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El béisbol es una de las pocas actividades a las que apelamos los venezolanos para
paliar el stress que genera vivir en un país en el que, a menos de dos semanas de
haber comenzado el año, ya ha sido anunciada una devaluacion, una supuesta violacion
del espacio aereo, ajustes y reajustes en horarios laborales y comerciales y hasta un
nuevo esquema de racionamiento eléctrico. Entre los meses de octubre a febrero, todas
las preocupaciones hacen pausa al darse la voz de playball y finalizan con el out
27,cuando la alegría, la frustración o la hora, obligan a posponer cualquier otra cosa
hasta el día siguiente.
Sin embargo en Venezuela las excepciones se han convertido en regla y la noche del 14
de enero a pocos minutos de haberse finalizado los respectivos encuentros de esa
jornada del Round Robin, una "hojilla" rasgó nuestra burbuja beisbolera. Todas las
herramientas de difusión de información revivieron a las once y tantas para
anunciarnos que el programa del horario estelar del canal del estado (que a juzgar por
la rapidez de la difusión de la notica, tiene mas audiencia de la que debería) estaba, por
tercera vez en la semana, haciendo las veces de tribuna oficial del presidente para
hacer un anuncio de altísimo interés.
Mas de una década de convivencia nos ha servido para conocer bien a Chavez,
sabemos hasta cuales cosas le molestan mas que otras, pero especialmente sabemos
que su metodo para gobernar se centra en la improvisación, un porcentaje altísimo de
sus decisiones las toma frente a nuestros ojos, mientras dura su show/misa dominical.
Tambien sabemos que cuando una decisión está tomada, se cumplé, por mas
descabellada que parezca y a pesar de que muchos "no crean".
Nuevamente nos enfrentamos a una gran excepción, la crisis energética por la que
pasamos no es una cuestión que se solucione antes de mandar a comerciales, por el
contrario es consecuencia de la falta de inversiones oportunas a largo plazo. El daño
está hecho y hay que saber solucionar en medio de turbulencia, para los militares las
soluciones son posibles "controlando" a través de limitaciones de las libertades. Pero es
justo ahora cuando se evidencia que el país no funciona igual a un cuartel, que cuando
se trata de la luz, las prohibiciones no son bienvenidas, por el contrario acarrean un
costo político que el gobierno no puede darse el lujo de asumir faltando solo 8 meses
para las elecciones parlamentarias. Se necesitan ahora decisiones que armonicen con
la libertad de la gente y que no busquen suprimirla, que obliguen menos y que
promuevan mas el ahorro energetico para superar exitosamente este período, pero
ésto no es fácil de entender porque no viene en jerga castrense.