Sunteți pe pagina 1din 19
EL CAPITALISMO Y LA MODERNA TEORIA SOCIAL Anthony Giddens de: las sociedades tradicionales, sino por medio de la consoli dacién moral de la divisién diferenciada del trabajo, lo cual requiete unas formas de autoridad completamente distintas de las que sefalaron a Jos anteriores tipos de sociedad. 202 T TERCERA PARTE MAX WEBER CAPITULO x LOS ENSAYOS METODOLOGICOS DE WEBER La ética protestante concluye con un alegato que rechaza igualmente la interpretacién materialista de Ja historia como la idealista, en tanto que esquemas teéricos generales. «Ambas —dice Weber—, si'en lugar de un trabajo preliminar preten- den constituir el término de la investigacién, son igualmente inadecusdas para servir la verdad histérica.» * Los escritos me- todolégicos de Weber desarrollan esta posicién con notable profundided.* Sin embargo, los antecedentes de los ensayos metodolégi- cos de Weber son complejos, y deben situarse dentro del es- quema de la controversia entonces en boga sobre la /telacién entre las ciencias naturales y las ciencias sociales o-, Hainer Zettechrift far Sostolopte und. Soealpeychologle, vol it, 1860, pp. 672-600. 225 cavel pemuinienio social alemin no existia una tradici6n. que “Fratanente oe ‘e pudicea comparar. El prolijo y complicado ‘Iebate gue surgid en Alemania sobre el estatuto de las cien- ius del hore, abr el camino a temas que, gran parte ya eran ou alia en Jn hitors i oni sol sean, Webvr, junto con la mayoria de sus contempori Fear ca abicramente la iden de Compte dé gi ls ticncias se ordenan en forma de una jerarquia I6gica y empiri: Caren i cul cade ciencin depende de I previa sper Hi ‘tiey de la que ocupa un grado inferior a ella en la jerarguia. ea ae an de ortodoxiapesivita, se considers que Ia Ciencia social supone simplemente la extensién de Tos prest- puestos y de los mérodos de la ciencia narural al estudio de los Zeres humanoe, Weber, sin embargo, al rechazar esta opinion, no sigue totalmente la de autores como Rickert y Windelband, ue reconocen dos érdenes de cencias fondamentalmente d Anos, las snaturales» y las «culturales», o la dicotomia die ittral entre lo «nomotétitor y lo «ideogréfico». Weber adop- va la distincién trazada por estos autores entre Ia ldgica de los ibicios de generalzacion y la explicacin de lo tnico ¢ itrepe- tible, pero la aplica de manera diferente. SUBJETIVIDAD Y OBJETIVIDAD El primero de sus ensayos metodolégicos, es una critica a Roscher y Knies: En ella Weber afirma que la supuesta dis- tincidn entre ciencias naturales y sociales puede que se emplee para defender un intwcionismo ileitimo. Los escritos de Rot Cher, por ejemplo, segia Weber, emplean esa distincén, de suerte que introducen excesivo idealismo semimistico dentro de sus andlsis® Roscher sostiene que los métodos clentficos fraturales no son apropiados para aplicarse al universo de ticcién humana y, por tanto, que en tal émbito tienen que em- plearse procedimientos inexactos ¢ intutivos. Bl mundo hums: po es asf un mundo «itracional», que se resume en el Volks- geist o Volkssecle, el o «valorable». La misma rcia se apoya en ideales que, como ningin otro tipo de valc.es, no pueden validarse cientificamente, Asi, el objetivo principal de las ciencias socia- Tes, segin Weber, es «la comprensién de la unicidad de la realidad en que nos movemos». Es decit, la principal meta de las ciencias sociales es comprender por qué los fenémenos his- téricos particulares llegan a ser como son. Pero esto supone una 12, B80, p. 16. Vale 18 pena indicar que lov trea personajes tratedos fen eate libro dasarrotlaron opiniones que Jos erticos han vineulado a veces con la Mlogefla dol pragmatismo. Durkheim consider que el aaunto ra bastante importante. como para dedicarie un cielo entero ‘de conte Fenclas, Cf Prapmatieme ef sosologie, Paris, 1966. Simplineando dems- ado, podria decirse que los trea autores we oponen al pragmatismo por lamina rasin: porque Gate ‘lege la capacidad del suelo agente para ‘tectuar camblor én ol mundo racionalimente. i STCS, pp. 1820; GAW, p. 337 232 geen aseastaete greene eae ear een asteentceseeenrartsaeeeaeetaetsteeseesstinis * abstracclén de la infinita complejilad de la realidad empirics ‘Weber admite el neckantismo de Rickert y Windelband al sos- tener que no puede concebirse que hay alguna descripcién cientifica completa de la realidad. La realidad esté inteprada por una superabundancia infinitamente divisible. Aun cuando tenemos que centrarnos en un elemento concreto de la reali- dad, descubrimos que participa de esta infinitud. Cualquier for- ma ‘de andlisis cientifico, cualquier cuerpo de conocimientos cientifcos, sea el que fuere, tanto en las ciencias naturales como cen las sociales, implica una seleccién dentro de la infinitud de la realidad. Ahora bien, como se acaba de indicar, las ciencias sociales se interesan_principalmente por conocer «por una parte, el contexto y el significado cultural de cada uno de los aconte- cimientos en sus manifestaciones actuales, y por otra las causas de que histéricamente se hayan producido precisamente “asi” y no “de otra forma”.» ** Puesto que la realidad es infinita, ex- tensiva e intehsivamente, y puesto que, como consecuencia, es obligatorio para el cientifico social algtin tipo de seleccién de «problemas de interés» (lo sepa o no conscientemente el in- dividuo afectado), debemos preguritarnos cudles son los ctite- rios de valor que determinan «lo que queremos conocer», Esta pregunta no puede responderse, sejrin Weber, diciendo simple- ‘mente que lo que tendriamos que investigar en las ciencias so- ciales son las «leyes» o relaciones que ocurren tegularmente, tal como existen en las ciencias naturales. La formulacién de leyes implica un especial orden de abstraccién de la complejidad de lo real, tal que cualquier acontecimiento que no corresponde con los que abarca la ley se considera «accidental» y, por tan- to, carente de importancia cientifica. Peto esto es completa- mente inadecuado para comprender los tipos de problemas que ocupan el centro de nuestro interés en las ciencias sociales, Puede citarse como ejemplo de esto el principal centro de inte- rés de Ia obra de Weber en toda su vida. La formacién del ca- pitalismo de Europa occidental, y del racionalismo a él vin- culado, no nos interesa porque ciertos aspectos de estos acon- tecimientos histéricos pueden incluirse aceptablemente dentro de principios generales semejantes a leyes; lo que da significa- 18 BTOB, p. 98; GAW, pp. 170 233 cién para nosotros a estos acontecimientos es precisamente su propio cardcter Unico. ‘Ademés, es errGneo suponer que las ciencias naturales se interesan solamente por el descubrimiento de leyes. La astro- nomfa, por ejemplo, se preocupa a menudo de sucesiones de esarrollos coneretos que ni se pueden incluir en leyes, ni su interés se deduce de la relevancia que tengan para formular re- laciones generales. Aunque Weber no lo propone asi, un buen ejemplo de esto es Jo que dice Rickert sobre el interés de los astrénomos por el estudio detallado de los orfgenes de nuestro sistema solar. En términos de generalizacién sobre las propie- dades del universo, nuestro sistema solar es sumamente insig- nificante. Nuestro interés por su desarrollo especifico proviene del hecho de que la Tierra esta situada precisamente en esta parte de los cielos. Esto muestra que la distincién entre las ciencias naturales y las sociales no es absoluta desde el punto de vista de la dife- renciacién entre conocimiento nomotético ¢ ideogréfico. Si bien las ciencias naturales se concentran principalmente en el establecimiento de principios generales, a veces también se busca el conocimiento de lo particular. Tampoco es vilido con- siderar que la «explicacién» éausal sélo ¢s posible por medio de Ia clasificacidn de los acontecimientos dentro de leyes ge- nerales, Un suceso que es «accidental» desde el punto de vista de una devermineda ley, puede iguelmente investigarse hasta encontrar sus antecedentes causales. Lo que no debe imagins se es que haya una causa tinica, 0 un conjunto de causas, que pueda darnos una explicacién «completa» de la individualidad de un fenémeno hist6rico. Si es verdad que lo que «vale la pena conocer» sélo comprende ciertos aspectos de Ia realidad, lo mismo hay que decir de la explicacién causal. La decisién sobre dénde poner fin a una investigacién, pata declarar que ya tes adecuada nuestra comprenisién de un fenémeno dado, es un asunto de seleccién, tanto como lo es la decisién sobre dénde ‘empezar la misma investigacién. La totalidad de las condiciones, a las cusles nos leva Ia bisqueda de las causas a partir del eefectos, fuvo que eactuar conjuntamente» de una manera determinads, y n0 de otra, por lo que se tefire al efecto concreto Que debfa fealizarse. En otras palabras, el hecho de que tenga Tugar el 234 efecto viene determinado para toda ciencia sas no s6lo a partir de cierto momento, sino pirica que busca las cau partir de la eternideds 2° Esto no quiere dedir, recalca Weber, que en las ciencias sociales no sea también posible formular’ proposiciones nomo- téticas. Pero la formulacién de principios explicativos generales no es tanto un fin en s{ mismo cuanto un medio que puede uasarse para facilitar el andlisis del fendmeno concreto que debe explicarse: GAW, B-136 . 249, que sea verificada con mucha precisién, le falta adecuacién al \ hhivel de sentido, no resulta més que una correlacién estadistica, fuera de los objetivos de Ia, sociologia interpretativa: ‘Tan sélo aquellas regularidades estadisticas que corresponden al sen- tido mentado. «comprensibles de una accién constituyen tipos de acciéa susceptibles de comprensién (en Ia signifcaci6n aqui usada); ex deci, son: eyes socilégicas», Y constituyen tipos sociolégicos del acontecer real tan s6lo equellas construcciones de una sconducta con sentido com- prensible» de Ins que puede observarse que suceden en la realidad con ‘mayor o menor aproximacién. Ahora bien, se est muy-lejos de poder ‘afrmar que patalelamente al grado inferible de la adecuacién significative frezca la probabilidad efectiva de Ia frecuencia del desarrollo que Te co- rresponde:3® Hay muchos tipos de datos estadisticos que, si bien pueden relacionarse con fenémenos que se puede concebir que influyen en Ja conducta humana, no son significativos en el sentido que da Weber a este tétmino. Pero la accién significativa no es refractaria al tratamiento estadistico: las estadisticas sociol6gi cas, en este sentido, incluyen, por ejemplo, indices de crimen 0 de distribucién de profesiones. ‘Weber no limita el alcance de la informaci6n valiosa para el estudio del proceder social humano a aquella que puede ana- izarse segin el método de la sociologfa interpretativa. Hay mu- chos tipos de piocesos e influencias que tienen relevancia cau- sal para la vida social y que no son «comprensibles», pero cuya importancia Weber no desestima en absoluto. Es esencial recal- car esto, puesto queée ha convertido en un lugar comtin supo- ner que la sociologia interpretativa es, segiin Weber, la sinica base de generalizacién ‘por lo que se refiere al proceder social humano, Weber es consciente de que la limitacién por su parte del término «sociologfa» al andlisis de la acci6n subjetivamente significativa deja fuera de su alcance a otras concepciones que ‘a menudo se aplican:

S-ar putea să vă placă și