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Pero, ¿fidelidad a quién? ¿Al Reino de Castilla? ¿A Isabel II? ¿Aceptación por
conveniencia? ¿De quién? […]
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Alvar, Manuel. Manual de dialectología: El Español de España. P.14
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Ibíd. P.16
3
Ibíd. P.16
como tal cuenta con 500 años de historia, los musulmanes estuvieron en Andalucía
8 siglos, ¿debemos pensar que su habla y su cultura no caló en la población
cristiana de aquel contexto histórico?
Para crear un reino fuerte se debe consolidar una identidad lo más homogénea
posible, con un factor común: la lengua. La España de la reconquista se cimentó
sobre el castellano y la religión católica, de ahí que se ignore al andaluz como
lengua criolla, que si bien es cierto que conserva un gran sustrato léxico castellano,
presenta múltiples rasgos propios. Pidgin es la variedad lingüística que se crea a
partir de dos o más lenguas con el fin de satisfacer necesidades inminentes de
comunicación entre individuos que no poseen ninguna variedad en común (está
pasando actualmente con el spanglish, ¿por qué negar que sucediera hace siglos
con el latín (romances) y el árabe?) Las lenguas pidgin no tienen hablantes nativos,
porque son soluciones sociales y, por ello, se caracterizan por normas de
aceptabilidad. Paso previo al nacimiento de toda lengua criolla. Cuando el pidgin
encuentra hablantes nativos, pasa a ser lengua Criolla, y ésta ya no es ninguna de
las anteriores, sino un híbrido, otra cosa. La lengua Criolla se desarrolla, se
enriquece, aumenta su complejidad morfo-sintáctica, desarrolla variedad
léxica y sobre todo se convierte en variedad materna de una comunidad.
Todos estos factores se dan en el andaluz:
- Se desarrolla:
La prueba inequívoca de que el andaluz se ha desarrollado es la acumulación
de particularidades que presenta en todos los aspectos de la lengua que no
encuentran equivalente en castellano.
- Se enriquece:
Toma un gran sustrato del léxico castellano, pero no rechaza influencias
árabes. (Aljamiada-mozárabe-castellana)
- Aumenta su complejidad morfo-sintáctica:
El andaluz no elimina u omite nada, sino que por el contrario el andaluz se
configura por un sistema de sustitución, no de eliminación en oposición al
castellano. Hecho que los castellanoparlantes no captan por la complejidad
de este comportamiento lingüístico, de ahí que, por ejemplo, cuando imitan el
acento andaluz se limitan a no pronunciar las eses finales; pero Los pájaros
pasa a ser loh páharo. La S de los no es omitida, sino suplida por una
aspiración, y la segunda S no se hace necesaria porque cuando el sustantivo
comienza por consonante, el plural del mismo queda indicado por medio de la
propia aspiración, por tanto, la aspiración es a su vez rasgo fonético y
también marcador morfológico desinencia plural. Lo mismo ocurre con loh
tomate (los tomates), lah mano (las manos), lah palmera (las palmeras)…
cuando el sustantivo empieza por vocal la S es pronunciada pero guarda su
carga morfológica: los oho (los ojos).
- Desarrolla variedad léxica y semántica:
Independencia léxica con palabras que no encuentran correspondencia en
castellano y uso de vocablos españoles con distinción de significado.4
Además de la conservación de arcaísmos del castellano antiguo.
- Se convierte en variedad materna de una comunidad: Es evidente que el
andaluz es la lengua materna/vehicular en Andalucía.
4
Ver Alcalá Venceslada, Antonio. Vocabulario Andaluz. (1933)
Otros consideraciones o “requisitos” para ser lengua y no dialecto, según la
mayoría de teorías lingüísticas, es poseer: ortografía (el dialecto se caracteriza por
no ser escrito), gramática y literatura propias:
- Ortografía: Si bien es cierto que a día de hoy el andaluz no cuenta con una
ortografía normativa del andaluz, conocemos varios intentos para reflejar sus
rasgos, aunque no extensible a toda Andalucía debido a su variedad interna.
Actualmente son varios los intentos para dotarse de una ortografía andaluza,
como los diversas propuestas presentadas por la Hunta d'Ehkritoreh n'Andalú
(Junta de Escritores en Andaluz).
- Gramática: A día de hoy el dialecto andaluz sigue sin poseer una gramática
normativa distinta a la española. Sin embargo, a lo largo de la historia se han
elaborado propuestas de gramática del andaluz, que nunca llegaron a
aprobarse oficialmente. La última se elaboró durante la II República española,
siendo presentada en las Cortes junto al Estatuto de Autonomía de
Andalucía, pero debido al estallido de la de la Guerra Civil española en 1936
jamás llegó a aprobarse.
- Literatura: Algunas obras literarias históricas en andaluz son las siguientes: el
sainete Los hijos del tío tronera de Antonio García Gutiérrez (parodia de El
trovador del mismo autor); El esquilaor, parodia de El trovador de Antonio
García Gutiérrez; el libreto de el amor brujo de Gregorio Martínez Sierra; el
libreto de la vida breve de Carlos Fernández-Shaw; los entremeses de los
Hermanos Álvarez Quintero como Ganas de reír y ¿a qué venía yo?
Este artículo no tiene afán doctrinal, y por tanto no fue escrito creyéndose en
posesión de la verdad, en él simplemente he señalado cuestiones que permiten
pensar sobre el andaluz como lengua criolla aljamiada-mozárabe-castellana en
lugar de dialecto castellano, a través de cuestiones culturales, históricas,
sociológicas y estableciendo paralelismos que fundamentan la duda. Sobre los
orígenes, muchas preguntas quedan abiertas o, al menos, encuentran respuestas
ambiguas y parciales, dependiendo de la mano que escribe. Yo humildemente creo
en el andaluz como hibridación lingüística, por tanto lengua propia de Andalucía,
una lengua pidgin (antes de tener hablantes nativos y pasar a ser lengua criolla) que
combina rasgos fonéticos, morfo-sintácticos de la aljamía, con una base léxica
esencialmente castellana, salpicada con otras voces léxicas del mozárabe, además
de una fuerte aportación morfo-sintáctica igualmente castellana. Por todo ello, me
sumo a la opinión expresada por David Hidalgo: Yo no hablo un mal castellano sino
un perfecto andaluz.
No obstante, para finalizar, es muy reseñable que en la nueva era que se avecina, y
ya hemos comenzado a experimentar desde la década de 1990, de una aldea global
de comunicación y tecnología, el castellano y el andaluz se encuentran inmersos en
un proceso de nivelación lingüística, y las fronteras entre ambos son cada vez más
borrosas. A medida que las nuevas tecnologías irrumpen en la vida cotidiana, las
distancias se acortan. Primero fue la radio, el teléfono, luego la televisión y ahora
internet y teléfonos móviles de última generación (también, como no, con acceso a
internet). Antes salir, por ejemplo, de España para vivir en el extranjero suponía
perder un contacto prolongado con tu cultura, tu lengua, etc. Hoy día es lo mismo
vivir en Madrid que en Londres, en Sídney, Nueva York o Tokio. Pues tu cultura, tu
lengua y tu vida anterior están a sólo un click de ratón.
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