Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Groenlandia; Revista de
Literatura, Opinión y Arte
en General, Número cuatro
(Mayo – Agosto 2009)
III IV
-4-
esas líneas están seguras en sus mentes. Aunque veamos como ficción el mundo que
Ray Bradbury refleja en su novela, debemos ser conscientes que nos acercamos cada
vez más a él. En la actualidad se pretende ser feliz a cualquier precio, y el terreno
audiovisual nos invade poco a poco. Es la sociedad de las prisas, en la cual se
extienden cada vez más los establecimientos de Fast Food, para consumir los
alimentos sin apenas saborearlos, donde existen escuelas de lectura rápida, en la que
se imparten cursos que permitan duplicar o triplicar la velocidad de lectura, y donde
rapidez es sinónimo de inteligencia. Frente a esta actitud, las personas libro saben
valorar el tiempo, reconocen la importancia del vínculo que crea la lectura, valoran la
palabra escrita, y se detienen en ella porque saben que cada una posee un color, un
sabor, una textura, un aroma o un sonido diferente. Disfrutan dejándose acariciar sin
prisas por su melodía, y dilatan el transcurrir de las horas con una buena lectura. No
lograrán leer una novela en pocos días, pero si habrán conseguido algo mucho más
importante: cambiar cantidad de ejemplares por calidad. Ellas han aprendido a
defender los libros de una manera diferente, son conscientes de su importancia y esto
las hace reivindicar la buena lectura. Saben que las palabras no existen hasta que no
se pronuncian o escriben, y que al darles su voz al texto, éste sale del silencio y puede
despertar en quien lo escucha la curiosidad de leer esa obra, por eso entregan la
palabra con mimo, dándole su valor y dejando que recorra con naturalidad el camino
narrador-oyente. Conmueve ver a niños que disfrutan al entender, memorizar y narrar
ese fragmento que a ellos les ha gustado tanto, o como personas mayores recitan
poemas ya sólo impresos en sus mentes, y que gracias a ellos no se perderán, porque
alguna otra persona lo guardará. Quien desee acogerse a esta forma de defender la
lectura y convertirse en una persona libro, sólo tiene que seguir el eco de sus
narraciones, memorizarse unos versos, relato o fragmento de su obra preferida y
compartirlo con todo aquel que lo desee escuchar. Yo hace tiempo que me uní a ellas:
las encontré en un parque, y os puedo asegurar que he descubierto en la lectura
matices que antes me pasaban inadvertidos. Disfruto al compartir fragmentos de mis
obras preferidas, como “El incendio de un sueño” de Charles Bukowski, “Cien años de
soledad” de Gabriel García Márquez, “Madame Bovary” de Gustave Flaubert… y sé que
mientras los lleve en la memoria, ellas estarán protegidas de cualquier tipo de
censura, porque como escribió Virginia Wolf: ”no hay barrera, cerradura ni cerrojo que
puedan imponer a la libertad de mi mente…”
- 5E-S P E R A N Z A G A R C I A G U E R R E R O
Osamu Tezuka fue el maestro que estableció las bases
principales del manga. Considerado como uno de los grandes
clásicos de la historia del cómic, es el gran referente de
artistas actuales: todos los autores japoneses conocen su vasta
y admirada producción – ha sido traducido a más de diez
idiomas - y aparte, es muy difícil no vislumbrar influencias de
este gran genio en páginas de muchos cómics. Lo llaman “El
Dios del Manga”, y con razón: muy pocos autores han
conseguido desarrollar tantas obras y de tan variados géneros.
Con respecto a datos biográficos, Tezuka nació el tres de
Noviembre de 1928 en una pequeña localidad de Osaka. Hijo
de una familia acomodada, estudió medicina, pero jamás
ejerció la profesión pues optó por cumplir su sueño de crear
cómics. Amante del cine mundo y de Disney, Tezuka, gracias a
un pequeño premio local, consiguió conocer a los grandes
maestros de la época. El joven prometía, y así lo demostró con
“La nueva isla del Tesoro”, cuyo primer tomo se agotó en pocas
semanas. Ya en esta obra inicial, se mostraban las
“innovaciones” Tezukianas: escenas a modo de película
cinematográfica, caricaturas, la novedosa e inteligente
composición de página, acompañada de un estilo limpio y
simple. A partir de ahí, Tezuka generó una serie de mangas
destinados a un público joven, creando personajes tan
entrañables como Kimba, el león blanco de “Jungle Taitei”,
“Astroboy” o la princesa de “Ribbon No Kinshi”, primera obra
shojo – cómic para chicas - de la historia. En 1952 creó su
propio estudio, la revista COM y la Mushi Productions; gracias a
la fama que le precedía, acudieron muchos aspirantes que
fueron testigos de cómo en años posteriores Tezuka creaba
montones de páginas y de ideas para películas de animación.
Sin embargo, la revista y la productora cerraron debido a la
poca habilidad de Tezuka para los negocios. El autor resurgió
de sus cenizas ante aquellas nefastas experiencias creando
-6-
soberbias obras de un estilo más adulto: es la etapa oscura de
Tezuka, de la que nacerán obras maestras como “Mw”, “Oda a
Kirihito”, “Black Jack”, “Adolf”, “Ayako”, “El árbol que da
sombra”, entre otras. Murió a consecuencia de un cáncer a los
sesenta y tres años… pero ya en vida fue convertido en un mito.
Con respecto al estilo, la estética inicial de Tezuka, dirigida a
un público adolescente, era sencilla, casi caricaturesca:
evidente es la huella de las películas de Charles Chaplin y de
animación de la factoría Disney. Pero ya en esta época se deja
notar que Tezuka trata a sus creaciones con cariño y entrega a
sus personajes virtudes y defectos, los hace tan de carne y
hueso que asusta, si bien es una humanidad “inocente”; estas
formas de mostrar al mundo a los protagonistas de sus cómics
cambia ya en la famosa “época oscura”: dotándose de un
dibujo más realista y de guiones más “serios”, introduce
personalidades de doble moral que refuerza ese sentido más
humano que existe en nosotros, esto es, porque no somos
perfectos y ni somos buenos ni malos. Otro apunte a destacar:
los protagonistas y sus historias son un vivo reflejo de la
mentalidad del autor, que habla de inquietudes, obsesiones y
reflexiones acerca de su tiempo. El dolor, el respeto a la
naturaleza, la política, la religión, la muerte, la ética, las
miserias humanas, la inmortalidad, la filosofía, los debates de
la ciencia, la homosexualidad… todo queda expresado en las
más de ciento cincuenta mil páginas que dejó dibujadas y
guionizadas.
-8-
20) y Poesía. Ahí nació una amistad-hermanamiento que espero
perdure para siempre. Y otra vez vino el bajón anímico. Así que me
propuse tirarme al barro y cogí mis poemas y relatos y llamé a
dibujantes y a amigos escritores y en muy poco tiempo mi SATÉLITE
DE INHÓSPITO PLANETA orbitaba (y aún lo sigue haciendo). Y no
contento con esto, otro recital. En esta ocasión totalmente femenino
porque ELLAS, vosotras lo merecéis todo. Después de este recital, me
visitó la LUZ tan intensamente que cuando se apagó para curarme
volví a liarla con el último recital perpetrado por mí hasta el momento.
En mis recitales me he dejado, literariamente y literalmente retazos de
mi vida. Lo he ganado todo y también lo he perdido todo también. En
mis recitales el poeta es el protagonista, el poeta vivo, la poesía viva,
la poesía de bar. Desde aquí agradecer a todos y cada uno de ellos y a
los músicos el haberme hecho posible materializar mis sueños:
poetizar bares.
-9-
ANDRÉS RAMÓN PERÉZ BLANCO
Hay un fenómeno, que comienza a convertirse en tradicional, consistente en que las
nuevas tecnologías, a la vez que son utilizadas de forma masiva y entusiasta,
provocan en sectores de la población recelos o incluso abierto desprecio,
considerando que la modernidad va a generar una sociedad más adocenada y
empobrecida, en la que se van a perder valores. Eso no es algo de ahora: todas las
novedades se han encontrado con resistencias a veces feroces. Sucedió con las
primeras máquinas de la Revolución Industrial; con los primeros automóviles;
incluso, mirando más atrás, nos encontramos con que, cuando llegaron las patatas a
Europa tras el Descubrimiento de América, hubo mucha gente que se negó a
consumir el nuevo producto, por la creencia supersticiosa de que algo que se criaba
bajo tierra tenía algo de tenebroso. Una de las caras de ese fenómeno se manifiesta
en la creencia de que el uso masivo de Internet va a provocar una crisis del libro; que
la gente va a dejar de leerlos; que una forma de cultura, basada en los libros, va a
quedar relegada. Es algo parecido a lo que sucedió cuando apareció el cine. Se
temió que el nuevo espectáculo acabara con el teatro. Sin embargo, más de un siglo
después – y a pesar de la sempiterna y ya tópica crisis del teatro - uno no ha
sustituido al otro, sino que ambos se han superpuesto y complementado. Incluso
puede decirse que la irrupción del cine sirvió para dar valor y redimensionar el arte
teatral: desde que la gran pantalla tomó el papel de entretenimiento popular que
antes tenía el teatro, éste (sin que haya dejado de haber obras teatrales puramente
comerciales) se ha convertido en el refugio de la reflexión y de la calidad
interpretativa. Para plantear que el libro está en peligro, antes nos deberíamos
preguntar: ¿qué es un libro? La respuesta no es tan evidente como parece. En
principio, pensamos que un libro es un conjunto de hojas de papel, cosidas por uno
de sus bordes, con tapas más o menos rígidas, pero eso es sólo un tipo de libro, el
llamado Códice, que es el que se impone a partir de la Edad Media. Antes, su forma
más común era la del rollo de pergamino o papiro. Aún hoy, en las sinagogas
judaicas los libros sagrados siguen conservando esa forma; de manera que, para un
judío religioso, la imagen de libro es la de un cilindro de papel o pergamino enrollado.
Y si miramos más atrás, a los orígenes de la escritura, nos encontramos libros
escritos en tablillas de barro, o en estelas de piedra (recordemos el Código de
Hammurabi). Nadie negará que las inscripciones jeroglíficas de las tumbas egipcias
forman parte del Libro de los Muertos, por más que estén realizadas sobre paredes.
- 10 -
Teniendo en cuenta esos antecedentes, podemos ensayar una nueva definición de
libro: discurso articulado en palabras escritas sobre un soporte físico. Esta definición
engloba los formatos más primitivos, pero en ella también tienen cabida formas tan
novedosas como el e-book, el mp3 y el mp4, los blogs, las publicaciones on line… y si
lo vemos así, las nuevas tecnologías no sólo no dañarían al libro, sino que lo
potenciarían, dándole nuevas vías de expresión y difusión. Así, puede decirse que la
consulta de blogs y páginas web, y el uso del correo electrónico, han devuelto a los
jóvenes el hábito de leer y escribir que la televisión y el teléfono nos habían
arrebatado. Aun cuando la calidad de su gramática sea en muchas ocasiones más
que discutible, lo que es innegable es que las formas escritas han recuperado
terreno frente a las puramente audiovisuales. No cabe duda de que, a los que nos
hemos educado en el papel impreso (los que aún podemos llamarnos con orgullo
Generación Guttenberg), la pantalla nos parece fría, frente a lo bello, entrañable y
cercano de un libro. Ese mazo de páginas llenas de letras tiene para nosotros un
valor como objeto que va más allá de su mero contenido. Pero hemos de tener muy
claro que ésas son razones puramente sentimentales, que son muy válidas a nivel
personal, pero que no deben influir a la hora de valorar la repercusión general del
proceso. En el mismo sentido, es indudable que un libro cuidadosamente copiado e
ilustrado a mano sobre hojas de pergamino es más bello y valioso que otro salido de
una imprenta. Y, en los primeros tiempos de la imprenta, habría muchos que
pensarían que esa forma de producir libros en serie iba a dañar la cultura. Pero
afortunadamente, prevalecieron los argumentos prácticos a favor del invento de
Guttenberg; y la difusión masiva de los conocimientos que trajo consigo permitió que
se produjera la gigantesca explosión cultural del Renacimiento. Quizás, con las
nuevas tecnologías, el espacio del libro en papel quede redimensionado como
sucedió con el teatro ante el cine. Puede ser que, a partir de ahora, para los usos
más cotidianos - como consultar datos concretos o encontrar lecturas de puro
entretenimiento - recurramos a los formatos digitales, y reservemos los volúmenes
en papel para aquellos libros que nos sirvan para reflexionar, para tener siempre
cerca, para acompañarnos con un valor emocional. En definitiva lo importante de un
texto no es el soporte en que se nos presente (sea el papel de ahora, el barro cocido
del pasado o la pantalla de plasma de un futuro cada vez más presente), sino su
capacidad para enseñarnos, conmovernos y hacernos crecer.
ANTONIO J. SÁNCHEZ
- 11 -
“¿A qué te dedicas?”. Respuesta: “soy poeta”. Eterna pregunta despectiva
que surge en estos tiempos que corren: “¿y de eso se come?”. Franqueza
rotunda: “pues no”. Y a raíz de esto, la reflexión: ¿se puede considerar la
poesía como un oficio? Pues yo creo que no. Seamos francos: hay poetas a
patadas. Cualquiera puede ser poeta porque cualquiera puede reflejar sus
sentimientos en un trozo de papel o en la pantalla de un ordenador. Y hasta
me aventuro a decir que hay gente que jamás ha escrito un poema en su
vida y son, paradójicamente, extraordinarios poetas. Ningún artista vive de
un trabajo remunerado llamado “poesía”; quizás de algo vinculado con la
cultura, pero de sus poemas, no. Escribo poesía y tengo tres trabajos. En
realidad, no soy poeta, nunca lo he sido y nunca lo seré: yo soy una
miserable currante. Y no me avergüenza reconocerlo – más que nada
porque muchos “intelectuales” de mentalidad añeja, y esto no es mentira,
ven que el trabajo “manual” como algo extraño e indigno, ¡a estas alturas,
que vean deshonroso que una servidora licenciada y escritora se manche
las manos con polvo o pegamento mañanas y tardes! - porque los trabajos,
si bien la mayor parte de ellos son injustos, también son necesarios, y por
desgracia, vivimos en un mundo “moderno” donde el dinero ayuda para
pagar hipotecas, facturas y demás. ¿Qué imagen se puede tener de un
poeta ejerciendo su “profesión”? Encerrado en la intimidad solitaria de su
habitación, utilizando sus sentimientos como herramientas, plasmándolos
en versos. Un trabajo cómodo y de bohemios, dirán muchos entusiastas de
la actitud práctica, pero no es nada fácil dejarse liberar. Los fantasmas de
la creación artística son así: o estás inspirado o no lo estás. Y no te puedes
obligar a ti mismo a escribir, por ejemplo, un poema de amor cuando no
estás enamorado. Eso sí ocurre en los empleos: hay días en los que estás
más “concentrado”, y en otros no. Una complejidad añadida: las supuestas
musas pueden llegar estés comiendo, estés currando o estés cagando. Más
que poeta, soy una mujer de clase media y obrera que, para no gastarse un
pastón en psicólogos y psiquiatras, utiliza la escritura. Una superficie en
blanco es un lugar donde me desahogo sin miedo a que me juzguen o me
receten pastillas para anular mis sesos. La poesía no es lo que dejo escrito,
es el momento en el que escribí ese poema en concreto, lo que me motivó a
- 12 -
sacarlo. El poema tal o cual no significa nada para mí: lo que realmente me
importa es ese día en el que estaba realmente chunga y solté lo que tenía
que soltar, es lo que me ha dejado huella en el corazón. Por tanto, lo que
empuja a vomitar es, para mí, lo crucial, y no las palabras que serán
testigos escritos de esas circunstancias. Las palabras no son eternas: el
papel donde dejo mis versos, o los ficheros de texto, algún día, se
romperán, o desaparecerán. La poesía no son palabras: son hechos. ¿De
qué sirve que alguien te dedique un poema que acabe con un “te quiero”
cuando, en realidad, no te lo está demostrando? Un poema que me
desgarra más son los hechos, porque son los únicos que hablan de
verdades, tan necesarios para esta existencia tan retorcida e hipócrita. Las
palabras son un arma de doble filo, son apariencia, instrumentos humanos
para trasladar emociones, para que sean visibles a nuestros ojos, y pueden
ir acompañadas de trampas. Lo realmente importante es lo que no se ve, lo
que no se muestra. Por tanto, lo que te provoca un poema en el interior -
que suscite recuerdos, sonrisas o lágrimas - es, quizás, el máximo objetivo
al que se ha de aspirar el poeta, tanto consigo mismo como con sus
lectores u oyentes. Una misión complicada en esta sociedad actual, pero se
sigue insistiendo. Somos así de tontos. O de valientes.
Mi postura creo que está más que reiterada y clara: yo no soy poeta. Ni
tampoco pretendo serlo. Humilde servidora es pluriempleada por narices y
por vocación. Y creedme, que no es por el qué dirán, pues todavía estamos
con el pensamiento rancio de “no tratar, peligro: persona rara” (y más en
esta ciudad tan pequeña que, a pesar de haber sido en el pasado la capital
de la cultura parece más un paletódromo) porque a mí me resbalan todos
esos estúpidos comentarios. Yo me cago en lo que me jode, y punto. No
confundamos términos: poeta y poesía son palabras que no están
relacionadas siempre. Hay muchos poetas que, realmente, no escriben
poesía – para mí, ojo - y hay personas que no son poetas pero crean
auténtica poesía.
El primer libro del Kebran, perpetrador del Nadie es profeta en su propia tierra… y si no,
interesante fanzine “Creatura”, es producto de que se lo digan a este hombre, también
varios artistas – ilustradores, poetas – colaborador de Groenlandia, que está
bastante original y curioso: ilustrado por triunfando en Estados Unidos. Su sello
preciosos dibujos de Leticia Vera, Gsus personal: el porno y el gore. Censurado,
Bonilla, Ana Rodríguez Pastor, entre otros; amado y odiado a la vez: Raúlo Cáceres,
posee textos de amigos que dan fe del talento ilustrador, dibujante y fotógrafo, es un artista,
humilde de esta gran persona que se un maestro del género. Con un dibujo
preocupa, como pocos, por la poesía; extraordinario, deleita al público con su buen
comienza con relatos, luego deleita con doce hacer contando buenas historias cargadas de
poemas muy sentidos y con versos tan mitología, de seres extraños, de magia negra,
certeros como “la vida, hermano, es un leyendas y brujería… de pura imaginación
inmenso ring \ hagamos de ella un poema \ retorcida. El sexo es algo tan normal en
nuestro, vuestro poema”, “matad mil veces al nuestras vidas que todavía no se explica por
hombre \ su palabra permanece” o “triste qué narices nos escandalizamos con escenas
murmullo un poema \ que quiere cambiar el tan fuertes y duras como las que regala Raúlo
mundo”. “Satélite de inhóspito planeta” es en sus páginas: el sexo, sea “blando” o duro,
distinto, es el resultado del amor que siente existe, señoras y señores del puritanismo, por
Kebran hacía la poesía y hacía su gente, pues mucho que intenten negarlo. El autor de
siempre considera que él no es protagonista, “Aguas Calientes” publica esta obra gracias a
sino que TODOS LO SOMOS. Amigo Kebran, un Bubok. Por su parte, sabe lo que se hace, y se
apunte de esta miserable Periquilla los muestra orgulloso, a pesar de todo, de su
Palotes: aunque no te lo creas, vales mucho obra. Y nosotros estamos orgullosos de que un
más de lo que te piensas. ¡Date más a valer, cordobés haya llegado tan, tan lejos. ¡Y
eres único! Y que conste que no es peloteo. enhorabuena por el premio concedido!
- 14 -
OLD BOY (cómic \ manga de Garon Tsuchiya y CUANDO LOS CÓMICS SE LLAMABAN TEBEOS
Nobuaki Minegishi) \ LOS TEBEOS DE NUESTRA INFANCIA
(enciclopedia de cómic, por Antoni Guiral)
Un hombre normal y corriente desaparece sin
dejar rastro, es encerrado durante diez años Personalmente, estos dos libros son una
en una habitación con cama y televisor hasta enciclopedia obligada para todos aquellos
que, finalmente, es liberado. Así comienza la nostálgicos que disfrutaban de las aventuras
apasionante historia de Old Boy, un manga de los hermanos “Zipi y Zape”, de los
poco convencional gracias a su trepidante populares personajes de Ibáñez – inolvidable
argumento, con giros inesperados, personajes Rompetechos o los pánfilos de Pepe Gotera y
interesantes y un impresionante final. Al salir Otilio - o de las revistas juveniles como “Tío
de su cautiverio, el protagonista, Goto, lo Vivo” o “Pulgarcito”. Son dos obras excelentes,
primero que hace es recuperar el tiempo documentadas hasta el más mínimo detalle:
perdido, disfrutando de pequeños placeres tratan la historia del cómic español desde
como comer sushi o tener sexo; luego, principios del siglo anterior hasta la formación
planifica con paciencia su venganza. ¿Quién lo de la famosa Escuela Bruguera; incluye
encerró, con qué motivo? A lo largo de los biografías de personajes – “La pequeña Fifí”,
ocho tomos de los que se compone esta “Anacleto, Agente Secreto”, “Gordito Relleno”,
historia de intriga, Goto, con el apoyo de una “Don Pío”, y muchos más encontraréis en las
dócil amante así como de amistades que páginas de estos tomos - y autores,
recupera en el transcurso de su aventura, va cronologías, ilustraciones, portadas y páginas
recordando su pasado para indagar en la de esas revistas de antaño que tantos buenos
posible existencia de un enemigo, de alguien ratos nos han proporcionado en nuestra
que por puro odio lo mantuvo oculto en una adolescencia. Un lujo para coleccionistas y
misteriosa prisión privada. Existe una entusiastas de las historietas del pasado. Y,
fidedigna versión cinematográfica de este reitero: imprescindibles. Editada por la
cómic producida por Manga Films. Otra lectura colección “Magnum” de “El Jueves” sucesora
más que recomendable y que dejara al lector digna de ese grupo de dibujantes que nos
con la boca abierta. Fue editada hace años. hicieron disfrutar de lo lindo con sus tebeos.
- 15 -
BEG THE QUESTION \ SALARIO MÍNIMO (cómic LA MONTAÑA MÁGICA (novela gráfica de Jiro
de Bob Fingerman) Taniguchi)
La primera novela gráfica que publica Bob Jiro Taniguchi, el genial creador de “El
Fingerman en nuestro país es quizás su obra almanaque de mi padre”, “El Caminante”, o
más significativa. Con cierto carácter “Barrio Lejano”, nos ofrece una preciosa
autobiográfico, el autor crea unos personajes historia, en un álbum a todo color – de hecho,
que son auténticas caricaturas de él mismo y el primero que elabora junto a autores
su entorno más cercano. Es impresionante el franceses -, con una fábula sobre la
dibujo, detallista al cien por cien, que da esa naturaleza y el respeto que ha de brindarle el
sensación de agobio por los atascos – de ser humano. Esta historia, cuyos protagonistas
coches, de personas de todo tipo, de todas las son niños y espíritus del bosque, encandila por
razas -, y de esa suciedad tan propia de las su inocencia y por lo que pretende transmitir
calles de Nueva York. Este cómic es de tipo en sus páginas: Taniguchi, todo un experto en
costumbrista, que convierte lo habitual, lo dotar a sus relatos costumbristas de una
cotidiano, en una auténtica aventura urbana fuerte profundidad psicológica – en las que,
que nos hará reír con las peripecias de un en muchas ocasiones, se puede apreciar
grupito de solteros con sus manías y sus referencias autobiográficas - añade un toque
proezas, que se cuestionan todo sobre la de fantasía que magnifica la obra y que
existencia rutinaria – amor, sexo, amistad, sorprende. Su lectura, a pesar de ser ligera,
compromiso, la familia, la muerte - mientras sorprende desde la primera hasta última hoja;
se van a la playa para tomar el sol y mirar a es tierna, muy tierna, y en ella se aprecia toda
las chicas, a beber unas copas hasta perder el la sensibilidad de la que hace gala el autor en
sentido, a convenciones de cómic - para reírse toda su bibliografía. En suma: una estupenda
de los demás, para reírse de ellos mismos - o leyenda ecológica concentrada en pocas
follar como locos con sus novias y amantes. páginas, una delicia de cómic tanto a nivel
Sinceramente, es toda una revelación. Muy gráfico como a nivel argumental. Otra joya en
recomendable. la producción artística de este maestro.
- 16 -
ANA PATRICIA MOYA RODRÍGUEZ
CONJUROS Y OTRAS BRUJERÍAS, de Maria
Rosal (poemario, Madrid, Hiperión, 2007)
Las brujas de ahora no son las de antes;
Ramón Gómez de la Serna decía que «cuando son unas señoras. Maridos galantes
oigo que un niño se ha perdido, siempre les abren las puertas, la cuenta corriente.
Su fórmula mágica llevan en la mente:
pienso que ese niño soy yo». Ramón indicaba
son las cuatro cifras que abren la llave
así que la adultez es un estadio del ser de la supervisa. Ahí está la clave.
humano en el que se han dejado atrás
muchas cosas: ilusión, imaginación, juego, Si aquí el verso es largo y vivo de ritmo, los
inocencia, etc. Como adultos, ¿qué podemos versos cortos son intensos y llenos de fuerza.
esperar de un poemario con versos para Esto se observa en la genial historia del
niños… perdón, «para niños de todas las vampiro enamorado:
edades»? Lejos de aburrirnos, de creer que es
algo sin valor o sin interés, descubrimos que ¡Pobre vampiro!
María Rosal nos ha echado un conjuro, pero Ha cambiado la sangre
AUTOR
El autor es en realidad un actor. Por ello, en
los entreactos debe reflexionar acerca de lo En el encuentro, el verso
- 18 -
MANUEL GUERRERO CABRERA
PASEO DEL CHOCOLATE, poemario de Juan Carlos
de Lara (Editorial Renacimiento, Sevilla)
- 19 -
JOSÉ TORRES ALMAGRO
- 20 -
Ana Patricia (Córdoba, 1982). Estudió Relaciones Laborales y es Licenciada en Humanidades por la
Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba. Ha colaborado en diversos fanzines, revistas, digitales e
impresas (“La Bolsa de Pipas”, “Palabras Diversas”, “Creatura”, “Dulce Arsénico”, “Ariadna”, “Cinosargo”,
“Deshonoris Causa”, “Saigón”, “Café con Letras”, “La Siega”, “Letras”,“Laranja Zity”, “Revista Remolinos”,
etc) de Literatura. Algunos de sus poemas han sido publicados en las Antologías del Centro de Estudios
Poéticos de Madrid. Ha editado un poemario, “Bocaditos de Realidad”, bajo el sello de Groenlandia. Sus
poemas han sido traducidos al inglés, al catalán y al italiano. Actualmente, es la directora / editora de
Groenlandia, está concretando su segundo poemario, “Material de Desecho”, y está escribiendo los
siguientes para el próximo, “Píldoras de Papel”. Tiene novelas y libros de relatos inéditos.
Sustitución
- 21 -
Cloaca
- 22 -
Despropósitos de año nuevo
T o d o s e r á i g u al q u e s i e m p r e .
- 23 -
mee lleevvaan
Hooyy m
H mii ccaam
nttéé ddee m un
maassiiaaddoo pprrooffu
maa ddeem nddaa..
Crreeoo qqu
C mee vviieen
uee m nddee..
maassiiaaddoo ggrraan
nee llaa vviiddaa ddeem
D maassiiaaddoo iinnm
Deem Noo llaa aaggaarrrroo n
meennssaa.. N nzzaass..
n ppiin
nii ccoon
S miiccrroossccóóppiiccaa een
Sooyy m un
n eessttee u mu
niivveerrssoo m un noo
nddaan
máássccaarraass qqu
ddee m n rroossttrrooss vveerrddaaddeerrooss..
uee ssoon
Deesseecch
D mpprreen
héé llaa iiddeeaa ddee ccoom uee llllaam
nddeerr aa eessee qqu nD
maan Diiooss..
nddoon
LLaa ffiilloossooffííaa llaa ddeejjéé aabbaan n llaa ttaazzaa ddeell w
naaddaa een waatteerr..
LLaass ddiissqqu neess ccoottiiddiiaan
uiissiicciioon hííbbee m
naass llaass pprrooh mii m nttee
meen
uaan
ccu n eell ccu
nddoo eessttooyy een haacciiéén
urrrroo oo h mee ppoollvvoo llooss ddeeddooss
nddoom
un
nddoo aappu
oo ccoolloorreeaan ntteess oo ddeejjáán nu
mee llooss oojjooss een
nddoom naa ppaan
un nttaallllaa..
Yaa nnoo qquuiieerroo ccoom
Y n,, eess m
mpprreennddeerr nnaaddaa.. LLaa rraazzóón miieerrddaa,,
um
n,, eess rreeccoorrddaarr:: rreeggrreessoo aa llaa ttu
llaa rraazzóón mbbaa ddeell ccoorraazzóón
n..
N mee iin
Noo m haayy ddeettrrááss ddee llaass ppáággiin
uee h
ntteerreessaa eell ssaabbeerr qqu naass,,
nii ttaam
n uee ooccu
mppooccoo lloo qqu n ssu
ullttaan meelloo yy ccaan
uss bbeessooss ddee ccaarraam neellaa,,
n ncciiaa ddee m
mppooccoo llaa eexxiisstteen
nii ttaam muurrooss ddee ppiieeddrraass h
hiippóóccrriittaass..
Hooyy n
H uiieerroo ppeen
noo qqu Noo qqu
nssaarr.. N Mee n
uiieerroo.. M niieeggoo.. M
Mee dduueellee..
Qu
Q Qu
nttiirr.. Q
uiieerroo sseen Qu
uiieerroo vviivviirr.. Q uiieerroo aam
maarr..
M ñaan
Maañ uiizzááss vvoollvveerréé aa sseerr eell een
naa qqu mpprree,,
naajjee ddee ssiieem
nggrraan
uee ccoon
eell rreelloojj qqu uss aaggu
n ssu un
maarrccaa ppu
ujjaass m hoorraa ddeell m
uaall llaa h
nttu mu nddoo..
un
- 24 -
Días extraños
Yo no vivo.
Sobrevivo.
(Yamila Greco)
Maldigo mi sangre,
mis cromosomas XY,
mi carnet de identidad anónimo
y sus sueños malditos,
l a g r a n r o c a q u e m e a pl a s t a
y los envoltorios que me asfixian,
l a c o s t u m b r e d e s u s t i t u i r p i e d a d p o r ne c e s i d a d
y mi techo mohoso, carcomido
de palabras y promesas vacías.
M e d a a s co l a p o e s í a
que me empuja a gritar
en silencio…
- 25 -
II
… y o j am ás s e r é l ib e r ad a d e e s te l ab e r in to .
III
- 26 -
Ana Patricia Moya Rodríguez
Nací en Mar de Plata (Argentina). Allí estudié artes plásticas en la Universidad Nacional de La Plata y trabajé como
actor del grupo Tal (entre 1974 y 1977). Hice talleres de poesía con Elizabeth Azcona Cranwell y Arturo Carrera. He
publicado las plaquetas “El Ojo Secreto” (1998), “La Hora Bífida” (1999) y “Ojo x Ojo” (2000). Obtuve un accésit en
el Concurso de Poesía en Tierra organizado por el Centro Cultural de España en Buenos Aires (2004): las obras
seleccionadas fueron editadas en el libro “Poesía en Tierra” gracias al Fondo de Cultura Económica, en el año 2005.
En Noviembre del mismo año realicé la curadería de la muestra fotográfica de “Robert Doisneau: Renault por
Doisneau”, que se exhibió en la ciudad de Buenos Aires auspiciada por la Embajada Francesa. Actualmente vivo en
Avellaneda y trabajo como diseñador gráfico y redactor.
Infeliz Berto
Pero hace unos días empecé a notar algo muy raro, cuando
estoy hablando con alguna persona, las palabras que
- 27 -
escucho llegan despacio por el aire, pero a veces alguna palabra
me queda pegada en el cuerpo del lado de afuera, no entra en
mí, se cae de la frase y se adhiere a mi piel como un imán a la
heladera, o como un abrojo en una tela de algodón, o mejor aún,
para ser entendido con claridad, como la manzana que le
arrojaron a Gregorio Samsa y le quedó incrustada en el
caparazón, así la palabra se adhiere a mi cuerpo, lastimando un
poco y pudriéndose. No tiene porqué ser una palabra fea, porque
como se empieza a descomponer es indistinto que sea cualquier
palabra. Y duele también. Yo tengo mucha conciencia de eso y
mi pensamiento va hacia donde está esa palabra para tratar de
aliviar un poco, pero después noto que no adelanto nada y dejo
de pensar en eso. Entonces hago a la inversa, me alejo de la zona
y trato de dar rodeos cuando pienso en el lugar donde está la
palabra, la evito y la ignoro. Al principio pensaba que así
molestaría menos, pero como eso sigue pasando, cada vez son
más las palabras incrustadas y las partes del cuerpo que tengo
que rodear y evitar, entonces eso me representa un trabajo
bastante arduo. Además empezó a afectar mis movimientos,
porque cuando camino, me agacho o quiero agarrar algo tengo
esas partes endurecidas y adopto unas posturas un poco
insólitas.
- 28 -
pero ahora que estoy todo el día en casa porque en el trabajo me
dieron licencia, me doy cuenta de que ella me evita y siempre
tiene los ojos enrojecidos e hinchados. Pero no estoy enojado con
ella por eso porque tampoco yo entiendo lo que me pasa.
- 29 -
La banda oscura del día
alimenta sus fuegos con todos los deseos ocultos
de los hombres comunes que sostienen
este cielo de escenografía
hombres que prefieren mentir, matar
al mensajero y seguir actuando
la incongruencia que los incluye
- 30 -
certezas como no hay tampoco
y en esa deriva me pierdo nos perdemos
en múltiples caminos que no paran
de bifurcarse de ramificarse
fiebre de cartografía, tanta noche
tanto día tanto dolor tanta vida.
- 31 - Carlos Ardohain
Luis Amézaga (Vitoria, 1965). Colabora en diversas revistas de Literatura españolas e hispanoamericanas,
en papel (“La Bolsa de Pipas”, “Nitecuento”, “El generador”, “La Nuez”, “Los papeles de la Manscupia”,
etc) y digitales (“Luke”, “Palabras Diversas”, “Revista Remolinos”, “Almiar, margen cero”, “Destiempos”,
“Ariadna”, etc). Ha sido incluido en diversas antologias. Es autor de cuatro libros de poemas: “A pesar de
todo, adelante” (Editorial canaria Baile del Sol”), “El Caos de la Impresión” (Editorial Sinmar, Vitrubio), “Los
Amaneceres del Idiota” (Editorial Remolinos) y “El Gotero”, editado por Groenlandia.
C
Coossaass ddee h
hoom
mbbrreess
E
Ell llííddeerr ccaam
miin
naa oorrggu u ccaallaaddoo ssoom
ulllloossoo ddee ssu mbbrreerroo
ddee eessttu
uppiiddeezz.. LLee h
haan
n vvoottaaddoo yy ssaabbee qqu
uee n
noo eessttáá
ssoolloo een
nttrree llaass ssoom
mbbrraass cch
hiin un
neessccaass ddee u naa ttaarrddee
llllu
uvviioossaa ddoon
nddee eell cciiu
uddaaddaan
noo ssee m
moojjaa h
haassttaa llaass
A vveecceess tteen
bboollaass.. A nggoo een
nvviiddiiaa ddee llaass ffoorrm
maass qqu
uee
aaú
únn n
noo ssee h
haan
n ccrreeaaddoo.. E n aa ttiieem
Essttáán mppoo ddee
ccoom
mpprreen uee lleess eessppeerraa een
nddeerr lloo qqu n llooss eessppaacciiooss
ooccu
uppaaddooss.. N
Noossoottrrooss qqu
uee ffu
uiim
mooss u
unn bbooccaaddiilllloo ddee
aaiirree eesseen
ncciiaall ddoon n ssee ttiirraa,, aah
nddee eell ppaan hoorraa
ppeessaam
mooss yy eessoo ddu uaallqqu
ueellee.. YY ccu uiieerr ppaappaan
naattaass ddee
meeddiioo kkiilloo yy ppaallaabbrraa ddee ppaan
m nccaarrttaa ssee ppoon
nee
nttee ppaarraa aarrrraassttrraarr aall aabbiissm
ddeellaan nddiiddoo ccoom
moo vveen moo
ppaarraaííssoo ddeem
mooccrrááttiiccoo,, ddoon noo h
nddee n haayy ddiioosseess,,
ddoon
nddee ttooddooss sseerreem
mooss ccaacch
hoon
nddooss aan
nggeellootteess..
- 32 -
Libros de moda
- 33 -
Al límite
- 34 -
Sociedad de consumo
- 35 -
Lotería que nos puede caer
Sin techo
Bloqueo cerebral
Inquilino de la noche
Vagabundo de ciudad
Amanece
se sienta justo en la esq uina de un banco
con miedo al desahucio público.
¿Piensa?
¿Espera?
Nada de eso.
S e da un baño
de sol recién nacido.
Sus huesos, estatuas de sal,
lo agradecen
mient ras intentan olvidar
que habrá una próxima noche.
- 36 -
En el escritorio
Posos de burbuja
en el café dormido,
cenizas en la porcelana
cartografían el fu turo.
Paus a
Poesía de la rutina
Poesía engrasada
Alguien anda de puntillas
en la habitació n de al lado
manipulando mis circunstancias.
Me dejaré hacer
Abandonarse no es u na actitud pasiva
Es descubrir la multitud de formas.
Un trago
Apuro lo escrito
C ierro el libro como si fuera ataúd
de tinta momificada.
- 37 -
Luis Amézaga
Pablo Morales de los Ríos nació en Canarias; ha vivido en diversos países europeos y,
actualmente, reside en Madrid. Poeta, dibujante de cómics, novelista, director de cine, guionista,
pintor, ilustrador, fotógrafo, dramaturgo y diseñador gráfico: maestro y artista todoterreno. Ha
obtenido diversos reconocimientos por sus cortos cinematográficos; recientemente, ha obtenido
un importante premio literario gracias a uno de sus relatos y ha publicado una novela,
“Introducción sobre un mundo sin arte”.
Inexplicable suicidio
- 38 -
A las 16:08 aún no he dejado de sangrar. Tengo los ojos muy
abiertos, esperando a lgo impaciente que todo acabe ya. Sigo
tumbada en la bañera con ésta única idea en mente, la de
desvanecerme, pero ni siquiera viene a mí un leve mareo. El agua
cali ente que me envuelve es ya completamente roja, y aún así sigue
emanando de mis muñ ecas esta catarata horrible. Puede que esté
un poco asustada, no lo sé con exacti tud. Suena ridículo. La blanca
claridad del cuarto en que me muero, o al menos eso se supone,
destaca fuertemente sobre el color de éste líquido de la vida del que
e stoy rellena. El techo parece abalanzarse sobre mí, aunque sólo es
un efecto ópt ico metido en mi cabeza. Ahora se ha detenido. Voy a
cerrar los ojos. Cierro los oj os. Creo que empiezo a notar ese sueño
que envuelve a los muertos.
Las 16:25. He a bierto los ojos y he visto, para mayor tragedia, que
aún estoy en esta bañera, igu al de despierta que siempre e igual de
deprimida. Sin embargo, no puedo negar la s orpresa. Desde luego,
no me parece lógico que esto esté pasando, que aún esté viv a, que
aún siga sangrando como un cristo femenino. Mis deseos de morir
son equiva lentes a la cantidad de sangre expulsada por mi cuerpo.
Sólo lo lamento por mi gat a. Mi gata debe dormir en su cesta del
salón. Miro al suelo, bañado por una fina cap a de tinta rojiza, como
veo, capaz de tapar totalmente los brillantes azulejos. Un impulso
supongo que instintivo me hace desconfiar de esta forma de morir
tan p oco segura, así que no veo más remedio que intentar ponerme
de pie y buscar una exp licación. El agua resbala por mi tenso torso,
abriéndose camino por entre mis pe chos hasta llegar a mis piernas.
Mi desnudez me llena de una tonta vergüenza, jus tificada, supongo,
por la idea de estar ya equivocadamente en un mundo donde los
problemas no puedan tener lugar, donde el pudor no tenga razón de
ser. Me pongo ne rviosa de verdad. Doy vueltas en el cuarto de baño,
buscando algo... ¿Qué busco? Estoy nerviosa. Me pongo nerviosa.
Me miro en el espejo. Tengo el pelo humedecid o. Es sangre. Los
cortes en las muñecas no han dejado aún de sangrar. Toco el espej o
con la yema de los dedos... Dejo la marca. Intento calmarme un
poco respirando h ondo y volviendo a la bañera. El suelo resbala
tétricamente. Me apoyo en el lavam anos, dejando marca aquí
también. Las plantas de mis pies se humedecen, chapote an
débilmente. Me agarro a la ducha cuando estoy ya apunto de
caerme. Intento cal marme. Cálmate. Sumerjo mis tobillos, mi
cadera, mi cuerpo, en las aguas sangri entas. Quiero estar muerta.
Cierro de nuevo los ojos, vuelvo a respirar hondo y c on miedo y fe
hago que muero. Pero nunca supe mentir.
- 39 -
Cuando el reloj que cuelga en la pared de mi baño marca las 16:49,
me veo decidida a salir de la bañera. Tengo las yemas arrugadas
como pasas, los ojos cansados. Est o ya no puede ser posible,
simplemente. No puedo albergar tanta sangre. Mi cuerp o no puede
albergar tanta sangre. No sólo debería estar muerta, sino vacía y
seca . Un histerismo de nuevas formas me hace temblar. Me
comporto como la víctima sal vada de una masacre monumental.
Sigo nerviosa. Late mi corazón. Tiemblo. Me dir ijo a la puerta
intentando taparme las muñecas. Sangran ahora mucho más que
ante s. Esta acción es ridícula. Para taparme uno de los cortes dejo
al descubierto el otro, que parece aprovechar para expulsar aún
más líquido. Pongo la mano en la pu erta, pintándola con mi palma y
contaminando su blanco. Abro. Al salir del cuart o, desnuda y teñida
de rojo, voy dejando macabras huellas a mi paso, como una este la
de horror absurdo. Tengo frío. Estoy aquí desnuda y hace frío. Una
leve ola me a compaña. Borra el sendero que he decidido tomar,
como en una versión terrorífic a de los cuentos de los hermanos
Grimm. Mi gata despierta y maúlla. Estoy histéri ca. Mis muñecas
sangran. Mis muñecas sangran. Es miércoles.
Las 17:04. Las 17: 05. Las 17:06. Por culpa del horror que me
cauteriza los instintos, estoy ahora i ntentando limpiar el suelo con
una toalla. No he procurado tapar mis heridas. Me hipnotiza tanta
sangre. Estoy llorando, histérica. Ya lo he dicho. Estoy histé rica. Mi
gata no deja de maullar a mi lado, no entiende nada, no entiendo
nada. Son las 17:07. Paso una y otra vez la toalla empapada por el
rojo del suelo. Aparto a mi gata. Paso la toalla. No hago más que
restregar de nuevo la sangre. El miedo y la in certidumbre no me
permiten tener un segundo para pensar. Pensar. Pienso. Tengo que
pensar. Debería vendar mis muñecas antes. Pienso en ello sin dejar
de sangra r ni llorar ni restregar la misma sangrante toalla por el
frío del suelo. No hago m ás que manchar lo ya manchado. Suelo
rojo. Aparto a la gata. Me pongo en pie. Desnu da, entro de nuevo en
el cuarto de baño. Frío. Busco en los cajones de todos los mue bles
que aquí hay. Los abro. Lo tiro todo. Cierro y abro los cajones, las
puertas. Busco gasas. Vendas. Algodón. Todo el suelo está rojo.
Busco vendas o algodón. L a sangre sigue su curso, casi volviéndose
chorro. Busco en los cajones. Histéri ca. El suelo rojo resbala. Son
las 17:09. Las 17:10. Las 17:11.
Miércoles. 17:2 7. Es la hora que marca el reloj del baño. Todo está
rojo bajo mis pies descalzos. E l salón está lleno de sangre también.
La alfombra está empapada. Empapada. La al fombra histérica.
Pienso, tengo que pensar. No veo lógica. Qué suicidio fallid o... Miro
una y otra vez el reloj del baño. Sus agujas son lentas. No sé por
- 40 -
qué, miro todo el tiempo las agujas lentas. ¿Tengo prisa? No sé...
Creo que no. Ag ujas lentas. La gata se restriega por mis pies, se
sube al lavabo. Lame la sangre m ía de sus patas. He encontrado las
gasas. Las tiré al suelo rojizo por culpa de los nervios. Ya no tengo
frío ni calor. Ni lo uno ni lo otro. Están todas empapadas tam bién.
Las gasas. Me las intento poner. Se caen. Están demasiado rojas, y
yo veo sa ngre cada vez más. Me da vergüenza estar desnuda. No sé
por qué. Vergüenza. Miro a l salón. El suelo sangra. Soy yo. Intento
pensar en positivo... ¡Yo sólo quería m atarme! Algo pasa. Estoy
desnuda y sangrando, y no puedo articular palabra ni pe nsar con
claridad. Cierro los ojos. ¿Para qué? Abro los ojos. Voy al espejo
muy ne rviosa. Me miro. Grito. ¡Grito! Toco mi reflejo por segunda
vez. Calma. Lo he man chado en exceso. Intento remediarlo pasando
las palmas de mis manos por la suavi dad de este espejo. Espejo
rojo. Sangra. Grito mirando al reloj. Salgo corriend o hacia el salón,
no sé por qué, no sé por qué. Gritando. Me pongo histérica. Las
mu ñecas sangran todavía. Tapo una con mi mano derecha. Tapo
otra con la mano izquie rda. Corriendo, gritando, resbalo con mi
odiado líquido. Todo rojo. Caigo, dob lándome un tobillo,
golpeándome en un hombro con una de las esquinas de la mesill a
del salón. Mi gata maúlla detrás de mí. Sigo llorando, esto es
ridículo, rojo, e stoy empapada, ¿qué hora es?, ¿qué hora es? Las
17:34 según el reloj del salón.
- 41 -
Vi elásticos, pero no me sirven. Puede que acabe muriendo. El
exceso de sangre ex pulsada puede que me mate. Tengo un calcetín
en la mano. Intento atarlo a mi muñec a derecha para reforzar la
función de los pañuelos. Por ahora mantengo la calma. Si viene mi
marido y ve esto me mata. Jmmpf.
- 42 -
canal. No me interesa nada de lo que ponen, ha sonado el teléfono
tres o cuatro vec es, no llevo la cuenta, por lo menos tres veces, pero
no lo he cogido. Mi marido, se guro. Mi marido llegará a las 21:30 o
así. Odia su trabajo, su vida, me odia a mí, y s in embargo, soy yo la
que desea el suicidio. Yo le odio también, pero no tengo valo r de
decírselo. El mando de la televisión está lleno de sangre, se mete
por entre l os botones. Aún funciona, de todos modos. Mi marido...
Me gustaría verle morir c onmigo, pero no soy una asesina, ni me veo
capaz. Hay un documental sobre la Antár tida o el Polo Norte, sobre
sitios nevados. Me calma ver la blancura de esos sitio s, pero me
aburre la voz del tipo que lo dobla. Es todo blanco. Toda mi casa es
muy bl anca. No lo había pensado... Parece un hospital. No me
gustaría morir en un hospi tal. Ponen una película que no me
interesa. Otra película que no me interesa. Un c oncurso que no me
interesa. La nieve me tranquiliza. La voz me aburre. Apago la
te levisión. Suena el teléfono. Me levanto y voy hacia él. No sé si
descolgarlo, no l o descuelgo, cuando estoy a punto no lo descuelgo.
La voz de mi marido me aburre. D esconecto el teléfono, me importa
una mierda, y lo tiro. He abierto la ventana y l o he tirado. Cierro
rápidamente. Ha caído al suelo con violencia y se ha roto en mu chos
pedazos. Ya no me da vergüenza estar desnuda. La sangre me llega
por la mitad de los muslos. Son las 19:57 en el reloj del salón. El
del baño da las 19:59. Me qued o mirándolo. Las 20:00. Me quito las
vendas. Miércoles inolvidable, a las 20:23 . La sangre no me permite
moverme con tranquilidad por el salón. Hay revistas, li bros, ropas,
flotando. Mi gata está histérica, no entiende, maúlla. Está encim a
de un armario. Debe ser patética mi imagen ahora, intentando
entrar al baño emp apada por esta tinta parda. Mi gata no sabe si
bajar o no del armario. Quiero mirar me otra vez en el espejo rojo.
Abro la puerta y el líquido me transporta levemente hasta el lavabo.
El jabón y el papel higiénico se hunden como derrotados barcos.
Pese a la transparencia rojiza que cubre este espejo, puedo intuir
mi reflejo en la desagradable superficie. Tengo cara de no haber
dormido en un mes. Ojeras y pa lidez. Es contradictorio. ¿Qué
pensarán de mí los médicos cuando me descubran m uerta? El
suicidio más largo de todos los tiempos. Porque acabaré sin sangre,
va cía y feliz. Todo rojo. Mi cara, mi sangre, mi pelo, mi casa. Todo
de rojo. Eso ya lo he dicho. Intento cerrar la puerta del baño
conmigo dentro. Imposible. La presi ón no lo permite. La mesilla del
salón flota a la deriva por el amargo hogar. No hay duda de que lo
absurdo de la circunstancia tiene una cierta gracia trágica. Me
la mento por mi gata, esto no estaba pensado, no quiero que se
ahogue. Si no se ahoga m i marido creo que la cuidará bien. Siempre
cuidó mejor a mi gata. El chorro potent e de mis muñecas mancha
paredes y techos, aunque lo evito sumergiendo mis brazos en este
- 43 -
nuevo mar rojo. He cerrado las cortinas y las persianas, no se vayan
a asustar los que pasean tranquilamente por la calle. Empiezo a
tener frío otra vez. Recuerdo mi tobillo hinchado. Me duele. Mucho.
Estornudo. Estornudo. No sé por qué, empiezo a llorar otra vez,
mientras mi gata me sigue a su manera, sin entender nada.
Ha pasado media hora, por lo que a las 21:02 ya casi puedo tocar el
techo. Para tocar el suelo con mis pies he de tomar aire y
sumergirme, pero yo no quiero tocar el suelo. Vaya tarde. Mi gata
está intentando nadar. No quiero tocar el suelo, prefiero acercarme
al techo, sería una experiencia curiosa, a veces se me mete sangre
en los ojos, y no es para nada agradable, lo único que asoma ahora
en la superficie de estas aguas es mi rostro. Necesito respirar... Me
palpita el corazón. Hay un nuevo histerismo en mí, estoy nerviosa.
Las dos, mi gata y yo, estamos muertas de miedo. No es como antes,
ahora me da igual estar nerviosa, no grito. Grito. Que
contradictorio. Intento coger a mi gata, pero está tan asustada que
me araña. Escapa. Se me mete mi propia sangre amarga en la boca.
Toco el techo. Curioso. Las 21:05. Me sumerjo por completo.
Respiro. Sabe a óxido la sangre. Tengo la cara roja, debo tener la
cara roja de sangre. ¡Mi gata, como lamento que tenga que morir
así! ¡Nunca pensé que esto pudiera suceder! Cuanta sangre. No
estoy ni mareada ni me duele la cabeza, aunque sí que tengo algo de
sed. La sangre es asquerosa, sabe a hierro. El tobillo me duele cada
vez más. Me lo intento frotar con una mano, pero entonces me
sumerjo. Sólo quiero morir. En unos minutos todo habrá acabado.
Imposible ver ya la hora que marca el reloj. Bajo las aguas
enrarecidas no veo nada. Qué cosa más inexplicable. Nada. La
sangre al salir me hace cosquillas en los cortes. No se detiene. Ni
un segundo. Apenas hay espacio para respirar... El techo se acerca.
No cojo aire. Ya no se oyen los maullidos. Debe estar muerta mi
querida gata ya... ¡Adiós! Ojalá me equivoque, ojalá me equivoque...
¡No! Me sumerjo, aún quiero morir. Quiero morir. Jamás tuve más
ganas de morir que ahora. El tobillo... Mi marido... Sí que quiero
morir, más que antes las ganas. Ni siquiera hace unas horas.
Cuando me corté las venas. Me late el corazón. Pum pum pum pum
pum pum. Lo oigo bien bajo la sangre. Histérica. ¿Qué hora es?
¿Las 21:30 ya? ¿Las 22:00? No puedo respirar. Muero. Muero. Mi
marido debe estar al caer. Uno, dos, tres, cuatro... Todo rojo. Frío.
Grito. Me ahogo. ¡Grito! ¡Grito! Sólo espero que él se también
ahogue, como mi gata, como yo. Miércoles. Miércoles. Muero ya al
fin. Rojo. Negro. ¿Qué hora será?
Raro
Llega lo raro:
con dedos de flauta te palpa,
te vacía los bolsillos,
se lleva agenda y reloj.
¿Dónde quedan ahora
el camino de vuelta,
el café de media mañana,
la mesilla de noche?
Llega lo raro sin aviso:
te pide fuego en medio de la calle,
se sube a tus hombros
y ya no hay dónde agarrarse.
Llega lo raro en una lluvia de trenes
sobre colchas amarillas;
llega lo raro soplando soles,
haciendo nudos a los mapas.
La memoria se ha quedado antigua,
ya no hay respuestas, ni siquiera preguntas.
Te duelen músculos que no sabías que tenías,
recuerdas que hay colores:
nacer debe ser algo como esto.
- 45 -
C
Ceerroo
eeen
n n h allleeesss,,, yyy eeen
hooossspppiiittta
n lllooosss h
ntttrrrooo eeen a nntttrrrooo eeen
n alllgggoood
n lllooosss a
a ddooonneeesss
n
cccooommmooo eeen n llla
n asss a
a aazzzu uuccceeen
na
n aasss
(((M
M u Heeerrrn
ueeelll H
Miiigggu H ná
n án
á nd
n deeezzz)))
d
H
Haazzm
mee nnaacceerr,, cciirru
ujjaannoo,,
aarrrraannccaa ddee m
mii ffrreennttee llooss aau
ulllliiddooss,,
llaa eessppu
ummaa,, llooss hhu
ueevvooss ddee llaa aarraaññaa..
PPóóddaam
mee ccoom
moo aa áárrbbooll vviieejjoo::
ddeejjaa ssóólloo lloo ú
úttiill,,
yy aau
unn nnii eessoo..
N
Noo tteennggaass m
miieeddoo,, cciirru
ujjaannoo,,
hhú
únnddeem
mee eell bbiissttu
urríí
eenn llaa m
meeddu
ullaa ddeell aallm
maa;;
eexxttiirrppaa eem
moocciioonneess,,
ddeessttrroozzaa ffiibbrraass ddee rreeccu
ueerrddoo..
N
Noo tteennggaass m
miieeddoo,, yyoo nnoo lloo tteennggoo::
ssooyy lloo qqu
uee sseerréé,, nnoo lloo qqu
uee ffu
uii..
Q
Quuee eell qqu
uiirróóffaannoo sseeaa ú
útteerroo,,
ppu
unnttoo ddee ppaarrttiiddaa..
YYaa ffu unnaa vveezz;;
uii nniiññoo u
yyaa u
unnaa vveezz
aapprreennddíí aa aannddaarr,, aa hhaabbllaarr,,
aa vviivviirr;;
ppu
ueeddoo vvoollvveerr aa hhaacceerrlloo..
Q
Quuee eell qqu
uiirróóffaannoo sseeaa ú
útteerroo
yy ssaallggaa yyoo ddee ééll
ddeevvaassttaaddoo,, iiggnnoorraannttee,, vvu
ullnneerraabbllee,,
unn ppaaqqu
ccoonn u ueettee ssiinn eessttrreennaarr
llllaam
maaddoo vviiddaa eennttrree llaass m
maannooss..
- 46 -
Antonio J. Sánchez
(Vitoria, 1967). Codirige la revista“Amilamia”, junto a José Luis Pasarín Aristi, con quien publica, en 1992,
el libro de poesía “Cartapacios de Lucerna” (Ediciones Libertarias / Prodhufi). Ha publicado en revistas
literarias impresas y digitales, como “Cuadernos del Matemático”, “Río Arga”, “Groenlandia”, “Turia”, “Los
Cuadernos del Sornabique”, “Letralia”, “Océano”, “Haritza”, etc. Ha publicado el libro de poesía “Proteo; el
yo posible”. Sus poemas han sido traducidos al alemán, francés, euskera y árabe. Ha publicado
recientemente dos libros digitales: “La reconstrucción de la Memoria” (Groenlandia, 2008) y “Planta de
Neurocirugía” (Editorial Remolinos, 2008).
- 47 -
((pprreesseennttiirrllaa)).. SSóólloo aarroom
maa ddee tteerrrraazzaa,, ccoom
muunniióónn ddee llooss
rreeppttiilleess,, aannccllaajjeess ddee llaa m
meem
moorriiaa.. D
Deejjaabbaa eenn eell ddeessccaannssiilllloo
ssu
u nnoom
mbbrree,, llaa m
muujjeerr oo ssu
u pprreesseenncciiaa,, yy ssu
u ppeerreezzaa,, ssu
u
aau
usseenncciiaa yy ssu
u ddeem
moorraa.. H
Haaccííaa yyaa u
unn aaññoo qqu
uee eell
ddeessppeerrttaaddoorr hhaabbííaa eem
mbbaarrrraannccaaddoo yy ssu
uss ccu
ueerrddaass ssee
aannu
uddaabbaann,, eessttrraannggu
ullaaddaass,, ccoonncceeppttooss ddee oottrraa m
maaqqu
uiinnaarriiaa..
E
Ell hhoom
mbbrree aaccu
uddííaa aa ssu
u ttrraabbaajjoo ddeessppu
uééss ddee iim
maaggiinnaarr llooss
ppoollooss sseeccu
unnddaarriiooss,, ddeessppu
uééss ddee aappaaggaarr llaass vveellaass ddeell ccaafféé,,
ddeessppu
uééss ddeell hhu
ummoo ddee llaass ccoonnssttaanntteess eenn llaass cchhiim
meenneeaass ddee
llaass ffáábbrriiccaass,, aatteessoorraaddaass ddee llaaddrriillllooss rreeffrraaccttaarriiooss.. E
Ell
qqu
uiioossccoo eerraa lloo pprriim
meerroo qqu
uee vveeííaa,, ccoonn ssu
uss ffaallddaass ddee
ppeerriióóddiiccooss.. R
Reevviissttaass ddee pprriim
meerraa llíínneeaa,, M
Maaggiinnoott ddee llaa ccllaassee
ppu
uddiieennttee yy llooss cceerreebbrrooss eenn ccoonnsseerrvvaa,, ppeeiinnaaddooss ddee aabbrriill,,
vveessttiiddooss eem
mbbaarrrraaddooss.. LLaa pprriim
meerraa cceerrvveezzaa ggu
uaarrddaabbaa eell
ssaabboorr ddee llooss ddeessiieerrttooss,, llaass ddiim
meennssiioonneess ddee u
unn eecclliippssee..
SSeennttiirrssee ttooddoo yy u
unnoo,, eenn u
unnaa m
miissm
maa pprrooppoorrcciióónn ddee ggu
ueerrrraass
ppaarraalleellaass,, iim
maaggiinnaarriiaass.. N
Niiññooss ccaau
uccaassiiaannooss ddiissffrraazzaaddooss ddee
ffrraannccaass lleevvaaddu
urraass.. E
Ell eesstteerrccoolleerroo qqu
ueeddaabbaa aa llaass aaffu
ueerraass
ddee llaa cciiu
uddaadd,, ttaann lleejjooss qqu
uee rreessu
ullttaabbaa iim
mppoossiibbllee oollffaatteeaarr eell
ppeerrffu
ummee ddee llaass rraattaass.. LLooss aau
uttoobbu
usseess aarrrraannccaabbaann aa llaa
ppu
ueessttaa ddee ssooll.. N
Neeu
ummááttiiccooss aaccoossttu
ummbbrraaddooss aa rroozzaarr llaass
m
miissm
maass ssu
ueellaass ddeell aassffaallttoo.. E
Ell hhoom
mbbrree ssee aappooyyaabbaa eenn llaa
bbaarrrraa ccoonn u
unn ccu
uaaddeerrnnoo ddee m
máárrm
mooll,, ccoonn u
unnaa ppllu
ummaa ddee
ffóóssiill.. G
Guuaarrddaabbaa eenn eell bboollssiilllloo ddee ssu
u ggaabbáánn eell vviieejjoo
ddeessppeerrttaaddoorr iinnú
úttiill.. LLoo aarrrroojjaarrííaa bbaajjoo llaass rru
ueeddaass ddee u
unn
aau
uttoobbú
úss;; lloo iinntteerrnnaarrííaa eenn u
unnaa ppaappeelleerraa,, ttaall vveezz,, eennttoonncceess,,
ddeejjaassee ddee llllaam
maarr aa ssu
u ppu
ueerrttaa,, eessaa m
muujjeerr ddeessccoonnoocciiddaa yy
pprreesseennttee,, ccoonn ssaabboorr aa cceerrvveezzaa,, ccoonn tteem
mppllaannzzaa ddee
eeqqu
uiilliibbrriissttaa,, eessaa m
muujjeerr qqu unn aaññoo rroonnddaabbaa ssu
uee hhaaccííaa yyaa u uss
m
maaññaannaass yy ssu
u rreessaaccaa oonníírriiccaa..
- 48 -
LLoo hhu
ummaannoo aannttee llaa lleeccttu
urraa ddee u
unn ppooeem
maa ddee aam
moorr,, ccrreeeerr
eenn eell aam
moorr ccu
uaannddoo llaass hhoojjaass ddee llooss lliibbrrooss ssee hhaann
aallm
miiddoonnaaddoo,, ccu
uaannddoo llaass ccaallccu
ullaaddoorraass hhaann aahhooggaaddoo llooss
ddiivviiddeennddooss,, ccu
uaannddoo llooss sseem
mááffoorrooss eem
miiggrraann aa llooss ccaabbaarreettss..
Enn eell ttrraabbaajjoo,, m
E meessaa ddee aallqqu
uiittrráánn yy ssiillllaa ddee aabbeecceeddaarriioo,, eell
hhoom
mbbrree ccoollggaabbaa eell ggaabbáánn ccoom
moo ccu
uaaddrroo ddee M
Maattiissssee.. E
Ell
ddeessppeerrttaaddoorr m
maacceerraabbaa eenn eell ppeerrcchheerroo,, ccoom
moo u
unn ddiivvoorrcciiaaddoo
qqu
uee rreeccllaam
maa llaa pprreesseenncciiaa ddeell ssaacceerrddoottee.. A mbbrree llee oollííaa
All hhoom
eell aalliieennttoo aa ppu
ullppaa ddee cceebbaaddaa,, aa bbaarr ddeessiinnffeeccttaaddoo..
M
Maaqqu
uiinnaallm
meennttee cceerrttiiffiiccóó qqu
uee ttooddaa llaa m
maaqqu
uiinnaarriiaa ssee
eennccoonnttrraabbaa eenn llooss iinncceennddiiooss,, aa llaass aaffu
ueerraass.. O
Orrddeennaaddoorreess
ddee u
unn cciieelloo ggrriiss ooppaaccoo,, ddee ffóóssffoorroo,, ddee llu
ummiinnoossiiddaadd
iirrrreevveerrssiibbllee.. E
Ell ddeesstteelllloo ddee u
unnaa vvooccaall llee rreeccoorrddóó,, aall
hhoom
mbbrree,, llooss ccrriissttaalleess,, llaa vveennttaannaa ddee ssu
u ccu
uaarrttoo,, eell
ppeerriióóddiiccoo eenn llaa ssiillllaa.. A
Affu
ueerraa nneevvaabbaa nniieevvee ccoonnddeennssaaddaa,, eell
rru
uiiddoo ddee llaa m
maaqqu
uiinnaarriiaa,, u
unn ccaam
mppaannaarriioo ddeessccoolloorriiddoo..
- 49 -
LLaa eesscceen
naa eerraa pprreecciissaa **
*** W
Waaallllllaaaccceee S
W Sttteeevvveeen
S nsss
n
S
Suueeñ
ñoo aa m
meen
nuuddoo qqu
uee m
mee ddaass ttu
um noo ddee aaggu
maan uaa
qqu
uee u
unnaa ppllaaggaa ddee n ñooss ccoorrrreetteeaa ppoorr eell sseen
niiñ nddeerroo
ppoorr llaa m
maan
noo ddeell h
hoom
mbbrree,, iin
nssppiirraaddooss ppoorr D
Dééddaalloo..
H
Haaccee u
unnaa ddééccaaddaa ddeessttrrooccéé u
unnaa ddee ssu
uss m
mááqqu
uiin
naass
maassiijjoo ddee h
aam naa ccaaddu
hiieerrrroo yy oolloorr aa ggaassoolliin uccaa..
A
All aam
maan
neecceerr ttu uaa aan
uss llaabbiiooss ddee aaggu nuun
ncciiaarroon
nmmii
rreeggrreessoo aa D
Deellffooss,, ddoon
nddee PPiittóón
n eessppeerraabbaa aan
nggu
ussttiiaaddaa
llaa h
hoorraa ddeell ppeerriióóddiiccoo yy eell ccaafféé ddee llaa m
maañ
ñaan
naa
pprreeppaarraaddoo een
n eell ffu
ueeggoo ddee llooss ú
úllttiim
mooss ppeen
nssaam
miieen
nttooss
ppoorr u
unnA
Appoolloo ddiissffrraazzaaddoo ddee vvaaggaabbu
unnddoo eerrrraan
nttee..
- 50 -
Adolfo Marchena
Andrés Ramón Pérez Blanco (El Kebrantaversos, Toledo). Poeta y narrador. Causante del fanzine
“Creatura” y entusiasta organizador de recitales poéticos. Ha participado en diversas revistas y
fanzines. Ha publicado un libro, “Satélite de Inhóspito planeta”.
La felicidad
- 51 -
La voz corresponde a un hombre de mediana edad, vestido
con una gabardina gris, mal afeitado, con el pelo revuelto y
los ojos con un cansancio de siglos.
- 52 -
momento concreto. Saben, y muy bien, que ése es su camino.
Pero pocos se atreven a escuchar ese mensaje. No los culpo.
Sólo unos pocos se atreven a dar ese paso, olvidando para
siempre bienes materiales y esa vida que se califica como
“normal”. Para ser feliz se necesita sacrificio. Soy
inmensamente feliz porque yo descubrí mi felicidad, que no
es otra que ese líquido cristalino con aromas de enebro que
abunda en este lugar. Sólo los no felices son aquellos que no
entienden a la ginebra y se escudan en sus efluvios para
olvidar su mediocridad y, a consecuencia de ello, destruir
familias. Soy inmensamente feliz al saber que esta persona
que me acompaña ha encontrado su felicidad. Y a partir de
ahora en cuanto salga por esa puerta va a encontrarse con
toda vuestra indiferencia, con vuestro desprecio, con vuestra
envidia, con vuestra ira, con todas vuestras “maneras de
vivir”. Amigo. Lucha, ante todo y ante todos, por conseguir
esa felicidad. Tienes la oportunidad de ser feliz. No va a ser
un camino fácil, pero no dudo que lo vas a conseguir. Ahora,
brindemos por la felicidad de ambos. Tú conseguirás a esa
chica del cartel. Yo, de momento, voy a tomarme contigo una
ración de mi felicidad particular.
- 53 -
Andrés Ramón Pérez Blanco
- 54 -
Eva Cabo (Lugo, España, 1977). Comenzó sus estudios de Filología Hispánica en Lugo. Ha obtenido
distinciones y algún que otro premio en concursos locales de cuentos y poesía. Asimismo ha participado en
varias publicaciones electrónicas como Ariadna, El viejo faro, Poesía salvaje y Los Noveles. Actualmente
vive en México y compagina el oficio de cuentacuentos con el de titiritera. Realiza también talleres y
escribe guiones para obras de títeres.
X
X
C
Caappeerru
ucciittaa lllleeggaa aa llaa ppu
ueerrttaa ddeell ssooll yy llllaam
maa::
ttoocc...... ttoocc......
llaa m
miieell ddee ssu
uss llaabbiiooss ssee ddeessppeeggaa vvu
ueellaa
ppoorrqqu
uee ssu
uss oojjooss ssoonn ddooss ppáálliiddooss ffaarrooss
iillu
ummiinnaannddoo ssiieem
mpprree,,
ppoorrqqu
uee ssu
uss m
maannooss
eessttáánn lllloovviieennddoo,,
ppoorrqqu
uee ssu
u bbooccaa eess u
unn aallu
udd
rreessoonnaannddoo ssiieem
mpprree
nniiññaa ppeeqquueeññaa,,
- 55 -
XIV
pe ro ahora, triste
y se q uiebra
en la boca de un lobo
así me siento
y cruzo la s piernas
- 56 -
VIII
dentro de mí,
el cerezo busca
- 57 -
E
E vv aa CC aa bb oo
Luis M. Hermoza (Perú, 1977). Dirige La Siega, revista de Literatura, Arte y Cultura (www.lasiega.org).
Realizó estudios de Literatura Hispanoamericana en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es
Licenciado en Filología Románica por la Universidad de Barcelona. Ha publicado poemas y artículos en
diversas revistas. Durante tres años formó parte del Consejo Editorial de la revista Paralelo Sur. Tiene un
libro de poemas y una novela inéditas. El siguiente poema forma parte de ese poemario inédito, “El Conejo
del Sombrero”.
EL MAGO
La belleza vino
pero después
e igual la desvestimos
como a plátano de otra isla,
hinchado y deforme,
que nadie quiere pero tú sí,
pero yo sí. Vino.
Recuerdo. Recuerdas.
Al principio era sólo deseo,
perversión,
depravación al gusto. Remover.
La belleza,
mientras removías mi vientre
y lanzabas tus palabras,
mis palabras en ese momento, vino.
Y salió un geranio de tu boca. Y
aplaudieron todos los presentes,
- 58 -
incluso el señor más dormido.
tus pulmones
tan azules como manos sin guantes
en invierno después de lluvia,
tu garganta que
ccuando vibra abracadabras
bota pecanas,
almendras
y maní.
- 59 -
LL uu ii ss M
M .. H
H ee rr m
m oo zz aa
La India (Huelva, 1984). Poeta, escritora, dibujante, fotógrafa, trabajadora, estudiante y amante
del arte. Se empapa de lecturas, de películas que emocionalmente la llenan, de canciones, letras y
ritmos que son poesía pura; crea personajes, situaciones, sentimientos. Se encarga de varios
blogs donde enseña parte de su obra artística (http://alasombradelciprés.blogspot.com,
http://enlaorgiadetualma.blogspot.com, www.flickr.com/photos/creatuvida).
LLeen
nttaa m
muueerrttee
LLeen
nttaa m
muueerrttee qqu
uee m n eessttee m
mee aassoollaa een miiccrroo--eessppaacciioo
ssiin
n ggeen Naacciióó ssiieen
nttee.. N nddoo ffiin
naall yy m
moorriirráá ssiieen
nddoo
ncciippiioo ddee ttu
pprriin u vviill ccrru uss oojjooss ppoorr ffiin
ueellddaadd.. TTu n
ppooddrráán
n ddoorrm
miirr ttrraan uiillooss ppoorrqqu
nqqu uee jjaam
mááss ssaabbrrááss
ddee eessttaa ppoobbrree ssiillu
ueettaa,, qqu
uee ccaallllaa ppoorr n
noo lllloorraarr yy
qqu nccooss yy ooppaaccooss ccrriissttaalleess rroottooss
uee rrííee ttrraass bbllaan
ccoom
moo ttu
u ssoon Sii n
nrriissaa.. S noo m
mee vveess n
noo ttee aallaarrm
meess,,
qqu mee h
uiizzááss m haayyaa ddeecciiddiiddoo aa vvoollvveerr aa m haarr,,
maarrcch
qqu
uiizzááss aan
nddee aah nddoo aa oorriillllaass ddeell vviieejjoo
hoorraa fflloottaan
m
maarr;; qqu
uiizzááss ssiim meen
mpplleem nttee aan
nddee ppaasseeaan
nddoo h
haacciiaa
aaqqu nttiiggu
ueell aan uoo ppu
ueen
nttee aabbaan
nddoon
naaddoo oo qqu haacciiaa
uiizzááss h
ttii,, oo h
haacciiaa ééll,, qqu uee eexxiissttee aau
uee sséé qqu unnqqu
uee n
noo llooggrree
een
nccoon A lloo m
nttrraarr.. A meejjoorr ssiim
mpplleem
meen
nttee vvu
ueellvvaa aa
aan
nh n bbllaan
heellaarr llaa ffrrííaa ssoolleeddaadd ddeell ffoolliioo een nccoo qqu
uee n
noo
ssaabbee eessccu mee ssii lloo ddoobblloo oo lloo rroom
uppiirrm mppoo ppoorr llaa
m
miittaadd..
- 60 -
Alcobas y cobardías
- ¿ E n am o r ad a? ¿ Y o ? ¡ J am á s ! - G r i t a b a l a s i r v i e n t a
humilde y casta del castillo. Detrás de ella, presuroso y
con su risa burlona e irónica, corría el príncipe.
- ¡ S í l o e s t ás ! N o to c o m o m e m ir as , c o n e s a c ar a l as c iv a y
e so s o j o s d e d e se o ; c o n e s a b o c a e n tr e ab ie r ta y j ad e an te ;
c o n e se p e c h o m ás d e sc u b ie r to q u e d e c o s tu mb r e ; c o n
e s as m e j il l as s o n r o s ad as y e se c al o r q u e d e sp r e n d e tu
c u e r p o c ad a v e z q u e m e ac e r c o a t i .
- ¿ Y p o r q u é ah o r a e s tán p u e s to s s o b r e m i s l ab io s ?
- N o lo sé m i se ñ o r , n o l o sé . . . Q u iz ás s e a p o r q u e su s
l ab io s s e m u e v e n y e s o l l am a l a ate n c ió n d e m i s o jo s .
- C u an d o v o s h ab l a c o n u n a p e r so n a d e b e m i r ar l a
d ir e c t a m e n te a l o s o j o s y d e j ar s e d e e s tú p id as e x c u s as ,
y a q u e e so d e q u e v ay a m ir an d o a l o s l ab io s c o n e s a c ar a
d e b o b a p u e d e c o n f u n d ir mu c h o al in te r l o c u to r .
- 61 -
- N o p u e d o m ir ar a l o s o jo s , o m e jo r d ic h o , n o p u e d o
m i r ar l e a l o s o j o s y a q u e e l l o s m e h ab l an y m e c u e n t an
m ás c o s as d e l as q u e me d ic e su b o ca.
- ¿ Y e so te d a m ie d o ?
- N o . S i m p l e m e n te n o q u i e r o q u e m e c o n f u n d an d e l a
m is m a m an e r a q u e l o s mí o s l e p u e d e n c o nf u nd ir a v o s.
- S u s o jo s n o me c o nf u nd en se ñ o r i ta, e s t á mu y
e q u iv o c ad a. S u s o jo s d ic e n q u e me am an ; s ie m p r e m e l o
h an d ic h o , só l o q u e p o r c o b ar d í a c o n s u p al ab r a m e l o
n ie g a u n a y o tr a v e z .
- S i l l e g o a s ab e r q u e m i s o j o s h ab l ab an tan to y d e c í an
to d as l as v e r d ad e s q u e m i c o r az ó n s ie n te , m e l o s h u b ie s e
ar r an c ad o d e c u aj o h ac e tie m p o . . . ( L l o r a b a a p e n a d a y
llena de vergüenza).
- ¿ Y p r i v ar m e a m í d e c o n te m p l ar l o s c ad a m añ an a? ¡ N o !
T o d o m e n o s e s o . . . ¿ Q u ie r e q u e m i b o c a h ab l e l o q u e
a c t u a l m e n t e c a l l a o p r e f i e r e q u e s i g a een
n sile nc io como lo
h e h e c h o h as t a ah o r a?
- Q u e s u b o c a h ab l e l o q u e t e n g a q u e h ab l ar m i s e ñ o r , n i
m ás n i me no s.. .
- L a am o . E so e s to d o c u án to te n g o q u e d e c ir l e .
- Y yo a vos, mi señor.
- 62 -
CC aa rr m
m ee nn G
G uu ii ll ll éé nn
Juan Pablo Herencia. Psicólogo, profesor de universidad e investigador etnográfico. Actualmente, es
director – también actor - del grupo de teatro cordobés Color Persona. Ha creado las puestas en
escena de “La Huella”, de Shaffer, y de “Encuentro a tres \ Tres formas de usar un armario”. También
escribe poesía.
Daniel Sergio Pardo. Estudió en la Escuela de Arte Dramático y ha sido director de algunas obras
teatrales. Actor de Color Persona. Ilustra los poemas de Juan Pablo Herencia.
M
MAAE
ESST
TRRA
A
M
Mee h
hee sseen meessaa aa eessccrriibbiirr
nttaaddoo aa llaa m
llooss rreen
ngglloon
neess ttoorrcciiddooss ddee u
un nu
nn ueevvoo ppooeem
maa
yy qqu
ueerrííaa qqu
uee ffu moo eell zzu
ueerraa ccoom ummoo aaggrriioo
qqu
uee bboorrddeeaa llooss llaabbiiooss qqu
uee m
muueerrddeen
n eell ppoom
meelloo..
U
Unn vveerrssoo ttaan
n aam
maarrggoo ccoom
moo jju
uggoo ddee ccaaccttu
uss,,
u
unnaa eessttrrooffaa áácciiddaa,, m
moorrddaazz,, h nttee,,
hiirriieen
aan maall aassiillvveessttrraaddoo,, aaccoorrrraallaaddoo,, aarrrriin
niim nccoon
naaddoo,,
llaan
nzzaan miirraaddaass ddee ffu
nddoo m urriiaa aassu
ussttaaddaa,,
pprrooyyeeccttaan uss ffaau
nddoo ssu ucceess ddee tteem
mbblloorr ssiin
n ffee..
H ntteen
Hee iin nttaaddoo eessccrriibbiirr//ddeessccrriibbiirr
u
un maa ddee ggu
n ppooeem ueerrrraa qqu
uee sseeaa u
unnaa ggu
ueerrrraa,,
u
unn vveerrssoo ddee ffiieebbrree qqu
uee ccaalliieen mii ffiieebbrree,,
nttee m
m
mii eessttrrooffaa qqu
uee h moo bbiilliiss aam
hiieerrvvee ccoom maarriillllaa,,
ccoom
moo eell ffllu ntteerrm
ujjoo iin miin
naabbllee qqu
uee m
maan
naa m
mii h
heerriiddaa..
- 63 -
H
Hee iin
ntteen
nttaaddoo u
unn ppooeem hoossppiittaall yy aaggoon
maa ddee h nííaa,,
ppiin
nzzaass,, bbiissttu
urríí,, ppu
unnttooss,, ggu
uaan
ntteess,, ggaassaass......
ccomo
omo llas ue u
as qque sa eell m
usa mééddiiccoo bbllaan
nccoo
mee h
uee ttooddooss llooss ddííaass m
qqu huurrggaa een
n llaa h
heerriiddaa..
PPrroobbéé m
miill rreettrru nooss,, ggiirrooss,, vvoolltteerreettaass,,
uééccaan
ddaarr ddee ssíí llaass lleettrraass een maa ddee h
n ffoorrm haacch
haa,,
ddee ccu
ucch
hiilllloo aarrddiieen
nttee ccoon
n bboorrddeess m
mooh
hoossooss,,
ddee ttiirroo een nu
n llaa n uccaa yy ddee eessccu
uaaddrróón
n ddee m
muueerrttee......
YY ccu
uaan
nddoo tteen
nííaa llaa iiddeeaa een
n llaa m
meen
nttee
yy llaa ppllu
ummaa ccaarrggaaddaa ddee llaa ssaan nu
nggrree n ueevvaa
ssee aappaarreeccee aan
nttee m
míí llaa ppaayyaassaa ttrriissttoon
naa,,
lllleeggóó G ueerrtteess yy aabbllaan
Glloorriiaa FFu nddóó eell ppooeem
maa..
- 64 -
C
CÓÓM
MOOH
HAAC
CEER
RUUN
NPPO
OEEM
MAA::
IIN
NGGR
REED
DIIE
ENNT
TEES
S::
-- 11 h
huum
maan
noo..
-- 11 rreepprrooddu
uccttoorr ddee ddiissccooss..
-- 11 m
maan
nttaa..
P
PRRO
OCCE
EDDIIM
MIIE
ENNT
TOO::
-- C
Cóójjaassee aall h
huum noo ((pprreeffeerriibblleem
maan meen
nttee u
unnoo m
miissm miieen
moo)) yy,, m nttrraass
-- M nttrraass aaú
Miieen únn qqu
ueeddaa vviiddaa,, ppoon
neerr een
n eell rreepprrooddu
uccttoorr ddee ddiissccooss
u
unnaa ssiin nííaa ((rreeccoom
nffoon meen
nddaam
mooss llooss ttoon
nooss m
meen
noorreess))..
-- H
Haa ddee sseerr m
múússiiccaa cclláássiiccaa,, ccaan
ncciióón
n ddee aau
uttoorr oo ppoopp n
noo vvaalleen
n..
-- TTu
ummbbaarr aall h
huum
maan
noo een
n eell ssu
ueelloo,, jju
unnttoo aall rreepprrooddu
uccttoorr..
-- A
Addoorrn
naarr ccoon
n llaa m nttaa ppaarraa ccu
maan uaan
nddoo lllleeggu
uee eell ffrrííoo..
- 65 - JJ uu aa nn PP aa bb ll oo H H ee rr ee nn cc ii aa
DD aa nn ii ee ll SS ee rr gg ii oo PP aa rr dd oo
Raúl Gaitán Alcaide (Córdoba). Fotógrafo. Miembro del Colectivo cordobés de fotografía
ISO23. En su página web (www.lamiradaviva.com) se exponen algunos de sus trabajos.
Los textos que acompañan a sus fotografías pertenecen a Ana Patricia Moya.
La cara de la derrota.
- 66 -
- Ha sido buena idea venir a este sitio… está todo buenísimo.
- Sí…
- Y encima, todo barato… - el muchacho arrima el tenedor con un
pedazo de ternera pinchado a su chica -; ¿te apetece un poco de
carne ? Está poco hecha, como a ti te gusta.
- No, gracias.
- Tú te lo pierdes – traga el trozo.
- Oye…
- La ensalada también está de vicio – rebusca el atún y las
aceitunas de la ensaladera.
- Cariño…
- Pienso pedir postre… un helado… quizás un trozo de tarta de
queso… no sé, no sé… estoy indeciso.
- Te he puesto los cuernos.
En la fugacidad
le das vida
a mi ser.
Sueño,
amor,
tú.
- 68 -
Raúl Gaitán Alcaide \ Ana Patricia Moya
Saúl Ariza (Córdoba, 1984). Poeta, escritor y actor. Ha editado el libro “Las Aguas y las Horas
con Groenlandia.
Lucía y la nieve
- 69 -
El rostro
S a ú l -A riza
70 -
Nací hace treinta años en Madrid. No he hecho gran cosa en mi vida: dejé pronto los estudios, ni siquiera
llegué a la universidad, viví la noche, leía en el metro o en los bancos del paseo del Prado, escribía como si
fuera importante hasta que supe que no lo era, huía de una madre absorbente a la que no quisiera parecerme
nunca, y su vez no podía sino ser parte indispensable de mi vida. No soy culta, y si fuera inteligente tendría
dinero en vez de deudas. He sido cajera, reponedora, ex de muchos y olvido de tantos otros, y mi trabajo más
interesante ha sido hacer albaranes en unos grandes almacenes. Lo cierto es que acabo buscando cosas que
me den tiempo libre para todas las cosas inútiles que me hacen sentir auténtica.
- 71 -
Mi voz no es una voz, ni siquiera es brisa o bruma, no es
ya ni papel ni tinta, ni siquiera un último intento de
reclamarte antes de que se precipiten por un barranco o se
suiciden de pura desesperación. Mi voz en mi boca sólo es
un sonido mudo llamando desesperada a la tuya, a ti, que
ni siquiera oyes más que la boca de otra, lejana a mí y
batiente contra rocas en mi vientre y en mis pulmones que
te quieren respirar.
- 72 -
Lo inevitable
-- ¿¿C
Cuuáánnddoo llee vvaass aa vveerr??
-- N
Noo lloo sséé..
-- ¿¿N
Noo qqu
uiieerreess vveerrllee??
-- M
Mee eessttooyy m
mu mee aahhooggoo eenn ttooddooss m
urriieennddoo ppoorr ddeennttrroo yy m miiss
ppooeem
maass..
Erreess ppooeettiissaa??
-- ¿¿E
-- O uee m
Oddiioo qqu mee llllaam
meenn ppooeettiissaa.. E
Essccrriibboo,, nnaaddaa m uee eessoo.. LLaass
mááss qqu
ppooeettiissaass ssoonn nniiññaattaass ccu uee ppeessttaaññeeaann,, ppoossttiizzaass,, aall aam
urrssiiss qqu maannttee
iim
mpprroobbaabbllee.. SSii lleess hhaabbllaass ddee ppoollllaass ttee m
miirraann ccoom ueerraass u
moo ssii ffu unnaa
ggu
uaarrrraa,, yy yyoo ssiieem
mpprree llaa tteennggoo eenn llaa bbooccaa..
-- ¿¿LLee vveess ccu
uaannddoo eessccrriibbeess??
-- ¿¿LLaa ppoollllaa??
Noo,, aa ééll,, ggu
-- N uaarrrraa..
-- LLee hhu
ueelloo ccu
uaannddoo eessccrriibboo:: llee rreessppiirroo,, ssee m
mee hhiinncchhaann llooss
ppeecchhooss,, ssee iinnttooxxiiccaann m
miiss ppu moonneess ccoonn ssu
ullm u nnoom
mbbrree.. SSii lloo ddiijjeerraa
moo ssii ssee aappaarreecciieerraa eell ggeenniioo ddee llaa lláám
ttrreess vveecceess sseerrííaa ccoom mppaarraa..
N ueeddee qqu
Noo sséé,, ppu uee eessttéé llooccaa..
Vaallee,, ttooddoo eessoo bbiieenn,, ppeerroo:: ¿¿ccu
-- V uáánnddoo llee vvaass aa vveerr??
-- C
Cuuaannddoo sseeaa iinneevviittaabbllee..
-- ¿¿IInneevviittaabbllee??
-- IInneevviittaabbllee..
-- O
Ohh.. IInneevviittaabbllee..
-- SSíí,, eessoo ddiijje
e :: iinneevviittaabbllee,, ttrreess vveecceess..
C e c i -l 73
i a- G r i s
Fernando Sabido Sánchez (Peñarroya, Córdoba). Poeta y pintor abstracto. Ha publicado los
libros de poesía: “El Paso del Tiempo” y “Deja que la muerte concluya su trabajo”.
LLaa aam
miissttaadd
ueeddoo aarrrraan
ppu nccaarr ddee ttu
u ppeecch
hoo eell h neeggrroo
hiieerrrroo n
h
haacceerr qqu
uee ttu
u ccu
ueerrppoo n
noo m
muueerraa
ppeerroo n
noo eess ffáácciill ssaan
naarr u
un nm
n ccoorraazzóón moorrddiiddoo
¿¿ssaabbeess??
m
mu n llooss qqu
ueerrddeen uee h
hiieerreen
n llaa aam
miissttaadd
n llaass ppaallaabbrraass ssiin
yy ssee lllleevvaan n ppaaggaarrllaass
- 74 -
El pánico
y l e s o b rre
evino el pánico
- 75 -
Entre paréntesis
c ómo eres
- 76 -
Fernando Sabido Sánchez
Javier Ventura Mullor (Almeria, 1990). Sus poemas y fotografías pueden verse en su blog La
Primavera Otoñal (www.anticasitodo.blogspot.com).
ttu
u ccaassaa yyaaccee
een
n llaa ccaallllee
ddee llooss aabbrraazzooss
yy aa m
míí,, lloo ú
únniiccoo
qqu
uee ssee m
mee ooccu
urrrree
eess ddeessppeerrttaarr ccoollggaaddoo
ddee ttu
u ccoorrn
niissaa
ccoon
n llooss oojjooss
een
ncch
haarrccaaddooss een
n ssaan
nggrree
yy llaa ccoollu
ummn
naa vveerrtteebbrraall
h
heecch
haa u
unnn
nuuddoo
ddeessppu
uééss ddee h
haabbeerr ssooñ
ñaaddoo
qqu
uee ttu
uss h
huueellllaass ddaaccttiillaarreess
yy llaass m
mííaass
een
nccaajjaabbaan
n ccoom
moo
llaass ppiieezzaass u
unn ppu
uzzzzllee
- 77 -
Puntualidad
lo peor de tu puntualidad
es que nun ca tendré tiempo
de delirar esperándote.
siempre llegas cuando pienso
que nunca llegarás,
que me atornillarás
con cualquier santo desconocido.
a veces, llegas
cuando ya no hay flores
en la isla de las flores.
otras, llegas
cuando las mujeres beben
y los hombres se deprimen.
[ nunca llegas
e n el ocaso del otoño.
n unca supiste
c onjugar sus colores
c on el de las promesas
q ue se balance an.
nunca llegas
en el ocaso del otoño.
siempre te asu stó
conjugar sus c olores
- 78 -
con el de las promesas
que se balance an.]
llegas cuando
los acordes en desacuerdo
discuten por la s caricias
de tus dedos g astados
capaces de ma ltratar
a la jerarquía d el llanto.
en mi cuerda d e tender,
todavía, yace e l cigarro
que te ofrecí
y tú mojaste co n sangre
de labios ajeno s
y los tuyos des afinados.
- 79 -
JJ aa vv ii ee rr V
V ee nn tt uu rr aa
Escritor, poeta, docente e Investigador Universitario. Nacido en Gödeken y radicado en Rosario (Santa
Fe, República Argentina). Corresponsal Especial Literario en revistas de Toronto (Canadá), Madrid
(España) y Sidney (Australia). Columnista de “Cultura y Arte” en la Web de RMC (Palm Beach, Miami,
USA). Ha participado en numerosas Antologías Literarias y sus escritos se han publicado en
prestigiosas revistas literarias y culturales internacionales. Obtuvo importantes premios literarios
internacionales, tanto en género poesía, como en narrativa y cuento breve. Sus escritos se han
traducido al inglés, italiano, portugués, francés y búlgaro.
Alguien observando
- 80 -
Llueven mares de crisis
- 81 -
Seducción, labios y mar
- 82
G -u s t a v o
Gustavo M
M aa rr cc ee ll oo G
G aa ll ll ii aa nn oo
Juan José Romero, (www.juanjoseromero.es), fotógrafo nacido en Rute, (Córdoba, 1965) Estudió en
la Escuela de Artes y Oficios Mateo Inurria. Ha desarrollado múltiples proyectos: soportes gráficos,
cortometrajes, diseño, etc. Ha colaborado en diversas revistas y fanzines, así como de reportero
gráfico para un periódico. Ha mostrado sus obras en diversas exposiciones, individuales y colectivas,
en salas de arte españolas y extranjeras. Ha recibido varios reconocimientos y menciones.
Las tres fotografías seleccionadas por el autor están acompañadas de los textos (inéditos) de Ana
Patricia Moya Rodríguez (la primera imagen y la segunda) e India (la última).
Curiosidades de la vida
Qué fácil es
desnudar un cuerpo
y qué imposible
saber lo que se oculta
detrás de las costillas…
No existe llave
para cerrar el egoísmo.
- 83 -
Todas las noches
Creo en Dios. Mi madre, que en paz descanse, siempre me decía: la oración te liberará
del pecado. Todas las noches rezo, con mi rosario de madera, delante de la fotografía de
la Virgen de Fatima que me regaló mi mamá antes de morir. En la cartera de mi bolsillo,
tengo las pequeñas postales del Jesús del Sagrado Corazón: no se las enseño nunca a
mis compañeros de instituto porque no quiero que se rían de mí, pero es que no saben
que siempre las llevo conmigo porque necesito su protección. Necesito saber que madre e
hijo de Dios me miran con amor puro. Necesito creer que Dios existe, porque el demonio
existe. Cuando me escondo en las sábanas, Satán se presenta en mi cuarto,
insinuándose con sus crudas tentaciones, de caricias prohibidas. Yo no puedo
rechazarle, no puedo resistirme: dejo que manche mi cuerpo. Yo sigo rezando hasta bien
entrada la madrugada, entre lágrimas, y seguiré orando hasta que papá deje de ensuciar
mi piel todas las noches.
- 84 -
Condenad a. Absurda condena
que me detiene en esta jaula de
barrotes enca denados, barrotes
oxidados como el corazón del
maldito dueñ o que posee el mío,
ese músculo h erido que ya ni
siente ni padece . No sé nada del
mísero hombre que aquí me
trajo, ni su rostro, ni su voz,
tan solo el frí o aliento d e su
respiración. Me odia, y a la vez
me ama. Necesita poseerme pero
también quisiera tenerme lejos,
o quizás, no tenerme. No sabe lo
que quiere, lo noto cuando me
saca, se me aproxima con gesto
suave, su mano rodea mi
cintura pero de repente y con
brusco gesto me aparta como si
el asco le repeliera, como si mi
piel fuera la de una asquerosa
serpiente, fría y mojada. No sé
lo que quiere pero tampoco yo sé
lo que quiero. Me atrae, me
fascina, me enamora y a la vez
me da miedo, pánico, terror. No
sé qué quiere, pero qué importa
eso ahora. Seguiré en esta feliz
y agónica tortura que me da
todo lo que yo necesito.
- 85 -
JJ uu aa nn JJ oo ss éé RR oo m
m ee rr oo \\ A M oo yy aa \\ II nn dd ii aa
A nn aa PP aa tt rr ii cc ii aa M
Silvia Loustau (Mar de Plata, Argentina). Escritora, traductora y coordinadora de Talleres
Literarios. Ha ganado diversos premios de Narrativa y Poesía. Ha editado los poemarios
“Mandala” y “El Espejo de los Días”. Algunas de sus obras han sido representadas. Ha publicado
en revistas y periódicos nacionales e internacionales. Colabora en varios sitios web y ha dirigido
ciclos radiales de difusión cultural. Es miembro de Poetas del Mundo y ha sido traducida al
búlgaro y al catalán. Dirige su propio blog: www.silvialoustau.blogspot.com.
Veintitrés
- 86 -
Tres
su mano
mariposa húmeda
cabalga /
encabrita
el cuerpo
- 87 -
Datos
- 88 - SS ii ll vv ii aa LL oo uu ss tt aa uu
Ulises Varsovia (Chile, 1949). Trabajó como profesor en distintas Universidades y se doctoró en Alemania. Es
autor de más de veinte poemarios: “Jinetes Nocturnos”, “Anunciación, Ángeles y Espadas”, “Hermanía: la
Hermandad de la Orilla”, “Antología Esencial y otros Poemas”, “Tus náufragos”, “Capitanía del Viento”, “El
transeúnte de Barcelona”, “Lumbre”, “Ebriedad”, entre otros. Ha publicado en más de setenta revistas de
Literatura de todo el mundo en varios idiomas y está presente en multitud de páginas web.
Desarraigo
Silenciosa habitación
en algún lugar de alguna parte
rodeando ésta, mi posibilidad
de imprecisas coordenadas,
otorgando sustento óntico
a mis dispersas entidades
en la tambaleante realidad,
Silenciosa habitación
en algún lugar de ninguna parte,
quienquiera que sea el que no soy,
quienquiera que habite tu espacio
asumiendo mi forma negada,
- 89 -
Identidad
- 90 -
P ablo
U
Sobrehumano estremecimiento
de iracun da geografía,
de despia dadas placas terrestres
sacando de quicio al planeta,
conmoviendo extensión y altura.
- 91 -
U V aa rr ss oo vv ii aa
U ll ii ss ee ss V
Enrique Fuentes-Guerra (Córdoba, 1958). A pesar de que descubrió tarde su vocación como poeta, ha editado
dos libros de poemas: “Lo que arde (Sueño del herido)” – con fotografías de Juan José Romero y prólogo de
Jesús Alcaide - y “El laberinto sentimental” (Ediciones Litopress, con prólogo de Alberta de la Poza).
U
Unnm
muun
nddoo ddiiffeerreen
nttee
U
Unnaa vviieejjaa,, ppeerroo jjoovveen
n cch
hiiccaa
Mee ddiijjoo u
M unn ddííaa
E
Ennttrree n
nuubbeess ddee ttaabbaaccoo
YY eebbrriiaa ddee aallccooh
hooll
Q
Qu noo ppooddííaam
uee ttooddooss n mooss sseerr
E ndd rroollll
Essttrreellllaass ddeell rroocckk aan
IIn
ntteen
nttaa n
noo ppaarreecceerr ttaan
n bbu noo
ueen
YY ssííggu
ueem
mee,, m
mee ddiijjoo
IIrreem nddee eessttáá llaa vveerrddaaddeerraa ddiivveerrssiióón
mooss ddoon n
D nddee llooss n
Doon niiñ
ñooss ddu
ueerrm n,, vveessttiiddooss ddee bbllaan
meen nccoo
E
Ennu
unnaa h
haabbiittaacciióón
n aazzu
ull ccllaarroo
M
Miieen
nttrraass llaass n
niiñ
ñaass ccoorrttaan maappoollaass rroossaass
n aam
D
Duullcceess ccoom
moo llaa m
miieell
D nddee ssee ccaallllaarráá ppaarraa ssiieem
Doon mpprree
TTu n vviioolleen
u ccoorraazzóón nttoo
YY eell ccalor
a l o r dde
e llas ibias m
a s ttibias añanas
mañanas
A
Appllaaccaarráá ttu
u ccoon
nttiin
nuuoo ttoorrm
meen
nttoo
YY aassíí n
noocch
hee ttrraass n
noocch
hee
Haassttaa qqu
H uee ddeessaappaarreezzccaan
n ssoon
niiddooss aan
nttiiggu
uooss
YY ccrreeaass tteen
neerrllooss oollvviiddaaddooss
Viivviieen
V nddoo een
nuun
nmmu
unnddoo ddiiffeerreen
nttee
- 92 -
D
Doon
nddee eexxttrraañ urraass ssee bbeesseen
ñaass ccrriiaattu n
B
Baajjoo llaa n
neeggrraa ssoom neess ccoollggaan
mbbrraa,, ddee jjaarrddiin ntteess
D
Doon
nddee llaass oorru meettaam
uggaass ssee m moorrffeeeen
n,, bbaajjoo llaa llllu
uvviiaa
E
En nggeelleess ddiivviin
n áán nooss
n ddee ssu
YY llooss ppáájjaarrooss eessccaappeen uss jjaau
ullaass
D
Doon
nddee ttaan ñooss ssee ssiin
nttooss aañ nttiieerroon
n pprriissiioon
neerrooss
C moo ssii eessccaappaarraan
Coom n ddee u
unn ssu
ueeñ
ñoo
C n lliiggeerroo ssaabboorr aa h
Coon hiieell
A
Annddaa,, ssííggu
ueem
mee
Allllíí eessttáá llaa vveerrddaaddeerraa ddiivveerrssiióón
A n
noozzccoo eell ccaam
YYoo ccoon miin
noo
YY oollvviiddaarrááss ttu
uú moo llaam
úllttiim meen
nttoo
S
Siin
n tteen
neerr n
neecceessiiddaadd
D niin
Dee n nggú
únn oottrroo jju
urraam
meen
nttoo
Attrréévveettee!!,, vveen
¡¡A n ccoon
nmmiiggoo
D
Dééjjaalloo ttooddoo
- 93E
E- nn rr ii qq uu ee FF uu ee nn tt ee ss G
G uu ee rr rr aa
Salvador Moreno Valencia (Cádiz). Pintor y escritor. Ha publicado diversos libros de poesía, relatos y
novelas (“Líquido divino”, “Barro en los zapatos”, “Siete cuentos de Pan y Pimiento”, “Apuntes para la
memoria”, “Trece naúfragos”, “Una puerta en el laberinto”, etc) y sus obras han sido mostradas en
diversas exposiciones. Actualmente, vive en Fuengirola (Málaga) y es director de la Revista Literaria
Letras (www.alvaeno.com).
- 94 -
otorgado, el fregadero, donde había una pila de platos
y ollas que llegaban al techo. Se arremangó las
mangas y se puso a la labor sin prestar atención a
otra cosa que a los platos y cacharros. Cuando había
fregado una pila, llegaba otra y otra. Los platos
llegaban con restos de comida y algunos, incluso, sin
apenas haber sido tocada, la orden que le había dado
el jefe de cocina era clara, debía de poner todos
aquellos restos en una fuente, el pescado con el
pescado, la carne con la carne, y así todos los restos
quedaban organizados a disposición del cocinero que
hacía con ellos sopas y salsas u otras no menos
suculentas comidas aun siendo de restos. La chica
cumplió las órdenes con exactitud, pero pensó que
todos aquellos restos serían enviados a la basura y
vio a sus pequeños hermanos hambrientos y llorando
por llenar sus barrigas; así que decidió guardar algo
de todo aquello, poco, para que no fueran a reñirle
por ello.
- 95 -
el mar cuando la dueña gritaba desde la ventana para
que alguien la ayudase y en esto que estaba, pasando
por delante de la casa de la chica a la que había
des pedido días antes, que los catorce miembros de
aquella familia decidieron ayudar la, a pesar de lo mal
que se había portado con ellos.
L a n z a r o n c u e r d a s y l o s m a y o r e s c o n l a c h i c a sse
e
lanzaron a las aguas y llegaron hasta el restaurante
que flotando era arrastrado por la corriente, una vez
estuvieron a bordo del mismo ataron las cuatro
esquinas y el restaurante quedó detenido y desde
aquel día está allí prestando sus servicios al público
atendido por la chica y su familia. Porque la mujer de
huesos frágiles dejó de ser insensible, avariciosa y
tacaña y regaló su restaurante a aquella familia que
había arriesgado la vida por salva r la suya,
inmerecida hasta aquel momento pero dijo que nunca
era tarde para enmendar la plana.
u e n t e eell c u e n t o d e p a n y
D e v e r d a d q u i e r e s q u e t e ccu
pimiento.
SS aa ll vv aa- 96
dd oo- rr M V aa ll ee nn cc ii aa
M oo rr ee nn oo V
GROENLANDIA, REVISTA C UATRIMESTRAL DE
LITERATURA, OPINIÓN Y ARTE EN GENERAL, NÚMERO
CUATRO (Mayo – Agosto 2009).
EN PREPARACIÓN: