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RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL
Contenido:
Contratos-cuasicontratos
Delitos-cuasidelitos
Ley
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
PRIMERA PARTE
LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
Las fuentes de las obligaciones son aquellos hechos o actos jurídicos que
las generan, vale decir, son la causa que originan las obligaciones o derechos
personales.
1. Artículo 1.437 del Código Civil,1 clasificación quíntuple: “Las obligaciones nacen,
ya del concurso real de las voluntades de dos o más personas, como en los
contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la persona que se obliga,
como en la aceptación de una herencia o legado y en todos los cuasicontratos; ya a
consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra persona, como en
los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la ley, como entre los padres y los
hijos sujetos a patria potestad”.
- contratos;
- cuasicontratos;
- delitos;
- cuasidelitos; y
- ley
2. Artículo 578, clasificación doble: “Derechos personales o créditos son los que
sólo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola
disposición de la ley han contraído las obligaciones correlativas; como el que tiene
el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por
alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales.”
1
Cuando en adelante se señale un artículo, y no se indique a qué Código o cuerpo legal pertenece, ha de entenderse que se refiere al
Código Civil.
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a. Obligaciones que derivan del contrato. Éstas, son creadas por la voluntad de las
partes, ellas determinan el objeto de la obligación y su extensión. La voluntad
de las partes tiene un papel preponderante.
b. Obligaciones que derivan de la ley. En este caso, el deudor no ha querido
obligarse, es la ley la que le impone la obligación, sea en virtud de un hecho
lícito o ilícito del deudor (cuasicontrato, delito, cuasidelito), sea que la ley
imponga directamente la obligación sin necesidad del hecho del deudor
(obligación legal propiamente tal, ej. obligación de dar alimentos).
Por último, se reúne en un solo grupo a los delitos y a los cuasidelitos, que
-en sus efectos civiles- no presentan diferencias. Cada una de estas fuentes se
analizarán a lo largo del curso.
¿Es el acto jurídico unilateral capaz de generar obligaciones, tal como los
bilaterales?
Por lo pronto, los actos jurídicos unilaterales son capaces de crear derechos
reales (la ocupación y algunas formas de accesión arts. 606, 657 y 668). Éstos,
también pueden disolver un vínculo jurídico (revocación del mandato, desahucio);
además se puede renunciar a un derecho por medio de un acto jurídico unilateral
(repudiación de una herencia o legado).
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Un sujeto, por su propio y único acto volitivo, puede transformarse en deudor, sin
que sea necesaria la concurrencia de otra voluntad.
B. Promesa de recompensa
C. Promesa de fundación
La declaración de voluntad que realiza el fundador, puede ser por dos vías:
testamento o escritura pública.
Por testamento; conforme al art. 963 del C.C. inc. 2º: “si la asignación
tuviere por objeto la fundación de una nueva corporación o establecimiento, podrá
solicitarse la aprobación legal, y obtenida ésta, valdrá la asignación”.
Por escritura pública; una persona (en vida) se obliga a entregar parte de su
patrimonio para la creación de una persona jurídica. Creada la persona jurídica,
¿puede ella cobrar la suma comprometida al fundador? En caso de ser afirmativa
esta respuesta, éste, sería otro caso de voluntad unilateral como fuente de las
obligaciones.
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El emisor, por ejemplo, una sociedad anónima, emite contra sí misma títulos de
crédito (bonos), comprometiéndose a pagarlos a quien se presente portando dicho título de
crédito. Éstos se extienden a favor de personas indeterminadas, y quien lo emite parece
obligarse por su sola voluntad unilateral, pues no celebraría con el futuro portador contrato
alguno.
2
La Ley Nº 19.857, publicada en el D.O. con fecha 11 de febrero de 2.003, autoriza el establecimiento de Empresas Individuales de
Responsabilidad Limitada.
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SEGUNDA PARTE
ASPECTOS GENERALES DE LOS CONTRATOS
Y DE LA CONTRATACIÓN
Se justifica una teoría general del contrato, toda vez que existen principios
comunes a todos los contratos, hay principios para una determinada clase de
contratos (vgr. contratos reales), y también hay reglas de los contratos en
particular.
Hans Kelsen,3 fue quien estableció la distinción entre el contrato como acto
y el contrato como norma. Para este autor la voz contrato encerraría un equívoco,
pues algunas veces se refiere al acto mismo que los contratantes celebran, y otras
veces se refiere al resultado normativo que el contrato produce para las partes (ley
para los contratantes).
Se ha querido destacar esta dicotomía, puesto que no hemos de perder de
vista que, a parte de ser el contrato una fuente tradicional de las obligaciones
civiles, es también una fuente formal del Derecho, de carácter particular.4
3
DIEZ-PICAZO, Luis “Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial”, Volumen 1, Editorial Civitas, Madrid, 1.993, p. 123.
4
SQUELLA N., Agustín “Introducción al Derecho”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2.000, p. 303; NAVARRO A., René “Manual de
Derecho Civil. Generalidades y fuentes. Relación jurídica (sujetos de derecho)”, Ediciones Jurídicas de Santiago, Santiago, 2006, p. 43.
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A). NOCIONES
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i. Las normas legales imperativas, las cuales deben ser respetadas por los
contratantes, toda vez que éstas, son inderogables por la voluntad de las partes.
Por ejemplo, los elementos esenciales del contrato (art. 1.444), las normas
imperativas en general como las relativas al objeto y causa lícitos (arts. 1.460 a
1.467).
ii. Las reglas generales de la política económica y social nacional, a las cuales el
contrato debe subordinarse, si el Estado (como legislador) ha resuelto intervenir en
el campo contractual. Esta intervención se manifiesta en la figura del contrato
dirigido, el cual ha sido definido como “aquel contrato que se encuentra
reglamentado y fiscalizado por los poderes públicos, en su formación, ejecución y
duración”6. El Estado interviene con el fin de proteger a la parte más débil.
iii. La Lesión. Considerada en general como una desproporción chocante entre las
prestaciones de las partes. Como se sabe, en nuestro sistema jurídico esta
institución no tiene un alcance general, sólo se aplica a casos específicos
(compraventa, arts. 1.888 y ss; permuta, art. 1.900; aceptación de una asignación
hereditaria, art. 1.234; partición de bienes, art. 1.348; mutuo con interés, art. 2.206;
anticresis, art. 2.443; cláusula penal, art. 1.544).
5
Rebus sic stantibus.
6
Alessandri R., Arturo. Revista de Derecho y Jurisprudencia, año 1941.
7
Los derechos potestativos han sido introducidos en el estudio de la teoría general del contrato por tratadistas españoles, estos derechos
potestativos serían las acciones a que dan origen los contratos –nulidad, resolución, cumplimiento forzado-, las facultades para poner
término unilateral en ciertos contratos, la obligación de las partes de actuar de buena fe, la de emplear la diligencia que corresponde según la
naturaleza del contrato, los deberes de conservación y custodia, de restitución, etc.
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La buena fe, por impregnar todas las instituciones del Código Civil, es la
regla general, y constituye una presunción de aplicación amplia (no sólo en materia
posesoria). En consecuencia la mala fe y el dolo deben probarse (arts. 707 y 1459).
Regla básica: Todos los derechos son de ejercicio relativo, entendida esta
relatividad en el sentido que su ejercicio de mala fe, no permite causar perjuicios a
otro. Planiol sostiene que “la jurisprudencia y la doctrina han convertido en regla
8
Como se recordará, en materia civil la costumbre puede acreditarse por cualquier medio probatorio. No ocurre lo mismo en materia
mercantil (ver el artículo 5º del C. Com.)
9
NAVARRO A., René “Manual de Derecho Civil. Generalidades y fuentes. Relación jurídica (sujetos de derecho)”, Ediciones Jurídicas de
Santiago, Santiago, 2006, p. 94.
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de derecho la regla moral elemental que prohíbe perjudicar a otro por espíritu de
maldad”.
ii). Artículo 226 del Código Civil alemán: No es permitido ejercer un derecho
cuando el ejercicio tiene como único objeto dañar a otro.
iii). En Chile, se ha intentado fundamentar la teoría del abuso del derecho en las
reglas de la responsabilidad extracontractual (delitos y cuasidelitos civiles); pero,
aunque no se haya intentado, cabe perfectamente en las reglas de la
responsabilidad contractual, por aplicación del principio contenido en el artículo
1.546, ya visto.
• Arts. 107; 108 y 112: derecho de los ascendientes para oponerse a que un
menor de edad contraiga matrimonio sin su asenso o autorización;
• Art. 150 incs. 9º y 10º: derecho de la mujer casada en sociedad conyugal,
de aceptar o renunciar a los gananciales en el caso que tenga patrimonio
reservado;
• Art. 1.255: derecho a aceptar una herencia;
• Art. 1.317: derecho a pedir la partición de bienes.
1. FASE DE GENERACIÓN
2. FASE DE PERFECCIÓN
10
DIEZ-PICAZO ob. cit. p. 267.
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3. FASE DE CONSUMACIÓN
Con todo, al decir del autor español Luis Diez-Picazo,11 una observación
atenta de estas tres etapas del íter contractual, nos debiera llevar a concluir que
tan solo serían dos, a saber:
11
Ibid. p. 269.
12
Sentir con otro.
13
Léase el Mensaje del Código de Comercio.
14
Véase en la primera parte de este mismo trabajo, los casos de declaración unilateral de voluntad como fuente de las obligaciones.
15
DIEZ-PICAZO ob. cit. p. 271.
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1. CONTENIDO PRINCIPAL
Demás está decir, que nos referimos a los contratos que constan en un
documento, esto es, los contratos escritos.
16
Vid. nota al pie Nº 7 de este mismo trabajo.
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enunciativas. El preámbulo sirve para enunciar las finalidades que las partes se
proponen en el contrato; los motivos, causas o antecedentes del mismo; los hechos
que se han tomado en consideración, como un avalúo de bienes, los deslindes de
una propiedad, y en general, todos los asuntos que las partes estiman necesario
enunciar como previas. A esta parte, es aplicable lo dispuesto en el artículo 1.706:
“El instrumento público o privado hace fe entre las partes aun en lo meramente
enunciativo, con tal que tenga relación directa con lo dispositivo del acto o
contrato.”
Además, los contratos pueden tener anexos, que son los documentos que se
agregan, o a los que se remite el contrato, expresando las partes que se tienen
como parte del contrato para todos sus efectos. Tales son, por ejemplo los
inventarios de bienes a que se refiere un contrato, informes, planos, etc., los cuales
no forman parte de la materialidad misma del contrato, pero se entienden incluidos
en él, por haberse remitido a éstos por voluntad de las partes en las cláusulas del
contrato.
Las formalidades son los requisitos externos con que algunos actos, según la Ley,
deben celebrarse.17 Ihering, ha señalado que “la forma es para los actos jurídicos lo
que es el sello para la moneda”.18 En algunos momentos históricos, la forma del
acto llegó a superar su fondo. Actualmente, se mantienen ciertos actos jurídicos
eminentemente formales (vgr. el matrimonio), pero a la vez, la regla general es el
consensualismo, vale decir, lo normal es que los actos y contratos, en su gran
mayoría sean consensuales y no requieran formalidad alguna.
La forma, sería el aspecto externo del acto, existiendo en principio una sinonimia
entre forma, formalidades, requisitos externos, e incluso solemnidad. En términos
generales, formalidad es sinónimo de solemnidad, pero en sentido estricto, nosotros
llamaremos solemnidad, sólo a aquellos requisitos establecidos en atención a la
naturaleza del acto, y no en atención al estado o calidad de las partes (arts. 1.443;
1.701; 1.682).
17
ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC “Derecho Civil. Parte General”, Tomo II, Editorial Ediar Conosur Ltda., Santiago, 1.991, p.
295.
18
Citado por PESCIO V., Victorio “Manual de Derecho Civil. Teoría General de los Actos Jurídicos y Teoría General de la Prueba”, Tomo II,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.978, p. 167.
19
Las solemnidades para algunos autores es un requisito de existencia (basándose en el artículo 1.443 y principalmente en el artículo
1.701); para otros autores, y especialmente teniendo en cuenta el artículo 1.682, las solemnidades son un requisito de validez, máxime
considerando que la sanción expresamente establecida en la Ley es la nulidad absoluta.
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Como dijimos, no todas las formalidades son solemnidades propiamente tales. Con
ello, queremos, señalar que existen además de las solemnidades, por lo menos
cuatro tipos más de formalidades. Además de sus requisitos, difieren en las
sanciones que traen aparejadas.20 Brevemente las estudiaremos a continuación.21
Aquí, estamos frente a aquellas situaciones en que, por las particularidades del
sujeto que celebra el acto o contrato, deben cumplirse ciertos requisitos
habilitantes, de manera que tales sujetos no pueden actuar válidamente en la vida
del Derecho sin tales requisitos. Son formalidades establecidas en atención a la
calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan.
A estos requisitos, están sujetos los incapaces, por razones obvias. Si un incapaz
absoluto, actúa sin su representante legal, la sanción será la nulidad absoluta; si un
incapaz relativo actúa fuera de su peculio profesional, o fuera de los casos en que
está autorizado por Ley a actuar; sin autorización, representación, o ratificación de
su representante legal, la sanción será la nulidad relativa.22
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En materia civil, los artículos 1.708 y 1.709 inciso primero establecen una
formalidad ad probationem. El artículo 1.708 dispone que no se admitirá prueba de
testigos respecto de una obligación que haya debido consignarse por escrito; a su
turno el inciso primero del artículo 1.709 señala que deberán constar por escrito los
actos o contratos que contienen la entrega o promesa de una cosa que valga más de
dos unidades tributarias.
Las formalidades ad publicitatem, son requisitos establecidos por la Ley, para dar
publicidad a ciertos actos, vale decir, el fin es dar comunicación cierta a
determinados sujetos, y con ello hacerles oponibles el acto. Así las cosas, la
sanción a la omisión de una formalidad exigida por vía de publicidad o ad
publicitatem, será la inoponibilidad del acto o contrato frente a terceros.
23
Esta limitación, no rige para probar obligaciones derivadas de una fuente extracontractual.
24
Art. 20 Ley 18.101: “En los contratos de arrendamiento regidos por esta Ley que no consten por escrito, se presumirá que la renta será la
que declare el arrendatario.”
25
El estudio en detalle de esta normativa, corresponde al curso de Derecho Laboral.
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1. ELEMENTOS ESENCIALES
Los elementos o requisitos esenciales del contrato son aquellos sin los
cuales o no produce efecto alguno, o degenera en un contrato diferente.
Entre los requisitos esenciales podemos distinguir los que son generales a
todos los contratos, y los que son especiales de un contrato en particular (vgr. cosa
y precio en la compraventa). Requisitos esenciales generales, son los que debe
reunir el contrato en razón de ser éste un acto jurídico.27
• Consentimiento (o voluntad);
• Capacidad;
• Objeto Lícito;
• Causa Lícita;
• Solemnidades.
2. ELEMENTOS DE LA NATURALEZA
26
Como se verá más adelante, son casos de inoponibilidades producidas por la omisión de formalidades exigidos por vía de publicidad: i)
art. 447; ii) El art. 1.707; iii) art. 1.902; iv) El art. 2.513; v) arts. 296 y 297 del C.P.C.; art. 35 inc. 2° Ley N° 18.290 (Ley de Tránsito).
27
En este punto es importante indicar que, para un acabado entendimiento de lo que sigue en el curso, es menester volver a estudiar el
capítulo completo de la Teoría del Acto Jurídico de Derecho Civil I. Por esta razón, no se incluye en el presente apunte lo referido a dicha
materia.
28
Los que serán estudiados en la parte especial de los contratos.
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3. ELEMENTOS ACCIDENTALES
Son introducidos por las partes voluntariamente, los cuales modifican sus
efectos normales. Características:
3.1 LA CONDICIÓN
3.2 EL PLAZO29
3.3. EL MODO
Ejemplo: Te doy esta biblioteca, pero deberás ayudar a “xx” para que
finalice sus estudios de Derecho. El modo no es una condición, porque no suspende
la adquisición de un derecho (art. 1.091). El derecho cargado con el modo se
adquiere pura y simplemente, sólo sujeto a la carga modal.
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Si la carga es en beneficio del solo deudor modal, no impone obligación alguna (art.
1.092);
A). CARACTERÍSTICAS
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Es una caución, por lo que impulsa al deudor a cumplir su obligación (1.535). Por
ser una caución, es una obligación accesoria. Su nulidad no afecta la validez de
la obligación principal, pero la nulidad de ésta sí acarrea la nulidad de la
cláusula penal (1.536). También por ser caución, es una obligación condicional:
depende del hecho futuro e incierto que el deudor no cumpla la obligación
principal. Por último, es necesaria la existencia de una obligación principal a la
que acceda;
Otorga una acción al acreedor (art. 1.472) referida a las obligaciones naturales en
contra de los terceros que las caucionen; y
Por ser una avaluación anticipada de perjuicios, debe cumplir con todos los
requisitos que permitirían al acreedor cobrar dichos perjuicios (incumplimiento
del deudor, culpa o dolo, el deudor debe estar en mora; arts. 1.538, 1.537 y
1.557).
Si se ha cumplido sólo parcialmente la obligación principal (se entiende que hay una
aceptación del acreedor en torno a recibir un pago parcial), estaría aceptando el
acreedor una disminución proporcional de la pena (art. 1.539).
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En el segundo caso, se aplica el inciso final del mismo artículo, esto es, en
los contratos que contienen obligaciones de valor inapreciable o indeterminado, se
deja a la prudencia del juez moderarla, cuando atendidas las circunstancias
pareciere enorme
3.5 LA REPRESENTACIÓN
30
Esta última parte del esta norma, ha dado problemas de interpretación. La doctrina más aceptada, es la que señala que es cláusula penal
enorme toda pena que exceda en el doble de la obligación principal. Por criterio de equidad, se ha abandonado la posición que estimaba que
era enorme, aquella cláusula penal que excedía al triple de la obligación principal.
31
Interés corriente es el interés promedio cobrado por los bancos y las sociedades financieras establecidas en Chile.
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La patria potestad, y las tutelas y curatelas (guardas), se estudian en Derecho de Familia.
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a. Teoría de la ficción: (Pothier) Según esta doctrina hay una ficción legal que
hace aparecer actuando al representado, en vez del representante quien es
el que, en realidad, ha celebrado el acto jurídico;
b. Teoría del mensajero: (Savigny) El que celebra el contrato es el
representado, quien utiliza un nuntius (mensajero) para que le transmita su
voluntad al otro contratante. Este mensajero sólo actúa como vehículo de la
voluntad del representado;
c. Teoría de la cooperación de voluntades: (Mitteis) Lo que en realidad existe,
es una cooperación de las voluntades del representante y del representado,
de modo que entre ambos forman la voluntad que dará origen al acto
jurídico que se celebrará con la otra parte;
d. Teoría de la modalidad: (Pilon - Levy Ullman) Esta teoría sostiene que el
acto lo celebra el representante, pero los efectos se radican en el
representado. Es una modalidad y como tal, modifica los efectos de los
actos jurídicos. Para muchos autores, esta teoría cabe perfectamente en
nuestro ordenamiento jurídico, ello se desprende del artículo 1.448: “lo que
una persona ejecuta a nombre de otra...”, vale decir, quien actúa es el
representante; luego el mismo artículo agrega: “...produce respecto del
representado iguales efectos que si hubiese contratado él mismo”. Aquí se
contiene el sentido, en cuanto modalidad, de esta institución: los efectos del
acto no siguen la regla general, sino que se radican en el representado.
33
La agencia oficiosa, como cuasicontrato, se estudia en el capítulo dedicado a los cuasicontratos.
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Arras que se dan como parte del precio o en señal de quedar convenidos, esta es la
excepción de la regla general, artículo 1.805. En este caso, las arras “no son
una caución”, sino que son parte del precio del contrato de compraventa. Las
partes no pueden retractarse del contrato, porque éste ha quedado perfecto,
salvo que la ley exija escritura pública para dicho perfeccionamiento (ej.
compraventa solemne).
A). GENERALIDADES
Una cosa es la interpretación del contrato, del contrato mismo como unidad
jurídica independiente, y otra muy diferente es la interpretación de las normas que
disciplinan la interpretación de los contratos, vale decir, la interpretación de los
artículos 1.560 a 1.566 del Código Civil. Dichas normas son obligatorias para las
partes y sobre todo para el juez, y no meros consejos como algunos autores
sostienen. Así, su interpretación está gobernada por los artículos 19 a 24 del
Código, al igual que el resto de las normas legales. Es el juez quien debe
interpretar los contratos, determinar su alcance según los artículos 1.560 a 1.566.
34
Véase NAVARRO A., René “Manual de Derecho Civil: Generalidades y fuentes (…)”, ob. cit., pp. 46 a 59.
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Sin embargo, ello no es óbice para que las partes también lo interpreten al momento
de cumplir las obligaciones que de éste derivan.
Para la mayoría de los autores, lo que nos dice el artículo 1.560 es que hay
que reconstruir el pensamiento y la voluntad de las partes para interpretar un
contrato. Se trataría de una verdadera investigación sicológica que el intérprete
debe hacer, para descubrir el contenido perseguido por las partes.
En general, todos los métodos son apropiados. Uno de los más importantes
será, en todo caso, la letra del contrato. El artículo 1.560 dice que hay que estar a
la intención de los contratantes más que a lo literal de las palabras, cuando se
conoce claramente la intención de éstos. Luego, el intérprete no puede pasar por
encima de las palabras del contrato, cuando se llega a conocer claramente la
intención de los contratantes; las palabras utilizadas en el contrato, entonces,
juegan un papel muy importante en su interpretación.
Los artículos 1.561 a 1.566, son aplicación del principio o norma básica de
interpretación contenida en el artículo 1.560. Esto quiere decir, que son fórmulas
para encontrar la intención de los contratantes.
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transacción, artículo 2.462: “Si la transacción recae sobre uno o más objetos
específicos, la renuncia general de todo derecho, acción o pretensión deberá
sólo entenderse de los derechos, acciones o pretensiones relativas al objeto u
objetos sobre que se transige”.
Se han formulado diversas críticas a este tipo de interpretación las que, por
razones didácticas, reuniremos en los siguientes grupos:
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El nombre que las partes den al contrato no es decisivo, los contratos son lo
que son y no lo que las partes dicen que son. Debe calificarse el contrato de
acuerdo a la voluntad real de las partes, y no a la voluntad que ellas declaran
(escuela francesa).
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En este sentido entonces, el contrato será unilateral, cuando sólo una de las
partes se obligue y la otra no contraiga ninguna obligación. Ejemplos: comodato,
mutuo, depósito, prenda, fianza, anticresis, donación, mandato gratuito, renta
vitalicia.
IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACIÓN
37
Véase aquí como bibliografía obligatoria: LÓPEZ S., Jorge “Los contratos”, Tomo II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.998, pp. 507 a
540.
38
Véase en este mismo trabajo, la ubicación del contrato dentro del fenómeno jurídico, infra Nº I, primera parte, p. 5.
39
LÓPEZ S., Jorge “Los contratos”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.998; ALESSANDRI R., Arturo “Los contratos”, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago, 1.995.
28
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40
Véanse también los artículos 1.670 y siguientes del Código Civil.
41
Las cosas perecen para el deudor.
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En cambio, si sólo una de las partes obtiene beneficio o utilidad sin soportar
gravamen, el contrato es gratuito o de beneficencia. Ejemplos: donación, mutuo sin
interés, depósito, mandato gratuito, fianza, prenda, hipoteca.
42
ALESSANDRI, ob. cit. p. 23.
43
Véase el Art. 44.
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iv) En cuanto a la acción pauliana, ésta es más exigente respecto de los contratos
onerosos (Art. 2.468).
v) Los contratos gratuitos nunca serán actos de comercio o mercantiles (Art. 3º del
Código de Comercio).
vi) En cuanto a la transmisión de los derechos del acreedor condicional, Art. 1.492.
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Esta norma sólo es aplicable a los contratos conmutativos en que una de las
prestaciones sea pagar una cantidad determinada de un género (que será en la
mayoría de los casos dinero), puesto que los incisos 2° a final del mismo artículo,
tratan de manera distinta el régimen sancionatorio de la cláusula penal enorme
respecto al mutuo, y a los contratos que contengan obligaciones de valor
inapreciable o indeterminado.
ii) Sólo los contratos conmutativos pueden ser rescindidos por lesión enorme (arts.
1.888 y 1.900), jamás tendrá cabida esta institución en los contratos aleatorios. Por
esta razón la compraventa y la permuta de una concesión minera no son
rescindibles por lesión enorme (art. 77 del Código de Minería), puesto que es de la
esencia de la actividad minera su aleatoriedad.
iii) Teoría de la imprevisión. Esta teoría sólo sería aplicable a los contratos
conmutativos.44
Será principal, aquel contrato que no requiera de otro para subsistir, ni para
garantizarlo. Ejemplo la compraventa, el mandato.
44
Véase como bibliografía obligatoria en este punto: FUNDACIÓN FERNANDO FUEYO LANERI, “Estudios sobre reformas al Código Civil y
de Comercio”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2000, pp. 181 a 242.
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Esta clasificación tiene relación con la manera o forma como nacen a la vida
del Derecho los contratos, vale decir, esta distinción atiende al modo de
perfeccionarse los contratos.
33
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
45
Alessandri, ob. cit. p. 34.
46
Volveremos a este punto, al tratar en la parte especial estos contratos.
34
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Es acertada la opinión del profesor don Jorge López S.47, en el sentido que
utilizar la nomenclatura típico o atípico es preferible a las expresiones nominado e
innominado, puesto que estas últimas semánticamente hacen alusión a que tales
contratos se clasificarían según tenga o no nombre (innominado = sin nombre).
Queda claro pues, que el sentido semántico no es el que nos interesa; son
innominados aquellos contratos que carecen de regulación legal especial, empero sí
tienen un nombre por el cual reconocerlos.
47
LÓPEZ ob. cit. p. 129.
48
El leasing habitacional fue regulado por la Ley Nº 19.281 de 1.993.
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Otra nota distintiva esta dada por el hecho que los contratos de tracto
sucesivo, pueden terminar por la voluntad unilateral de uno de los contratantes,
esta figura jurídica se conoce como desahucio, y puede pedirse en cada período, a
raíz de cada incumplimiento.
Son contratos por negociación o de libre discusión aquellos en que las partes
debaten o discuten o, por lo menos, se encuentran en igual posición o han tenido la
posibilidad de debatir y discutir el contenido del contrato a celebrar.
49
PEÑA, Carlos “Los contratos de tracto sucesivo”, Universidad de Chile y Universidad Diego Portales, Apuntes de Clase, disponible en la
web: http://www.derecho.udp.cl/site/index.php?pagina=35&ID=20&tipo=8
50
DIEZ-PICAZO ob. cit. p. 139.
36
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
• Las relaciones de consumo, que son todos aquellos actos jurídicos que sean civiles
para el consumidor (parte más débil) y mercantiles para el proveedor (parte más
fuerte);
• Los actos de comercialización de sepulcros o sepulturas;
• Los actos o contratos en que el proveedor se obligue a suministrar al consumidor o
usuario el uso o goce de un inmueble por períodos determinados, continuos o
discontinuos, no superiores a tres meses, siempre que lo sean amoblados y para
fines de descanso o turismo;
• Los contratos de educación de la enseñanza básica, media, técnico profesional y
universitaria, sólo respecto del Párrafo 4º del Título II; de los Párrafos 1º y 2º del
Título III; de los artículos 18, 24, 26, 27 y 39 C, y respecto de la facultad del o de
los usuarios para recurrir ante los tribunales correspondientes, conforme a los
procedimientos que esta ley establece, para hacer efectivos los derechos que
dichos Párrafos y artículos les confieren.
No quedará sujeto a esta ley el derecho a recurrir ante los tribunales de justicia por
la calidad de la educación o por las condiciones académicas fijadas en los
reglamentos internos vigentes a la época del ingreso a la carrera o programa
respectivo, los cuales no podrán ser alterados sustancialmente, en forma arbitraria,
sin perjuicio de las obligaciones de dar fiel cumplimiento a los términos,
condiciones y modalidades ofrecidas por las entidades de educación;
• Los contratos de venta de viviendas realizadas por empresas constructoras,
inmobiliarias y por los Servicios de Vivienda y Urbanización, en lo que no diga
relación con las normas sobre calidad contenidas en la ley Nº 19.472; y
• Los actos celebrados o ejecutados con ocasión de la contratación de servicios en el
ámbito de la salud, con exclusión de las prestaciones de salud; de las materias
relativas a la calidad de éstas y su financiamiento a través de fondos o seguros de
salud; de la acreditación y certificación de los prestadores, sean éstos públicos o
privados, individuales o institucionales y, en general, de cualquiera otra materia
que se encuentre regulada en leyes especiales.
37
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El contrato dirigido;
El contrato forzoso;
El contrato-ley;
El subcontrato;
El autocontrato;
El contrato por persona a nombrar y por cuenta de quien corresponda;
La cesión de contrato
1. EL CONTRATO DIRIGIDO
Como reacción estatal al abuso que la parte más débil sufría en una relación
contractual, en donde existían contratos de adhesión, surge la figura del contrato
dirigido.
Por regla general en los contratos ordinarios, las disposiciones legales (vgr.
las de la compraventa) son supletorias de la voluntad de las partes, e incluso la
mayoría de las veces pueden ser por éstas alteradas (elementos de la naturaleza).
En cambio, en el contrato dirigido, la reglamentación legal asume un carácter
imperativo, sin que las partes puedan alterar lo establecido de manera general y
anticipada por el legislador.
2. EL CONTRATO FORZOSO
53
Ibid. p. 163.
54
No confundirlo con el contrato típico o nominado.
55
LÓPEZ ob. cit. p. 168.
38
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
3. CONTRATO-LEY
4.1 GENERALIDADES
Concepto: “Contrato en virtud del cual una parte transfiere a la otra, por vía
de una sucesión constitutiva, derechos u obligaciones que han nacido para ella de
una relación contractual previa, sin que esta última relación se extinga.” (P.
Baeza).59
Nos encontramos con que una parte, en vez de gozar personalmente de los
derechos que emanan del contrato y de cumplir sus obligaciones, contrata con un
tercero para que éste los goce y las cumpla; sin que ello signifique que el contrato
originario se extinga por la aparición del nuevo contrato.
39
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
60
Formas de adquirir un derecho o una obligación (Ferrara): Adquisición Originaria: no existe relación con un titular anterior; Adquisición
Derivativa: si hay relación con un titular anterior; ya sea por causa de muerte o por actos entre vivos. En estos últimos, esta adquisición
derivativa puede ser traslativa, restitutiva o constitutiva. En la adquisición derivativa constitutiva por actos entre vivos, el derecho u obligación
que se transfiere se constituye a expensas de un derecho u obligación primitivo, que se conserva en manos de su titular originario, pero
desprovisto de las facultades que se transfirieron.
40
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En primer lugar, debe tenerse claro que el contrato base debe ser de
duración (ejecución diferida o de tracto sucesivo), con el efecto que pueda cederse
el goce sobre los derechos emanados de él, y que las obligaciones que asume el
subcontratante estén incumplidas aún. Se excluyen de la subcontratación los
contratos de ejecución instantánea.
41
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
obligación traslaticia y vimos que era necesario que ambos contratos fueran
coetáneos;
Contratos constitutivos de derechos reales sobre cosa ajena (prenda o
hipoteca): se constituye un gravamen en beneficio de un tercero distinto
del dueño. No hay obligaciones correlativas sobre las cuales subcontratar,
el acreedor en estos casos no puede ceder el goce de su derecho real de
prenda o de hipoteca;
Contratos intuito personae: la consideración a la persona es el principal motivo
que llevó a las partes a contratar, por lo mismo no podrían éstas
subcontratar (comodato arts. 2.174; 2.180, transacción arts. 2.446; 2.456);
Contratos en donde exista prohibición legal para subcontratar: si es una
prohibición legal absoluta, su infracción acarreará la nulidad absoluta del
acto por ilicitud del objeto. Si es una prohibición legal condicionada la
sanción será diversa según el caso particular. En el Derecho chileno no hay
prohibiciones absolutas para subcontratar, pero si hay disposiciones
imperativas con requisitos sin los cuales no se puede subcontratar, ej. Art.
1946.63
Casos en que exista prohibición para subcontratar en el contrato padre
(prohibición convencional). Esta prohibición puede ser expresa o tácita. Si
se incumple esta obligación se incumpliría una obligación de no hacer (Art.
1555).
63
Art. 5° Ley N° 18.101 sobre Arrendamiento de Predios Urbanos: “En los contratos de arrendamiento de inmuebles destinados a la
habitación con plazo fijo superior a un año, se entenderá siempre implícita la facultad del arrendatario de subarrendar, salvo estipulación en
contrario, en cuyo caso éste podrá poner término anticipado al contrato sin la obligación de pagar la renta por el período que le falte”.
42
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Acción directa del primer contratante contra el tercer subcontratante , para que
cumpla obligaciones asumidas por el intermediario. Debe existir una
disposición legal expresa que la autorice, puesto que la acción directa es
una excepción al principio de la relatividad de los contratos, razón por la
que no se puede extender a todos los supuestos de la subcontratación. La
posibilidad de ejercicio de la acción directa no perjudica el ejercicio de la
acción ordinaria del primer contratante contra el intermediario derivada del
contrato base, por el contrario, la acción directa la complementa. El primer
contratante tendrá dos acciones, una contra el intermediario (acción
ordinaria) y otra contra el tercer subcontratante (acción directa);
Acción directa del tercer subcontratante contra el primer contratante , para
reclamar derechos que le ha transferido el intermediario. Es más difícil su
aceptación en las legislaciones, por el hecho que el primer contratante
ignore que se ha subcontratado. En todo caso se requerirá disposición legal
expresa.
Con todo, los propios contratantes también podrán, en principio, prever una
acción directa, sea en el contrato originario, sea en el subcontrato (estipulación a
favor de otro).
El subcontrato se puede extinguir por dos vías: Por vía principal o por vía
consecuencial. Por vía principal será por cualquier medio normal de extinción
(agotamiento natural, llegada del término extintivo, resolución, nulidad, rescisión,
resciliación, desistimiento, desahucio, revocación, muerte o incapacidad
sobreviniente si el subcontrato fuere intuito personæ). Por vía consecuencial, se
producirá cuando acontezca la extinción del contrato originario, si cae el contrato
padre, cae el hijo. Si ésta fue responsabilidad del intermediario, podrá verse en la
necesidad de responder a los perjuicios causados al tercer subcontratante.
A). GENERALIDADES
B). CONCEPTO
64
El tratamiento de esta figura ha sido extraído principalmente de los apuntes de clase de la profesora de Derecho Civil de la Universidad
Diego Portales doña Alejandra Aguad D., disponibles en la web en: http://www.derecho.udp.cl/site/index.php?pagina=35&ID=20&tipo=8
43
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
65
Leslie Tomasello critica esta tesis, argumentando que en el caso del titular de dos patrimonios, el acto jurídico es claramente unilateral y
no produce efectos de contrato (pues no hay representación).
44
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Ésta es una cuestión de hecho, que queda reservada a los jueces del fondo.
45
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Ahora bien, si el padre representa a dos hijos que contratan entre sí, o a un
hijo y a un mandante, no rigen los artículos 1.796 y 1.889, y la autocontratación
sería perfectamente válida.
i). Artículo 2.144 “No podrá el mandatario por sí ni por interpuesta persona,
comprar las cosas que el mandante le ha ordenado vender, ni vender de lo suyo al
mandante lo que éste la ha ordenado comprar, si no fuere con aprobación expresa
del mandante.”
66
La jurisprudencia ha señalado que si el marido, como mandatario y dentro del régimen de sociedad conyugal, vende a su propia mujer lo
que el mandante le ha encargado vender, es inaplicable el artículo 1.796, ya que de acuerdo a los principios que rigen el mandato, es el
mandante quien vende a la mujer. Pero si no se ha acreditado que la mujer adquiera el inmueble en el ejercicio de su patrimonio reservado,
es nulo de nulidad relativa el contrato por el cual el marido, como mandatario, y dentro del régimen de comunidad de bienes, vende a su
propia mujer, sin autorización del mandante el inmueble que éste le ha encargado vender. Tal acto del marido importa comprar para si la
propiedad del mandante, atendido a que esa propiedad ingresó al haber social, incurriendo en la prohibición del artículo 2.144.
46
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i). Autocontrato del comisionista, artículo 271 Código de Comercio (Se prohíbe a los
comisionistas, salvo en caso de autorización formal, hacer contratos por cuenta de
dos comitentes siempre que para celebrarlos tenga que representar intereses
incompatibles).
67
Publicada en el D.O. de fecha 11/02/2003.
47
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El contrato por persona a nombrar es aquel en que una de las partes designara en
el futuro, mediante un acto unilateral de voluntad, a la persona que adquirirá
retroactivamente los derechos y asumirá las obligaciones que en su inicio se radican en el
patrimonio del primer contratante.
48
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
A). GENERALIDADES
El contrato es más que un vínculo jurídico entre las partes que lo celebran,
pues se convierte en una entidad económica que puede ser objeto a su vez de actos
jurídicos que le permitan circular en el comercio humano. De esta suerte, del
mismo modo como pueden producirse modificaciones objetivas al contrato durante
su vida, es posible que se presenten modificaciones subjetivas, como la
subrogación personal de una de las partes por un tercero ajeno, en principio, a la
relación contractual. En este caso, este tercero pasa a sustituir íntegramente una
de las partes en todos sus derechos y obligaciones emanados del contrato. Con
todo, el contrato no puede disociarse tan solo en los créditos y obligaciones que de
él emanan, pues existen además los llamados derechos potestativos de las partes,
por lo cual no bastará a alguna de ellas transferir a un tercero todos los créditos
existentes a su favor, ni obtener que ese tercero asuma todas las obligaciones
emanadas del contrato, para entender que se ha traspasado la posición contractual
misma.
Es evidente que los derechos potestativos (como las acciones que del
contrato emanan, la obligación de actuar de buena fe, las obligaciones de
conservación que impone el contrato) van incluidos en toda relación contractual, la
cual excede por consiguiente, los derechos y obligaciones principales de que el
contrato aparece generando a primera vista. En este punto radica principalmente el
interés de esta figura jurídica, puesto que de admitirse será capaz de traspasar al
tercero la totalidad de derechos, obligaciones, acciones, excepciones, garantías,
facultades y deberes, esto es, la posición contractual misma.
69
El tratamiento de esta figura ha sido extraído principalmente del texto: “El Patrimonio” del profesor Gonzalo Figueroa Yáñez, 2ª edición,
Editorial Jurídica de Chile. Santiago, 1997. pp. 254 y ss.
70
Asunción de deudas: subrogación de un deudor por otro en la misma relación obligacional, siempre que exista acuerdo expreso del
acreedor y voluntad del nuevo deudor. FIGUEROA, ob. cit.
71
Artículos 1.406 y ss. del Código Civil italiano.
49
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
B). CONCEPTO
Por el contrario, esta figura cobra interés en los contratos bilaterales. Sin
embargo, en este tipo de contratos es preciso distinguir en qué estado se
encuentran las obligaciones que de él emanan:
ii). Si las obligaciones del contrato bilateral sólo han sido cumplidas por una sola de
las partes, la cesión de contrato acrecerá de interés, tal como sucede con los
contratos unilaterales;
72
Figura que será analizada más adelante a propósito de la compraventa de cosas incorporales.
50
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El profesor Figueroa señala que esta figura existe en Chile, toda vez que se
presentan los siguientes casos vinculados:
a). Sucesión por causa de muerte (art. 1.097). Para René Abeliuk74 este no es un
caso de cesión de contrato, sino que de traspaso legal del contrato.
a). Contratos intuito personæ, en estos casos es imposible ceder el contrato puesto
que se ha celebrado en atención a las calidades o cualidades específicas de una o
de ambas partes, por ejemplo, el matrimonio, la prestación de servicios de un
artista famoso.
b). Algunos casos de delegación del mandato, hay ciertas hipótesis en donde no
puede haber ni subcontratación, ni menos cesión del contrato. Éstas serán
analizadas cuando hablemos del mandato, sin embargo diremos que no cabe la
figura en estudio, cuando: se le ha prohibido al mandatario delegar; cuando no se
ha dicho nada en el contrato sobre la delegación, se puede delegar, pero el
delegante responde de los hechos del delegado como de los suyos propios (aquí
hay subcontrato); se autoriza expresamente que puede delegar, pero no se señala
la persona del delegado y se delega en persona incapaz e insolvente, sigue
respondiendo el delegante frente al mandatario (aquí también hay subcontrato); y
cuando se ha autorizado al mandatario para delegar, pero se le señala en forma
expresa la persona del delegado, aquí se trata de un contrato de mandato diferente.
73
Cosa: todo lo que tiene entidad ya sea corporal o espiritual, natural, artificial, real o abstracta, en contraposición a persona o sujeto.
74
ABELIUK ob. cit. p. 735.
51
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
b). Hay casos en que la ley autoriza a las partes para ceder voluntariamente su
posición contractual.
75
Ibid.
52
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
76
Más adelante veremos las obligaciones del vendedor en la compraventa, principalmente la obligación de entregar y conservar la cosa
vendida.
53
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
b). Cuando la Ley establezca una forma específica para efectuarla, se aplicará ésta.
Ejemplo: cesión de cartera de seguros.
c). En los demás casos se efectuará esta tradición conforme a las reglas generales:
si el contrato cedido consta en algún documento, se hará significando el cedente al
cesionario que le transfiere su posición contractual y entregándole el documento o
título correspondiente; si en cambio el contrato cedido no consta en documento
alguno, bastará con la declaración del contratante cedente y del tercero cesionario
en el sentido de que entienden efectuada la tradición. Junto con la tradición
propiamente tal, el contratante cedente deberá entregar al tercero cesionario, todos
los documentos y papeles que tenga en su poder y que se refieran al contrato
cedido.
54
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
1. GENERALIDADES
La idea fuerza que está detrás de este principio, consiste en que los
contratos generan derechos y obligaciones sólo para las partes que concurren a su
celebración, sin beneficiar ni perjudicar a los terceros.
Para los terceros, los contratos celebrados por otras personas no les
empecen, son inocuos, no les afectan, no los obligan ni les benefician: res inter
alios acta.78
55
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Jorge López,84 señala que los herederos se asimilan a las partes, ocupando a
la muerte de éstas, la misma situación jurídica que tenía el causante: quien contrata
para sí, lo hace también para sus herederos.
Así las cosas, el contrato también produce sus efectos respecto de los
herederos (sucesores o causahabientes a título universal) de las partes. Esta regla
enunciada, tiene excepciones, a saber:
3.1 GENERALIDADES
56
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Tres son los sujetos que intervienen en esta figura: el promitente (en el
ejemplo la Cía. de Seguros), el estipulante (el marido); y el tercero beneficiario (la
mujer).
85
ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC ob. cit. p. 274; ABELIUK ob. cit. p. 121.
86
Ibid. p. 276; LÓPEZ ob. cit. p. 351; ABELIUK ob. cit. p. 123.
57
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Estos sujetos son los que celebran el contrato. Los efectos de este contrato
tienen particularidades, y éstas son:
58
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
87
Ob. cit. p. 125.
88
Ob. cit. p. 360.
59
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
89
Véase en este mismo trabajo la acción del Subcontrato en la parte respectiva.
90
LÓPEZ ob. cit. p. 366.
91
ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC ob. cit. p. 284.
92
Ibid.
60
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Con todo, en este punto es importante hacer presente, que existe una gran
diferencia entre nulidad e inoponibilidad. Cuando un contrato es declarado
judicialmente nulo, se extingue tanto para las partes como para los terceros; se
reputa como si jamás se hubiere celebrado. En la inoponibilidad al contrato se le
priva de efectos respecto de terceros; pero el acto subsiste respecto de las partes.
1. INOPONIBILIDADES DE FORMA
61
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
2. INOPONIBILIDADES DE FONDO
93
Este inciso 2° del artículo 35, de la Ley 18.290, fue reemplazado con la Ley N° 20.068 del 10 de diciembre de 2005.
62
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i). Caso en que el decreto de posesión definitiva de los bienes del desaparecido, se
deje sin efecto por reaparecimiento, art. 94. En virtud de esta declaración judicial
que deja sin efecto el decreto de posesión definitiva, el reaparecido recobra sus
bienes, pero en el estado en que se encuentren, vale decir, a los terceros que
adquirieron bienes de éste mientras estuvo desaparecido no le es oponible dicha
resolución.
4. EFECTOS DE LA INOPONIBILIDAD
Sólo produce efectos para los terceros, en el sentido que el acto o contrato
de que se trate no será oponible frente a terceros, y sólo en aquella parte que los
perjudique, quedando subsistente en las demás.
Los contratos no son eternos, tienen un fin. Algunos contratos nacen para
extinguirse (contratos de ejecución instantánea), otros se sabe cuando terminarán
63
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Los artículos citados distinguen grosso modo, dos formas de dejar sin
efecto un contrato: el consentimiento muto (resciliación) y las causas legales.
94
CIFUENTES, Santos, “Negocio Jurídico”, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1.986, p. 570.
95
Art. 1545: “Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento
mutuo o por causas legales.”
64
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Por excepción hay algunos contratos que pueden ser dejados sin efecto por
la voluntad unilateral de una de las partes. Esta situación ocurre en el mandato, el
cual puede ponérsele término por la revocación del mandante y por la renuncia del
mandatario (Art. 2.163 Nºs 3º y 4º); en la sociedad, la que puede terminar por la
renuncia de uno de los socios (Art. 2.108); en el arrendamiento no sujeto a plazo, el
cual puede ser dejado sin efecto por cualquiera de las partes a través del desahucio
(Art. 1.951); etc.
96
ABELIUK, ob. cit. p. 140.
97
Ibid.
98
Consúltese en esta materia las obras: ALESSANDRI B., Arturo “La Nulidad y la Rescisión en el Derecho Civil chileno”, Imprenta
Universitaria, Santiago, 1.949; RODRÍGUEZ G., Pablo “Inexistencia y nulidad en el Código Civil chileno”, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 1.995.
65
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
requisitos de existencia del mismo acto, era justamente su inexistencia. Si “A” para
existir, copulativamente exige que estén presentes b, c y d; la falta o ausencia de b,
c ó d, tiene como resultado que A no existe. Si el acto no reúne sus requisitos de
existencia, no se perfecciona, esto es, no nace a la vida del Derecho. Sin embargo,
se advirtió que esta solución tan ostensiblemente simple, era en doctrina y en
nuestra legislación, una de las materias más complejas del Derecho.
99
La creación de la Teoría de la Inexistencia de los actos jurídicos se debe a ZACHARIAE, célebre profesor de la Universidad de
Heildelberg, quien la formuló a propósito de un matrimonio celebrado entre sujetos del mismo sexo (PESCIO ob. cit., p. 186 y 187). La
diferencia de sexos en el matrimonio, continúa siendo un requisito esencial y de existencia en el Derecho chileno (art. 102 C.C., aunque la
Ley de Matrimonio Civil, declara que es un derecho humano el derecho a casarse o ius connubis, art. 2° L.M.C. N° 19.947); sin perjuicio de
lo anterior, existen países que permiten la unión matrimonial entre parejas del mismo sexo.
100
Véase como bibliografía obligatoria, el resumen que entrega Pablo Rodríguez G. respecto de las posiciones doctrinales en torno a la
inexistencia en el Derecho Civil chileno: RODRÍGUEZ G., Pablo “Inexistencia y nulidad en el Código Civil chileno”, pp. 68 y ss.
101
Principalmente, don José Clemente Fabres; adhieren, Barros E.; Alessandri B.; Alessandri R.; Somarriva U.; y Ducci C.
102
Principalmente, don Luis Claro Solar; adhieren, Rosel, Vial, y Pescio.
103
Sin embargo, el Código de Procedimiento Civil, al enumerar las excepciones en un juicio ejecutivo, no contempla como una de ellas a la
inexistencia, sólo menciona a la nulidad en el N° 14 del artículo 464 de dicho cuerpo legal.
66
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Con todo, existen varios artículos del Código Civil en donde pareciera ser,
que la consecuencia jurídica a la omisión de ciertos requisitos, fuera la inexistencia
(artículos 415; 771; 1.001; 1.056; 1.058; 1.067; 1.071; 1.074; 1.075; 1.126; 1.132;
1.480; 1.892; 2.030; 2.031, entre otros). El debate no está cerrado.110
A).- GENERALIDADES
104
PESCIO V., Victorio “Manual de Derecho Civil. Teoría General de los Actos Jurídicos y Teoría General de la Prueba”, ob. cit, pp. 195,
196.
105
Pescio sostiene que es posible intentar por vía de acción la inexistencia. Señala este autor, que le parece “digno de necios sostener que
puesto que la inexistencia jurídica es la nada, el perjudicado con las apariencias que, sin embargo, produce el negocio jurídico inexistente,
carece de acción judicial para que los tribunales constaten la inexistencia y destruyan las apariencias que esa nada jurídica ha producido en
el campo de la vida real.” PESCIO, ob. cit., p. 195
106
El detalle de este cuasicontrato, se analiza más adelante.
107
Véase ABELIUK, René “Las Obligaciones”, Editorial Jurídica Conosur, Santiago, 1.985, p.p. 435 y ss.
108
Aquí sí es aplicable la teoría de la causa eficiente. Véase la discusión doctrinal sobre la causa de los actos jurídicos.
109
Por ejemplo: erróneamente se ha pagado el precio de una compraventa, que carece de objeto; o se ha pagado el precio en una
compraventa de un inmueble sin mediar escritura pública. Tal pago es indebido, porque se está pagando una obligación que carece de
causa, de causa eficiente, vale decir, carece de fuente de la obligación. En este caso, no hay contrato, es inexistente, porque para que
exista contrato de compraventa, es menester que recaiga sobre una cosa (elemento esencial); en el caso de la compraventa de inmuebles,
es preciso que se celebre por escritura pública, sin escritura pública ese contrato (que es solemne), no se perfeccionó, no nació a la vida del
Derecho, es inexistente, y si se pagó en virtud de dicho contrato inexistente, se pagó indebidamente, y el que así lo hizo tiene la acción de
repetición a su favor.
110
La Ley de Matrimonio Civil N° 19.947, contempla la figura del matrimonio celebrado ante entidades religiosas. Éste, debe inscribirse
dentro de los ocho (08) días siguientes a su celebración ante el Oficial del Registro Civil; si así no ocurriere, el matrimonio es inexistente,
conforme lo dispone el artículo 20 de dicha Ley. Art. 20 LMC: “Los matrimonios celebrados ante entidades religiosas que gocen de
personalidad jurídica de derecho público producirán los mismos efectos que el matrimonio civil, siempre que cumplan con los requisitos
contemplados en la ley, en especial lo prescrito en este Capítulo, desde su inscripción ante un Oficial del Registro Civil. El acta que otorgue
la entidad religiosa en que se acredite la celebración del matrimonio y el cumplimiento de las exigencias que la ley establece para su validez,
como el nombre y la edad de los contrayentes y los testigos, y la fecha de su celebración, deberá ser presentada por aquellos ante cualquier
Oficial del Registro Civil, dentro de ocho días, para su inscripción. Si no se inscribiere en el plazo fijado, tal matrimonio no producirá
efecto civil alguno.” Esta temática, se analiza en el curso de Derecho de Familia (Derecho Civil IV).
111
Enfatizamos que la nulidad que estudiaremos es la nulidad CIVIL PATRIMONIAL, toda vez que también están presentes en el
ordenamiento jurídico nacional: la nulidad de Derecho Público (que se estudia en Derecho Constitucional y Derecho Administrativo, arts. 6°
y 7° C.P.R.), y las nulidades procesales (que se estudian en Derecho Procesal Civil y Penal, particularmente en torno al incidente de
nulidad, al recurso de casación en materia procesal civil, y al recurso de nulidad en materia procesal penal). Además, en Derecho Civil de
Familia, se estudia la nulidad del matrimonio, (artículos 44 a 52 de la Ley de Matrimonio Civil N° 19.947) que es una especie de nulidad
que difiere de la nulidad patrimonial que es la tratada en el libro IV del Código Civil; también en Derecho de Familia, se estudia la nulidad del
reconocimiento de un hijo (art. 202); en Derecho Sucesorio, se estudia con rigor la nulidad del testamento. Con todo, también es distinto
el régimen de la nulidad en las sociedades comerciales (su estudio corresponde al Derecho Comercial).
67
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
112
174 C.P.C.: “Se entenderá firme o ejecutoriada una resolución desde que se haya notificado a las partes, si no procede recurso alguno
en contra de ella; y, en caso contrario, desde que se notifique el decreto que la mande cumplir, una vez que terminen los recursos
deducidos, o desde que transcurran todos los plazos que la ley concede para la interposición de dichos recursos, sin que se hayan hecho
valer por las partes. En este último caso tratándose de sentencias definitivas, certificará el hecho el secretario del tribunal a continuación del
fallo, el cual se considerará firme desde este momento, sin más trámites.”
113
DUCCI C., Carlos “Derecho Civil. Parte General”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.995, pp. 336 y ss.
114
Como lo veremos más adelante, ello no obsta a la figura del saneamiento por voluntad de las partes, el que sólo cabe en la nulidad
relativa (art. 1.684).
68
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Con lo expuesto, y a la luz del artículo 1.682 diremos que son causales de
nulidad absoluta la omisión de ciertos y determinados requisitos de validez,
señalados taxativamente en la Ley. De tal suerte que, la presencia de los siguientes
vicios, tienen como sanción la nulidad absoluta:
69
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• Puede y debe, ser declarada por el propio juez de oficio, vale decir, aún
sin iniciativa de parte; pero sólo si aparece de manifiesto en el acto o
contrato, vale decir, cuando el vicio es muy ostencible;
• Puede alegarla cualquiera que tenga interés en ello. Se ha entendido, que
el interés debe ser actual (no futuro, ni pretérito); y además, debe
tratarse de un interés pecuniario, vale decir, valuable en dinero.119 Sin
embargo, aún teniendo un interés actual y pecuniario, no puede alegarla,
el que ha ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo o debiendo
saber el vicio que lo invalidaba;120 y
• Puede pedirse por la Fiscalía Judicial, en el interés de la moral o de la
Ley.121
La nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin petición
de parte, cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato; puede alegarse por
todo el que tenga interés en ello, excepto el que ha ejecutado el acto o celebrado el
contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba; puede asimismo
pedirse su declaración por el ministerio público (fiscalía judicial) en el interés de la
moral o de la ley; y no puede sanearse por la ratificación de las partes, ni por un
lapso de tiempo que no pase de diez años (art. 1.683).
sería como condenar a muerte al suicida. Para estimar que la omisión de los requisitos de existencia, es sancionado con nulidad absoluta,
tendríamos que señalar que ellos estarían incluidos en la palabra “requisito” del inciso primero del artículo 1.682. La clave estaría en
considerar disyuntiva la letra “o”, convirtiendo en palabras diferentes a “requisito” y “formalidad”; y no como sinónimas, de acuerdo a la
redacción de la norma.
119
PESCIO (ob. cit., p. 216), señala que el inciso segundo del artículo 23 del C.P.C. es ilustrativo a este respecto: “Se entenderá que hay
interés actual siempre que exista comprometido un derecho y no una mera expectativa, salvo que la ley autorice especialmente la
intervención fuera de estos casos.”
120
Porque nadie puede aprovecharse de su propio dolo.
121
La Fiscalía Judicial (ex – Ministerio Público) sólo funciona en las Cortes de Apelaciones y en la Corte Suprema, véanse los artículos
350 a 354 del C.O.T.
70
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122
Sanciones de nulidad relativa establecidas a propósito del régimen patrimonial del matrimonio sociedad conyugal, y en algunos casos
en el régimen de participación en los gananciales. Vgr., artículos 1.757, 1.792-4; también, a propósito de la administración de los
guardadores, los artículos 410 y 412 inc. 1°, sancionan la contravención con nulidad relativa.
123
La rescisión por lesión enorme, tiene sus peculiaridades que escapan a las reglas generales de la nulidad relativa. Recordemos que sólo
cabe la lesión enorme, en la compraventa y permuta de bienes raíces, en el mutuo, en la cláusula penal, en la anticresis, en la partición; no
está establecida en el Código Civil como un vicio general, aplicable a cualquier acto o contrato (La lesión enorme, se estudia en este
curso, en el acápite dedicado a la compraventa).
124
Los actos o contratos que la Ley declara inválidos, no dejarán de serlo por las cláusulas que en ellos se introduzcan y en que se renuncie
la acción de nulidad (art. 1.469).
125
La condonación del dolo futuro no vale (art. 1.465).
71
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nada impide que se perdone el dolo pasado, a través del saneamiento por voluntad
de las partes.
72
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Con todo, existen casos en que no es posible volver a las partes al estado
anterior al que contrataron:
127
EX TUNC: Desde entonces; características de las normas que tienen efecto retroactivo. CISNEROS F., Germán “Diccionario de frases y
aforismos latinos”, Instituto de investigaciones jurídicas, UNAM, Ciudad Universitaria, México D.F., 2.003, p. 38.
128
Las prestaciones mutuas, están reguladas a propósito de la acción reivindicatoria, en los artículos 904 a 914 del Código Civil.
Encuentran su fundamento, en el principio de la proscripción del enriquecimiento ilícito o sin causa. Daniel Peñailillo (PEÑAILILLO A., Daniel
“Los bienes”, Editorial Jurídica de Chile, 3ra Edición, Santiago, 2004, pp. 379 y ss.), señala que las prestaciones mutuas consisten en las
devoluciones e indemnizaciones que recíprocamente se deben el reivindicante y el poseedor cuando este último es vencido en la acción
reivindicatoria. La aplicación de estas reglas, no sólo cabe dentro de la acción reivindicatoria. También cobran importancia, en la acción de
nulidad (1.687), en la acción de petición de herencia (art. 1.266), en la accesión industrial (art. 669), con algunas variantes en la acción de
repetición emanada del cuasicontrato del pago de lo no debido (arts. 2.300 y ss.), y en todos aquellos casos en que no exista norma expresa
para restituciones y devoluciones análogas.
129
El detalle de la acción reivindicatoria, y de las prestaciones mutuas, corresponde al capítulo dedicado al Derecho de los Bienes.
130
Sentencia firme y ejecutoriada.
131
Los Contratos de tracto sucesivo, de ejecución periódica o ejecución sucesiva, son aquellos en que los cumplimientos se postergan
en el transcurso del tiempo. La relación contractual tiene estabilidad, y se van cumpliendo paso a paso, escalonadamente las mismas
obligaciones. El contrato de arrendamiento, es el clásico ejemplo de contrato de tracto sucesivo: la obligación de pagar la renta se devenga
mes a mes o el tiempo que dure el contrato.
132
EX NUNC: Desde ahora; se aplica cuando quiere aludirse a la irretroactividad. CISNEROS F., Germán, ob. cit., p. 38.
133
Nemo auditor propiam torpitudicem allegans.
73
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Esta noción de conversión del acto nulo, parte con la doctrina alemana, y
luego es recogida por la doctrina y legislación140 italiana.
134
Por ejemplo, se canceló una hipoteca.
135
Esta norma del artículo 1.688, se relaciona con la contenida en el artículo 260 inciso segundo.
136
Las excepciones a esta regla general, las establece la Ley; por ejemplo, no puede intentarse la acción reivindicatoria en contra del
tercero que adquirió la cosa por usucapión (prescripción adquisitiva).
137
No ocurre lo mismo en la acción resolutoria (arts. 1.490, 1.491).
138
VIAL del R., Víctor, “Teoría General del Acto Jurídico”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2.003, pp. 288 y ss.
139
DE LOS MOZOS, José Luis, “La conversión del negocio jurídico”, Editorial Bosch, Barcelona, 1.959, p. 9; citado por VIAL, ob. cit., p. 288.
140
Art. 1.424 C.C. italiano.
141
Ibid. p. 141.
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TERCERA PARTE
CONTRATOS EN PARTICULAR
I. EL CONTRATO DE PROMESA142
1. CONCEPTO
Dicho artículo no entrega una definición de este contrato, sino que señala
sus requisitos.
2. CARACTERÍSTICAS
142
PIZARRO, Carlos “Contrato de promesa”, Apuntes de clase, disponible en la web en:
http://www.derecho.udp.cl/estudiante/apuntes/contrato_promesa.pdf
76
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ii) La regla 4ª del artículo 1.554 dispone que, para que el contrato de
promesa sea válido es necesario que en él se especifique de tal manera el contrato
prometido que sólo falten para que sea perfecto la tradición o entrega de la cosa, o
las solemnidades que las leyes prescriban. En consecuencia no puede faltar el
consentimiento del contrato prometido, pues no se cumpliría el requisito
contemplado en dicho precepto. En la promesa unilateral de contrato bilateral falta
el consentimiento de aquel que no se obliga a celebrar el contrato prometido, sino
que tiene la opción de celebrarlo o no.
Veremos más adelante también, que esta figura tiene una reglamentación
especial en el Derecho Minero, en el cual es perfectamente válida la promesa
unilateral, y se incluye además el contrato de opción.
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Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Con todo, existe todavía una tercera interpretación de la regla 2ª del art.
1.554. Según esta interpretación se excluye la posibilidad de prometer contratos
prohibidos por las leyes. Sin embargo, se permite la promesa de contratos
sometidos a especiales requisitos previstos en la ley, aunque al momento de
celebrarse la promesa no se encuentren satisfechos. Según esta interpretación, no
se podría prometer vender una cosa incomerciable, pero si se podrá prometer
vender una cosa embargada.
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El profesor Carlos Pizarro W.,143 señala como caso típico aquel que se
verifica cuando existe respecto de un bien una prohibición convencional de
enajenar. Aquí nada impide al dueño del bien prometer vender, bajo condición que
cese la prohibición de enajenar.
El plazo también puede ser una modalidad que fije la época de celebración
del contrato prometido. Según sabemos, el plazo puede revestir dos modalidades:
143
PIZARRO ob. cit. p. 05.
144
Ibid.
145
Ibid.
146
Una segunda opinión, sostiene que en el evento que se pacte una condición indeterminada en la promesa, la ley de modo supletorio
establece un plazo que llegado, determina si la condición se ha cumplido o ha fallado. El mensaje del Código Civil en el párrafo XXIX
consigna que una regla fundamental es la prohibición de fideicomisos sucesivos, ya que éstos entraban la libre circulación de los bienes.
Agrega el citado párrafo otra regla que tiende al mismo objetivo: la limitación de las condiciones, las cuales se reputan fallidas si tardan más
de treinta años en cumplirse. El plazo de treinta años estaba establecido en el artículo 739, relativo al fideicomiso. Este precepto fue
modificado y el plazo se redujo a cinco años. En consecuencia de allí se seguiría que las condiciones indeterminadas se reputan fallidas si al
cabo de cinco años no se cumplen. Hay otros autores que sostienen que la regla enunciada por Bello en el mensaje tiene por objeto reputar
fallidas las condiciones en el plazo máximo establecido en el Código. Por lo tanto las condiciones indeterminadas se entenderían fallidas al
transcurrir 10 años. La jurisprudencia ha fallado en ambos sentidos, aunque mayoritariamente se estima que la condición indeterminada se
entiende fallida una vez transcurridos 10 años. En todo caso, debe tomarse la precaución de establecer condiciones determinadas al
redactar una promesa de contrato. (PIZARRO, ob. cit.)
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4. PROBLEMAS JURISPRUDENCIALES
80
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81
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147
El profesor Pizarro cita en este punto: R.J.D., t. XVI, 2ª parte, secc. 1ª, p. 1; Revista, t. XXVIII, sec. 1ª, p. 689, obs. Alesandri Rodríguez;
Claro Solar, Explicaciones de derecho civil chileno y comparado, t. XI, p. 716.
82
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148
R.J.D. t. XLVI, secc. 1ª, p. 780. Citada por PIZARRO ob. cit.
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reconoce este tipo de pactos, por considerarlos útiles para el desarrollo de los
negocios mineros.149
149
MORALES, Víctor “Contratos Mineros”, Apuntes de Clase, Universidad de Atacama, 2.003, s/e. p. 10.
85
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1. CONCEPTO
2. CARACTERÍSTICAS DE LA COMPRAVENTA
-Es consensual;
-Es bilateral;
-Es oneroso;
-Es conmutativo;
-Es principal.
-Típico o nominado;
-De ejecución instantánea;
-Por negociación o de adhesión;
-Definitivo.
150
ALESSANDRI, Arturo “De los contratos. Versiones taquigráficas de la cátedra de Derecho Civil”, Editorial Zamorano y Caperán,
Santiago, 1.940; ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC, “Fuentes de las Obligaciones”, ob. cit.; DIEZ, Raúl “La compraventa en el
Código Civil chileno”, Editorial Conosur, Santiago, 1.993; MEZA, Ramón “De las fuentes de las obligaciones”, Tomo I, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 1.955.
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151
Hay que agregar a esta lista, la compraventa de cosas muebles a plazo, conforme lo dispone el artículo 2° de la Ley N° 4.702.
152
Art. 1.699: “Instrumento público o auténtico es el autorizado con las solemnidades legales por el competente funcionario. Otorgado ante
escribano e incorporado en un protocolo o registro público, se llama escritura pública”.
Art. 403 C.O.T.: “Escritura pública es el instrumento público o auténtico otorgado con las solemnidades que fija la ley, por el competente
notario, e incorporado en su protocolo o registro público”.
87
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Las obligaciones que nacen para el vendedor son: dar (entregar) la cosa,
responder por la evicción y sanear los vicios redhibitorios. Las obligaciones que
nacen para el comprador son pagar el precio y recibir la cosa.
iii). Oneroso: La compraventa es un contrato oneroso, toda vez que ambas partes
reciben beneficio o utilidad, y ambas también soportan un gravamen.
88
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viii). Por negociación o por adhesión: La regla general será que en el contrato de
compraventa se discutan libremente sus cláusulas entre las partes, a menos que
una de ellas las imponga unilateralmente y, a la otra, no le quepa más que adherir
(contratos de adhesión celebrados con las grandes tiendas comerciales).
En las ventas forzadas, que son aquellas que se hacen por ministerio de la
justicia producto de una ejecución civil, el consentimiento se presta virtualmente
por parte del vendedor y tradente, desde el instante mismo en que el deudor
ejecutado contrajo la obligación de donde emana la acción ejecutiva.156 En estos
casos, es el juez quien actúa como representante legal del deudor (ejecutado-
vendedor).
155
Excepcionalmente la Ley N° 4.702 ha establecido que el plazo sea un elemento de la esencia de este contrato.
156
R.D.J. Tomo 34, Sec. 2da. p. 70.
89
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Art. 671 inc. 3°: “En las ventas forzadas que se hacen
por decreto judicial a petición de un acreedor, en
pública subasta, la persona cuyo dominio se transfiere
es el tradente, y el juez su representante legal.”
a). La cosa debe ser comerciable: Éste, es un requisito general del objeto de las
prestaciones a que se obligan las partes en virtud de un contrato. Así lo señala el
artículo 1.461 al expresar que las cosas que son objeto de una declaración de
voluntad han de ser comerciables.
Ahora bien, la mayoría de las cosas son comerciables, esto es, son
susceptibles de dominio o posesión privada; en otras palabras, caben dentro del
comercio humano. Las cosas incomerciables o extracomerci son la excepción.
90
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
b). La cosa vendida debe ser determinada y singular: Nuevamente el artículo 1.461
da la pauta. Las cosas que son objeto de una declaración de voluntad deben estar
determinadas, a lo menos, en cuanto a su género, agregando que la cantidad puede
ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o contenga datos que sirvan
para determinarla.
Como señala el mismo artículo recién trascrito, puede alguien vender todos
sus bienes, pero debe singularizarlos y determinarlos, inventariándolos por
escritura pública aunque sean muebles.
91
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
160
Los incisos segundo y final del artículo 1.816 no guardan relación con el inciso primero, y debieron estar en un artículo diferente y aparte.
161
La expresión “lapso de tiempo” que acostumbraba utilizar Bello es cacofónica y redundante, es como decir “hemorragia de sangre”.
162
En este tema el Código Civil chileno siguió el modelo romanista de “título y modo de adquirir el dominio”, alejándose del Código Civil
francés de 1.804 o Código de Napoleón. En el Derecho francés la venta de cosa ajena no vale. Véase más adelante en este trabajo ¿es de
la esencia del contrato de compraventa que el vendedor haga dueño de la cosa vendida al comprador?
163
Véase en este mismo trabajo “la inoponibilidad por falta de concurrencia”.
92
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Este artículo 1.812, debemos relacionarlo con los artículos 2.304 y 1.320.
Con todo, la venta de cosa ajena puede llegar a validarse sin la ratificación
del propietario, en el caso del artículo 1.819 relacionado con el inciso segundo del
artículo 682:
3.3 EL PRECIO
164
ALESSANDRI, ob. cit. p. 102.
93
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a). El precio debe consistir en dinero: Esencial es que el precio consista en dinero,
o sea fijado en dinero; de lo contrario el contrato degeneraría en otro distinto que
podría ser una permuta o hasta una donación. Lo esencial es que al momento de
celebrarse el contrato el precio se fije o consista en dinero, aunque posteriormente
la obligación del comprador se sustituya por otra, en el caso que se produzca
novación, o, se verifique una dación en pago.
b). El precio debe ser real: En otras palabras, debe ser fijado de manera que se
manifieste que el vendedor tiene derecho a exigirlo, y el comprador la obligación
de darlo. Por tal razón, no es precio real el simulado, o que tiene por objeto
disimular una donación. Tampoco constituye precio el irrisorio o ridículo que no
guarda relación con la cosa vendida.
Ahora bien, que el precio sea real y serio, no significa que deba ser justo.
Sólo en la compraventa de inmuebles se exige el justo precio so pena de ser
rescindible el contrato por lesión enorme.165
c). El precio debe ser determinado: Dicho de otra manera, ha de establecerse con
toda precisión y que se sepa exactamente a cuánto asciende.
165
Más adelante veremos la rescisión por lesión enorme.
94
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Ahora bien, la Ley no pone obstáculos para que las partes acuerden
solemnidades o formalidades voluntarias o convencionales a compraventas
consensuales. En estos casos, nos encontramos frente a contratos condicionales
subordinados al evento que se practique la respectiva formalidad convencional.
4. GASTOS DE LA VENTA
95
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166
Artículo sustituido por la Nueva Ley de Matrimonio Civil Nº 19.947 de fecha 17 de mayo de 2.004.
96
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La ratio legis de esta disposición viene dada por el deseo del legislador de
resguardar los intereses de los acreedores de ambos cónyuges, porque de otra
manera podrían burlarse.
97
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A los tutores y curadores se les aplican las reglas de los artículos 390 y ss.
y principalmente el artículo 412.
La omisión de los requisitos del inciso primero del artículo 412, acarrea la
nulidad relativa o rescisión, toda vez que se ha establecido en atención del estado o
calidad de las partes.
167
Los síndicos de quiebras son aquellos funcionarios públicos, encargados de la administración de los bines del fallido en una quiebra o
procedimiento concursal, y desempeñan las demás atribuciones que la ley les designe, artículo 14 y ss. de la Ley de Quiebras N° 18.175.
168
Los albaceas o ejecutores testamentarios son aquellos a quienes el testador da el encargo de hacer ejecutar sus disposiciones (art.
1.270).
98
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Como todo contrato, los efectos del contrato de compraventa son los
derechos y obligaciones que genera para los contratantes, en este caso ambos, por
tratarse de un contrato bilateral.
a). Generalidades
99
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
pérdida culpable de la cosa en el tiempo que media entre la celebración del contrato
y la entrega material.
169
El término técnico correcto que debió haber empleado el legislador es resuelva, no rescinda.
170
Como se señaló, estos incisos debieron haberse ubicado como un artículo independiente.
100
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
obligación del vendedor (art. 1.567 N° 7°), pero subsiste la obligación de pagar el
precio ya que es la única forma en que el comprador sufra el riesgo de la cosa
vendida (res perit creditori).
En primer lugar, constituye una excepción el hecho que las partes hayan
establecido expresamente lo contrario, pudiéndose alterar la responsabilidad por
riesgo de la cosa vendida a través de algún pacto expreso especial o accidental
(art. 1.816 inc. final).
101
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Este artículo no hace más que constituir una aplicación de las reglas
generales dadas para las obligaciones condicionales, y que ya fueron estudiadas en
el curso de Derecho Civil II. Constituirá una obligación potestativa ordinaria o
simplemente potestativa. No es mera o puramente potestativa (de lo contrario sería
nula, tal como lo expresa el artículo 1.478).
Como ya se señaló, a este efecto habrá que distinguir qué tipo de cosa se
trata, para saber cómo se efectúa su tradición.
171
Recuérdese que en materia civil, la Costumbre no constituye Derecho sino en los casos en que La ley se remite a ella (Art. 2°). El caso
del inciso 2° del artículo 1.823 es pues, un caso en donde la Ley se remite expresamente a la costumbre.
102
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172
Aunque exista una promesa de compraventa más antigua, lo que importa es el contrato definitivo.
103
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Ante esta hipótesis, cabe aplicar el artículo 1.489, toda vez que se produce
el evento de incumplimiento en un contrato bilateral: se verificó la condición
resolutoria tácita.
104
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en este caso, el vendedor no está obligado a efectuar la entrega aunque el pago del
precio se haya fijado en cuotas; sólo estará obligado a la entrega si se verifica el
pago o se asegura o cauciona convenientemente el pago.
Los artículos 1.831 a 1.834, no se aplican a los predios urbanos, por así
disponerlo expresamente la Ley.
175
ALESANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC “Fuentes de las obligaciones”, ob. cit. p. 392; ALESANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC
“Derecho Civil Parte Preliminar y General”, Tomo II, ob. cit, p. 23.
105
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106
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Como señala el artículo 1.834, las acciones dadas en los artículo 1.832 y
1.833 expiran (prescriben) al cabo de un año contado desde la entrega.
Naturalmente en este caso, el legislador se ha referido a la entrega material (sólo
así puede percatarse de lo que sobra o falta), y no desde la inscripción en el
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces. Por ello la obligación de
entregar no sólo comprende la entrega jurídica, sino también la entrega material.
l). ¿Es de la esencia del contrato de compraventa que el vendedor haga dueño de la
cosa vendida al comprador?
176
Lindero, según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, significa “que linda con algo” o bien “linde o lindes de dos
terrenos” o “el conjunto de los lindes de un terreno”. Por su parte lindar, cuando es dicho de dos terrenos o fincas significa que “están
contiguos”. R.A.E. 22ª Edición de 2.001.
177
ALESANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC “Fuentes de las obligaciones”, ob. cit. p. 395.
107
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a). Generalidades
108
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110
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i). La devolución del precio: El vendedor debe restituir el precio, aunque la cosa
vendida al tiempo de la evicción valga menos (N° 1 art. 1.847). Si la disminución del
valor de la cosa proviene de deterioros que hubieren sido de provecho del
comprador, se hará el debido descuento en la restitución del precio (art. 1.848).
iii). El valor de los frutos que hubiere restituido el comprador al dueño: Si durante
el pleito la cosa produjo, los frutos son del ganador del juicio. Debe el vendedor
indemnizar este ítem al comprador, a menos que se hubiere producido la hipótesis
del artículo 1.845, vale decir, que el vendedor citado se hubiere allanado, y no
obstante ello el comprador obstinada y negligentemente hubiere seguido el juicio
(N° 3 art. 1.847).
iv). Las costas del juicio: Se indemnizan también las costas del juicio (procesales y
personales) a consecuencia y por efecto de la demanda, sin perjuicio que se
produzca la misma hipótesis señalada en el número iii) anterior (art. 1.847 N° 4).
v). El aumento de valor de la cosa: Este aumento se pudo producir mientras la cosa
estuvo en poder del comprador, y puede ser un aumento por causas naturales o por
el mero transcurso del tiempo (N° 5 art. 1.847).
111
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Las reglas antedichas se aplican a las ventas voluntarias, ya que para las
ventas forzadas el artículo 1.851 da reglas especiales:
La evicción puede ser parcial, el artículo 1.838 señala que la privación por
esta causa puede ser total o parcial. Esta evicción parcial se encuentra regulada en
el inciso final del artículo 1.852 y en los artículos 1.853 y 1.854.
112
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La acción para cobrar la indemnización del número uno del artículo 1.847,
vale decir, la devolución del precio, prescribe según las reglas generales (tres años
si es ejecutiva; cinco años si es ordinaria).
178
Ibid. p. 405.
179
Ibid. p. 406.
114
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Los requisitos de los vicios redhibitorios para que sean tales, y den derecho
a las acciones del artículo 1.857 son tres, y están enunciados en el artículo 1.858:
que existan al tiempo de la venta; que sean graves; y que sean ocultos.
i). El vicio debe existir al tiempo del contrato: Sólo de esta manera el vicio es
imputable al vendedor; si el vicio apareciera después no habría responsabilidad del
vendedor, a menos que hubiere existido el germen del vicio al tiempo de la venta.
ii). El vicio debe ser grave: El vicio resulta grave, cuando la cosa vendida no sirve
para su uso natural o sólo sirve imperfectamente, de modo que sea de presumir que
conociéndolos el comprador no la hubiere comprado o la hubiera comprado a un
precio mucho menor.
iii). El vicio debe ser oculto: Ésta, es la característica principal de los vicios
redhibitorios. Que sea el vicio oculto significa que el vendedor no debe tener
noticia de éste al tiempo de celebrar el contrato. Si conociendo el comprador el
vicio, de todas maneras celebra la compraventa, quiere decir que no le atribuye
importancia al defecto. De esta suerte, los vicios aparentes u ostensibles no son
vicios redhibitorios. Para que los vicios sean redhibitorios es necesario que no los
haya manifestado el vendedor, y que sean tales que el comprador haya podido
ignorarlos sin negligencia de su parte, o que, en razón de su profesión u oficio no
haya podido fácilmente conocerlos.
115
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En virtud del artículo 1.863 la fuente de los vicios redhibitorios puede estar
en la Ley o en la voluntad de las partes.
180
MEZA ob. cit. p. 162.
116
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Con todo, existe un caso en que además del derecho alternativo a pedir la
resolución del contrato (acción redhibitoria) o la rebaja del precio (cuanti minoris),
puede accionar por los perjuicios. Éste, es el caso del artículo 1.861.
i). Renuncia: Al igual que el saneamiento por evicción, el saneamiento de los vicios
redhibitorios son elementos de la naturaleza del contrato de compraventa, de ahí
que las partes puedan renunciarlo, vale decir, pueden estipular que el vendedor no
responderá por los vicios ocultos de la cosa.
ii). Caso de las ventas forzadas: Cesa también la obligación de sanear los vicios
redhibitorios en el caso de las ventas forzadas. Pero también si estuviere de mala
fe, está obligado a responder incluso de los perjuicios, así lo establece el artículo
1.865.
117
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Las obligaciones del comprador también son dos: pagar el precio y recibir la
cosa vendida.
181
Este sería un caso de lesión en bienes muebles, mas no de lesión enorme, puesto que ésta -como lo veremos más adelante- sólo es
aplicable para los inmuebles.
118
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Sin embargo, el hecho que este artículo 1.827 consagre derechos especiales
para el vendedor, no constituye un obstáculo para que en el evento de
incumplimiento de la obligación de recibir la cosa no se ejerciten las acciones
alternativas del artículo 1.849 (condición resolutoria tácita).
a). Generalidades
Así como la ley autoriza al vendedor para retener la cosa cuando corre
riesgo que el comprador no le pague el precio (artículo 1.826 inciso final), también
autoriza al comprador para retener el precio, a través de un depósito judicial,
cuando corre el riesgo de no obtener el goce pleno de la cosa. Así lo dispone el
inciso final del artículo 1.872.
119
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Con respecto a los terceros que hayan adquirido la cosa o que hayan
constituido derechos reales sobre ella, habrá acción reivindicatoria del vendedor
(en caso que sea el dueño) contra éstos cuando estuvieren de mala fe, aplicando el
artículo 1.876 inciso primero y los artículos 1.490 y 1.491.
182
Nótese que aquí el legislador empleo en forma acertada el término “resolución” y no lo confundió con la rescisión.
120
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El profesor Ramón Meza,185 señala que no tiene cabida esta norma para el
caso que el comprador tenga todavía la cosa en su poder y el vendedor decida
accionar contra éste. Los argumentos de este autor son los siguientes:
La condición tácita de la paga del precio del Derecho Romano para transferir
el dominio fue abolida y con arreglo al inciso segundo del artículo 680, era
necesario establecerla en forma expresa.
183
Esta norma ha de concordarse con el artículo 704 N° 1, y con los artículos 355 y 429 del C.P.C.
184
MEZA ob. cit. p.174.
185
Ibid.
121
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7.1 GENERALIDADES
a). Concepto
186
MEZA B., Ramón “Fuentes de las obligaciones”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.995, p. 174
187
En este caso los terceros poseedores están amparados por las disposiciones de los artículos 1.490 y 1.491, como se estudia en el
capítulo De las Obligaciones en general.
188
BARROS, ob. cit., p. 52.
122
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El inciso segundo del mismo artículo expresa que esta condición siempre
está presente en la compraventa, y si se expresa toma el nombre de pacto
comisorio.
c). Prescripción
a). Concepto
189
Cosa distinta es la resciliación o mutuo discenso.
123
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Tres son los requisitos del pacto de retroventa para que sea válido:
De esta suerte las partes pueden fijar un plazo menor, pero nunca superior a
cuatro años contados desde la fecha del contrato.
190
ALESANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC “Fuentes de las obligaciones”, ob. cit. p. 414.
191
No es nula, porque no depende solamente de la voluntad del deudor artículo 1.478.
124
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
A este respecto hemos de señalar que se distinguen los efectos entre las
partes y respecto de terceros.
192
MEZA ob. cit. p. 181.
125
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Concepto
Por aplicación de los incisos segundo y final del artículo 1.886 tiene
análogos efectos al pacto de retroventa.
A) GENERALIDADES
126
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Sin perjuicio que, como ya vimos, existe otro caso de lesión en la venta de
predios rústicos, de ahora en adelante hablaremos sólo de la lesión enorme.
i). La lesión debe ser enorme: Al legislador no le interesan las lesiones que no
revisten la gravedad suficiente. Para ello es menester precisar cuándo la lesión es
enorme para el vendedor y para el comprador. A este respecto el legislador da la
regla en el artículo 1.889.
Respecto del justo precio o justo valor es menester efectuar las siguientes
consideraciones:
En primer lugar, el mismo artículo 1.889 señala que el justo precio se toma
en relación al valor que tenga la cosa al momento del contrato y no con
posterioridad. La segunda consideración, dice relación con el hecho que en el justo
precio no se toma en cuenta el avalúo fiscal de la propiedad, sino su valor de
mercado. Por último, el justo valor se refiere a su valor objetivo y no al valor de
afección que pueda tener la cosa para las partes.
ii). La venta debe ser susceptible de ser rescindida por lesión enorme: Conforme lo
expresa el artículo 1.891, la regla general es que sólo la compraventa de inmuebles
es rescindible por lesión enorme.
127
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
ii). De acuerdo al artículo 1.894, el comprador nada debe pagar al vendedor por los
deterioros que hubiere sufrido la cosa vendida, a menos que se hubiere
aprovechado de ellos.
196
La razón para excluir a la venta de concesiones mineras, viene dada por la aleatoriedad intrínseca de la venta de minas, cuyos precios
fluctúan y varían titánicamente mucho más rápido que los bienes raíces ordinarios. En cuanto a los muebles, diremos que sólo cabe la
Lesión enorme para las ventas de inmuebles por la importancia que el legislador le ha asignado a estos últimos en desmedro de los
muebles.
197
ALESANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC “Fuentes de las obligaciones”, ob. cit. p. 420.
198
MEZA ob. cit. p. 186.
128
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
ii). Enajenación de la cosa por parte del comprador: Ésta, es otra particularidad de
la rescisión en caso de lesión enorme respecto de la nulidad en general. La nulidad
propiamente dicha, cabe independientemente si sale del dominio o posesión del
comprador. En cambio la rescisión por lesión enorme sólo puede entablarse si la
cosa aún se encuentra en poder del comprador. Ello no obsta a que se restituya la
parte del mayor precio que el comprador hubiere obtenido en una posterior venta
hecha a un tercero.
199
DIEZ, Raúl “La compraventa en el Código Civil chileno”, ob. cit. p. 276.
129
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
200
ALESANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC “Fuentes de las obligaciones”, ob. cit. p. 423.
201
DIEZ, Raúl “La compraventa en el Código Civil chileno”, ob. cit. p. 276.
130
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Este contrato tiene una regulación especial, esta normativa es entregada por
la Ley sobre Compraventa de Cosas Muebles a Plazo , publicada en el Diario Oficial
de 06 de diciembre de 1929, y que se encuentra en el apéndice del Código de
Comercio.
131
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
“...el pago podrá garantizarse con prenda de la cosa vendida, pero conservando el
deudor la tenencia de ella.” 205 (Inc. 1º art. 1º Ley 4.702).
205
Al tratar los derechos del acreedor, veremos especialmente el derecho de prenda de éste.
206
Véase el Decreto Nº 2.836, del Ministerio de Justicia, Publicado en el Diario Oficial de 6 de enero de 1930, que contiene el Reglamento
para el Registro Especial de Prenda.
132
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
- El acreedor podrá pedir ampliación del embargo cuando la cosa dada en prenda
no bastare para cubrir el monto del crédito (art. 29).
133
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El acreedor en este caso puede exigir también, el pago del precio insoluto y
la inmediata realización de la prenda, sin perjuicio de la responsabilidad penal del
deudor.
134
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
A). GENERALIDADES
Tanto los derechos reales, como los personales, pueden ser objeto de
enajenaciones o transferencias. En Derecho Civil II, ya se analizó el tratamiento de
los primeros (salvo la enajenación o cesión del derecho real de herencia), nos
corresponde ahora el desarrollo de los segundos.
135
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
naturaleza del crédito; por consiguiente debe efectuarse el pago a la persona que
detente materialmente el título. Esta clase de créditos se caracteriza por contener
en ellos la expresión “al portador”. Ejemplo: un cheque al portador.
Por último, y para reforzar lo anterior, el artículo 699 señala: “La tradición
de los derechos personales que un individuo cede a otro se verifica por la entrega
del título hecha por el cedente al cesionario.”
136
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Pero hay otro sujeto que tiene intereses comprometidos: “el deudor”. Éste,
no tiene conocimiento del acto que ha mediado entre el cedente y el cesionario;
pero como es él quien va a efectuar el pago es de absoluta necesidad que se le dé
conocimiento de la cesión, y a este propósito obedecen las disposiciones de los
artículos 1.902 y 1.905.
137
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Para un sólo efecto tiene importancia que la cesión haya sido o no aceptada
por el deudor, y es en materia de compensación; si la cesión le ha sido notificada y
212
Formalidad exigida como medio de publicidad. Vid FIGUEROA, Gonzalo. "Curso de Derecho Civil". Manuales Jurídicos Nº 66. Editorial
Jurídica de Chile. Santiago, 1995. p. 358.
213
Véase en este mismo trabajo “La inoponibilidad en los Contratos”; también DUCCI C., Carlos. "Derecho Civil. Parte General". Editorial
Jurídica de Chile. Santiago, 1995. pp. 352 y 355.
214
Los tribunales han resuelto que el hecho de interponer el cesionario una demanda en contra del deudor, cobrándole el crédito, es
suficiente notificación.
138
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
215
Vid ABELIUK, René. "Las Obligaciones", ob. cit.. 4ª parte, cap. 6º, "LA COMPENSACIÓN", sección 2ª, páginas 459 y 461.
216
DÍEZ D. Raúl. "La Cesión de Derechos". Editorial Jurídica Conosur, Santiago, 1995. p. 56.
139
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
A). GENERALIDADES
Para don Arturo Alessandri R.,220 sólo cabe hablar de cesión del derecho de
herencia, cuando se cede sin especificar los efectos que la componen, esto es,
cuando el heredero cede esa cosa incorporal que se llama derecho real de herencia,
de esta manera el heredero o legatario se hace responsable sólo de su calidad de
tal. Cuando la cesión se hace especificando los bienes, en realidad hay una
compraventa, aplicándosele las reglas propias de dicho contrato.
Como ya se señaló, según el artículo 1.801 inciso 2º, el contrato que le sirva
de título debe constar por escritura pública: “La venta de los bienes raíces,
servidumbres y censos, y la de una sucesión hereditaria, no se reputan perfectas
ante la ley, mientras no se ha otorgado escritura pública.” El contrato que le sirve
de antecedente jurídico a la cesión es solemne.
217
Véase como bibliografía obligatoria: ELORRIAGA DE BONIS, Fabián, “Derecho Sucesorio”, LexisNexis, Santiago, 2.005, pp. 89 a 97.
218
El único pacto sobre sucesión futura que no adolece de objeto ilícito, es aquel en donde el futuro causante se compromete con un
legitimario, a no disponer de la cuarta de mejoras (artículos 1.463 inc. 2º y 1.204).
219
MEZA B, Ramón. ob, cit. p. 202.
220
ALESSANDRI R, Arturo. "De los Contratos. Versiones taquigráficas de la cátedra de Derecho Civil". ob. cit. p. 154.
140
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Sin embargo, esta solución ha tenido varias críticas, algunas de estas las
señala don Ramón Meza223 en su Manual de las Fuentes de las Obligaciones tomo I:
a) Las cosas corporales se dividen en muebles e inmuebles (art.566) e igual
clasificación es aplicable a las cosas corporales o derechos. La herencia ha de ser
mueble o inmueble; sustraerla de esta clasificación para calificarla de una
universalidad jurídica es metafísica; b) La ley, en efecto, no ha señalado una forma
especial de tradición de la herencia. Es ésta una razón para concluir que la tradición
se efectúa de acuerdo a la naturaleza de los bienes que la integran, o sea la
tradición de los inmuebles se verificará por la correspondiente inscripción, la de los
créditos hereditarios por la entrega del título, etc.; c)La doctrina generalmente
aceptada importa negar la necesidad de una tradición para adquirir la herencia. En
nada se parece a una tradición la petición de la posesión efectiva o el ejercicio de la
acción de partición; d) La falta de inscripción conservatoria crea una solución de
continuidad en el Registro de Propiedades notoriamente contraria al propósito del
legislador, reiteradamente manifiesto en las disposiciones del Código y
especialmente en el Mensaje. La inscripción conservatoria persigue como finalidad
última “poner a vista de todos el estado de las fortunas que consisten en
posesiones territoriales”, mostrarla como un cuadro que represente
“instantáneamente, sus mutaciones, cargas y divisiones sucesivas”; e) En fin, la
sustracción de los inmuebles al régimen a que normalmente está sometida su
enajenación, a pretexto de formar parte de una herencia, conduce a dejar sin
aplicación diversas medidas que adopta la ley para proteger a los incapaces. 224
Los efectos de la cesión del derecho real de herencia a título oneroso, están
determinados en el artículo 1.910. El principio orientador de este artículo es el
siguiente: el cesionario debe obtener mediante la cesión el total beneficio que
habría reportado el heredero,225 vale decir, el cesionario tiene derecho de obtener
de la herencia del difunto el mismo beneficio que le correspondería al heredero, sin
que al cedente le sea lícito obtener parte alguna de esos beneficios para sí.
Cuando se cede una cuota hereditaria, se entiende que se cede también las
cuotas hereditarias que por el derecho de acrecer226 sobrevengan a ella; salvo
estipulación en contrario (inciso 3º, artículo 1.910).
221
Véase el resumen de la discusión en ELORRIAGA, “Derecho Sucesorio”, ob. cit., pp. 91 y 92.
222
FIGUEROA Y, Gonzalo. "El Patrimonio". 2ª edición. Editorial Jurídica de Chile. Santiago, 1997. Pág. 663.
223
MEZA, ob. cit. pág. 205 y 206.
224
Véase también como bibliografía obligatoria, el capítulo XXII del libro "El Patrimonio", de Gonzalo Figueroa, pp. 661 a 696.
225
ALESSANDRI, ob. cit. p. 155.
141
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Con respecto a los legatarios, el inciso final del artículo 1.910 señala que se
les aplicarán las mismas reglas antes señaladas para los herederos.
A). GENERALIDADES
Cosas litigiosas, según el artículo 1.464 del Código Civil y según los
artículos 296 inciso 2º y 297 inciso 1º del Código de Procedimiento Civil, son
aquellas especies cuya propiedad se litiga, y en cuya enajenación hay objeto ilícito
si se ha dictado prohibición de enajenar por el tribunal competente, la que debe
inscribirse en el caso de los inmuebles.
Tanto las cosas litigiosas como los derechos litigiosos pueden ser objeto de
un acto jurídico, siempre que se cumpla con los requisitos determinados por el
legislador; pero en uno y otro caso el contrato recae sobre objetos muy distintos.
Hay venta de cosa litigiosa cuando el contrato recae sobre la cosa corporal
misma cuya propiedad se litiga; en cambio hay venta de derechos litigiosos, cuando
lo que el vendedor se obliga a ceder es: “el evento incierto de la litis, del que no se
hace responsable el cedente.”
226
El artículo 1147 define el derecho de acrecer: "Destinado un mismo objeto a dos o más asignatarios, la porción de uno de ellos, que por
falta de éste se junta a las porciones de los otros, se dice acrecer a ellas."
227
En el artículo 703 (“Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para legitimar la posesión”), a nuestro
juicio, el legislador empleó erradamente la voz derecho litigioso. Creemos que es preferible utilizar la voz especie cuya propiedad se litiga,
habida consideración a los argumentos que en este acápite se expresan.
142
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Para que un derecho sea litigioso es necesario que reúna las siguientes
circunstancias:
Según los autores,228 la ley mira con poco favor la cesión de derechos
litigiosos, pues la entiende como una de las operaciones más inconvenientes del
derecho, porque fomenta los pleitos, venganzas, etc.
Para que pueda ser ejercido este derecho de rescate se necesita -además
de rembolsar al cesionario lo que haya costado su derecho litigioso más los
intereses legales desde la notificación de la cesión al deudor (demandado)- que se
haga valer en el tiempo señalado en el artículo 1.914, es decir, dentro de los nueve
228
ALESSANDRI, ob. cit. p. 158.
143
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
1. CONCEPTO
2. NORMAS APLICABLES
1. CONCEPTO
229
Esta parte del trabajo, aunque no en su totalidad, ha sido extraída principalmente de los apuntes de clase del profesor de Derecho Civil
de la Universidad Diego Portales don Iñigo de la Maza G. “Contrato de Arrendamiento”, disponibles en la web en:
http://derecho.udp.cl/estudiante/arch_est.htm; Véase también la bibliografía citada a propósito de la compraventa.
144
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
2. CARACTERÍSTICAS
iii). Oneroso: El arrendamiento es un contrato oneroso, toda vez que ambas partes
reciben beneficio o utilidad, y ambas también soportan un gravamen.
vii). De tracto sucesivo: De aquí se sigue que tanto los efectos de la condición
resolutoria como aquellos de la nulidad operan hacia el futuro. La resolución aquí
recibe el nombre de terminación.
3. EL ARRENDAMIENTO DE COSAS
Puede definirse como aquel contrato en que una de las partes denominada
arrendador proporciona a otra, llamada arrendatario, el goce de una cosa, quien
paga por ella un precio determinado. El precio pagado recibe el nombre de renta,
cuando se paga en forma periódica.
145
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
146
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
4.3 EL PRECIO
230
Hasta la dictación de la Ley 18.101, se contenía una limitación a la renta que podía cobrarse, esto no podía exceder del 11% del avalúo
fiscal del inmueble. Dicha limitación no corre a partir del 29 de Enero de 1986.
147
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Generalidades
La entrega debe ser completa y en estado de servir para los propósitos que
ha sido arrendada. En caso contrario, la existencia de vicios ocultos de la cosa
hace nacer para el arrendatario derecho a solicitar la terminación del contrato y,
aún la rescisión, bajo las siguientes condiciones (art. 1932):
148
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En este caso dispone el artículo 1.922 la misma regla del artículo 1.817 ya
estudiada en el contrato de compraventa. Será preferido aquel a quien se le ha
entregado primero la cosa. Si no ha mediado entrega, prevalecerá el título más
antiguo.
e). La mora
149
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En los demás casos, el arrendatario podrá llevarse los materiales que ocupó
en las mejoras, siempre que su retiro no provoque deterioros a la cosa y que el
arrendador no esté dispuesto a abonarle lo que valdrían los materiales
considerándolos separados.
150
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Generalidades
En general dará lugar a la acción del artículo 1.489, esto es, el derecho
alternativo o a la ejecución forzada o a la resolución del contrato más la
indemnización de perjuicios. Como ya se señaló, en el caso del arrendamiento no se
llama resolución, sino terminación.
151
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
B). OBLIGACIÓN DE USAR LA COSA SEGÚN LOS TÉRMINOS O ESPÍRITU DEL CONTRATO
Como ya se señaló, las reparaciones locativas son aquellas que tienen por
objeto subsanar los deterioros que son consecuencia normal del goce que tiene el
arrendatario sobre la cosa (art. 1.940).
152
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Generalidades
153
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
La pérdida debe ser total, en caso contrario se aplica la regla del artículo
1.932. El contrato se extingue por carecer de objeto, sea que la pérdida total fuere
culpable o fortuita. En el caso de la primera, nacerá una acción en el patrimonio del
arrendador para exigir la indemnización correspondiente de perjuicios,
especialmente al pago de la renta adeudada por el periodo excedente (art. 1.945).
ii) Por tiempo indeterminado: Fuera de los casos mencionados, para extinguir el
contrato, las partes deben darse aviso de su voluntad de poner fin al contrato. A
este aviso se le denomina desahucio y a él se refiere el artículo 1.951.
154
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El artículo 1.953 dispone que si se ha fijado plazo para una de las partes,
pero no para la otra, aquella que puede hacer cesar el arrendamiento a voluntad
deberá desahuciar a la otra.
Las causas de la extinción son diversas y diversos son los efectos de cada
una de ellas. Para examinar esto último, conviene distinguir según si la extinción se
ha producido involuntariamente o con culpa del arrendador.
a). Generalidades
155
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i). Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador por un título
lucrativo (art. 1.962 N° 1). Este numeral comprende a todos quienes acceden al
bien a través de un título gratuito. Se trata entonces de los donatarios, legatarios y
herederos.
ii). Aquellos que han adquirido la cosa a título oneroso, siempre que el
arrendamiento haya sido otorgado por escritura pública (art. 1.962 N° 2). Se
exceptúan de esta regla los acreedores hipotecarios.
iii). Los acreedores hipotecarios (art. 1.962 N° 3), siempre que el arrendamiento
haya sido otorgado por escritura pública y ésta haya sido inscrita en el Registro del
Conservador antes de la inscripción de la hipoteca.
156
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Las reglas disponibles son las de los números 2 y 3 del artículo 1962.
Alessandri -y alguna jurisprudencia- han opinado que se regiría por la regla del Nº
2. Como puede advertirse, bajo ciertas condiciones, el derecho personal emanado
del contrato de arrendamiento resulta, pese a su carácter personal, oponible a
terceros.
A). GENERALIDADES
157
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Según dispone el artículo 19, los derechos que la Ley confiere al arrendatario
son irrenunciables.
232
El radio urbano es determinado en el Plan Regulador de cada comuna.
233
No obstante que esta Ley en general no se aplica a estos inmuebles, los juicios que se originen en relación con los contratos a que se
refieren los números 3° y 5° del artículo 2°, se substanciarán con arreglo al procedimiento establecido en el título III de la Ley de arriendo de
predios urbanos N° 18.101.
158
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). El desahucio
b). La restitución
E). EL SUBARRENDAMIENTO
159
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
F). EL SALVOCONDUCTO
- El procedimiento será verbal, sin embargo las partes pueden presentar minutas
escritas;
- Deducida la demanda el tribunal citará a la audiencia del 5° día hábil después de
la última notificación, la cual se llevará a efecto con sólo con la parte que asista.
Dicha audiencia comenzará con una relación breve de la demanda (si fue oral) y
continuará con la contestación verbal del demandado; acto seguido, se llamará
obligatoriamente a conciliación. Si no existe avenimiento, se recibe de
inmediato la prueba ofrecida en la demanda y la contestación;
- Los medios de prueba deben enunciarse en al misma demanda, incluso la lista
de testigos;
- Sólo pueden declarar hasta cuatro testigos por cada parte. La lista de testigos
del demandante se presentará hasta antes de las 12:00 horas del día que
preceda al de la audiencia;
- La prueba se aprecia conforme a las reglas de la sana crítica;
- Los incidentes se tramitan y prueban en la misma audiencia;
- Las partes pueden comparecer y defenderse personalmente, en primera
instancia, sin patrocinio de abogado, pero sólo en los juicios de arriendo cuya
renta vigente al tiempo de interponerse la demanda no sea superior a cuatro
U.T.M.;
234
Las normas del salvoconducto se encuentran en el D.F.L. N° 216 de 1.931 (que también fue modificado por el artículo 2° de la Ley
19.866).
160
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
A). GENERALIDADES
B). CARACTERÍSTICAS
Solo puede pactarse por escritura pública o privada. En este último caso, es
necesaria la presencia de dos testigos mayores de 18 años. No obstante lo anterior,
el artículo 5º dispone que la falta de escrituración impedirá que el documento pueda
hacerse valer ante autoridades administrativas o judiciales.
El Decreto Ley N° 993 contiene una inhabilidad especial en sus artículo 3°,
según el cual “En las zonas fronterizas, no podrán celebrarse los contratos a que se
refiere el presente decreto ley, con personas naturales o jurídicas extranjeras”.
161
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
D). EL SUBARRIENDO
A). CONCEPTO
Este tipo de arriendo se regula en los artículos 1.996 a 2.005 del Código
Civil. Es aquel en que las partes se obligan, una a ejecutar una obra material, y otra
a pagar un precio por esta. Quien ejecuta la obra se denomina artífice.
B). NORMATIVA
i). Contrato de venta: Se trata de una venta de cosa futura, sujeta a condición, ésta
consiste en que la obra sea bien confeccionada. El contrato se perfecciona
únicamente con la aprobación de quien ordenó la obra (art. 1.916).
162
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). La pérdida de la materia (art. 2000): La regla general es que recae sobre el
dueño. Si la materia ha perecido sin culpa del artífice o de sus dependientes, es
soportada por quien encargó la obra.
b). La fijación del precio (arts. 1.997 y 1.998): No habiéndose fijado precio, se
presumirá que las partes han convenido el que ordinariamente se paga por el mismo
tipo de obra. A falta de este por el que se estimase equitativo a juicio de peritos.
i). Voluntad unilateral de quien encargó (art. 1.999, inciso 2º): En este caso quien
encargó al artífice la ejecución de la obra debe reembolsarle los costos en que éste
haya incurrido con ocasión de la ejecución; pagar lo que valga el trabajo hecho y
aquello que hubiere podido ganar en la obra.
163
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
ii). Arrendamiento de servicios que consisten en una larga serie de actos : estos
contratos se rigen por los artículos 2.006 y siguientes.
164
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
165
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
V. EL CONTRATO DE SOCIEDAD237
1. CONCEPTO
2. CARACTERÍSTICAS
i). Tiene personalidad jurídica: Es un contrato y a la vez forma una persona jurídica
distinta de las personas que la componen. La atribución de personalidad jurídica a
las sociedades implica el reconocimiento de la calidad de sujeto de derecho,
obligaciones y responsabilidades y, por ende, constituye un centro de imputación de
normas diferenciado de sus miembros. Esto trae como consecuencias: tiene un
patrimonio propio; nombre; domicilio; tiene una voluntad distinta a la de los socios
individualmente considerados; tiene responsabilidad en forma diferenciada de la de
sus miembros y representantes.
iv). Intuito personæ: La sociedad colectiva termina por la muerte de uno de los
socios, puesto que es una sociedad de personas y no una sociedad de capitales que
no se disuelven por la muerte de algún socio. Además, el error en la persona del
socio vicia el consentimiento y ninguno de los consocios puede ceder sus derechos
sin el consentimiento de los otros.
A). EL APORTE
237
Esta parte del trabajo, aunque no en su totalidad, ha sido extraída principalmente de los apuntes de clase de la profesora de Derecho
Civil de la Universidad Diego Portales doña Alejandra Aguad D. “Sociedad”, disponibles en la web en:
http://www.derecho.udp.cl/site/index.php?pagina=35&ID=20&tipo=8; Véase también PUELMA, Álvaro “Sociedades”, Tomo I, Editorial Jurídica
de Chile, Santiago, 1.996.
166
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i) aporte en dinero;
ii) aporte en especie (en dominio o usufructo);
iii) aporte en trabajo (socio industrial);
iv) aporte en servicio.
167
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Este carácter asociativo del ser humano, del que no es posible prescindir,
trajo consigo el establecimiento o reconocimiento -según la tesis que se adopte en
cuanto a la naturaleza jurídica de los derechos fundamentales-, del llamado derecho
de asociación. Ello supone que el Estado establezca una regulación jurídica
heterónoma de las asociaciones intermedias bajo cuyo amparo puedan surgir
grupos formales o de Derecho. De esta forma, todos los Estados modernos prevén
una normativa legal que permite varias posibilidades de organización jurídica para
un grupo intermedio.
El artículo 545 del nuestro Código Civil define a la persona jurídica como un
ente ficticio capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser
representada judicial y extrajudicialmente. De esta forma, las asociaciones formales
son capaces de adquirir derechos y contraer obligaciones, lo que equivale decir que
gozan de patrimonio propio, en el sentido clásico de su acepción, y constituyen
entidades distintas de los miembros que la componen.
Las personas jurídicas de Derecho Privado sin fines de lucro son las
corporaciones y fundaciones (reguladas en el Libro Primero del Código Civil), las
asociaciones comunitarias, los sindicatos, las cooperativas, entre otras.
238
El artículo 2° de la Ley N° 19.857 señala: “La empresa individual de responsabilidad limitada es una persona jurídica con patrimonio
propio distinto al del titular, es siempre comercial y está sometida al Código de Comercio cualquiera que sea su objeto; podrá realizar toda
clase de operaciones civiles y comerciales, excepto las reservadas por Ley a las sociedades anónimas.”
168
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
CORPORACIONES Y FUNDACIONES,
SIN FINES DE LUCRO SINDICATOS,
ASOC. COMUNITARIAS
PERSONAS JURÍDICAS COOPERATIVAS, ETC.
COLECTIVAS (Sociedades).
(Sociedades Civiles, comerciales
y mineras).
a) Teoría contractual o clásica: (codificación del siglo XIX) Como señala el profesor
de Derecho Comercial don Álvaro Puelma A., desde los inicios de su evolución
en el tiempo la sociedad reconoce su origen en acuerdos entre los socios, esto
es, su origen se basa en el mero contrato. Esta tendencia fue la que prevaleció
desde los inicios de la codificación civil y mercantil hasta fines del siglo XIX. Lo
anterior explica la ubicación de la sociedad dentro del libro IV del Código Civil
como uno más de los contratos típicos o nominados. Algunos autores consideran
a la sociedad como un contrato pluripersonal, de tracto sucesivo, de carácter
organizativo.
b) Teoría del acto constitutivo unilateral, y del acto colectivo: (Von Gierke,
Messineo) Quienes sostienen esta tesis critican a la anterior, porque no
explican los efectos de la sociedad respecto de terceros y de aquellos (como
los accionistas) que entran a participar en la sociedad sin haber formado parte
del acto constitutivo. En la sociedad, sus creadores imponen una normativa
contenida en los estatutos, por un acto unilateral, el cual constituye la ley de la
entidad que se crea. En otras palabras, se tienen varias declaraciones de
voluntad dirigidas al mismo fin, los sujetos se comportan como uno solo. El
famoso autor italiano Francesco Messineo, en cambio, prefiere calificar a la
sociedad como un acto colectivo, pues la desaparición de un socio no la afecta,
ni compromete al acto. Brunetti, considera esta teoría como complementaria a
la teoría contractualista, y no como tesis opuestas.
7. TIPOS SOCIETARIOS
239
PUELMA ob. cit. p. 54.
169
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
A). CLASIFICACIONES
- Sociedad colectiva;
- Sociedad en comandita simple;
- Sociedad en comandita por acciones;
- Sociedad de responsabilidad limitada;
- Sociedad anónima abierta;
- Sociedad anónima cerrada;
- Sociedades anónimas especiales (A.F.P., Bancos, Cías. de Seguros, Bolsas de
Valores, etc.).
240
El artículo 2.060 establece que las sociedades se pueden sujetar a las reglas de las sociedades comerciales por propia voluntad de los
socios.
170
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Sin perjuicio que en este curso, sólo nos corresponde referirnos a las
sociedades colectivas civiles, se ha creído necesario establecer un paralelo simple
entre los diferentes tipos societarios, en relación a los elementos característicos de
cada sociedad.
i) La constitución;
ii) La administración;
iii) La responsabilidad de los socios; y
iv) La cesibilidad de los derechos o acciones.
a). Constitución:
b). Administración:
171
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
8.1. ADMINISTRACIÓN
A). GENERALIDADES
ii). Se designo mandatario en un acto posterior: En este caso rigen las reglas del
mandato. Artículos 2.074 y siguientes.
241
Como lo vimos, a propósito de las compraventas solemnes, la compraventa de acciones de una sociedad anónima es solemne, en tal
traspaso o cesión de acciones la solemnidad consiste en que se celebre o por instrumento privado (firmado por el cedente y cesionario ante
dos testigos mayores de edad o ante corredor de bolsa o ante notario) o por escritura pública, según lo establece el artículo 15 del
Reglamento de Sociedades Anónimas (D.S. N° 587).
172
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
podrá oponerse a los actos que no hayan producido efectos legales, es decir, que
no estén consumados (art. 2.075).
c). Administración por todos los socios: Respecto de la Administración efectuada por
todos los socios, hay que estarse a las reglas del artículo 2.081. Se entiende en
este caso que cada uno de los socios ha recibido de los otros el poder de
administrar con las limitaciones señaladas en esa disposición que son:
- Cualquier socio tiene derecho a oponerse a los actos administrativos del otro
antes de su ejecución;
- Cada socio puede servirse de las cosas de la sociedad para su uso personal
siempre que las emplee para su destino ordinario;
- Hacer concurrir a los demás socios a la conservación de las cosas;
- No hacer innovaciones en los inmuebles sociales sin el consentimiento de los
otros socios.
Son las del mandato. Sólo las del giro ordinario, a falta de facultad expresa.
En consecuencia, será el objeto social la que determine las atribuciones del
administrador (arts. 2.077 y 2.078). Igual que en el mandato el administrador puede
en casos urgentes convertirse en agente oficioso.
a). Efectuar el aporte a que esta obligado en tiempo y forma (arts. 2.055 y 2.087). El
riesgo de la cosa pertenece a la sociedad si ha sido aportada en propiedad. El
riesgo de la cosa pertenece al socio si la cosa se ha aportado en usufructo (art.
2.084). Si se trata de un cuasiusufructo, el riesgo es de la sociedad (art. 2.084 inc.
3°). En caso de incumplimiento del socio de su obligación de aporte, es responsable
de los perjuicios que su retardo haya ocasionado a la sociedad (art. 2.083) y,
además, da derecho a los restantes socios para pedir la resolución, con
indemnización de perjuicios. En verdad, la resolución opera aquí como causal de
disolución de la sociedad (art. 2.101).
c). Los socios tienen la obligación de cuidar los intereses sociales respondiendo
hasta de la culpa leve. Manifestaciones de este principio las encontramos en los
artículos 2.091; 2.092; 2.093 y 2.094.
173
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Debe reembolsarle la suma que le hubiere adelantado el socio a la sociedad con
conocimiento de ella para negocios de la sociedad o sociales (art. 2.089, inc. 1°)
b). Además debe resarcirle los perjuicios que la gestión le hubiere ocasionado (art.
2089).
c). Estas indemnizaciones se pagan a prorrata por los socios y la cuota del socio
insolvente grava a los demás, pero también a prorrata de sus derechos.
Forma en que los socios responden de las deudas sociales: Los contratos
validamente celebrados por algún socio o administrador en uso de sus facultades
obligan a la sociedad y a los socios a prorrata de su interés social; con la
característica que la cuota del deudor insolvente grava a los otros. Por lo tanto, hay
responsabilidad ilimitada pero no solidaria en la sociedad colectiva civil (como ya
se señaló, en la colectiva comercial, responden ilimitada y solidariamente). En
consecuencia, además del patrimonio social, los socios comprometen su propio
patrimonio.
b). Término del negocio. (Art. 2.099) La sociedad se disuelve por la finalización del
negocio para la cual se creó.
c). Insolvencia de la sociedad y pérdida total de los bienes sociales. (Art. 2.100 y
2.102).
d). En el evento de que uno de los socios no efectúe su aporte y los demás decidan
disolverla (Art. 2.101).
e). Por la muerte de cualquiera de los socios. Por ser la sociedad colectiva un
contrato intuito personæ, la muerte de uno de los socios es una causal de disolución
de la misma. Esta regla no es absoluta, puesto que los mismos contratantes pueden
en el contrato social, pactar la cláusula de continuación con los herederos del socio
difunto (art. 2.014).
174
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
f). Por acuerdo entre las partes, mutuo discenso o resciliación (Art. 2.107).
g). Por renuncia de cualquiera de los socios. La renuncia, como acto unilateral de un
socio que manifiesta su voluntad de retirarse solo constituye causal de terminación
de las sociedades de duración indefinida. Los efectos de la renuncia se regulan en
los artículos 2.108 inciso segundo y 2.109.
Por último, diremos que conforme al artículo 2.110 la renuncia del socio no
puede ser de mala fe o intempestiva. Es renuncia de mala fe, aquella que se hace
para apropiarse de alguna ganancia que debía pertenecerle a la sociedad (art.
2.111). Es renuncia intempestiva, aquella que se verifica cuando su separación es
perjudicial para los intereses sociales (art. 2.112).
175
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
9. LA SOCIEDAD DE HECHO
Además, debe tenerse presente la norma del artículo 2.058 que protege a
los terceros de buena fe, por cuanto establece la inoponibilidad de la nulidad de la
sociedad (al decir de la profesora Abuad,242 éste es un caso más de recepción
normativa de la teoría de la apariencia).
1. CONCEPTO
Que sea por riesgo y cuenta del mandante, significa que será siempre el
mandante el que se aprovechará de los beneficios y soportará las pérdidas, como si
el negocio lo hubiese realizado personalmente, por sí mismo.
242
Ob. cit.
243
Esta parte del trabajo, aunque no en su totalidad, ha sido extraída principalmente de los apuntes de clase de la profesora de Derecho
Civil de la Universidad Diego Portales doña Alejandra Aguad D. “Mandato”, disponibles en la web en:
http://www.derecho.udp.cl/site/index.php?pagina=35&ID=20&tipo=8; Véase también STITCHKIN, David “El Mandato Civil”, Editorial Jurídica
de Chile, Santiago, 1.975.
176
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i). Bilateral: Genera derechos y obligaciones para ambas partes (art. 1.439). Aunque
el mandato sea gratuito, es decir, aunque el mandatario no reciba remuneración u
honorario, conforme al artículo 2.158, el mandante igualmente contrae obligación,
cual es, entre otras, la de proveer fondos para la recta ejecución del mandato. (N° 1
del art. 2.158), que es una obligación que nace coetáneamente con el mandato, e
incluso antes que el mandatario principie la ejecución de su encargo, de tal modo
que si el mandante no la cumple, autoriza al mandatario para desistirse (art. 2.159).
David Stitchkin244 agrega que el mandato por excepción puede ser unilateral,
cuando por estipulación expresa de las partes, o por la naturaleza misma del
contrato, el mandante no es obligado a pagar remuneración ni a proveer al
mandatario de lo necesario para la ejecución del encargo. En todo caso, en este
evento, se trataría al menos en doctrina de un contrato sinalagmático imperfecto,
porque las obligaciones a que se refieren los números 2°, 4° y 5° del artículo 2.158,
son obligaciones legales (o para algunos cuasicontractuales) que nacen con
posterioridad a la celebración del contrato, con ocasión de su cumplimiento.
244
STITCHKIN ob. cit.
245
Este es un nuevo caso de costumbre según Ley (art. 2°).
177
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
la regla del artículo 1.547 y resuelve el tema con independencia a ella. Conforme al
artículo 2.129, el mandatario responde de culpa leve en el cumplimiento del
encargo, sin atender al carácter gratuito u oneroso del mandato, más que para
agravar esta responsabilidad si es remunerado, de conformidad al inciso segundo.
Por el contrario, si el mandatario ha repugnado el encargo o se ha visto forzado a
aceptarlo, será ahí menos estricta la responsabilidad que sobre él recae.
178
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Con estas tres circunstancias unidas (persona que por su profesión u oficio
se encargue de negocios ajenos, transcurso de un término razonable, mandante
ausente) nos encontramos frente a un caso en que el silencio del mandatario
importa aceptación.
i). Es solemne el mandato para contraer matrimonio (al igual que aquel para
reconocer un hijo) tiene dos requisitos: debe otorgarse por escritura pública y debe
designarse expresamente a los contrayentes.
ii). Es solemne el mandato judicial que debe efectuarse mediante escritura pública;
mediante acta extendida ante el juez y suscrita por todos los otorgantes; o
mediante declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario del tribunal
(art. 6° del C.P.C.).
iii). Es solemne el mandato que otorga la mujer para los efectos de enajenar bienes
raíces sociales. El artículo 1.749 inciso séptimo señala que tal mandato Debe
constar por escrito o por escritura pública si el acto requiere de esa solemnidad.
iv). Es solemne el mandato para enajenar bienes raíces que el marido está obligado
a restituir en especie. Artículo 1.754 inciso segundo parte final. Requiere escritura
pública.
¿El mandato, para los efectos de realizar un acto solemne, debe a su turno
ser solemne ?
Hoy en día parece que no cabe duda que no es necesario la celebración del
mandato solemne para realizar un acto solemne. Ya no hay discusión en torno a que
el mandato para vender un bien raíz no requiere de escritura pública. El mandante
179
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
3.1 PARTES
Según el artículo 2.127 pueden ser muchos los mandatarios que obren
individualmente o de consuno. La ley no ha establecido responsabilidad solidaria
entre mandatarios (salvo en la comisión o mandato mercantil, art. 290 C. Com.); sin
perjuicio de que se pacte solidaridad entre ellos.
i). Capacidad del mandante: No hay regla especial, por lo que aquí se aplican las
reglas generales. El mandante debe tener una doble capacidad, en cuanto ha de ser
capaz de celebrar el contrato de mandato y de ejecutar por sí mismo el acto o
180
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
ii). Capacidad del mandatario: Se establece una regla especial en el artículo 2.128
donde se señala que si es menor adulto sus actos no lo obligan frente al mandante y
terceros, sino de conformidad a las reglas generales, pero sí obligan al mandante y
terceros. En consecuencia, se podrá accionar en contra del mandatario menor
adulto en la medida en que se hubiere hecho más rico.
¿Que pasa, entonces, con los derechos y obligaciones que nacen del
contrato celebrado por el mandatario? Nace la obligación para el mandatario de
traspasar los derechos y obligaciones al mandante. No es lo mismo el estatuto
aplicable al traspaso de los derechos que al traspaso de las obligaciones, ya que al
247
Véase en este mismo trabajo la naturaleza jurídica de la representación.
181
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Parte Activa: Traspaso de créditos y demás derechos. De las obligaciones que
tiene el mandatario para con el mandante, está la obligación de rendir cuenta de su
gestión a éste. La rendición de cuenta será el título necesario para el traspaso de
los derechos y hay que distinguir entre derechos Reales y Personales.
b). Parte Pasiva: Traspaso de las deudas u obligaciones. Hay que distinguir si se
tiene o no la aquiescencia o voluntad del acreedor, para efectos que la obligación
se radique en definitiva en el patrimonio del mandante.
248
FIGUEROA “El Patrimonio”, ob. cit. p. 239 y ss.
182
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
5. SUBCONTRATACIÓN EN EL MANDATO250
249
Entre la asunción de deudas y la novación por cambio de deudor existen diferencias fundamentales. En la primera figura se conserva la
primitiva relación obligatoria, la que debe conservar en principio todos sus accesorios originarios (garantías, cauciones, modalidades); en
tanto que, en la novación por cambio de deudor, la relación primitiva se extingue (y con ella también sus accesorios, salvo reserva expresa
en los casos que proceda) y se da nacimiento a una nueva relación obligacional entre el acreedor y un nuevo deudor. FIGUEROA, Ibid.
250
Véase en este mismo trabajo, el Subcontrato o contrato derivado.
183
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Todo lo anterior supone que la delegación haya sido efectuada dentro de los
límites del mandato. Si el mandatario delegó fuera de los límites de su mandato, el
mandante no puede ser obligado (art. 2.160). Así, por ejemplo, si el mandatario
estipuló una remuneración, sin estar facultado para ello, el mandante sólo será
obligado a la remuneración usual, o la determinada por la ley, la costumbre o el
juez.
Existe todavía una tercera posición que sostiene que haciendo una
interpretación armónica de las disposiciones sobre esta materia, la frase
“delegación no autorizada” que aparece en el artículo 2.136 debe entenderse en el
184
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En todo caso, el mandante podrá ejercer contra el delegado las acciones del
mandatario por aplicación del artículo 2.138 (acción subrogatoria). El mandatario
queda personalmente responsable al delegado si no le dio suficiente conocimiento
de sus poderse o se obligó personalmente a obtener la ratificación del mandante
(art. 2.154).
6. CLASES DE MANDATO
251
El artículo 529 del C.O.T. establece que el mandato de los abogados no termina por la muerte del mandante. Las demás normas del
mandato judicial las encontramos en el C.P.C. (arts. 4ª a 16), y en la Ley sobre comparecencia en juicio Nº 18.120.
185
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Como en todos los contratos, es preciso distinguir entre efectos para las
partes, y respecto de terceros.
Los efectos para las partes, en el contrato de mandato, no son sino los
derechos y obligaciones que en virtud de tal acuerdo de voluntades se crean para
ambas.
El artículo 2.134 nos señala que esto se refiere tanto a los medios como a
los fines. Nuestro legislador contempla excepciones a esta regla (casos en que la
ley lo autoriza a obrar de otro modo):
186
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• Art. 2147: Caso en que puede realizar el negocio con mayor beneficio o
menor gravamen.
187
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El que deba rendir una cuenta la presentará en el plazo que la ley designe o
que se establezca por convenio o por resolución judicial (art. 693 C.P.C.).
Presentada la cuenta, se pondrá en conocimiento de la otra parte, concediéndole el
tribunal un plazo prudente para su examen. Si vencido el plazo, no se ha formulado
observación alguna, se dará la cuenta por aprobada (art. 694 C.P.C.). En caso de
existir observaciones, se planteará un juicio de cuentas.
ii) Las que se generan durante el contrato o con ocasión del mismo (N° 2 a 5).
188
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
2159). Opera en este caso, también, la exceptio non adimpleti contractus para el
caso de que el mandante persiga la responsabilidad del mandatario por no haber
ejecutado el encargo.
i). Reembolso de los gastos causados en la ejecución del mandato. La ley habla de
gastos “razonables”, cuestión que deberá determinarse caso a caso, y queda
entregada a la prudencia del juez.
iii). Obligación de pagar las anticipaciones de dinero con los intereses corrientes.
Las anticipaciones de dineros propios que el mandatario hace durante el desempeño
de su cometido, importan un contrato de mutuo (acto consigo mismo, art. 2.145).
Terminado el mandato, el mandatario puede exigir el reembolso de las sumas
prestadas o anticipadas al mandante, con los intereses corrientes desde el día en
que se anticiparon.
iv). Obligación de indemnizar las pérdidas que hubiere sufrido el mandatario sin
culpa y por causa del mandato. Alessandri253 sostiene que esta responsabilidad es
de carácter contractual, pues el contrato, por expresa disposición de la ley, obliga a
reparar el daño causado. Sin embargo, si el mandante debe reparar los perjuicios es
porque la ley lo obliga a ello. No se infringe aquí una obligación que emana del
contrato, sino que existe una responsabilidad simplemente legal, fundado en el
principio de que quien se aprovecha de la actividad ajena debe soportar, también,
los riesgos que entraña. El mandante debe reparar todos los perjuicios. No se
distingue si son previstos o imprevistos, materiales o morales. Por lo tanto, todos
los perjuicios que tengan una causa directa e inmediata en el mandato.
252
Nuevamente, aquí vemos una referencia directa del legislador a la costumbre, conforme lo establece el artículo 2º.
253
Ob. cit.
189
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
mandante alega que los poderes exhibidos por el mandatario estaban restringidos
por cualquier medio que no haga presumible el conocimiento de los terceros, por
ejemplo, por instrucciones privadas, a él tocará acreditar que los terceros conocían
el verdadero alcance del mandato (art. 2.173 inc. final).
El problema de los vicios del consentimiento y de los hechos ilícitos del mandatario.
Se ha resuelto que el mandante puede intentar la acción de nulidad por los vicios
que hayan afectado la voluntad del mandatario (Regla especial en la tradición, art.
678). Si los vicios del consentimiento han recaído en la voluntad del tercero, no hay
duda que éste tiene acción de nulidad. Ello es categórico tratándose del error y la
fuerza, pues ellos vician el consentimiento con independencia de dónde o de quién
provenga. El problema se plantea con el dolo, pues él no vicia el consentimiento
sino cuando es obra de una de las partes. La pregunta entonces es si el dolo
cometido por el mandatario es oponible al mandante.
190
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
191
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
mandatario fuera de los límites de su mandato en cuyo caso quedará obligado como
si el mandatario hubiese actuado legítimamente (art. 2.160 inc. 2°).
La ratificación es, pues, un acto jurídico unilateral, en virtud del cual una
persona acepta como suyas las declaraciones de voluntad hechas en su nombre por
otra persona que carecía de poder suficiente; en consecuencia, para la validez de la
ratificación no es necesaria la aceptación del tercero ni la del mandatario.
La ratificación expresa, debe reunir las formalidades del acto que ratifica. Si
el acto requiere de escritura pública, la ratificación deberá constar en escritura
pública (Así se desprende, por ejemplo, del art. 2.417). En cualquier caso, la
ratificación opera con efecto retroactivo. La ratificación hecha por el mandante es
irrevocable, no obstante ser un acto jurídico unilateral, pues crea derechos favor de
terceros contratantes.
Sin embargo, como toda buena regla general ésta presenta excepciones,
vale decir, existen situaciones en donde el mandatario sí se ve afecto a
responsabilidad frente a terceros, en los siguientes casos:
254
Sin perjuicio de esta solución, veremos que ésta no es tan clara respecto del mandato para transigir.
192
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¿Sobre quién pesa la carga de la prueba? Son los terceros quienes deberán
acreditar que el mandatario no les dio suficiente noticia de sus poderes. Deben
acreditar, en consecuencia, que el mandatario actuó con dolo o culpa, y esto es así
por cuanto en materia de responsabilidad extracontractual la culpa no se presume,
sino que debe probarse.
193
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a). Generalidades
194
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Para que la revocación surta efecto respecto del mandatario, es decir, para
que el mandato deje de producir efectos, debe ponerse ésta en conocimiento del
mandatario. Este conocimiento puede darse por cualquier medio de comunicación
(verbal o escrita). Basta que el mandatario sepa que sus poderes han sido
revocados aunque se entere por terceras personas. Es el mandante quien tiene que
acreditar que el mandatario tomó conocimiento, para lo cual puede servirse de
todos los medios que le franquea la ley.
195
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Los efectos de la renuncia son los siguientes: Pone fin al mandato una vez
vencido que sea el tiempo razonable a que se refiere el artículo 2.167. En cuanto a
los terceros, la renuncia no es oponible sino desde que han tomado conocimiento
de ella, artículo 2.173.
Por regla general, la muerte del mandante pone término al mandato desde
que el mandatario toma conocimiento de ella; pero los contratos celebrados por el
mandatario, sabedor o ignorante de la muerte, con terceros de buena fe obligan a
los herederos del mandante (art. 2.173).
196
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
la tradición del derecho de dominio que se verifica con la inscripción del título en el
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces donde se ubique el bien
raíz. En las escrituras públicas de compraventa, se incluye al final una cláusula, que
faculta al portador de copia autorizada del título para requerir la(s) inscripción(es)
de rigor.255
Al igual que el caso anterior, la muerte del mandatario pone fin al mandato,
(art. 2.170) salvo estipulación de continuar el mandato con los herederos del
mandatario. Si existen varios mandatarios que deban obrar conjuntamente, la
muerte de uno de ellos pone término al mandato respecto de todos (art. 2.172).
Tal es el caso, por ejemplo, del mandato otorgado por el padre o madre en
ejercicio de la patria potestad. Una vez emancipado el hijo, el mandato se extingue,
por haber cesado la patria potestad. Lo mismo sucede con el resto de los
representantes legales.
255
BARRIENTOS G., Javier “De la tradición y su definición en el Código Civil chileno”, en Revista Chilena de Derecho Privado: Fernando
Fueyo L., Santiago, N° 1, año 2.003, Ediciones de la Fundación Fernando Fueyo, pp. 92 a 96.
256
Véanse los fallos citados por el profesor Barrientos, ob. cit., pp. 92, 93, 96.
257
A parte de los textos clásicos de consulta en el punto (Stitchkin, Alessandri, etc.), el profesor Barrientos, cita la siguiente bibliografía
especializada sobre el punto: PEÑAILILLO A., Daniel “Se faculta al portador de copia autorizada …”, en RDJ, LXXXI, Santiago, 1984;
RODRÍGUEZ P., María “La cláusula ‘se faculta al portador’ y la transferencia de propiedad por tradición”, en Revista Chilena de Derecho, 27,
N° 1, Santiago, 2000, p. 174; WINTER I., Rodrigo “El portador facultado”, en Revista del Abogado, N° 13, Santiago, julio 1998.
197
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1. CONCEPTO
2. CARACTERÍSTICAS
198
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Como en todo contrato, los efectos de éste son los derechos y obligaciones
que se crean para las partes.
- Conservar la cosa;
- Usar la cosa en los términos del contrato o los usuales; y
- Restituir la cosa.
ii). Obligación de usar la cosa en los términos convenidos o según su uso ordinario:
El comodatario debe dar a la cosa solamente el uso determinado por el acuerdo
expreso o tácito de las partes. A falta estipulación expresa, el comodatario debe
dar a la cosa el uso que ordinariamente le corresponda, de acuerdo a su naturaleza
(art. 2.177).
iii). Obligación de restituir la cosa: El artículo 2.180 dispone que “el comodatario es
obligado a restituir la cosa prestada en el tiempo convenido; o a falta de
convención, después del uso para que ha sido prestada.” Excepcionalmente el
comodante podrá reclamar anticipadamente la restitución de la cosa, en los casos
previsto en los artículos 2.180 números 1°, 2° y 3° y 2.177 inciso segundo. El
comodatario no puede negarse a restituir la cosa por pretexto alguno, para
seguridad de lo que le deba el comodante (art. 2.182) ni de que la cosa prestada no
pertenece al comodante (art. 2.183 inc. 1°). Sin perjuicio de lo anterior, el
comodatario podrá negarse a restituir la cosa en los siguientes casos:
199
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Finalmente, cabe señalar que si los comodatarios son muchos y al ser la obligación
de restituir una obligación indivisible (art. 1.526 N° 2), la cosa podrá reclamarse en manos
de aquel de los comodatarios que la detente.
200
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
7. EL COMODATO PRECARIO
8. EL PRECARIO
La Ley, dentro del comodato precario, regula una situación de hecho que
consiste en el goce gratuito de una cosa ajena sin ningún título que lo legitime, sea
por mera tolerancia del dueño o que se verifique por ignorancia suya: esta situación
se denomina simplemente “precario”.
259
Preciso es, tener muy clara esta diferencia, toda vez que un número no menor de las causas que reciben las Corporaciones de
Asistencia Judicial del país se refieren a patrocinados que son demandados de comodato precario. Generalmente los abogados del foro
confunden las cosas, y demandan comodato precario, cuando en realidad debieron demandar sólo precario. Ésta, generalmente será la
única defensa que tenga el egresado de derecho postulante del respectivo consultorio.
201
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i) Que es dueño;
ii) Que el demandado tiene o detenta la cosa de que se trata sin título;
iii) Que la tenencia se ha producido por ignorancia o mera tolerancia del
dueño.
c). ¿Qué ocurre cuando un comunero tiene la cosa en su poder, pueden los demás
demandarlo de precario para obtener la restitución? La respuesta es negativa,
puesto que los comuneros no son propietarios exclusivos, además el comunero
demandado tiene título.
202
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203
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
1. CONCEPTO
2. CARACTERÍSTICAS
ii). Unilateral: El mutuo es un contrato unilateral, puesto que impone tan sólo
obligaciones al mutuario. El mutuario se obliga a restituir tantas cosas del mismo
género y calidad de las que recibió en préstamo. El mutuante no contrae obligación
alguna.
iii). Gratuito por naturaleza: El mutuo es un contrato naturalmente gratuito según las
normas del Código Civil, pero es un contrato naturalmente oneroso cuando
constituye una operación de crédito de dinero: la obligación de pagar intereses en el
mutuo, para el Código Civil, puede pactarse pero requiere de estipulación expresa.
Si nada se dice, el mutuo no devengará intereses. Cuando el mutuo constituye una
operación de crédito de dinero, entran a regir las normas de la Ley 18.010, y del
artículo 12 de la misma se desprende que el mutuo es un contrato naturalmente
oneroso: si nada se dice se deberán los intereses corrientes.
Debe tratarse de cosas fungibles, que son aquellas que presentan una
relación de equivalencia con otras de su mismo género por lo que poseen el mismo
valor liberatorio. Dado que el mutuario debe restituir otras tantas cosas de igual
género y calidad, es lógico que una cosa, para ser susceptible de ser dada en
mutuo, deba poder reemplazarse libremente con otra cosa. También, cabe el mutuo
sobre cosas consumibles, ello en atención a su propio nombre “préstamo de
consumo”.
204
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Como dice el artículo, una de las partes entrega o se obliga a entregar una
cantidad de dinero, con lo cual se desprende que el contrato podría ser real o
consensual.
263
Para mayor comprensión de esta materia, véase el Capítulo 7-1 de la Recopilación de Normas de la Superintendencia de Bancos e
Instituciones Financieras, disponible en la web en www.sbif.cl.
205
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Por su parte el inciso final del artículo 6°, define el máximo interés
convencional. Dice la norma que “no puede estipularse un interés que exceda en
más de un 50% al corriente que rija al momento de la convención, ya sea que se
pacte tasa fija o variable. Este límite de interés se denomina interés máximo
convencional.” El exceso sufre la sanción del artículo 8°: se tiene por no escrito y
el interés se entenderá reducido al interés corriente que rija al momento de la
convención. Finalmente el artículo 11 señala que sólo pueden pactarse intereses en
dinero.
Rigen plenamente las normas del Código Civil. Según el artículo 2.198,
deben restituirse igual cantidad de cosas de igual género y calidad (calidad a lo
menos mediana). Si no es posible, deberá pagarse lo que valgan las cosas al tiempo
en que deba hacerse el pago (se paga su equivalente en dinero).
206
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
hubiere fijado un término, en ningún caso podrá exigirse la restitución dentro de los
diez días subsiguientes a la entrega (art. 2.200).
La razón que motivó al legislador para dictarlas, fue el enorme abuso que se
cometía en un momento posterior al acto mismo de consumo, vale decir, al momento
del cobro de los bienes comprados, ya no de contado, sino a crédito.
264
HURTADO R., Claudio “Responsabilidad de los proveedores en la Ley del Consumidor”, Memoria de Prueba, Universidad de Atacama,
Copiapó, 2.004.
207
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Le está prohibido a quien cobre exigir pagos por adelantado, salvo que
exista acuerdo con el consumidor que lo autorice (artículo 38).
208
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
exista una operación de crédito, sino que podría tratarse de contratos de tracto
sucesivo, como los que emplean aquellas empresas que prestan servicios de
televisión por cable, incluidas también las de servicios básicos (electricidad, gas,
agua potable, telefonía, etc.).
1. CONCEPTO
2. CARACTERÍSTICAS
ii). Gratuito: El depósito sólo beneficia a una de las partes (el depositante), y la otra
(depositario) soporta el gravamen. Si fuera remunerado, se transformaría en un
arriendo.
iii). Unilateral: El depósito sólo engendra obligaciones para una de las partes
(depositario); sin perjuicio de ello, por hechos posteriores, puede devenir en
bilateral (sinalagmático imperfecto);
iv). Título de mera tenencia: El depositario reconoce dominio ajeno, por ello, se
obliga a restituir. Sólo es un mero tenedor de la cosa entregada en depósito.
209
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Concepto
Lo define el artículo 2.215 como aquel contrato en que una de las partes
entrega a la otra una cosa corporal y mueble para que la guarde y la restituya en
especie a voluntad del depositante. La cosa depositada ha de reunir, pues, dos
requisitos: ha de ser corporal y ha de ser mueble. De este modo, el depósito
propiamente tal no puede recaer sobre bienes inmuebles, a diferencia de lo que
ocurre con el secuestro. El depósito de bienes raíces sería, por lo tanto, un
contrato atípico o innominado. No es que se encuentre prohibido, pero no encuadra
dentro del concepto previsto por el Código. Como contrato innominado o atípico, se
regiría primero por la reglas del propio contrato, análogamente también por las
normas del depósito, y por las reglas generales aplicables a cualquier tipo de
contrato.
Debe constar por escrito cuando la cosa depositada sea de un valor superior
a dos unidades tributarias (arts. 1.708 y 1.709). La omisión de este requisito hace
inadmisible la prueba testimonial, pero a falta de acto escrito, será creído el
depositario sobre su palabra, sea en orden al hecho mismo del depósito, sea en
cuanto a la cosa depositada, o al hecho de la restitución (art. 2.217).
ii). Obligación de restituir la cosa dada en depósito : el artículo 2.215 dice que la
restitución debe verificarse en especie (arts. 2.228, 2.229, 2.230, 2.231 y 2232), y
a voluntad del depositante, o sea, cuando el depositante la reclame (arts. 2.215 y
2.216 inciso 1°).
a). Concepto
210
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i). Pagar al depositario los gastos de conservación de la cosa en que haya incurrido;
D). EL SECUESTRO
Se rige por las mismas normas del depósito con algunas excepciones, y por
las reglas especiales del Código de Procedimiento Civil si es judicial (art. 2.250;
arts. 279, 290 N° 1, 291, 292, 443 N° 3, 451 C.P.C.), puede recaer sobre bienes
raíces (art. 2251). Este depósito no debe restituirse “a voluntad del depositante”
sino hasta que exista sentencia de adjudicación pasada en autoridad de cosa
juzgada (art. 2.256). El secuestre, en caso de perder la tenencia de la cosa, puede
reclamarla contra toda persona, incluso cualquiera de los depositantes que la haya
tomado sin el consentimiento del otro o sin decreto del juez (art. 2.254).
X. EL CONTRATO DE FIANZA267
1. CONCEPTO
267
ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC, “Fuentes de las Obligaciones”, ob. cit.
211
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
ii). Unilateral: El contrato de fianza es unilateral, toda vez que el único que contrae
obligación en virtud de éste es el fiador: solucionar la obligación principal, si el
deudor no lo hace.
3. REQUISITOS DE LA FIANZA
268
Ibid. p. 691.
212
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Se requiere que exista una obligación principal a la cual la fianza acceda. No
puede haber contrato de fianza sin que exista una obligación principal que afianzar.
Esta obligación principal puede o no consistir en dinero, esto es, puede ser de
cualquier naturaleza. Incluso puede ser una obligación natural, de acuerdo a los
artículos 1.472 y 2.338. También la obligación principal puede ser pura o simple o
sujeta a modalidad, conforme lo establece el artículo 2.339. Por último, diremos que
la obligación afianzada puede ser futura como lo dispone la regla del mandato del
artículo 2.173; pero en este caso el fiador tiene un derecho especial el cual
consiste en la posibilidad de “retractarse” mientras no se haya cumplido la
obligación principal.
b). La fianza debe consistir siempre en que el fiador pague una obligación de
dinero; así lo señala expresamente el inciso final del artículo 2.343.
4. CLASIFICACIÓN DE LA FIANZA
213
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a). Fianza convencional: es aquella que nace en virtud del acuerdo de voluntades
entre el fiador y el acreedor. También se le llama fianza contractual, o simplemente
contrato de fianza.
b). Fianza legal: es aquella establecida por la Ley. Por ejemplo: El discernimiento
de la tutela o curaduría del artículo 374; El usufructo, artículo 775; El caso de los
poseedores provisorios en el procedimiento de presunción de muerte por
desaparecimiento, artículo 89.
c). Fianza judicial: en este tipo de fianza -la cual se establece a través de decreto
judicial que la ordena- conforme lo establece el artículo 2.358 Nº 4, el fiador no
posee el llamado beneficio de excusión.
b). Fianza solidaria: la fianza solidaria, puede tener dos aspectos: uno en relación al
fiador y el deudor; y el otro, en relación a un fiador con respecto a los demás
fiadores en el caso que existan dos o más.
La simple fianza o fianza propiamente tal, se rige por las reglas generales
de la fianza.
214
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
269
Ibid. p. 703
215
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
7. EFECTOS DE LA FIANZA
270
“El art. 2º de la Ley Nº 14.601, de 1961 dispone que las instituciones bancarias no podrán aceptar como garantías de operaciones de
crédito, la fianza o solidaridad de personas que desempeñen cargos de representación popular, salvo en el caso de operaciones o
sociedades en que tengan participación.” (Nota que aparece en el artículo 2.350 en las ediciones oficiales del Código Civil).
216
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
A este respecto, debemos enunciar aquí las posibles defensas del fiador
frente a una demanda del acreedor.
- El beneficio de excusión;
- El beneficio de división;
- La excepción de subrogación; y
- Las excepciones inherentes a la obligación.
271
ALESSANDRI, Somarriva, VODANOVIC, “Fuentes de las obligaciones”, ob. cit. p. 705.
217
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
oposición. Puede presentar la oposición ante el tribunal que haya ordenado cumplir
el exhorto del que conoce en el juicio o ante este último tribunal. En el primer caso,
los plazos serán los mismos señalados precedentemente; en el segundo caso, debe
formularse la oposición en el plazo fatal de ocho días, más el aumento del término
de emplazamiento.
c). Casos en que el fiador no puede oponer el beneficio de excusión: (art. 2.358)272
d). Casos en que el acreedor está obligado a practicar la excusión, no obstante que el fiador
no oponga el beneficio de excusión:
272
Ibid.
273
Véase la letra c) anterior.
218
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
f). Cuáles bienes del deudor no sirven para señalarlos, al ejercer el beneficio de
excusión: conforme al artículo 2.359 los bienes del deudor que no pueden ser
indicados por el fiador para que el acreedor los persiga primero son:
g). Caso del subfiador: en el caso del subfiador, éste puede oponer el beneficio de
excusión tanto con respecto al deudor principal como respecto al fiador
propiamente tal (art. 2.366).
h). Caso del artículo 2.362: cuando varios deudores principales se han obligado
solidariamente y uno de ellos ha dado fianza, el fiador reconvenido tendrá derecho
para que se excutan no sólo bienes de este deudor, sino de sus codeudores.
a). Concepto: este beneficio se encuentra descrito en el inciso primero del artículo
2.367.
b). Requisitos del beneficio de división: para que el fiador pueda oponer al acreedor
este beneficio, es menester que se cumplan las siguientes condiciones:
c). Casos en los cuales no se divide la deuda por partes iguales entre los fiadores:
219
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i) Cuando alguno de los cofiadores cae en insolvencia (art. 2.367 inc. 2°),
puesto que la insolvencia de uno de ellos grava a los demás; pero no se
entiende que hay insolvencia cuando el que cae en ella tuviere un subfiador;
ii) Cuando un fiador, expresa e inequívocamente, ha limitado a determinada
cantidad su obligación (inc. final art. 2.367).
La importancia de este artículo radica, en que aquí el Código Civil hace una
clasificación especial de las excepciones en reales y personales. Ejemplifica
señalando que son excepciones reales las que emanan del contrato como los
posibles vicios del consentimiento que contenga éste (dolo, fuerza) o la excepción
de cosa juzgada. Por su parte agrega que son excepciones personales del deudor,
aquellas que no puede oponer el fiador por competerle sólo a él, como su
incapacidad, la cesión de bienes, o el derecho que tenga para no ser privado de lo
necesario para subsistir. Concluye el artículo citado, señalando que son
excepciones reales las inherentes a la obligación principal. Creemos, que el artículo
2.496,276 contiene esta clase de excepciones reales.
274
ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC “Fuentes de las Obligaciones”, ob. cit., p. 712.
275
R.D.J., t. XXVII, secc. 1ª, p. 513.
276
Art. 2.496: “El fiador podrá oponer al acreedor la prescripción renunciada por el principal deudor.”
220
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
7.2.2 EFECTOS EN LAS RELACIONES ENTRE EL DEUDOR Y FIADOR DESPUÉS QUE ESTE
ÚLTIMO EFECTUÓ EL PAGO
Después que efectuó el pago de la deuda, nacen para el fiador dos acciones
para dirigirse en contra del deudor:
- La acción de reembolso ; y
- La acción subrogatoria.
221
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
8. EXTINCIÓN DE LA FIANZA
Por vía principal, la fianza puede extinguirse por cualquiera de los modos de
extinguir las obligaciones, contemplados en el artículo 1.567.
222
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
277 278
XI. EL CONTRATO DE PRENDA O EMPEÑO
1. CONCEPTO
2. CARACTERÍSTICAS
i). Real o solemne: Es real en la prenda civil pues se perfecciona por la entrega de
la cosa empeñada (art. 2.386); y solemne en las prendas especiales. Nunca es
consensual.
ii). Unilateral: Dado que, sólo queda obligado a restituir el que recibe la cosa, es
decir, el acreedor. Las obligaciones que posteriormente puedan nacer para el
deudor no desvirtúan su carácter unilateral, en este caso pasaría a ser un contrato
sinalagmático imperfecto.
v). Es una garantía real: Junto a la hipoteca, este contrato constituye una garantía
real, a diferencia de la fianza que es una garantía personal.
3. INDIVISIBILIDAD DE LA PRENDA
277
La palabra prenda como tal tiene a lo menos cuatro acepciones: como contrato; como la cosa empeñada; como derecho real; como
privilegio en la prelación de créditos.
278
Esta parte del trabajo, aunque no en su totalidad, ha sido extraída principalmente de los apuntes de clase del profesor de Derecho Civil
de la Universidad Diego Portales doña Alejandra Aguad, disponibles en la web en: http://www.derecho.udp.cl/site/index.php?
pagina=35&ID=20&tipo=8; véase también ALESSANDRI, Arturo “De los contratos. Versiones taquigráficas de la cátedra de Derecho Civil”,
Editorial Zamorano y Caperán, Santiago, 1.940; ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC, “Fuentes de las Obligaciones”, ob. cit.; MEZA,
Ramón “De las fuentes de las obligaciones”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.955.
223
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
heredero no podría alegar que de ésta sólo le corresponde una parte a prorrata de
su cuota hereditaria.
El artículo 2.405 se pone en el caso en que uno de los herederos del deudor
haya pagado su parte de la deuda, y aun cuando la prenda sea de una cosa divisible,
le niega el derecho a pedir la restitución de la parte de la prenda que a él le
corresponda, mientras los otros herederos por su parte no hayan pagado su cuota
en la deuda. También contempla el caso inverso: una vez fallecido el acreedor, no
puede el heredero que ha sido satisfecho en su parte del crédito remitir la prenda,
mientras no hayan sido pagados todos los demás herederos.
224
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Como la prenda sobre cosa ajena vale, sin perjuicio de los derechos del
dueño, la facultad de enajenación a que se refiere el artículo 2.387 no significa que
sea dueño de la cosa, sino que tiene capacidad de disposición.
La cosa dada en prenda debe ser comerciable. La prenda recae sobre todos
los bienes muebles excepto las naves o aeronaves de más de 50 toneladas de
registro. Pueden ser bienes muebles por naturaleza o por anticipación, corporales o
incorporales.
En algunas prendas especiales, la ley tipifica los bienes muebles que pueden
ser objeto de esos contratos. Como estos bienes muebles deben ser entregados
para la constitución de la prenda, no es posible la prenda sobre bienes futuros.
Pueden ser dados en prenda los derechos personales. Artículo 2.389. En tal
caso, para la eficacia de la prenda es necesario que el acreedor notifique este
hecho al deudor del crédito, prohibiéndole que lo pague en otras manos.
Se puede dar en prenda una cosa ajena (art. 2.390). Sin perjuicio de los
derechos del dueño (pues para el dueño el contrato es una res inter alios acta) y
consiste en que si el dueño reclama la cosa dada en prenda (mediante acción
reivindicatoria) y se verifica la restitución, conforme a los artículos 2.390 y 2.391
el acreedor podrá pedir:
279
Caso del comodato: se hace responsable frente al verdadero dueño de los perjuicios que de la restitución se sigan.
280
Este artículo 2.391, es menester relacionarlo con el artículo 1.496 Nº 2.
225
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
• Por razón de publicidad, para que los terceros se enteren que existe
sobre la cosa mueble entregada al acreedor un derecho real; y
• Porque el Código reglamenta latamente los deberes de cuidado y
restitución del acreedor, cosa imposible frente a una entrega ficta.
Como en todos los contratos, los efectos del contrato de prenda están
constituidos por los derechos y obligaciones que éste genera para las partes.
i) Derecho de Retención;
ii) Derecho de Venta;
iii) Derecho de Pago Preferente;
iv) Derecho de Persecución;
v) Reembolso e Indemnizaciones.
281
SOMARRIVA U., Manuel “Tratado de las cauciones”, Editorial Nacimiento, Santiago, 1.943.
226
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
• la pública subasta; y
• el hecho que la prenda se saca a remate sin mínimo de postura.
282
Este D.L. 776, aparece en el apéndice del C.P.C.
227
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i) Intereses y costos;
ii) Al capital;
iii) Según las reglas de la imputación al pago si es más de una
obligación.
De aquí resulta que si parte del crédito queda sin pagarse con el producto
de la realización de la prenda, el saldo insoluto no goza de preferencia y debe ser
considerado como un crédito valista o quirografario (de quinta clase).
ii). Derecho a gravar o enajenar la cosa empeñada: Artículo 2.404 (en estos casos
no cabe la prenda tácita).
228
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
vii). Derecho a ser indemnizado por los deterioros a la cosa empeñada que
provengan del hecho o culpa del acreedor: Artículo 2.394.
Hemos dicho que la prenda es un contrato unilateral, por cuanto sólo genera
obligaciones para el acreedor, principalmente, la de restituir la cosa empeñada. Sin
embargo, puede surgir para el deudor la obligación de pagar los gastos y perjuicios
que la tenencia de la cosa haya podido ocasionar al acreedor.
9. TRANSFERENCIA DE LA PRENDA
a). Por vía consecuencial o indirecta: Aquí, aplicamos el aforismo “lo accesorio
sigue la suerte de lo principal”, esto es, la prenda, sigue la suerte de la obligación
principal, según la regla general de la accesoriedad. Así, por ejemplo, el pago de la
obligación principal extingue la prenda. Lo mismo sucede con la prescripción de la
obligación principal (art. 2.516). La prenda se extingue por la novación de la
obligación a que accede (arts.1.642 y 1.643), etc.
b). Por vía principal o directa: Se extingue la prenda sin necesidad de extinción ni
de modificación de la obligación principal, en los casos señalados en el artículo
2.406, esto es:
a) prenda mercantil;
b) prenda bancaria;
c) prenda agraria;
d) prenda industrial;
e) prenda de los almacenes generales de depósito (warrant);
f) prenda del contrato de compraventa de cosas muebles a plazo;
g) prenda sin desplazamiento.
229
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
c). PRENDA AGRARIA: Se rige por la Ley N° 4.097. Su artículo primero señala el
tipo de obligaciones que pueden ser caucionadas mediante esta prenda especial, y
dice relación con los negocios emanados dentro del giro de la agricultura e
industrias anexas. Los bienes que pueden darse en prenda agraria, son básicamente
animales, semillas, maquinarias, aperos y en general los bienes enumerados
taxativamente en su artículo 2º. Esta ley señala taxativamente que no procede
prenda sobre cosa ajena. Como la prenda esta en poder del deudor (como casi en
todas las prendas especiales) se puede dar un conflicto entre los inmuebles por
destinación si hay un bien raíz hipotecado, ya que la hipoteca se extiende a los
inmuebles por destinación. La ley resuelve este conflicto, dando preeminencia a la
prenda. En consecuencia, la hipoteca sobre el bien raíz no abarca por expresa
disposición legal los inmuebles por destinación que han sido dados en prenda. Por
tanto la prenda prefiere a la hipoteca cuando se suscitan conflictos entre ambos.
230
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
1. CONCEPTO
Esta definición ha sido muy criticada, ya que no apunta a lo fundamental, sino que la
compara con la prenda y olvida, por ejemplo, que la hipoteca es también un derecho real y
el hecho que puede tener carácter contractual y legal (hipoteca legal), etc., por lo tanto no
es una definición satisfactoria.
283
Esta materia ya fue tratada en la Compraventa de cosa mueble a plazo.
284
Esta parte del trabajo, aunque no en su totalidad, ha sido extraída principalmente de los apuntes de clase de la profesora de Derecho
Civil de la Universidad Diego Portales doña Alejandra aguad D., disponibles en la web en: http://www.derecho.udp.cl/site/index.php?
pagina=35&ID=20&tipo=8; véase también ALESSANDRI, Arturo “De los contratos. Versiones taquigráficas de la cátedra de Derecho Civil”,
Editorial Zamorano y Caperán, Santiago, 1.940; ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC, “Fuentes de las Obligaciones”, ob. cit.; MEZA,
Ramón “De las fuentes de las obligaciones”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.955.
231
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
232
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Con todo, cada uno de los inmuebles, y cada parte del inmueble hipotecado
responderá por el total de la deuda (indivisibilidad en relación al inmueble).
c). Por sucesión por causa de muerte, como consecuencia del carácter accesorio de
la hipoteca, si el crédito que garantiza la adquiere el heredero o legatario, también
pasa a sus manos el derecho de hipoteca. En tal caso, adquiere el derecho sin
necesidad de inscripción conservatoria;
d). Por la cesión del crédito garantizado con hipoteca, artículo 1.906. Como
consecuencia de su carácter accesorio al crédito principal;
4. CLASIFICACIÓN DE LA HIPOTECA
i). Unilateral: Por regla general, en el contrato de hipoteca sólo resulta obligado el
constituyente (deudor o tercero). La obligación consiste en transferir al acreedor el
233
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
iii). Gratuito u oneroso: Este punto es discutido y confuso entre los autores, pues el
contrato de hipoteca es uno de los casos en que podemos afirmar la existencia de
utilidad para ambos contratantes y sin embargo el gravamen, por regla general, es
para sólo uno de ellos. Hay utilidad clarísima para el acreedor hipotecario pero
también, la hay para el constituyente quien logra, por ejemplo, el crédito de dinero
que necesita gracias a que hipoteca el inmueble. En este caso, sólo este último
sufre el gravamen. Sin embargo, si la hipoteca la constituye después que se le ha
concedido el crédito, no reportaría utilidad alguna al deudor.
La tesis actual sostiene que la intención del legislador fue que la tradición
de los derechos reales se realice por la inscripción, y para la hipoteca creó un
registro especial para ello. Los argumentos de texto para sustentar esta tesis son
los siguientes:
285
Ahora bien, una vez constituido el derecho real de hipoteca, el único obligado será el acreedor hipotecario (obligado a efectuar el
alzamiento de la hipoteca) en el evento que se pague totalmente la deuda.
234
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Por regla general, sólo debiera afectar la cuota que tenía al momento de
hipotecar, salvo que haya hipotecado la totalidad del inmueble, a la luz del artículo
2.416. Puede suceder que el comunero a quien se ha adjudicado el inmueble, que no
es quien ha hipotecado su cuota, consienta en la hipoteca, y en tal caso, ésta
subsistirá. En este caso, el consentimiento del comunero debe ser dado por
escritura pública, tomándose razón de ella al margen de la inscripción hipotecaria.
286
Recuérdese aquí el conflicto con la prendas especiales, en cuanto a los inmuebles por destinación.
287
La Ley de Copropiedad Inmobiliaria autoriza para constituir hipoteca sobre una unidad del condominio en construcción (cuando uno
compra en verde). Se archiva provisionalmente un plano en el Conservador de Bienes Raíces en que se singularizan las unidades conforme
al permiso de construcción de la Dirección de Obras Municipales (D.O.M.). Esta hipoteca gravará la cuota que corresponda a dicha unidad
en el terreno desde la fecha de la inscripción de la hipoteca y se radicará exclusivamente en dicha unidad y en los derechos que le
corresponden sobre los bienes comunes sin necesidad de nueva escritura ni inscripción, desde que la D.O.M. otorga el certificado que lo
declara al condominio acogido al régimen de copropiedad inmobiliaria, ABUAD ob. cit..
235
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
• Las naves: de más de 50 toneladas de registro (arts. 866 y ss. del Código de
Comercio);
288
Art. 114 del Código Aeronáutico: “Las aeronaves podrán ser hipotecadas. La hipoteca comprenderá la totalidad de la aeronave, incluidos
los equipos o piezas destinados permanentemente a su servicio, sea que estén incorporados a ella o se encuentren temporalmente
separados. El deudor no podrá separar las partes de la aeronave comprendidas en la hipoteca sino de manera temporal y sólo para su
reparación o mejora. Las aeronaves no podrán gravarse con otras garantías reales.”
236
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
6.3 SOLEMNIDADES
7. LA ESPECIALIDAD DE LA HIPOTECA
Esta situación es más bien aparente que real ya que existen varias
disposiciones que permiten que esta obligación no esté perfectamente determinada
ni en cuanto a su naturaleza ni en cuanto a su monto:
289
Recordemos que no ocurría lo mismo en la prenda civil.
237
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
9. EFECTOS DE LA HIPOTECA
238
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
i). A los inmuebles por destinación: Los que existan al tiempo de constituirse la
hipoteca y los que pasen a tener dicho carácter con posterioridad, siempre que
sean del dueño del inmueble hipotecado. Artículo 2.420. En todo caso, el dueño
puede enajenarlos y de esa forma desafectarlos de la hipoteca;
ii). A los inmuebles por adherencia: Si el dueño del suelo enajena separadamente
los inmuebles por adherencia, éstos pasan a ser muebles por anticipación (art. 571)
y dejan de estar afectos a la hipoteca. Si el deudor vende la producción de una viña
perteneciente a la finca hipotecada y se embarga la finca por el acreedor
hipotecario después de la venta pero antes de que se separen materialmente los
frutos, el acreedor tiene derecho a la producción vendida ya que la tradición de los
frutos no se verifica mientras no se separen los frutos pendientes del inmueble (art.
685).
iii). A los aumentos y mejoras que sufra el bien hipotecado: La fuente de estos
aumentos puede deberse a la naturaleza o por la mano del hombre. Por ejemplo, si
se hipoteca la nuda propiedad y luego se consolida con el usufructo. Si las mejoras
son introducidas por un tercero, que tiene derecho a retirarlas sin detrimento del
inmueble, la hipoteca no se extiende a esas mejoras.
vi). A las pensiones devengadas por el arrendamiento del bien hipotecado: Este
derecho lo tendrá cuando ejercite la acción hipotecaria mediante el embargo del
inmueble hipotecado.
239
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
240
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
c). Derecho de preferencia: Los créditos hipotecarios son de tercera clase, gozan
de una preferencia para su pago, cuyas características principales son: es una
preferencia especial, lo que significa que sólo se puede invocar “en” el inmueble
dado en garantía y “no en otros bienes del deudor”; es renunciable, tiene que ser
alegada y no todo el monto del crédito goza de preferencia, sino que hasta lo que
se logra pagar con el producido del bien, y el saldo constituye un crédito de quinta
clase, quirografario o valista (arts. 2.470 y 2.477).
a). Por resolución del derecho del constituyente (arts. 2.434 inc. 2°, 2.416). Si el
constituyente deja de ser dueño de la propiedad, porque se resuelve su derecho,
esta resolución opera con efecto retroactivo y dará acción en contra del acreedor
hipotecario que estaba de mala fe.
b). Por la llegada del plazo o el evento de la condición (arts. 2.434 inc. 3°, 2.413).
d). Por destrucción o pérdida total de la cosa hipotecada, sin perjuicio de los
derechos del acreedor (art. 2.427).
e). Por expropiación. Pero al mismo tiempo opera una subrogación real.
f). Por renuncia de la garantía hipotecaria. La que debe constar por escritura
pública y anotarse al margen de la garantía hipotecaria.
241
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
g). Por la purga de la hipoteca. Es la situación que contempla el inciso segundo del
artículo 2.428.
Requisitos
1. CONCEPTO
2. CARACTERÍSTICAS
242
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
ii). Real: El contrato de anticresis se perfecciona por la entrega de la cosa raíz (el
art. 2.437 habla equivocadamente de tradición).
i). Debe tratarse de bienes raíces (en materia judicial, prenda pretoria, puede
tratarse de muebles);
iii). Los bines deben ser de propiedad de un deudor o de un tercero que acepte la
anticresis;
4. EFECTOS
290
CASARINO V., Mario “Manual de Derecho Procesal”, Tomo V, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.985, pp. 195 y ss.
243
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
inmueble, embargada en una ejecución, para que se pague con sus frutos. La prenda
pretoria se perfecciona mediante la entrega y la confección de inventario solemne
(art. 503 C.P.C.).
1. CONCEPTO
2. CARACTERÍSTICAS
Sin embargo, para que constituya un título traslaticio del dominio sobre
inmuebles o de otros derechos reales constituidos sobre éstos, deberá reducirse a
escritura pública. Lo anterior sólo constituye una exigencia para poder materializar
la respectiva tradición (inscripción).
iv). Puede configurar un título declarativo o traslaticio de dominio: El inciso final del
artículo 703, dispone que la transacción en cuanto se limita a reconocer o declarar
derechos preexistentes, no forma un nuevo título; pero en cuanto transfieren la
propiedad de un objeto no disputado, constituye un título nuevo (traslaticio de
dominio).
291
Esta parte del trabajo, ha sido extraída de los apuntes de clase del profesor de la Universidad de Chile don Francisco Merino S. del año
1.993, véase también la bibliografía ya citada para la parte especial de los contratos. Además -huelga señalarlo- la redacción ha sido
preparada en conjunto con el ayudante-alumno de la asignatura, adscrito al Departamento de Derecho Privado de la Facultad de Ciencias
Jurídicas de la Universidad de Atacama, para el año 2.004, don Ramón Beltrán Calfurrapa.
244
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
4. TRANSACCIÓN Y MANDATO
Ahora bien, cabe preguntarse, cuál será la sanción que se configura en caso
que un mandatario celebre un contrato de transacción sin estar facultado para ello,
o que estándolo, lo haga extensivo a bienes, derechos y acciones no comprendidos
en el mandato. Frente a esta problemática, se plantean las siguientes soluciones:292
292
MERINO S., Francisco “Transacción”, Apuntes de Clase, U. de Chile, 1.993, p. 06.
293
Corte de Apelaciones de Concepción, en sentencia de 1.921, citado por MERINO ob. cit.
294
Corte de Apelaciones de La Serena, sentencia de 15 de mayo de 1.879, citado por MERINO ob. cit.
245
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
- No puede transigirse sobre los alimentos futuros que se deban por ley, ya
que la norma del artículo 334 es de carácter prohibitivo y su infracción
acarrea nulidad absoluta por objeto ilícito (arts. 10, 1.466 y 1.682). Sin
perjuicio de lo anterior, nada obsta a que, por ejemplo, en la transacción se
“regulen” las pensiones futuras, en cuanto al monto (respetando los mínimos
legales), su forma, y periodicidad.
- Pueden transigirse los alimentos atrasados debidos por ley, para ello se
requiere autorización judicial, ergo tal autorización es un requisito
246
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
establecido en razón del estado o calidad del alimentario, para la validez del
acto en consecuencia su omisión trae como sanción la nulidad relativa y
- Es perfectamente posible y lícito transigir alimentos voluntarios, sean
futuros o atrasados, sin que sea menester contar con alguna autorización.
El art. 2459 por su parte dispone que “Si constare por títulos auténticos que
una de las partes no tenía derecho alguno al objeto sobre que se ha transigido, y
estos títulos al tiempo de la transacción eran desconocidos de la parte cuyos
derechos favorecen, podrá la transacción rescindirse; salvo que no haya recaído
sobre un objeto en particular, sino sobre toda la controversia entre las partes,
habiendo varios objetos de desavenencia entre ellas. En este caso el
descubrimiento posterior de títulos desconocidos no sería causa de rescisión, sino
en cuanto hubiesen sido extraviados u ocultados dolosamente por la parte
contraria. Si el dolo fuere sólo relativo a uno de los objetos sobre que se ha
transigido, la parte perjudicada podrá pedir la restitución de su derecho sobre dicho
objeto”. El precepto trascrito en su primera parte se pone en el caso de un error en
la causa de la transacción; ergo si ambas partes en conocimiento de haberse
dictado sentencia y encontrándose ella ejecutoriada transan sobre su contenido, no
nos encontramos, en presencia de un contrato de transacción propiamente dicho,
sino ante otra figura jurídica, que puede calificarse como “una renuncia de
derechos”.
247
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El título para estos efectos es el acto de que emana el derecho sobre que se
transige y no el fundamento que lo constata, así si el acto de que emana el derecho
sobre que se transige, carece de validez por adolecer de un vicio de nulidad, la
transacción será igualmente nula, sea que las partes hayan conocido o ignorado la
falta de eficacia del título.
El inciso primero del artículo 2.459 dispone “constare por títulos auténticos
que una de las partes no tenía derecho alguno al objeto sobre que se ha transigido,
y estos títulos al tiempo de la transacción eran desconocidos de la parte cuyos
derechos favorecen, podrá la transacción rescindirse...”.
248
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Puede suceder sin embargo, que entre las partes existan varios objetos de
desavenencia entre ellas y la transacción que celebran no recaigan sobre
determinados objetos en particular sino sobre toda la controversia; en tal supuesto
el descubrimiento posterior de los títulos no es causa de rescisión, sino “en cuanto
hubieren sido extraviados u ocultados dolosamente por la parte contraria (art.
2.459 inc 2º).
249
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
250
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
CUARTA PARTE
LOS CUASICONTRATOS COMO FUENTE DE LAS OBLIGACIONES
Esta clasificación pasó a la doctrina francesa por medio del Tratado de las
Obligaciones del jurista Roberto José Pothier.299 El Código francés, siguiendo a este
autor, le dio su aceptación, y con él los códigos que lo siguieron, entre ellos, el
Código Civil chileno de 1.855.
2. CONCEPTO
Para conceptualizar esta fuente de las obligaciones, los autores han utilizado
los diversos elementos que entrega nuestro Código cuando se refiere a los
cuasicontratos.
Así, empleando los artículos 1.437 y 2.284, se ha venido diciendo que los
cuasicontratos son aquellos actos lícitos, voluntarios y no convencionales que
generan obligaciones.
251
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
303
Ibid.
304
JOSSERAND, ob. cit., citado también por Figueroa.
305
FIGUEROA,“El Patrimonio”, ob. cit., p. 326.
252
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
El Código Civil chileno, seguidor del Código francés de 1.804 y al igual que
éste, no contiene un tratamiento orgánico de la aplicación de la teoría de la
proscripción del enriquecimiento sin causa. Ello no impide que existan varios casos
en donde ésta se aplica vgr. arts. 2.325; 1.688; en las prestaciones mutuas arts. 904
y ss;306 668 y 669; en las recompensas de la sociedad conyugal,307 entre otros
casos).
Con motivo de un enriquecimiento sin causa, nace una acción (actio) que se
denomina de in rem verso, que tiene por objeto hacer desaparecer el
enriquecimiento injustificado.
Para que proceda esta acción, es menester que se cumpla con sus requisitos
propios, los cuales son:308
Por otro lado, el que intente esta acción deberá probar la existencia de la
obligación de restituir o indemnizar, acreditando los requisitos antes señalados (art.
1.698).
253
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
7. LA AGENCIA OFICIOSA314
A). CONCEPTO
254
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
la extinción de una deuda, que sin ella hubiera debido pagar el interesado. El juez, sin
embargo, concederá en este caso al interesado el plazo que pida para el pago de la
demanda, y que por las circunstancias del demandado parezca equitativo.”
Hay que tener presente en todo caso, que si alguien cree gestionar los
negocios de una persona y gestiona los de otra, existe de todos modos agencia
oficiosa, ya que este error carece de importancia y, sea como fuere, el gestor ha
tenido la intención de obligar y de que se le reembolse. Por este motivo, previene
el artículo 2.293 “él que creyendo hacer el negocio una persona, hace el de otra,
tiene respecto de ésta los mismos derechos y obligaciones que habría tenido si se
hubiese propuesto servir al verdadero interesado.”
En lo que dice relación con la capacidad de las partes, diversas son las
reglas que regulan la capacidad del agente oficioso y del interesado. El gerente
debe ser capaz; sería una flagrante contradicción que un incapaz no pudiera
obligarse en virtud de un contrato y que, en cambio, pudiera resultar obligado en
razón de un cuasicontrato. De este modo, las obligaciones derivadas de la agencia
oficiosa no pueden afectar a un menor de edad que ha gestionado negocio ajeno,
sin autorización de su representante.
El agente oficioso debe ser en este caso una persona capaz de parecer en
juicio, en conformidad a la Ley Nº 18.120 sobre comparecencia en juicio.
255
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
En este caso la agencia oficiosa tiene una relación íntima con el mandato. En
efecto el artículo 2287 dispone que “las obligaciones del agente oficioso o gerente
son las mismas que las del mandatario.”
b) El gerente pudo no haber tomado a su cargo la gestión; pero una vez que la ha
asumido, debe continuarla hasta que el interesado pueda tomarlo a su cuidado o en
comentarla a otra persona. Así el artículo 2.289 dispone que el agente debe
“continuar en la gestión hasta que el interesado pueda tomarla o encargarla a otro.”
Muerto el interesado, el agente deberá continuar la gestión hasta que los herederos
dispongan (art. 2.289 inc. 2º).
c) El agente debe hacerse cargo “de todas las dependencias del negocio” (art.
2.289 inc. 1º). Por consiguiente, no puede limitar su gestión; debe darle la amplitud
que corresponde a la naturaleza del negocio administrado.
d) Por último, como ocurre con los que administran intereses ajenos, el gerente
debe rendir cuenta de su gestión. El cumplimiento de esta obligación de rendir
cuenta, es previa al ejercicio de toda acción del gerente en contra del interesado.
Por eso, es que precisamente el artículo 2.294 del Código Civil, dispone “el gerente
no puede intentar acción alguna contra el interesado, sin que preceda una cuenta
regular de la gestión con documentos justificativos o pruebas equivalentes.”
b) El interesado no está obligado a pagar ningún salario al gerente (art. 2.290 inc.
2º). Si el negocio ha sido mal administrado, no se obliga el interesado, ni para con
el gerente y para con terceros. Al contrario, el gerente es responsable de los
perjuicios (art. 2.290 inc. 3º).
315
Por ello anteriormente dijimos, que en este caso existiría un subtipo de representación, la representación cuasicontractual.
256
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
8. EL PAGO DE LO NO DEBIDO
En Chile, Javier Barrientos G.317 ha sido uno de los pocos (por no decir el
único) que se ha referido actualmente a esta institución. Como se señala en el
mismo texto del profesor Barrientos, al realizar un examen de la producción
jurídica chilena relativa a la institución del pago de lo no debido, se advierte que
sobre ella no existen estudios monográficos. Los textos existentes sobre la materia
corresponden a tesis para optar al grado de licenciado en ciencias jurídicas y
sociales, o se trata de manuales o exposiciones generales sobre el derecho de las
obligaciones.318
El solvens tiene derecho para dirigirse contra el accipiens, éste –en caso de
un pago de lo no debido- tiene la obligación cuasicontractual de devolver dicha
cantidad.
A). REQUISITOS
316
ABELIUK ob. cit. p. 436.
317
BARRIENTOS G., Javier, “El pago de lo no debido en el Derecho chileno”, LexisNexis, Santiago, 2003.
318
Aquí entonces, hay un gran campo de investigación para nuestros alumnos memoristas.
319
El error aquí no es un vicio del consentimiento, sino que es un requisito de esta especial obligación cuasicontractual.
320
El artículo 2.297 señala que se podrá repetir aun lo que se ha pagado por error de derecho, cuando el pago no tenía por fundamento ni
aun una obligación natural. Éste, es el caso en que el ordenamiento jurídico le reconoce efectos al error de Derecho, toda vez que la regla
general en la materia es que no los produzca, incluso está proscrito alegarlo (Arts. 8º; 706; 1.452).
257
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
321
Se han citados como pagos sin causa los siguientes: i) paga quien no es el verdadero deudor por error; ii) se paga a quien no es el
acreedor; iii) paga el fiador una vez ya extinguida la obligación del deudor principal; iv) pagos excesivos; v) pago de impuestos fuera de los
rangos legales; etc.
322
ABELIUK, ob. cit. p. 437.
323
Esta acción nuca será ejecutiva, aunque el pago indebido conste en instrumento auténtico, porque para probar esta obligación
cuasicontractual no basta el pago, es menester también acreditar que fue indebido. ABELIUK, ob. cit., p. 440.
324
El Código aplica en la acción de repetición normas especiales, que difieren en algunos casos de las generales de las prestaciones
mutuas dadas a propósito de la acción reivindicatoria.
258
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
a) Caso del accipiens de buena fe: Debe en primer lugar, la restitución misma. Si
se trataba de dinero u otra cosa fungible, la misma cantidad del mismo género y
calidad (sin intereses). Si se trataba de una especie o cuerpo cierto, se
restituirá la misma cosa (no responderá por deterioros o pérdidas por
negligencia suya, a menos que esta acción u omisión lo haga más rico). En
cuanto a los frutos, mejoras y aumentos: no se restituyen los frutos anteriores a
la demanda; se abonan las expensas o mejoras necesarias al accipiens; se
abonan también al accipiens las mejoras útiles anteriores a la demanda; el
accipiens puede llevarse las mejoras voluptuarias, si pueden desprenderse sin
detrimento de la cosa; los aumentos naturales pertenecen al solvens, sin tener
que dar nada por ellos.
b) Caso del accipiens de mala fe: Si se trata de dinero u otra cosa fungible, se
deben restituir éstos más los intereses corrientes. Si se trata de una especie o
cuerpo cierto, responderá el accipiens de los deterioros, restituirá los frutos
percibidos en cualquier tiempo; tiene derecho a que sólo se le abonen las
mejoras necesarias.
d) Venta de la cosa indebidamente pagada: Caso del artículo 2.302: “El que de
buena fe ha vendido la especie que se le dio como debida, sin serlo, es sólo
obligado a restituir el precio de la venta y a ceder las acciones que tenga contra el
comprador que no le haya pagado íntegramente (inciso 1º). Si estaba de mala fe
cuando hizo la venta, es obligado como todo poseedor que dolosamente ha dejado
de poseer.”
9. LA COMUNIDAD325
A). CONCEPTO
325
Este tema ha sido preparado, y redactado, por el ayudante de cátedra, don Ramón Beltrán C. La temática de la comunidad, se vuelve a
analizar en el Derecho Sucesorio, al tratar la partición de bienes.
259
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Ahora bien, para que exista comunidad, es menester que recaiga sobre una
cosa universal o singular, o sobre bienes corporales o incorporales, en consecuencia
si dos personas no tienen comunidad sobre algún bien de aquella naturaleza, mal
puede haber el respectivo cuasicontrato.327 Ergo, nuestro máximo tribunal, en fallo 13
de Enero de 1994, ha señalado que la naturaleza jurídica del derecho de cada
comunero en las comunidades de objeto, es que cada comunero tiene un derecho de
dominio sobre la cosa única común, siendo cada comunero poseedor solo de su
cuota.328
Luego el artículo 2.305 dispone: “El derecho de cada uno de los comuneros
sobre la cosa común es el mismo que el de los socios en el haber social.”
Este artículo se refiere a las facultades que se otorgan a cada comunero, las
cuales son:
- Usar las cosas comunes, esto debe hacerse según su destino ordinario y sin
perjuicio del justo uso de otro comunero.
- Todo comunero puede oponerse a los actos de administración de los otros, esto
significa que si un comunero se opone al acto, éste no puede realizarse aunque todos
los demás estén de acuerdo.
Ahora bien, las deudas contraídas por todos los comuneros colectivamente se
dividen entre ellos por partes iguales, a menos que se haya estipulado solidaridad o
pactado otra forma de división, pero el comunero que ha pagado más de lo que le
corresponde tiene acción de reembolso contra los otros.
326
Repertorio de legislación y jurisprudencia chilena. Código Civil y leyes complementarias. Tomo IX Editorial Jurídica de Chile, año 1998
Santiago de Chile. Págs. 143 Corte Suprema en fallo, 10 de Julio de 1929
327
Ob. cit. nota supra N° 1. Corte Suprema en fallo, 05 de Septiembre de 1951
328
Ob. cit. nota supra N° 1. Corte Suprema en fallo, 13 de Enero de 1994
260
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
La cuota del comunero insolvente grava a los demás, pero sólo referido a las
relaciones entre los comuneros con motivo de las prestaciones que se deban entre sí.
Ergo, la división del haber común se sujeta a las mismas reglas, que el
Código de Bello contempla para la partición de la herencia. Lo anterior implica que
la división del haber común, no sólo se refiere a la división física del bien, ya que,
el título x del Libro III del Código Civil, que trata de la Partición , contempla el caso
de que el bien no admita división, o que ésta lo haga desmerecer dando reglas para
estos casos330
329
Ob. cit. nota supra N° 1., Corte de Apelaciones de Concepción en fallo, 22 de Abril de 1965
330
Ob. cit. nota supra N° 1., Corte de Apelaciones de Santiago en fallo, 23 de Dicie¡mbre de 1994.
331
El art. 2473 del proyecto de 1853 decía: “ Mientras subsiste la comunidad, el derecho de pedir la división es imprescriptible”
261
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
son los comuneros y cuáles son los derechos que a cada uno de ellos corresponde en
la masa indivisa, luego hay que señalar que la partición es la separación, división y
repartimiento que se hace de una cosa común entre las personas a quienes pertenece.
262
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
QUINTA PARTE
LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL (DELITOS Y CUASIDELITOS CIVILES).
DERECHO DE DAÑOS
1. GENERALIDADES
332
También -tal vez por atavismo- se le sigue llamando responsabilidad Aquiliana, por una reminiscencia del Derecho de los Quirites.
333
Basándose en su nombre: responsabilidad extracontractual (fuera del contrato).
334
Según Maier, el Derecho Penal, como lo conocemos hasta hoy, se caracteriza básicamente como un derecho autoritario. Autoritario, en
el sentido de constituir un derecho de la autoridad, que deja de lado toda influencia de la voluntad particular, inclusive la de aquel que es
titular del bien jurídico protegido. La reacción del Estado estaría destinada a aplicar matemáticamente una pena, un mal al autor de otro mal.
Sin embargo, expone este autor, puede verse al Derecho Penal desde otro punto de vista. En este nuevo enfoque, se trata de ver al caso
penal como un conflicto social a resolver. Un conflicto social que se caracteriza (más que otros) por la necesidad de una pronta y eficaz
solución, y en donde existen víctimas que esperan reparación. Históricamente, señala Maier, el Derecho Penal y su consecuencia la pena,
son una creación moderna, creación que no existió en todos los ordenamientos y que podría incluso desaparecer en el futuro. Esta visión no
es extraña a la historia del Derecho Penal, puede encontrársela en momentos anteriores al nacimiento del Estado Moderno. Durante la
época del Derecho local o feudal (con fuente en la costumbre) se postergaba la reacción de la autoridad frente a la solución real del conflicto
social concreto, entre sus protagonistas de carne y hueso. Esta solución, venía dada por “la composición (...) entre los protagonistas reales
del conflicto social, cuya materialidad consistía en un contrato reparatorio negociado entre ofendido y ofensor”; solución, que habría
constituido la meta ideal del sistema que de esta manera pretendía el regreso de ambos al orden pacífico comunitario, esto es, “terminar la
guerra, declarada por la acción ilícita, mediante un acuerdo de paz pactado por los protagonistas. NAVARRO A., René “Naturaleza Jurídica
de los acuerdos reparatorios en el Nuevo Código Procesal Penal”, Memoria de Prueba, Universidad de Atacama, Copiapó, 2.002, pp. 11 y
ss.
335
No sólo el Código Civil se refiere al tema de la responsabilidad extracontractual. A modo de simple referencia, también encontramos
normas sobre la materia en comento en: Ley del Tránsito Nº 18.290; L.O.C. de Bases Grales. de la Administración del Estado Nº 18.575;
L.O.C. de Municipalidades Nº 18.695; L.O.C. de Bases Grales. del Medio Ambiente Nº 19.300; Ley sobre seguros sociales contra riesgos de
accidentes del trabajo y enfermedades profesionales Nº 16.744; Ley Gral. de Urbanismo y Construcciones D.F.L. Nº 458; Ley sobre
Seguridad Nuclear Nº 18.302; Ley sobre Protección de los derechos de los consumidores Nº 19.496, entre otras. La última Ley, publicada
sobre la materia (y que guarda relación con las negligencias médicas), y que además establece un sistema de mediación, es la llamada Ley
del Sistema AUGE, Ley N° 19.966 sobre Régimen de Garantías en Salud, del 03 de septiembre del año 2004. Su título III se refiere a la
Responsabilidad en materia sanitaria, artículos 38 y ss., los artículos 43 y ss., se refieren al mecanismo de la mediación.
336
CORRAL T., Hernán “Lecciones de responsabilidad extracontractual”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2.003, pp. 65 y ss.
263
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
337
Punitive damages frente a ilícitos civiles (torts) en el Derecho anglosajón.
338
CORRAL Ob. cit., p. 69.
339
Obligación de pagar penas pecuniarias (multas) a beneficio fiscal.
340
Punto también discutido por las tesis abolicionistas e incluso minimalistas del Derecho Penal.
341
ABELIUK M., René “Las obligaciones”, Editorial Ediar Conosur, Santiago, 1.983, pp. 83 y ss.
342
Se ha dicho también, que el real fundamento de la obligación de indemnizar sería la violación del deber general de conducta: no dañar
a otro; y que se configuraría específicamente cuando -producido el hecho dañoso- se determine judicialmente sus responsables y el monto a
indemnizar. Recuérdese aquí que la obligación es un vínculo jurídico concreto (distinto del deber que es abstracto), que une a dos sujetos
(acreedor-deudor), en virtud del cual uno (deudor) se encuentra en la necesidad de cumplir una prestación a favor del otro (acreedor), quien
tiene todas las herramientas (acciones, derechos) que el ordenamiento jurídico le franquea para hacerla cumplir, incluso coactivamente.
264
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Los accidentes del trabajo y los provocados por empresas del transporte
influyeron mayormente en el nacimiento de la responsabilidad por riesgo creado.
Hoy en día, la tendencia es regularlos en una disciplina autónoma cual sería el
Derecho de la Seguridad Social o bien el Derecho de los Seguros. A las empresas
no les cabe otra posibilidad que tomar los seguros 346 obligatorios para proteger a
sus trabajadores en caso de accidentes del trabajo y/o enfermedades
profesionales,347 otro tanto ocurre con los seguros automotrices obligatorios, para
los dueños de los vehículos motorizados.348
343
Revolución industrial.
344
ABELIUK Ob. cit.
345
Ibid.
346
Contrato Dirigido. Véase esta tipología contractual en la segunda parte de este trabajo.
347
Ley Nº 16.744.
348
Ley 18.490 que establece seguro obligatorio de accidentes personales causados por la circulación de vehículos motorizados.
265
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Art. 2.329 inc. 1º: “Por regla general todo daño que pueda
imputarse a malicia o negligencia de otra persona, debe ser
reparado por ésta.”
A). PUNTUALIZACIONES
349
CORRAL, ob. cit., p. 112.
350
Si se exige voluntad humana para generar responsabilidad, surgiría el problema de la posibilidad que respondan civilmente las personas
jurídicas (entes ficticios definidos por el artículo 545). Esta discusión doctrinal, estaría resuelta por la doctrina y la jurisprudencia chilenas,
puesto que se sostiene que las personas jurídicas pueden ser agentes causantes de un ilícito civil, y por consiguiente responsables. Esta
posición tendría respaldo también legal, toda vez que el artículo 58 del Código Procesal Penal señala que “por las personas jurídicas
responden los que hubieren intervenido en el acto punible (delito penal), sin perjuicio de la responsabilidad civil que les afectare.” Dicha
norma es casi idéntica a la que se contenía el Código de Procedimiento Penal en el artículo 39. Véase CORRAL ob. cit. p. 116.
351
Ibid.
266
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A). GENERALIDADES
B). EL DOLO
352
Ob. cit. p. 114.
353
Sin perjuicio que la mayoría de la doctrina está de acuerdo en que no habría grandes diferencias entre un delito y un cuasidelito civil, el
profesor Corral expresa: “(…) la indemnización, aunque regulada en términos del daño causado es también comprendida psicológicamente
tanto por la víctima como por el ofensor como una sanción al actuar imprudente o doloso de éste. Así también lo entienden los tribunales,
siendo inevitable una apreciación de la gravedad de la culpa cuando se regulan los daños extrapatrimoniales, en los que la discreción judicial
es amplísima. En tal evento, factores como la gravedad o ligereza de la culpa del victimario, el cálculo de utilidades que haya podido hacer,
su situación económica, son elementos que sirven, explícita o implícitamente, al juzgador para arribar a la cuantía de la indemnización (…)”.
Ob. cit., pp. 68 y 69.
354
Esta norma ha de relacionarse con la contenida en el artículo 1.458 inc. 2º, que dispone: “En los demás casos el dolo da lugar solamente
a la acción de perjuicios contra la persona o personas que lo han fraguado o que se han aprovechado de él; contra las primeras por el total
valor de los perjuicios, y contra las segundas hasta concurrencia del provecho que han reportado del dolo.”
355
STITCHKIN, D., “El mandato civil”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.975, p. 204, citado por CORRAL, ob. cit., p. 122.
267
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Recordemos aquí, que justamente éste sería uno de los aspectos relevantes
de la tridimencionalidad del dolo en materia civil: dolo, vicio del consentimiento;
dolo, agravante de la responsabilidad contractual; y, dolo, elemento o requisito de
la responsabilidad extracontractual (elemento subjetivo), aplicable a los delitos
civiles.
C). LA CULPA
El Código Civil no definió culpa tal como lo hizo con el dolo. Pero, en el
artículo 44 efectuó la clásica distinción entre culpa: grave, leve y levísima. Esta
graduación de la culpa no se aplicaría en materia de responsabilidad
extracontractual, pero ha permitido que la doctrina a partir de éstas elabore un
concepto de culpa.
En doctrina, existen dos métodos para apreciar la culpa, los cuales son:361
268
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Según don René Abeliuk M.,362 nuestra legislación adopta el primer método,
vale decir, el de la culpa en abstracto, y el sujeto ideal de comparación sería el
buen padre de familia.
La culpa extracontractual, por más leve que sea (cumpliéndose los demás
requisitos), generará la obligación de indemnizar. Esta idea, no es más que un
corolario de lo anteriormente dicho: no hay diferencia en cuanto a sus efectos,
entre el delito y el cuasidelito civil.365
362
Ob. cit., p. 169.
363
“Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel cuidado que aun las
personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en sus negocios propios. Esta culpa en materias civiles equivale al dolo. Culpa
leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios
propios. Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa o descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o cuidado
ordinario o mediano. El que debe administrar un negocio como un buen padre de familia es responsable de esta especie de culpa. Culpa o
descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios
importantes. Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o cuidado.”
364
“El deudor no es responsable sino de la culpa lata en los contratos que por su naturaleza sólo son útiles al acreedor; es responsable de
la leve en los contratos que se hacen para beneficio recíproco de las partes; y de la levísima, en los contratos en que el deudor es el único
que reporta beneficio.”
365
Se ha señalado que existe una tipología especial de culpa: la culpa infracción de ley o de reglamento. Ésta se produciría cada vez
que se incumpla por parte del agente alguna obligación legal o reglamentaria. Tales normas se dictan para prevenir accidentes o atentados a
intereses protegidos socialmente, de tal manera que si por no respetarse éstas se produce la lesión, habrá culpa del autor del hecho. Esta
noción, no debería llevar a absurdos, han de cumplirse también con los demás requisitos de la obligación de indemnizar, principalmente la
relación causal entre la infracción reglamentaria y el daño producido. Los casos más frecuentes se refieren a materias del tránsito. Como
ejemplo de culpa infracción de reglamento podemos señalar el que aparece en la R.D.J. tomo LXXXIV, secc. 4ª, p. 92: El incumplimiento del
reglamento de piscinas (por parte de quien la explota), consistente en no haber dotado a la piscina de una rejilla de protección o seguridad,
lo hace responsable de la muerte de un menor que fue succionado por el desagüe.
366
Se dice presumirse el hecho que se deduce de ciertos antecedentes o circunstancias conocidas. Si estos antecedentes o circunstancias
que dan motivo a la presunción son determinados por la ley, la presunción se llama legal. Se permitirá probar la no existencia del hecho que
legalmente se presume, aunque sean ciertos los antecedentes o circunstancias de que lo infiere la ley; a menos que la ley misma rechace
expresamente esta prueba, supuestos los antecedentes o circunstancias. Si una cosa, según la expresión de la ley, se presume de derecho,
se entiende que es inadmisible la prueba contraria, supuestos los antecedentes o circunstancias.
269
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A). GENERALIDADES
b) Los mayores de siete y menores de dieciséis años que hubieren sido judicialmente
declarados sin discernimiento. Es el juez, quien en forma casuística, decidirá si
estos menores son o no, capaces en esta materia. Quién decidirá, si actuó con o sin
discernimiento, será el juez que conozca de la demanda civil indemnizatoria, el cual,
por regla general, será el juez civil.369 No tiene competencia a este respecto el juez
de familia, ni el de garantía.370
367
Más adelante se analizarán estas presunciones al tratar la responsabilidad por el hecho ajeno y por el hecho de las cosas.
368
La subclasificación infante niño, también tiene relevancia en materia posesoria, atendido lo dispuesto en el artículo 723 inc. 2º: “Los
dementes y los infantes son incapaces de adquirir por su voluntad la posesión, sea para sí mismos o para otros.”
369
También podría conocer de la acción civil, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal o un juez de policía local.
370
La temática del discernimiento en materia civil extracontractual, ni la capacidad en esta área, guardan relación con la imputabilidad
etárea del Derecho Penal. En materia penal, rige el artículo 10 del Código Penal que establece las eximentes de responsabilidad penal,
particularmente el numeral 2 que dispone: “Están exentos de responsabilidad criminal: el menor de 18 años. La responsabilidad de los
menores de 18 y mayores de 14 se regulará por lo dispuesto en la Ley de responsabilidad penal juvenil”. Ley N° 20.084.
371
BARROS B., Enrique “Curso de responsabilidad civil”, Universidad de Chile. s/e., citado por CORRAL ob. cit. p. 110.
270
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i) actual;
ii) total; y
iii) no imputable a la voluntad del sujeto.
271
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Se usa aquí el término guardián para designar a quién debe cuidar o vigilar
al incapaz. Es por ello que, este caso no puede catalogárselo como aquellos que la
doctrina denomina responsabilidad por el hecho ajeno, sino que aquí la
responsabilidad deriva del hecho propio, esto es, la negligencia o falta del debido
cuidado en la vigilancia del incapaz. Se enfatiza que no hay responsabilidad por el
hecho ajeno, toda vez que en tales casos, es menester que el autor sea plenamente
capaz extracontractualmente, en cambio en los supuestos del presente acápite,
justamente, se está hablando de daños producidos por un incapaz.
Esta responsabilidad es aplicable no sólo a los padres del incapaz, sino que
(como el Código no distingue) a cualquier persona que lo tenga a su cuidado.
4.4 LA ANTIJURIDICIDAD380
A). GENERALIDADES
380
RODRÍGUEZ G., Pablo “Responsabilidad extracontractual”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.999; ROSSENDE A., Hugo “Algunos
aspectos acerca de las nuevas tendencias sobre la responsabilidad civil extracontractual”, en Revista Actualidad Jurídica, Universidad del
Desarrollo, Nº 2, Julio 2000, Santiago, año 2000.
381
Creemos ver una notable similitud teórica entre la llamada culpa infracción de ley o infracción de reglamento, y la antijuridicidad
formal, máxime considerando los demás requisitos de la responsabilidad extracontractual que se han de acreditar, excluyendo la prueba de
la culpa stricto sensu.
382
Cómo ejemplos se han citado los artículos 631, 667, 934, 1.285, 1.286, 1.287, todos del Código Civil.
272
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b). El estado de necesidad. Sus requisitos vienen dados por: realidad o peligro
inminente del mal que se trata de evitar; que sea mayor el daño evitado, que el
causado para evitarlo; y, que no haya otro medio practicable y menos perjudicial
para impedirlo (art. 10 Nº 7 Código Penal);383
d). Obrar violentado por una fuerza irresistible o impulsado por un miedo
insuperable (art. 10 Nº 9 Código Penal). Para Corral,384 ésta es más bien una causal
de exclusión de voluntariedad del hecho,385 mas no de su ilicitud.
Por acuerdo previo (entre hechor y víctima) a que ocurra el hecho dañoso o
ex ante, se exime de responsabilidad civil extracontractual. Se discute en doctrina
la validez de tales pactos o acuerdos,389 sin embargo existe consenso en que éstos
quedarían absolutamente proscritos en los siguientes casos:
383
Sin perjuicio de esta causal, se deja a salvo a la víctima la actio de in rem verso, con el objeto de evitar un posible enriquecimiento sin
causa.
384
Ob. cit., p. 130.
385
Acción u omisión humana voluntaria, primer requisito de la responsabilidad extracontractual.
386
Art. 2331: “Las imputaciones injuriosas contra el honor o el crédito de una persona no dan derecho para demandar una indemnización
pecuniaria, a menos de probarse daño emergente o lucro cesante, que pueda apreciarse en dinero; pero ni aun entonces tendrá lugar la
indemnización pecuniaria, si se probare la verdad de la imputación.”
387
No se aplica la exceptio veritatis a las conductas violatorias al derecho a la intimidad ni a la imagen.
388
ABELIUK ob. cit., p. 180.
389
ALESSANDRI ob. cit., p. 634 y ss; CORRAL ob. cit., p. 133; ABELIUK ob. cit., p. 181.
390
Art. 1.465: “El pacto de no pedir más en razón de una cuenta aprobada, no vale en cuanto al dolo contenido en ella, si no se ha
condonado expresamente. La condonación del dolo futuro no vale.”
273
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4.5 EL DAÑO
A). CONCEPTO
Para José Diez S.,392 daño es toda lesión, menoscabo o detrimento a simples
intereses de la víctima.
a). Debe originarlo una persona distinta del ofendido. Cuando el daño lo
genera la propia víctima, no procede la reparación, afirmación que parece obvia,
máxime que en la relación jurídica respectiva han de ser sujetos distintos el
demandante y demandado (víctima-victimario; acreedor-deudor).
d). Debe ser cierto. Sólo son reparables los daños ciertos, entendiendo por
tales los daños reales y efectivos. De esta suerte, se excluyen los daños meramente
eventuales o hipotéticos.
391
RDJ, T. LXVII, Secc. 2ª, p., 85.
392
DIEZ S., José “El daño extracontractual. Jurisprudencia y doctrina”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1.997, p. 30 y ss.
393
Ibid.
394
Sin lugar a dudas, en la temática del llamado Derecho de daños, cobra particular interés una sub rama del Derecho Comercial, el
Derecho de los seguros. El contrato de seguro, se estudia en la cátedra de Derecho Comercial. Sin perjuicio de lo anterior, véase como
bibliografía obligatoria, el trabajo publicado por el Colegio de Abogados de Chile A.G., respecto del Seminario sobre “Responsabilidad Civil
y Seguros. Actuales tendencias y desafíos”, charlas dictadas el 09 y 11 de octubre de 2001, donde exponen los profesores Ramón
Domínguez A., Fabián Elorriaga, Carmen Domínguez H., Pedro Zelaya E., Hernán Corral T., y José M. Barros T.
395
ELORRIAGA, Fabián “Daño físico y lucro cesante”, en “Derecho de Daños”, Varios Autores, LexisNexis, Santiago, 2.002, pp. 53 y ss.
274
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Para llegar a establecer la existencia y monto del lucro cesante, basta con
un juicio de probabilidad, esto es, dentro del proceso normal de las cosas. Podemos
señalar, sólo a modo de referencia, que los métodos utilizados en doctrina para
justipreciar el daño emergente son los siguientes:
Este tipo de daño es reparable por la vía extracontractual, sobre la base del
criterio que todo daño ha de ser indemnizado. La temática del daño moral, su
concepto, delimitación, contenido, procedencia, etc., es una de las temáticas más
complejas del Derecho en general.
396
Véase aquí, como bibliografía obligatoria: DIEZ S., José “El daño extracontractual. Jurisprudencia y doctrina”, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 1.997, pp. 81 a 114; pp. 141 a 150; pp. 245 a 278.
397
RDJ, T. 68, Secc. 4ta, p. 168, sentencia de la C.S. de fecha 10/08/1971, citada por DOMÍNGUEZ H., Carmen “El Daño Moral”, Editorial
Jurídica de Chile, T. I, Santiago, 2000, p. 78, nota N° 80.
275
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
- La víctima directa;398
- El cónyuge, y parientes más cercanos, como lo son los padres, los hijos
(inclusos los póstumos) y los hermanos (también en algunas ocasiones en
favor de los abuelos);
- El conviviente.
Estos dos últimos casos, sólo a raíz de los hechos ilícitos que han causado la
muerte o la lesión de la víctima directa.
Aplicando las reglas generales, será la víctima, quien tenga que desplegar la
actividad probatoria para acreditar cada una de las tipologías de daño que
demande.399
276
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
A). REQUISITOS
La regla general es que se responde tan sólo de los hechos propios y sólo
por excepción, se responda de los hechos de los otros. Para que estemos en
presencia de un caso de responsabilidad por el hecho ajeno,403 es menester que se
den los siguientes requisitos:
b) Que ambos (tercero civilmente responsable y agente causante del daño) sean
plenamente capaces. Este requisito es fundamental, ya explicamos a propósito de
los incapaces, que su guardián no responde por el hecho ajeno, toda vez que los
que están bajo su cuidado no son capaces de delito o cuasidelito civil. Por otro lado,
tampoco responde el padre demente por los hechos de su hijo; y
- El hijo, que fue victimario, debe ser menor de edad, pero no incapaz (pues en tal
caso se aplica la regla del artículo 2.319).
403
Esta materia también es conocida como la obligación de indemnizar del tercero civilmente responsable.
277
Derecho Civil III año 2007 René D. Navarro Albiña
Estos también son responsables del cuidado y conducta del pupilo que vive
bajo su dependencia (Art. 2320 inc. 3°). Asimismo, son responsables los directores
de colegio de los discípulos que estén bajo su cuidado, aún siendo mayores de edad
(Art. 2320 inc. 4°).
d). Responsabilidad de los amos por la conducta de sus criados o sirvientes (art. 2.322).
404
El ex régimen de tuición de los hijos (hoy cuidado personal), se encuentra regulado en los artículos 224 a 228, ambos inclusive, del
título IX del libro I, del Código Civil. Tales normas, fueron modificadas por la Ley de Filiación Nº 19.585 de 1.999. El Código Civil al regular
este tema, distingue según si los padres viven o no juntos. En el caso que éstos vivan juntos, el artículo 224 señala que toca de consuno a
los padres (o al padre o madre sobreviviente, en caso de fallecimiento de uno de ellos), el cuidado personal de la crianza y educación de sus
hijos. Si los padres viven separados, la regla general señala que a la madre toca el cuidado personal de los hijos (inc. 1º artículo 225). Esta
regla general, tiene las siguientes excepciones: a) Corresponderá la tuición al padre, cuando así se hubiere acordado entre ambos por
escritura pública (o acta extendida ante cualquier oficial del Registro Civil), la que además debe subinscribirse al margen de la inscripción de
nacimiento del hijo dentro del plazo de 30 días de otorgada. Este acuerdo puede revocarse, cumpliéndose los mismos requisitos de su
otorgamiento; b) Cuando por razones de maltrato, descuido u otra causa calificada, y cuando así se requiera en atención al interés superior
del hijo, puede confiarse el cuidado al otro de los padres que no incurriere en estas conductas gravosas para él o los menores. La Ley,
también se coloca en la hipótesis que ninguno de los padres pueda ejercer esta labor, por hallarse inhabilitados física o moralmente. En este
caso, puede confiarse el cuidado de los hijos a otra persona o personas competentes (artículo 226). Cuando el tribunal elija a éstas, ha de
preferir siempre a los consanguíneos más próximos, y sobretodo a los abuelos (ascendientes). El artículo 227, señala que en los juicios de
tuición, siempre se oirá a los hijos y a los parientes. El procedimiento es de trámite y resolución, breve y sumaria. Las resoluciones
ejecutoriadas que se dicten sobre la materia, se subinscriben también al margen de la inscripción de nacimiento. Otorgada que sea la tuición
por el tribunal a uno de los padres -o acordada ésta por escritura pública- no inhibe en caso alguno el derecho de visitas (hoy derecho al
contacto regular) que tiene el padre o madre que carece de la tuición, ni tampoco lo exime del deber de prestar alimentos al que
legalmente está obligado (artículo 229). Según el inciso segundo del artículo 224, el cuidado personal del hijo concebido fuera del
matrimonio, corresponde al cónyuge que lo reconoció; y si no fuere reconocido por ninguno, el juez determinará quién se encargará de esta
obligación (tutor).
278
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279
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cuando se tenga al animal en una jaula de hierro y se escapa por caso fortuito. Es
un caso de responsabilidad objetiva por provocar el riesgo (art. 2327).
En relación a las vías para hacer efectiva esta responsabilidad, diremos que
la regla general la constituye el juicio indemnizatorio civil, en un procedimiento
ordinario y de lato conocimiento (en cuanto a la competencia, se aplican las reglas
generales del C.O.T.).
405
NAVARRO A., René “Naturaleza jurídica de los acuerdos reparatorios”, ob. cit. Dadas las consultas que surgieron durante la clase, y
atendido también el interés que presenta la figura en cuestión, se ha decido insertar aquí, parte del trabajo de la Memoria de prueba del
autor. Sobretodo, atendido el hecho que este instituto es, a nuestro juicio, erróneamente asimilado a una transacción, y también ante la
creencia, también a nuestro juicio errónea, de la imposibilidad absoluta de demanda civil posterior a la celebración del acuerdo.
280
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reparación406 del daño causado por la comisión de ciertos delitos que el Código
Procesal Penal señala taxativamente, el cual tiene como virtud extinguir la
responsabilidad penal del imputado y sobreseer definitivamente la causa con efecto
de cosa juzgada.
Los efectos civiles de tales acuerdos, es tal vez uno de los puntos menos
tratados hasta el momento por la doctrina, pero a la vez constituye a nuestro juicio
uno de los más relevantes sobretodo desde el punto de vista de la víctima.
406
Existe consenso entre los autores en el sentido de entender a la reparación en términos amplios, esto es, como cualquier forma
sustitutiva de compensar los perjuicios o daños causados a la víctima, “ya sea por medio de una prestación económica en su favor, por la
prestación de algún servicio en su favor o favor de la comunidad o, simplemente por medio de una disculpa formalizada de algún modo”.
De acuerdo al Instructivo Nº 34 de la Fiscalía Nacional, “la reparación puede tener distintos contenidos, no sólo pecuniarios. Puede consistir
en una disculpa formalizada o en un trabajo a favor de la víctima”.
407
Véase la discusión acerca de los alcances normativos de los epígrafes del CPP, en los anexos de la obra de Emilio Pfeffer, PFEFFER, E.
Código Procesal Penal Anotado y Concordado. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2.001, pp. 257 y ss.
281
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408
Instructivos Generales nºs 26 al 50, Nota al pie Nº 4, p. 167, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2000, p. 174.
409
Ibid.
282
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SEXTA PARTE
LA LEY COMO FUENTE AUTÓNOMA DE LAS OBLIGACIONES
283
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