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INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS

Antes de proceder a la interpretación de los resultados de una campimetría, debemos


familiarizarnos con los diferentes formatos de impresión. Independientemente del
instrumento que utilicemos habrá una valiosa información que resultará imprescindible
conocer. Lo primero que debemos buscar es el programa se utilizó para realizar la
prueba. En la mayoría de los perímetros computarizados este dato se localiza en el
encabezado de la página. Tomando como referencia el formato de impresión “3 en 1” del
programa Prueba de Umbral Central 30-2 del Analizador de Humphrey que es el que
utilizamos con más frecuencia, podemos observar que el nombre del programa aparece
efectivamente en la porción superior de la página.

A continuación encontraremos información sobre los parámetros utilizados en la


prueba: Tipo de fijación, Tamaño del estímulo, Iluminación de Fondo, Estrategia.
También visualizaremos los datos relativos al paciente, Fecha de Nacimiento, Diámetro
Pupilar, Agudeza Visual, Corrección Óptica. Además, Fecha, Hora y Tiempo utilizado en
realizar la prueba. Luego se imprime una información muy importante que nos sirve
para valorar la consistencia de las respuestas del paciente, son los índices de fiabilidad,
Pérdidas de Fijación, Falsos Positivos y Falsos Negativos (fig. 3.1).

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Fig. 3.1. Formato de impresión “3 en 1”. En el encabezado se incluye toda la información relacionada con la
prueba, datos del paciente, programa utilizado, tamaño del estímulo, tipo de fijación, estrategia, índices de
fiabilidad y corrección óptica entre otras.

En este tipo de impresión de “3 en 1” se presentan los tres formatos más utilizados, la


escala o tono de grises, profundidad de los defectos y el valor numérico de los umbrales.
La escala de grises representa el campo visual del paciente y nos da una idea inmediata
del tamaño y la magnitud de los defectos.

El formato que representa la profundidad de los defectos, muestra los puntos


considerados dentro de límites normales con un símbolo redondeado. Los que se
consideran anormales son representados por un valor numérico positivo que significa la

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profundidad del defecto en dB. Además de normalidad, el símbolo redondeado nos indica
que los valores del umbral en ese punto están dentro de los 4 dB del valor esperado. Por
esta razón no aparecerá ningún punto explorado con un valor inferior a 4 dB (Fig. 3.2).
La mancha ciega debe estar localizada en los cuadrantes temporales hacia los 15º y en
los formatos numéricos está representada por triángulo.

Fig. 3.2. Formato de impresión “3 en 1”, incluye tres gráficos, arriba la escala de grises, y debajo, la
profundidad de los defectos (izquierda) y valor de los umbrales (derecha).

El formato numérico nos proporciona el valor del umbral en todos los puntos examina
dos. Los puntos que tengan un valor de 5 dB o menos de lo esperado son examinados en
una segunda oportunidad y el valor obtenido aparece debajo del primero dentro de un
paréntesis. Este segundo valor del umbral es considerado más fiable que el primero y nos
ayudará a diferenciar entre posibles errores del paciente y verdaderos defectos en el
campo visual.

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Junto a cada cuadrante del formato numérico se imprimirán unos valores que
representan la suma de los umbrales de cada punto explorado en ese cuadrante
(sensibilidad total), y pueden ser de gran valor para comparar varias pruebas del mismo
paciente en fechas diferentes. Otro parámetro no menos importante es el nivel de
referencia central, se determina al inicio de la prueba y representa la altura de “la colina
de la visión” del paciente.

INDICES DE FIABILIDAD

Al interpretar los resultados de un campo visual, debemos evaluar los índices de fiabilidad
de la prueba. Cualquier modificación de estos parámetros puede condicionar los
resultados dificultando una correcta valoración de la información obtenida.
Los índices de fiabilidad más frecuentemente utilizadas son, pérdidas de fijación, falsos
positivos, falsos negativos y fluctuación a corto plazo.

Pérdidas de fijación

Una buena fijación es una condición fundamental para que un campo visual sea fiable.
Cuando la fijación es deficiente existen dos razones que podrían provocarla. Una de ellas,
que el paciente tenga dificultad en mantener la mirada en el punto de fijación del
aparato, habitualmente por una falta de atención o fatiga. En esta situación pueden pasar
desapercibidos pequeños defectos y los más grandes y profundos ser subestimados,
debido a que el paciente verá el estímulo con una parte de la retina más sensible a la que
correspondería si la fijación fuera correcta.

Otra razón para que la fijación sea deficiente se presenta cuando la mancha ciega no está
bien delimitada. En esta situación hay que comprobar la impresión numérica de los
umbrales en esa zona y verificar si está presente el defecto absoluto que representa la
mancha ciega, si este defecto no está presente, puede ser indicativo de una mala fijación.

En el analizador de Humphrey, cuando las pérdidas de fijación alcanzan una cifra superior
al 20 % de las veces en que se ha controlado, existe la posibilidad de que influya en la
interpretación de los resultados y el símbolo XX aparecerá en pantalla y también se
imprimirá junto con los demás parámetros, indicando que está fuera de los límites
normales (fig. 3.3).

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Fig. 3.3. Índices de fiabilidad alterados. El paciente cometió 8 pérdidas de fijación en 33 controles y 12 falsos
negativos en 19 controles. Estas cifras superan el 20%, por lo que el símbolo xx aparece en la impresión de los
resultados. La fluctuación también es muy elevada, 4,64 dB. La fiabilidad de la prueba es cuestionable.

Falsos positivos

Los perímetros computarizados de proyección suelen emitir un ligero zumbido cada vez
que el proyector se mueve para presentar un estímulo en un punto determinado del
campo visual. La mayoría de estos instrumentos son capaces de producir estos sonidos
sin proyectar ningún estímulo y lo repiten varias veces en el transcurso de la prueba. Si el
paciente colabora mal o está ansioso, puede responder al zumbido del aparato aunque el
estímulo no se haya presentado, esta respuesta será recogida como un falso positivo (fig.
3.4).

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Fig. 3.4. Elevado número de pérdidas de fijación y falsos positivos en un paciente de los denominados “happy
trigger” (gatillo alegre). En un gran número de los puntos explorados el valor de los umbrales era muy superior a
lo esperado. En el formato de profundidad de los defectos aparecen con signos negativos y en la escala de grises
como manchas blancas.

Falsos negativos

Durante la prueba se presentan en varias ocasiones estímulos mucho más brillantes que
el umbral (supraumbrales), en un área cuya sensibilidad había sido determinada
previamente. Si el paciente no responde a ese estímulo supraumbral la respuesta será
recogida como un falso negativo. Valores elevados de respuestas falsos negativos
sugieren fatiga o falta de atención del paciente.

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En el perímetro de Humphrey, si el número de falsos positivos o negativos supera el 33%
del total de las comprobaciones puede aparecer el símbolo XX en la pantalla y también en
los formatos de impresión indicando que los resultados tienen una baja fiabilidad.

Fluctuación

El valor del umbral visual en un punto determinado del campo visual no es fijo, la
sensibilidad en dicho punto varía constantemente aún en circunstancias normales. A esta
variabilidad del umbral que se produce en el transcurso de la prueba se conoce como
fluctuación a corto plazo.

La fluctuación a corto plazo se calcula midiendo dos veces el umbral en determinados


puntos del campo visual. El valor resultante de la diferencia entre la primera y la segunda
medida se corresponde a la fluctuación. Una baja fluctuación significa que el paciente es
consistente en sus respuestas y por lo tanto fiables. Sin embargo una fluctuación elevada
puede ser indicativa de patología ocular ó simplemente que las respuestas del paciente
no son fiables, ya sea por una atención deficiente o por fatiga.

La fluctuación a corto plazo es diferente según se determine en el campo central o


periférico. Randall y Cols. (1986), determinaron que la fluctuación en la periferia (entre
los 30º y 60º), era de 2.61 + 1.51 dB, mientras que en el campo central (30º), era
significativamente menor, 1.86 + 0.74 dB. En nuestra experiencia coincidimos con el
estudio de Randall y situamos los valores normales de la fluctuación entre 1.00 y 2.50
dB, condicionado siempre por la edad del paciente (fig. 3.5).

La fluctuación a largo plazo se obtiene al comparar la variabilidad entre dos pruebas


(intertest). Nos puede proporcionar información acerca de la progresión de determinadas
patologías oculares como el glaucoma. Una fluctuación a largo plazo elevada puede
significar un empeoramiento de la enfermedad, mientras que una disminución en los
valores indica una mejoría o bien una mayor habilidad del paciente en la realización de la
prueba.

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Fig. 3.5. La fluctuación a corto plazo (FC) en las tres pruebas impresas están dentro de la normalidad lo que
indica que las respuestas del paciente son consistentes y por lo tanto las pruebas son fiables.

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