Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Mi homenaje en silencio
Esa tarde no sabía ni pensaba en esas cosas. Sólo le seguía como una suerte de homenaje
al genio, al tipo, al muchacho, al maestro egresado del Mariano Acosta, que me, nos,
había regalado la vida con tantas maravillas literarias, que no son para mí, piezas u obras
de arte, son alegrías, son emociones, son extasis estéticos de perfección y finura de amor
e imaginación. Caminé varias cuadras detrás de él, mirando si la gente lo reconocía y sí,
algunos lo miraban y se quedaban mirándolo sorprendidos o embobados como yo,
cholulo móvil, cholulo peripatético, cholulo seguidor como perro e’sulky.
Después de tan solo media hora, empecé a extrañar su andar cansino de hombre alto, sin
apuro, mirando todo en la calle Maipú.
Ahora está en Montparnasse y se están por cumplir veinte y cinco años de su muerte. Y
todavía me emociono leyendo la Carta al Bebé Rocamadour o me río con la familia de la
calle Humbolt y sus historias de Cronopios y de Famas.
José María.-