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La buena amistad.

La buena amistad nace cuando se estima (achtet, respeta) mucho al otro y ciertamente ms que a uno mismo, cuando asimismo se le ama pero no tanto como a s y cuando finalmente, para el aligeramiento del trato, se sabe agregar el delicado toque y aura de intimidad pero al mismo tiempo se guarda uno prudentemente de la intimidad real y propiamente dicha y de la confusin (Verwechselung, permutacin) entre el yo y el t (HdHII, 241). * Los amigos como fantasmas. Cuando cambiamos fuertemente, entonces nuestros amigos que no han cambiado se convierten en fantasmas de nuestro propio pasado: su voz nos suena espantosamente vaga, como si nos oysemos a nosotros mismos, pero ms jvenes, ms duros, ms inmaduros (HdHII, 242) * Camino hacia una virtud cristiana. Aprender de los enemigos de uno es el mejor camino para amarlos, pues nos dispone a la gratitud hacia ellos (HdHII, 248). * En la separacin (Im Scheiden). No en cmo un alma se acerca a otra, sino en cmo se aleja de ella, reconozco yo su afinidad y co-pertenencia (Zusammengehrigkeit mit der andern) (HdHII, 251). * Silentium. No hay que hablar (reden) de los amigos; de otro modo se traiciona con palabras (verredet) el sentimiento de la amistad

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