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LIBRO PRIMERO

H1PERIN A BELARMINO E l amado suelo de mi patria vuelve a proporcionarme alegra y dolor. Subo ahora todas las maanas a las alturas del istmo de Corinto y, cual la abeja entre las flores, vuela mi alma a menudo de aqu para all entre los mares que refrescan a derecha e izquierda los pies de mis incandescentes montes. Una de estas dos bahas, en especial, me hubiera proporcionado tina gran alegra de haber estado yo aqu hace un milenio. Como un semidis triunfante, entre el esplendor salvaje del Helicn y del Parnaso, donde el amanecer juega con mil cumbres nevadas, y la llanura paradisaca de Sicin, avanzaba la resplandeciente baha hacia la ciudad de la alegra, la juvenil Corinto, y derramaba ante su prometida riquezas procedentes de todas la zonas. Pero de qu me sirve a m esto? El aullido del chacal, que hace resonar su funeral canto salvaje bajo los escombros de la antigedad, viene a sacarme de mis sueos.
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