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Primera parte
DE LAS SOCIEDADES
Introducción.-
Las personas se unen para realizar una actividad que les reporte unas
ganancias igual que lo hacen con otras finalidades políticas, culturales,
deportivas o religiosas. El fenómeno societario queda de esta manera
encuadrado en el más amplio fenómeno asociativo. El Código Civil, dentro del
capítulo relativo a las personas jurídicas (Título XXXIII del Libro I), incluye a “las
sociedades industriales”, señalando que sus derechos y obligaciones son
regulados, según su naturaleza, por otros títulos de este Código y por el Código
de Comercio.
Tanto las sociedades civiles como las mercantiles se caracterizan, frente a las
asociaciones estrictas (corporaciones y fundaciones), por su finalidad
normalmente lucrativa. El ejercicio de una actividad por medio de la
colaboración de los socios y del fondo común que éstos constituyen con la
finalidad lucrativa sirve también para distinguir la sociedad de la comunidad
que, obedeciendo a una idea más estática, atribuye a los comuneros el uso o
disfrute común de la cosa cuya titularidad comparten (art. 2.304 y sgtes. del
C.C.). Además, cuando la sociedad adquiere la personalidad jurídica, la
titularidad del fondo común deja de ser de los socios y pasa a la sociedad.
Consecuencias del especial carácter del contrato son que no juega la exceptio
inadimpleti contractus ni la condición resolutoria tácita –el incumplimiento por
un socio de sus obligaciones puede llevar a su exclusión- y que los vicios del
consentimiento no provocan la nulidad del contrato, sino sólo la del vínculo
afectado por el vicio, salvo que la aportación correspondiente fuese esencial,
en cuyo caso sería su falta de causa de la resolución.
Siguiendo la tradición romanista y las fuentes francesas que las inspiran, tanto
el Código Civil y de Comercio estudian a la sociedad sólo como un contrato,
concepción que, además, está de acuerdo con el principio de la autonomía de
la voluntad que inspira el liberalismo económico.
Nadie puede negar que la sociedad efectivamente nace de un acto jurídico que
voluntariamente ejecuta el hombre; pero con el curso de los años se ha hecho
evidente que la sola perspectiva del contrato es insuficiente para analizar la
institución societaria.
Teoría de la institución.-
Para los sostenedores de esta teoría, no haya nada extraño en que se formen
sociedades con un solo socio. Si la sociedad es una institución que una vez
que nace es independiente del acto constitutivo o fundacional, resulta
perfectamente lógico que pueda pertenecer a una sola persona.
Para que el contrato de sociedad sea válido se requiere que los socios hayan
dado su consentimiento y, además, que ese consentimiento esté exento de
vicios; más precisamente, de los tres vicios clásicos que pueden afectarlo:
error, dolo y fuerza.
Por ejemplo, una persona puede hacerse socia de una sociedad anónima,
adquiriendo un paquete de acciones inducida por la exhibición de un balance
inexacto de dicha compañía.
Es preciso que tengamos en cuenta que puede ser socio o parte de una
sociedad otra sociedad, lo que implica desde el punto de vista de la capacidad,
que los representantes legales de esta última deben tener personería o
capacidad para obligarla legítimamente en la formación de aquella,
El objeto social debe figurar en los estatutos de la sociedad y éste debe ser
lícito, lo que excluye las actividades ilícitas, contrarias al orden público o a las
buenas costumbres.
d) La causa.- Es el fin perseguido por la sociedad que en la práctica se
confunde con el objeto. La causa debe ser igualmente lícita, no ser contraria a
la ley, al orden público o a las buenas costumbres. Sería ilícita, por ejemplo,
una sociedad creada para dedicarse al contrabando.
Los requisitos propios y específicos del contrato de sociedad, son aquellos que
lo distinguen como tal entre otros contratos y son los siguientes: los aportes, los
beneficios, contribución a las pérdidas, y la intención de formar la sociedad,
expresión que se conoce con la expresión affectio societatis.
Como decimos, la ley sólo exige que se haga aporte. Pero en lo que respecta a
la naturaleza, cuantía y calidad de los aportes la ley ha dado a las partes la
más amplia libertad, predomina en toda su amplitud, el principio de la libertad
de contratar.
Sin embargo, no basta solamente que se persiga este fin de lucro pecuniario;
es necesario, además, que todos los socios tengan derecho a esas utilidades
(art. 2053). Y se recalca todavía más esta idea por lo dispuesto en el inciso 2°
del artículo 2055 que dice que “tampoco hay sociedad sin participación en
beneficios”.
Si un socio aporta algo sin que se le reconozca derecho a tomar parte en las
utilidades, no habrá sociedad; podrá haber comisión u otro contrato cualquiera,
pero no sociedad.
Los socios tienen la más amplia libertad para fijar la distribución de los
beneficios. Es preciso dejar establecido, desde luego, que no hay ninguna
relación entre los aportes y la cuantía de beneficios; podrá estipularse que los
beneficios se repartan a prorrata de los aportes, pero ello no es obligatorio y la
ley no pone cortapisa alguna con tal que se respete este principio. Tanto el
Código Civil como el Código de Comercio, establecen la proporción de esa
participación sólo en caso de silencio de las partes.
El inciso 2° del artículo 2053 del Código Civil, dispone: “la sociedad forma
una persona jurídica distinta de los socios individualmente
considerados”.
b) Por ser la sociedad una persona jurídica, tiene un patrimonio propio; los
bienes que aportan los socios pasan de la propiedad de éstos a la propiedad
de este nuevo ser de derecho que nace por el solo hecho de celebrarse la
sociedad, y pasan a constituir el patrimonio social.
Pues bien, el Código Civil, en el artículo 2056 dispone al efecto que “Se
prohíbe toda sociedad a título universal, excepto entre cónyuges”.
“La sociedad puede ser civil o comercial. Son sociedades comerciales las que
se forman para negocios que la ley califica de actos de comercio. Las otras son
civiles”.
En consecuencia, basta que uno de los varios objetivos para los cuales se
puede formar una sociedad sea de carácter mercantil para que la sociedad
toda tenga dicha característica.
Entre ambos tipos de sociedades existen diversas diferencias, partiendo por las
sociedades comerciales son generalmente solemnes mientras que las civiles
son consensuales. La quiebra de las sociedades comerciales es más severa.
Segunda Parte
I.- LA SOCIEDAD COLECTIVA
“Es sociedad colectiva aquélla en que todos los socios administran por sí o por
un mandatario elegido de común acuerdo”.
En ningún caso podrán los socios derogar por pacto la solidaridad en las
sociedades colectivas”.
El inciso 2° de este artículo nos está haciendo ver que la solidaridad es uno de
los requisitos de la esencia de la sociedad colectiva comercial. No siendo lo
mismo en la sociedad colectiva civil y para dar cuenta de ello basta comparar
este artículo con el 2095 del Código Civil, que dice:
A) REQUISITOS DE FONDO.-
En efecto, en virtud de esta ley, la mujer dejó de ser incapaz, cualquiera sea el
régimen que rija su matrimonio, y por consiguiente, puede ingresar, sin
necesidad de autorización de ninguna especie, a una sociedad de cualquier
tipo.
Artículo 353: “No se admitirá prueba de ninguna especie contra el tenor de las
escrituras otorgadas en cumplimiento del artículo 350 ni para justificar la
existencia de pactos no expresados en ellas”.
Conviene dejar bien establecido que aun cuando este artículo comienza en
términos imperativos, contiene muchas menciones que non esenciales ni
obligatorias. Además, esta enumeración no es taxativa y las partes pueden
agregar todas las menciones que deseen y que no estén contenidas en la ley,
puesto que para ello lo autoriza la disposición del N° 12 de este artículo que
dice que la escritura pública deberá expresar: “los demás pactos que acordaren
los socios”.
Artículo 371: “Sólo puede usar la razón social el socio o socios a quienes se
haya conferido tal facultad por la escritura respectiva.
En defecto de una delegación expresa, todos los socios podrán usar de la firma
social”.
Sólo cuando las partes quieran derogar este principio general y delegar la
facultad de administrar en uno de los socios o en otra persona, sólo entonces
deberá designarse en la escritura social la persona del administrador.
El N°3 contiene un error, porque dice: “socios encargados… etc.”, siendo que
bien puede nombrarse administrador a un tercero extraño que no sea miembro
de la sociedad.
Artículo 372: “El uso de la razón social puede ser conferido a una persona
extraña a la sociedad”.
4° El capital que introduce cada uno de los socios, sea que consista en
dinero, en créditos o en cualquiera otra clase de bienes; el valor que se
asigne a los aportes que consistan en muebles o en inmuebles, y la forma
en que deba hacerse el justiprecio de los mismos aportes en caso que no
se les haya asignado valor alguno”. Esta mención es esencial, pues se
refiere a algo que es de la esencia en toda sociedad; sin embargo, no es de la
esencia valorizar el aporte o establecer la forma del justiprecio.
8° La cantidad que puede tomar anualmente cada socio para sus gastos
particulares”. Esta mención tampoco es esencial; puede no decirse nada
sobre esto en el contrato social.
10° Si las diferencias que les ocurran durante la sociedad deberán ser o
no sometidas a la resolución de arbitradores, y en el primer caso, la forma
en que deba hacerse el nombramiento”. Esta mención tampoco es esencial
y el artículo 415 suple el silencio.
11° El domicilio de la sociedad”. Esta es de gran importancia. Así, una
consecuencia de la personalidad jurídica de la sociedad es que ésta tenga un
domicilio propio, que puede ser distinto del de los socios individualmente
considerados. También tiene importancia para su inscripción en el Conservador
de Bienes Raíces correspondiente al domicilio de la sociedad. No se trata de
una mención esencial, porque está suplida por el artículo 355 (modificado por
la Ley 19.499), que expresa: “Si en la escritura social se hubiere o0mitido el
domicilio social se entenderá domiciliada la sociedad en el lugar de
otorgamiento de aquélla”.
12° Los demás pactos que acordaren los socios”. Esta mención no es
esencial y nos demuestra que la enumeración no es taxativa.
El extracto contendrá las indicaciones expresadas en los números 1°, 2°, 3°, 4°
y 7° del artículo 352, la fecha de las respectivas escrituras, y la indicación del
nombre y domicilio del escribano que las hubiera otorgado.
Hay que considerar en este punto dos órdenes de relaciones: relaciones de los
socios con terceros y relaciones de los socios entre sí.
Según el artículo 365 “la razón social es la fórmula enunciativa de los nombres
de todos los socios o de alguno de ellos, con la agregación de estas palabras:
“y compañía” (estas palabras comprenden genéricamente a los socios cuyos
nombres no se han incluido en la razón social).
Sólo los nombres de los socios pueden figurar en la razón social; de ningún
modo podrá incluirse en ella el nombre de un tercero, porque ello podría inducir
a error a otras personas, quienes podrían considerar como socio a ese tercero
que efectivamente no lo es y que no responde de las deudas sociales.
Artículo 366: “Sólo los nombres de los socios colectivos pueden entrar en la
composición de la razón social.
Artículo 367: “El uso que se haga de la razón social después de disuelta la
sociedad, constituye un delito de falsedad, y la inclusión en aquélla del nombre
de una persona extraña es una estafa.
En ningún caso podrán los socios derogar por pacto la solidaridad en las
sociedades colectivas”.
7.- COMPOSICION DEL FONDO SOCIAL.- El fondo social está compuesto por
los aportes que todos los socios entregan o prometen entregar a la sociedad.
Es de la esencia de la sociedad colectiva la existencia de aporte de los socios;
no es indispensable que se haga entrega efectiva de ellos, basta la obligación
de entregarlos (artículo 375 y 376).
Puede ser objeto del aporte cualquiera cosa apreciable en dinero. Los aportes
pueden ser en propiedad o en usufructo. Si sólo se ha aportado el usufructo, la
pérdida de la cosa fructuaria disuelve la sociedad, a menos que el socio
aportante la reponga a satisfacción de los consocios. Si el aporte se ha hecho
en dominio, la sociedad no está obligada a restituir la cosa misma que ha sido
objeto del aporte; la sociedad ha pasado a ser dueña del objeto de ese aporte y
el derecho del socio queda limitado a una cantidad, a la suma numérica en que
fue estimado ese aporte. En cambio, cuando se aporta un objeto cualquiera
sólo en usufructo, el socio ha conservado la nuda propiedad, y al disolverse la
sociedad habrá que restituirle precisamente el objeto mismo de su aporte.
Si cualquiera de los socios falta por su hecho o culpa a su promesa de poner
en común las cosas o industria a que se ha obligado en el contrato, los otros
tendrán derecho para dar la sociedad disuelta (artículo 2.101 C.C.).
“El retardo en la entrega del aporte, sea cual fuere la causa que lo produzca,
autoriza a los asociados para excluir de la sociedad al socio moroso o proceder
ejecutivamente contra su persona y bienes para compelerle al cumplimiento de
su obligación.
En uno y otro caso el socio moroso responderá de los daños y perjuicios que la
tardanza ocasionare a la sociedad”.
Se dice aquí que se puede dirigir contra “su persona y bienes”. La primera
expresión no tiene hoy explicación, porque desde el año 1868, se suprimió la
ejecución sobre la persona del deudor, no se admite entre nosotros los prisión
por deuda como medio compulsivo de pago de las obligaciones, ahora sólo
puede procederse contra los bienes del deudor.
Artículo 382: “Los socios capitalistas dividirán entre sí las ganancias y las
pérdidas en la forma que hubieren estipulado. A falta de estipulación se
dividirán a prorrata de sus respectivos aportes”.
Respecto del socio industrial, el artículo 383 dice: “En cuanto a las ganancias y
pérdidas correspondientes al socio industrial, se estará a lo que hubiere
estipulado en el contrato; y no habiendo estipulación, el socio industrial llevará
en las ganancias una cuota igual a la que corresponda al aporte más módico,
sin soportar parte alguna en las pérdidas”.
En virtud del mandato legal, cada uno de los socios puede hacer válidamente
todos los actos y contratos comprendidos en el giro ordinario de la sociedad o
que sean necesarios o conducentes a la consecución de los fines que ésta se
hubiere propuesto (art.387).
Como todos los socios pueden administrar, en el hecho resulta que fácilmente
pueden suscitarse conflictos y divergencias entre ellos, puede un socio estimar
que no es conveniente a los intereses de la sociedad o de los socios un acto
que pretende celebrar alguno de ellos.
Hay aquí, una particularidad con referencia a las reglas generales del mandato.
En principio, todo mandato puede ser renunciado y puede también ser
revocado por el mandante, a su voluntad, pero hay casos excepcionales en que
el mandato deja de ser revocable y no puede renunciarse, como ocurre en este
caso.
1°) Extraer del fondo común mayor cantidad que la asignada para sus gastos
particulares. Si lo hiciere, deberá reintegrar dicha cantidad.
2°) Aplicar los fondos comunes a sus negocios particulares y usar en éstos la
firma social. El socio que hubiere violado esta prohibición llevará a la masa
común las ganancias, y cargará él solo con las pérdidas del negocio en que
invierta los fondos distraídos, sin perjuicio de restituirlos a la sociedad e
indemnizar los daños que ésta hubiere sufrido. Podrá también ser excluido de
la sociedad por sus consocios.
Si bien es la regla general que cada persona pueda ceder libremente los
derechos que forman parte de su patrimonio, se hace aquí una excepción a ese
principio por causas derivadas de la naturaleza de la sociedad colectiva, y la
cesión que uno de los socios quisiera hacer a otra persona deberá ser
autorizada por los demás socios. Esto, porque afecta a los socios en razón de
la responsabilidad solidaria e indefinida a que están sujetos. Esta cesión
importa una modificación de los estatutos, y por consiguiente, debe hacerse por
escritura pública e inscribirse el extracto en el Registro de Comercio.
4°) Explotar por cuenta propia el ramo de industria en que opere la sociedad.
Los socios que contravengan esta prohibición serán obligados a llevar al
acervo común las ganancias y a soportar individualmente las pérdidas que les
resultaren. Se quiere evitar una competencia desleal.
2°) Finalización del negocio para que fue contraída la sociedad (art.2099).
Es ésta una causal de muy poca aplicación, porque generalmente estas
sociedades no se constituyen para explotar un negocio determinado.
5°) La falta por hecho o culpa del socio a la promesa del aporte (art.2.101).
Si cualquiera de los socios falta por su hecho o culpa a su promesa de poner
en común las cosas o la industria a que se ha obligado en el contrato, los otros
tendrán derecho a dar la sociedad por disuelta.
6°) La pérdida de la cosa aportada en usufructo o en propiedad; en este
último caso, cuando sin ella no puede la sociedad seguir funcionando
útilmente. Se refiere a esta causal el art.2.102 que dice:
Pero aún fuera de este caso se entenderá continuar la sociedad mientras los
socios administradores no reciban noticia de la muerte.
Las acciones que emanan del contrato de sociedad, entre la sociedad y los
socios y entre éstos entre sí, prescriben en cuatro años desde que pudieren
entablarse. Así se infiere de lo establecido en el artículo 822 del Código de
Comercio.
Tercera Parte
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
2.- CONSTITUCION.-
Se trata de un contrato solemne que está sujeto a las siguientes formalidades
en cuanto a su constitución: escritura pública; Inscripción en extracto de la
escritura en el Registro de Comercio, y publicación en el Diario Oficial
Nada se expresa para el caso de que se omita hacer esta declaración. Los
autores estiman que en tal caso debe tenerse a la sociedad como colectiva
aunque en la razón social (que debe estimarse falsa) se cumpla con la
exigencia de agregar la palabra limitada conforme al artículo 4°, pues la
responsabilidad de los socios emana de sus declaraciones explícitas
formuladas en el pacto social y no del cumplimiento de formalidades exteriores
o publicísticas de las que pueda entenderse una sustitución de aquéllas.
Cuando este tipo societario está afecto a un vicio de nulidad saneable, en los
mismos casos que esta sanción se produce para las sociedades colectivas
comerciales, a los que debemos agregar la omisión de la cláusula esencial de
limitación de responsabilidad y la falta de publicación o publicación tardía del
extracto en el Diario Oficial, si se declara su nulidad por resolución judicial, los
socios fundadores no responden solidariamente de las obligaciones contraídas
en nombre e interés de la sociedad, porque el artículo 3° de la Ley N° 3.918
hace aplicable a ellas sólo el inciso 1° del artículo 357 del Código de Comercio
y no el inciso 2°, del aludido precepto, donde se establece dicha
responsabilidad.
Sin embargo, con respecto a las mujeres casadas, el artículo 4° de la Ley 3.918
señala: “La mujer casada y separada parcialmente de bienes, siempre que la
separación sea convencional, y la que ejerza un empleo, oficio, profesión o
industria con arreglo al artículo 150 del Código Civil, no requerirán autorización
especial de que trata el artículo 349 del Código de Comercio del C. de C. para
celebrar una sociedad comercial de responsabilidad limitada, con relación al
patrimonio que separadamente administren.
Razón social.- La razón o firma social podrá contener el nombre de uno o más
de los socios, o una referencia al objeto de la sociedad. En todo caso deberá
terminar con la palabra “limitada”, sin lo cual todos los socios serán
solidariamente responsables de las obligaciones sociales (art.4° inciso 1° de la
Ley N° 3.918).
Cuarta Parte
LA SOCIEDAD EN COMANDITA
Este tipo de sociedad tiene muy poca aplicación en la práctica, de modo que
solo veremos los aspectos más generales. Se encuentran reglamentadas en
los artículos 470 al 506 del Código de Comercio.
1.- Concepto.- De acuerdo con los artículos 470 del Código de Comercio y
2061 inciso 3° del Código Civil son en comanditas aquellas sociedades que se
celebran entre una o más personas que comprometen a llevar a la caja común
un determinado aporte, obligándose sólo hasta concurrencia de él, y una o más
personas que se obligan a administrar exclusivamente la sociedad, por sí o sus
delegados y en su nombre particular.
1) Constitución.- El artículo 472 dice que “la comandita simple se forma por
la reunión de un fondo suministrado en su totalidad por uno o más socios
comanditarios, o por éstos y los socios gestores a la vez”.
Por su parte el artículo 474 establece que “la comandita simple se forma y
prueba como la sociedad colectiva comercial”, es decir, por escritura pública y
extracto de la misma que debe inscribirse en el Registro de Comercio.
Sin embargo le da derecho la ley a repetir contra los socios gestores (art.486).
4) Administración.-
1.- Concepto.- Art. 473: “La comandita por acciones se constituye por la
reunión de un capital dividido en acciones o cupones de acción y suministrados
por socios cuyo nombre no figura en la escritura social”.
Por su parte, el artículo 491 establece que las reglas dadas para la sociedad en
comandita simple se aplican a este tipo de sociedades en cuanto no estén en
contradicción con las particulares que sobre ellas da la ley.
2.- Junta de Vigilancia.- En las comanditas por acciones existe, además, una
junta de vigilancia, cuyas funciones son examinar la constitución de la sociedad
y sus libros, lo que importa una facultad de fiscalización, y proponer dividendos.
Quinta Parte
El artículo 510 establece el principio que debe regir las relaciones de los
terceros con el partícipe administrador: no tiene acción sino contra él,
considerando no como administrador, sino como deudor personal de los
terceros.
No hay un vínculo jurídico entre los terceros que han contratado y los partícipes
inactivos, puesto que ellos han contratado con el administrador. No podrían los
terceros entablar acción de in rem verso so pretexto de que los partícipes
inactivos se hubieran enriquecido con el contrato.
Según el artículo 2.094 del Código Civil, “el socio que contrata a su propio
nombre y no en el de la sociedad, no la obliga respecto de terceros, ni aun en
razón del beneficio que ella reporte del contrato…”. Si esto ocurre en la
sociedad, con mayor razón debe existir en la participación, la que no tiene
existencia legal.
El artículo 511 se remite en este punto a las reglas de la sociedad, salvo las
modificaciones resultantes de la naturaleza de la participación. Así, se aplican
esas reglas a las cuestiones relativas a la distribución de las ganancias y
pérdidas, y a la administración, etc.