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Clases sociales

En los primeros tiempos de la historia de Roma la desigualdad social se basaba en el


nacimiento. La sociedad romana presentaba dos grandes tipos de ciudadanos: los libres y los no
libres (esclavos, servi). Los ciudadanos libres, a su vez, se dividían en privilegiados (patricios,
patricii) y en no privilegiados. Los ciudadanos no privilegiados podían ser independientes
(plebeyos, plebeii) o dependientes (clientes y libertos, liberti).

• Patricios
Eran las primeras familias asentadas en Roma y sus descendientes. Cada una pretende
descender de un antepasado más o menos divinizado (pater). Los que tienen un mismo pater
forman una gens, llevan el mismo apellido (nomen gentilicium) y celebran un mismo culto (sacra
gentilicia). Desde el principio de Roma, los patricios y sus familias constituyen el primer eslabón
social y están en la base de la fundación de Roma y, por tanto, son ciudadanos romanos. Tienen la
exclusiva de los cargos públicos, y dirigen la vida de Roma. Más tarde el derecho de ciudadanía se
extiende a las llamadas minores gentes, es decir a los que procedentes de otras ciudades o dentro de
la misma ciudad sin ser patricios, adquirieron la ciudadanía romana.

• Clientes
Los clientes eran extranjeros o ciudadanos pobres, sujetos a patronazgo de un patricio, que
les brindaba ayuda económica, los defendía ante la ley, y los dejaba participar de las ceremonias
religiosas a cambio de que éstos lo acompañaran en la guerra y le ayudaran en todos los trabajos
que el patricio solicitara. Los patricios se enorgullecían de tener una clientela grande o importante.

• Plebeyos
Constituyen la mayor parte de la población. Eran considerados hombres libres.

• Esclavos
Es el destino normal de los prisioneros de guerra. Legalmente, carecían de todo derecho:
eran instrumentum vocale ("herramienta que habla"). Desempeñaban los peores trabajos y de por
vida. El trato dependía del carácter personal del amo. Llegaron a ser numerosísimos con la
expansión de Roma. Si alcanzaban la libertad, se convertían en libertos.

En la República hubo fuertes tensiones sociales. Se atribuye, no obstante, al rey Servio Tulio
una reforma social por la que la jerarquía social no se basa en el nacimiento, sino en el dinero y en
la demarcación territorial.
Por otro lado, la plebe crecía más que el patriciado, porque en ella entraban las poblaciones
anexadas por Roma y los extranjeros que venían a vivir a la ciudad. Pero tan gran número de
habitantes no se resignaba a estar en la vida pública de comparsa; y tampoco era rentable que ni
pagasen impuestos ni fuesen al servicio militar por no ser cives (ciudadanos). Los plebeyos
lucharon mucho por su equiparación política con los patricios. Esta lucha se prolongó durante casi
dos siglos, desde la legendaria secesión de la plebe al Monte Sacro en el 494 a.C. hasta el
reconocimiento por el Senado de que las decisiones de las asambleas de la plebe tengan fuerza de
ley en el 287 a.C. Llegado este momento, se puede decir que plebeyos y patricios tienen igualdad de
derechos. Pero quedan las diferencias económicas y religiosas. Patricios y plebeyos ricos se van a
entender entre ellos en perjuicio de los plebeyos pobres, los proletarii (cuya única riqueza es su
prole, los hijos). La reforma social, que intentaron Tiberio y Gayo Graco y por la que fueron
asesinados, intentaba ayudar a estos hombres que tenían todos los derechos políticos pero carecían
de comida.

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Así, en la época republicana tras las luchas de patricios y plebeyos, la sociedad romana ser
divide en:
• Cives (ciudadanos): patricii (patricios) y plebeii (plebeyos)
• Non cives: liberti (libertos) y servi (siervos)

La ciudadanía romana

Consiste en unos derechos (iura) y unas obligaciones (munera). En esta época abarca:

• ivra pvblica (derechos políticos): ius sufragii (derecho de voto); ius honorum (derecho de
ser elegible); ius sacrorum (derecho a tener religión o ser elegible para funciones
sacerdotales); ius provocationis (derecho de apelación al pueblo en procesos criminales).
• ivra privata (derechos civiles): ius commercii (derecho de propiedad: comprar, vender,
testar...); ius connubii (derecho a contraer matrimonio legal); ius legis actionis (derecho a
ejercer acciones judiciales).
• munera (obligaciones): census (obligación de inscribirse en el censo periódicamente);
militia (obligación de servir en el ejército durante el tiempo previsto); tributum (obligación
de pagar los impuestos; hasta el 167 aC).

El orden senatorial y el orden ecuestre

El orden senatorial era el más importante, ya que a él pertenecían los senadores que
gobernaban Roma. Para ser inscrito en el censo senatorial era necesario pertenecer a una de las
familias patricias de Roma (las familias fundadoras) acreditar una determinada fortuna y no tener
ningún interés de tipo comercial, ya que los senadores eran una clase genuinamente agraria. En
tiempos de César el Senado estaba compuesto por 300 miembros. El escaño en el Senado era
vitalicio y hereditario siempre que el heredero cumpliera también con los requisitos y que hubiera
ocupado al menos la cuestura, el escalón más bajo del cursus honorum. Los senadores tenían
derecho a llevar el latus clavus: las dos franjas de púrpura de cuatro dedos de anchura en la túnica,
un anillo de hierro y perones: zapatos rojos o negros con una media luna de plata como símbolos de
su estatus.
El orden ecuestre era el segundo en importancia. Lo formaban los "caballeros", la antigua
clase militar de la que salía la caballería romana en los tiempos de la monarquía. Los caballeros
debían acreditar una determinada fortuna para pertenecer a este orden y se dedicaban a los negocios
como el comercio, la recaudación de impuestos, etc. Los caballeros tenían derecho a llevar el
angustus clavus: las dos franjas de púrpura de dos dedos de ancho en la túnica como símbolo de su
posición.

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Organización política en la Roma republicana
La Constitución de la República romana reposa sobre el equilibrio de tres órganos políticos
que se controlan mutuamente y que se crean para evitar la restauración del poder personal:

- El Senado: poder aristocrático.


- Las Asambleas del pueblo: poder democrático
- Los magistrados: poder monárquico

El Senado

Es la más grande autoridad de la Roma republicana y el verdadero centro de su gobierno.


Representa la autoridad permanente al contrario de los magistrados que son renovados anualmente.

Composición

A mediados de la época republicana el senado contaba con unos 300 miembros; estaba
compuesto por todos los ciudadanos que habían ejercido magistraturas curules —cónsules, pretores
y ediles, los conscripti—, así como de los patres, las cabezas de las familias patricias
-descendientes de los primeros senadores romanos establecidos por Rómulo y sus sucesores, que
formaban el grupo social privilegiado, opuesto a los plebeyos-. Adicionalmente, los censores podían
incluir senadores que no habían ejercido magistraturas, aunque estos tenían restringido su derecho a
tomar la palabra y se los denominaba senatores pedarii.
Con Sila se aumenta el número de senadores a 600; con César, a 900; y en el segundo
triunvirato, a mil.

Atribuciones

El Senado tiene a su cargo:

En política interior:
– Vigilar la religión nacional
– Gestionar las finanzas
– Fijar la fecha de las elecciones
– Refrendar todas las propuestas importantes de los magistrados
– Decretar las medidas de salvación pública en casos extraordinarios (Senatusconsul-
tum ultimum)

En política exterior:
– Dirigir la política exterior
– Decidir sobre la guerra y la paz
– Organizar el gobierno de las provincias
– Fijar los efectivos y los mandatos militares

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Las Asambleas (Comitia)

Comitia Curiata Comitia Centuriata Comitia Tributa Concilia Plebis


Composición Sólo patricios organizados en 30 Todos los ciudadanos Todos los ciudadanos Sólo plebeyos organizados en
curias (división territorial) organizados en centurias: organizados por tribus (división tribus (división territorial). Se
inicialmente 193, al final 373 territorial): inicialmente 21, al terminan confundiendo con los
final 35 [4 urbanas, 17 (31) comitia tributa
rústicas]
Preside Cónsul o pretor Cónsul o pretor Cónsul, pretor o edil curul Tribuno de la plebe o edil
plebeyo
Elige a Cónsules, pretores y censores Ediles curules, cuestores, Tribunos y ediles plebeyos
tribunos
Atribuciones - Testamentos y adopciones - Declarar la guerra y la paz Vota leyes, que deben ser Vota leyes (plebiscitum) que
- Conferir el imperium a los - Conceder ciudadanía sancionadas por el Senado deben ser sancionadas por el
magistrados que lo tienen - Fundar colonias Senado
- Actuar como tribunal de
apelación
- Votar leyes propuestas por los
magistrados o el senado

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Las magistraturas (cursus honorum)

Las magistraturas durante la República romana se clasifican en ordinarias y extraordinarias.


Las ordinarias son, en orden ascendente, cuestor, edil, pretor, cónsul, censor; junto a ellas está
también el tribuno de la plebe, con características especiales. Las extraordinarias son el dictator y el
magister equitum.

Características generales de los magistrados

El cursus honorum quedó fijado en el 180 a.C. Eran características comunes de las
magistraturas ordinarias:
• Colegialidad: Eran ejercidas, a la vez, por más de una persona (dos, por regla general), cada
una de la cuales tenía la facultad de vetar (intersecessio) las decisiones de la otra; facultad
negativa, ya que sólo implicaba paralizar la actividad del colega, en ningún caso reemplazar
o modificar sus decisiones.
• Electividad: Su ejercicio implicaba la previa elección del magistrado por los comicios
centuriados, en el caso de los magistrados mayores (censores, cónsules y pretores), o por los
comicios por tribus, tratándose de magistrados menores (ediles y cuestores).
• Gratuidad: Eran ejercidas gratuitamente; por el único honor que implicaba desempeñar el
cargo (ad honorem).
• Temporalidad: Su ejercicio estaba limitado en el tiempo. Por regla general, duraban un año;
en el caso de la censura, cinco años. No era posible la reelección inmediata (iteratio), salvo,
también, en el caso de la censura.
• Gradualidad: En su conjunto, formaban un sistema jerárquico determinado por el mayor o
menor poder (potestas) que la constitución les otorgaba a cada una. En razón del grado, el
magistrado superior podía vetar las decisiones del inferior. Además, tal jerarquía,
determinaba el curso que debía seguir la carrera del político romano.
• Responsabilidad: Su ejercicio implicaba responder por las infracciones a las leyes que,
eventualmente, cometiera en el cargo. Los magistrados mayores respondían al terminar su
mandato; los menores, durante el ejercicio del mismo.

Requisitos
Los requisitos para ocupar el cargo de magistrado fueron distintos según la época. En un
principio, se requería pertenecer al orden patricio. Sólo gradualmente los plebeyos lograron ser
admitidos al ejercicio de las diferentes magistraturas. Este proceso culminó cuando en el 367 a.C.,
se estableció que una de las plazas para el consulado podía ser ocupada por un plebeyo.
En el año 180 a.C. se estableció que debía trascurrir un tiempo mínimo de dos años para
pasar de una magistratura a otra y diez años para volver a ejercer el consulado. También se señaló la
edad mínima para desempeñar el consulado (37 años), la pretura (34 años), la edilidad (31 años) y
la cuestura (28 años), aunque este requisito varió en la época de los hermanos Graco.
Para poder entrar en el senado, había que haber desempeñado alguna magistratura. Los ex
magistrados con imperium (pretores y cónsules) quedaban habilitados para ser designados por el
senado para el gobierno de una provincia, en calidad de procónsules o propretores.
Las magistraturas ordinarias se clasifican en mayores (magistratus maiores) y menores
(magistratus minores), según que la elección del magistrado dependiera, respectivamente, de los
comicios centuriados o de los comicios por tribus. Magistraturas mayores eran la censura, el
consulado y la pretura; menores, la edilidad y la cuestura.

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Poderes de los magistrados

Poderes políticos:
– Todos los magistrados tienen potestas: capacidad legal para dar órdenes y hacerlas cumplir.
– Los magistrados superiores (pretor y cónsul) tienen imperium, que es de dos clases: el
imperium militar, que detentan los magistrados fuera de la ciudad, y el imperium domi, que
es el que se detenta dentro de la ciudad. El imperium otorga a los magistrados que lo poseen
el mando militar, la coercitio (facultad de aplicar sanciones directas sobre ciudadanos y
patrimonio), la iurisdictio (poder para intervenir en asuntos judiciales) y el ius edicendi
(derecho a publicar edictos).
– Todos los magistrados tienen derecho de intercessio, oposición o veto a la decisión de un
colega.

Poderes religiosos:
Tienen el derecho a consultar los auspicios.
– Todos los magistrados tienen el ius auspiciorum minorum: derecho a consulta sólo dentro de
Roma.
– Sólo los magistrados con imperium y los censores pueden ejercer el ius auspiciorum
maiorum: derecho a consulta dentro y fuera de Roma.

Magistrados ordinarios menores

Cuestor (Quaestor)
En un principio fueron una especie de secretarios de los cónsules, posteriormente se
encargan de la administración de las finanzas públicas. Inicialmente fueron dos y llegaron a
cuarenta en tiempos de Sila. La edad mínima pasó de 28 a 31 años. Son elegidos por los comitia
tributa.

Edil (Aedilis)
Su nombre deriva de aedes (templo) porque sus archivos oficiales se guardaban en el templo
de Ceres. Fueron cuatro, dos curules (patricios) y dos plebeyos. Al igual que los cuestores, los
ediles eran magistrados sin imperium. Sus funciones eran: cuidar el orden público (cura urbis),
organizar juegos y fiestas públicas (cura ludorum), vigilar el orden y resolver las controversias que
pudieran presentarse en los mercados (cura annonae). La edad mínima pasó de 31 a 37 años. Son
elegidos por los comitia tributa (ediles curules) y los concilia plebis (ediles plebeyos).

Magistrados ordinarios mayores

Pretor (Praetor)

Los pretores eran los encargados de presidir los tribunales; finalizado su año de mandato se
convertían en propretores y marchaban a gobernar una provincia durante otro año. Inicialmente
fueron dos: el praetor urbanus, que se ocupaba de los litigios entre ciudadanos, y el praetor
peregrinus, que tiene a su cargo las cuestiones suscitadas entre ciudadanos romanos y no
ciudadanos. Posteriormente serán ocho y con César, dieciséis, siendo siempre la mitad de los
pretores del tipo urbanus y la otra, peregrinus. Los pretores sustituyen a los cónsules cuando éstos
se ausentan de Roma. La edad mínima era de 34 años y después 40. Eran elegidos por los comitia
centuriata. Van acompañados de dos lictores [Ver Anexo sobre los lictores] en Roma y por seis en
provincias.

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Cónsul (Consul)

Eran los jefes del estado romano; siempre son dos, elegidos anualmente por los comitia
centuriata. Van acompañados de doce lictores. Dan nombre al año (magistrados epónimos);
convocan y presiden el senado y las asambleas; tiene poder legislativo; detentan el mando militar,
incluyendo la posibilidad de decretar reclutamientos. En tiempos de guerra o cuando el senado lo
decreta mediante un senatusconsultum ultimum, su poder era ilimitado. La edad mínima era de 37
años y después de los Graco 43.

Censor (Censor)

Son dos, elegidos cada cinco años en los comitia centuriata de entre los senadores que
habían desempeñado el consulado. Sus competencias consistían en revisar la lista de ciudadanos, la
del Senado, y decidir qué obras públicas iban a ser costeadas por la República en los siguientes
cinco años. Sus tareas terminaban con la realización de la lustratio que era una solemne ceremonia
religiosa que finalizaban con el sacrificio expiatorio de un cerdo, una oveja y un toro, que se
denominaba suovetaurilia. No tiene imperium ni poder para convocar las asambleas.

Tribuno de la plebe (Tribunus plebis)

Aunque se trata de una magistratura ordinaria, pues eran elegidos anualmente, el tribuno de
la plebe tiene unas características especiales que lo diferencian del resto de magistaturas.
El cargo del tribuno de la plebe fue establecido en 494 a.C., tras la rebelión de la plebe que
amenazó con fundar una nueva ciudad (secesión del Monte Sacro). El tribunado sería inviolable
(sacrosanctitas), lo cual significa que quien lo ocupase estaría protegido de cualquier daño físico.
Más tarde los tribunos adquirirían un poder mucho mayor a través de la concesión del ius
intercessionis, que les daba el poder de vetar cualquier ley o propuesta de cualquier magistrado,
incluyendo las de otros tribunos de la plebe. Los tribunos de la Plebe eran elegidos por el Concilium
Plebis (Asamblea de la Plebe).
El tribuno también tenía poder para ejercitar la pena capital sobre cualquier persona que
interfiriese en el ejercicio de sus actividades. El carácter sacrosanto del tribuno se reforzaba
mediante un juramento solemne de todos los plebeyos de matar a cualquier persona que dañase a un
tribuno durante sus actividades. El tribuno era la única persona con poder para convocar el
Concilium Plebis y actuaba como presidente del mismo, siendo el único con capacidad para
proponer legislación a la Asamblea.
Inicialmente eran dos, más tarde se amplió su número a cinco y finalmente el número de
tribunos se incrementó hasta diez. Tenían que ser necesariamente plebeyos.

Magistraturas extraordinarias

Dictador (Dictator)

La dictadura durante la República aparece como una magistratura extraordinaria a la que se


recurre en caso de gravísimo peligro interior o exterior y que presume una alteración de todos los
principios constitucionales.
Es un magistrado único, sine collega, aunque libremente podía nombrar como magistrado
subordinado a un magister equitum (jefe de caballería). El dictador iba acompañado de veinticuatro

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lictores. Es elegido para un periodo de seis meses, con posibilidad de reelección, o abandona su
cargo antes por acabar la función para la que había sido nombrado.
Tiene imperium maius sobre todos los magistrados, incluso sobre los cónsules que son los que le
nombran.

Anexo. Lictores

Eran una categoría de oficiales públicos que acompañaban a los magistrados cum imperio.
Llevan las fasces, formadas por un haz de varas ligadas con una correa roja y un hacha, que
representaban el poder de los magistrados para castigar con pena de azotes o con pena de muerte. El
número de lictores que acompaña a cada magistrado varió a lo largo del tiempo; a continuación
detallamos la situación a finales de la República. El dictator va acompañado por veinticuatro
lictores y el magister equitum por seis; el cónsul lleva doce; los pretores tienen dos en Roma y seis
en provincias. Los magistrados con potestas solían tener también lictores, pero no conocemos el
número exacto, quizás dos.

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