Oe la posesién ritual y el chamanismo a Silicon Valley, la 2"
*sp00I0g%2 est ampliando sus campos de observacidn. Se
“estiona sus propios conceptos y métodos para aprehender
3: > complejidad del mundo contempordneo, sumido en
‘movimiento contradictorios que incluyen la proliferacién de
las diversidades y la abolicin de las barreras.
| lbro nos invita a sequir el trabajo del antrapélogo, desde
la eleccion de un campo de estudio a la escritura del resu
tad de sus investigaciones, pasando por las principales hi-
Pétesis tedricas de su disciplina, el trabajo de campo y los
iceptos de los que puede hacer uso,
Mare Augé es jefe de estudios de! EHESS, ha trabajado en
Africa y en Latinoamérica y es autor de numerosas obras, er
tre elias Los no Jugares: espacios del anonimato, Hacia una
antropologia de los mundos contempordneos y ET sentido de
‘otros, esta tiltima igualmente publicada por Paidés.
Jean-Paul Colleyn es profesor del EHESS, antropélogo, es-
Pecialista en Africa, autor de varias publicaciones y cineasta
responsable de una treintena de peliculas documentales.
wraw-paidos.com
ssw paidosargentina.com.ar
| 164 |
| elragsor MIAN Wa |
‘fag we wear /980y 2001
lean Paul Colleyn
Qué es la antropologiaPaidés studio Marc Augé
Jean-Paul Colleyn
Qué es la antropologia
Hl
Sl Sten eee wP Parpos,Panesar acl P08 er Prete Unive erase, Pare
a sn bai el PAP_CANCIA LORCA, Poa ah
hag ae on
ce a Eats tre Pali, 2000.
EECp outa cm easete toca 160
‘Reordeaadb oe derechon Queda rgurceamento poi sn a>
‘SEEN de: tlre ripen nn tain
‘pttecmiontn ch tpoprainyl tetacetoinr.
° ‘cic are Agen y Urey
‘wer peoargeatsnn som ar
usta ch a go ins ny 1.738
sion pare yentina y Uruguay
SUMARIO
Introduccion
1, Comprender el mundo contemporineo
L
ca
La confusién de términos
Retos de la antropologia
III. El mundo contempordnco
2, Los objetos de la antropologia
1
De la etnografia de urgencia a Ia antro-
pologia general
La diversificacién de ambitos
La consteuccién de los objetos -
TILL, El parentesco goood
IIL2. Economia, entomo, ecologia
TIL3. La antropologia de lo politico
IIL4, La antropologia de la religién
TILS. Antropologia de la reptesentacion.
(performance)...
IIL6. Filme etnografico y antropologia
visual : .ts
8 vt Es La axroroLoct
IIL7. La antropologia aplicada ...
TILS. Etnograffas y antropologia de las
TV. Campo y fuera de campo de la antropo-
Togia
El trabajo de campo
Ta lectura
Laescritura soc
Superar las falsas aleernativas
Conelusién
Bibliografia
123
INTRODUCCION
La antropologia designa el estudio del hombre en
general. Se divide en antropologia fisica —el estudio
del hombre bajo su aspeeto biolégico— y antzopolo-
sia social y cultural, De esta tltima, que aborda el modo
en que las lenguas, las organizaciones econémicas, so-
ciales, politicas y religiosas se desarrollan en el curso
del tiempo, es de la que nos ecuparemos aqui. Dada
la imposbbilidad de abarcar este campo inmenso, he-
‘mos optado por mantener cierta concepcién, clisica y
moderna a un tiempo, de la antropologia, Clisica,
porque las teorias del pasado nos han ensefiado cosas
a través, incluso, de sus errores—; moderna, por-
due la disciplina busca sus explicaciones en libertad,
sin heredar los lugares comunes de una autoridad era:
dicional.
Quisiéramos contribuir a demostrar que el con:
junto de métodos, observaciones y Analisis de la an
tropologia puede ayudar a explicar la complejidad de
tun mundo contemporineo sumido en los movimien-
tos contradietorios de la proliferacién de las diversi-10 ‘ave £5 La aNTRoPOLOGIA
dades y la abolicién de las barreras, La aportacién de
Ia antropologia se basa, de entrada, en un método pri
vilegiado: el trabajo de campo de larga duracién, la
observacién participante, la comunicacién directa con
Sujetos sociales que poseen una interpretacidn propia
del mundo. Por otra parte, su fecundidad epistemo-
Idgica se fundamenta en una historia, que es también
Ia de sus conceptos e hipétesis tedricas. El estudio de
dicha historia, con sus prolongaciones en nuestras
preocupaciones contempordneas, es esencial, porque
todas las ciencias humanas se basan en presupuestos
antzopologicos, casi siempre implicitos y que slo un
trabajo de andlisis puede sacar a la luz.
En esta obra —que aspira a ser préctica— trata-
mos de poner en manos del lector los instrumentos
(que puedan ayudarle a comprender la diversidad del
mundo actual. El objetivo tal vez parezca simple; el
camino para alcanzarlo, sin embargo, no deja de estar
sembrado de obstéculos: inflacién de las publicacio-
nes, dficultades de vocabulario, hermetismo de ciertas
obras especializadas. El especialista no suele atender
mucho a las preguntas del «gran pablico», de modo
jue en una obra de divulgacién resulta dificil «tradu-
Cirw los trabajos eruditos sin tratar de hacerlos corres:
ponder artificialmente con las expectativas de los lee-
fores profanos, No sin raz6n, los antropélogos han
creido su deber desarrollar un vocabulario especiali:
zado; por lo que a numerosas definiciones respecta,
sin embargo, no han Ilegado a establecer un verda-
dero consenso. Es posible que el lector no avisado y
fansioso por asimilar un saber se sienta un poco des
spernopuccion 1
‘concertado ante este hecho, pero esta aparente inco-
ferencia se explica por la naturaleza de la reflexién
Conceptual. Las grandes teorfas portadoras de verda-
See definitivas no fueron sino utopias. Hoy estamos
ce condiciones de afiemar que la imagen de una lave
ue abre todas las puertas ha sido reemplazada por la
Jesuna caja de herramientas donde cada uno rebusca
‘Gu gusto y remodela cada instrumento para progre
gera traves de aproximaciones sucesivas. Un trabajo
de investigacién casi siempre conduce, en efecto, a ree-
Iaborar los conceptos adoptados para hacerlos corres-
ponder con las sutilezas de los hechos observados.
Bota limitacion se le suman otros factores, que dificul-
tan la iniciaciGn en la antropologia: ademas de que el
hnimero de publicaciones ha experimentado un boom
fn las tiltimas décadas, también deben tomarse en
consideracién las investigaciones de otras disciplinas,
ya que la propia antropologia es, en sf, una disciplina-
acrucijada, Casi todos los términos que usan los antro-
1pélogos los utiliza también la gente de la calle. Nunca
fon «puramente cruditos» 0 «puramente téenicos», a
menudo poseen una connotacisn ideol6gica. Sefale
‘mos, por otra parte, que el periodismo gusta de prac-
ticar una parodia de la antropologia, recutriendo sin
rigor alguno @ nociones exéticas de forma irénica
para designar un estatuto 0 una actitud en nuestra
propia sociedad: se habla del «eque del College de
France», de la acasta de ex alumnos de la ENA», del
«Gran Mania de la televisi6n publica, ete. ¥ por il-
timo, conforme aumenta la atomizacién en especial
dades, las fronteras externas de Ia antropologia se di-2 ‘oUt es La ANTROPOLOGIA
Tuyen, en especial respecto a la sociologfa, El antro-
péloge se siente inducido a utilizar los métodos cuan-
Litatives de la sociologia y el socidlogo recurre con
frecuencia a los métodos cualitativos apreciados por
sus colegas antropélogos. Uno y otro buscan com-
prender la concepeién que del mundo social constru-
yyen sus actores, La sociologia ha vivido una renova-
Cidn gracias a estudios concretos desarrollados con
los métodos cualitativos de la etnografia. Algunos so-
cidlogos estén muy prdximos a la antropologfa, algu-
nos antropélogos cambian de terreno, pasan de Afri
cao la Amazonia a Europa. Atribuyendo un sentido a
los objetos, las situaciones, los simbolos que les ro-
dean, los actores consteuyen su mundo social, Otro
punto de convergencia: el hecho social no es identifi
ado como un objeto estable, como creyeron los pri
meros etnégrafos empefiados en homologar tradicio-
ries, sino come un conjunto de procesos que no cesan,
de evolucionar bajo la acci6n de los hombres.
Es una tarea delicada el distinguir, entre una enor-
me masa de libros y articulos, lo que hace falta saber de
lo puramente accesorio. ¢Es la opinién lo que cuenta?
aY qué opinion? eLa del medio universitario? ¢La del
‘gran piblico? Sin duda hay que hacer mucho caso de
los textos que se citan con mayor frecuencia, pero los
textos ignorados, los que pasan inadvertidos o han sido
olvidados no son por ello insignificantes. La posteridad,
ces mala consejera: una y otra vez redescubrimos en la
bibliografia especializada trabajos que los eriterios de
apreciacién de su época no habian estimado en su jus-
to valor
!sFROBUCCION B
El arte de redactar una obra encielopédica en mi-
natura, si se nos permite el oximoron, es cuestién de
cequilibrio y escala. Si nos mantenemos en el plano de
las generalidades, perdemos la especificidad, que ¢s lo
ms valioso del enfoque antropolégico; si nos demors-
'mos en un caso particular el érbol no nos dejar ver el
bosque. Un «Qué sé%» debe levantar acta de lo que a
nuestro entender forma parte del saber compartido dle
los especialistas, exponiendo sus principales divergen
cias y al mismo tiempo tratando de elimina los falsos
problemas. El propio término de saber ocupa el centro
de un debate, El filésofo Gaston Bachelard nos puso
cen guardia contra la divulgacién en su forma clisica,
que siempre corre el riesgo de transmitir exclusiva.
mente unos resultados que se tienen por valores de-
maostrados y consagrados. Lo que nosotros queremos
no es tanto identificar un patrimonio comiin 0 con-
templar a vista de pajaro las culturas del mundo como
tratar de proponer algunas herramientas intelectuales
{que facliten su comprensién. Nos es imposible abor-
lar el eampo antropolégico en su totalidad, que se ex-
tiende hasta abarcar nadia menos que la condicién hu-
mana. Este librito no serd pues un diccionario, ni un
Who's who, ya que en tan reducido rximero de pagi-
nas la empresa consistiria en «lanzar> unos cuantos
nombres ignorando a todes los demas. Un elemental
esfuerzo de honestidad nos obliga, por lo tanto, a de:
jar entrever nuestras preferencias, permitiendo que se
‘jaan algunas otras voces,Cavtruto 1
COMPRENDER
EL MUNDO CONTEMPORANEO
L. LA CONFUSION DE TERMINOS
Etnografia, etnologia, antropologia: no es raro que
Ja confusién de términos, tanto en textos expecializa
dos como en escritos de divulgaci6n, pueda llegar a
desorientar al lector. Tratemos, brevemente, de poner
algo de orden, La etnografia designaba en un prine!
pio (finales del siglo x1x-nicios del xx) la descxipcién
de los usos y costumbres de los llamados pueblos «pei
mitivos» y la etnologia los conocimientos enciclopé:
dicos que podian obtenerse de ellos, La etnologia, en
suma, aparecia como la rama de la sociologia consa.
grada al estudio de las sociedades «primitivas», En.
quella 6poca, la palabra «antropologiam a secas te re
servaba al estudio de! hombre en sus aspectos somati-
60s y biol6gicos. Todavia hoy, en Estados Unidos, cuan
do se dice anthropology «a secas», casi siempre se esta
aludiendo al estudio de la evolucién biolégica de los
seres humanos y de su evolucién cultural en el curso.
de la prehistoria. Numerosos departamentos siguen16 ‘UE ES La ANTROFOLOGIA
agcupando la antropologia fisica, la arqueologia y la
‘antropologia cultural, Pero, desde finales del siglo X1x,
Ia expresién cultural anthropology designa las ense-
fianzas comparativas que pueden extraerse de la etno-
gratia y de la etnologia, concebidas como la recolec:
idn de datos y su andlisissistematico. Por su parte, los
‘autores britanicos prefieren la expresién «antropolo-
‘gia social a la de «antropologia cultural», porque pri
\ilegian el estudio de los hechos sociales y de las ins
En la década de 1950, Claude Lévi-Strauss intro:
dujo en Francia el uso anglosajén del término «antro-
pologia» (aunque sin el adjetivo «cultural») como el
testudio de los seres humanos en todos sus aspectos.
Como en Estados Unidos, el término destronaba, sin
desterrarlo del todo, al de «etnologia». El éxito del
festructuralismo, st impacto en las restantes ciencias
humanas por una parte y los vinculos de la antropo-
Togia con la filosofia y la sociologia por otra han he-
cho que en Francia, cuando hoy decimos antropo:
logia «a secas», nos estemos refiriendo a la disciplina
(que trata la diversidad contemporsinea de las culturas
humanas. Esta acepeién presenta la ventaja de una
mayor objetividad, dejando de lado la idea de un do-
minio cerrado consticuido por sociedades primitivas,
inmovilizadas en una historia estacionaria, sin otro
destino que el de reproducirse de forma idéntica 0
mori. Sefialemos, sin embargo, que el abandono del
punto de vista etnocéntrico consistente en clasificar
las razas y posteriormente las etnias o las sociedades
en funcién de unos eriterios que consagraban la su-
CONDHENDER FL MUNDO CONTEMFORANEO IT
premacia dela civilizacién occidental ha logeado reha
bilitar el término de «etnologia». La renuncia a la di
visién «primitivista» ha justificado a veces la amplia-