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: 1 | | | | | : CAPITULO 28 Comportamiento esfuerzo-deformacion con o sin drenaje En el capitulo 26 se supuso que las relaciones esfuer- zodoformacién obtenidas en pruebas con drenaje podfan servir para calcular las sobrepresiones intersticiales produ- ceidas en ua proceso de carga sin drenaje. Esta hipstesis ‘implica que existe una relaciOn intima entre los comporta mientos esfuerzo Bjemplo 28.1 Datos: Arcilla de Weald normalmente consolidada con Bo 2.1 kafem?. Problema: Calcular 04, 0;, 03,32 ¥ u cuando a. q = 035 kglem’. 6, q alcanza su valor méximo. Solucién: La Fig. 28.1 es una version desarrollada del diagrama q-p de la Fig. 28.7, uitilizando una trayectoria de esfuerzos efectivos interpolada entre las correspondientes apo 1 kglem? y Po = 4.1 kg/em? lamas Laat aoe Estuerzo tot | alan oh 5 < a 050 5 ae Teac de CZAR. euros so 925) eetutreos afectvos ST x 0.35 ka/em? Tacomas de « LN tite ‘a 700 730 ay By B len!) Fig. £28.1 Esfnerzos Kelem?) @) Cc 7 5 37 dado en la p 35 387 fica 1 40 ama Pte a 30 300 ?-4 > x0 233 dadocna grifica & 35 310 244 4 35 us pea aan 158 ea 4 050089 A/S, 0) > Ejemplo 28.2 Comportamiento esfuerzo-deformacin con o sin drenaje 453, ‘Datos: Una muestra de arcilla de Weald con Pm = 8.4 kslem® y Bo =0.7 kgfem? Problema: Calculae Gy, 03, 05,03,u y A al alla. ‘Solucion: La Fig, E282 es copia de la 28.8 at 15 Trayecoria de sirens fotos Tayside aera ates | 0 ra is 20 28 ~—~«0 B= (G+ F)/2Uilen’) Fig, £282. ‘sfuerzo efectivo y teniendo la misma humedad, se some- ten a estos diversos tipos de pruebas sin drenaje, se de- duce un hecho importante: la trayectoria de esfuerzos cefectivos y la resistencia al corte sin drenaje son idénticas para cada tipo de carga ‘Son también posibles otros tipos de carga; un ejemplo es la expansion en descarga, cuando el esfuerzo axial dis- rminuye mientras que el esfuerzo lateral permanece cons- tante. Al considerar todos los tipos de carga posibes sin drenaje, encontramos que la trayectoria de esfuerzos efeo- tivos y la resistencia al corte dependen algo del tipo de 19) T 1 40] -05| -10) 34 5 678910 Razin de sobreconlicién PP, 12 203040 Fig, 289. Parémetro de prsién intrsticial Ar para ta aria do Wesid. ‘carga (ver la seccién 29.4), Sin embargo, en primera aproximacién puede decirse que la resistencia al corte sin drenaje y la trayectoria de esfuerzos efectivos sin drenaje dependen tinicamente de las condiciones iniciales existen- tes antes del proceso de corte y son independientes de la {forma en que se aplique el esfuerzo cortante Relaciones entre las resistencias al corte con o sin drenaje Las relaciones esfuerzo efectivoresistencia deducidas de pruebas con drenaje (ver, por ejemplo, las eurvas del capi- tulo 21) se han superpuesto sobre las trayectorias de es fueraos efectivos sin drenaje en las Figs. 28.7 y 28.8. Se hhace evidente inmediatamente un hecho importante: la relacién entre gy y Py es la misma independientemente de que la areilla se someta al proceso de corte con drenaje completo o sin drenaje. Las Figs. 28.10 y 2811 muestran las relaciones entre Jos esfierzos y la humedad al falla. En este cas0 los puntos de datos corresponden a pruebas sin drenaje, mientras que las Iineas y curvas son las del capitulo 21 Vemos ahora otro importante hecho: las relaciones G1 ~ Br — wr obtenidas en procesos de corte con drenaje son también aplicables cuando ef corte es sin drenaj. Podemos entender ahora el concepto hacia el que nos encaminébamos en el capitulo 21: para une determinada 454 Suelos con flujo de agua en régimen variable 26 Humedsd wey 7) Rog 8 Fig, 28.10, Relacién estuerzowvolumen en ercilla de Weald nor: rmalmenie. consoled. cexistentes en ambas muestras, TLR IIT fT Ll arcilla con una determinada historia de esfuersos, existe a x | CE) ta retin tinier gy oe ae ‘plicable inde NST ppendientemente del tipo de carga y del grado de drenaje ANY tt at apiear és N | els || {a conclusion constituye una unidad completa respecto TNT ey \t i aa resistencia al corte de la arcilla bajo una amplia varie iL dad de condiciones de carga. Es decir, independiente. ia t t mente de la forma de fallar dl suelo, la relacién entre la ! resistencia y el esfuerzo efectivo permanece la misma. Sin tel embargo, si se contlidan dos muestay de tna detec IN nada arclla bajo el mismo esfuerzo Bo, y una de elles se L Sy rompe por corte con drenaje completo y la otra sin dre- U mn! tt anaje, se obtendrén diferentes valores de la resistencia gp. ar Joncoa. Esta vasicion se explica por la diferencia entre las presio. > Ejemplo 28.3, Datos: Arcilla de Weald normalmente consolidada con Bo = 2,1 kg/em. Problema: Determinar qr y wr para corte con y sin drenaje, aumentando 9 y man teniendo constante ay, Solucién: Corte con drenaje: So traza Ia trayectoria de esfuerzos efectivos y se encuentra By 4. A continuacién se obtiene wy utilizando bien la relaciSn By — we 6 ar — wr (ver a Fig. E28.3) Br=337 kalem?, Gy = 1.26 kglem?, wy = 206 Corte sin drenaje: Se entra en el diagrama esfuerzo-volumen con els dado, obtenionde r-Delarelacién4y — wy, se obtieneq. By se puede deducir de laelacion gy 3p Wr 23.0% 61 kglem?, By =1.65 kglom? Z To $ Sale! 2 | (Cp on sere = os (anpie 285) N | Fa ba sn reno. —| 77 tte ene ae B zp| Artrcnoi [ | \ K Fi ii L il AUT! ear 7 1 fo Pos ¥ By (elem) Fig. 6283, < nes intersticiales, y por tanto entre los esfuerzos efectivos, Comportamiento esfuerzordeformacién con 0 sin drenaje 455 26 7 ' “ | ea oan Ba ttt ~ eL i H r 5 a Tear ce ® —y— | H- te ' 00s § + dyson fe COMM | Por esfuer: Hoy ~ 94) = 4p = See eet + av pen A (@ bu = Af da, — Ao), 2 a TT seri ; My = AdOay — Sy) = 2AQy cal Ecos Po sen 7 gn EEA tadens egy 8» : _ Sete T] sexo 3 ” % esa) 320 Ds | s send [| | Tseng wht t 1 Sia, = 4 0 w By ¥ Bo thafem) = sng a (o) Po fig. 20.11. Relaciones sluctowolgmen para un arcade Weald Fig, 28.12. Ecuscin cu expresn rested a ore in rene Sobreconslidads, iy = 8.40 lor? Utiliando el parémetro de presion intersticial Ay se puede deducir una expresién que relaciona la resistencia al corte sin drenaje y la presién de consolidacién iniial Esta deduccién se representa en Ia Fig. 28.12. El resultado (ecuacién 28.1) resalta un hecho importante: la resistencia al corte sin drenaje depende de las condiciones existentes antes del corte, es decir, de Bo y también de Ar, $y 7, ‘que son funciones de la ‘historia de esfuerzos, Para arcilla ‘Weald normalmente consolidada con Ay =0.8,7=0y 2°. abtenemos a = 0.29 Bo. Gn funelin de Af y los parématos de exfueros efectvos ‘Magnitud relativa de las resistencias ‘con y sin drenaje En los apartados anteriores se han establecido dos prin- cipios importantes: a) la relacién gy ~ By ~ wy e8 tinica para un suelo con una historia de esfuerzos determinada y b) la trayectoria de esfuerzos efectivos y la resistencia ‘al corte sin drenaje dependen tinicamente de las condicio- nes inmediatamente antes del proceso de corte. (Una forma siti para ilustrar estos principios consiste en calcu- > Ejemplo 28.4 Se repite el ejemplo 28.3 pero disminuyendo 03 y manteniendo constante 0; Solucién: Se siguen los mismos pasos que en el ejemplo 28.3. La resistencia al corte sin drenaje es la misma en ambos ejemplos. Adviértase también que qr =0.29 Bo. Carga con drenaje Carga sin drenaje y descarga Descarga con drenaje prion?) _wrG) _antcelom*) 37 00.61 1126) 165 23.0061 15s 23.2056 4 456. Suelos con flujo de agua en régimen variable > Ejemplo 28.5, Datos: Arcilla de Weald sobreconsolidada con Fm = 840 kg/em? glo, Problema: Determinar gr y wy niendo constante 03, ¥ Po=21 fen corte con y sin drenaje aumentando 0, y mante- Solucién: Se siguen Jos mismos pasos que en el ejemplo 28.3. Los diagramas se dan en la Fig. 28.5 y la solucidn aparece en la tabla del ejemplo 28.6, Cag con sane (Gienplo 285), pe = 8a igen 142, <33 glen? A as ag con drome (Ejenpi 265), B lafer? a T bpon & Ff mio 205) g ‘Anboselmple) in rene fs 7 tl | +4 t Li ay Bo Fy (lend Fig. £285 lar la magnitud relativa de las resistencias y con y sin dre- naje para diversos casos de carga. Este eéleulo se have en Jos ejemplos 28.3 2 28.6. Estos ejemplos nos recuerdan dos hechos importantes referentes a la resistencia de la arcilla con una historia de esfuerzos dada: 1. La muestra de mayor capacidad (como indica la ‘menor humedad) tiene la maxima resistencia, 2. La muestra sometida al mayor esfuerzo efectivo (de- terminado por ) tiene la mayor resistencia, > Ejemplo 28.6 < Como se advirtié en el capitulo 21, la resistencia, el esfuerzo efectivo y Ia compacidad estin interrelacionados, siendo imposible decir si la resistencia viene controlada por el esluerzo efectivo 0 por la humedad. Sin embargo, en general, es mais util considerar el esfuerzo efectivo como la variable que controla la resistencia, Los ejemplos también indican que es dificil dar reglas sencillas sobre la magnitud relativa de las resistencias con ¥ sin drenaje. Esta relacién depende del tipo de carga y el grado de sobreconsolidacién. La Tabla 28.1 puede ser- Repetir el ejemplo 28.5 con 05 decreciente y 0, constante. Solucién: Se siguen igualmente los mismos pasos. Ver la Fig. E285. Carga con drenaje Carga sin drenaje y descarga Descarga con drenaje Fr elem?) we) __artke/em?y 340 20.1 130 365 199 139 149-219-062 < Comportamiento esfuerzo-deformacién con o sin drenaje 437 Tabla 28.1 Magnitud relativa de las resistencias al corte con o sin drenaje “wc “ail rocmainente —_fuoromente onoldada _sobreconondada Carga en_compresion triaxial (0, creciente CD>CSD — CSDexsCD con 05 constate) Descarga en compre: sién triaxial (0, constante con 03 de CSD~CD CSD» CD ereciente) Nota, Estas comparaciones son apliables a muestra con el mismo ‘xfuerzoefectivo ini vir de guia. La importancia de estas relaciones se ilustrard en el capitulo 31. 284 EL CONCEPTO ¢ = 0 Consideremos ahora una serie de pruebas sin consolida- cién ni drenae, Se eleccionan tes muestra, consolidindo- las bajo 1:12 kg/em®, Con esto llegan ls muestas al final de I fase 1 en el programa de prueba SCSD. A continua- cin se varian las presiones de confinamiento pasando por sjemplo & 0.7, 2.1 7 kg/em®, sin permtir posterior,conso- Tidaclén y rompiendo las muestras#continvacion sin drens- je. EI resultado, dentro de la distrcion experimental, es {7 = 0.34 kglom? para todas as muestras, Esto es lo que ha sucedido: At varia la presén de con- finamiento en la fase 1, la presén interticial de las mues- tras totalmente saturadas vari en la misma magnitud, por To que el esfuerzo efectivo penmanecid invariable e igual en todas las muestras. Asi pues, Bo = 1.1 kg/cm? comportén- dose éstas en el proceso de corte como la muestra CSD de la Fig. 28.7 con Po = 1.1 kg/em®. Este estado de cosas se demuestra en la Fig. 28.13. Por ejemplo, consideremos la muestra sometida a una presién de la cémara de 2.1 ikglem?. Los esfuerzos observados en las diversas fases de J prucba se indican en Ia Tabla 28.2. Para las demas muestras, J-q son los mismos, mientras que p, u, y a3 va- rian en forma escalonada. A continuacién se seleccionan otras tres muestras, con- solidindolas bajo 7.9 kg/em*. Nuevamente se realizan pruebas SCSD, con presiones laterales de 0.7, 2.1 y 7 kglem?. Todas estas muestras tienen una resistencia de 23 kgiem?. La variacién de los esfuerzos en la prucba con 2.1 kg/em? de presién de confinamiento se da en Ia Tabla 28.3. Advigrtase que la presién intersticial se indica como negativa al final de la fase 2, siendo menos negativa (mayor algebraicamente) cuando falla la arcilla por corte. Aunque no se dispone de medidas directas de presiones intersticiales nogativas de este tipo, la evidencia circuns- tancial roferente a la existencia de estas presiones intersti- ciales es abrumadora, El ejemplo 28.7 presenta otra muestra mis del compor- tamiento en una prueba SCSD. > Bjemplo 28.7 Datos: Una muestra normalmente consolidada de ar- cilla de Weald al 19,5 Problema: Determinar la resistencia y la presin inters- ticial al falar en una prueba SCSD con una presién de cémara de 7 kglom® Solucién: Entrando en la Fig. 28.10 con wy = 19,5 1,7 kglem? y py = 5 kgfem®. Resulta ade- 5=3,7 kglem?. < aglem*) sven tl de cofnanintog Tos ‘Estero eto de vets conta rien consoles 3780 kgf? Efron fl Pars sata onside 9 sctecwno | TO len? Taw! | Para rues ‘anaiade» ss ttecve ) 730 ken? Fig. 28.13. Dos sri de prusbas SCSD en arcla de Weald normalmente consolideds, 458 - Suelos con flujo dé agua en régimen variable Tabla 28.2" ‘Tabla 28.4¢ Final de lafae oy p A @ Final dela tase 3S a za I 1212 Tinea 1 12 Laz 0 1120 2 210 210 098 112 9. 2 0 0-112 1129 3 210 243° 155 088033 3 0 0 055 086 033 4 stuer2osy presiones en kg/m? Bstos resultados son otra prueba de la importancia del principio de esfuerzos efectivos. De este estudio se deduce otra observacién importante: La resistencia al corte sin drenaje es independiente de las variaciones del esfuerzo total p. Por ello, cuando se representa la resistencia sin drenaje en funcién del esfuerzo principal total medio p, resulta tuna linea horizontal como se ve en la Fig. 28.13. Cuando se observ6 esta relacién por primera vez, se supuso que correspondia a un material cohesivo, es decir ¢ Aunque ahora se reconoce que esta relacién no dice nada respecto al mecanismo interno de resistencia al corte, se sigue atin denominando concepto $= 0. Para cada arcilla, existe una familia completa de Iineas horizontales que “relacionan” la resistencia al corte sin drenaje y el esfuer. 20 total. Cada linea corresponde a una presion de conso. lidaciGn diferente By; se puede igualmente decir que exis. te una humedad diferente para cada linea, Por éltimo podemos realizar alin otro experimento, Una muestra se consolida bajo 1.1 kg/em?. A continua. cin, operando ripidamente, se extrae la muestra de la ccimara triaxial; se la despoja de In membrana y a conti- ‘uacién se comprime axialmente; en otras palabras, se realiza una prueba de compresién simple sobre la muestra. Se encontrar que la presion axial al falar es muy proxi. ma a gy = 0.33 kg/em?. Es la misma resistencia obtenida ‘en las pruebas SCSD con muestras sobreconsolidadas bajo 1.1 kglem*. Los esfuerzos efectivos que proporcionan 2 esta muestra su resistencia se deben a las presiones inters. ticiales negativas, como puede verse en la Tabla 28.4, Esta, prucba vuelve a ilustrar la validez del concepto ¢~0 y también muestra la relacion de la prueba de compresién simple con la forma més general de la prueba SCSD. El concepto $= 0 es de considerable importancia pric- tica como veremos en el eapftulo 31 285 RELACION ENTRE LAS CURVAS ESFUERZO. DEFORMACION CON Y SIN DRENAJE Para estudiar esta relacién imaginemos una prueba tri axial con carga axial en la cual el conducto de drenaje se Tabla 28.3" Vinaldelatee 03 pw 2 a Pane A 1 784 7840 7840 2 240° 210 5.747840 3 210 441-175 6.16 230 4 Esfuerzosy presionos on kg/om? * Esfuerzos y prediones en Kglom®, ‘mantiene abierto, conectado con la atmésfera. La trayec- toria de esfuerzos totales es Ia AB en la Fig, 28.14. Los Puntos A y B también representan los estados de esfuer. os efectivos inicial y final. Sin embargo, existe una amplia variedad de trayectorias de esfuerzos electives se- atin I velocidad a que se aplique la carga axial 1. Si Ia carga se aplica muy lentamente respecto a ta velocidad de consolidacién, AB es también la trayec. toria de esfuerzos efectivos. Durante la carga se pro. ducen variaciones de volumen y deformaciones tangenciales, 2. Si la carga se aplica muy répidamente respecto a la velocidad de consolidacién, la trayectoria de esfuer- 208 efectivos es AJB. Durante la carga no se pro duce drenaje y en un suelo saturado sélo tienen lugar deformaciones tangenciales segtin la trayectoria AV. La linea JB corresponde a la consolidacién sub- Siguiente. No existe variaci6n de volumen a lo largo de AJ. Si el suelo fuera isstropo nu existirfa defor. ‘macion tangencial segiin JB, pero en realidad puede producirse cierta deformacién tangencial. 3. Si las velocidades de carga y de consolidacién son seméjantes, se produciré un drenaje parcial al aplicar 4a carga, dando lugar a una trayectoria de esfuerzos cefectivos intermedia. En esta trayectoria se produ cird variacién de volumen y deformacién tangencial Puoden establecerse varios conceptos importantes com: parando con mis detalle las deformaciones segiin la tra. yectoria AJB con las que se producen segin la trayectoria AB. res con ean tata constant Fig, 28.14. Trayectoria do estuezos efectos con distintos grados de drenaje en la prueba triaxial | | Deformaciones en carga sin drenaje El cociente entre Ia variacion de esfuerzo axial y la variacin de deformacién axial durante une prueba triaxial equivale al médulo de Young (secci6n 12.1). Para una car- #2 con drenaje (seccién 22.2) este cociente relaciona el esfuerzo efectivo con Ia deformacién y a partir de ahora, lo denominaremos F. La siguiente deducin, aplicable a lun material i6tropo ¢ idea, relaciona E con el médulo de Young sin drensje £0 cociente entre el esfuerzo total y Ja deformacién en un proceso de carga sin drenaje Si el esqueleto mineral es is6tropo, puede splice Ia evuacign 12.52 a la carga sin drenae en dos formas: Exfuero total: (28.3) Esfuerzo efectivo: (28.4) donde ji= es el coeficiente de Poisson del esqueleto mi- neral. Para Ia carga sin drenaje, al ser el pardmetro de pre- sién intersticial A igual a 1/3 para un material isétropo, jam Boy Por tanto . = hbo + ta) = E (28.5) AAS Como A suele valer aproximadamente 0.3, resulta E E En los suelos reales, el cociente £/E suele ser mucho ‘mayor que este valor tedrico. No suelen ser raros valores de 3 6 4 en arcillas normalmente consolidadas. Debido @ que no se produce variacién de volumen durante un proceso de carga sin drenaje, la deformacién axial en este caso (trayec- toria AJ) es menor que para la misma carga con drenaje (trayectoria AB). Si se conocen las presionesintersticiales producidas por ‘una carga sin drengje, siempre pueden calcularse las defor- raciones producidas por Ia carga aplicando las ecuaciones 12.5 al esqueleto mineral es deci utlizando el sistema » EB Generalmente conviene calcular las deformaciones directa- mente en términos de esfuerzos totales. Para un suelo tropo saturado esto puede realizarse mediante las ecuacions 12.5 con # Usilizando un coeficiente de Poisson de 0,5 se obtiene la condicién de variacién de volumen nula. Como el esfuerz0 tangencial no varia por la presion intersticia el médulo de Comportamiento esfuerzo-deformacién con o sin drenaje 459 | Perasitd: 468-450% (| [ ' 2 + 3 t 7 3 ware ee) ws 1 oi: 1356 : | | t aiasigewes | 3 | eer i - | : Fak coos wee & aT T ; | ia — 4 iN | feel | | | | \ a | Etre totals elem) Inia. (Saptin Bishop y Elin, 1950). arena, El limite de presiones intersticiales antes de produ. cirse la cavitacién esté relacionado con las tensiones capi- lates del agua en el suelo (capitulo 16) y con Ia cohesién aparente que puede existir por encima del nivel freético (capitulo 21). 29.2 ARCILLAS SENSIBLES Y ARENAS MUY SUELTAS. En el capitulo 28 y en la secciOn anterior hemos resal- tudo la coincidencia entre la resistencia con o sin drenaje ¥y hemos sugerido que la relacion a7 — Br (os decir, la — {es la misma para ambas prucbas. Ahora debemos considerar algunas diferencias y excepciones a esta imagen tan simplificada, La més importante de estas excepciones se presenta en el caso de arcillas sensibles y arenas muy sueltas. La Fig. 29.5 muestra los resultados de una prueba CSD una muestra inalterada de una arcilla sensible normal- mente consolidada. 0 20.4. Resultados de prusbes SCSD en arena sstureds. E:fuerz0 de consolidacién 0,37 kelém? totalmente saturad en et instante El esfuerzo desviador alcanza un maximo para una deformacién axial bastante pequefia, disminuyendo des- pués con posterior deformacion. La presién intersticial continéa aumentando incluso después de alcanzar el maxi- mo del esfuerzo desviador. La trayectoria de esfuerzos efectivos tiene una forma bastante diferente de la que encontramos en Ia arcilla de Weald ya que ahora el punto Gr, Br que representa la resistencia méxima (punto sefia- lado con una flecha) queda muy por debajo de la relacién, ay — Py correspondiente a la resistencia con drenaje Este comportamiento se debe a la estructura muy suel- ta, metaestable, de las arcillas sensibles. El comporta- miento de estas arcillas en el corte con drenaje ya se comenté en la seccidn 21.5: la arcilla sufre una gran dis- minucién de volumen. Consecuentemente, se inducen ‘grandes presiones intersticiales positivas en el corte sin drenaje. Cuando la arcilla se somete a corte sin drenaje. se desarrollan dos tendencies opuestas: a) se moviliza una parte cada vez mayor de la friccién potencialmente dispo- nible:.y 5) disminuven los esfuerzos efectives. Asi pues, 466 Suelos con flujo de agua en régimen variable HT7 Ye (ial) i t 32 L 1 Contras = 1 ee? y 5 oa Deformocin sx (2) @ 1 Linn deta para laren resi Fig. 295. Comportamiento de une acl secsible on una prosbs de corte in dransi. (Segin Crawford, 1959) la resistencia al corte general, que esté relacionada con el producto del esfuerzo efectivo por el factor de friceién movilizado, alcanza un maximo antes de desarrollar com: pletamente la resistencia por friccion maxima. Con defor rmaciones muy grandes, cuando ya se ha movilizado toda Ia friccién disponible, la resistencia al corte general es, pequetia debido a que ol esfuerzo efectivo también Io es. Este punto importante se muestra en el ejemplo 29.1. Adviériase en especial 1a disminucidn de G3 desde el valor inicial de kglem? y el gran valor del parimetro de presién intersticial A durante las fases posteriores de la prueba, Este mismo comportamiento se presenta en arenas muy sueltas, como se puede apreciar por los datos que apare- cen en Ia Fig. 29.6. E] esfuerzo desvindor méximo en la prueba realizada con arena muy suelta se alcanz6 para una deformacién axial muy pequefia, de aproximadamente 1/49. En este punto, el dngulo ‘de friccién movilizado fue do aproximadamente 10°, aunque el éngulo de fric~ cién de la arena en corte con drenaje para esta compaci dad era aproximadamente de 30°. La diferencia entre los angulos de friccién movilizados para Ja resistencia méxima en pruebas con o sin drenaje Sobre muestras inalteradas de suelos marinos se indica en la Fig. 29.7. La discrepancia es maxima en los suelos con Ja menor plasticidad — arenas finas y limos. Es decir, la tendencia hacia una estructura metaestable es méxima’en suelos relativamente no plésticos. > Ejemplo 29.1 Datos: Los que aparecen en la Fig. 29.5. Problema: Determinar los esfuerzos efectivos princi- pales, el dngulo de friccién movilizado y el pardmetro de resign intersticial A, a) para una deformacién axial del 1.596; b) al final de'la trayectoria de esfuerzos efectivos (pfoxnmdament par un 8% Ge deforacién axis). Deformacion (96) 1s 8 i (kglem?) 62538 2 3 (kglem?) 2757 10) B movilizado 23° 36° sen“! @/B @ (kglem?) 17s 14 Au (kgiem’) 3258.0 60-05 A 03 18 Aul2a < Hemos visto una vez més que el concepto de una rela i6n tinica gy - By ~ wy s6lo es aplicable con deformacio nes muy grandes, aunque el concepto de esta relacién nos sieve para entender Ia conexién entre la resistencia con 0 sin drenaje de los suelos, la relacién no es aplicable a la resistencia maxima de suelos con un esqueleto metaesta- 7 2, 2 24 Susita ‘= 05 ——— A a ae i S « Compacta ume - | ¥ a Peni cei Vn ee pres intl pa een en et coven 2020 iene im 7 0 10 Nima dees o 1 Fig, 29.9, Presiones intersticites y deformaciones axials en funcién dol nimero do ciclos de carg triaxial sobre erenasuelta saturade, {G) Deformacion axial en funcion del nimera de cilos. (2) Variacén observda de la prosén intersticil en funcién del nimaro de ciciox, (Seain Seed y Lee, 1968) ‘carga repetida. En estas prusbas se observé una deforma- cidn escasa 0 ula hasta el 9o. ciclo de carga. En este 90. Ciclo, se. produjeron repentinamente grandes deformacio- nes y al cabo de pocos ciclos estas deformaciones supe- faron et 20%. dando lugar a la falla total. Se habian ido creando presiones intersticiales durante los primeros 8 ciclos y en el 90, la presion intersticial aleanz6 el valor de Ja presién de confinemiento, de forma que el esfuerzo cefectivo lateral se hizo 0. EI mismo efecto también se pro- duce, aunque en menor grado (licuefacci6n parcial o« momentinea) en arenas compactas (ver la Fig. 29.10). Como se aprecia en la Fig, 29.11 la relacidn esfuerzo-de- formacién bajo cargas repetidas puede quedar muy por debajo a la correspondiente a una carga tinica. La Fig. 29.12 muestra la relaciOn entre los esfuerzos necesarios pata producir la falla (deformacién del 20%) y el niimero de impulsos de carga; esta relacién variard segtin el tipo de farenay su relacién de vacios. La susceptbilidad a la Ticuefacci6n es méxima en el easo de arena fina uniforme. ‘La pérdida de resistencia durante ciclos de carga tam- bién se produce en las arcillas (Fig. 29.13) pero la pérdida total de resistencia no tiene lugar hasta que se alcanzan deformaciones muy grandes. 29.4 OTRAS CONDICIONES DE PRUEBA QUE INFLUYEN SOBRE LA RESISTENCIA En el capitulo 28 introdujimos el concepto de que ta trayectoria de esfuerzos efectivos y la resistencia sin dre. naje son independientes de la forma en que se aplica la targa. Se dijo que esta regla era solamente aproximada por Io que ahora mencionaremos algunas complicaciones de la misma. Esfuerzo principal intermedio. La resistencia al corte sin drenaje de un suelo puede reducirse hasta un 20% si Ia arcilla falla con 0; = 01 (ensayo de extensién) en lugar de 0) = 03 (prucba de compresién). Esta diferencia se debe a que las presiones intersticiales inducidas son ma- yores en la prucba con 0; = 0; (Hirschfeld, 1958), Velocidad de deformacién, El aumento de la velocidad ‘a la que falla una muestra de suelo saturado hace aumen- tar la resistencia sin drenaje. Por ejemplo, Ia resistencia sin drenaje suele aumentar al doble si el tiempo transcurtido hasta Ia falla se reduce de 1 hora a 5 mseg (Whitman, 1957). Suele existir acuerdo en que la resistencia al corte sin drenaje es menor en una prucbe de larga duracién (diga- mos de varios meses) que en una prueba de duracion Conveneional (varios minutos). Sin embargo, no existe tanta concordaneia en cuanto 2 la magnitud de este efecto del tiempo. Housel (1965) ha sugerido que Ia resistencia dd las arcillas normalmente consolidadas pueden descender hasta el 50% de su valor en pruebas de duracién conven ional. Otros resultados (por ejemplo Bjerrum y Col. 1958; Peck y Raamont, 1965) sugieren que la reduccién no supera ef 25% siempre que se empleen muestras de ‘buena calidad, En pruebas de larga duracién en suelos sobreconsolida dos la resistencia sin drenaje puede ser muy baja (Casa grande y Wilson, 1951), aunque estos resultados pueden fstar influenciados por entradas de agua a las muestras durante las pruebas. Resistencia al corte sin drenaje 469 En todos los casos en que ha sido posible medir ts presiones intersticiales durante pruebas sin drenaje con Giversas velocidades de carga se ha encontrado que la variacion de resistencia al corte sin drenaje se debe a una Giferencia de la presin intersticialinducida (Richardson y Whitman, 1964). El aumento de Ia velocidad de ‘deforma- cidn significa unas presiones intersticiales inducidas me- rors. ‘Duracién de la consolidacién. El tiempo que el suelo permancce bajo la presién de consolidacion (fase 2 de la prueba CSD) tiene influencia sobre la resistencia al corte Sin drenaje: cuanto mayor sea el tiempo de consolidacién, rnayor seré la resistencia sin drenaje (Taylor, 1955). Esto tambien se debe a que las presiones interstciales inducidas en el proceso de corte son diferentes en pruebas con tiem- pos de consolidacién variables, Probablemente este efecto sti asociado con Ta consolidacién secundaria, (capitulo 21). Cuanto més tiempo permanece una muestra bajo la presién de. consolidacion ms compacta resulta y, por Tanto, menores son las presiones inersticiales inducidas en cl proceso de corte, Discusion, Las variaciones de temperatura, concentra~ cién de iones en el fuido intersticial y otros cambios ambientales también pueden modificar la magnitud de la presion interstcial inducida en el corte sin drenaje y, por tanto, hardn variar la resistencia al corte. ‘Los factores deseritos en esta secci6n tienen un escas0 efecto sobre la relaciSn gf «Pr (tanto en lo que se refiere S'la resistencia méxima como a la residual), Sin embargo, le magnitud de las presiones intersticales inducidas en el proceso, es moderadamente susceptible a los detalles del proceso de carga. 29.5 CONSOLIDACION BAJO ESFUERZOS NO ISOTROPOS Hasta ahora hemos estudiado nicamente el caso en et que, antes de la falla por corte, el suelo se consolida bajo tin esfuerzo isdtropo, es decit 319 = Gyo. Como se ha demostrado que el estado de esfuerzos antes de la falla por corte no tiene una influencia decisiva sobre fa resis fencia sin drengje, es natural preguntarse qué sucederia si Bro < dro. Por ejemplo, los suelos naturales suelen estar consolidados in situ, en un estado Ko: Kia = Kw Teoria La Fig, 29.14 muestra dos trayectorias de esfuerzos efectives que pueden seguirse para llegar a un estado do. Bo dado. La trayectoria | supone una deformacién lateral hnula durante cualquier fase del proceso de carga, aunque los esfuerzos tangenciales estén presentes en todo el pro- eso, La segunda trayectoria supone una primera consoli- Gacion bajo un esfuerzo isétropo (trayectoria 2A con una deformacién lateral hacia el interior) seguida de un corte sin drenaje hasta que se alcanza el estado de esfuerz0s do, Bo (irayectoria 28 con deformacién lateral hacia afuera)- Se ha encontrado que ambas trayectorias conducen aproximadamente la misma humedad para el estado de esfuerz0s Bo, do (Henkel, 1960). 470 Suelos con flujo de agua en régimen variable Compan 8 a i Prueba No. 137, i een el ee i reco i = ee ea eee Sm i ta town as 320 Oneal nf ro its cu Sn sa econ ra conus ae OE BSS, comms gcse gine cee s * ™ Esusrz david ale) a =" 10 cicos” | Probar to SSS tes | enue a T : T 7 Presi6n elective iicial de confinamiento ae z ‘maxima expansion y i Sree ry con carga de impulsos 4 IM ai & 5 Prusba entities Sn dre i a Deformacii axial {) Fig, 20.11, Seed y Loe, 1968). CComparacin entre la resistenciss y presiones inertciales con carga estétiea 0 repetida, Arena de rfa Sacramento. (Sain Resistencia al corte sin drenaje 471 ° — 10 mero de cls recess pra Fig, 29.12. Rel Relacién de vatosiniil = 0.87, esfuerzo de continamiento inca La muestra consolidada segin Ia trayectoria de esfuer- 20s 1 se somete a corte sin drenaje. Pareceria razonable que la trayectoria de esfuerzos efectivos en esta prueba fuera simplemente la prolongacién de la trayectoria de ‘esfuerzos 2B, Es decir, la resistencia al corte sin drenaje de una muestra normalmente consolidada en el estado Ko hasta la humedad wes igual que Ia resistencia al corte sin drenaje de una muestra normalmente consolidada bajo un esfuerzo isétropo, hasta el mismo contenido de hume dad wo. Esta conclusién es simplemente una aplicacién el principio de que, en primera aproximacién, la resisten- cia al corte sin drenaje esta relacionada univocamente con Ia humedad, Adviértase que el esfuerzo tangencial adicio- M0 (on entre ol exfurrzo deriador pulstily el némero de ciclos necesaros para produc Ia rot ‘Arona dt rfo Sacramento. 3D kalem? (Sagi Seed y Lee, 1967). nal desarrollado en el corte sin drenaje es una parte bas- tante pequehia de la resistencia al corte total. Para faciliar el entendimiento de este principio respon- damos a la siguiente cuestén. Supongamos que tenemos dos muestias normalmente consolidadas bajo el mismo Tyo. Pata la muestra A, Bao =Gro, mientras que para la muestra B, G30 =Ko Bio. {Cuil es la relacién entre la resistencia al corte sin drenaje de ambas muestras? La respuesta a esta cuestin se ha desarrollado en el ejemplo 29.2. La conclusién es que la muestra B es més débil que la muestra 4, lo cual podia esperase ya que Bo es menor para la muestra B que para la Ay, por tanto, la muestra B tiene mayor humedad. El cociente entre la resistencia ° r 16 Too 000 mero de ile neearig pra aia Fig. 29.13, Resistencia de muestras de acila ios, sometidas a cargas repetidas (sein Seed y Wilson, 1967) 472 Swelos con flujo de agua en régimen variable sues aiones tangencissprodcios rant carte ‘in arerje fuer anger produce dane conidia Ke “Tiayectria 24 7 Fig, 29.14. Teoria del corte sin rensio a party dal estado Ko, de Ja muestra B y la de la muestra A suele estar compren- dido entre 0.75 y 1. Asi pues (Suponiendo que la teoria anterior es correc: ta), si se reproduce un estado real“de consolidacion Ko mediante una consolidacién is6tropa, bajo un mismo B19 le resistencia sin drenaje se sobreestimari con un error que puede llegar hasta el 33% en el caso de suelos nor- rmalmente consolidados. Resultados experimentales En la Fig. 29.15 se muestra una trayectoria de esfuer- 208 tipica para el corte sin drenaje de una arcilla consol dada en el estadoKa. La trayectoria de esfuerzos se des- via considerablemente de la prevista, probablemente debido a que la arcilla ha permanecido'en el estado de consolidacién (punto inicial) durante ua cierto tiempo en el lugar de pasar ripidamente por tal estado. La magnitud de la resistencia méxima sin drenaje es algo mayor que la que indica Is teoria. Ladd (1963) ha publicado datos experimentales, sobre la resistencia relativa sin drenaje de arcillas consolidadas isétropa 0 anisétropamente 29.6 REMOLDEO Y PERTURBACION En muchos suelos existe una gran diferencia entre la resistencia al corte méxima del suelo tal como existe en el terreno y la resistencia méxima del suelo después de remoldeado sin variacién de humedad. El cociente entre la resistencia inalterada y la remoldeada se ha definido como sensibilidad, Fig. 29.18. Trayectoria tipica real de esfuerzosefectivos para core sin'deonaje a parti del estado Ko. La Fig. 29.16 muestra las trayectoras de esfuerzosen el corte sin drenaje de muestas inalteradas y remoldeadas de arcilla sensible. Ambas muestras tienen Ia misma humedad pero estén sometidas a esfuerzosefectvos diferentes. Enel remoldeo, la mayor parte de los esfuerzos efectivos que han sido soportados por el esqueleto mineral se tansmiten al agua interstcial. La Fig. 29.17 ayudard a entender lo que ha sucedido. Los procesos fisicos que tienen lugar en el remol- deo se han comentado en el eapitlo 7. Puede decirse que no existe una muestra roralmente inalterada. En ocasiones el suelo estudiado en un proble ma real puede dejarse al descubierto por excavacién y puede tallarse a mano un bloque de muestra. Este proceso permite obtener muestrs de elevada calidad. Desgraciada- mente el caso usual es que la muestra de suelo se extraiga mediante un tomamuestras introducido en el suelo a tra- vés de un sondeo. La calidad de la muestra obtenida por este proceso tiende a ser considerablemente inferior a la obienida cortando un bloque manualmente Incluso aunque los procesos de corte de un trozo de suelo del terreno, transporte al Itboratorio, tallado de una muestra para prueba y montaje de dicha’ muestra en el aparato triaxial, se hicieran de manera’ “perfecta”, exis tira un cambio inevitable en los esfuerzos que actian sobre el suelo. EI suelo en el terreno esti sometido a un sistema de esfuerzos totales que se elimina completamente en el instante de montar 1a muestra en ef aparato de corte. Consideremos, por ejemplo, una muestra de suelo consolidada bjo un sistema Ko de_esfuerzos efectives. como corresponde al punto C de la Fig. 29.18. En el is tante de extraer el elemento de suelo del terreno y colo- carlo en el aparato de prueba, todos los esfuerzos totales se han eliminado y las presiones del agua intrsticialresul- tan negativas, dando lugar a un esfuerzo efectivo is6trop0 dpa, tepresentado por el punto H. En otras palabras, la rmucstra sometida en el terreno a los esfuerzos efectivos representados por el punto C, se encontraria bajo los es- fuerzos efecivos correspondientes al punto HY en el labo- ratorio si se hubiera realizado una extracciGn de muestras perfecta. (El punto 17 se determina cargando la muestra en el laboratorio hasta el punto C, eliminando los esfuerzos totaesy midiendo la presion inersticial neativa. El esfuerzo efectivo Gps es igual a la presién intersticial negativa) « ‘Trayctta de ‘clurzos de . rb ei aie por ena, con himessa y resin de conimuente costae: 106 de suelo inalterados yremol Resistencia al corte sin drenaje 473 > Ejemplo 29.2 Datos: La relacién By - ay y el valor A para el corte sin drenaje partiendo de ta consolidacién is6tropa. Problema: Calcular la resistencia al corte sin drenaje partiendo de la consolidacién Ko. Solucidn, De acuerdo con la ecuacién 28.2 la resistencia al corte sin drenaje es pro- porcional al esfurzo isétropo correspondiente a la trayectoria de es{uerzos apropiada: @s Wa Mucstra A Pd4= 4» (ato) Muestea B: : J = fo + Ody — Igo donde Ag esl valor de A para a carga hasta el estado Ky 1+ Ke Poa On Ee a, 6 = 84S + om — = GolKy + Ag(l — Ko) Por tanto, @n en @a Ky + Ag — Ko) << ‘Ao suele ser algo menor que Ar; por ejemplo, 0S 04 a -- ote | >. —| i. tf | I : | 5 os| adh A | . g + [Arcilas morinas = oo . +Al* f | 1 J 1 oa as a 3 0 3 Tne ped Fig. 28.19. Variacién dea relcion su / 349 com et indice de platcida (segin Osterman, 1359) fenémenos ademas de Ja sobrecarga de tierras que pueden producir un efecto de sobreconsolidacién: Ia meteor zacién, la desecacion parcial, y cualquier efecto que tienda a reducir la relaci6n de vactos de una arcilla blanda normalmente consolidada. La Fig. 7.7% muestra una cos- tra meteorizada en la parte superior de una arcilla blanda normalmente consolidada. La Fig. 7.9 reproduce la relacién resistencia al corte sin drenaje - profundidad para la arclla de Boston. Aconte- cimientos pasados se han asociado para hacer que la resis- tencia sea més © menos constante con la profundidad. Muchos depésitos de arcilla tienen una resistencia al corte sin drenaje casi constante con la profundidad, al menos en la extensin en que es razonable suponer una resistencia uniforme a efectos de célculo, 19] | — - a | alm 05} 0025080 a7 Toe 125 50 Palin Fig, 28.20. Relacién entre Ia resistencia al corte sin drenae y te ‘én oe sobreconslidacon, Es imposible relacionar directamente la resistencia sin drenaje de los suelos sobreconsolidados con propiedades de identificacién, debido a que estas propiedades indice no suelen reflejar adecuadamente la influencia de Ia his- toria de esfuerzos. La humedad natural, considerada respecto a los limites liquido y pléstico, da una cierta idea del grado de consolidacién pero no para permitir esti- ‘maciones cuantitativas de la resistencia al corte sin dre naje La Tabla 7.4 que relaciona la resistencia con el ‘mimero de golpes en la prueba de penetracién estindar da tuna idea de la posible gama de variacién de la resistencia sin drengje, 29.9 NOTA HISTORICA Los ingenieros de cimentaciones pensaban hace $0 afios que las arenas carecfan de cohesién y que ¢=0 en las arcllas saturadas, con valores intermedios para materiales intermedios. Se pensaba que las arcillas eran cohesivas en cl mismo sentido que ef acero es cohesivo y las arcillas y las arenas se trataban como materiales bastante diferentes. Actualmente se advierte que la principal diferencia entre arenas y arcilas radica en sus permeabilidades relativas y en sus alturas capilaes relativas El descubrimiento por Terzaghi del concepto de esfuer- zo efectivo en los affos 20 marca por supuesto el punto, de partida de este nuevo enfoque del problema. Una vez que se pudo apreciar la existencia del fenémeno de la consolidacidn, era un paso l6gico aplicar la relacién entre > Ejemplo 29.3 Resistencia al corte sin drenaje 477 Datos. Los cortes del terreno anterior y actual que se indican en la Fig. E29.3, con 1m = 0.29 Fim y arlarm segin la Fig. 29.20. "Problema, Obtener la variacion de qr con la profundidad para el terreno actual. ‘Solucién, Los esfuerzos correspondientes se han obtenido en la Fig. E293. a son ae 1 ao it tn cas YG rr a er fe i NUT 3 LWW 3 [.-2250m 69.07 raat 20.08 0421 076 1550 | é }- = 30.00 m_ 7619 36.23 22.10 0.464 080 17.70 [4 2 eee Lsnsom sum cam wean estat | cocoa : fa resistencia al corte de Ia arcilla y los esfueraos bajo los ‘que ésta se habia consolidado. Un gran descubrimiento consistié en advertir que se generan sobrepresiones inters- ticiales por la aplicacion de esfuerzos tangenciales, incluso aunque permanezca inalterado el esfuerzo normal medio (Casagrande y Albert, 1930). Con ello era posible rela- cionar las resistencias de la arcilla con o sin drenaje. Rendulic (1936 y 1937), trabajando en el laboratorio de ‘Tereaghi, en Viena, ide6 el primer sistema para medir pre- jones intersticiales y_as{ consigui 1a primera confirma- ‘cin real de la hipétesis sobre el papel unificador del es- fuerzo efectivo. En afios posteriores se produjo una mejora de los métodos experimentales, en especial de aquellos dedicados 2 la medida de presiones intersticiales y los datos recogi dos confirman y muestran las limitaciones del principio de tesfuerzos efectivos. Taylor on el M.L-T., hizo contribucio- res especialmente importantes a los métodos experimenta- les. Rutledge (1947) entonces en la Northwestern Uni- versity, seftalé la relacion entre la -humedad y la resistencia, Por ultimo, Skempton (1954) y Bjerru (4954) con sus esiuerzos para desarrollar relaciones te6ri- cas entre las vatiaciones volumétricas en pruebas con dre- najey las sobrepresiones intersticales en pruebas sin renaje han proporcionado una imagen mas clara y con cisa sobre la influencia de los esfuerzos efectivos. 29.10 RESUMEN DE PUNTOS PRINCIPALES En este capitulo se ha puesto de manifiesto que no es sencillo obtener medidas exactas de la resistencia sin dre- nnaje. En particular debe adoptarse un gran cuidado en ta fextracciOn de las muestras y en la preparacin de las tmismas para la prueba, Para obtener valores precisos, eben reproducirse en las pruebas todos los aspectos de las condiciones in situ, La historia de esfuerzos tiene una gran influencia sobre la resistencia sin drenaje. En los pro- feesos de carga repetida la resistencia puede ser muy infe- rior a la conseguida bajo una carga Unica. | | | | I i | | 478 Suelos con flujo de agua en régimen variable PROBLEMAS 29.1 Con referencia a la Fig. 29.18 {Cual es el valor de Ia presin intersticial en el. punto J para la muestra cargada a compresion simple? 29.2 Con referencia a la Fig. 29.18, deducir la siguien- te ecuacion de dps Gyn = Beale + Aull ~ Ko] Au — doy Be, Ba es un parémetro A para la descarga sin drenaje, pasando del estado Ke al de esfuerzo isétropo. 293 EI concepto de una relacion vinica entre el es- fuerzo efectivo y Ia resistencia sin drenaje de un suclo Solamente es vido bajo ciertas condiciones. Citar los fac- tores enumerados en el capitulo 29 que pueden tener in- fuencia sobre dicha relacién. donde 4 294 Com referencia a le parte inferior de la Fig. 29.4, « para las custro pruebas recogidas en la figura 4 {En qué pruebas tendra lugar la cavitacién’? 4b. {Cual es el valor de la presién intersticial para el ue se produce Ia cavitacion? . Representar los cuatro cfteulos de Mohr en esfuerzos efectivos e indicar la presién interstcial en la falla para cada prueba, Respuesta: @. Le cavitacién se produciré en las pruebas con 95 = 3.7 ton/m? y 14 ton/m? (es decir, las pruebas con g>0). 6 wings = £5 = 2S, = 103 ton/m? me ian ~ tan 3 . Se trazan las envolventes de esfuerzos efectivos pa- \do por el origen (= 0) y con $= 32°. Todos los circulos deben ser tangentes a esta envolvente. 370 1400-103} covitacion 1400 2430-103 3130 40.00 — 85 6850 40.00 “283 } sin covtacion (valores redondeados) i CAPITULO 30 Relaciones esfuerzo-deformacién en condiciones de carga sin drenaje Los ingenieros suelen estimar el asentamiento sin dre- naje (0 inicial) de superficies cargadas. Estas estimaciones se suelen basar en ecuaciones de Ia teoria de la elasti dad. Para el empleo de estas ecuaciones es necesario est mar el médulo del suelo en condiciones de carga sin drenaje. Esto puede realizarse bien calculando el médulo de deformacion tangencial G o el médulo de Young sin drenaje E, Como el coeficiente de Poisson es 1/2 para carga sin drengje, la ecuacién 124 indica que teéricamen- te F=3G. Desgraciadamente es muy dificil caleular adecuadamen- te los médulcs en casos sin drenaje. Al igual que sucede para una carga con drenaje (capitulos 12 y 22) el médulo para una carga sin drenaje es muy sensible al nivel de es- fuerzos. Ademés, es afectado por los milltiples factores que influyen sobre Ia resistencia sin drenaje, es decir, la veloci- dad de aplicacién de a carga, el tiempo de consolidacién, el esfuerzo principal intermedio y especialmente la pertur- bacién debida a la extraccin de la muestra. La influencia de estos factores sobro el médulo es considerablemente ‘mayor que sobre la resistencia; es decir, las caracteristicas de Ia cerga influytn mas sobre la parte inicial de la curva es- fuerzo-deformacién que sobre el punto maximo de la misma. En este capitulo se dan indicaciones generales en cuan- to ala magnitud del médulo sin drenaje para diversos casos de carga y los datos aqui presentados pueden utili zarse para estimaciones toscas de los asentamientos. Cut do se requieran estimaciones mas exactas serd necesa realizar pruebas con muestras de la mejor calidad posible, teniendo gran cuidado de reproducir exactamente las con: diciones de carga que s puedan esperar in situ. 30.1 RELACION CON LAS VELOCIDADES DE ONDA Pueden determinarse valores del médulo de deforma. cin tengencial aplicable con variaciones muy pequefias de los esfuerzos midiendo la velocidad de propagacién de ‘ondas tangenciales, bien in siu o en pruebas de labora- torio con muestras inalteradas. Estos valores de los médu- los resultan directamente utilizables en una amplia varie- dad de problemas dindmicos y se suclen emplear para ‘obtener un limite superior del valor del médulo en el caso de grandes variaciones de esfuerzo. 479 Como el médulo de deformacién tangencial debe ser el rismo pare carga con 0 sin drengje, Ia velocidad de las ondas tangenciales en un suelo saturado diferird muy poco de la velocidad en un suelo seco con Ta misma relacién de ‘acios y sometido a los mismos esfuerzos efectivos. De hecho se ha encontrado que los datos de la Fig. 12.10 son aplicables tanto para arenas secas como saturadas, con fescanas diferencias debidas ala variacin del peso especifico ‘como resultado de la saturacién (Hardin y Richart 1963). ‘Avanzando ain més, se ha encontrado que el médulo de deformacién tangencial de un suelo cualquiera s6lo std relacionado en primgra aproximacidn, con la relacién te vacios y el esfuerzo efectivo, independientemente de Jas caracteristicas granulométricas. Hardin y Black (1968) hhan encontrado que la siguiente ecuacién es apicable a las arenas con partculas angulosas y diversas arcills: G = 4640 2.973 — ef ite ~ a 30.1) donde G y de (el esfuerzo principal medio con ef que el suelo se ha consolidado) estin en kg/em?. Con une ligera ‘modificacién de los cooficientes numéricos, [a misma ecuacidn se puede aplicar a erenas de granos redondeados. EI médulo de Young sin drenaje para pequerias veria- ciones de esfuerzos pueden calcularse midiendo la veloci dad longitudinal en muestras de laboratorio. Con medidas adecuadas se ha encontrado que £ es pricticamente igual 2 3G, siempre que las comparaciones se hagan al mismo nivel de deformaciones. Si un suelo saturado fuera realmente incompresible, el médulo de dilatacién D y Ia velocidad de dilatacién Cp serian infinitos (ver Ia eciacién 128). Realmente, por su- puesto, el agua sélo es incompresible relativamente. La velocidad de dilatacién Cp en un suelo saturado suele ser de 1,500 mjseg. (Fig. 30.1) y mucho mayor que en un. suelo seco. A los niveles habituales de esfuerzos efectivos, Co viene determinada por Ia compresibiidad de Ia fase interstical y resulta poco afectada por la compresibilidad del esqueleto mineral, de aqui que Cp sea més o menos independiente del esfuerzo efectivo. La velocidad de dila- tacidn, que puede medirse ficilmente en el terreno, no proporciona desgraciadamente un informaci6n stil respec- to a la tigidez del esqueleto mineral de un suelo saturado. 480. Suelos con flujo de agua en régimen variable 30007 “aa i pe] i Kr fm 3 3 20 30 | . ems 053 ad 3 1 W fiero de coniamiata elective (glen) Fig, 90.1, Velocidades de dlstacién medides en aren seca ysaturada (datos obteidos por el Laboratorio Shell de investigaién y Dessroilo or wenics de impulse 30.2 MODULO DE YOUNG PARA GRANDES CARGAS La Fig. 30.2 presenta una curva tipica esfuerzo-defor- macién sin drenaje para arcilla normalmente consoiidada, obtenida en una prueba triaxial esténdar sumentando ei esfuerzo axial y manteniendo constante el esfuerzo lateral. Los valores del médulo de Young sin drenaje E, calcula. dos en diferentes fases de esta prueba son los siguientes: ‘Médulo tangente inical, E;, igual a la pendiente de la curva (0, ~ 03) ~ € al comienzo de la prueba, Como se puede apreciaren la Fig 302, 5)= 887 Un? “— 7 lal 2} —3H S| + i € : 2 | 4/7 E ie 2 | | z % $ Detrmacn aval «1 (%) Médulo esfuerzo-deformaciéon (x= 09) _ 12 tonslint . Fp Ee 0 EE = 40 tons 857 tons/mt Fig, 30.2. Curva tpicaesturz0-deformaciga de una protba triaxial Sin drenaj on aria normalmante consalidads ‘Méduto secante en ta falla, Ey, igual a la pendiente de la recta que une el origen con él punto correspondiente a Ia falla en el diagrama (0, ~ 03) ~ e. De acuerdo con ta Fig. 30,2, By = 400 t/m*, ‘Médulo secante, para un nivel determinado de esfuetzo © deformacién. Entre los diversos niveles de esfuerzo 0 deformaciéa utilizados, estin €= 2%, €= 5%, a — (03 para la mitad del valor (0, — 03)¢ (también deno- ‘minado médulo correspondiente a un factor de seguri dad igual a 2) Es bastante dificil determinar E; con exactitud a partir de tales pruebas ya que la pendiente de la curva esfuerzo- ‘apformacién varia rapidamente, incluso para pequefas deformaciones. El médulo inicial determinado en la la, carga de una prueba triaxial suele ser mucho menor que el modulo calculado & partir de la velocidad de onda, Relaci6n con la presin de consolidacién Para arcillas normalmente consolidadas, se suele supo- nner que el médulo es proporcional a la presién de consali- dacién; es decir, el estuerzo, para una deformacién dada, es proporcional a la presién de consolidacién. La Fig. 30.3 da, para tres arvillas, los resultados de pruebas ttiaxiales sin drenaje, en la forma de trayectorias de es- fuerzos a través de ‘las cuales so han trazado lineas de ‘gual deformacién'. Este es un tipo de diagrama que pro- porciona una gran informacién. Si las trayectorias de es: fuerzos efectivos son geométricamente semejantes y las Tineas de igual deformacin son rectas radiales para una serie de pruebas, la linea que relaciona 4/¢e con la defor- macién sera Gnica. Si esta linea es tnica el médulo seré proporcional a Ia presién de consolidacién. Los diagramas indican que existe una variacién respecto a esta relaci6n Unica, aunque como aproximacién tosca podemos suponer esta unicidad. En general el médulo es “menos que pro- " Las caracteristicas de estas ati se resumen en fa Tabla 30.1. Relaciones esfuerzo-deformacién en condiciones de carga sin drenaje 481 B47 a hon? $F olen’) ® wa Fig, 3.3. Linear de igual deormacién de tre aris normalments conslidadas.(@) Arila de Amuay. b) Arca de Legon ‘azul de Boston remoldeada. (Seguin Lambe, 1964). es 482. Suelos con flujo de agua en régimen variable orcional”. es decir las Iineas de igual deformacién se cur- van hacia abajo, en especial las correspondientes a pe uefias deformaciones. A la vista de la ecuacién 30.1 puede esperarse tal desviaci6n para las deformaciones més equefias. Por otro lado, como la resistencia al corte sin renaje de una arclla normalmente consolidada es propor. ional 4 Ge, es razonable suponer que el médulo secante para grandes deformaciones sea aproximadamente propor cional a de La Fig.304 muestra las curvas esfuerzo-deformacién para cinco arcillas normalmente consolidadas, con resulta. dos normalizados dividiendo el esfuerzo por do. Las seme janzas generales son evidentes. La Fig. 30.5 muestra el cociente entre el médulo secante y d- para estas arcillas, representado en funcién del factor de seguridad, Tabla 30.1 Descripcién y datos de clasificacion de seis arcitas| ‘Arcilas inalteradas 1. Arcitia de Amuay, Amuay, Venezuela (muestra en bloque a 2'm de profundidad) La arcilla esta ligeramente sobreconsolidada M55, w, = T1%y P= 42% 2. Arcilla azul de Boston. Campus M.LLT., Cambridge, Mass. (También denominada arcilla de Cambridge). (muestras de 3 pulgadas de diémetro tomadas con pistén fijo a profundidades de 11 a 30m), La arcillaestésobreconsolidada para d = [1 a 20 La arcla estéligeramente sobreconsolidada para = 20225 m La arcilla esti nommalmente consolidada para d > 25m. Wn = 40 5%, = 42-55%, IP = 25 4 25% 3. Arcilla de Kawasaki, 1, Kawasaki, Jap6n (Muestras tomadas en tubos de 3 pulgadas de dig metro a profundidades de 20 a 26 m) La atcilla estd normalmente consolidada y tiene luna sensibilidad de 10 # 3. We = 67% (46-19), w, = 70% (51-83), IP = 34% (20-45) Actividad = 1.03 (0.74 — 1.6) 4. Arcilla de Lagunills, Lagunillas, Venezuela, (Muestras tomadas con tubos Shelby de 3 pulga- das de didmetro a una profundidad de 6 m). La arcila esté normalmente consolidada y tiene tuna sensibilidad inferior 3 10. We = 60% (40-73), wy, = 61% (50-79), 1 31% (29-49) Actividad = 0.8 (0.6 — 0.9) Avills remoldeadas Preparacion: Una pasta de arcilla con una humedad ‘igual a dos a cuatro veces el limite Iiquido se coloca en un edémetro de 9.5 pulgadas de didmetro y se consolida bajo una presién de 1 a 1.5 kelem?. A continuacién se extrac la muestra del edémetro y se divide en 14 probetas para la prueba triaxial 1. Arcilla azul de Boston (A.A.B.) Presién de, consolidacién de la muestra grande 15 kglem?, Humedad de la muestra grande = 28 + 29% w= 33 3%, IP = 15 2% 2. Arcilla de Vicksburg (A.V.) Preston de consolidacién de la muestra grande = 1 kglom? Humedad de la muestra grande = 46 # 29% y= 44 2%, IP = 394 1.5% Actividad = 0.7 ee @ El comportamiento resstento de le arcila de Kawasaki es muy semejante en muchos aspectos al de arcllas macho mene pitts. Este comportamiento poco usual s explice por el hecho de que la arcilla contiene un elevado porcentaje de video voledn, 9, conchas y diatomess, Cielo de carga Al igual que sucedia en ta carga con drenaje, el médulo esfuerzo-deformacién para carga sin drenaje es mayor en un ciclo posterior de carga que en el ciclo inicial. Parte de Ja “deformacién” aparente en la carga inicial se debe a Geformaciones de acomodacién, al ciemre de fisuras de la ‘muestra, etc. Estos errores experimentales son particular ‘mente importantes en prucbas de compresién simple y dan lugar a menores médulos en este tipo de pruebas que en la prueba triaxial esténdar. Pruebas sobre a arvilla, ‘nalterada de Londres (Ward, Semuels y Butler, 1959) han mostrado que el médulo esfuerzo-deformacién para el 20. ciclo de carga era aproximadamente 1.4.8 1.5 veces mayor que el obtenido en el ciclo de carge inicial. Sobreconsolidacién La sobreconsolidacién tiende @ hacer un suelo mas eigi- do y resistente, aunque el efecto de Ja sobreconsolidacién 8 menor sobre la rigidez que sobre la resistencia. La Fig, 30.6, que relaciona £/d. con la razén de sobreconsol dacién de ctatro arcillas sugiere que el médulo aumenta, con le razén de sobreconsolidacién. Para valores elevados e dicha razén la tendencia no es tan clara Tiempo Los efectos del tiempo sobre ef médulo esfuerzo-defor- ‘macién pueden considerarse bajo tres aspectos: Efectos tixotrépicos. El término “tixotropia” se em- plea para describir un aumento de la resistencia con el ‘tiempo sin variar la composicién. Mitchell (1960) Skemp- ton y Northey (1952) y Moretio (1948) han dado nus ‘meros0s datos sobre los efectos tixotrdpicos. Estos efectos son generalmente més importantes con pequeftas deforma. ciones y en suelos remoldeados con un elevado indice de liquidez, En una arcilla que presente efectos tixotr6picos, el médulo esfuerzo-deformacién aumenta con el tiempo de Relaciones esfuerzo-deformacién en condiciones de carga sin drenaje 483 09 og 07 : ihe 02 T a : Fig, 30.4. Curves estuerzodeformacién de pruebas trials ¢n cinco arias normalmente consol dads (Sogn Ladd, 1964). eposo del suelo antes de la prueba. Como caso limite, las pruebas de compresién simpl> con muestras de arcilla de San Lorenzo remoldeada en el limite liquide (Moretto, 1948) mostraron valores de £ de aproximadamente 0.4, 25S, 53 y 7 kglom? para un FS = 1.05 al ser ensayedas al cabo de 0.7, 28 y 120 dias respectivamente. Efectos de edad. La “edad” indica el tiempo que se permita para la consolidacién (en exceso del de la consoli- dacién primaria) antes de someter un suelo a un proceso de corte. Es decir, la edad hace aumentar el tiempo per- mitido para la consolidacién “secundaria”. La influencia de la edad sobre el médulo esfuerzo-deformacién de la arcilla normalmente consolidada de Vicksburg, medida en pruebas CSD, se resume en la Tabla 30.2 (a consolidacién primaria se produjo en menos de 1 dia), Se han observado inerementos andlogos del médulo con €l tiempo en prue. bas CSD con muestras normalmente consolidadas de ar- ‘Tabla 30.2 Fee FS=15 3 175 110 10 230 135 60 300 210 cilla azul de Boston remoldeada (Bailey, 1961) y de cao- linita (Wissa, 1961), y con muestras sin alterar deat cila marina normalmente consolidada (Bjerrum y Lo, 1963). Efectos de la velocidad de deformacién, Se trata de la velocidad de deformaci6n (variacién de la deformacién axial por unidad de tiempo) aplicada en un proceso de corte sin drenaje. La velocidad de deformacién puede tener efectos importantes sobre el médulo esfuerzo-defor- ‘macién como ha sido comprobado por numerosos investi- gadores en arcillas normalmente consolidadas (Bjerrum, Simons y Torblaa 1958; Crawford, 1959, Casagrande y Wilson 1951) y en arcillas sobreconsolidadas (Casagrande y Wilson 1951). La Tabla 30.3 presenta datos de Richard- Son y Whitman (1963) sobre pruebas CSD con muestras normalmente consolidadas y sobreconsolidadas de arcilla de Vicksburg remoldeada, que ilustran los posibles efec- tos. La velocidad de deformacién en las pruebas més 14 pidas corresponde a la que se suele utilizar en las pruebas e compresién simple convencionales, mientras que la velocidad lenta es varias veces inferior a la ordinariamente empleada en pruebas CSD" Comparando los datos disponibles sobre pruebas di- ‘namicas (pruebas en las que la muestra se rompe en 1 mseg) con los de prucbas estiticas (en las que la muestra se rompe ‘en 10 minutos), Whitman (1964) lleg6 a la conclusion de que el médulo dindmico es 1.5 a 2.0 veces mayor-que el médulo estatico. «v9 ‘pom wrk “W961 PRP ues InppU Le anoL uppHOHO.EROL HI 9peI983 “BoE-ha 230 uususunou aie cou ap asus Son “ar 2= 300 sepa op oy w of : z 1 on) ° sonia) 5 = 1 z € + ; Xt SITE bs ene L om § : ro A CED) | St esas) “804 oe ° oot = ost a 5 ee rt id oery eet CS ae] 8 TES SS $ s x ' ep seyunde\ BTS f 0» sana SS-~4 | 0 Yann PHY (tone) bw orn assem |] [ermal 3 oe 009, 29 3 ; ot i l a a ce [sore x cor Relaciones esfuerzo-deformacion en condiciones de carga sin drenaje 485 Tabla 303 Elbe FS=3 FS=15 Normalmente consolidado Pruebas ripidas 250 160 Pruebas lentas> 120 © Sobreconsolidado (RSC = 16) Pruebas répidas? 430 200 Pruebas lentas? 250 140 4 Prucbas rpidas: deformacién del 196en 1 minuto © Pruebas lenss: deformacion del 17% en $00 minutos. 30.3 DEFORMACIONES SEGUN VARIAS ‘TTRAYECTORIAS DE ESFUERZOS Todos los datos presentados hasta ahora en este capi- tulo proceden de pruebas con muestras inicialmente con- solidadas bajo un sistema is6tropo de esfuerzos sometidas 4 continuacién a un esfuerzo vertical, manteniendo cons- tante el esfuerzo horizontal. Aunque estos datos son muy litles para estudios comparativos de suelos, al utilizarlos en problemas pricticos se plantean dos cucstiones: a {Este sencillo estado de carga representa problemas rea- les? b) En caso contrario {los datos de deformacién de pruebas triaxiales estindar son iguales a los obtenidos en ‘pruebas siguiendo otras trayectorias? La respuesta a estas, cuestiones para la mayoria de los problemas es “no”, en pocas palabras. Las trayectorias de esfuerzos, incluso para un sencillo problema de cimentacién (ver el ejemplo 8.9) indican que s6lo # una considerable profundidad bajo el centro de la ‘cimentacién la trayectoria de esfuerzos totales es ascen- dente formando un dngulo de 45°, como en la prueba triaxial estindar. Ademds, en la mayoria de los problemas dde deformacién el estado inicial de consolidaciin no es isétropo sino anisétropo. En problemas de expansién el suelo se descarga en lugar de sufrir carga, Podemos ver, por tanto, que la trayectoria de esfuerzos totales puede ser muy diferente en los problemas reales de la correspon- diente a la prueba triaxial estindar. En el capitulo 10 se presentaban datos esfuerzo-defor- macién de pruebas con drenaje para una amplia variedad de condiciones de esfuerzos iniciales y trayectorias de e- fuerzos. Como puede verse en las Figs. 10.20 a 10.23, el ‘comportamiento esfuerzo-deformacién de un suelo de pende mucho de la trayectoria de esfuerzos, Podemos sacar una cierta impresiOn acerca de ta impor- tancia de la trayectoria de esfuerzos efectivos sobre la deformacién examinando los resultados de las tres pruebas ‘triaxiales que aparecen en las Figs. 30.7 y 30.8. Tres ‘muestras de arcilla azul de Boston remoldeada se consoli- ddaron bajo las mismas condiciones iniciales de G. = 4.00 kglem? y J, =2.16 kg/em? (punto de Ia Fig. 30.7) En la prueba 1, la muestra se cargé hasta la falla aumen- tando el esfuerzo vertical y manteniendo el esfuerzo hori- 2 Teaeieall TOI |. aeeee Se . B ~ Dery 1 4 y | fa ¢ & | 2 - T Ci € 1 88 Geyer) Prueba TET. TEE, Tipo de Prusba 1 AB AB cASD 2 ACE ACE CASD-RE 3 ACD ACD CA-SCSD_ Fig, 30:7. Pruebas de resistencia en aria azul de Boston 486. Suelos con flujo de agua en régimen variable 08 os as 2085 30a Detormacin axa (1) vir ebatto Fig, 208. Datos esfuerzodetormacién de la rca azul de Boston. Nota Se pone que la eformacién nula ens prueba CA'~ SCSD correspond a.0, —o. zontal constante. Esta prueba? denominada CASD, tiene luna trayectoria de esfuerzos totales AB y una trayectoria de estuerzos efectivos AB. Este tipo de prueba se aproxi- ma al estado de carga a bastante distancia bajo el centro de una cimentacién. En Ia prueba 2, la muestra de suelo se mantuvo bajo un esfuerzo horizontal constante, redu. ciendo el esfuerzo vertical hasta que se produjo la falla Esta_prueba denominada CASD-RE, se aproxima a las condiciones del terreno en la base de una excavacién pro. funda, En le prueba 3, la muestra se mantuvo bajo un esfuerzo horizontal constante mientras que el esfuerzo vertical se redujo hasta que igualé al esfuerzo horizontal, (como puede suceder en una operacién de toma de mues tras perfecta) y a continuacin la muestra se llev6 hasta la {alla por corte sin drenaje aumentando el esfuerzo vertical Y manteniendo el esfuerzo horizontal constante, Esta Prueba, denominada CASCSD, tiene las trayectorias de esfuerzos siguientes: de esfuerzos totales ACD y de esfuer- 20s efectivos ACD. Las deformaciones de la prucba 3 se 8 dect Jey dey. Generaimen- fo Be_durante la consolidacion en tsce pritbus. Asi pues, una prueba CASD es una prueba tin drenaje con consolldacion anistopa; ls raya indica que se midieron presiones imerstiiales ‘durante la prueba, El simbolo CISD se wtlzs a veees pat la prac ba tuanial estindar con contolidacién iotropa, ‘0 (Soot Ladd, 1964). mmidieron tomando como deformacién inicial nula le co- rrespondiente al momento en el que los esfuerzos vertica. es resultaban iguales a los horizontales. La Fig. 30.8 muestra los datos esfuerzo-deformacién para las tres prue- bas, Como puede verse existe una gran diferencia en el comportamiento esfuerzo-leformacién para los tres tipos de trayectorias de esfuerzos. Por ejemplo, las deformacio. nes al fallar son del 0.3% para la prueba 1, del 1.14 para ia prueba 2 y del 0.7% para la prueba 3, Estos ilustrativos datos esfuerzo-deformacién hacen resaltar que la trayectoria de esfuerzos reales hasta la falla ‘Puede tener una influencia muy grande sobre el comporta- miento del suelo, Esto equivale a decir que el suelo no es ‘un material is6tropo, 30.4 PERTURBACION DE LAS MUESTRAS Las estimaciones de asentamientos a partir de médulos ‘medidos en pruebas de laboratorio suelen ser superiores a los asentamientos observados, frecuentemente con un fac tor de 46 5. Aunque a veces no se consideran adecuada- mente todos los factores expuestos en las secciones 30.2 y 3033, la razén principal de estas discrepancias es, sin duda, Ja perturbacién creada en la toma de muestras. Existe una cierta evidencia de que el médulo en un segundo ciclo de carga sobre una muestra inalterada proporciona una esti- ‘macion razonable det médulo in situ, habiéndose elimi- | Relaciones esfuerzo-deformacién en condiciones de carga sin drenaje 487 nado en tran parte los efectos de la perturbacién como resultado de la carga inicial. Se ha intentado reproducir el médulo esfuerzo-defor macién de un suelo a partir de expansiones 0 asentamien- tos medidos en una estructura real. Algunos investigadores hhan sugerido que los datos esfuerzo-deformacién obteni dos con muestras talladas a partir de grandes muestras inalteradas en bloque no son muy diferentes del compor- tamiento del suelo in situ. Otros investigadores han encon- trado una gran discrepancia, lo que les ha levado a sugerit factores de comreccién o relaciones empfticas. Bjerrum (1964), por ejemplo, sugiere multiplicar por $ el médulo ‘obtenido en pruebas de compresion simple en laboratorio, © tomar un médulo de 200 a 400 veces el correspondien- te a la resistencia al corte sin drenaje. Estas relaciones son demasiado toscas para su empleo en problemas importan- tes pero sirven de ayuda para resaltar la importancia de la perturbacién de la muestra y proporcionan valores para ‘elculos aproximades. 305 RESUMEN DE PUNTOS PRINCIPALES Una forma adecuada para caracterizar el comporta- miento esfuerzo-deformacién de un suelo es su médulo, 0 cociente entre el esfuerzo y Ia deformacién. El mdulo de ur suelo para carga sin drenaje no es una propiedad tnica sino que varia ampliamente con el nivel y la historia de esfuerzos, el tiempo, el tipo de carga y la perturbacién del suelo. En general el médulo de un suelo disminuye con: 1. Un aumento del esfuerzo desviador. 2. La perturbacién del suelo, Aumenta con: 1. La presién de consolidacién. 2. La razén de sobreconsolid 3. La edad. 4. La velocidad de deformacién. PROBLEMAS 30.1 Determinese el médulo tangente inicial para las ‘res pruebas que se indican en la Fig. 30.8, Determinense los médulos secantes para FS= 1.5 y FS = 3.0 para las tres pruebas. Comparense estos valores con los resultados ddados para la arclla azul de Boston en las Figs. 30.6 y 30.5. 30.2 Utilicese la ecuacién 30.1 para calcular E/Be para la arcilla azul de Boston, Higase referencia a la Fig, 30.5 respecto a los datos de consolidacién. Compérense los resultados con los valores obtenidos en el problema 30.1. 30.3 Enumérense los factores que puedan influir sobre el valor de £ en un suelo saturado. Indiquese si el efecto de cada factor puede ser pequefio o grande para la ma- yorfa de los casos pricticos. CAPITULO 31 Estructuras de retencién y estabilidad de taludes en condiciones sin drenaje Existen numerosos problemas pricticos en los que el suelo de un talud o el relleno de una estructura do reten- cidn estén solicitados por fuerzas que se aplican muy ripi damente respecto al tiempo necesario para la consolida- cidn del suelo: 1. Cusndo un talud, con o sin estructura de retencién, se excava répidamente. 2. Durante la construccidn de una presa de tierra 3. Durante un saciado ripido, cuando el nivel de aj que carga sobre un talud 0 estructura de retencién desciende ripidamente. En general, s6lo en las arcillas 0 en suelos arcillosos el tiempo de carga es pequefio respecto al de consolidacién, pero en ciertas ocasiones estas condiciones pueden pro- ducirse también en las arenas, En problemas de este tipo conviene utilizar en los calculos la resistencia sin drenaje para determinar el factor de seguridad o estimar el empuje lateral. Como la ressten- cia sin drenaje viene determinada por las condiciones ciales, antes de aplicar Ia carga, no es necesario determinar los esfuerzos efectivos que existiin al falla. Los célculos de estabilidad basados en la resistencia sin drenaje se denominan eileulos en esfuerzos totales (célculos su) ¥ suelen ser mucho més sencillos que los célculas en esfuer- 20s efectivos (eélculos & 8) desctitos en los capitulos 23 y 24 Las ecuaciones y grificos utilizables para los célculos en esfuerzos totales se dan en la secciém 31.1. En las sec ciones 31.2 a 31.4 se comenta la importante cuestién de 1a relacién entre los eileulos basados en esfuerzos totales y en esfuerzos efectivos, dando reglas précticas para la utilizaciin de cada uno de estos métodos. En las secciones| restantes de este capitulo se exponen varios tipos impor- tantes de problemas précticos. 31.1 CALCULOS DE ESTABILIDAD Si el suelo sometido a carga sin drenaje est saturado, de forma que es aplicable el concepto @=0, se simpli. fica mucho el edlculo de estabiidad. Los métodos y resule tados que aparecen en los capitulos 23 y 24 pueden vtiizarse directamente. tomando ¢ igual a cero y substitue yendo Z por la resistencia al corte sin drenaje sy. Este ealculo, denominado 9 = 0, es un caso especial de eélculo Su. Al utilizar este método de célculo, las presiones inters- ticiales pueden tomarse como nulas a fo largo de cualquier superficie de falla en la que se aplique le resistencia sin drenaje. Esto no implica que las presiones intersti sean realmente nulas pero ello ¢s consstente con la tesis de que la resistencia sin drenaje puede expresare independientemente de los esfuerzos efectivos en fase de fala Empuje activo. Para $= 0, la ecuacién 23.17 se reduce Pym dye? — Dstt + ql oun 1 plano de falle critico comespondiente esté inctinado 45°. Un eileulo basado en arcos de deslizamientos circu- lares conduce a la misma ecuacién pero con un coeficien- te de 1,92 en lugar del cocficiente 2 del segundo término del mieimbro de la derecha. Como se coments en la seccién 2333 el empleo de Ix cecuacién 31.1 implica que pueden existiresfuerzos de ten- sin entre el relleno y el muro de retencibn, asi como en el interior del relleno. Como el suelo generalmente no soporte tales tensiones, pueden producirsegretas. La pro- fundidad de las gretas de tensiOn o la altura maxima de trincheras verticles sin sustentar es (ver la Fig. 23.15) G12) En este caso la eeuaci6n 23.18 puede reducirse Pom ind —25,(H 5) (13) 1 empleo de las ecuaciones 31.1 31.3 se aclara en el ejemplo 31.1. Si el relleno soporta una sobrecarga ge, el esfuerzo de ‘compresién horizontal resultante tenderd a cerrar las grie- 2 Al aplcar un eafuerzo de corte sin densi, a condicién 10 largo de una grieta de tensién esque el esfuera horizontal total sea rulo y por tanto s© substimye ‘yp por 7 en la deduceién de la Frm, 489, 490 Suelos con flujo de agua en régimen variable > Ejemplo 31.1 Datos: El muro de retencién de la Fi 2 sy. no se producirén grietas y podré utilizarse la ecuscién 31.1. Se requiere una solucién ‘especial si qe <2 5u- Empuje pasivo, Anilogamente, la ecuacién 23.8 se re- duce a P, dH + 2st G14) Estabilidad de taludes. Cuando todo el talud esté en terreno .cohesivo y es apropiado utilizar la resistencia sin drenaje para todo el talud, las ecuaciones del capitulo 24 se simplifican mucho. Para una superficie de deslizamiento circular, utiizando cualquier método de dovelas, el factor de seguridad es Fsan > Mend, Fe GL) Si la resistencia sin drenaje es constante en todo el talud, el numerador es simplemente fu Le La Fig. 31.1 da_un ébaco que puede utilizarse para un slo rapido del factor de seguridad de taludes sencillos con una resistencia sin drenaje uniforme. El empleo de este Abaco se muestra en el ejemplo 31.2. Cuando la pro- fundidad del suelo bajo el talud es muy grande (D grande) la maxima altura posible del talud es la misma para cual- 4quier inclinacién del talud menor de 54°. Gibson y Mor- gemstem (1962) han dado un dbaco para el caso en el que a resistencia al corte sin drenaje es proporcional a la profundidad. En este caso, el factor de seguridad no resul- fa afectado por la profundidad del suelo bajo el pie del talud. EL ejemplo 24.6 exponia un caso en el que la superfi- cie de deslizamiento pasaba en parte a través de un suelo > Ejemplo 31.2 Datos: Un talud 1:1 de 20 m de altura en un suelo ‘con una resistencia al corte sin drenaje de 1.5 ton/m? y = 2.1 ton/m?, Problema: Calcular el factor de seguridad frente al des- lizamiento del talud, Solucién: Suponiendo que el suelo se extiende a una considerable profundidad bajo el talud, la resistencia sin Ejemplo 31.3, Datos: Un estrato del suelo cuyas propiedades aparecen en la Fig. E31-3-1, en el que se construye un muro para transmitir un empuje pasivo. ‘Acct 2 ton? 1 inden) = 3 ton? 32001 ton? 525° Fig 6313-4. Problema: Calcular el méximo empuje admisible sobre el muro con un factor de seguridad de 2, suponiendo que el empuje se aplica instanténeamente y después se ‘mantione constante, ‘Soluton. fs aa | Dos + 5 toes ae 3 ale § a|— ah A et es canacia 8 a x 4 4 ry edible "T 3s : a 7S w Rs 6 Py Blo Fig. £31.32. Esfuerzos y presiones en 2 =2.90 m. Fase 1 {Condiciones iniciales (ver la Fig. E31.1-2). Para 2=2.25 m 0 = (2.25)(2) = 4.50 ton/m? uw = (0.75)(1) = 0.5 ton/m? Bs = 4.50075 = 3.75 ton/m? Gn = Ko Gy = 3.75 ton/m? (on = 3.75 + 0.75 = 4.50 ton/m? P= (4.50) (4.50) = 20.25 ton/m Fase 2—Final de la construccién”. Segtin la ecuacién 31.4 el miximo empuje posible Py = ~(2) (4.5) +2(3) (4.5) = 20.25+ 27 = 47.25 ton/m El esfuerzo horizontal total correspondiente @ media altura es 4725 on = —=— = 10.5 ton/m? 4.50 tonje El empuje admisible en esta fase es (redondeando): 20 + 42:20. = 33.5 ton/m 494 Suelos con flujo de agua en régimen variable Ejemplo 31.3. (continuacién), Fase 3Presiones interstciales y efectivas al “final de la construccién”” a Pr = Gr on _ 450+ 10.50_ z Por tanto, 2 7.50 - 4.98 Ecos § + By sen $ = (1) (0.906) + Br (0.422) 75 tonjm? 5 ton/n? B= 4.50 - 2.55 = 195 ton|m? oy Fase 4—Estabilidad a largo plazo. 10.50 ~ 2.55 95 ton/m? 1. Presiones intersticiales deducidas de la posicién del nivel frestico. 2. Este caso ya se estudid en el ejemplo 23.9 Este caso es admisible sera P=335 tm ‘Tabla E 31.3. Resumen de esfuerzos en los estados inicial y de falla Exfuerzos (en ton/m?) en z 25 m caso % «Bg O91 Taicial 450 075 375 450 375 450 375 0 Final constr. 450 255 195 1050 7.95 750 495 3.00 2.09 Largo plazo’ 450 0.75 3.75 13.11 1236 880 805 430 3.39 Criterio de fala en funcién de gy y Br ar =F cos § + By sen ge < problemas que suponen la carga del terreno en un tiempo ‘corto respecto al necesario para la consolidacién: 1, Las condiciones al final de la construccién suelen ser eriticas y controlan la carga admisible. 2. La carga admisible, por tanto, puede calcularse ge- neralmente mediante un célculo en esfuerzos totales pasado on la resistencia sin drenaje |. Noes necesario determinar las presiones intersti- ciales producidas por la carga. Sin embargo al deter- minar estas presiones intersticiales, comparindolas ccon las que existirin en un instante posterior, el in- geniero puede asegurarse de que el final de lz cons- truceidn es realmente el perfodo mis critico. Jeneralmente no es necesario determinar la carga que puede resistise después de la consolidacién, aunque este cilculo puede ser dtil para asegurarse de ‘que al final de la construccién se produce el estado 31.3. PROBLEMAS REFERENTES A PROCESOS DE DESCARGA En esta seccién se exponen las caracteristicas princi ppales de los problemas en los que los esfuerzos normales totales que actian en el interior de la masa de suelo dis- ‘minuyen. Esta reduecién se produce siempre que se rea- liza una excavacién en un terreno horizontal o cuando se recorta un talud suave. Con el fin de exponer estas carac- teristicas, consideraremos otro caso ideal: el empuje acti- vo ejercido por una arcilla normalmefte consolidada. El problema se muestra en el ejemplo 31.4. Se supone que la axilla tiene las propiedades de la arcilia de Weald. La ar cilla situada por encima del nivel fredtico se supone que std saturada y sometida a tensiones capilares que aumen- tan linalmente con la altura sobre el nivel frestico. Por sencillez se despreciardn las griotas de tensi6n, aunque las, conclusiones generales del ejemplo serian las mismas si se consideraran tales grits. En [a fase 1 se calculan los esfuerzos a medi altura en el terreno antes de la excavacién y construccién del muro. Estructuras de retencién y estabilidad de taludes en condiciones de drenaje 495 > Ejemplo 31.4 Datos: Estrato de arcilla de Weald normalmente consolidada (ver la Fig. F31.4-1) Tce ards armaiente onsaiods : vemisdunie? 249 ay toe Fig. £3144, Problema: Calcular el empuje activo para el proyecto del muro de retencién de gra- vedad. Solucion. Fase 1-Condiciones iniciales. Suponiendo Ko = 1 y la imexistencia de grietas de ten- sin se dan los esfuerzos en la Tabla E31.4-1. Tobia E3141 2 ay =a, Yo 0 =Th =Po my aj} toni) conf?) ) 0 2.40 +240 150-285-090 375 300 5.70 +0.60 5.10 P= (3) (2.85)= 8.55 ton/m Fase 2—Estimacién de Ia resistencia sin drenaje. Ver la Fig. 28.10, parte de la cual se reproduce en la Fig. 314-2 4 2 0 YB) L io 0 BoB ¥ ay onl?) Fig. £3142. 496 Suelos con flujo de agua en régimen variable jemplo 31.4 (continuacién) Tabla E3142 * 2 4 ona} 0 0.70) su media = I 1501.10} = 1.10 ton/m? 3.00 150 Fase 3-Final de la construccién Pom} nUP 4 2sy H = ~ (1.9) BP ~2 (1.10) (3) = 8.55 ~ 6.60 = 1.95 toni i El op correspondiente vale 0.65 ton/m? Fase 4-Presiones intersticiales y efectivas al final de la construccién. fy puede dedu- cirse de Ia Fig. E31.4-3 6 calcularse por la relacién su = ay = By sen 6. Para z= 1.50 m 375 7 Eforzs enum pte es eer ees ‘pts Pras ntersii 250} — Fina els contra 4 (ton) we A Eetuers efectos CE ae oma a ua | 375 500 ez 70 Py Bilson?) Fig £91.43, 125 i Be= 2.94 ton/m? 285 + 065 1.75 ton/mn? =1.19 ton/m?: dismninucién respecto al estado inicial 3.94 ton/m? ; 0, = 1.84 ton/m? Fase 5—Estabilidad a largo plazo. Ver el ejemplo 23.12. Py = 2.43 toni Asi pues, el empuje es mayor después de disiparse las sobrepresiones intersticiales, por lo cual el muro debe proyectarse para este empuje de 2.43 ton/m. ‘Tabla E3143 Resumen de esfuerzos Exfuerzosen ton/a® en caso ee u ay Iniciat 285 090 375 285 375 285 375 0 Final constr. 2.85 1.19 394 065 1841.75 2.94 1.10 Largo plazo 2.85 0.90 3:75 080 170 182 272 1.02 Extructuras de retencién y estabilidad de taludes en condiciones de drenaje 497 Por sencillez, el coeficiente de empuje lateral en reposo K, se ha supuesto igual a la unidad. Mas exactamente, Ko deberia ser inferior a la unidad para este suelo normal mente consolidado, pero las conclusiones obtenidas a par tir de dicka hipotesissiguen siendo vidas La resistencia sin drenaje aplicable a este problema se calcula en la fase 2. Como la arcilla es normalmente con- solidada la resistencia sin drenaje varia linealmente con la profundidad. Debido a que, tanto el esfuerzo vertical total como la resistencia al corte, varian linealmente con la pro- fundidad, el empuje horizontal sobre el muro en estado sin drenaje también varia linealmente con la profundidad. ‘Asi pues, puede calcularse el ef empuje total horizontal utilizando el valor medio de la resistencia al corte sin dre- mje. Este cdleulo se realiza en la fase 3. Este célculo del empuje activo al final de la construc- cién no requiere conocer las presiones interstciales exis- tentes en diche fase. Sin embargo, también ¢s itil calcular fen este caso cusles pueden ser estas presiones. Al igual ‘que en el ejemplo 31.3, la presién interstcial se obtiene entrando primeramente con gy = sy en la ecuaciGn ade- cuada de resistencia al corte en términos de esfuerzos efeetivos con lo que se obtiene Py, y comparando a conti- ruaciOn py y By para determinar la presiGn intersticial Este eéleulo se indica en la fase 4. El resultado impor tante de esta fase es que la presién intersticial disminuye como resultado de la excavacién. Después de la excavacién del terreno y de la cons. trucciéa del muro el suelo comenzard a dilatarse y las pre siones intersticiales tenderin a volver a sus valores inicia- les, determinados por las condiciones naturales del agua fredtica. Asi pues, las presiones intersticiles en el terreno aumentarin y los esfuerzos efectivos disminuirin con et tiempo. Esto significa que el suelo perderd resistencia con el tiempo y el empuje sobre el muro aumentard conse- cventemente. El empuje que puede ser resistido después de Ia disipacién de todas las presiones intersticiales ya se calculé en el ejemplo 23.12 y, de hecho, es mayor que el tempuje existente al final de Ia construccion. La estabili- dad a largo plaz0 controls, pues, la magnitud del empuje para el que debe proyectarse el muro de retencién La Tabla E31.4-3 resume Ios esfuerzos medios para los tues estados. En la Fig. £31.43, la trayectoria OA mues. tra los esfuerzos efectivos desarrollados a media altura como resultado de la construccién del muro. En el punto A ia arcilla se encuentra en estado de falla en condiciones, sin drengje. La trayectoria AB muestra la variaciin pos- terior de esfuerzos al disiparse las sobrepresiones intersti- ciales, mantenigndose el suelo en estado de falla. La arcilla del ejemplo 31.4 era normalmente consoli dada. La presién intersticial disminu‘a s6lo ligeramente como resultado de la excavacién y, por tanto, la estabi- Tided a largo plazo era s6lo ligeramente més critica que al final de la construcci6n. Si la arcilla hubiera sido sobre- consolidada las sobrepresiones intersticiales al final do la construccién habrian sido mucho més pequefias, y por tanto, la estabilidad a largo plazo habria sido mucho més critica que la correspondiente al final de la construccién. La relacién entre las resistencias sin drenaje (final de la construccién) y con drenaje (a largo plazo) deducidas de este ejemplo pueden compararse con los datos de la Tabla, 28.1 para la descarga en compresién triaxial ‘Aunque el ejemplo 31.4 es altamente hipotético, nos leva a conclusiones pricticas aplicables a un gran nmero de problemas en los que el suelo es descargado por la excavacin en un tiempo corto respecto al necesario para Ia consolidaci6n. 1, Las condiciones existentes mucho después de la cconstruccién suclen ser eriticas y controlan el factor de seguridad de un talud 0 el empuje para el que debe proyectarse una estructura de retencién. El factor de seguridad para el empuje de proyecto cen el caso de estabilidad a largo plazo debe calcular- se utilizando los esfuerz0s efectivos y las presiones intersticiales determinadas a partic de condiciones naturales del agua fredtica 3. En general no es necesario determinar el factor de seguridad o el empuje inmediatamente después de la excavaci6n, aunque este célculo puede ser dtil para asegurarse de que el estado a largo plazo constituye realmente el cas0 eritico. 4, Generalmente no es necesario determinar las presio nies intersticiales desarrolladas inmediatamente des. pués de la realizacién de la excavacién. Sin embar- 0, determinando estas presiones intersticiales y compardndolas con las que existirén en un instante posterior, el ingeniero puede asegurarse de que el estado critico se produce realriente a largo plazo. 5. En problemas en los que Ia excavaci6n es provisional y ha de permanecer abierta durante un tiempo corto respecto al necesario para que se disipen las sobrepre+ siones intersticiales en el terreno adyacente, debe calcularse la estabilidad de Ia excavaci6n utilizando la resistoncia al corte sin drenaje. Sin embargo, las so- brepresiones intersticiales tienden a disiparse muy répidamente en torno y por debajo de las excavacio- nes y, cuando esto sucede, el empleo de la resistencia sin drenaje no quedar del lado de la seguridad (ver las seeciones 31.5 y 32.3). 31.4. RELACION ENTRE LOS CALCULOS REALIZADOS EN ESFUERZOS TOTALES Y EN ESFUERZOS EFECTIVOS Como ya se ha advertido, los ejemplos presentados en las secciones 31.2 y 313 constituyen casos muy ideali- zados. No se han tenido en cuenta varias fases importan- tes correspondientes a In construccién del muro. Ademas, la arcilla colocada inmediatamente detrés de un muro de retencién suele substituirse en los cas0s reales por un rele no granular drenante. Sin embargo, aunque estos ejemplos son académicos, su sencillez nos sirve de base para com: prender la eleccién adecuada de los métodos de cileulo ppara otros casos més pricticos y, por tanto, més com: plejos. ‘Antes de volver a plantear estos principios en una forma més general, es conveniente considerar con més dotalle la relacién entre el célculo su y el &, 6. 498 Suelos con flujo de agua en régimen variable Planos de deslizamiento criticos Existen tres cuestiones que, deliberedamente, se han ‘omitido hasta este momento: a) ;Por qué se ha tomado la resistencia sz en el calculo =O igual a la mitad del esfuerzo desviador, es decir igual a qj? b) {Sean qué planos se produce la falla en una prueba triaxial sin dre- nhaje realizada en arcila?; c) ;Dénde esti situada la superficie de deslizamiento en el problema del muro de retencin? Estos tres problemas estén relacionados entre si y la respuesta a estas preguntas supone una considera- cién tedrica extremadamente importante. Esta conside- racién se ha demorado hasta shora para evitar complicar las secciones anteriores. El célculo $= 0 utilizado para el estado al final de a construccién, como se mostr6 en la seccién 31.1, estd aso ciado con un plano eritico que forma un dnguto de 45°. Sin embargo, arcila de Weald también posee un éngulo de resistencia al corte § = 22° por lo que, sila teorfa de fala de Mohr-Coulomb fuera correcta, et plano de falla deberia formar un dngulo de (45 + §/2) = 56°. Parece exist, por tanto, cierta contradiccién en el empleo del étodo ¢ = 0 en suelos cuya resistencia al corte esté con- {rolada realmente por el esfuerzo efectivo. Este dilema puede resolverse examinando los esfuerzos efectivos que existen en la mass de arcillasituada bajo un muro de retencién, como el del ejemplo 31.4. Estos es fuerzos efectivos s¢ resumen en el ejemplo 31.5. Tanto para las condiciones de estabilidad al final de la construc cién como a largo plazo, se indican los esfuerzos para planos de 56° y de 45° de inclinacin. Si se examinan los, diagramas'se aprecia que, en cada caso, el esfuerzo tangen- cial maximo se produce en el plano a 45° mientras que los esfuerzos tangenciales en el plano a 56.° valen exacta- mente o tan 22°. Esto es, por supuesto, lo que sucederia en tuna prueba triaxial realizada con los 8, y 8y existentes a z= 150m. Cuando una muestra se rompe en compresién triaxial, suele ser dificil determinar la inclinacién del plano segin el cual se produce la falla. De hecho, ni siquiera es nece- sario conover los planos de falla. Puede determinarse el esfuerzo tangencial méximo que existe al fallar, cuando ‘puede determinarse ta méxima oblicuidad, es decir el valor miximo de +r /3. De estas magnitudes, la utilizable en ccéloulos de estabitidad depende de las hipStesis adoptadas ppara deducir las ecuaciones en la condicién de equiibrio Aimite. En el cdlculo = 0 de un muro de retencién se su- ‘pone que la falla tiene lugar cuando el esfuerzo tangencial ‘maximo en un punto aicanza un determinado valor. Asi pues, el valor de sy utilizado en las ecuaciones deducidas sobre ‘esta base deberd ser el maximo esfuerzo tangencial ‘bienido en una prueba triaxial correspondiente?, gy. Por ‘otro lado, en una solucién baseda en los esfuerzos efec- fives, se supone que ls fala tiene lugar cuando el maximo valor de 7 /@ en un punto aleanza un valor determinado, es decir, cuando la méxima oblicuidad en un punto alcan- za el valor §. Por ello, al emplear una ecuacion basada en este tipo de solucién, los valores 2 y @ deben deducirse de 2 skempton (1948) ha presentado un andlissriguroso para et ‘eso de un talud vertical 4a méxima oblicuidad obtenida en una prucba triaxial correspondiente, Por tanto, la regla a aplicar es: Ser consistente y calcular la resistencia al corte de acuerdo con las hipétesis hechas en Ia teorfa de equili brio limite Se debe decir, por tanto, que no hay objeciones a utii- zat una teoria que suponga la existencia de un plano de falla de 45° en un material que tenga un éngulo de resis- tencia al corte de 22°, Tanto Ia estabilidad al final de la construccién como a largo plazo pueden estudiar utili zando un plano de falla Bien a 45° 0 a (45 + §/2)", siem- pre que se utilice la resistencia al corte correspondiente a tal plano. La cuestiOn sigue siendo: jqué inclinacin tiene la superficie de falla real? La arcilla blanda utilizada en esta serie de ejemplos probablemente se expanderia al someterla 2 compresién triaxial y simplemente se romperia tris un muro de re- tencién. La evidencia de pruebas triaxiales y de desliza- rientos de taludes en los que se han desarrollado claros planos de falla indican que la superficie de falla en una arcilla forma con la horizontal un éngulo més préximo a (4S + 4/2) que a 45°. Esta es otra evidencia de que la resistencia al corte de una arcilla procede de un mecanis ‘mo friccional més que cohesiv Sin embargo, los éngulos de os planos de falla observados no coinciden correcta- mente con el valor § de pruebas CD y este caso es el punto de partida de muchas hipdtesis sobre las teorias de resistencia (Gibson, 1953)...Afortunadamente, como se ha visto en la discusién anterior, es posible realizar un eéleu- fo razonable del empuje sobre un muro de retencién sin conocer la inclinacién real del plano de falla Coincidencia entre log célculos en esfuerzos totales y efectivos En principio, la estabilidad al final de Ia construccién puede estudiarse en términos de esfuerzos efectivos al igual que en términos de resistencia sin drenaje. Para tales céleulos es necesario estimar las sobrepresiones intersticia- les producidas en la carga 0 descarga. Sin embargo, en la préctica es mucho més conveniente determinar la estabi- lidad al final de la construcci6n (suponiendo que pueden aplicarse en esta fase las condiciones de no drenaje) por el celeulo en esfuerzos totales. El célculo en esfuerzos efect vos requiere un paso extra: la estimacién de las sobrepre- siones intersticiles. No se consigue una mayor precisién por este paso adicional ya que los mismos factores que hacen dificil elegir un valor completamente exacto de su también complican Ia estimacién adecuada de las sobre- presiones intersticiales producidas por la construccién (ver el capitulo 29). En principio también es posible estudiar la estabilidad a largo plazo en términos de estuerzos totales o de esfuer- 208 efectivos. Esto puede hacerse como sigue. Debe reali- zasse una serie de pruebas triaxiales de forma tal que, al fallar, la presion interstical y el esfuerzo normal total sobre’ el plano de falla en cada prueba sean exactamente iquales a la presiGn intessticial y al esfuerzo normal total en un punto de Ia superficie de falla, que se puede esperar Estructuras de retencién y estabilidad de taludes en condiciones de drenaje 499. > Ejemplo 31.5 Datos: Los esfuerzos calculados en el ejemplo 31.4. . Problema: Calcular los es{uerzos sobre planos que forman 45° y (45° + 4/2) con la horizontal Solucion. Ver las Figs. E315-1 y E3152. Jnanes e592 vive? FS ® Fig, £31.5-1. (2) final dete constrvccin. (6) A largo plazo. Todor tos eves ‘atin? xa tial ’ \ ay KC yratas fre comvctan ayn, Fig, 3152 500. Suelos con flujo de agua en régimen variable fen la masa de terreno, Estas pruebas dardn asi la resisten- cia a largo plazo disponible en los puntos correspondien- tes del plano de falla supuesto. Estas resistencias se util zan entonces como valores de Su en un célculo $= 0. Sin embargo este método es mucho més complicado que le- vat @ cabo pruebas para establecer Z y @ y realizar enton- ces el cilculo de estabilidad en términos de esfuerzos efectivos. sf pues, en un problema dado, el ingeniero es comple: tamente libre para elegir entre un edlculo en esfuerzos efectivos 0 en esfuerzos totales. Sin embargo, por razones pricticas, uno de estos tipos de célculo tendré ventajas sobre el otro en determinados tipos de problemas Eleccidn entre ef célculo en términos de esfuerzos efectivos o en términos de esfuerzos totales La Tabla 31.1 resume los criterios de eleccién prefe- rente de cada método de célculo en diversas situaciones. Los casos 1 (final de construccién con suelo saturado) ¥ 2 (estabilidad a largo plazo) ya s¢ han comentado con Getalle en las secciones 31.2 y 31.3. El estudio del caso 3 (inal de la construcci6n, con suelo parcialmente saturado) ‘implica problemas dificiles y se comentari con detalle en la seccién 31.6. Fl caso 4 supone problemas en los que los esfuerzos efectivos son minimos en un cierto instante diferente del final de la constriceién oa largo plazo. Ejemplos de este tipo son la construccién por etapas de terraplenes (Lobdell, 1959) y los terraplenes construidos sobre cimentaciones con vetas permeables delgadas (Ward y Col, 1955). Es extremadamente dificil hacer cdleulos fexactos, en estos casos, previamente a la construccién. EI mejor método consiste en realizar un edlculo en esfuerzos efectivos, utilizando presiones intersticiales estimadas. Es totalmente necesario en tales problemas medir las presio- nes reales durante la eonstruccién y comprobar la estabi lidad partiendo de estas presiones intersticiales medidas. Tabla 31.1 Fleccién del método de céleulo de estabilidad en esfuerzos totales 0 efe co 1. Final de la construccién ‘con suelo saturado; perio- su do de construccién corto respecto al de consolida 2, Estabilidad a largo plazo Método preferble Cileulo sy con ¢ = Oy ¢ = 315 ESTABILIDAD DE TALUDES NATURALES Y CORTES La Fig. 31.2 representa la variacién del factor de segu- ridad de un talud con el tiempo, durante y después de la deformacién del mismo. Durante la excavacién el esfuerzo tangencial medio sobre la superficie de falla potencial aumienta, Después de terminarse ls excavacion, el esfuerzo, tangencial medio. permanece constante pero el esfuerzo electivo sobre la superficie de deslizamiento disminuye, de forma que el factor de seguridad continia decreciendo. Se producird la falla en el instante en el que el factor de se suridad quede por debajo de la unidad [La falla puede producirse durante la excavacién. Si la excavacién ha sido suficientemente répida para impedir la disipacién de las sobrepresiones intersticiles causadas por la descarga, esta falla puede estudiarse por el método de esfuerzos totales (su, 6 = 0). La Tabla 31.2 corresponde a cuatro cortes en arcilla inalterada, en las que las fallas se udieron explicar correctamente (F calculado ~ 1.0 para el talud que desliz6) mediante un céleulo $ = 0. La tabla tambign recoge un ejemplo en el que al edleulo $ = 0 no did el resultado correcto ya que las fisuras permitieron fa disipacién de las sobrepresiones intersticiales negativas al avanzar la excavacién. La estabilidad de un talud al final de la excavacién no constituye una gerantia clara de que permanezca estable posteriormente. De hecho, la estabilidad a largo plazo suele ser la més critica para un talud. El edleulo de talu des naturales y de taludes de trincheras a largo plazo, utilizando el método Z § con las presiones intersticiales ccortespondientes a las condiciones naturales del agua fred- tica ya se comentd en Ia seccién 248. Ciertamente un cileulo # = 0 no es apropiado en tales casos (Bishop y Bjerrum, 1960). Por otro lado, ni los esfuerzos resistentes ni los desestabilizadores son constantes en la estabilidad a largo plazo, como se indica en la Fig. 31.3. Ea suelos fi Observaciones El método 2, § permite com- Probaciones durante la construccién mediante las presiones intersticiales rea- les El método &, § con presiones intersticiales deducidas de las condiciones de equili- brio del agua fredtica 3. Final de la construccién con suelo parcialmente sa- turado; periodo de cons- truccién corto respecto al de consolidacién cstimadas, 4, Estabilidad en fases inter- medias Método ¢, § con presiones interstciales estimadas Cualquier método: cu, du en EL método Z § permite com. pruebas SCSD 0 el @, G con presiones intersticales probaciones durante la construccién mediante las presiones intersticiales rea. kes Las presiones intersticiales reales deben comprobarse in situ Estructuras de retencién y estabilidad de taludes en condiciones de drenaje 501 Presi ntestiia iii presi ntsc fi Lie eaiptenea 2 tctor de gurided alee [fsepeciel————esiibucin de presones ints —ob— ‘iis Fig, 1.2. Variacién de las prosiones interste Nine fetico ra) ‘int ~ Pain interstcialafiat (ee exentin A = 1 |——Prein inti! lS ea exenacen A = 0 ive oti fat Teno ‘oul de prasiar ‘ntarle 5 dol factor de seguridad durante y despuds Gas excavocion de una trinchara en aala (Sagan Bishop y Bjerrum, 1960) surados, el parimetro de resistencia Z puede disminuir grax ualmente. Los ascensos estacionales del nivel fredtico reducen los esfuerzos efectivos y por tanto la resistencia a Jo largo de una superficie de deslizamiento potencial. Tales ascensos aumentan también el peso del suelo por encima de la superficie de deslizamiento y, como conse cuencia, el momento desestabilizador. La erosién al pie del talud, que produce un pequefio descalce, puede fumentar as fuerzas desestabilizadoras y reducir la ress ‘Tabla 31.2. Deslizamientos de excavaciones al final de Ia construccién. Factor de Sleiato ‘Localidad Suelo (nied = 0) Hiuntspill, Inglaterra Arcilla intacta 0.90 Congress St., Chicago Arcilla intacta 110 Skatismanso, Suecia Arcilla intacta 1.06 Skattsmanso, Suecia Arcilla intacta 1.03 Bradwell, Inglaterra Arcilla dura 7 fisurada Sexin Bishop y Bjerrum, 1960. tencia, El deslizamiento a largo plazo se suele producir por un pequefio cambio de este tipo en un talud ya proxi mo a la inestabilidad. Requieren mencién especial los deslizamientos de talu- des naturales en arcilla sensible y en arena muy suelta: supongamos que Ia arcilla sensible que constituye un talud se consolida hasta el estado representado por el punto A cen la Fig, 29.56. Si ocurtiera una deformacién tangencial adicional suficientemente lenta para evitar el desarrollo de sobrepresiones intersticiales, el talud seguiria siendo esta ble debido a la distancia entre el punto A y la linea de Talla correspondiente a la resistencia residual. Sin em: Dargo, si la deformacién tangencial adicional se produce muy répidamente, de forma que se creen condiciones de no drenaje, la resistencia al corte del suelo disminuird. Asi pues, si se produce un esfuerzo de corte adicional repen- tino, como la erosién del pie del talud, en un talud en tal estado, toda la masa del suelo del talud puede perder su resistencia, dando lugar a un deslizamiento importante (ver la Fig. 1.13). Todos los desizamientos descritos por Bjerrum (1954) y Jakobson (1952) Meyerhof (1957) y Hutchinson (1961) se produjeron de esta forma. La estabilidad de los taludes naturales en arcilla sen: sible y en arena suelta deben estudiarse por el método G, uilizando las presiones intersticiales asociadas con las 502 Suelos con flujo de agua en régimen variable condiciones naturales del agua freitica. Sin embargo, los valores @ $, deben calcularse mediante pruebas espectales que determinen las condiciones de esfuerzos efectivos para luna inestabilidad incipiente al producirse un esfuerzo de corte sin drenaje adicional (Bjerrum y Landva, 1960). El empleo de los Z y § coespondientes a ta’ resistencia maxima en pruebas sin drenaje dard lugar a una gran sobrestimacién de la estabiidad de los taludes en acila sensible (Bjerrum, 1961). 31.6 ESTABILIDAD DE PRESAS Y TERRAPLENES La Fig. 31.4 representa la variacion de los esfuerzos tangenciales, las presiones intersticiales y el factor de segu- ridad en una presa de tierra, partiendo de la construccion e Ja presa y continuando a través de la vida de servicio del embalse. Durante la construccién aumentan los esfuer. 208 tangenciales sobre la superficie de deslizamiento po. tencial. También aumentan las presiones intersticiales ya que el suelo colocado va siendo cargado al superponer capas sucesivas. Después de terminar la obra las sobrepre- siones jintersticiales comienzan a disiparse, volviendo a ‘aumentar de nuevo al llenar el embalse. El llenado del embalse hace disminuir los esfuerzos tangenciales en el talud de aguas arriba debido al efecto favorable de la pre- sién del agua sobre el talud, mientras que los esfuerzos tangenciales medios en el talud de aguas abajo perma. necen invariables o aumentan ligeramente, Fl talud de ‘aguas abajo puede estar sometido varias veces a un esfuer. 20 de corte adicional durante el funcionamiento del em- balse como resultado de un vaciado rapido. El examen de Ia Fig, 31.4 revela que los instantes exiti- cos para el talud de aguas arriba son el correspondiente al final de la construccién y a un vaciado répido, mientras ue los instantes criticos para el talud de aguas abajo se producen al final de la construccién y bajo el flujo esta blecido una vez leno ef embalse, EI estudio del flujo al final de la construccién o en régimen establecido se co- Menta en esta seccidn; el vaciado répido se estudiard en la seccién 31.7, Estado al final de la construecién Como se indicé en la Tabla 31.1, puede utieare el cdleulo en esfuerzos totales (su) o en esfuerzos efectivos 9) para estudiar I extailiéad al inal dea construc cién, aunque existen diicultades inherentes 2 cada ine todo, La Tabla 31.3 resume las fases de ambos Upon de caleuio, mientras queen ls Tabla 31.4 se comparan amor étodcs, Para un céleulo sy es necesrio estima la resistencia al corte disponible al final de la construcein, considerando tanto los factores que influyen sobre l resistencia sin dee, naj de un suelo parciamentesaturado como la dsipacion de presionesinterstcaer que pueden producine dirante 4a construein. La retencia al corte sin drenje se ha comentado brevemente en la secion 28.7. La clave del éxito consiste en reproduce en pruebas de labortorio fs esluerzos iniciles y las preiones interticaes existentes inmediatamente después de compactar el suelo yas vara, clones de esfuerzs subsiguientes originadas por a loca cién de las cargas superiores. Existe gran inseguridad Fespecto a la estimacidn de los valores adecuados de la resistencia al corte sin drenaje y aiin es mas dificil ta esti- macién de la influencia de la disipacin parcial de las sobrepresiones interstciales Para un edlculo %, $ es necesario estimar tas presiones interstciales producidas en la presa durante la construe. cién. Bishop y Bjerrum (1960) describen cémo puede realizarse esta estimacién utilizando el cociente entre la resin intersticial inducida y el esfuerzo principal ma ‘mo, determinado en pruebas de laboratorio o de acuerdo con la experiencia en presas de tierra. La estimaci6n de Jas presiones intersticiales presenta gran inseguridad, espe- cialmente si se produce una disipacién parcial durante la construccién, Como se indies en la Tabla 31.4, desde el punto de Vista dela exactitud no existe diferencia. bésca entre ambos métodos. Las lagunas de nuestro conocimionto que hhacen dificil la estimacin de las presiones intersticiales también dificultan la evaluacién adecuada de la resistencia al corte sin drenaje (Whitman, 1960) Existe una clara ventaja en el empleo del método &, : Las presiones in- tersticiales supuestas en el proyecto de una presa pueden comprobarse. mediante medidas in sity y ‘el proyecto puede modificarse durante la construccién si es necesario @ishop, 1957). La inestabilidad al final de Ia construccién resulta més probable cuando el suelo se compacta con una humedad Proxima o por encima de la éptima; es decir, cuando el grado inicial de saturacién es relativamente elevado (ver la seecién 26.8 y el capitulo 34). Asi, desde el punto de Vista de Ia estabitidad, es deseable compactar el suelo por el lado seco del dptimo. Sin embargo, existen otras consi- deraciones pricticas como Ia economia o ef deseo de una presa plistica que resista la fisuraci6n, las cuales pueden Aconsejar una humedad de colocacién mas elevada. Sher Rp — yy Po Tiempo Estuerro medio ces or conor. Factor Ge urd Fig, 31.3. Veriacion « largo plazo do las fuereas reisentesy dere tobilizndorae Estracturas de retenci iin y estabilidad de taludes en condiciones de drenaje 503 er ee o oe Cane cee aoa aemeeae snr aaa ) ‘ poiendo quero hey dpc 4 ; z gm so ¥ asso g ‘ Th 5 | ee Enis cio] malclein lewis e_|\ vac ido Lae ed bic ape ate Tenpo Fig. 314. Voriacin de los esfusrzoe tangenciaes,prsionesintrsticiales ye factor de seguri= Gc Guvonte y después dela construceion de una presa de terra (basado en datos de Bishop Y Bjerrum, 1960) ard y Col. (1963) comentan las miltiples cuestiones pric: tices implicadas en el proyecto y construcci6n respecto a la estabilidad al final de la construccién. Las presas que han fillado 0 han presentado deformaciones excesivas durante la construccién han sido comentadas por Bishop yy Col, (1960) y Linell y Shea (1960). Estabilidad de los taludes de aguas abajo ‘con flujo en régimen establecido Fl célculo de la estabilidad de un talud de aguas abajo con flujo establecido se suele realizar siempre utlizando el método @, 6, estimando las presiones intersticiales a partir de una red de flujo. Las caracteristicas esenciales de tales redes y los métodos utilizados para la determinacién de presiones intersicales a partir de una red flujo se comen- faron en el capitulo 18. El proyecto del talud de aguas abajo para reducit los riesgos de inestabilidad por flujo en régimen establecido supone el empleo de un suelo imper- Imeable en el manto de aguas abajo y/o Ia construceiOn de fitros para drenar Ia comiente de filtrci6n, de manera aque la linea fredtica en el talud de aguas abajo perma- nezca baja (Sherard y Col, 1963). Si se permitiera el brote de Ia filtracién en el talud de aguas abajo, se producira luna inestabilidad local en tal punto, originéndose una rosin gradual y la socavacidn de la presa. Este tipo de falla, denominada tubificacién, ha sido una causa fre- cuente de la falla total o parcial de presas de tierra (Midalebrooks, 1953). 304 Suelos con flujo de agua en régimen variable Tabla 31.3 Elementos necesarios para el céleulo en es- fuerz0s totales 0 efectivos Se necesitan Obseraciones CALCULO EN ESFUERZOS TOTALES Los esfuer2estotales en el suclo Aebidos a as fuerzas de masa y a Jas carga extrires Pruebas para determinas a resis Comin a ambos métodos La precisién de las pructas es fencia del suelo sometido ave siempre dudosa ya que ia resis tinciones de esfuezo total seme-_tencia depende de lat presioncs juntesa las que se producirinen interstciaies Inducigas Sloe a ln mass de sielo ste vez dependon de muchos de talles del método de pructs las pruebas on Ficles de realizar ‘CALCULO EN ESFUERZOS EFECTIVos Los esfuerzos totals enel suelo Comin a ambos métodas ebidosa las fuerza de mas y 2 las cargas exterioes Pruebas para determinar Ia rele cidn ente resistencia y esfuerzo etectvo Puede realizane com considers ble precsién ya que esta rela in no es muy sensible @ ls condiciones dela pruebat las pruebas requiezen bastante tiem po La precisién es sempre dudosa ‘bide & Tos mittiplesfactores ‘que Inftyen sabre la magnitud de las varaciones ela prsién Inertial we Terraplenes sobre cimentaciones blandas Cuando un terraplén de poca altura se construye sobre un estrato blando de arcilla puede producirse una falla por hundimiento en la arcilla incluso aunque el talud del terraplén en si sea suficientemente estable. La ssimilacién completa de este problema requiere considerar los aspec DDeterminacién de las vaiaciones de presion intersticial debidas a varaciones en las eargas exte- tos descritos en el capitulo 32. La estabilidad de terra plenes sobre suelos blandos se suele estudiar suponiendo luna superficie de falla como la que aparece en Ia Fig 31.5. El estado més eritco se suele presentar al final de la onstruecién, siendo adecuado el método su (@ = 0), al ‘menos para la parte de la superficie de falla que atraviesa el terreno de cimentscién, En fa Tabla 31.5 se enumeran varios casos estudiados que demuestran la apicabilidad del método sy. Cuando se teme Ia inestabilidad durante la construcciOn de un terraplén, suele ser necesario recurrir bien @ drenes de arena en la cimentacién para acelerar la disipacién de las presiones intersticiales 0 a una construc: ign por etapas que dé tiempo suficente pare que se dlisipen las presiones intersticiles. En tales problemas, deben observarse in situ las presiones intersticiales reales esarrolladas en la cimentacién, debiendo recaleularse ta estabilidad de vez en cuando por el método &, emplean- do tales presiones intesticiales medidas. 31.7 VACIADO RAPIDO El vaciado répido da tugar a un descenso repentino del nivel de agua en contacto con un talud, Los taludes de aguas arriba de las presas de tierra al igual que los taludes naturales adyacentes a un embalse, suften este fendmeno cuando se hace descender repentinamente el nivel del ‘embalse. El vaciado répido también se produce cuando el nivel de un rio desciende después de una crecida 0 cuan- do el nivel del mar baja a continuacién de una marea formentosa. Aunque las presiones intersticiales en un ta- Jud se pueden ajustar inmediatamente al nivel de agua descendente, pueden producirse elevadas presiones inters: ficiales en un talud como consecuencia de un vaciado répido. Morgenstern (1963) ha citado varios destizamien- tos de taludes provocados por un vaciado rapido. De forma aproximada, aunque muy atl, las consecuen- cias de un vaciado répido pueden dividirse en dos fases (ver Ia Fig. 31.6). Si el tiempo de vaciado es muy inferior al tiempo en el que pueden producirse ajustes de consoli- dacién en el talud, las presiones interstciales inmediata- Tabla 31.4 Comparacion entre los métodos de eslculo en esfuerzos totales y efectivos Criteria Sencillez y volumen de edleu- oo pruebas Estuerzo total Exuerzoefectivo Mucko menos trabajo ya que el cileulo en esfuerzos efectivos tiene cl paso extra de determinar la varia ign de presiones intersticiales Precisiéa ‘Ninguna diferencia: la misma laguna que hace dificil calcular la variaci6n de presiones interstciales, implica la dificultad de crear las condiciones adecuadas en pruebas sin drenaje Caridad de los resultados Mis claro, debido a que la re- sistencia ‘viene determinada por los esfuerzos efectivos. Es posible comprabar el proyec- to mediante medidas de pre- siones intersticiales durante la construccién Estructuras de retencién y estabilidad de taludes en condiciones de drenaje 505 Altura dl arp te mt ne pt 8 P ' Tenge ois en ete asa # = an te squid fete aun deslzaintoprotundo (Método, 3) i Tengo igi Sanur istbein 6 presoes ners Euro de pesos inne Seowresy.__Uinrein te presinesineritnts_ Ewe press inure Fig, 31.5. Varicién de los esfuartot tangoncales, presiones intorsticiles y factor de {eguridad durante y despus de la conttruceén de un terran (Sepin Bishop ¥ Bjerrum, 1960. ‘Tabla 31.5 Deslizamientos al final de la construceién de terraplenes sobre una cimentacion arcillosa saturada Factor de seguridad Localidad caleulado (método 9=0) ‘Chingford 1.05 Gosport 0.93 Panama 2 0.93 Panama 3 0.98, Newport 1.08, Bromma II 1.03 Bocksjin 1.10 ‘Huntington 0.98, Segin Bishop y Bjerrum, 1960. mente después del vaciado serin iguales a las presiones intersticiales antes del vaciado mas la variacién de presion intersticial debida a la variacién de la carga de agua sobre 41 talud. Con el tiempo se producizén ajustes de consol dacin, pero las presionesinterstciales ain se mantendrén altas hasta que el agua en exceso sea drenada del talud y se aleance un nuevo equilibrio correspondiente al nivel inferior del agua en contacto con el talud. En suelos permeables como las arenas grueses y las gravas, el tiempo de consolidacién serd generalmente menor que cualquier tiempo de vaciado real, de forma que nunca se produciré Ja fase representada en la Fig. 31.60 y la estabilidad de Jos taludes en tales suelos puede estudiarse mediante una red de flujo no establecido como la que aparece en la Fig, 31.6c. En suelos de baja permeabildad es critica la situa tidn representada en la Fig. 31.66, por lo que se refiere a Ia estabilidad de taludes. 306 Suelos con flujo de agua en régimen variable Pe sd waco 1 st gs min @ Presinintrsticial produit pero ed 6 fa igen de ‘antigo © Fig. 31.6. Comportamiento de un talud en un vaciado #4 Tiempo de consolidacién mucho mayor que el tiempo de vacindo En este caso (Fig. 31.65) puede estudiarse la estabili- dad bien por el método 5, 0 el método 2, g. Para el mé todo @ es necesario calcular Ia variacién de presiones intersticiles producidas por la variacién en Ja carga de agua sobre el talud. Bishop (1954) ha deducido ecuacio- nes. para realizar tales cdlculos, basadas en la hipstesis conservadora de que el suelo que constituye el talud esta saturado. Morgenstem (1963) ha presentado dbacos de estabilidad para cdlculos aproximados referentes a este Para un cileulo sy es necesario determinar Ia resistencia, al corte sin drenaje disponible, teniendo en cuenta los es- fuerzos bajo los cuales se consolida el suelo inmediata- mente antes del vaciado. Lowe y Karafiath (1960) han expuesto con detalle el método para determinar esta ress tencia al corte y para realizar los céleulos de estabilidad necesatios. ‘Tiempo de consolidacién mucho menor ‘que el de vaciada La estabilidad de los taludes en esto caso (Fig. 31.60) se estudia por el método &, 9, determinando las presiones interticiales mediante una red. de flujo (Renius, 1953) Estas redes representan las condiciones de flujo y de pre sién intersticial en un instante determinado. Al tanscurit al tiempo el nivel festico desciende y, para un cdleulo completo, es necesario trazar una serie de redes de flujo intermedia, Sin embergo, generalmente suele ser critica el estado inmedistamente después del vaciado y basta con trazar la red de flujo conespondiente a ese instante 31.8, ESTABILIDAD DURANTE TERREMOTOS Durante los grandes terremotos se producen numerosos deslizamientos en taludes naturales y la falla de terraple- +0 aside cx de sabre a ahd re ne sien ee vena ae x 2948 minime @ pido. a) Estado inical de equi ero nis de reajestarse las preions. c} Daspus dt ejtde pesones. o) Esta de meio i 2) Después dt vaciado nes, La mayoria de estas falls han sido as han sido de una impor- tanciarelatvamente ‘eseaa, aun aunque se han producide Signos deszamientos de grande contenvendes tay, la mayor parte de los danos catsados teremoto de Alka de 1964 we geseon suas (Seed y Wikon 1967; Shanon, 1960) La Fig Tuc tra un deslizamiento que’ ab; ‘oximadament & Chile de 1960 (Duke y Leeds, 1963). Ha exist como minimo una fila catastrfica de presa de tars Gomo resultado de un terremoto (Seed, 19660). Fellas de tste tipo se deben en parte al aumento de los exfuerzos Vidas 0 grandes datios, deben estudiarse cuidadosamen. te desde el punto de vista de la susceptibiidad al deslioa, miento en un terremoto, Fig, 31.7. Desizomionto de tera unt a Lago iti durante! wremote de 169, Mme a Lae Hite, Ce, Estructura de retencion y estabilidad de taludes en condiciones de drenaje $07 Mision slain del tren Ag Fig. 31.8, Fuerza sismica sobre sina mata potencialmente des- Nant. Todos Jos métodos habitualmente disponibles para el estudio del factor de seguridad de un talud durante un terremoto suponen una modificacién del eéleulo en equili- brio limite convencional para incluir una fuerza sfsmica (ver la Fig, 31.8). La fuerza sismica es proporcional al peso de la masa potencialmente deslizante multiplicado por un coeficiente sfsmico A’ que esta relacionado con cierta forma con la aceleracién del terreno subyacente. Hasta el momento se han adoptado simplemente valores de A’ (generalmente 0.1 6 0.2) exigiéndose que el talud pposea un factor de seguridad igual como minimo a la uni- dad bajo los efectos combinados del peso W y la fuerza sismica A’W. Recientemente se han propuesto dos méto- dos més realistas para el edleulo del.factor de seguridad. El método de Newmark (1965) ya comentado en la seceién 15.3, estudia el suelo como un material rigido- plistico. El primer paso para la aplicacién del método consiste en determinar, mediante la resistencia al corte disponible en la superficie de falla potencial, la maxima aceleracién posible A’g que puede transmitirse a la masa deslizante potencial. Si A’ es mayor o igual que A, siendo ‘Ag la maxima aceleracién del terreno subyacente durante lun terremoto, no se produciré deformacién plistica del suelo, Sin embargo, la deformacién plistica se produciré siempre que A sea’superior a A’ y el paso final del mé- todo de Newmark es la estimacién de los desplazamientos permanentes resultantes de cada impulso de movimiento del terreno con A’ mayor que A. Si el desplazamiento total permanente estimado es pequefio (digamos de varios centimetros) puede suponerse que el talud posee seguri- dad frente al mismo supvesto. Por otro lado, si el despla zamiento permanente estimado es bastante grande (de lunos 5 m 6 més) puede juzgarse que el talud no posee ‘stabilidad. Fste método ‘io considera Ia deformacién que puede producirse por esfuerzos tangenciales menores que los correspondientes a Ia falla, aunque este inconveniente puede superarse mediante una eleccién adecuada del es- fuerzo tangencial de fluencia. Este método no resulta satisfactorio para aquellos problemas en los que puede cexistir una gran pérdida de resistencia al corte como resul- tado de la carga sismica. El método propuesto por Seed (19666) supone los guientes pasos 1. Partiendo de un cierto movimiento en el terreno subyacente y estudiando el talud como un cuerpo elistico deformable con amortiguacién, se calcula el coeficiente sismico medio A’. 2. Ustiligando el método convencional de equilibrio limi- te (como en el capitulo 24), se calcula el esfuerzo tangencial medio a lo largo de la superficie de desliza, siento potencial en primer lugar sin fuerza sismica y a continuacion incluyendo la fuerza sismica, 3. Se realizan una o varias pruebas de laboratorio bajo carga ciclica, correspondientes a uno o mas puntos de Ia superficie de falla potencial con esfuerzos ini. ciales iguales a los calculados sin la carga s{smica y con esfuerzos adicionales iguales a los calculados incluyendo la carga sismica. La méxima deforma- ccidn observada durante estas pruebas de laboratorio se toma como indicacién del factor de seguridad del talud durante un terremoto, Este método no considera directamente la limitacién de Ia méxima aceleracién del talud debido a la limitada resistencia al corte del talud, pero indica la magnitud de la deformacién que puede producirse por esfuerzos tan- genciales menores que la resistencia del suelo, El método resulta especialmente adecuado para problemas en los que pueda producirse la licuefaccién. Sherard (1967) hace varias consideraciones, ademés de los simples factores de seguridad, que deben tenerse en cuenta al decidir la seguridad de ‘una prese de tierra du rante un terremoto, 31.9 RESUMEN DE PUNTOS PRINCIPALES 1. En problemas en los que los esfuerzos aplicados a una masa de suelo varian en un tiempo corto respecto al de consolidacidn de Ia masa, la estabilidad puede considerarse en dos fases: al final de la construc- cidn, correspondiente a la resistencia sin drenaje, y a largo plazo correspondiente al corte con drenaje. 2. Si el suelo esti saturado, la estabilidad al final de la construccién se puede estudiar mejor por un mé- todo en esfuerzos totales con ¢ = Oy tomando una resistencia igual a la resistencia al corte sin drenaje. Para tal método no es necesario determinar las pre siones intersticiles a lo largo de una superficie de falla potencial. Sin embargo, el conocimiento de las presiones intersticiales en esta fase servird para de- cidir cudl es més critica, sila condicién al final de Ja construccién © a largo plazo. La estabilided al final de la construccién puede también estudiarse en ‘términos de esfuerzos efectivos (método Z, 9) utili- zando las presiones intersticiales estimadas por los métodos comentados en el capitulo 26, aunque este método es dificil de aplicar debido a Ia inseguridad cn las estimaciones de la presién intersticial. 3. Si el suelo esta parcialmente saturado, Ia estabilidad al final de la construccién puede estudiarse bien por el método 5, 0 un método & ¢ estimando las presio- nes intersticiales. Cualquiera de ambos métodos debe utilizarse con gran cuidado, siendo igual la pre- cisién de ambos. Existe ventaja en la utilizacién del método Z, g: la estabilidad puede volverse a calcuiar durante la construccién utilizando valores medidos de las presiones intersticiales reales. 508 Suelos con flujo de agua en régimen variable 4, La estabilidad a largo plazo debe estudiarse siempre por el método Z ¢, con las presiones intersticales correspondientes a las presiones de equilibrio del agua fredtica, Con avcills sensibles y arenas muy sueltas, deben emplearse métodos especiales para caleulat 2 y 6. 5. En problemas que suponen Ia carga de una masa de suelo, suele ser critica la condicién al final de la construccién, mientras que la estabilidad a largo plazo es critica en masas de suelo en descarga. Exis- ten algunos problemas especiales para fos cuales fos «estados intermedios suelen ser més eriticos. La clave para establecer el estado mas eritico radica en un estudio de la variacién de las presiones intersticiales con el tiempo. PROBLEMAS 31.1 Referencia al ejemplo 31.4. Determinese la resis- tencia pasiva disponible al final de la construccién y a largo plazo. Trécese un diagrama representando las trayece totias de esfuerzos totales y efectivos para el “punto Lipico” a media altura 31.2 Referencia al ejemplo 31.3. Detesminese el ‘empuje activo al final de la construcci6n y para la estabili- dad a largo plazo. Tracese un diagrama que represente las ‘tayectorias de esfuerzos totales y efectivos para el punto tipico a media altura, Despréciese la posibilidad de grietas de tension; es decir supéngase que tanto la cara de con. tacto aguamuro como el esqueleto mineral pueden absor. ber tensiones, 31.3 Una excavacién provisional, con un talud 1.5 (horizontal); 1 (vertical) debe construirse en un estrato de arcilla de 30 m de espesor con una resistencia al corte sin Grenaje de 0.75 kglem?. El peso especifico total de la ar- cilla es 2 t/m?. Si el factor de seguridad debe ser como minimo de 1.5 cual es la méxima profundidad admisible de la excavacién?

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