Una tormenta que anuncia el servicio meteorolgico puede movernos a todos en
cuanto a la toma de precauciones y aprovisionamiento para esperarla y, desde luego, superarla.
Pero hay otro tipo de tormentas que en ocasiones resultan todo un reto para las familias: las enfermedades.
En el exterior de la casa puede estar cayendo la lluvia, pero dentro de ella la agitacin hace presa de nosotros mientras acomodamos los tiempos y turnos para la atencin del enfermo. El cansancio y la paciencia, uno que nos agobia, la otra que se aleja. Debemos organizarnos.
La realidad no pide permiso. Hay que establecer un calendario de cuidados y de quines sern los responsables en cada momento. La fe en nosotros mismos nos respalda, aunque a veces andamos como perdidos, sufriendo para reencontrarnos con las voluntades de todos los miembros de la familia. Es ms, de pronto ni nos acordamos de que juntos! tenemos la fuerza de parar en seco la tormenta misma.
Cualquier vicisitud debe ser afrontada con vigor, organizacin y fortaleza interior. Si logramos estar unidos en familia, lograremos enfrentar cualquier adversidad, incluidas las tormentas, pero no slo las de la naturaleza sino tambin las de las enfermedades y de la vida misma.
Haga todo lo que est de su parte para mantener el lazo familiar fuerte, slido y se dar cuenta de que as nunca habr nada que nos ponga de rodillas. Todo ser superado por la fuerza de la unidad familiar.