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la tienen los hombres como tu, que no saben interpretar las seales de alguien que pide a gritos silenciosos
que la amen bien.
As que, mi querido amigo, acepta este consejo de uno de los ltimos romnticos que quedan de aquella vieja
poca en donde trabajbamos duro para enamorar a una mujer: No hables demasiado. Una mujer puede que
olvide tus palabras, pero jams olvidar como la hiciste sentir. Mrala directo al alma. Escchala como si nada
mas importara en el universo. Recuerda cada detalle de lo que te diga. Ella no siempre querr que le
resuelvas sus problemas, solo necesita un caballero que la escuche el tiempo que sea necesario.
Ella ni siquiera te ha besado y te aseguro que muchas veces se imagin toda una vida contigo. Aduate de
su corazn y sigue entrando en su alma sin pedir permiso y uno de estos das, sin pensarlo demasiado, dale
un buen beso. En el caso que ella te mire sorprendida, no se te ocurra pedirle perdn, ten en cuenta que tu
seguridad es una de las cualidades que a ella la subyugan; solo mrala a los ojos y dile: Lo mo fue un acto de
justicia, te rob un beso porque tu hace meses que me robaste el sueo. Posiblemente sea lo ltimo que le
digas, antes que sea ellaquien te siga besando.
PD: Si te ests riendo porque soy cursi y antiguo, no me ofendo; despus de todo somos amigos. Pero te
recuerdo que de donde yo vengo, estas cosas siempre resultaban. Y que yo sepa, a todas las mujeres del
mundo y de todas las pocas, las enamora exactamente lo mismo: Un hombre que sepa amarlas de verdad.