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Paeeeion ener ty ee eee erent foc Michael Sandel Elliberalismoylos Michael Sandel Pare aN Tay El liberalismo y los limites de la justicia hu! Neon ClasDe+Ma/Derecho ri Cr fr Haan Sa Cantos Saxriaco NINO Rovouro Véegure ‘ompllador Owen Fiss Dents F. Towson Davin Lxoxs 4.6. Ripost Hicany Pore Riceanpo Guastis JL. Maia vce AckEaMAN Jean Pune Dovey Dov Gauri Beian Hane Rowe A. Dat, JonEistex Rost Dworkty La iron de laird de expres Le fea poltica ye eercicio de cargos piblicos ‘Agpecos morales del tor juritia Teoria del derecho El pragmationo: un debate abierto Distinguiendo tice [mvencn dete ene oma La poiica del dogo liberal El sacrifici yaenvidia eration et aa hs ‘La moral por acuerdo Teoras de a justicia Dexpuds del revolucisn esta loal Limperi de a justia EL LIBERALISMO Y LOS LIMITES DE LA JUSTICIA Michael J. Sandel ‘Traduecién: Marfa Luz Melon gedisa ‘ial aigina: bra ond the ime of Jet {SCambrdge Univernty Pra, 18 ‘Pilea pr Pave Syadeno dea University Cambridge ‘Comte Nave re ior ‘Primer en, jan del 200, Baron ‘Qundanrservado deo derechos en lengua cstellane de eta obra Paso Bonanova (0508 Brel Exped) ‘isan 3590904 Fas £03530 05 Er den: incom eviews ct Depa eal B.28.2962000 ogre por: Limpert (Mog; 39.31 REVO Barber del Yale Aeron on Bepaia Pred fe Spain| (Quad prota la eprint por cualquier medio de im rengy en fm ese, extra 0 odiicda do ta vertn are A mis padres Indice ‘Agradecimientos Intredueeisn: El hiberalismo y la primacia de la justicia’ 1 mL, {La justciay el eujoto moral 3 {im primacia de la justiciay la prioridad del yo LGieralismo sin metafisien: Ix postin original [a justicia y sus eircunstancias: las objeciones fempiristas =... i ireunstancins de ia justia Ta rospuesta doontoldgiea Zn busea del sujeto moral Bl yoy el otro: la proridad de Ia pluralidad | Bl individualism y las demandas de la comunidad [La posesin, el méritoy la justicia dstributiva ‘Del libertarianismo al igualitarismo ‘La meritoeracia y el principio de diferencia [Ea defensa del acervo comtin Elfundamento de la nocion de mérito Domandas individuales y demandas sociales: ‘aus pertenece a quien? "Teoria contractualista y justificacion. La moralidad del contrato Contratos y argumentos contractuaistas El iberalismo y la prioridad del procedimicnto Qué sicede realmente tras el velo dela inorancia? a 13 31 2 a a 2 6 1 104 0 126 135 136 aan 148 156 IN, La justicia y el bien La unidad del yo Tin defensn de In accién afirmativa ‘Tres concepeiones de comunidad [La feultad de agencia y el papel de la reflexion Tia facultad de agencia yel papel de Ia elecciin Ta categoria del bien Tia epistemologia moral dela justicia Ta justiciay Ia comunidad ‘Conclusin El liberalism los limites de la justicia El proyecto liberador dela deontalogia Cardcter, autoconoeimionto y amistad Bibliografia .<...... 0 Indice de nombres yconcepiow 169 169 m 186 198, 215 aur au 221 233 Agradecimientos Esta obra comenz6 a gestarse en Onford a finales de los ‘aos setenta, un épocaestimulante para el estudio de la filer sofa politica, especialmente en el Balliol College. Tengo una euda de gratitud para ean ls profesores y amigos de aquellos ‘aos, quienes me ensefaron mucho de lo que he escrito agi. {Quioro expresar mi agradecimiento en primer lugar a Wiliam Connolly, Richard Fallon, Donald Herzog, Steven Lukes, Da- vid Miller, Alan Montefiore, Judith Shklar y Charis Taylor, Coron valioses comentarios y erflicas, Sus consejos fueron siempre beneficiosos, y si adh subsistiera algain punto débl, ‘ho es por su culpa. Aigunas personas, sin embargo, se impli caron de un modo ms profundo, Entre mis coleges en el ex. {anjero, quiero meneionar a Ronald Beiner, Richard Fallon, y Scott Matheson, porque han asuimido una responsabilidad e=- pecial. Las converaaciones y viajes que reali con ellos me aayudaron a dar forma a mis pensamientos, y mo mostraron un ‘simpaterismo intelectual del mas alto nivel. Sin embargo, mt ‘mayor deuda la tengo eon aquellos de mis maestros eu in ‘Tueneia esta mas presente en esta obra: Ronald Dworkin, ct- 1yos aryumentas exigian una mejor respuesta de la que yo po- ‘ia ofrecer en aquel momento; Charis Taylor, quien ampli Jos horizontes angloamericancs y nos ensené la relevancia de Aristiteles y Hegel; y especialmente Alan Montefiore, quien ‘ransformé la filovotia en algo ineludible'y me inicié en este camino hace tis aos. u Introduccién El liberalismo y la primacia de la justicia Este ensayo se oeupa, de liberalism, pero més conereta- mente de una do sus variantes que tiene mucha relevancia en [a Bilosofia politica, moral y jurdica atual. En esto liberal ‘mo, as nociones de justia, de equidad y de los derechos indi- Viduales desempenian un papel central; ademas debe gran parte de su fandamentacin flosifiea a Kant. En tanto ética que afirma la prioridad de lo justo sobre lo bueno, y que se de> fine de manera clasica por oposicion a las concepeiones utili taristas, la mejor manera de definirlo es como liberalism es, sobre todo, una teoria acerca de a justicia. In particular, es una tooria que sostiene 1a primacta do la justicia entre los ideales politicos y morales. Su tess central podria formularse de la siguiente manera: la socidiad, compoesta por una pluralidad de individuns eada ‘uno de les eualoe tione sus propis fines, intereves y concep cones del bien, esta mejor ardenada cuando se gobierna por prineipios que no presuponen ninguna eoncepeign particular ‘bien pers, Lo que justi estos prinipios regulatives par ‘encima de todo noves el hecho de que maximicen el bienestar Social ni que promuovan el bien, sino mas bien el que estén en onformidad con el concepto de lojuto, que es una categoria ‘moral que precede al bien y es independiente de éste. 2 ‘sta es Ia versién del liberalismo definida por Kant y por _gran parte de Ia filosfia moral y politica contemporsneas,¥10 ‘que me propongo es rfutar este iberalismo, Frente ala tess de a primacta dela justicia postularé que existen limites de Ia Justicia y que esto implica que también el liberalismo tenga mites. Me refero @ unos limites no préctios sino conceptun- Tes, No poctulo quo sea improbable que la justica, por noble que sea’ en principio, alguna ver pueda llegar a verifcarse completamente on la prdctiea Io que afirmo es que los limites residen enc ideal mismo. El problema de una sociedad que se inspira en la promesa liberal-no es simplemente que Ia just- ia esté siempre por realizaFse sino que la concepeidn ¢ def ciente y la agpiracion incompleta. Sin embargo, antes de ex: Plorar estos limites debemos considerar mas elaramente en {Qué consiste el postulade de la primacia dela justici, Los fundamentos del liberalismo: Kant frente a Mill, La primacia de Ta justcia puede comprenderse de dos mo: oe diferentes, aunque relacionados. El primer modo implica lunentido directamente moral, Este sentido moral afrma que Ja justicia es primaria porque las demandas de justia pesan mas que otros intergsos politicos y morales, sin importar enn perentorios sean eatfe otros. Dentro de esta perspectiva, la Rstica no ee meramente un valor entre otros, que ha de ser ‘evaluado y eansiderado cuando se den las eireunstancias, sino ‘que es la virtud social cardinal, la Unies que debe eumplirse ‘fntes de prestar ofdos alrecamo de cualquiera de las demas, Sila felicidad del mundo pudiera promoverse solo a través de medios injustos, entonces no deberta prevaloeor la fuleidad sino Ia justiia. Y euando la justia eulmina en eierts dere= ‘hos individuales, ni siquiera el bienestar general podria si perarlos. oro la primacia de la justici, tomada s6lo en su sentido ‘moral, difiilmente seria sufiiente para distinguirw este libe- ‘alismo de otras versiones bien eonocidas. Muchos peneadores Iiberales han enfatizado la importancia dela justiciay han n= sistido-en la entidad suprema de lor derechos individuales, ‘Jolin Stuart Mill amn6 a la justicia sla parte mas importante “ _y mucho més inviolablemente obligatoria que ninguna otra de la moral (1863: 186). Por su parte, Locke sostuvo que ls de- rechos naturales del hombre son demasiad fuertes como at ‘Ser superados por ningan otro derecho del Bstado (1690), Pero ringuino de ello era un liberal deontalogico en el sentido mas profunde que aqui now interesa. La verdadera étiea deontolo- {ea no so ocupa solamente de la moral, sino también de la fundamentacion de la moral. Se trata no sda del peso dela ley ‘ioral sino también de los modos imo se deriva aquello que Kant denominaria su -fundamento detorminante- (Kant 1788), ‘Desde el punto do vista plenamente deontoligico, la prima- cin de Ia justicia deseribe no sélo tna prioridad moral sino tambien una forma privilegiada do jstficacion, Lo justo tie- ne priordad sobre lo buena, no silo parque sus pretensiones Io preceden, sino también en virtud de que sus prineipios se de- van independientemente. Esto quiere decir que, a diferencia e otras mandatos prcticos, los princpios de ia justicia se justfiean de un modo que no depende de ninguna visi par ticular de lo bueno. Por elcontrario; debido a su independen: a, lo justo limita'a lo bueno y establece sus fronteras ‘eoncepto de lo bueno y malo tiene que ser detcrminado,n tex de In ley moral (para la cual ese coneepto pareciadeber ser colecado como fundamento, sino slo (como aqui ceurre) des- ‘és de le mea y por Ia misma (Kant 1788: 134-138). ‘Desde el punto de vista de la Fundamentacién moral, la pri- saci de Ta justila significa lo siguionte: la virtud de a ley ‘moral no consist en el hecho de que promueva algtn objetivo (fin que se prostme bueno, Por el contrario, la ley moral tie- ne las siguientes propiedades: es un fin en si mismo, precede ‘todos las otros fines, yes regulativarespecto de ellos. Kant distingue este sentido fundacional de primacia (de seyundo ‘orden} respecto del sentido moral (de primer orden) de la ‘uiente manera: i Por primado entre dos o ms cosas lgadas por raxin ntiendo yo la wentaja que una tene dese el primer fandamento de de {erminseion dels unin co das las dams. En sentido prietico ‘orc, signifies a venta dl intar de la una en cuanto a que este iteres (que no puede fer poset deta de nnn sro) ‘std eubordinado el intercede las otra (kant 1788: 174) 6 Esta oposicén también podria presentarse en términos de dos sents diferentes de deontologia- Kn su sentido moral, la Acontalogin se opone al consecuenclaliomo, al describir una fica de primer orden que contiene ciertos deberesy probibi Clones eategdrieos que tienen proridad incondicional sobre ftras euestiones morales y prictcas. En su sentido fundaci- hal, a deontalogta se opone ala elologta porque deseribe un forma de justifeacion segun la cual los primeros prinepios ee dlerivan de-an modo que no presupone ningun propésito o fin Inumiano final, ni una coneepeién determinada’ de la bondad humana. i ‘Sin lugar a dudas, la primera de las dos ramas de la étiea eontolégica os la mas conocida. Muchos Hiberales, no s6lo los ‘deontolgics, han storgado una importancia expecial la jus ticia y aloe derechos individuales. Esta actitud suscta tna ‘ceatiGn relative la manera en que ae relaionan los doe as pectos de In deontologia.;Puede defenderse el primer tipo de [iberalismo sin reeurrir al segundo? Mil, par ejemplo, pensa- ‘Mill afirma que tener un derecho os -tener algo cuya pose sin debe garantizar la sociedad (1863. 180), Tan faerie ex In ‘obligacién para Ja sociedad, que mi derecho -asume ese ears ter absoluto, esa aparente infinidad e inconmensurabilidad rospocto de las otras consideraciones, que constituye Is dif Fencia existent®-entre el sentimiento de To justo To injusto ¥ tntre lo que es ordinariamente conveniente y To perjudiial (Mil 1863: 181). Pero si se pregunta por qué Ia sociedad de! fceptar esta gbligacién, no es eomo ‘un grupo o conjunto de percepciones diferentes, que se suce= {den con una inconcobible rupidez, y se encuentran en perma rnente flujo ¥ movimiento- (Hume 1739: 252). Pero como Kant fargumentaria posteriormente, ning "yo" fo y comstante ppuode presentarse en este fujo do apariencias internas», Pura Gar sentido a la eantinuidad del -yor alo largo del tiempo, de- ‘bemos suponer algin principio de unidad que -precede a toda ‘experiencia, y hace posible Ia experiencia misma» (Kant 1781 156). De hecho el propio Hume antieipé esta dificultad cuando ‘admitié que no podia Finalmente justificar esos principios «que lunen nuestras sucesivas pereepeiones en nuestro pensamiento fe consciente- (Hume 1739: 636). No obstante lo problematico a ‘que pueda parecer sujetotrascendental kantiano, la objecin ociolégica no parece estar lo suficentemente preparada como para offocer una erticaefectiva. Le epistemologia que debe ‘presuponer difcimente sera mas plausible Deontologia con rostro humeano ‘La segunda postura ertien formula na difieltad més pro funda relacionada con el aujeto kantiano. Como la p surge @ partir de wna vision empirista, Pero a diferencia do Gta, procura reforzar al iberalismo deontoldgico en lugar de oponéracle. De hecho esta sequnda postura no es tanto an bjecin al punto de vista kantiano como una reformulacién ain. Acepta la proridad de lo justo sobre lo bueno, incluso fafirma la prioridad del yo» sobre sus fines. Esta vision aparta de Kant en su negativa a considerar que un -yo> log Eamente anterior e independiente de sus Fines slo pueda rer trascendental, 0 sujeto noumenal, careciendo completamente {le fundamento empiri. Esta deontologia -revisionista- pre: hhende el eapiita de gran parte del hberalismo contempors: reo, y encuentra au expresion mas completa en el trabajo de ‘John Rave, «Para desnrvollar na concepeion katana de la justcia que wa viable», escrbe, Ia fuerza yeontenid dela doc- trina de Kant debe separare de su fundamento en a deals. ‘mo tratcendental» y reconstruirss dentro de los «canones de ‘un empirismo razonable- Rawls 197: 108). ‘Para Ravls, fx concepeién kantiana adoleee de arbtraric: dad y falta de clardad, ya que resulta confusa la manera en {que un sujeto abstracto, no eorporeizado, podria sin arbitra ‘edad producirdeterminados prinipios de justicia,océmo.en ‘ulguier caso la legislncion de un nijeto como ate we aplicn- aa Tos sores humanos efectivos en el mundo fenoménieo. La ‘metafisiea idealista, a pesar de toda su ventaja moral y pliti- a, cede demasiado @ lo trascendenta,y al formular un domi- ‘io noumenal reafirma la primacia dela justicia slo al precio 4emegarle su condicion humana. ‘Deesa manera Rawls tomo eomo proyecto preservar las en- snanzas deontoldgieas kantianas a través dol reemplazo de la ‘oscura prosa germana por una metafisica domesticada, menos 28 posible de ser calificada de arbitraria y andloga al tempera Inento angloamericano. Su propuesta eonsiste en derivar los Drimeros princpios a partir de una situacién hipotstica de (lceidn a -pocicién original), earacterizada por condicionos tales que produzcan un resultado determinado, adecuado a se ‘es humanos reales. No prevalece el reine de los fines sino las Creunstancias ordinarias dela justicia, uo toma prestadas de ‘lume. No es un futuro moral que cada vex se alga més, sino tn presente firmemente instalado en la eircunstancia hums: ha, ol que da ocasin a la jstiia. Si ol resultado ha de sor la Adeontologia, ser na deontologia eon un rostzo humeano* La teria de In joaticia tats mu wer de presentar un proceso natura traducion da coneopeida kantiana del rein de oe fnce de las nocionce do autonome Imperativ catgirien, De este ‘modo, la estructura cubyecente de la doarina de Kant se separa Ao us basos mctaflaeas, de manora qua pueda verse mas lara ‘ents yoe presente libre de cjectans, (D1) [La cuestin de si la metafisiea de Kant es un sentorno-se- parable o un procupuestoinoludible de las aspiracines polit ‘ay morales que Kant y Revelscomparten (vgs este timo ‘es capaz de conentrarce en la polttica liberal sin la confusion Imetafisiea) es uno de los debates centres que plantea la con- ‘epeiin de Rawis. Este ensayo argumenta que el propésito de Rawls no aleanca el éxito, y que ol iberalimo deontaogico no puede reseatarse de las difeultades asociadas eon el sujeto Kentiano. La deontologia con rostro humeano,o bien fracas ‘com deontalogia,o bien reeea en Ia posiein orginal el sujto bo corporezade que intentaevitar. La juatiela no pede ser pr maria en el sentido deontolgieo, porque no nos podemos con- siderar de manera coherente come el tipo de eres que la ica Acontalgies (ya sea kantiana o rawlsiana) exige que aeamos, Pero la atencion hacia eateliberalismo no se debe alos un in tert etic Elintento de Rawls de situar al syo- deontoligico, reconstruido adeeuadamente nos conde mas ala de la deon- {ologia hacia una eancepein de comunidad que marca los Lim tes dela justcia yestablece Lo incompleto del ideal liberal 29 La justicia y el sujeto moral Como Kant, Rawls et un liberal deontoligio. Su libro sdop- tla tosis principal de Ia étiea deontologien como postulado entra El hecho de que este postulado no haya sido debatido {de manera directa en la voluminoss literatura critica dedicada, ‘la Torta de la Justicia da cuenta de la firmeza del lugar que fcupa entre los presupuestos marales y politicos de nuestro tiempo, No trata de los principio de lo justo sino dela natura- less de In justicin misma, La afirmacign que abre y cierra Ia bra, la convicein central quo Ravis intenta defender por en- ‘ima de todo es el postulado de que la justicia os la primera Virtud de las institiiones sociale. Es Ia consideracin singur Jar més importante en la evaluacin de ia estructura bésiea de Ja sociedad y lade la orientacion principal del eambio social 1a jsticia ola primera vetud de ls institucione salle, ‘um la verdad lo ede los sistemas de pensamient. Una teoria, ‘por muy elegantey eondmica que fuera, tiene que ser rechazada { reviaaa sno ea verdadera; de gual todo, no importa que as lejes istitucones eaten ordenadaa y seen eiient sk sm in Jibs han de ser refemadas o aol [] Siendo la primers virtades de In actividad humana, la verdad y l justia no poe den cotarsujtas a transaciones. (19-20) He tratado de exponce una tera que nos permitacomprender ‘yvalorar esta sentiments acerea dela primacin dela stein Fesultado ea justcia como imporcaldad:ateul estas opi lone yrespelda mu lendenea genera. (647) a ‘Lo que me propongo examinar es este postulado en favor de Ja primacia de Ta justicia, La primacia de la justicia y In prioridad del yo ‘Actualmente la primacia de la justisia es un postulado fuer ‘ey exist el peligro de que la famuiliaridad do la idea nos imp dda vorsu audacia. Para eomprender por qué esta idea resulta tuitivamentaeautivante pero al mismo tiempo profundamente ‘campleja y problemética, podriamos considera la siguiente re- ‘construcein del postulado con el fn de eaptaral mismo tiempo 5 familaridady su fuorza: la justica no x meramente un va- Jor importante entre otros, que pueda ponderarsey considerarse sgrin To requiera la ceasin, sino que constituye el medio para ‘ovary sopesar ls valores. Es en este sentido el valor de v= Toress*por ast deer, y no est sueto al mismo tipo de compen- saciones ue ls valor que regula. La justine el eiterio. ‘cual se reconelian lo valores en conlictoy se acomodan Tas fncepeinnes contradictorias del bien, aunque no siempre se re- ‘uelvan. Como ta, debe poseer una ceria prtoridad con respec toa aquellos valores y blenes. Ninguna concepeidn dl bien po dria prevalecer sobre las exigencias de a Justicia, ya que estos son de un orden eualtativamente diferente; su valides sexta blece de un modi diferente. Con respect alos valores sociales, generalmente la justicia permanoce separada y distante, tal somo un proceso de decisiones justo mantiene la distancia re ‘ecto de las pratonsiones de quicnes acl recurren. Paro en que sentido exactamente la justice, en tanto &rbi to de los valores, «debo- ser logicamente anterior a ellos? Uno {els sentido de esta prioridad es un debe- moral que surge ‘partir de la critica de Rawls la ctica uilitarista. Desde este punto de vista, la proridad de la justiia es un requisito de la pluralidad eceneial dela humanidad y la intogridad de los Aividuos que ésta eomprende, Saerificar Ia justicia en favor fel bienestar general es violar lo inviolable, es no respetar Ia Uistineion entre las personas. Cada persona goea de una involabidad fundada on a justi ‘qu incuba el benestar dol seeedad como un todo no pede ato lla Por esa az la Justicia niga qu la peda de ibertad de flgunes pueda rectifcarse por el hecho de que oro compertan un ‘afor ben No permite qu rents os scion mpuestos suo [to tenga mayor pean a canted superior de ventaja dia tas pac nachos Po anc tec una as Mets Ietaualdad de dada cmsadorn crm defnieament et bless eb detent ae gues tea eo sneiacones poltias nl ales do inereos socials, 1920) Pero hay otro sentido en el eva la justicia debe ser logica- ‘mente anterior alos valores que juzga —anterior en el senti- to de su derivacion independient— que tiene que ver con un fspecto problematien de los eriterios de juice en general, Se trata de'un requisto epistomologico antes que mora, 9 éste surge a partir del problema de cémodiferenciar entre loque es tin eriterio de evaluacién y lo que es la materia misma de la tvaluacién. Como insiste Ravils, necesitamos in mente lo justo le busgo. No incetaremos da firma a nuestra ‘ida tendiendo primero al bin indepondientamente definido Noes nucstre propento el de revelar prinipalmente nucstra na {hrales int ge bien los prinspioe que edmutiiamos que go- ‘emacs las condiciones basins en que han do farmarso estos Propisitosy lr manera en que deben perseguire. Porque el == Eranterior fos fines que mediante fs oftrman; ineuso un fin {eT inertrania, pus, la econ entre lo justo yo bueno pro- puesta por la dectrinas tleoleasy conlderariamos a justo Enmo prortare- La teoria moral se desarola enone, aciuane ‘doen sonido contact (Loe subrayados son mis] (619) La prioridad del -yo- sobre sus fines significa que no soy _meramente el receptacule pasivo de los intereses, atributos ¥ propésitos acumulados arrojados por la experiencia; no ay simplemente el producto de los caprichos de la cireuns- tancias, sino siempre, rreductiblemente, un agente activo, Giserecional, que puedo diferenciarme de mi entorno, ¥ car par de elecein. Identiicar cualquier eonjunto de earacteristi- ‘as como mit intereses, ambiciones, doses, et, implica siem- pre algtin sujet -yo- ubleado detrds de ellos, la forma de ‘ste syor debe estar dada con nnterioridad a cualquiera de los Fines 0 atributos que detento. Como expresa Rawls, «incluso tun fin dominante tiene que ser elegido entre numerosas posi- 36 Dilidadess, ¥ antes de que se pueda seloesionar un fin, debe ‘exist un »yo- que lo haga. Pero, gen qué sentido exactamente el «yor, en tanto un agente de lectin, «debo» ser lgicamente anterior als fines ‘que elige? Un sont de la priaridad es el wdeber» moral que feflgja el imperativo de respetar sobre tado la autonora(a del individuo, de considerar al ser humane como el portador de tina dignidad que esté maa allé de los roles que éste asuma y dd los fines que pueda perseguir. Pero hay otro sentido en el ‘cual eyo «debe ser ldgieamente anterior alos fines que so- tiene —“anterior en el sentido de independientemente enti ‘ablo— y ésta es una exigenciaepistemoligicn. En este punto la consideracion del vos repruduce las per- plejidades que eneantramos en el caso dela justia. Enel pri mero, necesitabamos un punto de vista evaluativo indepen: diente de los valores soriales que prevalezean. En el caso dela Persona, necesitamos una nocion de sujeto independiente de hus necasidades y objetivos. Como la proridad de la juste ‘surge a partir de la necesidad de dstinguir el eriterio de eva- Tuaeidn de la sociedad que estaba siendo evalunda, Ie priori dad del «yo» surge a partir de la necesidad paralola de distin: gir al sujeto de as stuacién. Por mas que Ravel mismo no Stren at onidersin, co ge et mpl way tao. i, y e8 una reoonstruceln rosonable de las perplejidades ‘que pretende analizar. 5 el «yor no consistiese en nada més que en una concate- nacién de diversoe deseos, necesidades y fines contingentes, no habia ningsin mod no arbitrario—ya sea para esa syor 0 para un observador externo-— de identificardeterminadow de- soos, interoses y fines como caractersticos de cualquier aueto fen particular. Antes que pertenecer al sujto, serian el sujeto. Pero no seria posible discernir entre a sujeto que aerian y el ‘torrente de atributos no diferenciadas de una situacion nari Colada, lo que implica afirmar que no existieta en absoluto un ‘sujoto al menos ningun sujeto que podamos reconocer @ iden ‘ifiear eomo parecide a una persona. CCualquisr teria del -yor expresada en la formula -Yo say x, yuyeen lugar dela forma -Yo tengo s, 9,9 2 (siemdo- 9, 2 deseas, ete) desbarata la distancia entre suelo y situacin, distancia que es necesaria para cualquier coneepeién coherea: te de un sujeto humano en particular Bate espacio, o grad de distanciamiento, resulta eseneial al aspects ineludiblemente a7 posesivo de cualquier concepeién coherente del «yor. El aspec- {to posesivo del «jos significa que nunca puedo resultar com- pletamente conformado por mis atributos; que siempre ten algunos atributos que debo tener y no scr. De Io entrario, ‘eualguier cambio en mi stuacidn, no importa euda sutll pue- 4a ser, cambiaria la persona que soy, Pero considerado literal ‘mente, y dado que mi situacidn cambia, al menos en lgtin ecto, en cada momento que transcurr, esto signifiearia que ‘mi identidad se confundiria indistinguiblemente con «mix si- acin, Sino se traza alguna distinct entre el syjeto y el ab- Joto de ia pososion, se torna imposible dstinguir Io que soy de To que es mio, y esto nos deja eon lo que podriamos denominar un sujeta radicalmentesitvado, “Ahora bien, un sujet radicaimente situado no se adecua a la nocidn de persona, de Ia misma manera que un eriterio de ‘evaluacién completamente implicado por los valores vigentes ‘bp se adecua ala nocion de justcia. El impulso hacia la prio- ‘idad que se refleja en la hsqueda de un punto arquimedico ‘cla respuceta a ambos predicamentos. ‘Pero en ambos casos, ls alternativas esti seriamente aco- tadas, las posibles ubicaciones del punta arquimédico we ven, soveramenta restringidas. Bn ol caso de a justci, la alterna fiva a una concepeian situada pareceria una apelacién mas alli del experiencia, o sea, a principis a priori, Perv esto se~ a afirmar la proridad deseada de mancra extrema, y aslo Togearia el distgneiamienta necesario al precio de la arbitra: tHlodad. Una difcultad similar surge en el caso del sujeto. Ya ‘que un aujeto separade tatalmente de sus aspectos empirica- ‘hente dados no aeria més un tipo de conciencia abstracta Geonsciente dé qué?) un sujeto radicalmente situado que se ve reemplazado por un sujeto radicalmente no corporeizado. Nucvamente aqui snecesitamos una concepeidn que nos per. rita contemplar nuestros objetivos desde lejos, pero no des: de tan lejos que nuestra meta desaparezca de iestea pert poctva y que nuestra visin se disuelva en la abstraecin. ‘De medo que, al menos en linens generale, podemos ver imo el argumento aglutina y relacions la primacia de la jus- fl rechazo de [a teleology Ia prioridad del -yor, yf nalmente, como estos postlades prestan apoyo a posiciones Tiberales iradicionales, La conexign entre Ia perspectiva me- tacieay a eoncopeion del »yo> pucde porsibirse on el hoe de ‘que las concepeiones deontoldgicas yteleldgiens a8 4o la unidad del «yor de distintas maneras. De acuerdo oon Rawls, para quien las eoncepciones tleoldgieas suponen que Ja unidad del »yo- so aleanza con el eurso do la experiencia en el caso del hedonismo, maximizando la cantidad de expe- riencias placonteras dentro de sus limites palquicss, (620 la jsticia como imparcialidad revierte esta perapectivay con” ibe la unidad del »yos como algo previamenteestablecdo, for. ‘maid con anterioridad a las eloeiones que se hacen en el car- 50 de la experiencia Los indivduos (on la psicin original eonsidran la persona lida moral, yn a eapacidad de placer de dlr, oro el ape 1 fundamental dl =¥or[--| La idea principal consate en Qs; dada la prioidad def justo, la lei de nuestra coneesin de Jo bueno se estructura dentro de unos limites defini 1 La linda eseneal del os es fulltada yor le concep de Just Lom aubrayadee on me] 621.022) Aqui como en el caso de Ia igualdad de ibertadesy la pri ridad do To justo a las que nas roferimos anteriormente, so ‘uede ver que los ostilados deontalogicos generan conclisio- hes Iiberales conoeidas y las fundamentan con mayor solide 4e lo que permitirian el empirismo tradicional ola metafisien utilitarista, Bl tema comin a una gran parte de Ia docrina i= beral ldsica que surgo a partir do la consideracion deontalo- fica de a unidad del =yor es a noc del sujeto hurmano como lun agente de eleccin soberano, una eriatura euyos fines won legos antes que dadios, que liega a sus propositos y obeti- ‘vos por actos de voluntad, en contrast, digamos, con los actos ‘ida que exprese st naturalers de enteracional, libre e igual, {an plenamente como la eieanstaneins To eonsientans (620) ‘a unidad antecedente del «yor significa que el sueto, no {importa euén eondicionade por su entorno se encuente, sier- pres irreductiblemente anterior a aus valores y fines, y nun- 2 completamente construido por ellos. Aunque puedan darse ‘rcunstancias en las eualos las condiciones sean formidables ¥ylas eleeciones pocas, la accién soberana del hombre como tal no depende de ninguna condicin particular de existencis, sino quo esta gavantizada por adelantado. Bn la eoneepeién 39 eontoligica, nunca podriamos estar directamente condicio- tnados de tal! manera que nuestro yo Hegase a ser completa ‘mento construide por nucstra situacién, ni nuostros fines completamente determinados de manera ial que el =yo> deja- ‘a de cer anterior a ellos. Las conseeuencias para le politica y Ta Justicia de una perspectiva de ese tipo san eonsiderables. Si'seasume que el hombre es por naturalera un ser que elige ‘sus fnos antes quo un sor que ls descubre (emo lo concebian, los antiguos), su referencia fundamental debe inclinarce ne- ‘esariamente por las condiciones de eleccién antes quo, diga- ‘mos, a favor de las condiciares de autoconoeimienta ‘La fuerza cierta del postolado de la primacia de lajusticia, ‘en su dimension moral y opistemolégiea, puede apreciarse tds claramente nla luz del dente sobre el “vos que propane | avis. Puesto que el -yo> debe su constitucién, su condi de antecedente, al concepto de lo justo, solo podemos expresar ‘uestra verdadera naturaleza cuando actuamos a partir de un sentido de Ia Justicia, Es por esto que el sentido de la justicia ‘no puede considerarse meramente como un deseo entre otros, ine que debe estimarse como una motivacion perteneciente & tun orden cualitativamente superior: la justicia no es mera- ‘mente un valor importante entre otros sino verdaderamente Ta primera virtud de la instituctones sociales [..) Hl deseo de expresar nuestra naturaloza como un sor ra ‘on be guayalo puede reallvareactuando sobre la base ‘ke qu lon prinipos deo ant y dela justia tongan a pris {o.pararealzaf nuestra naturales no tonemoa mas alternative ‘te la de proteger nuestro sentido de Ia jostiia para que je ‘ests restantschjetivn ate sentimiento no puede realize 6, estdeompeomctde y equlbrado frente a otros fines, somo ‘eo deseo entre lo dents. Ea un desc de conducts de un ‘lero mod, sabro todo io demas un eefueren que contiene en si ‘mismo ou propia prieidad (634) aglendo un proyectn que eonsidra ol sentido de Ta justia slo ‘mo deseo que ba de veloraaefrenta a otros, Porque exte Sentiment reve lo que Ia persona es, ¥tansigir en él no os a ‘anzar para el yo ering dela Hered, sino da paso aia on tingencias ya los acidentes del mand. (635) a La conexién entre Ia primacta de centrales de la eoncepeion de Raw {dad de lo justo, In metasticn deontoldgiea y la unidad ante- ‘edente del -yo igo acoren do le estructura de Ia {toria global de Rawls, e indiea qué tan profundo y poderoso se propone ser el portalado de Ta primacia de In justica, ‘También cugiore la manera en que este eonjunte de afirma- ones, si puede defenderse, proporciona un fundamento a6- lido, moral y epistemologico In ver, para ciertas doctrinas liberates eentrales. Nos hemos propuesto comprender estos postulados y aclarar sus vineulaciones al considerarlos como Fespuostas a las perplejidades planteadas por dos reeons- trucciones relacionadas. La primera apunta a un criterio de tatuaeion que no esté comprometido ni con eriterios vigen- tes ni con eriterios dados arbitrariamente; la segunda pro- tend una eonsideracion del «yor que mo sea del tipo -radi- falmente situados, y en consecuencia inextricable desu tentorno, ni dl tipo -radiealmento no corporeizado-, y por lo tanto puramente formal. Cada una de las reconstrucciones fstablooe un eonjunto de alternativas inaceptables y requic- re para ay aolueldn una clase de punto arquimédieo que soa Capaz de separarse de lo contingente sin, al mismo tempo, Incurrir en la arbitrarieded. Tin relacion con este punto, el proyecto de Rawls se aseme- ja bastante al proyecto kantiano. Pero a pesar de sus afinida- dee doontologieas ¥ eu agenda aproximadamente comin, la Solucign propuesta por Raw se apartaradiealmente de a so- Tein de Kant. La difereneia refleja la precupacidn de Rawle por establoeer las prioridades deontoldyieusrequeridas, inclu Sendo la priridad del -yos, sin recurrir aun sujeto trascen dente ni en ning sentido incorpérco. Bate contraste asume tun interés especial puesto quo el idealismo kantiano —Ia i- ‘mensién que Rawls intenta evitar por todos los medios— lle ‘vara-a buena parte de laflosfia continental dels siglos xm {yx hacia una direecén en gran medida extrana ala tradicion “angloamericana del pensamiento politico y moral, en la cual el ‘trabajo de Rawls esta frmemente instalado. ‘Par Kant, a proridad de lo just (ola supremaia dela ley moral, y la unidad del yuo la unidad sintetin de In perce ‘Som, slo pdrian establecerse por medio de wna dedscion trascondental y de la formulacion de un dominio intligible 0 roumenal como el presupuesto necesario de nuestra capaci- Justicia y otros rasgos por efemplo la prior- “ dad do actuar libromente y do aeceder al autaconocimienta, TRawis rechaza Ia metafisca kantiana, pero cree que puede reservar su fuerza moral dentro dl alcanco de tna teorka ‘empiriea> (Rawls 1979: 18). Este os el papel que desempena la posicion original Liberalismo sin metafisica: la posicién original [La posicién original & la respuesta que Rawls formula 2 Kant;es su alternativa al eamino representado por Ia Cri cade la Rozen Pura y la clave para la solueion que propone ‘las perpleidades que hemos analizado. Es In posicion or inal fo que -nos permite contemplar nuestros objetivos dee de lejos pero no tan lejos como para dejarnos en el dominio de Jotrascendente. Rawls intenta satisfacer esta demands eon la deseripeiéa de una situacidn inieial de impareialidad, ¥ con la definieion de aquellos principios que acordarian ‘omojustas las partes racionales aujetas alas condiciones de ‘dich situacion, ‘La posieén original cuenta con dot ingredientes cruciales para resalver los dilemas descriptos por ia reconstruccin, para responder a a necesidad de un punto arquimedico, Cada ‘uno toma la forma de un supuesto sobre las partes de la posi ‘én original: el primero eatablece lo que étas no conocen, cl ve fgundo lo que en efecto conoeen, No disponen de informacion al {guna que le permit distinguir entre ells y cualquier atra, en {anto seres humanos partiulares que son. Este es el supuesto del velo de a ignoraneia. Signiica que se asume que las partes to tenen ningun conocimientorelativo a su lugar en la sacle dad; su raza, exo 0 cla #4 saludo fortuna; eu inteigencia sa fuerza u otras habibidades y ventajas naturales. Ni siquiera oo nocen sus eoncepeiones de lo bueno, sus valares, abjtivos, 0 ‘ropisitos para la vida. Saben que de hecho si poseen tales con- ‘epcionesy opinan que vale la pena intentar promoverlas, sean lasque sean, pero deben elegir los prinipios de justicia en una situacidn deinoraneia temporaria de tals enncopsines. lab evo de esta restricen es mpedir que Ia eleeein de principios ‘se ve influida por la contingeneia de eireunstancias naturales Yyeociales, yabstrucrla de todas las consideraciones ue se juz. 2 ‘gan como irrelevantes desde un punto de vista moral. Exel velo de a gnoraneia lo que seegura que los prineipios de justia v- rin elegidos ajo condiciones de iualdad y equidad, Puesto que In partes en el cntrato nose distinguen por intereses deren: tes, una conseeuencia agregada de velo dela ignorancia 6 gx- rantizar que el acuerdo nical sea unénime. To qu las partes s saben es que ellas como todas Ins de- més, Valoran Gertos bienes soeiales primarios. Biones prima: "os son seosas que se supone que tun hombre racional desea, ‘sin importar si desea cualquier otra», e incluyen cosas tales ‘omo derechos y lbertades, oportunidades y potestades, in- lgresos y riquexas, Mas allé de los valores, planes y abjetivos lltimos de una persona, se considera que eustenciertas cosas ‘de las cuales prefeririaYener mas en lugar de menos, a partir de la base de que probablemente serdn tiles para promover todos los fines, sean cuales soan tales fics. De modo que mientras las partes en la posiion orignal son ignarantes de ‘Sus fines particulares, se asume que todas ellas son motivadas por el deseo de ciertosbienes primaries, TE contenido preciso dela lista de ls bienes primaris ext dado porloque Rawls denomina la teorta dbil del bien. Bs dé- bien el sentido de que incorpora supuestos minimos y am- pliamente compartidos sobre la clase de cosas que probable- ‘mente resulten tiles para todas las coneepeiones particulares ‘de lo bueno, ¥ por lo tanto, aean probablemente compartidas por las personas mds allé de las diferencias entre sus deseos Inds expecifices. La tzoria bil del bien se dstingue de la Wo "ia completa del bien en que la primera no puede proporcionar ringuna base para jusgar oeleyir entre istintos valores o f= nes particulares. Por lo tanto, aunque el velo de la ignorancia segura que las partes deliberen en condiciones de equidad y ‘unanimidad, Ia consideraeign de los bienes primarios gone ‘motivacién minima necesaria para poner en movimiento un problema de elecein racional, y para hacer posible una deter ‘minada solucin. Las dos supuestos eombinados asoguran que Jas partes aetien solamente sobre aquellos intereses que re- sultan comunes, es decir, ls eompartidos por todas las perso- ‘has racionales l prineipal de ls cuales consist en el interés de establecer iérminos de coopernciin social de manera tal ‘que cada persona tenga la libertad més absoluta para llevar a abo sus objetives ¥ propésitos en tanto sean compatibles con ‘una libertad igual para los demas. Los principios de Ia justcia surgen a partir de In posicén coviginal, a traves de lo que puede eonsiderarse como un proce: Gimiento en tres etapa. Primero surge I teoria deb del ben, epresentada por Ia descripeon de In situacin de Ia elecciin iniial. A partir dela teorta debi so dorivan los dos princip de justia, que a sa ve definen el eoncepto del bien y propar- Conan tuna Interpretacidn de valores tales como el ben de la ‘omunidad, Es importante toner en cuenta que aun cuando Ja teoria debil del bien es anterior ala teoria de lo justo los principio de Ia justicia, no os una teorfa lo suieientemente Substancial eomo para dabitar la prioridad de Io justo sobre: To buen que otorga sa eardcter deontagico la concepeign, [Lm proridad de lo jusia en la que se basa la teoria se establ 8 con reepecto a la toaria completa del bien, la cual se reli iona con valores y fines particulares. La teor(a general del bien silo apereee despues de los prineipos de lajustica ¥ ala Tur de ello Como explica Raw ero, para eitableer ests principe ie I justia sara contr con alguna noion de bonded, porque sealants hi ‘otis acerca do los motvasdelosindividuoe en la lac final. Como seta hipétasts no deben poner en peligro a posesion Drortara dl enecpta de lo just, la teria del bien ton ara arg favor de los principio de In juniia se reduce 10 Eimplemente indispenatle. Yo amo a ein deseripeon del bien {ates dna props o do Meogurar as premise cere de'os Bienes primrion,requeridae pars altanaar los prinipas ‘de la jasticn, Una ver elaborada esta tora expleados los bie ‘es primaries, no allaremos en condiciones de epler los pe ‘Spi de la justia en el ulterior desarale de lo que lamers la feorta completa dl bien. (438) Este procedimiento en tres etapas parece eumplir con lot ‘roquisitos deontologicos de Rawls de Ta siguiente manera: Ia priridad de Io justo sobre (la teoria completa de) el bien sa- {stace la exigeneia de que ol eriverio de evsluacign sea ante ror # los objets que evalua y discernible de ellos, no com- [prometido' por’ implieacign "en low deseos y' objetivos {xistentes. Yel hecho de que los prineipios de lo justo no pro- ‘vengan de ningin lugar sino de tuna teoria debil del bien re- Tacionada con deseos humanos reales (aunque muy genera. les), otorga alos prineipios una base doterminada y evita que sean arbitrariosy aislados del mundo. ¥ de esta manera, sin “ recurrira las deduccionestraseendentales, parece posible en- ‘contrar un punto arguimédico que no estat radicalmente si- {tiado ni es radiealmento incorpéreo; ni sa merced de los de- 00s ¢intereses presentas: ni dependiente de consideracion ‘proristicas. Bn resumen, e panto cseeil eae de que, a peear de loo rae- ‘gosindividualisine den ute como imparialidad fos don pr ‘pion dela justia no san endtngencins que actu sobre fv de Sos o las coniconer sells presentes. As, soos paces de act cons de near bn jo, om eal dla persona compatible con ella, que puede servi como ejemplo para foe insttacanes, para eafbear Ta dresstn dl cambio =o al Pare omar pnt de Aruineey nazar rrr prinsipiosperfeclnistan 0 aprioristicon Dando por $= ‘pucte certoe dencos generales,tlee como el deo de blenas fines pritains, y tomando como bse Toe acserdor qe 2 ob {endrian en in situacion inal elarameate definda, podemos logra a independencia necsara de las actualescreunstancns Ue stbrayados om min (300) en resumen, el procedimiento por el cual se deri- vvan los dos principio de juaticia. Como destaca Rawls, la jus- {cia como impareialidad, al igual que otras perspectivas con- una interpretacién de las Ta eleceiin que se establece en seta; Ia segunda Involuera los dos prineipios de justiciaen los que se postula que existiria ‘acuerdo. +Se puede entonces aceptar la primera parte de la tcoria (ona Variante de la misma) sin acoptar Ia otra, y vi- ‘covers (33). Aun si no determinamos los prinepios de justi- ‘ia que de hecho Rawls erce que se soleceionarian, es posible ‘dentifiear dos tipos de objeciones que probablemente surjan Ta transiién deade la primera mitad de la teoria hacia Ia sogunda. ‘Una primera vision ritica cuestionara si la posicion origi- ral logra un genwino distanelamienta con respeeto a los de- soos yobjetivasexistentes, Este tipo de objcion probablemen- te oe concentraria en la consideraeion de Tos bienes primarios ‘oon algun otro aspecto de la teoria bil del bien, y afrmart ‘Que eat sesgada en favor de ciertas coneepeiones partculares ‘de To bueno y en contra de otras, Podria impugmar el postul ‘do que propone Rave, en el sentido de que la lista de bienes 6 ‘rimarios tenga realmente un valor equivalento,oeasiequi- ‘alent, para odo las eatin de vida. Podriaevestonar a a ‘eter de dls de ota teria del bien, afrmande que debit In imparcslidad de Ta situaion Iniils quo introduce pest ‘estos no compartidos unversalmente; qe a implica ema ado profundamente en las preferencins coningentes dod ttumos, os planes de vida dela burgucsia liberal oceden Sue, despuds da todo, os prinepion resultant on el prc: {Ode valores provalecenten. ‘iro conjunto de objeciones angumentaria que, por otra parte, a posicn original ogra demasiadaseparalon respec. {o des Greanstancias hdlmanas; que la ease inital quo dlegerte demasiado abstract come para produc los prin. Sin ae wearin gue pry ot cat ta ‘ier principio determinate Ua objecn de este ip podria Drolublomantedscrepar con el velo le gnoranca sabre la bhae de que exciyeinormaciin moralmente relevant, nece sania para generar cualquier rocultado sigoifieativo, Avgu ‘mentaria que la nocion de la persona inmersa en Ia postin trigial en demasiado formal y abtraca, demasiado copare, dia dela contingencia como para dar cuenta de las motiaci ints necsarae, Mentran que Ia primera objeion formal la ‘xition de que ia tora dbl del ben es demasiado robusta imo para ber just, Ia segunda argumenta que el velo de la ignorancn resulta demasiado opaco como para produce una scion determinada, ‘Nomeabocare a inguna de estas oheciones critica en exta bra, Dado que nos interesa el proyecto deonolgics en st {otalidad, nuestro interés en a postion originales mas go ‘eral. En termipos simples: si ensideramos que in pone anginal de Rawls ess respuesta & Kant, crultasatiafac- {ori eat repute? Tone xiv nau aspracin de refor~ ‘ular la moral Kantiana lon poston pois sdentro del alcance de una teorfa empires? Puede proporcionar un ‘indament a iberaliamo deontligieo al mismo emp que evita el ~entornos metafscamente euetionable de la tearia antiana? Mas eopectcamente,;puede la deeripcin de la ‘icin original acomodar y apparel postolado de a pina: Sin de Ia Justicia en el beni fort gow Rawle intentapro- ner? ‘Dentro de una lectara de In posicn orginal, una interpre tacién fuertemente empirista que el mismo Rawls inva 6 Adoptar, no puede sostenerse el postulado deontolgco. Pars ‘descubrir a que se debe esto, deberos examinar sus eondicio ‘nes mds rigurosamente, en parte con la perspectiva de com prender el lipo de postalado que encarnan estas condiciones In 'tooria débil del bien ex demasiado srabusta- 0 demasiado dahil como para generar los prineipios de justicia que Rawls firma que genera, sino mas bien en la cuestion de qué es lo {que hace que la teoriaresulte demasiado srobustas sdb, ten qué manera se relaciona ests consideracién con la justi feacion de qué es lo que hace que la justicia sea primaria, Pero ‘quizds lo mis indiendo sea aboearnos al examen de laa cond ‘ones que earacterizan a la posildn original tal como las des- tribe Ravls, Para esto debemos enfocar nuestra atencign ha- cia las cireunstancias dela Justicia La justicia y sus circunstancias: las objeciones cempiristas ‘bas eircunstancias de la justia som las condiciones que in- ‘olueran la vr dei josila Sn las condiclones qu pre- ‘alacen en las nociedades humanas y tornan pone y neces "ala soperacion humana La sociedad 9 considers como una tmpresa cooperativa para lograr benefice matuos, lo que Sgniien que ert signada de manera earactristin por el con. fito tanto como por a dented de interes; una dentided de nee ie expe A cho de gtd ren ar part de la exoperaion mutua, mientras que tl con. filo ve muestra ene! hecho de que, dadoe sus intereses 9 f- ‘er Givergenter, la gents difterereapado de la manera en que fa injusticia provalezea. Los padres ¢ hijos equlibrados refle- ivamente, aeeptan respetuosamente, aunque con renuencia, ‘guiarse por los dos principios de la justcia, w ineloso logran Fealzar las condiciones de estabilidad y congruencia de modo tal que s lograel bien dela justicia dentro desu familia. Aho- rabbion, qué tonemos que deducir de esto? (Estamos prepara ‘dos para decir que la egada de la justcia, no importa cual sea su dimensign restituye su caractor completamente moral ala Situacién, y que la tntes diferencia, ex una diferencia pico fica? Consideremos nuevamento el ejemplo del coraje fisic, ‘maginemos una sociedad una vez tranquila pero con poco co- "aj (no por cabardia sino por trangulidad),¥ quo ahora lego ‘ser violenta e inestable, pero donde la virtud de coraje se ex- hie en forma destacada, e incluso generalizada.;Resulta ob- vio que preferirtamos la segunda situacién desde un punto de vista mara? ‘Sin duda lag inconmensurabilidades, si existen, también podrian guiarnos en la direccin puesta. Seria posible que, pesar de la erucldad de las cireunstancias del coraje, exists tna cierta nobleza que florezea on este nuevo modo de vids, y algo que elespirita humano no podria aleanzar bajo condicio- het mas protagidas y que no se verfa compensado ni siquiera ‘on la paz mas dichosa. Yi la defuncién de a Gemeinschaft fa miliar 0 comunitaria no rele el comienzo de la mezquindad ‘material sino el oreeimiento de la diversidad,o el hecho de ‘que los hijos stiperan los modos de vida locales del hogar pa: terno, podriamos estar inclinados aver el advenimiento de Ia justiia de un modo ms favorable. El punto prineipal subsis- te. Ex posible que‘un aumento de Ia justila no este de hecho asociado eon una mejora moral general por lo menos de dos 3 ‘maneras: ya sea por fracasar completamente en cumplir con lincremento en las eireunstaneias de Ia justicia; 0 por una in- fapacidad, por mas completa que sea, de compensar la pérdic Gade cierias «virtues mas nobles y bienen mis valiosom ‘Si un incremento en la justicia no implica necesariamente ‘una mejora moral incondiional, puede demostrarse tambien {que en algunos caso, lajustiia no ex una vrtd sino un vila. Esto puede verifcarse considerando lo que podriamos deno- ‘mina la dimensidn reflexiva de las circunstancias de la justi- ia, La dimensidn reflexiva se refiere al hecho de que lo que las partes conocen sobre sureondicion esa su vor un elomento de au condicion. Rawls reconoce este axpocto cuando esenbe <<..J asumiré, por supuesto, que las personas en la posicion original saben que e daran estas eircunstancias de la justiia teas. ‘as circunstancias de la Justicia, y mas eepecificamente ol aspecto subjetivo de estas Greunstancias, consiston en parte fen las motivaciones de los participantes y en el modo en que pereiben is motivaciones 8 un da las partes legaran a con- fear de manera diferente sus circunstancias, si llegaran a reer que las cireunstancias de la justica (ode la benevolen- a) ce dicran on una medida mayor o menor que antes, esta ‘verdadera transformacion implicaria un cambio en dichas er- ‘cunstancias, Como Rava sefiala en st discusion sobre el bien 4e la Justicia, la eonducta conforme a un sentido de Justicia ‘Phede ser contagigea;refueraa los supneston que presupone, Intensifica su propia estabilidad estimulando y ffrenando mo tivaciones similares en otros, {Paro cusl es el efecto de este scontagion euand se apicn a una situacién en donde no se dan las ercunstaneias de Ia jus- ‘cia (oen la medida en que éatas no se dan)? Cuando aetio de seuerdo con un sentido de justicia en eireunstancias inapro- piadas, digamos en eireunstancias en las que se eomprometen fe manera relevante maa bien lan virtdes de benevalencin y faternidad antes que la justila, mi acto puede no ser mera mente superfluo, ino que podria contribuir a una reordena- ‘gn de las mativaciones y opiniones prevalecientes transfor- ‘mando con ello las cireunstancias de la justicia'en cierto trade. ¥ esto incluso puede ser verdadero en el caso en que el ‘actor que realizo de acuerdo con la justicia sea el mismo ‘cto- que habria realizado de acuerdo con Ia benevolencia 01a fraternidad, slo que bajo un espirta diferente. Camo en lacon- ot sideracion de ta estabilidad que hace Rawls, mi acto y el sen- tio de justicia que lo informa tienen el efecto de autocumpli- mmiento’originan las condiciones bajo ls cuales Aubieran sbdo Sspropiadoa. Pero en el cao del acto inapropiado de justia, resultado ea lograr que Iaa cieunstancina de la justicin eer tain mix presign sin evoear necenariamente un inerementa en Ta incidencia de la justicia en similar medida, ‘Los despliegues gratuitos de eorajefisico en condiciones de tranguildad pueden resultar invazores de la misma trang lidad que no Hogan a apreciar y que muy posiblemente sean incapaces de reemplazar. Ocurre lo mismo con la justin. Si, a resultns de un equivocado sentido de Ta justicia un viejo ami 0 muy coreano insiste ropotidamonto on calcula y pagar su arte exacta de tas los gastos comunes, ono quiere aceptar Ding favor hospitelidad salvo bajo la mayor protesta 0 Adeseoncierto, no solo me sentiré obligado a ser reiprocamente fscrupuloeo sino que en el mismo instante puedo comenzar proguntarme sino habré comprendido de manera equivoeada huestra relacin. Las circunstancias de la benevolencia ha- bran disminuido en este punta, y habrdn ereeido las cireuns- tncias de la justicia. Esta se deriva de una eonaccuencia dela dimension reflexva de (os aspectos sunjetivos de) Is circuns- tancias de la justia. Pero como ya hemos visto, no hay ga rantiaa de que el nuevo sentido de justicia pueda reemplazar ompletamente ala anterior espontaneidad, aun en aquellos fasos donde no se produce ninguna injustcia. Puesto que el ‘jereiio de Ta justieia en condieianes inapropiadas habré or iinado una decadencia del earscler moral de la asoeineiéa en Su eonjunto, la justicia en este caso no hab sido una virtud De modo que las cireunstancias de la justicia no se ajustan bien ala primacia de la justiciay alos temas deontoldgicosre- Tacionados que Rawls aspira a defender. Dado el contraste en- tre los dos linajes Hloséficos de ambos enfoques, no ex de ex- ‘rafar que surjan inconsistencias. Donde las eircunstancias do la justicia siguen explicitamento a Hume, ola explicacion {que de ellas hace Hume es partcularmente lucida y el resw men anterior no aiade nada esencial alos anslisis més com- pletos hechos por él- (153); la eoncopeién deantologica en el Iniclea de Ia teoria de Rawls eneaentra su formulaeyin prima: ‘ia en Kant, cuys epistemologia y ética en gran parte estaban 65 Alirigidas contra la tradicion empirista y uilitarista que Hume representa. Para Kant, la nocon deontologicamente dada de To justo, que Rawls trata de euperar, deriva su fuerza de una. metafisiea moral quo impide el recurso a las eircunstancias| hhumanas contingentes, en Ins que Hume basé su considera: cn de la virtud de Ta justia ‘Para Hume, la justica es un producto de las convenciones hhumanas yaderiva su existoncia’ enteramente de su uso nece- sario paral intercambio el estado social de la humanidad ‘Act la rola de Ln eq oa justin dependen enteraren: tw del estado y condicon purticlares en los que re ubica hos hombres, y deen sus origenesyexstenciaa esta uted, que ex resultado para cl pubico de ou obervanciaeatret y regula ‘Reviertae, on eaalguererenatancia considerable, la conden 4e los hombres; proizcase burdanelaexicma o exter rec 3 implantese en el corszén humane a erecta mederacon y Dende ss obligatoreded part la hamaniad, (fume 1771-20) Por el contraro, para Kant Las principio empéreos no ven nunc pera findaniento de leyes morales. Pue a universlidd con que ben valer para to dos losses raionales sin distin, Ta necesidad practea no ‘eondiconada que por ello les es trbulda deseparece cuando Fndamento de ella we deriva de a peculiar eomatituson de lana tari han te la ceeratnetinrveckiapabios ex goety feloe. (Kant 1785: 58) ‘condicign privilegiada de la justiciay de lo justo que requiere Rawls y que se deriva a partirde Kant, sunge naturalmente la ‘pregunta de por qué el autor no adopta en su lugar una cons ‘leraciin kantiana de a josticia, La respuesta esque Kant, e=- trictamente hablando, no ofrece ninguna, al menos ninguna ‘que coloque a virtud de lajusticia en eiunstancins caracte Fistias de la sociedad huinana. Tampoco resulta obvio que ppuoda proporcionar alguna. Hacerlo seria contradecir el pun- {oesencial de la étiea kantiana: el hombre acta moralmente slo en cuanto es eapaz de alzarse por encima de las influen- 56 cas beternimas y las determinaciones contingentes de sus fondiciones naturales y sociales, y actuar de acuerdo a un principio dado por la razén préctica pura. Para Kant las cir- ‘unstancias dela justicia no consisten en aquellas condiciones 4e Ia sociedad humana que hacen necosaria Ia justi ‘mas bien en un dominio ideal abstraido a partir de Ihumana que hace posible. le justicia y ala moralidad en ge- eral. Este territories el reno de lo fines. Bs un reino por ‘encima del mundo fenoménico, como Kant reconoce =erta- mente 3 sdlo un ideal, donde los sores humanos son admiti- ‘dos no como residentes permanentes sino mas probablemente ‘como Visitantes fugaces. La admisién a estas ireunstancias ‘de Tn justicia no 68 una condieion previa de la virtud moral Sino una medida de su cumplimiento, un lugar donde los seres humane Megan sélo en tanto son eapaces de actuar en confor- ‘ida on [a ley moral dada auténomamente esto es, lo en ‘tanto puedan abstraer la voluntad de su situacién y actuar como seres no situados, desde un punto de vista universal. Por feito el imperativo eategérieo puede ordenar sélo que el hom- bre aete como ai fuera un miembro logislador del reino do los fines [Resultara que, si prscindimos de as diferencias personales 4c los sre raconales eaimiame de todo contenido do su finee ‘rivados, pod pensar un td de todo oe fina tanto do los ren ecinnales como fines en sf, ome tambicn de los propia ‘ex que cada cual puede proponerse) en enlace sistem; es de. fir, un ein des fines gue es posible sein sya tos pri ‘ipo. Kant 1785: 47) ‘Tal reno de los fines sora realmente realizado por méximas, «aya regla prescribe ol imperative catgorce a toot lo eres re ‘Sonal, af stor unoralmentesiguteran cage maximas. Pero ‘tunqoe el ser onal no pdiera conta con ell, porque mis ‘mo igure puntualmente esa miéxima, pr eo todos los dems Thats de ar eles sla smn (sn embargo, aguella ley ‘bra por maxims de un mlembro legllador universal en un po sible rina de lon fine, conserva Loa su fuerza, pore manda ‘ategdricament, (Rant 1785: 51) Como ya hemos visto, Rawls se separa de Kant evando en- ‘ran en juego en su concepein los dominioe ideales y los suje~ tos trascendentals, y la consideracian del reino de las fines es 7 ‘uno de tales punto. Rawls encuentra que dicha nocin es in ‘satisfctria como base para la justia human, puesto quo ‘rece apliearse a sores humanoa slo en tanto aoe neparados dosus creunstancins humanas reals, que cele mismo que do ‘iradloen tanto dejan de ser eres humanos. Tal nocion& por lormenos, cura, y puede quedarsujta a a ertica conte an criterion a pride evaluacin y las eoneepiones de un “yor ‘adicalmenteincorpreo. Rawls expresa estas inguitude, er ‘pcialmentelas oncsrnients al problema dela srintrared, Sugiriendo eon Sidgwick que el requisto de abetraceion det: das as contingeneias por part dela docria de Kant pod no sor capaz de dstingur entre las vidas del santo dell ‘ho, en tanto ambas on vvidessogtn un sonjanto cnsistents de principio elegidos ldremente y que ge uizan conse. mente para acter de acuerdo cones. La election de un =r ‘oumenal pra ser de hecho necesariamente--arbtraro, en ete sentido, ant no arma que a actuar pariendo de la Jey moral bo exprese nuestra naturaleza por medio identifica bes y que actuando sobre principio contrarian, no eexprese: (291) sta erica refi lt diferencia mds general entre aia 1 Kant respeta del papel de lo emptic yo aprirttco en la {coria moral, en particular el punto de vista de Rawls do que sel andlisis dol concepts morales l concept a prior sun {que sean entendidos traiconalmente, coattuyen una base demasiado frag para una eri mustantivedelajustii. La {eoria moral debe fener la ibertad de wiian, su gusto au uesios contingents y hechoegeneralen: (73) Para stperar estas dilesitades preservando al mismo tiempo la priordad del justo, Rawis pretendereormalar Ia nocign del reinode ls fines de una manera que permita una considera empiea de as crsatancas de Ta justice, pero que excluya las diferencias contingentes entre personas ‘que dele contrarioprevalcerians 7 La en in onc pnt sce rates eet te Persone yoeheenencantae Lees ea aSecatcore ancora ‘Rema Sees ti he oe puahaietress aces Seto oeranes ss 38 La posicin original (con el velo de la ignorancia), al igual ‘que el reino de los fines, tiono ol efecto de sabstrucrse de las Aliferencias personales entre seres racionales, y ademas, de tod el contenido de aus ines privadoes. Pero de manera con fraria a Kant, tiene la ventaja adicional de aplicarse a seres hhumanos reales siyjetos «Ins condiciones normales de la cr- cunstaneia humans, La psc orginal puede ser considera como una intrpee- ‘acd proean! de ln eonceeion Kxntinna de a natant del Imperative eatagico, dentro del sistema de una worl empires, {lr priniposreguladores del rlno dels fines an aqullos que Sertanclegids en eta poscin, ya deseripein de ext aivuncion ‘oe capt para explicar el enti segun eleva, aetuando a partir de ests principe, exprosamar muestra turaleza dew Fes lien» ractnale. los nociones ya ho som puramente tos ‘endentols 9 earenes de coneion on la condacta humana, 0 {ue a concepetin proces de a posicion orginal nox peril x feblecer eto azo. (Lo subrayades son mio. ](299) FE objetivo de la posicin original es proporcionar un medio de derivar prineipios de justicia que se abstraigan do lo con tingente y por lo tanto de la influencias naturales y sociales ‘moralmonte irolovantes (tal e Ia aspiracén kantiana sin te- ‘er que confiar en un dominio noumenal ni en Ia nocién de un Seto trascendente ubicado completamente mais alld de Ia ex: ‘La solucin de Rawls consisto en restringir Ia dos- de ins partes en la posiclon original a aquellas carac- ‘que Valora clertas bienea primarios como instrumentos para Su'realizacion, sin importar cuéles puedan ser eso fines, Se ‘sume que esas aspeetos son eomunes a todos los seres hu ‘manos en tanto tales, ¥en este sentido, no son contingentes, da la naturalens humana, el querer esta conn (bene primal en apart de uracoalidad| La pefeencia ot [oe bene primaries deriva, entonces, daa supoationes feverales aeren dela taconalidad dels condiciones de la ida Romans. Actus «partir de lea prinepios dela justi es acta ‘partir de imperativoneategirgon en el sentido de que se aplieay ‘saleglera que sean su popésitor en particular Hato ella 59 Inecho de que tales contngencias no aparecen coma premix en ‘ts deduceione, (290.251) Rawls reconoce que, a posar de sus afinidades eon Kant, la posicion original se aparta de las perspectivas kantiana® en diversos aspectos (293), Entre ellos seguramente debe apare- ‘cor la base que toma Rawle a partir de certas preferencias ddescos humanos generalizados para Ia derivacign de lo prin ‘pins de justiia, Para Kant, fundar Isley moral sobre prefe- rencias y'deseos generalizados, no importa euan difundidos puedan estar entre los seressumanos, seria meramente sus- ftuir una heteronomta ammplia por tna més estrecha (Kant 11788: 50-58). No implicariaescapar do la contingencia en st sentido més exigente, que se aplea als constituetn de la na- turaleza humana como tambidn ala eonstitucion de eres hs ‘manos particulares. Aun Ia stecria debi del bien» seria demas ‘indo robusta para satifncer In concepeién kantiana de la ‘nitonomfa, “Esta contingencia més global no representa un problema, para Rawls. Su interés es desarrollar una teoria de la justicia ‘Que toa impareal entre las personas, adlo necesita exeluit ‘aguellascontingeneciaa que dierencian alas personas entre si Ls atrbutoscontingentes communes alos seres umanos como tales no sdlono constituyen un problema para Raw, sino que {on elementos cence de ori moral tora moral tener iar, a su gusto, supuestos con- Lingentes y hechor generales.» Entro estos heshos generales estan las eircunstancias de Ia justicin en tanto hechos, ‘Aun cuando la perspectiva de Kant no las admit, Ia teoria de Ravls so basa en ells; estos hechos axeguran qu ls pine ios dejusticia que produce la teria se apliquen a seres hue ‘manos en el mundo real, en lugar de apliears a sores tras- ‘endentes 0 ineorpdreos mas alla del mundo, etando en la circunstanciny de Ia justia (ae parts] estén situa en el mando en otros hombres, quienes {ambien eer frentano nitaciner tales come unt eaates toderada ontere De esta manera podemos ver por qué Rawls no puede adoptar simplemente una considerneign kantiana de laa cr- ‘cunstaneiaa de la justicia quo se acomode convenientemente ‘con otras de sts posiciones kantianas por qué esta presiona- dow reeurrira la nocién de una posicidn original que incluya ‘como parte de su deseripeién una eonsideracion empiriea de lav citcunstanciaa humanas earacteristiens. Ea esta inguie- tante combinacia la que hace surgir las objeciones que hemos fonsiderado, En tanto que una concepelsn kantiana de la ley ‘moral y del reino de los fines parece negar a. Ia justicia su 8: {aeign humana, por su parte la consideraciin humeana dela situaeién humana no paroes eapaz de dar euenta de los fuer- {es supuestos a favor de Ia primacia dela Justicia, Pero com- prender como se produeon estas inconsstencias no es dsol- Yerlas sino, quizés, confirmarias, Y asi pareceria que laa dos {spiraciones de la teorin de Rawls —evitar tanto la contine itencia de log deseos existentes como Ia supuesta arbtrarie- ‘day oscuridad de lo trascendento~ despues de todo no ce- rian combinables: el panto de Arquimedes desapereceria en tuna letania de contradiceiones. Las cireunstancias de la justicia: la respuesta deontolégica ‘A todo esto, Raves podria contestar lo siguiente: las apa- renter incompatibilidades entre Ia primacia de la justicia y Sus eircunstancias se basan en una mala interpretacion de la posicin original y del papel que sta juega en la concepeién ‘como un todo, Las objeciones aon demasiado apresuradas. No Togran apreciar que la concepcidn de las circunstancias dela jjuticia we da dentro de la eoneepcion dela posiicn original, lacus, debemos recordar, es desde el principio hipotética. Las ‘condiciones descriptas en ella tienen el propio do ser las ean- tliciones en las que lax partes en la posictén original realizan sus deiberaciones, y no las condiciones reales en las que viven Ss vidas los sees umanos comunes. Las objeciones dependen en gran parte del supuesto erré- neo de qu los hechiow de las cirunstancias de la justica tie- nen el propésita de ter hechos de la vida dentro del mundo 61 real y fenoménico en el cua los principio dela justicia se api- carian realmente, y que sw validez depende por lo tanto de las ‘mismas consideraciones empiricas de las que dependen todos los supuestosfieties normales. Pero la eancepeiin de las cir- ‘cunstancias de Ia justcia no puede considerarse como una ge- neralizacion empiric directa, quo se establece 0 refuta a tra- ‘yéade I evidencia dela sociologia, la psicologi, ete. Dado que Ia concepeién general de las circunstancias de a Justicia est ubicada dentro de la concepeiin de la posicion origina, las condiciones y las motivaciones que describe aslo pueden afte 'marse sobre las partes de la posiion orginal y no necesaria- ‘mente sobre los sores hlumanoe reales. Una ver instalada ‘como una premisa de ls posicién original, Ia concepeién de las cicunstancias de la justicin deja de funcionar como una sim- ple concepeion empiric cuya exactitud puede verifcarse con Tespecto a condiciones humanas reales. Su Yalides depende, por el contrari, en la medida en que la concepeisn de la cual 8 parte onigine principias de justieia que eaptren eon éxito inuestras convicetones estableeidas en tn equilibrio relexivo ‘Lo mejor parece considerar eataa condiciones simplemente ‘como estipulaciones razanables, que han de se valoradas, en su momento, por el eonjunto de Ia Loria «la cual pertene- on... la justificacin descansa en la eoncepcén total yen la forma en que és se ajusta y organiza nuestros jucios en un cquilbrio reflexivos (6780), Por lo tant, Iayeoncepeién de las circunstancias de a justi- cia no necesita ser verdad en ningéin sentido literal o emipii- >. La posicion eriginal que eontiene es en todo easo una fe in admitida, tn dispositive heuristic disehado para limits ‘nuestro razonamiento sobre la justia en determinadas ma- neras. La distincion entre las provsiones de las cireunstan= clas de Ia justici y las motivaciones que realmente predomi. znan en las sociedades humanas es para Rawls tn tema constante: a5. avis pone particular énfasis en que el supuesto del desin- terés mutuo y de la suscneia de lazos morales anteriores en la posicién original no implica un juicio acerea del desinterée muro ola falta de lazos morales entre las personas. Por supuesto que noes necsuro suponer que el vida ot ana lag personas no hacen soenfcioe importantes unas por ‘tras, ya qo, poral contra, lo hacan a menudo movidas por ‘feta y por vinculas sentmentale. 207) [No hay entoncs ninguna inconsstencia on suponer qua, una ‘ez. que at levante el elo de aigoranci, los partes eden Cun {ta de que tienen vinculoe sentimental yalactives, gue desea ‘romover lac Intereses de Ioe demas ver alonnzndos wot fines. isu Aunque el supuesto del desinterés mutuo y la presunta pre- ferencia por los bienes primarios son las premisas de motiva- con prineipales de la posicion original, esto no implica que es. tas motivaciones se mantengan para las persona en Ta vida al, ni que sean aplicables& personas que vivan en una sacle: ddd bien ordenada regida por los dos principis de la justicia, (Con respocto al aleance del supuesto de Ya mativaciéa, dabe- mos tener en mente que slo se apica@ las partes en lapse ‘orginal; dabon deliberar como Hi prfirioran tds no menos be: ‘nes primarioe [1 BU supuevto puede no caractertea la moti ‘in general de fas peroonas en sotedad, sin embarg, 9 n espe fal puede no eplicarse Tor ctudadanoe dena mci bien ‘rdenada ‘ana sociedad reguladaefcarmente por los penepios Dulles adoptados en la posit orginal) TLo subrayados sn ‘ioe Rawle 19755424) sta podria ser la réplica de Rawls, con considerable be- neficio. Renunciar a la lectura empirita directa de las cr- cunstaneias de Ia justicia equivale a rescatar el presupuesto ‘de la primacia de la justicia al menos de les més obvias de las abjeciones empiristas. También arrojarfa certa luz sobre cxpresiones tan enigmaticas como una sociedad humana ‘std earacterizada por las cireunstancias dela juticis [Los Subrayados son mioal (155), que en el contexto de Ia concep: én de Ravla parece mix que uns eneralizacin meramente ‘empiricay sin embargo no loga a ser una definicin disposi os ‘ya, Pero el rechazo de la interpretacién empirista lleva @ una ‘pregunta mas dificil si las premisas deserptivas de la posi- ‘ion original no estén sujetas en ningun sentido directo a teste ‘empiricos, ja qué tipo detects estan sujetas? Silos Iimitos de los supuestos motivadares no son limites empirices, 29 tipo de limitaciones son? ‘Todo lo que hemos podido afirmar hasta ahora sobre los fandamentoa de una premisa de la posiion original se reduce ‘que su valider depende de sila concepeicn de la cual forma parte origina principios de justicia que eapturan con éxito ‘uestros juiios eonsiderados en equiliri reflexivo,o en qué ‘medida lo hace. Pero esto nos die lo suficlente, Lo que evi- ‘ta que el metodo del equlibrio reflexivo se haga cireular es ia ‘isponibilidad de eriterios independientes de juico en eada ‘extrem, sin importar euén provisorios sean éstos, a Ta luz de fos cusles ajustamos y corregimos los otros. En el caso de Ia Justicia, esto signifen que debemon disponer de cierta manera “aunque sea provisoria) de juzgar, tanzo lo deseable de los prineipios de a justiciaque pueden resultar de una deserpeign particular, como lo plausibles o razonables que sean los su- ;Buestos motivadores que los generan. (-Cada tna de las supo- Siciones deberd ser por si misma natural y plausible: — 950) [Lp erteri independiontes, aunque provisoros, acorea do 10 deseable de Tos princpios resultan dados por nuestras intui- ‘ones de Te que'es justo. :Pero cud es el fundamento corres- ponuliente del aapecto deceptive? Lo que bascamos es saber ‘on referencia a qué se puede determinar lo plausible de los su- ‘puostos do la posicidn Grginal, Nos vemos tentados a afirmar, Ge acuordo con el aspeeto normative, que los ertaris de lo plausible estan ados por nuestras sintuiciones- sobre lo que {= empiricamente vordadoro. Poro como hemos vista, la tanta- tn empirista de pensar que son las condiciones y motivacio- ‘es reales dels seres humanos las que proveen al estindar de To plausibo, da como resultado eancecuencias inaceptables. Para planteer nuestro problema de otra manera: como re- sulta claro de la concepeidn del equilibrio reflexiv, las cond ‘lanes de la posicin original no pueden ser ‘an inmunes a las ‘Greunstancia humgnas reales como pars que aceptemos cual- ‘quier presupuesto que produzea prneipios de justiciaatract- ‘os. A'menos que las premisas de tale prinlpiog tenga cer {a semejanza con la condicign de eriaturas discerniblements hhumanas, el éxito dl equilibrio resulta daftado en esa medida. 6 Si puiéramosajustarnos a nucatras conviciones sobre lo jus- to solamente apelando a premisas que nos parecen excéntricas o extravayantes 0 metaflseamento extremas, nos sentiriamos Justamente inelinados a cnestionar las conviceiones las que fo adecuan tales prinipios. Después de todo esto se parece bastante ala erica de Rawls a Kant, en el ontido do quo era capar de eatablecerconclusiones moralmente necosarias slo al presio de una eoncepeién de la ireunstaneia moral que tenia ‘uy poco que ver eon alg discerniblemente humano, ‘eesumiende: la valider do una premisa de la posiion original no esta dada empiricamente, sno por un método de justifiadion onocido come sel equi reflexivo. Este metodo implen dos ‘maneras diferentes de justifieacion que se combinan para brin- dar correccién y respaldo mutuos. Un aspect dela justifieacion pela a nuestras eonvicciones meditadas sobre la justicia; otro apela a un estndar de lo plausible descriptivo pero no es {rictamente empire que estamos tratando de defini. "El mismo Ravel resulta algo ambiguo en su concepto dal os- ‘andar deseriptivo. Tanto en sus comentarios generales sobre Ja Justificacign como en su defensa de promesas especficas 4e'Ta posicién orginal, su Tenguaje refleja esta confusisn, y ‘vale la pena un examen atento i haya amplia media de acuerdo neren de que los prnciion de 1a justici hn de ecogerse ajo ciertas condiciones, Para ju Lear una descrgen pariular de Ia situscn inkl bay ue ‘emostrar que incorpra estas suposicionscomanmant compar ‘das, Se argumentara partiondo de premicas debi, cura ‘ampliamente acepads, para legar a eondlusionoe mas fa Cada tna de las mposiiones debera ser por misma natu ‘aly plausible algunas de elas pueden inchoo paroerinocuas 0 (rivals (Loe subeayados son mos )(35-8) pla baqueda de la desergein més fayorecida de eta s- twacin trabajamos deede lev dos extremes, Empezamos por Aloseribrla do tl modo que represent condiciones generaimen: tecompartas y prefrentomente deen. Vemos entonces 3 etas ‘ndicones son sufientemente fuerte coma part prt Ul onjunto signifative do princpiox Sino, boscxmorellerires ‘remiss gualmenterazonables. (Lo subreyados son rion] (38) a5 En su defensa espocfia del supuesto del desinterés mutuo, ‘Rawle apela a entero similares Sin embargo, el postulado dl desinarés mutuo en In psiisn briginal te formala ton objeto de asegurar qe oe principe de lt Juliano dependan de imposiesones maa fertes. No bay que oe ida ue aps orignal pretend nororr sonics a Dligmenteaeeptadae qu san no obstant aes Una concep, ‘ela jstica no dabei, por tant, mupnerextonsoe vnc de ‘entimontas naturales. Se trata de ner men ontid pos ble we Tose dela tora, [Lae subrayadas son ‘mos 156) < Al argumentar a favor del desinterés mutuo frente a la be- nevolencia como la premisa de motivaciin adecuada, Rawls firma que los supuestos combinadov del desinterts mutao ¥ del velo de a ignorancia tienen -Ian ventajns de Ia stmplicidad Ya Caridad yal mismo tiempo aseguran los sxpectos bende ‘cos de motivacones aparentemente mis generosas. Sinos pre |guntamos por qué nose postulala henevolencin eon el velo de a lignorancia,wla respuesta es que ne hay necesidad de na con dicion tan fuerte. Lo que ea mds, desbarataria el propéeta de fundamentarla tooria de la justcia en estipuaciones dabiles, ‘mismo tiempo que resulta incongruente con las circunstsncias de’ In justcie [Las subrayados son mics] (176), Finalmente, ‘Rawls afirma en sus conclusionea aceren de In jusifcacién “He sefialado varias veeus la naturaleza minima de fas cond ones en relacin 6m los princpios, cuando ee consideran se paradamente, Por ejemplo, el supuesto de una motivacion mu- ftuamente desinteresada no es una estipulacion exigente. No adlo nos permitebasar Ia teoria en una nocign razonablemen: ‘to precian de la eleselén racional, sino que pe aco as n= dividuoos (Los subrayados son mos] (648). ‘Rawls parece ofrecer dos respuestas bdsica ala euestién de cima debe justifiearse un stupuesto de la poscin orginal par- tide un punto de vista desripivo,y ninguna de las ds nos ‘ya demasiado los. La primera respuesta os que debe ser an pliamente acoptada y comiinmente compartido, la segunda es ‘Que debe ser dcbil por oposiciin sun supuesto fuerte, y de ser posible natural, razonable,inoeuo e ineluso trivial. Sin embar fo no resulta claro a qué apuntan estas consideraciones, imo fn todo caso nos ayudan a determinar si dabemos descr partes como mutuamente desinteresadas o benévolas 6 En primer lugar, no resulta claro qué aapeeto del supuesto motivador debe ser cominmente compartido o ampliamente fceptado, y por qué esto jueya en su favor gDebemoe eneen- ‘rarmos en el motivo que es eomunmente compartido (en cuyo ‘ato tendriamos que generalizar sobre los motivos que tienen las personas)? 20 en el que sea considerado mas ampliamente ‘camel motivo prevalecente ten eyo caso tendriamos que ge- neralizar sobre las eneralizaionen que hacen los seres Buc ‘mains sobre Ios motives de los dems)? ,O em el que se scent ‘ampliamente como una eondicén adecuada sobre principio A utc co zo endriamoe ge geacraiza hela ‘manera en que las personas interprotarén probablemente los ‘roquisitos de un comin acuerdo que estamos luchando por in- terpratar)? Pero estas interpretaciones son, o bien emptrias 0 Dien fuente de nuevas proguntas, o ambas: y en todo easo no son obviamenta relevantes para la validez de una premisa tal ‘como la de desintorée mutuo ola de benevolencia como una ‘ondicién de la posiion original. "I requisito de que el supuesto sea débil (en lugar de fuer: 1) plantea justamento ol interrogante que queremos respon ert bilo fuerte con respeeto a que? Podemos decir que un ‘supuerto es débil deade un punto de vista conceptual, y por lo {tanto que es probable que sea inoeuo o trivial 0 adeeuada de ‘otra manera, cuando para su valider depende de Ia valides ‘de unas poeas (relativamente) proposiciones relacionadas, ‘euando aguellas sobre las que se basa son a su wer dies yo ‘ontrovertidas. Un supuesto es fuerte en esto Usrminos cua: do, para que resulte verdadero, muchas otras osas,incluyen- {do temas controvertidos, tienen que ter también verdad, Pero Seguramente la supuesios de desinterée mato ¥ de benevo- lencia no pueden distinguirse sobre la base de que uno 0 el ‘otro sean supuestos més fuertes 0 débies en el sentido con- ‘eptual ninguno se basa en una premisa que sea conceptual ‘mente mas eontrovertda o problemética que el ote. ‘Si ninguno de los dos ex mis 0 menos exigente conceptual mente que e oto, el sentido alternativo pareceria referee a probabilidades estadisticas. Cuando los ecanomistas del esta- tio de bienestar, por ejemplo, se refieren a supuestos motive puntan & desertbie la probab fad de que la. motivacién ‘sea aplicable a una proporcin relativamente grande de la poblacén. Mucho del Lenguaje de Rawls parece suger osto uso goneral prababilisticn. :A qué o ‘otra cosa puede referirse cuando afirma que asumir que las partes con mutuamente desintoresadas es asumir «menoo ‘que suponer que existen amplios lazos de sentimiento nate Fal? {Como sabe que astumir el desinterée mutuo no es una es. tipulacin exigente ya quo -oxige poco de las partos-? (Beta ‘mos asuimiendo que nos incinamos por naturaleza al egoismo mis que a la benevolencia? Quizés para algunos resulta mus cho mis exaeto postular que actian en forma egusta que en forma benévola. {La manera en que las seres humanas eatin naturalmente inelinades-a conducrse resulta entances una ‘cuastién de probabilidadosestadistcas?(Y eémo podria niquie= ‘ra formularse esta cussion en forma lo suficentemente precisa ‘como para tener una estimacign ragonable sin especificar el rango de situaciones invelucradas? De cualquier manera, si 10 {gue quiere deci Rawls con su distincin entre lox supestos dé bios yfuertos os quo las premisas dobon ser més realistas en lugar’ de menoe realists, entonoes nas encontrames nueva ‘mente en una comprensiGn meramente empriea de las condi- iones de la poscin original, que ya hemos rechazado, ‘Aunque la propia eoncepeién de Rawls accrea dela posicin original y del rango de sus premisas decerptivas no resulta lara oe esencialeicrta concepeion de estos temas para poder lograr que la teorta tenga cualquier viso de eoherencin. Ame ‘nos que podames superar los aparentes obstaculos a la expli- ‘acidn dela poscion original y sus premise, la coherencia de toda le concepcida estara en duda. Lo que necesitamos ex una concepeién de cudles son exactamente las restriceionet Tos ‘supucstos descriptivos adecuadoa a la situacign inci, ex de- fr, qué las restringe ademas de las restrcciones impucstas ‘desde lo normative, que consisten en nuestras convieciones ‘onsideradas sobre ia justicia. De manera mas general, nece- Sitamos saber algo mas preclao sobre la situacin de Ia posi- in original, va sea fonoméniea u otra; cen que consite Ia po- SiiGn original, de todas maneras? En busea del sujeto moral Croo que estas eusstiones pueden responders, si bien no ‘en las palabras explicitas de Rawls al menos en términos co: 68 herentes con su eancepein como un todo. AL encontrar las res: puestas podemos enfrentar eirtas divergencias del texto a in ‘Ge lograr su sentido. La justificacion de esta interpretacin se fencontrard en sugerencias y rastros de evidencia sembrados fen todo el texto yo que es mas importante, en el sentido de ‘Que nos permite comprender Ia teoria de Rawls comin todo, ‘Yen especial au capacidad de resolver ciertos rangos proble- Inatios de Ia posieién original que no hemos podide resolver 4e ninguna otra manera, Pero nuestro punto de divergencia ex uno que esta firme- ‘mente ubicado dentro del texto, en la noeién del equilib re- fexivo como metodo de justifieacién que gobierna Ta concep. cin come un todo. La elave ex pereibir Ia poscion original ‘ome el ee del equilibro reflexive, en la medida en que puede Jograrse. La posicin original es ef punta de apoyo del proceso de justifieacign en Ia medida que constituye un mecanismo ‘ravés del cual debe pasar toda justifieacidn, el lugar al quo Adeben llegar todos los argumentos y desde donde deben partir. ‘Ato se debe que una premisa dela poscion orginal pueda ddefenderse oatsearse desde cualquiera de las dos direeciones, sobre la base de cuan plausible resulta (en un sentido aan no Aeterminada),o sobre la base de su ajuste con nuestra c viecones consideradas sobre lo justo, in a biagueda de In descrpcin ms faorecia de ert se tuseén trabajos desde lw dom extromon. [--} Yendo hacia tris y hacia dlanto unas veesaterando las condiciones de as ‘Greuntancias eontractualos,y otras etrando nuestros ulios ‘maformandoloe aos prineipas, supengo que eventualmenta en ‘omtraremas una deceripign dela stuacin inielal que a vor ‘ore ondcones etal, produc piping, ‘rocpondan anstro julio dbidamenteconformades yada {don Me referiré a ete estado de cosa comm squib reten vom (38 La deseripcién de la posicién original esol produeto de dos Ingredients his: nuestro mejor un defo qu on ra- hable yplausible= (que permanece sin expliear) por una parte, {y nuestras convieciones consideradas sobre la Justicia por el ‘tro. A partir dela materia prima de nuestras intuiciones,fl- tradas adecuadamente y modeladas por Ia posieidn original, ‘merge un producto final. Pero os un producto inal de dimen Ssiones duales, y en esto yace la clave de nuestra explieacion, Cy dado que lo que surge en un extrem en wna teorta de I juste ta debe surgir por el otro en una teoria de Ta persons, © mas procisamente, una teoria del sujeto moral. Desde una pers- Pectiva através del lente de Ia posicion original podemos ver lo dos prineipis de la justica: deede Ia otra perepectiva ve- ‘mos un reflejo de nosotros mismos. Si el metodo del equilibria ruflexivo opera con Ia simetria que Raw le atrbuye la posie Gién original debe producir no solamente una teoria moral Sino también una antropologin Slosfien, 'A través de la mayor parte de xa Hbro, Rawls se concentra ‘especialmente en este punto, Su abjetiva ee produeir una teo- ia de la justici, por lo eval la mayor parte de su atencion la edica al argumento desde Ia posicién original a los prince pos de la Justicia, y a una deseripeion dela posieidn original ‘que anticipe adeciadamente los requisitos dela justica, Ex comprensible que esté menos preceupado eon el desarrollo del ‘argumento en la direecin opuesta, y por lo tanto es menos ‘explicto sabre qué se encontrariaen este caso. sto puede ¢ pllear en parte su mayor elaridad en la base de nucstras tuleiones morales que sobre el origen y el rango de nuestra intuiciones sdeseriptivass (qué las hace razonabile o poco ra ‘zonables, uertes 0 dcbies, ota.) Siesta reconstruceiin es co ‘recta, la norma independiente aunque provisional por Is eu se evalia lo razonable de nuestro supuesto deseriptivo resulta ada no por las leyes de la psicalogia ol soiologtn empirieas, sino por la natureleza del rujeto moral tal como lo entende- ‘nos, le que equivale a afirmar: por la comprensién constituti- ‘Ya que tanemos de nosotros mismo ado que el objetivo de esta conceprién ex producir una teo- fade la justia, existe una tendeneta a desochar los supues- ‘ne motivadores a vooes poco atractivos de Ia pasicién original como parte de un mecanismo meramente heuristico que no fuarda intorés independiente ¢ permanente alguno una ven ‘quo se han produeide completamente los principio de la use Uucia, Pero si el equilbrio reflexive funciona verdaderamente ‘en ambos sentidos, a expieaeion de la eireunstaneia humana ‘que emerge una ver que te logra el equilibri reflexiva no pee Ge ser ya descartada como el producto incidental de una in- vveneién, mas de lo que se podrian deseartar los principios de Ja justicia mismos. Dada Ia simetria metodoligiea de la pos iam original, no podomos considerar quo uno de us productos sla pa y¢1 otro trig, y que el primero puede desecharse 70 luna ver que sea mold la harina. Debemos estar prepara- ‘dos para vivir con Ia vision eontenida en la posicién original, incluido el desinterés mutuo, preparados para vivir con ella fen el sentido de aceptar su deseripelin como un reflejo apro- piado de la ireunstancia moral humana, que es eoherente con ruestra comprensin de nosotros mismos. Por ttimo, podem recordar que la hipottca naturnera de 1a tune onal invita «pregunta. pr qut ems de ener sgn inter on elo nk moral a de or gener? Recorders ‘espuesta lat condiciones incorporades ola daxripelon de eet “iene scone eno inn aa ‘mas. O, sin fos aesptamas, pademos perauadirnos de hace, ‘olanis hs eonadoracones Roses lip onsonlmente Introduce [has abrapado son mn 8) [Lae condiciones incorporadas en la poscion original guar dan la misma relacén con respecto ala teoria de Ia justicia de ‘ves que los conceptos de la én pura eapeculativa tienen con la teorfa moral de Kant, -..J no habran de considerarse (CF, come suele ceurrr en una construccion precpitada, para poner posteriormente puntales y apoyos, sino como verdaderos ‘miembros que dejan ver la conexién del sistema [> (Kant 1787: 90), Estas consideraciones sugieren firmemente queen la teoria de Ia justieia de Rawls se encuentra implicta una cone el sujeto moral que tanto modela loa prineipios de la juaicin ‘como es modelado a su imagen a través del medio de Ia posie in original. Bs esta concepeidn la que me propongo iluminar ‘yexplorar 81 puede hacerse explicita de alguna manera, ayu- Garia-no solamente a rosolvor las porplejidades relativas al ‘ango de la posicisn original, sino tambien a evaluar los pre- Supuestos cntrales de la coneepeion como un tad. Mientras ‘que el argumento prineipal de Rawls tiende a asumir la natu Faleza del sajeto moral como dad, y @Ueyar alos principios ‘de la justiia a través de la poceién original, me propongo tr ‘bajar en el sentido opuesto: tomar la prineipios de la jusicia ‘como provisionalmente dados y volver sobre nuestros pasos hcia la naturaleza del syjeto moral, Al hacerlo, amumo que ‘stay volviendo sobre los linearnientos de un argumento del ‘guient tipo: asumiendo que somos sores eapaces de justcia, § nds precisamente, seres para quienes la justicia es primar, nm , por oto lado, tendemos a inlinar el tema ' favor de nociones individualistas y a sugerir que Ia auto- ‘omprension implicada se refiere meramente a la toma de feonclencia de una persona individual, como por ejemplo en Ia Psicoterapia. Estas asociaciones plantean ciertas dificulta- ‘des, ya que amenazan con evitar Ia pregunta especfien que ‘eseamos responder, v¢.. e6mo se constituye el sujeto, en fuiles términos y en qué escala se concibe adecuadamente. ‘Para evitar la confusion a oste respect, deberia decir antic padaments que la explicacion sla que me refero conatituye {ana antropelogiafileséfica en el sentido ampli; filosobie lado que se laga olla a través do la reflexion y'no por mo: dio de la generalizacin empirica; antropologi, porque se re- Sere a la naturaleza del sujeto humano en sus diversas for- ‘mas posibles de identided. 2 El yo y el otro: Ia prioridad de la pluralidad Partiendo de estas calificaciones, ycon referencia a nuestra argumentacign anterior sobre el problema dal «yor, podemos proceder a reconstrur el razonamiento de Rawis sobre la na- {Euraleza del sujto moral. Para Ravi, ln primera caracterst- a de toda criatura eapaz de justia resido en quo es plural en ‘numero. La justicia no pedria aplicarse en un mondo donde fxistiera un Solo sujeto. Slo podrta darso en una sociedad de ‘ores que fucran de alguna manera distinguibles unos de otros. “Los prineipios de a justicia se ocupan de las pretensiones con- ‘ictvas producto de las ventajasobtenidas por la eooperacion ‘social; ge apliean alas relaciones entre varias personas o gr pos. La palabra Ycontrato” sugiere (J esta pluralidad> (34), Para que haya justicla, debe existir la posibilidad de quo se {den pretensiones eanfictivas, debe haber mas de un sujto de mandante. De esta manera, la pluralidad de personas puede Cconslderarse un presupuesto necosario para la posibilidad de Justicia. ‘Rawls insiste sobre la pluraidad esencial dl sujeto huma- no cuando acusa al utiitariamo do extendor a la sociodad ‘como un tado los prineipios de selecion racional aplieables a Un sole hombre. Esto es una falacia, alega, pargque fusiona di- ‘erwoe sistemas de justia en un Unico sistema do interés, ¥ ho logra tomar seriamente las diferencias entre las person Dentro del utltarismo +... muchas personae son fundidas en tuna fla [s,s] individuoe alslados aon. consideradas ‘como otras tantas Hneas diferentes |... Pero el utlitarismo 0 equivoea, dado que: «No hay razén para suponer que los prindipios que debieran regular una asodiacién de hombres ean simplemente una extensida del prineipio de elecion de {un solo Hombre, Por el eontraro: si suponemos que el princi pio regulador correcta para cualquier cova depende dela na: buratesn de Ta cosa, y que lx pluralidad dle personas distinias con sistemas de fines separados es una earacterstica esencial de las sociedades humanas, no deberiamos esperar que los principios de la eleceiin socal fuesen utilltaristase [Los sux brayados son mios] (45:57). TE tomar seriamente Ia ploralidad ¥ partcularidad de los individuoss wa mat alld de defender la ibertade independen- ca de pensamiento,y de sostener que el bien de Ia soclodad ‘consists en lax ventajas que dstrutan lo indviduos, como ha- a cian los utilitarstas, Significa comprender la pluralidad de personas como un rasgo esencial de cualquier explicacién del Sjeto moral, un postulado de la antropologia floodtiea. En este sentido, el utiitarismo no os individualista, al menos fuand se lega a él a través del eurso de reflexion mds natue al J, ya quo al fusionar todos lo sistemas de intereses en tung solo, se contradice su postulado esencial (48). ‘Pero para que los sujetos sean plurales, debe exitir algo quo lo diferencie, alguna manera de dictinguirlos unos de ttre, algtin principio de individuelizacin. Para Rawls, nuese tras caractoristicas individualizadoras estén emplricamente ddadas, por la coneatonacign diferente de nocesidades y desea, bjetivos y ateibutos, propésitos y fines que caracteizan alow ores humanos en su particularidad. Cada individuo se ubiea de forma dni en el tiempo y el espacio, nace en wna familia ‘yen Una sociedad en particular, y la contingencias de estas Circunstancias, unto con los intereses y valores ¥ las aspira~ tones a los que dan origen, son lo que diferencia a las perso= ‘nas, lo que las hace las personas individuales que son Dentro de cada grupo de personas, especialmente aquellos fn circunstancias similares, encontraremos.probablemente Clertas caracteristicas que we superponen, certs intereses que resultan comunes, Pero a pesar de la similitud de la situncion, ‘no importa eun préxima sea és, no podemos decir que dos personas hayan estado nunea situadas en forma idéntica, ni ‘que dos personasshayan tenido objetivos e intereses identi fn todos los aspectos, porque de ser ast ya no resultaria claro ‘imo podriamos identfearias como doe personas diferentes, Deesta manera, la pluralidad esencial de as personas queda asegurada, o méjor, definida. Para Rawls, nuestra pluralidad fundamental es un presupucsto necosario dal heeho quo soa- ‘mos eriaturas eapaces de justcin. En qué consiste le indivic ¢dualidad de cada persona en sin embargo, es una ‘uestion empiriea. El rasgo fundamental del sujeto moral es su pluralidad, y dados los medios de indvidualizacin, Ia eanti- {dad de su pluralidad se corresponde con la cantidad de seres Jhumanos empiricamente individualizados en el mundo. Todo ‘sto equivale a afrmar que en la perspectiva de Raw acerea {el sujoto moral, cada ser humano individual es un sujeto mo- ‘aly cada sujto moral es un ser humano individual ih eto punto puede resultar razonable proguntarnos si, que logra st Dhoridad al habitar un dominio trascendente noumensl. En festa perspectiva, cualquier expliacion del -yo>y us fines debe aclararnos no una sino dos esas; emo se distingue el -yorde ‘ut ines, y tambien edmo ae conecta a «yor con sus fines, Sin 16 la primera, slo nos resta un sujetoradicalmente situade; si la segunda, un sujetoradicalmente no corporeizado, {Ea solucion de Raws,implicita en el diseno de la posicién criginal,consiste en concebir al «yor como el najeto de In pose 1, ya'que en Ia posesin el yo ee distancia de eus fing ein estar completamente separado. La nocin del -yos como el su {eto de la posesiin puede ubicarse en el supuosto del desinte- 6s matun. Be supuceto se parce superfiialmente un pre- supuesto psicoldgico —estipula que las partes no tienen interés en los intereses de las demas—pero dada su ubieacién dentro dela posicion original funciona sin embargo como un uruesto eisteolin in supest sabre formas dea nto de las que somos eapaces. Ea asi como Raves ‘rtdentanentetnconncanrenee Gert tps Bal interés mutuo es cla eondicion de motivacién principal dela posiciin original (189), y sin embargo «no implica ninguna feoria particular de la mativaciin humana (159) ‘Podemos observar eémmo ve da est. El supuesto del desi és mutuo no 9e formula aoerea de lo que motiva a las perso: ‘has, sina que ea un supuesto acerea de la nattraleza de (oe jetos que poscen motivaciones en general, Se ocupa de la ature del yo der frm en gue vt ent, fil xs postura con respecto a la situacién en general), y no fe la naturateza de los doseos w objetivos dl yor. Se refiore al sujeto de Ios intereses¥ fines, y'n0 al contenido de éstos, eu lesquiera sean, Mientras Kant argumenta que toda experien- fia debe sor la experiencia do algun sujeto, al supuesto de Rawls sobre el desinterée matuo sostiene que tados los inte ses deben ser Ios de algun sujet. Més atin, aunque no se supone que ls interes propuests por etos planes wean sterena tf sor, son interests den ‘on quecoidera wa concepein del ben somo dgna de recone ato [1 (59) ‘Nato que no he hecho ningun supusstorestitivn acerca de las eoncepelones del hen que enon las pares, exeplo ue Son Planes rionales largo paso, Tales plane Sotermian ls be {lvoe interes de un ya», aun no presume que tos Goan ‘foftas. Que sea ono eat depende del tupo de fines que una per ‘Sina persgn, 8 los propostoe finales de una persona son la #- ‘quer, In poicon la ifluenetayelrecanoctmento del prestigio ‘Sical,sogurameni su concepin del ben acres. Busine Fetes dominantes eatin en af mismon, mason meramente, cm n deberan, lo intereses de un yo» (Los subrayadas son mis} 488) En ol supuosto del desintarés mutue, ncontramoe la clave de Ia coneepeion del aujeto de Rava, una visién dela manera ‘en que debemos ser afin de eonstituirnos en sujetos para quie~ ‘es a justicia es primaria, Pero Ia nocidn del syos como sujeto de la posesidn, tomada aisladamente, no completa este pano> ‘uma Como sugiere la explicacin de ia pluralidad, no serviré| ‘cualaiuer sujeto dela posesion, sino solamente un sujeto con ‘una individualidad anteoedente,cuyos limites del -yb» estén, fijados antos do la experiencia. Para constituir un -¥o- deon- toldgico,debo ser un sujetocuya identidad esté dada indepen- dlientemente de las eoras que tengo, ee desir, independiente. ‘mente de mis intereses y fines, ¥ de mis relaciones eon los ddemés, Combinada eon la idea de posesin, esta nocion de la {ndividualidad completa poderosamente la teoria de Ravls so- bie la persona. Podemos apreciar plenamente sus conaecten- clas al/comparar los dos aspectos de la posesion —dos mane ‘as diatintaa de que un interés sen de un yor y cbscrvar ‘imo Ta noeién de Ta individualided antecedente eompromete fl -yor deontolgio eon uno de els in tanto que posen algo, estoy al mismo tiempo relacionado fem @ly distanciado de ¢1, Deer que poveo tna eertainclina- ‘én, dasoo 0 ambieién es decir quo estoy rolacionado con de Serta manera eso por aposiin a yoy también que e¥ ty distanciado de ode cierta manera —es mio en lugar de ser _yomigmo, Bete sitimo punto signifia ques pierdo algo que po- Seo, sgosiendo el misma -yo= que lo tenia; éste es el sentido, al ‘rincipio paradoiico pero que tras la reflexién surge inevitable- ‘mente, en el que la nocion de posesion es una noc de dstan- amiento. Bate aspeeto de distancia ex esencial para la conti- nuda del «yor, y preserva una cierta dignidad e integridad del ‘yor al impedit su variacion frente a la menor eontingencia. Preservar esta dstanela, y Ta integeidad que impliea,requiere tipicamente un cierto tipo de autoeonacimiento, Para preservar la distincién entre lo que soy v0 y Yo que ex (solamente) rn, debo saber algo acorea do quia sey 0 ser capaz de distinguilo ‘uando la ecasin lo exia. Ulises pudo sobrevivir a su peigroso ‘ial de regreso a su hogar utilzando varios disfraces,y su ha bilidad para hacerlo presuponia una eampronsién de quien era 41 Ya que este autocmnocimiento precede a su experiencia en ® or sa viaje, a diferencia de Axgumendn, que se volvis un extra ‘ho para su familia y encontré una suerte diferente ina eonseeuencia del aspecto dual de la posesidn es que puede disiparse o disminuir do dos maneras diferentes. Pler- 4 gradualmente posesin de una cosa no solamente en la me- fida en que se distancia de mi persona, sino también a medi- dda que Ia distancia entre mi «yor y ln cosa xe reduce y ambos ‘ienden a la colin. Pierdo posesion do un doseo o una ambi ‘na medida que se desvaneee ri compromio con date, a me fda que we debilita mi control, pero tambien, al traspasar un ‘ierto punto, a modida que erece mi vinculaeién ean este, a ‘medida que gradualmente se adiciona a mi, A medida que un deseo o ambeidn forma eada vex mas parte demi identidad, 56 ‘uelve cada vez mas yo y cada vex menos mio. O, como puede Aecirse en algunos casos, gradualmente no oy yo el que lo po see, sino que‘ soy poseido por él. Imaginemos que un deseo, ‘que se tiene tentativamente al principio, se vuelve paulatina: ‘mente mas central para mis objetivos generates, hasta que f= ‘almente se transforma en la consideracidn mas importante en todo lo que pienso o hago. A medida que eroce como deseo ¥ se transforma en una obsesion, yo lo poseo cada vez menos y él ‘ne posee cada ver ms, hasta que finalmente se vuelve indit- ‘inguible do mi identi ‘Veamos oto tipo de ejemplo: en la medida en que la Deela- racidn dela Independencia de Estados Unidos es correcta, on fuanto a que ol hombre la roeibide de su Creador icrtos de ‘echot inalienables entre Ios cuales se encuentran la vida, lali= bertad,yla bisqueda dol felicidad, esta enunciacion describe no To que fenemos eomo hombres bres sino lo que somos. Un don no es tanto una posesin como una naturaleza de cierto tipo; aquél que renieyue de su libertad o so abeque a la bus- queda de una existencia desdichada expenmentars estos do- nes como reatriceones mas que como poseriones. En In medic os eonsiderado tomo dado previamentea sus fines, con sus limites ijados per ‘manentemente de modo que sean impermeables, invulnera: besa la transformacion por la exporieneia, esta eontinuidad fs perpetua e inhgrentemente problematic; Ia dniea manera, fen que puede sfiriarse ex través del -yor, para Hegar mas all'de st mismo, para tomar como in objeto de ss vluntad los fines que desea poseer, y mantenerlos como externos asi tal camodebe ser" = El segundo tipo de pérdida de posesion opera como una pri- vacion de poder'de tra manera. En este enso el problema no Consiste en superar la distancia creada por el distanciaminto| sntrl fin on en ecuperar¥ preserva un ema {que amenaza eada ver maa con desaparecer Superado por los interes y presiones de distintos propos y fines posible, to dos los cuales presionan indiacriminadamente sobre mi iden= 6. Comparer con Kant 1797-62 Poe tant, a reacin deen ales stereo min ext ness poeta cosas ews se pe pene eure dea volun de nto ee get, independietersete (de lan con atom el emp y clepac ye sewed cone sca 19 depen uate 0 tidad, soy ineapas de distinguirlos u ordenarlos, incapaz de ‘marear los limites o fronteras de mi -yor, ncapaz de determi ‘nar dénde termina mi identidad y dando comienza el mundo ‘delos atributos, los abjetivos y Tos doseos. He perdido poder en ‘el sentido de que me falta una elara nocin de quién soy yo es- pecifcamente, Demasiadas cosas son demasiado esenciales para mi identidad. Cuando los fines estan dado eon prioridad El syor que constituyen, low Kmites del suelo se encuentran fbjertos, su identided es infinitamente moldeable y extrema ‘damonte fluid, Ineapa de distinguir lo que es mio do Io que ‘ty 70, estoy en constante riesgo de abogarme en un mar de ‘reunatancias. Podemos comprender Ia facultad de ageneia humana como J facultad por la cual el «yo> realiza sus fines. Esto reconace sr estrecha eonexién con la nocién de posesion sin eludi la ‘cuestign de cudl dimension de a pesesion eta en juego, ni de la priordad relativa del -yo> y de Tos ines. Puesto que soy un ser on fines, existen al menos dos maneras de srealizarlos-: tena es por eleecidn, la otra por descubrimiento, al srevelar- los, El primer sentido do -realizar» es el que podemos llamar In dimensidn voluntarista de la ageneia, el segundo es Ia di ‘mention cognitiva, Cada tipo de funcién de agencia puede ver. ‘Se como reparadora de un tipo dstinto de pérdida de poses, ‘Cuando el =yos pire poder debido a que se aleja de sus fi nes, la pérdida de posesidn se repara por medio de la facultad ‘de agencia en su sentido veluntarista, enol cual cl wyos se re- laciona con su fines en tanto sujto proviso de voluntad con los abjetos de elecei6n. La facultad relevante involucra el ‘jercico de Ia voluntad, ya que es la voluntad la que puede trasconder el expacio enire el sujto y su objeto sin requerir ‘que éate sea cerrado, ‘Cuando el =yos sufre na pérdida de poder debido a que se asimila con sus fines, la pérdida de posesion se repara por me~ ‘diode la facaltad de agencia en su sentido cognitivo, en el cual ‘lyon se relaciona eon sus fines como un sujeto que eonoce los hjetos de su entendimienta. Cuando los fines del =yo» estan. ‘lados por adelantado, la funcién de agencia relevante noes la ‘oluntarista sino Is cognitiva, ya que el sujeto logra el auto- ‘control, no a través de la loci de lo que ya esta dado (que ‘Seria ininteligible), sno reflexionando e investigando su natu- Taleza constitucional, discerniendo sus leyes e imperatives, ¥ Feeonociendo sus propécitas como propios. Cuando la facultad cf de a voluntad intonta revert Ia separacin entre eyo: yos Tinos reeonstrayendo una clertacontinuidad entre ella la re- flerdn on una facoltad dstancindor, y aparece en un deter: ‘minado apartamiente. Funciona al estableer el espacio per did entre el -yo-y sus fines. En i reflexén, el syor vue wa {ooo de atencion introspectivamente sobre miamo, hacienda del yor su propio abjeto de investigaciony reflexion, Cuanda puedo rflexionar sobre mi absesin, pueda identifier y hae erin el objeto demi reflexion, soy por lo tanto capas de eta ‘iecr un cierto expacio entre elle yo, y por lo tanto de dis- ‘minuir eu control. Se vue més un’ ateibato'y menos un Consituyente de miidentidad, y tambien se dsuelve tranctor- ‘mandose, de una absesin, enum mero deseo. ‘Guando el sijeto se considers como anterior a sus fines, autoconocimiento nes tna pomiidad en este sentido ya ue las limites que defniria ya estan tomados como dadas sin re flexgn, por el principio de In indiidualizcion antecedent ‘Los limites del sys en js ¥ dante de ells ado estranapas rente, La cuestion moral relevante noes »(@uicn soy yes (ya ‘ive respuesta a esta progunta esta dada con anteriordad), Sin Quine lst eta una punta dg ara un syorcuyaidentidad se constitu ala har dfs ‘nes que ya estan frente a6 [a fault de In agencia consist ‘ho tanto en eorer la volun como en lgrar ta comprensién de si mismo: La paegunta relevanto no es cues fines clegin ‘ya gue mi problema precisamente que la respuesta «est Dreunta ya esta dada, sino quien soy yo, cémo puedo dscer hirdenir del eonglomerado do fines psibles fo que sey yo de logue es mio. Entste cao lo mites del «y= no ton jos sing ponies, sus contornox no som ya evidents pore milmow ein a ‘menos pareialmente no formadoe. El volveros evidentesy el den fos limites de mi identi son um sola co. El aux Genital gues a primer cso mide on termine dl aan "i voluntad, en el segundo easo xe determina por la pro fandidady elardad de mi conocimienta demi mismo. ‘Podemos ver ahora que el eonglomerado de supuestos aso- ids con a nocin vountarista de In agency el aspect di tanciaor de ia posesin empletan Ia teora de la persona de Rawls, La neigh de un sujeta dela osesin, individualised anticipadamente y' dado con priridad a us ine, parece fxactamente la concapeién necesari para redimir la ica 2 Asontalégiea sin ener en la trascendencia. De esta manera el ‘yor se distingne de su fines —ocupa un lugar mis all de ‘lies, ala distaneis, con una ciertaprioridad— pero tambien festa relacionado oon los fines, como sujeto poseedor de una vor Tuntad con respeeto alos abjetos de su elecrin. ‘La nocién voluntarista de la ageneia es por lo tanto el ele mento clave dela concopeién de Rave, y juega un papel cen- ‘tal en la étiea deontolgica como un todo, »No ex nuestro pro: rita el que revela principalmente nuestra naturaleza (Je (G10), sino nuestra eapacidad de elogir nuestros objetivos Ia {que resulla: mis importante, y esta capacidad encuentra su ‘expresion en los prineipios de la justicia. «Asi, una persona ‘moral estan sujet con fines que él ha elegidoy su preferencia fondamental se inelina a favor de las condiciones que le per- ritan construir un modo de vida que exprese su naturaleza de tnt racional, ibe ¢ gual, tan plonamente come las cireuns- {ancias le consientane (621). Bata, finalmente, es Ia razon por derar ala justia simplemente como ara realizar nuestra naturaleza, no te- El individualismo y las demandas de la comunidad Bn nuestra reeonatruceisn del sujetodeontoligico deseubri- ros finalmente el estandar con respecto al cual pueden eva- ‘arse las premisas deseriptivas de Ix posiein original, el eon- trapeso de nuestras institueiones morales que suministra una prucha para ambos extremos en ol exso del equilbrioreflexi- ‘ro de Raves, Esta eoneepcin del sujeto os la que refljael su- pesto del desinterés mutuo, y no una justifieacin de las mo fivaciones humanas en particular "No olvidemos que nla expicacién de Rawls, el postulado el desinterds mutuo en la pasion orginal se formula con ob- jeto de asegurar que los principios de Ia justiia no dependan de imposiciones mas fuertes- (158) ya finalidad de evitar los ‘Sapuertos fuertes ela de posbilitar Ia derivacin de prin ide que no presupongan ninguna concepeién particular del ss ‘in, sa libertad para adoptar una oneepeién de bien et i ‘ita tneamente por principe deducdos oe una doctrine ‘tue no impane restretonesprovias sobre estos cocopton. La Dresuncdn de un dsinerés mutuo en la posin orginal im lca ena iden” (290) Lan supuertos fuerte» contrevertides [renazaran con In impoicien de una cone ler ds ten, inclinando por anipado la lesson de oe panepin {Cun dil 0 faeries son entances los supuestoe que fr sman is eoneepeln dein persona de Rawls? on aus ebanico de valores y fines resulan compatibles? {Son ls suerte: ‘ente diese inocentes coma para evita devcartar por sm. {icipado cualquier concepécn del bien? Ya homos vst qua Jecdur empirsta dela osicin orignal produce una suse de objeones a ents akanos; ee alega qu las Greunatancin de in juni, yeepecialments sl supuesto dl desineree muta, introdocen tn tage individualist, y que reciazen 0 dere: tian de alguna manera motivos tale somo la benevolent el ltrulmo los eontinientoycomuniarix, Ta emo esting th erie, la pore erginl eantino un fueto cea fog, ‘italia, que a ve reforzodo po el supucts de metvacion del dosintete mutuo ls ausenca de envida [ia psc ‘riginl parece preeuponer no solamente una iorfa neural detnen tno a conn irae nvidia de newer 0 con a cual lo mor que podemod seperer para una parton ey rn rp si ae bre que inerira con los darechos de los demas (Na iso, "i in embargo, como insite acertadamonte Raw, ou toria ocala -docrina estrochamenteindividualistar qu laceien tanpiista supone: tan independiente como ésta de: carta eda coneopeis dal bien (ode mal) Himitada por Ia po Ses en el sentido conaitutiv, Elmina la posiidad Ge cualquier [a0 (a obeesion) eapaz de Megat mae als de nes” {tos valores ysentminton para comprometer nuestra mista ‘dentidad, Elmina lw posbiidad de una vida pablica en la ua prs be oar le ogo tanto la ent fom los intreseaWe le paticipantes Y excluye la posible {iad de que los propio y es comunes pusdan fnpirar tuna comprensidn de ai més o menos expansiva, dfinicnds as una comunidad en el entdo consitativo, wna comunidad Sue doscribe al eto yng simplemente lo bjtoe de asa Piraciones compartias. En forma més general, podemos afi ‘ar que lajusticacin de Rawls descaria i pond deo {ie poriamos llamar forma de autocomprensin-interub Jeti: intrasubjetivasy manraa de cones al jets uo hosuponen que suslimites estan dados con anicipacion, Ad ferenea de Ravi, las concepcionestnierubjeivas ¢ intra. suljetivas no dan por supuesto que hablar del yor desde un 17 Rawle spree rts muments gue mi ena piv on tanto persons oral pada na sr ine seca emt de To ns ‘ner 190: ab, Vee pagina 1 86 punto de victa moral, quivalga necesara oinevitablemente a hablar de un or individualizado anticipadamente. ‘Las eoneepeiones intersubjetivas permiten que en ciertas circunstancias morales, la deseripcion relevant del -yo> abar- {que mas de un solo ser humane individual, como en el caso en {Que atribuye responsabilidad o afirma la existencia de una ‘bligacién hacia una familia, comunidad, clase o nacin en lu- garde hacia un ser humano en particular. Tales concepeiones ‘Son presumiblemente lo que Rawls ten‘a en mento cuando ro- ‘haze, spor razones de elaridad, entre otras lo que denomina ‘un coneepto no definido de la comunidad [> y la nocion de ‘quo sna sociedad es un todo orgnien= (801-302), ya quo esto ‘Susiere el aspecto metafisicamente perturbedor de Kant que Rawls se consayra a reemplazar ‘Las concopeiones intrasubjetivas, por otra parte, aceptan que para ciertospropésitos la description adecuada del sujeto moral puede referrse a una pluralidad de distintos -yoess dentro de ‘an ser humano individual y Unieo, de 1a misma manera en que ‘explieamos el debate introspectivo en términos de una. puja entre identidades eompetitivas, o en que deseribimos los mo- ‘nentas de introspoecin como un atutoconaeimiento obstruid, ‘en quo absolvemos a una persona de responsabilidad por la ‘rouncias herejos quo sostuvo antes de su conversion reigiosa, En las eoncepeiones intrasubjetivas, al hablar de los diferen- tes yoes- dentro de un «yo» (empirico y previamenteindivie ualizado) no lo hacomos aélo metafSrieamente sino algunas ‘veces con genuina relevancia moral y prea. “Aangue Rawle no rechazs tales nocones de manera explici- 1a, las nigga implictamente cuando este que a eada teF hu ‘mano individual le correspande un sistema de interesestnic, {aus el utilitariemo fracass como éties social al upliear err. heamente a le sociedad los principios do eleecion adecuados para un solo hombre. Dado que da por sentado que cada indi Viduo est conformado por un sistema de interoses, y slo uno, {problema de fusionar tales intereses no surge en el caso in” ‘lividus y la eonducta de una persona hacia s{ misma puede rire adecuadamente por el principio de pradenciaracional, ‘Una persona actéa de manera correcta, al menos cuando btros no resultan afectados, cuando trata de obtener el mayor benefcio posible y de promover sus fines racionalos- (41) ‘Mientras que la sociedad eonsiste en una plaralidad de suje- tos, ¥ por lo tanto requiere de lajusticia, en la moral privada a parece bastar con e utltarismo; evando no hay otras perso- ‘has invelueradas, estoy Nbre para maximizar mi bien sin refe- rreneia al principio de lo justo® Aqu! nuevamente Rawls se ‘aparta del pensamiento de Kant, quien pone énfasis en el con- cepto de sdeber necesario ante uno mismo, aplie la catege- "ia dol bien tanto la moral privada como’ la publica (Kant 1785: 37,42, 45, 47,50). 3 supueeto de I posicin original se opone por anticipado toda eoncopeidn del bien que requiera una autocomprension Inds 0 menos expansiva, y'en particular a la posibilidad de luna comunidad en el seniido constittivo, En la perspectiva {de Ravis, un sentido de comunidad describe un objetivo posi- ble de un «yor anticipadamente individualizade, y'no un ele- ‘mento o componente de su identidad como tal, Esto gerantiza su rango subordinado. Dado que sla unidad esencial del "yo" 2 faclitada ya por la eoneepeién de lo justo» (622), la comani- ‘dad debe encontrar su virtud como wn competidar mas entre otros, dentro del mareo definido por Ia justicia, y no como una Justificacion rival del marco en st. La euestién se vuelve en- {onces determinar silos individuos que abrazain abjetivos co. ‘munitarios pueden adoptarlos dentro de una sociedad bien or. ddenada, definida antiipadamente por los principios de 1a justicia, y no establocer si una sociedad bien ordenada es en. ‘misma una comunidad (en el sentido constitutive) sin dada existe un objetivo colectivo con el respaldo del poder del Esta: {do para la totalidad do la sosiodad bien erdenada, una sie dad justa dentro de Yn ual eleoncepto compartido de la justi- tia ext publicamente reconocido: poro dentro de este mareo, pueden adoptarse abjetivs omunitaris, y posblemente una asta mayoria dedas personas lo hagane (Rawls 1975: 550). ‘Podemos ver més claramente la relacisn entre la teoria de la persona y su postulado de la primacia de la justicia, Dado Rn eat argunetacin sobre a rasonalda dlberativa, Rawls ‘grote roo mens qe won dimension artes yan ol eng Ajo come na restrain dala mer pada“ se aces gaimenic asec de futuro le nteenes dos si rayne roc tain renin lace contderadn de ete moda lpr de resporuaind anes i ‘hc acme awn prio el dere [a pern e un moenent Gi prea Ser amemarse nents dr anno doe 38 ‘que los valores y fines de una persona son siempre atributos y ‘ana companentes del -yos, un sentido comunitari resulta sicmpre un atributo y nunea un componente de una sociedad bien ordenada, En tanto el-yo- es anterior los objtivos que firms, una sociedad bien ordenada, definida por Ia justcia, fs anterior alos objetivos —comunitarios ode otro tipo— que profesen sus miembros. Ea en este sentido, tanto moral como pistemoldgica, en el que a justiciaes la primera virtud de las ‘atituciones sociales. Habiendo completado nuestra reconstrucciin de la concep «ion de la persona de Rawls, queda por evaluar esta concep sién y la tien deontoldgiea que debe sustentar. Hemos visto ‘tue los eupuettos que contiene la posicion origina son fuertes ‘de langoalcance en lugar de débiles einocuos, aunque no por las razones que sugiere Ia erties empirista. Estos supuestos ‘no admiten todos los fines, sino que eliminan antieipadamen- te cualquier fin exya adopeién @ conseeusién pueda compro- eter o transformar la identidad del o>, yen particular re- ‘hazan la posbilidad de que cl bien dela comunidad eonssta ‘nuuna dimensién conatitativn de eate tipo. "Aunque na te puede decir que los principios de Rawls eseneial son Geseriptas come contingentes. Dado que el cardeter de una persona adepende, en buena medida, de condiciones familia- oa y sociales afortunadas en lanier, por laa cuales no puede pretenderse crédito algunos (126), nuestros valores som. tam bien accidentales. «El que tengamos una concepeién del bien én lugar de oes noes relevant desde un pan de vita m- ‘adquiritla estamos influeneiados por la misma clase de condngesia que as leva elimaarel ocecnients donee. {to sexo y clasen (Rawls 1975: 537) ] argumento préeticodistinguiria las desigualdades natu rales de las sociales sobre la base de que las primeras son con- ‘tumaces de una manera en que las segundas no lo son, ¥ de {que la sociedad puede por lo tanto ensiderarse la responsable 101 de compensar las desigualdades sociales pero no las natura les, Bn la media en que la desigualdad resulta murgir de face tres genéticos y no cultural, es menos lo que la sociedad iede hacer al respecto». Dado un sistema justo, algunos Aavanzarén con mayor éxito que otros, y llega un punto en que incluso la sociedad mas iluminada no puede hacer nada para lalverar esto hecho. En determinada instaneia, inchiso los rae formistas mis empecinados deben reconocer que la vida ex ine Jjusta de una manera que ninguna intituci social puede te rer la esperanza de corre. Lat personas son diferentes, y sas diferencias, tarde o yetnprano, inevitablemente surged & la Tuz, incluso ( quizés mas certeramente) en una sociedad donde prevalece la igualdad de eportunidades, Lo que es ime portante es que la sociedad, en la medida mas completa posk ble, sea gonuinamente abierta: (Bll 1973: 464). ‘A esto Rawls responderia probablemente que el papel de la sociedad estd naturalmentelimitado de esta forma so si ast ‘mimos que su dni funcion en la promoeion de la justia con siste en sus esfuerzos por nivelar las desventajas de los menos ‘afortunados para que puodan eompetir en forma mae jsta, ero este supuesta no tiene en cuenta la elecein social gals ‘mente significative implicit en los objetives que sigue 10g {nsttuciones y los atributos que reeompensan en el proceso. Ineluso sila vasta mayoria de las diferencias entre lax perso nas resultara ser genética en lugar de cultural, todavia Ia 80: edad tendrfa que doterminar euales de cana diferencias (si es que alguna) deberian eonstituirse adecuadamente. como la base de las poreiones distributivas diferencias, Evidente- ‘mente, sel objetivo de las institueiones sociale xe tor coma fio, como por efemplo la maximizacién del producto social to tal, los defensores de una -meritocracia justa- onen razin, fenvol sentido do que la nica euestion pendiente para la justi< tia.es lo bien equipadas que estén las personas por la sociedad para conribuir a este proposito y para coscchar ls benefiiog 4e su contrbucién. Pero inmediatamente surge la cuestin de por qué-ese fin determinado debe ser primario,ineliso aunque ‘eeonozeamos que eélo puede prevalocer a expensas de lain justia social. En resumen, una sociedad no sdlo equipa 0 no ‘quipa a sus miembros eon las retribueiones relevantes et proplsitaealectivo, sino que tambien define através de nu eae fructura institucional la naturaleza de tal proposito: de esto se deduce que también determina los atrbutos favorecidos & 102 instalados como la base de las poreiones distributivas, En una pasaje de cierta elocuencia, Rawls afirma: Ala tor do estas observciones podomos rechezar la aime cin de que le ordenacin del inatitaioae sa sempre defo tose porque la distbeiss de las talentoe naturales Tas eon Ungencias de la creunataia soi son insta, ¥ que e=ta Injustila be transmit inevtablomente alos aeverdos humenes ata reflexion ex presentada en ocasines camo excusa para oe: rar la injusten, come s el negarce a aceptar la injusilaTuers ‘Simparable cor iaineapacided para aceptar la ucee- Li dite Trion natural ao es mt jacta ni injasta como tmpoce x nasto ‘Que Inn personas seas en ina dtereinada poution sil Bo ‘isc hashes tiarainswikerslag Lo pew Poet wc fl oi iste el mod en quel insitucloer neta reaps 8 estos Techs (124125), tas consideraciones nos evan naturalmente a un tercer contraste entre a eoneepeién meritocratia y la democratic, fon respecto ala relaeiin entre el valor de varios activos y tributos por una parte, y las instituciones que los aprecian ¥ recompensan por Ia otra. En Ia eoncepelén meritocratin, las instituciones sociales tienden a recompensar certosatributos ‘no otros, Las euslidades que exige un grupo de instituciones tienen un valor antecedente aeu valuacién institucional y por Jo tant brindan tina prueba independiente de la justicia de Jas intitueiones mismas, Los acuerdosinstitucionales que re ‘compensen eualidades nobles en lugar de cuslidades baja on, debido esto, los mas valioos, sparte de otras considera: Clones relevantes ala justia, tales eomo el proposito que pro. Bla perspectiva de Rawls as instituciones no 8 eonside- ran de esta manera, ya que las virtudes que las restringirian esperan a su vez una definicioninstiticional El eoneepta de ‘Valor moral no proporeiona un primer prineipie de Justicia die- tributivas (851). Ya que ninguna virtad tiene un rango ante: cedente o preinstitucional, el disefo de las instituciones es bjerto con respecto a las cualidades que pueden recompen- sar. Como resultado el valor intrinseeo de los atributos que tuna sociedad! buseay recompensa no puode establecerse carne ‘una medida para evaluar su justica, ya quo, para empezar, su valor sélo surge ala luz de los ncuerdos instituconales. El chazo de las nociones preinstitucionales de lavirtud que for. 103 ‘mula Rawls rfleja Ia priordad de lo just sobre lo bueno y 5 negativa a elegir por anticipado entre concepcioncs del bien ‘que compiten entre si. Una sociedad eazadora que recompen Sa la veloeidad para la carrera por encima la clocueneia que Seria apreciada en una scciedad itgiosa, por ejemplo ‘menos justa 0 valiosa debido w ello, ya ae no hay ba ‘cedentes cobre las euslea pueda demostrarse que larapides en la carrera es mas'o menos virtuosa que la rapide en Ia repli «a, La prioridad de las sociedades justas con respeeta a la vir tad y al valor moral brinda una segunda razén por Ia que no puedo decir que merezco los bneficos que se derivan de mis atributos naturales, Para quo yo merezca los beneficios aso siados con «mie inteligeneia superior (por ejemplo) ¢8 necesae io tanto que yo poses mi inteligencia (en un sentido no arbi {ari dela pososion) como que tenga un derecho (en el sentido fuerte, preinsitucional del derecho) a que la sociedad aprecie 1a inteligencia por encima de otro bienes. Pero en la concep sign de Ravwls, no 9e da ninguna de estas condiciones. El at kgumento que conduce desde la arbitrariedad al aervo comtn se opone a la primera, y la precedeneia de las institaciones sor bre el valor moral niega la segunda: La defensa del acervo comin enol desarolo de nuostra citin a la teoria de a persona yal prinepio de diferencia de Rawls, la una al luz dl otro, Acheros tomar eomo puntos de partida dos linas de aeiticn ‘que formula Novick ala jatiin como imparcalidad. La pr thera ataca el principio de diferencia yen particular la nosin dela poseion sobre la que so basa, yl sogunda defiende une ‘ersdn de la libertad natural a frse sobre Ins nocones de ints yderece Cmparando det ara abo a: ‘es podemos evalua la coneopeign de Rawsy tambien poner ‘enclaro algunas de a similitadesy diferencias entre sus ree Dectivas tori dstributiva ‘a objecion central de Nosik al argumento que produce el principio de diferencia so centr en la perspectiva de Rawla ‘de que la distribucon de talentos natusies debe considera ‘se como una posesiénscomiin» 0 solectivas que debe compar. 108 tirse dentro de la sociedad como un todo. En palabras de Rawls El principio de diferencia representa, en efecto, un acuerdo on tenn do conser In Gitribcin flees Satara fn Gerla aspectos, como un acevo comin, y de participer os ‘ayores bein eeomicosy ales que hacen posblesos be ‘elcios deena ditribucin. (124) Como ya he saludo, los doe principios kon quivalentes al cumaiderar la distbucion do eapacldades naturales on algunos ‘pects, como uns venta eleva, halendo que ls més aor {unados sdlo we henefcien ayudando a Tos menos fayoreidos (Gos Rawle erve que la noc del acorvo comiin tal eome est in corporada en el prinepio de diferencia expresa elidel del res ‘eto mutuo que el liberalism deontaligice pretende afiemar L..laldispone ns desigualdades para bonefici recprocoy a stwianerse de ln exlotcion de las cntingencne de Ia natarale- ay de las Granstancinesodaler dentro de on mareo de bert: orale, las personas expresan su mutuorespeto en Taco fvcon misma deta sociedad |] ra manera do expresr eto ‘eee que los prinepios dol justia retiejan en la estructura ‘Hea dela soetedad el desao que anon lee hambros dono tratarss ‘amo medion sno icamente camo fines en al mame (208-209) [Noaiek, por el ontrario,alega que considerar las ventajas, ‘naturales de ls personas como un bien comin es precisamen- tecontradecr odo lo que afirma el liberalism deontagco al enfatizar la involablidad del individuo y Ta diferencia entre = personas. Las personas difein sen emo conaderen las talents nata- ‘ales camo dates comune Algunos se quejran haciendo eo a awison contra del llitarnmo, de qe et no toma seiamente In ditincin etre peranaay se preguntaran cualquier rons ‘cen de Kan que tata at capesdade talento dels perso ‘nex enma recur para oto pede er adecunda Los dos pinelpae dea Justicia (J excluyen hasta fa tendenda de considera a ls ‘hombres como tlio pra el benestar deco. Slo tw nits macho en la dstinsn ctr los hombres yous talenton dates, ha Uildades y particulardadeseapciles, (Nock 1074: 228) 105 [Novick lloga al nucleo de Ia tooria del sujeto de Rawls. ‘Como hemos visto, Rawls pone un énfasis realmente fuerte x= rela dstincion entree «yoo y sus distntas posesiones, La so= veridad de esta distinc, a pesar de lo problemétien que pues dda resultar, est cuidadotamente ndaptada a las exigenciaa {el proyecto deontoldgice como un todo; acepta la prioidad del «yor sobre sus fines, que a su ver sustenta la priridad de I justo y In primacin de la justicia. Otro rasgo de eat concop- ‘én es que permite la defonsa siguiente contra Ia objecion de Nozick al principio de diferencia. “Elconsiderara la distribucn de talentos naturales como un ‘cervo comin no vila Ia diferencia entre las perwonas ni consi dera 8 algunas como modios del bienestar de Ins otras, porgue oon ls personas sin sib que ean como me pars el hienestar do los demas. Desir que de alguna mane ‘soy yo el que suffe una violacion on abuso euande «mis ine 0 ineluso mi esfuerzo se usan para el benefelo comin ‘= confundir al -yo- ean sus atributos, ue son contingentes ‘para nada esenciales (no esenciales para que yo sea el ser pare ticular que soy) Silo una teorla de la persona que mantenga que estos bienes on elementos conatitattoos exencales en hag 4e atributos alienables del -yos podria considerar que el com: partir los atributos equivale a wear al jeto como medio para los ines de otro. Pero en la concepeton de Ras odor los Benes son contingentes y en principio separables del yo, cuya priori dads asegura a teayés de Su habilidad para retroeer tone tantemente frente al remolina de las circunstancias. Pata ex la caracteristica que preserva su identidad, al asegurar su invul- ‘erabilidad frente sla transformacion por la experienc. “Aunque esta défensa elude Ia inconsistencia, invita ense= ‘guida a una objecion de incohorencia relaconada, ya quo si Rawls deboinvocar la distinein entre el -yo-y sus posesiones cn esta forma profundizada, surge inmediatamente Ta ees tidn de si, al intentar evitar'un sujeto radiealmente situado, no retrocede al extremo opuesto proponiendo tn sujeto radi falmente incorpireo. Novick formula la abjecin: +81 alguna ‘concepeion coherente de persona queda cuando ee insiste de ‘esta manera on la distineén, esto es una pregunta abierta- Hl ‘or qué nosotros, lenos (como estamos) de rasgos particul ‘es, ebemos estar contentos do quo (s6l} los hombres as pi rifleados dentro de nosotros no sean considerados como me ios, tampoco es claro (Novick 1974:224), 106 ‘Asi antieipa la dofensa do Rawls y muestra que es dema- siado artifeosa para redimir ln teori, La nocign de que elo nis atributos son utilizados como medio, ¥'0 30, amenaza fon vulnerar lo plausible incluso lo coherente de la distin- ‘on misma que invoea. Sugiere queen el principio de diferen- tla, podemos tomar seriamente la distineon entre personas Solamente tomando metafiscamento la distineign entre una persona y st alributos. Pero esta tiene como consecuencia ‘que noe deja eon un sujedo tan privado de caracterstieas em- Dirleamente identifeables (tan -purifieado», en las palabras {de Noziek), que nos recuerda al sujeto traseendente o incorp6- treo de Kant que Rawls justamente se propone evtar. Parece- Fia que Rawls puede defenderse de la acusacion de inconsis: tencia olamente al precis de a incoherencia,y que a objecion ‘de Norick al prineipio de diferencia os por lo tanto exitosa. Pero Rawls Lene a su disposicion una defensa alternativa, ‘que no fue anticipada por Nazick. Aunque rescata el principio de diferencia de st fundamentacion cn tuna eoncepelin apa rentemente incorpérea del sujeto, lo hace a expensas de otfos fspectos de Ia detrina de Rats, por lo que es probable que el ‘emo Raves se resitiera a elle. Sin embargo, trataré de de- ‘mostrar que el principio de diferencia solamente puede soste ‘ners adoptandolo do nlitna manera. En esta sogunda defensa, Rawls podria negar que el principio de difereneia me utile & ‘i como un medio pars los fines de otras, no porque son mis ‘tetivos'y no mi persona Toa que estan siendo tiizedos, sino ‘cestionando el sentide on el cual aquellos que se benefician ‘de smis-atributos pueden deseribirse adeeuadamente como ‘otros. Mientras quo la primera defensa enfatiza la distin« {n entze el =yor ¥ sus atributos, la segunda califiea Ia dis tincion entre el -yo-¥Tos otros al proponer que, en ciertas cir- ‘unstancias morales, la deseripldn relevance do un yo puede humiano empiricamente individualiza- fa segunda defensa vineuta ln nocin de acervo comin con Ts psiblidad de un sujet comin de In poses. Apela, en ro- Sutnen, # una concepci intersubjetiva del -yo= ‘La tiniea selida aparente las dificultades que plantea No- ick consiste en postular que el prineipio de diferencia involu- ‘ra a Raw en una concepei6n inversubjetiva que poratro lado rechaza, Tambien sirve para iluminar un supuesto no debati- ‘lode fa teorta del sujeto de Raves. Como hemos visto, Rawls ‘oneibe al =¥or eomo un sujeto de la posesion, limitado antici- 107

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