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Reseña del libro "El pasado que te espera", de Irene Vallejo, realizada por el Catedrático Guillermo Fatás y aparecida en Artes y Letras, el suplemento cultural de Heraldo de Aragón. La obra es una recopilación de columnas publicadas en Heraldo de Aragón, en las que la autora enlaza el universo de los clásicos y los mitos, con diversas cuestiones de actualidad. 4 Noviembre 2010.
Titlu original
El pasado que te espera - Reseña en Artes y Letras, por Guillermo Fatás
Reseña del libro "El pasado que te espera", de Irene Vallejo, realizada por el Catedrático Guillermo Fatás y aparecida en Artes y Letras, el suplemento cultural de Heraldo de Aragón. La obra es una recopilación de columnas publicadas en Heraldo de Aragón, en las que la autora enlaza el universo de los clásicos y los mitos, con diversas cuestiones de actualidad. 4 Noviembre 2010.
Reseña del libro "El pasado que te espera", de Irene Vallejo, realizada por el Catedrático Guillermo Fatás y aparecida en Artes y Letras, el suplemento cultural de Heraldo de Aragón. La obra es una recopilación de columnas publicadas en Heraldo de Aragón, en las que la autora enlaza el universo de los clásicos y los mitos, con diversas cuestiones de actualidad. 4 Noviembre 2010.
2+ Artes & Letras * HERALDO DE ARAGON «4 de noviembre de 2010
PERIODISMO DE OPINION
El pasado
que te espera
Irene Vallejo. Eclécticos Ano-
rak. Zaragoza, 2010. 180 pagi-
nas.
A este libro le daran un pre-
mio. Si no, sera por error. El
pasado que te espera es ahora:
sidiscutimos el atractivo dela
calva de Duran y Lleida y el
espantoso peinado de Anasa-
gasti es porque el pasado esta
aqui siempre. Hay cosas que
no pueden cambiar. Sinesio de
Cirene, en la pelicula famosa
de Amendbar sobre Hipatia de
Alejandria, es ese obispo si-
nuoso y atildado, que luce me-
lenita: otro gazapo del filme,
porque el tipo era calvo y por
eso escribié una’Loa de la cal-
vicie’, réplica a una de sentido
contrario redactada afios antes
por otro cacumen que no encon-
tré mejor quehacer. Irene Vallejo
sabe estas cosas, aunque no las di-
ce: las agazapa bajo sus textos, a
los que no es tan facil adjudicar
género, ya que se benefician de
las virtudes del apélogo, del ensa-
yo, del cuento y de la parabola pa-
ra convertirse en breves billetes
literarios de hermosa y penetran-
te sencillez. Estan muy bien es-
critos. Las grandes inteligencias
del ayer (no solo griegas y latinas:
rusas, chinas, americanas) en-
cuentran en el recipiente cristali-
no de estas breves piezas un con-
tinente a medida, del que los lec-
tores de HERALDO se benefician
cada domingo en la tltima pagi-
na del diario. Plutarco dijo, y Va-
llejo recuerda, que pelmazo es
aquel que considera un derroche
disponer de dos orejas y de una
sola boca y que un conocido ca-
paz de propinarte una gran pali-
za verbal en plena calle es mas te-
mible que ciertos asesinos.
Por eso, acaso, cree Irene Valle-
jo que Gracian nos retaria hoy
con esta frase: éPor qué no os ca-
lldis? (Pienso si el rey habia leido
estas piezas, en las que todo es ga-
nancia, aquel dia famoso).
GUILLERMO FATAS