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El problema de LO FINITO Y LO INFINITO §. MELIUJIN El problema de LO FINITO Y LO INFINITO ‘Traduccién directa del ruso por LYDIA KUPER DE VELASCO EDITORIAL GRIJALBO, 8. A. Méxreo, D.F. Esta traduccién ha sido hecha directamente de la edicién tusa, en virtud de contrato firmado el 16 de diciembre de 1959 con Mezhdunarodnaia Kniga, Plaza Smolenskaya-Sennaya, 32/34, Mosca. INDICE © 1960 por Editorial Grijalbo, 5. A. Avenida Granjas, 82, México, 16, D. F. ENTRODUCCION ©... - - ee ee Seccién primera £L PROBLEMA DE LO FINITO Y LO INFINITO EN LA ESTRUCTURA Y EN LAS PROPIEDADES DE LA MATERIA CapituLo I: APARICIGN Y DESARROLLO DE LAS NOCIONES MATERIALIS- ‘TAS DIALECTICAS SOBRE LA ESTRUCTURA Y PROPIEDADES DE LA MA- TERIA... toe ce . La teoria de le divisibilidad infinita de la materia y laa ato- mistica. . ran - . Ideas de la Edad Moderna : 3. Los grandes descubrimientos en la estructura de la materia a fines del siglo xtx y principios del xx . . 4, Bl materialismo dialéetico y el cardcter inagotable de la materia Rescrvados todas.tos derechos. Este libra no puede ser reproducido, en todo o en parte, en farma alguna, sin permiso. Capituto H: CARACTER INAGOTABLE DE LAS PARTICULAS ELEMENTALES DE LA MATERIA . noe 1, Descubrimiento de los diferentes elementos . 2. Propiedades fundamentales de las particulas clementales « 3. Leyes de las transformaciones mutuas de las particulas . 4. Dependencia de Jas propiedades de las particulas respecto de sus nexos . . 5. Unidad de campos y de particulas . Capfruto HI; ConTINUIDAD Y DISCONTINUIDAD DE LA MATERIA A LA LUZ DE LOS DATOS ACTUALES . . Le toe . Unidad de contratios en las propiedades de la materia . 2. Las relaciones mutuas entre campo y cuerpo vistas por la Fisica actual . Unidad de las propiedates corpasculares ? ondalatorias “de los microobjetos . °. 4. Caréetes cuintico de las, propiedad ¢ interacciones de cicro- objetos ren . Finitud e infinitud ‘de ‘la ‘matetia . IMPRESO EN MEXICO PRINTED IN MEXICO 5 iw i 29 a7 B 35 33 6? 78 7 109 ud 123 138 150 6 INDICE, Seccién segunda INFINITUD DE LA MATERIA EN EL ESPACIO Y EN EL TIEMPO CapiTuto I: Bask FILOSGFICA DEL PROBLEMA DE LA INFINITUD DEL ES- PACIO Y EL TIEMPO . : : 1, Solucién de problema en la filosotta premarxista. 2. Posicia del materialism daléctico en el problema de la infini- tud del espacio yel tiempo... . : CaPiruLo H: La CoSMOLOGIA MODERNA ¥ LA INFINITUD DEL LINIVERSO 1, Estructura de la galaxia y la metagalaxia . 2. Paradojas del infinito 3. Propiedades métricas del espacio y del Sampo | 4. Dilatacién de la metagalaxia . CapPiruLo TI: L&YES DEL DESARROLLO DE LA MATERIA EN EL UNIVERSO 1. Desarrollo de a materia inorgdnica . 2. Desarrollo de los objetos césmnicos’ . 3. Formacién de los elementos quimicos . 4, Relaciones reciprocas entre la iereversibilidad y Ma rotacién | de la materia en el desarrollo . 5. Ley de incremento dela entropia. . 6. Caracter determinista del desarrollo en la ‘naturaleza . 159 159 171 181 181 185 195 202 213 213 224 Ba 240 250 264 in, joven profesor de Filosofia de Leningrado, trata en su libto de lo finito y de lo infinito, problema filoséfico y cientifico poco estudiado todavia. Basindose en el progreso de la Fisica y la Astronomia modernas, el autor expone en forma accesible ia teorfa del materialismo dialéctico sobre la infinitud de la materia y sus propiedades, sobre {2 ilimitacién del espacio y del tiempo. Habia en su obra del caricter itagotable de la ma- teria y de sus formas, del vinculo dialéctico de io continuo y discontinuo en conceptus de Fisica moderna como los de particula y campo, y muestra la transmutacién reciproca de las diversas formas de la materia en el microcosmos. En un apartado espe- cial, Meliujin analiza ‘a infinitud de la materia en el espacio y en el tiempo, peniendo de manifiesto Ja inconsistencia de las concepciones idealistas sobre el caracter finito del Universo. El autor estudia atentamente las leyes generates que tigen el des- arrollo del mundo material, asi como e! determinismo y la evo- lucién de las formas césmicas de Ia materia. INTRODUCCION En su vida cotidiana, Ja inmensa mayoria de los seres humanos, ocupados en sus miltiples quehaceres, no se detiene a pensar en las leyes generales de la existencia y son muchos los que tienen sobre ellas una nocién mis que vaga. Problemas como la infinitud del Universo, la eternidad de Ja materia en el tiempo y el caracter inex- haustivo de su estructura se asocian en Ja conciencia de las gentes con algo suraamente abstracto e inaccesible para una inteligencia corriente. En nuestra experiencia cotidiana todos tos objetos y fendmenos estén Jimitados en el tiempo, tienen principio y fin, por lo cual la idea de lo infinito es ajena a nuestras representaciones concretas. Sin embargo, la concepcién cientifica del Universo no se limita a los datos que nos proporciona la experiencia de Ja vida, sino que ele- va el conocimiento de Ja naturaleza a un grado incomparablemente més alto. En ese aspocto, el problema de lo infinito adquiere impor- tancia primordial y no es casual que se haya planteado en la ciencia y en la filosofia a lo largo de toda su historia, Las soluciones alcanzadas fueron tan asombrosas y cautivadoras que su influjo se ha dejado sen- tir-constantemente en fas concepciones generales sobre el mundo. La idea de la infinitud del Universo comenzé a penetrar mis y mis cn Ja conciencia de la poblacién culta, imprimiendo su huella hasta en nucstras percepciones, Basta que un individuo salga de su casa en clara noche sin luna y, olvidando sus miltiples preocupaciones, dirija su mirada hacia el cielo oscuro tachonado de miriadas de estrellas, para que la idea de lo sublime e infinito de Ja naturaleza embargue su dnimo. Lomonésoy expres6 elocuentemente ese sentimiento: Un abismo de estrellas Heno a mi vis® se ofrece; ‘no tienen fin las estrellas ni fondo tiene el abismo. 9 10 INTRODUCCION En un futuro no muy lejano, esa sensacién de infinitud césmica sera experimentada con mucha mayor intensidad por Jas tripulaciones de las naves interplanetarias: verin la negra profundidad sin fondo del espacio sembrada de numerosas estrellas mucho mis refulgentes que en las claras noches de luna y visibles hasta con la luz cegadora del sol. La nave interplanetaria, completamente silenciosa y sin nin- Suna sacudida, atravesard espacios inmensos, trasladando seres que han logrado conocer las leyes de la naturaleza y, gracias a ello, so- meterla. La solucién que el materialismo dialéctico da al problema de lo infinito difiere en absoluto de la solucién idealista-religiosa, En Ja conciencia del creyente, la idea de lo infinito se vinculdé siempre a Dios, como ser inconmensurable y todopoderoso, ubicuo en la natu- raleza y por encima de ella, El hombre religioso, cuando ) se hallaba solo, abandonado en los ilimitados espacios de la tierra-yel mar, vol- via a Dios sus pensamientos y oraciones. Todas las cualidades que la teligién adjudicaba a Dios iban acompafiadas del atributo de lo infi- nito: infinita sabidutia, infinita justicia, poder, etc. Pero de esa forma no se resolvia el problema de lo infinito, ni siquiera se planteaba correctamente, sino que se declaraba incognoscible, pues de antema- no se aceptaba que fa esencia divina era inconcebible para la mente humana. Sin embargo, el hecho de que los tedlogos trasladasen el proble- ma de Jo infinito del campo de Ia investigacién racional al mistico € incognoscible, no hizo avanzar en nada el conocimiento humano. “Para algunos sabihondos — escribia Lomonésov — es muy facil pa- sar por filésofos, aprendiendo de memoria cuatro palabras: Dios lo hizo asi, y presentandolas como respuesta en vez de explicaz las causas.""* En oposicién a la religién y al idealismo, el materialismo dialéc- tico vincula el problema de Jo finito e infinito a la propia materia en movimiento como tinica sustancia primordial del mundo. La ma- teria es infinita en el espacio y etetna en el tiempo, es increada e in- destructible. Al mismo tiempo, cada objeto material es inagotable en sus propiedades. Por lo tanto, el concepto de infinito puede aplicas- se no sdlo al Universo en conjunto, sino también a cada objeto ma- 1M. Lomondsov, Obras filoséficas escogidas, Gospolitizdat, 1950, pag. 397. INTRODUCCION il terial. En la naturaleza no existen cuerpos absolutamente simples. La simplicidad no es ms que aparente en relacién con algan otro ob- jeto ya estudiado y considerado como evidente. Pero si ese mismo fenémeno u objeto lo tomamos en otros vinculos y relaciones, si plan- teamos el problema de Ja esencia fisica de sus propiedades, esa sim- plicidad aparente desaparecera y se nos presentar4 un enigma que no podremos resolver de buenas a primeras. a ; El conocimiento de Jo infinito, por su ptopia esencia, jamds podra ser culminado. Segin Engels, se efectuara “en forma de un progreso asintético ilimitado”. La complejidad y multiplicidad del Cosmos su- peran en grado inconmensurable la imaginacién humana, y todo nos dice que la superaran siempre. — El problema de la interaccién de Jo finito y lo infinito ofrece gran interés en tres aspectos fundamentales: aplicado a la estructura de 2a materia en escala del microcosmos, a la del Universo en su conjunto y, finalmente, en el plano de la eternidad de Ja existencia y el desarrollo de la materia en el tiempo. A esos tres aspectos corres ponden las siguientes preguntas, que desde tiempo inmemorial inte- resan a Ja ciencia y a fa filosofia: 1) Es infinita la materia en profundidad, en su estructura, ° existen particulas primarias y siooplicisimas con un ndmero limitado de propiedades? 2) ¢Es infinito el Universo en el espacio, 0 el mundo es algo cerrado y no se le puede aplicar el concepto de infinito, o cabe apli- carselo con limitaciones? . 3) Es infinita Ja existencia y el desarrollo del mundo en el tiem- po, 0 ha existido en el pasado un comienzo de Universo que serd seguido inevitablemente por el aniquilamiento de todo lo existente? Las diferentes respuestas a esas preguntas han contribuido a la divisién de los filésofos en materialistas ¢ idealistas, asi como en pattidarios de los métodos metafisicos o dialécticos de pensamiento. El materialismo dialéctico acepta coro punto de partida Ja res- puesta afirmativa a las tres preguntas formuladas, es decir, admite que Ja materia es inagotable€n profundidad, infinita en el espacio y eterna en el tiempo. Estas tesis del materialismo dialéctico no son, propiamente dichas, aprioristicas, anteriores a Ia experiencia; se basan en la generalizacién de todos los avances de la ciencia y la técnica. 12 INTRODUCCION Pero Ja respuesta general afirmativa a las tres preguntas no sig- nifica la total solucién del problema. Es imprescindible demostrar concretamente que la materia es inagotable en sus propiedades ¢ in- finita en el espacio y en el tiempo, El caracter inagotable de la ma- teria puede comprenderse en el sentido de su infinito fraccionamiento mecénico, pero también cabe comprenderlo de otro modo comple- tamente distinto; Ja infinitud del Universo en el espacio puede rela- cionarse con la idea de 1a distribucién homogénea y uniforme de una misma sustancia, pero también puede ser enfocada de manera com- pletamente distinta. Hoy dia es imposible hallar la solucién de todos esos problemas por via puramente filoséfica. Para conseguirlo se pre- cisa, ante todo, una cantidad enorme de datos cientificos experi- mentales y teéricos, que, a su vez, requieren un anilisis filos6fico pa- ra set debidamente comprendidos. Como es natural, la solucién de esos problemas tan extraordinariamente complejos se alcanza en un limite infinito, pues, como suele decirse, nadie puede abarcar lo in- abarcable. Cada nueva etapa en el desarrollo de la ciencia contribuye a la comprensién general de la infinitud del Universo. La ciencia ha alcanzado ya resultados de suma importancia, que permiten abordar correctamente Ja solucién de ese problema. Sin em- bargo, es preciso distinguir entre la concepcién puramente matema- tica y fisica de lo imfinito. Desde el punto de vista matematico, siem- pre cabe idear una magnitud que sea mayor 0 menor que todo cuanto conocemos. Hoy dia, el limite del conocimiento cientifico en el es- pacio se extiende desde un orden de 10-* cm, que caracteriza la ex- tensién de las particulas elementales, hasta de 10°" cm de distancia, que es ja alcanzada en las profundidades del Cosmos por los teles- copios moderttos, Una magnitud mayor (o menor) que otra en 10 veces es un mimero semamente limitado si juzgamos por la magnitud del exponente de potencia. Podemos citar numerosas cifras que sean muchisimo mayores, por ejemplo, diez elevado a la millonésima po- tencia, diez a 1a milmillonésima, etc. Tal acumulaciéa de cifras,-légicamente admisible, no contribuye a la comprensién cientifica de la nafhraleza. Esas magnitudes tan vastas pueden concebirse tan sdlo en conceptos e imagenes que se han tomado de esferas det Universo accesibles a nosotros. Si el pro- blema de Jo infinito lo examinamos tnicamente desde el purto de INTRODUCCION 13 vista matematico, ningan conocimiento nuevo podria setvitnos, ni siquiera como una posibilidad remota, para resolver o plantear co- rrectamente el problema en cuestién. Pero ademas de Ja concepcién matemitica de lo infinito, existe Ja fisica. Entendemos por ello el c6mputo de las relaciones efectivas y teciprocas de los cuerpos, bajo las cuales esos cuerpos se mani- fiestan como magnitudes fisicas infinitamente geandes e infinita- mente pequefias, aunque desde el punto de vista matemitico la rela- cién de sus propiedades pueda ser representada con un niimeto finito, Si examinamos, por ejemplo, fa interaccién del electrén y la Tierra, la masa de Ja Tierra, en relacién con el electron, sera infinita desde el punto de vista fisico, es decir, en el plano de su interaccién real, aun- que desde el punto de vista matemitico Ja relacién de las masas se expresaré con un numero finito. MM, 6-10%% M, 9- 10-*g Por otra parte, si investigamos la interaccién de la Tierra y la me- tapalaxia, veremos que en esa accién reciproca la propia Tierra sera una magnitud infinitamente mindscula, aunque la relacién de las mMasas se expresatd con un niimero finito. Este importante hecho ha sido reflejado desde hace tiempo en varios conceptos de la fisica, pot ejemplo, en el concepto de “recurso a lo infinito”, que se emplea para caracterizar las condiciones fisicas en regiones tan alejadas del sistema dado que sus campos y fuerzas vigentes se consideran igua- les a cero, En fisica se emplea asimismo el concepto de punto ma- terial, que se aplica a cuetpos cuyas dimensiones, en el caso dado, no importan gran cosa. En relacién con el tipo de enlaces que se es- tudian, el punto material puede ser el atomo, la Tierra, el Sol, etc. La concepcién fisica de lo infinito no es puramente convencional, ya que pone de manifiesto diversos aspectos reales de la infinitud césmica. En nuestro trabajo analizaremos preferentemente la infini- tud del Universo segin los datos de la Fisica y de la Astronomia modernas. No se expone ef aspecto matemitico de esa cuestién, pues se puede encontrar en todo trabajo serio de anilisis matematico. El anilisis fisico del problema de to infinito contribuye mucho mis al conocimiento concreto de la naturaleza que Ja simple mani- Pulacién matematica de ese concepto. En Matemiticas, lo infinito = 67-108, 14 INTRODUCCION aparece bien como un nimero mayor que la cifra enunciada ante- tiormente, bien como un proceso interminable, que se repite cons- tantemente y es homogéneo en todas sus etapas, Las Matemiaticas ope- ran solamente con el concepto de los cambios cuantitativos, mientras que la Fisica, ademas de tomar en consideracién esos cambios, esiu- dia también los cualitativos al pasar de una escala a otra. En las nuevas esferas, Jos antiguos métodos de investigacién pueden resul- tar inaplicables. Como es natural, esto no debe interpretarse como un menosprecio det papel y de la importancia de las Matematicas. Hemos querido sefialar inicamente que el problema de Ja infinitud césmica no se soluciona en el plano matemiatico puro y, mds alin, que esa solucién puede proporcionar resultados que no correspondan a lq realidad. La explicacién fisica resulta mucho mas elocuente y enjudidiosa que la simple manipulacién matemitica de ese concepto. Al mismo tiempo, debemos subrayar que el conocimiento de la infinitud del Universo desde el punto de vista fisico nos amplia mas y mas los limites de la esfera césmica que nos es accesible, acercindo- nos asi a la concepcién de 1a infinitud del espacio y del tiempo que describen Jas Matemiticas. Engels decia que tode conocimiento real y exhaustivo consiste en que nuestro entendimiento eleva lo singular de la singularidad a lo particular y esto a lo universal; en que hailamos y comprobamos lo infinito en Io finito, la eterno en lo perecedero. “Todo verdadero conocimiento de Ja naturaleza es conocimiento de Jo eterno ¢ infinito y, por lo tanto, es absoluto por su esencia.” * Iniciaremos el estudio del problema de lo infinito con un breve anilisis de las soluciones dadas por Ia ciencia y Ja filosofia anterio- tes. Eso nos ayudari a entender correctamente el planteamicnto de dicho problema en la ciencia moderna. “... La teoria cientifica necesita conocer el desarrollo histérico del pensamiento humano ~~ decia Engels —, asi como las concep- ciones imperantes en las diversas épocas sobre los vinculos universa- les del mundo exterior, porque, aparte, de todo lo demis, le propor- cionan la escala necesaria para enjuiciar las teorias que ella misma enuncia,” * 2B. Engels, Dialécica de la naturaleaa, Gospolitizdat, 1955, pig. 186. 3 Ibidem, pag. 22-23. Seccién primera EL PROBLEMA DE LO FINITO Y LO INFINITO EN LA ESTRUCTURA Y EN LAS PROPIEDADES DE LA MATERIA Capiruto APARICION ¥ DESARROLLO DE LAS NOCIONES MATERIALISTAS DIALECTICAS SOBRE LA ESTRUCTURA Y PROPIEDADES DE LA MATERIA § 1. La teoria de la divisibilidad infinita de la materia y la atomistica Cuando tos seres humanos — en épocas todavia remotas — abor- daron por vez primera el estudio consciente de Ia naturaleza, llega- ron a Ja conclusién de que toda la innumerable variedad de cuerpos tenia por base cierto principio Unico, cuyas diversas combinaciones determinaban Ja riqueza de colores y formas del mundo circundante. Tales de Mileto (s. vu-vi a. de o.e.) consideraba que ese princi- pio era el agua; para Anaximenes (5s. Vi a. de n.e.) era el aire, y para Héraclito (s. vi-v a. de n.e.), el fuego. Cada uno de esos fil6- sofos vinculaba al concepto de materia una de sus formas sensoriales concretas. Tan sdlo en la filosofia de Anaximandro —- disttpulo de Tales — se aceptaba por vez primera como principio del mundo un medio no material, sino una materia indeterminada e infinita que llamaba apeiron. Las divetsas partes del apeiron se transmutaban re~ ciprocamente, pero él, en su conjunto, no podia transformarse en ninguna otra materia, Sin embargo, para conocer la base material de las cosas, mas importante que designar un principio y darle nombre general era explicar concretamente la estructura de ese principio. En Ja explica- cién de la estructura de Ja materia cabian dos posibilidades: bien Teconocer que tenia una constitucién homogénea y continua, y enton- ces cada una de sus partes, por pequefia que fuese, poseia las mismas 7 18 NOCIONES MATERIALISTAS DIALECTICAS SOBRE LA MATERIA ptopiedades que las de mayor magnitud, bien admitir que estaba fraccionada en numerosas formaciones, cada una de Jas cuales poseia propiedades distintas que las de los cuerpos habituales. Ambas con- cepciones tomarcn forma concreta y dieron origen a diversas teorias filoséficas. La segunda concepcién, comparada con la primera, ofre- cia mayores posibilidades para un espirity creador y, al mismo tiem- po, estaba en mayor consonancia con sumerosos hechos observados. Con fa tecria de la continuidad y homogeneidad de la materia, ad- mitiase la existencia constante de unas y las mismas propiedades por mucho ve se adentrase en 1a estructura de la materia; la segunda concepciéa, en cambio, proclamaba la multiformidad del Universo y autorizaba a explicar la aparicién de las cualidades como resultado de combinaciones de los elementos primariog de la materia. La segunda concepcién, en su desarrollo 'histérico, desembocéd en la teoria atomista de la matetia. Es propio del entendimiento huma- no Ia tendencia a fraccionar Ja naturaleza en sus partes componentes y buscar ciertos principios elementales y primarios cuyas diversas com- binaciones expliquen Ja enorme diversidad de objetos que en 1a na- turaleza encontramos. Ello dio origen a Ja teoria atomista en filoso- fia. Es dificil concretar hoy dia el lugar donde fue expuesta por vez primera, En todo caso, en la filosofia de la China antigua, asi como de Ja -ntigua India, en las doctriuas de los jainistas, de los vai- seshikas ¥ nyayas, existen teorias sobre la materia constituida por esas infinitas y mintsculas particulas que fos griegos Hamaron dtomos. Kanada, filésofo de la antigua India, decia que los 4tomos de las sustancias elementales — el fuego, el agua, el aire y la tierra —- son increados e indestructibles; son inextensos y sélo en sus diversas com- binaciones forman cuerpos extensos. En la filosofia de la antigua Grecia, la teoria de Ja divisibilidad infinita de la materia y el atomismo surgen en el s. V a. de ne. El primero en formularla claramente fue Anaxagoras (hacia 500-428 a. de n.e.), quien consideraba que la materia estaba constituida por elementos primarios, infinitamente pequefios, que él calificaba de “se- tmillas de las cosas”. Todo cambio es tesultado de las diferentes com- binaciones de esos elementos, cada uno de los cuales posee las mis- amas cualidades que la cusa en su conjunto. Las cualidades de las co- ‘sas mo surgen por si solas, pues siempre han existido y en Ja misma LA ATOMISTICA 19 forma desde cuerpos celestes hasta corpisculos infinitimente peque- fos. Por insignificante que sea una particula, encierra en si todo un mundo, En cada una de ellas, decia Anaxigoras, “hay ciudades po- bladas de gente, campos Jabrados, brillan el sol, la luna y otras es- trellas, lo mismo que en nuestra Tierra”. * Leucipo (afios 500-440 a. de n.e.) y Demécrito (hacia 460-370 a.den.e.), fundadores del atomismo griego, mantenian distinto cri- terio sobre la estructura de la materia. A diferencia de Anaxagoras consideraban que 1a materia es divisible, pero hasta cierto punto nada mis; y los tiltimos elementys, los 4tomos, poseen propiedades dis- tintas a Jos de los cuerpos grandes. Son impenetrables, absolutamente solidos y s¢ distinguen Gnicamente por la forma. En el espacio infi- nito existen incontables mundos formados por cantidades inconmen- surables de atomos. A Demécrito se le debe la hipétesis de que la Via Lactea est formada por infinitas estrellas, tan alejadas de nosotros que su luz se funde en un continuo y tenue resplandor; por analo- gia, dice que otros entes que parecen continuos estan constituidos en realidad por numerosos cuerpos discretos. La arena del mar vista de lejos parece una masa continua, pero de hecho esta formada por un niimero ingente de arenillas. Y es muy natural suponer que también el agua del mar estd constituida por particulas atin mas pequefias. Ademéas de los cuerpos sélidos y Iiquidos, los atomos forman el aire, Si por la ventana o la puerta de una Rabitacién oscura hacemos entrar un rayo de sol, veremos numerosas y diminutas particulas, invisibles hasta entonces. De la misma forma, el propio aire esta compuesto de numerosos atomos, invisibles por su pequefiez. Sin embargo, pese a la insignificancia de sus dimensiones, los 4tomos no son puntos geométricos, sino cuerpos extensos. Los dtomos flotan continuamente en el espacio vacio y al chocar entre si forman todos los cuerpos. El vacio es condicién indispensa- ble para el movimiento, pues éste, en opinién de los atomistas, seria imposible si la materia !lenase todo el espacio. El atomismo de los pensadores de la Antigiiedad era una concep- epeoreo rt ap uso) 1Z -1y vy ap aseq & + epeosea wana [GO9 3g aree9 + m OL onset = ap uguadtyy | 02 |~- |--— — o~ Ad ee | re a ern Fur Au > tw 3 sezei ehel le OT XK 92 a1) Be OFZ = ot Ruquedie | gy ssotaard soveq, g convo] je ¢a} | OlX(cr'ox98'0) 1 ¥ezez 1K to Rugvadyy) 21 FT cot at a = oe > vox’ | * at Ol XE OT 37 18 a ovnosoe 91 suoonu | - ~ Yury fa yo | ugnmaunuy GT -nuy ar oy ut qd “ugerdguy | +1 souoayon osetia | 4t+a+d [ orxim | % | soeeer u vos upanay | gy N 0 Tes ca | % zi'9eat d "8s ugg | ar ~ “sosou9uE | a ~ ~ i; —— | sna ovod nos |, | - wroye sod soan | E i se8ou gd ysou | f° sosatu op sou |B sousap |B { / augos sop al 5 | ! Sut > > peugsaunuy | aon sora] | 3 = 696 “Mot + Spuosupey i ups Sy our09 20 9 = 986 eugsayy ueatajuisop | ew 40 | 8% = 8'F96 asta asfeptaop | e <0 Of F 0b96 SUS odwan ‘ ounmnamuy | ¢ 0 | agers co % | so00'C> 4 | 7 Tounnay) z 0 | aiqeeg oo C Q “ vugied | 1 or 6) 8 t 9 ¢ + | z T / (2254 Us) —™ ~ wep 9 (obs 9) (agn29p suopEasssqQ, on spa spade, | A {se mREL HE) | oqus oaquionr ety 5 e SPIVININATA SVINDILYVE FA OWdYAD 70 LAS PARTICULAS ELEMENTALES DE LA MATERIA de ese concepto ha evolucionado considerablemente en las Ultimas décadas. En Ja Fisica cldsica, el concepto de masa se identificaba fre- cuentemente con el de materia y 1a ley de conservacién de Ja masa se consideraba légicamente como la ley de conservacién de Ia materia, En Ia actualidad se estima que la masa es una propiedad de la mate- tia, muy esencial por cierto, pero de naturaleza todavia desconocida. La masa caracteriza las propiedades de inercia y gravitacién y repre- senta la medida de Ja inercia y de los nexos gravitatorios de los cuer- pos. La masa inerte y la masa gravitatoria son exactamente iguales, y esto nos demuestra que la inercia y la gravitacién son dos aspectos indisolubles de una misma sustancia. Sin embargo, la definicién que hemos dado de 1a masa no abarca a tddas sus peculiaridades especificas. La teoria actual nos dice qué la masa est indisolublemente vinculada a la energia, segin la ley 7 = mc*, en fa cual m es Ja masa propia y ¢ la velocidad de la luz. Esta ley afirma que toda variacién de la masa guatda relaci6n con Ja variacién proporcional de la energia del cuerpo, y viceversa, todo cambio de energia provoca el cambio de la masa. Debido al gran valor del coeficiente de proporcionalidad — cuadrado de velocidad de la luz —, Ja variacién de la masa en los procesos ordinarios es tan insignificante que practicamente se puede despreciar. Por ejemplo, ei incremento de la masa durante el calentamiento de 200 ton de agua a 100° equivaldria solamente a un miligramo. Pero en la regién de los microprocesos, donde la energia de las particulas en interaccién suele ser muy grande, la variacién de la masa puede ser may sustancial. Cuando las particuias se transforman en cuantos del campo electro- magnético, la masa de reposo puede desaparecer totalmente, trans- formindose en masa de movimiento de fotones. El aumento de Ja energia cinética de la particula puede producir también la correspondiente variacién de Ja masa, que aumenta con- forme fa velocidad de Ja particula se aproxima a la velocidad de Ja luz. En los aceleradores modernos Jas particulas logran aumentar su masa, que babitualmente supera en cientos de veces Ja magnitud de Ja masa de reposo de la particula. e La energia total encerrada en cada particula, de acuerdo con la re- lacion E = me*, es muy grande. Es 1a energia que tendrian los cuan- tos del campo clectromagnético si Ja particula dada se hubiera irra PROPIEDADES FUNDAMENTALES DE LAS PARYICULAS 71 diado. Por ejemplo, si un gramo de cualquier materia se irradiase, Jos cuantos formados tendrian una energia de $- i0°” erg, Esa energia seria suficiente para calentar 200.000 ton de agua de 0° a 100° C. La masa del cuerpo se sueie dividir en dos partes: activa y pasiva. La parte activa de la masa corresponde a la parte de la materia que se transforma realmente en radiacion durante }os mictoprocesos. Den- tro de las estrellas, en las bombas atémicas © en las instalaciones de energia nuclear no Hega a un 1% la materia que se transforma en radiacién. Por ctlo, la masa activa, que es la medida de la energia realmente liberada, constiruye menos de un 1% de toda Ja masa det cuerpo. La parte restante es pasiva y de hecho no toma parte directa en las transmutaciones eneryeéticas, Sin embargo, la divisién de la masa en activa y pasiva es correcta sélo para los casos conocides de transformacion de ia materia en radiaciones en escalas relativamente grandes, y no se debe elevar a la categoria de verdad absoluta. El hecho de que existan antiprotones, antineutrones y otras antiparticulas capaces de aniquilaciéa, nos de- muestra que las particulas pueden transformarse plenamente en ra- diacion, Si en algtin lugar del Universo existe gran cantidad de ato- mos constituidos por antiparticulas, entonces, al chocar con Jos atomos corrientes se originasian potentes procesos de itansformacién de ja materia en radiacién. Asi, pues, la masa de la materia puede ser acti- va, ¢s decir, toda la masa es la medida de la Propia energia interna del cuerpo que es capaz de liberarse en forma activa, Importa sefialar, sin embargo, que la Propia masa no es algo ho- mogeneo pata todos los microobjetos. Los electrones, protones, neu- trones y otras particulas materiales tienen masa de reposo, mientras que los cuaatos del campo electromagnético y gravitatorio no la tie- Ben, pues sdlo poseen masa de movimiento, a R een de ape Kes fotones tienen masa Geterminada ‘fo es fobs por fa an ope ; i, compute formal de fa energia del cn elena ; *s gun ja rel lacién B= mt Los fotones poseen, mae le Propics des ge *nercia y Biavitacién, que caracterizan aia Presién sobre tos cuetpos Ie encucate Ds vs tori oc iedoree de ondas elaton. “po que encuentran a su paso; los irradiadores sentido: neticas experimentan una fuerza de retroceso en lnverso, de donde se deduce que {os futones tienen determi. 72 LAS PARTICULAS ELEMENTALES DE LA MATERIA nada inercia. Al mismo tiempo, los rayos luminosos interactian con el campo gravitatorio. Los rayos de luz se desvian en Jos campos gra- vitatorios de los cuerpos de gran masa; la frecuencia de ta luz en Ja irradiaciéa de cuerpos de gran masa y densidad disminuye bajo el efecto de un potente campo gravitatorio. Erenfest y ‘Tolman han in- vestigado teéricamente el campo gravitatorio producido por un es- trecho haz de luz. Este es muy débil, pero lo importante es el propio hecho de ja relacién del campo gravitatorio con el electramagnético. De ahi se deduce que si los fotones poscen propiedades de inercia y Rravitacién, deben poseer asimismo, en cierta medida, esas propieda- des. Esa medida, como hemos sefialado ya, es 1a masa, pero en el caso de fotones no sera masa de reposo, sino de movimiento, En efecto, Ja irradiacién de luz por Jos cuerpos ocasiona una pérdida de su masa, Nuestro Sol, por ejemplo, pierde a causa de la radiacién 4,200,000 ton de masa por segundo. A la Tierra le corresponde una parte muy insignificante de esa radiacién; sin embargo, el incremento de la masa de Ia Tierra, s6lo a expensas de la itradiacién solar, es de ‘unos 250 ég por segundo. Resumiendo Io dicho cabe Ilegar a la conclusién de que fa masa es la medida de Ia inercia y de los nexos gravitatorios, asi como la medida de 1a propia energia interna de los microobjetos, lo mismo si se trata de particulas materiales que de cuantos del campo electro- magnético. Lo dicho no resume todas Jas peculiaridades de 1a masa como una de las propicdades mis importantes de las particulas. Los datos de que disponemos sobre su naturaleza nos hablan de una propiedad su- mamente compleja por sus manifestaciones, Mas adelante volveremos a ese problema; ahora pasatemos a examinar brevemente otras pro- piedades esenciales de Jas particulas. La siguiente propiedad importante es Ja carga eléctrica, propia de muchas particulas, La carga cxpresa cl nexo de las particulas con el campo electromagnético, le mismo que Ja masa expresa el nexo con el campo gravitatorio. Cada uno de estos campos contribuye a la estruc- twra de las particulas, determina sus propiedades y por esa razén es inseparable de elas. Ofrece gran interés eb hecho de que diversas par- ticulas clementales posean idéntica carga cléctrica por su magnitud absoluta, que es igual a 4,8-10-* de la unidad electrostatica abso- PROPIEDADES FUNDAMENTALES DE LAS PARTICULAS 73 luta. La causa de ese fenémeno es hasta ahora incomprensible; al pa- recer, la identidad de la magnitud absoluta de la carga se deriva de cierta comunidad en la estructura de todas las particulas cargadas, La carga eléctrica def electrén y de otras particulas es la menor de todas Jas conocidas en Ja naturaleza, Hasta ahora no se ha logrado fisionat el electron en cargas todavia menores y hay motivos para suponer que dicha fisién y la obtencién de “subelectrones”’, que Ileven parte de la carga, es imposible. Incluso con una accién exterior de una energia millones de veces superior a ia propia energia del elec- tron, éste no se fisiona, sino que se transforma en particulas cuatita- tivamente distintas. De tal forma, Ia transformacién excluye a fisién del clectrén en particulas similares a él, pero todavia mds pequefias. Otra propiedad importante es el espn o la cantidad angular de movimiento. El espin del electrén fue descubierto en 1925-26 y se consideré como una caracteristica de la rapida rotacién del eiectron alrededor de su eje. Gracias a esa roiacién (spin significa en inglés rotacién), el electron adquiere un momento magnético igual al Ilama- do magnetén de Bohr. Sin embargo, més tarde se vio que la idea de que el espin era un movimiento rotatorio mecdnico del electrén de su eje no era correcta, El espin del electron (y de otras micro- particulas) es una propiedad peculiar, que no guarda analogia con fenémenos del macrocosmos. Se le debe considerar como una ma- nifestacién del grado interno rotatorio de libertad en cl movimiento del electron. Asi, el estado de Ja micropasticula se caracteriza no sélo en funcién del valor de sus coordenadas (es decir, de su posici6n en cl espacio), sino por el cuarto grado de libertad: en funcién del valor del espin de la particula. La existencia del espin es una prue- ba de que las particulas poseen estructura compleja, es decir, un tipo determinado de enlaces internos, Cada una de las propieda- des —— masa, carga, espin, etc. —~ expresa cierto conjunto de esos enlaces internos, de forma que el descubrimiento de la naturaleza de aquéllos nos explicara inevitablemente la estructura de las particulas elementales, El espin det electrén puedé tener s6lo dos valores: + + & racterizan dos proyecciones de la cantidad de movieniento angular So- bre una direccién dada en el espacio ( cn este casu es la constante ale Planck), Et espin determina cierta orientacién del movimiento + que ca- 74 LAS PARTICULAS ELEMENTALES DE LA MATERIA espacial de las particulas. Si a través de un campo magnético homo- géneo se hace pasar un haz de atomos, veremos que, debido a la pre- sencia del espin en los electrones, el cual no admite mas que dos valores, el haz se fisiona en dos componentes. Ademas del electrén, poseen espin semientero (en fracciones cudn- ticas de la cantidad de movimiento angular 4/2n) las siguientes par- ticulas: positrén, mesén-p, proton, neutrén, antipcotén, antineutron y neutrino. El espin de Jos fotones equivale a 1 y el de los meso- nes-t a 0. Se supone que el espin de los hipotéticos gravitones es igual a 2. Hasta la fecha no se han observado otros valores del espin. El valor del espin determina en gran medida el caracter de la in- teraccién de las particulas y su movimento. Las particulas con espin semientero se subordinan al principio de Pauli, segin e} cual en cada estado energético interno del tomo no puede haber mis de un elec- trén, Hablando vulgarmente podriamos decir que electrones de ni- meros cudnticos iguales parece como si se evitaran reciprocamente en cada estado energético interno del atomo. Por otra parte, particulas y micleos atémicos con valores numé- ticos enteros de espin existen en cualquier cantidad en cada estado energético. Del valor de la masa y del espin depende el cardcter de Jas ecuacio- nes de movimiento de las particulss. Los fotones, por ejemplo (es- pin = 1, masa propia = 0), vienen descritos por las ecuaciones de Maxwell; los electrones y positrones (espin = 13, masa = 1), por la de Dirac. Para tos protones y sus correspondientes antiparticulas con espin semientero y masa idéntica no se ha encontrado todavia ecua- ign exacta y se emplea la de Dirac para ios clectrones. Hay que hallar también ecuaciones correspondientes para los mesones de diversas masas y los hiperones. Por lo tanto, para expresar las feyes del movi- miento de microparticulas cualitativamente distintas se precisan di- vetsas ecuaciones de movimiento. Conviene subrayar muy particular- mente ésta, pues tiene gran importancia filoséfica, Como se sabe, 1a mecanica clasica considera que las leyes de movimiento de los cuer- pos mas diversos se expresan con una fnisma ecuacién. La universa- lidad de las ecuaciones de la mecanica clasica se debe a que los objetos descritos, en la mayorfa de los casos, podian ser considerados como puntos materiales, haciendo abstraccién de sus peculiaridades indivi- PROPIEDADES FUNDAMENTALES DE LAS PARTICULAS 75 duales, de su estructura y variaciones internas, Sin embargo, en la teorla actual no hay ni puede haber una ecuacién nica, ya que cada tipo de particulas y de campos tiene sus caractetes especificos. Ademés de la masa, la carga y el espin, existe otra propiedad im- portante, que es el momento magnético, propio tanto de las particu- las cargadas como de algunas neutras. Es indudable que cierta parte del momento magnético es de origen cinético, es decir, que depen- de del desplazamiento espacial de las particulas cargadas. Mas esto no cs una regla gencral, ya que el neutrén, que no posee carga eléc- trica, también tiene momento magnético, A su vez, el momento. mag- nético del protéa se distingue del momento magnético que se cal- cula por fa ecuacién del movimiento. De Ja ecuacién de Dirac se deduce que el momento magnético del protén ha de ser igual por su magnited absoluta al Hamado magneton nuclear —_ eh be Ee donde e es la carga y M la masa del protén. Sin embargo, los expe- rimentos dan un valor totalmente distinto al momento magnetico, que resulta igual a 2,79 uo. El momento magnetico del neutrén resulta igual a 1,91 po, aunque, al parecer, no deberia tener momento mag- nético, A fin de salvar esa contradiccion, se ha expuesto la hipdiesis de que los protones y neutcones ao existen constantemente como parti- culas dadas, ‘sino que sufren continuos cambios y transformaciones. El protéa, Por ejemplo, existe cierto tiempo en forma de una combi- nacién de neutron y mesén-n positivo. A su vez el neutrén se “diso- cia” temporalmente en proton y mesén-t negativo, con la particula- tidad que la oube mesénica cargada esté distribuida entre Jos nucleo- nes en un sector de radio de 10- cm. Los nucleones permanecen disociados alrededor de un 20% de toda su vida; a los mesones-x Corresponde un determinado momento magnetico, que transfieren a los nucleones que tos forman. La disociacién de los nucleones pro- duce una insignificante atracciéa entre el clectron y el neuteén y una tasignificante repulsidn entre el protin y et electrén, Esto vuelve a Confirmarnos que la interaccién de las particulas constituye Ja uni- dad de atraccién y fepulsién, Al mismo tiempo, tales procesos nos 76 LAS PARTICULAS ELEMENTALES DE LA MATERIA demuestran que la transformacién de un estado en otro es ley im- portantisima de la existencia de las particulas clementales. Entre otras propiedades, debemos mencionar la carga merénica 0 nuclear, que caracteriza cl nexo de las particulas con el campo me- sénico. Al parecer, la carga mesénica no es una propiedad homo- génea, ya que existen varios tipos de campos mesénicos; debido a ello es preciso distinguir ias cargas mesénicas en relacién con el cam- po de mesones-2, mesones-u, etc. Los nucleones tienen una carga me- sdnica numéricamente igual a 5 6 6 e (e es la carga de electrén), aunque dicha carga cs de naturaleza completamente distinta a la eléctrica, pues caracteriza el nexo de las particulas con el campo mesénico y no con el clectromagnético, Al analizir la interdependencia y las transformaciones de Jas par- ticulds podemos preguntarnos:

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