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CAPITULO 15 Solicitaciones dindmicas del terreno Si Tas cargas aplicadas a una masa de suelo varian con suficiente rapide, para que las fuerzas de inercia eguen a tener importancia respecto a las estiticas, son necesarios, ceiloulos especiales para estimar las deformaciones del te reno. Problemas tipicos son los de cimentaciones de mé- quinas, estabilidad de taludes durante terremotos, hinca- do de pilotesy la compactacién vibratoris. En este capitulo se presentan algunos de los conceptos bisicos del impor- tante campo de la dindmica de! suelo. ‘La velocidad de carga para Ia cual un problema “resul- ta dindmico” depende mucho del tamafo de la masa de suelo afectada. Con las muestras tipicas utilizadas en prue- bas de laboratorio, las fuerzas de inercia no Megan a ser significativas hasta’ que la frecuencia de carga supera los 25 ciclos por segundo (cps). Por otro lado, una presi de tierra grande puede sufrir fuerzas de inercia importantes, con frecuencias de solo 0.5 eps. 1.1. CIMENTACIONES SOMETIDAS A CARGAS DINAMICAS EI problema més habitual de solictacién dindmica es el de las cimentaciones de méquinas. Las miquinas alterna tives y_ las rotativas mal equilibradas producen fuerzas dinamicas periddicas @: 2 = Qysen 2nft as.) donde amplitud méxima de la fuerza dindmica frecuencia de funcionamiento mp0 Las frecuencias de funcionamiento tipicas varian de 200 ciclos/minuto para grandes compresores alternativos hhasta unos 12,000 ciclos/minuto en las turbinas y compre sores ratativos de alta velocidad. Las prensas estampadoras, y los martillos de forja también aplican cargas intermiten- ies a las cimentaciones. Modernamente se plantea el pro bblema de cimentar adecuadamente las estaciones de radar de precision. Los principios utilizados para determinar la reacci6n de las cimentaciones a estas cargas pueden utili- ‘arse también para estudiar'la reacciGn de cimentaciones a 243 los movimientos del terreno, como los producidos por terremotos, voladuras y méquinas prOximas. Como en el caso de cimentaciones sometidas a cargas estiticas, el criterio bisico para el dimensionamiento de cimentaciones de méquinas es el desplazamiento admi- sible. En general, se prescribe un limite al desplazamiento inimico permisible en servicio, limitando también los asentamientos que pueden producirse durante un periodo prolongado de funcionamiento. En general es necesario realizar un célevlo dindmico pera asegurar el cumplimiento de estos ctiterios. Para ha- cer este cileulo, puede representarse el sistema méquina- cimentacidnterreno, por un sistema equivalents masi- rnuelle-amortiguador, que variari de un problema a otro (Ger la Fig. 15.1), segin el niimero de modos de movi rniento que pucda suftr el sistema real. En este capitulo, basado en ef trabajo de Whitman y Richart, (1967) se es tudian Ios sistemas con un solo grado de libertad, en general el movimiento vertical. Para una discusi6n més Completa del sistema, junto con los métodos para el es tudio de problemas mas complicados, el lector puede con- sultar el libro de Barkan (1962) Pruebas in situ que Gemuestran la validez de estos métodos han sido descritas por Richart y Whitman (1967) y Whitman (1966). Movimientos dindmicos admisibles Una cimentacién sometida a una carga dingmica perio- ica sufviré un desplazamiento dindmico pa de la misma frecuencia que Ia carga aplicada. Las velocidades y acclera- ciones miximas de la cimentacién pueden expresarse funcién del desplazamiento miximo y de la frecuenci réxima de la forma siguiente be = rhe (15.22) ba= Onf re 15.28) donde lot puntos indican derivadas respect al tiempo. Para evitar dafios a las miquinas o a sus cimentaciones, la velocidad maxima de vibracién no debe ser superior a 2 ‘em/s. Sin embargo, si va.a trabajar personal en las proxi- ‘midades de 1a méquina, pueden ser necesarias condiciones ‘ain més estrictas. Las vibraciones comienzan a ser moles- tas para las personas cuando la velocidad méxima supera 244 EI suelo seco [MENTACIONES REALES “cet exciton rion Mute hori, SISTEMA EQUIVALENTE logue vino de a ee ‘morigandr, 3 Mateo rasacte aon eviaent Blogs rye de mas y suhnas respect lee hozotal Amartigndor io raeeimone “SSX FP! Stee ‘Amertiindos roxonlequnlene Bt io ann scan sme tet ete pom) ‘conte aor ana : ee C naomi ‘a ean Amortiguador torso: & Muste tori. wie 3 eye i. 15. los 2 mm/seg y se aprecian si la velocidad supera los 0.2 smm/seg, Para una frecuencia de 1,000 ciclos/minuto, estas, velocidades corresponden a amplitudes de desplazamiento de 0.2, 0.02 y 0.002 mm respectivamente. Para otras fre- ccuencias de funcionamiento Ja amplitud del desplazamien- to admisible serd diferente. Adviértase que el movimiento ‘que puede ser apreciado por las personas es aproximada- mente 1/100 del que puede producir dafios en las méqui- nas. Generalmente es necesario imponer también un limite ala aceleracién mixima que pueden sufrir ls cimentacio~ nes. En algunos problemas, como cuando deben propor- cionarse una base estable a maquinaria de precisién 0 9 fequipos de calibracién, puede ser necesario limitar la aceleracién a menos de 10-* g. TEI proyectista de cimentaciones deberd trabsjar en todos los problemas en estrecha relacién con el cliente para establecer ctiterios de proyecto adecuados al proble~ rma particular tratado. Conceptos bisicos de la dindmica. La respuesta a una carga periédica de un sistema mast- ‘muelleamortiguador con un solo grado de libertad viene dada por las curvas de 1a Fig. 15.2. La magnitud carac- teristica que determina la respuesta de este sistema es la frecuencia natural no amortiguada fn io \° a (53) donde K es Ia constante del muelle 0 resorte y M la Si la frecuencia de funcionamiento f es mucho menor que la frecuencia natural no amortiguada fo, la fuerza fplicada es resitia principalmente por el muelle, siendo fe escasa importancia la amortiguacion y la ineres. La amnplitud del movimiento en este caso es simplemente la respuesta estitica: Qo ke Si [Sax la fuerza aplicada es resistida principalmente por la inercia y el muelle, siendo despreciable el amorti- sguamiento. En este caso la amplitud de! movimiento viene dada por S&In a 15.4) 2s 15.9 (afm ee S>fn Pa 19 flhy Fig. 18:2. Curae de respuesta do un sistema mass-mueleamort under fn se dice que el sistema esti en resonancia. Los ‘movimientos en estado de resonancia vienen determinados por el factor de amortiguamiento D, relaciin entre el amortiguamiento real y el amortiguamiento critico. ‘Los eriterios de dimensionamiento de_cimentaciones dindmicas estén redactados con el fin de evitar la resonan- cia. Si el amortiguamiento existente en el sistema es pe- quefio, los movimientos producidos al entrar en_reso- nancia pueden ser muy grandes, siendo por tanto pruden- te evitar el estado de resonancia con objeto de cumplir las especificaciones respecto a los movimientos dinimicos aadmisibles. Sin embargo, si existe con el sistema un amor- tiguamiento moderado a grande, puede ser posible trabajar cn las proximidades del estado de resonancia, mantenien- Solicitaciones dindmicas del terreno 245 do los desplazamientos dinémicos aiin dentro de limites admisibles. La Fig. 15.3 resume las formas en que los diversos parametros de un sistema dindmico influyen sobre [a respuesta de dicho sistema. El método de cileulo y di- mensionamiento dinimico es diferente segin el grado de amortiguamiento existente en el sistema. De aqui que lo ‘que se considera en primer lugar en los apartados siguien: ‘2s es la magnitud del amortiguamiento que puede existir cen las cimentaciones reales. Cuando el amortiguamiento es tan pequetio que debe evitarse la resonancia, resulta ncce: sario estimar Ta frecuencia natural, para lo cual se precisa conocer Ia constante del muelle y'la masa. Como es mis, ficil hacer una estimacién razonable de la masa, consi- eraremos esto en primer lugar, Por altima se estudia la cconstante de muelle, que es al mismo tiempo el parimetro és importante y mas dificil de calcula. Eleccién del amortiguamiento de sistemas ‘equivalentes agrupados Los amortiguadores de un sistema agrupado represen: tan el amortiguamiento del terreno. Existen dos tipos de amortiguamiento: la pérdida de energia por Ja propagt: cién de ondas en la proximidad inmediata de la zapata y la pérdida de energia interna del terreno debido a efectos de histéresis y_viscosos. E] empleo de amortiguadores en al sistema equivalente no implica necesariamente que 5° crea que el terreno tiene propiedades viscosas. Por el con- trario, los amortiguadores se utilizan para obtener expi siones matemticas sencillas y Guiles para la respuesta del sistema equivalente. Los factores de amortiguamiento 30 cligen para representar un grado equivalente de amortigua- miento y no para reproducir un tipo particular de amort guarmiento, EI amortiguamiento debido a la propagacién de ondas se sucle denominar amortiguamiento por radiacién. Cada vez que la cimentacién se mueve hacia abajo, contra el suelo, se origina una onda de presiOn (ver la Fig. 15.4). Cuando esta onda se desplaza a partir de la cimentacién, transmite parte de su energia al suelo. Como esta energt no puede participar en un fen6meno de resonancia se in troduce un efecto de amortiguacién. Ta existencia de la amortiguacién por radiacién ha sido puesta de manifiesto ppor la teoria de un disco rigido apoyado sobre un semi puede utili Fig, 15:3, Sumario de parimetros necsarios para calculos dindmi- roan Fectores requeridos| *sP#¢i0 eléstico (Richart, 1960). Esta teor Estimacién aproximada de fre ce nar ya | Estimacion aproximada | % M ee i Limite superior del movimiento wre NAN nas proinidades dela fe. | Dy k 6M 7 THAN cnc de resonancia ryyyy Fig. 154, Ondas emitides por una cimentacién en vbractn. 246 El suelo seco 08, Factor du amotignmisto, 0 & g 08 Tein [TT | “rte Sos] € i 3 : oa a E E 02] o r 2 Fig, 15.8. Factor de amortiguamiento equivalente de cimentacionesciculaes, zarse también para obtener un factor de amortiguamiento equivalente. La Fig. 15.5 da los factores de amortigua- ‘miento equivalentes para el caso de cimentaciones circu- lares. El pardmetro fundamental es la relacién de masas, », definida por b= para a traslacién (15.62) pr y para la rotacion (15.6) siendo M = masa del bloque de cimentacién y de la maqui- aria Iq = momento de inercia del bloque de Is cimentacién y de la maquinaria respecto al eje vertical que pasa por el centro de gravedad en el caso de tor: sin, 0 respecto a un eje horizontal que pasa por el centroide de fa base de cimentacién en el cas0 de balance p= densidad det sueto R= radio de la superficie de contacto entre el suelo y Ia base de cimentaci6n [Advigrtase que los factores de amortiguamiento son dife- rentes para cada tipo de movimiento. El amortiguamiento es mAs importante para cimentaciones relativamente ligeras y es mucho mayor para traslaciones que para rotaciones. Los valores de D para zapatas rectangulares pueden determi- narse entrando en la Pig. 15.5 con un radio equivalente dado por ey” para a tasaion no | I" paral balnceo (157) para la torsion pee donde B = ancho de la cimentacin (segin el eje de rotacién para el caso de balanceo) fongitud de ta cimentacién (en el plano de rots cin en el caso de balanceo) L La pérdida interna de energia debida a Ia histéresis ya se ha comentado en el capitulo 10. La magnitud de esta pérdida de energia es funcién de la magnitud de las defor maciones sufridas por el terreno. Para el nivel de deforma- ciones generalmente admitido bajo cimentaciones de ‘miquinas esta pérdida ‘de energia por histéresis es equiva lente a un factor de amortiguamiento D de aproximada- mente 0.05. Pueden obtenerse valores aproximados para los efectos combinados de radiacién y amortiguamiento interno afta diendo D = 0.05 a los valores de D dados en la Fig. 15.5. Para la traslacién horizontal y especialmente para la ver tical, el amortiguamiento interno parece tener relativa- mente poca importancia respecto al amortiguamiento por radiacién. Para movimientos rotacionales sin embargo, el amortiguamiento por radiacién es pequefio y el amortigua- ‘miento interno constituye una parte importante del amor- tiguamiento total leccién de la masa del sistema agrupado cquivalente Evidentemente, Ia masa del sistema equivalente debe ser como minimo igual a la det bloque de cimentacién ‘més la de la maquinaria. A primera vista puede parecer {que convione utilizar también un término de masa adicio- nal para representar la inercia del suelo situado bajo el Dloque de cimentacién. Realmente, no existe una masa de terreno identificable que se muova con Ia misma amplitud y en fase con el bblogue de cimentacién. En cualquier instante los diversos puntos del terreno se mueven en direcciones diferentes, ‘con aceleraciones de distinta magnitud. El empleo de una “masa efectiva” s6lo se justifica en cuanto se requiere una ‘masa superior a la del bloque de cimentacion mas la ma- ‘quinaria para ajustar Ia curva de respuesta del sistema cequivalente a la del sistema real. Si se emplea una “masa cefectiva debe considerarse como una magnitud total mente ficticia que no puede relacionarse con ninguna masa real de suelo, La hipétesis mas sencilla que puede hacerse para elegir la masa del sistema equivalente consiste simplemente en tomar una masa igual a la de la cimentacién y la maqui- Solicitaciones dinimicas del terreno 247 naria, © ignorar cualquier “masa efectiva™ del terreno. ‘Ademds, para la mayoria de los problemas de cimenta- ciones esta hipétesis sencilla proporcionard la frecuencia de resonancia y el desplazamiento dinimico con un error menor del 30%. Whitman y Richart (1967) han indicado estimaciones de la “masa efectiva” que pueden utilizarse fen aquellos pocos casos en que se quiera una mayor pre- Extimacién de la constante de muelle La determinacién de una constante de muelle para uti- Jizasla en una cimentacion cargada dindmicamente supone esencialmente los mismos pasos que la determinacién de le relacin carga-asentamiento, para una cimentacién bajo carga estitica. En_ambos casos el método consiste en someter una pequefia masa de suelo a los mismos esfuer- 208 iniciales € inctementos de esfuerzo que sulci bajo la cimentacién real. En el caso de cimentaciones cargadas dinémicamente esto significa que el suelo deberia someter se a un esfuerzo esttico inicial igual a los esfuerz0s previ- sibles bajo Ia cimentacién real como resultado del peso rmuerto de Ia cimentacién mis las presiones geostiticas y a variaciones de esfuerzos aproximadamente.iguales alas que pueden corresponder a la solicitud dinémica. La fre- cuencia con la que,se aplique 2 la muestra esta variaci de esfuerzos tiene pequefa importancia Los métodos descritos en las secciones 14.8 y 14.10 pueden utilzarse para estimar una constante de muelle. El método més habitualmente utilizado consiste en el empleo de formulas de la teoria de elasticidad. En la Tabla 14.15 se dan formulas aplicables a cimentaciones rectangular y los valores de los cocficientes que aparecen en estas formulas se dan en la Fig. 15.6. El médulo de deforma- cién tangencial G que aparece en estas ecuaciones puede calalarse por los métodos descritos en el capitulo 12. Esto se suele realizar midiendo la velocidad de ondas tan penciales, bien in sits o en muestras de laboratorio, utili- vando un método de resonancia, El coeficiente de Poisson na utilizar en las ecuaciones puede estimarse en general, con una precision suficiente, como 0.35 para suelos poco saturados y como 0,5 para suelos totalmente saturados. Otro método satisfactorio consiste en realizar una pe- Tabla 15.1 Constantes de muelle para una zapata rectan- gular rigida sobre un semiespacio elistico Movimiento Constante de muelle Reterencia G : Barkan Vertical Sasi (1962) Gorbunov- Horizontal ky = 2(1 + )GB(BLY"* —Possadov (1961) a Gorbunov- Balanceo p BLY Possadov ~# (1961) ss Nata. Los valores def, fx yp s® dan en Ia Fig. 18.6 para diver. 08 valores de Z/ B. 248 El suelo seco Fig, 15.6, Coefciontes do as constanteselistens por cieentaciones recangulares ‘quefia prueba de placa con wna carga iniial igual a la pre visible bajo I cimentacién real mis una pequefia sobre- carga dindmica. La relacién fuerza—asentamiento al cabo de unos 10 ciclos de esta solicitacién proporciona una constante de muelle para la pequefia superficie cargada, Pueden utilizarse entonces los métodos descritos en la seccién 14.10 para extrapolar la constante de muelle al tamafo de la cimentacién real. Resulta evidente que debe aplicarse un considerable raciocinio en la seleccién de una constante de muelle para tener en cuenta la influencia del empotramiento parcial de Ja cimentacién, la estratificacién del terreno, etc. Asentamientos producidos por las vibraciones Los esfuerzos dinimicos en el terreno situado bajo la cimentacién de una méquina producen asentamientos de Ja cimentacién, debiendo evitarse los asentamientos exce- sivos en un dimensionamiento correcto. Como en el caso de Jos asentamientos producidos por cargas estiticas, los asentamientos provocados por las vibraciones en las ci mentaciones sobre arena se deben en parte a la disminu- cidn de volumen pero principalmente a las deformaciones por esfuerzo cortante. EI mejor método para calcular Ia magnitud de los asen- tamiontos provocados por las vibraciones en un caso eterminado consiste en someter una muestra de suelo a Jos esfuerzos iniciales y a las variaciones dindmicas de es- fuerzos previsibles bajo Ia cimentacién. Los asentamientos admisibles como resultado de las vibraciones son prictic mente iguales a los asentamientos estiticos admisibles expuestos en la seceién 14.2. ‘A falta de un programa detallado de pruebas, pueden utilizar diversos principios de dimensionamiento para re~ ducir Ia probabilidad de asentamientos excesivos. La suma de los esfuerzos estiticos y dindmicos sobre el terreno se suele hacer menor que la mitad de la carga estitica admi- sible. Otro métode consiste en someter el suelo de vibra- ciones més intensas que las que se puedan esperar de la cimentacién real. Esta compactacion por vibracion puede realizarse mediante rodillos vibratorios (ver 1a seccién 15.2). También puede utlizase 1a vibroflotacion_ para compactar el suelo (D’Appolonia, 1953). Una condicion tipica es que el suelo debe eompactarse hasta una compa: cidad relativa superior al 70% 15.2. COMPACTACION POR CARGAS DINAMICAS. En muchos problemas, como el proyecto de cimenta- jones de méquinas, el ingeniero debe asegurarse de que las vibraciones no producen una importante compactacién del suelo. Por otro lado, se suelen utilizar deliberadamente las vibraciones para aumentar la compacidad de un suelo, como es el caso de la compactacién vibratoria. La Fig. 15.7 muestra un rodillo vibratorio compactando un terra- pléw de arena. La compactacién vibratoria, que se ha util zado durante mucho tiempo para compactar suelos granv- lres, también se utiliza a menudo para compactar suelos arcillosos. En esta seccion nos referiremos principalmente ala compactacién de arenas. Fig. 18.7., Compsctador vibrator. Estudios de laboratorio La Fig. 15.8 muestra una forma de prueba que se ha utilizado frecuentemente en laboratorio para estudiar la compactacién de la arena por vibracién. Un depésito abierto por arriba se rellena con arena en estado suelto. A veces se coloca una sobrecarga sobre la superficie de la arena. El depésito se somete a vibraciones durante varios, ‘minutos y a continuacién se suprimen las vibraciones mi diendo la altura del suelo y calculando su nuevo peso espectfico. A continuacién se aplica un grado superior de vibracion y asi sucesivamente. La Fig. 159, obtenida tras colocar a dicho deposito ‘en una mesa vibratoria que producia un movimiento pe- riédico vertical, muestra los resultados tipicos de tales pruebas. La arena tenia inicialmente una compacidad rela- tiva proxima a cero. Se producia una compactacién muy ppequelia hasta que las aceleraciones se aproximaban a 1 g y la mayoria de la compactacida se producia para ese va lor © muy cerca de él. La méxima compacidad se alean- zaba cuando Ia aceleracién llegaba a 2 g pero un pos- terior aumento de la aceleracién producia una reduccién fn la compacidad de la arena. En esta arena particular se utilizaron diversas combinaciones diferentes de desplaza imiento y aceleraciéa para conseguir cada aceleracion y, ‘como s¢ muestra en la figura, los resultados eran préctica ‘mente independientes de las combinaciones empleadas. ‘Los resultados de pruebas de este tipo se han interpre- tado frecuentemente suponiendo que la aceleracién maxi ‘ma es la principal variable que controla la compactacion (por ejemplo, ver Barkan, 1962). Sin embargo, las grandes, aceleraciones’ por si solas, en ausencia de cambios consi- derables de los esfuerzos, pueden no producir aumento de ‘compacidad (Ortigosa y Whitman, 1968). Por otro lado, como se ha comentado en el capitulo 10, el aumento de esfuerzos produce una compactacién relativamente pe- quefia de la arena, hasta que los esfuerzos son suficiente- ‘mente grandes como para fracturar las particulas. Eviden- temente una cierta combinacién de factores es la que produce en la arena la elevada compactacién conseguida por la vibracién Los efectos producidos en Ia prueba de ‘ibracién pueden determinarse considerando el equilibrio dindmico de fuerzas en los diversos instantes de un ciclo de movimiento (ver la Fig. 15.10). Cuando el depésito acelera hacia arriba, las fuerzas de inercia tienden a aumentar las presiones por encima del valor estético, Cuando la aceleracién es hacia abajo la fuerza de inercia se opone al peso del suelo. Asi pues, si Fig. 158. Prucbe rvtinarie de taborsto ‘sumonto de compacidad de la rene por madio deta vibracin. Solicitaciones dindmicas del terreno 249 196 ______, [Prt on pen [tape eta : oO" Arpitad = 3m : ets © Aopltad = 6mm i © Apit roid Eis 3 Arpt - | 145 ten z 1920394080 ‘Aeseracion mina sala (—) Fig, 159. Resultodos tipieos obtenios on el estudio de nborstorio ‘ea compsetacién por vibracién. (Sept D’Appotonia, 1967) la aceleracién méxima del depésito es OS g, Ia presion vertical a cualquier profundidad dentro del suelo varia entre 1.5 y 0.5 veces la presion geostitica. ‘Sin embargo, sila aceleracién maxima del depéxito es superior, a 1g, la interpretacion de la prueba es mucho ‘mis complicada (ver Ia Fig. 15.1). En el punto de cada ciclo en que Ia aceleracién del depésito hacia abajo vale 1g, la presion vertical en el suelo desciende a cero. Como la arena no puede soportar tensiones, es incapaz de acom paliar al depésito en su siguiente movimiento y suite una “aida libre” hasta que choca contra el depésito al final del ciclo. A continuacién Ia arena y el depdsito se mueven juntos hacia arriba, hasta que se vuelve a producir la se- paraci6n, repitiéndose el ciclo. La aparicién de Ia caida libre es lo que distingue las pruebas con accleraciones de 1 g 6 mayores (cuando se produce considerable compactacién) de aquéllas en las {que las sceleraciones son inferiores a1 g (con pequefia compactacién). En la caida libre, las particulas se separan lunas de otras y por tanto son libres de buscar posiciones de compacidad méxima cuando vuelven a caer sobre una superficie fija. De manera andloga, se ha encontrado que por vertido de arena en un depésito, se puede coseguir ‘una compacidad tan grande como la que se puede alcan- zat por vibracién (ver por ejemplo Whitman, Getzler y Hoeg, 1963). Asi pues, aunque ain no se conocen bien en Cola de tra 2 ‘yen nts. cca =e ssn vasa 1 eure de ttt Fig, 15.10. Fuerzas que actian sobre un {ido a vibraciones vertieaes. 250 El suelo seco Ja compactacién los fenémenos implicadas, la ausencia de presiones efectivas durante una parte de cada ciclo de movimiento parece ser Ja causa del eficaz aumento de ‘compacidad. Frecuentemente se utilizan las vibraciones en las prue- bas para determinar la compacidad maxima de una arena, con el fin de calcular la compacidad relativa (ver Ia seccién. 3.1). De la discusion anterior se deduce que las condicio- nes de a prueba tienen gran influencia sobre la méxima ‘compacidad alcanzable en la misma. Para las determinacio- res de la compacidad relativa es esencial el empleo de ‘métodos normalizados, tanto para determinar la compact dad méxima como la minima (ver ASTM, 1967). Compactacién vibratoria En general se admite que los suelos granulares se pue- den compactar eficazmente en obra mediante rodillos vi- bratorios, pero se carece de datos sobre las posiblidades y limitaciones de este tipo de compactacién. Ha sido realiza do. un estudio por Forssblad (1965). Los resultados dados en este apartado corresponden a D’Appolonia y Col. (1968) El rodillo vibratorio tipico, como el que aparece en 1a Fig. 15.7 esté formado por un tambor soportado por pe- sados muelles pendientes de un marco o bastidor. Dentro dol tambor una masa excéntrica gira répidamente en toro al ¢je del mismo, produciendo una fuerza periédica sobre el rodillo. El propio rodillo pesa unas 2 ton pero la fuerza periddica es varias veces mayor, de forma que el rodillo se Tevanta y se deja caer libremente contra el terreno en cada ciclo, produciendo grandes presiones de impacto. La Fig. Fig. 15.11. Desptazamiontos y presiones productos por Is vibra ‘in vertical con une actleractén maxima superior a 1g Nota. Ld aeeracion maxima del reciptente vale 2 g con 25 eps. Inmediamente A030. bo ibid te desma de roi whet tt odio ‘ uo i mae traci a ie Mina dels meng ~ mp sn Fig, 15.12. Curvas presionsiempo y aceleraciOntiempo para una profundidad de 0.45 m en arena bajo un rile vibrator (Seat DrAppotonia,y Col, 1968). 15.12 muestra las presiones y aceleraciones medidas en tuna arena bajo un rodillo, en un ciclo de movimiento. Puede identificarse en estos diagramas el impacto del ro- «illo contra el terreno y Ia posterior elevacion del suelo fen un estado de caida libre. El levantamiento de las par- Uiculas de Ia superficie de la arena es visible en la Fig. 157, El aumento de peso especifico con la profundidad para distinto mimero de pasadas de rodillo se muestra en la Fig. 15.13. La compactacién mas eficaz se consigue a una profundidad de unos 60 cms, que, como se indica en la Fig. 15.14, es la maxima profundidad a ia que se anulan las presiones efectivas durante la elevacion de las particu- las, En un gran nimero de pasadas se puede conseguir una cierta compactacién a una profundidad de 1.50 m y esta compactacién, relativamente ineficiente, se debe probable- ‘mente a miltiples cielos de presién dindmica, Los 15 em superiores reciben escasa compactacién probablemente de- bido a la violenta agitacién (se han observado acelera- Paw epecticn eo (ole?) 150 150 10 a a | Ned patos zo T 5 3 | g B 90 ——+ z & s20| esecico LF (conn?) 150} dito de 5.7 ton 221 180 Fig. 15.18. Compactacién producida por un roxio vibratoio (Se 1958 D’Appotonia'y Col, 1968). 6055 to ; 2215 os Linas de a ° a 5 3 ‘ m3 3 | u 80 woo CO ‘Distancia rz! fem) Fig, 15.14. Linoas de igual pregién méxima vertical (nia) bajo Un rodilo vbratorio, en kgfemé Gogin O'Appoloniay Cal, 1963). ciones de més de 3 g) producida en esa zona después de pasar el eje del rodillo (comparese con la Fig. 15.9). Una caracteristica interesante de estas observaciones fueron las grandes presiones horizontales provocadas como resultado de las diversas pasadas sucesivas del rodillo (Fig. 15.15). Las presiones horizontales resultantes fueron su- periores a las presiones verticales geostiticas. arece ser que la accién de los rodillos vibratorios en las avcllas es bastante diferente que en las arenas. La compactacién de Ia arcilla se consigue probablemente por ciclos sueesivos de presiones provocadas por impacto, ‘Aumento de compacidad producido ‘por Ios terremotos Los terremotos producen una aceleracién vertical de la superficie del terreno, pero estas aceleraciones son dema- siado pequeflas (como maximo 0.3 g) para producir un aumento de compacidad. Los ferremotos producen tam- bign aceleraciones horizontales que, como se indica en la Fig. 15.16, dan lugar a esfuerzos tangenciales. La direc: cion de estos esfuerzos tangonciales se invierte muchas veces en un terremoto de fuerte intensidad, al variar la Gireceién de la aceleracién. Asi pues, las condiciones del terreno en un terremoto son semejantes @ las de una prueba de corte directo con varios cambios en la direccién de corte Durante terremotos importantes se ha producido el hundimiento del terreno. Parte de este hundimiento es el resultado del movimiento tecténico del manto rocoso, pero otra parte se debe a la compactacién del suelo. En. ‘Valdivia, Chile, el hundimiento debido a la compactacién producida durante el terremoto de 1960 fué superior a 1 ‘m, Una parte, aunque’probablemente no la totalidad, del hhundimiento producido durante los terremotos esté as0- ciado con el fenémeno de licuefaccidn (ver la seccién 32.10) Solicitaciones dinimicas del terreno 251 24 T 5 Presoneso una | | __ prota 5 Todo de 55 ton 327.5 epi ‘Oriente det i dor de oresoned =21— fl f i bee ele ow 7 12 51920-80100 mera de pasades Fig, 15.15. Ineremento de tas presiones herizanales bafo un ro illo vibratorio (Sagun D'Appoloniay Col, 1968). 153. ESTABILIDAD DINAMICA DE TALUDES Cuando un talud esté sometido a un terremoto, los es- Fuerzos tangenciales asociados con la aceleracién del terre- no (Fig. 15.16) se suman a los esfuerzos tangenciales necesarios para el equilibrio estético y pueden producir luna inestabilidad temporal del talud. ‘Las caracteristicas principales de este problema pue- den estudiarse examinando el caso de un bloque apoya- do sobre un plano inclinado (Fig. 15.17). Si se acelera el bloque en una direccién paralela al plano, la fuerza tangencial entre el bloque y él plano debe ser diferente de T, fuerza tangencial necesaria para el equilibrio esté- tico. ‘Como la fuerza tangencial es limitada (no puede ser superior aN tan g, donde NV es la fuerza normal y @ cl ngulo de friccién), la aceleracién que el bloque pue de sufrir es también limitade Aceleracin méxima hacia artiba we 5 Weos Otang — W sen 6 A’ = cos Otan gd — send [Aceleracién maxima hacia abajo A’ = cos 0 tang + send Si el coeficiente de aceleracién maximo del talud A es menor que 4’, el bloque y el plano se moverdn conjunta Columns de ata + scr untaria. Fig, 15.16. Foeram que actdan sobre un elemento de sustosometi oa vibrociones hod zontales. 252 El suelo seco eciersion A’ Pano incinade Blau Tiago Velsiaas corn es Teap Bre? — © Fig. 15.17. Movimiento raative entre un bloque y un plano incl ‘do bao une salietaciondindmics mente, sin desplazamiento relative. Sin embargo, $i A' Ejemplo 16.1 y #0 - ~ | 1 teams] + {td Off | ast epg 2 | | I cmt 42 0 ui 0. | @ I 2 : cel \ | | a + $29 +90 | est tnt?) or) paptu | °o 10 20 30 Fig, E16.1. Esfuer2os on ol tereno. a} Perfil de terano, bl Exuerzos a diferentes pcofundidades.c} Esfuerzos en A sues (ton?) o 260 Suelos con agua ~ Régimen estitico o flujo establecido price bozo Supe ondulads roves de spurts ‘contacto Vit en plant de la parti era por la sperice ion mpl ea Ge contacto correspondent 3 ‘oes ond | © Fig, 16:2. Supertcie de contacto. total del fluido, “presion osmética”, entre los puntos 2 y 1 es numéricamente igual a la repulsién eléctrica entre particulas. Es decir, la presiOn repulsiva eléctrica R mis la presién intersticial’ uw constituyen la presién total del fluido que existe en el plano medio entre particulas adya- centes. La naturaleza de las fuerzas eléctricas entre las particulas de suelo ya se ha estudiado en capitulos ante- ‘Como hemos dicho, la ecuacién 16.7 es una expresién general y correcta de los esfuerzos de equilibrio que actiian normalmente a un plano dado. Para ciertos siste ‘mas de suelos o para sistemas en los que puede estar justi- ficado hacer aproximaciones, existen casos especiales de la ccuacién 16.7. Por ejemplo, son casos especiales de este tipo’ 1. Suelo saturado 0 = Faq + tty + R-A (168) 2. Suelo saturado sin contacto mineral-mineral: o=uytR-A (163) 3. Suelo saturado sin R- A neta OF, + ty (16.10) Gay, + t(l — ay) (16.100) La ecuacién 16.8 corresponde a un suelo saturado; ta ecuacién 16.9 sirve para sistemas muy plisticos y disper- 508 como la montmorilonita (Fig. 5.16b); la ecuacién 16.10q se aplica a suelos granulares. Basindonos en lo expuesto podemos encontrar como ‘minimo dos casos en los que se pueden visualizar fisica- ‘mente los esfuerzos efectivos en un suelo saturado: 1, Para el caso de inexistencia de contacto mineral- mineral: a=R-A (16.11) 2, Para el caso de no existir R-A neta: b= Guay (16.12) y como 8 es muy grande ow Fay, (16.122) En otras palabras, en una arcilla muy plistica, saturada y dispersa, el esfuerzo efectivo es la carga eléctrica neta iransmitida entre las particulas y en un suelo granular con tun elevado grado de saturacién el esfuerzo efectivo es aproximadamente igual a la presién de contacto multipli- cada por el érea de contact ‘Lo expuesto nos ayuda a comprender por qué el es- fuerzo efectivo esti intimamente relacionado con el es- fuer2o transmitido por el esqueleto mineral. Por esta ra- zn, 0 se sucle denominar a menudo esfuerzo intergrs ‘ular, Estos argumentos fisicos detallados estan en cierto desacuerdo en cuanto a Ia exacta relacién entre los esfuer- 208 en el esqueleto mineral y fos esfuerzos efectivos (ver por ejemplo, Skempton, 1961). Sea de ello lo que fuere 3 (definida por Ia ecuacién 16.5), ha servido de base para la interpretacién del comportamiento del suelo. Volviendo ahora a Ia ecuacién 16.7, consideramos un suelo parcialmente saturado. Si el aire de un suelo parcial- ‘mente saturado esté en forma de burbujas, son aplicables los comentarios anteriores sobre suelos saturados ya que _——— | aa “a 2 : ——————) 14 = uy = presi osmstica = R R= RT ~m) donde Ry = constante de los gases T = temperatura absoluta 1m = concentracién de jones en 1 a zm = concentracién de iones en 2 Fig. 163. Presin intersticial o de poco. podemos hacer pasar nuestro plano ondulado en tomo @ las burbujas, evitando que exista aire en Ia superficie de contacto. Sin embargo, si existen canales de aire como los indicados en la Fig. 5.1, debe tenerse en cuenta este aire en la ecuacién de fuerzas Definamos el esfuerzo efectivo en un suelo parcial mente saturado como g=o-u (16.13) donde u* es una presién intersticial equivalente y UF = yay + talty (16.14) como im 20, dg tag wl y UP A ty + dgly — Hy) (16.15) y Fao Hy + aglig — U4) (16.16) la ecuacién 16.16 es la del esfuerzo efectivo en suelos par- cialmente saturados, propuesta por Bishop y Col. (1961). En general, el principio de esfuerzos efectivos es clara- mente aplicable a suelos saturados. Se requiere una mayor investigacién para conocer si la ecuacién 16.16 es real- mente util para Ja interpretacién detallada del eomporta- miento de los suelos parcialmente saturados. 164 CAPILARIDAD EN LOS SUELOS. Existe una gran evidencia de que una superficie liquida resiste tensiones* debido a la atracci6n superficial entre moléculas adyacentes. Esta atraccién viene medida por la tensiGn superficial, una propiedad constante de cualquier guido puro en contacto con otro Iiquido © con un gas a una cierta temperatura. Un ejemplo de esta evidencia es el hhecho de que el agua puede ascender y mantenerse por encima del nivel de presion atmosférica en un tubo muy fino 0 tubo capiler. Este fenémeno se denomina comin- mente eapilaridad. La capilaridad permite que un suelo seco succione agua a niveles por encima del freético; también da lugar a que tun suelo drenante retenga agua por encima del nivel fred- tico. La altura de la columna de agua que un suelo puede mantener de esta forma se denomina altura 0 carga capilar ¥ es inversamente proporcional al tamafto de los poros del suelo en el contacto aire-agua?. Como cualquier suelo tiene un mimero casi infinito de poros, puede existir un ‘mimero casi infinito de alturas capilares. En otras pa labras, la altura de la columna de agua que puede mante- nnerse depende del tamafio eficaz de los poros. No existe por tanto una altura capilar nica para un suelo; Ia capi- 2 La altura de ascenso en un tubo capilar he e& hem eco my peso erpecitico del liguido tensén superficial del Luido Angulo de contacto entre el liquide y el tubo adlo del tubo El concepto de esfuerzo efectivo 261 Sra te surcén (52) CO) Fig, 164. Alturas capiares en un suelo laridad queda comprendida entre valores limites que pue- den explicarse mediante el dispostvo dela Fig. 10-4 1a Fig. 16.4a muestra una columna de suelo no cohesi- vo: en la pare (6) se ha representado un diagrama de la variaciéa del grado. de satiracién con la distancia por encima del nivel frestico. Sila columma de suelo estviera inicialmente saturada y se permiticr su drenaje hasta al canzar un estado estético, la dstibucién de humedad ven- dria representada por le linea A. Si, por otro lado, s= coloca la columna de suelo seco sobre el depétito’ de agua, la linea B representaré la distibucign de la hume dad de equilibrio. Las Ifneas A y B representan los dos casos limites de distibuciSn de humedad capilar en la colamna de suelo indiada Resulta ldgico suponer que el punto a de fa curva de drenaje (Fig. 164) sea el nivel maximo hasta et que podré existt un canal continuo de agua por encima do la super- fice de agua libre. Por tanto, esta distancia se toma como altura capiar maxima hes, Otro panto critico de la curva del grado de saturacion para un suelo drenante es la altura maxima para la cual ‘existe. una situracion completa (punto 6, Fig. 16) La distancia desde la supertci bre el agua hasta este punto se denomina altura de saura- cin capita hes. En la curva que representa el aicenso capilar existen también dos puntos criticos. La distancia desde la super- ve la st pnt. min «au pd ascender el agua caplar (punto c, Fig. 16.4) se denomina ascenso capil, hep. La distancia desde la superficie del ‘gua libre ala maxima altura para la que existe saturacin 2 Loe tiempos necesrios para alcanzat el equllbrio dependen ‘mucho del tipo de suelo, Generalmente se requleren tiempos muy argos para lopar ala ine | 262 Suelos con agua — Régimen estitico o flujo establecido completa (punto d, Fig. 164) se denomina altura capitar ‘minima hen. Las cuatro alturas caplares indicadas constituyen limi- tes de la posible gama que puede presentar un suelo. Cual- quier altura capilar asociada con el drenaje de un suelo estard comprendida entte iter y Ties, y la asociada eon el ascenso capilar seré intermedia entre fier y hen. Como al tamafio de los poros y el contecto aireagua de- terminan la altura capiar, es razonable suponer, en el caso de una columna de agua descendente, que un pequefio poro puede desarrollar un mecanismo capaz de soportar el agua en poros més grandes situados bajo su nivel, aunque no pueda hacer ascender el agua a tavés de estos huecos, mayores. Se puede esperar por tanto que hes sea mayor Que her, y que fics supere a hen. Entre los dos extremos lew y lten existen miltipls at turas capilares. La altura capilar efectiva en los casos en aque existe capilaridad dependeri de cada problema par- ticular, pero estard comprendida en la gama de alturas ariba descritas. Para comparardiversos suelos y en cirtos problemas de drenaje, es de gran valor Ia altura capitar de saturacién fh, Ademds esta altura se mide con bastante facilidad. La Tabla. 16.1. presenta datos obtenidos por Lane y Washburm (1946) que indican la gama de alturas eapilares en suelos no cohesvos. ‘Tabla 16.1 Cargas capilares Cara Tamato eapliar ae em) particuls —RelaciSn suelo Bio tmm) —devacios her hee Grava S460 cama 020 284200 cana 030 Ws 200 Gra 00s "04s 1060 sto sem oul 2720 ea Ae 002, OB-065 2396 1200 anmafina 002036651120 Limo 0.006 —_0.95-0.93 359.2 180.0 Segin Lane y Washburn, 1946. Es un concepto esencial el hecho de que el agua capilar ‘se mantenga a una presi6n absoluta inferior a la atmos- férica, es decis, a una presién manométrica negativa. Para aclarar este concepto consideremos la presion del agua intersticial en dos puntos de la columna de suelo de la Fig. 16.5. En esos puntos, 1 y 2, se han colocado los tubos piezométricos indicaéos. En los extremos abiertos de ambos tubos el nivel del agua coincide con el frestico; Fig, 165. Presiones one ogue capil por tanto, la presiGn interstcial en el punto 1 es negativa ¥y numéricamente igual ala distancia vertical desde el nivel, fiedtico hasta el punto 1 muftiplicada por el peso especi fico del agua y la presién intersticial en el punto 2 es también negativa e igual a Ia distancia vertical desde el punto 2 al nivel freético multiplicada por el peso especiti co del agua. FI que la columna de suelo de la Fig. 16.5 esté inicial- mente seca y después se sumerja en agua o esté ini cialmente saturada y se deje drenar no tiene influencia sobre la presién intersticial en un punto determinado, La resin intersticial a cualquier nivel de la columna es igual fla altura de ese punto sobre el nivel fredtico multipli- ceada por el peso especifico del agua, siempre que exista, ccontinwidad en el agua estitice. La Fig. 16.4 muestra que no existe una relacién tiniea entre el grado de saturacién y Is altura sobre el nivel fretico; esta relacién depende de la historia del suelo. La Fig. 16.5 indica que, para el equilibrio estitico (y cana. liculos continuos de agua) la presiGn intersticial en un punto cualquiera es exactamente igual a la altura de dicho punto sobre el nivel fredtico multiplicada por el peso especifico del agua, cualquiera que sea el grado de satura~ tion. Combinando ‘ambos hechos se llega a la conclusion dde que la presién intersticial no es una funci6n Gnica del grado de saturacién sino que también depende de Ia his- toria de la muestra de sueto. 16.5 CALCULO DEL ESFUERZO EFECTIVO EN EL CASO DE AGUA FREATICA ESTATICA El ejemplo 16.1 muestra el céleulo de las presiones ver- ticales en un terreno ideal. Fl ejemplo 16.2 desarrolla el céleulo para un terreno real, una zona industrial de Kawa saki, Japén, Debajo de 15 m de arena y limo sé encuen: fran’ tres estratos de arcillas sedimentarias depositadas recientemente. Estas tres arcillas estin compuestas de los ‘mismos minerales pero se han depositado bajo condiciones. sgeol6gicas ligeramente diferentes y, por tanto. tienen dis- tintas propiedades mecinicas. Debajo de estos estratos arcillosos existe una capa de arena compacta, limpia, ‘Se construyé un muro en tomo al recinto y se drag6 un canal con objeto de que los petroleros pudieran atracar fen un dique de orientacién normal a muro, El plan de desarrollo de la zona prevé la construccién de un cierto rnimero de depésitos de almacenamiento proximos al canal. En el diagrama se muestra uno de estos depésitos, que tiene 30 m de diémetro, 13.80 m de altura y una eapacidad nominal de almacertamiento de 10,000 m*. La cconstruccién prevista plantea problemas de estabilidad y asentamiento que deben estudiarse. El factor de seguridad respecto a la falla del suelo situado bajo el depésito debe ser adecuado y debe calcularse el asentamiento del depé- sito con objeto de tenerlo en cuenta para las juntas y conexiones de las tuberias. Como demostraremos més adelante, una primera fase esencial del cdleulo de estabi- lidad y de los asentamientos es la determinacion de la pre- sién 0 esfuerzo efectivo que existe en el terreno antes de realizar la obra En el diggrama se incluyen los grifieos de variacién de la presién total vertical ay, de la presiOn intersticil uw y de la presion efectiva vertical ay, a diferentes niveles, Las presiones entre las cotas +4.0 y +33 se han deducido suponiendo saturacién y capitaridad completss. ‘La presin intetsticial representada corresponde al caso de régimen estitico y nivel fredtico a la cota + 3.3. Como, nivel Tredtico se tomd aquél al que Hegaba el agua en los, ppozos abiertos en la arena limosa 0 en los sondeos*. La hhipdtesis de agua fredtica estitica es muy comin, aunque ‘no siempre correcta, especialmente en un lugar como Kawasaki en el que ha existido una colocacién reciente de rellenos, Ademds, en la zona de Kawasaki se han perfora- do poz0s hasta el estrato arenoso profundo con objeto de ‘obtener agua para usos industrales. Debido al reciente relleno y al bombeo en Ios pozos de la zona, debe mirarse ‘con prevencién el diagrama de presiones intersticiales y el de presiones efectivas con él relacionado. Por esta razén, se colocaron medidores de presién (piezimetros PI a P6) a las cotas indicadas. Si los piezdmetros hubieran sefialado que la presién intersticial era de hecho igual a la distancia desde el apara to al nivel fredtico multiplicada por el peso especifico del agua, serian eorrectos los diagramas de presiones intersticia- les y efectivas indicadas en el ejemplo 16.2. Sin embargo, existe una desviacién considerable entre la presién inters- ticial real y el diagrama estitico, siendo la hipotesis, hidrostitica bastante incorrecta para Ia zona de Kawasaki Las medidas de la presion intersticial real se indican en el Jo 17, donde se discuten los detalles de caleulo de las presiones intersticiales efectivas correctas. El ejemplo 16.2 muestra cémo se determina el diagrama de presiones intersticiales para un caso estatico. 4 Debe esperarse hasta que el nivel del agua se quede estacio- nario para obtener por este método la superficie fredtica cor El eoncepto de esfuerzo efectivo 263 1 ineremento de la presién total Aor z= obtavo mut tiplicando el espesor del estrato por el peso especfico det sielo, Como. peso espectfico total se utili. para este cileuio el vlor medio. corespondiente al strato. Et hecho de que s6lo Se dé una relacon de vacios y un peso especitico para cada estato no debe llevarnos a faconchi- sion de suponer que estos valores son constantes en todo @h estrto, La Tig. £16.22 presenta los resultados de una prueba edométrica realizada con una muestra’ de la arcilla II Este diagrama, que relaciona la preson sfectiva en escala logaitmica con la relacion de vatos, es una recta. Como se advierte en el diagrama, el peso especifico fotal dela aca Il varia resimente desde 1.49 ton/m? en la parte superior del extrato acilloo 3 1-SI en la base, varia Seen muy pequetis. La adopcién de 1/50 como peso espe Siti total de (odo el estrato es, por tanto, aceptable. Sin embargo, sila variacion real de presionesefectvas de 75 tonne se hubiera producido al pasar de 2.0.29. et lugar de 19.6 0 272 la variacin de la relacin de vacios habria Sido de 0.67 en lugar de 0.15. En otras palabras, debemos tener presente que, en general, as vriaciones dela rlscién de wacfos son mucho mayores, para un incremento de pre- sion determinado, a un nivel de presiones muy bajo que 8 tn nivel elevado, Cuando exist una reduceion notable de Is relacin de vacios con la profundidad en un estrato deter- minado, fa representacin de es presiones totales en fun- Gin de la profundidad no resulta una linea recta, sino Inds bien una curva, con un gran incremento de presiones totales para una veritcién determinada de cota al avanzar tn profundidad. En tal cao, of estrato de arcilla puede ise en varias capa, deienminando la construccion de cada una de ellos a presion total. ejemplo 16.3 mucsra el calowlo de las presiones en un suelo no saturado, Se parte de una columna de arena fina uniforme, de-porosidad constante. El suelo estaba inicialmentesaturado. permitiendo después su drenaje con fl nivel Tredtico.mantenido.a la cota cero. Después de flcanvar el equilibrio estatico se realizan_ medidas. del grado de saturacion en diversos puntos de la arena dibu Jando un grafico que relaciona el porcentaje de sturacion ton ln altura de la cota. A la derecha de /a figura se han fepresentado las diversas presiones correspondientes a cada cota Ti diagrams alturaresin intersticial es una linea recta que aamea_do cero en el nivel fedtico, cots 0, hasta ‘YS gu/cm?-a fa cola 180 cm, La preson vertical total ay es el peso total de suelo y agua por unidad de super fis, por eneima del punto en cbestion. Como el grado de Satuiacign varia con la cota, el peso especifico total det Suelo también varia, y el diagrama de presiones totales no es una linea rec En el extromo de In derecha se ha representado la dife- rencia ent la presion total y Ia presin inerticil. Se fbtuvo simplemente restando la presién intersicial de la presign total, como la. presién interstcial es nepativa en fodos los puntos, el valor numérico dela presiGn intest- cial se sumo al de Ia resign total. También se indica en €l grafico la curva a’ ~ (S/100Mw, es decir, Ia presion 5 La comma e-log ay s¢ ha prolongado hasta Ia zona de estuct- 20% pequcios. ee | 264 Suelos con agua — Régimen estético o flujo establecido > Ejemplo 16.2 0000 m? eo Depisto m? ona Aca en lio =045 Be ax 107 ymax 10 rl | ° ED co « Cy Pr tan) Fievacion] Suelo | | a | dy | o% +4.0 1 = 0 07 07 larenactimg 10 | o7 | 13 433 w/o 13 lArena-timo| 1.80 | 143 | 25.7 —0 mo | m3 | m7 arctiat | 170 | 10 | 170 =a wo | ma | or arctan | 130 | is | ms 66.5 39.3 ; m2 ‘Arcilam| 175 | 1s | 262 =st az | sa | 386 Fig. €16.2-4. Caracteriticas del tereno de Kawasaki. El concepto de esfuerzo efectivo 265 > Ejemplo 162 (continuacién) cure edomiin- ait I] G= 260 12 3 #5678910 2 30a 80 60 Pres let, 0 (toe) Fig. £16.22. « » Ejemplo 16.3 gee ‘3 — 100 00 10 Grado de surctn (Fe) Fig. €16.3. Presiones en un suelo no saturado. < 266. Suelos con agua ~ Régimen estético o flujo establecido efectiva definida por Ia ecuacién 16.16 con ue=0 y ay = $/100. A ‘una cierta altura en una columna de arena fina, como la del ejemplo 16.3, el agua intersticial deja de ser continua. Por falta de continuidad en el agua intersticial, la presién del agua ya no es funcién tniea de Ia altura por encima del nivel fredtico. El agua puede quedar atrapada en poros situados muy por encima del nivel frestico, man- teniéndose incluso con presiones positivas. Como puede advertirse por el ejemplo 16.3 existe una considerable diferencia entre los valores de o-ww y o- (S/100\4. por encima de la cota 40." El diagrama 0-(S/100¥4» se ajusta mas probablemente a las presiones representativas del comportamiento del suelo que el di grams ote 166 RESUMEN DE PUNTOS PRINCIPALES 1. La presién 0 esfuerzo efectivo se define por 4. Suelo saturado. », Suelo parcialmente saturado: Eom tet Oglty 2. Para esfuerzos geostiticos y presién intersticial es- titi: a= >% bo w= iy 6 ake. 3. En suelos granulares, el esfuerzo efectivo es aproxi madamente igual ala presién de contacto. multi plicada por la relacion entre el area de contacto y frea total 4. En general, la presién efectiva es esencialmente Ia fuerza transmitida por el esqueleto mineral, dividida por el drea total de la seccién 5. En la zona capitar de humedad continua Ja presién cs negativa y on cada punto es numéricamente igual a la aitura de dicho punto sobre el nivel fredtico multiplicada por el peso especifico dol PROBLEMAS 16.1 Para ta arcilla del estuario del Tamesis, en la Fig. 17.10 representar oe, wy 8 en funcién de la ‘cota, para una profundidad de 12 m. (Compérese el diagrama de 0: con el que se da en la Fig. 7.10). 16.2 Con referencia al perfil del terreno del South Bank en la Fig. 17.8. {Cuil seria el miximo valor de ov una profundidad de 40 m? 4. El 6y calculado a partic de la presién intersticial es- titica. b. El dp calculado a partir de la presién intersicial in- cada por el tubo de la Fig. 7.8 iCual es la magnitud de la diferencia entre los dos va- lores de 64? 16.3 La capa fredtica, en el ejemplo 16.1, asciende 2 1m (por efecto de la marea) mientras que la superficie del terreno petmanece constante. Caleilense los valores de ov, %., w On y Bp para el elemento A. 164 El area de contacto relativa de Ia arena situada bajo el centro del depésito a la cota 5 men el ejemplo 16.2 es 0.196. Estidiese Ia probabilidad de fractura de las particulas de arena al llenar el depésito de agua. 16.5 La altura de la columna de suelo de la Fig. 16.40 es de 2.00 m. El suelo (arena fina) tiene las siguientes propiedades ¢ = 0.473 (constante con la profundidad) G = 209 Para el caso de drenaje completo (linea A) calcular para el punto a’ tor ty ay Oy Be Indicacién: La presién del aire sla atmosférica. Supénganse presiones geostiticas. 16.6 Con referencia a la Fig. 5.165, caletlese Ia pre sién efectiva para una separacion entre particulas de 40 A. La separacién se mantiene constante afladiendo sal al ‘agua que envuelve las particulas. La presién efectiva, jaumentaré o disminuirs? Expliquese por que. CAPITULO 17 Paraicio Gazrino C. Flujo unidimensional 17.1. NATURALEZA DEL FLUJO DE FLUIDOS EN LOS SUELOS En Jos capitulos 17, 18 y 19 se estudia el flujo* de Aluidos (principalmente agua) a través del terreno. EI inge- rniero debe conocer Ios principios del flujo de fluidos para resolver los problemas correspondientes a: a) la velocidad ‘2 que el agua fluye a través del suelo, por ejemplo para ddeterminar el caudal de fugas a través de una presa de tie- ra, bj a Ia consolidacién (por ejemplo para calcular la velocidad de asentamiento de una cimentacién) y ¢) la resistencia (por ejemplo para el cilculo de los factores de seguridad de un terraplén). Estos capitulos pretenden re- saltar la influencia del flujo sobre el suelo a través del cual se produce; en particular en lo referente a los esfuer- 208 efectivos. En general, todos los poros del suelo estin conectados ‘con sus vecinos. Los poros aislados son imposibles en una agrupacién de esferas, cualquiera que sea la forma de la misma. En los suelos gruetos, gravas, arenas e incluso limos, es difieil imaginar poros aisados. En tas arcllas for~ ‘madas como es habitual por particulas aplanadss, podrian existit un pequefio porcentaje de huecos aislados. Las fotografias con microseopio clectrénico de arillas natura- les sugieren, sin embargo, que incluso en los suelos de grano mis fino todos los huecos estén interconectados. Como os poros de un suelo estin aparentemente comunicados entre si, el agua puede fluir a través de los suelos naturales mis compactos. Asi pues, en una colum: nna del suelo, como la que se muestra en la Fig. 17.1, el ‘agua puede circular del punto A alB. Realmente el agua no sigue en este flujo de A a B una linea recta a velocidad ‘constante, sino mas bien un camino ondulante de un poro a otro, como el representado por Ia linea continua de la figura. La velocidad del agua que fluye en un punto cual: gquiera de su trayectoria depende del tamafio del poro y de su posicién en el mismo, especialmente de su distancia fa la superficie de la particula de suelo mds proxima. Sin fembargo, en problemas de ingenierfa de suelos el agua puede considerarse que fluye del punto A al B segin una Tinea recta con una determinada velocidad efectiva + Los términos flujo, comiente,fltaciin, exeurimiento, et. se empican en diversos paiver de habla eastllana para desinac el fenémeno de ctculacin de agua a través de un suelo. (N.T.) 172. LEY DE DARCY ‘Alrededor de 1850, H. Darcy trabajando en Paris, rea- liz6 un experimento clisico. Utlizé un dispositivo seme jante al que aparece en la Fig, 17.2 para estudiar las pro- ppiedades del flujo del agua a través de un lecho filtrante e arenas, Hizo variar la longitud de ta muestra Ly ia pre- sim del agua en las partes superior e inferior de 1a misma, ‘midiendo el gasto Q a través de la arena. Darcy encontrd experimentalmente que Q era proporcional a (ity — hee )/L. y que = kiA ary Q = gasto (descarga) k= tuna consiante conocida actualmente como coe! ciente de permeabilidad de Darcy! hy = altura, sobre el plano de referencia, que alcanza fl agua en un tubo colocado a la entrada de la capa fitrante hig = altura, sobre el plano de referencia, que alcanza el agua en un tubo colocado a la salida de la capa filtrante L = longitud de la muestra A = Gea total interior de la seccidn transversal det re- cipiente que contiene la muestra fa = hy L 4, el gradiente hidréulico La ecuacién 17.1, conocida como Ley de Darcy, es uuna de las piedras miliares de la mecénica de suetes. En el siglo en que Darcy realizé su monumental trabajo, Ia ecuacién 17.1 sufsié numerosos eximenes por miltiples investigadores. Estas comprobaciones demostraron que Ia ley de Darcy es vilida para la mayoria de los tipos de 2 kn ef capitulo 19 s¢ estudia esta importante propiedad del suo; Ia permesbilidad, Los valores dados en el capitulo 19 rues tran une omplin gama de varacin, desde mis de 1 cme para 18 fava hasta menor de 1 X 10°" cmjsex para la ail 267 268 Trayeeois a ale mecrsipice Trayectovie x wes miosis Fig. 17.1. Trayectoria dat fy de agua en un suelo {ujo de fluidos en los suelos. Para la filtracién de liquidos ‘2 velocidades muy altas y la de gases a velocidades muy bajas o muy altas, Ia ley de Darcy deja de ser vélida. La validez de la Ley de Darcy se trata mis adelante en este capitulo, 17.3. VELOCIDAD DE FLUJO Volts toes twin yA wap (17.2) Como A es el érea total del recipiente en la parte situa a por encima del suelo (Fig, 17.2), v es la velocidad del movimiento descendente de una gota de agua desde la posicién 1 a la 2, Esta velocidad es numéricamente igual a ‘ki; por tanto, k puede interpretarse como la velocidad de descarga para un gradiente unidad, es decir, k= v/i 6 k=y para un gradiente igual a | ete. a] | | nl | rae ad Fig. 17.2. Experimonto de Dorey. ‘Suelos con agua — Régimen estitioo o flujo establecido De la posicién 3 a la 4 (Fig. 17.2), una gota de agua fluye a mayor velocidad que de Ia posicién 1 a la 2 ya que el rea media de.los canals de flujo es més pequefia Esta area se ha representado en la Fig. 17.3, que es el ‘mismo dispositive de la Fig. 17.2 separando las partes de mineral y poros. Mediante el principio de continuidad podemos relacionar la velocidad de descarga » con a velo cidad efectiva media de flujo a través del suelo v, de la forma siguiente; je Ye La velocidad media de flujo a través del suelo vs, deno- ‘minada velocidad de filtracién es, por tanto, igual a la velocidad de descarga dividida por la porosidad: oki ara) La ecuacién 17.3 da la velocidad media de una gota de agua al desplazarse desde el punto 3 al 4; ésta es Ia dis- tancia en linea recta de 3 2 4, dividida por el tiempo necesario para que la gota recorra el camino 3-4. Como se ha indicado anteriormente, una gota de agua que fluye a través de un suelo sigue realmente un camino sinuoso, con velocidad variable; por tanto ¥% es uns velocidad ficticia para una supuesta gota de agua que se mueva en linea recta, 2 una velocidad constante, desde la posicién 3 a la. ‘Aunque la velocidad de descarga y Ia de filtacién son ‘magnitudes ficticias, ambas sirven para calcular el tiempo nevesario para que el agua recorra una cierta distancia en el terreno, tal como entre los puntos 3 y 4. 174 CARGAS DEL AGUA En el estudio de flujo de fluidos es conveniente expre sar la energia, tanto potencial como cinética, en términos de alturas 0 cargas, correspondientes @ la energia por uni is fo =: Tien Fig. 17.3. Canal de taj. dad de masa. Deben considerarse las tres cargas siguien- tes en los problemas de flujo de un fluido a través de un suelo: por el 1, Carga de presin, hip =la presién dividi peso espeetfico del fluido, 2. Carga de altura o geométrica, he = distancia a un plano de comparacion, 3. Carga total, b= hp + he = suma de la carga de al- tura y la de presién, AA estudiar el flujo a través de tubos o canales abiertos dobemos considerar también la carga de velocidad. Sin embargo, en los suelos la carga de velocidad es demasiado pequefia para tener importancia y por tanto puede despre- ciarse. (Por ejemplo, una velocidad de flujo elevada en un suelo es 0.5 m/minuto, valor que coresponde a una carga de velocidad de 0.005 mm. Esta carge se sale de la pre- cisién con que el ingeniero puede medir normalmente la carga de presién o la geométrica). Los ingenieros que es- tudian el flujo de agua en tubos y canales definen la carga total como fa suma de la carga de velocidad, la carga de presién y la carga geométrica y definen la carga piezo- ‘métrica como Is carga de presién més la carge-geométrica, Para la filtraciOn a través de un suelo, donde es desp ciable Ia carga de velocidad, la carga total y la piezom trica son iguales. Como tanto la carga de presién como la de altura pueden contribuir al movimiento del fluido a través del terreno, el flujo viene determinado por la carga total, y el sadiente a utilizar en la ley de Darcy s¢ calcula por la diferencia de carga total. La importancia y exactitud de este planeamiento puede deducirse de los dos casos re- presentados en la Fig. 17.4. La Fig. 17.42 muestra un cubo leno de agua en estado estético, En la Fig. 17.4a se han numerado y representado tas cargas de los dos puntos, mimero 1 en Ja parte supe- rior y némero 2 en el fondo del cubo. Entre los puntos 1 y 2 existe un gradiente de presiones y un gradiente de al- turas; sin embargo no existe gradiente de carga total ya aque la carga total en los dos puntos es idéntica e igual a 1h, Incluso aunque la presin en el punto 2 fuera consi derablemente superior a la del punto 1, el agua no fliria del punto 2 al 1; ademés tampoco se produciria el flujo eee eee MTS Energie cintica = SE = MTP = mar ML ; Mt _ MM 13 Energia de presiin = OM = MME enerais_ ML masa Energia de aftr ML Cas = onde Ma ma 9 = wlocidad acceracin de Ia gravedad 1 = tongited T= tiempo Flujo unidimensional 269 del punto 1 hacia et 2 aunque ta earpa de altura en el Punto 1 fuera tiple que la del punto 3. La Fig. 174 muestra un tubo. capar en el que se rmantene ‘el agus a una aura he Al ual que en el co del cubo no existe un gradient do car total stor sencillos ejemplos lostan dos importantes prin cipio: 1. El flujo entre dos puntos cualesquiera depende sélo de la diferencia de carga total 2, Puede elegirse un plano de referencia cualquiera ‘para medir las cargas de altura. La magnitud absolu- ‘a de estas cargas tiene escaso significado; es mis interesante la diferencia de carga de altura, la cual 8 independiente del plano de referencia elegido, 17.5 PIEZOMETROS En la mecfnica de suelos existe mayor interés por la ‘carga de presin ya que de ella puede deducirse la presién interstical necesaria para calcular las presiones efectivas.. La carga de presién en un punto puede medirse directa- mente calcularla mediante los principios de la mecinica de fluidos. Medida de Ia presin intersticial en laborat La carga de presién o presién del agua en un punto de una masa de suelo, se obtiene mediante un “piezéme- 10", palabra que significa literalmente “medidor de pre- sién™. La Fig. 17.5 muestra dos sencillos piezémetros. A Ja derecha de la columna de suelo existe un tubo 0 bureta conectado a una pieza porosa situada a mitad de altura en el suelo. A Ia izquierda del tubo existe un manémetro Bourdon normal conectado a la pieza porosa Como se ilustra en Ia Fig. 17.5, al fluir ef agua por la ‘muestra de suelo el tubo registra una carga de presién de 15 em, mientras que el mandmetro sefiala 150 kg/m? ‘Aunque los dos piezémetros que aparecen en la Fig. 17.5 son de fundamento muy sencillo, ambos tienen un grave inconveniente para que funcionen: se requiere la penetracién del agua del suelo en el sistema de medida. Este inconveniente puede apreciarse considerando to que sucederia si la altura del depésito aumentara 30 cm. Esto producirfa un aumento de la carga de presin en el punto, medio de 15 cm, Io que significa que deberia fluir a in terior del tubo manométrico un volumen de agua igual a 15 em por el drea interior de dicho tubo. Aunque se re- quiere un volumen considerablemente menor para actuar sobre el manémetro de Bourdon, se trata también de un ‘volumen apreciable. Si el suelo estudiado fuera muy per- meable, el tiempo necesario para el reestablecimiento de tun estado de flujo en equilibrio serfa menor. Sin embargo, si el suelo fuera limo 0 arcilla, se requeriria un tiempo apteciable para que el agua penetrara en el manémetro 0 fen el tubo, Los dos sistemas que aparecen en la Fig. 17.5 precisarfan, por tanto, un intervalo de tiempo grande p: ‘medir presiones intersticiales en suelos relativamente im- permeables. Para la medida de presiones intersticiales en condiciones estiticas se hian desarrollado varios tipos de piezSmetros [ver, por ejemplo, Lambe, 1948; Bishop 1961; Whitman y Col. (1961) y Penman (1961)]. 270 Suelos con agua ~ Régimen estitico 0 flujo establecido Carga de | Carga de Punto | altura | presién Carga total ha hn =H Cea sce exp, he Pano de Fompsren Carga de | Carga de ha + ha = Punto | altura | preston | Carga total | 1 he he—h=0 | 2 ° ° Fig. 17.4. Corgas hidrortitcas. 2) En un recipante, ). En un tbo capi La Fig. 17.6 muestra ef resultado dé una prueba més interesante e importante. Se aplicé una presion de 14 tonfm? a una muestra saturada de arclla, manteniéndola hasta la disipacién de la presién intersticial. Instanténea mente se suprimid la presion_y se reyisit6 la presion in tersticial negativa resultante. Ei registro que aparece en la Fig. 176 indica una reaccién easi inmediata de la pres intesticial, igual a la magnitud de ta presiGn suprimida de 14 ton/in®, Esta presion interstcial fue de 3.67 ton/m*, bajo el cero absoluto, Fl agua intersticial mantuvo esta presion negativa durante un corto period de tiempo pero Ia cavi tacién (probablemente en el sistema de medida) dio lugar fa que se rogistrase una presién de ~ 10.33 ton/m?, es decir, €l cero absoluto. De otras medidas se puede deducir que pueden existir presiones intersticiales negativas durante largos periodos de tiempo y que estas presiones intersticia les negativas pueden Hegar a valer hasta 40 ton/m* La medida de la presién intersticial, especialmente de valores inferiores a la presién atmosférica, requiere precau ciones especiales en suelos parcialmente saturados. Se deduce de la naturaleza de los sistemas de medida deseritos {que debe expulsarse el aire de dichos aparatos. La forma rma fdeil de evitar las dificultades del aire ocluido es utili- zar un elemento sensible que impida la entrada de aire. Si, ‘attr em Fig. 178. Piesdimatrode coriente por ejemplo, este elemento sensible es una piedra porosa Fina, inicialmente saturada de agua, Ja capilaridad impedira fa entrada de aire a la piedra hasta que la presin del aire supere la presiGn capilar o presiOn de paso de la piedra Existen en el mercado piedras porosss con presiones de paso de hasta 40 ton/m®. Estas piedras poroses de elevada presién de paso son convenientes para la medida de pre- siones intersticiales en suelos parcialmente saturados. Medida de presiones intersticiales en el terreno En el apartado anterior se ha estudiado la medida de presiones intersticiales en pruebas de laboratorio. Estas medidas suelen ser utiles (y frecuentemente imprescindi- bles) para la interpretacién de los resultados de pruebas. Los principios bésicos de los sistemas de medida del labora- torio pueden utilizarse en los piezémetros de campo. La Fig. 17.7 muestra un piezémetro de Casagrande modifica- do. Este piezometro fue desarrollado por A. Casagrande. Esta formado esencialmente por una piedra cerémica poro- sa, colocada en una columna de arena limpia. Como, el agua ‘Ucbe fui desde la arena al tubo y subir por éste para que se registre un aumento de presién intersticial, se trata de un piezdmetro de “flujo”. Al tener una zona relativamente Tiong ( ‘(ton I tr z Time (te). Fig. 176, Presiones interstices medidas con un piezémetro con transductores. Flujo unidimensional 271 grande (la arena que rodea la punta porosa) de la cual ex: traer agua, este piezémetro requiere un tiempo de estabili- zacion relativamente corto. El piezometro de Casagrande se ha utilizado ampliamente con éxito para medidas in situ en ‘obras de ingenieria Una caracteristica fundamental de cualquier piezdme. tro de campo es la necesidad de aisar el elemento sensible en la zona en la que se quiere medir la presion intersticial Como part que acttic el piezdmetro de Casagrande se requiere el flujo de agua desde el suelo al punto en que se Imiden las presiones intersticiales, éste no seria un aparato, sitisfactorio para _medir rapidas variaciones de presién intersticial, Podemos y debemos determinar el tiempo de reaccién de un piezimetro de Casagrande llenando el tubo con agua y determinando el tiempo necesario para alean- ‘ar una lectura constante (Hivorslev 1949), ET lector puede consultar las Memorias del Congreso sobre Presidn Intersticial y Succién en Suelos (1961) para ‘mas informacién sobre piezémetros. 17.6 CALCULO DE LA CARGA DE PRESION Pueden aclararse atin més los principios del flujo del agua a través de medios porosos, desctitos en las secciones anteriores, considerando las Figs. 17.8 a 17.11 La Fig. 17.8 muestra una columna de suelo con una porosidad de 0.33 y una permeabilidad de 30cm/minuto fen la que el agua se filtra verticalmente hacia abajo. Se mmantiene la presién atmosiérica en la parte superior del depésito de agua (cota 3.60) y en el nivel de agua inferior {cola 0). El plano de referencia se toma en el rebosadero inferior; esta eleccién es de simple conveniencia ya que puede clegirse una cota cualquiera como referencia. A la derecha de la columna de suelo se han representado las, ceargas y velocidades en funci6n de la altura. En general, conviene determinar primero las cargas de altura y total y calcular después la carga de presion bus- cada restando la carga de altura de la carga total. La carga de altura es simplemente Ia altura o cota del agua en cual- quier punto considerado. Como Ia escala horizontal de cargas se ha tomado igual ala escala vertical de alturas, la inclinacién de la Iinea que relaciona la carga de altura con Ta cota es de 45°. La carga total a la cota 3.60 es igual ala de altura ya que la carga de presiOn es mula. En el flujo desde la cota 3.60 aa 2.40 no existe pérdida de carga total ya que la carga total a la cota 2.40 es también de 3.60 m. ‘Andlogamente, se advierte que la carga total alas cotas Oy (0.60 es nula, Como el suelo tiene una permeabilidad y poro- sidad uniformes la disipacion de la carga total en 1a filtra- ‘cin a través del suelo debe ser también uniforme el diagrama de carga total es por tanto una Linea recta que arranca de un valor 3.60 a la cota 2.40 haste un valor de 0 ala cota 0.60. La carga de presién en cualquier punto considerado se obtiene restando la carga de altura de la carga total. ara dibujar la variaci6n vertical de Ia carga total, entre las eotas 3.60, y 2.40 y entre las cotas 0.60 y 0 se supone ‘que la pérdida de carga por fricciOn en las partes de entra- da y salida del tubo es despreciable respecto a la pérdida ‘de carga en la filtracién a través det suelo. La validez de ‘esta hipétesis se comprueba ficilmente calculando la pér- ida de carga a la entrada y a la salida del tubo. Adop- tando un coeficiente de friceién razonable y segin los | 272 Suelos con agua — Régimen estético o fluo establecido emt Bem a 5! Ten [__ a \ og 3| “oem fe $< toeri — |< ——tapera smo | —— obturator principal de 120 cm Sella ini 25 mm | ___-ruo de piso: 0. Ext. 12mm or 63m (21277 nae goma Cabea cl perder mae orton P2120) DE 38m, 01. 25 nm Fig. 17.7. Piezimetro.de Casagrande tno ests ecaa). I principios de la hidréulica, se calcula una pérdida de carga fen estos 1.80 m de tubo de 9X 10-7 m de hecho este valor es insignificante La velocidad de flujo en las partes de entrada y salida del tubo se calcula por la Ley de Darcy, v= kX i= 30 ‘em/min X40 = 60. La velocidad de filtracién es igual a la velocidad de descatga, dividida por Ia porosidad, es de- cir 60/0.33 ~ 180 em/min. La Fig. 17.9 no presenta ningiin concepto nuevo, ex- cepto la diferencia de que el agua fluye hacia arriba a través del suelo. La Fig. 17.10 muestra el caso de filtra® cién horizontal, donde la carga de altura es constante. En Ja Fig. 17.11 el area del permeimetro y las propiedades dol suelo varia a la cota 1.20. Como no se afiade ni elimi- rna agua del sistema, el caudal que atraviese ef suelo I debe ser igual al que atraviesa el suelo I. Por tanto, KyitAy = KerirAre Se deduce de esta ecuacién que la pérdida de carga total en el suelo [ es la mitad de Ia pérdida en el suelo II (1.20 m en el suelo L y 240 m en el suelo I). La linea de carga total de la Fig. 17.11 puede dibujarse teniendo esto en cuenta y la carga de presin puede obtenerse restando la carga de altura de la carga total. ‘medios porosos ilustran los siguientes cinco puntos intere- Flujo unidimensional 273 Ie NN, oe Fig. 17.8. Gjemplo de tujo descendents Los cuatro ejemplos anteriores de flujo a través de santes: 3, Pueden producirse presiones interst 1. La carga de velocidad en Ios suelos es desprecible {La velocidad maxima en los cuatro ejemplos era de 3.6 m/minuto. La carga de velocidad para este valor Indximo es de 1.8X 10-* m, valor de hecho despre- ciable 2. Toda Ia pérdida de carga se produce en el suelo. El céleulo de la Fig. 17.8 indica claramente que en la fitracién a través de una columna de suelo podemos despreciar completamente la pérdida de carge en las partes donde no existe suelo. les negativas. En los ejemplos de las Figs. 17.8, 17.10 y 17.11 cexisten presiones intersticiales inferiores a la atmos- férica, denominadas presiones negativas. Ya hemos advertido en la seccién anterior que son posibles ppresiones intersticiales incluso por debajo del cero absoluto. La direccién de flujo esti determinada por la dife rencia de carga fotal Los cuatro ejemplos presenta. ‘ban casos en los que el flujo se products hacia el punto de mayor altura, hacia el de menor altura aumentando la carga de presién disminuyendo la carga- de presién. Estos hechos aclaran un punto al que ya se ha hecho mencién: la carga total es la que determina el flujo y no la carga de presién o la de altura por si solas, Método de determinacion de cargas. Los cuatros ejemplos ilustran el método general de Ia determi- nacidn de cargas: en primer lugar se calcula la carga total y la de altura y a continuacién se deduce de "033 EW eaain ea LS core on) (oval Fig. 17.9. Ejemplo de jo asoondente 274 Suelos con agua ~ Réginen estdtico o flujo establecido 35 3 ; z ‘ . PTTTeR be} A n= Fig. 17.10. Ejemplo dete horizon | | | | clas a carga de presién deseada. Fin un caso sencillo 1, La carga de altura 0 geométrica, Su magnitud ab- { como el de la Fig. 17:8 podemos obtener directa soluta depende de In posicién del plano de re- i mente Ia carga de presion en cualquier punto sin ferencia conocer Ja carga de altura o la total 2. La carga de presiin. La magnitud de la carga de complicado no puede aplicarse este procedimiento. ppresidn es de considerable importancia ya que indica Sin embargo, en muchos ejemplos précticos, el inge- la presion real del agua. La carga de presidn es la nero dispondré de una medida de la carga de pre~ altura a ln que asciende el agua en el piezdmetro sién y de la altura geométrica, pudiendo asi calcular por encima del punto considerado. fa carga total a partir de ambas. 3. La carga total, Es la suma de la carga de altura y de la de presion y es Ia tinica carga que determina el flujo. La carga total se utiliza en la Ley de Darcy para el edleulo del gradiente. Hagamos un resumen de nuestra discusién advirtiendo ‘que existen tres cargas de interés para el ingeniero: a2 \ _ te 06 ke - Se o NV 1 1 1 ara Enea Cod) ‘Velocidad (m/min) Fig, 17.11. Ejemplo de flujo a travis do dos sulos diferentes en sore 17.7 PRESIONES EFECTIVAS EN UN SUELO CON FLUJO DE AGUA, En el capitulo 16 se estudiaba el cdlculo de las presi nes 0 esfuerzos efectivos en condiciones estiticas del agua fredtica, Hasta ahora se ha considerado en este capitulo el céleulo de cargas para casos sencillos de flujo, Combine- ‘mos ambas operaciones para calcular las presiones efecti- vas en un terreno en el que se produce el flujo de agua La Fig. 17.12 muestra un dispositive (muy semejante al de la Fig. 17.9) en ef que el agua fluye verticalmente hacia arriba a través de una arena. En esta figura se han representado las diversas cargas en funcién de la altura asi como las presiones correspondientes. La presién intersticial debe calcularse a partir de condi- ciones de flujo conocidas 0 medirla directamente, En la Fig. 17.12 se dan las presiones intersticiales medidas a las cotas 0.60 y 0. Como pricticamente toda la carga total se Flujo unidimensional 275 pierde en filtracién a través del suelo, la parte de tubo comprendida desde ta cota O hasta el’ nivel de agua su perior y la parte de tubo desde Ia cota 0.60 hasta la 0.90 Sirven como piezémetros, es deci, la presiOn intersticial a 4a cota 0 es 1.50 mX 1 ton/m? y Ia cota 2, 0.30 mx 1 ton/m?. También se ha representado la carga de presién es- titica lips y Ia presién interstcialestitica us Consideremos ahora las presiones que existen en el terreno de Kawasaki citado en ef ejemplo 16.2. La Fig. 17.13 muestra los diagramas de presiones totals, intersti ciales y efectivas en funcidn de la profundidad. Se coloca- ron 6 piezémetros, en el terreno PI a PS, a las cotas indi- cadas, midiéndose las presiones intersticiales que se in- ddican en la Fig. 17.13. Una investigacién sefals que se habian abierto un cierto niimero de pozos en la arena, por debajo de la cota-S! m. La extraccién de agua de estos pozos habja reducido la presién intersticial ala cota 565 a un valor de 51.3 m. Partiendo de esta presion 1 1 LL | JL) ea e | n2e S| S 2] Bx 4, 4 | x a] Bee NI a | i]. T SN , Sa oa eae nO a Cem ten! soo ro @ tura Boy o “ (ton/ (em) | (tonjm?) —{ton/m?)} (ton/m*) | m?) %0 0 0 |o 030% ty 030 o30x>.=0.3q 0 0.60% 1.26 0 156 [13076 Fig. 17.12. Cargarypresiones ono! flujo de un fluid. ‘Suelos con agua — Régimen estatico o flujo establecido 216 oot upd) oyesene3 fovana jp seuo}pUOD “eH'LL Ad oo | oy | oo | oy | va] es | cee ois _ 792 = SLI x ST ove | vue | ree | ave | eu | eee [599 3 Sta OX ST os ose | ew | vie | vor | em | ow ore OLt= LIX OF ra en | cer | en | ce | ev [ ow Cie Est= Oa x EH er_[o |e ones cree |e omet| te cer ont £0 ro_| to- | £0 ro _[ro- | 0 ove eo lon | "2 n |e "oe e109 opraian soon seppan__| 31 uo uoroeni (yn ene yd A sauorsard ap oynoyg9) upg @ — t ‘ * 2 | ] % 18 | org v8 ll | | A - wey : aT e¥8-os v suman nue 2 >RY. { pe mse r= t Sretion | rd BN | exe) | [ieee {19/9/9) Sosvewgzaed so — > 1 Se je 9: ta peeoe f SJ PN z 31, ov" a ov — ad on ce= - an eo jae | ud ss ~~ | 0 a ay intersticial medida y del nivel fredtico observado a la cota +3.3, se pudo construir la linea de presiones intersticiales ‘que existiria para un flujo establecido* de agua desde Ia ‘capa arenosa superior a la inferior. Para este caso, la pér- wi +1) y ve — BG + Dre En el estado de sifonamiento, d = 0 ¢ i=ie,, de modo que T= tet here Werte te Ye Ye Esta expresién es la misma de la ecuacién 17.5 La literatura no técnica? abunda en historias de “are- nas movedizas” arrastrando sus victimas bajo la superficie del suelo y tragindolas: De hecho, la arena movediza es jido de peso especifico doble del del agua. Por tan- in y una persona flotaria con aproxima- damente Ia mitad de su cuerpo fuera de estas arenas movedizas. 2 Ver por ejemplo: “Quicksand Natere’s Terrifying Death “Trap” Reader's Digest, pig. 140 (Dic. 1964. 280 Suelos con agua Régimen estitico o fluo establecido En resumen, conviene recordar 1. El sifonamiento o ebullicién es un estado y no un material. Se requieren dos factores para que un suelo entre en sifonamiento: la resistencia debe ser proporcional a la presién efectiva y Ia presién efectiva debe ser ula, 3. El gradiente ascensional necesario para que se pro- ‘duzca el sifonamiento en un suelo sin cohesién no cargado es igual a 76/rw y su valor es aproximada- mente igual a 1 4. El caudal necesario para mantener el estado de sifo- namiento aumenta con Ia permeabilidad del suelo, 17.10 VALIDEZ DE LA LEY DE DARCY Los razonamientos de este capitulo se basan en la Ley de Darcy. Consideremos ahora los casos en que es apli- cable dicha ley. Estudiando el flujo de agua por tuberias, Reynolds encontré una velocidad critica, ve, que express en fun- cign del llamado nimero de Reynolds R, es decir 2 Dre me R donde D = ditmetro del tubo Yoo = peso especifico del agua 4-= viscosidad del agua g aceleracién de ta gravedad Muchos investigadores han intentado utilizar el concep: to de Reynolds para determinar el limite superior de va- lidez de ta Ley de Darcy. Tales trabajos han sido descritos ¥y comentados por Muskat (1946) y Scheidegger (1957). En los suelos, se toma como D el diémetso medio de las particulas 0 el difmetro medio de los poros. Los valores de R para los cuales el flujo en medios porosos se hace turbulento pueden variar desde 0.1 hasta 75 (ver Schei- dogger, 1957). Scheidegger encuentra como principal razon de que los medios porosos no presenten un niimero de Reynolds critico y definido que el suelo no puede repre- senlarse exactamente como un conjunto de tubos rectos. El valor de D correspondiente a un mimero de Reynolds de 1 es aproximadamente 0.5 mm, es decir, en Ja gama de las arenas gruesas. En cualquier caso, la arena ‘gruesa parece ser el suelo mas permeable a través del cual se produce el régimen laminar. Existe cierta evidencia experimental que indica que, en suelos de baja permeabilidad, puede requerirse un gra- diente umbral de hasta 20 6 30 para que se inice el flujo Sin embargo, muchos de estos datos han sido puestos en duda. Scheidegger (1957) comenta varias razones por las cuales el flujo a través de aberturas muy pequefias puede no seguir la Ley de Darey. Una evidencia abrumadora muestra que la Ley de Darcy se cumple en suelos desde el tamafio de los limos al de las arenas medidas. Lo mismo puede decirse de la filtracion cen régimen establecido a través de las arcillas. Para suelos de mayor permeabilidad que la arena media deberia deter- minarse experimentalmente la relaci6n real entre el gra diente y la velocidad para cada suelo y porosidad estu: diados. 17.11 RESUMEN DE PUNTOS PRINCIPALES, - En suelos mas finos que las arenas gruesas v= ki Existen tres cargas de importancia en el flujo a tra- vés de medios porosos: la carga de altura 0 geomé: trica, la carga de presién y la carga total 3. El flujo depende de la diferencia de carga de presién yy Ia carga total 4. La fuerza de filtracién por unidad de yolumen de suelo es yw y (para un suelo isétropo) actia en la direceién del flujo. 5. El equilibrio de un elemento de suelo puede caleu- larse partiendo de las fuerzas del agua sobre su peri- feria y los pesos totales, o mediante las fuerzas de filtracién y los pesos sumergidos. 6. El sifonamiento o ebullicién es el estado en que un suelo sin cohesién pierde su resistencia debido al ujo ascensional de agua que anula las presiones cfectivas PROBLEMAS 17.1 Para et caso de flujo de la Fig. 17.9 calcilese la presién vertical efectiva en la arena a la cota +1.20 m. G= 2.60 y $= 100%. 17.2 En un cierto depésito de arena el nivel freatico std en la superficie del terreno. Caledlese la presién total, la presion intersticial y Ia presion efectiva sobre un plano horizontal a una profundidad de Sm en cada uno de los siguientes casos: 4a. Nivel fretico estatico, ‘. Flujo ascensional con un gradiente de 05. Higanse hipétesis razonables sobre los datos que sean necesarios, enumerindolas. 17.3 Un recipiente de 100 em de altura y 10 em? de seccién transversal se llena con suelo y agua, obteniendo tun peso especifico medio total de 1.077 glem’. El peso 19 Fig. PI74. specifica relativo de las particulas del suelo es 2.80. Para cada uno de los siguientes 3 casos caletlense 0, 1 y 8, en la base del recipient: 4a, Mezela uniforme +, Sedimento de suelo de 5 em de espesor y agua del mar ye = 1.026 glen? ¢. Sedimento de suclo de 6 em de espesor y agua pur ‘yw = 1.000 gle Para los casos (6) y (c) ealelese la selacién de vacios 4e los sedimentos. 174 Para el dispositivo de la Fig, P17.4, represéntese a escala Ia carga de altura, la carga de presin, la carga total y la velocidad de filtracion en funciSn de ta distan- cia alo largo del ee de la muestra +10 #9 4“ +7] Diet del uba=30 em +) haem n= 09 = Jenin Fig F175. Flujo unidimensional 281 175 Para el dispositivo de ta Fig. PI7.5 caledlese ta fuerza vertical ejercida por el suelo sobre las rejillas Ay B. Despréciese la friecién entre el suelo y el tubo. G=205 176 En et perfil del terreno de la Fig. PI7.6, se pro: duce un flujo vertical establecido, Representar a escala la carga de presidn, la presion intersticial, la velocidad de fil tracién y la presién vertical efectiva’ en funcién de la altura. Determinar la fuerza de filtractén sobre un cubo de 30 cm de lado cuyo centro esté a la cota, ~4.50, G de todos los suelos = 2.75 +40 y Suao a = Seminin 42 35 tou? Farm | -2 Sislo @ k= Meminin = Lot own? Silo ¢ 2 A= t20emvain yea toa Fig, 178, CAPITULO 18 Flujo bidimensional En el capitulo 17, con el que se inicié el estudio del flujo de agua en los suelos, nos limitamos al caso de flujo unidimensional. En este capitulo se considera el flujo bi: dimensional, incluyendo los casos de suelo no homogéneo y anis6tropo. Se sigue el siguiente método: a) se explica ‘el concepto de red de flujo de forma intutiva, utilizando un caso de flujo unidimensional como el tratado en el capitulo anterior; b) se da la solucién, mediante la red de flujo, de varios problemas bidimensionales; c) se obtiene la ecuacién bésica del flujo a través de un suelo (esta eeuacién sirve de base tedrica para la red de flujo); y dj se utiliza la ccuacién de flujo bésica para estudiar la filtra cin de un fluido a través de un suelo anis6tropo. 18.1_ RED DE FLUJO PARA FILTRACION UNIDIMENSIONAL La Fig. 18.la muestea un tubo de 1m X 1m de sec- ci6n transversal y 4m de altura, a traves del cual se pro- duce una filtracién vertical en régimen establecido. Este caso de flujo es semejante a los estudiados en el capitulo 17 (ver por ejemplo la Fig. 17.8). Los valores de las cargas total, geométrica y de presién se ha representado en la Fig. 18.1, El caudal filtrado a través del tubo, caleulado a partir de la Ley de Darey, vale Q = kid = 0.05 m/min X 85 X 1 mX X 1 m= 0.08 m*/min Si vertemos un colorante por la parte superior de tubo (cota +4) y seguimos a escala macroscdpicael movimiento del colorante a través del suelo obtendriamos una Tinea de {flujo de corriente vertical, tal como se indica en la Fig. 17.1. Bs deci, cada gota de agua que se fltra a través del suelo sigue una linea de flujo. En el tubo de I m? existe un siimero infinito de Iineas de fluo. Por conveniencia, s6lo se han representado cinco Iineas de flujo en la seccién trans- versal (Fig 18.1c); tres lineas de flujo (indicadas por lineas continuss) marcan la division en cuatro partes y Jos ineas de flujo corresponden a cada una de las paredes verticales del tubo. Estas cinco Lineas de flujo dividen la superficie en cuatro tubos 0 canales de flo de andlogas dimensiones, (0.25 m de ancho. Como el flujo es vertical y todas ls lineas de flujo son paralelas, no existe flujo de un canal a otro. Podemos asi determinar el gasto total a través del tubo ‘multiplicando el gasto de cada canal por el niimero de ca- nales. En la muestra de la Fig. 18.1¢ existen cuatro canales de flujo por unidad de ancho perpendicularmente a la fi- ura; hay un total de 16 canales de flujo. En el diagrama de ta Fig. 18.1c se han indicado tam- bién las lineas segin las cuales la carga total del agua que fluje es constante. Los valores de la carga total h en la Fig. 18.1b se han representado a la derecha de cada linea horizontal en la Fig. 18.1c. Estas lineas horizontales se denominan féneas equipotenciales ya que son las que unen los puntos de igual carga total. ‘Al igual que existe un rnimero infinite de lineas de flujo existe un némero inf nito de Lineas equipotenciales. Si se divide la longitud del tubo por Iineas equipotenciales, equidistantes, esto signifi- ca que Ia pérdida de carga total es Ia misma entre dos lineas equipotenciales adyacentes cualesquiera. Un sistema de lineas de flujo y Iineas equipotenciates ‘como el que aparece en la Fig, 18.Le constituye una red de flujo. En un suelo is6tropo las Iineas de flujo y las, ‘equipotenciales se cortan segiin angulos rectos, lo que significa que la direccidn del flujo es perpendicular a las, lineas equipotenciales. Las Iineas equipotenciales y las de flujo forman una red ortogonal. EI esquema més sencillo de lineas ortogonales es el formado por una serie de cua- drados. Aunque se puede utilizar cualquier sistema ortogo- nal para las redes de flujo, el més corrientemente emplea- do es el de mallas cuadradas. A partir de una red de flujo el ingeniero puede determinar tres elementos de informa- ccién muy titiles: el gasto, la carga y el gradiente. ‘Veamos en primer lugar cOmo se puede utilizar la red de flujo para determinar el gosto de filtracién a través del suelo, Consideremos el cuadrado A de la red de flujo de la Fig. 18.1c. El gasto que circula a través de este cuadra- do ga vale a= Kisag La pérdida de carga total en el cuadrado A es igual a Hla, donde H es la pérdida de carga total en flujo, ne es el niimero de cuadrados 0 reducciones de carga en la red e ia vale H/nal donde / es la dimensién vertical de A. El rea transversal aq del cuadrado A, tal como se ve en 283, | 284 Suelos con agua — Régimen estitico o flujo establecido 3 yf AA | ala Suelo Le i: & a=8itimin x ; i 4 = I Lines 7 } is {| vines = 7 f | 7T TTT | af 8p “OF 0 OSI sear ass | Tins tho | cane o Faw 0 ewe o © Fig. 18:1. Flujo unicimensiona. planta, es el producto de b, medida sobre la figura, por Z, Gonde'Z=''m es ls dimension perpendicular ale eur Por tanto, kat und Al ser cuadrados todos los elementos de la red, b Ga =Hliing). Como todo el flujo que pasa a través del canal que contiene el cuadrado A debe pasar por éste, el gasto a través del cuadrado A es el que circula por todo el canal de flujo, Para obtener ol gasto por unidad de longi- tud Z,, medida perpendicularmente a la figura, debemos multiplicar g4 por el nimero de canales de flujo ny. 4H Fa gan ny San = Kg (say EF coeficiente § =nyfng os una caracterisica de la red de Mijo' y es independiente de la permeablldad & y Ge a peridn de carga total fe denomina factor defor 1 No es mocesuio que np y ng sean enteos. El ejemplo 18.4 y problema 18.7 mucstrn tedes en as que la tayectoria de flujo ‘mas baja comprende rectingulos en lasar de cuadrados: es decir, rho son trayectorias de Nujo completas. En el ejemplo 18, m= 26, ‘ma de la red y se representa por el simbolo § El valor de § para la ved dela Fig. 18.1e es fat *no04 y =k HX § =5 emimin X 400 em X04 L = 800 em? /minfem y 2 =2 x 100 = 800 x 100 = 80.000 em* in = 0.080 m?/min Este valor del gasto total de filtracion es, por supuesto, el mismo que obtuvimos en nuestro céleulo inicial utli- zando directamente la Ley de Darcy. ‘Veamos ahora cémo se puede utilizar la red de flujo para determinar la carga en cualquier punto. Como H es la pérdida de carga total y existen 10 escalones iguales de pérdida de carga, se pierde /1/10 en la filtracion desde una equipotencial ala siguiente, A la derecha de la red de flujo se indican los valores de a carga total. Es fundamental ad~ vertir que las equipotenciales de la red de flujo se han traza do por los puntos de igual carga total ya que el flujo viene controlado por esta carga. Una vez determinada la carga total y la geométrica para un punto cualquiera, podemos determinar ficilmente la carga de presion como se hizo en el capitulo 17. Por ejemplo, consideremos un pinto del suelo ala cota 2.5 en el que la carga total es h = 8 X H= 3.20 1m. y hy @s igual a a altura del punto, 2.50 m. La carga de presion es por tanto, igual ah f, = 0.70. La carga de presién en un punto cualquiera, es la altura por encima del rmismo, «la que ascenderia el agua en un piezbmetro inst lado en dicho punto. Asi pues, el agua se mantiene a 0.70 m por encima de Ia cota 2.50 en el piezbmetro esquematizado ala izquierda dela ted de ujo. La presién intersticial ala cota 2.50 es 0.70 mX 1 ton/m? = 0.70 ton/m?. De forma ané- Joga, las cargas de presion alas cotas 1.75 y 0.75 son 0.25 y =0.35 m respectivamente y se indican a la izquierda de la red de flujo. Por iiltimo, utilicemos la red de flujo para determinar cl gradiente en un punto cualquiera de la misma, El valor del gradiente # para cualquier elemento cuadrado es igual ala pérdida de carga total en dicho cuadrado dividida por 1a Tongitud del mismo, /= A h/l. Como en la red de flujo de Ia Fig. 181e todos los cuadredos son del mismo ta- ratio, el gradiente para cualquiera de ellos vale AH/I es decir 1/(10 X 0.25) = 1.6. ‘Asi pues, sogin los métodos descritos en los pérrafos anteriores puede utilizarse una red de flujo para determi- nar el gesto, Ia carga en un punto cualquiera y el gradien- te. El ejemplo elegido para esta demostracin es tan sen cillo que estas magnitudes se podrian haber obtenido fécilmente sin la red de flujo. EI método utilizado con la red de flujo para obtener estos valores es aplicable a redes mas complejas, mientras que Jos métodos més sencllos descritos en el capitulo 17 no son de uso prictico para sistemas de flujo bidimensional complejos. De aqui que el Flujo bidimensional 285 objetivo del ejemplo de la Fig. 18.1 es explicar qué es una red de flujo y cémo se utiliza, demostrando ademés que Jos valores del caudal, carga y gradiente son correctos y exactos cuando se obtienen a partir dela red de flujo sila red utlizada para tales determinaciones también lo es. 182 RED DE FLUJO PARA FILTRACION BIDIMENSIONAL En esta seccin se explica el empleo de las redes de flujo en tres casos que suponen una filtracion bidimen- sional. El_primero, filtracién bajo un tablestacedo, y el segundo, fltracién bajo una presa de concreto, son’ casos de flujo confinado ya que todas las condiciones de con- tomo estin completamente definidas. El tercer caso, fil- tracidn a través de una presa de tierra, es de flujo libre 0 no confinado ya que la Linea de corriente superior no esté claramente definida (antes de construir la red de flujo) Flujo bajo un tablestacado. En el capitulo 1 se citaron varios casos de problemas de ingenieria en los que se recurre a un tablestacado: una pared para mantener la excavacién para un edificio, e1 muro de recinto de una terminal maritima, la pantalla anclada de un muelle de atraque, etc. Los métodos para calcular la estabilidad de estos muros, despreciando el efecto del agua se comentaron en el capitulo 13. En el capitulo 23 se expondrin los edlculos de estabilidad te- niiendo en cuenta la influencia del agua. El ejemplo 18.1 ‘muestra un tablestacado hincado en un suelo limoso con una permeabilidad de 3 X 10-* cmjminuto. El tablestaca- do es de longitud considerable en diteccién perpendicular > Ejemplo 18.1 Datos. Red de flujo de la Fig. E18.1. Problema. Calcular las presiones interstciales en los puntos a a é, ol gasto de filtracién y el gradiente de salida Solucion. ae Carga deren do Ponto aa) totam prem tm) age anf?) @ 270 27.00 0 0 6 18.0 27.00 9.00 9.0 e 147 26.06 1136 14 a a7 25.12 13.42 134 e 90 23.25 14.25 142 f 47 2137 967 97 ® 147 2044 5.73 37 h 18.0 1950 150 13 i 195 1950 ry @ Filtracion bajo et tablestacado: KH § =3X 10-5 omiminX 750m X$ = 1125 X 10-* em? /min f em Gradiente de satida: 286 Suelos con agua ~ Régimen estitico 0 flujo establecido xn in) tal na 750-2513 4 ate f ef 5 4 L I 1 15 © * ° A 0 6 Psion pa be n(n?) Fig, £18. Flujo bajo un tab tcado. 4 [a figura por lo cual ef flujo de agua bajo el mismo es bidimensional. Las condiciones de contorno para la filtracién bajo el tablestacado son: kb, linea equipotencial de aguas arriba: ‘il, Tinea equipotencial de aguas abajo; heh, linea de flujo: ‘mn, linea de flujo. Dentro de estos limites se ha dibujado Ia red de flujo que aparece en la figura. A partir de dicha red podemos calcular el caudal filtrado bajo el tablesta- cado, asi como la presin intersticial en cualquier punto del terreno y el gradiente correspondiente Estos cdleulos se han realizado en el ejemplo 18.1 La representacién de las presiones de agua, como se ha hecho en el ejemplo 18.1 sirve para el proyecto estruc- tural del tablestacado y para estudiar la presion diferencial de agua que tiende a que se produzcan fugas a través de Ta pared. La parte critica frente a una posible ebullicién o sifo- amiento es aquélla en la que el flujo en Jas proximidades dde la superficie del terreno es vertical hacia arriba y el sradiente es méximo. Para el tablestacado esto se produce fen el punto /t: el flujo va hacia arriba como indican las Iineas de flujo verticales y el gradiente vertical es maximo debido al hecho de que el cuadrado en el punto h es el de menores dimensiones de todos aquélios en los que el flujo fs ascensional. El gradiente en el cuadrado inmediato al tablestacado vale 0.27 como se deduce de los célculos del ejemplo. Aunque este gradiente queda considerablemente por debajo del necesario para producir el sifonamiento (aproximadamente 1), es bastante elevado. Se puede con- seguir econdmicamente un factor de seguridad mayor frente al sifonamiento en la parte de aguas absjo de la estructura, lo cual suele ser deseable debido a la gravedad del sifonamiento y al hecho de que pequefias variaciones el terreno pueden producir errores considerablemente grandes en el célculo del gradiente de salida. Filtracion bajo presas de concreto El ejemplo 18.2 muestra una presa de concreto cimen- tada sobre un terreno isétropo con una permeabilidad de 3 em/min, La seccién representada constituye realmente fen vertedor ya que el agua pasa sobre Ia presa en ciertas, épocas. En el instante considerado el agua del embalse esta a la cota 28.20 y aguas abajo a la cota 20.40. Las lineas AB y GH representan pantallas. impermeables, construidas generalmente hincando tablestacas en el terre- no? Con los mismos prineipios utilizados en el ejemplo de flujo bajo un tablestacado, se ha calculado la filtracion bajo fa presa, la carga de presiGn a lo largo de la base de la misma y el gradiente en el elemento X, como se mues- tra en el gemplo 18.2. El ejemplo 18.3 considera tres preses de concreto ci mentadas sobre un suelo permeable. Los tres casos son idénticos, con la diferencia de que en el caso I no existe pantalla impermeable, en el caso I hay una pantalla de tablestacas en el paramento de aguas arriba y en el caso Tl la pantalla esté en el pie de aguas abajo. En la figura se han dibujado las redes de flujo de los tres casos. La red del caso I es simétrica respecto al eje de la presa mientras que Tas de los casos Il y Ill son idénticas pero de sentido inverso. Para cada uno de los tres casos, ta tabla da el factor de forma de la red de flujo, el gasto de filtracin, cl gradiente de salida y Ia subpresion en el punto A. partir de las redes de flujo y los resultados de Ia tabla podemos comparar féeilmente los tres casos. Las presas II Yy III tienen el mismo gasto de filtracién, menor que el de Ja presa 1. La presa Il tiene el gradiente de salida mini- mo, lo que indica que el pie de aguas abajo de la presa es cl lugar mds eficaz para situar la pantalla con el fin de reducir el gradiente de salida. Sin embargo le presa III tiene la mayor subpresién. El ejemplo 18.3 ilustra claramente la utilidad de Ia red de flujo como método de proyecto. El ingeniero puede caleularfécilmente diversas combinaciones. FiltraciOn a través de una presa de tierra El ejemplo 18.4 muestra la seccién transversal de una presa de tierra cimentada sobre un terreno impermeable. Se ha dibujado tambign la red de flujo para un régimen de filtracién establecido a través de la presa. La linea AB fs Ia equipotencial de aguas arriba y AD es una linea de flujo. Estas dos condiciones de contorno estin claramente determinadas. La linea BC es una linea de flujo limite y tiene Ia caracteristica especial de que en todos los puntos de la misma la carga de presién es nula; es por tanto una lines fredtica. De aqui que la diferencia do cerga total ‘entre dos equipotenciales debe ser igual a la diferencia de altura entre los puntos en que tales equipotenciales cortan ala Linea de corriente superior." En otras palabras, BC es 2 Aunque s© supone generalmente que tales tablestacss son limpetmeables, en It realidad distan mucho de sero, * ats linea se suele denominar también linea de saturacién. wr) Flujo bidimensional 287 ‘una Tinea de fvjo en ta cual la carga total es igual a ta carga de altura. La posicin de esta Iinea superior no se conoce hasta que no se ha dibujado la red de flujo. La linea CD no es equipotencial ni de flujo, pero en cual quier punto de ella, Ia carga total es igual a la de altura ‘Si no hubiera un pie de enrocamiento en la pres dei ejemplo 184, Ia linea de corriente superior, o linea de saturacién, terminaria en el talud de aguas’ abajo de la presa como se indica en la Fig. 18.22. El talud AB se ero- sionaria gradualmente (el agua que brotase arrastraria par- ticulas de suelo con ella). Este proceso podria produce eventualmente la ruina total de la presa. Con objeto de cevitar una falla de este tipo es necesario colocar drenes que hagan descender la posicién de la linea de saturacién, El pie de enrocamiento del ejemplo 18.4 es una forma posible de dren; otros tipos usuales se indican en la Fig 18.2. EI disefio ‘de un sistema de drenaje satisfactorio es uuno de los problemas mas importantes que supone el pro- yyecto de una presa de tierra. Incluso si se ha colocado drenaje, es necesario consi- derar también la estabilidad de todo ef talud de aguas abajo frente a un deslizamiento por corte. Fl céleulo de estabilidad se hace comparando las fuerzas que tienen all producir el deslizamiento de una cierta masa de tierra (Fuerzas desestabilizadoras) con aquéllas que tienden a contrartestar el movimiento (fuerzas resistentes) como se ) ‘arior @ Fig, 12.2. Tipor de drenaje interno de press de tora. a) Press homogines sin dene Intemo, 6) Pres homogénes con tro ‘2quee abajo, c} Presa homogines con filtros en et nicieo. ¢) Press ‘mixta, con respaldo drenante- 288 Suelos con agua ~ Régimen estitico o flujo establecido explicé en el capitulo 13. Una de las fuerzas desestabi zadoras existentes en el talud de aguas absjo es la fuerza del agua. Esta fuerza puede deducirse de una red de flujo como se muestra en el ejemplo 18.4. La curva DE es una superficie de deslizamiento posible sobre ta cual se caleu. Jan las fuerzas. EI diagrama de la carga de presion del ‘agua a lo largo de la curva DE se obtuvo por el mismo > Ejemplo 18.2 Datos. Red de flujo de la Fig. 18.2. método utilizado para representar el diagrama de presio- hes en el tablestacado del ejemplo 18.1 y el de subpre. siones de la presa del ejemplo 18.2. El eélculo de la pre- sién a To largo de la curva puede facilitarse teniendo en cuenta el hecho de que la carga de presién es nula donde cada equipotencial corta a la linea de saturacion. En otras palabras, la presién de agua en un punto cualquiera de Problema. Caleular las cargas de presiOn en los puntos A a Hel gasto de filtracion: gradiente en X. Solucion. Las cargas de presién se indican en la Fig. n=4 na=126 k=3 emimin Senn §- = 740 (cm? /min)/em Gradiente en X: 18.2. Gasto de filtracisn: fem o3t7 cem/min X 780 em X 0.317 = .074¢an3 Jenin) z fe a Zo cl pe |r i 3 i e ie ae | 3 lie a a7, 237 6 Bes i . aie ali : a é ls 6 Fig. 18.2. Filtracién bajo una press Flujo bidimensional 289 > Bjemplo 18.3 ara las presas que aparecen en la Fig. £183 determinar el gasto de filtrcién, 1a subpresién en el punto A y el gradiente de salida méximo [K = 3(em/min)/em}. Fig. E183. Flujo bajo tes prem. Fry 290 Suelos con agua ~ Régimen estitico 0 flujo establecido EJEMPLO 18.3 (continuacién) ee so, forma cn bajo ie Subpresiin Gradient Presa red'de ajo {tem mimo] “Seams” Gade 1 42 “600 225 042 u ana sila 23 034 1 ana 54 3.90 08 eee > Bjemplo 18.4 Datos: Red de fujo de la Fig. E18.4 Problema. Calcular el gasto de filtracion, el gradiente en el elemento I, las presiones intersti- ciales a lo largo de una superficie de desizamiento ED. Solucién: El gasto de filtraci6n bajo la presa vale 2 Sing i donde k= permeabilidad = 0.9 em/min, = 12 m Fig. E184. Filtracin a travis do una presa de tera (rede flujo del Corps of Engineers, 1952), tuna linea equipotencial es simplemente ta diferencia de altura entre-el punto considerado y el punto en el que la equipotencial correspondiente corta a la linea de satura- cidn, Esta propiedad se utilizd para trazar el diagrama de presiones del ejemplo 18.4. Un proyecto adecuado de los drenes internos reduciea las presiones intersticiales en la parte de aguas abajo de la presa y por tanto se evitard un deslizamiento general 18.3 ECUACION FUNDAMENTAL DEL FLUJO DE AGUA EN UN SUELO La ted de flujo utilizada en las dos secciones anteriores se expuso de forma intuitiva, con pequefia justificacién te6rica, En esta seccién se deduce la ecuacién del flujo en suelos, que sirve de base para la red de flujo y para otros ‘métodos de resolucién de problemas de filtracién, Consideremos un elemento de suelo, Fig. 18,3, al tra- vés del cual se produce un flujo laminar q con componen- tes en las direcciones x, y, 2° Ido t% +4 Mediante la Ley de Darey podemos escribir lassi tes expresiones de la componente vertical del flujo qe. Gasto entrante por Ia base del elemento qs ~ kia, donde @ es el érea de la cara inferior: oh) 1-2) aye ann(-2) a tem (het a) (-2-2 dt) dy de a a donde k= permeabilidad en la direccién z, en el punto x, vz f= ‘carga total EI gasto neto que entra en el elemento debido al Mujo vertical es qs = gasto entrante por la basegasto saliente por la parte superior Ag, = «(-#) dy dz — (be + Fae) dh Ah x (-B- Be) arse Oh, Akh | ak, th) Siam (QS + SE + Bae) doy para el caso de permeabilidad constante a= (hi) arava Flujo bidimensionat 291 Andlogamente, el gasto neto en la diteccién x es (. i) de dy de Ev ae = (kee Para el caso de flujo bidimensional gy = 0 Hh 5, Fi azdyde gt + Megas) de dy a= Bae + Aa, = (b El volumen de agua V en el elemento es Se Vy = ae dy de Ite ¥ Ia velocidad de variacién del volumen de agua es 28 Como de dy dz /1 + e) es igual al volomen de tas partuls sida en elemento yes una constant, Ag = dedude 150) Tte a Igualando las dos expresiones de se obiene ah, Bi dedy (50) eh + 2) dy de ZY AS) (ge +h 5p) dota SE que se reduce a eh eh 1 as de) Th 4 pF 1 (884 528) ag at Mee Tye (a tq) 8) La ecuacién 18.2 es la bésica del flujo laminar bi- dimensional en un suelo. Considerando los términas en & Fig. 18.3. Flujo a wavés de un elemento de suelo. 292 Suelos con agua — Régimen estitico o flujo establecido y 5 del miembro de la derecha de la ecuacién podemos. advertir cuatro tipos posibles de flujo: Hey S constantes, 2.e variable y S constante. 3 constante y S variable, 4.6 y S variables. El tipo 1 es el flujo estacionatio o establecido estudia- do en el capitulo 17 y en este mismo, mientras que los tipos 2, 3 y 4 son casos de flujo no establecido. El tipo 2 es de consolidacién cuando e disminuye y de dilatacion 0 expansién cuando e aumenta y se considerard en la Parte V. El tipo 3 es de drenaje a volumen constante cuando S) disminuye y de absorcién si $ aumenta, El tipo 4 com: prende los problemas de compresién y expansién. Los tipos 3 y 4 son casos complejos de flujo para los que no se han encontrado soluciones satisfactorias. Para flujo establecido (e y S constantes) Ia ecuacién 18.2 se reduce a mH, k =o 183) at te ey ¥y cuando la permeabilidad es ls misma en todas las direc: clones (ks = Kx) la ecuacién 18.3 se reduce a oh, oh petgan? (18.4) La ecuacion 184 es Ia ecuacién de Laplace. Expresa que Ia variacién del gradiente en ta direccién 2 més la va riacién del gradiente en la direccién x es nula. El hecho de que la ecuacién bisica del flujo establecido en un suelo isétropo (ecuacién 18.4) satisfaga la ecuacién de Laplace significa que las lineas de flujo son ortogonsles a las Ii reas equipotenciales en una red de flujo. En otras pals bras, las redes de flujo dibujadas en las dos secciones anteriores constituyen una solucién particular teérica del problema de filtracién, 18.4 FLUJO EN TERRENOS NO HOMOGENEOS Y ANISOTROPOS Aunque la ecuacién 18.2 se dedujo para condiciones bastante generales, los ejemplos numericos anteriores suponian Gnicamente que las propiedades de! suelo no vatiaban de un punto 2 otto, tanto vertical como horizon: talmente (suelo homogéneo) y que el suelo tenia las mi ‘as propiedades en un punto dado cualesquiera que fue- ran los planos considerados a través del mismo (suelo isé- ‘ropo). Desgraciadamente los suelos no suelen ser homo- s6ne0s ni isdtropos. Como se explicé en el eapstulo 7, los suelos sedimentarios se han depositado a lo largo de un periodo de muchos anos. Durante ese tiempo varid la naturaleza de los sedimentos y el ambiente de la sedimen- tacién, con el resultado de que el suelo depositado varia vertcalmente y, bajo ciertas condiciones (como la sedi- mentacién en Tas proximidades de una costa), también 3 La ecuacién 182 sélo es estrctameate apliable para pe- ‘quefias deformaciones. horizontalmente. Los perfiles del terreno real expuestos en el capitulo 7 y en otros lugares de este libro sefialan luna notable variacién de las propiedades del suelo con la profundidad: asf, el ejemplo 16.2 mostraba un terreno con cuatro suelos diferentes en los 55 m superiores. Como, se indicaba en el perfil, las permeabilidades de los cuatro, suelos varsan desde 3X'10-3 a 2X 10°? em/seg. Segiin se expuso en el capitulo 8, el proceso de for: ‘macién de un suelo sedimentario es tal que la compresion vertical es mayor qu la horizontal, por to cual la presisn horizontal efectiva es aproximadamente la mitad que la resin vertical efectiva en un suelo normalmente consoli- dado. Debido la mayor presién efectiva vertical en un suelo sedimentario, las particulas arcillosas aplanadas tien- den a orientarse horizontalmente, dando lugar a una me- nor permeabilidad en direccién vertical que en direccién horizontal. Debido a Ia variaciOn en Ia naturaleza de los sedimen- tos en direccién vertical y a la orientacién de las particu fas, suele ser usual una telacién de 2a 10 entre las per- ‘meabilidades horizontal y vertical para una arcilla normal- ‘mente consolidada En los depésitos artificiales, al igual que en los natura- les, la permeabilidad horizontal tiende a ser mayor que la vertical. El método de colocacién y compactacién de te- rraplenes y rellenos es tal que tienden a producirse estrat ficaciones en ef interior de los mismos. La relacién entre la permeabilidad horizontal y Ia vertical en terraplenes compactados tiende a ser incluso mayor que en Jas arcllas, normalmente consolidadas, Suelo no homogéneo Con el fin de estudiar el flujo de agua a través de un suelo no homogéneo consideremos los dos ea30s que aps- recen en el ejemplo 18.5. En la parte (a) una capa de suelo B de 1 m de espesor con una permeabilidad de 0.3, m/min estd recubierta por una capa de un suelo A, de } m. de espesor y una permeabilidad de 3 em /min. En la parte (b/ los suelos A y B estan colocados uno al lado del ‘otro, con una cara vertical de contacto entre ambos. En cada caso, se produce un flujo establecido a través del suelo, con una pérdida de carga total de 3m de agua, En el ejemplo 18.5 se obtiene el gasto de filtracién y la pérdida de carga total en ambos casos. Cuando el flujo ‘es normal a las dos capas de suelo, el gasto es, por supues- to, igual a través de ambas y la mayor parte de la pérdida de carga se produce en el suelo de menor permeabilidad. Cuando el flujo es paralelo a las dos capas, el diagrama de carga total es el mismo para ambos suelos y la mayor par te del flujo’ discurre a través del suelo de mayor permea- bilidad. Con estos dos sencillos ejemplos vemos que, a) para el flujo normal a las capas de suelo Ia pérdida de ‘carga y el gasto de filtracién dependen principalmente del suelo menos permeable y, 5) para flujo paralelo a las ccapas el gasto esti pricticamente controlado por el suelo ‘més permeable. La Fig. 18.4 muestra un canal de flujo (parte de una red bidimensional) que pasa del suelo A al suelo B. La permeabilidad del suelo 4 es el doble que la del suelo B. Por al principio de continuidad (es decir, debe circular el mis- > Ejemplo 18.5, Flujo bidimensional 293 Dados, los dos recipientes rellenos de suelo de la Fig. 18.5, obtener el gasto y la carga total en funcién de la altura, ot 2 {ap tox nd @ cmfmin x °27 x 100 em = 81 om? minom Suelo B: 27 20.3 emimin x g X 100 cm = 81 em? /min/em Fig, E16.5, Flujo a través de dos ston ‘mo caudal por el canal de flujo comprendido en el suelo A que por el det suelo B, podemos deducir Ia relacién entre los dngulos de incidencia de las lineas de flujo en la frontera entre los dos canales de flujo. Esto se aprecia en la Fig. 18.4. No sélo cambia la direccién del flujo en la separacin entre suelos de diferentes permeabilidades sino también la geometria de los rectingulos de la red de flujo. Como puede verse en la Fig. 18.4, los elementos no son cuadrados en el suelo B, como en el caso A, sino rectingulos ceuyo ancho es el doble de la distancia entre equipotenciales. Suelo anisétropo La ccuacién de Laplace del flujo (ecuacién 18.4), se ba- saba en que la permeabilidad era la misma en todas las direcciones. Antes de establecer la condicién de anisotro- pia en la ecuacién de Laplace, teniamos ah, oh ne ae ae k, (18.3) o 13a (Chg otal o emimin X 3 X 50 em = 225 em? ingen 5 em fminjem )3 m/min X 3X $0 en < Podemosreducir la ecuacién 18.3 a la forma th, ah a2 * ae? y ain mis diy donde (86) En otras palabras, si transformamos todas las dimensiones x de Ia seccién ‘transversal mediante la ecuacién 18.6, obtenemos Ia ecuacién 18.5 que es una ecuacién de La- place. Podemos, por tanto, construir la red de flujo de evalquier terreno anisstropo aplicando en primer lugar tuna transformacién y dibujando Ia red de la seccién trans- 294 Suelos con agua ~ Régimen estatico © flujo establecido ‘sua a Age Senin IER Fig, 184. Flujo entra dos sles. formada. La permeabilidad a utilizar en esta seccién transformada es ky = Vik, as.7) donde ke es la permeabilidad efectiva A partir de una seccién transformada, podemos deter- minar directamente el gasto de filtracién mediante la ecuacién 18.5, substituyendo 1a permeabilidad efectiva ke en lugar de k (ver la Fig. 18.5). Ademds la seccién trans- formada puede utilizarse para calcular la carga de presiGn fen un punto cualquiera. Sin embargo para obtener los gra- dientes es importante tener en cuenta que las dimensiones, de Ja seccién transformads deben corregirse para caleular la distancia en que se produce una determinada pérdida de carga total. Esto puede verse en Ia Fig. 18.6, que ‘muestra una parte de red de flujo en un suelo anisstropo. ‘A la izquierda se indica la red de flujo transformada, ‘cuyos elementos son cuadrados. En Ia seccién real, los ele: ‘mentos no son cuadrados sino paralelogramos. Para calcu lar el gradiente que se produceen_la red dividimos la pérdida de carga entre I{neas equipotenciales por la distan- ia fw, que es la distancia normal entre equipotenciales a tuna escala natural y por /7, que es la distancia entre equi- potenciales a a escala transformada. La Figura 18.6 muestra también el importante concep- to de que el flujo s6lo es perpendicular a las Iineas equipotenciales si el suelo es isstropo. Como puede verse en Ia seccién real de la red de flujo, la filtracién no es perpendicular a la Linea equipotencial en la Fig. 18.6. 185 MBTODOS DE RESOLUCION DE PROBLEMAS. DE FLUJO, En este capitulo sobre el flujo establecido se ha estu- diado el empleo de la red de flujo para obtener el gasto filtrado a través o bajo una estructura y Ia presién inters- ticial y el gradiente en un punto cualquiera de la red de flujo. Aunque ya se han expuesto los principios fanda- mentales sobre los que se basa la red de flujo, poco se ha dicho sobre el método para la determinacion de dicha red, Consideremos ahora brevemente los métodos utilizados para el dibujo de la red, asi como otros métodos para la resoluciéa de problemas de fhijo." En los sencillos casos de flujo establecido unidimen. sional tratados en el capitulo 15 y al comienzo de este capitulo, el gasto de filtraci6n, el gradiente y la carga en cada punto podian obtenerse simplemente utilizando la Ley de Darey y la expresién: carga total = carga de altura + ‘carga de presién. En problemas de flujo bidimensional estos dos principios por si solos no son suficientes para la obtencién de soluciones. La deduccidn de la ecuacion bé- sica del flujo en un suelo condujo a la ecuacién de La- place (ecuacién 18.4). Esta deduccién supuso dos expre. siones bésicas: la Ley de Darcy y h = he + hip. Los cuatro métodos de resolucién de problemas de flujo descritos a 4 Se sale del dmbito de este libro el estudio detallado de estos métodos y ls resolucién de problemas de flujo, HI lector intere sado en tal informacion puede consullar Harr(1962) 0 Scott (1963). Cedergren (1967) ha hecho un excelente estudio de is redes de fujo. nina p= vE— Ey ae att verlormads ‘Secei6n transformada: w Seccién natural: la ke ak ah dy = kgba 8 gee ~ TEE Como ar = aw. on Fe = bla = be ere k= Vi, Fig. 18.5, Flujo.en un sutto anisStopo. Sect vonfomaa Flujo bidimensional 295 Sein ra Fig 18.6. Portodo una red de flujo en un suelo ensétropo. continuacién se basan en la ecuacién de Laplace. La fina- lidad de todos estos métodos es obtener la red de flujo para cada problema, Dibyjo dela red de flujo La red de flujo para una secci6n transversal dada se obtiene transformando en primer lugar la seccién (si el terreno es anis6tropo), fijando las condiciones de contor- no y dibyjando la red mediante tanteos. Las Iineas de flujo y las equipotenciales deben ser ortogonales y deben ccumplirse las diversas reglas referentes a las condiciones de ontorno y a los contactos entre zonas de diferentes per: meabilidades. El dibujo de la red de flujo fue sugerido por primera vez por Forchheimer y desarrollado posteriormente por A. Casagrande (1937), Este método tiene la ventaja de dar una vision directa del problema. Con et dibujo se puede apreciar claramente emo influyen las diversas modifica cciones sobre Ia resolucién del problema. El inconveniente principal de la representacién de la red radica en la dificultad del dibujo de la misma. Una red bien ajustada, para un sencillo caso de flujo bidimen- sional, puede requerir varias horas de dibujo. Desgracia- ‘damente, muchas personas no estén bien dotadas para el dibujo y encuentran dificil el trazado de redes correctas. Este inconveniente queda superado por el feliz hecho de que la solucién de un problema bidimensional no es demasiado sensible a la calidad de la red de flujo. Incluso uuna red toscamente aproximada suele permitir una deter- minacion exacta de gastos, presiones intersticiales y gra- ientes. Ademés, en la literatura de mecénica de suelos ya cexisten redes de flujo para muchos casos pricticos. Métodos analiticos Hay algunos problemas de flujo para fos que se ha obtenido la solucién teérica. De ellos, la solucién mejor cconocida es la que corresponde a la filtracion a través de ‘una presa de tierra, semejante a la que aparece en el ejem- Fig, 18:7. Filtracin 2 trawis de un modelo de press 296 Suelos con agua ~ Régimen estético o flujo establecido plo 184. Si la equipotencial de aguas arriba es una paré- bola y el dren de pie de presa es horizontal, la red de flujo estd formads por un sistema de pardbolas hhomofoca- les. Esta solucién fue obtenida por Kazeny en 1933. A. Casagrande desarroll6é aproximaciones a la pardbola de Kozeny para tener en cuenta que el paramento de aguas arriba de la estructura sea una linea recta en lugar de una parabola. Introdujo también modificaciones en la ecuacién de Kozeny para el caso de que la filtracién no terminara ‘en un dren horizontal. EI tablestacado del ejemplo 18.1 es otro problema que tiene una solucién te6rica (ver Harr, 1962), Para la geo- ‘metria del caso indicado, el gradiente’de salida maximo es 1, __Pérdida de cargs total Feaian eee ‘x Empotramiento del tablestacado 750 _ 32 x FER = 0.266 El gradiente teérico (0.266) es pricticamente ef ‘obtenido a partir de la red de flujo (0.27). Modelos Un problema de flujo puede resolverse construyendo tun modelo a escala y estudiando la filtracién en el mo- delo. Por ejemplo la Fig. 18.7 muestra la filtracién en un modelo de press de tierra andlogo a la del ejemplo 18.4. EI modelo esti formado por arena colocada entre dos placas paralelas de lucita, separadas 10 em, La presa tiene una altura de 38 cm y sus taludes son de 2 en horizontal, por 1 en vertical. Se produce un flujo establecido hacia el ren de pie de presa tal como indican las lineas de co- lorante. Pueden verse en la fotografia los tubos piezomé- tricos instalados, Los modelos resultan muy iitiles para ilustrar Jos fun- damentos del flujo de fluidos. El modelo de la Fig. 18.7 se utilizé para pricticas de laboratorio, Los estudiantes calculaban el gasto de filtraci6n y la presién intersticial en diversos puntos de la presa, comparando sus eélculos con los valores medidos en el modelo. Construyendo y some- tiendo a prueba en primer Iugar una presa sin filtro, los, estudiantes pudieron apreciar claramente lo que sucede en. tuna presa cuando el agua de filtracién brota por el talud, de aguas abajo: la falla de Ja presa. ‘Sin embargo, los modelos de suelo son de empl tado para la solucién general de problemas de filtracién debido al tiempo y al trabajo necesarios para construir ‘estos modelos y debido a las dificultades creadas por la capilaridad. El ingeniero puede dibujar muchas redes de flujo y estudiar Ia influencia de las diversas variantes en lun perfodo de tiempo més corto que el necesario. para, construir un modelo. Aunque el flujo que se produce por encima de Ja linea de saturacién puede ser de escasa im- portancia en la presa real, puede tener un efecto consi- erable en un modelo de suelo. Si el ingeniero emplea una arena fina en su modelo se encuentra que hay flujo de ‘agua por encima de la linea de saturacién, Esta zone de capilaridad puede ser una fraccién importante de la altura del modelo, También se han utilizado modelos con liquidos visco- 505 para estudiar problemas de flujo. Puede empleatse un modelo de placas transparentes (vidrio o plistico), coloca. das muy juntas y rellenas con un fuido como glicerina, para resolver un problema de flujo ya que el liquide viscoso seguitd las mismas leyes de Nlujo que el agua en el suelo, Aunque tales modelos se han utilizado con éxito para el estudio en detalle de algunos tipos de problemas ‘como el flujo al interior de un pozo, su empleo para re- solver problemas pricticos viene limitado por la dificultad de construitlos. ‘Métodos analégicos La ecuacién de Laplace para el flujo de fluidos tam- bign es aplicable al flujo eléctzico y de calor. Si bien se han encontrado dificultades précticas al intentar utilizar los modelos de flujo térmico para resolver problemas de flujo de Muidos, los modelos eléctricos se han empleado con bastante profusién, En el modelo eléctrico el voltaje corresponde a la carga fotal, la conductividad a la permea- bilidad y la intensidad de’ cortiente a la velocidad. La ‘medida ‘del voltaje permite localizar las equipotenciales que pueden servir para trazar la red de flujo, Los modelos eléctticos son muy tiles a efectos educativos y, al ser més féciles de construir que los modelos con suelo, se pueden adoptar fécilmente a una amplia variedad de con- diciones de contomo, sirviendo asi para resolver proble ‘mas demasiado complicados para poderlos estudiar tra zando la red de flujo. ‘Andlisis numérico La ecuacién de Laplace puede resolverse aproximada- mente por métodos de céleulo numérico. Mediante una serie de aproximaciones pueden obtenerse las catgas tota- les en diversos puntos de la red. Los métodos de rela cion se basan en este principio. Cuando sean més accesibles los calculadores digitales de elevada velocidad, aumentaré grandemente la importancia del céleulo numérico para resolver los problemas de flujo de fluidos. Mediante programas aplicables a estos proble- ‘mas las soluciones se podrin obtener muy répidamente, Resumen de los métodos para Ia resolucién de problemas de flujo Como puede ver el lector, existen diversos métodos para resolver los problemas de flujo de fluidos. Los mé- todos utilizados en el capitulo 17 son de gran valor ya que se basen en los principios fundamentales del flujo de fluidos, cuyo conocimiento es esencial para el estudiante. La red de flujo constituye una herramienta muy valiosa ya que da una visién del problema de flujo. En el futuro se apreciard un papel cada vez mis importante de las calculadoras digitales para resolver problemas complicados de flujo. Con la calculadora serd posible resolver y repre sentar los resultados para muchos casos tipicos. El inge- niiero puede obtener una solucién aproximada de los, problemas précticos comparando cada problema particular con uno del que se haya obtenido una solucién, 18.6 RESUMEN DE PUNTOS PRINCIPALES 1. Una red de Mujo es un sistema de cuadrados 0 ree- Lngulos formados por la interseccién de lineas de flujo y lineas equipotenciates. 2. A partir de una red de flujo el ingeniero puede ob- fener. a) el gasto de filtrcién, b) la presin inters ticial y c) el gradiente. 3. El gasto de filtacion es q, donde q= kH§. La red de flujo permite obtener el factor de forma § 4. En un’ suelo anisBtropo, la seccién de suelo debe transformarse antes de trazar la red de flujo. PROBLEMAS 18.1 El tubo de la Fig. 17.9 tiene una seccién cuadra- dda de 30 X 30 cm. Trivese la red de flujo para las condi- ciones de flujo indicadas, A partir de la red de flujo deter- minese: a) el gasto, b) la presidn intersticial a la cota +1.80y c/ el gradiente de salida, 18.2 Trazar la red de flujo en las secciones real y transformada del terreno de la refineria de la Fig. 17.13, para el caso de flujo establecido por bombeo. Utilicese el ejemplo 16.2 para tomar las propiedades del suelo. 183 Para el tablestacado del ejemplo 18.1 dibujar a ‘escala el diagrama de presiones efectivas verticales sobre la superficie horizontal mn. El peso especifico del suelo es 2 tm? yy el estado de esfuerzos es geostitico, 184 Aislar el elemento X en el ejemplo 18.2 y repre- sentar sobre ¢! las presiones de agua periféricas, Flujo bidimensional 297 18.5 Trazar ta red de flujo del ejemplo 18.1 a escala natural si ko = 1 wlseg. y ky = 10 useg, 186 Se establece un flujo bidimensional entre el do- ble tablestacado de la Fig, 18.6. Trazar la red de Majo y calcular el gasto por metro de longitud del tablestacado. Determinar el gradiente de salida méximo y el factor de seguridad frente al sifonamiento. Representar a escala la presidn del agua sobre ambos lados de uno de los tablesta. cados. tomy 2 +10 Fig. Pras. 18.7 Caleular la fltracion en metros eibicos por dia y Por metro de longitud a través de la presa de la Fig. P18,7, Determinar para el punto B la presion intersticial y el gradiente. : a0 107 clan 205s CAPITULO 19 Permeabilidad de los suelos y condiciones de filtro Ea los capitulos 17 y 18 se ha demostrado que la pro- piedad fundamental del suelo respecto al flujo de agua esa Permeabilidad. En este capitulo se expone la forma de determiner la permeabildad. Se comentan los factores que inluyen sobre la misma y por dltimo se consideran los filtro. Se han incluido los filtos debido a que su comportamiento esta intimamenterelacionado con la permeabilidad. 19.1. DETERMINACION DE LA PERMEABILIDAD 1La permeabilidad de un suelo puede medirse en el labo- ratorio o en el terreno; las determinaciones de laboratorio, son mucho mis ficiles de hacer que las determinaciones. in situ, Debido a que la permeabilided depende mucho de Ja estructura del suelo (tanto la mictoestructura 0 dis- Posicién de las particulas como la macroestructura: es tratifieacién, etc) y debido a la dificultad de obtener muestras de suelo’ representativas, suelen ser necesarias, determinaciones in situ de lz permeabilidad media. Sin ‘embargo, las pruebas de laboratorio permiten estudiar la relacién entre la permeabilidad y la relacién de vacios por 10 cual se suelen realizar habitvalmente cuando no se dis- pone de medidas de campo. Entre los métodos utilizados en laboratorio para la de- terminacién de la permeabilidad estén: 1. Bl permesmetro de carga variable 2. El permedimetro de carga constante. directa 0 indirecta mediante una prueba Como es necesaria una permeabilidad relativamente gran- de para obtener buena precisién en la prueba de carga varia- be, esta se limita a suelos permeables. Ademis, el grado de saturacién de un suelo no saturado varfa durante la prueba, por 10 que ésta sélo debe utilizarse en suelos saturados, Como las pruebas edométricas se suelen realizar general ‘mente con suelos plisticos, la determinaciéa de la permea- bilidad a partir de esta prueba s6lo se hace con suelos de permesbilidad baja. La prueba de permeabilidad con carga constante se utiliza ampliamente con todos Ios tipos de suelos. La Fig. 19.1 muestra un dispositivo para la prueba 299 de permeabilidad con carga variable. El coeficiente de per- ‘meabilidad puede calcularse a partir de la férrmula 237 tt 5 o6 (i) (19.1) -ccién transversal de la bureta longitud de la muestra de suelo en el permed metro seecidn transversal del permesmetro instante en ef que el nivel de agua en la bureta esté en hy ‘, = instante en el que el nivel de agua en la bureta esta en hy digs hy = alturas entre las que se determina la permeabi- lided La Fig. 19.2 muestra dos dispositives para la prueba de permeabilidad con carga constante. El coeficiente de per- meabilidad se deduce de la formula on aL 192 tha Ney donde 2 = caudal de agus que s fitra a través del suelo en un tiempo t +h = pérdida de carga total Tanto las ecuaciones 19.1 como 19.2 se han deducide mediante 1a Ley de Darcy (ecuacién 17.1), para los casos de flujo presentes en los permeimetros La permeabilidad a la temperatura T, kr, puede redu- citse a la correspondiente a 20°C, kzoec, mediante la expres we = AE ky 493) Hat donde agro = permeabilidad a la temperatura de 20°C key = permeabilidad a la temperatura T Porc = viscosidad del agua a la temperatura de 20°C Mr = viscosidad del agua a Ia temperatura T | | 300 Suelos con agua ~ Régimen estético 0 flujo establecilo Depo we al eonante Fig. 19:1. Instolacidn para la prusba de perms Como se comentard en la Parte V, de este libro, la ve- locidad de consolidacién de un suelo depende directs- mente de la permeabilidad. Asi pues, utilizando las rela- ciones apropiadas podemos calcular’ la permeabilidad & partir de la medida de la velocidad de consolidacién. Esta determinacién dista mucho de ser precisa debido & que existen varios factores, ademés de la permeabilidad, que influyen sobre Ja relacién entre la velocidad de consolida- cid y la permeabilidad. Estos otros factores no pueden deterininarse fécilmente con precisién. Al final de un in- eremento de consolidacién puede realizarse una prueba de . permeabilidad con carga constante sobre una muestra de ‘Al cept de aus datos ido con erga variable suelo en el edémetro. Esta determinacién, que es una ‘medida directa de Ia permeabilidad, es mucho mis precisa ‘que el valor calculado a partir de los datos de velocidad de consolidacién. La medida directa de la permeabilidad en suelos poco permeables requiere ciertas modificaciones de los dispositi- vos de la Fig. 19.2, con objeto de obtener una precision razonable. La Fig. 19.3 muestra una instalacién que se ha utilizado con éxito para medir la permeabilidad incluso en arcillas muy plisticas. La medida en laboratorio de la permeabilidad de un suelo es bastante directa pero requiere una técnica muy i | Pesan Ge wmsna— © o Fig, 19.2. Instolacion pare la prusbs de permeabilided con core cuidadosa para obtener datos de confianza. El lector pue- dde consultar Lambe (1951) para un estudio completo de Ja medida de la permeabilidad. La Fig. 19.4, tomada de Hivorslev (1949), muestra una serie de dispositivos que pueden utilizarse para la medida de Ia permeabilidad de los suelos in situ. Las medidas in situ no suelen ser precisas debido a que no se conocen ‘con seguridad las condiciones del suelo y del agua en el lugar donde se mide la permeabilidad. 19.2 VALORES DE LA PERMEABILIDAD En la Tabla 19.1 se dan los coeficientes de permeabi- lidad de un cierto nimero de suelos usuales. La Tabla 19.2 hace una clasificacién de los suelos sestin la permea- bilidad. La Fig. 19.5 presenta los datos de pruebas de permeabilidad en laboratorio para una amplia variedad de suelos. También puede obtenerse una idea de la permeabi- lidad de los suelos a partir de los datos indicados en la seccién siguiente, 19.3 FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE LA PERMEABILIDAD El coeficiente de permeabilidad que se utiliza en los cedleulos es Ia velocidad de descarga de un fluido que se Permeabilidad de los suelos y condiciones de filtro. 301 Stra a través de una seccién unidad de suelo, bajo un grax diente unidad, El valor de la permeabilidad depende, por lo tanto, de las caracteristicas del fluido y del suelo. Una ecuacién que refleja la influencia del fluido y de las caracteristicas de! suelo sobre la permeabilidad fue deducida por Taylor (1948) a partir de la ley de Poise uille. Esta ccuacidn se basa en considerar el flujo a través de medios porosos andlogo al que se produce a través de tun sistema de tubos capilares. La ecuacién ppt ula co uve ay y| Pca de elere |_Pemeimetro [Pena despite ems j—Membran de goma | oid de compaeneiin ect aesea NA] Lag em po 33m, | Pada poroes ino Tapa de gore 061 en: ra Sy Pete cine ls de erie Fig. 19.3. Instlacin para media de a permesbiidad 302 Suelos con agua ~ Régimen estitico o flujo establecido REE “FH 2 Kae args eg "uma ecg 303 Fermeabilidad de los suelos y condiciones de filtro et e¢ = Foy = amp emt Laty Ld oy Te aero om | 304 Suelos con agua ~ Régimen estético o flujo establecido (eso1d 9p on) suory 92 pos mugorey quON—DUET TZ sued woruq—Ruasy OZ eiBew epoxy 6 ‘Pepinqeounod ap seqenid ap LopRAINSOY “SL Sy ot Pd Yuog sedseq—ruo1y ‘tmaQ 9p euaLY OL ‘s0ans so] ap ugioeaynUap] (esr) pepgmuing 3-01 ont woysog ap owl] 6 ws0uase BTEOIY 8 Aingey>1A ap TEX L epeyoedutos uowsog ap [ze wIDy 9 Béeyd op Buary ¢ ‘oprisedutos ayn fog toy yeu eumepg en Ia cual = cooficiente de permeabilidad de Darcy D, =n didmetro efectivo de las particulas 7 = peso especifico del fluido 1 = viscosidad del fluido ¢ = relaciOn de vacios C = factor de forma 1a siguiente eoucin expres la permenbilidad de los me- dios poross y se conoce como eeuacin de Kozeny-Carman ya que fue propuesta por Kozeny y mejorada por Carman: ay But ro (19.5) donde ky = factor que depende de la forma de los poros y de Ja relacién entre la longitud de la trayectoria real del flujo y espesor del estrato atravesado 'S = superficie especitica Como D, se define como el didmetro de las particulas que tiene una superficie especifica S, la ecuscién 19.4 puede Tabla 19.1 Coeficientes de permeabilidad de depésitos naturales de suelos “Too de fomacin ara Depdston Navies WRSdano en Cen Pequeis ros de los Hasta 0.40 ‘Alps ovientles o2-0.16 Misour 002-020 Misi 002-012 Dopéstos placies lsnuras de alvin 005-2.00 Esker, Westfield, Mass. 0.01-0.13 Delta Chicopee, Ms. 0.0001-0.015 rmorénico Menor de 0.0001 Depésitos edlicos ‘reat de médeno 03 Lowe O.00t ras loésicas 0.0001 + Depésitoslacustes y marines ino costeos) ol 00001-00064 i “Higato de toro", 6 Avenida, NY. .0001-0.0080 Hiaado de Toro Brooklyn, uss 0.00001-0.0001 ‘cla Menor de 00000001 5G eoeticiente de uniformidad Segin Terzaghiy Peck, 1967. * Nombre dado on la regi6n de Nueva York aun limo inorgnico muy inctable, de consistencia vicoea. (NT) Permeabilided de los suelos y condiciones de filtro. 305 Tabla 19.2 Clasificacién de los suetos segiin sus cocfi- cientes de permeabilidad “Grado de permeabitided Valor de & (emg) Elevada, Superior a 10-1 Media 107-10-* Baja 10-10% Muy baja 10-107 Pricticamente impermeable Menor de 10-7 ‘Seyin Terzaghi y Peck, 1967 considerarse una simplificaciOn de la ecuacién de Kozeny- Carman. Las ecuaciones 19.4 y 19.5 son de gran ayuda para el estudio que sigue sobre las variables que influyen sobre la Pemmeabilidad. En este estudio se consideran en primer lugar aquellas caracteristicas referentes.al fluido y a con- tinuacién las que corresponden a la composicién del suelo. Fluido filtrante Las ecuaciones 194 y 19.5 muestran que tanto la vis- cosidad como el peso especifico del fluido tienen influen- cia sobre el valor de la permeabilidad. Estas dos carac- teristicas del fluido pueden eliminarse como variables Aefiniendo otra permeabilidad, la permeabilidad especifica © absoluta, de la forma siguiente: ku y Como k tiene unidades de velocidad, K esté en unidades de longtud al cuadrado es decir, si K esta en emiseg, a u- dad correspondiente. de Kes cm?. K también se express en Darcys; un darcy = 0.987 X 10°* cm. Para agua a 20°C, lat dos ecuaciones siguientes permiten convertir on envseg a K en cm? 0 en darcy. 9.6) K en om? =k en emfseg X 1.02 X 10° 097) K en darcys = k en em/seg X 1.035 X 10° (19.8) La Fig. 19.6 es un abaco que sive para converti los va- lores de permeabiidad expresados en un sistema de uni des a otro sistema (los factores de conversion se dan en el ‘Apéndice). ‘Aunque la viscosidad y el peso especsfico son las tni- cas variables del flujo que tienen influencia sobre la ppermeabilidad de los suelos, otras caracteristicas del Mh pueden tener un efecto importante sobre la permeabilidad de suelos relativamente impermeables. Estos factores, d- tintos de la viscosidad y el peso especifico, se muestran en la Fig. 19.7. En esta figura se han representado los valores de 1a permeabilidad de Ia caolinita saturada ante diversos fluidos. La permeabilidad viene expresada como permeabilidad absoluta por lo cual se han eliminado la influencia de la viscosidad y del peso especifico. Los ‘Suelos con agua — Régimen estitico 0 flujo establecido 306 cOLX SHOT 401% 1e0T ‘pepiieauuied 9p sepeptun ep ueowHop OLX se0T 961, $2200 weg ouenad Ud Banas 2.02 0 one sd, grunt awe som pea ot or Toute # ents ee) 00 sot a gu or ‘owned Permeabilidad de los suelos y condiciones de filtro. 307 Kein area K x 10° cm? ‘Ns (cowreida) i 10 ie | + eT > Acetone | 4 oe ad | ‘0 G2 Of OF G8 10 12 14 46 18 a0 22 2a ire "Conia tind en exets waa vizoo Fig, 19:7. Permeabilidod de 1a caoinita 9 dstintos fuidos en funcion dee! (1 be) siendo 2 relacion de vacior. datos de la Fig. 19.7 muestran que la naturaleza det ui- do puede tener gran importancia con variaciones de varios cientos por cien en la permeabilidad absoluta. Los datos de Ia Fig. 19.7 se obtuvieron a partir de pruebas en las que Ia caotinita se amas6 con el fluido a utilizar para la filtracién. En la Fig, 19.8 se dan los resultados de pruebas cn las que se utilizé agua como fluido de amasado y liqui do filtrante; cada fluido desplazaba al anterior. La Fig. 19.8 muestra que, aunque se obtuvieron diferentes per- meabilidades con diferentes fluidos, las diferencias son mucho mds pequefias que las que aparecen en a Fig. 192, T T E7 010 + i. | } \ } wp AN Wi Aik 0s eh a | Naa 2 are x: | |] 2 + Aa | bee 28 Bonne —| ND 2° aewors oot Borgo so “a i ee ol TI 06 79g 934 fetn dec 0 Flo. 193. Infusnei de Io fllvacién de Suidossucesives sobre fa petmesbilidad de Ia caotnita; uid inca gu. (Sean Michaels y in, 1954). Las grandes diferencias de permeabilidad con ta rela- cidn de vacios, tales como las que aparecen en la fig, 19.7, pueden explicare por fa variacion en la estructura del suelo debido a la preparacién de las muestras en Jos diferentes casos. Esta gran diferencia en la estructura inicial se ha eliminado en las pruebas que aparecen en la Fig. 198. La comparacién de los datos de las dos figuras aclara la conclusion deducida del trabajo de Michael-Lin: ta influencia principal de los diferentes fluidos radica en la structure del suelo. (En el capitulo 5 se discutia ly in- fluencia de la presin interstiial sobre la estructura de los suelos sedimentarios). sto nos leva a ls conclusién de que Is viscosdad y el peso expecifico no son ls tinicas caactersticas del fuido,, Gomo indican las ecuaciones teérieas, que tienen influen- cia sobre la permeabilidad de los suelos finos. Como el relomo electrosmétice (movimiento del fuido en direc- cién opuesta al fyjo neto debido al potencial eléctrico generado por la filtracin) y la movilidad del fluido inme- diatemente adyacente a las particulas de suelo dependen e la polaridad del fluido, doberia incluirse en las ecua ciones un cierto factor referente a esta propiedad Tipo de suelo Las siguientes cinco caracteristicas tienen influencia sobre la permneabilidad: 1. Tamano de las particulas, Relacién de vacios. Composicién. Estructura 5. Grado de saturacion, Las ecuaciones 19.4 y 19.5 sélo consideran directamente cl tamaio de las particulas y la relacién de vacios, mien- | | | | I 308 Tabla 19.3. Resultados de pruebas de permeabilidad ‘Tamaho —Permesbiidad ——_K/Dso? ‘Suslo Dio tem) (uiea) (seg em) Grava griesa (0.082 1100 16 Grava arenosa 0.020 160 40 Grava fina 0,030 1 8 Grava limosa 0,006 46 u ‘Arena grucsa 01 1 1 Arena media 0,002 0.29 7 ‘Arena fina 0,003 0.096 1 Limo 0.0006 ous 2 Media = 16 Datos de permeabiliad y granulometria tomados de “Cupllaity {Teste by Capllaimetet and by Soil Filed Tubes” por K. 8. Lane y DE, Washburn, Proc. HRB. 1946. tras que las otras tres caractristicas se tratan indiecta- mente 0 se ignoran. Despraciadamente, es dificil aislar la influencia de una cualquiera de las cinco ya que, estas caracteristicas. estin estrechamente relacionadas; por tjemplo, la estructura suele depender del tamafio de las particulas, de la relacién de vacios y de la composi cién. La ecuscién 19.4 sugiete que Ia permeabilidad varia con el cuadrado de un cierto didmetro de las particulas Fs Iépico suponer que cuanto més pequefas sean las par- ticulas de suelo menores serin los huscos que constituyen ls canales de fivjo y, por lo tanto mas baja seré la per- medbilidad. Es mucho més razonable una relacion entre la permeabilidad y el tamafo de las particulas en Tos limos y drenss que en las avila ya que en aquellos las particulas son mis aproximadamente equidimensionales y las dife- ‘Suelos con agua ~ Régimen estitico o flujo establecido rencias de estructura mo son tan sobre las arenas, Hazen propuso ares. En su estudio k= 10D, (99) donde k viene expresada en em/seg y Dig en cm. En la Tabla 193 se han recogido algunos datos de permeabilidad y tamaio de las particulas, as{ como los valores. correspondientes de /D219. Como se puede advertir, os valores de A/D? jp varian de 1 a 42 con un valor medio de 16. La W6gica y los datos experimentales sugieren que la mayor influencia sobre la permeabilidad se debe a las particulas més finas del suelo. La ecuacién de Hazen, por ejemplo, utiliza Dyo como el digmetro que relaciona el tamafo de las particulas con la permeabildad. Esta rela- cin supone que la distribucion de tamafios es sufciente- mente extensa para evitar que las particulas mas pequeias sean arrstradas por la fueraa de filtrcién del agua, es decir ef suelo debe poscer “estabilidad hidrodindmica”. Los suelos gruesos uniformes que contienen finos no sue- len presentar tal estabilidad. La filtracion en estos suelos puede producir un arrastre de los finos y provocar, por fanto, un aumento de la permeabiidad con la filtracin, Las condiciones de granulometria para evitar este arasre de finos se dan en la seccién siguiente Las ecuaciones de permeabilidad indican que Ia rela- cin entre k y €3/(I+te) deberia ser una linea recta. Otras ecuaciones teéricas han sugerido que la relacin entre k y el(4e) 0 Ky e seria una recta. Existen considerables datos experimentales que muestran que la relacin edog k sucle ser una linea recta. La Fig. 19.9 presenta datos experimentales relacionando & con diversas funciones de e. Los datos de prueba de esa arena muestran que la rela- cién entre k y ¢2/(I+e) y log k ~ se aproximan bastante 8 Tineas rectat. Los datos de la Fig. 19.7 muestran que la sot ,, Ty] 0.700, a | Lity | el iY | = } Bh / at pos Wy. ; Vf ale ” ] 2 4 ¥ soo] ——1 | 4 _ | L Ty] eo oa | Tae oe as ae aa hc a a sad 10 anc eran ee Peabo 20° i) ® © 19.9, Resuttados de prusbos de permesbilided con carga veribl | H I 7 T hrapuljita —| $% | oo? Cacia, & [emg (sala ogre) Fig, 19.10. Relacion em ta elacion de vactos y 1a permesbilidad. relacién entre k y ¢*/(1 +e) para la caolinita no es recta. En general la relacién ¢ -log k se aproxima més a una linea recta para casi todos los suelos, como indica la Fig. 19.5. ‘La influencia de la composicién del suelo sobre la per- ‘meabilidad suele ser de pequefla importancia en los limos, arenas y gravas (con la excepcién de la mica y la materia orinica); sin embargo tiene gran importancia en las ar- cillas. La gran influencia que Ia composicién puede tener sobre la permeabilidad de la arcilla se ilustra en la Fig. 19.10. Como se deduce de los datos de la figura, de los jones de cambio mis comunes el sodio es el que da lugar a la permeabilidad més baja en Ja arcilla, La Fig. 19:10 muestra que con una relacién de vacios de hasta 15, la ‘montmorilonita s6dica tiene una permeabilidad inferior a 10-7 cm/seg, La montmorilonita sédica es uno de los suelos ‘menos permeables y por tanto se utiliza ampliamente como agente impermeabilizante afladido a otros suelos. ‘La magnitud de la variacién de permeabilidad con Ia composicién del suelo es muy amplia. La Fig. 19.10 muestra que el cociente entre Ia permeabilidad de la montmorilonita eflcica y la de la montmorilonita potésica para una relacién de vacios de 7 es aproximadamente de 300. Se advierte ademas que la permeabilidad de la caoli- pita es 100 veces superior a la de la montmorilonita. Cuanto menor es la capacidad de cambio iénico de un suelo, menor es, por supuesto, la influencia de los iones de cambio sobre la permeabilidad. La estructura es una de las caracteristicas més impor- ‘antes del suelo que influyen sobre la permeabilidad, ‘especialmente en suelos de grano fino. Comparando mues- tras de suelo con la misma relacién de vacfos encontramos que la muestra en estado mds floculado tendré la mayor Permeabilidad de los suelos y condiciones de filtro 309 permeabildad y que lo que se encuentre en el estado més disperso tendrd lo minimo. Cuanto més disprsas estén las particulas, es decir, cuanto més paralelamente estén orien- {adas, mas fortuoso sed el reeorido dal fluido en sentido normal a las particulas. Esta mayor tortuosidad puede txplicar parte ‘de la baja permeabilidad existente en una structure modiicada mecénicamente. El factor principal, Sin embargo es que en un suelo floculado exsten algunos grandes canales para el flujo. Como el flujo através de un anal grande seri mucho mayor que a través de varios anales pequefios de la misma seccion total que el grande, se adverteclaramente que cuanto mayores sean los cana” fes para un determinado volumen de poros mayor ser la permeabildad Para mostrar Ia importancia de ta influencia de I es- trvctura sobre la permesbilidad, la Tabla 19.4 da los esul fados de prusba obtenidos en una arcllacompactada La primera comparacin, entre una muestra. compac- tada del lado seco del Sptimo y otra de lado himedo, se fefiee a dos muestras de pricticamente la misma relacion de vacios y grado de saturacion, con una relacién de permeabilidades de aproximadamente 60. La. segunda Eomparacion, también entre. muestra con fa misma rela tin de vacios y grado de saturacin, presenta una re- Inciin de permeabiidad mayor de 3. En la Fig. 19.11 se exponen otros datos para iustrar la influencia de fa estructura sobre la permeablidad. La Fig 19.1la muestra que la mezela fisca o el amasado de un suelo puede tener un efecto importante sobre la permeabi Tidad. La Fig, 19.110 sei fa gran influencia que tiene Ia adicion de un 0.1% (referido al peso del suelo seco) de tn polifosfato dispersant. El dspersante, aumentando la repulsin entre las partculas finas, permite que éstas se reowganicen a estados de mayor efabilidad hidéulica, dando lugar a una mayor reduccin de la permeabiidad Los anteriores comentarios sobre la estructura del suelo se han referido principalmente ala “rniroestructura”, La “fmacroestructura” es tambisn de considerable importan- cia. Un sielo estraificado formado, por ejemplo, por una capa de limo y una capa de arena tiene ura permeabilidad tnucho mayor para el fujo paralelo a la estatficacion {que en sentido normal a la misma. Este hecho se puso de thanifesto en el ejemplo 18.5. I gado de saturacion de un suelo tiene una inflvencia importante sobre su_permeabilidad. Cuanto mayor sea el grado de saturacién mayor seri la permesbiidad. La Fig Tabla 19.4 SE Peso cexpeciico reackin Grado de —‘Permesbiidad Suelo devacios ssturacion Comite) Arcilla de 1.84 tqn/m® Aproxima- 4 x 10¢ Jamaica 1.86 ton/m* damente el 7: 10-* Arcilla areno- 13 100% 1x 108 sade Virginia 1.3 100% = 2.7 x 10+ 310 Suelos con agua ~ Régimen estitico o flujo establecido at04 Leos B E 1x10? 7 9 1 i i i 14 5 16 ; etl on re lo le ‘ 2a 7 z —— i SS ; { i 3 Feline fn pat ‘ Escapes, na oe | Y Pew teste 2| oe - g ‘suelo seco. . 120} : 1107! é = ae ae a ened! one toni il edd ex ms ee umedad come porcentsje del peso del silo seco °) Fig. 19.11, tnftuencia do ta estructura sobre 1a permaabilided. a) Inluencia det mezcad. Arca de Jamsica. Influencia dela dispersion. (Sagin Lambe, 1955) 19.12, que recoge los resultados de pruebas con cuatro arenas, muestra que la influencia sobre la. permeabili- dad es muy superior a la que podria explicerse simple- mente por una reduccién en los canales disponibles al flujo de agua. Aunque los diagramas de ta Fig. 19.2 su- sicren una relacién nica entre el grado de seturacién y la permeabilidad, 1a deduccién de una celacién entie cellos no es factible debido a la gran influencia de la es- tructura La anterior discusién sobre los factores que aféctan la permeabilidad hace resaltar la importancia de reproducit exactamente las condiciones in situ al determinar la per meabilided en el laboratori. 19.4. CONDICIONES DE FILTRO Existen cierfos casos en los que las obras de tierra re- quieren filtros. En primer lugar, no se puede permitir que fl agua brote por el talud de aguas abajo de una presa, como ya se ha expuesto en el capitulo 18. En segundo lugar no puede permitise el arrastre de particulas de un suelo a oto, 0 de un suelo a una estructura de dre- naje por el agua recogida. Si esto se hiciera daria lugar a la erosién del suelo, con graves problemas de estabi- lidad para Ia estructura de tierra. La erosién del suelo se evita por capas seleccionadas de suelo, denominadas fil tro. EI proyecto de un filtro adecusdo consiste en elegir las dimensiones del mismo y el material para constiturlo, de forma que: 1. Exista una pérdida de carga suficiente al atravesar los filtrs, 2. No se permita una entrada importante de suelo al filtro La seleccién de un filtro para cumplir la primera con- dicién depende del tipo de suelo y del sistema de filtra- cin de la estructura de tierra considerada, La Fig. 19.13 presenta un diagrama stil para el proyecto de filtros en la cara exterior de un talud. Para un talud y una permesbi ‘dad del terreno dados, fa Fig. 19.13 permite seleccionar ‘combinaciones del espesor del filtro y de la permeabi: lidad. La figura se ha deducido de redes de flujo como las dos dibujadas. Permeabilidad de los suelos y condiciones de filtro. 311 Las condiviones para que un filtro impida la entrada de 80 partfeulas son de. naturaleza principslmente granulo- Ftc. Estas condiciones fueron deducias a partir de las Fain as 10a ag | rjcbatcealizadae por Tezaghi y ampliadas posteriormen- 79} UsonFals = 10-Ser/ng fe ae eat ect aeee Katies nls 7) tions sobre ltrs resultantes, relacionan la granulome- ” y tria del material del filtro con la del suelo protegido 60 7 mediante la siguientes expresiones: 3 ‘ee de son Fle i sie Dis (filtro) £59) Dis Geo) «as.t0) EB Ds (suelo) 3 Bao 4 aay E Dso (filtro) 7 so (ite a Deo (Hit) < 95 2) Dao (suelo) ce , 20 donde Ds Dso y Das son los tamatos de las particulas corespondientes & una distibucin granulométrica para lor poreentajes en peso del 15, 50 y 85% que pasan, 1.0 respectivamente. Las expresiones'no slo imitan el ras: 75 ry 30 10 tre de las partiulas de suo al ito a Una pequena zona Graded min 7) en la cara de contacto entre ambos sino que también ase- guran que la permeabilidad del filtro es considerablemente Fig, 19.12. Relacién entre le permeabilidad ye! grado de saturo mayor que la del suelo, Un mejor método para seleccionar _clgn para voris arenas (Sagin Wallace, 1948), 7% T Ts ar i\ = bot is Ye \s\g) -<— Flujo oe agus itv pemese igee retrace ature on ite cna Fig. 19.13. Proyectadefiltos (sein Coderaren, 1960). 312 Suelos con agua ~ Régimen estitico o flujo establecido Ja permeabilidad del fitro es utilizar Ja red de flujo del problema real estudiado, como se ha hecho en la Fig 19.13 para un talu. 19.5 RESUMEN DE PUNTOS PRINCIPALES 1. La permeabilidad es 1a propiedad del suelo que in- dia la faclidad relativa con la que un fluido puede atravesarlo. 2. La gama de permeabilidades es extremadamente ampli, variando desde 1 em/seg para las. gravas hasta 10-® cm/seg para las arcilas. 3. La permeabilidad depende de las caracteristicas del luido y del suelo. La viscosidad, peso especifico y polaridad son las caracteristicas principales del fluido, Fl tamafio de las particulas, la relacion de vacios, la composicién, le estructura y el grado de saturacién son las principales caracteristicas del suelo. 4. Los filtros son elementos esenciales en la mayoria de las estructuras de retencién de agua construidas con suelos. Sirven para obtener la red de flujo deseada y evitar la erosion interna, PROBLEMAS 19.1 Deducir la ecuacién 19.1. 19.2 Estimar la permeabitidad de un suelo cuya curva ‘granulométrica se da en la Fig. 33. 19.3 Estimar el “porcentaje que pasa por el tamiz 200” para los suelos 4 y B del ejemplo 18.5 194 Partienda de ios datos de permeabilidad indica dos para las distintas zonas de la presa del problema 18.7, identificar el tipo de suelo de cada zona. 19.5. Se quiere drenar el agua de un suelo, cuya granu. Jometria esté dada en la Fig. 19.3, mediante un dren de grava, La grava esti formada por particulas uniformes de 5 em de diémetro. En un diagrama de “tanto por ciento que pasa” en funcién del “diémetro de las particulas (mmm)”, representar ta curva de la Fig. 3.3 y la de un. ‘material de filtro que cumpla las condiciones establecides cen las ecuaciones 19.10, 19,11 y 19.12. 19.6 Un suelo (k=10-' cm/seg) se va a utilizar como filtro de otro suelo (k= 5X 10°? em/seg) que fe ‘ma un terraplén con un talud de descarga de 1 (vertical) 2 (horizontal). El flujo brota del terraplén a una altura de 8 m. Elegir el espesor del filtro mediante Ia figura 19.13.

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