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LA ORATORIA

En la sociedad democrática griega de los siglos V y IV, la elocuencia, el dominio de la


palabra y el buen uso del lenguaje gozaron de gran importancia. Era fundamental para
afrontar un pleito o expresar una opinión en la Asamblea. Un gobernante debía
convencer a sus ciudadanos.
El movimiento sofista es determinante en la creación de la retórica y el auge de la
oratoria. El orador es un artífice de la persuasión, su arma es la palabra. La oratoria mira
el aquí y el ahora, intenta resolver los problemas cotidianos o de estado que piden una
solución.

Tipos de discursos:

 "deliberativos o políticos": Se pronuncian ante un auditorio indeciso por un


orador también indeciso. Están orientados al qué hay hacer, cómo hay que obrar.
 "forenses o judiciales": Recogen los argumentos de las partes implicadas en un
proceso judicial público o privado. Se pronuncian ante un tribunal y su objetivo
es conmover a los miembros del jurado.
 "epidíctico o de aparato": No importa el orador ni el auditorio, lo importante es
su belleza literaria. Suelen ser discursos de alabanza o fúnebres.

Partes del discurso:

 Prólogo: sirve para captar la atención del público y prepararle para el objetivo.
 Cuerpo central: Donde las ideas vienen ordenadas.
 Epílogo: Pretende sintetizar los argumentos y se expone la intención del orador.

Principales Oradores:

 Lisias: Su mayoría de discursos pertenecen al subgénero judicial. Se le


atribuyen unos cuatrocientos discursos de los que sólo conservamos unos treinta.

 Isócrates: Gracias a su longevidad pudo asistir a acontecimientos importantes


de la historia de Grecia como la Guerra del Peloponeso o el dominio de Grecia
por la monarquía macedonia. Se dedicó a escribir discursos judiciales y a la
enseñanza de la retórica. Escribió algún discurso epidíctico propugnando la
unidad de los griegos frente a los persas.

 Demóstenes: Es el más importante de los oradores griegos. Sus comienzos


fueron como logógrafo (persona que escribe discurso para otras personas) y
profesor de retórica, aunque enseguida se metió de lleno en el mundo de la
política donde consiguió incluso una corona de oro por los servicios prestados a
la ciudad en contra de Filipo de Macedonia. Tuvo que superar dificultades
físicas como su tartamudez introduciendo guijarros en su boca. Sus obras más
importantes son: "Fílipicas", cuatro obras en contra de Filipo de Macedonia,
"Sobre el Quersoneso", arremete contra Filipo por sus intenciones
expansionistas, "Discruso de la corona", se defiende de los que están en contra
del regalo de la corona de oro que le ofrece la ciudad de Atenas por sus
servicios... A estos discursos hay que sumar un gran número de discrusos
privados tales como: "Contra Formión" "Contra Estéfano", "Contra Beoto", etc.

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