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Santa Teresa deca que andar en la humildad es andar en la verdad.

Parece apropiado rezar en este da las letanas de


la humildad.
LETANAS DE LA HUMILDAD
Oh Jess! manso y humilde de corazn, yeme.
Del deseo de ser estimado, lbrame Jess
Del deseo de ser amado, lbrame Jess
Del deseo de ser ensalzado, lbrame Jess
Del deseo de ser respetado, lbrame Jess
Del deseo de ser alabado, lbrame Jess
Del deseo de ser preferido a otros, lbrame Jess
Del deseo de ser consultado, lbrame Jess
Del deseo de ser aprobado, lbrame Jess
Del temor de ser humillado, lbrame Jess
Del temor de ser despreciado, lbrame Jess
Del temor de ser repulsado, lbrame Jess
Del temor de ser calumniado, lbrame Jess

Que otros sean ms amados que yo.


Jess concdeme la gracia de desearlo
Que otros sean ms estimados que yo.
Jess concdeme la gracia de desearlo
Que otros crezcan en la opinin del mundo y yo me eclipse.
Jess concdeme la gracia de desearlo
Que otros sean alabados y de m no se haga caso.
Jess concdeme la gracia de desearlo
Que otros sean ensalzados y yo desdeado.
Jess concdeme la gracia de desearlo
Que otros sean preferidos a m en todo.
Jess concdeme la gracia de desearlo

Del temor de ser olvidado, lbrame Jess

Que los dems sean ms santos que yo con tal que yo sea

Del temor de caer en el ridculo, lbrame Jess

todo lo santo que pueda.

Del temor de ser injuriado, lbrame Jess

Jess concdeme la gracia de desearlo

Del temor de ser juzgado con malicia, lbrame Jess

Oracin:
Oh Jess que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y
amor propio. Concdenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que humillndonos como corresponde a nuestra miseria
aqu en la tierra,
podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo. Amn.
Cardenal Merry del Val

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