DE BUENA MADERA
insignificante.
El árbol que para vivir luchar no
tuvo
por lograr sol y cielo, luz y aire;
que en la llanura abierta solo
estuvo
y siempre recibió la lluvia
refrescante,
nunca se convirtió en rey del
bosque;
más bien, vivió y murió
insignificante.
El hombre que nunca tuvo que
esforzarse
por hacer producir su pedazo de
tierra,
que no tuvo nunca que ganar su
parte
de luz y de aire, de cielo y de sol,
nunca llegó a ser realmente
hombre,
sino que insignificante vivió y
murió.
No habrá buena madera si la lucha
le falta.
con el viento más fuerte se hace
más fuerte el árbol;
con el cielo más lejos las ramas
crecen altas,
el temporal más rudo hace que
fuerza adquiera,
y el frío y el calor, con la lluvia y la
nieve,
en árboles y en hombre forman
buena madera.
Donde el bosque o la vida más
espesura tienen
se elevan dos patriarca: hombre y
árbol.
Los dos grandes con los cielos
confieren,
sus quebrantadas ramas muestran
las marcas
de los potentes vientos y la
cruenta lucha
que son ley de la vida que los hizo
patriarcas.
DE BUENA MADERA
El árbol que para vivir luchar no
tuvo
por lograr sol y cielo, luz y aire;
que en la llanura abierta solo
estuvo
y siempre recibió la lluvia
refrescante,
nunca se convirtió en rey del
bosque;
más bien, vivió y murió sino que insignificante vivió y murió.
No habrá buena madera si la lucha le
El hombre que nunca tuvo que falta.
esforzarse con el viento más fuerte se hace más
por hacer producir su pedazo fuerte el árbol;
de tierra, con el cielo más lejos las ramas crecen
que no tuvo nunca que ganar altas,
su parte el temporal más rudo hace que fuerza
de luz y de aire, de cielo y de adquiera,
sol, y el frío y el calor, con la lluvia y la
nunca llegó a ser realmente nieve,
hombre, en árboles y en hombre forman buena
sino que insignificante vivió y madera.
murió.
Donde el bosque o la vida más
No habrá buena madera si la espesura tienen
lucha le falta. se elevan dos patriarca: hombre y
con el viento más fuerte se árbol.
hace más fuerte el árbol; Los dos grandes con los cielos
con el cielo más lejos las ramas confieren,
crecen altas, sus quebrantadas ramas muestran las
el temporal más rudo hace marcas
que fuerza adquiera, de los potentes vientos y la cruenta
y el frío y el calor, con la lluvia lucha
y la nieve, que son ley de la vida que los hizo
en árboles y en hombre forman patriarcas
buena madera.
Donde el bosque o la vida más
espesura tienen
se elevan dos patriarca:
hombre y árbol.
Los dos grandes con los cielos
confieren,
sus quebrantadas ramas
muestran las marcas
de los potentes vientos y la
cruenta lucha
que son ley de la vida que los
hizo patriarcas
DE BUENA MADERA
El árbol que para vivir luchar
no tuvo
por lograr sol y cielo, luz y aire;
que en la llanura abierta solo
estuvo
y siempre recibió la lluvia
refrescante,
nunca se convirtió en rey del
bosque;
más bien, vivió y murió
insignificante.
El hombre que nunca tuvo que
esforzarse
por hacer producir su pedazo
de tierra,
que no tuvo nunca que ganar
su parte
de luz y de aire, de cielo y de
sol,
nunca llegó a ser realmente
hombre,