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LA FLOR NACIONAL.
Fue escogida como flor Nacional según un concepto emitido por la Academia Colombiana de
Historia en 1936, aún cuando no ha sido consagrada oficialmente por ley. Es sabido que las
Orquídeas Colombianas están señaladas entre las más hermosas del mundo. La estructura y
los colores de la Cattleya Trianae son de una extraordinaria belleza
EL AVE NACIONAL.
Se dice que recorre hasta 200 leguas en un día. Solamente vuela en los días de sol. Su
plumaje es negro, con visos azulados como el acero. Y sus potentes alas están rodeadas de
blanco. También es blanca su majestuosa gorguera. Habita en las más altas cumbres de la
cordillera de los Andes.
EL ARBOL NACIONAL.
Fue escogida como árbol Nacional de Colombia por la comisión preparatoria del III Congreso
Suramericano de botánica, celebrado en Bogotá en 1949.
Posteriormente fue adoptado oficialmente como símbolo patrio por la ley 61 de 1985.Nombre
científico: Ceroxylon quindiuense H. Wendl.
ESCUDO NACIONAL.
c) En los membretes de papel, sobres, etc., mediante los cuales se ventilen asuntos
estrictamente oficiales.
A medida que las distintas provincias y ciudades del Nuevo Reino de Granada declaraban su
independencia absoluta de España, iban adoptando su propia insignia. Así, por ejemplo, las
ciudades confederadas del Valle del Cauca, que eran Anserma, Buga, Cali, Caloto, Cartago,
Iscuandé, Popayán y Toro adoptaron en 1811 una bandera de dos fajas horizontales, de
colores azul celeste y blanco, orlada de plata; la Provincia de Cartagena se identificó en 1812
con una bandera "rectangular de tres cuadrilongos, el primero rojo, el segundo azul y verde
el central, y en éste una estrella de plata de 8 rayos"; y el Estado Libre e Independiente de
Cundinamarca creó en 1813 una bandera de 3 fajas horizontales de iguales dimensiones,
arriba azul celeste, en medio amarillo y abajo rojo, que es la que actualmente usa el
Departamento de Cundinamarca.
SIGNIFICADO DE LOS COLORES
Hay muchas versiones y leyendas que intentan explicar por qué el Precursor Francisco
Miranda desde 1806 escogió los colores amarillo, azul y rojo para su emblema. La primera y
la más famosa interpretación que se hizo sobre su disposición cromática, es decir, sobre el
orden que tienen las franjas de colores en la bandera, fue la que se atribuye a Francisco
Antonio Zea en el Congreso de Angostura en 1819:
"Nuestro pabellón nacional, símbolo de las libertades públicas, de la América redimida, debe
tener tres franjas de distintos colores: sea la primera amarilla, para significar a los pueblos
que queremos y amamos la federación; la segunda azul, color de los mares, para demostrar
a los déspotas de España, que nos separa de su yugo ominoso la
inmensidad del océano, y la tercera roja, con el fin de hacerles
entender a los tiranos que antes de aceptar la esclavitud que nos han
impuesto por tres siglos, queremos ahogarlos en nuestra propia
sangre, jurándoles guerra a muerte en nombre de la humanidad".
Algunos creen, en cambio, que los colores amarillo y rojo fueron
tomados de la bandera española y que se introdujo el azul para
significar la distancia, el mar, que nos separa de la madre patria. Otros historiadores están de
acuerdo en que el origen más probable es el español, pero no por la teoría anteriormente
expuesta del "azul intruso", sino porque en el escudo de armas que España le dio al
Descubridor de América, Cristóbal Colón, los fondos de los cuarteles (de las cuatro mitades
en que se divide el escudo), correspondían exactamente al tricolor mirandino.
También hay quienes afirman que Miranda adoptó estos tres colores como prueba de gratitud
a su amiga la emperatriz Catalina de Rusia; el amarillo para simbolizar el color de sus
cabellos; el azul, el de sus ojos; y el rojo, el de sus labios.
En fin, hay muchas interpretaciones, como la más simple y más hermosa de que reproduce
los colores del arco iris. Pero lo importante es mirar con mucho amor nuestra bandera
nacional. Ella simboliza nuestros esfuerzos del pasado y nuestras esperanzas de un futuro
mejor. En síntesis, el significado que debemos tener presente de sus tres colores son: el
amarillo representa la abundancia y la riqueza de nuestro suelo, pero también la soberanía,
la armonía y la justicia; el azul simboliza el mar, los dos océanos sobre los que Colombia
tiene costas y que nos une a otros pueblos para el intercambio de productos; y el rojo
representa la sangre, pero no la sangre que derrama el odio sino la que alimenta el corazón y
le da movimiento y vida, la que significa amor, poder, fuerza y progreso.
Esta bandera de fajas verticales continuó usándose hasta 1861. El General Tomas Cipriano
de Mosquera, como presidente provisional de los Estados Unidos de Colombia (el nombre
que tuvo nuestro país hasta 1886, año en que adoptó el actual de República de Colombia),
sancionó el Decreto del 26 de noviembre de 861 que volvió a cambiar nuestro pabellón. Se
dispuso que, de nuevo, la posición de las fajas fuera horizontal y que la división amarilla
tuviera el doble ancho:
"Articulo 2°.: Los colores del pabellón nacional de los Estados
Unidos de Colombia son: amarillo, azul y rojo, distribuidos en fajas
horizontales y ocupando el color amarillo la mitad del pabellón
nacional, en su parte superior, y los otros dos colores la otra mitad,
divididos en fajas iguales, el azul en el centro y el rojo en la parte
inferior".
Fue la de las tropas granadinas: un pabellón de colores amarillo, verde y rojo, dispuestos en
3 fajas horizontales de iguales dimensiones. Esta fue la bandera que adoptaron las
Provincias Unidas de la Nueva Granada por ley 14 de Julio de 1814 y por eso fue la que
llevaron las tropas granadinas, comandadas por el General Francisco de Paula Santander,
en las gloriosas batallas del Pantano de vargas y Boyacá, con las que culminó el proceso de
nuestra independencia, el 7 de agosto de 1819.
La Ley Fundamental de la República de Colombia, es decir, la Ley que creo la República que
llamamos la Gran Colombia , sancionada por el Congreso reunido en Angostura el 17 de
diciembre de 1819, dispuso:
"Artículo 10°: Las armas y el pabellón de Colombia se decretarán por el Congreso General,
sirviéndose entre tanto las armas y pabellón de Venezuela por ser más conocidos".
¿Por qué Colombia adoptó como símbolo nacional la bandera amarilla, azul y rojo de
Miranda, o sea, la Venezolana' y no el pabellón amarillo, verde y rojo de los granadinos?
Porque era la bandera más conocida, pues fue la que Bolívar paseó triunfante por las
grandes ciudades y la que la acompaño en sus batallas, con las cuales les dio la libertad a
Colombia, Venezuela y Ecuador. De ahí que los pabellones nacionales de estros tres países
sean amarillos, azul y rojo.
"Artículo 6°.: Los colores nacionales de la Nueva Granada serán rojo, azul y amarillo. Estarán
distribuidos en el pabellón nacional en tres divisiones verticales de igual magnitud: la más
inmediata al asta, roja, la división central azul y la de la extremidad amarilla".
CORO
¡Oh gloria inmarcesible!
¡Oh júbilo inmortal!
¡En surcos de dolores
El bien germina ya.
Primera estrofa.
Cesó la horrible noche
La libertad sublime
Derrama las auroras
De su invencible luz.
La humanidad entera,
Que entre cadenas gime,
Comprende las palabras
Del que murió en la cruz
Segunda estrofa.
"Independencia" grita
El mundo americano:
Se baña en sangre de héroes
La tierra de Colón.
Pero este gran principio: "el rey no es soberano"
Resuena, Y los que sufren
Bendicen su pasión.
Tercera estrofa.
Del Orinoco el cauce
Se colma de despojos,
De sangre y llanto un río Se mira allí correr.
En Bárbula no saben
Las almas ni los ojos
Si admiración o espanto
Sentir o padecer.
Cuarta estrofa.
A orillas del Caribe
Hambriento un pueblo lucha
Horrores prefiriendo
A pérfida salud.
!Oh, sí¡ de Cartagena
La abnegación es mucha,
Y escombros de la muerte
desprecian su virtud.
Quinta estrofa.
De Boyacá en los campos
El genio de la gloria
Con cada espiga un héroe
invicto coronó.
Soldados sin coraza
Ganaron la victoria;
Su varonil aliento
De escudo les sirvió.
Sexta estrofa.
Bolívar cruza el Ande Que riega dos océanos
Espadas cual centellas
Fulguran en Junín.
Centauros indomables
Descienden a los llanos
Y empieza a presentirse
De la epopeya el fin.
Séptima estrofa.
La trompa victoriosa
Que en Ayacucho truena
En cada triunfo crece
Su formidable són.
En su expansivo empuje
La libertad se estrena,
Del cielo Americano
Formando un pabellón.
Octava estrofa.
La Virgen sus cabellos
Arranca en agonía
Y de su amor viuda
Los cuelga del ciprés.
Lamenta su esperanza
Que cubre losa fría;
Pero glorioso orgullo
circunda su alba tez.
Novena estrofa.
La Patria así se forma
Termópilas brotando;
Constelación de cíclopes Su noche iluminó;
La flor estremecida
Mortal el viento hallando
Debajo los laureles
Seguridad buscó
Décima estrofa.
Mas no es completa gloria Vencer en la batalla,
Que al brazo que combate Lo anima la verdad.
La independencia sola
El gran clamor no acalla:
Si el sol alumbra a todos
Justicia es libertad.
Nuestro Himno Nacional surgió con humildes principios, en un modesto lugar, sin
antecedente notable alguno. El hombre que concibió la grande idea apenas se dio cuenta de
su prolongada resonancia en el porvenir.
Don José Domingo Torres era un simple aficionado al arte de Italia. Pasó su juventud en
ardorosos proyectos teatrales, y perteneció a una compañía de comediantes bogotanos, con
el espiritual Honorato Barriga a la cabeza, dejó simpático y duradero recuerdo en la ciudad.
Fue Domingo Torres en su juventud apuesto galán, que a la media noche, al pie de las rejas,
hizo rasguear sonoros instrumentos en compañía de alegres enamorados trovadores. La
vejez lo sorprendió sin ochavo de reserva y murió como simple portero del Ministerio de
Hacienda. El amor a la patria por un lado, y por otro la velada y discreta lisonja hicieron que
Torres, a propósito del 11 de noviembre de 1887, instara al maestro Oreste Sindici para que
le pusiera música a un himno, cuya letra era del doctor Rafael Núñez. Torres rogaba y el
maestro resistía. Al fin su esposa doña Justina Jannaut de Sindici, colombiana, venció las
últimas dificultades del maestro. La esquiva inspiración brotó entonces en el alma del artista
italiano como resonante catarata de notas gloriosas y ardientes. La imagen de la patria
adoptiva, donde él tenía el dulce solar de sus amores, se presentó con toda su belleza a los
ojos del maestro.
Vibraron al punto de este himno: el estrépito de las armas y los urras de combate, y se
oyeron notas semejantes al grito del huracán que azota nuestras selvas y otras menos
fuertes como las de torrente que salta escondida entre las breñas.
Este himno tiene: vida, calor, movimiento: notas que animan y exaltan el espíritu; arrogancia
propia de un himno triunfal. Nuestro Himno Nacional había surgido.
"El ministro de Gobierno saluda a Ud. muy atentamente y tiene el honor de remitirle adjuntas
dos boletas de entrada al concierto que en la noche del 6 del presente tendrá lugar en el
salón de grados, con el objeto de estrenar un Himno Nacional. La función principia a las
nueve.
Tres años más tarde volaron sus notas hasta distantes países, después de vibrar
triunfalmente en nuestros montes y llanuras.
En 1890 ejecutaron la música del Himno Nacional colombiano en Roma, Méjico, Lima,
Caracas y Curazao. Casi un siglo careció Colombia de un Himno Nacional, y lo tuvo por
casual concurso de circunstancias, no por encargo oficial. Ensayose sin ningún aparato; e
hizo lentamente su camino hasta llegar al pueblo por medio de los niños de las escuelas
primarias; sus fáciles melodías se pegaron a todos los oídos y hablaron a todos los
corazones, y cuando llegó la celebración del centenario de la Independencia, el país se
regocijó al tener una voz para expresar su gratitud y amor a los fundadores de la República.
RAFAEL NÚÑEZ.
Nació en Cartagena en 1825. Político, poeta, periodista, filósofo, jurisconsulto, estadista, fue
elegido Presidente de la República en cuatro períodos: 1880 a 1882; 1884 a 1886; 1886 a
1892; 1892 a 1898. En 1885 Núñez convocó el Consejo Nacional Constituyente que expidió
la constitución de 1886. Núñez murió en Cartagena en 1894.
ORESTE SINDICI.
Nació en Roma en 1837. Llegó a Bogotá como integrante de una Compañía de Opera y
decidió adoptar la nacionalidad colombiana. Casó con Doña Justina Jannaut, dama bogotana
de ascendencia francesa, con quien tuvo tres hijos Oreste, Eugenia y Emilia. El maestro
compuso la música el Himno Nacional sobre un poema del entonces Presidente de la
República, doctor Rafael Núñez. Murió en Bogotá en 1904. El Congreso Nacional expidió la
Ley 89 de 1937 de honores a su memoria.
I
En una villa nuestra,
el hombre de las leyes,
sin reyes ni virreyes
formó su altivo ser:
Si nuestras son sus glorias
y si él nos hizo grandes
a los ancho de los Andes
gritemos ¡Santander!
II
IV
Por tí daremos todo,
Colombia en tu derecho:
Aquí está nuestro pecho
y adentro el corazón.
La madre que nos llora...
la hija que nos ama...
¡Marchemos, que nos llama
el épico cañón!
Tomado del libro CONOZCAMOS A CÚCUTA del Dr. Fernando Vega Pérez, presidente
de La Academia de Historia del norte de Santander.
Tan sólo para el año 1958 y por solicitud que hiciera la Academia de Historia de Norte de
Santander, fue adoptado el Escudo de la ciudad, mediante - el decreto No. 32 de febrero 3 de
1958.
Era gobernador del Departamento el coronel Jorge Ordóñez Valderrama; alcalde de la ciudad
el doctor Aziz Colmenares Abrahim; secretario de Gobierno, Carlos Pérez Escalante; de
Hacienda, Gustavo Rodríguez Duarte y de Obras Públicas, Arturo Mutis Duplat
En la parte superior las armas de doña Rangel de Cuéllar, quien donó los terrenos para la
fundación de la ciudad el 17 de junio de 1733. Eran armas de doña Juana 5 flores de lis
colocadas en forma de aspa, de color plata y rojo en fondo de oro.
En la parte inferior el Escudo ostenta las armas, que por Ley del 6 de octubre de 1821 adoptó
el Congreso Nacional reunido en la Villa del Rosario, para la Gran Colombia.
Al centro un hacedillo de lanzas, con hacha atravesada, arcos y flechas, atados con cinta
tricolor; las lanzas eran atributos de los cónsules romanos; el hacha, símbolo del derecho de
la vida o muerte; el arco y las flechas eran atributo de nuestra raza indohispana.
DECRETA
Artículo lo. Adóptese como insignia de esta ciudad de San José de Cúcuta, el siguiente
Escudo cortado que lleva en la parte superior un campo de oro, cinco flores de lis,
aderezadas de plata, y guíes, dos cornucopias llenas de flores y frutos y un hacedillo de
lanzas con la segur, arcos y flechas cruzadas, atadas en cinta tricolor por la parte interior.
Como orla llevará el título conferido por el Monarca español Carlos IV de “Muy noble,
valerosa y leal Villa de San José de Cúcuta”.
Artículo 2o. Ordénase la elaboración en piedra del Escudo que se adopta por medio de este
decreto, con destino al frontil del Palacio Municipal, en bronce para el Despacho de la
Alcaldía y cincuenta ejemplares en cartulina a todo color para las oficinas municipales.
Artículo 3o. Destínase la suma de mil pesos ($1.000,00) para los gastos que ocasione este
Decreto, para cuyo pago la Secretaría de Hacienda hará los traslados que sean necesarios.
Artículo 4o. Sométase a la aprobación de la Contraloría Municipal y Gobernación del
Departamento.
Expedido en Cúcuta, a tres de febrero de mil novecientos cincuenta y ocho.
Firmado por:
El himno de Cúcuta fue legalizado mediante el Decreto 039 de febrero 8 de 1984, siendo
alcalde Luís Vicente Serrano Silva.
La letra fue escrita por el Presbítero doctor Manuel Orillo Martínez, la música del maestro
Pablo Tarazona Prada.
Este himno fue escogido por unanimidad en concurso celebrado en el Teatro Zulima. Su
decreto dice así:
Que, es deber de las autoridades establecer los signos distintivos del Municipio.
Que, en acto público realizado en el Teatro Zulima y en forma unánime fue escogido como
himno de Cúcuta las estrofas escritas por el distinguido poeta nortesantandereano doctor
Manuel Orillo Martínez y cuya música compuso la inspiración afortunada del Maestro Pablo
Tarazona Prada.
DECRETA:
Artículo lo. Reconózcase y téngase como Himno de Cúcuta, las siguientes estrofas:
CORO
“Noble, leal y valerosa
eres por cédula Real
y porque así es, ciudad gloriosa,
tu vida heroica y triunfal.
ESTROFAS
Meció tu cuna una matrona
aristocrática altivez
como su escudo lo pregona
que era magnánima a la vez.
Artículo 2o. Promuévase en los centros educativos en general el nuevo Himno de la Ciudad.
Artículo 3o. En la reinauguración del Teatro Municipal de esta ciudad, se hará oficialmente la
presentación pública de nuestro Himno, con la presencia de los dos ilustres gestores de la
obra.
COMUNICASE Y CÚMPLASE
Dado en San José de Cúcuta, a los 18 días del mes de febrero de mil novecientos ochenta y
cuatro (1984).
Desde el año 1928, y cuando en la ciudad de Cali se celebraban las primeras olimpiadas
nacionales, la representación de Norte de Santander exhibió por primera vez los colores
negro y rojo.
En aquella ocasión el representativo del Norte venció a los representantes de Cali y Neiva y
sólo perdió contra el campeón Santa Marta. (Antonio García- Herreros. Cúcuta 250 años).
Tan sólo para el año 1988 y a instancias de quien esto escribe, el alcalde, señor Carlos A.
Rangel, legalizó la bandera de Cúcuta por medio del decreto No. 106 de mayor 3 de 1988.
DECRETO NO. 106 DE 1988
(Mayo 3)
Que, desde el año 1928 el deporte cucuteño ha tenido como símbolo representativo a nivel
nacional su bandera negra y roja, como efecto lo hizo la delegación que viajara a Cali con
motivo de las primeras olimpiadas nacionales de dicho año.
Que, desde esa fecha hasta nuestros días ha sido nuestro emblema más representativo,
querido y estimado por nuestro pueblo cucuteño, de cuyas entrañas brotó de modo
espontáneo y desprevenido al igual que su patriotismo, heroísmo y lealtad.
DECRETA
Artículo lo. Créase “la Bandera de Cúcuta”, emblema y símbolo de nuestra ciudad para honor
y tributo de sus gentes.
Artículo 2o. Esta bandera tendrá las mismas proporciones de la Bandera Nacional y se
compondrá de: dos franjas horizontales de igual anchura; la superior será negra,
simbolizando la riqueza escondida de nuestro suelo al igual que la riqueza latente de nuestro
pueblo; la inferior será roja, simbolizando la sangre de nuestros mártires en la
Independencia, el sacrificio y la tenacidad de los reconstructores de la ciudad; llevará en su
centro como símbolo de unión y continuidad entre el pasado y el presente el Escudo de la
ciudad, adoptado por Decreto No. 032 de 1958.
COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE,
Dado en San José de Cúcuta, a los 3 días del mes de mayo de mil novecientos ochenta y
ocho (1988)
CORO:
Ni un paso atrás, siempre adelante
El estudio es nuestro estandarte
COLIJA, COLIJA, Noble institución
Orgullo nuestro, también de la nación (Bis)
I
Nacido en cuna humilde y noble
arrullado con tesonero amor,
magno baluarte de Juan Atalaya,
“Ciencia y Vida”, es tu lema y honor.
II
Comuneros guió tus primeros pasos,
Claret celebra tu rápido andar.
COLIJA, ejemplo has de tener,
gloria serás del Norte de Santander (Bis)
III
Ciencia y vida es tu lema
y orgullosos todos te llevamos
entre nuestro pecho y espalda
tu bandera, tu escudo, amamos
IV
Juntos a tu alrededor,
COLIJA, con júbilo y fervor!
Gritamos ahora y siempre
“Ciencia y Vida”, es tu lema y honor.
V
Con empuje, dinamismo y valor,
buscaremos tu progreso y bienestar:
alumnos, profesores y padres
lucharemos para alcanzar el ideal
VI
COLIJISTAS! digamos presente!
aquí, allá, donde te encuentres...
recuerda siempre tu aula máter
es para ti, hogar de siempre (Bis)
ESCUDO DEL COLEGIO