Sunteți pe pagina 1din 2

El gitanismo y bogotaxo

Aproximadamente, a la una de la tarde del 9 de abril de 1948, el doctor Jorge Eliécer


Gaitán decidió ir a almorzar con algunos amigos. Al llegar a la calle, recibió tres
disparos a quemarropa: uno en la cabeza y dos en la espalda. Su cuerpo agonizante fue
conducido en un automóvil, que se dirigió infructuosamente hacia la clínica más
cercana.
El asesinato del doctor Gaitán –líder liberal; galardonado por sus estudios en filosofía y
ciencias, siendo desde muy joven, miembro de número de la Academia de Ciencias de
Bremen (Alemania); y defensor de los sectores desposeídos-, provocó la airada protesta
de la población, que despedazó a su asesino. Fue el inicio del caos. La turba hizo arder
el Palacio Presidencial, el Ministerio de Relaciones Exteriores, las dependencias
policiales, las cárceles, los tranvías y los almacenes.
Esto es conocido como ‘el bogotazo’, en el que murió un número indeterminado de
personas –que algunos historiadores cuentan por miles- y fue destruida una parte del
centro de Bogotá. Fue la expresión de la frustración y tristeza de las masas, por la
pérdida de la única persona capaz de defender sus intereses en los niveles más altos del
Estado, y que probablemente habría ganado las próximas elecciones presidenciales.
Históricamente, los partidos Conservador y Liberal sirvieron de canales para la
expresión de conflictos sociales, como la lucha por la tierra, rivalidades entre regiones y
centros poblacionales, conflictos raciales y confrontaciones entre familias.
En 1930 -en una época en que los gobiernos de otros países latinoamericanos eran
derrocados por golpes militares-, en Colombia, se realizó el traspaso de poder en forma
pacífica, de un presidente conservador a otro liberal. Se realizaron reformas políticas y
sociales: entre otras, la intervención del Estado en la economía, Estado laico, sindicatos,
ley de tierras, que intentaron modernizar el país e incorporar a los sectores excluidos.
La expansión de la economía y principalmente, el proceso de industrialización dieron
origen a transformaciones políticas y sociales. A partir de los años 40, el aumento en la
demanda de trabajadores incrementó la migración a las ciudades, al mismo tiempo que
se intensificaron los conflictos sociales tanto en el campo -movimiento campesino-
como en la ciudad -movimiento obrero, que provocó una reforma laboral-.
En esa época, surge el líder liberal Jorge Eliecer Gaitán como defensor del campesino
en la zona bananera, quien consolida UNIR (Unión de Izquierda Revolucionaria),
representante de las masas populares.
Esta fuerza política logró una gran acogida en todas las zonas del país, convirtiendo a
Gaitán en un líder importante. Nació el ‘Gaitanismo’, un movimiento social encabezado
por Gaitán como una fracción dentro del Partido Liberal.
La mayoría de los colombianos ha vivido bajo el signo de la violencia. Diversas
interpretaciones pretenden explicar las razones de esa violencia. Algunas de las más
frecuentemente esgrimidas, hacen énfasis en la historia y formación del Estado
colombiano; otras, en la pobreza y las condiciones socioeconómicas a las que está
expuesta una gran parte de la población; y otras, en el carácter cerrado del sistema
político o a la ineficiencia propia de la administración gubernamental.
El gitanismo y bogotaxo

En contraste con otros países latinoamericanos, en Colombia no ha sido implementada


una reforma agraria que permita la redistribución de la tierra. Por el contrario, expulsan
y asesinan a los campesinos pobres.
El diario The Washington Post denunció el 29/3/2008, el aumento de campesinos
asesinados por el Ejército colombiano, para hacerlos pasar por miembros de la guerrilla,
basándose en los informes de grupos pro Derechos Humanos, investigadores de
Naciones Unidas y funcionarios del gobierno de Estados Unidos.
Según el periódico norteamericano, “bajo la presión de los comandantes militares para
registrar muertes en combate, en los últimos años, el Ejército ha asesinado cada vez más
a campesinos inocentes haciéndolos pasar por guerrilleros”.
“Hay diferentes registros sobre el número de ejecuciones extrajudiciales, como son
llamadas las muertes de civiles. Pero un informe de una coalición de 187 grupos de
Derechos Humanos dijo que 955 civiles murieron entre 2002 y 2007, y fueron
clasificados como guerrilleros caídos en combate, un 60 por ciento más que hace cinco
años en los que sólo hubo 577 muertos por las tropas”, publicó el diario.
“Los asesinatos, perpetrados por unidades bajo las órdenes de comandantes regionales,
siempre han sido un problema en el oscuro conflicto que ya cumple 44 años”, agrega
The Washington Post. Pero, añade, con la reciente desmovilización de miles de
combatientes paramilitares -muchos de los cuales operaban organizados en
‘escuadrones de la muerte’ para eliminar rebeldes-, los asesinatos de civiles a manos del
Ejército han crecido enormemente desde 2004.
Señalar conexiones entre la violencia de la mitad del siglo veinte y la violencia que se
vive actualmente en Colombia, resulta muy complejo. Lo que sí está claro es que siguen
predominando algunas de las condiciones denunciadas por el asesinado líder liberal.
En palabras del doctor Jorge Eliécer Gaitán: “queremos que los amos sean menos amos,
para que los siervos sean menos siervos”.

S-ar putea să vă placă și