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Fundaci " TIDC abajo, Investigacion, Desarrollo y Organizacion de Mujeres Las mujeres en el mercado laboral argentino. Condicionantes de género y estrato social. Lic: Silvia Berger 2 Lic: Camila Morano artamento de Investigacion y Publicaciones oT €s una entidad sin fines de lucro, que intenta apna cee eles de accién a la erradicacién de toda E Taminaci6n hacia la mujer, que como producto de la arti- eo erasn de miltiples relaciones sociales, se manifiesta de manera es Pit Aca ehilas distintas areas y niveles de 1a sociedad, % A través de los Departamentos de " Desarrollo y Accién Comunitaria" y " Capacitacién' , 1a Fundacion ha brindado servicios, apoyo técnico / Para la capacitacién y reflexidn para el desarrollo de formas autoges tionarias de organizacién y trabajo de las mujeres de sectores de me- mores recursos. Es escasa la bibliografia que se ha difundido sobre/ la situacién de la mujer en mestro pais. El Departamento de Investigacién y Publicaciones abre con esta serie un espacio a todos los interesados en el tema, para la difusién de // trabajos que aporten al conocimiento de esta realidad, con miras a su transformacién. DEPARTAMENTO DE INVESTIGACION Y PUBLICACIONES . Coordinadora: Maria Emilia Ginés. pes cea "5"- Capital Federal T.E. 47-4679 INTRODUCCTON Nuestro objetivo es acercarnos a la problem4tica ocu= pacional de las mujeres: La pregunia en este caso es si existe algu- na diferencia entre la forma como participan los hombres y las muje~ Tes en el mercado de trabajo extradoméstico en Argentina y mas espe- cificamente en el dmbito de 1a Capital Federal y los 19 partidos que conforman €1 Conurbano, Es en este medio donde en 1985 viven M7 10.332.530 personas que equivalen a 2.981.818 hogares, lo que impli- ca 3.47 personas por hogar y 1.370.746 mujeres que trabajan, Parti- mos de la hipétesis de que las mujeres no s6lo participan en forma / diferente a los varones, sino que ademas existe una discriminacién / y segregaci6n ocupacional que est4n encubicrtas de distintas formas, incluso para las mismas mujeres. En principio creemos que el hecho de que el imagina-/ rio social-género asigne a la mujer el rol fundamental de ama de ca- sa mientras que los hombres deben ser los proveedores de la manuten- ci6n de la familia, crea una diferenciacién importante. El rol de / ama de casa implica no s6lo la realizacién de las tareas domésticas, sino también la funcién materna, es decir el cuidado y socializaci6én de los nifios, Este rol en la reproduccién (que incluye la reproduc. cién ideolégica) permite que el resto de los miembros de la familia, recuperen las energias gastadas cotidianamente en funcién de un tra bajo "invisible" que s6lo se nota cuando no esta hecho. Por el // mismo no se percibe ninguna retribuci6n, salvo en los pocos casos en que la persona que lo realiza es una empleada doméstica. En los paises desarrollados el trabajo doméstico esti ra el salario y permite mejorar el nivel superior de vida a los sec ciate de bajos ingresos. Por el contrario en los paises dependientes — r _ este trabajo hogarefio permite obtener ciertos bienes y servicios que de otra forma, debido a la insuficiencia de los ingresos monetarios de los miembros activos del grupo familiar no pueden ser comprados en el mercado, o delegados en un tercero remunerado. Por otro lado el hecho que las mujeres no puedan dedi- carle en forma permanente la misma cantidad de horas que los hombres/ al trabajo extrahogarefio (no tienen con quien dejar a los nifios, por/ ejemplo) , hace que estas mujeres trabajen en el sector informal, con menos productividad a veces, pero basicamente aceptando bajos sala~ / tios. Es asi que cuando las mujeres se incorporan al mercado de trabajo (extradoméstico) y veremos en qué proporcién, de entrada/ estén limitadas por el rol en la reproduccién que ellas en general a- sumen como el principal y que les proporciona una importante porcién/ de su identidad. EL ROL DE LAS MWERES EN LA REPRODUCCION LIMITA Y CON- DICIONA SU PARTICIPACION EN EL MERCADO DE TRABAJO EXTRADOMESTICO. Sin embargo esta~ proposicién general no afecta por i- gual a todas las mijeres que trabajan. Pensamos que vale la pena in ee acerca de las diferencias que existen entre las mujeres per- tenecientes a los sectores pobres y las otras. Parece evidente que / existen diferencias significativas a lo largo del ciclo de vida entre te mujeres jévenes, adultas y las de tercera edad, que el estado ci- | coved soma puede haber diferencias en fun oe Finalmente todos estos elementos hacen necesario oe Saree Segregaci6n ocupacional y si esto distintos niveles de ingreso para las mujeres. a La informaci6n disponible no permite en general, como/ seria nuestro deseo,estudiar distintos momentos hist6éricos y analizar c6mo afecta la crisis econémica a 1:s mujeres y especiZicamente @ los disitintos grupos que ellas constituyen. Poseemos s6lo tabulados es- peciales de la Encuesta de Hogares para 1980, 1981 y 1983 que tampo-/ co son estrictamente comparables entre si. Existe una discriminaci6én hacia las mujeres al suponer que su desempefio en el mercado cupacional es similar al de los varo- nes y por ende mostrar a través de las estadisticas las diferencias./ El supuesto por parte de los hacedores de estadisticas es que Sikes~ tas diferencias existen, no son importantes y que tal vez lo Gnico / que valga la pena separar es el comportamiento de los jefes y no je fes de hogar. Esto es que las mujeres apareceran cuando acttien en th uno u otro grupo. 9 bargo, si hubiera una intencién politica de atender a es’ i6n seria importante disponer de infor ‘haciendo algunos esfuerzos en este / y su conciencia de su dis Encuesta Permanente de Hogares- INDEC. CD Se realiz6 el 50 $ de 1a muestra. la tasa de actividad esta calculada como Porcentaje de la poblacién activa (ocupados mas desocupados) sobre la Poblacién to- tal, Se puede apreciar 1a distancia existente en la tasa de Participacién en la actividad econdémica por sexo, Bs Asimismo, es importante comparar los ciclos de vida #4 masculinos y femeninos con respecto a la actividad laboral, de la po- blaci6én mayor de 15 afos, CAPITAL FEDERAL, GRAN BUENOS AIRES . Tasas de actividad de 1a poblacién de 15 afios yds segin edad y sexo.Octubre 1980. DESIGUALDAD ENTRE LOS GENEROS EN EL MERCADO DE I.- Acceso de las mujeres a la actividad extra“¢ Es una indiscutible realidad el aumento que en la déca- da del 60 y 70 experimenté 1a participaci6n femenina en las actividades de mercado, A su vez, la participacién masculina fue disminuyendo pau- latinamente. A partir de mediados de los 70, el crecimiento de 1a par- ticipacién femenina fue lento y moderado. Habria que preguntarse si las nuevas trabajadoras incor- poradas al mercado 1o hacen en iguales condiciones que los hombres. Tasas de Actividad por Sexo- Capital y Gran Bs As. 1975-1986 Perfodo ‘ Mujeres Varones- ge Mili. Octubre 197! ‘: fee. 23,8 58,2 1976 La comparacién entre las tasas de actividad | y fenenina permiten sefialar en un primer anélisis que mientras ’ yor participacién de los hombres se da entre los 25 y 49 afios, en // Jas mujeres se da entre los 20 y 24 afios. Con posterioridad a la ma ternidad y al rol adscripto correspondiente, se alejan de la activi~ dad extradoméstica, LAS MUJERES QUE MAS SE HAN INCORPORADO AL TRABAJO DOMESTICO SON LAS MAS JOVENES, LAS QUE NO ESTAN CASADAS Y LAS SIN HIJOS. En el area metropolitana de Bs.As. se observa ademfs u- na distribuci6n bimodal com un aumento del porcentaje de mujeres acti- vas en el grupo de edad de 35 a 39 afios, para luego decrecer nuevamen- te en el grupo de 40 a 49 afios, Esto puede estar asociado al reingreso de mujeres casa- das a la fuerza de trabajo una vez que los hijos han llegado a 1a edad escolar ( es decir que se an ey incompatibilidad entre trabajo ho- garefio y el trabajo. x fic ouch Mujeres que retornan a la fuerza de trabajo después de una ci6n, tienen todas las dificultades de las nuevas ingresantes, agra Vadas por ser un poco viejas en una cultura donde la juventud es // frecuentemente considerada sinénimo de adaptabilidad (Sullerot 1971) " Por contrario a los hombres, las mujeres poseen ma- yores cualidades de competencia a los cuarenta que a los veinte. Sin embargo, el mercado de trabajo es reglado por hombres, dominado por / prejuicios masculinos que pueden ser v4lidos para ellos, pero que no tienen sentido cuando se aplican a las mujeres como desgraciadamente ellos intentan," Otra dificultad se presenta con el sistema educativo. Si bien es cierto que las mujeres han aumentado su nivel educativo, / la estructura del mismo est4 dirigido a proveer educaci6n para un tra bajo continuado en el tiempo. Esto significa que no esta pensado / para aquellos cuya vida laboral tenga dos fases. Mirando lo que ha/ sido llamado como la carrera del matrimonio o la carrera del amor, // las j6venes pueden sentir que no vale la pena adquirir entrenamiento © calificaci6n y no aparecen con intenciones de recibir orientacién / bos en algo a largo plazo. Sages: se obtienen gs / i en su segundo trabajo // de razones posibles. Por / ‘anterior ocupacién si reli ‘las modelos o atin de as! ( el veloz ritmo d¢ 9 algunas ramas de 18

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