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Gobiernos de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez

Gobierno de Cipriano Castro (1899-1908)


• Situación política
Cipriano Castro al estar convencido de que su permanencia en el poder no puede estar
sujeta a las alianzas caudillistas, una de sus primeras estrategias consiste en afectar
directamente las bases del poder de los caudillos: cambia los jefes políticos de una zona
a otra neutraliza la capacidad política de aquéllos al imponer en cada localidad a jóvenes
generales tachirenses que lo habían acompañado en la revolución.
Con el fin de sostener esta determinación política, decide igualmente promover la
formación de una fuerza armada nacional, capaz de imponer la autoridad del poder
central en todo el territorio de la República. Para esto tomó las siguientes medidas:
- En 1903 se sancionan un nuevo Código Militar y un Código de la Marina.
- Se decreta la creación de la Academia Militar de Venezuela.
- Se equipa al ejercito con el armamento más moderno para el momento.
Además de todo esto Castro atacó con crueldad a quienes osaron oponérsele: envió a la
cárcel a los banqueros que no querían prestarle dinero, alejó del país al capital
extranjero por la forma atolondrada en que pretendió contrarrestar los innegables abusos
de las compañías capitalistas que actuaban en el país. Y la falta de diplomacia causó un
conflicto internacional el cual trajo el bloqueo de nuestras costas, además este desorden
ayudo a que se formara el movimiento de oposición llamado la “Revolución
Libertadora”.
• Slogan
“Nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos”
No fue muy consecuente con su promesa, porque a excepción del general José Manuel
Hernández (“el mocho”) y Ramón Tello Mendoza , su primer gabinete estaba
compuesto por viejos personeros del Partido Liberal. Y los “nuevos ideales” no fueron
más que la acentuación de los viejos vicios de una política personalista, corrupta, rígida
y de una dureza particular.
• Agresión a los banqueros
Frente a la negativa de los banqueros a otorgarle unos prestamos al Gobierno, la
decisión del Ejecutivo es encarcelarlos. Inmediatamente entregan el dinero, pero tal
humillación le crea al gobernante andino una enemistad nada deseable. Destaca en el
grupo de los ofendidos Manuel Antonio Matos, hombre con aspiraciones al poder,
figura prominente del Partido Liberal y ministro de la Hacienda recurrente en los
últimos gobiernos.
Esto trae como consecuencia el movimiento de oposición contra el Gobierno: La
Revolución Libertadora.
• Dictadura y manipulación popular
Se puede decir, que su gobierno fue el puente entre la Venezuela feudal y el comienzo
de la modernidad. Estimuló el nacionalismo al oponerse al bloqueo de los puertos
impuesto por Inglaterra, Alemania e Italia. Valientemente se enfrentó al capital
monopolista extranjero y consolidó la integración del territorio nacional con la
extirpación de las revoluciones y del caudillismo local. Esto Hizo que lograra el apoyo y
respeto de las personas que lo rodeaban y así consolidar su gobierno.
• Situación Económicas
Castro pidió a los banqueros caraqueños un préstamo de dinero para atender la situación
económica en que se encontraba el Estado venezolano. Los banqueros se negaron a
colaborar y, por orden de Castro, fueron a parar a la cárcel. Luego se les hizo desfilar
por las calles de Caracas, desde la cárcel hasta la estación del ferrocarril, entre guardias
armados, con la amenaza de que iban a ser enviados al castillo de Puerto Cabello. Ante
aquella actitud, los banqueros cedieron y entregaron el dinero que pedía el gobierno.
Pero fueron, desde entonces, enemigos irreconciliables de Castro y promotores
financieros de la oposición armada contra él.
• Situación cultural y social
Durante el gobierno de Castro se produjo el más grave y serio conflicto internacional
que ha tenido la nación. Primero fue el conflicto limítrofe con Colombia, en donde
Venezuela pierde definitivamente extensiones de tierra en la Guajira y en los llanos
ubicados en el sur del río Meta.
El segundo conflicto tuvo origen en las deudas contraídas por la nación con países
extranjeros. Para 1900, la deuda exterior llegaba a 190 millones de bolívares, a lo cual
se agregaban innumerables reclamaciones de empresas extranjeras, muchas de ellas
exageradas. Como en la época de Guzmán Blanco, estas empresas aprovechaban la
crisis reinante para presionar en los cobros y se valían de sus gobiernos para obtener la
cancelación. Por otra parte algunas de estas empresas habían intervenido
descaradamente en los problemas internos del país, apoyando y financiando
movimientos militares contra el gobierno de Castro. Como consecuencia de las medidas
que había tomado Castro contra esas empresas, se produjo la intervención de Alemania,
Inglaterra, Francia, Italia y Estados Unidos.
Alemania e Inglaterra, establecieron un bloqueo de nuestras costas y demandaron el
pago inmediato de la deuda.
Aquella agresión contra Venezuela, levantó una ola de indignación y de protesta en todo
el país y se produjeron manifestaciones populares de repudio a los agresores extranjeros
y de apoyo al gobierno. Los agresores bombardearon el castillo de Puerto Cabello y el
castillo de San Carlos, pero fueron rechazados por las baterías del fuerte.
Esta agresión de las grandes potencias contra Venezuela, un país pequeño y débil,
provocó la solidaridad de varios países latinoamericanos; provocó también un rechazo
de la opinión pública en los propios países agresores y en los EE UU. El Presidente de
los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, se decidió a proponer un arbitraje para
resolver el conflicto. Se firmó entonces el Protocolo de Washington entre Venezuela y
las tres naciones agresoras. Venezuela se comprometió a pagar las deudas contraídas
con el 30% de sus impuestos de aduana a cambio de la suspensión del bloqueo.
Una serie de movimientos políticos y una gran enfermedad, llevaron a Castro a
abandonar la presidencia del país momentáneamente para recibir un tratamiento en
Europa. Gracias a esto asume la presidencia el, en ese entonces vice-Presidente, Juan
Vicente Gómez. A finales de 1908, año en el que sucede el regreso de Castro al país, se
encuentra con que Gómez se había apoderado de la presidencia del país y que no tenía
intenciones de abandonarlo.
Gobierno de Juan Vicente Gómez (1908- 1935)
• Características políticas
Aunque gobernó desde los 27 años que van de 1908 a 1935, a veces, es presidente
directamente y, en ocasiones, pone en el poder, en forma nominal a un amigo suyo. Los
gobernantes en ese período son:
1908-1913 General Juan Vicente Gómez (primera vez)
1913 Dr. José Gil Fortoul (Encargado por Gómez)
1914 Dr. Victoriano Márquez Bustillo (encargado por Gómez)
1914-1922 General Juan Vicente Gómez (segunda vez)
1922-1929 General Juan Vicente Gómez (tercera vez)
1929-1931 Dr. Juan Bautista Pérez, (puesto por Gómez, debió renunciar por disposición
del mismo Gómez)
El Congreso estuvo siempre a su servicio, reformó la Constitución en varias ocasiones
con dos objetivos básicos: variar el período presidencial o dar a la Comandancia de las
Fuerzas Armadas el rango de k.o.-presidencia de jefatura separada, así en algunas
ocasiones Gómez era el Comandante de las fuerzas Armadas y en otras tenía este cargo
junto con el presidente.
Gómez, mantuvo un Consejo de Gobierno que después fue eliminado. En ese Consejo,
estuvieron inicialmente liberales amarillos y nacionalistas, pero después desistió de
ellos y anuló su acción, lo mismo que a los conservadores azules.
El dictador, organizó la defensa mediante un ejército modernizado y bien equipado que
había empezado a reformar Castro. Desarrolló una red de carreteras de macadán - a
algunas de asfalto- que unían las diferentes ciudades y las plazas militares que había en
algunas de ellas.
Profesionalizó el ejército al crear la Escuela Militar (1911) y la Escuela de Aviación
Militar (1920). Para contar con un ejército permanente fue promulgada la Ley del
Servicio Militar Obligatorio. (1926)
Desarmó al pueblo. Adujo como razón para hacerlo el evitar la delincuencia.
La dictadura se manifestó tanto por el manejo del Congreso como por la aplicación de
mano dura contra la oposición, mediante las cadenas de exilio, las cárceles (La Rotunda
Caracas, las Tres Torres en Barquisimeto, el Castillo de Puerto Cabello) o los trabajos
forzados en la construcción de carreteras. Fueron comunes las torturas.
Puso de su lado las llamadas “fuerzas vivas”, es decir, la burguesía capitalista, e
igualmente tuvo el apoyo constante del gobierno norteamericano.
Hubo un marcado nepotismo o gobierno familiar. Cargos tan altos como la primera y
segunda vicepresidencia fueron dadas, una a su hermano Juan Crisóstomo Gómez
(“Juancho”) y la otra a su hijo (“Vicentino”).
• Características económicas
La situación económica de la época de Gómez, se presenta con dos matices: la
continuación de la Venezuela Agrícola y el surgimiento y desarrollo de la Venezuela
petrolera.
En la continuación de la Venezuela Agrícola que va de 1908 a 1921, el país sigue
siendo dependiente de los precios del café en ámbito mundial, estos cayeron y los del
cacao se mantuvieron.
En cuanto a la Tenencia de tierras, Gómez era el propietario mayor de igualmente el
mayor latifundista, porque de las tierras que tenía en doce de los estados del país, una
parte estaban ociosas.
“Uno de los problemas más graves conformados por la industria ganadera era el hecho
de que podía ser controlada fácilmente y durante el periodo de Gómez la venta de carne
fue monopolizada por el dictador y por los miembros de su camarilla. De hacho, el
General y sus amigos habían adquirido tierras de cultivo y los pastos mejores.
La etapa de la Venezuela Petrolera empieza en 1921. Gómez continúa la misma política
de ofertas y facilidades de inversión a los capitales extranjeros. Impone derechos de
exploración bajos, no establece normas de refinación ni perforación, permite exenciones
de impuestos de aduana para maquinarias y equipos, los plazos de concesión son muy
largos y beneficiosos para las compañías que se establecen en nuestro territorio.
En 1925, ya el petróleo había desplazado al café como primer producto de exportación.
En 1928, Venezuela había alcanzado ya el primer puesto como país exportador de
petróleo en el mundo, y el segundo como país productor después de Estados Unidos.
Este país, por otra parte, era el primer inversionista en nuestro territorio.
La crisis económica de 1929, que se deja sentir en el ámbito mundial, la sufrió
igualmente Venezuela, los siguientes datos son indicativos de la misma:
Las compañías petroleras despidieron el 66% de sus obreros.
Bajaron las exportaciones petroleras.
Bajaron los ingresos.
Disminuyeron las exportaciones agrícolas.
Bajaron las importaciones.
En cuanto a la deuda tanto externa como interna, Gómez se comportó como el mejor
pagador. A su muerte ya no había deuda. La siguiente información ilustra sobre el tema:
“Una de las principales preocupaciones del gobierno de Gómez fue restaurar la
solvencia fiscal. Así lo demuestran las medidas tomadas por el gobierno el 1º de Enero
de 1909, para proceder al pago de la deuda de Bolívares 161.138 109. A los acreedores
extranjeros y de Bolívares 71.958.383, correspondientes a la deuda interna. Para 1929,
la deuda externa de Venezuela había quedado reducida a Bs. 29.249.416 y la pública
interna a Bs. 28.735.884, al morir Gómez, la deuda se hallaba ya completamente
saldada.
• Características Sociales
El cuadro social de la época de Gómez presenta una variación demográfica, el fin del
caudillismo y la estratificación social con las fuerzas vivas plegadas al dictador, una
burocracia de la que forma n arte los familiares de éste y los obreros y campesinos
asalariados y desprotegidos.
La cantidad de población asciende en forma normal de 1908 a 1911, desciende en el
período hasta 1920 y desde aquí empieza a aumentar sin detenerse.
Las razones de la disminución demográfica en el caso de 1911-1920, son además de la
mortalidad infantil y la desatención sanitaria, la epidemia de paludismo que se extendió
por el país en 1916 y la gripe española de 1918, que causó desastres en toda la extensión
del territorio.
La relación población urbana - población rural, empieza a cambiar también con la
influencia del petróleo, se produce el éxodo campesino; el área occidental del país
(donde empezó la exploración y explotación) y la misma ciudad de Maracay.
Desaparece el fenómeno social del caudillismo regional. El dictador es el gran caudillo.
Un slogan lo señala como “Gómez Único”, como el “Rehabilitador”, “el pacificador”.
Como estratos sociales están los terratenientes (con Gómez, sus familiares y sus
amigos), los comerciantes banqueros, industriales tanto nacionales como extranjeros, los
que forman la burocracia de altos empleados gubernamentales, los empleados y
profesionales en general, los obreros, los campesinos y los peones de las haciendas y
hatos.
• Características Culturales
La educación estuvo desasistida en el período gomecista. La Universidad Central
permaneció cerrada desde 1912, hasta 1925. Hubo un índice de analfabetismo ente los
adultos de un 70% y el 90% de la población no sabía leer ni escribir.
La inscripción escolar en primaria es considerablemente inferior a la de la época
guzmancista. Por ejemplo, en 1883 había inscritos en primaria un total de 91.462
alumnos, correspondientes a un 4,45% de la población total.
En las manifestaciones culturales continúa el movimiento histórico sociológico del
positivismo, que se había hecho presente desde Castro, con José Gil Fortoul, Laureano
Vallenilla Lanz, César funesta, Pedro Manuel Arcaya, Lisandro Alvarado.
• Oposición al Gomecismo
Con el nombre de «generación del 28» se identifica al grupo de universitarios que
protagonizaron en el carnaval caraqueño de 1928 un movimiento de carácter académico
y estudiantil que culminó, por diversos conductos, en un enfrentamiento con el régimen
de Juan Vicente Gómez. Lo que fue inicialmente un proyecto restringido al ámbito de la
Universidad, se transformó en una propuesta destinada a la modificación del régimen
político y a un cambio en los fundamentos de la sociedad y la cultura venezolanas.
En un primer momento, los jóvenes ingresados en la Universidad Central entre 1923 y
1925 reconstituyen los organismos de representación inmediata, es decir, los centros
adscritos a las facultades de Medicina, Derecho e Ingeniería. Luego promueven la
reconstitución de la Federación de Estudiantes de Venezuela, organismo coordinador de
los centros y su máxima representación, hasta entonces suspendido por una disposición
que databa del gobierno de Cipriano Castro. Destacan como organizadores en esta
nueva etapa: Jacinto Fombona Pachano, su primer presidente; Raúl Leoni, su segundo
presidente; Elías Benarroch, Isaac Pardo, Miguel Otero Silva, Juan José Palacios, José
Tomás Jiménez Arráiz y Rafael Enrique Chirinos. Movidos por la penuria de
actividades culturales, efectúan ciclos de conferencias que apoya con interés el rector
Diego Carbonell y fundan la revista La Universidad, vocero de corta trayectoria.
Influenciados por la lectura de Residencia, órgano de los estudiantes de la Universidad
de Madrid, proyectan la construcción de La Casa de Bello, como sede de estas
actividades culturales y a la vez albergue para estudiantes de escasos recursos
económicos.
Con el objeto de recaudar fondos para la realización de este plan, en el carnaval de 1928
se organiza La Semana del Estudiante, en cuyo programa destacan los siguientes actos:
a) desfile desde la Universidad hasta el Panteón Nacional, en homenaje a los próceres;
b) coronación de la reina de los estudiantes Beatriz I (Beatriz Peña), en el teatro
Municipal; c) recital de la juventud, en un teatro capitalino; d) concentración juvenil en
La Pastora; e) preparación de una becerrada que no se realizó por el sesgo que tomaron
los acontecimientos.
Debido a la participación de Pío Tamayo, antiguo exiliado político, luchador popular en
el exterior y uno de los introductores del marxismo en Venezuela, quien en la
coronación de Beatriz I lee un poema juzgado como subversivo por las autoridades; a
las primeras intervenciones de los estudiantes de derecho, Rómulo Betancourt, Jóvito
Villalba y Joaquín Gabaldón Márquez, también estimadas como inconvenientes por los
cuerpos de seguridad, y al «acto irrespetuoso» de Guillermo Prince Lara, quien rompe
una lápida conmemorativa de una obra del gomecismo; el Gobierno reprime los
festejos, encarcela a Tamayo y a los jóvenes que peroraron en los actos públicos y son
conducidos a La Rotunda. Ante la inesperada reacción oficial y como acto solidario
frente a lo que consideran un injusto cautiverio, el resto de los estudiantes se entrega
espontáneamente a la policía. El Gobierno los traslada al castillo de Puerto Cabello; 214
jóvenes permanecen detenidos en la fortaleza durante 12 días, hecho que hasta entonces
nunca había ocurrido en el país. La Universidad de Los Andes reacciona frente a los
sucesos y en las principales ciudades se levanta una ola de protestas que hace ceder al
Gobierno. Cuando retornan los estudiantes a Caracas, el pueblo los vitorea, mientras
repudia sin cortapisas la acción represiva que se había tomado. Acaso es en esta
aproximación entre la masa y los universitarios excarcelados donde se encuentra el
germen de un nuevo intento de oposición al gomecismo. Se localiza la primera etapa de
tal intento en el vínculo que algunos estudiantes (Juan José Palacios, Francisco Rivas
Lázaro, Fidel Rotondaro y Germán Tortosa, entre otros) efectúan con jóvenes oficiales
del Ejército para planificar un golpe de Estado que debía realizarse el 7 de abril de
1928. La conspiración fracasa, pero marca una participación más activa de los
estudiantes en la lucha política.
Con el objeto de obtener la libertad de sus compañeros detenidos a raíz del intento de
sublevación del 7 de abril, un grupo de estudiantes redacta, en octubre de 1928, un
enfático documento que pide al presidente Juan Vicente Gómez la reconsideración de
sus severas medidas. Sólo obtienen como respuesta una inmediata orden de captura.
Ante la indignación popular, traducida en ruidosas manifestaciones, cerca de 200
estudiantes son conducidos a las colonias de Araira, sitio en el cual se construye un
tramo carretero, para que paguen con trabajos forzados su inmiscuencia en la política.
Aquellos que son considerados más peligrosos (Pedro Juliac, Rafael Chirinos, Ricardo
Razetti, Antonio Sánchez Pacheco, Antonio Anzola Carrillo, Clemente Parparcén,
Eduardo Celis Sauné, Enrique García Maldonado, Guillermo López Gallegos, José
Antonio Marturet, Juan Yáñez, Luis Felipe Vegas, Luis Villalba Villalba, Nelson
Himiob e Inocente Palacios) son segregados del grupo y conducidos al inhóspito
presidio de Palenque. El resto es trasladado al castillo de Puerto Cabello, donde
permanecen hasta principios de 1929. Esta segunda estada en el castillo los vincula
todavía más a la actividad política y les abre la posibilidad de un estudio diferente y
crítico de la realidad nacional. En torno de Pío Tamayo y de Rafael Arévalo González,
veterano luchador antigomecista, quienes se encuentran recluidos con ellos, forman 2
círculos de estudios, de orientación antagónica, a través de los cuales aprenden los
rudimentos del materialismo histórico y se enteran de los movimientos recientes en el
seno de las democracias occidentales. Posteriormente, desarrollan charlas sobre la
historia y los problemas de Venezuela. A los pocos meses, la mayoría de los estudiantes
que intervinieron en los acontecimientos de 1928 son expulsados del país.
Entre 1929 y 1936 viven un exilio que constituye el complemento ideal en el proceso de
su formación. Los grupos más numerosos y compactos, residentes en el Caribe, España
y Francia, generan los partidarismos contemporáneos, la renovación del conocimiento
científico y social, así como un cambio sustancial de la oposición tradicional y
participan en proyectos contra el gobierno de Gómez, que se traducen en sonados
hechos tales como, en 1929, el asalto a Curazao (José Tomás Jiménez Arráiz, Miguel
Otero Silva, Pablo González Méndez y Guillermo Prince Lara) y la Expedición del
Falke (Julio MacGill, Rafael Vegas y Armando Zuloaga Blanco).
Los estudiantes del 28 regresan a Venezuela después de la muerte de Gómez y al
principio (1936-1940), actúan como un grupo homogéneo. Por lo menos intentan
desarrollar proyectos comunes. Sin embargo, lentamente comienzan a escindirse en
banderías políticas distintas. Algunos se apartan de la vida pública, movidos por su
particular vocación profesional y otros se incorporan al mundo de los negocios. En el
seno de los subgrupos más combativos se aclimata la semilla de Acción Democrática y
del Partido Comunista de Venezuela. Quienes se inclinan por la creación artística
(Guillermo Meneses, Miguel Otero Silva, Nelson Himiob, Antonio Arráiz, Felipe
Massiani, Gabriel Bracho Montiel, Carlos Eduardo Frías) y la investigación social
(Carlos Irazábal, Rodolfo Quintero, Miguel Acosta Saignes, Isaac J. Pardo, Juan
Bautista Fuenmayor, Juan Oropeza, Joaquín Gabaldón Márquez, Augusto Márquez
Cañizales, Héctor Parra Márquez y Elías Toro), sientan las bases para un cambio de
perspectiva en relación con las pautas predominantes en el país hasta el término del
gomecismo. Venezuela contemporánea debe mucho a su contribución en este sentido.
E.P.I.
• Problemas de sucesión
Después de la muerte de Gómez se formaron dos grupos opuestos en opiniones sobre
quien debería ser el próximo presidente de la republica. Unos apoyaban al primo del
General Gómez, Eustoquio Gómez y pretendían dar continuidad a las formas políticas
que existían hasta entonces. En el otro extremo se encontraban todos aquellos sectores
que reclamaban un cambio radical en la conducción política del país, y la implantación
inmediata de un régimen democrático que garantizara las libertades públicas.
El nuevo presidente designado fue el Ministro de Guerra y Marina el general Eleazar
López Contreras, el cual a las primeras del cambio destituye a algunos representantes
del gomecismo y con el documento llamado el “Programa de Febrero” presenta los
lineamientos económicos, políticos y sociales del nuevo régimen que serian el comienzo
de la era democrática en Venezuela.
• Slogan
“Unión, paz y trabajo”
Por una parte este slogan si se cumplió, ya que el gobierno contaba con cuantiosos
recursos y había una aparente satisfacción del hambre de paz y orden que sentía todo el
país.
Pero por otra parte el uso de la fuerza y el terror para aplastar la oposición hizo que el
ingenio popular, sin falta de razón, cambiara el lema gomecista a: “Unión en las
cárceles, paz en los cementerios y trabajo en las carreteras”.
Bibliografía
Rostros y Personajes de Venezuela, Tulio Hernández.
C.A Editorial El Nacional.
Historia de Venezuela 8º, Miguel Hurtado Leña.
Terra Editores.
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