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Anuario Social y Politico de América Latina y El Caribe Anuario Social y Politico de América Latina y El Caribe DIRECTOR Francisco Rojas Aravena ‘CONSEJO EDITORIAL Francisco Delich /raimar Dirmoser {Nueva Sociedad) /Nerter! LLachner (1) / Alejandro Pores / Anibal Qujano / Gonzalo Abad (Unesco)! Howe Ht Sernag/Mara Heine Tmate | Edebare CONSEJO ASESOR Aaesoesinaros Lone Almino Affonso / Carmen Miré / Luciano Tomassini / Francisco LET ohn / Francisco Valdez Ugatde Gullarmina Teamont /ay(ton Fausto / Catlos Soo / Beatiz Daz / Claudio Fuentes Ssavedra / ‘Adkian Bonila / Carles Briones / Victor Gave? /-Glavanna Valen / Alojanca Linano ‘Asesores extrnes: Manvel Alcantara / Lourdes Anzpe /Femando Calderan Roberto Cass4 / Cares Ivan Dagregori| Xavier Gorestaga /Jonathan Hartyn/ Terry Lye Kart Ok Kruit/ Anthony Maingot/ van Pablo Pérez Stina [Bryan Roberts / Andes Sertin J Vielr Tekman Alan Toutaino Editor Facso: Sergio Vilona Asistente administrativa Flacso: Maritza Matarata Ciere de ia presente etc. mayo de 2004 EI Anvatio Sooial y Pollico de América Latina y E1 Caribe os wna publcacién acadérmica dela Secretaria General dela Facuftad Latnca- mmericans de Cieaciss Sociales (FIacS0), coauspiciada por la Eetetial Nueva Seciedad y la Unosco. La apinién de os autores no comporato ‘alo adtores; ds tos asumon la reeporsabiidad tantode os dacumantos fexitorialas como de los que aparecen sin fimar, Anuario Social y Poltico de América Latina y El Caribe ISBN 980-317-2123 ISSN 1316-7162, Deposito legal: pp1998080F8 gue Fetastamaercanecocoreursoatsrenra canes SEs trace E (Stor Nt Sscncas,Awrao mona 61712, Comcos 108A, ela. Fedor guziytogoo rs sve fercrsipara SLs CoalseurcsApwadoPoes 52:00 Son dredo Cotas eeprom Bisco {conde ee ninsoenie acuta de Natcoer Diseto, eocranacan ace ymanaye ecto, Jer Feet Impreza en Venazuola por Edtons! Tom ce Conece Nueve Soedad uso @nuevatoc.crg.ve Pagina cigtal hitpiwirw.nuevasce.org.ve a Conee-e Fars0-$G tlacsosg @tacs0.0r Pagea digital hitpswwr ‘Anwario Social y Politico de América Lotina y El Caribe - Aho 7 - 2004 fro ne ee Eee Pretacto 4 Francisco Rojas Presentaclén 7 Wilfredo Lozano Eltegado de Norbert Lechner ee Presidencia del Senado, Ceremonia de entrega de nacionalidad 13 por gracia ‘Norbert Lechner Dias aciagos 15 Emilio de Ipola El legado de Norbert Lechner 7 Daniel Garcia Delgado ‘Adis a un gran pensador pottice 19 Carios Strasser ‘Norbert Lechner: a inesgotdvel capacidade de ser solidério a Maria Herminia Tavares de Almeida Observatorio de la democracia ‘Guatemala: elecciones generales 2003. Riesgos de reversién 2s ‘autoritariay retomo de los empresarios Victor Gélvez Barrett 4Biparticismo, «bialiancismo» 0 partido dominante? El gobierno 32 de Kirchner y la renovacién del sistema de partidos en la Argentina Antonio Camou De la certeza del pacto a la incertidumbre del parto, Bolivia: la democracia 42 transada José Luis Exeni R. Bolivia: la crisis de octubre y el fracaso del ch’enko, Una vision desde 52 la economia potitica Roberto Lasema Venezuela: entre la violencia y la negociacion 69 Luss Gomez Calcano Anwario Social y Poltico de Américo Latina y El Caribe - Aho 7 - 2004 ra ? *, ‘América Latina en sus relaciones internacionales Negociacién del TLC con Estados Unidos: paricipacién ciudadana 81 implicaciones para la democracia Juliana Martinez Franzoni ‘Trabajo, sociedad y desarrollo sostenible Gobernabilidad, gobemabilidad democratica y el papel de les politicas, 3 sociales Rolando Franco | Angela Gdmez Desarrollo desigual y «capitalismo a medias»: elementos para 102 tun modelo y una historia Leonardo Garnier Bibliograti Resefia de libros 118 Guillermo Acura Publicaciones Flacso 120 ‘Anvorio Social y Politico de América Loti y El Caribe - Ao 7 - 2004 aan, iesh yj cae Prefacio Francisco Rojas ‘Secreta General Fiacso Una de las caracteristicas principales de la regién latinoamericana y caribefia es su extraordinaria heterogeneidad y diversidad. Ello dificuta concordar politicas publicas intemacionales que busquen los mejores espacios para actuar sobre los graves problemas de la regidn, Las par- ticuleridades subregionales adquieren gran fuerza; incluso en elmarcode {a globalizacion y de las tendencias homogeneizadoras, la politica siem- pre se define localmente. Las subregiones son lasinstancias en donde se han desarrollado con mayor fuerza mecanismos de integracién en diver- ‘688 dreas y en busqueda de proteccién frente a las nuevas amenazas, Lamirada al apoyo a la democracia y la satistaccién con este sistema es uno de los principales retos y prioridades en la regién. El Informe del Latinobarémetro correspondiente a 2004 muestra que el apoyo a ia democracia en América Latina se ha reducido desde 1996, cuando aleanzé un 61%, a un 53% en 2004; cifra que no marca diferencia con la ‘alcanzada el afio anterior. Entre los consultados, casi 20.000 personas en N16 paises, tos windiferentes» al tipo de gobiemo alcanzaron un 21%, y quienes dicen «no saber o no responden» sobre el tipo de gobierno que Prefleren suben desde un 5% en 1996 a un 11% en 2004. Con relacién a la satisfaccién con la democracia, las cifras tampoco son alentadoras. Se produce un descenso desde un 41% en 1997 a un 20% 22004. En este acépite existen diferencias importantes segin los paises yen su evolucién histérica, Donde se expresa la mayor insatistacciin es. en Pert y Paraguay, en el primer caso el indice de satisfaccién alcanza solo al7% yen el segundo Unicamente al 13%, Los paises que muestran los mas altos niveles de satisfacci6n son Costa Rica con un 48%, Uruguay on un 45%, Venezuela con un 42% y Chile con un 40%. La conclusién principal es que el nivel de insatisfaccién alcanza, en la regién, a un 65%. Con elfo las dificuitades de gobemnabilidad se evidencian con gran fuerza. Enlos uitimos meses se han presentado dos informes relevantes sobrela calidaddeta democractay la gobernabilidaden AméricaLatinay el Caribe. Uno es el informe regional sobre gobemabilidad en América Latina y el Caribe 2004, etaborado por Flacso-Chile (ver en ), en donde se evalian las principales amenazas a la gobemabilidad democré- tica y las principales crisis que afectan la regién. El segundo informe corresponde al documento preparado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que fue ejecutado por el Proyecto sobre Desarrollo de la Democracia en América Latina (Proodal), en él que se valora la democracia en América Latina no solo desde la perspectiva. del régimen electoral, sino como una democracia de ciudadanos; el informe se titula La democrecia en América Latina: hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos (ver en ). Anuarie Social y Politico de América Latina y El Caribe - Ano 7 - 2004 combinacién virtuosa de al menos tres elementos: el fortalecimiento Politico institucional democrético: el desarrollo socioeconémico y la inte- gracion social; y la promocién de un cima nacional e intemacional que privilegie a resolucién pacifica y negociada de los conllictos, Este Anuario social y politico de América Latina y el Caribe, No. 7, 2004, analiza los temas mencionados. it. Ls cman ce iterate ya cuttin cpnce ee ‘D) cur, Por otra parte, culmina una etapa al interior de Flacso. Wiltredo Lozano, quien {ue Secretario General, durante ocho arios, por dos periodos, ‘cumplié su mandato en julio de 2004 y entregé su cuenta a la Asamblea Generaldenuestra Institucién. Cabe destacar ellegado que nosha dejado on este Anuario; son siete vohimenes que dan cuenta de un importante ‘observatorio de la democracia en América Latina, de sus relaciones internacionales y mas en general de los temas més significativos de la regién. Como nuevo Secretario General te expreso mi reconocimiento a Wilfredo Lozano por la tarea desarrollada, En el mes de febrero de 2004, Flacso suttié la pérdida de uno de sus ‘mejores intelectuales, Norbert Lechner. Sus restos fueron velados en el Aucitorio de la Sede Chile, allisuscolegas, sus estudiantes, sus iscipulos y Sus amigos lo acompafiamos y le dimos una thima despedida. En esa ‘ocasiGn expresé «Tusideas seguirén cobrandotuerza cada dia. Lasideas que nos dejaste, tu legado en esta institucién de casi un cuarto de siglo, estuvo presente en los més cruciales debates del pais y la regién. Tus ideas forjardn, de igual manera, los debates del futuro. Construiremos sobre tu pensamiento, disefiaremos opciones desde él, reflexionaremos sobre los cursos de accién posible en nuestra sociedad, en nuestra ‘América Latina, a partir de tu pensamiento. Td estds presente en Chile y en América Latina, en toda reflexién sustantiva, sobre democracia, tran- sici6n politica, desaleccién e identidad, por s6lo mencionar os temas que trabajaste en los tiltimos afiosn . Deigualforma, afinalesde diciembre de 2003, lamentamos profundamen- te el deceso del primer Secretario General de la Flacso, Gustavo Lagos Matus, quien realizé importantes contribuciones al analisis de las relacio- nes intemacionales de América Latina y de la politica exterior chilena. El fue uno de los fundadoresde la disciplina delas relacionesintemacionales ‘en nuestra region. La Asamblea General de la Flacso, que retine a los 14 Estados miembros de a Institucién, eligié al suscrito como Secretario General por el period 2004-2008, Asimismo aprobé los cinco lineamientos estratégicos que presentamos. Ellos abordan los siguientes aspectos: + Robustecer y rejerarquizar el carécter multilateral e interqubemamental deta Flacso. fal + Desarrollar una Flacso con fuerte identidad latinoamericana y caribefia que actua en red. + Una Flacso relevante en y para la agenda latinoamericana y caribefa. + E1 Portal de fa Institucién. Un espacio de referencia en linea sobre las teméticas cruciales de la region. + Ampliar la modernizacién institucional. ‘Junto con la aparicién de este niimero 7 del Anuario social y politico de y ‘América Latina y el Caribe 2004 pondremos en la pagina web de la : Secretaria General, los siete Anuarios, con el fin de dar la més amplia ; difusién a sus contenidos. = 6 Anuotio Sociol y Paltico de América Latino y El Coribe - Af 7 - 2004 ws f S o Maniflestolos agradecimientos de la Secretaria General, y porsuinterme- dio de los académicos y el personal dela instituci6n, a todas las personas que han hecho posible la publicacién de este libro que analiza la compleja y heterogénea realidad latinoamericana y caribeha. ‘San José de Costa Rca, agosto do 2004 Anvario Presentacion Wilfredo Lozano ‘Secretaio General acso (1996-2004) El bienio 2002-2003 en América Latina y el Caribe esta signado por la inestabilidad politica y los problemas de gobernablidad democratica en las principates democracias de la regidn. En este marco no resulta ‘exagerado argumentar que los procesos de consolidacién democratica que han sucedido a la etapa previa de transiciGn «postautoritaria» definen unnnuevo escenario regional caracterizado por tres factores claves: a) los actores democréticos del periodo transicional (partidos) han entrado en abierta crisis de legitimacién ante una sociedad civil profundamente transtormada y que demanda nuevos espacios de participacién en un nuevo y complejo escenario nacional y global; b) han surgido nuevas demandas de ciudadania que abren una nueva agenda en el proceso de consolidacién democratica, al plantear el tema de la construcci6n de cludadania como el eje clave de la presente etapa, como ya ha sido sefialado por el informe La democracia en América Latina, hacia una demecracia de ciudadanas y cludadanos, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); y c) el Estado ha entrado en una rotunda crisis que exige un replanteo de su rol, definicién institucional y vinculo con el mundo politico, con la sociedad y con la economia, en las nuevas condiciones que impone la globalizacién y las transformaciones sociales y econémicas en marcha, En la presente entrega del Anuario, por diversas vias, los articulos que hoy ‘se publican atacan esta compleja realidad. Los analisis de AntonioCamou relativo a la Argentina de Néstor Kichner, de Luis Gomez Calcaito sobre Venezuela, y de Victor Gélvez Borrell sobre Guatemala, revelan con andlisisconcretos|as complejidades de estaproblemdtica. Gémez Calcano pone en la mesa de discusién el camino al que puede conducir la severa crisis del sistema de partidos, que en el caso de Venezuela no solo ha replanteado la configuracién de los actores politicos (partidos), sino que ha definido sobre todo un conflicto politice con limitados margenes para la negociacién, y si con una reiterada amenaza de generalizacion de un conflicto que no define claros caminos. El estudio de Camou nos pone ante la evidencia del reacomodo de! sistema de partidos en la Argentina moderna, tras la caida de Fernando dela Rua y la llegada de la administracion Kichner. En ese pats, mas alla de las complejidades de la coyuntura politica bajo Kichner, se plantea una seria incapacidad del sistema tradicional de partidos para responder a las ‘demandas de una sociedad en grave crisis y seria transformacién. Et andlisis de Gélvez Borrell revela otra variable de esta problemética: la permanente amenaza de las reversiones autortarias del proceso demo- ‘efatico y el creciente rol que en la escena latinoamericana han venido ‘ocupando los empresarios, ya no como grupo de presién, sino principal- ‘mente como actor hegeménico. ltico de América Latina y El Caribe - Afo 7 - 2004 is, é 4 cy ‘Anwario Social y Paiica da América Latina y El Caribe - Afo 7 - 2004 prea fry. o Medio Dos articulos retlexionan sobre la crisis boliviana, José Luis Exeni so refiero a a paulatina deslagitimacién del sistema politico y los desafios del uevo esquema. En otra perspectiva, Roberto Lasoma nos presenta un analists detrol que ha venidojugando el movimiento indigena en laescena latinoamericana, a propésito de la caida del presidente Gonzalo Sénchez de Losada en Bolivia. Los andlisis de Leonardo Garnier y de Rolando Franco y Angela Gémez completan este cuadro al permitimos ver fos cuellos de botella de un modelo de insercién latinoamericana en tas nuevas condiciones del sistema internacional, inscrito en un marco societal de creciente precariedad e inequidad social, En este contexto, el ‘estudio de Franco/Gémez pone en evidencia la importanciadeterminante que tiene, para el ejercicio de la gobemabilidad, una adecuada politica social por parte del Estado, Asimismo, la reflexion de Garnier revela las complejidades del desarrollo capitalista en la regién, en condiciones de lobalizacién, hegemonia del capital financiero e inequidad social, Enel plano internacional, Juliana Martinez Franzoni preeenta un andiisis, de las implicaciones del Tratado de Libre Comercio que las naciones centroamericanas firmaron recientemente con Estados Unidos. Este analisis se concentra novedosamente en las implicaciones de dicho Tratado a propésito del proceso de consolidacién democratica en esa regién, yen particular con motivo del complejo proceso de construcciénde ciudadania. Cierra el presente séptimo numero del Anuario Social y Politico de América Latina una extensa resefia bibliogrética de Guillermo Acufia ‘sobre el importante libro de Alejandro Portes, Luis Eduardo Guamizo y Patricia Landolt: La globalizacién desde abajo: transnacionalismo inmi- -grante y desarrollo, La experiencia de Estados Unidos y América Latina, reparado y publicado por fa Sede México y la Secretaria General de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociates-Flacso, In MEMORIAM En el pasado mes de febrero de 2004 murié en la ciudad de Santiago de Chile Norbert Lechner, una de las mentes mas brilantes de la actual generacién de académicos latinoamericanos. Su muerte significa una gran pérdida para la comunidad académica de la regién que siempre encontré en Lechner no solo al académico riguroso y creativo, sino también al maestro orientador, al colega solidario, al amigo sincero y al ‘conversador inteligente que siempre fue. La vida intelectual de Lechner, en més de un sentido, en més de una ruta © camino, se encontré siempre cetcana a la Flacso, de cuya Sede Chile fue director, y en cuyo claustro laboré durante muchos afios junto a colegas como Manuel Antonio Garretén, Tomas Moulin y José Joaquin Brunner, produciendo en ese marco uno de los espacios de reflexién y anélisis de la realidad latinoamericana més creativos e innovadores. No por casualidad muchos de fos debates sobre las caracteristicas del proceso de construccidn democraitica en nuestra regién se produjeronen el marco de las reflexiones y compromisos de esa generacién de la que Lechner fue una expresién que a todos honra. ‘Como un humilde homengje del Anuario Social y Politico de América Latina y @! Caribe, de cuyo Consejo Editorial fue miembro fundador, Permaneciendo en el mismo hasta su muerte, hoy dedicamos este séplimo numero de) Anuario a su memoria. No hay mejor homenaje a ‘quien dedicé su vida a la reflexién y al estudio que la publicacién de uno Anuario Social y Politico de América Latina y El Coibe - Ao 7 - 200. de sus uiltimos trabajos. Se trata del documento que Lechner leyera en el ‘Senadode la Repblica en Santiago de Chile en ocasién de la ceremonia solemne en|a cual se le otorgé la nacionalidad de ese pais que tanto ams: Chile. Acompafiana este texto la publicacién de cuatro trabajos sobre su vida, su obra, el significado de su pensamiento, escritos por cuatro destacados académicos que aligualque élhan estado hgados ala Flacso: Carlos Strasser, Emilio de Ipola, Daniel Garcia Delgado y Maria Herminia ‘Tavares de Almeida. Desrenioa El pasado 20 de julio finaliz6 el mandato de Wilfredo Lozano como Secretario General de la Flacso. En consecuencia, con la presente entrega del Anuario finaliza su direccién de esa publicacién. En su lugar pasard a ejercer las funciones de director el nuevo Secretario General de 1a Facultad, Francisco Rojas, reconocido académico chileno quien hasta ahora se desempeftaba como Director de la Sede Flacso-Chile. Eldirector saliente del Anuario desea expresarpor este medio suprofundo agradecimiento al Consejo Editorial por su apoyo, confianza y desintere- sada colaboracién en estos siete afios, en os que logramos mantener de forma ininterrumpida nuestra publicacién, Particular reconocimiento que- remos hacer a la Editorial Nueva Sociedad, cuyo apoyo ha sido decisivo para la continuidad del estuerzo editorial emprendido en 1997. El Anuarioha cumplido una importante tarea de reflexién genuinamente latinoamericana sobre el acontecer politico, social y econémicodenuestra regién, de lo cual nos sentimos honrados y satisfechos. Toca ahora a la ‘nueva direccién establecer la agenda que detiniré el futuro inmediato de esta publicacién. Anvario Social y Politico de América Lotina y El Caribe - Afo 7 - 2004 is. fryyt UBL WIE Emilio de Ipoia El legado de Norbert Lechner Danie! Garcla Delgado Adis a un gran pensador politico Carlos Sasser Norbert Lechner: a inesgotével capa Maria Herminia Tavares de Almeida Anuario Social y Politico de América Latina y El Caribe - Ato 7 - 2004 ass “a El legado de Norbet Lechner tease, Presidencia del Senado Ceremonia de entrega de nacionalidad por gracia Norbert Lechner ‘Agradeaco al Honorable Senado y a la Honorable Cémara de Diputados la gran distincién con la cual me honran al concederme la nacionalidad chilena or gracia. Recibir este reconocimiento con el tespaldo de todos los partidos politicos melllena de orgulloy emoci6n. Agradezco en particulara lasenadora ‘Carmen Frei ya los: ssenadores Jaime Gazmuti, Herndn Lartafn, Enrique Silva ‘Cimma y Gabriel Valdés que patrocinaron esta iniciativa tan sorpresiva para mi, Y doy gracias especialmente a Don Andrés Zaldivar, presidente del Senado, por invitamnos a una ceremonia tan emocionance. Mis gracias también a todas las amigas y los amigos aqui presentes que, posponiendo ‘areas importantes, me han querido acompafar en esta festa republicana Debo agregar deinmediato otto agradecimiento, pues es evidente quelo que he llegado a ser ylo que he logeado hacer ha sido en didlogo con otros. Doy gracias a mi mi mujer, mis hijos, mis nietas que me ayudaron a encontiar el camino realizado. ¥ doy gracias a mis amigos y colegas, tanto a ' aquellos chistéricosy de Flacso como a quienes conforman el equipo del PNUD. Si algo itil produje en las pasadas tres décadas se lo debo a lo que aprendi en el intercambio de ideas y afectos con dllos. :Qué significa esta seremonia republicana? Significa mi incorporacién a la comunidad de c ciudadanos queconstituyenla naciénchilena. Aparentemente, se trata deun, acto formal sin mayores consecuencias para mis decechos y deberes. En efecto, desde 1988 estoy inscrito en los registros electorales y he votado,en. todas las elecciones: pago mis impuestos y he gorado del amparo de la ley al igual que cualquier chileno, Malas lenguas dirin que la nacionalieacién me sirve tan solo para cumplir con los requisitos para recibir el premio municipal de literatura, En realidad, nunca me he sentido discriminado como excran- jero. Pero tampoco olvido que las personas necesican tener, ademdsde cuerpo y alma, un pasaporte para poder salvar la dignidad humana. ‘Ahora bien, puede que el presente acto no ponga en marcha grandes ‘cambios legales para mn. Ain més, visto en términos simbdlicos, la naciona- Jizacion me hace sencr a gean distancia que separa el individuo de lanacién, lyodel nosotros, Por un lado, no hay identidad individual sin referencia auna identidad colecriva. En particular, la identidad nacional de «ser chileno» 0 | Anwotio Social y Politico de América toline y El Caribe « Afia 7 - 2004 ToS fry G7 wa 6m set alernins es parte de cualquier auroimagen que pueda formular de mf mismo, Vale decir, indepen- dientemente de cémo me autodefina, mi yo siempre estard inserto en una historia que comienza ances y 0 paride dominante? Artono Comoy FP 33 Anworie Socio! y Politica de Ambrice toting y El Caribe Ao 7 - 2004 as ir. g se reagruparon tras la candidatura de Elisa Carci6, también emigrada del radicalismo y creadora de una nueva agrupacién, Por su parte las clecciones provin- ciales reafirmaron la supremacia del peronismo, que triunfé en 16 de los24 distrtos, consagréndosecomo {a primera fuerza en las dos efmaras de! Parlamento nacional. A cstas alturas, qué queda del viejo bipartidismo. argentino después de estos convulsivos cambios? Un. largo decir de caravana, transmitido de generacién en eneraciOn, de padres a hijos y de politéloges a en- para exigi respuesta estatal asus deman- das, El resultado: se desnudaron algunos sincomas de crisis -por no decir descomposicién~ no solo del sistema politico, sino incluso de la democracia. Pero mis importante atin: se demostré la vitalidad de algunos movimientos sociales que podian disputarle al sistema de partides tradicional la representaci6n politicano solo en términos simbélicos, sino rambién ingticucionales. Sobre esa base, tras una ccidentada gestin guber- rnamental yuna aguda recesi6n econdmica, las eleccio- nesde unio de 2002 rajeronimportantessorpresas (0 uizds confirmaciones), en especial en la correlacién cde fueraas politicas yen la recomposicin del sistema de partidos, Habla en ello un giro radical respecto de las cuatro elecciones anteriores, ya que por primera veruna candidatura de zquierda se convertla en fuer~ zaclectoraly parlamentaria relevante, Mis odavia. El MAS, encabezado por el lider cocalero Evo Morales, apatecia como partido pivote con posibilidad de gobierno. En alescenario, el mecanismo constitucio- nal de la eleecién del presidente en segunda vuelta congresal, pese alas condicionesadversas en términos de disponibilidad pos-electoral de coalicién entre las fuerzas polticasrelevantes, produjo nuevamente una coalicién mayoritaria de gobierno. La diferencia es que esta ver la oposicién no solo tenfa fortaleza par- amentati, sino también estrecha relacién con acto- ressociales movitizados, amén de un claro perfil con- testatario y una fuerte interpelacién étnico-cultural. {Qué habia cambiado en esta nueva fase de la democracia boliviana? Los actores politicos relevan- tes, sinduda. ¥ con ellos, ysu emergente tendencia 2 Ia polarizacién, se modifics el sentido de algunas reglas informales que daban soporte y Hlave maestra para stablecerrelaciones decooperaciénen elsistema de partidos y, claro, alcanzar soluciones de compro- ‘miso. Lo que vari6, en consecuencia, al menos parcial- ‘mente, ¢s a disponibilidad de coalicién, con arregfo a.una radical critica alos dos ees del consenso domi- ‘nante:la democracia representativayel neoliberalismo econémico, Ello sobre la base de una identidad que antes de asumirse como partidatia (en los casos del MAS y del MIP)", responde a una légica mas bien sindical; los actores se auto-representan come instcu- mento politico de los movimientos sociales y articu- lan la lucha politica con un micleo dura de cardcrer sindical asentado en principio en los cocaleros del ‘Tr6pico de Cochabamba (MAS) y en las comunida- des aymaras del altiplano pacenio (MIP), pero que abared también a otros actores regionales como las etnias del oriente,as{ como a un sectordela izquierda identificado con esta opcién de cambio De ese modo, a diferencia de los partidos «cradi- cionales», estamos ante forralecidas organizaciones scontestatarias» que expresan posiciones de cuestio- namiento cuando no de negacién— tanto de los me- canismos formales de representacién polirica encar- nados en los partidos, como respecto de la senda del neoliberalismo econdmico vigente en Bolivia desde mediados de los afios 80. Rechazan también la con- cenacién multiparcidista y los pactos para formar couliciones de gobierno al considerarlosinstrumentos -exclusivos para la distribucién de beneficios entre los partidos. Frente a ello, plantearon mecanismos de ‘democracia directa, una apuesta mas o menos radical a favor det Estado en laeconomia, lanecesidad de una ‘Asamblea Constituyente y un escenario de competen- cia politica potarizada no soloen el émbico parlamen- tario sino también, y a veces principalmente, extra- parlamentario. Momento de inflexién. (Orea vez ocrusre Desde su inauguracién en 1985, ¢l supuesto funda- mental (el discurso oficial, respaldado por el andlisis, politico-medistice) de la democracia pactada y del presidencialismo parlamencarizado en Bolivia asegu- aba que las coaliciones de gobierno mayotitarias producen mejores resultados, paralaestabilidad dela democracia en sociedades plurales, que las gobiernas mayoritarios de partido tinico y, mds todavia, que los gobiernos minoritarios. Los gobiernos de coalicién representaban una opcién por la cooperacién y el comptomiso expresados en pactos polticos, mientras, que los gobiernos mayoritarios monocolorllevarian a la exclusién y el conflicto, en tanto los gobiernos rminoritarios abririan las compuertas al bloquco poli- tico y la pardlsis institucional. Estas dos cltimas modalidades, por tanro, tomando nota de potenciales 10. La guerra del aguas vavo loge enlaciudad de Cochabambaen abrilde 2000 comorespuest alintentodeprvatizarlaempresa (que presabtelserviciodesuminitto de agua, locualimplicaka {in aumenta detarfy perjudicabaa los regantes, Lego dels ‘moviizacin ciudadana, que dio luga a un Estado de sitio. la ‘tansnacional abandon el pals. Elmovimienca socialemergen- tee canocié como Cootdinadora del Aguas El Movimiento Indigena Pachacut, deleaismic lider ayma- ‘2 Beipe Quspe («Maliki»), ebruvo el quinco lugar en las eceionesnarionales de 2002 Juntos. el MAS (segunda fuera) Ye MIPlograron¢127% delot wotory sienen una bancada con £4 26% de parlamentaros. ineluidos 8 de ls 27 senadores. u De le corteza del pacto ola incertidumbre del parto. Bolivia. lo democracia transadea. José lus Exar R ctisis de gobierno, podrian traducitse en crisis de la propia democracia, cuando no cn su derrumbe. En ese horizonte, asumiendo el debate sobre «los peligros» del presidencialismo, asi como la importan- cia analitica de considesar diferentes sipos de presidencialismo'?, las coaliciones multipartidistas, ese a sus vicios de origen y sus perversiones de ten- dimiento (expresadas en un cada vez més grosero ‘manejo pattimonialistadel Estado), parectan garantia de estabilidad politica por la via de gol ritarios. Hasta que llegaron dos trances casi terminales para la democracia pactada en Bolivia, primera en febrero, luego en octubre de 2003. Recordemos estos dos draméticos episodios a modo de fotografias. El miércoles 12 de febrero, en la Plaza Murillo de laciudad de La Paz, la democtacia boliviana padecié tuna de us peores pesadillas. En el ombligo mismo del poder politico, allf donde residen el Palacio de Go- bierno y el Congreso Nacional, la violencia dejé una imborrable cicatriz. Policfas amotinados en una es- quina, soldados del ejétcito en la otra, se enfrentaron primero con insultos, luego con gases lacrimégenos y pronto con armas de guerra. Atettador paisaje urba- no, impensable, exhibide en directo porlos canalesde televisidn. Ciudadania aténita, Estado en desbanda- da, festin para francotiradores. Era el climax del malestary la protesta contra un aumento de impues- tos anunciado por el gobierno del MNR-MIR tras medio afio de ineficiencia. En la céntrica plaza, cn lugar de jubilados y palomas, esca vez habla sangre. CCuerpos sin vida de policfas, militares yciviles. Heri- dos de bala. Al caer la carde, ya replegadas ls fuerzas del orden y con un apesadumbrado presidente supli- cando que «Dios salve a Bolivia, laturba enardecida quemé algunos de los principales edificios puiblicas, incluida la vicepresidencia, y las sedes de los partidos oficialistas. Luego hubo saqueo y vandalismo. «Miér- coles negro», titulé la prensa al dia siguiente. La democracia en su mala hora. El viernes 17 de octubre de 2003, desde el aero- puerto ubicado en la ciudad més aymara y combativa de Bolivia, El Alto, el todavia presidente de la Repd- blica, Sénchec de Lozada, y su entorno mis cercano (ministros,y familiares), abordaban un avién en cave de veloz huida ante las incontrolables protestas socia- les que habfan paralizado la sede de gobierno, las ciudades y carreteras del occidente del pa, y amena- zaban con devenir en una confrontacién con impre- visibles consecuencias, Ast, lo que se inici6 como una aparentemente marginal huelga de hambre campesi- na encabezada por Quispe fue creciendo, cual ftali- dad, hasta convertirse en una cevuelta popular con epicentro en la sede de gobierno, que dias después obligéal primer mandatarioa deja su cargo y salir del pals. En media de ello, producto de la torpera oficial, Tas fuerzas del orden, en su afin de control y de represién, asesinaton a mds de medio centenar de ciudadanos y provocaron centenares de heridos de De lo certeza del pocto lo inceriidumbre Anuario Social Palco de América loti y Et Caribe Avo 7 - 2004 bala, generandoconellol: jacién de unaamplia base de la poblacién ~incluida la siempre pasiva y it as la Idgica del pacto politico esté agotada 0, peor, en sicuacién de retirada., al menos, de repliegueestraté- gico con cintes desestabilizadores y conspirativos de {quienes parecen haber cedido privilegios y se resisten’ perder su hegemonla? Son muchas lasinterrogantes ‘que plantea este momento de «crisis de reacomodo», como demasiadas son las inquiecudes y dudas que pone en cuestién respecto del fucuro del régimen politico en este pals. En todo caso, para sincetizar, parecen existir se- ales ranto para abonar ¢l optimismo como para sembrar parcelas pesimistas. «Agenda de octubre, habfamos dicho. Mandato del gobierno de Mesa. {Horizonte parala accién? y www udp gowbo > Bolivi: (a esis de octubre y of racaso dal ch'anko, Una visi desde fo economio polhico,Robeto loseino- pobreza con politics de redistribucién de recursos, pero en verdad aportan poco a comprender por qué los esfuerzos en ese sentido tampoco han sido muy exitososy por quéla desigualdad y la pobreta perssten Incluso podria decitse que han contribuido a difundir un diagnéstico equivocado de la realidad boliviana. Segin este diagnéstico, la desigualdad no solo seria una desctipeién, sino que expresaria una relacién de causalidad, segiin la cual la pobreza de ‘unos serfa la causa de la era de otros. Si bi posible que en algunos casos eso suceda, la sola cxistencia de desigualdades nolo demuestra. Para ello serfa necesario analizar odmo se telacionan unos con otros y de qué manera se producen, y se reproducen, las pobrezas y las riquezas en Bolivia. Los ingreso: resultados dela actividad Lamayorconfusién proviencdelaimagen quesubyace en la idea misma de «distribucién de ingresos», pues sugiere que los ingresos son una totalidad que estan disponible para su distribucién,y que éstasimplemen- ceocurreallo largo del tiempo (de manera desigual en fancién de poderes ¢ influencias). Esta imagen es obviamente falsa, porque losingresos son un flujo que se genera continuamente mediante la produccién y vventa de bienes y servicios. Si bien los poderes y las influencias pueden ser recursos que algunos aprove- chan, hay factores mucho més imporcantes para de- terminar las magnitudes y el destino de los ingresos, © para explicar su ausencia. Por ejemplo, la producti- vidad y el dominio de tecnologias inn« 1Los ingresos son resultado dela actividad econé- mica y, por ello, son un indicador muy importante. Ellos miden la capacidad de acceder a bienes y servi- cios que tiene la gente para satisfacer sus necesidades y cumplir sus aspiraciones. Pero es fundamental recor- ‘dar que su importancia es mayor cuanto mds desatro- Ulado estéel mercado, puesesa través deese espacio de intercambios quese obtiene acceso bienes yservicios. Ladistincién por tipos de economia oftece, enese sentido, una nueva clave parael andlisis dela desigual- dad. A primera vista, el grifico 4 no parece muy distinto a los grificos habituales de distribucién de \gresos, salvo en el mimero de grupos en que se ha dividido la poblacién. Pero en este caso los grupos no sehan diferenciado desde el nivel deingreso (como es. el caso de la tradicional distincién por quintiles 0 deciles), sino desde la caracterizacién econémica de- tectada por los grados de insercidn en el mercado laboral. Esto permite ademés recordar que el ingreso es.un dato de resultado. Lo primero que llama la atencién es que, en conjunto, los hogares que se encuentran mds vincula- dos al mercado, formados por patrones empleadores, trabajadores asalariados manuales y no manuales, ineluyendo trabajadores del hogar y campesinos sin tierra, tienen un promedio de ingresos mas de seis Anwario Social y Politico de América Latina y El Coribe - Afo 7 - 2004 veces superior al grupo mds alejado del mercado, que incluye a los pequefios propictarios de tierras, y es también basante ms alto (en un 62%) que el que tienen los que estén en el grupo que forma parte de In economia de bae familiar . Por estos datos parece claro que mientras mayor sea la insercidn en el mercado, también es mayor el ingreso que se obtiene. De aqut podria deducirse también que hay un cierto nivel de éxito para quienes organizan su actividad con d fin de obtener més ingresos, puesto que sf logran obtenerlos. Esto no quiere decir que resuelven del todo el problema de acceso alos bienes y servicios, pero es innegable que las magnitudes de la pobreza en cada economia son muy diferentes. La economia de base natural genera niveles de ingreso muy bajos para los hogares de aproximada- mente73 délaresmensuales~porloque susniveles de pobreza son también muy amplios (v. cuadro 1). Incluso tomando indicadores menos sensibles al in- _greso, como la insatisfaccién de necesidades bisicas™, seestima quela pobreza afecraal 879% de esos hogares. Ena economia urbana de base familiar el ingreso pro- medio esmucho mayor, de 248 délaresal mes, perono. losuficiente como para evita la incidencia de pobre- za. Aunque ésta ¢s menor que en la economia de base natural, todavia afecta ala mayorla dela gente (559%). Loshogaresinegradosa ta economia de base mercan- til de Bolivia logran un ingreso promedio de 456 d6- lares al mes, bastante mayor que losotros, yaunque la pobreza los afecta todavia en una proporcién signifi- ‘cativa, es mucho mds baja queen los otros dos (35%). ‘Cuando se comparan los promedios de ingreso que correspondena cada uno de los quintiles de cada una delaseconomlas, se comprucba que el 80% delosho- _gares que conforman la cconomfa de base natural riene un ingreso promedio inferior 0 muy cercano al del quintil mas bajode la economia familiar. y que inclu- 0 el promedio del quintil mis bajo de la economfa metcantil es muy superior al del 80% de quienes for- ‘man parce dela economia debase natural (v.cuadto 2). Esdaro, entonces, que a mayor apercura al merea- doy amayor modernizacién organizativa ytecnols ‘ca, mayores son los ingresos y menor es la pobreza", Ingresosy pobrezas ‘Sin embargo, la conclusién anterior necesita ser ma- tizada, Silas actividades que caracterizan las econo- mias se organizan desde objetivos y motivaciones diferentes, es decir, tienen bases o fundamentos dife- [5M sc alps porque Sunn el ein ne treordnnsiprcesateyionnbvenc anaes venture ple pr engl ae neaca del Sramnobincey ei dh pK veypendeton en ssl a Mare gen 7 Eee denperqar'd capone dela rr [edlodadtunimancnelquepepeondh incest Bolivio: La crisis de octubre y of racasa del ch enko Una visién desde la economia poltica. Reber lasern rN o ‘Anvore Sociol y Plfica de América latino y ElCatibe Ao 7 2004 rentes, la aplicacién de un mismo indicador de resul- todo para evaluatlas, como los ingresos o la pobreza, no es del todo pertinente. ‘ En la Encuesta Nacional de Aspiracioncs, aplica- daporel INEen 1998en todo cl pals, el Programa de ‘Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) incluyé varias preguntas sobre [as condiciones socioeconémi- casde los hogares (acceso a servicios, niveles de ingre- 0, disponibilidad de bienes y recursos), apartirde las cuales podia determinar cuiles eran 0 no pobres, segin criterios comunes a todos. Lo novedoso es que tambien se pregunt6 alos entrevistadossi se conside- aban pobres, - Revisando esos datos encontramos que, mientras lscriterios enerales permitieron caralogaral 93% de los hogarcs campesinos en los niveles socioeconémi- cosbajos,cuandose lespregunt6acllos mismoscémo se clasificaban, solamente el 63% afirmé ser pobre. Entre los trabajadores por cuenta propiala diferencia zo fue tan grande, pero de todosmodos fue mayor la proporcién de quienes fueron clasificados en los nive- Jes bajos (58,2%) por las condiciones socioeconémi- cas de su hogar que la de quienes se reconocicron como pobres (44,19%). Finalmente, entre los que se encuentran plenamente insertos en el mercado labo- ral fue algo mayor a proporcién de quiencs se definen como pobres (36,9%) que la correspondiente a su asificacién externa deacuerdo con indicessocioceo- némicos (35%). Si tomamos la insercién laboral como indicador del cipo de economia, esto quiere decir que una defi- nicién sobjetivas, externa y comtin a todos no coinci- decon las percepciones y definiciones que prevalecen en cada una de las econom{as, y*que es mayor la discrepancia cuanto menos integrada al mercado esté la poblacién, Lasnocionesde pobreza, porlo tanto, son diferen- «es; en consecuencia, también las acciones que reali- an las personas y comunidades para superar sus

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