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ipa eee SOPHIE FAURE DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO GG DEUSTO ab a ST Se DIRIEE SEGUN LA ESCUELA bE CONFUCIO Predicando la reconciliacién de las exigencias economicas y sociales, insistiendo en la ética, en que cada uno se ocupe de su responsabilidad, Confucio y su filosofia de la excelencia humana es en efecto de una modernidad sorprendente. Inspirdndose en una filosofia que vive al ritmo de sus fuerzas y debilidades, este libro muestra al directivo el camino de una eficacia renovada y licida. Sophie Faure viajé a China por primera vez en 1985. Desde entonces se ha especializado en el reencuentro de los caminos Oriente- (@latafe en “WR OL-t toll (ose) fe vig Bhi forty CConocimiento de tas cosas ital auided rival Conacimento al Li Zheng... © De % ' Xiu shen 4 Moral, actitud Procesos de auto porleccionamionto 1 Xin — Confianza, dar, Gong, jing 2. fespeto por ks otros, ‘ser dono porsi mismo. Respeto 4 las reglas sociales. . Respelo del orden # Xue Jerdrquico Estutto constante Ren {= #% Xiaodi & wD Ensovianza a Jing, min, ren %, %. * Zhong Darde si misma, implcarse, persoverar Loatad @ Sophie Faure Valores confucianos Dirigir segtn la escuela de Confucio @ Sophie Faure. Excelencia ~—xiu shen: autoperfeccionamiento — xue: estudio — jiaoyang: pedagogia — jing, min, ren: implicaci6n, diligencia, perseverancia, resistencia Valores centrales —ren: sentido de lo humano — xin: contianza ~ zhi: conocimiento de las cosas y de los hombres Valores complementarios = zheng: rectitud — gong, jing: respeto — zhong: lealtad — you: amistad ~ xiaodi: piedad filial Si todavia no esta puntualmente informa- do de la aparicion de nuestras novedades sobre libros empresariales, con sdlo en- viar su tarjeta de visita a: EDICIONES DEUSTO Tfno.: 93 492 69 70 Fax: 93 492 6975 Internet: www.e-deusto.com recibir periédicamente, sin compromiso alguno por su parte, informacién detalla- da sobre los titulos recién editados. Dirigir segun la escuela de Confucio Sophie Faure Prefacio de André Boyer i} ON EDICIONES DEUSTO Unica traduccién autorizada al castellano de la obra Manager a l’école de Confucius (ISBN: 2-7081-2841-8), publicada en lengua francesa por la editorial Editions d’Organisa- tion. Reservados todos los derechos. Queda prohi bido reproducir parte alguna de esta publica cin, cualquiera que sea el medio empleado, sin el permiso previo del editor. ovinsky Estudio Grafico Disefio de la cubierta: * S © 2003, Editions d’ Organistion © 2004, Ediciones Deusto ieta DeAgostini Profesional y Formacién, S.L. Avda, Diagonal, 662-664 08034 Barcelona Tradueci6n: Betty Trabal Piera Composicin: Fotocomposicién Ipar, . Coop. - Bilbao Impresi6n: T.G, Soler ISBN: 84-234-2114-7 Depésito legal: B - 47092-2003 Impreso en Espaiia RHR S Au Coeur éclairé du Cheval —-— Agradecimientos A mi familia, que ha soportado pacientemente los silencios de mis largos periodos de ausencia y los cambios de humor de mis cortos pe- riodos de presencia. A mis familias chinas, que me han acogido como a una hija, como a una hermana. A mis amigos, que han seguido siéndome fieles a pesar de haber- nos hecho reproches mutuamente. ‘A Ham San Chap y a su familia que me ofrecieron en 1985 el pri- mer paso de este formidable viaje. Ellos han sabido acompafiarme con su presencia discreta y amigablemente vigilante. También doy las gracias a todos aquellos que han aceptado some- terse de buen grado al cambio profundo de sus perspectivas. En espe- cial a Renée Monfert, cuyos conocimientos y espiritu sutil sobre Chi- na son de verdad muy preciados, pero también a Kathleen Lau y a Christine Cornet, por lo mucho que me han servido sus consejos. A Cao Dan, por la paciencia y el cuidado con el que ha ilustrado esta obra. A Elie, Sophie, Michel y Dominique, Renlai, Feng. A todos aquellos que me han apoyado en esta laboriosa tarea, A Fu Jiesheng, profesor de la Universidad de Zhongsthan, en Can- ton, quien me ha sefialado caminos filos6ficos que yo ni sabia que existian. Al profesor Feray por haber cogido el relevo. Al profesor Boyer por haber confiado en mf. Indice PREFACIO «06... sees cece cece cet ee en seee tet erseeeebeereeees 13 EJERCICIO PREPARATORIO INDIVIDUAL PARA LA LECTURA DE ESTE LIBRO .. 19 INTRODUCCION .... 21 PRIMERA PARTE. Las bases del confucionismo ...............- 31 A MODO DE INTRODUCCION DE LA PRIMERA PARTE .... 0.04002 ee eeee 33 Capituto 1, Confiucio: Su nombre ha seguido presente a través de los afios 35 CAPITULO 2. El humanismo occidental ...... +0. e sere sence ceeene 4S 4Cémo el hombre ha Ilegado a implicarse en el universo? ........ 47 £.Qué hacer con esta libertad? La herencia cristiana reencontrada 49 CapiTuLo 3. El confucionismo: el otro humanismo Los fundamentos del confucionismo . . . La logica del pensamiento de Confucio Los valores . es . Resumen . . SEGUNDA PARTE. Confucionismo y direccién .. 71 A MODO DE INTRODUCCION DE LA SEGUNDA PARTE ..... 0.0000 e sere 73 CapiruLo 4. Los valores confucionistas y las cualidades del lider... 75 Y en algunos ideogramas todo esté dicho .......ese0eeeeeeeene 75 Las seis cualidades confucionistas: el sentido de lo humano, la equi- dad ritual, los ritos, la moral, la confianza, el conocimiento .... 77 10 INDICE Dos cualidades complementarias: la entereza y la severidad (las apor- taciones de los estrategas militares) .......... 2... CaPiTULO 5. El conocimiento a través del corazén, la direccion a través de los sentimientos . Introducci6n al capftulo . . . Amar y ser amado? ... Querer, hacerse querer y temer . CaPiTULo 6. El soberano excelente y el sistema organizado ......... 119 El soberano iluminado . El valor del estratega .. . E] arte inteligente de la gestién . CapiruLo 7. Las implicaciones de la postura confucionista en la selec- ci6n de los directivos y en la evolucién de las empresas . . 125 Los ideogramas del perfecto directivo .. Tabla de posicionamiento de los lideres . Experiencia y exigencia psicoldgica Resumen * EspirITU DE LA GESTION CONFUCIONISTA Y PAUTA PARA UNA AUTOEVALUACION 143 TERCERA PARTE. La dindmica y las perversiones del poder confu- OMS sissy. ti ew FREES A Gi ONSET OM ve nee 151 A MODO DE INTRODUCCION DE LA TERCERA PARTE «0.02.0. 0 sees eee 153 Capitulo 8. El impacto sobre el funcionamiento de la sociedad ..... « 157 Jerarquia . 157 Clan .... 158 Circulos concéntricos - 159 Relaciones 161 Carfruto 9. Perversiones del ejercicio del poder confucionista ....... 163 165 168 171 ow 173 . 180 182 El Tespeto alasumisién ... Sed de poder petkomal y abuso de poder . Directivo-subordinado, una relacién a veces dificil . Dentro/fuera: los fuertes criterios de la diferenciacién .... Referencial y métodos de gestion Las relaciones con el exterior: lo colectivo restrictivo y la confianza limitada ........ was iNDICE i 196 200 - 203 207 212 219 Dentro/fuera: las dificultades de la evaluacién . Resumen .... Ejercicio: CapiruLo 10, El confucionismo y la dindmica directiva De lo multicultural que sigue siendo chino De la forma: lemas, documentos y citas . . Del fondo: el hombre, como objeto e influenci: de direccién, los va- lores de la empresa bajo la influencia confucionista .......... 221 Dos situaciones diferentes .........0.202 0c eee eee i ee ae ace DA: CUARTA PARTE. Intercultura, ensefianzas y convergencias ...... 259 ‘A MODO DE INTRODUCCION DE LA CUARTA PARTE 0... 6.00200 e eee ee 261 CapiTULo 11, La realidad de la dindmica humana ......-.++++++++ 263 Gestidn: «la mano invisible» 2.22... 0 eee eee eee eee ee 263 Exigencia interior y gestidn de los equipos, cohesién/armonia interior y victoria asegurada Capiruto 12. El confucionismo, zun desafio directive? Los puntos de vigilancia . El escepticismo sobre la compatibilidad de los ideales sociales y de las exigencias econdmicas . 275 El equilibrio del sistema y el papel moderador de los titos y del estudio 281 CapituLo 13. El camino del «centro justo»... eee v eve cn cence eens Una «regulacién de uso ordinario» 8 Un equilibrio entre fuerzas contradictorias Sawa CONCLUSION . Resumen . Auditorfa final ALFABETO DE VALORES Y ESPIRITU DE LA DIRECCION ...... iaoxewsas $808: GROSARIO! seesiews 66 See edics He canine cecemerien a6 DereiENATe 307 BIBLIOGRAFIA 2.0.0... eect eee ener e eee teeter ee eee 321 - 337 NOTA FINAL 2.00.6 see ee eee eens eee e eee Prefacio Si la palabra «novedad» tiene algtin sentido en el mundo empresa- rial, este libro presenta novedades para la direccién, ademas de algu- nos puntos de vista practicos y tedricos. Consideremos la direccién en la practica. Hace mas de dos o tres milenios que se conocen las formas que tenemos los humanos de go- bernar dentro de nuestras organizaciones. Las filosoffas griegas y chi- nas, pero también las latinas, las arabes, las persas y las indias, nos han explicado cémo nos gobernarnos a nosotros mismos en el mundo, cémo gobernarnos frente a nuestros semejantes y c6mo gobernar a los demas. Ademias, la practica de la gestién de las organizaciones se ha ido adaptando, diversificando y especializando en funcién de cémo han sido dirigidas las organizaciones por las diversas civilizaciones, Jas comunidades lugarefias, las ciudades mds o menos independientes, los reinados, los imperios, los feudos, las reptiblicas, las iglesias, las es- cuelas, los comercios, las fabricas, las empresas, las asociaciones hu- manitarias o la ausencia de todo esto. Hoy en dia, las organizaciones que dirigimos son mds 0 menos glo- balizadas. Los problemas percibidos por sus miembros consisten basi- camente en la motivacién de los agentes, la buena utilizacién de sus competencias y la puesta en practica de una cultura, ademds de una éti- ca de empresa que incluya las iniciativas 0 la falta de éstas por parte de los participantes. Las reglas nos han sido proporcionadas por el modelo americano de gestién, habil en el dominio econdmico, politico y cultu- ral, E] tema que queremos discutir es si este modelo es efectivo o no. Desde e] momento en que nos limitamos a mejorarlo, consideramos que es efectivo. Pero nosotros vamos a arriesgarnos a ponerlo en duda. Resulta que la gestién teGrica no es mds que una palabra vacia de significado. gDénde esta entonces el debate? {Qué conceptos de la 4 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO gestién pueden ser discutidos? Existen dos maneras de motivar a las personas, con la zanahoria y con el palo? No, sélo existe una: eviden- temente, la de la zanahoria. ,Se puede dirigir a las personas diciéndo- les la verdad sobre los objetivos de los resultados de la empresa y el riesgo de despido que ésto conlleva? No es cierto, es necesario enga- farles hablandoles de los valores defendidos por la empresa sin indi- car la prioridad financiera de sus jefes. La direccién, en teorfa, es tam- bién un conjunto de reglas coherentes, elaboradas con el paso de los afios, que no tienen nada de nuevo a excepcién de las palabras que las componen y de las pruebas que demuestran que no existe otra op- cién. La ciencia de la direccién no es mas fuerte que el monopolio que ésta ejerce sobre los espiritus de sus directivos. Observemos, pues, el futuro que se nos avecina. La tasa de creci- miento en Europa a duras penas oscilaré por encima de cero. El tres por ciento nos parece un objetivo extremadamente ambicioso y preca- rio. Dependemos de la economfa americana, que engancharé nuestro vag6n a su locomotora sobre la laboriosa pendiente del crecimiento, embebidos como estamos en nuestras queridas rigideces. Mientras tanto, la economia china, dotada de la herencia burocratica mas pesa- da y antigua del mundo y emergiendo del inimaginable romanticismo tragico del maofsmo, remolca tras de sf a una organizacién formaba por la quinta parte de la humanidad. A pesar de todos sus inconve- nientes, ha conseguido un 10% de crecimiento de promedio a partir de un conjunto de fuerzas productivas que comprenden cerca del 70% de los activos reducidos a los productos agricolas. Si lo que queremos es aprender algo de este mundo, olvidémonos de cémo los chinos han llegado a esto. Es probable, aunque no seguro, que sus métodos de or- ganizaci6n por algtin motivo estén basados en algtin sortilegio o mila- gro que les impulsa hacia una via que estaré cerrada de ahora en ade- lante. Supongamos, entonces, la hipdtesis de que ellos no tienen nada que aprender, pero imaginémonos que su objetivo de crecimiento sea a corto plazo, diez 0 quizé veinte aiios durante los cuales nosotros se- guiremos sumidos en nuestra flaqueza. Hacia el afio 2015, la Reptbli- ca Popular China sera la primera 0 la segunda potencia mundial, y en cualquier caso la potencia mds creciente. Los japoneses y los corea- nos estardn bajo su proteccidn tutelar y milenaria. ,Cree que en ese momento la gestién americana seré la alfa y la omega de la gestion de empresas? La potencia exigird un respeto. En este libro vamos a des- cubrir las recetas de la gestién china, como si se trataran de formulas milagrosas. Ademés las aplicaremos, igual que hemos aplicado los conceptos de «calidad total» y de «justo a tiempo» (just in time) que PREFACIO 18 nos ensefiaron los japoneses al confiscarnos una parte de nuestros mercados industriales. Las aplicaremos porque los chinos poseerdn tantas empresas, chinas 0 europeas, que haremos bien en escucharles. Y entonces habremos elaborado un nuevo estilo de gestién con sus re- glas, gracias a los descubrimientos de nuestros compaiieros, e incluso amigos, los chinos. ‘ : : Pero todo esto no sera mds que una quimera teGrica escrita por serviles que se las dan de cientificos cuando en realidad no son mds ue unos sumisos. A partir de ahora y hasta 2015 voy a contabilizar el ndmero de libros sobre la gestién china. La obra que he tenido el honor de prologar aporta informacién destinada a aquellos que no quieran ni cerrar los ojos, ni obedecer a los mandatos de los mas poderosos, sino a los espiritus libres. Desde el principio de este prefacio he sostenido que este libro presenta las novedades de la gestién, tanto desde el punto de vista practico como tedrico. Desde el punto de vista practico, explica el funcionamiento de la gestion china a todos aquellos que no se conforman con la gestién americana, sino que saben que hay un nimero creciente de empresas cada vez mas poderosas. Esta revela- cién deberfa incitar a los curiosos a interesarse por la parte terica de la obra de Sophie Faure, la cual demuestra que el conjunto de reglas que gobiernan la gestién china dista bastante de la que profesa la ges- tién americana. Un asunto nuevo, entre otros, surgira de esta observa- cién: {la parte comtin de la gestién china y americana es universal? Concentrémonos en la estructura y la génesis de la obra de Sophie y en su objetivo. La autora intenta hacernos comprender las particula- ridades de la gesti6n confucionista y quiere que reflexionemos sobre la cantidad de veces que podemos aplicarlas en nuestra Europa occi- dental de cultura cristiana. No ha elegido el camino facil de describir una serie de recetas practicadas por los directivos chinos. Podrfa ha- berlo hecho, ya que al haber trabajado mas de veinte aiios con China ha creado literalmente nuevos mercados chinos para algunas empresas francesas. Ella que habla mandarfn y cantonés y que ha escrito una te- sis sobre el tema de este libro, y a partir de este tema sobre el signifi- cado de la civilizacién china. Ella que viene de consagrar su afio saba- tico a descubrir un poco mds China. : Pero no quiso, porque sabe que no hay recetas para aplicar y que hace falta obligarse a comprender los principios de la civilizaci6n chi- na, fundados sobre todo en el pensamiento de Confucio, para asimilar los de la gestién, a no ser que a priori se renuncie a comprender los avances del mundo y de las empresas chinas y a extraer sus conse- cuencias. Ella teme esa clase de libros que intentarén venderle sus ilu- sorias recetas milagrosas, que hablan de los descubrimientos superfi- 16 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO ciales del mundo de los negocios chino. Con unas pocas semanas de experiencia, estos autores alardean de conocer China y sus secretos y se los explicardn a usted, que esta buscando el secreto del éxito, del poder y de la gloria. El libro de Sophie Faure Jes ahorrar4 definitiva- mente los contratiempos que estos efimeros Marco Polo les preparan, pero en contrapartida le exige que acepte penetrar en el pensamiento confucionis Sophie Faure no duda en comenzar, desde la Primera Parte, por com- parar el humanismo occidental y el confucionismo, estableciendo que Ja gestion de empresas tiene sus rafces en los principios de las civili- zaciones. Esta seré una buena ocasién para que aquellos que creen que la gestién esta formada por principios universales o cientfficos re- visen sus opiniones. A continuacién, en la Segunda Parte, desarrolla las relaciones entre las valores de la sociedad china y las reglas de la direccién. Las cualidades de los Iideres en la sociedad china son nota- blemente importantes a la hora de realizar la seleccién de los mismos. Sin ninguna intencién de crear un autor idélatra de las empresas chinas, la autora es suficientemente Iticida como para analizar, en la Tercera Parte del libro, las cualidades dinamicas, pero también los de- fectos del sistema confucionista aplicado a la gestién de empresas. En este estadio de la obra, habremos comprendido que la concepcién «china» de la empresa no es una practica cultural indistinta, fruto de la historia, de los conflictos y de las costumbres adquiridas, sino de un sistema filos6fico central y Unico que ha gobernado a la sociedad chi- na desde hace dos mil quinientos afios, igual que ha hecho el cristia- nismo en occidente. Faltara comprobar la validez del confucionismo como una visi6n del mundo aplicada a la gestién dentro del cuadro de la universalizacién. Este sera el objeto de la Cuarta Parte. Sabemos que la autora se debate entre las ensefianzas del confucionismo y las dificultades que encuentra al intentar aplicarlas a una economfa de mercado que ha sido construida sobre la base individualista occiden- tal. Pero la autora no duda en animar la participacién activa de sus lectores proponiéndoles practicar los ejercicios sobre sus ideas de la gestion y cumplimentar un anexo de glosarios y las explicaciones de- talladas acerca del confucionismo. Sobre las cuestiones esenciales y, por tanto, apasionantes que pro- pone Sophie Faure en su obra no diré casi nada aquf, tan solo invitar- les a que presten atencidn especial al tema de la confianza. Haré que se den cuenta de que Sophie ha sabido sacar las conclusiones del con- fucionismo a partir de su propio trabajo: ella no deduce nada sino que deja que sea el propio lector quien saque las lecciones que mis le con- vengan. Yo me contentaré con hacer un comentario final. Siempre ha- PREFACIO 17 bia deseado que Sophie Faure transformara en libro la remarcable te- sis que ha presentado bajo la direccién del profesor Richard Feray, uno de nuestros mejores especialistas en los intercambios entre Fran- cia y Extremo Oriente. Estoy orgullosa de que lo haya Hlevado acabo. Sé que domina el tema de la interseccién entre la gestion y la cultura china, mientras que la mayorfa de los especialistas en el tema de la di- recci6n ignoran todos los fundamentos de la cultura china y viceversa $é también que aporta una piedra esencial a una reconstrucci6n inte- Jectual de algo cuyo nucleo es obstinadamente espiritual. No com- prenderemos nada si renunciamos a ver el mundo chino y su gestion en acci6n segin los principios confucionistas... André Boyer Profesor de Ciencias de Gestién de la Universidad de Niza Sophia-Antipolis Ejercicio preparatorio individual para la lectura de este libro (1/2) Para ilustrar el paralelismo entre la gestién y el confucionismo, este primer ejercicio muestra répidamente algunos de los rasgos que caracterizan su concepci6n personal de la funcién de dirigir. Le per- mitira, por tanto, autoevaluar su relacién con los criterios de seleccién del perfecto director confucionista. Mas adelante volveremos a este ejercicio y revisaremos qué interpretacin se puede hacer. Antes de comenzar Ia lectura de este libro y a modo de prepa- racién, le recomiendo contestar de forma espontdnea y rapida el cuestionario que figura a continuacién. Escriba cinco cualidades que tiene un director excelente. {Cua serfa para usted el defecto redhibitorio? Escriba los cinco adjetivos que personalmente le califican mejor. Introduccién Existe un «antiguo pensamiento chino sobre la gestién» 0 zhong- guo guodai jingji guanli sisiang #BERB*ELLA que tiene como objetivo reencontrar en el fondo cultural filos6fico chino el origen de la gestion, a pesar de que siempre se ha dicho que surgié en Occiden- te. Este pensamiento no ha nacido del tinico interés de algunos inte- lectuales chinos, sino también del de otras personas de negocios que han decidido observar el mundo para traducirlo en preceptos practicos de gestion. El confucionismo es una opcidn. En efecto, el cemento cultural de los paises asidticos, en China, ha resistido a todas las injurias y ha re- encontrado su vigor, mientras que la disciplina ha ganado sus letras de nobleza con el ascenso al poder de los Dragones Asiaticos bajo la in- fluencia confucionista (Singapur, Taiwan, Hong-Kong, Corea) y el lanzamiento en 1978 de una politica de apertura a una China que in- tenta reencontrar progresivamente sus raices. LA RAZON DE SER Y EL OBJETO DE LA OBRA Dentro de la linea de los trabajos chinos, el vinculo que nosotros desearfamos crear entre el confucionismo y la gestiGn se edifica sobre una doble realidad, china y occidental, al mismo tiempo. Por un lado, Occidente, confrontado con la dindmica particular de los paises asidticos, se interroga sobre sus presunciones de eficiencia. Las conclusiones son mds 0 menos favorables al confucionismo, ha- biendo templado la crisis asidtica o las dificultades de la economia japonesa el entusiasmo que los perfodos de suerte podrian haber sus- citado. 22 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO Por otro lado, China se interroga por el grado de occidentalismo o de siniestralidad que hay en el camino que debe seguir para alcanzar sus ambiciones econdmicas. Asi pues, se debate entre la crispacién consigo misma y el rechazo de una cultura acusada de ser la causa de todos los males presentes 0 pasados, y a la vez con una fascinacién por los métodos occidentales, esencialmente los americanos, que la empuja a adoptarlos. En este contexto y fuera de todo triunfalismo o tentativa de autofla- gelaci6n, una aclaracién de los fundamentos confucionistas y de su 16- gica, ademds de su impacto en la sociedad y la gestién, permiten a Oc- cidente (y, por tanto, a China también) comprender mejor sus fuerzas y sus debilidades y al mismo tiempo demuestran las dificultades con las que se encuentra la cohabitacién que impone la universalizacién. Por ello esta obra tiene un doble objetivo: —Comprender el significado del confucionismo y su apliacién en la gestion de la China actual asf como en sus distintivas compe- tencias. —Ir més alla para llegar a una reflexién mas global e intempo- ral de la direccién. Este acercamiento entre la filosofia y la gestién es doblemente interesante por la propia naturaleza del confucionismo, filesofia de gobierno centrada en el hombre y en la persecucién de la excelencia humana: —Los fildsofos confucionistas, igual que otros filésofos de la China antigua, se dirigen esencialmente a los soberanos, por- que en ellos recae toda la responsabilidad. —Definen los principios esenciales que hay que respetar en la biisqueda de la excelencia humana y las condiciones de efica- cia de su gobierno para que lleve a cabo una direccién que sea por y para el hombre, siendo éste, al mismo tiempo, objeto y apoyo del gobierno. Ya hemos encontrado la correspondencia entre el gobierno de Es- tado y el gobierno de la empresa, la cual coloca al confucionismo bajo la influencia de algunas corrientes occidentales que sittan la dindmica humana en el ndcleo de la gestin. Mintzberg propone como definicién de gestién la conciliacién de Ja intuici6n y de la planificacién basdndose en unos estudios que de- INTRODUCCION 23 muestran la complementariedad entre las partes derecha e izquierda del cerebro, siendo la primera mds creativa e irracional, y por tanto, el centro del pensamiento simb6lico y de la imaginaci6n, y siendo la se- gunda mds analitica y, consecuentemente, la base racional. Goleman propone una reflexién sobre las condiciones de validez de la inteligencia emocional. : ; ; Pfeffer preconiza la busqueda de la ventaja competitiva a partir de Jos recursos humanos, los hombres y las mujeres de su empresa. . Otros hacen la comparacién entre Marte y Venus 0 ponen en evi- dencia las complementariedades de los enfoques masculinos o feme- ninos. [een Europa, estas corrientes culminan actualmente en lo que po- | demos Ilamar «desarrollo duradero» que preconiza 1a reconcilia- _ cién de las exigencias econdémicas y humanas. La actualidad mas reciente del mundo occidental en particular, con los planos sociales cada vez mas numerosos y una presién cada vez mds fuerte sobre los hombres y las mujeres de la empresa, ha he- cho que estas corrientes antiguas recuperen su interés. Esta recuperacién del interés por el factor humano viene acompa- fiada de un nuevo interés por conceptos estrechamente vinculados a él, como son la lealtad, la confianza 0 lo emocional. Ademés, este interés es alimentado por el carécter cada vez mas complejo y virtual del ambiente (la importancia de la confianza ala hora de dirigir equipos internacionales distantes entre si; la confianza y las nuevas tecnologias de la informacién; la confianza en un am- biente en el que la complejidad hace casi imposible el control de to- dos los dominios). ; En un contexto de este tipo, el debate sobre el factor humano y el sig- nificado de la gestién que permite la vuelta al confucionismo adquiere toda su importancia. Es, en efecto, una filosofia que al estudiar la relaci6n entre los hombres, con sus fuerzas y sus debilidades, sus posibil idades y sus puntos de ruptura, refleja las fuerzas y debilidades de la gestion. «NOS PUEDE HABLAR CHINA DE HUMANIDAD? Nos resulta paradéjica la invitacién a imaginarnos una China que Nosotros raramente asociamos (salvo quiz4s cuando hablamos de 24 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO exotismo) con el humanismo. De hecho, las ideas que nos suelen ve- nir a Ja cabeza a la hora de pensar en este pafs son més bien las de dictadura e incumplimiento de los derechos humanos —de Tian An Men y del Tibet— que la de humanidad. Es una cuesti6n dificil para nosotros esta dualidad intrinseca del personaje: este chino del cual se dice que es colectivo, pero que sabe mostrarse mds individualista que el mas individualista; del cual se dice que respeta las reglas mas es- trictas de la vida en sociedad, pero que se ha acomodado a una indis- ciplina notoria cuando se libera de la mirada social; el comunitaris- mo a veces se desliza hacia un sentido demasiado restrictivo del término. China es el pais de la ambivalencia China es también un conjunto complejo de relaciones humanas formadas a partir de grandes avances, pero también de pequefias mez- quindades y conflictos de segundo plano que no por eso dejan de exi- gir un consenso. Es un pafs con una historia violenta, aunque los rumores defien- dan Ja idea de una sociedad en armonia. «El furor de sus corazones apasionados es similar al de los leo- nes; intentan dominarse los unos a los otros salyajemente y con exaltacién; todo est permitido; todo esta autorizado: el incesto, el homicidio, el crimen; el tumulto desenfrenado de todos los instin- tos humanos celebran su orgfa. Lo mismo que otras veces, las bes- tias hambrientas salen de sus prisiones, son ahora las pasiones em- briagadas las que se precipitan rugientes y amenazadoras sobre la arena cerrada de los piadosos. Es una explosién violenta, como la de un petardo, una explosién tinica que dura cincuenta afios, un bafio de sangre, una eyaculacién, una salvajada sin igual que asedia y desgarra toda la tierra: en esta orgia de fuerzas humanas apenas puede distinguirse la individualidad de las vo- ces y de los personajes.» (Zweig, 1990: 17-34.) Esta paradoja entre la armonfa de su fachada y el desbordamiento de energfa desaffa verdaderamente al rigor de nuestro espiritu, noso- tros que nos sentimos seguros cuando podemos clasificar. ;Cémo puede ser posible algo y su contrario al mismo tiempo? No se trata de condenar nuestros limites ni de pecar de angelismo, y menos atin hoy en dfa después de que la admiracién por las modas INTRODUCCION a8 de gestion de los japoneses haya sido reducida por la crisis prone que afecta a este pafs. Cuando veamos los limites de cada uno - los yalores, tendremos ocasion de precisar las condiciones de validez y Jos riesgos asociados a dichos valores humanos. eg No se trata tampoco de buscar en el confucionismo las causas del éxito econdmico de los paises asidticos. La pretension de este Hate no es otra que viajar a través del tiempo al pais de Confucio. Ademés, se trata de buscar las complementariedades entre dos enfoques que siem- pre hemos tendido a oponer. China no se equivoca: mas alla de . apoyo econémico, China quiere que Occidente le haga beneficiaria ‘ su enfoque metodolégico, Nos reconoce esta competencia tanto en el primer articulo de la ley sobre las ECM como en un antiguo debate entre el ti y el yong, con China como elemento principal (ti) y Occi- dente como medio (yong). MAS ALLA DEL CONFUCIONISMO, UNA REFLEXION SOBRE LA GESTION Es importante recordar que este libro va mas alla del puro interés por China. Intenta ser una reflexién mas global sobre la gestion. No es una obra de filosoffa, aunque nos aproximaremos al sustra- to filosdfico de la economfa. La lectura propuesta del confucionismo es ante todo la de una directiva occidental familiarizada con el mun- do chino de la gestién, que basado en las filosofias chinas ha reteni- do aquello que ha tenido eco en su concepcidn de la empresa y de la eficacia. . 7 El estilo particular del libro se explica, pues, por su propio tema aunque éste se encuentre entre varios —filosoffa y gestién; confucio- nismo, China y empresa; Occidente, Extremo Oriente—. Resulta tam- bién de la particularidad de la retrica china, notablemente confucio- nista: no asocia el contenido definitivo a una idea, no tiene una traduccién perfecta y obliga a dar muchos rodeos para intentar resti- tuir su significado mas profundo. Por tiltimo, la dicotom{fa implicita entre dos mundos que se da en esta obra —el chino y el occidental— para facilitar la comprensién del problema, no debe ocultar una realidad mas compleja. Las dife- rencias culturales de China no son una fantasia en un pais que tiene la dimensién de un continente. En cuanto a las diferencias con Occiden- te, el trabajo iniciado por Hofstede ha prolongado la definicién de una quinta dimensién, la dimensién confucionista. 26 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO EL ORDEN DEL LIBRO Confucionismo y gestion son dos términos que tienen muchos pun- tos en comin. Los dos implican una relacién, los dos confieren al pri- mer jefe todo el poder y responsabilidad, los dos hacen referencia a una adhesi6n. El primero propone un sistema completo de gobierno de Estado de orientacién humana; el segundo, por transposicién de los elementos del gobierno de Estado al gobierno de la empresa, puede en- contrar en el confucionismo una fuente de inspiracién complementaria. China nos ha ofrecido la oportunidad de reencontrarnos con el factor humano. Ahora es el factor humano el que nos ofrece la oportu- nidad de mirar hacia China, la cuna de un confucionismo que nosotros denominaremos «el otro humanismo». Primera Parte: las bases del confucionismo El titulo deja bien claro cual es su intencién: ofrecerle los conoci- mientos minimos necesarios para comprender la concepcién confucio- nista del arte de gobernar antes de transportarla al area de la gestion. Después de una serie de indicaciones sobre el confucionismo, se- leccionando los elementos indispensables para la comprensién del espiritu confucionista, precisaremos el contexto y las condiciones de validez de la obra (Cap. 1: «Su nombre ha sobrevivido a los afios.») En este capitulo encontrard respuesta tanto a la supervivencia como a Ja pertinencia del confucionismo en la China actual, El confucionismo, el otro humanismo? El término El ideograma si & que significa pensamiento esta formado a partir del ideograma del corazon, indicando con ello la naturaleza inseparable del corazén y del pensamiento. Men- cio decfa que «pensamos con el érgano del corazén». Napole6n, al contrario, afirmaba que «el coraz6n de un hombre de Estado debe estar en su cabeza». Observe que el ideograma del coraz6n es la clave de muchos otros ideogramas que implican una actividad cerebral 0 cerebro-afectiva: comparar (xiang, #) y reflexionar (si, %), leer (nian 4), amar/estar uni- doa(han ©)... 3 Ver anexo 3, «Confucionismo: Glosario». CONFUCIO: SU NOMBRE A SEGUIDO PRESENTE A TRAVES DE LOS ANOS 37 Una es la occidental, que se reconoce en la precisi6n de las ote ciones. Pero la otra, la china, no se conforma con reducir la rea i ae una palabra definitiva. La primera ha modelado el mundo por me ae unas formulas matemiticas y ha permitido que la ciencia descompl ie. ra el genoma humano y la segunda renueva su significado puns cada si tuacin y no se deja nunca sorprender por la inventiva de lo real. B INFUCIONISMO HOY EN D{A? 4POR QUE HABLAR DE CO! i idealizado de ede preguntarse qué tiene que ver este fondo idealiza icon con la China actual. La respuesta es que esta «fuerte empe- ratriz de Asia», esta naranja segaleniana,* «con una piel hormigueante de gusanos», ha venido a incorporar la cebolla totalitaria de Hanna Arendt y... mds de veinte afios de politica de apertura conducida con ious pueden valer 2.500 aiios de confucionismo (desde 551 aC.), n relaci6n a. ; : 4 500 aiios de dificiles contactos con el extranjero con odios y atrac- ciones (1582: Matteo Ricci fue uno de los primeros jesuitas en ir a ayudar en las costas chinas); : i 100 afios de violenta reconstruccién de un orden nuevo (1911: fundaci6n de la Reptiblica); init 50 aitos de historia contempordnea «socialista»: 1921: creacién del Partido Comunista Chino (PCC); 1949: fundacién de la Republica Popular China. ; "30 afios de politica de apertura (lanzamiento en noviembre de 1978 en el 3.** pleno del XI Congreso del PCC); y un afio de Organs zacién Mundial del Comercio (OMC) (septiembre de 2001 firma de! tratado; 2002, adhesién efectiva?) Lo importante no son tanto las fechas por si mismas como el peso relativo de los periodos y su influencia sobre el comporta- miento de los chinos de hoy en dia (la generacién de Confucio contra la generacién de Mao o la de Coca-Cola; una generacién planificadora contra una generacién capitalista). * Victor Segalen (1878-1919). Poeta, ensayista, figura de la literatura frances y de bs a nologfa, sin duda uno de los escritores que mejor ha comprendido el espiritu cl ss Sos obras nos transportan a un «viaje al pais de la realidad realizable»: China. Bs sain mn de los pioneros del exotismo bien entendido por una definicién que sobrepasa el atracti por lo lejano: la «reconciliacién del poder de lo Diverso». 38 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO El observador de hoy en dfa, bien se merece una respuesta defini- tiva con respecto a este calidoscopio. Es importante saber que Mao, con més 0 menos virulencia segtin las épocas, quiso erradicar el confucionismo. Y no fue el primero en intentarlo, sino que se le puede considerar el digno heredero de una descendencia de «anticonvencidos». La «guerra» de las corrientes de pensamiento se remonta también al maestro Kong. Los tiltimos veinte aiios han sido testigo del incremento pro- gresivo de la universalizacién. Esta universalizacién ha sido ante todo «importada» por los Hua- qiao* o chinos de ultramar —Hong Kong, Macao y Sudeste asidtico—, con una influencia cada vez mayor de las grandes empresas. Con la adhesién a la OMC se ha entrado en otra etapa, una en la que la in- fluencia confucionista® puede suponer una ocasi6n adicional para ce- der terreno en vista del aumento del anglosajonismo. La confrontacién serd atin més interesante en tanto que enfrenta a dos culturas extremadamente fuertes y dominantes, La propia nocién de cultura tiene esa dificultad intrinseca: en- tre la aculturacién y el resurgimiento de las particularidades loca- Jes no existe una respuesta cierta. Serfa un eufemismo decir que se dan situaciones muy diferentes en Pequin, Shanghai o Cantén. Se trata de un pajs del tamaiio de un continente, con un territorio que se extiende desde el norte de Africa hasta la mitad de la Europa del norte y desde la frontera maritima de Francia a Mosci, que ha to- mado partido en una apertura progresiva (a partir de las zonas geogra- ficas y de los sectores de actividad). La primera ZES (Zona Economica Especial) se remonta a 1980 mientras que la promocién por parte del gobierno de las lejanas provincias del oeste data de finales de los noventa. La desrregulari- zaci6n de los primeros sectores de actividad menos estratégicos se remonta a los primeros tiempos de la apertura, en tanto que la 5 Estos son los chinos que han emigrado a otros paises. La mayorfa han conservado un vinculo fisico 0 emocional con la «madre patria», ‘ Esta distincién es necesaria puesto que la adopeién de conceptos occidentales por los chinos de ultramar se hace sin duda bajo una forma més «confucionista» que por la interme- diacién de las multinacionales. La diferencia es flagrante entre Guangdong y Fujian, por un lado (intemacionalizacién por los chinos de ultramar mas pronunciada), y por otto lado, Shanghai (metrépolis financiera cosmopolita) o Pequin (centro politico y administrativo). 39 CONFUCIO: SU NOMBRE A SEGUIDO PRESENTE A TRAVES DE LOS ANOS transformacién del mite de energia en sociedad (State Power ion) data de 3 : See istsexta mezcla de gente existe a pesar de que ence nak aid minologfa han’ unificadora. Y, si dificilmente podemer jar de China, el mundo confucionista bien representa una reali is is teenie Es también dificil extraer conclusiones generales sobre el lite do del reencuentro entre las dos culturas en el seno de ura ue {qué nivel se tiene que ee eee nivel nacional, el micro-, 2 4Se sienten mas judeocristianos? . : Pesta la cuestién . plantea en todos los patses: jMenen ci cultura mas fuerte las grandes empresas, las mulsinaciona les 0 as transnacionales que el pais anntont McDonalds decide, pero se llama McDonalds. | ee ‘a China esto no importa; asf como los chinos son ex- tremadamente diffciles a la hora de tomar decisiones, may que Tao cer que tienen un excepcional talento «de esponja» cuando se tral adaptarse a las otras culturas. —Matteo Ricci hizo un buen trabajo de evangelizacién y fue muy bien acogido en tierras chinas, pero tuvo que ser censurado por Ja Iglesia romana por haber infringido parte del dogma gamiag y cohabitado con el culto de los ancestros, ya que los chinos asi ae ce teamed de sus «musas» ideoldgicas al reflexionar profundamente sobre los propios fundamentos del marxismo con una revolucién que no podfa venir de la clase obrera sino impesina. . neha Penyentade la peana politico-ideoldgica con el con- cepto de economia de mercado socialista. Todo ha pasado por el filtro implacable de las baraicperestea® ae nas. «You zhongguo tese #84», le Laman ellos. Este es el leit- motiv que no hay que olvidar nunca cuando se va a China. a Durante la Revolucién cultural, los padres denunciaron a sus hijos y los hijos renegaron de su arbol genealégico y se rieron de pon anes pasados (lo cual era el colmo del horror para todo buen on ne bo ta). Pero en cuanto la era maofsta empez6 a extinguirse, Contu comenz6 a mostrarse en las pequefias cosas y finalmente despert6 con gran estruendo. 7 Existen 55 minorias en China, ademés de las Han, que representan la etnia china pro- piamente dicha. 40 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO Todas las generaciones, idealizadas con un punto de nostalgia, han vivido algo similar. Algunos chinos se quejan de que las sirenas del consumismo alejan a los jévenes de la pureza del avance revoluciona- tio o de la moral y de la industrializaci6n confucionista. Pero de ahi a calificar a Confucio como una leyenda’ hay un gran paso insuperable ya que Confucio, este viejo de 2.500 aiios, ha resisti- do todos los ultrajes, y el confucionismo, cemento cultural comin a las poblaciones asidticas,? ha «trascendido» a los demds herederos, Esperamos con impaciencia ver qué nueva forma adoptaré el inevita- ble neoconfucionismo. De la misma manera que nosotros llevamos dentro un fondo judeocristiano que muchas veces nos empuja a actuar de deter- minadas maneras, los chinos del tercer milenio tampoco han ol- vidado sus raices, aunque no siempre hagan propaganda de ellas. {CONFUCIONISMO Y NADA MAS QUE CONFUCIONISMO? Est4 claro que la antigua sabidurfa china no se limita al confucio- nismo. La estrategia militar También podemos recurrir a la estrategia militar, y a Sun Zi, su representante mas conocido en Occidente. No nos privaremos de to- mar algunas de sus palabras para completar las cualidades del sobera- no y del general. Sun Zi garantizaba ganar la guerra sin librar el primer com- bate. Es interesante y atractivo que él prometiera cien victorias en cien batallas, pero necesitariamos un libro entero sélo para hablar de sus métodos estratégicos. * Esta cuestin es més peliaguda puesto que se dice que Confucio murié frustrado por ‘no haber llegado al aura con la que él sofiaba y que sélo la posteridad le daré su reconoci- miento. Un gran pensador de la soberanfa, sin soberano que aconsejar: una ironia que le fue particularmente favorable... ° Ver (Vandermeersch, 1986). Le nouveau monde sinisé. CONFUCIO: SU NOMBRE A SEGUIDO PRESENTE A TRAVES DE LOS ANOS 41 El taoismo ‘También podriamos hablar del taoismo en tanto que los taofstas aportan un poco de serenidad a un mundo de brutos. E] tan célebre «actuar sin actuar» nos deja entrever un directivo menos cansado al tener un estilo de direccién, mas natural. | Esta corriente filos6fica que siempre ha sido competencia del con- fucionismo se conoce esencialmente a través de dos obras que son ¢ Daode jing 0 Libro del camino y de la virtud, escrito por Laozi, ye Zhuangzi, del mismo autor. Estas obras giran alrededor de dos nocio- nes fundamentales: el camino (dao) y la naturaleza (ziran). La oposi- cin entre las dos corrientes cristaliza en torno a la diferencia entre el hombre cultural confucionista y el hombre natural taofsta: la esponta- neidad natural taofsta es contradictoria a los ritos de la socializacién del hombre confucionista. El legismo El legismo fue encarnado por Han Feizi, otro gran enemigo de Confucio. Para Han Feizi, el gobierno de un Estado es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de un soberano aleatorio que gobernara sin esforzarse por el esplendor de su humanidad. Preconiza, pues, que es mejor sustituir al soberano por la infalibi- lidad de un aparato de Estado, promover la motivacién por la coer- cién y el temor de las sanciones, y asegurarse el poder por medio del miedo. Estos debates todavia existen actualmente. Algunos dudan entre un poder obtenido a partir de la adhesion o un poder ejercido a la fuerza. Las incomprensiones surgen entre los defensores de la eficacia organizacional y los que abogan por la eficacia directiva (especial- mente en su dimensién intangible). . . . Las aportaciones de estas corrientes de la China antigua podrian ser también interesantes, pero hemos preferido no dispersarnos dada la complejidad del tema. A excepcién de algunas incursiones en el mundo sunzien de la estrategia militar, hemos centrado a propésito nuestra reflexion en torno al confucionismo en su forma original, destacando los elementos necesarios para la comprensién de la dind- Mica directiva. . . La tabla que figura a continuacién muestra las convergencias y di- Vergencias entre los diferentes enfoques de los autores principales. DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO ‘CONFUCIO: SU NOMBRE A SEGUIDO PRESENTE A TRAVES DE LOS ANOS 43 La China antigua, autores y textos fundadores ‘Naturaleza del doc ane Fundamentos filoséficos 10 Suele ser traducido por el «centro invariable», pero una traduccién mejorada de Frangois Jullien es «regulaci6n de uso ordinario». 44 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO, Titulo Naturaleza del documento/autor Fundamentos filos6ficos El libro del Principe Tratados del gobierno. . manismo confucionista existe un fondo comin a la Bs tense hanlets occidental que «sittia al hombre y sus sale humanos por encima de todos los demas valores» (PL, 1588). si e fondo comin justifica la asociacién entre los dos tipes de huma: nismo. 46 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO; Sin embargo, a culturas diferentes contenidos diferentes. Es cierto que el filtro cultural introduce una tendencia en el signi- ficado de las palabras, pero la construccién del lenguaje chino puede contribuir a la confusién: los ideogramas, «representaciones intelec- tuales de los objetos concebidos por el espiritu», al contrario que los conceptos, no determinan el significado. No tienen la funcién de do- minar el contenido de las nociones y de conocer el significado preci- so. Indisociables del contexto, estos ideogramas han captado las transformaciones, hasta traducir los matices {nfimos que no se pue- den sentir ni exprimir en palabras. Es significado es, sin duda, muy subjetivo, éImpresion de imprecisi6n? Sin duda la tenemos y esto es lo que nos perturba, Por ello nos vemos obligados a proceder a «aclarar un significa- do» y no «a definir un contenido», puesto que la lengua china no da una definicién de las palabras, pero si ofrece la riqueza de un signifi- cado que se viste con las infinitas variabilidades de lo real, No daremos, pues, la definicién de este humanismo confucionista, sino las diferentes explicaciones en funcidn de las circunstancias, aunque todas converjan hacia una idea esencial. Para cada uno de los valores alrededor de los cuales se articula esta filosoffa, procederemos de la misma forma e intentaremos captar el significado que engloba el ideograma que le da forma. Ante las imagenes chinas debemos dejar- nos llevar por la intuicién mas que por el espiritu y el razonamiento, si lo que queremos es recibir el conjunto de la informacién necesaria para la comprensién global del mensaje. Prestaremos especial atencién a la dificultad que representa este modo intelectual chino, A propésito de los diversos valores que evoca este libro hay una cuestion que sin duda surgira regularmente: «zc6mo podria explicarse todo esto en una palabra?» Tenemos que entender que es imposible dar una respuesta sintetizada que no sea la insuficiente traduccién ofi- cial del término. La respuesta a esta pregunta variara en funcién del contexto en el que se produce para poder dar esta impresién general del confucionismo: el humanismo muy humano y quizds demasiado humano.' Antes de reprochar al confucionismo que categoriza a las personas por las que se interesa, debemos tener en cuenta esta variabi- lidad en funcién de las situaciones. ' Con todas sus cualidades y defectos. 47 EL HUMANISMO OCCIDENTAL, _COMO EL HOMBRE HA LLEGADO A IMPLICARSE {N EL UNIVERSO? Hasta el siglo xvi, en Occidente el pensamiento estaba ici r una concepcién cristiana muy particular. El mundo estaba j ES uizado segtin una piramide en cuya cumbre estaba Dios, por fiaue el hombre era considerado un objeto, por poderoso que fuera. ‘ : Asf pues, la ley del rey no era una ley imaginada Pe él sept a opia subjetividad. El rey tenia que someterse a la ley divina y era ‘ ee ado de que se cumpliera en la tierra. Incluso el rey era un obje ice Dios, mas que un individuo activo. Los fungampentos Colseiets de su poder resultan de su a de intermediatio le Dios e1 it sntro del dominio politico y social. Bec idea de objeto obediente a un sujeto —en este caso fa ney y Dios— se encontraba en la estructura social en todos los niveles i sociedad, desde el vasallo y el soberano hasta el sefior y el sven ey en todas las organizaciones del mundo. El hombre no pue ie Ilarse como persona por estar siempre por debajo de un Ne : ie on ciencia que le es superior y al cual debe someterse porque i ane superior —con Dios en la cumbre de la piramide— es también ut verdad. - Fel cmncepeion del mundo, todavia representada en ans ee trientes de pensamiento, ha marcado la discrepancia ene pe een sores del sistema monérquico y los partidarios de la reptib! eae “ fa monérquica es inseparable de la idea religiosa; el ore i que reproducir de la mejor manera posible el modelo leseai a Bas Dios en la tierra, y en la cumbre de la pirémide de la jerarquia ue na se encuentra el rey. La aparicién en el siglo XVI de la corrient “4 a manista no produjo la inmediata desaparicion del pea ioe quico del sistema mondrquico religioso, sino que inluso mas ade : Luis XIV le dio una forma més fuerte al teorizar definitivamente, Po intermediacién de Bossuet, el conocido principio de la monarquia de derecho divino. i i 1 comienzo de Pero en el siglo xvi los humanistas marcaron él una época fundamental en la historia del pensamiento. El ua deja de ser visto Gnicamente como un objeto que debe obedec para ser considerado una persona, un ser libre. El hombre no es solamente una criatura de Dios, un objeto del Po. der divino, sino un sujeto de ese poder. Se produce una inversion 48 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO la perspectiva. Pero quién autoriza esta inversién? ,En virtud de qué el hombre puede ser considerado un sujeto? Todo ello ocasion6é una de las grandes discordias del Renacimiento al oponer el libre albedrio de Erasmo a aquellos que pensaban que el hombre seguia siendo una criatura de Dios por mucha autoridad que tuviera. En efecto, desde que tiene libre albedrio el hombre es capaz de determinar por sf mis- mo el bien o el mal sin pasar por la religién, El humanismo introdujo la primacfa del hombre —sujeto que se afirma como tal por la fuerza de la raz6n y el libre albedrio, es decir, por la raz6n y la libertad que tiene para elegir entre el Bien y el Mal. El primer paso fue superado por el triunfo de la revolucién de Copérnico y Galileo en la astronomia, a pesar de la Inquisicién. Para comprender el ensaftamiento de la Iglesia catélica contra Gali- leo y el sistema copernicano en su conjunto hay que saber que su siste- ma rompia radicalmente la concepcién geométrica y, por tanto, jerarqui- ca del sistema de Ptolomeo, el tinico verdadero hasia ese momento, Si la Tierra y el resto de los planetas giran alrededor del sol, el hombre sélo puede entenderse dentro de una concepcién geométrica en la que no es mas que un intermediario dentro de la jerarqufa universal, con el mismo titulo que los angeles que salvan la distancia entre el hombre y Dios. Al poner la Tierra en un universo de tres dimensiones, el hom- bre se ve a si mismo también en un universo de tres dimensiones. Deja de tener una visién bidimensional, es decir deja de verse en relacin al cielo y al infierno, A este respecto, la evoluci6n literaria es elocuente. Asf pues, con Dante el mundo es considerado desde un plano vertical en el que el hombre no puede situarse mds que en la tierra y mirar o hacia arriba o hacia abajo. En una obra como Don Juan, la tierra se convierte en pla- na: si el hombre puede mirar a Dios y al infierno, puede también mi- rar a esta Tierra que se extiende delante de él con toda su amplitud y comprender su libertad de accién. En el siglo x1x, esta idea del infierno y del cielo después de la vida desaparece y la tierra pasa a ser el tinico lugar de accién; la sefial ya no es el plano o el espacio de tres dimensiones sino el hombre, el hombre consigo mismo, el lugar donde se enfrentan el paraiso y el infierno alrededor de la nocién de libertad. Este es un esquema que encontraremos también en Dostoievski ya que las introspecciones que profundizan en lo mas recéndito del alma humana giran alrededor de Ia nocién de libertad. 49 EL HUMANISMO OCCIDENTAL Esta evolucién en la literatura ilustra perfectamente el beri de ue la revolucién copernicana es sin duda alguna elemihee per aco pién una revolucién del pensamiento en general y sobre i lo ee ay samiento acerca del hombre, que empieza a ser consid rat jo un indivi duo que se analiza ya no tanto en funcién de sus relaciones cone exterior, sino consigo mismo, puesto que es un sujeto que se justamente a través de su libertad. {QUE HACER CON ESTA LIBERTAD? LA HERENCIA CRISTIANA REENCONTRADA Para Galileo, no se trata de negar la existencia de Dios, sino toto Jo contrario, de demostrar a los representantes de Ja Iglesia. que 2 existencia de un Dios cristiano y la verdad cientifica que acaba de descubrir no se contradicen con las Escrituras. Precisamente de se se Je acusaba a Galileo y por eso se le legs a considerar hereje. sta fue la lucha de toda su vida hasta que finalmente fue enviado a pre si6n después de ser procesado en 1633, donde Conttinud escribiert loy propagando sus ideas. La idea de un reinado de Dios era exerts Dare los hombres del Renacimiento, y desde a origenes la esencia de la i manista ha estado lejos de ser atea. — Bae tcranistas descubrieron el mundo, las posibilidades de cono- cimiento que les dio la ciencia, y la idea del hombre como un suet libre, pero no abandonaron de ninguna manera la religi on, sino todo lo contrario. Lo que querfan era conciliar ciencia y religion. : “ par al igual El humanismo est4 dentro de la religion. El hombre, que todo aquello que ha sido creado por Dios, es digno de respeto. Con su célebre frase «El hombre es débil, pero un débil que piensa», Pascal pone punto final al humanismo original del cris- tianismo. Para é1 éste es uno de sus grandes temores, ya que la ra- z6n produce angustia sin Dios. Los representantes oficiales de la religién no aceptaron esta corrien- te. Los diferentes abusos y las persecuciones que llev6 a cabo la Igle- Sia provocaron la denigracién de las instituciones religiosas al no po- der transmitirse las religiones ni la idea de Dios. No fue, por tanto, una reflexién filos6fica la que Ilevé a los primeros adversarios de ie Iglesia a denigrarla, sino los propios abusos de ésta. Voltaire Bie & razonamiento siguiente: toda religién necesita una representacion hu- mana en la tierra, es decir una Iglesia (el movimiento de la Reforma 50 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO. ya habia intentado aligerar el peso de la jerarquia y hacer una Iglesia menos represiva). Ahora bien, toda Iglesia es una institucién humana guiada por unos hombres motivados por el deseo de perpetuar su po- der; es decir, por los seguidores que la condujeron a todos los abusos que la Iglesia fue capaz de cometer durante ese periodo. Voltaire no ataca solamente a los aliados de la Iglesia catdlica, sino a todas las instituciones religiosas. Por lo tanto, no se pone en duda la existencia de Dios, sino que se critican las religiones en su conjunto, con su cortejo de institu- ciones y, por tanto, su abuso y su ignorancia. Voltaire se define deista, es decir, que tiene fe en Dios sin hacer referencia a una re- velacién. A partir de aqui la cuestién es crucial y clara: si no hay revelacién tampoco hay moral revelada. Entonces, sobre qué vamos a fundar nuestras acciones?, {c6mo actuar? Si la revelacién anuncia la respuesta, pero estamos negando la revelaci6n, la razén humana seré la que nos tiene que dar la cla- ve. El hombre se afirma, entonces, como sujeto libre y pensante. Los ilustrados, desde Voltaire a Rousseau, pasando por Diderot, elaboraron un sistema de sociedad que descansa en la raz6n y deja de lado cualquier referencia a una divinidad, deshaciéndose asi de la me- tafisica cristiana. La filosofia de la Ilustracién libera al hombre de aquello que le mantenia en una condicién de sujeto/objeto en relacién con el cristianismo. El hombre sale de las tinieblas y se dirige hacia la luz de la raz6n. Asi, el hombre es liberado de Dios y él mismo es quien, a través de la raz6n, descubre libremente los caminos de su destino. Esta liber- tad del individuo se convertird en libertad de la ciudadania. El indivi- duo es libre siempre y cuando respete la libertad de los demas. Por tanto, se hace necesario encontrar entre el individuo y los individuos un tipo de contrato social que determine las reglas de la vida en socie- dad. Las lineas principales de esta vida en sociedad seran trazadas en el contrato social de Rousseau, el cual se convertird en el mo- delo de todos los regimenes de Occidente. El individuo se convierte en un ente social. Como sabe que es so- cial, su raz6n le obliga a respetar a aquellos que forman parte de su EL HUMANISMO OCCIDENTAL sl esencia social, es decir, a los dems. Sabe que debe vivir en sociedad y que, por tanto, tiene que respetar la libertad de los otros y vibeversa. La sociedad es una parte de si mismo. El individuo ha firmado un contrato social que vincula su libertad a la de los demés y que fija las reglas de la vida en sociedad reconociéndole los derechos (los dere- chos del hombre basados en su libertad) y los deberes (el respeto de la libertad de los demis y la defensa de la sociedad que es la defensa de sf mismo). El individuo libre, racional, social se ha convertido en un i ano. . “a esta nueva concepcidn del hombre y del lugar que éste ocupa en la sociedad suponga la ruptura fundamental con el cristianis- mo antiguo que mantenia al individuo en una relacion de sujeto/obje- to, la conclusién a la que llegaron los ilustrados tiene algo de inspira- cidn judeocristiana, igual aue hizo o pretendié hacer la Reforma con saje cristiano original. . : occidentc predica, ventances, la afirmacion del hombre: a través del vocabulario empleado percibimos una moral individualista. La manera de pensar de Descartes introdujo la categorizacién. El mundo es-observado, por lo que podemos explicar los fend- menos naturales por la raz6n y no tnicamente por el poder divino; los mismos creyentes podemos intentar explicar cémo acttia la natu- raleza. A partir del momento en que intentamos explicar la naturale- za dejamos de estar en relacién con ella, como lo estan los chinos, puesto que ponemos entre la naturaleza y nosotros la distancia de la razén. Cuando me distancio de la naturaleza dejo de formar parte de ella. Si empiezo a entenderla, a dominarla, empezaré a integrarme en ella y esto es lo que hace posible la revolucién in- dustrial. El confucionismo es el otro * EL PERFECCIONAMIENTO NECESARIO DE S{ MISMO «Zheng ji zheng ren» 23’, gobernarse a si mismo para gober- nar a los demas. « Su Xum: 1009-1066, Dinastia de los Song du Nord. Otro nombre del principe (Junzi). 5 El cardcter que designa el «sentido de lo humano» se descompone en «el hombre» y «dos». * Ver también el capitulo 4. 7 EL CONFUCIONISMO: EL OTRO HUMANISMO 3 Un soberano no siempre tiene estas cualidades y el camino inte’ jor para conseguirlas es largo. Pero son éstas las que permitiran al eterno conseguir la excelencia en este sistema de cualidades que ie hacen al hombre. | Sear cuainuiera que sea el postulado de los diferentes autores confu- janos —tanto si es la neutralidad benévola de Confucio para quien a naturaleza une y la costumbre separa», 0 el idealismo de Mencio para quien cl hombre es fundamentalmente bueno, o bien el cinismo de Xun Zi— lo unico que queda es que: E] estudio y el autoperfeccionamiento son el centro del go- bierno. Ai ioni i adacién evidente en los Ademis, en el confucionismo existe una grad estadios del desarrollo de la personalidad interior del hombre, desde pueblo hasta principe. Sdlo el autoperfeccionamiento constante per- mitird a este principe (junzi, #4), que ya es un «hombre de calidad», pasar al tiltimo grado, el del «hombre superior», «soberano sabio», «hombre perfecto» (shengzi, #4 ), u otras apelaciones que hacen re- ferencia a las numerosas cualidades que tendré que adquirir. Tis Shan #., (mejorar, progresar), zheng ji *& (gobernarse a sf mis- mo), xiu shen #4 (autoperfeccionamiento) y xue # (entregarse al oe tudio) caracterizan esta actitud voluntaria y dindmica de entrega en el contacto con los demas. LA NATURALEZA DEL V{NCULO QUE UNE A LOS HOMBRES ENTRE Si El afecto se reintroduce especialmente por la importancia dada al sentimiento con relacién a la ley. «Se cultiva asf un camino por el sentido de lo humano que esta en sf mismo. El sentido de lo humano es quien hace al hombre.» (ZY, 78). «El ren significa dos personas; es el sentimiento que les une.» (Ren, quin ye, cong ren cong er). i 1 amor cristiano, no es Sin embargo, este amor, al contrario que el am 0 universal sino que esta condicionado por la proximidad de la pei por la extension de la paternidad bioldgica en la paternidad social. El ren es el amor. Querer a sus allegados es lo esencial.» (Ren zhe ai ren, ging ging wei da) (ZY, 78). 58 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO. LAS REGLAS ESTRICTAS DE LA SOCIALIZACION CON UN SENTIDO PRONUNCIADO DE LA JERARQUIA HUMANA, PARA «QUERER A SUS ALLEGADOS» Las cinco relaciones —aquellas que unen al principe con sus mi- nistros superiores e inferiores, a un padre a sus hijos, a un marido a su mujer, al primogénito a sus hermanos pequefios y a los amigos entre sf— estructuran la vida en una sociedad fundamentalmente jerarquica. Estas relaciones representan la esencia misma de esta jerarquia, po- niendo en evidencia el nticleo principal de la sociedad china, la es- tructura familiar, y dividiendo la sociedad en dos: —pPor un lado, los que tienen el poder y deben ejercerlo segtin las modalidades expuestas aqui; —Por otro, aquellos sobre los que se ejerce el poder y estén por debajo del soberano. i Las reglas de la socializacién estén estrechamente ligadas a esta jerarqufa. «Que el soberano sea un soberano; el individuo, un individuo; el padre, un padre; el hijo, un hijo.» (LY, 12.11). Esta maxima precisa las reglas que rigen las relaciones. Alimenta- das por los deberes recfprocos y dependiendo estrechamente de los sexos, las funciones 0 las edades a las que se aplican, estas reglas ri- gen inevitablemente el comportamiento social de las personas. Cada cual actiia segdin su rango, respetando los deberes inherentes a su car- go; cada persona trata al otro segtin su rango (el suyo y el del otro). «El duque Ding pregunta: ;cémo debe tratar el soberano a sus ministros? ¢C6mo deben los ministros servir a su soberano? Confu- cio le responde: el soberano debe tratar a sus ministros con cortesia, los ministros deben servir a su soberano con lealtad.» (LY, 3.19), LA ELECCION DE LOS HOMBRES Lo que se aplica al soberano concierne también a sus relaciones. Confucio le aconseja dar preferencia a los derechos humanos (en el sentido de conformidad con las reglas de comportamiento). Mencio sugiere situar a los hombres de talento en los puestos esenciales, po- ner los «derechos por encima de las faltas» y a los mds competentes en las funciones adecuadas (LY, 2.2), (LY, 12.22), (MZ, VIB). 9 EL CONFUCIONISMO: EL OTRO HUMANISMO 5s do de gobierno que se origina es el de la eficiencia invi- Picdct Sabio, cl cual, dando ejemplo de su conducta, no puede sar de transformar todo aquello que dirige. En este contexto, oe oder dejar de» hay que traducirlo en funcién de las bases que aes calificar de «sanas»:° una forma de liviandad, de inevita- bilidad y de irresistibilidad extremadamente atractivas del ejercicio cH ees ohne esta forma difusa de ejercer el gobierno, Santas evoca al atractivo irresistible de la estrella polar; Frangois Jullien . pla «de la autenticidad realizable» (la autenticidad Anterior permite a realizacion de cosas exteriores) y de la «influencia transtormaal le>, del poder por capilaridad 0 «de la irradiaci6n» (Jullien, 1996); y ne Cheng lo define como «poder transformador». Todos ile e mae netismo que tiene el lider procedente de su fuerza interior. Se pod 2 jlustrar con la tipica imagen de las pequeiias olas coneéntricas qui ee forman en la superficie del lago cuando lanzas una piedra y que cen cada vez mas. ivo irresisti la autenticidad rea- El atractivo irresistible de la estrella polar, lizable, la influencia transformante, el poder transformador, la irradiacién, todos experimentan esta forma difusa del ejercicio del gobierno. «Segtin El Libro de los Poemas: no ha manifestado su capaci- dad, pero todos los principes la imitan.» MAST pues, el buen soberano se dedica a observar (aquello que puede hacer), y el mundo entero esta en paz» (ZY, 129 y 138). Por tanto, el conjunto del sistema reposa en el soberano pam con seguir un resultado ineluctable y sin esfuerzo dentro de una relaci de condicién a consecuencia.’ ensrinte 4 1 6 Bs importante destacar la intenci6n inicial del confucionismo. En eh cults 9 a Tercera Parte, «Perversiones del poder confucionista», veremos que el confucionismo muchas veces es considerado una filosofia que favorece la relacién dominante- dor. 7 ; ors 7 La consecuencia, al contrario de lo que ocurre en Ia condicién, se da sin plier a trabajo en sf mismo que se inscribe en la duracion—. Pero el eco ner solo en Ws i i f i jlectas de Confucio encontramos: « primeros tiempos. Asf en el libro Ana Bios aA ks tee fi afios contaba con una base firme. 1aret estaba empefiado en aprender. A los treinta : i et i i ‘A los cincuenta habfa descubierto aiios habfa superado todas mis incertidumbres. A los cin bie tad del cielo. A los sesenta afios tenia los ofdos bien abiertos. A los setenta alos soy capaz de satisfacer los deseos de mi corazén sin excederme» (LY, 2.4). 60 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO LA LOGICA DEL PENSAMIENTO DE CONFUCIO El Gran Estudio, uno de |os clasicos del confucionismo, define la l6gica del funcionamiento del sistema, ademas de sus elementos, colo- cando en el centro del proceso al soberano. Este sistema denominado «la via de El Gran Estudio» (daxue zhidao) se construye sobre tres ejes (san gang lin) y ocho prop6sitos (ba tiao mu) los cuales, desde las primeras Ifneas del libro, marcan la t6nica. Los tres ejes En ellos encontraremos algunas ideas ya mencionadas y otras a las que nos referiremos mas adelante: La moral iluminada, el amor por el pueblo y la mejora de st mismo. Estos ejes precisan los fundamentos de la actitud del soberano yel espiritu del gobierno: 1. En primer lugar, una actitud irreprochable respecto a las reglas de la vida en sociedad es lo que caracteriza a un gobierno ilus- trado. 2. Respecto a los demas, amor y proteccién. 3. Respecto a la naturaleza perfectible y al trabajo de sf mismo, un largo proceso de autoperfeccionamiento para conseguir este ideal de buen soberano (sheng). Los ocho propésitos Estos ocho propésitos aparecen numerados del 8 al 1 a continua- cién: Que aquel que desee obtener la paz (8), gobierne el pats (7). Que aquel que desee gobernar el pats, retina a los hombres (6).* Que aquel que desee reunir a los hombres, se perfeccione a si mismo (5). 8 Literalmente, «rounir en primer lugar a Ja familia». La familia es uno de los valores confuucianos fundamentales de la China de Confucio. Por extensi6n, el término «gi» signifi- ca reunir, se trata de contribuir al reagrupamiento de los hombres, unirlos a todos alrededor de un mismo objetivo por un solo hombre. EL CONFUCIONISMO: EL OTRO HUMANISMO 61 Que aquel que desee perfeccionarse, se asegure de la rectitud de su corazon (4). . . Que aquel que desee asegurarse de la rectitud de su corazén, sea sincero (3). ; : _ Que aquel que desee ser sincero, se aplique en el conocimiento (2). El conocimiento estd en todas las cosas (1). En este esquema, los propésitos numerados dan una visién global de la propia légica del gobierno teniendo siempre en el centro, xiu shen, e] proceso de autoperfeccionamicnto. A. Adquirir conocimientos con el corazon Q) GB) (4) @) swu, << Zhi, <> Chengyi, << Zheng xin, & ‘Xiu shen, ascosas <> cl <> lasinceridad + larcctitud + el i conocimiento del corazon, —_ perfeecionamiento i el asiento, de uno mismo = del pensamiento f B. Reconocer la importancia del auto perfeccionamiento 6) © @) @) Xiu = Qi <= Zhiguo, © Ping tianxia, ‘elperfeccionamiento <> reagrupaci6n <> gobernar > — conducir le uno mismo. de los hombres el pais Ja paz Fuente: Sophie Faure.7 La légica del pensamiento confucionista La primera parte del esquema (A) nos muestra también la faceta de adquirir conocimiento con el coraz6n, el asiento del pensamiento, (cosas + conocimiento ¢ sinceridad ¢ rectitud de corazén © perfec- cionamiento de uno mismo) y califica la naturaleza del trabajo sobre uno mismo. . La segunda parte (B) demuestra la importancia del autoperfeccio- namiento y va dirigido especialmente al soberano —para conseguir el objetivo, asf como el cardcter ininterrumpido de la relacién entre él mismo y el mundo (perfeccionamiento de si mismo = reagrupacién de los hombres => gobierno del pais = conducir la paz). La Iégica de la soberania es la «de una propagacién por di- fraccién, la influencia del soberano difundida a través de todo el cuerpo social... 62 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO ..no puede, pues, ser guiada por guerreros sucesivos, siempre puntua- les y limitados, como suefian muy a menudo estos principes de los Combatientes del Reino deseosos de imponerse por la fuerza; de he- cho, no hay nada tan eficaz como operar por la propagacién inin- terrumpida y difusa bajo la forma de espectro a partir de esta tnica, pero invisible fuente que constituye el nivel de los hombres, la con- ciencia interior del soberano» (ZY, 89).° Gracias al desarrollo del sentido de lo humano!” esta direccién por adhesi6n natural nos acerca a la definicién del carisma gracias al cual el maestro es obedecido sin tener que invocar a su derecho a mandar. Nei sheng, wai wang A, 4+£, ser prudente en el interior y un principe en el exterior: el orden de los elementos nos da el significado de los procesos con una relacién de condicién a la consecuencia que pone las bases para un gobierno ejercido sin esfuerzo. Ser prudente en el coraz6n (nei sheng, AZ) es también ejercer su poder (wai wang, *=) dentro del espiritu de los tres ejes. La condici6n consiste en esta busqueda del soberano del auto- perfeccionamiento, de la autenticidad interior, y del desarrollo de la personalidad moral."' La consecuencia es la adhesién natural de los gobernados. El pucblo es la hierba que no puede tumbarse con el soplido del viento; el soberano es esa estrella polar que hay en el centro de la constelaci6n. «Atrae a dichos hombres por su moralidad, cultiva esa morali- dad por el camino a seguir» (ZY, 78). LOS VALORES Asi pues, el hombre es el centro de todo. Pero {qué hay en el co- raz6n del hombre en una cultura en la que el corazén es el punto de partida del pensamiento y del conocimiento? * Comentarios del Zhong Yong por Frangois Jullien. Este anélisis hay que tenerlo en cuenta en los procesos de cambio que muchas veces se dan en ctapas sucesivas y cuya efi- cacia reside en la implicacién del directivo y la quinta parte de los lideres. 10 «Es el tratado de Jiagu en 499: por el simple ejercicio de la virtud el reinado de Qi re~ cupers las tierras usurpadas» (Levi, 1989: 13). 4" En el anexo 3, hemos detallado los valores definidos cn los clisicos confucianos. Centraremos la atencién en el significado particular que el témino «moral» recobra en el confucionismo, EL CONFUCIONISMO: EL OTRO HUMANISMO: 63 El confucionismo es un sistema integral de valores relaciona- dos con el hombre; el sentido de lo humano determina el camino del soberano. La lectura detallada de los clasicos confucianos nos conduce a elabo- rar el esquema que figura a continuacién, y que recupera los valores alos ~ cuales se refieren constantemente. Este esquema ofrece una visién global de esta filosofia, a la cual nosotros calificaremos de excelencia humana. we Zhi ite aerate orarrmmseaeene au I Zheng... & ect probed #8 De | Xtu shen it Actiud mora ocr 48 Xin QO Gong, jing, Content de espa por oto ‘sortie Soaiabe nope Stas ogi sacates ‘espa tol crden ferro. # Xue Estudio conte Ren t= Sento doo hamaro ; 4 Xiaodi QO Poa fa! Ss # Zhong ar de #/ mismo, impicaree, pereeverar Fuente: Sophie Faure. El confucionismo: una filosofia de excelencia humana Interesémonos por la construccién de este esquema. La excelencia Por excelencia nos estamos refiriendo al significado de los valores en verde (ver el esquema en color en el reverso de la cubierta), al co- raz6n de la légica confucionista: sin dejar de aprender, de buscar la 64 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO perfeccion, de conocer a los otros y de hacer de esta biisqueda un de- ber cotidiano, para conseguir que todos alcancen la excelencia. En verde (ver el esquema en color en el reverso de la cubierta) fi- guran la dindmica voluntaria entre el estudio (xue, #), el autoperfec- cionamiento (xiu shen, #4), la alimentacién de la rectitud interior (yang, #) y la ensefianza por el ejemplo (jiao yang, #4) a la cual los gobernantes se entregan con pasién y que da lugar de manera natural al ejercicio de un poder «virtuoso» (en el sentido de puesta en practi- ca de la l6gica de los valores confucianos). El verde es el color de la perseverancia, de la resistencia, de la im- plicacién (jing, min, ren, %, %, &), las mismas cualidades que han dado a los chinos su reputaci6n con respecto al trabajo. En cuanto a la caracteristica esencialmente humana de los funda- mentos de esta cultura, ésta se deduce de la lectura de otros valores.'? Los valores centrales En rojo figuran los valores centrales que permitirdn recuperar las cualidades esenciales para el ejercicio confucionista del poder, con el ren o sentido de lo humano en el centro, ya que éste se nutre de los demas valores. Veremos cémo deducir de ahi las cualidades esencia- les del directivo: su carisma de lider se ejerce sobre la base de una competencia y de una experiencia indiscutible. Al carisma se afiaden otras cualidades personales, tales como el respeto de la confianza que uno da y recibe, la exigencia consigo mismo y con los demas, pero manteniendo cierta tolerancia, saber amar, hacerse querer y temer. El jefe «trata al pueblo como si fueran sus propios hijos», protege la so- lidaridad de sus equipos, defiende a sus miembros y respeta las reglas que domina a la perfeccién. "2 Para mayor profundidad sobre el tema ver el anexo 3 sobre los valores y su significa- do exacto, y sobre los valores denominados «complementarios» puesto que no serén deta~ Mados posteriormente. A aquellos que hablen chino o que sean especialistas en el confucionismo, les pedirfa que no se detuvieran ni en la imperfecciGn de la traduccién, ni en su significado restrictivo. Para nosotros, las tradueciones son casi todas equivalentes y las imperfecciones que originan las particularidades de la filologia china nos permiten, mas que centrarnos en una definicion de los valores, adaptar estas definiciones a las circunstancias, Por tanto, nos hemos concedido la licencia de fijarnos no en la traduccién mas exacta o la menos aproximativa del valor, sino en dar una representacin posible para la diversidad de traducciones del valor. Dadas las singu- laridades, hemos consagrado algunas paginas a la aclaracién del significado, puesto que no empleamos més que el pinyin (reglas de trascripcién fonética del ideograma). oO sao EL CONFUCIONISMO: EL OTRO HUMANISMO Mu shen oO / * a) Verde. Excelenci '_—xiu shen: autoperfeccionamiento oO —aue: estudio i jiaoyang: pedagogia Fe 1g, min, ren: implicacién, diligencia, / perseverancia, resistencia Jing, min, ren oO b) Rojo. Valores centrales: —ren: sentido de lo humano —yi: equidad ritual —zhi: conocimiento de las cosas y de los hombres ¢) Azul. Valores complementarios: —zheng: rectitud —zgong, jing: respeto —zhong: lealtad —you: amistad —xiaodi: piedad filial Fuente: Sophie Faure. Clarificacién del esquema de los valores confucianos 6 ; DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO. Los valores complementarios Ei en incoamen los valores «complementarios», pero importantes fundidad y ¢ Mien del sistema, ya que contribuyen a la solidez, pro ncia del conju i slored cautiniee unto y permiten completar los valores Cada uno de lo: s valores tiene que ver ponden los unos con los otros. | Some hombre YiBe cones Los contenidos de los valores son interdependientes. ee uno de los valores sirve para ilustrar algun otro. que yomenios como ejemplo el ren 0 sentido de lo humano, Este valor, in significado especialmente dificil de comprender y es sin duda uno de los peor traducidos, puede significar:!5 co a extenso wranled ae cualidades: «Quien consiga dominar cin- ; I ntero conseguiré la virtud s alt ¢ quiere decir esto? Diferenci i i iigencia y Gove iit oe cia, tolerancia, fidelidad, diligencia y gene- ie somes: Sa hombre perfecto es el que modera sus pe 'i Ma Niou, famoso impaciente y charlatan Desinterés verdadero: «El hi fe __D H jombre perfecto ant 16 a alt pint Para fograr resultados aie vechaEDe » Gy 12 5 3 — peto por los demas: «En publico, com wros com Uni rl n . ortaros i es- pases wera visitante importante. Dirigid al pueblo it i ele s n ceremonia. No os impongai 5 susie ae se impusieran a vosotros.» (Li 1227) Bente como no os we eae ua ee los ritos: «Para practicar el ren hace falta dominar y reestable s os ritos [...]. No obedezcdis a nada que sea contrario a we oes g | pone hal que sea contrario a los ritos. No digdis joa i 1 s tose Ta los ritos. No hagdis nada que vaya contra los los eeerat: de Piedad ale ape filial y el respeto a lel sentido de lo humano. En Analectas, el ren esté en relacién con més de divs valves 3 Ver Anexo 3, + Otra traducci6n del «senti . i «sentido de lo humano» (ren). El hombre 6 del principe (junzi), 0 del chombre de calidad» 0 del aonb tine m Elem principe» tiene que entenderse siempre dentro de esta acepcién, eas EL CONFUCIONISMO: EL OTRO HUMANISMO 67 El de o moral esta en relacién con otros cuatro yalores; el li 0 los zitos con nueve; cl yi o la equidad ritual con seis. le ejercer el poder, la correspondencia En referencia al modo d reciprocidad absoluta de los compor- se encuentra también en la tamientos. pavloviano, a la actitud de uno le correspon- del otro: es la confianza que uno tiene en es Ja lealtad de los ministros en respuesta | respeto del pueblo como respuesta a la En una relacién de tipo de en respuesta una actitud que el otro es digno y capaz; a la cortesia del principe; es el pbenevolencia del soberano... Si la respuesta no esté a la altura de las expectativas, habra que preguntarse sobre su comportamiento, hacer un examen de concien- cia. Si se acepta como yerdadera la regla general de «es imposible no...» que caracteriza la eficiencia particular de un gobierno benevo- lente y que afirma que la hierba no puede tumbarse por el soplido del viento, una respuesta contraria implicarfa la existencia de un comportamiento contrario desde el origen, el cual seria necesario enmendar. «Si muestro una actitud carifiosa con los demas y éstos no me responden de la misma manera, pondré en duda la naturaleza de mi solicitud. Si gobierno a los otros sin éxito, me examinaré a mi mismo para saber si tengo capacidad para ello. Si trato a los demas con respeto y no me corresponden, reconsideraré la naturaleza del respeto que yo les doy. En resumen, si los resul tados no son los esperados, tendré que examinarme a mi mis- mo.» (MZ, IVA). fecto y la respuesta estd en perfecta Puesto que el reflejo es pe 1, Mencio habla asf al duque Xuan adecuaci6n con el estfmulo inicial del Estado de Qi: «Si el rey tiene el mismo cuidado de su pueblo que de sus ma- nos y pies, su gente a cambio le consideraré como sus entrafias y su coraz6n. Si el soberano le trata como si fuera ganado 0 caballos serd considerado como un hombre cualquiera. Si el soberano consi- dera al pueblo como si fueran animales salvajes, el pueblo le trata- 14. como un enemigo.» (MZ, IVB). 15 Podemos ver la obra del vietnamita Bui Duc Tin (BDT, 1989). 68 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO RESUMEN Para gobernar el Estado El confucionismo, una filosofia de la excelencia humana dirigida al soberano Contexto Sociedad feudal. Rivalidades entre principados competentes. Organizacién de la sociedad en clanes, de- cadencia y corrupci6n interna. Piedra angular El sabio soberano. Objetivo del gobierno | El pueblo. La condicién La preseryaci6n del orden social. El vinculo El sentimiento humano: —E] amor que da a su pueblo y el que éste debe dar a sus hijos. —Pronunciado sentido de la jerarqufa social. —Relajamiento del vinculo cuanto menor es el parentesco. Las cualidades Sistema integral de los valores humanos: senti- do de lo humano, equidad ritual, piedad filial, moral, conocimiento, ritos, confianza, lealtad... La légica Conocimiento a través del corazén. Excelencia interior y rectitud del comporta- miento. Autoperfeccionamiento de sf mismo y del go- bierno de los demas. La forma de gobierno Eficiencia invisible del buen soberano para ob- tener un resultado orgdnico y facil. Expresiones y palabras clave Wei zheng zai ren #&#X: el gobierno esta dentro del hombre (li- teralmente wei-para/zheng-gobernar, zai-en; ren-hombre), pero el hombre dentro de su relacién en tanto que miembro de una comuni- dad. Li min, fu min, an min 41%, EK, ¥K: por el interés y por la prosperidad del pueblo, hacer que el pueblo esté en paz. EL CONFUCIONISMO: EL OTRO HUMANISMO 6 Sheng %: el prudente soberano que posce estas cualidades; impor- tancia crucial de su responsabilidad en el curso de los acontecimien- Siu shen %$4#: el proceso continuo de autoperfeccionamiento por ‘el cual el hombre ordinario se convierte en el soberano ideal. Todo parte de él, todo parte de si mismo. Ren =, el sentido de lo humano y otros valores humanos estrecha- mente ligados (sin 1, confianza; chong %, lealtad; chengyi # , sin- ceridad; Kuan %, tolerancia...) que le caracterizan y le dan las bases -de su relaci6n con los demas. ; Qing tt, el sentimiento; he 4, la armonfa; xin =, el corazén. Renilun A#, la jerarquia social. Li 4u, las reglas de la vida en sociedad. SEGUNDA PARTE CONFUCIONISMO Y DIRECCION se 4 /_—_ Un gobierno reposa en el hombre Confucio A modo de introduccién de la Segunda Parte En la introduccién general hemos comentado la importancia que tic- nen en occidente las corrientes que defienden la dimensién humana como uno de los elementos esenciales en la gesti6n empresarial para tener éxito a largo plazo. También hemos hablado de Mintzberg, de su propuesta de teconciliacién de las partes derecha e izquierda del cerebro y de su defi- nici6n de gestién como la cohabitaci6n de la intuicién y la planificacién. También nos hemos referido a Daniel Goleman y su concepto de inteli- gencia emocional, asi como los trabajos sobre las competencias de los nuevos lideres. También hemos utilizado al metéfora de Marte y Venus para describir una direccién ejercida por la fuerza o una caracterizada por Ja delicadeza, muchas veces considerada més femenina. yifas confucionistas nos proponen su ura de la idea de gobierno, al cual podriamos calificar y nos confrontan a una forma de humanizacién del Estado sus dimensiones. Recordemos que el objetivo de este libro es el de transportar el asunto del gobierno del Estado a la direccién empresarial. Esta propo- Sici6n es natural en China, donde el confucionismo sigue teniendo in- fluencia, Nosotros proponemos extender la reflexién al pensamiento directivo en general, especialmente a la dimensién intangible de la di- reccién que mds parece corresponderse con el espiritu del confucio- nismo. 4 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO __ El esquema que presentamos a continuacién ilustra una vision simplificada de las posibles correspondencias entre los dos mundos. Servira de base para deducir, en el resto del libro, la posicién filos6fi- ca confucionista de las proposiciones para la direccién, QUIEN Las cualidades humanas (sistema integral). HOMBRE Los vectores de la gestién (seleccién y buena utilizacién de los talentos, autoperfeccionamien- to, educacién). cOMO El clima general (humanidad, armonia, orden social). El objetivo (bienestar, prosperidad, seguridad). PERO Fuente: Sophie Faure. Wei zheng zai ren: Un buen gobierno reposa sobre ¢l hombre. Equivalencia directiva Capitulo 4 Los valores confucianos y las cualidades del lider ARTE, BDA; RATA, WLEF ARE, WLEXK. (38D Aquel cuyos talentos superen a la «virtud» es un hombre de poca importancia, Aquel cuya «virtud» supere a los ta- lenios es un hombre de bien. El que posea grandes talentos ¢ importantes «virtudes» es un sabio. El Espejo de la Historia Y EN ALGUNOS IDEOGRAMAS TODO ESTA DICHO Como ya hemos visto anteriormente, el confucionismo es una filo- soffa de gobierno que se dirige al soberano, al que le propone un mar- co de accion y no le deja otra alternativa en cuanto al modo de ejercer el poder: el buen soberano es el que no deja de alimentar su relacion con los demas y est4 continuamente intentando desarrollar este con- junto no exhaustivo de cualidades que estén descritas de forma extre- madamente pragmatica y concreta en los textos fundamentales. 76 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO. De las cualidades del soberano podemos deducir las cualidades esenciales del directivo. Vamos a retomar y a detallar! los seis valores esenciales, las seis cualidades para definir al perfecto directivo confucionista, cada una de ellas se refleja no solamente en el conjunto del siste- ma sino también en cada uno del resto de los valores. De la misma manera que el soberano no puede serlo si no demues- tra estas cualidades, el directivo no puede ser directivo si no sabe ser ren &, yi X, li #L, de &, xin 8, zhi H/%... No se trata de entrar en polémicas seménticas ni de detenernos en las imprecisiones de la traduccidn sino, como hacen los mtisicos, de inspirar el desarrollo de un sonido, de distinguir la armonia que pro- duce una nota tras otra y a partir de ello evaluar el conjunto. Ren =; Sentido de lo humano. Valor central. Yi ©; Equidad ritual. Li %: Ritos. De #: Moral (comportamiento), conformidad con las reglas. Xin 4%: Confianza. Zhi #14: Conocimiento de las cosas y de los hombres. Se nos plantea por primera vez el riesgo de equivocar el significa- do de los valores. En efecto, en culturas y contextos diferentes, los contenidos son también diferentes. Pero no sélo la construccién de la lengua china contribuye a alimentar la confusién, sino que el filtro cultural influye también en el significado. ' Para profundizar més ver cl anexo 3. Para cada valor damos: —Un abanico de posibles traducciones que ilustran el significado del valor sabiendo que ninguna de ellas es del todo satisfactoria. —Una definicién esmerada en la cual cada palabra cuenta. La dificultad del ejercicio, una herejfa en un contexto confuciano, pero indispensable para lz comprensién de la lectura, tiende a enriquecer el significado. —Algunas citas extrafdas principalmente de Analecias que dan ejemplos de contenidos miltiples pensados por Confucio. Cada valor esta explicado dentro de un contexto clisico, pero es facilmente transferible a is situaciones actuales. LOS VALORES CONFUCIANOS Y LAS CUALIDADES DEL LIDER 17 Recordemos la profunda diferencia que existe entre un humanis- mo que sittia al hombre en el centro de sus preocupaciones y el huma- nismo confucionista que considera al hombre en su relacién/depen- dencia con los dem4s en una sociedad profundamente Jerarquizada (ver Primera Parte). Esta diferencia induce a otra diferencia, esta vez entre el contenido y el contorno de la idea. Tomemos como ejemplo los términos de moral, lealtad o respeto; muchas veces tienen mas connotaciones culturales de las que pensamos. Asf pues, en un contexto confuciano: —la moral hace referencia a la ética de lo real y expresa una con- formidad necesaria con las reglas de vida en una sociedad jerar- quizada; —la lealtad est4 vinculada a la pertenencia al circulo; —el respeto (el que uno demuestra y el que recibe a cambio) se ilustra dentro de la reciprocidad, pero es un respeto parecido a Ja deferencia, a una obediencia a veces a ciegas... 0 un respeto por las reglas y el orden social. Por otro lado, es una ligadura més s6lida que el ojo social ya que crea unas relaciones de soli- daridad entre sus miembros més fuertes que las propias reglas. LAS SEIS CUALIDADES CONFUCIONISTAS: EL SENTIDO DE LO HUMANO, LA EQUIDAD RITUAL, LOS RITOS, LA MORAL, LA CONFIANZA Y EL CONOCIMIENTO EI ren, o sentido de lo humano, es el valor central del confucionis- mo. Pero en cualquier caso, los otros valores con los que esta relacio- nado son necesarios para su comprensi6n. Por consiguiente, tratare- mos del ren en tiltimo lugar. Yr Yi: equidad ritual es 1a traducci6n literal,? pero yi tiene un signifi- cado muy extenso que va desde la justicia y la integridad hasta el sentido del honor, el respeto por las reglas y una protecci6n nece- ‘saria de los suyos tanto por parte del «jefe» como de los miem- bros de la comunidad. " = 2 Contiene, en efecto, una nocidn de justicia (equidad) y de adaptacién del comportamiento a Jas reglas. De todas formas, igual que ocurre con los otros valores, la traduccién es imperfecta. 78 DIRIGIR SEGON LA ESCUELA DE CONFUCTO Encontramos el ideograma yi en yiwu X4, deber; yigi 2%, leal- tad; yi burongci XA¥# , que caracterizan este deber variado de obli- gaciones de las cuales uno no se puede apartar. Yi zheng ci yan SUE es la expresién utilizada por los chinos para caracterizar a es- tas reprimendas justas, aunque severas. El yi une a los miembros de un grupo con més intensidad que cualquier otro sistema ya que fija las reglas de la moral colectiva, fo- mentando entre los miembros la ayuda mutua y la solidaridad. (EL DEBER? Todo sistema es un deber, un deber que a veces es tan esclavo que acaba ahogando. (LA VERGUENZA? Constituye también un motor muy influyente en la sociedad china, incluso més que la culpabilidad en la sociedad judeocristiana. El man- cillamiento que sufre un clan cuando uno de sus miembros es deshon- rado es muy grave. Para protegerse, el clan no tiene otra solucién que excluir al individuo, el cual fuera del grupo dejaré de existir, En una sociedad de clanes no existe la posibilidad del «pienso luego existo». Se trata de «o pertenezco a un circulo 0 no existo». Volvamos ahora al significado concreto de este valor. LA DIMENSION SOLIDARIA DEL ¥7 APARECE EN EL «SISTEMA DE TONTINA® El sistema de tontina es una prdctica financiera informal de ahorro y de crédito dentro de la comunidad china. La tontina agrupa a perso- nas segtin sus vinculos familiares, de amistad, de profesién, de clan 0 de regién para que pongan en comin sus ahorros y con ellos respon- der a los problemas particulares 0 colectivos (Bouman, 1999). La efi- cacia de este sistema tan complejo’ (aunque beneficia a todos los que participan en la tontina ya que tienen a su disposicién una cantidad de dinero mayor que la que tendrian si no hubieran contribuido) radica en los rasgos de los valores esenciales: —Solidaridad entre los miembros de la comunidad, que ofrecen a cada uno una oportunidad. 3 Ver «Las tontinas en los pafses en vias de desarrollo», hup://www.gdre.org, Quien no ha tenido nunca la tentacién de «arrojar al bebé al agua de la bafiera>. 82 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO Ejemplo: \as ECM (empresas de capital mixto local y extranjero) En este tipo de empresas podemos encontrar diferentes casos: Caso | (exceso de yi): el dirigente extranjero defiende a ultranza los in- tereses de la filial; ésta se convierte en una especie de satélite totalmente opaco que acaba «haciendo lo que sea» para la casa matriz extranjera. Y el opaco chino es sin duda mucho mAs denso que cualquier otro. Caso 2 (exceso de yi): la defensa a ultranza de los intereses de la casa matriz le lleva a tomar decisiones totalmente inadaptadas al contexto local, originando asf el nacimiento 0 el reforzamiento de las diferencias con el otro socio. Y esto se da con ms intensidad en China al tratarse de un pats especialmente sensible al respeto de la soberania nacional. Llegamos ahora a la siguiente paradoja: la puesta en practica del yi pro- voca la ruina del grupo que se supone que tiene que defender. Caso 3: una diferencia/conflicto estalla entre los dos socios, el chino y el extranjero, recayendo la labor de arbitraje sobre los representantes de la fi- lial. Todos los casos son posibles, pero un dirigente que quiera resolver ade- cuadamente la dificultad tomard partido (con arte y educacién, y sin oposi- ci6n del principe) a favor de la filial y en contra de la casa matriz extranjera. Aqui Ilegamos a otra paradoja que nos deberfa hacer reflexionar sobre nuestra concepcién del poder: ha sido uno de los miembros que ha decidido no respetar las reglas del yi quien ha permitido al grupo defender sus intere- ses; esto podra ser considerado la forma suprema del yi. Pero todavia hace falta que el dirigente tenga tiempo para poner en Practica sus convicciones. En efecto, una de las reglas que se aplican a aquel que traiciona es la sancién, en este caso, la repatriacién del culpable. Hemos hablado de la solidaridad en los clanes. El yi es efectiva- mente uno de los valores que agrupa a las numerosas cofradias, socie- dades de ayuda mutua 0 triadas, alrededor de las cuales se estructura la sociedad china (entre otras). De todas formas, el error seria: —Asimilar tnicamente este valor del confucionismo, puesto que forma parte de un conjunto coherente junto con otros valores humanos (ver Primera Parte, capitulo 3 «Los valores»). —Retener del yi s6lo las caracterfsticas extremas de un poder per- vertido: tiranfa del centro, fidelidad ciega de los miembros, contrapoderes activos frente a la rebelién y aislamiento del ex- terior. Ahora bien, el yi ilustra igualmente un fuerte compromi- so de los dirigentes con la proteccién de sus miembros, un im- portante elemento de cohesién del grupo, una superacion de si mismo para atender a las necesidades colectivas, ademas de LOS VALORES CONFUCIANOS Y LAS CUALIDADES DEL LIDER 83 otras cualidades muy preciadas para la gestién y la consecucién de un objetivo. —No saber manejar con inteligencia los limites «esquizofrénicos» de las situaciones. del yi reside en los componentes y en ciertos resortes de procesos. El yi merece nuestra atenci6n por los be- orta: compromiso personal, superacién de uno mis- lealtad. La habilidad esta en saber recrear, en el empresa, las condiciones de emergencia del yi para ger los frutos y evitar al mismo tiempo las perversidades. Yi J o equidad ritual: correspondencia entre la filosoffa y la gestién Caracterizacién confuciana Procurar al pueblo todo aquello a lo que tiene derecho. Proteccién y solidaridad. Compromiso personal hasta llegar a la abnega- cién en defensa de los intereses de los miem- bros de la comunidad o superacién de uno mis- mo en la buisqueda de un objetivo colectivo. Aplicacién a la gestién Reparto equitativo de las tareas y remunera- ciones. Defensa de un colaborador victima de una in- justicia a pesar de que ello represente poner en peligro su propia carrera; defensa de los inte- reses de sus equipos. Proteccién de los colaboradores en los mo- mentos dificiles. Respeto de la historia de una relacién con un proveedor. Defensa de los intereses de la empresa antes que el provecho personal. Gestién de los limites Inversién en una empresa potencialmente in- grata. Dominio de los costes (relacién con los provee- dores, fidelizacion). Respeto de la independencia directiva de una filial: politica de grupo. Respeto al cliente. Fuente: Sophie Faure. 84 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO, Lia i: Los li 0 ritos, sin duda representan, de entre todos los valores confucionistas, los que menos dificultades han puesto a los tra- ductores, y la palabra da una idea muy precisa de su significado actual. Remonténdonos a las antiguas tradiciones de los Titos fu- nebres y de las ceremonias de sacrificios, manifestaciones de «cortesia obligatoria», éstos representan un sistema de codifica- ci6n de las relaciones humanas. 3 | En el vocabulario actual el ideograma se encuentra en muchas expre- siones que han conservado un significado muy similar al original. Liyi © «aitos, ceremonias», lijiao 0 «ritos, reglas rituales», lijie 0 «protocolo, ri- tos», diyu o «tratamiento de cortesfa, recepcién ceremoniosa», limao 0 «cortesia»... Igual que ocurre con los otros valores, el li exige reciprocidad. Li shang wang lai: la cortesia se responde con cortesia. En el caso de la sociedad china, esta idea estd estrechamente ligada a las «cinco relaciones» (el soberano y el individuo, el padre y los hi- jos, los hijos mayores y los hijos menores, el marido y la mujer, las amistades) y a una jerarquizacién de las funciones: cada uno debe cumplir con los deberes que tiene segtin sea su posicién (en este caso, proteccién indulgente de los descendientes y fidelidad a los ascendien- tes), pero no sobrepasar4 nunca los limites; cada uno trataré al otro se- guin su rango (el ministro habla al principe con deferencia y el sobera- no tiene que ser leal con los ministros). Toda entidad o comunidad tiene sus propias reglas que estruc- turan la vida en comunidad. Estas estan estrechamente ligadas a las culturas nacionales, profesionales o de empresa, y las mas bé- sicas estén relacionadas con los rituales culturales. Algunas de estas reglas son los tipos de vestimenta, los horarios, el tuteo 0 no tuteo, el vocabulario empleado... o la separacién o no entre la vida profesional y la privada, la necesidad de trabajar mucho para ser considerado un buen trabajador, el proceso de decisién, etcétera. Los ritos, las reglas de uso admitidas y transmitidas, pero jamas decretadas, tienen para cada uno de nosotros un cardcter de obliga- cion ineludible. Ahora bien, en este caso, como en los otros, ,qué preferimos retener? cEI exceso de formalismos o las ventajas de una codificacién es- tructuradora y de marcas que permiten a cada uno encontrar una con- firmacién de su identidad? LOS VALORES CONFUCIANOS Y LAS CUALIDADES DEL LIDER 85 zLas prolongaciones forzadas de una tradici6n fingida que penetra en he vida cotidiana hasta llegar a interiorizarse tanto que resulta per- judicial, o las reglas estabilizadoras que garantizan un funcionamiento ‘armonioso de la sociedad (por lo menos en apariencia) y favorecen el mantenimiento del orden social? i istencia a una dina- De hecho, es la propia causa la que da consis mica aaoriosa o a un mundo de condicionamiento social. Todo Jo demas es ineficaz. Asi pues, cuando el habito hace al monje, la practica del «Casual Friday» da un poco de respiro, pero cuando se convierte en una obli- gaci6n pierde su raz6n de ser. Li 4L © los ritos. Correspondencia entre la filosofia y la gestion Caracterizacién Diligencia en las respuestas a las demandas i del soberano, a Codificacién muy estricta de las actitudes y de los margenes de maniobra. Cada uno actia segiin su nivel. Respeto estricto de los deberes de su cargo: cumplir con sus obligaciones sin falta, pero no sobrepasar los limites autorizados. : Respeto por las normas de etiqueta, especial- mente en la relacién con la jerarquia: cortesia descendiente, deferencia ascendiente. Templanza y moderacidn en todas las cosas: evitan que la cortes{a sea molesta, que la pru- dencia sea temerosa, que la valentia sea vio- lenta 0 que la sinceridad sea ofensiva. Aplicacién a la gestién | Normas de vestimenta. Registro de vocabulario. Urbanidad. Rituales de la empresa. Proceso de toma de decisiones. Gestion de los limites Obligacién ineludible e inmovilismo. . Capacidad de adaptacién a las reglas que estén en vigor en una empresa. . Dificultad de la gestién de los ritos y cédigos muy diferentes segiin las culturas de las em- presas. Fuente: Sophie Faure. 86 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO De t& De: moral y «virtud» sin connotaciones religiosas. Este valor su- puso un auténtico problema de traduccién puesto que su signifi- cado es bien diferente al significado juedeocristiano (nada de pa- raisos, ni del bien y el mal, sino una ética de lo real; en lo que se tefiere a nuestra retribucién, ser4 algo que recibamos en la tierra). Se trata de la rectitud del comportamiento con respecto a las re- glas de la vida en sociedad. No es una confrontacién con Dios sino con la sociedad actual, la cual no es una sociedad de la cul- Pabilidad sino de la vergiienza. Es una ética practica que se im- Pone en cl conjunto del cuerpo social y que afecta hasta al rango mids alto del Estado, al soberano, el cual debe ser ejemplar en su comportamiento cotidiano. Hemos hablado del atractivo irresistible de la estrella polar. El caracter del de #& (0 moral con sus connotaciones chinas) ha sido utilizado en este comentario para caracterizar el ideal del ejercicio del poder. Y a la inversa; después de la equidad ritual (yi) y de los ritos (li), el de es el que refuerza potencialmente la presidn ejercida por el trato social, lo que contribuye a dar a las sociedades confucionistas una imagen de condicionamiento excesivo. El directivo representa el orden jerarquico. Su actitud es ejem- plar tanto en su vida profesional como en la privada. Integridad, proteccién de los miembros de su equipo, defensa de los intereses de la empresa antes que de los suyos propios, respeto hacia los de- mas, ética —empezando por la ética en lo cotidiano® sin corrup- cién’— son algunas de las actitudes que alimentan la estima que los demas sienten por él. Un comportamiento inapropiado supone la pérdida de credibi- lidad y de autoridad. Pero esta inadecuacién se sitia en un cuadro ® Una mujer china nos confesé haberse impresionado por la tolerancia en cuanto a las facturas de los restaurantes de los expatriados, mientras que rechazaron aumentar uno de los. rangos chinos de la empresa. 7 Teniendo en cuenta la actualidad més reciente (sea en China con el aumento de la corrup- ion o en Occidente con los Gltimos escéndalos que ponen en duda la integridad de los diri- gentes e incitan a una mayor transparencia), este valor recibe una importancia adicional LOS VALORES CONFUCIANOS Y LAS CUALIDADES DEL LIDER 87 extremadamente indefinido y se mide segdn unos criterios varia- ples en funcién de la cultura. En Occidente la diferencia es notoria entre Estados Unidos, que ha excluido por falta de moralidad a mas de un candidato a la presiden- cia, y Francia, que no és tan estricta en esos temas. En China, el con- fucionismo cuestiona cl referencial de moralidad. Comparemos estas dos citas: «En nuestro pais hay un hombre de una rectitud inflexible: su padre maté a un cordero y él le denunci6. Confucio le responde: nosotros tenemos otra idea de la rectitud: el padre protege a su hijo, el hijo protege a su padre.» (LY, 13.18). «Tiempo atrés habfa en el Estado de Chu un hombre apodado Zhi Gong (persona recta). Cuando su padre maté a un cordero, fue a denunciar el hecho al magistrado. Este le dijo: “Que maten a su hijo”. El pensé que el hombre mds que mostrar su lealtad hacia el soberano se habfa mostrado indigno hacia su padre. La sentencia fue pronunciada y el hombre ejecutado.» (HFZ: 105) La existencia de referentes culturales diferentes da lugar a una gestion de las prioridades que no siempre est4 a favor de la colecti- vidad. P La primera cita, extrafda de Analectas, es una muestra de cémo la moral confuciana da preferencia a la familia sea cual sea el contexto y las circunstancias. . La segunda, del autor Han Feizi (uno de los principales detracto- res del confucionismo) recoge los principios de la moral confuciana para combatirlos. Pone en evidencia lo absurdo de la situacién: san- cionar a aquel que ha dado pruebas de un comportamiento «social» segtin su propia concepcién opuesta a Confucio, y valorar la otra que es la que tendria que haber sido sancionada. Han Feizi habria tomado la decisién opuesta: «que maten a ese pa- dre», . "Teniéndolo todo en cuenta, nosotros juzgarfamos el hecho igual que Han Feizi: verfamos al hijo «piadoso» (es decir, el que respeta la regla del deber filial con toda su pureza) como un sujeto rebelde. En los estudios que hemos Mevado a cabo sobre el significado de los valores, esta dificil gestién de los limites ha ido apareciendo siem- pre plantedndonos dos tipos de preguntas: —{ Qué debemos hacer? «Denunciar» (eso que apenas se valora) a aquel que infringe la regla, 0 protegerle, o hacer como si no hu- 88 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO biéramos visto nada? Aunque empleemos términos més neutros como «informa», la impresién de denunciar sigue estando allf. —iA partir de qué nivel de gravedad deberfamos «denunciar» o «informar> o buscar la manera de no volver a cerrar los ojos? De ¢& 0 moral. Correspondencias entre filosofia y gestién Caracterizacién Respeto a las reglas de la vida en sociedad. confuciana Ejercicio desinteresado del poder, un poder que nO se nota. Desapego de los honores y reconocimientos oficiales. Ejemplaridad en la conducta: —conformidad con las reglas de la vida en so- ciedad, —cualidades humanas confucionistas. Indiferencia «benevolente> frente a las provoca- ciones. Ni arrogancia, ni lujo, sino sobriedad y humildad. Aplicacién ala gestién | Btica personal e integridad. Gestién de los limites Perspectiva social y presién exterior estanca- dora. Referentes culturales diferentes. Denuncia de los actos fraudulentos: el nivel de conciencia y la naturaleza de los hechos deben Ser objeto de «denuncia». Fuente: Sophie Faure. Xin fz Xin: la confianza. Es indispensable para la supervivencia de todo el supe social, pero en China la confianza ocupa un lugar privile- giado. _ En la sociedad china, dentro del orden de prioridades el senti- miento esta en primer lugar y la ley en ultimo. La confianza ocupa en China el lugar que la ley ocupa en el mundo anglosajén. LOS VALORES CONFUCIANOS Y LAS CUALIDADES DEL LIDER 89 Sin embargo: —han aparecido muchas dudas a rafz de las desafortunadas expe- tiencias con las que se han encontrado los extranjeros en un ambiente en transicién, — China est entrando cada vez més en los trémites juridicos. «De qué puede servir un hombre que no sea digno de confian- za? Un hombre que no sea digno de confianza es menos util que una carroza sin tim6n.» (LY, 2.22). 4Cémo podemos tener confianza en alguien? Cuando este alguien hace lo que dice, sean cuales sean las cir- cunstancias. Esta idea tiene mucho que ver con las pruebas aportadas de fiabilidad y respeto a su palabra. ;Es la palabra de plata y el silen- cio de oro? No del todo. La palabra es de oro y el silencio también: no se trata de la capacidad de guardar un secreto sino de no decir nunca nada que no estés seguro de poder hacer. La construccién del ideograma «confianza» es bastante revelado- ra. Es el resultado de la asociacién del signo del hombre y el de la pa- Jabra: Confucio nos aconseja «menos hablar y mas actuar» y «hacer aquello que dijiste y sobre todo, no decir nada que no podras hacer» (LY, 13.20). Consejo del cual se hace eco Xun Zi: «Aunque sus conocimientos no son del todo entendidos, lo que sabe lo sabe bien; su discurso no es demasiado surtido, pero sabe bien de que habla; no discute demasiado, pero lo hace en profundi- dad.» Concordancia entre la palabra y los actos, pero lo mas importante son los actos. «Actualmente, cuando me encuentro con alguien no sélo escu- cho lo que me dice sino que también observo lo que hace. Las pa- labras pueden ser exageradas, asf que si slo escuchamos lo que el otro dice sobre si mismo o sobre otros podemos equivocarnos, mientras que si observamos los actos reducimos la posibilidad de equivocarnos.» El conjunto esta estrechamente ligado a Ia idea de sinceridad y ala percepcién de esta sinceridad. 90 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO Esta asociacién no es sorprendente en un pafs que tiene entre sus prioridades a los sentimientos y a la personalizacién de la relacién, ~Cémo, si no, podriamos tener confianza en alguien que no es sincero?® La confianza debe estar en todas partes y nunca en ninguna parte. Ejemplos: Las operaciones de coinversi6n, la gesti6n de los recursos humanos y el arte de delegar En las operaciones de coinversién tenemos que ser conscientes de que las gestiones contractuales, siempre indispensables, son a fin de cuentas una sefial de falta de confianza mds que de prudencia. En efecto, si hubiera una confianza verdadera, el contrato serfa intitil. Por otra parte, con el tiempo esto ha dado la fama a los chinos de cerrar negocios sin contrato. {Por qué si no se suele hablar tanto de que una de las dificultades de las joint ventures extranjeras es la imposibilidad de confiar en un socio chino 0 de trabajar conjuntamente? Este sentimiento de insegu- tidad se ve reforzado por el cardcter todavia imperfecto del entorno juridico En realidad, esta constante responde muchas veces a acontecimientos contra los cuales el derecho no puede hacer nada. Y el fracaso de las coin- versiones es a veces atribuido a la imposibilidad de confiar en la parte china, En efecto, en una operacién de coinversién, antes de hablar de confian- za y de saber si las cléusulas han sido bien negociadas, hace falta elegir al mejor socio en lo que a las «tres compatibilidades» se refiere: la organiza- cional, la cultural y la estratégica. Volvamos a esta tiltima dimensi6n: la compatibilidad de los intereses es- tratégicos. En un coloquio, un participante se pronuncié a favor de las in- versiones de capital cien por cien extranjero (a diferencia de otras de capital mixto) por culpa de una experiencia de cooperacién dificil y dominada por la desconfianza que hab{a tenido con un socio chino. El problema en su caso era que los dos socios tenfan unos intereses estratégicos que no con- vergian en nada. La joint venture tuyo que ser disuelta poco después por vo- luntad de ambos socios que se lanzaron a desarrollar sus propias marcas. No hay nada sorprendente hasta ahora. Tong chuang yi meng RRA. Este adagio chino sugiere que dos personas que comparten la misma cama tienen los mismos sueftos. {Cémo, si no, podrian dos socios con intereses diferentes lograr una cooperacién a largo plazo? Imposible. * El cardcter xin estd, por otro lado, totalmente sujeto a las ambigiiedades de la traduc- siguiendo Jos textos podemos encontrar el uso de dos términos: confianza y sinceri- LOS VALORES CONFUCIANOS Y LAS CUALIDADES DEL LIDER o1 La tabla que aparece a continuaci6n define el espiritu y la longevi- dad de la cooperacién en funcién de la naturaleza de los oper (ex: clusivos, cooperativos, de tratos) y clarifica la situaci ie el oe tramado de la tabla, donde los dos socios tienen un interés cooper yo en la operacién de coinversi6n? es el tinico que autoriza el recurso De rts os ae en tanto que el socio intenta sacar provecho de la cooperacién para ventaja suya. En cuanto consiga el objetivo, la cooperacién se derrumbaré por sf misma. h Fl interés es cooperativo cuando el socio intenta sacar provecho a cooperaci6n. | BE sca wos - haga no duraré mas que un tiempo limitado. El trato puede desembocar en la instauracin de un clima 7 cou fianza que no dependa més que de la fiabilidad y de la sinceridad de i él participan. . ‘a alos tog | 868, la "alta de confianza se debe mas bien a las cooperaciones mal gestionadas que de la calidad intrinseca de los so- cios. Anilisis de las compatibilidades estratégicas Socio extranjero Intencién Cooperativa Exclusiva Trato +a largo plazo: cons- | + a corto plazo y — a Decepcién del Cooperativa | tructiva. largo plazo, asiméttica. | socio local. +a corto plazo y +a-corto plazo y — a|—a corto plazo. Exclusiva | largo plazo, asimétri-| medio y largo plazo, Sacto local ca, competitiva. + 2 (si el socio extran- | Decepcién — a largo | Decepcién — jero es autosuticien- | plazo. a largo plazo. Tas: te). Decepeidn del so- cio extranjero. +: Bases para el éxito de la cooperacién. =: Posibles conflictos. Fuente: §, Faure adaptado de (Lasserre & Schiitte, 1995). © A destacar que los otros cuadros revelan muchas veces un error estratégico por parte del socio con intenciones cooperativas, especialmente para las cooperaciones asi- métricas. 92 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO Una vez dictadas las compatibilidades previas, es posible em- pezar a hablar de la confianza: aquella de la que uno es capaz y digno, aquella que se construye. La confianza, igual que los demas valores, no puede concebirse si no es dentro de la relacién. En ese contexto es cuando las particularidades de la cultura china hacen de este valor una pieza maestra del edificio social. Profundizaremos més adelante en el funcionamiento de la socie- dad china en cfrculos concéntricos (Tercera Parte, capitulo 8). jiren/ wairen 4 &A/sA, el hombre en si mismo y el hombre exterior. Pues- to que la cooperacién esta acomodada dentro de este circulo, no podré estar cémoda fuera de él. Es la fuerza y la fragilidad del sistema. Ahora bien, por definicién, somos «exteriores a» —waiguo ren: el ex- tranjero es el hombre (ren) exterior (wai) al pafs (guo)—; mientras que nuestros modos de funcionamiento més desafectivos y la dura- cidn de la expatriacién no facilite nuestra insercién progresiva en el entorno chino, nuestro desconocimiento de los rituales transforma las mejores intenciones en torpezas dificilmente recuperables. «Para los chinos que hemos interrogado resulta insoportable que su patrén se inmiscuya en sus redes de relaciones para saber cémo legaron a obtener la informacién o para intentar entrar ellos mis- mos en esas redes. [...] Pero el patrén insiste, a pesar de todo, en ira esa comida informal y amistosa que él ha previsto. De pronto no consigue ninguna informacién y tiene que explicarse ante sus con- tactos disgustados, que no hubieran asistido de saber que se trataba de una comida oficial. En efecto, la relacién personal e informal se convierte en una relacién oficial entre instituciones 0 personas mo- rales en cuanto se inmiscuye un extrafio.» (Angles-Hao, 2001: 326). Esto que es cierto para los extranjeros lo es también para los chi- nos. Volvamos a la cuestién del referencial. Un chino es cantonés o pequinés antes de ser chino, y en consideracién a las diferencias cul- turales importantes que hay en la propia China, es casi tan extranjero fuera de su provincia natal como un «verdadero» extranjero. La confianza obedece a las reglas de la fiabilidad, de la adecua- cin de las palabras a los actos, de Ia sinceridad, pero las diferencias culturales y la opacidad particular de un ambiente dificil pueden ses- gar el desarrollo de las acciones y las conclusiones resultantes. La sinceridad propicia una dimensi6n afectiva ciertamente poco compati- ble con los modos de funcionamiento. Lo tinico que queda es obrar con confianza para crear una at- mésfera de cooperacién armoniosa. Confucio no se equivocaba LOS VALORES CONFUCIANOS Y¥ LAS CUALIDADES DEL LIDER 93 cuando se interrogaba sobre la utilidad de un hombre que no fuera digno de confianza. Ejemplo: Procter & Gamble } ibui i joint venture ter & Gamble ha atribuido los primeros éxitos de su joint venture ina a la particularidad del vinculo que hay entre los dos altos directi- os americanos y chinos. Otros han hablado de la ventaja de encontrar en ATeocio chino su . Una comprensién limitada g una estrecha colaboracién que permite a cada uno actuar de forma dife- ente dentro de la cohesién. Xin you ling xi yi dian tong HRA RE. Los enamorados se re- encuentran en la cabeza del unicornio, nos asegura este viejo prover- bio. La imagen es bella, aunque no siempre refleje la realidad, y re- presenta un objetivo. «Y sobre todo, esto nos ha hecho mas fuertes» (giang ren, %A), expresién que encuentra su cco en este comentario del I Ching 0 Libro de las mutaciones: «Cuando se unen dos seres en Ja intimidad de su coraz6n, son capaces de romper la dureza del hierro > ; : IF cchainos de evocar el valor de la confianza en una operacién de coinversidn (el ejemplo, aunque sea chino, resulta facilmente trans- portable a otros universos). En términos de gestién y de delegacion, la confianza es también un valor muy importante, ya que la eficacia no consiste en demostrar sino en enunciar lo que se ha puesto en practica. Ejemplo: Referencia a una lectura/el resurgimiento de Sulzer bajo el impulso de Bertrand Martin Uno de los libros que explica mejor la confianza es Osez (Martin, Len- hardt, Jarrosson, 1996), que relata la historia del resurgimiento espectacular h de Sulzer Diesel bajo el impulso de su nuevo presidente y director general Bertrand Martin, quien aposté por ella y no s6lo por sus Tecursos. Ahora bien, en enero de 2002 aparecié una pregunta en la revista Mana- gement bajo el titulo: «Dirigir. ,Qué hacer?» Comparemos los dos extractos: «La moral estaba muy baja. Los mandos y algunos directivos habjian dimitido, Después de las operaciones de jubilacién anticipa- da ya efectuadas, el plan de reestructuracién me nombré responsa- ble de Ievar a cabo una serie de despidos importantes, los cuales o4 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO, me parecfan sin fundamento estratégico. La autenticidad hasta e] fin, la libertad hasta el fin, la confianza hasta el fin. Escuchar an- tes de hablar. Tales eran las condiciones del electrochoque. [...] A través de las proposiciones marcadas a veces por el buen senti do, la gravedad, la emocidn 0 incluso el humor, la empresa fue des- cubriendo su realidad global, con sus defectos e insuficiencias, con sus problemas de fondo, pero sobre todo con un magn{ffico deseo de progresar, una esperanza de renovacién, una voluntad de com- prometerse. Un suefio compartido en donde todos podran ser escu- chados, considerados y desarrollados, donde las barreras desapare- cerdn, donde las relaciones entre las personas y los servicios seran sinceras, fiables y eficaces. [...] Tal y como nos dijeron al cabo de un tiempo: “Ustedes nos ha colocado el bebé en los brazos”.» (Martin, Lenhardt, Jarrosson, 1996). «(Este reto va a fracasar! La fabrica quimica de la que acaba- ba de asumir el mando habia estado muchos aiios dirigida a la anti- gua usanza: un sistema nefasto en todos los niveles, una gestién sin empuje que sobrevivia gracias a una administracién discreta de las primas... La casa matriz de Madrid me habfa fijado el objetivo de mejorar el trato a los clientes. Ahora bien, un importante cliente que acababa de cambiar completamente su gestidn nos ha desafia- do a entregarle sus nuevos productos en plazos cortos, cosa que ha- bia aceptado mi predecesor. Pero yo ya sé que nunca llegarén pron- to. Y por eso me siento muy solo para poder conseguir que esta fabrica obtenga rendimiento.» (Management, 2002, 91). Los dos directivos se enfrentan al mismo desafio, a priori imposible: responder a una orden importante en un breve plazo de tiempo, cosa que s6lo conseguirén si conffan en las personas y en la capacidad de los em- pleados. El tono de ambas citas deja adivinar dos actitudes iniciales radical- mente opuestas, el punto de partida de las espirales del éxito o del fraca- So, puesto que en los problemas de direccién no puede haber mas que «hombres en si», hombres en quienes el director pueda confiar tranquila- mente. Mientras que la confianza se forja con pruebas, se levanta a partir de una «apuesta» inicial. Como toda apuesta, sea arriesgada o no, hay personas que saben ju- garla y otras no. En un momento dado, unos se muestran osados y otros no. LOS VALORES CONFUCIANOS ¥ LAS CUALIDADES DEL LIDER 95 En el caso de Sulzer Diesel se trataba de entregar un pedido de motores (sdlo para los chinos) en un periodo de tiempo inferior al habitual, en ia momento en que la empresa estaba acabada. La cuestién fue planteada alos empleados, los cuales, en un referéndum, un 80% respondieron sf mientras ‘que un cambio interesante en términos de capacidad de confianza se produ- je del equipo de direccién. Serco ino iré a firmar un contrato bajo estas condiciones?», objeto un director. «Precisamente conffo plenamente en estas condiciones», le res- pero era en realidad tan osado el desafio? Bertrand Martin ha descar- gado el peso de la prueba sobre las espaldas de sus empleados, provocando ‘el deseo de superacién, engranando una dindmica humana irresistible que nunca habia sido buscada de verdad en el confucionismo, pero que estaba en su espfritu. En Mengzi encontramos, en efecto, esta importancia de la ar- monia entre el soberano y su pueblo. «Los hombres no estan unidos por las fronteras; un lugar no es mas seguro por la configuracién del terreno; y un imperio no se conserva intacto por su superioridad en armas» (MZ, IIB). A su vez, en la revista Management aparecié una cita que reflejaba el espiritu opuesto: «Yo no le inspiro confianza, usted no tiene ganas de de- mostrarme que yo tengo la culpa, usted no tiene el resultado, por tanto, yo tengo motivos para no confiar en usted.» . . | Finalmente se gan6 el desaffo con la consecuente satisfaccién. del cliente chino al conseguir abrirse paso en un mercado con fama de dificil. También el reto de la confianza acabé con éxito. Sulzer Diesel acepté asi entregar un material a otro cliente chino sin carta de crédito previa (una apuesta increible que en el caso de otras empresas no ha tenido este final feliz), contribuyendo a afianzar la credibilidad de la empresa y su reputacidn. El propio Bertrand Martin fue invitado por un banco chino a exponer sus métodos para conocer los fundamentos de este valor fundamental que es la confianza. «Todos sus clientes estén enormemente satisfechos y ustedes jamés se han retrasado ni un solo dia. En este caso, ustedes son Ja sociedad europea. Su personal ha demostrado un comporta- miento ejemplar. Por eso es por lo que yo queria conocerle. 4Cémo Io hacen?»!° 10 En la justificacién de la demanda de los chinos encontramos dos ideas confucionis- tas: la ejemplaridad, indispensable para la moralidad, y la fiabilidad, necesaria para la confianza. 96 DIRIGIR SEGUN LA ESCUELA DE CONFUCIO La delegacién es también un ejercicio peligroso que pone a prueba la confianza. Los chinos tienen una postura muy clara sobre el individuo: ren bu yong, yong ren bu yi RAAA, MARS». si dudas de guien no Io utilices, si lo utilizas no dudes de él. Un empresario chino fue quien nos cit6 por primera vez esta frase, A partir de ese momento no la hemos olvidado jamés. Sun Zi, estratega militar, hizo de una gestién equilibrada de la de- legacién traducida como un imperativo de no ingerencia, uno de los factores clave del éxito de las operaciones guerreras. «Un soberano no interfiere en la direccién de los asuntos.» En los diferentes estudios que hemos realizado sobre las aplicaci nes de los valores a situaciones de empresa, la delegacién y el espiritu de control, por un lado, y la delegacién y la ingerencia, por otro, son dos temas que aparecen de manera recurrente, lo que indica una cierta inquietud con respecto a la intensidad de los controles y a su inten- | cién subyacente. Los informes y los controles, ambos actos directivos totalmen- te necesarios, en realidad son lo mismo que los contratos, es decir, pruebas de una situaci6n de falta de confianza. Cada cual debe preguntarse cual es el espiritu con el que se realizan. Para algunos se trata de un seguimiento y de un control de la acti- vidad que permite al directivo intervenir en el mejor momento, mo- dificar una situacién mal encaminada 0 evitar el fracaso. Para otros, se trata de un acto que sirve para reafirmar al directivo que no estd se- guro de si mismo (y, por tanto, tampoco de sus equipos) para verificar algo que sospechaba. Hay tres formas de analizar esta situacion y de resolver el proble- ma que plantea: —si las sospechas son fundadas, reflexiono sobre la proposicién china, y en caso de duda no la utilizo; —si las sospechas son infundadas dejaré de exigir unos informes y controles que seran intitiles; —si las sospechas son infundadas y quizd debiera preguntarme sobre la naturaleza de las mismas, el origen esté en un movi- miento browniano consumidor de recursos. LOS VALORES CONFUCIANOS Y LAS CUALIDADES DEL LIDER 97 3 in ren, zi xin bu yi ren» @RABA, AERA»,

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