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Mi Seor... ...

Aydame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los dbiles Si me das fortuna, no me quites la razn. Si me das xito, no me quites la humildad. Si me das humildad, no me quites la dignidad. Aydame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traicin a los dems por no pensar igual que yo. Ensame a querer a la gente como a m mismo. No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperacin si fracaso. Ms bien recurdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo. Ensame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una seal de bajeza. Si me quitas el xito, djame fuerzas para aprender del fracaso. Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar Seor...si yo me olvido de t, nunca te olvides de m!
MAHATMA GHANDI

Escaneado Por Pedro Lizrraga Njera

Francisco Luis Bernrdez Si para recobrar lo recobrado deb perder primero lo perdido Si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado Si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido Tengo por bien sufrido lo sufrido tengo por bien llorado lo llorado Porque despus de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino despus de haberlo padecido Despus de todo he comprendido que lo que el rbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado.

Escaneado por Pedro Lizrraga Njera

Tus Hijos

Tus hijos no son tus hijos, son los hijos de la vida, deseosa de s misma. Vienen a travs de ti, pero no vienen de ti. Y aunque estn contigo no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos. Porque ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes albergar y cuidar sus cuerpos, pero no sus almas. Porque sus almas habitan en la casa del maana, que tu no puedes visitar ni siquiera en sueos. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no busques hacerlos iguales a ti. Porque la vida no retrocede ni se entretiene con el ayer. Ustedes son el arco en el que vuestros hijos, como flechas vivientes, son impulsados hacia adelante. Dejad, alegremente, que la mano del Arquero nos doblegue y lance la flecha hacia el infinito. Porque, as como l ama la flecha que vuela, as ama tambin el arco, que es estable.

Khalil Gibran

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