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(a) Puede acontecer que la fotografía aérea sólo sea factible en épocas muy cortas del
ano a causa de nublados o brumas.
(b) Quizá ofrezca pocas ventajas la fotointerpretación si los tipos de monte o las
distintas especies arbóreas escapan a su fácil identificación en las fotografías.
(c) Tal vez tenga que posponerse la comprobación en tierra, con motivo de
circunstancias climatológicas o de otra índole, a más de que hay fotoimágenes
identificables bien visibles en las fotografías tomadas desde lo alto, que en el terreno
parecen inexplicables.
La elección de época para sacar fotografías en las localidades donde existen montes
higrofíticos tropicales es más cuestión de tiempo propicio a la fotografía que del estado
vegetativo del material en crecimiento. Casi todas las especies de árboles son
perennifolias y sólo cuando se trata de imprimir las diferencias de color se escoge la
estación con un criterio botánico. En este aspecto difiere la fotografía aérea en zonas
de monte higrofítico tropical, de la practicada en relación con bosques tropicales de
comarcas más áridas o selvas de regiones más templadas.
Cuando se trata de identificar las distintas especies arbóreas, se hace necesario que
las impresiones de contacto estén a una escala relativamente grande, del orden de 1:
20.000 o mayor. No obstante, las escalas de esta categoría tienen la desventaja de
estrechar bastante el campo visual en las fotografías de la zona respectiva del bosque.
Las vistas a menor escala prestan mucho mayor utilidad durante las etapas iniciales
del trabajo fotointerpretativo tocante a selvas tropicales porque permiten apreciar el
aspecto general en una superficie más extensa. La disponibilidad de cámaras muy
modernas suizas y alemanas, con lentes que tienen un poder de resolución de calidad
notable, ha inducido a los fotogrametristas a preferir en grado creciente el uso de las
escalas menores en las reproducciones fotográficas. También al dasónomo le brindan
inestimable servicio en su fotointerpretación esas impresiones de superior calidad,
pues por principio de cuentas le ahorran espacio en sus labores fotointerpretativas las
fotografías a pequeña escala, pudiendo delinear en ellas las zonas que requieren
ulterior examen y recomendar que se saquen otras a mayor escala en determinadas
secciones.
Aunque se posible ampliar las reproducciones de contacto hechas con lentes de gran
poder resolutivo, existe el inconveniente de que casi todos los estereoscopios e
instrumentos fotogramétricos se fabrican para analizar fotografías aéreas de 23 x 23
cm. Asimismo resulta más económico trabajar con impresiones de contacto siempre
que haya la posibilidad, ya que de lo contrario habría que ampliar cada negativa por
separado, al paso que las de contacto se obtienen con rapidez en una prensa.
En el terreno de la dasonomía, puede suceder que no sean éstas las ideales, dado
que la vista lateral de las copas de los árboles constituye a menudo un expediente
distintivo. Existe la posibilidad de llevar en un avión bien sea una cámara oblicua
dando al frente, o dos también oblicuas con vista a los lados, además de la vertical,
disposición que se conoce por nombre de «tricámara», a efecto de obtener la
exposición simultánea vertical y oblicua de la superficie enmantada, sin el gasto de
volar dos voces sobre el mismo paraje.
Se puede adoptar una técnica similar cuando el fotogrametrista y el dasónomo hayan
menester de escalas diferentes. Es posible fotografiar una área desde 6.000 m. de
altura sobre la altitud media del suelo sirviéndose de una lente con distancia focal de
15 cm., para sacar impresiones de contacto a escala de 1: 40.000, destinadas al
diseño de planos topográficos. Al propio tiempo, y mediante un segundo
compartimiento para cámara en el aeroplano de exploración, habrá manera de tomar
fotografías con lente de 30,5 cm. de distancia focal, que dará reproducciones de
contacto a escala de l: 20.000, las cuales facilitarán el trabajo de interpretación. Hay
que advertir que el campo visual de la lente cuya distancia focal es mayor no dará la
vista completa en el sentido lateral, y por tanto, al hacer el dasónomo la
fotointerpretación en la muestra impresa a escala grande, tendrá que llevar a cabo una
extrapolación, siempre que lo juzgue factible, y extender de ese modo sus
observaciones a todo el terreno abarcado en la fotografía a menor escala.
2. Mapa provisional de los tipos forestales, que se dibujan entonces conforme a las
observaciones hechas en la fotointerpretación preliminar, mostrando la distribución de
los diferentes tipos vegetativos 0 especies de plantas. En esta etapa, basta indicarlos
con letras 0 símbolos, pero suele trazarse el mapa, en hoja transparente, usando
lápices de colores.
El procedimiento antes descrito cae por tierra cuando se trata de reconocer en los
trópicos una gran masa forestal de tipo al parecer homogéneo. Si los tipos forestales
no se pueden distinguir en las fotografías aéreas o se entremezclan gradualmente en
largos trechos, resulta imposible efectuar una diferenciación preliminar de los tipos de
monte, como no sea de carácter muy general. El lector se dará cuenta del problema
por analogía con una baraja. En las zonas templadas del norte, de ordinario no
entraña dificultad la identificación de los distintos tipos forestales visibles en las
fotografías aéreas, ni su delimitación exacta en las impresiones. Dicho de otro modo,
sucede lo que al separar las cartas de una baraja, con la cara a la vista, en los cuatro
palos. Los trabajos subsecuentes en las fotografías, como la medición de la densidad
de las copas y de su diámetro, la altura del vuelo o de los árboles por separado se
pueden comparar al reacomodo de los distintos tipos forestales de igual manera que
los grupos de cada palo se pondrían en orden.
En cambio, los tipos discernibles de un bosque higrofítico tropical son escasos y
salteados, aquel que contiene la mayoría de las especies arbóreas de valor comercial
quizás se observe en las fotografías aéreas como si fuese homogéneo.
Por tanto, volviendo al ejemplo precedente, ocurre lo que al ver una baraja por el lomo
y en esas circunstancias querer sacar un triunfo, que en este caso estaría
representado por un codiciado árbol maduro o sobremaduro en cada tranzón de 50 ó
100 hectáreas. No hay duda de que para obtener el beneficio óptimo de las fotografías
aéreas de las selvas tropicales se hace necesario que el ingeniero de montes
identifique cada especie en particular. Sin embargo, la experiencia hasta ahora
recogida indica que eso se logra sólo en ocasiones relativamente contadas. Si el
dasónomo no consigue reconecer las especies forestales de valor económico en una
superficie determinada, acaso le sea dado, por lo menos, distinguir en las fotografías
las especies que, aunque de suyo carezcan de importancia, le sirven como
indicadoras de tipos forestales de mayor o menor utilidad.
Actualmente poca duda queda de que una coloración distintiva de cualquiera especie
en el piso superior arbóreo es susceptible de registrarse en las fotografías aéreas de
colores. Los problemas son de oportunidad, estado del tiempo y técnica fotográfica.
Ahora bien, en los trópicos, tal período óptimo acaso coincida con uno de nubosidad
que frustre la fotografía.
Por lo que hace al problema fotográfico, uno de los tropiezos consiste en el deterioro
de la película de colores o de las imágenes que en ella se registran, a causa de la
exposición a altas temperaturas y fuerte humedad. La niebla interpone su efecto de
enturbiar el ambiente y rebaja el contraste de los colores en las zonas forestales
húmedas. El filtro de turbiedad que se use para mejorar la reproducción de los colores
fotografiados depende también de la altura a que vuele el aeroplano de
reconocimiento, puesto que las transparencias de colores propenden a acentuar el
azul a medida que la elevación de vuelo aumenta. La exposición adquiere caracteres
mucho más críticos que con la película pancromática, y ésa es una peculiaridad de la
de colores, la velocidad de cuyo emulsión es asimismo apreciablemente menor que en
la pancromática. Las dificultades de las operaciones de la fotocromía crecen en los
trópicos debido a las exigencias rigurosas de los reveladores en cuanto a temperatura,
siendo necesario disponer de laboratorios con clima artificial y soluciones a
temperatura regulada, razón por la cual el trabajo suele efectuarse en clima templado.
Al presente la fotografía aérea en colores resulta bastante más cara que la de blanco y
negro. Su uso se justifica sólo en los bosques tropicales de mayor opulencia donde se
hallan las distintas especies arbóreas de grandes dimensiones y alto valor, y cuando
las particularidades topográficas hacen difícil, oneroso y lento el trabajo en tierra.
Debe advertirse que en esta etapa el dasónomo no sabe si las fotoimágenes que ha
identificado son en realidad tipos forestales, asociaciones vegetativas o especies
arbóreas, sino que tiene en la mano un modelo distintivo que necesita explorarse en
tierra.
El autor, en la práctica, pica las fotografías con un alfiler y va escribiendo notas breves
al reverso de cada una, y apuntes más pormenorizados en un libro aparte. Durante la
comprobación sobre el terreno, hace anotaciones de los principales cambios en la
vegetación, tipo estacional, etc., así como acerca de la especie de los árboles
individuales.
1
Cifras aproximadas de las operaciones en Ghana, 1956.
Naturalmente, sólo en zonas escogidas se hace una enumeración del 100 por ciento,
pero en las ricas comarcas dásicas tropicales que el autor conoce, se recurrió a
inventariar el 100 por ciento de las existencias porque el muestro de un tanto por
ciento menor no dió la información requerida. En primer lugar, se hicieron recuentos
del 1, 2,5 y 5 por ciento para que dieran una idea del valor del monte. Razones de
orden práctico y económico suelen determinar los reconocimientos de un bajo tanto
por ciento, pero no hay que olvidar que si las muestras de esa categoría se estiman
suficientes en un plan de ordenación, por lo general no cumplen las exigencias de un
ingeniero forestal o gerente de explotación interesado en la extracción de trozas en
dichas unidades.
Estas personas prefieren desde luego, a pesar del costo, el inventario cabal de las
existencias porque da a conocer la situación de los árboles individuales maduros de
cada especie maderable valiosa. Y si el mapa de existencias muestra también la
topografía de la zona de explotación, tanto mejor, pero el costo de la cartografía sola,
por los métodos terrestres, sube entonces entre 2,2 y 2,7 dólares por hectárea 2. Es
probable que los precios aumenten de un a no a otro a medida que se elevan los
jornales de la mano de obra, y resulta evidente que conviene hallar un medio que
reduzca los gastos generales.
2
Gastos aproximados en Ghana, 1956.
Es cierto que las labores de enumeración pueden salir caras, pero los gastos de
construcción y conservación de caminos con alineamiento impropio quizá supere con
mucho cualesquiera ahorros que se lograran en la fase inventarial. Así se comprende
la importancia del tendido correcto de las calzadas principales de arrastre en una zona
forestal y esa circunstancia plantea la cuestión de los levantamientos topográficos
adecuados en las regiones de montes higrofíticos tropicales, a que se hará referencia
en otro apartado subsecuente.
Esta última, o mayor, se necesita cuando hay que mostrar, en los mapas acabados, el
tamaño de los árboles individuales maduros. A este respecto, conviene tener presente
que los pies que se exceden del límite perimétrico reconocido (27,5 cm. en el caso de
la caoba en Ghana), se identificarán con más presteza en las fotografías aéreas, en
razón de sus copas de mayor desarrollo. La relación del diámetro de la copa al del
tallo no se ha investigado lo bastante en las zonas forestales tropicales que el autor
conoce, pero parece que cabe poca duda de que la correlación que liga estas medidas
en las especies de clima templado subsiste igualmente en muchas de las tropicales.
3
MOTT, P. G. «The Contouring of a Tropical Forest Area in Ceylon by the use of Aerial
Photographs», Empire Forestry Review, marzo de 1956, y Photogrammetric
Engineering, junio de 1955.
Con fotografías aéreas de una zona de bosque tropical, se pueden preparar mapas
con curvas de nivel esbozadas usando máquinas fotogramétricas modernas y unos
cuantos puntos de referencia terrestres que aún es posible eliminar por completo, pues
así se han hecho levantamientos satisfactorios de una región forestal en Ghana, pero
resulta ventajoso incluir cierta cantidad de maniobras en tierra. Los fotogrametristas
hacen rayado de curvas en la cubierta vegetal por medio de un estereoplanígrafo. Las
variaciones en la altura del vuelo, por supuesto, afectan la precisión del rayado, pero la
práctica demuestra que la exactitud general se mantiene bastante bien dentro de
normas aceptables.
Tales mapas se pueden obtener con menores gastos y mucho mayor rapidez que los
construidos por métodos terrestres.
Acaso la función más importante de los mapas acabados sea para el dasónomo la
verificación planimétrica que permiten en todas las medidas de superficie que se
toman en ellos. La extensión de cada tipo forestal puede sacarse con un planímetro y
el grado de muestreo ajustarse ya sea para una muestra centesimal común en la
superficie entera (v. gr.: un 10 por ciento del área de cada tipo forestal) o aumentar la
intensidad del muestreo en el campo cuando se trata de los tipos forestales más
estimados.
Casi todo el artículo se ha referido hasta aquí a los problemas específicos de los
reconocimientos en las zonas de montes higrofíticos tropicales. Muchas de las
observaciones hechas se aplican también a las selvas tropicales de clima más seco,
pero hay ciertos aspectos de uso de las fotografías aéreas en dichas comarcas, que
necesitan explicación.
En estas zonas, el dasónomo tendrá que contentarse, por lo regular, con fotografías
aéreas a pequeña escala tomadas para los fines de levantamientos topográficos; v.
gr.: la aerofotografía a pequeña escala que se acostumbra en muchos territorios
británicos del Africa. (Con tales fotografías pueden prepararse mapas dasonómicos
útiles y exactos, dejando para reservas forestales las comarcas provisionalmente
escogidas de bosque más denso.
Las relaciones ecológicas son más discernibles en las susodichas regiones porque las
imágenes de la vegetación en las fotografías aéreas a menudo indican los cambios de
suelo y de las formaciones geológicas subyacentes.
4. Fotointerpretación final.
(a) Puede acontecer que la fotografía aérea sólo sea factible en épocas muy cortas del
ano a causa de nublados o brumas.
(b) Quizá ofrezca pocas ventajas la fotointerpretación si los tipos de monte o las
distintas especies arbóreas escapan a su fácil identificación en las fotografías.
(c) Tal vez tenga que posponerse la comprobación en tierra, con motivo de
circunstancias climatológicas o de otra índole, a más de que hay fotoimágenes
identificables bien visibles en las fotografías tomadas desde lo alto, que en el terreno
parecen inexplicables.
La elección de época para sacar fotografías en las localidades donde existen montes
higrofíticos tropicales es más cuestión de tiempo propicio a la fotografía que del estado
vegetativo del material en crecimiento. Casi todas las especies de árboles son
perennifolias y sólo cuando se trata de imprimir las diferencias de color se escoge la
estación con un criterio botánico. En este aspecto difiere la fotografía aérea en zonas
de monte higrofítico tropical, de la practicada en relación con bosques tropicales de
comarcas más áridas o selvas de regiones más templadas.
Cuando se trata de identificar las distintas especies arbóreas, se hace necesario que
las impresiones de contacto estén a una escala relativamente grande, del orden de 1:
20.000 o mayor. No obstante, las escalas de esta categoría tienen la desventaja de
estrechar bastante el campo visual en las fotografías de la zona respectiva del bosque.
Las vistas a menor escala prestan mucho mayor utilidad durante las etapas iniciales
del trabajo fotointerpretativo tocante a selvas tropicales porque permiten apreciar el
aspecto general en una superficie más extensa. La disponibilidad de cámaras muy
modernas suizas y alemanas, con lentes que tienen un poder de resolución de calidad
notable, ha inducido a los fotogrametristas a preferir en grado creciente el uso de las
escalas menores en las reproducciones fotográficas. También al dasónomo le brindan
inestimable servicio en su fotointerpretación esas impresiones de superior calidad,
pues por principio de cuentas le ahorran espacio en sus labores fotointerpretativas las
fotografías a pequeña escala, pudiendo delinear en ellas las zonas que requieren
ulterior examen y recomendar que se saquen otras a mayor escala en determinadas
secciones.
Aunque se posible ampliar las reproducciones de contacto hechas con lentes de gran
poder resolutivo, existe el inconveniente de que casi todos los estereoscopios e
instrumentos fotogramétricos se fabrican para analizar fotografías aéreas de 23 x 23
cm. Asimismo resulta más económico trabajar con impresiones de contacto siempre
que haya la posibilidad, ya que de lo contrario habría que ampliar cada negativa por
separado, al paso que las de contacto se obtienen con rapidez en una prensa.
En el terreno de la dasonomía, puede suceder que no sean éstas las ideales, dado
que la vista lateral de las copas de los árboles constituye a menudo un expediente
distintivo. Existe la posibilidad de llevar en un avión bien sea una cámara oblicua
dando al frente, o dos también oblicuas con vista a los lados, además de la vertical,
disposición que se conoce por nombre de «tricámara», a efecto de obtener la
exposición simultánea vertical y oblicua de la superficie enmantada, sin el gasto de
volar dos voces sobre el mismo paraje.
2. Mapa provisional de los tipos forestales, que se dibujan entonces conforme a las
observaciones hechas en la fotointerpretación preliminar, mostrando la distribución de
los diferentes tipos vegetativos 0 especies de plantas. En esta etapa, basta indicarlos
con letras 0 símbolos, pero suele trazarse el mapa, en hoja transparente, usando
lápices de colores.
El procedimiento antes descrito cae por tierra cuando se trata de reconocer en los
trópicos una gran masa forestal de tipo al parecer homogéneo. Si los tipos forestales
no se pueden distinguir en las fotografías aéreas o se entremezclan gradualmente en
largos trechos, resulta imposible efectuar una diferenciación preliminar de los tipos de
monte, como no sea de carácter muy general. El lector se dará cuenta del problema
por analogía con una baraja. En las zonas templadas del norte, de ordinario no
entraña dificultad la identificación de los distintos tipos forestales visibles en las
fotografías aéreas, ni su delimitación exacta en las impresiones. Dicho de otro modo,
sucede lo que al separar las cartas de una baraja, con la cara a la vista, en los cuatro
palos. Los trabajos subsecuentes en las fotografías, como la medición de la densidad
de las copas y de su diámetro, la altura del vuelo o de los árboles por separado se
pueden comparar al reacomodo de los distintos tipos forestales de igual manera que
los grupos de cada palo se pondrían en orden.
Por tanto, volviendo al ejemplo precedente, ocurre lo que al ver una baraja por el lomo
y en esas circunstancias querer sacar un triunfo, que en este caso estaría
representado por un codiciado árbol maduro o sobremaduro en cada tranzón de 50 ó
100 hectáreas. No hay duda de que para obtener el beneficio óptimo de las fotografías
aéreas de las selvas tropicales se hace necesario que el ingeniero de montes
identifique cada especie en particular. Sin embargo, la experiencia hasta ahora
recogida indica que eso se logra sólo en ocasiones relativamente contadas. Si el
dasónomo no consigue reconecer las especies forestales de valor económico en una
superficie determinada, acaso le sea dado, por lo menos, distinguir en las fotografías
las especies que, aunque de suyo carezcan de importancia, le sirven como
indicadoras de tipos forestales de mayor o menor utilidad.
Actualmente poca duda queda de que una coloración distintiva de cualquiera especie
en el piso superior arbóreo es susceptible de registrarse en las fotografías aéreas de
colores. Los problemas son de oportunidad, estado del tiempo y técnica fotográfica.
El primero se refiere al período que dure la coloración distinguible, así como a la
densidad de la florescencia o foliación. Un color característico rara vez persiste más de
dos semanas, y menos frecuente aún es que pueda confiarse en su estabilidad en la
misma área durante este período completo. Los individuos de una especie arbórea
determinada pueden presentar su colorido diferente a distinto tiempo en las selvas
higrofíticas tropicales y el momento más propicio para la fotografía sólo en el terreno
se aprecia al emprender esa actividad.
Ahora bien, en los trópicos, tal período óptimo acaso coincida con uno de nubosidad
que frustre la fotografía.
Por lo que hace al problema fotográfico, uno de los tropiezos consiste en el deterioro
de la película de colores o de las imágenes que en ella se registran, a causa de la
exposición a altas temperaturas y fuerte humedad. La niebla interpone su efecto de
enturbiar el ambiente y rebaja el contraste de los colores en las zonas forestales
húmedas. El filtro de turbiedad que se use para mejorar la reproducción de los colores
fotografiados depende también de la altura a que vuele el aeroplano de
reconocimiento, puesto que las transparencias de colores propenden a acentuar el
azul a medida que la elevación de vuelo aumenta. La exposición adquiere caracteres
mucho más críticos que con la película pancromática, y ésa es una peculiaridad de la
de colores, la velocidad de cuyo emulsión es asimismo apreciablemente menor que en
la pancromática. Las dificultades de las operaciones de la fotocromía crecen en los
trópicos debido a las exigencias rigurosas de los reveladores en cuanto a temperatura,
siendo necesario disponer de laboratorios con clima artificial y soluciones a
temperatura regulada, razón por la cual el trabajo suele efectuarse en clima templado.
Las pruebas de fotocromía realizadas volando sobre masas forestales de los trópicos,
tanto en Honduras Británica como en la Guayana Británica, han demostrado que el
matiz de las copas aparece diferenciado. Por desgracia, no fué posible comprobar
inmediatamente en el terreno las transparencias de los colores, y sin una pronta
verificación terrestre, el trabajo experimental de poco sirve. En las regiones templadas,
los ensayos corroborados acreditan que las coloraciones de copa discernibles, por
ejemplo, las del haya purpúrea, pueden registrarse a satisfacción en película de
colores.
Al presente la fotografía aérea en colores resulta bastante más cara que la de blanco y
negro. Su uso se justifica sólo en los bosques tropicales de mayor opulencia donde se
hallan las distintas especies arbóreas de grandes dimensiones y alto valor, y cuando
las particularidades topográficas hacen difícil, oneroso y lento el trabajo en tierra.
Debe advertirse que en esta etapa el dasónomo no sabe si las fotoimágenes que ha
identificado son en realidad tipos forestales, asociaciones vegetativas o especies
arbóreas, sino que tiene en la mano un modelo distintivo que necesita explorarse en
tierra.
El autor, en la práctica, pica las fotografías con un alfiler y va escribiendo notas breves
al reverso de cada una, y apuntes más pormenorizados en un libro aparte. Durante la
comprobación sobre el terreno, hace anotaciones de los principales cambios en la
vegetación, tipo estacional, etc., así como acerca de la especie de los árboles
individuales.
1
Cifras aproximadas de las operaciones en Ghana, 1956.
Naturalmente, sólo en zonas escogidas se hace una enumeración del 100 por ciento,
pero en las ricas comarcas dásicas tropicales que el autor conoce, se recurrió a
inventariar el 100 por ciento de las existencias porque el muestro de un tanto por
ciento menor no dió la información requerida. En primer lugar, se hicieron recuentos
del 1, 2,5 y 5 por ciento para que dieran una idea del valor del monte. Razones de
orden práctico y económico suelen determinar los reconocimientos de un bajo tanto
por ciento, pero no hay que olvidar que si las muestras de esa categoría se estiman
suficientes en un plan de ordenación, por lo general no cumplen las exigencias de un
ingeniero forestal o gerente de explotación interesado en la extracción de trozas en
dichas unidades.
Estas personas prefieren desde luego, a pesar del costo, el inventario cabal de las
existencias porque da a conocer la situación de los árboles individuales maduros de
cada especie maderable valiosa. Y si el mapa de existencias muestra también la
topografía de la zona de explotación, tanto mejor, pero el costo de la cartografía sola,
por los métodos terrestres, sube entonces entre 2,2 y 2,7 dólares por hectárea 2. Es
probable que los precios aumenten de un a no a otro a medida que se elevan los
jornales de la mano de obra, y resulta evidente que conviene hallar un medio que
reduzca los gastos generales.
2
Gastos aproximados en Ghana, 1956.
Es cierto que las labores de enumeración pueden salir caras, pero los gastos de
construcción y conservación de caminos con alineamiento impropio quizá supere con
mucho cualesquiera ahorros que se lograran en la fase inventarial. Así se comprende
la importancia del tendido correcto de las calzadas principales de arrastre en una zona
forestal y esa circunstancia plantea la cuestión de los levantamientos topográficos
adecuados en las regiones de montes higrofíticos tropicales, a que se hará referencia
en otro apartado subsecuente.
Esta última, o mayor, se necesita cuando hay que mostrar, en los mapas acabados, el
tamaño de los árboles individuales maduros. A este respecto, conviene tener presente
que los pies que se exceden del límite perimétrico reconocido (27,5 cm. en el caso de
la caoba en Ghana), se identificarán con más presteza en las fotografías aéreas, en
razón de sus copas de mayor desarrollo. La relación del diámetro de la copa al del
tallo no se ha investigado lo bastante en las zonas forestales tropicales que el autor
conoce, pero parece que cabe poca duda de que la correlación que liga estas medidas
en las especies de clima templado subsiste igualmente en muchas de las tropicales.
3
MOTT, P. G. «The Contouring of a Tropical Forest Area in Ceylon by the use of Aerial
Photographs», Empire Forestry Review, marzo de 1956, y Photogrammetric
Engineering, junio de 1955.
Con fotografías aéreas de una zona de bosque tropical, se pueden preparar mapas
con curvas de nivel esbozadas usando máquinas fotogramétricas modernas y unos
cuantos puntos de referencia terrestres que aún es posible eliminar por completo, pues
así se han hecho levantamientos satisfactorios de una región forestal en Ghana, pero
resulta ventajoso incluir cierta cantidad de maniobras en tierra. Los fotogrametristas
hacen rayado de curvas en la cubierta vegetal por medio de un estereoplanígrafo. Las
variaciones en la altura del vuelo, por supuesto, afectan la precisión del rayado, pero la
práctica demuestra que la exactitud general se mantiene bastante bien dentro de
normas aceptables.
Tales mapas se pueden obtener con menores gastos y mucho mayor rapidez que los
construidos por métodos terrestres.
Acaso la función más importante de los mapas acabados sea para el dasónomo la
verificación planimétrica que permiten en todas las medidas de superficie que se
toman en ellos. La extensión de cada tipo forestal puede sacarse con un planímetro y
el grado de muestreo ajustarse ya sea para una muestra centesimal común en la
superficie entera (v. gr.: un 10 por ciento del área de cada tipo forestal) o aumentar la
intensidad del muestreo en el campo cuando se trata de los tipos forestales más
estimados.
Casi todo el artículo se ha referido hasta aquí a los problemas específicos de los
reconocimientos en las zonas de montes higrofíticos tropicales. Muchas de las
observaciones hechas se aplican también a las selvas tropicales de clima más seco,
pero hay ciertos aspectos de uso de las fotografías aéreas en dichas comarcas, que
necesitan explicación.
En estas zonas, el dasónomo tendrá que contentarse, por lo regular, con fotografías
aéreas a pequeña escala tomadas para los fines de levantamientos topográficos; v.
gr.: la aerofotografía a pequeña escala que se acostumbra en muchos territorios
británicos del Africa. (Con tales fotografías pueden prepararse mapas dasonómicos
útiles y exactos, dejando para reservas forestales las comarcas provisionalmente
escogidas de bosque más denso.
Las relaciones ecológicas son más discernibles en las susodichas regiones porque las
imágenes de la vegetación en las fotografías aéreas a menudo indican los cambios de
suelo y de las formaciones geológicas subyacentes.
4. Fotointerpretación final.
(a) Puede acontecer que la fotografía aérea sólo sea factible en épocas muy cortas del
ano a causa de nublados o brumas.
(b) Quizá ofrezca pocas ventajas la fotointerpretación si los tipos de monte o las
distintas especies arbóreas escapan a su fácil identificación en las fotografías.
(c) Tal vez tenga que posponerse la comprobación en tierra, con motivo de
circunstancias climatológicas o de otra índole, a más de que hay fotoimágenes
identificables bien visibles en las fotografías tomadas desde lo alto, que en el terreno
parecen inexplicables.
La elección de época para sacar fotografías en las localidades donde existen montes
higrofíticos tropicales es más cuestión de tiempo propicio a la fotografía que del estado
vegetativo del material en crecimiento. Casi todas las especies de árboles son
perennifolias y sólo cuando se trata de imprimir las diferencias de color se escoge la
estación con un criterio botánico. En este aspecto difiere la fotografía aérea en zonas
de monte higrofítico tropical, de la practicada en relación con bosques tropicales de
comarcas más áridas o selvas de regiones más templadas.
Cuando se trata de identificar las distintas especies arbóreas, se hace necesario que
las impresiones de contacto estén a una escala relativamente grande, del orden de 1:
20.000 o mayor. No obstante, las escalas de esta categoría tienen la desventaja de
estrechar bastante el campo visual en las fotografías de la zona respectiva del bosque.
Las vistas a menor escala prestan mucho mayor utilidad durante las etapas iniciales
del trabajo fotointerpretativo tocante a selvas tropicales porque permiten apreciar el
aspecto general en una superficie más extensa. La disponibilidad de cámaras muy
modernas suizas y alemanas, con lentes que tienen un poder de resolución de calidad
notable, ha inducido a los fotogrametristas a preferir en grado creciente el uso de las
escalas menores en las reproducciones fotográficas. También al dasónomo le brindan
inestimable servicio en su fotointerpretación esas impresiones de superior calidad,
pues por principio de cuentas le ahorran espacio en sus labores fotointerpretativas las
fotografías a pequeña escala, pudiendo delinear en ellas las zonas que requieren
ulterior examen y recomendar que se saquen otras a mayor escala en determinadas
secciones.
Aunque se posible ampliar las reproducciones de contacto hechas con lentes de gran
poder resolutivo, existe el inconveniente de que casi todos los estereoscopios e
instrumentos fotogramétricos se fabrican para analizar fotografías aéreas de 23 x 23
cm. Asimismo resulta más económico trabajar con impresiones de contacto siempre
que haya la posibilidad, ya que de lo contrario habría que ampliar cada negativa por
separado, al paso que las de contacto se obtienen con rapidez en una prensa.
En el terreno de la dasonomía, puede suceder que no sean éstas las ideales, dado
que la vista lateral de las copas de los árboles constituye a menudo un expediente
distintivo. Existe la posibilidad de llevar en un avión bien sea una cámara oblicua
dando al frente, o dos también oblicuas con vista a los lados, además de la vertical,
disposición que se conoce por nombre de «tricámara», a efecto de obtener la
exposición simultánea vertical y oblicua de la superficie enmantada, sin el gasto de
volar dos voces sobre el mismo paraje.
2. Mapa provisional de los tipos forestales, que se dibujan entonces conforme a las
observaciones hechas en la fotointerpretación preliminar, mostrando la distribución de
los diferentes tipos vegetativos 0 especies de plantas. En esta etapa, basta indicarlos
con letras 0 símbolos, pero suele trazarse el mapa, en hoja transparente, usando
lápices de colores.
El procedimiento antes descrito cae por tierra cuando se trata de reconocer en los
trópicos una gran masa forestal de tipo al parecer homogéneo. Si los tipos forestales
no se pueden distinguir en las fotografías aéreas o se entremezclan gradualmente en
largos trechos, resulta imposible efectuar una diferenciación preliminar de los tipos de
monte, como no sea de carácter muy general. El lector se dará cuenta del problema
por analogía con una baraja. En las zonas templadas del norte, de ordinario no
entraña dificultad la identificación de los distintos tipos forestales visibles en las
fotografías aéreas, ni su delimitación exacta en las impresiones. Dicho de otro modo,
sucede lo que al separar las cartas de una baraja, con la cara a la vista, en los cuatro
palos. Los trabajos subsecuentes en las fotografías, como la medición de la densidad
de las copas y de su diámetro, la altura del vuelo o de los árboles por separado se
pueden comparar al reacomodo de los distintos tipos forestales de igual manera que
los grupos de cada palo se pondrían en orden.
Por tanto, volviendo al ejemplo precedente, ocurre lo que al ver una baraja por el lomo
y en esas circunstancias querer sacar un triunfo, que en este caso estaría
representado por un codiciado árbol maduro o sobremaduro en cada tranzón de 50 ó
100 hectáreas. No hay duda de que para obtener el beneficio óptimo de las fotografías
aéreas de las selvas tropicales se hace necesario que el ingeniero de montes
identifique cada especie en particular. Sin embargo, la experiencia hasta ahora
recogida indica que eso se logra sólo en ocasiones relativamente contadas. Si el
dasónomo no consigue reconecer las especies forestales de valor económico en una
superficie determinada, acaso le sea dado, por lo menos, distinguir en las fotografías
las especies que, aunque de suyo carezcan de importancia, le sirven como
indicadoras de tipos forestales de mayor o menor utilidad.
Actualmente poca duda queda de que una coloración distintiva de cualquiera especie
en el piso superior arbóreo es susceptible de registrarse en las fotografías aéreas de
colores. Los problemas son de oportunidad, estado del tiempo y técnica fotográfica.
El primero se refiere al período que dure la coloración distinguible, así como a la
densidad de la florescencia o foliación. Un color característico rara vez persiste más de
dos semanas, y menos frecuente aún es que pueda confiarse en su estabilidad en la
misma área durante este período completo. Los individuos de una especie arbórea
determinada pueden presentar su colorido diferente a distinto tiempo en las selvas
higrofíticas tropicales y el momento más propicio para la fotografía sólo en el terreno
se aprecia al emprender esa actividad.
Ahora bien, en los trópicos, tal período óptimo acaso coincida con uno de nubosidad
que frustre la fotografía.
Por lo que hace al problema fotográfico, uno de los tropiezos consiste en el deterioro
de la película de colores o de las imágenes que en ella se registran, a causa de la
exposición a altas temperaturas y fuerte humedad. La niebla interpone su efecto de
enturbiar el ambiente y rebaja el contraste de los colores en las zonas forestales
húmedas. El filtro de turbiedad que se use para mejorar la reproducción de los colores
fotografiados depende también de la altura a que vuele el aeroplano de
reconocimiento, puesto que las transparencias de colores propenden a acentuar el
azul a medida que la elevación de vuelo aumenta. La exposición adquiere caracteres
mucho más críticos que con la película pancromática, y ésa es una peculiaridad de la
de colores, la velocidad de cuyo emulsión es asimismo apreciablemente menor que en
la pancromática. Las dificultades de las operaciones de la fotocromía crecen en los
trópicos debido a las exigencias rigurosas de los reveladores en cuanto a temperatura,
siendo necesario disponer de laboratorios con clima artificial y soluciones a
temperatura regulada, razón por la cual el trabajo suele efectuarse en clima templado.
Las pruebas de fotocromía realizadas volando sobre masas forestales de los trópicos,
tanto en Honduras Británica como en la Guayana Británica, han demostrado que el
matiz de las copas aparece diferenciado. Por desgracia, no fué posible comprobar
inmediatamente en el terreno las transparencias de los colores, y sin una pronta
verificación terrestre, el trabajo experimental de poco sirve. En las regiones templadas,
los ensayos corroborados acreditan que las coloraciones de copa discernibles, por
ejemplo, las del haya purpúrea, pueden registrarse a satisfacción en película de
colores.
Al presente la fotografía aérea en colores resulta bastante más cara que la de blanco y
negro. Su uso se justifica sólo en los bosques tropicales de mayor opulencia donde se
hallan las distintas especies arbóreas de grandes dimensiones y alto valor, y cuando
las particularidades topográficas hacen difícil, oneroso y lento el trabajo en tierra.
Debe advertirse que en esta etapa el dasónomo no sabe si las fotoimágenes que ha
identificado son en realidad tipos forestales, asociaciones vegetativas o especies
arbóreas, sino que tiene en la mano un modelo distintivo que necesita explorarse en
tierra.
El autor, en la práctica, pica las fotografías con un alfiler y va escribiendo notas breves
al reverso de cada una, y apuntes más pormenorizados en un libro aparte. Durante la
comprobación sobre el terreno, hace anotaciones de los principales cambios en la
vegetación, tipo estacional, etc., así como acerca de la especie de los árboles
individuales.
1
Cifras aproximadas de las operaciones en Ghana, 1956.
Naturalmente, sólo en zonas escogidas se hace una enumeración del 100 por ciento,
pero en las ricas comarcas dásicas tropicales que el autor conoce, se recurrió a
inventariar el 100 por ciento de las existencias porque el muestro de un tanto por
ciento menor no dió la información requerida. En primer lugar, se hicieron recuentos
del 1, 2,5 y 5 por ciento para que dieran una idea del valor del monte. Razones de
orden práctico y económico suelen determinar los reconocimientos de un bajo tanto
por ciento, pero no hay que olvidar que si las muestras de esa categoría se estiman
suficientes en un plan de ordenación, por lo general no cumplen las exigencias de un
ingeniero forestal o gerente de explotación interesado en la extracción de trozas en
dichas unidades.
Estas personas prefieren desde luego, a pesar del costo, el inventario cabal de las
existencias porque da a conocer la situación de los árboles individuales maduros de
cada especie maderable valiosa. Y si el mapa de existencias muestra también la
topografía de la zona de explotación, tanto mejor, pero el costo de la cartografía sola,
por los métodos terrestres, sube entonces entre 2,2 y 2,7 dólares por hectárea 2. Es
probable que los precios aumenten de un a no a otro a medida que se elevan los
jornales de la mano de obra, y resulta evidente que conviene hallar un medio que
reduzca los gastos generales.
2
Gastos aproximados en Ghana, 1956.
Es cierto que las labores de enumeración pueden salir caras, pero los gastos de
construcción y conservación de caminos con alineamiento impropio quizá supere con
mucho cualesquiera ahorros que se lograran en la fase inventarial. Así se comprende
la importancia del tendido correcto de las calzadas principales de arrastre en una zona
forestal y esa circunstancia plantea la cuestión de los levantamientos topográficos
adecuados en las regiones de montes higrofíticos tropicales, a que se hará referencia
en otro apartado subsecuente.
Esta última, o mayor, se necesita cuando hay que mostrar, en los mapas acabados, el
tamaño de los árboles individuales maduros. A este respecto, conviene tener presente
que los pies que se exceden del límite perimétrico reconocido (27,5 cm. en el caso de
la caoba en Ghana), se identificarán con más presteza en las fotografías aéreas, en
razón de sus copas de mayor desarrollo. La relación del diámetro de la copa al del
tallo no se ha investigado lo bastante en las zonas forestales tropicales que el autor
conoce, pero parece que cabe poca duda de que la correlación que liga estas medidas
en las especies de clima templado subsiste igualmente en muchas de las tropicales.
3
MOTT, P. G. «The Contouring of a Tropical Forest Area in Ceylon by the use of Aerial
Photographs», Empire Forestry Review, marzo de 1956, y Photogrammetric
Engineering, junio de 1955.
Con fotografías aéreas de una zona de bosque tropical, se pueden preparar mapas
con curvas de nivel esbozadas usando máquinas fotogramétricas modernas y unos
cuantos puntos de referencia terrestres que aún es posible eliminar por completo, pues
así se han hecho levantamientos satisfactorios de una región forestal en Ghana, pero
resulta ventajoso incluir cierta cantidad de maniobras en tierra. Los fotogrametristas
hacen rayado de curvas en la cubierta vegetal por medio de un estereoplanígrafo. Las
variaciones en la altura del vuelo, por supuesto, afectan la precisión del rayado, pero la
práctica demuestra que la exactitud general se mantiene bastante bien dentro de
normas aceptables.
Tales mapas se pueden obtener con menores gastos y mucho mayor rapidez que los
construidos por métodos terrestres.
Acaso la función más importante de los mapas acabados sea para el dasónomo la
verificación planimétrica que permiten en todas las medidas de superficie que se
toman en ellos. La extensión de cada tipo forestal puede sacarse con un planímetro y
el grado de muestreo ajustarse ya sea para una muestra centesimal común en la
superficie entera (v. gr.: un 10 por ciento del área de cada tipo forestal) o aumentar la
intensidad del muestreo en el campo cuando se trata de los tipos forestales más
estimados.
Casi todo el artículo se ha referido hasta aquí a los problemas específicos de los
reconocimientos en las zonas de montes higrofíticos tropicales. Muchas de las
observaciones hechas se aplican también a las selvas tropicales de clima más seco,
pero hay ciertos aspectos de uso de las fotografías aéreas en dichas comarcas, que
necesitan explicación.
En estas zonas, el dasónomo tendrá que contentarse, por lo regular, con fotografías
aéreas a pequeña escala tomadas para los fines de levantamientos topográficos; v.
gr.: la aerofotografía a pequeña escala que se acostumbra en muchos territorios
británicos del Africa. (Con tales fotografías pueden prepararse mapas dasonómicos
útiles y exactos, dejando para reservas forestales las comarcas provisionalmente
escogidas de bosque más denso.
Las relaciones ecológicas son más discernibles en las susodichas regiones porque las
imágenes de la vegetación en las fotografías aéreas a menudo indican los cambios de
suelo y de las formaciones geológicas subyacentes.
Fotogrametría y Fotointerpretación
1.Marco teórico
2.Prácticas de fotogrametría
3.Conclusión
MARCO TEÓRICO:
Fotogrametría:
ciencia desarrollada para obtener medidas reales a partir de fotografías, tanto
terrestres como aéreas, para realizar mapas topográficos, mediciones y otras
aplicaciones geográficas. Normalmente se utilizan fotografías tomadas por una
cámara especial situada en un avión o en un satélite. Las distorsiones de las
fotografías se corrigen utilizando un aparato denominado restituidor
fotogramétrico. Este proyector crea una imagen tridimensional al combinar
fotografías superpuestas del mismo terreno tomadas desde ángulos diferentes.
Los límites, las carreteras y otros elementos se trazan a partir de esta imagen
para obtener una base sobre la cual se realizará el mapa.
Nota:
Muchos mapas topográficos se realizan gracias a la fotogrametría aérea; utilizan
pares estereoscópicos de fotografías tomadas en levantamientos y, más
recientemente, desde satélites artificiales como los spot. En las fotografías
deben aparecer las medidas horizontales y verticales del terreno. Estas
fotografías se restituyen en modelos tridimensionales para preparar la
realización de un mapa a escala. Se requieren cámaras adecuadas y equipos de
trazado de mapas muy precisos para representar la verdadera posición de los
elementos naturales y humanos, y para mostrar las alturas exactas de todos los
puntos del área que abarcará el mapa.
Reconocimiento aéreo:
estudio de la superficie terrestre utilizando imágenes tomadas desde aviones o
satélites. El reconocimiento aéreo se ha hecho valioso en grado sumo para el
levantamiento de mapas, la agricultura, los estudios del medio ambiente y las
operaciones militares. Mediante el uso de imágenes aéreas, los científicos
pueden analizar los efectos de la erosión del suelo, observar el crecimiento de
los bosques, gestionar cosechas o ayudar a la planificación del crecimiento de
las ciudades. La ciencia de establecer medidas precisas y crear mapas detallados
a partir de las imágenes aéreas se denomina fotogrametría.
El reconocimiento aéreo implica el uso de equipos de teledetección; un sensor
remoto es cualquier instrumento que consigue información sobre un objeto o
área situado a distancia. Los sensores más comunes utilizados en el
reconocimiento aéreo son cámaras sofisticadas que consiguen fotografías
capaces de revelar objetos de sólo unos metros de anchura desde altitudes de
más de 19 kilómetros.
Los científicos usan también cámaras digitales para registrar imágenes aéreas
en un disco de computador y videocámaras para grabar imágenes en cintas de
vídeo. A diferencia de las fotografías convencionales, estas imágenes pueden ser
vistas de inmediato. La película de rayos infrarrojos produce imágenes que
muestran variaciones en energía infrarroja reflejada invisible, útiles en concreto
para recabar información sobre la vida de las plantas. El uso de computadoras
tiene gran importancia en el reconocimiento aéreo, pues permite mejorar la
calidad de las imágenes y acrecentar el alcance de la información que
proporcionan.
Aunque a mediados del siglo XIX se conseguían fotografías aéreas desde globos
aerostáticos y cometas, el reconocimiento aéreo no alcanzó una amplia
utilización hasta la I Guerra Mundial, cuando las cámaras se montaron en
aviones. Las aplicaciones militares de la fotografía aérea adquirieron mayor
importancia durante la II Guerra Mundial, gracias al desarrollo de los aviones,
cámaras y películas. Al final de la década de 1930 y durante la de 1940, Estados
Unidos realizó los primeros reconocimientos aéreos de grandes áreas, en apoyo
de una serie de programas gubernamentales para la conservación del suelo y la
gestión forestal. En la actualidad, la mayor parte de la superficie terrestre ha
sido fotografiada mediante el reconocimiento aéreo.
Estereoscopio:
instrumento óptico a través del cual pueden observarse fotografías de objetos,
pero no como representaciones planas, sino con apariencia sólida y
profundidad. Es un instrumento donde se presentan al mismo tiempo dos
fotografías del mismo objeto, una a cada ojo. Las dos fotografías están tomadas
desde ángulos ligeramente diferentes y se observan a través de dos objetivos con
lentes separadas e inclinadas para que coincidan y se fundan las dos imágenes
en una tridimensional.
La fotografía estereoscópica aérea permite realizar representaciones en tres
dimensiones que pueden utilizarse en la preparación de mapas de relieve.
Visión Estereoscópica:
Los seres humanos y otros animales son capaces de enfocar los dos ojos sobre
un objeto, lo que permite una visión estereoscópica, fundamental para percibir
la profundidad. El principio de la visión estereoscópica puede describirse como
un proceso visual relacionado con el uso de un estereoscopio, el cual muestra
una imagen desde dos ángulos ligeramente diferentes, que los ojos funden en
una imagen tridimensional única. En las siguientes figuras, I y D representan
los ojos y SS una línea (el horóptero) que pasa por el punto A en el que los ejes
ópticos IA y DA se cortan y que es paralela a otra línea que une los ojos I y D. El
punto A se ve en los puntos correspondientes de los dos ojos, situados al otro
lado del eje. Sin embargo, dos puntos i y d, podrían estar situados en el plano
del horóptero (plano que pasando por el horóptero es perpendicular al eje
óptico), o fuera de él, de manera que los dos ojos percibirían los puntos i y d
como un punto único, B (en la figura 1 el punto B está más cerca del ojo y en la
figura 2 está más lejos del ojo que del horóptero SS). Supongamos ahora, figura
1, un esquema que represente i y A, y otro que represente d y A; de esta manera
el primero se sitúa sobre el ojo izquierdo y el segundo sobre el ojo derecho. En
este caso, los dos ejes ópticos convergen de tal manera que la imagen de A se
forma en los correspondientes puntos en los dos ojos. Los puntos i y d aparecen
combinados en uno sólo, situado o más cerca del ojo que A o más lejos. Esto
explica el funcionamiento del estereoscopio y también el efecto pseudoscópico
producido cuando las imágenes están invertidas. Véase también Óptica.
Barra de ajuste micrométrico (barra de paralaje):
Es como un tornillo micrométrico, que puede medir distancias del orden de una
millonésima de metro.
Cámaras Aerofotográficas:
Las cámaras fotográficas para cartografía aérea son tal vez los instrumentos
fotogramétricos mas importantes, ya que con ellas se toman las fotos de la que
depende esta tecnología. Para entender la fotogrametría, especialmente la base
geométrica de sus ecuaciones, es fundamental tener un conocimiento elemental
de las cámaras y cómo operan.
Las cámaras aéreas tienen que realizar un gran número de exposiciones en
rápida sucesión, mientras se desplazan en un aeroplano a gran velocidad, de
modo que se necesita un ciclo corto, lente rápida, obturador eficiente y magazín
de gran capacidad
Tipos de Fotografías Aéreas:
Las aerofotos logradas con cámara unilentes de cuadro se clasifican como
verticales (que son tomadas estando el eje de la cámara vertical hacia abajo, o lo
mas verticalmente posible), y oblicuas (tomadas estando el eje intencionalmente
inclinado en cierto ángulo con respecto a la vertical). Las fotografías oblicuas se
clasifican además en altas, si el horizonte aparece en la foto o baja si no aparece.
Las fotos verticales son el modo principal de poseer imágenes para el trabajo
fotogramétrico. Las fotos oblicuas rara vez se utilizan en cartografía o en
aplicaciones métricas, pero son útiles en trabajos de interpretación y
reconocimiento.
Aéreofotos Verticales:
Una foto verdaderamente vertical se logra cuando el eje de la cámara está
exactamente a plomo al efectuar la exposición. A pesar de las precauciones
tomadas existen invariablemente pequeñas variaciones, por lo general menores
de 1º y rara vez mayores de 3º. Las fotos casi verticales (o con ladeo) tienen
pequeñas inclinaciones no intencionales. Se han ideado métodos
fotogramétricos para manejar fotografías inclinadas, de manera que la precisión
no se sacrifica al elaborar cartas a partir de éstas.
Escala de una Aerofoto Vertical:
Se interpreta comúnmente la escala como la razón entre una cierta distancia en
un plano o mapa y la distancia real en el terreno, y esa relación es uniforme en
todo punto, porque una representación gráfica de este tipo es una proyección
ortogonal. La escala fotográfica en una aerofoto vertical es la razón de una
distancia en la foto a la distancia correspondiente en tierra.
Coordenadas en Tierra a Partir de una sola Aerofoto Vertical:
Las coordenadas en el terreno de puntos cuya imágenes aparecen en una foto
vertical pueden determinarse con respecto a un sistema de ejes arbitrario
localizado en tierra. Los ejes topográficos X e Y en el terreno, se hallan en los
mismos planos verticales que los correspondientes ejes fotográficos x, y; el
origen del sistema es el punto en el PR directamente debajo de la estación de
toma. Las coordenadas topográficas de los puntos determinados de esta manera
se emplean para calcular las distancias horizontales, ángulos horizontales y
áreas.
Desplazamiento por Relieve (Tendido Radial) en una Aerofoto
Vertical:
Este desplazamiento es el cambio de posición o aspecto de una imagen a partir
de una ubicación teórica en el PR, debido a la distancia vertical de objeto arriba
o abajo del PR. El desplazamiento en una foto vertical se produce según líneas
radiales, desde el punto principal, y aumenta en magnitud con la distancia de la
imagen a este punto.
Altura de Vuelo para un Foto Vertical:
De las secciones anteriores es evidente que la altura de vuelo sobre el PR es un
parámetro importante en la resolución de ecuaciones fotogramétricas básicas.
Para cálculos aproximados, las alturas de vuelo se pueden tomar de lecturas
altimétricas, si se dispone de éstas.
Paralaje Estereoscópico:
El paralaje se define como el desplazamiento aparente de la posición de un
objeto con respecto a un marco de referencia, debido a un corrimiento en el
punto de observación. Por ejemplo, una persona que mira a través del visor de
una cámara aérea a medida que la aeronave avanza, ve el aspecto cambiante de
las imágenes de los objetos que se mueven a través de su campo visual. Este
movimiento aparente (paralaje) se debe ala ubicación cambiante del
observador. Utilizando el plano focal de la cámara como marco de referencia,
existe paralaje para todas las imágenes que aparecen en fotografías sucesivas,
debido al movimiento de avance de entre una y otra exposición. Cuanto mayor
sea la elevación de un punto, es decir, cuanto mas cerca esté de la cámara, de
mayor magnitud será el paralaje. En el caso de una superposición longitudinal
de 60%, el paralaje de las imágenes en fotografías sucesivas debe ser, en
promedio, aproximadamente de un 40% del ancho del plano focal.
Mediciones Estereoscópicas de las Imágenes:
El paralaje de un punto se puede medir visualizando estereoscópicamente, con
la ventaja de una mayor rapidez y exactitud, debido a que se utiliza visión
binocular. Cuando el observador mira por el estereoscopio, dos pequeñas
marcas idénticas gravadas en láminas de vidrio transparente, llamadas medios
índices, se colocan sobre cada fotografía. El observador ve simultáneamente una
marca con el ojo izquierdo y la otra con el ojo derecho; luego se ajusta la
posición de las marcas hasta que parecen confundirse o fusionarse un una sola,
percibiéndose a una cierta altura. Conforme se varía el espaciamiento de las
medias marcas, la altura de la marca fusionada parecerá fluctuar o "flotar",
dándose el nombre de índice flotante.
PRÁCTICAS DE FOTOGRAMETRÍA
Primera Práctica:
En la primera práctica se evaluó a cada estudiante con un estereoscopio de
bolsillo y varias figuras en dos círculos iguales para comparar la visión
estereoscópica de cada uno. La práctica consistía en observar las dos figuras con
el estereoscopio de bolsillo y apreciar la profundidad de las diferentes figuras
que se encontraban dentro del circulo.
Segunda Práctica:
En ésta nuestra segunda práctica del subproyecto Fotogrametría y
Fotointerpretación Iniciamos el procedimiento para encontrar nuestra distancia
base ocular, el cual consistió en trazar en una cartulina una línea horizontal por
la mitad de la cartulina. Luego con el estereoscopio de espejo que se colocó
sobre la línea antes trazada se observó sólo con el ojo derecho
perpendicularmente a la línea por el ocular y se colocó un punto A. Luego sólo
con el ojo izquierdo por el otro ocular se hizo igual y se colocó un punto B.
Después observamos con los dos ojos y visamos un solo punto lo que nos indicó
que la distancia entre los dos puntos era nuestra distancia base ocular. Luego
con dos fotos realizamos un corte en cada una de las fotos donde se obtuvieron
dos trozos con las mismas zonas a observar en la cual proyectando el punto
principal de una foto en otra y viceversa uniendo el punto principal y
proyectando en cada foto obtenemos la línea de vuelo y desde cada punto se
traza una línea perpendicular a la línea de vuelo por las cuales cortamos los dos
pedazos que colocamos luego en los puntos A y B en cada foto recortada
alineando la línea de vuelo con la línea horizontal de la cartulina y procedimos a
ver las fotos de las cuales observamos una sola imagen en tres dimensiones.
Podemos Resumir la segunda práctica en los siguientes términos:
Orientación de un par de Fotografías Para Solución Estereoscopia.
Se toma una cartulina de medidas v = 48.2 cm y H = 65.9cm.
Para medir la distancia interpupilar se coloco el estereoscopio encima de la
cartulina y se procedió a colocar un punto en el lado izquierdo y derecho.
Se tomaron 2 fotografías de un sitio x que fueron tomadas solapadas mente de
forma transversal y vertical.
La fotografía se observó en una visión tridimensional y se logra ver la altura y
base de los objetos impresos en las fotos.
Se mide la distancia horizontal entre el mismo punto pero de una foto a otra.
En conclusión se puede decir que por medio de este método se puede obtener
las medidas tanto verticales como horizontales, presenta como desventaja que
es un método muy costoso y las fotografías no se consigue con facilidad.
Tercera Práctica;
Corrección de desplazamiento por relieve (DPR), midiendo paralaje
estereoscópico.
Procedimiento:
Esta practica es la continuación de la anterior. Se Utilizan los mimos materiales.
Se colocaron dos fotografías aéreas de la ciudad de Caracas y desde el centro a
centro se midió la longitud P1P2 = 30,4 cm luego medimos la distancia radial r
= 12,5 cm luego con la barra de paralaje se midió el paralaje de tope a tope Pt =
24,18 mm y de base a base Pb = 16,88 mm de un edificio para calcular su
paralaje
Se coloca la cartulina en la mesa, se centran las fotografías en los puntos ya
marcados y se ajusta, se procede a marcar o escoger un punto en las fotografías ,
recordando que las fotografías están solapadas entre si.
Se coloca el esteroscopio de espejo encima de la cartulina para lograr ver las
fotos tridimensionalmente es bueno recordar que primero se tomo o se centró
un punto donde queda ubicado en el tope de un edificio y la base del edificio, se
tomo la distancia entre punto (entre las cotas solapadas) que es de p1 a p2.
Después se calibro la barra y se coloco el tornillo micrometrico del lado
izquierdo en 0 y el lado derecho en 20. luego sin mover el tornillo del lado
derecho se abre el tornillo del lado izquierdo, se le coloco un punto (rojo) en el
vidrio de la barra por que había poca luz.
Datos:
r = 6,56 cm
P1P2 = 31,00 cm
r'r" = 23,30 cm
Pt = 21,665 mm
Pb = 20,125 mm
Solución:
1.-) Cálculo de Paralaje Absoluto (Pa)
Pa = P1P2 - r'r" = (31,00 - 23,30)cm
Pa = 7,70 cm
2.-) Cálculo de Diferencia de Paralaje ( P)
P = Pt - Pb = (21,665 - 20,125) mm
P = 1,54 mm ==> P = 0,154 cm
3.-) Calculando Paralaje Estereoscópico ( r)
r = 0,129 cm
Cuarta práctica:
Determinación de Alturas y Pendientes en FAV
Procedimiento:
Con fotografías con superposición orientadas apropiadamente son visadas bajo
un estereoscopio de espejo y se fijan firmemente desde un cerro escogido
calcularemos su altura, por paralaje y pendiente por el método semigráfico de
Stellingwerf. Entonces midiendo longitudes de foto a foto desde el pie del cerro
rr' = 21,9 cm, desde el centro de la foto P1P2 = 30 cm. Midiendo con la barra
desde tope a tope lpt = 19,77 mm y de pie a pie lpr = 18,67 mm, la cota del pie
240 msnm y la altura Zo = 4573 m.
Datos:
P1P2 = 31,2 cm
rr' = 22,7 cm
Zo = 4573 msnm
lpb {lpr} = 19,23 mm
lpt = 21,12 mm
cota pie = 360 msnm.
Solución:
1.-) Cálculo de Altura del Cerro ( H)
Paralaje absoluto (PR)
PR = P1P2 - rr' = (31,2 - 22,7)cm
PR = 8,5cm = 0,085m.
Altura Relativa (ZR)
ZR = Zo - cota pie
ZR = (4573 - 360)msnm
ZR = 4213 m
Diferencia de Paralaje ( P)
P = lpt - lpb
P = (21,12 - 19,23)
P = 1,89 mm = 0,00189 m.
Altura del Cerro ( H)
H = 91,640
2.-) Cálculo de Pendiente
Datos:
H = 91,640
lpb = 19,23
lpt = 21,12
P1P2 = 31,2 cm
PR = 0,085 m
Solución:
P = lpt - lpb = 21,12 - 19,23
P = 1,89 mm
P = 0,00189 m.
Dist. Horizontal = D = 1,74 cm
Dist. Focal = 151,95 mm
Sustituyendo
= 0,19 * 100 = 19%.
Quinta práctica;
Perfil Longitudinal en Fotografías Aéreas Verticales
PR = P1_P2 - r_r'
Cota de referencia = 220
AB = 17 mm * 25000 = 425000 = 425 m
BC = 18 mm * 25000 = 450000 = 450 m
CD = 20 mm * 25000 = 500000 = 500 m
DE = 23 mm * 25000 = 575000 = 575 m
PR = 30 - 22,50 = 7,5 = 0,075 m
Lecturas de Paralaje:
LPE = 18,90 mm = 0,0189 m
LPD = 20,59 mm = 0,02059 m
LPC = 19,26 mm = 0,01926 m
LPB = 21,33 mm = 0,02133 m
LPA = 19,77 mm = 0,01977 m
Zo = 4573 msnm
Z = Zo - 220 = 4353 m
LPE = R
PA = LPA - R = 19,77 - 18,90 = 0,87 = 0,00087 m
PB = LPB - R = 21,33 - 18,90 = 2,43 = 0,00243 m
PC = LPC - R = 19,26 - 18,90 = 0,36 = 0,00036 m
PD = LPD - R = 20,59 - 18,90 = 1,69 = 0,00169 m
HAE + 220 = 269,21 m
HBE + 220 = 356,61 m
HCE + 220 = 240,79 m
HDE + 220 = 315,92 m
con estos datos se realiza el perfil, el siguiente gráfico es un ejemplo, se pide
disculpa por lo burdo del perfil, es un simple eje de coordenadas cartesianas
hecho con Microsoft Excel, a modo ilustrativo.
OBSERVACION:
La quinta práctica, el estudiante Jorge Castillo, la realizó con el estudiante
Arroyo José, porque sus respectivos compañeros de grupo Pedro Sosa y Pérez
Daniel no habían llegado a la práctica, luego llegó Pérez Daniel y se incorporó a
nuestro grupo, es por esa razón que en la mencionada práctica los informes de
cada grupo comparten los mismos datos y procesos de cálculos.
CONCLUSIÓN
Las fotografías aéreas verticales permiten determinar una gran cantidad de
información referente a grandes extensiones de terrenos, distancias
horizontales y verticales en los mismos, pendientes entre otros, de ahí deriva la
gran importancia de la fotogrametría como ciencia desarrollada para obtener
medidas reales a partir de fotografías, tanto terrestres como aéreas, para
realizar mapas topográficos, mediciones y otras aplicaciones geográficas.
Muchos mapas topográficos se realizan gracias a la fotogrametría aérea; Se
requieren cámaras adecuadas y equipos de trazado de mapas muy precisos para
representar la verdadera posición de los elementos naturales y humanos, y para
mostrar las alturas exactas de todos los puntos del área que abarcará el mapa. El
reconocimiento aéreo se ha hecho valioso en grado sumo para el levantamiento
de mapas, la agricultura, los estudios del medio ambiente y las operaciones
militares. Mediante el uso de imágenes aéreas, los científicos pueden analizar
los efectos de la erosión del suelo, observar el crecimiento de los bosques,
gestionar cosechas o ayudar a la planificación del crecimiento de las ciudades.
PROPÓSITO DEL CURSO
OBJETIVO DEL CURSO
Preparar alumnos de las ingenierías, civil,
geología, minas y topografía que les
permitan conocer las metodologías
básicas, hacer uso de las herramientas y
materiales de la fotogrametría.
Se pretende capacitar al alumno para que a
partir de fotografías aéreas sepa resolver
problemas de Ingeniería de una manera
satisfactoria, logrando esto sólo
conociendo todos los elementos
geométricos de las fotos y las técnicas
fotogramétricas.
1. INTRODUCCIÓN
Objetivo: Permite a los alumnos entender la
importancia que tiene la fotografía aérea.
1.1. Definición
1.2. División
1.3. Historia
1.4. Aplicaciones
2. FOTOGRAFÍA
Objetivo: El alumno obtendrá las bases
técnicas y geométricas confiables de los
elementos de una fotografía aérea.
2.1. Bases geométricas
2.2. Indicaciones marginales
2.3. Definición de las principales líneas
y planos de la toma fotográfica
3. CÁMARAS MÉTRICAS
Objetivo: El alumno conocerá el
mecanismo y funcionamiento y partes que
integran las cámaras aéreas
3.1. Partes de la cámara
3.2. Clasificación de las cámaras
4. ÓPTICA
FACULTAD DE INGENIERÍA
BÁSICAS DE INGENIERÍA
Nombre de materia: FOTOGRAMETRÍA I
Clave de la materia: 304
Clave de la facultad: 08USU4053W
Clave U.A.CH :08MSU0017H Clave CACEI:
Nivel de plan de estudios: 3º
Horas/Clases/Semana: 3.0 Hras totales / semestre:48
Hras/Práctica (y/o Laboratorio)/semana: 1
Prácticas Complementarias: 0
Trabajo extra-clase Horas / semanas: 1
Carrera / tipo de materia: Ingeniería Civil
/Obligatoria
Fecha última de Revisión Curricular:
Materia y clave de la materia requisitos: Topografía
II, 210
CONTENIDO TEMÁTICO
Objetivo: El alumno conocerá las diferentes
clases de lentes que se utilizan para el
estudio de la fotogrametría.
4.1. Fórmula de las lentes
4.2. Aberraciones de las lentes
4.3. Distorsión
5. FOTOGRAFÍA VERTICAL
Objetivo: El alumno determinara por medio
de la fotografía aérea las escalas,
coordenadas y altura de vuelo
5.1. Definición
5.2. Escala
5.3. Coordenadas terrestres desde una
fotografía vertical
5.4. Desplazamiento por relieve
5.5. Altura de vuelo de una fotografía
vertical
6. PLANEACIÓN Y EJECUCIÓN DE
PROYECTOS FOTOGRAMÉTRICOS
Objetivo: El alumno por podrá describir y
definir el equipo necesario para la
planeación de un proyecto fotogramétrico.
6.1. Diversos productos fotogramétricos
6.2. Producción de un proyecto
fotogramétrico
6.2.1. Selección de cámara
6.2.2. Selección de avión
6.2.3. Sobreposición
6.2.4. Relación B/H´
6.2.5. Escala de la fotografía
6.2.6. Altura de vuelo
6.2.7. Aparato restituidor
6.2.8. Cubrimiento terrestre
6.2.9. Condiciones del tiempo
6.2.10. Mapa de vuelo
7. PROCESOS FOTOGRÁFICOS
Objetivo: Conocerá los elementos y
materiales necesarios para la elaboración de
una fotografía aérea.
7.1. Espectro electromagnético
7.2. Descripción de materiales
fotosensibles
7.3. Revelado
8. VISIÓN ESTEREOSCÓPICA
Objetivo: El alumno aprenderá a utilizar el
equipo necesario que le permita observar las
fotografías en tercera dimensión
8.1. Percepción de profundidad
8.2. El ojo humano
8.3. Visión estereoscópica
8.3.1. Métodos naturales
8.3.2. Métodos artificiales
8.4. Estereoscopio de espejos
Figura 8.1 Instalaciones de dos (a) y tres (b) cámaras de prospección. (Según
G.C.Dickinson, 1969)
Figura 8.2 Superposición lateral y longitudinal de fotografías aéreas. (Según, G.C.
Dickinson, 1969)
Figura 8.4 E1 punto principal, marcas fiduciales y eje óptico de las fotografías aéreas.
Figura 8.5 Vertical e inclinación de las fotografías aéreas.
Figura 8.6 E1 efecto de la topografía sobre la escala de la foto: La escala de la foto
aumento con un incremento en la elevación del terreno.
La mayoría de las técnicas fotogramétricas están basadas sobre las tres propiedades
básicas de las fotografías aéreas: la escala, el desplazamiento y la propiedad del
radio.
8.4.1 Escala
8.4.2 Desplazamiento
En relación con un nivel del terreno, los puntos más altos se alejan del centro de la
fotografía, y los puntos más bajos se acercan a este. La cantidad de desplazamiento
aumenta a medida que lo hace la altura del objeto y se incrementa la distancia del
centro de la fotografía. A medida que aumenta la altura de la cámara, el
desplazamiento es menor. Esta es la razón por la que la fotografía vertical a gran
altura se emplea para la construcción de mosaicos, o como sustituta efectiva y barata
de los mapas de base.
En una fotografía vertical, las direcciones radiales desde el centro son ciertas. De aquí
que los rumbos medidos desde el punto principal sean verdaderos, mientras que las
distancias no lo son.
Hay cuatro métodos básicos para la determinación de la escala sobre una fotografía
aérea que, por orden creciente de exactitud, son los siguientes:
i) la relación entre dos puntos sobre el suelo de distancia conocida, y los mismos
dos puntos sobre la foto. (Note que la escala puede variar para otros lugares
sobre la misma fotografía, si hay variaciones significativas del relieve).
ii) la relación entre dos puntos sobre el mapa y los mismos dos puntos sobre la
foto.
iii) la relación entre un objeto sobre el suelo, cuyas dimensiones son conocidas, y
el mismo objeto en la fotografía.
iv) la relación entre la distancia focal de las lentes de la cámara y la altitud de las
lentes de la cámara,
iii) Transferencia por retículas, triángulos, etc. (Figura 8.9) : Estos son métodos derivados del
principio básico que, una línea recta sobre el suelo aparecerá como una línea recta sobre
la fotografía, si el terreno es relativamente llano. No obstante, la distorsión por la altura
introducirá pequeños errores en las fotografías verticales, y errores excesivos en las
oblicuas. Todos los méodos requieren que al menos cuatro puntos sean identificados,
tanto en la fotografía como en el mapa de trazos existente (ver Sección 7.6.6).
a) Retícula polar (Figura 8.9 a) : Se dibujan sobre el mapa de trazos y la fotografía la misma
construcción del reticulado :
Los detalles pueden ser ahora copiados desde cualquier triángulo sobre la fotografía
en el correspondiente triángulo sobre el mapa.
b) Reticulado poligonal (Figura 8.9 b): Cuando más de cuatro puntos comunes pueden ser
identificados en la fotografía y el mapa de trazos, no es necesario dibujar la prolongación
de puntos en el reticulado polar. Los puntos se dibujan simplemente tanto en el mapa de
trazos y la fotografía, y el área dentro del polígono resultante se subdivide uniendo cada
punto con todos los demás.
8.7 Interpretación
Utilizando la visión normal “sobre el suelo”, un objeto puede ser distinguido por una
combinación de tres procesos de observación:
i) Tamaño y forma.
ii) Color.
Los mismos procesos son utilizados por intérpretes de fotografías pero con distintas
condiciones e importancia dentro de cada grupo:
i) Tamaño: puede ser el factor decisivo para distinguir objetos similares en forma.
El medir puede ser necesario.
iv) Textura: cuando los cambios en el tono son muy pequeños para ser
discernibles, la textura puede ayudar a la identificación, por ejemplo,
granulado, rugosidad, suavidad, etc.
v) Sombra: proporciona una visión desde el suelo del objeto y, por lo tanto, es
una indicación importante. La longitud de la sombra puede ser utilizada para
determinar la altura de los objetos, si el terreno circundante se supone plano.
En general la fotografía debe ser interpretada de lo general a lo parcial, esto es, los
distintivos amplios hay que definirlos primero. Hay que aproximarse sistematicamente
a la interpretación:
ii) La fotografía debe ser orientada. Ello puede ser posible con la ayuda de
sombras. Muchas fotografías aéreas son tomadas cerca del mediodía para
obtener las mejores condicones de luz, lo que resulta en sombras dirigidas al
Noreste y al Noroeste en las latitudes templadas septentrionales.
iii) Un rasgo o forma debe ser seleccionado sobre la fotografía que puedaser
facilmente identificado sobre el mapa de trazos, por ejemplo, la línea de costa.
Un ajuste aparente debe ser confirmado mediante una evidencia que lo apoye.
Las fotografías aéreas proporcionan solo una vaga impresión del relieve, a menos que
se utilice un estereoscopio para producir una imagen tridimensional. La visión
tridimensional que se obtiene con la visión normal es debida al hecho de que, con dos
ojos apartados unos 6 cm, cada ojo es capaz de presentar al cerebro una perspectiva
ligeramente diferente del objeto que está siendo observado. De las diferencias en
perspectiva entre estas dos imagenes, el cerebro es capaz de evaluar la profundidad y
construir una imagen tridimensional. Este es el principio básico implicado en el uso de
dos fotografías aéreas adyacentes con un solapamiento considerable (un par estéreo)
y un esteroscopio para producir una imagen tridimensional.
ii) El estereoscopio de espejo (Figura 8.11) : este tipo utiliza una pareja de
espejos paralelos para “ampliar” la línea de visión, y así incrementar el área
tridimensional bajo observación, de una sola vez. Los binoculares
desmontables dan una mayor ampliación.
8.8 Ortofotografías
La imagen perspectiva de una fotografía puede cambiar a una proyección ortogonal
con la ayuda de un ortoscopio, que elimina la distorsión causada por las variaciones
en altitud. Así todos los puntos están en su posición correcta, la escala es constante y
los ángulos son verdaderos.
El método más común de producir una ortofotografía es el siguiente: la proyección de
una imagen estereoscópica tridimensional, producida por un trazador estereoscópico,
se expone a una película fotográfica a través de una ranura muy pequeña que se
mueva a lo ancho del modelo estereoscópico. Como el pequeño orificio se mueve a lo
largo de una banda muy estrecha, la película permanece estacionaria en su posición
horizontal, pero se mueve en la dimensión vertical para mantener la apertura “en
contacto con la superficie” de la imagen tridimensional. Después que la ranura se ha
movido una vez a lo ancho del modelo, se desplazada hacia una lado una distancia
igual a la anchura de la ranura, y se repite la operación. Los instrumentos más
modernos hacen un barrido de la fotografía y, después de corregirla por medio de una
computadora, muestran la imagen sobre un monitor.
8.9 Mosaicos
Las fotografías pueden ser ensambladas en mosaicos, que luego pueden ser vueltos a
fotografiar con información temática seleccionada para producir mapas fotográficos.
Al ser una foto una visión en perspectiva (proyección), los objetos pueden no aparecer
en su verdadera posición horizontal; esta tendencia se acentúa mientras más lejos se
encuentra el objeto del centro de la fotografía. En consecuencia, solo las zonas
centrales de las fotografías son utilizadas en los mosaicos, para la reducir la cantidad
de error debida al desplazamiento del relieve. Las zonas centrales son
cuidadosamente ajustadas a lo largo de los rasgos lineales, de tal forma que las
uniones entre los componentes de los mosaicos puedan ser facilmente camufladas
cuando se ensamblen.
Las ortofotografías también pueden ser montadas para formar un mosaico, que puede
volverse a fotografiar con información temática para producir un mapa ortofotográfico.
El mapa ortofotográfico tiene la ventaja de poseer la escala exacta, en contraste con
los mapas fotográficos preparados a partir de mosaicos de fotografías convencionales,
que sufren desplazamiento, y en consecuencia de discrepancia de escala.
De acuerdo con el alcance del control geométrico, los mosaicos son de tres clases:
- es menos cara que los negativos en color que requieren la producció n de positivos
sobre el papel;
- buena resolución (detalle);
- una ayuda excelente para la presentación visual.
ii) Película negativa en color, utilizada para tipificar el terreno, etc. Los positivos en color
producidos a partir de esta película son:
iii) Película infrarroja en color, utilizada para la clasificación de la línea de costa, análisis de
vegetación, etc.:
v) Película en blanco y negro, utilizada para descripción del terreno, etc. Los positivos en
blanco y negro hechas de esta película son:
9. LOS GRAFICOS
Los gráficos son unos medios mediante el cual el cartógrafo comunica fácil y
claramente información seleccionada, al lector del mapa o al usuario de los datos. La
información puede estar contenida en varios gráficos tales como mapas, cartas,
diagramas y gráficos, y apoyada por textos relacionados.
ii) Concisión: El gráfico debe proporcionar una identificación concisa de los datos
reflejados.
iii) Uniformidad: Gráficos idéntidos deben ser proporcionados para datos similares
dentro de los límites del estudio.
ii) Los símbolos, que pueden ser definidos como un punto, una línea o un área
(ver Sección 9.7), deben ser seleccionados para una fácil identificación sobre
el gráfico, más que en la leyenda o en la carta de colores. Esto es
particularmente importante en presentaciones estadísticas que utilizan
repetidamente un único símbolo, modificando solo un aspecto, tal como el
tamaño, para representar un nivel distinto del dato.
iii) Un gráfico sencillo no debe uncluir más de tres variables (ver Sección 9.5).
vi) Un gráfico a un solo color debe contener tinta negra una cantidad total que
oscile del 5–10% del área de la figura. Esto evita la creación de diseños que
son demasiado claros o demasiado oscuros.
viii) Los tonos oscuros o contínuos, y los colores intensos deben reservarse para
pequeñas áreasd de la información más significativas. Los tonos más claros y
los colores deben ser utilizados para información secundaria.
ix) En cualquier gráfico estadístico, los datos pueden ser organizados para la
percepción de su efecto visual, o la facilidad para tomar medidas físicas
exactas a partir del gráfico.
Figura 9.1 E1 efecto de vibración que se obtiene cuando los elementos gráficos
ocupan el 50% en relación con el fondo blanco. (Según International
Cartographic Association, 1984)
Figura 9.2 Los umbrales de la presentación gráfica: (a) percepción; (b) separación;
(c) diferenciación. (Según International Cartographic Association, 1984)
Modificado de “La Presentación Visual de Información Cuantitativa” por Edward R.
Tufte, 1983.
9.4 Organización del gráfico
Los gráficos pueden ser subdivididos dentros de tres niveles visuales organizativos
distintos: el cualitativo, el ordenado y el cuantitativo. Estos nivel no son mutuamente
exclusivos y muchos gráficos pueden utilizar dos, o incluso tres, de los niveles visuales
disponibles:
valor, textura, color, orientación y forma. Estas variaciones se emplean para crear
marcas visibles, signos o símbolos sobre gráficos y mapas. Un digujo efectivo utilizará
más de una de estas variables; varias, si no todas, serán incorporadas en productos
complejos. Esta comprobado que las variaciones cuantitativas, empleadas en solitario,
son generalmente las más efectivas. Las variaciones usadas comunmente en
orientación y forma, frecuentemente con color, son menos eficientes para comunicar
información. Para enfatizar un mensaje, puede ser empleada la “redundancia gráfica”,
utilizando simultaneamente dos variables gráficas. Por ejemplo, en las señales de
tráfico, la luz vital de parada es mayor en tamaño, además de diferenciarse por el
color. A continuación se expone una explicación más detallada de las ocho variables:
9.5.2 Tamaño
Cualquier símbolo o gráfico del mapa puede ser diseñado en varios tamaños utilizando
la longitud, el área o medidas de volúmen. Estos diversos tamaños pueden ser
jerarquizados u ordenados. Un acuerdo convencional cartográfico indica que los
símbolos mayores representan los rasgos más grandes o más importantes,
prescidiendo de que el símbolo sea un simple punto, una línea o un símbolo complejo.
Muchos productos temáticos aplican una escala a los tamaños de los símbolos para
expresar una detallada información cuantitativa.
9.5.3 Valor
9.5.4 Textura
Este efecto también se llama grano (Figura 9.4). Está intimamente relacionado con el
valor, y es una reflexión del tamaño de símbolos repetidos. Cuando una trama es
ampliada fotográficamente, o reducido el valor (relación entre los elementos blancos a
oscuros), aquella permanece invariable, pero la textura es afectada. Modificando la
cantidad de tinta en el entramado, o cambiando la frecuencia de los elementos,
también cambiará el valor, un efecto útil en muchos gráficos.
9.5.5 Color
9.5.6 Orientación
9.5.7 Forma
ii) Escala ordinal: una diferenciación de los datos dentro de una clase sobre la
base del rango pero sin ningún valor numérico una diferenciación de los datos
dentro de una categoría sobre la base del rango pero sin ningún valor
numérico, por ejemplo puertos grandes y pequeños.
iv) Escala fraccionaria: al igual que la escala de intervalos, las clases están
exactamente definidas pero, como contraste, el orígen es absoluto; por
ejemplo peso, distancia.
i) Los símbolos de puntos son signos individuales tales como puntos, triángulos,
pequeñas cruces, etc., que se usan para representar datos posicionales tales
como ciudades, arrecifes, ubicación de muestras, sondas.
ii) Los símbolos lineales son variaciones del tema de una línea única que
representa una amplia variedad de datos. La información puede ser tanto lineal
o no lineal. Comunmente, las vías de comunicación (carreteras, ferrocarriles),
fronteras, ríos, etc. se dibujan de esta forma, además de las líneas de flujo,
isolíneas, profundidades y muchas formas de datos volumétricos.
iii) Los símbolos de superficie indican que un área tiene una característica común,
que es generalmente mostrada mediante el empleo de un tono, color o trama a
través del área designada.
9.8 Gráficos estadísticos
Los gráficos estadísticos pueden subdividirse en dos categorías (Figura 9.5):
ii) gráficos indicando la porción del total formado por diversos componentes.
Figura 9.5 Ténicas gráficas para representar información estadística. (Según G.C.
Dickinson, 1973)
iii) Gráfico circular (Carta polar, Gráfico de reloj) (Figura 9.8): El gráfico circular
puede ser utilizado para indicar una serie de valores relacionados con un
estado recurrente de sucesos, una continuidad.
iv) Gráfico logarítmico (Figura 9.9): Este gráfico es empleado para indicar una
tasa de crecimiento más que la cantidad de incremento. Mostrará tasas de
cambio iguales mediante líneas de igual pendiente, cualquiera que sea la base
numérica de dicho cambio.
i) Gráfico de barras apiladas (Figura 9.11): Este se utiliza para subdividir el área
debajo la línea, o contenida dentro de la barra, en cierto número de
componentes, si la línea vertical comienza en cero.
iii) Rectángulo dividido (Figura 9.13): El rectángulo, cuya área puede ser
proporcional al cantidad total, se emplea de una manera similar al círculo y
puede ser subdividido en capas, representantes de los componentes.
Figura 9.12 Círculo dividido mostrando el porcentaje de la captura total (peso) por
grupo principal.
iv) Gráfico triangular (Figura 9.14): Este gráfico puede mostrar tres variables: tanto
en su interpretación como en su uso tiene fuertes afinidades con el gráfico de
dispersión. El gráfico consiste en un triángulo equilátero con lados de 100
unidades de longitud, portando cada uno una escala de 0° a 100.
Estos mapas indican los lugares o zonas donde suceden los rasgos de interés, sin
necesidad de diferenciar de acuerdo con el tamaño o la importancia (Figura 9.15). Su
mérito yace en su habilidad para resumir una situación.
Hay tres tipos principales de técnicas estadísticas que se usan para mostrar
distribuciones cuantativas de acuerdo con su tamaño o importancia una serie de
puntos, areas conocidas y una serie de líneas.
9.9.2.1 Magnitudes distribuidas en una serie de puntos:
Las técnicas siguientes se utilizan para mostrar cantidades distribuidas en series de
puntos:
ii) Barras proporcionales (Figura 9.17): Las barras son fáciles de dibujar, flexibles
de ordenar en áreas congestionadas y, debido a su simple forma lineal, fáciles
de estimar visualmente.
i) Mapas de puntos (Figura 9.21): Aunque simple en principio, esta técnica plantea
cuestiones de diseño que necesitan ser contestadas antes de iniciar el mapa:
a)
¿Cuanto o cuantos debe representar cada punto?
b) ¿De que tamaño debe dibujarse vada categoría de puntos?
¿Deben solaparse los puntos, unirse o, de otra forma, estar separarados en áreas
c)
densas?
ii) Mapas de matices (Mapa de coropletas) (Figura 9.22): El método de sombras presupone
una distribución uniforme de la cantidad a través del área dada, lo que generalmente no
está justificado. Cada matiz representará una diferente densidad por unidad de superficie.
Si se dispone de colores, es recomendable limitar el número a dos o tres y contruir la
variedad mediante el uso de tonos de cada color.
iii) Mapas de matices proporcionales (Figura 9.23): Esta técnica, no solamente ubica un valor
dentro del rango, sino que efectivamente lo representa en su “escala verdadera”. Auque
estos mapas pueden ser contruidos con una exactitud estadística absoluta, son
generalmente ineficientes en comunicar su información. Ellos sufren frecuentemente del
defecto común perturbador de la “vibración visual”, causado por las bandas blancas y
negras alternantes.
iv) Mapas de isolíneas (Figura 9.24): Al igual que las técnicas de matices, las densidades
medias se muestran para cada unidad, pero este valor esta considerado como típico de,
más que limitado excatamente a, las áreas en consideración. De esta forma ello evita el
efecto “irreal” que las líneas limítrofes producen en los mapas de matices.
El color es, tanto utilizado ampliamente, como se abusa de él. Los aspectos
sicológicos del color son comunmente explotados en las áreas de los anuncios y la
propaganda. Un cuidadoso estudio de las técnicas locales de publicidad en el
“mercado objetivo” cultural, resultará frecuentemente en una apreciación de las
respuestas del color apropiadas.
La intensidad parece ser la menos importante de las tres características del color, pero
el una herramienta cartográfica útil. La habilidad para diferenciar entre diferentes
saturaciones del mismo tono, está fuertemente afectada por la superficie de las
imágenes y la separación espacial de las unidades. Los bloques de leyenda
adyacentes que tengan el mismo tono con saturaciones variables, pueden ser
facilmente identificados. No obstante, la deferencia no serán tan aparentes si las áreas
coloreadas están ampliamente separadas sobre el gráfico.
Frente al fondo normalmente complejo de un mapa típico, con sus símbolos variados,
texto y colores de área, los trazos finos de diferentes colores aparecen idénticos. Las
finas discriminaciones en el tono, saturación y valor son solamente posibles si no hay
otras distraciones tales como colores dominantes adyacentes. Una linea fina es el
símbolo cartográfico más dificil de diferenciar por el color, debido a que se aproxima a
los limites de la percepción. El error cartográfico más común en el uso del color es la
diferenciación sólo por el tono. Muchos tonos diferentes tienen visualmente el mismo
valor de oscuridad o luminosidad y, por ello, son difíciles de diferenciar. Esto es
particularmente cierto en colores intensos completamente saturados. Los efectos del
contraste son muy mejorados cuando se emplea sombras de pastel o tonos no
saturados para grandes áreas de fondo. Así, si es necesaria la diferenciación de finas
líneas por el color, una segunda variable tal como la anchura de la línea asegurará una
más clara distinción. Las mismas consideraciones sirven para el uso de pequeños
símbolos puntuales. De nuevo, la redundancia gráfica hace la distinción de estos
símbolos más clara (ver Sección 9.5). La máxima claridad tiene lugar cuando el tono,
el valor en la intensidad son manipulados deliberadamente para acentuar los aspectos
vitales del gráfico, y suavizar los relacionados con el material de fondo.
Al ser la reflexión de la luz de una superficie blanca tan alta como de cualquier
superficie coloreada, una trama entintada incrementará la claridad y disminuirá la
saturación. Las tramas finas se identifican por el tono que resulta de su uso. Una
trama del 10% de tinte producirá un tono claro, con solamente el 10% del área de la
superficie cubierto con tinta. Por el contrario, una trama del 80% producirá un color o
tono, fuerte y escuro. Generalmente, las tramas entintadas están disponibles en
incrementos del 10%, dando un gran número de gradaciones de un solo color en una
placa (Figura 10.1). Los desarrollos recientes en la industria de artes gráficas son los
constructores de placa con laser controlados con computadora, que son capaces de
producir cualquier tamaño deseado y densidad de puntos. Esto dá un control total
sobre la saturación del color y hace posible sútiles gradaciones y mezclas de color,
muy difíciles de obtener por los métodos convencionales. El potencial cartográfico de
estas máquinas es considerable.
Como contraste a las tramas coloreadas, que se usan para representar áreas
seleccionadas en tonos uniformas grises o coloreados, las tramas de medias tintas se
emplean para representar rangos de tonos cambiando continuamente o “tonos
contínuos” tales como aquellos. encontrados en las sombras de las colinas, o en las
fotografías aéreas. Las tramas de medias tintas están introducidas en el proceso
fotomecánico debido a que el proceso de impresión no puede reproducir facilmente
tonos contínuos. Como contraste a las tramas entintadas, que reproducen puntos de
tamaño consistente, las tramas de medias tintas producen puntos que varían en
tamaño, dependiendo de la cantidad de luz que alcance la película. Las zonas más
oscuras del original no reflejan luz, o lo hacen muy poco, y producen grandes puntos
claros. Las áreas más luminosas reflejan más luz y producen puntos claros más
pequeños. Esto resulta en un negativo del original compuesto de puntos de diversos
tamaños.
Las longitudes de onda más cortas y con alta energía son los azules violeta, cerca del
extremo 0,4 micrómetro del espectro. Las longitudes de onda más largas, y con
energía más baja, son las rojas, cerca de la región de 0,7 micrómetros del espectro. El
orden de los tonos espectrales, conocidos como la progresión espectral en orden
decreciente de niveles o longitudes de onda son el violeta, azul, verde-azulado, verde,
amarillo verdoso, amarillo, naranja y rojo. Esta secuencia, que es natural y conocida
por la mayoría de las personas, es una elección lócica cuando los colores tienen que
ser organizados de una forma ascendente o descendente.
Los exámenes del ojo humano han mostrado que es más sensible a la luz coloreada
en longitudes de onda de 0,55 micrómetros, esto es la zona verde amarilla, que
aparece en el centro del espectro visible. La sensibilidad cae rapidamente a los dos
lados de este punto, estando la sensibilidad más baja en los extremos violeta y rojo del
espectro. La claridad u oscuridad percibida de los diversos colores, es una medida de
nuestra sensibilidad visual a la luz recibida. Así, el azul-violeta y el verde son
percibidos como oscuros debido a nuestra insensibilidad relativa visual a estas
longitudes de onda. Como contraste, las región del verde-amarillo del espectro es
percibida como luminosa, debido a nuestra sensibilidad relativa visual a estas
longitudes de onda. Por ejemplo, en muchas regiones del mundo los vehículos de los
bomberos estaban pintados de un rojo intenso, el color que más emoción provoca. No
obstante, en los últimos años la mayoría de estos vehículos han sido repintados a un
color amarillo-verde, que se ha comprobado que es altamente visible frente a los
fondos oscuros de nuestras ciudades. En algunas áreas, la tasa de accidentes de
estos vehículos cayó dramáticamente después del cambio de color.
i) primarios artísticos;
ii) primarios aditivos;
iii) primarios sustractivos.
Los primarios artísticos están definidos comunmente como el azul, el amarillo y el rojo.
A partir de estos colores se pueden crear muchos otros colres con tintas o pinturas. De
esta manera, mezclando el amarillo y el rojo se produce el naranja, el rojo y el azul
resulta en el violeta, y el azul y el amarillo dá el verde. Los colores intermedios son
conseguidos variando la fuerza de los tonos. Los primarios artísticos están basados
sobre el principio sustractivo (ver Sección 10.6.3). Cada tinte o pigmento absorbe
alguna parte de la luz blanca, y el color que se percibe es el resto. Los primarios
artísticos se usan en la separación mecánica del color, que es el método cartográfico
convencional de obtener varios colores. Su uso tiene el inconveniente de requerir
muchas láminas de separación, pero los colores resultantes pueden ser fácilmente
controlados.
Se puede hacer referencia a las bandas del azul, del verde y del rojo como colores de
un tercio, ya que cada uno comprende aproximadamente 1/3 del espectro visible.
Cuando la luz blanca pasa a través de un prisma, los colores azul, verde y rojo no
pueden subdividirse más, de aquí el término color primario. Cuando se proyectan
conjuntamente las proporciones correctas de luz azul, verde y roja, se pueden crear
los otros colores conocidos. También, en las correctas porporciones, una mezcla de
los tres produce la luz blanca. De esta manera, los colores de un tercio azul, verde y
rojo son conocidos como los primarios aditivos. Es posible conseguir un sistema
completo de colores a partir de los tres aditivos básicos o colores primarios.
El ciano, el amarillo y el magenta, colores de dos tercios, son los colores primarios
sustractivos. Superponiendo filtros de estos colores sobre una fuente de luz blanca se
elemimina selectivamente partes del espectro, como contraste al proceso aditivo
descrito anteriormente. Una combinación de los filtros cian y amarillo, empleados para
filtrar la luz blanca, produce un tono verde. Los filtros magenta y cian resultan en un
tono azul, y la superposición de la misma manera de los filtros magenta y amarillo
generan el tono rojo. De esta manera, mediante la sustracción de luz (filtrado), se
crean los colores primarios aditivos. Usando el los filtros de cian, magenta y amarillo
conjuntamente, se eliminará toda la luz disponible resulltando en el negro.
Los colores se complementan unos con otros cuando tienen aproximadamente iguales
cantidades visuales de cada uno de los tres colores primarios. Un círculo de colores es
una considerable ayuda para su identificación y nos referiremos a ella a lo largo de
esta sección (ver inserción). La secuencia de los colores sobre un círculo de colores
está consideradada en si misma armoniosa, y puede formar la base de útiles escalas
de colores. Dos colores (dúos) son armoniosos y complementarios si están situados
opuestamente uno de otro en el círculo de colores. De esta manera tenemos los
siguientes dúos de colores complementarios con los primarios artísticos (Figura 10.4):
Amarillo - Violeta
Amarillo-naranja - Azul-violeta
Naranja - Azul
Rojo - naranja - Azul - verde
Rojo - Verde
Rojo - violeta - Amarillo - verde
El mismo principio es válido para grupos de tres colores sobre el círculo triadas)
(Figura 10.4). Así tenemos las siguientes triadas de colores complementarios:
Este sistema para obtener armonía entre los colores es extremadamente valioso para
el cartógrafo temático, que desea producir una escala de colores para rasgos
relacionados, por ejemplo, la descripción de niveles variables o densidades de una
especie.
Este sistema es útil como una solución barata a costosas impresiones en color.
Empleando solo dos colores básicos en la variación de saturación, y
sobreimpresionándolos, se puede crear una escala útil de colores relacionados.
10.7.3 Colores monocromáticos