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Dios, a fin de que el Hijo de Dios sea glorificado mediante ella (Juan 11:4).
La muerte no iba a ser el objeto, es decir, el resultado final, de la
enfermedad de Lzaro. La intencin de Jess era utilizar aquella muerte para
la gloria de Dios. De qu manera? Iba a realizar el impresionante milagro
de resucitar a su amigo.
Dios a menudo tiene que demorar Su trabajo en nosotros para alcanzar algo;
Jess tuvo que permitir que Lzaro muriera para que el milagro pudiese tener
su efecto completo. Si Jess hubiese curado simplemente a un hombre
enfermo, el impacto del milagro no hubiese sido de tanto inters periodstico
como resucitar a un hombre que haba estado muerto por cuatro das.
Jess quera que hubiese constancia ante todos que Lzaro estaba realmente
muerto. La hija de Jairo estaba recin muerta, y el hijo de la viuda de Nam
an no estaba enterrado. Alguno poda dudar de su muerte real. Pero Lzaro
estaba enterrado y haban pasado los tres das de reposo preceptivo.
La resurreccin de Lzaro representa para Jess el ms grande "de todos los
actos pblicos" de Su ministerio entero. Muchos no se dan cuenta que es la
llave para el prximo captulo en el evangelio de Juan. Si Jess no hubiese
levantado a Lzaro de los muertos, no hubiese habido la muchedumbre que le
gritaban a l entrando por las puertas de Jerusaln: Hosanna! Bendito el
que viene en el nombre del Seor, el Rey de Israel!
Los judos crean en la resurreccin y que Dios poda hacerlo, entonces en este
acto Jess estaba diciendo que l era Dios, que l tena poder.
A veces estamos tan ciegos y de corta vista que no vemos los propsitos de
Dios para nuestra vida.
Dios a menudo prepara el camino para que Su gloria se revele a travs de los
acontecimientos que l mismo orquesta.
l hizo esto con Moiss y Faran, permitiendo la demora para la liberacin de
los Israelitas de Egipto para preparar a su pueblo para el momento preciso.
Cuando Jess recibi el mensaje, dijo: Esta enfermedad no terminar en
muerte. Servir para mostrar el poder de Dios, y el poder que tengo yo, el Hijo
de Dios.