La literatura, para bien y para mal, haba sido desde los comienzos de la vida
republicana el principal y a menudo nico vehculo para su exposicin pblica.
Dentro de la poderosa tradicin autoritaria que marc la historia de los pases latrinoamericanos y, en especial, la peruana, los 58 aos de vida de Arguedasdurante el siglo XIX y buena parete del XX, los asuntos que constituan la mayor preocupacin para la gente eran silenciados porque los regmenes imperantes ejercitaban una censura que se encargaba de acallar o mitigar las informaciones y las opiniones peligrosas. Ocurra en la prensa y tambin en las universidades No es casual que, en el Per, los dos intelectuales y crticos de la realidad social ms influyentes, Manuel Gonzalez Prada y Jos Carlos Maritegui, fueran antiacadmicos y desarrollaran su obra y magisterio fuera de los claustros universitarios.
Sucedi as algo paradjico: El reino de la subjetividad se convirti en Amrica
Latina en el reino de la objetividad. La ficcin reemplaz a la ciencia como instrumento de descripcin de la vida social De este modo fue arraigando la idea de que la funcin de la literatura era documentar la verdadera vida, el pas profundo.
Y su contante reproche al Per oficial fue que desdeara lo que en El Sexto
llam la voz de su pasado.
Todas las sangres es un gigantesco esfuerzo por obedecer ese mandato
[escribir la gran novela progresista del Per], la inmolacin de una sensibilidad en el altar ideolgico. Y un gran fracaso literario: por querer ser extremadamente fiel a la realidad, el libro se desvanece en la irrealidad.
Los intelectuales y el poder: Las enconadas polémicas de finales del siglo XX. Octavio Paz, Carlos Monsiváis, Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze ( Y algunos otros)