestas,
como la escuela de badén y la escuela de mar burgo; sus interés y teorías
desarrollados fueron totalmente diferentes u opuestas, siempre se basaron en las
teorías de Kant y sus obras.
Respecto a la escuela de mar burgo, concluyo, que su teoría del conocimiento, es una
más que lucha contra la metafísica al igual que lo hacen todas las ciencias exactas, de
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tal manera que si su teoría logro llegar a esa lucha contra la metafísica, se puede
afirmar que su teoría es del todo eficaz.
Fichte
Fichte fue caracterizado por la entrega que demostró en volver comprensible su trabajo.
Todo el esfuerzo que puso en continuas publicaciones puliendo su obra y corrigiendo
errores, fue para exponer cada vez mejor su filosofía. Esta es una buena actitud, el
sabio debe ser humilde y estar al pendiente de corregir sus errores.
Los temas que aborda son temas que conciernen a todos. Él nos habla de la verdad, de
un principio primero, del entendimiento, de la revelación, del espíritu, de la conciencia,
del yo, del Absoluto... Estos y más son elementos que componen nuestra vida cotidiana
y no es menos importante para nadie el tenerlos presentes.
Hay una idea muy buena, que Fichte retoma del Nominalismo y que este a su vez se
inspira en Platón, quien dice que “sólo tienen existencia real las entidades particulares”,
es decir, los individuos. Esta idea se aplica en el Nominalismo refiriéndose a los
nombres, a las palabras, las cuales no tienen sustancia y por lo tanto son meras
abstracciones, símbolos, sonidos de la voz. Existen sólo en el campo intelectual, mas
no en la realidad; esto significa que las palabras no son reales, ya que no son la
esencia de las cosas que describen, sino sólo representaciones.
También resultan importantes los tipos de goce que menciona Fichte. El primero está
fundado en la satisfacción de la sensibilidad animal, el cual se consume y destruye así
mismo; a comparación del segundo, el espiritual, que se incrementa por sí mismo.
Este tema ha sido punto de debate desde épocas antiguas.
El propósito de Fichte fue que la gente se diera cuenta, que cuando uno es amigo de la
verdad se libera y se hace a si mismo libremente, en una dirección que uno mismo
decide.
Schelling
Para Schelling, el ser absoluto abarca toda la realidad. El absoluto es la unidad
indiferenciada de sujeto y objeto, ser y pensar, finito e infinito; es decir, en el absoluto se
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identifican todos los contrarios y se sitúa más allá de cualquier límite que tengan, tanto
el pensamiento como el objeto.
Es importante conocer y analizar la Filosofía de la Naturaleza ya que Schelling da este
pasó del absoluto a las cosas finitas al afirmar que la finitud es salirse de la identidad,
de la totalidad. El absoluto se revela en la Naturaleza. Esta revelación es un proceso
del absoluto que inicia en la naturaleza, va evolucionando y culmina con la aparición del
hombre para que el mismo absoluto pueda tener conciencia del mundo y de sí mismo.
En la Filosofía de la Naturaleza Schelling desarrolla toda una teoría evolucionista, que
incluye procesos físicos y químicos que explican el porqué de la existencia del mundo y
cómo funciona. Pero la Naturaleza no deja de ser el absoluto, como él mismo nos dice:
“La Naturaleza es el Espíritu visible, mientras que el Espíritu es la Naturaleza invisible.”
En Teodicea, Schelling nos explica su concepción de Dios, (que por cierto lo identifica
con el absoluto de la materia de Ontología, adoptando sus mismos atributos) lo concibe
como la identidad o indiferencia de todos los contrarios. Después se menciona la
revelación de Dios en el mundo y se da paso a un panteísmo, en donde Dios lo es todo.
A continuación explica la importancia de los mitos en la formación religiosa de los
pueblos y se concluye con una explicación de su concepción acerca de la religión
cristiana como la religión suprema.
El arte es la manifestación más elevada del absoluto. En la actividad estética se
unifican la conciencia y la inconsciencia, la necesidad y la libertad, y se realiza una
vuelta al origen, es decir, al absoluto.
Para comprender el sistema de Schelling es importante dar a conocer estos puntos, no
importa el orden en que se estudien ya que lo preparo de tal manera que siempre iban
a poder unirse.
Hegel
Se concluye que la lógica de Hegel, es la lógica mas apegada a lo humano, su lógica se
enfoco en lo natural del ser humano, todo aquello que el ser humano hace por instinto,
incluso la llamo “lógica instintiva”, ya que él afirma que todo aquello que se haga de
manera independiente de la conciencia, se le determina instinto. Su lógica es
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reconocida por ser la que se enfocó al mayor don del ser humano, se enfoco en reforzar
la importancia del lenguaje.
Para Hegel, por lo tanto, la realidad se entiende como lo absoluto desplegándose por la
vía dialéctica en un proceso de autoevaluación. En este proceso, lo absoluto se
muestra tanto en la naturaleza como en la historia de la humanidad. La naturaleza es el
pensamiento absoluto, o ser, que se objetiva a sí mismo bajo una apariencia material.
Las mentes finitas y la historia de la humanidad son el proceso de lo absoluto que se
manifiesta en lo que le es más cercano, a saber, el espíritu o la consciencia. En la
Fenomenología del espíritu señaló las perspectivas de esta manifestación desde los
planos más simples de conciencia, a través de la autoconciencia, hasta los puntos
alcanzados por la razón más avanzada.
La sustancia no se puede concebir como simple sustancia sin la forma del objeto, es
decir no puede concebirse a la sustancia sin un sujeto. Para Hegel la historia de la
filosofía no era más que clave en el desarrollo de las venideras generaciones y del
entendimiento mismo de lo absoluto.
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