DEBATE

El scoring trasciende la política

Por: Manuel Izura. Ex subsecretario de seguridad urbana de la Ciudad

La implementación de varias medidas relacionadas con la seguridad vial han puesto

nuevamente el tema dentro de la agenda pública en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia
de Buenos Aires.

El sistema de scoring ha despertado diversas posturas. Esta modalidad de evaluación, que

contempla un elemento igualitario -por cuanto se aplica a la totalidad de los infractores- y no
pecuniario -ya que el descuento de puntos es independiente del pago de una multa- ha
demostrado ser, en otras partes del mundo, una herramienta eficaz para reducir los índices de
siniestros en la vía pública.

Por otra parte, controlar fuertemente el consumo de alcohol a conductores representa un

avance. Pero resulta evidente que con estas medidas no basta. Será necesario integrarlas con
campañas y programas de educación y concientización vial sostenidos en el tiempo y con una
mejora en los niveles de exigencia para acceder a una licencia de conducir en todos el país, de
modo tal que no existan diferencias que hagan más fácil la obtención de un registro en tal o
cual jurisdicción.

Es altamente recomendable que las iniciativas adoptadas por los gobiernos de la Ciudad y la
Provincia de Buenos Aires se proyecten sobre todas las provincias y se adopten políticas
uniformes en la totalidad del territorio.

Para esos fines y sin perjuicio que las provincias y la Ciudad conservan la facultad de legislar
en materia de tránsito, se cuenta con organismos competentes, como la Agencia Nacional de
Seguridad Vial y el Consejo Federal de Seguridad Vial. A la vez, es importante dar lugar a
aquellas organizaciones no gubernamentales que se ocupan de la materia para optimizar las
acciones a implementar.

Claro está que la voluntad política de desarrollar este tipo de acciones para modificar la
situación vigente, así como el compromiso de los funcionarios que toman las decisiones es
imprescindible, dejando de lado réditos individuales y electorales. La Ciudad de Buenos Aires
es un ejemplo de ello puesto que el proyecto implementado fue elaborado durante la anterior
gestión y puesto en marcha por la actual administración.