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Fiesta en el dlamo Dia reas via me sentaba a obser var un viejo élamo que habia frente a la en- trada de_mi casa. Descubri, entonces, que cen los drboles existe un tipo de vida desco- nocida y fascinante y fue asi como presen- cig la mas hermosa fiesta que jamas pude imaginar. Se trataba de una boda. Dos chinitas enamoradas iban a casarse. Desde los distintos orificios del viejo tronco, se producian los movimientos de los [personajes que participaban en el evento: ‘Muy calladas dos arafias viejas y flacas tejian el hermoso velo de la novia. Seis chanchitos oscuros y gordos asea- ban el lugar, poniendo todo en orden. Cuatro langostas muy verdes, mime- tizadas entre el follaje, cortaban hojas para 16 decorar el lugar con sus aserradas mandi- bulas. Las hacendosas hormigas iban y venian en filas interminables, trayendo alimentos Yy preparando deliciosos platos. La torta, que también fabricaron las hormiguitas, se hizo entera de miel regala~ da por unas amorosas amigas de la novia: las abgjtas Dulce y Exquisita Abajo, y algo escondidos, dos pololos verdes preparaban el altar para la ceremo- nia, Muy despacito, como con timidez, cin- co grillos ensayaban un coro que animaria tanto la boda como la fiesta El gran momento se acercaba. Todo es- taba dispuesto, el lugar limpio y bien deco- rado, los deliciosos platos listos, la torta se veia deliciosa y ademas habia sido adorna~ da entera con flores frescas del lugar. Los integrantes del coro se habjan ubi- cado sobre un pequefio tronco. Ala entrada del lugar, donde habia de celebrarse la ceremonia, dos espigados 18 palotes cruzaban sus delgadas patitas for- mando un arco triunfal por donde pasarian los novios. Alf Ilegaba la feliz pareja. Ellacon un colorido traje a rayas anaranjadas y negras, se vela muy hermosa; toda cubierta por un velo fino tejido con paciencia y carifio. En sus enormes ojits se vefarefejada una gran emocién. £, muy apuesto, con su traje negro de ‘manchas anaranjadas, s6lo habia agregado tun toque de elegancia: una corbata humita de raso negro. ‘Avanzaron de la mano muy sonrientes. Un gusano rojizo muy serio se encontraba en el altar para actuar como maestro de ce- Durante todo el tiempo que duré la boda tres mariposasen vuelo rasante, Iucien- do los mas bellos colores, dejaron caer po- len amarillo y perfumado en augurio de di- cha etema para los nuevos espos0s. ‘Al finalizar la fiesta, cerca del atarde- 19 cer, los novios se despidieron y se alejaron de la mano para inaugurar su nuevo hogar. Los invitados, en tanto, regresaron a sus casas felices y se fueron a dormir, cansados ¥ contentos, pensando que al dia siguiente deberian retomar sus deberes cotidianos, ‘Nunca he podido dejar de pensar en lo ‘que vi y les he contado, ya que reconoci en. cada actitud de los participantes un acto de ‘amor, cooperacién, solidaridad y esfuerzo comunitario.

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