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EL SAPO Y LA GARZA

Haba una vez un sapo que pasaba el da cazando mosquitos, zancudos y saltamontes para poder alimentarse. Dicha actividad le marchaba bien porque cuando llegaba a los montes, zona donde se concentraban estos insectos, los capturaba sin ningn problema. Un da el sapo fue a realizar su labor cotidiana a orillas del ro y all encontr a una triste y desconsolada Garza que al parecer pasaba una realidad contraria a l entonces el anfibio se compadece de ella dicindole: -Qu te pasa amiga garza? -Ah, amigo sapo! respondi-. Si supieras que en lo que va del da no he podido cazar ningn pez y ahora tengo mucha hambre Entonces el sapo se ofreci voluntariamente a apoyar al ave y se le ocurri una idea: aventar presas a la corriente y apenas apareciesen los peces, ellos actuaran de inmediato. La garza acept dicho plan, pero cuando lo realizaron no tuvo mucho xito. En ese momento solo cazaron un que no fue suficiente para su paladar. Pese a esto, seguan insistiendo e insistiendo, y siempre obtenan el mnimo resultado. En un ltimo intento, el sapo opt por zambullirse en lo ms profundo del ro, donde ahuyentaba a los peces de esta forma, la suerte fue su mejor aliado porque se amontonaron en dicho lugar un sin nmero de fauna fluvial. As la garza decidi entrar a nadar por el manso caudal en donde consumi cuanto pez se le cruzara y una vez que haba llenado su buche, el ave avis al sapo dicindole -Hasta aqu, no ms! los dos salieron del agua y se dirigieron hacia una choza. All la garza tuvo palabras de agradecimiento hacia el sapo, por su notable colaboracin de la cual sali beneficiada, y le dijo: -Cmo pagare tu generosidad? Y el anfibio recibi el aprecio con humildad respondiendo: -Cunto ms satisfecho me siento yo dando que recibiendo? As el sapo demostr que cuando uno hace un favor, no debamos pedir nada a cambio, como hizo l con la

garza y le cambi el rostro de nostalgia por el de felicidad. Ambos personajes se despidieron dndose un fuerte abrazo.

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