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VIVAMOS LA COMUNIÓN

MISIONERA DESDE LA
HUMILDAD

LEMA
“Jesús haz nuestro corazón
semejante al tuyo”
La Humildad es:

La virtud moral por la que el hombre


reconoce que de sí mismo, sólo tiene la
nada y el pecado. Todo es un don de Dios,
de quien todos dependemos y a quien se
debe toda la gloria.
El hombre humilde no aspira a la grandeza
personal que el mundo admira, porque ha
descubierto que ser hijo de Dios es un valor
muy superior. Va tras otros tesoros.
Es así libre para estimar y dedicarse al
amor y al servicio.
El hombre se siente movido a una
actitud humilde ante Dios por la
conciencia de que ha sido creado
por El, modelado con el polvo de la
tierra (Gn. 2,7)

Jesús se presenta como “humilde


de corazón”, encuentra la razón
última de su ser y obrar no en sí
mismo, sino en Otro, en la
voluntad del Padre.
“El hombre, única creatura
terrestre a la que Dios ha
amado por sí misma, no
puede encontrar su propia
plenitud si no es en la
entrega sincera de sí
mismo a los demás”. (GS
24)
La celebración de la Fiesta
solemne del Cuerpo y la Sangre
del Señor es celebración del
Misterio de la Eucaristía,
destacando el aspecto de su
Presencia real entre nosotros,
como Pan de Vida y fuerza
para construir la unidad de la
Iglesia en la misión.
La Humildad nos permite ser
pacientes, vivir el espíritu de
servicio para la misión y
comprometernos en
responsabilidades sociales y
comunitarias.
Jesús se quedó en los signos
humildes de pan y vino en la
Eucaristía, que es la fuente y
cumbre de toda actividad
misionera.
“Hijo del hombre, que no
vino para ser servido, sino
para servir y dar su vida
en rescate por una
multitud.”
Mt 20,28.
Comisión de Pastoral - Movimiento Palestra
E-mail:
E-mail comisionpastoral_palestra@hotmail.com

Blog: http://palestra-tucuman-info.blogspot.com/

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