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De algn modo haba sido tan extraa la forma en que ella haba llegado a su vida que le haba querido

evitar hasta donde le fuera posible, hacer cualquier pregunta, tomar cualquier decisin, exigir nada de ella. No hacer nada que pudiera llegar a espantarla o hacer que se fuera de manera tan imprevista como haba llegado. En el fondo siempre supo que el asunto podra terminar de esa forma pero mientras l pudiera evitarlo o si quiera demorarlo lo hara. Hara cualquier cosa que fuera necesario. No haba pasado una semana desde que se hubieran visto por primera vez y ya estaban viviendo juntos. l siempre sinti que ella se estaba refugiando, que para ella l era como un ltimo pedazo de madera para mantenerse a flote tras el naufragio. Eso de alguna manera le daba seguridad, equiparaba para l un poco las cosas, le daba un poco de manejo de la situacin. Porque lo cierto es que para l ella siempre fue como una especie de regalo de lujo que le haba llegado por error, una criatura de otro mundo, una bendicin casi inmerecida. Entre los dos siempre floto silencioso ese pacto. Ninguno de los dos engaaba. Ella se dejaba estar con l, siempre un poco distante, siempre enigmtica como un gato. Eso era lo que ella poda, para l era ms de lo que nunca haba tenido. Y as pasaban el tiempo felices. A l cada cosa que ella haca le pareca reveladora, proveniente de un mundo nuevo, la manera en que hablaba, la manera en que lo miraba la maana temprano, siempre despertndose antes que l. La manera en que escuchaba las novedades que l le traa todos los das, como una madre enternecida con las cosas de un chico. Por eso cuando ella finalmente desapareci y l hizo todo el escndalo que hizo, se sinti casi un traidor. Ests eran las reglas, repeta una y otra vez. Siempre tuvo claro que esto iba a pasar y sin embargo no poda resignarse a dejarla ir as como as. A volver mansamente a su mundo de hombres y tractores, de tierra y barro. Era demasiado pedirle a Lola. Pensar ella alguna vez en m? O habr sido apenas un comparsa, una parte de uno de sus disfraces, habr existido alguna vez para ella? Se aferraba a esta pregunta como algo sagrado. Porque si algo tena claro es que el tiempo que haba estado con ella era la nica poca de su vida en la que l haba sido alguien, en la que haba existido realmente.

Historias Extraordinarias de Federico Fellini, Louis Malle, Roger Vadim.

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