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164 CTOLA CULTURA DELA TRANSICION Me acuerdo: segiin un ex director adjunto de El Pafs, una critica/la beligerancia puede ser un arma de destrucci6n ma~ siva, ; En internet podria serlo, pues la sospecha entendida como linica forma de eritica incide en acoter las libertades del suje- 10 bajo sospecha, que ve condicionada la percepcién de su trabajo por su actividad en las redes sociales, «;Deberia dejar de mear fuera de tiesto?», se pregunta un sujeto bajo sospe- ‘cha, «;Debo establecer complicidades? ;,Cémo hago para ha- cerme con capital simbélico si mi trabajo por sf mismo no vale de nada?», se pregunta otro, que ha lefdo a Pierre Bor- dieu y quiere ser eseritor. | ‘La presencia, ese gran invento, comparte el mismo lugar tanto en internet como en la CT: uno central, Aunque duran- te el 15-M—y hasta el 15-O, por ejemplo— demostr6 que ya no est4 para estos trotes, evidenciando que la cultura precisa de nuevas presencias. Algunas, quizé, méviles o replegadas. De retaguardia. Ni idea. En cualquier caso, ah sigue. Dibuja 1a misma dindmica que desde hace treinta afios y propugna Jos mismos valores: estar, no desaparecer; que se le conozca y reconozca; que no decaiga, aunque no tenga nada que decir ni ofrecer, salvo su presencia. La tinica novedad que ofrece internet a este respecto es Ja instrumentalizacién de esta nocién de presencia gracias a herramientas como las redes sociales. Lo cual, a su vez, evi- dencia un problema: la posibilidad de no estar. Entonces, acaba por parecer normal que un usuario 0 navegante acote su imagen, rasgos distintivos y actitudes para promoverse constantemente, para convertirse «en un empresario de sf mismo, gestionando su Yo-marcan, como dice Santiago Lé- pez Petit, _ . Este proceso, en apariencia inane, resulta interesante cuando se piensa dentro de la modulaci6n de la algarabia que supone el uso de internet, es decir, mientras se perfila la bUs- queda de un timido orden dentro de! caos o, digamos, de una ‘voz. Por ejemplo, las bisquedas en Google responden a com- plejos algoritmos que sugieren contenidos a partir de varias ‘operaciones mateméticas cuyo resultado jerarquiza a la ma- LACTY SU POSIBLE PERVIVENCIA EN INTERNET 165 nera de las listas de los libros més vendidos: valora y pro- mueve aqueilo que ya ha sido visitado més veces, aquello que més conexiones refiere, etcétera. Asi, los datos que resulian de estos complejos algoritmos son una herramienta flexible para el marketing, puesto que lo mismo permite monetizar cantidades que dibujar una jerarqufa. Mientras, el andlisis cri- tico resulta cada vez menos pertinente, ya que «jsi la gente lo lee/vota/mira seré por algo!» Asi, el esclarecimiento de cual- quier matiz resulta una pérdida de tiempo. Si bien siempre ha sido dificil distinguir los rasgos cuali- tativos de la informacién, su veracidad, su incidencia en el di bujo de la realidad respecto a la noci6n de realidad que ma- ‘ejamos 0 que propugna el poder, hoy es cada vez més dificil distinguir el porqué, el c6mo y el cudndo de la informacion debido a su crecimiento (imparable) ¢ inmediatez (a ritmo de RT). Contra esto, los pardmetros contextuales: momento en que la informacién sale a la luz, de parte de quiéa y a qué ins- tancias concretas favorece, sean estas relativas al grupo eco- némico 0 ideologico de turno. Inclusive en la forja de un Yo- Esta operacién serfa, también, un ejercicio de sospecha, En ese sentido, cabria pensar hasta qué punto merece atencién un hecho determinado; por ejemplo, la negativa det poder a hacer un esfuerzo y comprender las dindmicas y el potencial del que internet dispone, 0 por qué un lider de opi- nin puede practicar la beligerancia en un contexto determi nado, reafirmando su Yo-marca Mientras el primer caso nos lleva a la «conspiranoiaw, el segundo nos permite aludir a la violencia esgrimida por la CT a la hora de limitar el campo de lo posible. El lider de opi- niOn, en este mapa, es un valedor de todas las preguntas y de todas las respuestas, y como tal, impide el dislogo, pues lo concibe como su coto exclusivo. Por eso practica el populis- mo y lo sentimentaliza todo. Vive de las estridencias y solo sabe expresarse en relacién a su prosperidad, la cual ests frada en las prebendas del poder. Es arrendatario de un mensaje difuso lleno de palabras vacias —Integridad, Demo- cracia, Nacién, Literatura, eteétera— que apuntan a las ba- 166 (CTOLA CULTURA DE LATRANSICION ses: su demagogia opera en el émbito de lo difuso, aunque aprehensible. Es posible detectarlos por sus gritos o por su ‘capacidad innata para tener siempre raz6n, algo muy voluble {que igual coge y se va con el que mas grita,o con el que es mas retuiteado. Imaginemos un Estado que no instrumentaliza la cultura, Y que en su lugar tiene como garante a un mercado que no solo ha trabajado junto al Estado y sus lideres de opinién —enredando las manos por debajo de la mesa en reuniones no oficiales, no sé—, sino que ademés cuenta con ex agentes del Estado —gacabarén Rajoy y/o Zapatero de asesores en alguna empresa energética?, gen una inmobiliaria?— o, sim- plemente, como algin miembro més del omnipresente y va~ riado staff de lideres de opinién con los que cuenta—jconta- ba?—la CT. . Con el panorama asi: gqué incidencia puede tener inter- net tras de la muerte de la CT? 7 Es posible horadar alli la he~ gemonfa de ese Hombre En Espafia Que Lo Hace Todo? Sila CT es un muro que impide el disenso y blinda la cohe- siGn, internet podria ser un espacio donde practicar el disen- 50, pues seria el otro lado que todo muro supone. Aunque, ahora que lo pienso, la metéfora es desafortunada, pues la CT es liquida y un muro nunca es Ifquido. No se desparrama.Tam- poco es una papilla informe. La CT ¢s, quizé, un charco. Al ‘menos en cuanto saltar el charco es, también, saltarse la CT. ‘Visto asi, su pervivencia serfa lo que queda en el fondo de un ccharco cuando este se seca. Quizé los lideres de opinién de la CT sean, con la CT ya muerta, ese polvillo o esa mancha que queda como recuerdo de un charco que alguna vez estuvo all. Bueno, yo soy de Ia idea de que un dia igual te despiertas y el ccharco sigue alli. Lo notas cuando tienes un pie dentro, no an- tes. Lo cual implica que igual ala hora de ponerte a ampliar tos limites de lo posible te quedas sin trabajo. Subrayo: el lider de opinién tiene un espiritu de cortesa- no que a veces azuza, pero que nunca problematiza. Articula palabras, de amor o de odio, da igual, y c6n ello cifra un in- tento de respetabilidad que lena con més palabras y con al- ign matiz insignificante. No ahonda en conceptos, sino que LACTY SU POSIBLE PERVIVENCIA EN INTERNET 167 delata un ingenio poco comin —jel don de la oportunidad! — para que el ptblico, a quién va dirigida su consigna, su libro, su lo-que-sea, no perciba que eso que priva a sus palabras de significado es su inquebrantable adhesin a aquello que siem- pre le da la razén, A veces pareccn beligerantes, cuando, en realidad, establecen un marco de legitimidad con una version maleable e instrumentalizable de la libertad. Internet es espe- cialmente dado a estos despliegues, los facilita, Confunde, va demasiado répido. ‘Traiciono a Henry Jenkins, catedratico del Comparative Media Estudies dei MIT. Todo un referente a la hora de pro- blematizar internet, Traduzco: «Para el presenti» pucden ser ms valiosas las preguntas en torno a las practicas éticas que Jas respuestas, dado que este proceso ayudaré a todos a reco- nocer los diferentes supuestos que gufan su conducta». Donde pone «presenten, imagine «decaimiento de la CT». Vale. Sigo. Lector Mal-Herido es un blog de critica literaria que na- i6 en enero de 2007 y que Editorial Melusina convirtié en un libro-antologfa en septiembre de 2010. Creado por el escritor Alberto Olmos, dicho blog apuntaba maneras para convertir- se en una nota discordante en la CT. Basicamente, porque su vor cantante es la de un personaje politicamente incorrec- to que ha domefiado algunos de los preceptos de la CT: se ha saltado sus tabdes y ha acometido la labor critica con humor y desde la beligerancia, ha ridiculizado sus posiciones politi- camente correctas, ha atacado frontalmente ese crisol de ex- periencias de venta masiva que se pretende canon y asi hasta suponer una renovacién para los blogs literarios. De hecho, como toda renovacién, goza de epigonos. Uno de ellos ha sido incluide en una lista elaborada por El Cultural de Et ‘Mundo, publicada, en su versién web, el 29 de julio de 2011. «Las mejores bit4coras literarias» es un ranking que se cons- truye sobre la opinién de més de treinta escritores. Un ran- king que, como ya es costumbre, gener6 una micropolémi Esta vez, de género, UE. EI resultado de este ranking —por lo demés, bastante predecible— tenfa una originalidad. Se trata de La Medicina 168 CTO LA CULTURA DE LA TRANSICION de Tongoy, un blog donde Ia critica es entendida como un ejercicio de subjetividad vélido en s{ mismo. Segin Alberto ‘Olmos se trata de un 0, en caso de ser narradores, sostienen que su pretensién es «solo contar historias». Lo cual nos invi- ta a pensar que los j6venes poetas no desestiman dedicar su lirica a las campaiias sobre alcohol y conduccidn, en cuanto tema contingente, o qu¢ los narradores, quieran —jotra vez!— acercarse a la Guerra Civil, pues solo se trata de contar his- torias. O no. Ni idea, no lo subrayan, La extremada dependencia del juicio liquido de los me- dios ha hecho que el hacer cultural en internet produzca una sensacién de déd vu constante. Una repeticién del todo ilu- soria que precisa de actitud critica para hacerse de la memo- ria del tiempo presente, para modular y asf recoger algo séli- do dentro de la algarabia. Quizé a eso responde la ridicula confrontacién entre anénimos y 21 Yo-marca. Ni idea. Algn Ider de opinion, digo yo, nos iluminaré al respecto. ‘Ademids de modernos y canszdos, vivimos en un caos que internet ha agudizado. No hay tiempo, dicen, para el desarro- lio de nuevas competencias que permitan generar nuevas car- tografias. Aunque, francamente, ante herramientas como el 170 CT OLA CULTURA DELATRANSICION Estado y el mercado, la marginalidad —eso que est4 al otro Jado de 1a CT— tiene menos proyecci6a que un Cinexin. Pero ese Cinexin es mévil, dificil de controlar, abierto a campos y comunidades diferentes. Genera dindmicas que permiten problematizar propuestas para comprender, crear y , le in- quieren. Y él, a pesar de los achaques que lo conduciran a algo tan embarazoso como es tener las heces meleriudas, contesta que bien, muy bien. El sefior Chinarro encaja cachetes, y eso al hombrecito le hace gracia. Francisco Franco esté disfrutando de ‘su programa favorito de televisién: E gran circo de Televisién Es- Panola. Quizé no haya reparado en que el titulo se puede tomar alla vez de forma literal, profética y metaférica, pero el caso es que cuando los payasos dicen aquello de «Feliz aio huevo», porque nuevo no va a ser, él vuelve a reir. Un dia se incendiaron los estudios de TVE y él marcé personalmente el teléfono de la cadena para interesarse por el estado de Fofito. Es posible que Franco tuviera en mente esta frase de los Evangelios: «Dios ha revelado a los nifios y a los ignorantes lo que ocultan los sabios». "Ya en el siglo x1x, la prensa satfrica tenfa una gran pre- sencia, con nombres como Madrid cémico (y su desafortuna- da construccién narrativa de nuestro potencial en el desastre del 98), £! ga‘o, con una linea editorial parecida a !a del pro- grama actual o su ant6nimo catalanista, ;Cu-Cut!, con esa mania de meterse «contra la Patria y €l Ejército» que los mi- litares replicaron con el asalto de la revista al grito de {Viva Espafia! Un episodio que no quedaria en anécdota, sino que plantearfa un precedente, distanciarfa a las tropas de la s0- ciedad civil y fijarfa las bases de lo que vendrfa. En 1918 nacia Pulgarcito, que, con la coartada infantil, Jargaba cosas que los serios se ahorraban. Los lideres de 1a aa COLA CULTURA DELATRANSICION risa chic (Mibura, Tono) auspiciaban la avanzada Gutiérrez, pero, durante la Guerra Civil, parte de su staff emplearia su Ingenio en levantar el 4nimo nacional a través de La ametrax Iadora, precuela de La Codorniz, que ceinaria una vez aca- padas las batallas. Su més ilustre colaborador, enfurecido con ia condicién humana pero satisfecho con el régimen politico, Enrique Jardiel Poncela, escribia en La tournée de Dios: «Reft sin ganas es religiosidad, No tener dinero y simpatizar con el capitalismo, eso es religiosidad también». Esa risa desganada se helaria en la posguerra. Son las vie~ timas y las minor‘as las que levantan el humor, asf que, en un pais maniatado, la comedia queda silenciada, demostrandose na vez mds que la risa es siempre marca de modernidad y de inteligencia, ala que dieron muerte. ‘En paralelo al hormig6n del desarrollismo se ciment6 la idea del humor como necesidad cultural. Llegaban revistas tespecializadas en la filigrana de la elipsis que denunciaban Jos dltimos coletazos del régimen, pero que también adver- ttan de los peligros de una transicidn transfranquista: mensa~ jes humoristicos que por su formalizacién se colaban por los ‘embotados filtros de lo permisible. En aquella época, un libro como Autopista, de Perich, sétira del Camino del Opus Dei, Venda 300.000 ejemplares. Y, en 1972, compartian punto de Venta. con tiradas entre 140.000 y 180.000, Hermano lobo, Ba- yrabds y Por Favor. Se abria la ventana, pero no los porcalones: on 1976 se sancionaba a esta tltima con un cierre de cuatro meses. Sus idedlogos (Marsé, Montalban, Perich) aparecian poco después en portada magullados y con vendas. ‘Generaciones educadas en el miedo se defendian con el asco y la comedia. En esas paginas se pulsaban unas aspira- ‘clones de liberacién que no podian ser profundas con el ¢o- trelato politico, asi se confiaba en el cultivo de Ja risa. Aun- que surgian propuestas como Euskadi Sioux, se intufa el Gesencaato. Cuando se firmé la sentencia de Puig Antich, Montalbén escribié en Por Favor: «He dzcidido que hoy no merecfa una oportunidad ese personaje [Sixto Camara] tan imbécil que ha elegido el oficio de escribir para tratar de cambiar las casas. Su socio, Marsé, dejaba escrito en Cltimas (CEYHUMOR:LA RISA ATADA(Y BIEN DESATADA) 175) tardes con Teresa una verdad que muchos gandules esgrimi- ran luego; arruinada la uni6n progresista, quedaba el cinismo vertido sobre los progres mis hipécritas: «Con el tiempo, unos quedarian como farsantes y otros como victimas [...}, todos como lo que eran: sefioritos de mierda». ° Este pafs necesita un repaso “sabes que no me guata secordéctolo, § te lo dije. -Encarna se muerde el labio. ne ~Y 6 saben que sf te gusta, ¥ micho:wfe pore a mi evfado. possess ate lo dije. te dije que no se podia discutts con un tabécil: te thenes que poner a ev eltura y ahi 41 tendra mucha mas ventaja " Te pastilla, sixto? Sinto y tnoerea, ajence a 18 pueril avidencia de tiendo sobre si is Traneictén ae debia hacer por lo via de La reforna de la tupttca. Con si he blaran de 1a guerra de Cube. Com si reivindice- Gods 1a nayoria ya solo ve humedades. Wie} chr cho lea hace c1s0. En e2as, suena el teléfono, Tncarna dirige wu taconeo hacia @1. sparate, Des cueige en ena negce noche de 1986, witneanna?, ;zencanna de noche?? Tatea a Siaco con nostalgia, que escrute pastillero con impaciencia. “ se eTe has tomado Siempre sere n grupo y contra algo urante una época, una masa social en Espafia postulal Iaincorreceign pottica, mientras que otto la toleraben y ics que la considerabaa abominable se escondfan. O no tanto. El 20 de septiembre de 1977 una bomba estalla y mata al con- serje de la redaccién de la anarcodespistada E/ Papus. Las re- vistas satiricas levaban tiempo quejandose de la manga an- 16 (CTOLA CULTURA DELATRANSICION cha con que se trataba a «los del bunker», a los cachorros franquistas que amenazaban sin represalia. Estos no eran el pollo que corre unos segundos tras rebanarle la cabeza, sino os huevos que habia puesto el régimen, ahora incubados por los que legaban: el hecho de que no se ajusticiara a los cul- ables validaba esas sospechas, Decir que fue esta explosidn lo nico que dinamité un humor elevado y progresista resultar‘a simplista. Pero, como en el caso de jCu-Cut/, contribuy6 no solo a la ruina de estas revistas, sino @ la sensacién de desamparo de los agentes eri- ticos. Se inici6, entonces, el juego d las silles musicales. Las co- sas debfan volver a su sitio, pero algunos ya no quertan que- , Carme Chacén pasa revista a las tropas con firmeza y taconazo; da la teta al nifio en el coche oficial mientras visita una unidad del ejército; lidia con rancios ofi- ciales mientras hace planes para cenar en un japonés, y con un paso de baile destierra, jalehop!, todo rastro de conflicto y contradiccién. 190 (CTOLA CULTURA DELA TRANSICION sos GAYS INOFENSIVOS. {Hay cabida en Ja CT para los gays? Basta con que retinan las siguientes condiciones: opcién 1) ser un buen chico, con clase, no estridente, politicamente correcto, en una palabra, contenido (véase Jesis Vazquez); ‘opcién b) ser un artista o dedicarse al mundo del espectécu- Jo, en cuyo caso se admiten un mayor grado de pluma y cier- ta excentricidad (véase Pedro Almod6var). Contenido 0 mo- deradamente desatado, el gay en la CT queda reducido a lo inofensivo o a lo folcl6ricamente aneedético, Imagenes tran- guilizadoras para no violentar al personal: jno seré que la pe- riddica proliferacién de rumores y chascarsillos sobre la su- puesta homosexualidad de personajes piblicos habla de la inquietud que generan las précticas no heterosexuales? Al fin yal cabo, todo aquel que se ha atrevido a Ilevarlas a cabo sin ocultarlo y a salirse de los limites marcados por la CT ha sido condenado a la marginalidad. De lesbianas, y de la préctica ausencia de bolleras-fuera-del-armario made in Spain, ya ni hablamos. LAS EXCLUIDAS DEL GRAN MERCADO DE LA BUENA CHICA. «Si te aburren los pajaritos / con su pi, con su pio-pi,/ con una escopeta, / Pim-pam-pom, / con un tiragomas, plim,/ los mataré, yo / para ti, para ti mi amor / Y te los serviré, fri tos / para ti, para ti, mi bien, / fritos en una sartén.» (Vainica Doble, «Coplas del iconoclasta enamorado») «Si ti me vienes hablando de amor, / qué dura a vida, cual caballo me guia, / permfteme que te dé mi opinion! Mira imbécil que te den por culo / Me gusta ser una zorra.» (Las Valpess, «Me gusta ser una zorra.) ‘Unas punkis de Barakaldo y las mismas sefioras que com- pusieron la sintonia de «Con las manos en la masa» trocearon fen los ochenta todo aquello que se esperaba de una buena chica y lo pasaron por la tirmix, sazonado con un par de es- cupitajos. El brebaje podia resultar un poco indigesto, pero la diversién estaba asegurada. LA TELE (BASURA) COMO LABORATORIO DE PRUEBAS sociaL. Hay que hacer un ejercicio de riemoria disruptiva para imaginarse la vida televisiva antes de Gran Hermano. Bajo la batuta de Mercedes Mild, entra a partir de 2000 en LACTYLA IGUALDAD.ESE INVENTO DELGOBIERNO 191, nnuestras casas una parada de los monstrios que iré abriendo paso a una serie de personajes no representados antes en los ‘mass media. Era de ley que esta vanguardia fuera gente «de Ja calle» sin nada que perder. Parias sacrificados que prefigu- ran el modelo de trabajacor disponible y maleable que el mercado comenzaba a demandar. Pero la maxima de «lo que pasa en GH se queda en GH» se cumplié justo al contrario: los personajes fueron desembarcando como ratas liberadas para quedarse en los aledatios del laboratorio, cumpliendo tuna funcién experimental y social necesaria, Por primera vez, lesbianas, transexuales, qucers 0 ex prostitutas de a pie toma- ron los medios masivos, dinamitando por la vfabajuna mu- chos modelos genéricos encasilladores. La tele’ se convierte asi en un acelerador de particulas donde fenémenos espino- 808 pasan, por obra y gracia del tempo y la textura catédi a verse como «normales». Ya se sabe, la ecuacién «si ha sali- do en la tele es real» funciona. La distopia televisiva abre las ventanas hasta del pueblo mas pequefto, dando alas a muchos diferentes», aunque sea camino de la interminable cola de un casting para reinas de basurero. La tele del nuevo siglo era esto. IGUALDAD SIN PRISA, Juan Cruz, ese rapsoda de Ia CT, defini6 en una ocasién a Carmen Romero como «la compa- jiera que sonrie». Ya en los ochenta, Francisco Umbral, em- briagado tras una velada en «la bodeguilla>, decfa de ella que «cha probado que es la més sencilla en la via espafiola y la més sobriamente elegante en las cancillerias europeas». Car- men Romero y afios después su sucesora, Sonsoles Espinosa, han encarnado uno de los arquetipos preferidos de la CT. la Mujer Como Debe Ser, esto es: discreta y sencilla, elegante y atractiva de forma natural, famosa a su pesat,con una carre- ra profesional interesante, pero no hasta el punto de ensom- brecer la de su marido. Resumiendo: sefioras ustedes son es- tupendas, pero no se salgan del sembrao, que quedan muy bien como elegante complemento de sus hombres. Sonsoles Espinosa y Carmen Romero juntan sus manos y cantan, con la melodia de «Libertad sin ira», Igualdad sin prisa (pero con PRISA). Ay. 192 (CTOLA CJLTURA DE LATRANSICION Funpipo 4 (ANA) BLANCO. «Ana es una de las mejo- res comunicadoras de este pais. Discreta, absolutamente co- rrecta, prudente, ecudnime...» Quién puede haber soporta-~ do cuatro legislaturas del PP-PSOE sin despeinarse una sola de las capas del alisado japonés? ;Qué tanto no habré obviado este pequeiio robot catédico para haberse convertido en el icono de esa franja horaria en la que el pais se detiene y, des- de hace casi veinte afios, gracias a Ana, todo, durante media hora, est4 en el sitio de siempre? Ella representa ala buena hija, la profesional que nunca protagonizaria un solo escén- Galo, ni siquiera una salida de tono, la perfecta invitada a las recepciones de la Zarzuela. Una de esas perlas déciles pero con credibilidad que el cuarto poder atesora como oro en paiio. Habra vida més allé del planeta Ana Blanco? DISCURSOS IMPOSIBLES: FAKE-FEMINIST CON MANTILLA, iA todas la unidades,a todas las unidades! El feminismo de derechas es un oximoron. No existe. El PP es al feminismo, ni siquiera el institucional, lo que Marte a la vida: no hay cond ciones para que se dé. Dicho esto, repasemos el mito del fe~ minismo de derechas.Tratemos de ser objetivas y analicemos Ia amalgama formada por el crucifijo y la supuesta lucha por Jos derechos sociales de las mujeres. Familia y género, «antia- ortismo» con paridad, tradicién més cuotas. (El potaje con- ceptual de] fake-fem'nismo es incomestible! Es obra de un Victor Frankenstein ¢e primera. Sus dos referentes visibles lo avalan: una Celia Villalobos que devino polémica tertuliana y tuna Cristina Alberdi que pas6 del trotskismo al «pedrojotis mo» como la que se bebe una horchata. En el niicleo duro de lo esquizo, late Cospedal con mantilla y al mando de una familia monoparental. Lo siento, pero concluimos: el pseudo- feminismo de derechas es y serd un Expediente X a estudiar por generaciones futuras. ‘And now for something completely different... ,¥ ahora, qué? ;Vendré el 15-M a cuestionar la I6gica de los bandos en pos de una cierta diversidad? ;Podré resquebrajar la obse~ n por el aresultadismo» para beneficiar a los procesos? {Serd capar. de escribir colectivamente otras narrativas para LACTY LA IGUALDAD,ESEINVENTODEL GOBIERNO 193, dejar atrés las historias unidimensionales de héroes varones esforzados con mujer discreta adjunta? ,Marcaré el fin del reinado de los lideres a favor de la inteligencia colectiva? En otras palabras: ;dejardn de una vez de medirse las pollas los protagonistas de la cultura y sus cronistas? Ups. Se corté la conexién, LaCTy yo. © c6mo aprendi a situar los suplementos en su dfa, fecha, hora, momento Por Pablo Mufioz Cuando era joven y tontico (y es muy posible qudsiga siendo tuna de las dos cosas), la cultura pasaba siempre en los peri6- dicos, y cuando pensaba en la literatura pensaba en una cosa de la que se hablaba, con seriedad innegable, en los suple- mentos. Yo, en realidad, empecé a leer libros con seriedad ‘cuando abandoné la basqueda de la poesfa que generara un suspito, un cliché (un qué bonito, vamos). En todo caso, los suplementos eran serios. La seriedad esté en los titulares, vaya. en la ret6rica, Porque la retérica de los suplementos es importante, ale- jada de los domingos y sus textos iracundos y sus lugares im- prescindibles, 1a retérica de os suplementos literarios es —ay, madre— una mezcla de poesia y sensaci6n de estar ante un hallaego muy importante. Hay un ejercicio magnifico y que consiste en leer solamente los titulares. Fijaos: + Elreino indestronable de la novela, Realidad incontenida, Péginas redondas. EJ silencioso triunfo de la intimidad. Perfeccién sin preparativos. + Una vida sagrada y profana. 5 juro, os prometo, lo digo sin impostar nada, que estos titulares son de tres de los més importantes suplementos del Panorama espafiol. Vamos, que va en serio. Vamos, que no son del mismo autor. ;¥ fijaos en la retérica! Todo parece res- 196 (CT OLA CULTURA DELA TRANSICION ponder a.un estilo metaférico, lleno de analogias, de peque- fias paradojas. Uno lee estos titulares y percibe: importan- cia, relevancia, metéfora...,autoridad. Qué digo, mtisica. Una misica apotedsica e hispana: dénde si no vamos a encontrar una vida més sagrada y profana que en este pais aconfesio- nal, ¥ de hecho, algo asi como una chorrada vacia, fécilmen- te parodiable, pero para ello cuentan con la autoridad del crf- tico, que cambia un poco, pero que cumple perfectamente su papel positivo. No se trata tanto de ser siervo del mercado, 0 ‘el drama de los intereses empresariales, que aparecen con fulgor l6gico a ojos de todos, sino de generar una cultura en la que el tinico problema sea a cudntos més puede reunirse cn esta fiesta sin fondo. En el reinado del arte inextingui- ble. Con la perfeccién ins6lita. ¥ leno de péginas doradas con el ruidoso fracaso de la mediocridad. Etcétera. Una obra breve. Lo notsis ya? No significa nada. Porque lo significa todo. {Qué mejor forma de aprender literatura que leer los su- plementos literarios? Las resefias, La retGrica empieza en los titulares. A la publicacién de un best seller, un critico men- cioné una expresiGn que merece toda nuestra atencién: «Ha- bria hecho las simpatias de Borges». Esta expresi6n ¢s, casila esencia del suplemento cultural. En el sentido en que es puro periodismo de declaraciones (podsiamos hablar, efectiva- ‘mente, con candor de los amigos de los autores, que tanto co- nocfan sus gustos, pero es que no son comparativas motiva- das por ello). Hay que decir que en el mundo hispano habitan muchos crfticos literarios convencidos de aquello que provocaba risa y-carcajada en Jorge Luis Borges, escritor argentino, de aque- No que habria lefdo admirado o de aquello que habria apo- yado indefectible: jqué certeza mas admirable! Es un paso ‘més alld del argumento de autoridad: es la fe sentimental, la erudita (e incomparable) anécdota que, por supuesto, no ha dejado atras a Franz Kafka, en cuya ramificacién kafkiana hemos pasado de un entendimiento comén a un desenten- tactyyo 197 dimiento total hasta el punto de que kafkianos somos todos (o casi). Hay en los suplementos buenos periodistas. Seria una discreta infamia no mencionarlo. Incluso excelentes perio- distas. El problema no recae sobre ellos, ni tampoco sobre los no tan excelentes, El problema esté, lo hemos descubier- to, en la ret6rica esencial. Un suplemento se configura, se- manalmente, sobre un titular y un grupo de resefias més o. ‘menos laudatorias. Los suplementos presentan siempre una novedad, una gran entrevista. La division es, por supuesto, puramente comercial: habré semanas dedicadas a grandes lanzamientos extranjeros, l6gicamente, y otras-en las que se decida lo nacional. Sobre los extranjeros cae el peso de lo anecdético: exportar debates, tensiones o halagos no tiene el mayor inconveniente. También se exportan, por supuesto, grandes autores con ello y se asume como una parte del asunto literario. Pero en lo nacional empiezan los proble- mas porque cada suplemento consideraré oportuno y di ‘into destacar un autor diferente, Uno podria descubrir has- ta cinco literaturas nacionales, todas ellas espafiolas, si leyera, durante un tiempo, suplementos espaioles. Esto no es un problema. El problema es que ninguna de las cinco li- teraturas nacionales dispara a la otra. Todas reivindican va- lores que parecen caber entre sf. O como mucho se toman la. cortesfa de ignorarse. Incluso alguna referencia velada. Por- que el suplemento literario habla, por supuesto, desde el apocalipsis sin participar: «En un panorama dominado por los best sellers, hay que agradecer». ;Cuéntas veces hemos lefdo esta frase? ,Y qué hace el autor del texto o el suple- mento con el panorama? Neutralidad. Admitir quejes de unos y halagos de otro. Ser un gran, qué preciosidad, hogar en el que todos cabemos. La cultura: la redencién del ge intelectual, grufién y tacafo frente al generoso espiritu de las Navidades pasadas, presentes y futuras: siempre a tope, siempre apocalipsis, siempre «una de las grandes voces de la literatura espafiola», siempre hay lugar para un abrazo 0 para considerar un best seller una «narracién estupenda, de ‘un gran ritmo», 198 (CTOLA CULTURA DELA TRANSICION Sin embargo, a veces sucede que se evidencia un poco el proceso. La primera vez que fui consciente de la importancia del suplemento literario fue en 2004, A finales de ese ao, el caso llegé a murmullos de los profesores. Con esa (poco ad- mitida) ingenuidad, se asume que el asunto es importante. El asunto llega a las aulas. Lo que ocurtié es sabido, pero aqui vva una sintesis: Echevarria resefi6 negativamente la nueva novela de Atxaga, ‘iltimo lanzamiento de la editorial Alfa- guara (propiedad de PRISA, editora de El Pais),y tras ka pu- blicacién de su eritica fue cesado, sin posibilidad de répli Jas paginas del diario en el que escribia, El caso planteaba dos interrogantes. El primero, y mas importante, es qué signi- fica reser en libertad. El segundo, es qué palabra utilizar para lo sucedido, Nadie podria hablar de censura, pues la cri- tica tue publicada y lo tinico convenicatemente callado fue la indignacién posterior del critic. Tampoco de corrupcién pues, hasta el momento, Echevarrfa habia resefiado con total libertad en las paginas del mismo periddico, Pero asentaba un ejemplo peligroso. El ejemplo estaba, precisamente, en que la critica no pertenecfa al critico, a una autoridad que le labra- ba esa tribuna, sino al suplemento, es decir, al periédico, que concedfa ese espacio de libertad como si se tratara de un Dios piadoso. Que la direccién de dicho diario cambie no im- porta porque lo que el ejemplo sent6 no fue una apocaliptica visién del mundo, sino un pequefio sintoma de una critica li- teraria que iba perdiendo relevancia en ese marco, ya de por silimitado. Solamente hay dos criticos més que trabajen con regu- laridad resefiando los terrenos de la literatura nacional. Con regularidad es una manera de decir «sus novedades im- portantes» sin barreras generacionales: José Maria Pozuelo YYvancos (ABCD) y Juan Antonio Masoliver Rédenas (Le Vanguardia). Los casos de El Cultural y Babelia son pareci- dos, ambos tienen criticos que se dividen sus novedades, sin que exista una tribuna fija que se encarga de hacer un segu miento a la carrera. El Cultura! divide sus resefias, como mi- imo, entre Ricardo Senabre y Santos Sanz Villanueva, y Ba- belia' hace lo propio con J. Emesto Ayala-Dip, Winston LAcTY YO, 19 Manrique Sabogal o Ana Rodriguez Fischer, por citar unos cuantos Las figuras de Pozuelo Yvancos y Masoliver Rédenas se antojan innecesarias. No tanto porque no sean criticos con carreras respetables. Que lo son, No tanto porque su juicio no sea interesante, o porque no hayan trabajado, con ensayos concretos, en ampliary estudiar el terreno de sus resefias, que Jo han hecho, Su labor se convierte en innecesaria. ,Cémo prefigurar una necesidad sin operaciones? Y no me refiero @ su escritura, no me estoy refiriendo a que sus jucios sean pa ciales, estoy hablando de que escribir es tener editor. Y pu- biico. P Los debates sobre novela politica que Pozuelo Yvancos ha sostenido en algunos de sus textos, algunas defensas di cutibles que ha hecho también o su seguimiento crtico a los autores emergentes no tienen posibilidad de generar un de- bate intelectual de altura, La curiosidad de los resefiistas que- da, pues, aislada, Aislada en un mar de otras paginas, otras re- setias, otros (mejores y més alegres) piropos que terminan de cerrar Ia semana. Si hay un autor que renueva el panorama narrativo, ala semana siguiente, es la magia del suplemento con su retérica feliz que puede tocarlo todo y permitir que nada se pudra, habré otro que «demuestre una solide habil dad narrativa» y pueda «describir con fuerza todos y cada uno de sus escenarios» y «sea capaz de generar una novela de un encomiable potencial narrativo>. Contrasté mi lectura de los suplementos espafioles cuan: do descubri los norteamericanos 0, por ir un poco més all Jos anglosajones, que, en esencia, no representan la totalidad de un escenario intelectual, Que casi navegan a cuestas dd aquel, asf que sus piropos, pese a su indudable interés, estén smpre negociando con dos ecos: el dela lista de best sellers yel del escenario intelectual. Pero la raz6n por la que empe- cé a leerlos es meramente literaria: [a literatura que més me interesaba no era la espafola, sino la norteamericana, es de- cir, mi segunda lengua no era el catalan (aunque lo enten: ray leyera y hablara), sino el inglés. La bitécora que empecé en 2004, inicialmente como un lugar en el que hablar sola- crn 200 CT OLA CULTURA DELA TRAN: mente de peliculas, empez6 a incluir literatura por la lectura yel descubrimiento de estos autores. No tanto porque no hu- biera lefdo otros grandes libros, sino porque no habia leido li- bros iguales, es decir, libros que hablaran en un c6digo que me interesara profundamente porque su cédigo se multipli caba en la red. Los proyectos literarios de David Foster Wallace, Don DeLillo y Thomas Pynchon fueron los principales culpables, es decir Ia lectura de estos autores. Hlubo, por supuesto, otros, autores norteamericanos, pero lo que hacen estos lo conside- ro singular. Para empezar hablaban en unos términos 0, més , con Unds intereses teméticos que me interesaban: los ‘efectos del capitalismo, la paranoia, la teorfa de la conspira~ ci6n como relato del subconsciente (colectivo), a cultura pop como eco deforme o amplificador de cualquier asunto. Un re- lato de Foster Wallace puede usar el lenguaje de la teorfa y 1a falsa distancia para explicar algo devastador y emocional, y en su novela La broma infinita, los afios no son ya numéricos, sino que responden al de un anuncio; mientras que un profe~ sor universitario de historia del nazismo asume un drama fa- ‘iliar con una catdstrofe nuclear de fondo en Ruido de fondo, de DeLillo, y el be-bop y la célebre leyenda urbana de las la- gartijas en las cloacas de Nueva York se juntan en V. de Tho- mas Pynchon, En estas novelas habia algo que no habia lefdo antes en literatura y cuya peculiaridad, ademés, era debatida en los suplementos. Podria incluir también el trabajo de J. G. Ballard o el de Chuck Palahniuk, pero fueron estos tres auto- res los que generaron mi interés en el funcionamiento de los suplementos y de las redes sociales literarias anglosajonas, es decir, mi conciencia de que Ia critica podfa ser stil, podia trazar mapas y podia generar debates interesantes. Ade- més, en la critica no lerminaban nunca estos libros; tanto ‘The Howling Fantods! (www.thehowlingfantods.com), Pyn- chonwiki (http://pynchonwiki.com) 0 The Modern World (www.themodernworld.com) proponian una modalidad muy singular de fansite que no estaba exactamente marcada por la ret6rica de adoraci6n y fidelidad, sino por un sentido enciclo- pédico perfecto para la escritura de un blog, perfecto para una LactYYo 201 lectura, es decir, una relectura con las nuevas claves que po- dfan encontrarse en internet y con ello continuar la eseritura, también inmediata, del blog. La literatura se expandia, sobre todo conceptualmente: todas las bromas eruditas de Pynchon eran ahora comprensibles, también las referencias més esqui- vas a la cultura popular (ya sea una frase de un programa te- levisivo 0 un guifio cinematografico), pero también sus textos de juventud, sus primeros relatos o su critica iteraria, como su alabanza a El amor en los tiempos del célera, Las claves de es- tos autores no estaban en sus libros, sino que ocupaban todo un escenario que no empezaba (ni terminaba, de hecho) en Jos suplementos. eS sf descubrf las peculiaridades de los suplementos esta- dounidenses. Las resefias de The New York Times Sunday Book Review no son todo el panorama, como tampoco lo son las de los suplementos de, pongamos, The Washington Post 0 The Wall Street Journal. El sistema de The Times es higiéaico, podemos decir que el suplemento, como fal, llega a su cima con el sistema de The New York Times. A la cima higiénica, claro. La directora del periédico puede alegar que el exceso de resefias increfblemente positivas se debe, claro esté, al en- tusiasmo del resefiista. El resefiista no es un sujeto, sino de- masiados, (Qué hacer ante tanto entusiasmo! Suponemos que ‘compartirlo. No queda otra. Esa es, parece ser, la solucién del mejor suplemento literario. Compartir entusiasmos, Con mu- cchas personas. La cultura espafiola ha tomado una ruta simi- lar pero todavia mayor: compartir entusiasmos. Con mucho} suplementos. Todos @ la vez, Muy fuerte. The Times emplen tres péginas para permitir a su resefista el entusiasmo desa- forado. Una pagina 0 dos bastan al espafiol para resumir el entusiasmo sin que exista una resefia con espacio suficiente para comentar los pormenores estilisticos o narrativos de un libro del afio. Basta con compartir el entusiasmo, Volver a la retérica, etcétera, El panorama lo confirman, claro, las revistas culturates. Las revistas culturales son, por ejemplo, The New Republic y The New Yorker. Pero también, y sobre todo, The New York Review of Books. En todo caso, no hay equivalencia espafio- 20 (CTOLA CULTURA DELATRANSICION Ja. No hay, por hacer un lamento directamente impotente, un equivalente a la revista Time, esa revista que nos dice qué ver y qué leer, incluso qué comentar. Pero no la hay porque esa labor, en Espafia, es de los suplementos. Siempre. Sin més. Hay, por supuesto, opacidad en la eleccién de los libros del allo, pero en tltima instancia el medio no define al erftico, ¢s decir, no importa la lactura de ese medio para buscar una opinién vélida, importa quién es el critico en plantilla de tal medio. El caso mas ejemplar es, seguramente, el de James Wood, el critico inglés que empez6 su carrera en las paginas de The Guardian. Despaés combiné su labor en el periddico briténico con la de eseribir en The New Republic como rese- fiista principal. Ahora es critico literario en The New Yorker. Lo interesante del caso de Wood, por citar uno, es que su autoridad no parece condicionada por los medios para los {que eseribe. Importan, por supuesto, el ntimero de libros que resefia, la frecuencia de la escritura, la extensiGn. Pero Wood hha generado un debate estético. Lo han generado sus textos, primero, publicados en diversos medios, y sus libros después, {que recogen y amplian muchos de estos textos o los exploran. Es decir, Wood es un critico literario impensable en el marco de la CT porque su trabajo se realiza desde la discusi6n inte- lectual y desde un panorama que no empieza (ni acaba) en Jos suplementos. Podré argumentarse que los ejemplos citados constituyen. ‘una ausencia elemental en fa CT: las revistas en las que la cri tica literaria ocupa un papel elemental no son revistas litera rias, Incluso las que lo son no son exchusivamente literarias. La critica literaria se pone al mismo nivel de, por ejemplo, la cexénica y los textos de ficcidn. La segunda oportunidad o el segundo contacto con los suplementos ocurrié con la recep- cidn mediética de un ruevo grupo de escritores espatioles a finales de la década pasada. Su identificacién no ocurrié has- ta que los suplementos les pusieron un apodo reduccionista (generacién Nocilla) ysu aparici6n dio paso a un logico cam- bio de su inicio independiente a editorialds mas o menos con- sagradas. El problema ejemplifica la esencia de los suple~ mentos: tres afios después la irrupcién de esos escritores ha Lactyyo 203 quedado reducida a un mero salto de pégina editorial, fallido proyecto, cosa del pasado, en todo caso la rutina de la nove- dad contin, por supuesto, de la mano de los suplementos. Pero {qué problema caus6 esa generacién de escritores y cual fue la solucién? La solucién fue adaptar el problema a la retorica. En una resefia de Nocilla Experience, se lee que es una obra que «abre indudables expectativas en el terreno de la narraci6n». ,Os suena? Ah, si, es la bella ret6rica de los suplementos, esa en la que todo esté leno de promesas, ex- pectativas, bondad, solidez. Todos valores metafSricos, pero ninguno en contraste con un estilo realmente radical. En la CT, lo que pueda ser conflicto, es prometedox. ¥ to que pue- a ser ruptura, no es ruptura porque, de nuévo, la literatura espaiiola pierde el vigor del conflicto, del debate. El debate de la generacién Nocilla fue una oposicién al realismo y una especie de vindicacién de lo «afterpop», término utilizado por el ensayista Eloy Ferndndez Porta para indicar la supera- Gi6n de la cultura popular y de un marco jerarquico, digamos, convencional sobre alta y baja cultura. La lectura que se hizo fue una lectura similar a la de moda: incorporar medios de expresin més 0 menos digitales como rasgo inconfundible- ‘mente novedoso. ;Qué relevancia tiene escribir un blog més alld de que exista la muerte de los medios de comunicacién tradicionales? Escribir un blog no es un hecho; es el discurso el que golpea y ese discurso puede ir desde un blog de anota- ciones personales (algo irrelevante en la forma) hasta algo ambicioso, como un blog de critica literaria lleno de escritura ‘més 0 menos académica. El conflicto generacional fue eso: un titular estupendo, Después, nada, la Solidez. Los grandes va- lores (en alza) de los suplementos espaiioles: no hubo en- frentamiento, pero sf estrechamiento de manos, incluso algu- nna que otra «polémica lista» y todas esas cosas que pasan sin cocupar otro espacio mayor. Lo que significa que las listas po- lémicas han encontrado una normalidad en los titulares que las convierte en inofensivas. _ El otro espacio, un elemento importante para la recep- ci6n de la nueva generaci6n literaria, son los blogs literarios. La alternativa a los suplementos literarios son los blogs. Los 208 CTOLA CULTURA DELATRANSICION blogs tienen una tentacién obvia: entrar en el debate de los suplementos. Si todo el panorama se configura en suplemen- tos, gacaso no es razonsble entrar a discutir aquello de lo que se habla? 2Son los blogs literarios capaces de generar libros del 10 mAs alld de los libros del afio? Pero la pregunta esencial ¢s: libros del afio? La propuesta de los suplementos,reducir el ao a una lista de imprescindibles, de gufa, es interesante si asumimos la lista como método de expresién sintética de una idea o de una poétics. Como defensa, visceral, de una postura. Pero si asumimos la lista como algo més, es decir, como la nica manera de leer y entender una cultura, enton- ces la cultura est muerta, porque una cultura en la que so- lamente quedan, horreur, cosas imprescindibles que hacer, solo citas obligadas, no existe la obligacién de pensar (otra vez) cosas tan complejas como tradicién, presente y futuro, es decir, zqué seria de ia literatura sin las labores de rescate, de vindicaci6n, de lectura en marcha? En pocas palabras, para leer a,no sé, Mercedes Soriano hay que esperar a que tuna gran editorial haga una reedicién y un suplemento le dé una portada? «El gran tesoro de las letras espaiiolas», «un arte oculto pero inmortal» y suens la musiquilla y todos con- tentos, un sonoro «descubrimienton, un «regreso por todo lo alto». {Eso significa quc los blogs literarios, en una época en la que aparecen e-books de, sorpresén, filosofia francesa ct flada y autores olvidados, son incapaces de iniciar relecturas jué nos dice eso sobre la manera en que lee- ‘mos? Que leemos mediados, si. Pero también que en esa lec- tura mediada hay cosas que todavia pesan mas que otras: el ruido de un tag frente al ruido (solitario, incluso no muy alto) de un blog, El problema, podria decirse, es el mismo: no existe un pa- norama literario. Todo lo que ocurra de novedoso quedaré, por supuesto, vibrando hasta la siguiente semana. Y la guiente. Y el recuento, glorioso y épico en listados, de libros del aio. . Y asi se cierra el afo literario. Con estas noticias. Lactyyo 205 El lamento de que todo lo que puede hacerse con la cul- tura es un enunciado, un titular si queremos, y que toda la gestion del conflicto pasa por esperar al siguiente sabado, a ver qué libros se llevan la bendicién. En este espacio. en las paginas y pdginas de los suplementos, incluso un eructo pue- de pasar por un redoble intenso, por una llamada a la acci6n, Pero no os preocupéis: la semana que viene, el fértil te- reno de la aridez.artistica. Las noches radiantes de un escritor infame. La informal batalla de los titulares intercambiables. Eteétera. CT: gpara olvidar qué olvido? Por Belén Gopegui Empezamos a escribir porque no podia ser"que una tarde fuese solamente una tarde, azul o luviosa, porque nos creia- ‘mos capaces de encontrar la clave para hacer aparecer los recuerdos, los muertos, lo vivo, lo posible, Mejor teclea tu ni- mero en el cajero automitico, pero no es eso. No habia Ikea, Jos domingos cerraban los centros comerciales y mientras se hacia de noche habriamos dado nuestro brazo derecho por una pagina definitiva. Nadie nos preguntaba sila literatura podfa cambiar la realidad y cuando lo hacfen, respondiamos: «La escritura puede hacer otra realidads. Pero escribiamos y Ja realidad no cambiaba, «{Por qué la vida es tan cliapuce- ra?», era 1992, Eloy Tiz6n, Velocidad de los jardines.¥ ahi es- taba la CT, ol dnico hébitat cultural que se nos ofrecfa, el ‘nico realmente existente. Para publicar libros y contesta entrevistas, escribir articulos y colaboraciones, para partici par en viajes, charlas, eventos, para entrar en la Cultura de la Transici6n habia un requisito principal: no tener ninguna, duda de que merecias estar ahi. Luego vino L'Oréal, porqui 16 lo vales, y sf, era exactamente eso, la Cultura de la Transi ign lo valia, todos los que formaban parte de la CT liter: Jo valfan y prometian llevarse bien unos con otros. Lo llama~ ban eclecticismo,.comparéndolo con un tiempo remoto ea que experimentalistas y realistas en la pelea podfan llegar a Jas manos, Hasta que, borrén y cuenta nueva, reiné la paz yla alegria, las distintas corrientes aprendieron a convivir pero, si las lefas despacio, resultaba que no eran tan distintas, puede que los mundos narrados lo fueran, pero el tono de las obras 208 CTO LA CULTURA DE LA TRANSICION coincidia: arrullar y adivinar el gusto del interlocutor sin pre~ jpuntarse lo que ese gusto significaba. | ‘Fuimos CT aunque también nos fuimos escurriendo, como si algo nos avisara, como si por haber legado unos aéios mas tarde que los auténticos CT, pongamos Mufioz Molina, Javier Marias, Félix de Azia, Juan José Millés, Rosa Montero, etcé~ tera, hubiéramos conseguido mantener el rescoldo de una duda, gy si escribir no era eso. y si la Cultura de la Transicion estaba tan hipertrofiada que los gestos de rechazo, evar I ‘contraia a nuestros anfitriones, no aceptar los temas y esti- os recomendados, no aplaudir, nunca legaban a compen- sar los sies continuados: una colaboracién, un prélogo, una charia en un instituto Cervantes? zY qué tenfa de malo una char- la en un instituto Cervantes? ,Acaso no valia la infinitésima parte de lo que suponfa ganar, por ejemplo, el Premio Plane~ {a,u ocupar una pégina satinada en el EPS? Pero no era cues- tién de partes, sino de sospecha. Qué habia hecho la CT para ser recompensada con bolos, cécteles, comidas, premios sus- tanciosos, subvenciones, reconocimiento y ocupacién de todo celespacio? ,Cudl habia sido su hazafia? Pequefia instruccién ‘encontrada en La mascara de Dimitrios, de Eric Ambler: para corromper al personae, un funcionario del Ministerio de De- fensa, primero se le pide que haga algo que no tiene ningtin valor, entregar unos datos que estén al alcance de cualquiera. El funcionario los da, sabe que son irrelevantes, que le estén pagendo por su trabajo mas de lo que vale, pero acepta el di- hero intuyendo que no le pagan por lo que ha hecho, sino por Jo que en algiin momento tendré que hacer o dejar de hacer. {Por qué pagaban a la CT? ;Para olvidar qué olvido?. Para Sefender al PSOE? ;Para mecer con cuentos la cuna de Ia de- mocracia? ,Para acompafiar una gesta que no podiamos ad- tnirar de ningin modo, un pacto acobardado, un regocijo ‘como de nifios y nifias a quienes los enigméticos poderes f4c- jcos dejan salir al recreo? aceptar. Porque en aquellos dias —y lapregunta es si adn ahora— no existia literatura espafiola al margen de la CT. Existia solo un completamente fuera, un lugar muy frio don- Ch {PARA OLIIDAR QUE OLVIDO? 209 de no habfa CT, pero tampcco C,no se estaba en la cuadra de ninguna editorial conocida ni habia ningtin escritor «consa- grado» que te tuviera en su lista, y no se ganaban premios ni amafiados ni de los otros, ni se aparecia en periédicos, ni se viajaba invitado, ni se daba clase en talleres, ni charlas en bi- bliotecas, festivales, ni se traducfan tus libros, y si acaso se pu- blicaban, no los lefa nadie, y nadie sabia tu nombre. Asi que seguimos dentro, ligerameate esquinados, con el cuello del abrigo subido sabiendo que en cualquier momento nos ex- pulsarian, preguntandonos si tenian sentido los caballos de” ‘Troya,los CT dentro de la Cr. Cuando mirdbamos hacia atras) debfamos mirar muy muy atrés, hacia eso que habian llamado novela social, sin olvidar que quienes se arrogaban el poder; de bautizarla eran los enemigos de esa novela, nuestros anfi- triones. Pero jy después? {D6nde habian estado las novelas ‘cuando se hizo la reconversi6n industrial, cuando Cicatriz, Eskorbuto, Kortatu, RIP...,La Polla Records? Delincuencia: Delincuencia, delincuencia es la vuestra. / jAsquerosos!, detincuencia es la vuestra / vosotros hacéis la ley. / Explotadores profesionales / delincuencia es todo aque- Uo / que os puede quitar el chollo / que os puede quitar el chollo. Mientras en 1984 La Polla cantaba en algin' garito probablemente Muioz Molina escribia Beatus Ie, Feliz ‘aquel, publicado en 1986, el aio De Salida No de la OTAN, y la literatura, feliz ella, siguié queriendo decir literatura: no me vengas con literatura, palabreria, no sigas contandome ‘cuentos. Habia excepciones que probaban que la regla era falsa, pero eran excepciones en libros que pocos lefan y, den- tro de esos libros, enterradas bajo todo el peso de «lo litera- rio»: editorial Legasa, 1981, EI jardin vacio, de Juan José Mi- las, sf, Mill4s, Una historia de rencor personal, solitario, muy poco politico que, sin embergo, transmitia la desolacién sal- vaje de la continuidad: el franquismo no se habia ido: «Todo se va cumpliendo; mira el dia: emputecida ya su luz arroja sombras y jadea como un pulm6n infecto. [...] Todo se ha de cumplir. {Recuerdas aque! adolescente lucifugo y delgado que desde las ventanas contemplaba el mundo? Miralo aho- ra: es ese hombre de edad media y barba de dos dfas que re- 210 (CTOLA CULTURA DELATRANSICION corre la calle como tocado por un mal superior. (...] ;Qué se ha cumplido en I? Se ha cumplido el quebranto que anun- ciaba su manera de andar; la cobardfa largamente ensayada en el colegio; la execraci6n también alli iniciada por sus edu- cadores; el encono y la envidia, Envilecido marcha por la vida, y hasta tal punto la violencia de los otros ha obrado so- bre éi que no medita soluciones a tanta humillacién. Solo es un personaje, pero si alguien uniera esa voz a la trayectoria del también personaje, pablico, Juan José Millés —el ser de ‘carne no entra en esta clase de textos— dirfa: encontr6, como Ja misma Cultura de la Transicién, uns forma privada de ven- garse, una solucién individual —un conjunto de soluciones individuales— a tanta humillacién, al quebranto,¢l encono y la venganza; si no puedes vencerlos, tnete a ellos. Y jquignes eran ellos? ,Habia dos ellos? ;Podia legiti- manse cierta cultura «socialdemécrata» en la lucha contra «la derecha»? Parece que no, en la medida en que una socialde- ‘moeracia consentida y una cultura que le bailaba el agua de- sembocan con naturalidad en el refrendo a la derecha tradi- ional tanto por los votos, por un sistema electoral que el PSOE eligié mantener, como por unas estructuras que el PSOE deje précticamente intactas. También parece que en la litera- tura de la CT predominé lo inocuo, bonitas narraciones sin capacidad de asentar otra cosa que lo que ya estaba asentado. Dijo Malraux que La educacién sentimental era unas Hlusio- res perdidas «cuyo autor no creyera ya en ta ambicién», y si miramos desde lejos Ia literatura de la CT, es0 es lo que en- contramos, un conjunto de autores y autoras que, no cre- yendo en la ambicién, en este caso literaria, no cree tampoco cn el sentido de escribir historias que puedan confortarnos precisamente porque nos confrontan, que puedan acompa- faraos precisamente porque no sonrien obsequiosas ni simu- lan darnos la raz6n, «La burguesia que en ta historia, en la fi- losoffa, en la politica, se habia negado a ser realista, afertada a su costumbre y a su principio de idealizar o disfrazar sus méviles, no podia ser realista en la literatura», resumfa José Carlos Maridtegui; bien sé que es una cita, un vocabulario y un autor nada CT. Quiz de eso se ha tratado a veces, de ver (Ch YPARA OLVIDAR QUEOLMIDO? au qué no se traga la CT, qué le indigesta, ante qué manotea mo- lesta y preocupada. Ser realista en literatura no consiste en escribir, como dirfamos hace Vila-Matas, las tonalidades de tuna superficie y las evocaciones y referencias que contiene, sino en describir, también, las presiones que mantienen su forma o se la quitan. {De qué trat6,o trata todavia, la literatura de la CT? ‘Cuenta a menudo la historia de un pafs donde los buenos habfan perdido la guerra y un buen dia, con las manos lim- pias ce la derrota y ls arcas llenas de haber pactado, legaron al poder. Lo mejor era que se podfa ser perdedor y ganador al mismo tiempo, ser perdedor sin la humillaci6iy sin la acusa- cin ¢e estupidez y cobardfa, sin Ia certeza de la sumisi6n ni la necesidad de romper la baraja que asaltan al perdedor. Ser ga- nador sin la desfachatez antiestética del vencedor, sin su falta de legitimidad y su violencia, sin le conciencia de estar pisan- do los suefios de nadie. La burguesia siguié idealizando sus méviles, otorgéndose la capacidad de perdonarse a si misma por boca de un perdedor con alma de Laszlo y cuerpo de ‘Humphrey Bogart, se qued6 con Casablanca y con Parfs, sen- timentalizé6 —Soldados de Salamina— una reconciliacién donde los perdedores salvan a los ganadores porque, al fin y al cabo, son los mismos, porque los que de verdad perdieron, donde quiera que estuviesen, no tenian la paz nila palabra ‘Y aunque creemos que escribir novelas es colocar algu- nas palabras dentro de una historia para ver su significado, se escribieron muchas novelas que usaban las historias para oculter sentidos, para no ver. Fue asi como la narrativa espa- ola se reencontré con un publico que, parafraseando a un le- jnnisimo Pablo Guerrero, podria haberle cantado: «Diré que ¢ estapendo sentirte tan cercana / y que ni en ti, ni en mf, ni en vorotros ni en ellos / hay sumergida una ciudad donde Iu- chan». La literatura habia seguido los pasos de La clave a Qué grande es el cine. En La clave, viejo programa de TVE, se proyectaban peliculas y después se hablaba, no llegaremos a decir se debatta, de lo que contaban esas peliculas, pongamos La naranja mecénica, de Kubrick, para dilucidar la cuestién penal, Lo sustituy6 Qué grande es el cine, donde ponfan p 22 (CTOLA CULTURA DE LATRANSICION cculas para, en la tipica recursividad de la CT, hablar de las propias peliculas, de lo buenas que eran, de la biografia de sus directores, de en qué otras peliculas habfan trabajado sus factores y de cémo ese plano en que Ia actriz. se asoma a un precipicio era un homenaje, un guifo al plano de aquella otra pelicula donde otra actriz se asoma a Ja barandilla de un bar- 0 en movimiento, Se pasé de cierta, bien que diluida y muy fugaz, necesidad de entender lo que habia fuera, al debate cendogmémico y complaciente. . En algiin momento llegaron los ordenadores. Al principio la conexién de la pantalla era tan imaginaria como la del pa- pel: un teclado, impulsos eléctricos y una persona completa- mente sola en su habitacién. Luego vino internet y hoy, inclu- 50 con los navegadores apagados, la conexidn habita el aire y una realidad constantemente retransmitida forma parte de la respiracién; no es un marco, son ondas que interaccionan, quienes en la CT literaria se niegam a verlas existen en ellas y tenire ellas de todos modos. Internet ha aumentado la movili- dad social porque el nivel de inversién para montar un nego- cio contando con la red es, o puede ser, menor; también para ‘montar un negocio cultural. Siguen haciendo falta ritos de ‘paso, pero no tantos. Mientras dure la neutralidad de la red ‘cualquier voz puede, en teoria, abritse camino, y parece que todas valen 1o mismo si bien en el mundillo literario y de mo- ‘mento Jo que se ha ampliado es el ojo de aguja; ya no es tan ‘estrecho, hay més personas que pueden atravesarlo, algunas incluso pueden generar capital a partir de la fama lograda por su voz. La gran mayorfa, no obstante, sigue necesitando dos cosas: el refrendo posterior del capital externo en algun punto de su trayectoria y un discurso que no disuene demasi do. Miguel, Olmos, Sierra, representando tres generaciones literarias cuentan que ya no necesitan leer los suplementos y ‘que, si hay algo interesante, el enlace le legard, pues lo enlaza- ble muchas veces sigue procediendo de los medios masivos bien que seleccionado de otro modo. Hablan en foros! a los 1. up/wnne.cireutobellasartes.com/mt_visorphp?id=7568 CT PARA OLVIDAR QUE OLVIDO? as {que acudo, en fos que también tomo la palabra y que tienen lugar con el patrocinio de Teleténica, Loewe, Iberdrola, Rep- sol. Es solo un ejemplo repetido en diferentes mbitos:inter- net ha arafiado el papel del capital como gendarme de la CT , literaria, pero, por ahora, no lo ha transformado. Tampoco los iscursos disonantes se han convertido en literatura. Lo diso- nante no es lo politicamente incorrecto, la incorrecta masa enfurecida deviene en correcta, y el correcto decir socios y socias enfurece. Pero lo disonante es otra cosa" ina conso. nancia lejana que se acerca con peligro, la invocacién a unas reglas del juego diferentes cuando salen de lo verbal y pue- den hacerse efectivas. ‘ Distingo aqui, como a lo largo del texto, ei mundillo lite- rario de la conversaciGn general porque la literatura espafio- la va, de momento, con retraso, y ni la desacralizaci6n ni la rabia ni el anonimato ni lo colectivo se han abierto camino en un mundo marcado, y mercado, por la autorfa, la acade- mia, la tradici6n, el género. La escritura se renueva en algu- nos blogs, hay destellos en Twitter, propuestas variadas en las redes sociales, pero con respecto al mundillo ocupan un limbo raro, a a espera del reconocimiento oficial. Mientras que la red ha ampliado capacidad de intervencién en los asuntos publicos, en literatura esto casi siempre se reduce un aumento del niimero de personas que interviene en la con- versaciGn. Caso tipico: e] autor busca si nombre y encuentra referencias feroces, sarcésticas, atinadas, justas, aduladoras, interesadas, interesantes. Cualquier autor ve lo que esa per- sona desconocida 0 esa voz cuya identidad es solo un avatar sin referencias ha pensado mientras leia su libro. No sue- Jen, sin embargo, los autores entrar a rebatir a, pongamos, bblogueros que no hayan recibido la sancién de la CT,y ame- nnudo esos 0 esas blogueras hablan buscando un lugar bajo el sol, compartiendo categorias de la Cultura aun cuando difie- ran en los nombres a quienes se las aplican. Algunas excep- ciones prueban que esta regla es falsa: se encuentran textos intrépidos, discusiones libres del discursillo dominante y ese «sentido enciclopédico perfecto para la escritura de un blog» que seftala Pablo Mufioz y que él sitia en un tipo de «fansite a4 (CTOLA CULTURA DE LA TRANSICION no marcado por la ret6rica, exactamente, de adoraci6n y fi- delidady, a menudo anglosaj6n. Son desvfos, rodeos con inte~ rés, pero que hasta el momento no han logrado, 0 no han pretendido, romper las paredes de la CT literaria, Decimos romper y no abrir, porque cuando las puertas se han entrea- bierto ha sido para dejar pasar a alguna de esas voces, coop- téndolas, diluyéndolas una vez més. Por eso las esquinadas, Jos esquinados, tendremos que dar las gracias a los represen- tantes oficiales de la CT que nos decian «el que mire fuera, se va fuera», que nos echaron mientras nos fbamos, 0 puede que algunos digan que fue al revés, nos fuimos porque nos echa- ron, pero quiza cada vez que volviamos habia algo de fuera que podiamos contar. Afiora Pablo Muiioz en su texto la discusién intelectual: «Wood», dice, «es un critico literario impensable en el marco de la CT porque su trabajo se realiza desde la discusi6a inte- lectual». Y concluye hacia el final: «No existe un panorama literario. Todo lo que ocurra de novedoso quedaré, por su- puesto, vibrando hasta la siguiente semana. Y la siguiente». No habiendo panorama literario fruto de una discusién real donde se hayan roto las barandas del puente, las diferencias dentro del mundillo siguen pareciéndose a cosas como esta: quienes cuentan historias frente a quienes trabajan el len- uaje, supuestos virtuosos en el dominio de un conjunto de ‘écnicas, la metafora, la intriga, la ironfa, y quienes los acusan de no serlo tanto o de no serlo en absoluto, los damnificados por Ignacio Echevarria y los reconocidos, los ideol6gicos ex- plicitos y los ideolégicos implicitos, os Nocilla y los de vuel- ta de todo, los artisticamente politicos y los politicamente ar- tisticos, los que desean ser comprados y lo dicen, y los que también lo desean, pero se hacen los interesantes. No hay ar- ‘gumentos, sino un baile de calificaciones que casi siempre de- vienen intercambiables pues quien las adjudica,o se las adj ica, a menudo solo ensaya una estrategia de distincién para evitar ser arrinconado en nichos de mercado y alrededores demasiado pequefios,o para hacer prospectiones en posibles, nichos ain por descubrir. Mercado de ejemplares y mercado de actividades culturales, territorios ambos que pueden su- Ch PARA OLVIDARQUEOLVIDO? as marse pero no oponerse, esto es, puede haber charlas, listas, mundillo, sin ventas, y puede haber ventas sin charlas ni cla ficaciones, pero lo que hasta ahora apenas hay es mercado, —sf,en cambic, economfa del don— fuera deta Cr No 86 si es cierto que la CT se ha terminado y que, como las mesas sin sillas puestas en fa calle donde la gente fuma de pie a pesar del frio, pero también como las plazas y los hote- les tomados, por fin hay algo fuera, un sitio desde donde em- pezar. Dice Amador Fernéndez-Savater que ha aparecido un ‘nuevo sujeto no identitario. Luis Moreno-Caballud, activista y profesor en Pennsylvania, cuenta «En EE.UU., los que nos desprecian por participar en el movimiento Oceupy nos pue- den insultar diciéndonos no solo “Get a job!”, sino incluso “Geta life!”,[..] la vida no es algo que se tenga simplemen- te por el hecho de estar vivo, sino algo que, como todo lo de~ més, hay que conseguir —comprar—, en la lucha de todos contra todos». Rechazar la obligacién de tener una vida y, por Jo tanto, una cultura, y evitar que el enemigo, sea este identi tario 0 no, encuadre al movimiento, lo limite. Dentro del mis- mo impulso, nc obstante, Parallel Accelerat sitta Ia cancién «Clase obrera (dénde esté, la, la, la)» en el BandCamp de la fundacién Robo, proyecto musical de 2011: «La clase obrera, {dOnde se ha metido? / La clase obrera ha desaparecido. / La clase obrera nunca ha existido.[...] En los H&M solo hay cla- se media, / Las medias jornadas son de clase media. / En la cola del paro solo hay clase media. / Yo era el primero de mi clase / y ahora estoy a punto de ponerme una media en la ca~ beza». Son dos actitudes distintas aunque se comunican, In- terpelar los malestares comunes y esquivar las obligaciones de la identidad no impide admitir a quienes tienen grabada ‘ensu pie! sino las identidades, s as posiciones de obrero, ex- plotado, transgénero...,y afirman que es preciso desactivar el poder de oprimir inscrito a su vez en posicioncs sf identifica~ 2 hain iogonalperiodicaneyOccipy-Eventhingidentdades 3. hup/fesunrobo.bandcamp.com/track/clase-obrera-d-nde-est-la- lata 216 (CTOLA CULTURA DE LA TRANSICION das, vistosas y materiales. Moverse ahora y no para llegar adonde ya habfa otros, sino para acabar con las batallas que nos eligieron sin preguntar. Segiin la CT este debate no tiene nada que ver con escribir novelas; sin embargo, algunas per- sonas pensamos que es lo més literario que ha pasado en los Uiltimos cuarenta afios; «no se me ocurre un modo més ho- nesto de explicar problemas personales», dice‘ Roberto He- sreros, «que escribir sobre conflictos colectivos». ‘Ahora las tardes siguen, azules o Iluviosas, las estaciones ‘cambian la luz del 15-M y en los despachos de varias empre- sas aseguran que en el fondo no ha pasado nada politico, que los titulos de propiedad son los mismos y que solo estamos viendo las consecuencias de una reestructuracién del capital: se reducen las cantidades de la sopa boba de la CT, se acelera Ja lucha por un trozo de mercado entre quienes escriben, los que detentan el excedente continéan empefiando su palabra cen legitimar cl orden que se lo da. «El cerebro se aquieta y descansa sobre Ia mullida almohada de lo conocido. No cues- tionar y no reflexionar. Decir lo primero que se viene a la ca- \eza, caminar sobre la marca de las huellas, que los pense- mientos recorran el mismo lecho, que no se bifurquen (,..]-El cinismo como reemplazo de Ia inteligencia. La destruccién ‘masiva de una idea por el simple placer de ver las cosas des- ‘moronarse, de verlas explotar en colores», describe Perro ‘que ladra‘ en un blog* argentino y nos resulta familiar. Pero escribamos como si la literatura pudiera hacer otra realidad, la realidad que haré otra literatura. 4. hupitinwn.rebelion.org/noticia php?id=132494 5, hupi/soluandomonoswordpresscom/ 66. hup:/hwww.tomashorel.com.arfarchives/5673, Apéndices Los titulares mas escalofriantes de la Cultura de la Transici6n. La verdad esté ahi fuera Por Carlos Prieto Este articulo es fruto de un descubrimiento inaiidito: un bin- ker subterréneo situado junto al Palacio de la Moncloa que oculta una gigantesca hemeroteca alternativa de los tiltimos treinta aos. Paginas y mas paginas escritas por los mejores profesionales del periodismo espaiiol que nunca se publica- ron por temor a una insurreccién puiblica. La polémica esta servida. Hemos vivido un engafio masivo? {Qué se esconde detras de las mascaras de Victoria Prego, Juan Luis Cebrian y Pedro J. Ramirez? Queremos saber. 1982 El PSOE firma un pacto de legislatura con la Movida 1983 Felipe Gonzélez y Alfonso Guerra desfilarén con abanicos por la pasarela del Azor para presentar la colecci6n Fiesta de la Democracia. «Transicién, liberalismo, Locomfa», resumnta euférico Gonzalez. 1984 Barrionuevo ficha de asesor a Chuck Norris para «pacificar las vascongadas>. 1985 Morn vende un milléa de cintas de Maastricht, la crisis de la deuda y la madre que me pari6, antologia con sus mejores chistes proféticos sobre la CEE. 20 CT OLA CULTURA DE LA TRANSICION 1986 ‘Ansén muere desnucado tras hacerle una extenuante mama- da periodistica al general Rodriguez Galindo, 1987 El jurado del Planeta gana el Premio Nacional de Teatro por su trayectoria. 1988 [meri publicaré las polémicas fotos de Solchaga y Thatcher practicando la postura del escorpi6n. «Solo somos amigos», desmintié el ministro de Economia. «Carlitos hace todo lo que le ordeno», matiz6 la Dama de Hierro. 1989 Miguel Boyer se casa con su chacha filipina. 1990 Mutere narcotizado tras ingerir tres libros de Javier Marfas. 199 Supervivientes expulsa a Roldan, Perote y Paesa por montar tuna orgia con las nativas. 1992, Final del Campeonato del Mundo de Parques Teméticos: Es- pafia, 4-Disneylandia, 0. 1993 Cobi y Curro hallados furnando crack en un polfgono indus- trial ‘menes contra la humanidad. LOS TITULARES MAS ESCALOFRIANTES 2a 3995 Nacho Cano grabard un disco benéfico para ayudar a las vic- timas de su carrera en solitario 1996 ‘Aznar prohibird el uso de las palabras chancleta, saeta y seta por «pertenecer al entorno de ETA». 1997 Una egoglucemia fulming a Sanchez Drag6 durante la pre- sentaci6n de sus memorias Porros neoliberales de pachuli. 1998 La Fuerza Aérea pierde contacto visual con Arturo Pérez~ Reverte, El autor sali6 volando la pasada noche tras hinchér- sele los cojones. 1999 ‘Trabajadores del Parque Natural de Cabo de Gata-Nfjar ha- aron ayer un ejemplar de alcalde-murciano-no-implicado- en-corrupcin-urbanistica (alealdis integrus). El mamifero, ‘que se encontraba desorientado aunque en buen estado de conservacién, es un ejemplar tinico de una especie-en vias de extincién (por su incapacidad de adaptarse a los cambios ensu habitat). 2000 Santiago Segura radard una trilagia sobre Martin Heidegger 2001 Sesefe albergard la nueva sede del museo Guggenheim, 2002 ‘Conmocién en la comunidad cientifica: la expansi6n del en- torno de ETA supera la velocidad de Ia luz. Einstein deman- dar4 a Batasuna por contradecir la Teoria de la Relatividad. Hernani abriré una maquina del tiempo abertxale en la plaza del pueblo. m (CTOLA CULTURA DE LATRANSICION 2003 ‘Aznar publica su diario autobiogratico Prisionero en la gue- 1a de Perejil. «Tuve que beber mi propia orina y comer mis propias heces para poder sobrevivir», confes6 el presidente del Gobierno. 2004 Molina & Acebes se encaraman al ntimero 1 con «Fue ETA. Fue ETA», nuevo single del ddo melédico formado por Angel ‘Acebes y Antonio Mufioz Molina. Fue la cancién més vendida en Espaiia el pasado 11 de marzo. El tema, una balada desga- rradora sobre terrorismo y consenso constitucional, despaché més de un millén de copias tras ser distribuida por los princi- pales diarios del pais. (PD.:Tan solo 24 horas después de tocar el cielo con «Fue ETA», Molina & Acebes se separaron ¢ i ciaron sendas carreras en solitario. Si Molina deriv6 hacia un country vaporoso de fuerte regusto neoyorquino y democré- tico, Acebes se enrocé en un intento de repetir su gran éxito, ‘Su tema «Artapalo, Elvis y Rubalcaba montaron el 11-M», es- crito a cuatro manos con él Phill Spector espafiol, el productor y magnate Pedro J. Ramirez, no consiguié el clamoroso éxito popular de «Fue ETA», pero se convirtié en un hit de culto en- tre los seguidores de la cancién mel6dica preconstitucional, 2005 ELPSOE subvencionaré al pueblo que acepte el almacén nu- clear. «Habra descuentos fiscales para los ciudadanos a los que les broten nuevas extremidades», aseguré el ministro Mi- uel Sebastidn, 2006 Rosa Diez deja el PSOE para participar en el reality show La isla de los demécratas. 2007 El Supremo ilegalizard a la nueva Batasiina por no incluir «dmagine» como himno electoral en sus estatutos. LOS TITULARES MAS ESCALOFRIANTES 2% 2008 UGT y CC.OO. barajan convertirse en un musical durante los mandatos del PSOE, 2009 El Pats reorganizaré tas secciones del diario para «favorecer la lectura», La nueva organizacién quedaré asi: Nacional, [n- ternacional, Economia, Opinién, Deportes y El Articulo de Juan Cruz sobre Mario Vargas Llosa (P.:l periodista Juan Cruz fue hospitalizado ayer de urgencia tras sufrir hemorra- gias en ambas manos. «Llevaba 6.250 horas escribiendo ripios sobre Vargas Llosasin ingerir alimento algunos;,explicé ano- nadado un portavoz médico). 2010 Zapatero vende Espafia a las islas Caimén para «generar confianza» en los mercados. 2011 Descubierto un nifio salvaje de los Pirineos que no sabfa que «se habfa estrenado la nueva de Almodévar». El extraordi nario caso del nifio salvaje det valle de Arn que desccnocia la existencia de La piel que habito ha provocado un agrio en- frentamiento entre Pedro Almodovar y los principales rotati- vos nacionales. El director més internacional del cine espafiol Teaccion6 al descubrimiento acusando a los peri6dicos de «no haber puesto toda ta carne en el asador». «Es intolerable que haya alguien en Espafia que no se haya enterado del es. treno», aseguraron fuentes de Moncloa. El Gobierno publ card en los proximos dias una edici6n especial del Boletin Oficial de! Estado dedicada al cine de Almodévar. El afio en que también hicimos promocién Por Pep Campabadal y Colective Todoazen NOTA: Todos los textos que aparecen a continuacion estén extraidos de la prensa espaiiola y de medios puiblicos (BOE, una publicacién interna del Miristerio de Defensa y web de la Casa Real). Por otra arte, solo un texto, en cursiva, corresponde a articulos de opinién, Los textos ilustran un dia normal en la CT. Gregorio Peces-Barba, uno de los padres de la Constitucién espafiola, recibié ayer de manos del rey don Juan Carlos el Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio, que concede la aseguradora Pelayo Mutua. El galardén, dotado con 30.000 euros, es uno de los més importantes que se entre- gan en el entorno jurfdico. Pepe Bono entrega al futbolista Salva Ballesta el Premio Ejército del Aire. Un veterano en esto de recibir Premios Nacionales se llev6 el galard6n en la categoria de Historia de Espaiia de 2009. La Hamada sond a las 13.00 en el domicilio de José Antonio Es- cudero (Barbastro, Huesca, 1936), catedrético emérito de la UNED y coordinador de la obra colectiva El Rey. Historia de 1a Monarquia (Planeta). ZY qué sinti6? «Pues mucha sati facci6n, y eso que no es mi primer Premio Nacional.» En efec- to, con este son tres. Antes lo recibié por Los secretarios de Estado y del despacho (1969) y Los origenes del Consejo de Mi- nistros en Espafia (1979). 226 (CFOLA CULTURA DBLATRANSICION El duque de Palma, laki Urdangarin, fue hoy galardonado con el premio a la notoriedad y la excelencia en el Ambito de- portivo en la gala de los Premios Gaudi Gresol en Reus (Ta~ rragona), ala que también asisti6 la Infanta Cristina. Ademés, de Ifiaki Urdangarin, también fueron premiados el presenta- dor Andreu Buenafuente; el director de TVE, Xavier Pons; la chef Carme Ruscalleda; el arquitecto Joan Bassegoda; el in- .dor Manel Esteller; la Obra Social de Bancaja, y el presidente del Banco Popular Angel Ron. La novela El fuego del cielo, de César Vidal (Madrid, 1958), se alz6 anoche con el VI Premio de Novela Historica Alfonso X El Sabio, convocado por MR Ediciones (Grupo Planeta) y Caja Castilla-La Mancha. Qued6 finalista La sombra del anarquista, de Francisco de Asis. La novela ganadora recibiré 42,000 euros. El escritor César Vidal se alz6 anoche con el Premio Ciudad de Torrevieja, dotado con 360.000 euros, que conceden el Ayuntamiento de la localidad y ta editorial Plaza & Janés. José Manuel Caballero Bonald, presidente del jurado, disere~ pé del fallo y anoche taché la novela ganadora de «ideol6gi- camente detestable, dudosa, oscura y sospechosa». La obra fi- nalista fue La orden negra, de José Calvo Poyato (con una dotacién de 125.000 euros), hermano de la ministra de Cultu- 1a, El jurado de la cuarta edici6n lo integraron, ademés del es- critor José Manuel Caballero Bonald, Julio Ollero; Zoé Val- dés, ganadora de la tercera edicién; la directora editorial de Plaza & Janés, Nuria Tey, y el concejal de Cultura de Torrevie~ ja, Eduardo Dol6n, mientras que el secretario es David Trias. E] Ayuntamiento de Torrevieja ha adjudicado un total de 15 contratos —sin mediar concurso piblico— por 377.000 euros al ingeniero técnico Fernando Sanchez Sanchez, primo de! actual alcalde, Eduardo Dolén, y sobrino del anterior conce- jal de contratacién, José Sanchez. El escritor espafiol José Manuel Caballero Bonald, premio Reita Sofia de Poesfa 2004, seré el presidente del jurado de la VIII edicién del Pre- mio Alfaguara de Novela 2005. [EL ANO EN QUE TAMBIEN HICIMOS PROMOCION za Mario Vargas Llosa ha sido el ganador de la séptima edici6n del Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald con su obra El viaje a la ficcién, un acercamiento al universo litera- rio de Juan Carlos Onetti, publicado recientemente por Alfa~ guara La Asociaci6n de Periodistas Europeos ha convocado la pri- mera edicién del Premio Francisco Cerecedo, que esta dota- do con un mill6n de pesetas, El jurado designado para la pre- sente convocatoria esté presidido por el académico Gonzalo Torrente Ballester, Forman parte del mismo como vocales: Carlos Luis Alvarez (Candido); el ex president. La Fundacién cuen- ta entre sus miembros con personalidades como el soci6logo Amando de Miguel, la periodista de la COPE Cristina Lépez Schlichting, el fil6sofo y fundador del Foro Ermua, Jon Jua- risti, y los politicos populares Gabriel Cisneros y Alejo Vidal Quadras, entre otros. La Audiencia Provincial de Malaga condené ayer al abogado y presidente del Sevilla, José Maria del Nido, a siete arios y medio de prisi6n por'el llamado caso Minutas, Ia trama de saqueo de los fondos del Ayuntamiento de Marbella a través de facturas por servicios juridicos que no llegaron a realizarse y que fueron contratados verbalmen- te y sin mediar expediente alguno. E] Consejo de Ministros ha otorgado a Angeles Gonzdlez- Sinde la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Espafiola de Carlos IIL. Cuando se consiente vivir demasiado tiempo en el deli, et desper- tar es una pesadilla(...] Es un delirio convenient: le permite a uno disfrutar de las ventajas de una perfectainocencia,y de un enemigo lo ‘bastante vago y a la vez lo bastante preciso como para atrbuirle la culpa de todas nuestras desgracias Sobre los autores Carlos Acevedo (Santiago de Chile, 1984) curstEstudios Lite- rarios en la UB y escribe sobre historieta en internet (Libro de Notas, librodenotas.com, The Cool News, www.thecoolnews. com) y en papel (Quimera). Coordina, a duras penas, artefac- tot como El Butano Popular, www.elbutanopopular.com, el colectivo LI6 lo beo a si, www.l3-bas org. Pep Campabadal (Barcelona, 1977) es ingeniero y se dedica al comercio exterior. Es miembro del Projecte Democracia Econdmica, dedicado al cooperativismo, del Club Pobrelberg, dedicado al anarquismo y de SCI, dedicada a la democracia ra- ical. Lleva el blog Maketo Power en www-lapaginadefinitiva. com, Ademas, es socio del Barga El Colectivo Todoazen es un grupo plural y multidisciplinar que centra sus trabajos en el campo de las investigaciones na~ rrativas. En 2005 se public6 su libro El afio que tampoco hici- ‘mos la revolucion. Jordi Costa (Barcelona, 1966) lleva escribiendo sobre cine, c6mic y otros territorios de la cultura popular desde 1981. Autor de los libros Hay algo aht afuera (1997), Mondo Bull- dog (1999), Vida Mostrenca (2002), Carles Mira: Plateas en amas (2001), Todd Solondz: En los suburbios de la felicidad (2005), El'sexo que habla (2006), Monstruas modernos (2008) Y¥ 100 peliculas clave del cine de animacion (2010), junto a otzas obras colectivas 0 en colaboracién, entre las que desta- 22 (CTOLA CULTURA DE LA TRANSICION can Profondo Argento (1999), Franquismo Pop (2001), Tie~ ra de nadie (2005), Et Quijote. Instrucciones de uso (2005), ‘Mutantes (2008), Una risa nueva (2010) y Manga Impact (2010). Ha comisariado las exposiciones Cultura Basura: una espeleologia del gusto, J. G. Ballard, autopsia del nuevo mile- rio (ambas en el Centro de Cultura Contemporinea de Bar- celona) y Plagiarismo (La Casa Encendida), esta gtima jun- toa Alex Mendibil, Ejerce la critica de cine en ls paginas de EL Pais y Fotogramas. Ignacio Echevarria (Barcelona, 1960) es licenciado en Filolo- gia por la Universidad de Barcelona. Trabaja como téenico editorial, y en el pasado desarrollé una dilatads labor como ritico literario, principalmente desde las paginas de Babelia (EI Pais). Autor de numerosos prologos y ensayos, reciente- mente ha publicados dos amplias antologias de la obra ensa~ yistica de Rafael Sanchez Ferlosio (Cardcter y destine, Ensayos ¥y articutos escogidos, Santiago de Chile, Ediciores Universi- ‘dad Diego Portales, 2011) y de Juan Benet (Ensayos de incer- tidumbre, Barcelona, Lumen, 2011). En ta actualidad escribe regularmente columnas de eritica cultural en la Revista de Li- bros de El Mercurio (Santiago de Chile), en el diario Perfil (Buenos Aires) y en £! Cultural de El Mundo (Madrid). ‘Amador Fernéndez-Savater (Madrid, 1974) va y viene entre el pensamiento critico y la accién politica, buscando siempre su encuentro, Bs editor de Acuarela Libros (acuarelalibros. blogspot.comy), ha dirigido durante afios la revista Archipié- ago y ha participado activamente en diferentes movimientos colectivos y de base en Madrid (estudiantil, antiglobaliza- cidn, copyleft, No a la guerra, V de Vivienda, 15-M). Es autor de Filosofia y accién (Editorial Limite, 1999), coautor de Red Ciudadana iras el I1-M; cuando el sufrimiento ne impide pen- sar ni actuar (Acuarela Libros, 2008) y coordinador de Con y contra el cine; en torno a Mayo del 68 (UNIA, 2008). Actual- mente, emite semanalmente desde Radio Circulc el programa Una linea sobre el mar (www.unalineasobreelmarnet), dedica- do ala filosofia de garaje. Contacto: amador@sindominio.net SOBRE LOS AUTORES 243 David Garcia Aristegui (Madrid, 1974) es licenciado en Cien- cias Quimicas por la Universidad Complutense de Madrid, trabaja como desarrollador de software libre en el campo de la bio y la quimioinformatica. Militante anarcosindicalista,ex misico y heredero de derechos de autor, es socio de la SGAE y participa en el programa de radio Comunes sobre copyleft, derechos de autor y propiedad intelectual. Irene Gareia Rubio (Madrid, 1978) es licenciada en Periodis- ‘mo. Ha compaginado su trabajo de periodista con la investiga- ida y con incursiones en el émbito audiovisual, Fundadora del periédico Diagonal, participa actualmente en su seccién de cultura, Belén Gopegui (Madrid, 1963) es novelista, Algunos titulos: La escala de los mapas, Lo real, La conquista del aire, El ba- lonazo, El padre de Blancanieves, Deseo de ser punk, Acceso no autorizado, Colabora con www. rebelion.org. Vietor Lenore (Soria, 1972) es periodista musical. Ha colabo- rado en medios como El Pais, Rockdelux 0 Minerva. Es re- actor del programa de televisi6n Mapa Sonoro y director de la coleceién de libros Cara B, que analiza discos clasicos de la miisica popular del Estado espaiiol. Fue coordinador de la re- vista Ladinamo. Carolina Leén (Sevilla, 1974) es periodista titulade en Cien- cias de la Imagen y el Sonido. Colabora en medios como Qué Leer, Notodo.com (www.notodo.com). Cultura/s de La Van- guardia y Periodismo Humano, Ejerce ta critica literaria Estado Critico entre otros— y codirige el programa de ra- dio sobre libros ¢Quieres hacer el favor de leer esto, por favor? (www.quiereshacerelfavor.es/). Reflexiones largas en el blog ‘hutp:l/blogs.zemos98.org/carolinkfingers y cortas en el Twitter @carolinkjingers (es fan de Cocteau Twins) Isidro Lépez (Madrid, 1973) es soci6logo, miembro del co- lectivo de investigacién militante Observatorio Metropolita- 244 (CTOLA CULTURA DE LA TRANSICION no y del colectivo Ladinamo. Coautor junto a Emmanuel Ro- driguez del Libro Fin de ciclo: Financiarizacién, territorio y sociedad de propietarios en la onda larga del capitalismo his- pano (1959-2010), Traficantes de Suefios, Coleccién wtiles 9 (2010). Guillem Martinez (Cerdanyola, 1965) es periodista —el gruc- so de su trabajo ha transcurrido en el diario EI Pais— y guio- nista televisivo. Algunos de sus libros (Franguismo Pop, Pa- salo, La cancién del verano) tratan sobre la cultura espaiiola Na CT. Es miembro del grupo de afinidad libertaria Club Po- brelberg, www.guillemmartinez.com, @Guillemmartnez. Raiil Minchinela (Zaragoza, 1973) es ingeniero industrial. Principalmente conocido por su videoserie en internet Refle- xiones de Repronto (2007), que ya ba completado cuatro temporadas.Su trayectoria digital comenz6 en Contracultura, ‘tip:/www.rusc.net/~joan/contraweb_O1/contracultura.htral (1995), que se considera el primer webzine generalista en espafiol. Como analista cultural, ha publicado en medios na- cionales (Cultura/s, Mondo Brutto, Leer, Rockdelux), inter- nacionales (Clarin, Le Courrier International) y digitales (Elitevision, www.elitevision.org/, El Butano Popular, www. elbutanopopular.com). Ha intervenido en directo en cines y festivales con su proyecto Trash entre Amigos. Su sitio web estd en www:minchinela.com. Pablo Mufioz (Barcelona, 1988) estudié periodismo en la Uni- versidad Auténoma de Barcelona, ha publicado el ensayo Pa- dres ausentes en Alpha Decay (2011) y ha escrito para la re- vista digital Miradas de Cine (www.miradas.net) los art{culos. «We Love Cinema» y «Cine 365», Actualmente es editor en Blog de Cine (www.blogdecine.com) y gestiona el blog El rin- cn de Alvy Singer (hutp.//elrinconalvysinger.blogspot.com/) desde el afio 2005. ia Nanclares (Madrid, 1975). Ha escrito teatro, guiones, critica, ficei6n, élbumes infantiles y relatos breves. Colabora SOBRE LOS AUTORES 265 cen el peri6dico Diagonal, Carne Cruda (Radio 3) y la revista Vacaciones en Polonia. Su blog: http:/blogs.zemos9B.org/en- tornodeposibilidades/ Miqui Otero (Barcelona, 1980) es periodista y novelista. Ha escrito en El Mundo y en Cultura/s (La Vanguardia), entre ‘otras publicaciones especializadas. También ha sido redactor Jefe de ta seccién de Cultura de 4 DN. Ha comisariado ciclos ‘multidisciplinares en el CCCB. Imparte clases de periodismo literario en la UAB. Ha participado en diversos libros colec- tivos (Una risa nueva, Nausicéa, 2010) y ert guiones televi vos. Es autor de la novela Hilo Musical (Alpha Decay, 2010). Su tltima novela, de préxima aparici6n, es La cdpsula del tiempo (Blackie Books). Carlos Prieto (Madrid, 1974) es miembro fundador del colec- tivo Ladinamo y coordinador del libro Ike. Retales de la re- conversion (Ladinamo Libros,2004). Trabajé en la seccién de cultura del diario Publico. Gonzalo Torné (Barcelona, 1976). Ha publicado la novela Hi- los de sangre (210; Premio Jaén de Novela), el libro Lo in- ‘héspito (2007), un amplio prologo novelado a la correspon- dencia de Jack el Destripador (2008) y las novelas graficas Tannhiuser (1999; premio Vifletas al mejor cémic y al mejor guionista) y Ranko-Kameran (2011). Ha traducido a William Wordsworth, a John Ashbery y al fil6sofo Roger Scruton. Guillermo Zapata Romero (Madrid, 1979) es guionista. Ha trabajado en varias series de televisiGn entre las que destaca Hospital Centraly ha escrito y dirigido tres cortometrajes, to- dos ellos con licencias copyleft. El primero, Lo que ti quieras oir (2005), es la pieza de ficciOn mas vista de la historia de Ja plataforma YouTube, con més de 100 millones de descar- 08, Ademés, escribe en varios medios on-line, es colabora- dor habitual del periédico Diagonal y la web Madrilonia (http://madrilonia.org/) y ha sido responsable de la seccién de cémics de la revista Ladinamo. Mantiene una columna men-

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