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Biografía: Claude Bernard

Claude Bernard (Saint-Julien, 12 de julio de 1813 – París, 10 de febrero de 1878) fue un biólogo teórico, médico
y fisiólogo francés. Fundador de la medicina experimental, entre sus aportaciones a la medicina, destaca su
estudio del síndrome de Claude Bernard-Horner. Fue elegido para la Academia Francesa en 1868 y galardonado
con la Medalla Copley en 1876.
El fisiólogo, es un científico, un hombre absorbido por la idea científica que persigue; él ya no oye los lloros de
los animales, ya no ve la sangre que derraman, solamente ve su idea y los organismos que le esconden los
problemas que él desea descubrir. No siente que está perpetrando una horrible carnicería; bajo la influencia de
una idea científica él examina con placer el repugnante filamento nervioso y la carne lívida que a cualquier otra
persona provocarían disgusto y horror…” Así lo escribió Claude Bernard en su Introducción y el escritor inglés
John Vyvyan afirmó que si el santo padre de la vivisección moderna hubiera vivido en nuestra época freudiana
no habría publicado esas líneas, porque son un ejemplo de libro de texto de una de las enfermedades mentales
más graves que conoce la psiquiatría, una enfermedad de la que Claude Bernard era un caso típico y de la que
probablemente ningún vivisector está completamente libre: la esquizofrenia paranoide. Hijo de una modesta
familia de viticultores, Bernard abandonó su villa natal a los 19 años para trasladarse a la ciudad de Lyon, donde
trabajó como mancebo en una farmacia. En esta época, el joven Bernard escribió una obra de teatro (Rose du
Rhône) que tuvo cierto éxito de público. Sin embargo, un amigo de la familia (profesor de literatura en la
Sorbona) le recomendó dejar de lado estas inclinaciones literarias, tras una lectura crítica de su segundo
manuscrito, un drama en cinco actos titulado Arthur de Bretaña, que sería publicado por su amigo G. Barral
nueve años después de su muerte, en 1887. Fuera o no acertado, este consejo hizo que Claude Bernard diera un
giro a su vida y se trasladara a París para iniciar tardíamente la carrera de medicina.

En 1839 Bernard obtuvo una plaza de interno, ocupando el puesto 26 de un total de 29 opositores, y entró en
contacto con François Magendie, cuyas polémicas clases despertaron en él una inesperada pasión por el
descubrimiento de las leyes fisiológicas. Magendie sometía las hipótesis a contrastación experimental ante su
auditorio, riendo abiertamente cuando algún experimento no transcurría según lo anunciado por la teoría que él
mismo acababa de explicar en el aula el día anterior. Magendie se definía como un trapero que recorre el terreno
de la ciencia recogiendo hechos de aquí y de allá, sin otra pretensión que "echárselos a la espalda". La
elaboración de alguna elegante y "pretenciosa" teoría a partir de tales hechos no tenía cabida en el escepticismo
de Magendie. Sin embargo, Bernard, no se encontró nunca cómodo con los supuestos epistemológicos de su
maestro, lo que determinó que sus intereses dieran un nuevo giro, pasando esta vez del ámbito puramente
científico al filosófico. De ahí que Claude Bernard haya pasado a la historia del pensamiento no sólo por sus
contribuciones a la fisiología, sino también por su intento de fundamentar la posibilidad misma de una medicina
y por extensión, de una biología- científica. Pese a que resulta un hecho poco conocido por los estudiosos de la
epistemología, Claude Bernard adelantó las principales tesis de Karl Popper en este campo.
Bernard se licenció en 1843, en 1847 fundó la Sociedad Francesa de Biología. En 1853 se doctoró en ciencias
naturales ante un tribunal formado por Milne-Edwards, Alexandre Dumas y Jussieu. Ingresó en la Academia des
Sienes en 1854, obteniendo ese mismo año la Cátedra de Fisiología General de la Facultad de Ciencias de París.
En 1855 sucedió a Magendie en el Colegio de Francia.
En 1860 Claude Bernard ya había escrito lo esencial de su obra. Este año comenzó a tener serios problemas de
salud que le obligaron a retirarse periódicamente a su Saint-Julien natal. Allí se dedicó a reflexionar sobre el
método que él mismo había empleado para alcanzar sus descubrimientos científicos. De esta época su obra más
famosa es la "Introducción al estudio de la medicina experimental" (1865).
En 1868 ingresó en la academia francesa. Ese mismo año renunció a su cátedra de La Sorbona, y fue nombrado
catedrático de fisiología en el Museo Nacional de Historia Natural de Francia.
En 1869 fue nombrado senador. Aun así, el alcalde republicano de Villefranche se negó a erigirle una estatua por
suscripción popular tras su muerte, alegando que se trataba de un antiguo senador del Imperio, y de un hombre
separado.

Ni la vida profesional de Claude Bernard ni su vida familiar fueron sencillas. En lo que afecta a su vida personal,
Bernard se separó de su esposa en 1869, tras largos años de mutua incomprensión en los que su mujer llegó a
fundar, junto a sus dos hijas, un asilo para perros y gatos con el que expresaba su oposición a la experimentación
con animales. Además, el matrimonio hubo de afrontar la muerte prematura de uno de sus hijos. Desde el punto
de vista profesional, la obra de Claude Bernard sólo fue reconocida por la comunidad académica a lo largo de los
últimos veinte años de su vida.
Entre las contribuciones a la ciencia de Bernard cabe destacar el descubrimiento de la función digestiva del
páncreas, el de la función glucogénica del hígado, el mecanismo de acción del curare, del óxido de carbono y de
los anestésicos, el establecimiento de los principios generales sobre los que se asienta la farmacodinamia
moderna y las funciones del sistema nervioso. En este sentido, han pasado a la historia de la fisiología sus
estudios acerca del carácter único de los nervios sensitivos y motores, la sensibilidad recurrente, la estructura de
la médula espinal, la vaso motricidad y las circulaciones locales, el origen medular del gran simpático, su
función vasomotora, y su acción sobre la temperatura corporal, sobre las secreciones y sobre la glicemia. Otras
aportaciones de menor importancia son sus estudios acerca de la secreción salival, la fisiología pulmonar, el
efecto de la nicotina y del uranio sobre el organismo, la disección química en fisiología, la coagulabilidad de la

Adriana Moreno Aponte 1102-25


Biografía: Claude Bernard

sangre, el tono muscular y los mecanismos inflamatorios. Mención aparte merecen sus estudios sobre la asfixia y
sobre los fermentos, que le valieron una histórica polémica con Pasteur.
Bernard introdujo el concepto de homeostasia alrededor de 1860, si bien el término no es suyo, sino de W. B.
Cannon. Dicho modelo señala como cualidad definitoria de los seres vivos la capacidad para mantener las
condiciones físico-químicas del medio con el que están en contacto. En sentido inverso, son dichas condiciones
físico-químicas del líquido que baña las células las que, al entrar en contacto con ellas, determinan la aparición
de los fenómenos fisiológicos. Este sencillo esquema pretende dar razón del "quid" propio de lo vivo.

Entre sus contribuciones a la terapéutica hay que destacar las relativas al tratamiento de la diabetes, las
indicaciones de la sangría, el tratamiento de la intoxicación por monóxido de carbono mediante ventilación
mecánica, el tratamiento de la anemia con lactato de hierro, el descenso de la temperatura corporal mediante
medios físicos, el estudio de los mecanismos de antagonismo entre fármacos, el tratamiento de la intoxicación
etílica, las aplicaciones de la morfina, los efectos del anhídrido carbónico, la administración intravenosa de suero
fisiológico, las técnicas de reanimación cardiopulmonar y la oxigenoterapia.
Bernard también realizó contribuciones importantes en el ámbito de la cirugía, pues, además de sus trabajos
sobre la anestesia, diseñó nuevos instrumentos quirúrgicos, propuso nuevas técnicas de incisión y de sutura y
describió la hiperglicemia post-hemorrágica.

Aparte de las teorías concretas con las que Claude Bernard enriqueció la medicina, la biología y la veterinaria de
su época, pueden distinguirse dos categorías diferentes dentro de sus contribuciones "teóricas" al pensamiento
biológico: las relativas a su peculiar modo de contestar la vieja pregunta ¿qué es la vida?, y las puramente
epistemológicas. Es en este sentido en el que puede hablarse de la existencia tanto de una filosofía de la vida
como de una epistemología Bernardina. Ambas están, como se verá a continuación, profundamente relacionada
entre sí.
Tras su muerte en 1878, Bernard fue objeto de un funeral público. Fue el primer científico al que se rindió ese
honor en Francia.

Bibliografía:

Hachette, Castell 3-Diccionario Enciclopédico, Nº pág. 480. Pág. 193, Ediciones Castell, 1988.

Claude Bernard. [En línea], disponible en:


http://es.wikipedia.org/wiki/Claude_Bernard", recuperado el 23 de septiembre de 2009.

Adriana Moreno Aponte 1102-25

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