Dios mo, dame tu sabidura para ser consciente del tremendo poder que esconden las palabras. Un s y un no son tan breves y, sin embargo, pueden tener consecuencias para toda una vida, A veces con mis palabras acaricio, a veces golpeo; en ocasiones uno y en otras enciendo un fuego devorador. Necesito tacto y prudencia para que mis palabras vayan cargadas de amor y verdad. Dame. Seor, la paciencia que hace verdaderos sabios, paciencia conmigo y con los dems. Aydame tambin a amar el silencio porque as puedo escucharte y escuchar a los dems. Eso s, no permitas que alimente silencios cmplices y calle cuando lo que corresponde es hablar. Tu, Jess, Palabra hecha carne, ilumina lo que callo y lo que digo con tu santo Espritu.