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Determinación De Ácido Láctico: Una Técnica Accesible, Para Prescribir Y Controlar Los Efectos

De La Actividad Física En Todo Tipo De Personas

Autor Fernando Naclerio Ayllón


Lic En Ciencias de la actividad Física y el deporte
email. fernac@jazzfree.com

¿Qué es el ácido láctico?


Es un compuesto orgánico que se produce naturalmente en el organismo, que posee 3 átomos de
Carbonos, e Iones H que lo transforman en un ácido, cuya formula es C3 H6 O8. La fuente primaria del
ácido láctico es la descomposición de la glucosa, que al degradarse para obtener energía en forma de
ATP* produce otra substancia “el ácido pirúvico” el cual puede continuar metabolizándose, para dar mas
ATP, utilizando el oxigeno (vía aeróbica) o transformarse en ácido láctico y difundir hacia la sangre,
evitando así una aglomeración de ácido Pirúvico dentro del músculo, que conduciría a una fatiga precoz.
El ácido láctico posee mayor capacidad de difundir desde la célula a la sangre, de modo que permite una
más eficiente desintoxicación del medio celular respecto al ácido Pirúvico. Los diferentes caminos que
puede seguir el ácido Pirúvico, son múltiples, siendo el porcentaje derivado hacia ácido láctico, la vía
aeróbica u otras alternativas, dependiente de varios factores como: las necesidades energéticas, la
velocidad con que se requiera la energía, la capacidad y eficiencia de los sistemas energéticos, la
disponibilidad de substratos como el glucógeno, etc

El lactato es una sal del ácido láctico que se forma cuando éste último pierde los iones H y el resto de
sus componentes se unen a iones de sodio (Na) o potasio (K) para formar sales (lactato de sodio o de
potasio) las cuales no son tóxicas y pueden difundir en diversos tejidos y fluidos corporales para ser
utilizadas como fuente de energía o precursores de la síntesis de glucógeno. Habiendo suficiente
cantidad de sales de Na y K, el ácido láctico formado se disocia originando Lactato. Por ésta razón estos
2 términos son usados casi sin diferenciación.

Cuanto ácido láctico hay en el organismo, y porque se produce?


Normalmente hay una baja concentración de ácido láctico en reposo (aproximadamente 1 mMol por lt. en
la sangre y en el músculo). Las fuentes de ese lactato son, probablemente, la actividad metabólica de los
músculos que reciben un bajo flujo sanguíneo y su liberación por los glóbulos rojos como producto final
de su metabolismo, el cual utiliza esencialmente la glucosa como fuente primaria de energía.
Los pasos por medio de los cuales, se degrada la glucosa, en la célula, se denomina glucólisis, y consiste
en una sucesión invariable de 11 reacciones bioquímicas, que se producen en el citoplasma celular, hasta
llegar a producir ácido prirúvico. Durante esta secuencia “inicial” parte de la energía contenida en los
enlaces químicos de las moléculas de glucosa, puede aprovecharse para formar ATP, a una mayor
velocidad, respecto al que puede generarse por la ulterior oxidación del ácido Pirúvico en la mitocondria,
utilizando el oxigeno (vía oxidatriva-aeróbica)

Pasteur había advertido que la glucólisis se retardaba en presencia de oxígeno, por lo que históricamente
se concibieron dos formas distintas de glucólisis: una anaeróbica (rápida) y otra aeróbica (lenta). No
obstante actualmente se ha determinando que la producción de lactato no esta directamente relacionada
a la presencia o no de oxígeno, sino a otras razones, como la eficiencia de las enzimas que participan en
las vías energéticas, a la capacidad para producir, transportar y eliminar lactato en los músculos
esqueléticos, etc. de hecho los términos, glucólisis aeróbica, y glucólisis anaeróbica, han sido
últimamente cuestionados, siendo mas apropiado hablar de glucólisis rápida y lenta, dependiendo de:
1. La velocidad con la cual se produzca el ácido Pirúvico.

2 La capacidad de las enzimas para metabolizarlo dentro de la mitocondria, utilizando al oxigeno como
elemento fundamental de las reacciones de producción de ATP.

Cuando la intensidad de los ejercicios, se incrementa, también aumenta la velocidad con que se requiere
energía, y por ende se aceleran las reacciones de la glucólisis, conduciendo a una mas rápida formación
de ácido Pirúvico, que puede exceder la capacidad de las “enzimas” para metabolizarlo, de hecho una
oferta masiva de ácido pirúvico, superior a la capacidad de metabolización mitocondrial, estimula su
conversión hacia ácido láctico.
De acuerdo a esto, la determinación del destino del ácido Pirúvico, a ser oxidado, en la mitocondria por el
ciclo de Krebs, o a ser reducido a ácido láctico, depende mucho más de la velocidad de la glucólisis, que
a su vez es determinada por la intensidad del esfuerzo, y no directamente por la mayor o menor
disponibilidad de oxígeno a nivel celular.
¿A dónde se va el ácido láctico?
El ácido láctico es un “metabolito” muy dinámico, con una mayor capacidad de difusión respecto al ácido
Pirúvico, por lo que tiende a salir desde el músculo hacia la sangre, para ser captado por otros grupos
musculares, o ser metabolizado en órganos como el corazón, hígado, o el riñón, donde en su mayor parte
puede ser reconvertido en ácido pirúvico y servir como combustible para obtener energía (ATP), o ser
resintetizado como glucosa o glucógeno, o sufrir otros destinos de gran importancia metabólica.
Numerosas investigaciones que estudian la producción de lactato intracelular y su correlación con el
lactato sanguíneo, demuestran que alrededor de un 50% del lactato producido es trasportado al
compartimiento intravascular, encontrándose este porcentaje influido por la capacidad aeróbica del
individuo, por los efectos residuales de la fatiga, y por otras variables como los efectos hormonales, la
temperatura, etc.
La Figura 1 muestra que la producción de lactato intracelular y la forma de desaparición o “remoción”,
están altamente relacionadas. Por consiguiente, la medición del lactato sanguíneo ofrece una imagen
comparable con lo que ocurre dentro de las células musculares.

Figura 1.Concentraciones Musculares (línea continua) y sanguíneas (línea partida) con relaciona al
tiempo de recuperacion, luego de un esfuerzo extenuante.

El lactato que se cuantifica en la sangre es una expresión del balance entre su producción y su remoción.
Este aumenta, cuando los procesos de producción superan a los de remoción, y viceversa, tendiendo a
estabilizar su concentración cuando las tasas de producción y remoción son similares.

La capacidad de reconvertir el lactato a piruvato es un fenómeno entrenable, ya que la velocidad


remoción del lactato depende de su concentración sanguínea; es decir que cuando el lactato sanguíneo
aumenta, los mecanismos de remoción se ven estimulados e incluso se ha visto que al inicio de un
ejercicio, ante un incremento inicial del lactato sanguíneo, la velocidad de remoción aumenta a niveles
varias veces mayor que en reposo.
Umbral de lactato (LT) o Máximo Estado Estable de Lactato (MEEL)

Al relacionar la intensidad del esfuerzo con las concentraciones de lactato sanguíneo, se observa un
punto en el cual, esta relación deja de ser lineal para pasar a ser exponencial. Esta intensidad de ejercicio
en la cual el ácido láctico sanguíneo muestra un incremento brusco por encima de sus concentraciones
de reposo se denomina UMBRAL DEL LACTATO (LT) y representa una activación mayor en los procesos
de glucolisis rápida. Por encima de éste nivel los procesos de producción y remoción de ácido láctico
pueden equilibrarse, Por lo tanto, si bien se produce ácido láctico, éste también es eliminado, por
diferentes caminos a la misma velocidad con que se genera, determinando así una estabilidad en la
lactacidemia sanguínea. Estos niveles de equilibrio en la producción y remoción de lactato tendrán
diferentes estadios que irán aumentando con relación a la intensidad del ejercicio, así se podrán observar
distintas intensidades de esfuerzo donde si bien el ácido láctico aumenta éste lo hace en relación al nivel
de esfuerzo, pudiendo mantenerse constantes por periodos relativamente prolongado, aunque, si la
intensidad del esfuerzo continúa aumentando, llegará un momento en que se observará un segundo
incremento brusco en las concentraciones de ácido láctico al se ha denominado UMBRAL DE MÁXIMO
ESTADO ESTABLE DEL LACTATO (MEEL) y representa el ultimo nivel de intensidad en el cual la
producción y eliminación de ácido láctico todavía están equilibradas, ya que con intensidades mas
elevadas, la producción supera la remoción y las concentraciones de lactato aumentan progresivamente.
El punto donde se localizaría el MEEL configura un nivel de esfuerzo donde la capacidad de remoción
esta al máximo, e iguala a la producción.

La localización de estos umbrales con relación a la intensidad de los esfuerzos es un aspecto muy
individual de cada sujeto, que depende de muchos factores como el tipo de ejercicio, el nivel de
entrenamiento, el tiempo durante el cual se trabaje a una intensidad dada, etc. El tiempo durante el que
un individuo puede sostener una intensidad de ejercicio con concentraciones estables de lactato
sanguíneo es también muy individual y en general no se puede relacionar a otros parámetros de más fácil
determinación como la frecuencia cardiaca (F.C) o la percepción de esfuerzo. De allí la importancia de la
evaluación de lactato intra y post-esfuerzo, ante diferentes volúmenes, intensidades y pausas de trabajo,
para inferir el real efecto metabólico de los entrenamientos aplicados.

Concentraciones de ácido láctico sanguíneo y su relación con las zonas de entrenamiento aeróbico
En los últimos años en el área del atletismo, natación, ciclismo y especialmente en los deportes de
conjunto ha habido una importante tendencia a aplicar los sistemas de entrenamiento con una base
biológica, intentando estimar las diferentes adaptaciones inducidas midiendo parámetros como la
Frecuencia Cardiaca, la Ventilación o el ácido láctico sanguíneo. Estas tendencias condujeron a
importantes mejoras en la forma de planificar y controlar los esfuerzos, a partir de las cuales se
determinaron diversas zonas de entrenamiento basadas en la respuesta metabólica relacionada a las
concentraciones de ácido láctico en sangre. De hecho se ha propuesto considerar el punto de localización
del umbral de Lactato (LT) y el de Máximo Estado Estable de Lactato (MEEL) como índices de referencia
para ubicar estas zonas de trabajo, ya que las intensidades en las que se localizan estos umbrales,
marcarían un nivel de ruptura o cambio metabólico que indica la forma en que el organismo se adapta a
las demandas del esfuerzo, informando acerca de cuales son las vías energéticas predominantes y la
capacidad que tiene el organismo para tolerar el trabajo a que se somete.

El ácido láctico producido durante el ejercicio se comporta como un metabolito muy activo que se
reconvierte rápidamente tendiendo a balancear su producción y remoción, por lo cual su concentración en
los líquidos corporales puede no cambiar demasiado si las intensidades de ejercicio no son muy altas. A
intensidades ligeras la eliminación del ácido láctico es varias veces mayor que en reposo por lo tanto si
bien hay una activación de la glucolisis rápida, el ácido láctico es eliminado velozmente (fig. 2 a)
Configurando un zona de entrenamiento llamada “regenerativa”, que implica esfuerzos muy ligeros, y
a pesar de que no induce importantes mejoras del rendimiento, tiene efectos positivos sobre la salud, y en
los procesos de recuperación, ya que se aumenta la velocidad de remoción por sobre la de producción de
lactato. A una intensidad de ejercicio ligeramente mas elevada la lactacidemia aumenta por encima de los
niveles de reposo, pero si la intensidad se estabiliza, los niveles de ácido láctico se mantendrán estables,
aunque a un nivel superior, determinando un equilibrio mas elevado entre los procesos de producción y
eliminación, este equilibrio o estado estable del lactato puede sostenerse por tiempos prolongados de
hasta 50 u 80 min donde el ácido láctico se mantiene relativamente estable (aproximadamente entre 2 a 4
mM/L) lo cual es posible debido a mecanismos extra e intracelulares vinculados a los sistemas de
transporte hacia dentro y fuera de la célula, a la eficiencia de los sistemas energéticos mitocondriales
para transportar y metabolizarlo, y a la capacidad de transportar el lactato por la sangre a otros tejidos
que puedan utilizarlo como combustible o como substrato para sintetizar otros compuestos como el
glucógeno. Este nivel de intensidad determina una zona de entrenamiento denominada subaerobica que
constituye un área básica fundamental para el entrenamiento de las capacidades de resistencia e inducir
adaptaciones positivas a nivel del sistema cardiorrespiratorio. (Fig. 2-b) En esta zona se desarrollarían
esfuerzos con intensidades que determinan adaptaciones significativas a nivel cardiovascular y muscular,
originando mejoras en la capilarización, degradación de grasas para producir energía, remover ácido
láctico, aumentar la capacidad aeróbica, y estimular inicialmente una mejora de la potencia aeróbica. No
obstante la orientación de estos beneficios dependerá de la forma en que se estructuren los trabajos, ya
que esta zona puede a su vez sub dividirse en al menos 3 sub zonas, dependiendo de la intensidad y el
tiempo que duren los esfuerzos:

Zona Sub aeróbica 1: hay un predominio de la energía aeróbica lipolitica, la lactacidemia sube
ligeramente respecto a los niveles de reposo, viéndose en general valores cercanos a los 2 mM/l.
Zona Sub aeróbica 2: se produce una ligera aceleración de la glucólisis respecto al nivel anterior, por lo
cual los niveles de lactato aumentan ligeramente, observándose valores cercanos a los 2,5 o 3 mM/L, el
sujeto se acerca al nivel de umbral de MEEL pero todavía esta significativamente por debajo de este,
aunque esta por encima del Umbral LT. La degradación de grasas como combustible energético
alcanzaría su nivel mas elevado especialmente en términos absolutos, ya que, proporcionalmente la
contribución desde los hidratos de carbono ha comenzado a crecer respecto a la zona anterior.

Zona sub aeróbica 3: Los esfuerzos, se sitúan a nivel del umbral de MEEL la combustión de grasas
comienza a descender, y aunque se mantiene relativamente elevada, en términos absolutos, su aporte
porcentual, con relación a los hidratos de carbono, disminuye significativamente. Los niveles de lactato
dependen de la localización particular del Umbral de MEEL, aunque parece que estarían cercanos o
ligeramente por encima de los 4 mM/l.

A intensidades superiores la producción y remoción de ácido láctico puede estabilizarse (fig. 2-c)
pudiendo sostenerse relativamente estables en niveles de entre 4 a 6 mM/L según la capacidad de cada
sujeto, aunque por un tiempo máximo de 25 a 30 min. Porque la velocidad de degradación del glucógeno
es muy elevada, y los mecanismos de remoción se saturan y no pueden compensar la producción de
lactato, obligando así a bajar la intensidad o a detener el esfuerzo. Este nivel corresponde a una zona
denominada Super aeróbica, Los esfuerzos de esta zona son de mayor intensidad, situándose
ligeramente sobre el nivel de umbral de máximo estado estable de lactato (MEEL). Las adaptaciones
metabólicas inducidas en esta zona tienden a elevar la intensidad a la cual se localiza el umbral de
MEEL, pero especialmente se desarrolla la capacidad de producción y remoción ácido láctico, al mismo
tiempo que influye en el mantenimiento o elevación de la potencia aeróbica.

Ciertas investigaciones demuestran que se puede entrenar a intensidades mas elevadas en forma
continua o intervalada y todavía los niveles de ácido láctico se mantendrán estables (aproximadamente
entre 6 a 9 mM/l), estos trabajos se corresponderían a la zona de entrenamiento llamada “Consumo
Máximo de Oxigeno” donde se estimula la elevación de la potencia aeróbica (Vo2 max), y tolerancia a la
acumulación creciente de ácido láctico. Son esfuerzos que pueden sostenerse un máximo de entre 10 a
18 min. (fig. 2-d). En esta zona la contribución de las grasas como combustible esta totalmente inhibida, y
el aporte de energía es casi exclusivamente desde las fuentes de glucógeno muscular.

La figura 1-E muestra un trabajo a velocidad creciente en el cual nunca se llega a crear una situación de
estado estable y por lo tanto los niveles de ácido láctico crecen porque su producción supera la
eliminación, hasta alcanzar un punto en que se deberá detener el esfuerzo por la gran acidez orgánica.
Por encima de estas intensidades encontramos las zonas vinculadas al desarrollo de las capacidades
glucoiticas (Resistencia Lactacida, Tolerancia Lactacida, y Potencia Lactacida) las cuales se basan en un
desarrollo optimo de las áreas anteriores, para que el organismo pueda realizar los volúmenes de trabajo
necesario para inducir adaptaciones, que en general son necesarias para sujetos con objetivos
específicos relacionados al rendimiento aplicado a ciertas actividades deportivas como el fútbol,
baloncesto, lucha, judo, etc.

¿Cómo se mide el lactato?


Hoy en día existen dispositivos que permiten determinar el ácido láctico sanguíneo con gran facilidad, y
fiabilidad, por medio de los cuales obteniendo muestras de entre 10 a 5 Microlitros de sangre puede
obtenerse casi de forma inmediata las concentración de ácido láctico que un sujeto esta produciendo al
realizar un esfuerzo físico determinado. Esta metodología si bien sigue siendo una técnica invasiva, ha
sido perfeccionada notablemente, siendo hoy en día muy fácil y poco molesta, desarrollarla no solo con
deportistas de elite sino con cualquier tipo de persona con la cual se desee efectuar un control mas
exhausto de los logros y adaptaciones inducidas por los planes de entrenamiento, ya que se ha visto que
la prescripción exclusiva de las intensidades de trabajo a partir de los porcentajes de F.C. o la percepción
subjetiva de esfuerzo pueden tener grandes variaciones respecto a los objetivos perseguidos.

La determinación de las zonas de entrenamiento “aeróbico” por medio de las concentraciones sanguíneas
de lactato permitiría un control mas preciso de los efectos inducidos y al mismo tiempo establecer una
relación con la respuesta cardiaca y la percepción subjetiva de esfuerzo, que si bien se ha visto que “no”
es totalmente correcta, al menos permite inferir la localización de 2dos” zonas de entrenamiento de
resistencia aeróbica que podrían situarse por encima o por debajo del UMEEL, con lo cual se puede
“orientar” el entrenamiento, siempre y cuando se realicen en condiciones estables de temperatura,
humedad, y otros factores que puedan alterar la respuesta cardiovascular y despistarla del real efecto
causado por trabajo físico.
Figura. 2 diferentes zonas de entrenamiento basadas en las concentraciones de ácido láctico sanguíneo
Nota:
ATP*: ADENOSIN TRI FOSFATO Compuesto fosfatado rico en energía, almacenada en la uniones de los
grupos fosfatos. Es el dador directo de energía presente en la mayoría de las células del organismo

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