RUBN DARO

LO FATAL

GUSTAVO ADOLFO BCQUER

RIMA LIII

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Dichoso el rbol que es apenas sensitivo,

y ms la piedra dura porque sa ya no siente,
pues no hay dolor ms grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

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Volvern las oscuras golondrinas

en tu balcn sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarn.

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Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,

y el temor de haber sido y un futuro temor...
y el espanto seguro de estar maana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

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Pero aquellas que el vuelo refrenaban

tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres....
sas... no volvern!

9. lo que no conocemos y apenas sospechamos,

10. y la carne que tienta con sus frescos racimos,
11. y la tumba que aguarda con sus fnebres ramos,
12. y no saber adnde vamos,
13. ni de dnde venimos...!

9. Volvern las tupidas madreselvas

10. de tu jardn las tapias a escalar
11. y otra vez a la tarde an ms hermosas
12. sus flores se abrirn.
13. Pero aquellas cuajadas de roco
14. cuyas gotas mirbamos temblar
15. y caer como lgrimas del da....
16. sas... no volvern!
17. Volvern del amor en tus odos
18. las palabras ardientes a sonar,
19. tu corazn de su profundo sueo
20. tal vez despertar.
21. Pero mudo y absorto y de rodillas
22. como se adora a Dios ante su altar,
23. como yo te he querido..., desengate,
24. as... no te querrn!