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IDESCUBRA LA FELICIDAD AL VIVIR BAJO EL PRINCIPIO DE LA PUREZA! Somos muchos los cristianos que tenemos la esperanza de Dios nos va a guardar de la calamidad y de la desdicha y, al mismo tiempo, cada dia tomamos unas decisiones inmorales pequefis, al parecer carentes de consecuencias, que nos van llevando lentamente _ hacia inmoralidades mayores. ¢Cémo podemos eyitar las sediic- ciones y las trampas que nos encierran en la esclavitud y destrozan huestra vida abundante? Podemos escoger bendiciones como el g020, la paz, la vida la esperanza y la. risa. O.podemos escoger maldiciones como la infelicidad, las cicatrices, 0 un montén de ceniza. En El principio de la pureza, Randy Alcorn de manera préctica — y radical nos ensefia quet + Nuestra condnera sexual evela quién o qué gobierna nuestra vida, *+ Dios ordena que seamos puros, y prohibe la impureza. * Dios nos ama lo suficiente como para ponernos letreros de advertencia, * La pureza siempre es inteligente y la impureza es insensata, ‘La telaci6n sexual es increfblemente poderosa; es capaz de hacer un bien inmenso... 0 un dafio también inmenso. + Es correcto proteger la virginidad de uno. Es bueno que usted anime a sus hijos a guardarse para el matrimonio, no solo para la gloria de Dios, sino por su propia felicidad. RANDY ALCORN es el fundador y director del Ministerio Exernal Perspective y autor de | ‘ats libsos muy ledos. Ente sas novelas haan Deadline, Dominion, Carta secre y A sale encase El principio de reore ads de Money Pasco, and Ete, obra cise «a sobre mayordomla, Randy ys esposa Nani wven en Gresham, Org, Producto 495318 90000 Categorfa: Vida cristiana L www.editorialu VZIUNd FF OldIONIUd 72 RANDY ALGORN of ae ee) _ dela PUREZA LA PROTECCION de Dios PARA los CAMINOS de la VIDA ef PRINCIPIO dela PUREZA T LA PROTECCION de Dios PARA los CAMINOS de la VIDA RANDY ALCORN a Publicado por Editorial Unilit Miami, FI. 33172 Derechos reservados © 2003 Editorial Unilit (Spanish translation) Primera edicién 2003, © 2003 por Eternal Perspective Ministries Originalmente publicado en inglés por ‘Multnomah Publishers, Inc. 204 W. Adams Avenue P.O, Box 1720 Sisters, Oregon 97759 USA con el titulo: The Purity Principle de Randy Alcorn. ‘Todos los derechos de publicacién con excepcién del idioma inglés son contratados exclusivamente por GLINT P.O. Box 4060 Ontario, California 91761-1003, USA. (All non-English rights are contracted through: Gospel Literature International, PO Box 4060, Ontario, CA. 91761-1003, USA.) [Ninguna parte de esta publicacién podr ser reproducida, procesada en algin sistema que la pueda reproduc, o transmitida en alguna forma o por algiin medio electrénico, mecdnico, fotocopia, cinta magnetofénica u otro excepto para breves citas en reseias, sn el permiso previo de ls editores, ‘Traducido al espafiol por: Andrés Carrodeguas Citas biblicas tomadas de la Santa Biblia, revisién 1960 © Sociedades Biblicas Unidas y La Biblia al Dia © 1979 International Bible Society. Usadas con permiso. Producto 495318 ISBN 0-7899-1112-4 Impreso en Colombia Printed in Colombia Dedicatoria A mis hermanos y hermanas que son ya vencedores por Jestis, después de haberse apartado de unos placeres menores y fraudulentos para abrazar con gozo otros placeres mayores y verdaderos. «En tu presencia hay plenitud de goz0; delicias a tu diestra para siempre». SALMO 16:11 Contenido Reconocimientos:. 6... ee ve ee ua Capfruto 1 Olvidar lo que habria podido ser... ... 9 CapiTuLo 2 In interés inteligente en nosotros mismos. . . 17 CariTuLo 3 Por qué tanta insistencia en esto de la relacién sexual?.......... 31 Cariruto 4 En la mirilla y vulnerable . 41 Capfruto 5 Su mente es el campo de batalla....... 51 Cariruto 6 Unas estrategias sabias oe 67 Carfruto 7 Volverse radical... .......005. 81 Capituto 8 Indicaciones para los solteros.. 6. 0 ss 97 Catruto 9 Indicaciones para las parejas ylos padres. ve cee ee 103 Capfruo 10 Confesar, rendir cuentas ycaleular el precio. . . ConcLusiONn Una batalla que podemos ganar... . . . 121 Notas Qurero peociren al gets ee hd Larry Libby, mi editor y amigo, quien tomé lo que yo habia escrito y me ayudé a seleccionar y buscar su esencia, de manera que cupiera en estas paginas. Fue Larry también el que propuso la aplicacién de Jonés 2:8, que yo no habfa relacionado nunca antes con la pureza sexual. Mi agradecimiento en especial también a NR, HT y NK, por su valiosa colaboracién en la creacién del original. Gapitalot PODIDO SER Gracsempormcitlinacantidiitn ys: desplomé sobre una silla. —Estoy verdaderamente enojado con Dios. Se habfa criado en una leal familia de la iglesia, habfa conocido a una joven cristiana y se habfa casado con ella. Ahora era la imagen misma de la desdicha. —Vamos a ver... ;Por qué estés tan enojado con Dios? —Porque la semana pasada cometi adulterio —fue su respuesta. Un largo silencio. Por fin le dije: —Lo que veo es que Dios tiene razones para estar enojado contigo. Pero, gpor qué estas enojado t# con EP Eric me explicé que durante varios meses habia sen- tido una fuerte atraccién por una mujer de su oficina, y 10 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA ella también la habfa sentido. Habfa orado con fervor para que Dios lo apartara de la inmoralidad. —;Le pediste a tu esposa que orara por ti? —le dije—. Te mantuviste alejado de esa mujer? —Bueno... no, Saliamos a almorzar juntos casi to- dos los dfas. Lentamente, comencé a empujar un gran libro a lo largo de mi escritorio. Eric me observaba sin entender, mientras el libro se iba acercando cada vez mds al borde. Yo oré en voz alta: —Sefior, no permitas que este libro se caiga! Segui empujando y orando. Dios no suspendié la ley de la gravedad. Al llegar al borde, el libro se cay y dio un golpe contra el suelo. —Estoy enojado con Dios —le dije a Eric—. Le pedi que no dejara que se cayera mi libro... ;pero El me fall! LAS DECISIONES QUE NOS DESTRUYEN Hoy puedo ofr todavia el ruido de aquel libro cuando golpes el suelo. Fra una imagen de la vida de Eric. Joven, bien dotado y bendecido con una esposa y una hija pequefia, Eric rebosaba de potencial. OLvipaR Lo QUE HABRIA PODIDO SER Su historia no terminé aquel dfa. Terminé convir- tigndose en un depredador sexual, y llegé a violar a su propia hija. Lleva varios afios en prisién, arrepentido, peto sufriendo las consecuencias de haber ido empujan- do poco a podo su vida hacia el borde, hasta que la gra- vedad se hizo cargo de la situacién. Somos muchos los cristianos que. — tenemos la esperanza de que Dios nos. Cada dia va a guardar de la calamidad y de la gomamos unas desdicha, y al mismo tiempo cada dia decisiones tomamos unas decisiones inmorales _jnmorales pequefias, al parecer carentes de con- —_pequefas.. secuencias, que nos van llevando len- tamente hacia inmoralidades mayo- res. (Una encuesta hecha en una reunién de los Cum- plidores de Promesas donde habfa mil quinientos hom- bres revelé que la mitad de ellos habfan estado viendo pornografia la semana anterior.) Tiffany y Kyle también crecieron en la iglesia. Cuan- do el pastor de jévenes hablaba contra las relaciones sexuales antes del matrimonio, les costaba tomarlo en serio. Sus peliculas, la televisién y la musica se centra- ban en el sexo. Una noche, después de la reunién del grupo de jévenes, Tiffany cedié ante los avances de 12 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA Kyle. Fue algo doloroso, nauseabundo... no se parecfa en nada a lo que pasa en las peliculas. Después se sentfa horriblemente. Kyle estaba enojado con ella, porque se suponfa que no debié permitir que aquello sucediera. Tiffany comenzé a dormir con cualquiera, en busca de un hombre que la amara. Nunca lo encontré; la usa- de ir ala iglesia. Un dia descubrié que estaba embarazada. Una amiga la Ilevé en su auto hasta una clinica de abortos. Ahora la persiguen los suefios acerca del nifio que maté. Habrfa podido acudir a Cristo. El la habria perdona- do. Pero tiene ya el corazén tan quebrantado y encalle- cido, que no lo cree. Se ha tratado de suicidar. Esta usando drogas y anda de prostituta por las calles. La han violado. Hace poco se hizo otro aborto. Los ojos se le ven muertos. Y su esperanza también est4 muerta. ban y segufan su camino. Dej Kyle? Perdié el interés en las cosas espirituales. Aho- ra esté en el colegio universitario, y se proclama atco. Ha tenido relaciones sexuales con varias muchachas. Se siente vacfo, pero experimenta con todo lo que le parez- ca que le puede traer felicidad. Lucinda, una mujer cristiana, decidié que su esposo no era lo suficientemente roméntico. Era un hombre decente, trabajador y fiel a la iglesia, pero no estaba a la Oxvipar Lo QUE HABRIA PODIDO SER 3 altura de las imagenes de Principe Encantado que pre- senta Hollywood. Se enredé con otro hombre y termi: né casdndose con él. Afios més tarde, después de causar- le unos sufrimientos indecibles a su familia y causdrselos ella misma, volvié a Cristo. «Cémo quisiera volver a es- tar con mi primer esposo», admitid, «pero ahora es de- masiado tarde». Sf, Dios ha perdonado a Lucinda, y sigue teniendo planes para ella. Con todo.... ha pagado un precio terrible. El profeta Jonds, en el sistema digestivo de un gran pez en las profundidades del Mar Mediterraneo, hizo esta observacién: «Los que confian en dioses falsos, que son vanidades ilusorias, han dado la espalda a todas las misericordias que de parte del Seftor les esperaban». (Jonas 2:8, Biblia al Dfa). Un {dolo es algo mas que una grotesca estatua de la- bios gruesos con un rubs en el ombligo. Es un sustituto de Dios. Es algo —cualquier cosa— que valoramos mas que Dios. Para podernos aferrar a un idolo, tenemos que hacer un intercambio. Nuestra conducta sexual revela quién o qué gobierna nuestra vida (Romanos 1:18-29). El pecado sexual es idolatria, porque pone nuestros apetitos en el lugar de Dios. 14 _ EL PRINCIPIO DE LA PUREZA Los que se apartan de Dios para aferrarse a un susti- tuto suyo, suften unas pérdidas terribles. ;Por qué? Por- que fueron hechos para hallar su gozo en Dios, y no en el sustituto. Intercambian las bendiciones presentes y futuras de Dios por algo que inmediatamente pueden ver, probar o sentir. Y ese algo nunca satisface. — Yo lo he hecho. Y usted también. Nuestra conducta En uno u otro grado, todo pecador in- sexual revela_ tercambia lo que tiene —y habria po- quitn o qué ido tener— por una mentira. Algu- gobiema nas veces, las mentiras crecen, y con nuestra vida, ellas aumenta lo que esté en juego. Se- guimos empujando nuestra vida poco ‘4’ a poco hacia la destruccién. Para satis- facer alguna subida de las hormonas, alguna fantasfa se- creta, intercambiamos voluntariamente nuestro futuro. Es un negocio terrible. Un trato con el diablo, que nunca cumple lo que promete. Todos los dias hay hombres y mujeres cristianos que renuncian a su felicidad futura a favor de un estimulo sexual temporal. Como los adictos a drogas, vamos de dosis en dosis, cambiando la satisfaccién de una vida justa por el gusto de un instante, que nos deja vactos y deseando més. Otvipar Lo QUE HABRIA PODIDO SER 5 Eso es lo que hizo Eric. Renuncié a una esposaqueloama- un negocio ba... una hija que lo habria adora- terrible. do... el respeto de su familia, sus ami- Un trato con gos, sus compaiieros de trabajo y su el diablo, iglesia. Su caminar con Cristo. os hi Al final, renuncié a su libertad. cumple lo que Con cada pequefia mirada que ali- promt. menta nuestra lujuria, nos damos un nuevo empujén que nos acerca més al ! borde, donde la gravedad va a tomar el control y va.a ha- cer que nuestra vida se derrumbe estrepitosamente. Qué vamos a perder? ;A qué vamos a renunciar, que habria podido ser nuestro; que habria sido nuestro? :Dénde estarfa ahora Tiffany, si se hubiera manteni- do pura? En lugar de ser una prostituta perseguida por las violaciones y los abortos, podria ser una luz para Je- stis, tomando partido por El en el recinto de un colegio universitario, llena de gozo y esperanza para el futuro. Kyle también lo habria podido ser... solo si. BY Lucinda? También renuncié a lo que era suyo, y lo que habria podido ser. ¢Quién sabe lo que la «gracia» de Dios habria podido incluir en si. ;Una conciencia limpia y una valiosa sensacién de paz? ;Unos célidos y 16 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA satisfactorios afios en compaiita de su familia? El respeto y el afecto de sus hijos y nietos? ;Una influencia permanente en las jévenes que vieran su ejemplo? ;Un ministerio que Hegaria hasta centenares de vidas? ;Unas recompensas su- periores a todo lo que se habria podido imaginar en la vida venidera? Si. Dios la ha perdonado. Por completo. Pero siguen presentes las consecuencias de sus decisiones. No pode- mos estar viviendo en lo que «habrfa podido ser; todo lo que podemos hacer es admitir su realidad y seguir adelante. En El principe Caspidn, de C. S. Lewis, después de no hacer caso de la indicacién que le dio Aslan para que lo siguiera, Lucy trata de preguntarle qué habrfa sucedi- do si ella hubiera obedecido antes a su voz, siguiéndolo en lugar de buscar excusas. El Gran Leén le contesté: «Saber lo que habria sucedido, nifia...? No. A nadie se le dice eso nunca». Gapitulo 2 EN NOSOTROS MISMOS S. ‘TO ES lo asombroso en los casos de Eric, Lucin- da, Tiffany y Kyle. Todos pensaban que estaban actuan- do en busca de sus mejores intereses cuando siguieron su lujuria, Si hubiéramos podido conseguir una entrevista sincera con cualquiera de ellos inmediatamente antes de que tiraran a la basura su pureza, nos habrian dicho: «Esto lo hago por mé mismo. Lo hago por mi felicidad». Sin embargo, no era asf. Ni por casualidad. Nunca lo es. 2 En realidad, no se limitaron a herir a otras personas. Actuaron contra sus propios intereses personales. Lo que hicieron no solo estaba mal, sino que era poco inteligente. Desde que éramos adolescentes, muchos de nosotros hemos ofdo listas de razones por las cuales debemos ca- minar en pureza sexual. Dios ordena que seamos puros, 18 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA y prohibe la impureza. La pureza es lo correcto. La im- pureza es incorrecta. ;Cierto? Por completo. Pero es igualmente correcto decir que /a pureza siempre es inteligente y la impureza siempre es insensata. Eso es. Yo lo llamo «el principio de la purezav: La pureza siempre es inteligente y La impureza siempre es insensata. No algunas veces. Tampoco por lo general. Siempre. EI Dios santo hizo el universo de tal forma, que aque- llo que esté de acuerdo con su cardcter, y las leyes que se derivan de ese cardcter, siempre reciben recompensa. Lo que viola su cardcter siempre recibe castigo. El recompen- sa todo acto de justicia y castiga todo acto de injusticia. Eso no significa que Dios inter- venga directamente siempre. Su ley aie moral es como la ley de la gravedad. El waa” fjé. Cuando un conductor poco pends, —_evidadoso va a exceso de velocidad por un paso montafioso helado, pier- de el control y lanza su auto por un ve y UN INTERES INTELIGENTE EN NOSOTROS MISMOS 19, despefiadero, Dios no inventa de repente la gravedad para castigar su descuido. La gravedad ya existfa. De igual forma, Dios no necesita castigar al adicto a la pornograffa cada vez que toma una decisién errénea, El castigo va dentro del mismo pecado, La vergitenza, la degra- dacién y la deformacién de la personali- = dad lo siguen como algo normal. Las Jess no mide Escrituras describen alos que se han so- “Ig gbediencia metido a su lujuria para vivir en la in- pop su virtud, moralidad, diciendo que terminan «te- "sing por su cibiendo en si mismos la retribucién — ahizturia, debida a su extravio» (Romanos 1:27). Esa es la forma en que funciona el 1 universo moral de Dios. Somos nosotros los que escoge- mos nuestro propio camino. Pero cada camino viene acompafiado por unas consecuencias inevitables. Algunas veces, los caminos de la vida son peligrosos, pero Dios nos ama lo suficiente como para ponernos unos letreros de advertencia: «No cometerds adulterio» y «Nada de relaciones sexuales antes del matrimonio». No los tenemos que obedecer. Pero s{ tendremos que soportar las consecuencias. En la pureza hay seguridad. En la impureza hay ries- go. La pureza siempre nos ayuda. La impureza siempre 20 EL pRin 10 DE LA PUREZA nos hace dafio. La pureza siempre es inteligente y la impu- reza siempre es insensata. Anételo. Delo por seguro. Piense en la historia del hombre sabio que relaté Cristo: «Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificé su casa sobre la roca. Descendié lluvia, y vinieron ros, y soplaron vientos, y golpearon con- tra aquella casa; y no cay6, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificd su casa sobre la arena; y descendié lluvia, y vinieron fos, y soplaron vien- tos, y dieron con impetu contra aquella casa; y cayé, y fue grande su ruina». (Mateo 7:24-27) Jestis no mide la obediencia por su virtud, sino por su sabiduria, No mide la desobediencia por lo errada que esté, sino por su necedad. Aquel hombre se condend a sf mis- mo a «gran ruinay por sus propias decisiones insensatas. No llama «justo» al hombre obediente, sino que lo lla- ma «prudente», sabio. Sencillamente, ha sido listo. UN INTERES INTELIGENTE EN NOSOTROS MISMOS 21 Las mayores victorias de Satands y nuestras mayores derrotas se producen cuando ¢l logra que nosotros nos preguntemos: «;Debo escoger lo que Dios me ordena..., 0 debo hacer lo que es mejor para mi?» La forma misma en que planteamos la pregunta demuestra lo fuertemente que hemos sido engafiados. No vamos a escoger el camino de Dios constante- mente, mientras no lleguemos a comprender que ese ca- mino es siempre lo mejor para nosotros. DIVERSAS MOTIVACIONES «Pero espere un poco», podria decir usted. «Usted esté hablando aqué de una motivacidn ego{sta y nada espiri- tual. zAcaso no deberfa ser el amor de Dios la tinica motivacién de un cristiano?» No; al parecer no siempre es asi. Las Escrituras nos proporcionan diversas motivaciones para obedecer a Dios. Una de ellas es el amor. Pero la Bi- blia nos presenta con toda claridad otras dos motivaciones que apelan de forma directa a nuestros intereses persona- les: el temor de Dios y la esperanza de la recompensa. Si pensamos que son motivaciones nada espirituales, entonces no estaremos sabiendo captar una doctrina bi- blica central. 22 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA EI temor de Dios es un profundo Podemos escoger tespeto por su santidad, en el cual se in- maldiciones como cluye el temor a las consecuencias que la infelicidad, — tiene el desobedecerle. Cuando sopesa- lus cicatrices 0 un OS esas consecuencias, nos podemos montén de sentir motivados a favor de la pureza. ss, ‘También podemos alegar a favor de la pureza, porque Dios es Galardonador por naturaleza (Hebreos 11:6), y pode- ‘mos estar seguros de que nos va a recompensar por ella. Y porque es parte esencial de ese estado que es el mds escaso y maravilloso de los estados del ser humano: el gozo. A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendicién y la maldicién; escoge, pues, la vida, para que vivas ttt y tu descendencia; amando a Jehova tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti. (Deuteronomio 30:19-20) Podemos escoger bendiciones como el gozo, la paz, la vida, la esperanza y la risa. O podemos escoger maldi- ciones como la infelicidad, las cicatrices 0 un montén de ceniza. UN INTERES IN GENTE EN NOSOTROS MISMOS 23, Cuando Cain, el primer ser humano que nacié, se encontré en una encrucijada moral, Dios razoné delica- damente con él. «;Por qué te has ensafiado, y por qué ha decafdo tu semblante? Si bien hicieres, ;no serds enalte- cido? y sino hicietes bien, el pecado esté a la puerta; con todo esto, a ti serd su deseo, y ti te ensefioreards de él» (Génesis 4:6-7). Le estaba diciendo: «Si escoges mi plan, vas a hallar la felicidad. En tu rostro habré una sonrisa. Por supues- to, estas en un mundo cafdo. Pero si te niegas a seguir tus apetitos de pecado que te quieren dominar; si cami- nas conmigo, vas a experimentar mi paz. Si rechazas mis normas, te estards rindiendo ante unas fuerzas que te van a destrozar la vida». El resto es historia. EL ARGUMENTO INTELIGENTE Y BL INSENSATO pAlega Dios a favor de la pureza sexual a partir de la idea de que es inteligente escogerla, mientras que la impure- za es insensata? Jiizguelo usted mismo: ZY por qué, hijo mfo, andards ciego con la mujer ajena, y abrazards el seno de la exirafia? Porque los 24 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA caminos del hombre estén ante los ojos de Jehova, y 4 considera todas sus veredas. Prenderén al impfo sus propias iniquidades, y retenido ser con las cuerdas de su pecado. El moriré por falta de correccién, y erraré por lo inmenso de su locura, (Proverbios 5:20-23) @Por qué evitar el adulterio? Porque Dios lo va a ver, yvaa hacer caer el castigo sobre nosotros, Pero aun an- tes del dia del juicio, «retenido serd con las cuerdas de su pecado», El adtiltero va a ser atrapado; va a morir. El mismo es la principal victima de su necedad. En cam- bio, el hombre que permanece puro se puede «tegocijar» y «recrearse» en el amor de su esposa, disfrutando de su unién sexual (Proverbios 5:18-19). En el capftulo siguiente, Dios pregunta: {Tomard el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? zAndaré el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen? Asi es el que se llega a la mujer de su préjimos no quedaré impune ninguno que la tocare. (Proverbios 6:27-29) Un INTERES INTELIGENTE EN NOSOTROS MISMOS 25 Unas palabras impresionantes: nadie que la toque va a quedar sin castigo. Proverbios describe también al hombre seducido al adultetio como «buey que vaal degolladero» y como el ave 0 el ciervo que mata un cazador (Proverbios 7:21-27). Un creyente que se estaba recuperando de la adic- cidn sexual me dijo: «Los adictos siempre piensan que se pueden salir con la suya. Nadie cambia hasta que se da cuenta de que no puede», Yo nunca me voy a salir con la mfa en cuestiones de inmoralidad sexual. Dios quiere que recuerde esto... por mi bien. DECIDA {Quiere vivir realmente para convertirse en un buey Ile- vado al degolladero? Si asi es, siga coqueteando con el vecino de al lado, o la nueva recepcionista de la oficina. Siga pensando en enredarse con esa joven o ese joven que se sientaa su lado en la clase. Siga viendo esos comer- ciales de televisidn, esos programas de charlas y esas peli- culas que le lanzan el contenido sexual como flechas. Iré directamente hacia el degolladero. Si quiere algo mejor, algo maravilloso, escoja la pu- reza. 26 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA No tiene nada de malo defenderse en esta cuestién. Es correcto proteger la virginidad de uno. Es bueno que usted anime a sus hijos a guardarse para el matrimonio, no solo para la gloria de Dios, sino por su propia felicidad. Es totalmente adecuado hacer ver la angustia y la au- todestruccién que esperan, como razones para evitar la impureza. Eso es exactamente lo que hace Proverbios. Uno de los ancianos de nuestra Yo nunca me voy iglesia admitié hablando conmigo: asalir con la mia “Ha habido momentos en que he te- en cuestiones de ido serias tentaciones de cometer inmoralidad adulterio. Me gustaria decir que mi or amor a Dios y a mi esposa bastaron para impedir que cayera. Pero en rea- Mt lidad, todo se redujo a terror puro y simple, Estaba seguro de que si viajaba por ese camino, Dios dejaria que mi vida se volviera desdichada». Es un hombre sabio. Un hombre que actué defen- diendo sus intereses. Sabe que la impureza va a ser casti- gada y la pureza vaa ser recompensada cuando llegue el momento de la paga en el cielo. Habria sido un inter cambio fatal. Era demasiado listo para hacerlo, {Se trata de una motivacién inferior, menos digna? jNo! Este hermano nunca cay, Nunca hizo naufragar a QM Un INTERES INTELIGENTE EN NOSOTROS MISMOS 27 su familia. Nunca avergonzé a su iglesia. Nunca le des- troz6 el corazén a su esposa. Nunca les hizo dafio a sus hijos, Nunca destruyé su ministerio. gLe parece que sti esposa y sus hijos estén agradeci- dos porque el temor de Dios lo mantuvo puro frente a sus oscuras tentaciones? Claro que si. El temor de Dios no nos deberia aterrorizar hasta per- der el sentido. Nos deberfa asustar para que recuperemos el sentido. «El temor de Jehovd es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte» (Proverbios 14:27). Los que han sucumbido ante la tentacién sexual no lo han hecho buscando su propio interés. Lo que han hecho es buscar lo que imaginaban que era su interés; lo que Sa- tands los hizo pensar con engafio que les interesaba. De ha- ber buscado su propio interés, habrfan huido de la tenta- cién como si se hubiera tratado de una cobra furiosa o de una granada a punto de estallar. Se ha- brian aferrado a la pureza como una El emor persona que se est4 ahogando que se de Dios no nos agarra a un salvavidas. jY qué diferen- deberta tes serfan hoy su vida y su familia silo @#errorizar hubieran hecho! hasta perder el sentido. Cuando Dios nos llamaa buscar la pureza, no nos pide que hagamos lo ks aha a ee 28 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA que nos vaa privar del gozo. En realidad, nos llama a ha- cer aquello que nos va a dar el gozo mayor. Escoger la pureza es ponerse bajo la bendicién de Dios. Escoger la impureza es ponerse bajo su maldicién. La decisi6n le toca a usted. Con cada decisién, estar votando. Esas decisiones equivalen a una de estas dos oraciones: * «Sefior, bendiceme por obedecerte» * «Sefior, maldiceme por desobedecerte» 2Cémo ha estado votando usted hasta ahora? ;Cudl de las dos oraciones esta haciendo hoy con sus decisiones? LA BATALLA MAS ESTRATEGICA DE TODAS Las encuestas indican que la moralidad sexual de los cristianos actuales se ha vuelto casi imposible de distin- guir de la que tienen los no cristianos. Con frecuencia es imposible discernir dénde termina el mundo y dénde comienza la iglesia. El que no sigamos las ensefianzas de las Escrituras en este aspecto mina nuestra capacidad para realizar lo que Dios nos ha llamado a hacer. :Por qué? Porque si somos como el mundo, no tenemos nada que ofrecerle, Una Un inrerts INTELIGENTE EN NOSOTROS MISMOS 29 iglesia que no sea santa nunca va a ganar para Cristo a un mundo impfo. gPor qué la pureza sexual forma una parte tan integral de una vida pro- 2Cémo podemos vechosa? ;Por qué las relaciones sexua- : ; a ne evitar las les antes y fuera del matrimonio son ycoiones y tan venenosas para el gozo? ;Por qué 1 las trampas que hay tantos que lo han intentado una y 3 nos encierran otra vez... solo para fracasar también, Jy osclavitud una y otra vez? Cémo podemos evitar mae: yy destrozan as seducciones y fara ea laces encierran en la esclavitud y destrozan—“pimdante? nuestra vida abundante? No estamos exagerando cuando de- cimos que es cuestién de vida o muerte. La hora que le va a tomar la lectura del resto de este libro lo podria salvar del desastre. Lo podrfa poner en un camino por el cual tanto usted como su familia van a estar siempre agrade- cidos. ; Gapitule 3 OR.Q ANTA IN ESTO DE LA RELACION SEXUAL? (Stn OfDO DECIR aquello de que «todos los peca- i dos son iguales para Dios»? Pablo no esta de acuerdo con esto. Asi les habla a los que viven en Corinto, ciudad tan saturada de inmorali- dad sexual: Huid de la fornicacién. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, esté fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. (1 Corintios 6:18) Desde el principio mismo, hay algo en el pecado sexual que es cualitativamente distinto. ;Por qué? Por- que el acto sexual no es solo algo que uno hace, sino que es alguien que uno es, Cuando una persona tiene relacio- nes sexuales, est poniendo su vida en juego. Esté entre- gando algo que tal vez nunca recupere. I ——————— 32 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA Esta cuestién de pureza o impureza va mds alla de las cuestiones exteriores de conducta, cultura y practica. Es algo que penetra hasta el alma, Corta hasta el centro vivo mismo de lo que usted es, y lo que vaa llegar a ser. No fue Hollywood, ni Madonna, ni algtin perverti- do en un cuarto de charlas de la Internet quien inventé el acto sexual, Fue el Dios infinitamente santo, envuelto en una luz y una gloria deslumbrantes, rodeado de 4n- geles radiantes y santos quien creé la relacién sexual. La bondad de la relacién sexual se mantiene o cae, segtin la bondad de su Creador. «Y vio Dios todo lo que habfa hecho, y he aquf que era bueno en gran manera» (Génesis 1:31). La relacién sexual formaba parte de ese «todo» que era tan bueno. = Aun después de la caida, la Palabra Esta cuestiin de Dios habla abiertamente del placer de pureza sexual dentro del matrimonio (Pro- o impureza va verbios 5:18, 19; Cantar de los Canta- més allé de las res 4:5; 7:1, 6-9). cuestiones Las relaciones sexuales son el me- exteriores de di por el cual se conciben los hijos conducta, cultura : y se expresa la intimidad matrimo- y préctica. nial. Ambas cosas son muy importan- tes para Dios. Cuando las relaciones @PoR QUE TANTA INSISTENCIA...2. 33 sexuales se producen dentro de su contexto adecuado, y con un espiritu de entrega, Dios sonrie ante ellas. EL PODER DE LA RELACION SEXUAL He aqui lo que hace tan importante el principio de la pureza La relacién sexual es incretblemente podero- sa; es capaz de hacer un bien inmenso... 0 un dafio también inmenso. EI fuego es un don de Dios. {Qué harfamos sin él? gHa contemplado usted alguna vez una fogata en una noche claray frfa, bien metido en el corazén de una regién sal- vaje alumbrada por las estrellas? Sin embargo, cuando esas mismas llamas magicas se salen de sus limites, ;qué sucede? Una horrible devastacién. Dolor. Muerte. Los dones més maravillosos de Dios, tomados fuera de los {mites dispuestos por El, se convierten en total- mente destructores. Eso es lo que sucede con la relacién sexual, Su potencial para un gran bien tiene otra cara: el potencial para un gran mal. Mientras el fuego esté contenido en la chimenea, nos da calor, Pero si se «libera», se quema la casa. 34 _ EL PRINCIPIO DE LA PUREZA ——— He caminado a través de las hu- Launién — Meantes ruinas de la vida de personas sexual tiene el 4estrozadas por la inmoralidad, He propésito de ser Compartido su desespero mientras se cxpresién de un Preguntaban si se podrfan volver a edi- compromiso para ficar alguna vez. (Pueden, pero creer toda la vida, que pueden es otro asunto.) No pue- do olvidar estas escenas, impresas para siempre en mi alma, En cambio, abrazar la pureza es reclamar para s{ un magnifico regalo. Como la fragancia de una rosa des- pués de una Iluvia de verano. La pureza es incompara- blemente hermosa... y es una belleza que nunca termi- naré, porque todos los que vivan en el cielo serén puros (Apocalipsis 21:14-15). 2DO6NDE ESTAN LOS LiMITES? Seguin la Biblia, los limites de la relacién sexual son los del matrimonio. Las relaciones sexuales y el matrimo- nio van de la mano. La unién sexual tiene el propdsito de ser expresion de un compromiso para toda la vida. Fuera del matrimonio, ese compromiso perdurable se halla ausente. De esta forma, el acto sexual se convierte en una mentira. 2PoR QUE TANTA INSISTENCIA.. 35 La relacién sexual es un privilegio inseparable de las responsabilidades del sagrado pacto matrimonial. Recla- mar para sf el privilegio sin la responsabilidad que le co- rresponde es pervertir las intenciones de Dios. Todo acto sexual realizado fuera del matrimonio los rebaja a ambos. La relacién sexual ha sido pensada para ser la unién de dos personas; de dos espiritus, y no solo de dos cuer- pos. Debe consistir en darle a alguien con quien sabe- mos que estamos comprometidos al ciento por ciento (como lo sefiala el matrimonio legal); no tomar de al- guien con quien no estamos comprometidos. Las palabras «Pero es que nos amamos de verdad» no tienen peso sobre la ética de la intimidad sexual. La rela- cién sexual no se vuelve algo permitido por medio de los sentimientos subjetivos, sino solo por medio del com- promiso objetivo del matrimonio para toda la vida. Esas son las reglas de Dios. Nosotros no podemos hacer nada para cambiarlas. Esas reglas son siempre vélidas. Cuan do nosotros las quebrantamos, ellas nos quebrantan a nosotros. La persona inteligente cuando viaja no maldice las ba randas de la carretera. No se queja diciendo: «Esa baran- da me raspé el guardabarros!» Mira al precipicio, ve los autos destrozados y le da gracias a Dios por las barandas. Las barandas de Dios son sus leyes morales. Nos se- paran de la destruccién. No existen para castigarnos 0 privarnos de algo, sino para protegernos. LA PUREZA Y LA VOLUNTAD DE DIo0s Pablo escribié un pérrafo muy fuerte sobre la pureza moral, y en él resuena el tema del inteligente contra el insensato: Pues la voluntad de Dios es vuestra santificacién; que os apartéis de fornicacién; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasién de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agra- vie ni engafie en nada a su hermano; porque el Sefior es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificacién. As{ que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espiritu Santo. (1 Tesalonicenses 4:3-8) iCudntas veces ha ofdo usted a la gente hablar acerca de challar la voluntad de Dios»? Hablamos de la volun- tad divina como si se hubiera perdido, 0 como si fuera gPOR QUE TANTA INSISTENCIA...2. 37 una especie de cubo de Rubik que hace falta largos afios y el cerebro de un Einstein para resolverlo. Pero no hay por qué preguntarse cudl es la posicién de Dios acerca de las relaciones sexuales fuera del matri- monio. «Pues la voluntad de Dios es a vuestra santificacién [que sedis aparta- El problema dos, hechos santos}; que os aparttis de nos la pasién, fornicacién. sino la lujuria zAcaso no est bien claro? Muchos estén «buscando la volun- - tad de Dios», pero muchos de ellos no se molestan en vi- vir de acuerdo con lo que dicen las Escrituras que es la voluntad de Dios. ;Qué sentido tiene buscar la volun- tad de Dios en cosas menos importantes, si pasamos por alto lo que El ya nos ha dicho: Que seamos puros? Los discfpulos de Cristo no vivian para la lujuria, lo cual realmente los separaba de la cultura pagana que los rodeaba. La Iglesia de hoy necesita redescubrir este as- pecto tan critico de nuestra identidad como esposa suya sin mancha. El problema no es la pasién, sino la lujuria. Servimos aun Dios apasionado. Lo debemos amar y servir con pa- sién, Pero necesitamos cultivar nuestras pasiones con el objetivo correcto, y no con los erréneos. 38 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA Debemos aprender a controlar nuestro propio cuer- po, porque ese control no se produce de forma natural; de lo contrario, no habria que aprenderlo. Hacen falta adiestramiento y disciplina. Resistirse a las tentaciones es negarse de manera fir- me, valiente y obstinada a violar la ley de Dios. Es invo- car repetidamente a Cristo para que nos dé la fortaleza necesaria a fin de éQuiere decirles que «no» al mundo, la carne 7 la voluntad de Dios? ;De 1 diablo, yen cambio, decitle que «st» veras? Entonees # Dios. Hacemos esto porque busca- abrace la pureza. 0s el goz0 maximo, que solo se pue- ‘Aprenda a Aehallaren el conocimiento de Dios. ian @Recuerda aquel canto de los Beat- cuerpo, ‘les, en el que Ringo Starr cantaba: «Todo lo que tengo que hacer es ac- it tuar con naturalidad»? Lo cierto es que si usted acttia con naturalidad, va a terminar achicharrado. En cambio, si acttia con sobrenaturalidad, apoyando- se en el poder del Cristo que habita en usted, vaa disfru- tar de grandes beneficios personales, ahora y después. iQuiere la voluntad de Dios? {De veras? Entonces abrace la pureza. Aprenda a controlar su cuerpo. {POR QUE TANTA INSISTENCIA...2 39) Niéguese a aprovecharse sexualmente de nadie. Al ha- cerlo, va a evitar el castigo de Dios y va a probar el gozo de una vida agradable para Jestis. iQUIEN ES EL DUENO DE SU CUERPO? Algunas veces, cuando estoy hablando de la pureza, pido un lépiz prestado. Lo tomo, lo rompo por la mitad, lo tiro al suelo y lo pisoteo. La gente se queda boquia- bierta. Entonces les pregunto por qué estén tan asom- brados. Siempre alguien me dice: «Porque usted le rom- pid el lapiz a esa persona». Entonces les explico que en realidad, el lépiz era méo, que yo se lo habia dado antes a la persona, y le habia pe- dido que me lo devolviera cuando se lo indicara. De re- pente, todo cambia. Puesto que me pertenece a mi, yo tengo el derecho de hacer con él lo que me parezca. Si le pertenece a otra persona, no tengo ese derecho. Ahora bien, ja quién le pertenece mi cuerpo? Porque habéis sido comprados por precios glorifi- cad, pues, a Dios en vuestro cuerpo. (1 Corintios 6:20) Cuando acepté a Cristo, el titulo de propiedad de mi vida quedé transferido de mi a Dios. El me compré y 40 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA pagé por mi, :A qué precio? El de la sangre que derramsé. Somos suyos porque El nos cred, y suyos de nuevo por- que nos redimié. El tiene todo el derecho de decirme qué debo hacer con mi mente y mi cuerpo. Yo soy el que no tengo derecho ninguno a hacer lo que me plazca con mi cuerpo. Para mi fortuna, Dios acta siempre, no solo para su gloria, sino también buscando mis intereses. Por eso puedo estar totalmente seguro de que todo lo que El prohiba, es algo que me habrfa hecho dafio... y todo lo que El ordene, solo va a servir para ayudarme. Gapttulo 4 VULNERABLE Si USTED ES cristiano, lo tienen en la mirilla; es una persona marcada. Las fuerzas del mal han recibido la orden de destruirlo. Satands quiere acabar con usted. Si no se lo puede llevar al infierno, va a hacer cuanto pueda para que su vida sea un infierno en la tierra. Recuerdo avergonzado algo que sucedié cuando estaba estudiando en el Colegio biblico. Of hablar de un promi- nente lider cristiano que habfa cometido una inmoralidad. zAdulterio yo? ;Primero muerto! Sabla que nunca podrta traicionar de esa forma al Sefior y a mi esposa. No; yo no. Por la gracia de Dios, nunca he tenido relaciones sexuales con otra persona mds que con mi esposa. Pero esto se debe en gran parte a que abri los ojos. Me tuve que enfrentar a una aterradora verdad: En realidad, sf me podia suceder a mi. Y habrfa sido un tonto de haber pensado lo contrario. 42 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA Si usted esté seguro de que nunca le van a entrar en la casa para robar, deja abiertas las ventanas, y el dinero so- bre la cémoda. Si piensa que nunca va a tener una caida moral, va vivir despreocupado, sin tomar precauciones. «Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la cafda la altivez de espiritu». (Proverbios 16:18) Dios nos da a escoger: 0 nos humilla- Sino piensa mos nosotros mismos, 0 nos humilla que le puede FI (1 Pedro 5:5-6). suceder, es casi. Nose engafie a s{ mismo, pensando seguro que que nunca le puede suceder a usted; sf lesucederd. que puede. Y si no piensa que le puede suceder, es casi seguro que le sucederd. Cuando pastoreaba de joven, esta- ba aconsejando a una mujer, cuando de repente me di cuenta de que estaba interesada en mi. ¥ he aqui lo que me asust6, Lo habfa sentido desde el principio... pero me habfa sentido halagado por sus atenciones. Puesto que (atin) no estaba emocionalmente enreda- do con ella, me sent/ tentado a racionalizar. No obstan- te, muy adentro de mf of que sonaba una alarma. Sab/a que estaba caminando por un campo repleto de minas. Dios me recordé que todos los adulterios que conocia habfan comenzado con algo «inofensivo». ENTAMIRIIAY VULNERABLE 43 Asf que hut. Hice otros arreglos. Ella podria seguir recibiendo consejerfa... con otra persona. Tal vez mi decisién la ofendiera, pero el precio era pequefio. Solo Dios sabe —y yo no quiero saber—lo que habria podido suceder. La advertencia de Pablo merece un lugar prominen- teen la pizarra de nuestro auto, nuestro escritorio, nues- tros organizadores y nuestros Palm Pilots (ordenadores de mano): «Ast que, el que piensa estar firme, mire que no caiga». (1 Corintios 10:12) Esta es mi pardfrasis: «Si usted se cree que no necesita tomar precauciones... su nombre se puede deletrear asf: “T-o-n-t-0"». TODO SALDRA A LA LUZ Violar las normas morales de Dios es como violar la ley de la gravedad. No hay manera de librarse de ellas: No 0s engafiéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segaré. Porque el que siembra para su carne, de la carne segard corrupcién; mas el que siembra para el Espiritu, del Espiritu segard vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. (Gélatas 6:7-9) 44 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA ‘Tarde o temprano, el pecado sexual queda al descu- bierto. «Sabed que vuestro pecado os alcanzaré» (Nu- meros 32:23). Salomén dijo: «El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos ser que- brantado» (Proverbios 10:9). He aqui un pensamiento que deberfa causar una pausa en la vida de todos: No hay ningiin momento que sea privado. Jestis les advirtié a sus discfpulos: «Nada hay encu- bierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse. Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oird y lo que habéis hablado al ofdo en los aposentos, se proclamard en las azoteas» (Lucas 12:2-3) Una de las tdcticas més viejas de Satands es la de tejer una falsa telarafia de secreto, lanzando una ilusién de intimidad sobre nuestras decisiones pecaminosas. Nos dice: «Nadie te est4 mirando. Nadie lo va a saber». Pero esté mintiendo. S/hay alguien mirando: el Pé- blico de Uno solo. Alguien ya lo sabe. Y con el tiempo, lo sabrén muchos. Nunca nos salimos con la nuestra en nada. EN LA MIRILLA Y VULNERABLE 45 LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO SEXUAL Los antibiéticos evitan o curan algunas enfermeda- des venéreas. Los anticonceptivos reducen la posibili- dad de un embarazo. Pero no hay anticonceptivo para la conciencia. La ciencia médica podré eliminar algunas de las con- secuencias de mi pecado. Sin embargo, no puede hacer desaparecer el que le tengo que rendir cuentas a Dios. Dios dice: «El que aparta su odo. para no ofr la ley, su oracién también No hay ningiin es abominable» (Proverbios 28:9). momento que El pecado sexual bloquea la comu- sea privado. nién con Dios. Si estamos atrapados en la inmoralidad, solo hay una ora- cién que El quiere ofr de nosotros: la oracién de confe- Mi sién y arrepentimiento. El pecado de Acén hizo que murieran treinta y seis israelitas, ademds de su familia (Josué 7:1-26). Dios es soberano en la vida de cada persona, pero esté claro que los pecados privados de un ser humano pueden causar con- secuencias terribles en otros. Cindy tenfa doce afios cuando su padre, Ifder de la iglesia, cometié adulterio con una mujer de la iglesia (la 46 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA mejor amiga de su esposa) y dejé a su familia. La piadosa madre de Cindy, profundamente herida, se volvié a casar de prisa e imprudentemente con un no creyente. El escandalo penetré en la comunidad. Cindy tuvo que aprender a vivir con las miradas de lastima y de des- precio que recibfa mientras caminaba por el pueblo. Pero las cosas empeoraron. Cindy ha pasado por una larga se- rie de malas relaciones con hombres, entre ellas repetidas concesiones de tipo sexual. Aunque plenamente respon sable de sus propias acciones, también esta cosechando lo que sembré su padre (Exodo 20:5). Toda mujer cuyo esposo ha estado atrapado en la pornografia, puede atestiguar el hecho de que esto ha te- nido un profundo impacto en su vida intima. Un hombre activo en el ministerio renuncié a causa de sus actividades homosexuales. Yo le pregunté: «Qué ae se le habrfa podido decir a usted para Los pecados _evitar esto?» Después de pensarlo un privados de un — instante, me contesté: «Si alguien me ser humano — hubiera podido ayudar a darme cuen- pueden causar sar ta de la tragedia que esto traerfa a mi consecuencias 5 an i ministerio, y la ignominia que harfa rerribles en otros. 5 caer sobre el nombre de Cristo, es po- ase sible que nunca lo hubiera hecho». EN LA MIRILLAY VULNERABLE 47 LA IDENTIFICACION DE LAS MENTIRAS DE SATANAS Jestis dijo acerca de Satands: «Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira» (juan 8:44), Satands es un mentiroso agradable y convincente. Je- stis nos dice la verdad que nos hace libres (Juan 8:32). Pablo dice de Satands que «no ignoramos sus maqui naciones» (2. Corintios 2:11). Sin embargo, hoy en dia si las ignoramos con demasiada frecuencia. Necesitamos identificar lo que hace Satands para destruirnos, para poderlo ver cuando se nos venga encima, y resistirlo. «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como leén rugiente, anda alrededor buscando a 8). Algunas veces, cuando aparece una imagen sexual- quien devorar (1 Pedro mente provocativa, mientras cierro los ojos 0 aparto la ca- beza, me imagino un anzuelo de pescar en el extremo de un cordel. $i vacilo aunque sea un instante, me imagino que me vaaatravesar el ojo y desgarrar la carne. Me van a atrapary llevar a su orilla, Pero ef atractivo es hermoso. Por supuesto. De qué otra forma nos podrfa pescar y des- truir nuestro enemigo? 48 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA Con todo, nuestro Dios es infinitamente més pode- roso que Satands: «Mayor es el que estd en vosotros, que el que esté en el mundo» (1 Juan 4:4), Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamé por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandisimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes dela naturaleza divina, habiendo huido de la corrup- cién que hay en el mundo a causa de la concupis- cencia, (2 Pedro 1:3-4) Dios les advirtié a los primeros humanos lo que les sucederfa si comfan del fruto prohibido: «Ciertamente morirés», En cambio, Satands les dijo: «Vo moriréis». Cada vez que nos sintamos tentados al pecado sexual, tenemos que escoger entre dos voces: la de Dios y la de Satands. zA cudll de las dos va a creer usted? UNA SATISFACCION SUPERIOR Las imagenes sexuales incitan a mi mente a la lujuria. El mundo, la carne y el diablo me bombardean con EN LA MIRILIA Y VULNERABLE 49 mensajes: Me voy a sentir como un hombre, 0 una mujer; me va a aliviar mi dolor, mi desilusién, mi ten- sién. Voy a ser mas feliz. si me rindo. La Palabra de Dios me muestra que todo esto es mentira. Me dice que la verdadera felicidad solo se pue- de hallar en Cristo. Sigo teniendo que decidir: confiar en Satands, o con- fiar en Dios. ‘Tengo que escoger entre las fanta- sfas sexuales, y la intimidad con Dios. Cando Cristo No puedo tenerambas cosas. Cuando ariface mi sed vea que Dios me oftece gozosy place- gz, res que no me oftecen las fantasias se- ¢/ pecado pierde xuales, eso es un adelanto, Pero ese sy ainactivo. adelanto solo Ilegaré cuando busque a Dios, haciéndolo el objetivo de mi 44 biisqueda, y cuando me dé cuenta de que las fantasfas solo son un sustituto barato de Dios. Correr hacia ellas es huir de Dios. Cuando Cristo satisface mi sed de gozo, el pecado pierde su atractivo. Me niego a aceptar los placeres pasajeros de lainmoralidad, no porque no quiera placer, sino porque quiero el placer verdadero; un placer mayor y perdurable que solo se puede hallar en Cristo. 50 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA John Piper dice: El fuego de los placeres lujuriosos hay que com- batirlo con el fuego de los placeres de Dios. Si tratamos de combatir el fuego de la lujuria basdndose solo en prohibiciones y amenazas — incluso las terribles advertencias de Jesis—, vamos a fracasar. Debemos combatirlo con una gigantesca promesa de una felicidad superior. Debemos hacer que desaparezca la pequetia llama del placer de la lujuria en la conflagra- cién de una satisfaccién santa? Los que beben inmoralidad nunca se sienten satisfe- chos (Juan 4:13). Los que beben a Jestis quedan plena- mente saciados (Juan 6:35). Puedo escoger entre dejar que Jestis sacie mi sed, y lanzarme més profundamente al pecado en busqueda de lo que no hay en él. El resto de su vida va a estar determinado en gran parte por la forma en que usted responda esta pregunta: cA quitn va a creer? Capitulo 5 EL CAMPO DE BATALLA Bra ERA estudiante de seminario y se preparaba para el ministerio, Una noche, discutié con su esposa. Enojado, se fue en auto hasta Starbucks para pensar un poco las cosas. Pronto se habja enzarzado en una con- versacién con una joven. Pocas horas més tarde, estaba en cama con ella. Se me presenté, avergonzado y acongojado. «Cémo se lo voy a poder decir a mi esposa?», me preguntd, «Me perdonaré alguna vez? Fue algo tan repentino; tan sin advertencia. Fue algo que surgié de la nada». @De veras? Brad habia trabajado sin parar para pagarse los estu- dios en el seminario. Habfa llegado a sentirse sutilmente resentido con su esposa, viéndola a ella, y también a los hijos, como abstéculos a sti meta de entrar en el mis terio. Ya nunca salfa con ella, ni se comunicaba con ella aun nivel profundo. 52 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA — Habfa estado mirando y deseando Lo cierto esque enlos estantes de revistas. Habia visto el pecado sexual peliculas indecentes cuando no estaba nunca surge St.€Sposa. Todo esto habia culminado delanada, hel horrible episodio que se habfa producido «sin advertencia alguna». Lo cierto es que el pecado sexual nunca surge de la nada. Es el resultado predecible de unos procesos naturales. Se descuidan las relaciones y se le concede a la mente el contacto con la impureza. Los pensamientos de hoy son el material del que estard hecho el carcter de mafiana. La tentacién podré aparecer de repente, pero el pecado no. Tampoco aparece de repen- tela fibra moral y espiritual. Ambas cosas son resultado de un proceso sobre el cual nosotros sf tenemos control. Somos lo que pensamos. Forjamos nuestra morali- dad sexual por medio de una serie continua de decisio- nes y acciones, entre las cuales se incluyen los pequefios excesos y las concesiones mintisculas. Los ojos se detie- nen aqui... la mente vaga por all. Como una placa fo- togréfica que acumula luz para formar una imagen, nuestra mente acumula la luz con la cual la ponemos en contacto, sea santa 0 no lo sea. La batalla se produce en nuestra mente. SU MENTE ES EL CAMPO DE BATALLA 53 DE DONDE VIENE LA LUJURIA Es corriente que alguien que caiga sea tomado por sor- presa. Tal vez pregunte: «De dénde vino eso?» La Biblia da una clara respuesta: «Porque del corazén salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones...» (Mateo 15:19-20). Jestis lo resume de esta forma: «Ofsteis que fue dicho: No cometerds adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteré con ella en su corazén». (Mateo 5:27-28) Los fariseos insistfan en lo externo. Jestis puso unas exigencias morales mds altas, diciendo que la lujuria no solo es la fuente del pecado sexual, sino que en s{ misma también es pecado. Cerré la puerta a la nocién farisaica de que un hombre puede desnudar a una mujer en su mente y seguir siendo puro. La lujuria se alimenta con todo aquello que hayamos depositado en nuestro cerebro, y que ella pueda aprove- char. Lo que hay en nuestro cerebro es lo que nosotros hemos permitido que entre por medio de nuestros sen- tidos. Las imagenes y las palabras de nuestra mente de- ben venir de cosas concretas que han visto nuestros ojos 54 EL PRINCIDIO DE LA PUREZA yescuchado nuestros ofdos, o de un conglomerado ima- ginativo de todas estas cosas. La clase de persona en la que nos estamos convirtien- do se halla determinada por lo que estamos dejando en- trar en nuestro cerebro, Cuando leemos las Escrituras 0 buenos libros, participamos en conversaciones centra- das en Cristo 0 cuidamos de los necesitados, nos inclina hacia la justicia. «Siembra un pensamiento y cosechards una accién; siembra una accién y cosecharés un hdbito; siembra un habito y cosecharés un cardcter; siembra un cardcter y cosechards un destino». Las acciones, los habitos, el cardcter y el destino co- mienzan todos con un pensamiento, y los pensamientos son fomentados por lo que nosotros ~ decidimos meter en nuestra mente. Por eso, su drgano sexual mds impor- tante es su cerebro. Lo que hay en nuestro cerebro es lo que nosotros sEsué alimentando la lujuria... 0 hemos permitido mayéndola de hambre? que entre i ; “ pormatinde gE alimentando sw pasién por Cristo... 0 matdndola de hambre? {Cudles son los deseos mds fuertes? nuestros sentidos. Los que uno alimenta més. SU MENTE ES EL CAMPO DE BATALLA 55 LA FIJACION DE LiIMITES Para proteger nuestra pureza, necesitamos fijarnos unos Ifmites mentales. En una escala de uno a diez, el adulterio y la adiccién ala pornograffa podrian ocupar un diez, en la parte su- perior de la escala. Ahora bien, la pregunta es esta: jCudles fueron los escalones inferiores de esa escala, los del uno, el dos y el tres? Cuando los identificamos, po- demos evitar los desastres. Durante afios, yo no me permitf entrar a nuestro su- permercado local por una puerta determinada, a causa de unos anaqueles con revistas. Més tarde, mi disciplina mental fue lo suficientemente fuerte para mantener apartada la vista. Pero hasta ese momento, respeté mis limites. Era algo incémodo, pero era poco como precio a pagar por guardar mi pureza. Tenemos televisién, pero no tenemos cable. No por- que nos parezca que es malo, sino porque no queremos mds tentaciones en nuestro hogar. No le estoy diciendo lo que tiene que hacer. Los If- mites varian de una persona a otra. Un limite podria ser no hacer fila en una contadora de un establecimiento donde haya en exhibicién ciertas revistas. O no ir en auto por cierta zona de la ciudad. O nunca salir solo en 56 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA —— viaje de negocios. O no ver a un actor No podemos 0 particular, o escuchar a un miisico fortalecer nuestra determinado. pureza sexual Los Kimites impiden que la tenta- siseguimos _ cién pueda poner un pie en nosotros. haciendo lo que Se basan en la premisa de que no pode- siempre hemos mos fortalecer nuestra pureza sexual si hecho. seguimos haciendo lo que siempre hemos hecho. Tenemos que cambiar nuestros ie hdbitos. Somos centinelas encargados de proteger algo de un valor inmensamente estratégico. Nuestro Comandante nos dice: «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazén; porque de él mana la vida». (Proverbios 4:23) «Sobre toda cosa» significa que esto se debe hallar en primer lugar en nuestra lista diaria de cosas por ha- cer. Tiene importancia swma que protejamos nuestro ser interior contra nuevas fuentes de tentacién. No le debemos proporcionar municiones a nuestro enemigo para que las use en contra nuestra. Debemos obligar a nuestra naturaleza de pecado a alejarse de la informa- cién vieja (que se va desvaneciendo con el paso del SU MENTE ES EL CAMPO DE BATALLA 57 tiempo). Mientras tanto, nos debemos asegurar que nuestra informacién nueva sea pura y honre a Cristo. Por supuesto, su carne le exigiré que le proporcione nuevo combustible. «Aliméntame», le gritard. Niéguese mientras hace esta oracién: «Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avivame en tu camino» (Salmo 119:37). Usted mismo se convierte en parte de la respuesta a esa oracién suya al apartar los ojos. (Le sugiero que escriba este versiculo y lo ponga en su televisor.) No nos debemos conformar al mundo, sino que de- bemos ser transformados por medio de la renovacién de nuestro entendimiento (Romanos 12:2). Debemos ne- garnos a la lujuria y matarla cuando trate de apoderarse de nosotros (Colosenses 3:5). Debemos procamar que somos nuevas ctiaturas en Cristo, revestidos de su justi- cia (2 Corintios 5:17, 21). Su mente santificada, alimentada por la Palabra de Dios, sustentada por su Espiritu, vigila sus pensamientos. Acepta lo que le agrada a Cristo, y rechaza lo que no. LLUENESE LA MENTE DE PENSAMIENTOS PUROS Por un instante, querrfa que usted siguiera con cuidado mis indicaciones. {Listo? 58 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA Muy bien... No piense en las serpientes. No —se lo repito, no— piense en grandes serpientes resbalosas que salen deslizdndose del tragante de su bafiera por la no- che y se arrastran hasta metérsele en la cama. Ya me oy6. No piense en las serpientes. jHe impedido que usted piense en las serpientes? Nor lo he estimulado a pensar en ellas. Ahora quiero que se imagine su postre favorito. Tal vex sea el pastel de manzana holandés que hace su mami, o las galletas de chocolate con un buen vaso de leche frfa, o helado de crema de chocolate con moca y almendris, o una natilla con bizcochuelos. Piense en esa cosa tan deliciosa que le hace la boca agua. 2Qué le sucedié ahora? Que olvidé por completo las resbalosas serpientes de antes... hasta que yo se las volvi a mencionar. Nuestra mente no es un espacio vacfo. Siempre se llena de algo. Los pensamientos puros echan fuera a los impuros: Por lo deméds, hermanos, todo lo que es verda- dero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. (Filipenses 4:8) SU MENTE ES EL CAMPO DE BATALLA 59, Es dificil borrar los archivos malos en el disco duro de nuestro cerebro, pero s{ podemos restringir el ntimero de archivos malos nuevos. Entonces, podemos abrir muchos buenos. Esto es lo que se llama causa y efecto. Mientras més nos Ilenemos la mente con cosas puras y menos con cosas impuras, mayores serén nuestra pureza y nuestra re- sistencia ante las tentaciones. «Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (2 Corintios 10:5). Cuando nos vienen malos pensamientos, los corregimos, reemplazéndolos con la verdad de Dios. Con el tiempo, esos malos pensamien- tos ya no estén tan bien acomodados en nosotros, y se hacen mds ficiles de echar fuera. Martin Lutero decta: «Uno no puede impedir que las aves vuelen sobre su cabeza, pero s|. —— puede impedir que le hagan un nido No; no podemos enel cabello». No; no podemos impe- pedir que dir que el mundo nos lance imagenes, ¢/ undo nos pero si podemos impedir que se apo- _/#”¢¢ imdgenes, senten en nuestra mente, ere roca La masturbacién es alimentada por ‘™Pedir que se aposenten unos ojos errantes y una mente indis- ciplinada. Cuando recurrimos a ella, en nuestra mente. estamos medicando un dolor; tal vez 60 —_ EL PRINCIPIO DE LA PUREZA sea la soledad, el desaliento, el rechazo o el temor. Hay algo més profundo que el deseo evidente. Necesitamos enfrentarnos a la ratz de todo, para ayudar a Dios a satis- facer esas necesidades que nos hacen vulnerables ante las tentaciones. Ayuda que nos digamos a nosotros mismos algo asf: «En realidad, mirar esta revista no me va a re- solver ninguno de mis problemas, sino que va a crear més problemas, heridas y soledad en mi corazdn>. Aunque se trate de una buena resolucién, debernos hacer algo més que contentarnos con decir: «No me voy a masturbar», Las buenas intenciones no destruyen la lujuria, Si no guardamos nuestros ojos y mente, volvere- mos a los viejos hébitos. Decididamente, la victoria es posible. Hoy mismo hablé con un antiguo adicto sexual que no se ha mastur- bado en dos afios. Pero esa victoria no se puede producir si permitimos que nuestra mente consuma lo que ali- menta la lujuria que impulsa a esta accién. La clave de la victoria de este hermano es que ha guardado su mente. ‘Aunque otros instintos existen para nuestro mante- nimiento fisico, la relacién sexual no es asf (1 Corintios 6:12-13). Sin comida y agua, nos morimos. Sin relaci6n sexual no nos vamos a mori. Por fuerte que sea el deseo, la relacién sexual nunca es una emergencia; nunca es ‘SU MENTE ES EL CAMPO DE BATALLA 6r una necesidad. Un amigo me dijo: —— «Nadie ha explotado jamés a causade La persona una acumulacién de semen téxico». Lujuriosa ‘A medida que aprendemos a dejar se mueve de alimentar la lujuria y negarnos a continuamente sus exigencias, comenzamos a domi- narla, Con el tiempo, sus exigencias se van volviendo menos fuertes y més posibles de controlar. de una imagen otra. at LO QUE NOS HACE LA LUJURIA La lujutia es la promiscuidad mental. Por eso el matri- monio no resuelve el problema de lujuria. El hombre acostumbrado a mirar a otras mujeres, lo seguiré hacien- do. El que se masturba, también lo seguird haciendo. La persona lujuriosa se mueve continuamente de tuna imagen a otra, de compafiera en compafiera. Los hombres casados con mujeres hermosas tienen unas po- sibilidades igualmente altas de convertirse en adictos a la pornograffa. Es una enfermedad del alma. Lo tinico que hace es empeorar, mientras no haya arrepentimien- toy cambio. (Afiado «cambio», porque muchos se arre- pienten una y otra vez, pero vuelven directamente a su esclavitud). 62 EL PRINCIPIO DE LA PUREZA El hombre lujurioso camina con una soga al cuello. Es un adultero que solo esté esperando a que aparezca una adiiltera. Serd una fantasia o una realidad, pero vaa aparecer. Algunos racionalizan su lujuria porque su cényuge no satisface sus necesidades espirituales. ;De dénde les viene la idea de lo que necesitan? De los medios de co- municacién, donde unos hombres supersexuales y unas mujeres con sus atributos resaltados quirdrgicamente y metidas en dietas de hambre se lanzan los unos a los otros. Nada de esto es real, pero aunque lo fuera, gqué infelicidad traeria a nuestra vida el ser personas asf? Dios presctibe que busquemos unas cualidades diferentes y mucho mejores (1 Pedro 3:3-4). UN PACTO CON SUS OJOS Job dice: «Hice pacto con mis ojos; sc6mo, pues, habfa yo de mirar a una virgen?» (Job 31:1). Se habia compro- metido a guardar su corazén a base de guardar sus ojos. Los versfculos que siguen explican las terribles conse- cuencias que caerfan sobre él si no cumplfa con este pacto de pureza (Job 31:2-12). Un pacto es un acuerdo entre Dios y el hombre. En este caso, hacemos un compromiso sagrado ante Dios | | SU MENTE ES EL CAMPO DE BATALLA 63 —y ante nuestras familias y camara- - = das— de que vamos a establecer un de- Ha hecho usted terminado acuerdo con nuestros ojos. com sus ojos EI acuerdo es que no vamos a mirar Jenin cuanto los arrastrea la lujuria, yvamosa de que no van a apartarnos inmediatamente de aquello. mirar donde no jHa hecho usted con sus ojos el eben? contrato de que no van a mirar donde no deben? ;De que se van a apartar in- —— mediatamente de todo lo que los arrastre a la lujuria? jEsté practicando este pacto de pureza cada ver que camina por el recinto escolar? {Cudndo hace ejercicios? iCudndo conduce? . Cuando lo oigamos pronunciar esas palabras tan in- crefbles, sabremos que cuanto sactificio hemos hecho no UNA BATALLA QUE PODEMOS GANAR 125 ha sido nada, comparado con el gozo que tendremos para siempre. Honte a Dios llevando una vida sexualmente pura. Si lo hace, va a experimentar sus bendiciones y recom- pensas, no solo hoy, mafiana y dentro de diez aftos, sino alo largo de toda la eternidad. Si sembramos pureza hoy, recogeremos una rica co- secha. Y, por gracia de nuestro gran Dios, al contemplar Jo que ha sido nuestra vida, no lo haremos para lamen- tarnos, sino con un profundo sentimiento de gratitud. Nays Vea la obra de Randy Alcorn, The Law of Reward (Whea- ton, IL: Tyndale House, 2003). . John Piper, Future Grace (Sisters, OR: Multnomah Publis hers, 1995), 336. . Vea christiananswers.net/spotlight/moviess www.moviegui- de.org; 0 bien www.family.org/pplace! pi ‘www.afafilter.com Vea www.Covenantyes.com En para obtener un ejemplar. ”. Family Life Ministries, 1-800-FL-TODAY, www.familyli- fe.com. |. Vea el Centro de Consejerfa Heart to Heart, (719) 278-3708, www sexaddict.com; Sexaholics Anonymous (Sexélicos Ané- nimos) (615) 331-6230, ; lista de grupos de recuperacién y re~ cursos: www.sexaddict.com/Links.heml . Si est encinta y necesita ayuda, puede conseguir asisten- cia confidencial gratuita llamando a CareNet al ntimero. 1-800-395-HELP.

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