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GEOMETRÍA NO EUCLIDIANA:

Los conceptos primitivos geométricos (punto, recta, plano) han surgido a partir de la
necesidad de medir distancias entre puntos o localidades, superficies y volúmenes de
objetos.
En civilizaciones antiguas como la de Egipto, Asiria, India, etc. ya se conocían las
principales figuras geométricas y la noción de ángulo. Pero fue en Grecia (Siglo VI y III
a.C. principalmente) donde tuvo su principal desarrollo. En Alejandría, entre los años
330 y 275 a. c. vivió un hombre que sistematizó y amplió los conocimientos
geométricos hasta entonces conocidos. Si bien pasó desapercibido (junto a su obra) en
su época, estableció, bajo la forma axiomática, las relaciones entre los conceptos
primitivos y sus principales propiedades. De él hoy conocemos sólo su nombre,
Euclides, y que escribió en trece libros denominados Stoikheia (elementos), los axiomas
y los teoremas deducidos de ellos. Desgraciadamente no han llegado hasta nosotros toda
esta bibliografía, sabemos de la existencia de ellos a través de los comentarios que se
han hecho posteriormente.
En el primer libro se enuncian los axiomas de enlace o existencia que relacionan a los
conceptos primitivos entre sí y sus principales propiedades. De ellos, para este trabajo,
sólo nos interesan los cinco primeros.
Ellos son:
1º- Trazar una recta de un punto cualquiera a otro: (lo que equivale a decir, por dos
punto sólo pasa una recta )
2º- Prolongar por continuidad en línea recta una línea limitada: (aquí surge la confusión
de suponer a la recta como línea abierta únicamente.)
3º- Describir el círculo con centro y radio dado.
4º- Todos los ángulos rectos son iguales.
5º- Si una recta al intersecar a dos rectas en un plano, forman ángulos internos sobre un
mismo lado (ángulos conjugados internos) cuya suma sea menor que dos rectas;
entonces las rectas, si se prolongan indefinidamente, se encontrarán del lado sobre el
cual la suma sea menor que la de dos rectos.
Este axioma fue motivo de discusión casi desde su formulación. El propio Euclides no
lo utilizó hasta el teorema 29.
Su elaboración y la impresión de redundancia motivó la suposición que debería
demostrarse como un teorema partiendo de los demás postulados. Sólo hace poco más
de un siglo que la idea de tomarlo como un postulado independiente de los demás ganó
adeptos y hace menos de cien años se demostró, efectivamente, que era imposible
demostrarlo.
NEGACIÓN DEL QUINTO POSTULADO:
Como ya se ha dicho, de los cinco postulados del sistema euclidiano, los cuatro
primeros traducen propiedades más o menos evidentes, pero el quinto llama la atención
por su mayor complejidad y por carecer de la evidencia intuitiva de que gozan los
demás. Probablemente al propio Euclides le molestara esta deficiencia por lo que evita
utilizarlo lo más posible.
Sólo lo aplica por primera vez para demostrar la proposición 29 del libro I que dice :
"una recta que corta a dos paralelas forma con ellas ángulos alternos internos iguales,
correspondientes iguales e interiores de un mismo lado (conjugados internos)
suplementarios."
El esfuerzo de Euclides por evitar el uso del postulado V y construir la geometría con
independencia del mismo justifica la muy repetida frase de que Euclides fue el primer
geómetra no euclidiano, o que la geometría no euclidiana nació negando su paternidad.
La primera idea que prevaleció por más de veinte siglos fue la de querer demostrar este
postulado. Los sucesivos ensayos de demostración no dieron otro resultado que llevarlo
a formas equivalentes, aunque, en ciertos casos, con apariencia muy distinta a la versión
original.
CUANDO EL PARALELISMO EQUIVALE AL QUINTO POSTULADO:
Una tendencia que afloró repetidas veces fue la de modificar la definición de rectas
paralelas. Para Euclides eran aquellas que "no se encuentran por más que se las
prolongue" (Def. XXIII, libro I) . Proclo, matemático bizantino al que se le deben las
pocas noticias sobre Euclides, las define diciendo: "la distancia entre dos puntos de dos
rectas que no se cortan puede hacerse tan grande como se quiera prolongando
suficientemente las dos rectas". Esta proposición, que atribuye a Aristóteles y toma
como evidente, vale que siempre las rectas se consideren líneas no cerradas. Así el 5º
postulado puede enunciarse como :
V 1 : Si una recta encuentra a una de dos paralelas, encuentra necesariamente a la otra.
V 2 : Dos rectas paralelas a una tercera son paralelas entre sí
V 3 : Por un punto exterior a una recta se puede trazar una y sólo una paralela a dicha
recta.
Esta última aseveración es la más conocida, la más comúnmente utilizada en la
actualidad en los textos de geometría y se la atribuye usualmente a John Playfair,
matemático y geólogo inglés de principios del siglo XIX. Otra orientación que propone
un nuevo aspecto en la incidencia del postulado es la del Jesuita G. Saccheri según la
cual se demuestra que dicho axioma es equivalente a afirmar que: " la suma de los
ángulos interiores de un triángulo es igual a dos rectos ".
LAS GEOMETRÍAS: Diferencias
Existen tres tipos de geometrías que surgen a partir del quinto postulado:
1. Si se lo acepta: Por un punto exterior a una recta pasa una y sólo una recta paralela a
ella.
Estamos frente a la geometría euclidiana, la que aprendemos en el colegio secundario.
Si se lo niega quedan dos opciones:
2. Por un punto exterior a una recta pasan infinitas rectas paralelas a ella.
Estamos frente a la geometría no euclidiana llamada hiperbólica. Ej. Silla de montar.
3. Por un punto exterior a una recta no pasa ninguna recta paralela a ella.
Estamos frente a la geometría no euclidiana llamada elíptica donde sus rectas son rectas
cerradas llamadas geodésicas. Ej. globo terráqueo.

Una forma de comprender las diferencias entre las tres geometrías se encuentra en la
demostración de la proposición según la cual "la suma de los ángulos interiores de un
triángulo es igual a 180º (un llano)", válida únicamente en la geometría euclidiana por
ser equivalente al quinto postulado. En la geometría elíptica la suma de los ángulos
interiores de un triángulo es mayor que 180º mientras que en la geometría hiperbólica es
menor.
El LADO OSCURO DE LOS ELEMENTOS
Los célebres Elementos de Euclides es una obra extensa, exhaustiva, que sin embargo
deja sin enunciar explícitamente hechos esenciales como que dos circunferencias
pueden cortarse, que toda circunferencia define un recinto interior y otro exterior, etc.
Es por eso que Bertrand Russell, con criterios de rigor modernos, pudo decir que la
cuarta proposición euclidiana era una "trama de sin sentidos" declarando además
escandaloso que estos libros fueran empleados (en su época) como libro de texto.
Por otra parte, la geometría de Euclides fue el primer intento decisivo de organizar
axiomáticamente esta disciplina, y malamente podemos considerarlo culpable de no
detectar todos los que le pondrían D. Hilbert y otros al formalizar el sistema de
principios de este siglo. Entre las pruebas del genio de Euclides, ninguna más llamativa
que la comprensión de que su notorio quinto postulado no era un teorema sino un
axioma, y como tal, es preciso aceptarlo sin demostración.
LA GUERRA DE LA GEOMETRÍA
A principios del siglo XIX los esfuerzos por demostrar el postulado de las paralelas
adquirieron carácter de manía.
El matemático alemán Karl F. Gauss (1777 – 1855) fue probablemente quién creyera
por primera vez en la independencia del quinto postulado al aceptar la posibilidad lógica
de que existiera una geometría en la cual se negara al quinto postulado, pero, por temor
a la incomprensión no publicó nada al respecto y sus reflexiones sobre el tema se
conocieron sólo a través de correspondencia.
En 1829 se publicó el primer trabajo sobre geometría no – euclidiana, fue escrito por el
matemático ruso Lobachevsky (1793 – 1856), pero el desconocimiento del idioma ruso
fuera de la propia Rusia y las muchas críticas que recibió en su país, impidieron que su
trabajo llamara particularmente la atención.
El húngaro Farkas Bolyai derrochó gran parte de su vida en tarea de demostrar el quinto
postulado y en su juventud lo analizó no pocas veces con su amigo alemán Karl F.
Gauss. Janos Bolyai, hijo de Farkas, llegó a obsesionarse de tal forma con el problema
que su padre, conmovido, llegó a escribirle: "Por amor de Dios, te lo suplico, abandona.
No le temas en menor grado a las pasiones de los sentidos, por que, como ellas, puede
robarte todo tu tiempo y privarte de la salud, la tranquilidad de ánimo y el goce de la
vida."
Janos no atendió a los ruegos de su padre y llegó a convencerse muy pronto que el
postulado, además de ser indemostrable, era independiente de los restantes y de su
negación podía crearse un sistema diferente geométricamente coherente. Ufano
escribiría a su padre en 1823: "de la nada he creado un universo nuevo". Farkas
rápidamente pidió permiso a su hijo para publicar sus afirmaciones en el apéndice de un
libro que estaba terminando de escribir. La breve obra maestra de Janos apareció,
efectivamente, en el libro de su padre tres años después de la publicación del
matemático Ruso. Lo peor es que cuando Farkas envió el apéndice a su amigo Gauss, el
príncipe de las matemáticas le contestó que de alabar la obra estaría alabándose a sí
mismo pues él había realizado idéntico trabajo muchos años antes aunque sin
publicarlo, en otras cartas explicó de su miedo a las reacciones de sus colegas
conservadores. Anonadado por la carta de gauss, Janos incluso llegó a sospechar que su
padre hubiera podido revelar al alemán su formidable trabajo. Cuando, años más tarde,
supo que el trabajo de Lobachevsky había salido antes que el suyo, Janos perdió interés
en el tema y no volvió a publicar nada más. Hay que tener en cuenta que Janos era
oficial de caballería y que para él las matemáticas eran sólo un hobby.
En ciertos aspectos la historia del jesuita italiano Giolaro Saccheri es más triste que la
anterior. Saccheri llegó a construir ambos tipos de geometrías ¡sin darse cuenta!. En
todo caso Saccheri se negó a aceptar que ninguna geometría de estas estuviera libre de
contradicciones, si bien algunos historiadores opinan lo contrario opinan que si Saccheri
hizo creer lo contrario fue para que publicaran su obra. "Proclamar que un sistema no –
euclidiano pudiera ser verdadero como el de Euclides hubiera sido una invitación
temeraria a ser reprendido..." Por lo que el Copérnico de la geometría se valió de un
subterfugio: corriendo un riesgo calculado Saccheri denunció su propia obra esperando
que así, con esta mentira piadosa, lograra que su herejía burlara la barrera de la censura.
Lobachevsky y Bolyai construyeron una geometría donde, dada una recta (infinita) y un
punto fuera de ella, había infinitas rectas que pasaban por el punto pero no cortaban a la
recta, o sea, eran paralelas. Habían establecido la negación del quinto postulado y su
geometría se llamaría "hiperbólica". Un momento importante en la historia de estas
geometrías ocurrió en 1854 cuando George B. Riemann (1826 – 1866) presentó una
tesis en la universidad de Gottingen, Alemania. Basándose en los trabajos de Gauss
fundamentó una geometría basada en el concepto de la curvatura. Las geometrías
pasarán posteriormente a describirse como casos especiales de la geometría de
Riemann.
APLICACIONES DE LA GEOMETRÍA NO – EUCLIDIANA:
Es curioso observar como los creadores de la geometría no euclidiana de la primera
mitad del siglo XIX, a pesar de su obra capital, parecieran alejarse del concepto
platónico que preside Los Elementos de Euclides y, retrocediendo, vuelven a considerar
la geometría como una ciencia destinada a medir las cosas de la tierra. En efecto, al
vislumbrar la posibilidad de geometrías distintas de la euclidiana, en lugar de adquirir el
convencimiento de que el postulado V es indemostrable, y que en consecuencia, existen
otras geometrías igualmente verdaderas, mostraron una constante preocupación por
averiguar, por vía experimental, cual era la verdadera geometría, es decir, cual era la
geometría válida para la naturaleza.
Descripciones no – euclidianas del mundo físico, utilizadas por ejemplo en la teoría de
la relatividad y en las investigaciones sobre fenómenos ópticos y sobre la propagación
de ondas, se revelaron bastante adecuadas. Las nuevas geometrías colaboraron así
mismo en la interpretación de modelos representativos de conceptos abstractos muy
utilizados hoy en día en física y otras áreas de la ciencia, como por ejemplo la
estadística.
A modo de ejemplo: Newton entendía a la gravitación como una acción de fuerzas. Dos
masas (imaginemos dos esferas) ejercen entre sí una fuerza que se
"mueve"(figurativamente hablando) a lo largo de la recta que pasa por sus centros. Para
Einstein la gravedad se debe a una "curvatura" del espacio – tiempo. Para él toda masa
produciría una distorsión, una curvatura en el espacio por el cual nosotros nos
"deslizaríamos". Imaginemos una cama bien tendida, su superficie se asemeja a una
superficie euclidiana, una superficie plana. Si sobre esa superficie se apoya un libro
pesado esa superficie deja de ser plana para transformarse en "curva". Cualquier objeto
que se encuentre sobre la sábana cerca del libro se deslizará hacia él por efecto de la
curvatura. En el caso del espacio – tiempo, La Tierra, por ejemplo, curvaría nuestro
espacio de manera que cuando soltamos un lápiz él se deslizaría por "esa curvatura"
hacia el suelo.
Actualmente las geometrías no – euclidianas aparecen vinculadas a trabajos de
investigación concernientes a los más diversos campos de interés de la matemática, así
por ejemplo a los sistemas dinámicos, funciones automorfas y la teoría de los números.
Su utilidad es muy destacada en el estudio de variedades (superficies) tridimensionales.
Silvia Sokolovsky
Bibliografía:
F Geometría no – euclidiana Luis Santaló Ed. EUDEBA.
F Geometría no – euclidiana, exposición crítico – histórica de su desarrollo. Roberto
Bonola Ed. Espasa – Calpe Argentina S.A.
F Fundamento de la matemática Alberto Dou Ed. Labor
F Geometría no – euclidiana Sueli I. Rodrigues Costa y Sandra A. Santos. Revista:
Ciencia Hoy, vol. 3 Nº 15 Set. – Nov. 1991 pg.34
F Relatividad general, el renacimiento. Damour Thibauld Revista: Mundo Científico
Vol. 7 Nº 72
F Juegos Matemágicos: El célebre postulado euclídeo de las paralelas y sus modernos
herederos. Martín Gardner. Revista: Investigación y Ciencia Nº 63 Dic. 1981. Pg. 122
F Geometría y Realidad física. Edgardo Datri. Ed. Educo. Febrero 1999

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