En el cincuentenario de la muerte de Marx*
El 14 de marzo de 1883
murié un hombre a quien le
estuvo destinado gozar de un
privilegio peculiar: ser odiado por
todas las fuerzas dominantes de la vie~
ja sociedad,
Muchas fechas memorables han
atraido la atencién publica en los utimos
fos Nunca como hoy se habian celebra-
dos tantosjubiles. Nunca fe memoria de
tos grandes persadoves y artistas del pa
sav habia estedo tan indisolublemente
Vinculada con las luchas dal presente. En
este entrelaze-miento de la historia y lo
Contemporaneidad, se expresa la exigen:
cia de nuestra época de llegar a determi
Inadas conclusiones con respecto al ciclo
evista COUTRACHENLSITS
de desarrollo histérico representado por
hombres como Spinoza y Goethe, Hegel y
Wagner,
La burguesia ha instituido festejosen
honor de estas personalidades, he puesto
fen funcionamienta todos sus medios de
propaganda con el fin de demostrar que
| reaccién cultural de nuestros dias cone-
tituye el desarrollo superior de sus ideas.
Ministros y diputados han salido de sus
oficinas gubernamentales y se han levan
taco ce sus sillones pariamentarios para
pronunciar discursos solemnes en honor
de la “conciliacion de las contradicciones'
hegeliana o del «renunciax goetheana,
Pero en honor del gran lider del proleta-
rlado Karl Marx, las clases pudientes de su
1RARLEXIONGS
tierra natal organizaron festsjos de géne-
+0 muy diferente. EI homenaje de sangre y
fuego que dedicaron a su memoria muos-
tra meior que nada la significacion histori
ca de la personalidad de Marx, y su dife-
Ya en su “Discurso vet Méto00",
DESCARTES HABIA COMPARADO LA SO-
CCIEDAD CON UNA CIUDAD CUYAS EDIFI-
CCACTONES HAN S1D0 ERIGIDAS DE FOR
MA ESPONTANEA Y DESORDENADA, ¥ AL
REVOLUCIONARIO, CON UN HOMBRE QUE
‘SE PROPONE RECONSTRUTRLA DEREIAN-
OLA DESDE SUS CIMIENTOS.
rencia con respecto a los pensadores de
‘avanzada de épocas anteriores. Por dife-
‘entes que sean los hombres que puedan
ser vinculados a esta aristocracia de! expt
fitu, una cualidad comun los une: todos
se rebelaron contra las condiciones de vids
existent, senalaron sus rasoos negativos
y-condenaron eu irracionalidad y su estre
Chez. Sin embargo, cada uno de ellos, en
mayor 0 menor grado, atravesé por una
Giisis interna y una ulterior renuncia, Tras
tn periode de “tormenta e impetu’”, so:
brevino un momento de arrepentimiento
fen el que a razén soberana se incliné ante
elorden netural de (a vida se posté fren
tea la l6gica inexorable de las ciccunstan-
Existe una vieja y superficial manera
de explcar toda “concillacion con la reali-
dad” que se sustenta en la referencia a la
cebardia y al servilsmo. Tento lo uno come
lo otro juegan Un papel importante en la
historia. Pero en relacién con grandes in-
teligencias y naturalezas fuertes como, por
ejemplo, la de Hegel, semejante argumen-
to no es capaz de explicar nada. En estos
casos, la renuncia es, antes bien, un resul:
tado de la “falsedad del orincipio”. como
fn cierta ocasion se expresara Marx, que
ellos enarbolaron, falsedad que ha de ser
comprendida con sentido histérico; una
12
Revista
consecuencia del cardcter mitado de! pol-
dafto de desarrollo de le ciencia y la vida
representado por ellos
Ya en su "Discurso del Método”,
Descartes habia comparado la sociedad
‘con una ciudad cuyas edificaciones han
sido erigidas de forma espontanea y des-
‘ordenada, yal revolucionario, con un hom-
bre que se propone reconsttuirla después
de dernibarla desde sus cimientos. Es ciet-
to, dice Descartes, 2 quien habitualmente
se considera un racionalista, que una casa
construida con arraglo a un plan dnico os
mds bonita y mas cOmoda, Pero en rela-
‘én con toda una ciudad, semejante re-
construccién provocaria un desorden ain
‘mayor que el exstente. “Los grandes cuer-
pos son dificiles de levantar una vez cab
dos y de sostener cuando van a caer estas
caidas tienen que ser muy violentes, Las
imperfecciones de esos cuerpos son mas
soportables que sus cambios..."
De aqui sededuce que, independien-
‘temente de cual sea el plan de los hom.
bres, ef elemento irracional es ms racio
rnal que su propia raz6n. «..Por 2x0 los
grandes caminos que avenzan entre mon:
tafias, a fuerza de frecuentarlos, legan 2
ppareceinos tan llanos y tan comodos, que
Creeriamos loco al que en ver de sequirlos
quisiera ir mas recto al punto de llegada,
saltando por las rocas y descendiendo por
les precipicios »!
En estas palabras va implicita una
idea que encontiaria una formulacién pre-
cisa en la obra de Letbniz: entre todas las
posibles combinaciones de hechos, la me-
jor es la que se establece de forma natu:
ral, “nuestro mundo ese mejor de los
mundos posibies”,
Tal es el punto de vista de estos
racionalistas que hacen una auténtica apo:
Jogia de lo iracional y consiguen demos-
‘rar que la racionalidad del orden univer:
Sal existente radica en su origen esponta-
neo, que el mal no es sino una sombra en
Ja belleza del bien y que ese “algo
Inatrapable" (je ne sais quoi) que const
tuye el fundamento de tods la perfeccion
y toda la armonia del mundo debe bus-
arse justamente en los oscuros impulsos
UITELCOLLLIITS aos § 1999RAPLUXIONGS
que anidan hande en la sociedad y en la
conciencia humana.
La variante politica de esta idea ge-
eral que conduce a la justificacién det
poder fuerte, cualquiera seasu indole, pro~
viene de Mequiavelo y de Hobbes. Este
Siltima mostré muy poca preocupacion por
la moral seforial y por los restantes ati
butos estéticos dela eraltacon nietzschea-
ina contemporinea de Ia fuerza. Su filoso:
fia esta impregnada de una ironia misan-
trépica. Con tenabrosa sonvisa, acorseja a
les gobernantes oprimir con pulso firme
la raza humans, a eses sucios y vanidosos
yanoos que describiera Jonanthan Swift.
El poder de un canalla en el trono es la
‘mejor solucion posible. A propdsito, tam
poco ontra en contradiceién con las leyes
de la naturalezae! hecho de que el pueblo
ajusticie a sus gohernantes.
‘tra forma de reverenciar el curso
natural de la vida, encontré su expresion
clasica en la obra de los libereles ingleses
prerravalucionarios. En este caso, Ia idea
de la racionalidad de lo irracional adquie-
re un cardcter mas idlico: a la mecanica
de las fuerzas que chocan en lucha abier-
ta, se contrapone el ideal del mejoramien-
‘0 organico imperceptibie de le sociedad
humana, pletérica de tradiciones ylismo.
La espontaneidad de los movimientos del
alma, [a libertad de la individualidad mo-
‘aly extética, la negactén de las reglas ex-
temas y la prédica de l2 armonia interna
‘con el mundo circundante son las razones
romanticas que los liberales oponen a la
revolucién grasera que pone de cabeza al
hombre con el fin de someterio al control
de la sociedad. No hay ni puede haber
‘mejor forma de organizacion social que
aquella que, ajena a toca suerte de cons-
‘rucciones artficiales, dimana del arte de
Ia propia naturaleza de las cosas.
El secreto del retorno a la naturale:
2a que caractoriza a los ilustradores de! si-
{glo XVI radica, precisamente, en la justi-
ficacion de la legalidad espontanea de los
exos existentes entre los hombres, En re
lacidn con la naturaleza, todo lo creado
por “el arte” es superficial y precario. Des
Rerino CUNTBALONNIGIT] Ss anos s
cubri a naturaleza significa conocer ley
“natural” del desarrolio econémico, El sis-
tema solar del régimen burgueés comenza~
ba 2 salir de su nebulosidad primigenia y
a revelar su movimiento, que parecia los
Los ECONOMISTAS DE ESTA EPOCA EXPE
RIMENTAN EL FASCINACION DEL PRIM
‘CAPAZ DE CREAR UNA “SIMPATIA DE
‘COSAS” TAL QUE NO HABRIA SORADO SI~
QUIERA EL MAS AUDAZ DE LOS REFORMA-
ORES Y UTOPISTAS.
escritores de entonces tan infalible como
‘el movimiento de los astros.
los economistas de esta &poce ex:
perimentan el fescinaci6n del primer amor
al descr el asombroso sistema de pio~
duceién y consumo que se establecia 2
‘pesar de la oposicion violenta de los go-
bernantes, un sistema capaz de crear una
“simpatia de las cosas” tal que no habria
NEIDAD CONSTITUYE EL PELDARO sUPE-
RIOR ALCANZADO POR EL PENSAMIENTO
EN ESTE PERfODO.
sofada siquiera el mas audaz de los
reformadores y utopistas. Grandes compe-
sitores, como Haendel. escniben oratorios
‘en honor de la armonia universal. Los poe-
tas cantan a la unidad del egoismo priva-
do y el beneficio social, a la inmersién en
Ja vida personal y a la cercania esporta-
nea al orden universal
Por diferentes que sean los intereses
y las pasiones de los hombres, todos so-
mos piedras del edifcio gigantesco de la
"fabrica mundial’, y es bueno todo lo que
cocupa el jugar que le cortesponde. Pope,
poota inglés dela época, express esta idea
13TELIXIONGS
en su Ensayo sobre el hombre:
De una pasion peculiar cada cual esta
imbuido
Nadie quiere ser otro
El sabio se siente dichoso al
‘explicar el mundo
El tonto es mis feliz siendo
ignorante
Fl rico alcanza la felicidad on la
‘abundancia
El pobre se contenta con la gracia
de Dios
El ciego baila, y ol cojo canta
Ellunatico se creerey, yel borrachin,
héroe
El quimico hambriento persiste en
fabricar oro
El poeta se contenta con su musa.
De esta forma, en cada manifesta-
idn de! espiritu del tiempo habia una par-
ticula del doctor Pangloss voltaireano:
“Todo es como es, y no pude ser de otra
forma que como es"; "Les cerdes fueron
creados para que los comamos, y he aqui
quenosotros efectivamentelos comemos";
“Las plernas han sido creadas para llevar
pantalones, y nosotros realmente llevamos
Pantalones”. incluso los materialistas fran-
ceses del siglo XVII, luchadores enérgicos.
contra todo vestigio medieval, se apresu-
raban en demostrar que sus ataques cri
cos no tenian el propesito de violentar
ley natural", sino, por el contrario, el de
afanzar la propiedad y la moral sobre una
base mas solida. (Pobre de aquel que, aun
imbuido de las mejores intenciones, de-
see intervenir en el reino de las leyes es-
pponténeas de la convivencia humana, mis
fuertes que el propio hombre!
La poesia experiments esta santided
del curso natural de los acontecimientos a
través de la imagen del destino tragico.
Tomemos como ejemplo Los bandiddos de
Schiller, pieza dramatica habitualmente
considerada una expresion genuina de las
ansias Ubortarias de Ia burguesia alema-
na.
En esta obra encontramos ya, en
esencia, todo el progiama de [a filosofia
14
Idealista de fines del siglo XVlll y comien-
205 del XIX. Franz Moor, grandisimo pica-
ro capez de vender a su padre ya su her
‘mano por alcanzar el poder, egoista que
ppronuncia discursos en honor de la moral
holbachiana y no cree en otro dios ni otro
diablo que no sea la riqueza, representa
fen la obra de Schiller la sociedad fundada
ton la propiedad privada y el dinero. A él
se contrapone su hermano Karl, de natu-
raleza noble, pero impetuosa. Kari Moor,
desterrado a causa de las intrigas del ner-
‘mano, se rebela con una banda de hom-
bres audaces contra el orden enistente y
desempeds el papel tradicional del buen
bbandido defensor de los pobres.
Sin embargo, una vez saciada su sed
de venganza, Ker! Moor toma conciencia
ide su condicién de pecador. Fl luchador
por le felicidad y Ia resurreccin moral de
la humaridad estaba en lo cierto al negar
ef mundo, mientras esta negacion no pa-
sara de ser una idea pura. Pero al tomar
las armas, se ve obligado a vincularse con
bribones de! tipo de Spielberg y actia
como una fuerza material conteatia ol cur-
sonatural delos acontecimientos. cuya ra-
cionalidad permanece oculta incluso para
‘el mismo. En ello radica su culpa tragica, y
para expiaria, egun ia idea del posta, debe
ponerse en manos de la Justicia.
‘Quien por el sendero del crimen
hada la verdad avanza
No hallard placer incluso en a
verdad alcanzada
-escribiria Schiller posteriorments,
haciendo referencia, por supuesto, a la
Revolucién Francesa
Por lo general, as crticaban la revo~
lucian los eszritores alemanes de la épo-
‘ca reconocian el cardcter ideal de sus as-
piraciones. pero reverenciaban mucho mas
elderecho de lo exstente. El mundo avan-
2a Por un curso determinado, en tanto el
ideal es s6lo una posibilidad. En términos
generales, la sublime flosofia de ia espon-
taneidad constituye el peldafa superior
alcanzado por el pensamiento en este pe-
Hegel representa esta fuerza dol
autodesarrollo natural de las circunstan-
Reviews CONTICOLELIITS ane s a 1000ciasen la forme del wespiritu universal» que
se sirvede la totalidad de los intereses con-
tradictorios de los hombres para alcanzar
su objetivo. Ala inteligencia humana s6lo
resta comprender la “astucia de Ia raz6n
ALA INTELIGENCIA HUMANA SOLO RESTA
COMPRENDER LA “ASTUCTA DE LA RAZON
UNIVERSAL”, Y ELLO UNICAMENTE DESPUES
DE QUE SUS eNTONATiCAs coMBEHACIO™
NES YA 6E HAN REALI2A00 EN LA VIDA.
universal”, y ello Unicamente después de
‘que sus enigmaticas combinaciones ya Se
han realizado en la vida.
Esta fuerza suprapersonal de las cit-
ccunstancias no sélo tuvo su filosoia, sino
también su estética, La idea del caracter
Unilateral, abstracto y ne pottico de la lu-
cha revolicionaria, que destruye todos los
vinculos tradicionales y arranca autori-
tariamente el velo que cubre el rosiro ho-
[Los PRINEROS MOVIMIENTOS DE LAS CA~
[PAS PLEBEYAS DE LA SOCTEDAD NO SOLO
[ESTABAN DIRIGIDOS CONTRA LOS PODE~
[ROSOS, SINO TAMBIEN CONTRA TODO EL
‘MUNDO DE LA CIVILIZACION ¥ LA CULTU=
‘tA, VINCULADO DE UNA U OTRA FORMA A
Conran ta “FILosoria Det
rrible de la verdad (Schiller, La estatua de
Sais), es comin en una u otra medida a
todas los pensadores antes de Marx y
Engels. La reaccién nunce se ha valido &x-
clusivamente de la fuerza de las armas, y
ro sélo con dinero y status ha comprado
alos hombres de la cultura. A su favor he
tenido muchas cosas: la belleza de la re-
signacion, la poesia medieval, jos templos
agbticas, las rocas de basalto y los castillos
caballerescos, a intimidad patriarcal de los
ONS
usos y las costumbres; ha logrado seducir
con la riqueza de los matices crepuscula-
res que se dibujan bajo las bovedas de las
iglesias, y asustor al espirtu sedicioso con
la luz diurna y prosaca de la revolucién,
Recordemos como hacian saber de si es:
tas tentacones incluso en hombres det
calibre de Heine. A meciados del siglo XK.
tuno de los “diadocos hegelianos”, FT
Fisher, autor de una conocida Estética es-
cribie: “La revolucion quiere hacer la his
toria, pero la historia hecha no ex estéti-
a"
En efecto, la revolucién se habia oct
‘pado muy poco de la estética. Los prime-
fos movimientos de las capas plebeyas de
la sociedad no s0io estaban dirigidos con-
tra las poderoses, sino también contra
todo el mundo de la civlizacién y le cultu-
‘a, vinculado de una u otra forma a la n=
queza. Contra la “flosofie del placer” de
las dases acomodadas, las masas popula~
tes enarbolaron su ideal de pobreza uni-
versal igualitaria. En época de Savonarola,
la ira popular se descargé sobre el
libeepersamiento pagano de las cases do-
minantes y, ala par, sobre las estetuas, las
pinturas y otros objetos de placer de los
patricios florentinos. En tiempos de
Cromwell, destruyeron teatros y azotaron
fen publico a los actores. Junto a los
babuvistas, estaban dispuestos a reclamer:
"Que mueran todas las artes si es preciso,
con tal que nos quede una igualdad real”.
Con palabras de Engels,
‘esta austeridad ascética, este postu-
lado de! renunciamiento de todos los
placeres y civersiones, establece fren-
te a lar clases dominantes el princi-
pio de /a igualdad espartana y cons
tituye una etapa de transicion nece-
aria, sin la cual la capa inferior dela
focedad nunca se podré poner en
marcha, Para desplazer su energia re
volucionaria, para tener la concien-
Ga de su posicién host frente a los
demas elementos de la sociedad,
para concentrarse como tal clase,
debe empezar por deshacerse de
todolo que pudiera reconciliarse.con
ee revite CUTMLUMLUATS ane s 1999RAPLEXIONIS
el orden establecido y renunciar alos
paces placeres que todavia le hacen
soportable su vida misera y que nila
presién mas fuerte le podra arreba-
Eltema de las artes, come medio de
retinar las costumbres y prevenir la revo-
lucion, fue discutido vivamente en toda la
literatura estetico-filosotica del siglo XVI
En la primera parte de su célebre discurso,
Rousseau escribi6
Mientras que el gobierno y las leyes
pproveen a la seguridad y al bienes-
tar de los hombres, las ciencias, las
artes y las letras, menos despoticas
¥y quizas mas poderosas, extienden
uirmaldas de flores sobre las cade-
nas de hierro con que estan carga-
das, ahogan en ellas ol sentimiento
de esa libertad orginal para la cual
parecian haber nacido, les hacen
amar su esclavtud y forman de ellos
lo que