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Introduccion a las estructuras de los edificios Interpretaci6n grafico - experimental de su comportamiento Diego Diaz Puertas roe BQ fuk blige DY 5] AQ, A ediciones summa Coleccién Textos 1 © 1989. Copyright Ediciones Summa SA, Peri 689, 7° plso, 1088 Buenos Aires, Argentina, ‘Queda hecho el depésito que previene ta Ley 11.723, Impreso en ta Argentina Printed in Argentine, 1979 La reproduccién total o parcial de este libro, en cusiquior forma que sea, Idéntica o modificada, escrita a maquine, Por al sistema “multigraph", mimeografiado, etzéters, no autorizada por fos editores, viola derechos reservados. Cualquier utlizacion debe ser previamente solicitada. Prélogo La gravedad, esa fuerza misteriosa quo ordena nuos- tro mundo material, es la que a la vez plantea los problemas constructivos. Tiene la virtud de hacer que las cosas caigen y que queden en pie. Esta Blece un orden. El problema téonico-constructivo comienza de artiba hacia abajo, si bien es cierto que construimos de abajo hacia arriba. En el ounto thas alto del edificio comienza el problema: por ejemplo, on San Pedro de Roma, es en la bola y la Cruz que la remetan, donde s0'inicia el juego de fuerzas, resultantes y equilibrio; a medida que des- cendemos, @ esas {uerzas se van sumando las ejer- cidas por iae cargas determinadas por las diferentes Sstructuras que van formando el conjunto. Asi suce- Sivamente hasta que se llega al suelo, donde las ‘cargas concentradas en los cimientos se dispersan y esfuman en la tierra, Es una ley inexorable del Construir que todo ha de terminar en la tierra. Todo Jo que pesa, en una forma u otra, ha de apoyarse en la tierra. Las mismas estructuras infladas deben ser emarradas al suelo. El primer principio didéctico en to que concieme al arte de construit, debe ser aciarar el papel que desempefa la fuerza de la gravedad; fuerza que si bien nos plantea los problemas, nos da el orden necesario para resoiverios. Imaginamos por un mo- mento que le fuerza de la gravedad actuara en forma oblicua y nos sorprenderiamos de ver qué distintos serian nuestras obras y problemas técnicos. EI arte de construir, asi como las técnicas, hasta et Renacimiento dependia de lo que la practica diaria daba, de lo que aportaba el instinto técnico del ser humano, de la experiencia, la intuicion; en una pa- jabra, dependia dal empirismo. A partir de ese mo- mento, y con mayor preponderancia en los tiempos modemos, es el espiritu el que anima el, progreso técnico. Una construccién es un juego de fuerzas en equilibrio, La estatica, esto es el estudio gene- ral del equilibrio de los sélides, que so basa en la experiencia que dan las maquinas simples, como ser fa palanca, fue el punto de partida racional de to- dos los problemas de ia mecanica aplicada. Los si- ‘glos XVII y XVIli son fundamentaies en el desarrotio Gel arte de consiruir. El célculo, en ellos desarro- llado, permite resolver los problemas constructivos en forma analitica, Con el céloulo termina el em- pitismo, ia ensefianza de maestro.a aprendiz; apa- recen las escuelas, las academias, con su pro y-su contra. Una contra es que la ensefianza se aleja cada dia mas de la realidad; se hace mas y mas abstracta, hasta que llega a ser totalmente tedrica. ‘Al quo 86 inicia y llega a la escuela sin la menor nocién de lo que es la construccién y e! calculo, esos esquemas representados por una linea horl- zontal sostenida por dos. V invertidas le resultan un enigma. Tanto més misteriosa os la expresién “mo- mento de inercia”. Muchos reconoceran qué lejos estébamos en aquellos momentos de nuestro estu- dio de poder relacionar esos esquemas tedricos ‘con una realidad; realidad a la que pocos afios mas tarde debiamos enfrentar: construir, proyectar vigas ‘que flexan, columnas que pandean, voladizos que ceden, etc. En esas cirounstancias, ‘al enfrentarnos con tealidades constructives, nos dabamos cuenta de lo abstracta y equivocada que habia sido la en- sefianza técnica en nuestra Facultad de la calle Pert. Esa total falta de objetividad de los esquemas teér os: la falta de asociarlos a cosas reales que nos facilitan una mejor comprensién de lo que se de- seaba inculcamos, es, quiza, Io que me llev6 aftos mas tarde, en mis “charlas a principiantes", a aso- clar aquellos éridos esquemas a ejemplos obje- tivos. Lo hacia en la seguridad de que, en esa for- ma, ayudaba @ esos jévenes principiantes a ver algo que yo, en similares oportunidades, no habia podido comprender. Entre esos principiantes que asistian a mis clases, ‘es probable que estuviera presente alguna vez el autor de este libro. Podemios suponer, no es seguro, que aquellas mis clases ayudaron a Diaz Puertas a formarse un criterio didactico, coincidente con mis Ideas a ese respecto; esto es “hacer tooria ‘objetivamente”, si se me permite la expresién: en fotfos términos, ensefiar ascciando Ia teorla a la realidad, en nuestro caso, asociando los esquemas tedricos, @ vigas, columnes, voladizos, losas, etc. Esa es la primera gran virtud de este libro, resul- tado de una larga oxperiencia docente del autor en la Universidad Nacional de Tucuman. Recuerdo ‘cuando hace afios Diego me explicaba por primera vez un aparato que habla concebido y que permi- tia al alumno ver una realidad y medirla; et alumno vela practicamente cémo so deformaban los elemen- tos estructurales con los que se habia familiarizado y, lo que es més, podia medir las deformaciones, las fuerzas actuantes, etc. Esa lejana experiencia la vemos hoy volcada, en forma evolucionada, en este libro; libro que como hemos sefialado tiene varias virtudes. La primera es la objetividad con que pre- senta los problemas; una segunda, es la forma clara on que esté todo explicado, y la tercera son sus Clatos, ilustrativos y precisos dibujos, de muy fé- il intorpretacion. En esta forma homenajeamos al autor y lo felici- tamos, desedndole el éxito y acogida que, no du- damos, tenéra este libro, y otros, sucesivos, que ‘esperamos. SM. de Tucumén, marzo de 1979 Eduardo Sacriste Advertencia Este trabajo ha side concobido para facilitar al es- tudiante iniciado en los estudios de arquitectura los medios que le permitan adentrarse en ta inter= pretacién y conocimiento de la mecénica estruc- tural de la construccién de edificios, Desde el comienzo de sus estudios, el estudiante de arquitectura debe afrontar el proceso metodo- {6gico del diseio arquitectonico. Para que esta acti- vidad cumpla con su funcin Integradora de los dis- lintos factores intervinientes, las materias del rea tecnolégica tienen precisados, en ese requerimiento, sus objetivos y acotados sus élcances. Consacuentemente, se aborda una tematica global que incluye el tratamiento de ios grandes tépicos Gorrespondientes al estudio de los materiales, de los procedimientos y de la produccién de los ele- ‘mentos constructivos, y de las leyes y principics fi co-mecénicos que regian su comportamiento en ol tiempo y el lugar. Este enunciado tematico corresponde al total de los estudigs tecnolégicos, por lo que adquiere relevan- cia’ ja seleccion y ordenamiento de los temas y, fundamentalmente, a metodologia aplicada, Esta metodologia arranca del presupuesto de proporcio- ‘ar informacién en forma progresiva, encarando las demostraciones conceptuales mediante la presen- tacién de hechos fisicommecénicos, apoyadas en experimentaciones con modelos didacticos, En este sentido nos.ha sido valiosa cierta bibliogratia por su afinidad con este propésito: se trata en general de aquella fuente bibliogrética que cuenta con varios afios de antigiedad, antes de que los pr desarrollo matematicos terminaran casi por relegar @ un segundo plano al fendmeno fisico mismo. Proporcionar un panorama global y totalizador de las distintas disciplinas del area tecnolégica conlleva, ademas, el propésito de ofrecer, integrada y rela- cionadamente, el conocimiento de las estructuras de la construccién, es decir su’ consideracién uni- taria como respuesta, tanto a las exigencias de las leyes fisicas del equilibrio como a las que provie- nen de la naturaleza y propiedades intrinsecas y extrinsecas de los materiales y a las que derivan do los procesos y métodos constructivos. Una ya larga experiencia docente nos atirma en el proposito de continuar y aun acrecentar el uso de modelos didacticos por considerarios un valioso auxiliar para la demostracién y verificacién de los fenémenos estructurales. La comprensién de os- tos fendmenos a través de medios tridimensionales resulta de eficacia incontrovertible y, en ciertos casos, insoslayable, También consideramos conveniente ta utilizacion de la representacién en perspectiva como una insisten- ia en la visualizacién espacial del hecho construc- tivo, sin que por ello se reniegue de la represen- tacién plana convencional. Hubiéramos deseado complementar algunos temas ccon ejercicios de aplicacién. De todos modos, tra- ‘tandose de un texto que protende cuanto mas al canzar un ‘ptedimensionado de los elementos es- tructurales considerados, el lector podré formularlos con el material que se le proporciona. No pocos temas han sido tratados parcialmente y otros han sido excluidos deliberadamente. Hemos Procurado ordenar y desarrollar una tematica que Juzgamos ajustada a este trabajo dedicado a un curso introductorio y, por eso mismo, de caracteris- ticas propedéuticas. S.M. de Tucuman, abril de 1979 Diego Diaz Puertas Reconocimiento Dedicar un trabajo personal presupone atribuirle int mamente cierta valia, 1o que podria calificarse como luna actitud presuntuosa. Pero en este, mi caso par- ticular, aun ante ese riesgo, es mi deseo dedicat este trabajo, en cuanto significative de un proceso de esfuerzos. inquietudes, a Maria Eugenia, a mis hijos y nietos, a todos ellos a quienes muchas ho- ras ~por no decir jormadas— les he retaceado mi atencién absorbido por esta tarea apasionante, De manera muy especial deseo manifestar mi agra- decimiento al profesor ingeniero civil Juan Carlos Reimundin, quien me ha acompafiado colaborando activamente e identificéndose con los objetivos que animan este trabajo. Por ello, nuestra tarea en equi- Po estuvo rodeada de una aimésfera de contagioso ‘entusiasmo frente al desaffo que implica toda publi- cacién, y en especial esta por su enfoque didactico. Permitaseme mencionar con un recuerdo agrade- cido a los arquitectos Eduardo Secriste, Enrico Te- deschi, al doctor ingeniero Alfredo Schegg y al in- geniero Eugenio F. Virla, quienes me alentaron constantemente durante mi actividad docente. Asimismo deseo testimoniar mi reconocimiento a to- dos aquellos que colaboraron en distinto grado: pro- fesores, auxiiares docentes de mi catedra y, en ge- neral, 2 los colegas universitarios con quienes en tantas oportunidades abordamos estos temas moti- vados por un mismo interés académico. Entre ellos, Jamentando alguna posible omision, et arquitecto Horacio Saleme, el ingeniero Luigi Longo, y los arquitectos Rafael Mellace, Hugo Saksonoff y Héc- tor Zarlenga, El equipo que tuvo a su cargo la representacién gréfica estuvo ditigido por el arquitecto Aldo Caso Matta, y lo constituyeron: los arquitectos Ramén Bautista Pez, Maria Eugenia Diaz Puertas de Acuna, Estela Correa, Juan Manuel Bulacio, Ronald Montero y la sefiora Virginia E. de Ledesma. En la ejecucién de los modelos y maquetas intervinieron José Molina, Lindor Méspero, Oscar Fernandez y Oscar Burgos. El trabajo fotografico se encard en el Laboratorio de la Facultad de Arquitectura y Ur- banismo de la Universidad Nacional de Tucumén bajo la direccién de Marcos Heredia, La revisién del texto fue cumplida por la profesora Marla Delia Paladini. Por citimo agradezco a Ediciones Summa el es- ftuerzo y la capacidad demostrada para hacer posi ble esta publicacién que esperamos llegue a ser de utiidad en nuestra tarea, la ensefianza. Planteo general del problema El verdadero arte consiste en poner de acuerdo la be- lleza de la forma con las propiedades det material, y ademés con Tor métodos de trabajo 0 ejecucién que tales propiedades imponen. tale a Cardellach 1 Las soluciones constructivas Las variadas actividades del hombre y de la comu- nidad requieren ambientes arquitectonicos adecua- dos a las diversas funciones correspondientes a aquellas acciones. Generalmente estos ambientes 80n consiructivamente formados por planos hor- zontales y verticales, exteriores ¢ interiores. Las soluciones 0 disposiciones constructivas ~ex- presiones mas amplias que la de elementos cons: fructivos— son ios medios para conoretar aquellas delimitaciones mediante el empleo de materiales y 1a aplicacién de métodos de ejecucién, cumpliendo los principios fundados de la teoria y la préctica de la fisi- 0 aplicada al campo de la construccién de edificios. Los materiales son empleados aprovechando sus pro- piedades intrinsecas y las que resultan en un con- junto al. ser utilizados en forma combinada o inte- grada, Por sus caracteristicas y propiedades son el hecho tangible de la construccién. Los métodos de ejecucién son determinados por ta eleccién del material y, recurrentemente, por la par- ticipacion y modalidad de la mano de obra y del equipamiento mecénico. Los plazos de elecucién, el tipo repetitivo de la operacion, etc., son, entre otros, factores que inciden sobre la conveniencia de ciertos métodos de trabajo. Los principios que deben satisfacer son los estable- cidos por las condiciones que debe cumplir toda construccién: permanecer en el tiempo y en ol lugar contrarrestando la accién de la fuerza de la grave- dad y de los agentes climaticos en general. Esta trilogia de factores determinantes del disofio de las soluciones constructives interviene en forma integral e interdependiente: ef material se elige por sus propiedades y caracteristicas ajustadas al fin propuesto y considerando el proceso de ejocucién correcto y factible dentro del marco general que es- tablecen las condicionantes tecnolégicas del medio. Las soluciones constructivas cumplen basicamente la funcién: a) estructural y b) de cerramiento (Fig. 1 a, 6, 2 La funcién estructural Implica esta funcién la necesidad de ta inmovitidad ‘espacial y temporal de la construccién frente a las, Tres eaquemas de soluciones estrustualee tipo. gue Tespongen a una claslcscién Srdenadora® a) estructura maciza, en la que lz boveca Yel muro astimen la funeién structural y do cerramiont, 5) astructure de entramad, fon Te que ee forma un ‘esqueleto soord Ia base e dlvorsas pioeas areas, tonaores, cor ‘roe elementos ccnstralivos Stabiques 30 dlsponen como ‘erramienos; ¢) estructura {aminar correspondiente @ una Dovede &scara de hermigéa farmado que actoa ome GSrture y eerramiento ‘superior. BIBLIOTECA 9 < Dr. “Egidio Feruglio” 10 tuerzas que actian sobre la misma, provenientes de las cargas debidas: a su propio peso, a las oca- sionadas por el uso y a las provocadas por agentes: ‘externos (empuje del viento, sismo, etcétera). Esta acolén de fuerzas sobre la construccién orien- ta la disposicién de las soluciones constructivas en funclén estructural: se procura obtener del terreno —asiento final— las fuerzas de reaccién equilibran- tes. Estas fuerzas, como acciones y reacciones =llamadas exteras— consideradas en su conjunto, eben satisiacer las condiciones que proporcionen un equilibtio estable a 1a construccién, lo que im- plica la eficlencia del sistema adoptado frente a va- flaciones previsibles de las fuerzas actoras. No solo en su conjunto debe verificarse este equi- librio estable, sino que también es exigible para cada una de las partes integrantes del sistema es- tructural adoptado. Este equilibrio entre las fuerzas externas del con- junto, 0 de cada elemento estructural considerado aisladamente, os llamado equilibrio estdtica y es una ‘ondicién que toda estructura debe satistacer. La materializacién de este equilibrio estético se es- tablece mediante las soluciones constructivas, por lo que estas, al ser sometidas a la accién de las fuerzas, experimentan deformaciones y_generan esfuerzos Internos para contrarrestarias. Estos es- fuorzos internos —también denominados tensiones— deben alcanzar ciertos valores cuantitativos para salisfacer una segunda situacién de equilibrio: el de las fuerzas externas y el de las que debe desarro- llar internamente el material de 1a pieza, elemento o solucién constructiva en funcién estructural. A esta segunda condicin se la denomina de resistencia 0 de equilibrio eléstico, atendiendo a que el material sume esta funcién sobre la base de sus propieda- des elésticas y de resistencia mecénica. Las deformaciones que experimentan las estructuras son aceptables dentro de ciertos limites estabieci- dos experimentalmente y reglamentados ai efecto. De sobrepasarse aquellos limites, podrian provo- ‘case variaciones de las formas constructives que determinarian ef no cumplimiento del objetivo fun- clonal de las mismas. El requerimiento del equilibrio estable se obtiene atendiendo al cumplimiento de leyes estaticas y geo- métricas. La obtencién de la capacidad de resisten- cia, asi como la limitacion de ios valores de defor- ‘macién, gon oxigencias a imponer al material, ef que debera responder en funcién de sus propiedades mecénicas y fisicas. El principio de solucién estruc- tural se dara con el cumplimiento ineludible y simul- téneo do estas condiciones. La funcién de cerramiento Esta funcién implica la respuesta a las exigencies que plantean el o los ambientes a aislar del medio ambiente natural de su emplazamiento. Pueden se- fialarse varios aspectos de estas exigencias: deli- mitacién fisica del espacio; acondicionamiento am- biental y de equipamiento e instalaciones. La delimitactén espacial va més alld del hecho fisico de las dimensiones que lo precisan: interesa la acotacién sensorial que proviene del tratamiento de las superticies de clerre. El acondicionamiento ambiental tiene por objeto pro- porcionar un microclima en procura de! resguardo necesario de la accién climatica —lluvias, viento, humedad, deslumbramiento, etc.— y de las pertur- baciones exteriores provenientes de fuentes ruido- as, polvo, etoétera. Las instalaciones y el equipamiento resuelven el aprovisionamiento, el uso y la eliminacién residual de aguas, fluidos, energia térmica y eléctrica, etc. En cierto modo no son extrafias a la solucién del acondicionamiento ambiental. 4 Propiedades de los materiales segin su funcién Las estructuras responden, en lineas generales, a tres grandes grupos de una clasificacién establecida fen funcién del uso formal de los materiales: maci- ‘as, en las que prevalece el empleo de masas; de en- tramados, soluciones basadas en combinaciones de piezas o barras largas; laminares, soluciones sobre a base de elementos constructivos muy delgados. Las construcciones pueden contar con una solucién estructural de uno de los tipos seftalados preceden- temente, en forma excluyente, 0 bien ser el resul- tado de combinaciones entre ellos. Esta clasificacién también responde a los tipos de tensiones que se generan en cada uno de ellos pare el cumpiimlento del principio estructural y que se- ran dosarrollados por el material en mérito a sus propiedades, denominadas, en general, mecénicas Foto 4 brafema novoeade po i Tele scoraso izquierda~ erga sn experimertar quate Beto memerte doais su," deformacion. Siendo ambas Excmo Inlelon se deforma pleas Gel isto. material fidxindoce itoraimants bays ol cambla det comportamento Teese as una dotorminada deriva de fe epttud adquitda (carga, Torsionandole Sena nv Tome gra Sfetecha™ es poslote que gracias alas caraceristicas Ginoeet ane toma que eenolégleas del material io‘Sapocio pera resower et llzaco y fisicas (Foto 1). Las més propiedades mecénicas y fisicas son: 1 Resistencia al acortemiento (aplastamiento); al alar- gomiento (seccionamiento); al cizallamiento (desga- framiento), 0 sea las capacidades resistentes a los estuerzos de compresién, taccién y corte, respectivar mente. La capecidad do resistencia a ja deflexi6n, 0 32a la do resistir esfuerzos de flexién, puede. in- ferpretarse como una combinacién de los tres esfuerzos antoriores, identificados, por ello, como esfuerzos bésicos. CO Blasticidad: capacidad de admitir deformaciones bajo la accion de fuerzas, y de recuperar la forma original al desaparecer estas. 1 Plastividad: capacidad de admitir deformaciones por la accién de fuorzas, las que permanecen aun después de desaparecer estas. C1 Fragilidad: caracteristica de llegar a la rotura st~ bita sin anunciarse por deformaciones previas. 1D Peso especifico: el peso de la unidad de volu- men, expresién de la accién de la gravedad sobre tos cuerpos. El comportamiento estructural del material est4 con- dicionado por sus caracteristicas intimas: constitu- cién y estabilidad quimica; homo y heterogeneidad Intema; iso y anisotropia, 0 sea la caracteristica de poseer iguales propiedades en cualquier direcctén, © propiedades diferentes en direcciones diferen- tes, respectivamente. En relacién con ta delimitacién del espacio, intere- ‘san propiodades como fa transparencia y la opaci- dad; calidades éptices como brillo, color, reflexién de la luz; texturas de superficies y aun propiedades actsticas que intervienen psicolégicamente en la conformacién vivencial det espacio. Para el acondicionamiento ambiental las propieda- des se agrupan en las cualidades que genérica- mente se designan como’ capacidad aistante © con- dustora: térmica, acistica, hidréfuga, etcétera, Las que deciden su aptitud para las instalaciones ‘0 equipamiento estén inciuidas entre las anteriores: impermeabllidad, conductibitidad, estabilidad quimi- a, resistencia, etcetera. 5 Proceso tecnolégico y economia Las denominadas propiedades tecnolégicas son las que en funcién de tas propledades de los materia~ les —aislados o integrados arificialmente—_per- miten a estos recibir formas fisicas y constituirse internamente para su utllizacion en la construccién. El tratamiento tecnolégico det material define mor- folégicamente: la solucién constructiva: aserrado, labrado, moldeado, cepillado, mezclado, conglome- rado, soldadura, clavado, eteétera. Designamos “trabajabilidad” del material a 1a o las propiedades sefialadas que le permiten adoptar de- terminada presencia fisica. Copacidad de trabajo in- temo designase la propiedad mecénica de generar esfuerzos. Esta decide fomaios y aquella la posibi- lidad de jorma de las soluciones constructivas. La durabitidad de 1a construccién frente al uso y al tiempo esté regida por el principio de economia, condiclonado por el caracter de la obra: precario, transitorio o definitivo, siempre en forma retativa. Los elementos de la construccién experimentan desgaste por el uso, acclonamiento, ataque climé- tico, gases nocivos, insectos, fuego, etcetera. La ponderacién de estas acciones enervantes y la importancia de la obra determinaran la utilizacién de materiales resistentes a esos ataques, o bien se atenderd a su proteccién 0 reemplazo, 'y en todo caso lo més acertado sera el disefio constructivo considerando aquellos factores. El principio de economia se expresa por ol pro- pésito de que “empleando el minimo de material y esfuerzos —mano de obra y equipos~ se ob- tenga el maximo resultado”. En una obra, él enve- iecimiento no es unitorme ni simulténeo, y se dan partes inexorablemente requeridas de reposicién (© de conservacién. Esta cirounstancia le da a la construccién un caréo- fer de esencia orgénica que no se desprende de la naturaleza intima de sus Componentes inertes. " 2 Materiales de construccién Para el artista cada material express su propio mensaje. F, LL Wright 6 Definicion, produccién y clasificacion Se consideran materiales de construccién tos pro- Venientes de clertas materlas primes que, en geno- ral, tras recibir un tratamiento mecanico, térmico © quimico, proporcionan cuerpos solidos, pastas, mezclas fluidas 0 granuladas, ote, que permiton su incorporacién en obra mediante’ diversos. modos y usos para conformar fos elementos o solucio- hes constructiva. Esta incorporacién a le obra responde principal- mente a dos vies operativas muy diferenciadas: “hie meda” y “en seco”. La primera requiere la inter. vencién del -agua —predominantemente en estado Hiquido pero también como vapor— como medio de posibilitar el amasado de pastas y, fundamental- mente, para que se cumplan procesos quimicos, Por el contrario, la via en seco” presupone téo- nicas de ejecucién sin iniervencién de agua, aunque esta pudo haber sido utlizada en la preparacién previa del material Una y otra via operativa implican formas diferenci das de trabajo: la primera se caracteriza por la in dencia de lo artesanal; la segunda apunta a la tecni- ficacién y mecanizacién do la construccién, Puede decirse que aquella es la respuesta tradicional que va dejando paso a la segunda, cuando la industrializa- cién de [a construccién es ia respuesta a los reque- rimientos actuales, fundamentalmente los derivados de la masificacién y economia de la construccién, Por via hiimeda se ejecutan fas disposiciones cons- ‘ructivas que en general se engloben en la deno- minacién de “pétreas” o, més cominmente, de ‘al bafilerias", 0, mas ain, de “mamposterias”, las que constituyen 10 que, como parte de la construccién, se llama “obra gruesa”. Dentro de este agrupamiento distinguiremos las dos formas resultantes mas. ca- racterizadas: 1) soluciones de macizos —volumétri- {0s 0 superticiales— que so obtienen disponiondo piezas que se apilan, traban, yuxtaponen, ete., con el auxilio de tigantes; y 2) las monoliticas, que se obtienen tas mas de las veces, en forma artificial y, excepcionalmente, con une sola pieza natural, Para el primer grupo de mamposterias se emplean jas piedras naturales, las piodras artificiales y los mortoros. Las del segundo grupo son el resultado del ‘moldeo mediante colado de los hormigones. Excep- cionaimente concebiriamos hoy el empleo de una pie- za monolitica natural de gran volumen o superficie. Por ta via “en seco” se realiza la construccién en madera, acero, aluminio, plastico, etc. El hormigén ammado —hormigén y acero en funcién combinada— responderfa a ambas formas de ejecucién: cuando 89 ejecuta “in situ” ~directamente en obra— tiene incuestionablemente las caracteristicas propias del trabajo por via hdmeda. Si por esta via es prepara- do en taller, prefabricando piezas segin métodos industrializados, su incorporacién a la obra llega a tener las caracteristicas predominantes de un tra- bejo “en seco”. Siguiendo este ordenamiento que caracteriza al ma- terial y orienta, ademas, sobre lo producido en cuanto a sus propiedades resultantes, @ sus for- mas y métodos de operar con los mismos, trata- remos: piedres naturales; piedres artificiales; mor- teros; hormigones; maderas; fundicién y aceros; aluminio; hormigén armado; hormigén_pretensado y materiales varios, 7 Piedras naturales EL artista le dio forma, pero Is calidad es algo propio del material, Torroja Las propiedades de tas piedras naturales estan sig- nades por el hecho tecténico de sus origenes. Entre sus componentes mineralégicos mas comunes por su abundancia se encuentran el cuarzo, el teldes- ato, la mica, la caliza, eteétera. La piedra, en su estado natural, es utiizada en ta construccién sin recibir ningin tratamiento (pledra bola, Ia de volumen ovoide por la accién erosiva del arrastre por las aguas de rios), 0 tras recibir un tratamiento mecénico que va desde un rudimen- tario trabajo de labra 0 desbastado (mampuestos, sillares: volumenes de caras pianas), hasta trabajos ‘mas tecnificados y precisos, como el aserrado y pu- lido de superficies y cantos (placas de marmol). Ei granito, el pérfido, el basalto, son muy apro- plados para la construccién de mamposterias por ‘sus propiedades: resistencia al aplastamiento y a la accién abrasiva de desgaste. Son de clevado eso especitico, El uso més trascendente que se hace de las pie- dras naturales, y que permite afirmar su presen- cia en casi toda solucién constructiva, por lo que se las designa “el pan de la construccién”, est dado por su utllizacién como materia basica para la fabricacién de congiomerantes (cales, yesos, cementos) y ademés por su incorporacién como agregados (gruesos, medianos, finos) en mozclas con aquellos, y que permiten preparar pastas (mor- teros) y pastones (hormigones), partes fundamen- tales de las mamposterias. Las calizas, tocas de origen sedimentario, 0 sea originades ‘por la precipitacién de componentes mineralégicos del agua, son las més importantes para la fabricacién de celes, yesos y cementos. EI marmol, clasiticado como roca metamértica, es tuna vatiedad de piedra caliza. Puede destacarse su falencia ante el fuego y debe evitarse su em- pleo en piezas sometidas a un intenso desgaste Por accién abrasiva, Las piedras naturales constituyen también la ma- teria prima basica para la fabricacién de otros ma- feriales como los ceramicos, aceros, aluminios, vi- drios, etc., los que mediante procesos quimicos y térmicos’ de transformacién llegan a adquirir ca- racteristicas y propiedades muy diferentes de las de sus componentes originales, Las denominadas “tierras” 0 “‘suelos", dentro de la lasificacién de las tocas son, en general, resul- tado de la descomposicién de rocas por la accién do agentes naturales: arcillas y limos —materia ba- sica para la fabricacién de ceramicos— material de primera linea dentro de las piedras artficialos, El canto rodado ~producto de aquella descomposi- clén— o la piedra partida por trituracién mecanica, juntaments con la arena, es el material fundamen- tal como agregado pétreo para la preparacién de hormigones, otfo representante importantisimo de las piedras artifciales. 8 Piedras artificiales El ladrillo es el primer material creado por el dominio de ta inteligencia humana sobre los cuatro elementos: tiorra, aire, agua y fuego. Torroja Son aquellas piezas, generalmante de tamafios re- ducidos —adecuadas para su manipuleo—, que se obticnen industrialmente, Distinguense los. cocidos y 108 sin cocimiento. Los mas importantes productos cocidos, por su ex- tendida utilizacion en mamposterias, son el. ladrillo y los cerémicos en general. La materia prima es le arcilla (silicato de alumina) que se amasa con agua, la pasta es moldeada a presién, alreada y some- lida a coccién, Este cocimiento se hace en las "cor- tadas” de fadrillo, apilando las piezas endurecidas previamente al air de manera de formar conduc- tos por los cuales actuaré el fuego de lefia; en fabricas se utllizan hornos especiales para este fin. Cuando {a arcilla es muy pura experimenta gran- des contracciones; deformandose por la coccién. Ala tierra arcillosa grasa se la “desgrasa” afia- diéndole arena. EI ladrillo es un sélido mas o menos compacto y resistente a la accion atmosiérica. Es un mate- fial de buenas aptitudes: volumen estable, porost- dad adecuada para la circulacién del alre, espe- clalmente el necesario para el endurecimiento del mortero, Ofrece buena base para revoques. Su coeti- clente de dilatacién es equivalente, aproximada- mente, al del mortero de cal endurecido (Fig. 2). La Industrializacion proporciona distintos tipos en cuanto a formas, tamafios y constituyentes intimos, de alli sus diferentes propiedades: comin y pren- sado 0 de maquina; refractario, apto para su uso fexpuesto al fuego 0 al calor; macizos, huecos y po- roses en procura de disminuir su peso, 1o que lleva aparejada su disminucién de resistencia a la com- presién, Hay, ademés, otros tipos de cerémicos en funcién principal de revastimientos 0 coberturas: te jas, teluelas, baldosas, terracotas, azulejos, etcétera, Las piedras attificiales sin cocer son materiales ob- tenidos de variadas mezclas amasadas con agua, moldeadas principalmente a presion y “curadas” para su endurecimiento al aire libre, en ambientes hamedos o en cdmaras de vapor, Las mezclas empleades tienen por conglomerantes a la cal, el yeso y el cemento, y como dridos a la arena, la escoria, la grava, fibras vegetales y sinté- ticas, ‘etc. Las piezas obtenidas reciben el nombre Fig. 2. Soluciones onstructves macizas Seluciones. constvctivas el tino macizas, sobre fa base de: a} mamoostorla de ladilos;b) con bloguss hhueoas de cementa y reluerzos do acera, ©) conslrccin, Ean bagaen decsracto 13 “4 de: ladrillos, bloques (entre tos més difundidos, los de cemento), placas o tablas, etc. La coloca- cién y los medios de fijacién pueden ser os mis- mos de los cerémicos cocidos (con morteros 0 adhesivos especiales) y también se resuelven “en seco” (clavado, atomillado, etc.) (Fig. 2b), El adobe es un pétroo artificial obtenido mediante eb amasado de tierras arcillo-arenosas, moldeado y se- cado al aire libre. Para darle mayor cohesién in- terna se incorporan a la masa elementos fibrosos, tales como paja. Es un material apto para ol trabajo ‘a compresién, no asi a traccién. Es de naturaleza muy fragil. Pose buenas condiciones de alslacion térmica y actstica pero no hidréfuga. 9 Morteros Se denominan morieros las mezclas fatimas de un &rido (arena) yun conglomerante (cal, cemento, yeso) que 86 amasan con agua y forman una pasta de aplicar que se adhiere por endurecimianto. Se los llama también simplemente “mezclas”. El arido es una arena cuarzosa, aunque también ‘son apropladas las mezclas de arenes calizas 0 do- lomiticas y las de pledra pémez 0 escorias de altos homos. Las arenas deben ser de granos entremez- clados de diversos tamafios. No deben contener cuerpos extrafios, especialmente los de origen or ganico. EI tamafio y la relacién entre los granos =granulometria— depende de su aplicacin; pudien- do sefialarse tres rangos principales: arenas grue~ sas, medianas y finas. Las cales, como conglomerantes, son de dos tipos: “aéreas” € “hidrdulicas”, Provienen de |a calcinacién de piedras calizas y en su composicién se diferen- cian porque las hidrdulicas contienen mineral de silice, aldmina, éxido de hierro {arcillas en general), que les permiten endurecer en contacto y presen cla de la humedad 0 del agua Las cales aéreas endurecen primero por evapora- Gién y absorcién del agua de amasado, pero fun- damentalmente por fijaclén del anhidrido carbénico del aire, que transforma la cal —éxido de carbono— fen un carbonato. Las cales hidréulicas inician el fraguado al aire libre por fijacién del anhidrido car- bénico y después, bajo el agua, continga el fra guado por formacién del hidrosilicato célcico, una al. Concluido el proceso, llegan a adquirir propie~ dades Impermeabilizantes. El agregado de cemento, tlerras puzolénicas, polvo de ladrilo, escorias de altos homnos, etc, propor ciona propiedades hidraulicas a la cal aérea. El cemento mas utilizado en morteros es el poriland, nombre tomado de la regién inglesa donde se loca- lizé 1a primera explotacién. Es un producto de la coccién a 1500°C de piedras margosas naturales (0 mezcias de calizas y arcillas, hasta llegar a prin- clpios de vitrificacién y posterior molido para ob- tener un polvo de finura de harina. La incorporacién de ciertos minerales da lugar a variados tipos de comentos: de escorias, de altos hornos, supercementos, blanco (reduciendo el oxi- do de hierro a no mas del 1%). El cemento es ef conglomerante de més alto valor hidréulico, lo que Permite emplearlo en trabajos con presencia de humedad y es Insustituible en trabajos con pre sencia de agua. Como conglomerante, el yeso eg quimicamente un Sulfato calcico con un alto porcentaje de agua (20%) de cristalizacién. Para su obtencién es sometido 2 calcinacion a 100°C, con lo que pierde él agua y se transforma en un polvo blanco. Al ser ama- Sado con agua aumenta su volumen y se eleva su temperatura, iniciéndose répidamente el endureci- miento. Si la cochura continua més alla del “rojo cereza", el yeso obtenido es de fraguado lento, dando una masa dura y resistente a lé-humedad. 1 agua a emploar en los morteros interviene para faciltar el amasado de le mezcla y en el proceso quimico del fraguado. Al mezclar los componentes del mortero, et eonglomorante envuelve a fos aridos que quedan fijados al producitse el endurecimiento de la pasta. Por ello debe ser limpia, libte de im- purezas organicas y de sales que pudiefan entor- pacer 0 anular este proceso. La proporcién de agua beta dada por estas doe importantes condiciones de su participacién, En las mamposterias, los morteros resuelven los Fechos de asiento de los mampuestos, ladrillos, ete. y sellan ademas toda otra junta entre piezas. Al ser aplicados en estado pléstico, se amoldan a las su- perficies irregulares, de modo que una vez endu- ecidos proporcionan un lecho apropiado ‘para la transmisién de presiones, y ademés dan juntas es- tancas, La capacidad de una mamposteria para reci- bir presiones esté condicionada por la de sus com- onentes: en general son aptas Gnicamente frente a la compresiOn, no asi a la traccién por la es- casa aptitud del 'mortero, especialmente el de cal; los de cementos, si bien son superiores, tampoco ofrecen mucha resistencia, Los morteros de cal son muy higroscépioos, en ma- yor medida que los ladrillos 0 bloques de cemento. Por esto también, en las mampostertas, el problema de aislacién hidrétuga se atiende principalmente en funcién de las juntas de morteros. Morteros de distintos dosajas y granuiometrias y for. mas de eplicar sobre supericies a cubrr, pormiten acabados de distintas calidades de textura y aun de olor, pudiendo tesolverse. problemas de aislacio- nee, especialmente hidrofugas, 0 ser simplemente Ta base’ para aplicacién de. revestimientos. 10 Hormigones Le piedro y la madera ensefian su estructura fntima y fundamentan en ella su belleza, El hormigén, como el acero, adolece de esa falta de expresién de’ su ex tructura’ interna, Toroja Hormigén simple, 0 simplemente hormigén, se deno- mina la mezcla’de éridos (ripio y arena) con un aglutinante, el comento, la que amasada con agua proporciona un pastén que una vez colado y api- sonado tragua paviatinamente, formendo una pieza mondlitica de caractersticas ‘pétreas. El cemento reacciona con el agua constituyendo inicialmente tuna pasta que envuelve @ los Aridos, los que que- dan consolidados al producirse el endurecimiento posterior. El hormigén simple es un pétreo mal- deado del tipo de las piedras naturales de conglo- merados, pero de origen artificial i al realizarse el colado se intercalan cepas de pie- dras de regular tamatio, de modo que sean envuel- tas por el pastén, se lo denomina horniigén ciclépeo. También suelen incorporarsele trozos de ladrilios ‘0 cascotes, denominandoselo hormigén pobre ‘Cuando se quiere un hornjigén de menor peso uni- tarlo 0 de propiedades aislantes especiales, se reom- Plazan lo éridos por granulado voleénico, esco- fias, ete., 0 bien ge incorporan ciertos productos ue’ al reaccionar quimica o mecénicamente pro- ducen alvéolos 0 pores, obteniéndose hormigones porosos 0 esponjosos. En relacién con la urgencia por la realizacién de clertos trabajos, puede requeritse la disminucién del tiempo del fraguado y endurecimiento del hor- migén, lo que se consigue con aditives que ace- letan el proceso © utllizando cements especiales caracterizados por proporcionar altas resistencias iniciales y también elevando la temperatura durante el curado. Los volimenes resultantes de colar estos pastones fiuidos estan definidos por las cavidades @ llenar: zanjas y excavaciones en general en el terreno; las limitan ottos elementos constructivos a rellenar, 0 bien, las de mayor importancia por sus miltiples aplicaciones, las que se resuelven con moldes pre- parados para este fin, los “encofrados” realizados principalmente en madera. El encofrado es una disposicién estructural auxiiiar y transitoria, Debe inicialmente soportar empujes de fa masa fluida, y en todo momento las cargas de la misma. Si el trabajo de ejecucién del _hormigon se encara directamente en obra, se 10 designa “in situ”, y premoldeado o prefabricado cuando es ejo- cutado en fébricas u obradores y se incorpora a la obra en piezas sélidas. La opelén por uno u otro sistema es resuelta dentro de un cuadro muy am- plio de condicionantes de indole variable: plazos de ejecucién, operaciones repetitivas, etc., todas regi- das por ¢riterios generales de economia (Fig. 3). La calidad de un hormigén, especialmente su resis- tencia s la compresién, esta dada por la calidad del ‘cemento; el dosaje do este, o sea la cantidad de ce- mento en proporcién a los otfos ingredientes para cada metro ctbico de pastén; ta granulometria, o a la adecuada relacién entre los tamafios de tos ridos para lograr un volumen lo mas compacto po- sible; y, fundamentalmente, por la cantidad de agua lacionada con la del cemento que posibilita sus reac- clones quimicas, ademas de facilitar el mezclado ¥ compactacién del pastén, El exceso de agua pue- de provocar desbordes y arrastre del aglomerante y Arido fino, “lavando” ta mezcla y “empobreciéndola”. Pocos materiales-como el hormigén, de tanta dift- sion por sus multiples y a veces exclusives. solu- ciones constructivas, est tan expuesto a fallas de ejecucién que pueden llegar a comprometer sus propiedades y comportamientos. Las cadsas pue- Gen ser: cantidad excesiva de agua, defecto fre ‘cuente que se comete en procura de una mayor facilidad de mezclado y llenado; 0, a la inversa, Cantidad insuficiente de agua, agravada por, cir- cunstancias climéticas destavorables que facilitan Ja evaporacién; les derivadas del empleo de ma- teriales de inferior calidad @ la requerida; uso de aguas contaminadas 0 nocivas; ejecucién deficien: te por falta de compactacién de la masa mediante apisonado, vibracién, etc; dosajes mal proyectades: ‘© mal controlados; ‘condiciones climaticas adver sas y sin adoptar precauciones (casos de tluvia heladas, tomperaturas extremas) durante el hormi gonado 'y posterior “curado”, medidas importantes para garantizar el fraguado. Este cmulo de factores obliga a usar el hormigon con valores de resistencia que cubran estas posi- bles contingencias. La tendencia a la preparacién de pastones en plantas especiales expendedoras y el posterior acarreo al obrador, es una modal Gad de trabajo que asegura un tratamiento tecno- Fig, 9. Encolrado de mat Potapoctiva esquemstica 4 las clsposiciones fer encovrado de madera, dtmaduras de acer, tore ‘de elovacién ce. pastones, softens, correspondiente n't elecueién cel hormigén ‘mado "in situ" " 16 légico adecuado, a la vez que simplifica el equi- pamiento mecénico en obra. Como material de uso estructural, el hormigén finca sus cualidades en su resistencia a le compresign, actuando mal a traccion, Es de natureleza tréai. ‘Su peso especifico es elevado. El moldeo posibilita Gran libertad de formas y tamatios, por lo que pue~ den resulter elementos constructivos de apreciable volumen y de elevado pose propio. Es conductor térmico y tiene caracteristicas cépicas. Puede ser erosionado, como las rocas, por las heladas, Es atacable quimicamente por la ac- clin de gases, sales, acidos, etc. Se los preserva usando cementos especiales 0 aditivos que mejo- an su impermeabilidad. "1 Maderas La fibra le da belleza, su expresividad resstente, su es- ‘ructora vital. Torroja Es casi el Gnico material de origen orgdnico de sig- nificativa utiizacién en ta construccién. Fue em- pleado y atin perdura su empleo en ciertas regio- es, en piezas de formas proporcionadas por el estado natural del vegetal, del que pueden tomarse ensefianzas para su uso racional. El empleo actual, el mas generalizado, es el de la madera aserrada. Este procedimiento industrializado properciona piezas prismaticas rectas y largas en, el sentido de las tibras, prevaleciendo esta con su mayor dimensién. Segin tamafios y proporciones de sus sacciones transversales se designan: tiran- tes, tirantillos, alfajfas, tablas, tablones, etc., las que en general se denominan secciones de “‘escuadrias” (caras escuadradas entre si) Las piezas que se obtienen al subdividir por aserra- do el tronco del érboi cuentan con fibras de carac- teristicas diferentes enire ellas, segin la cantidad de agua de contenido y la edad de las fibras. Al por- der agua se producen retracciones desiguales segin los sentidos de las fibras y, como conseouencia, las piezas se alabean. Se superan estas deformaciones mediante cortes de asetrado apropiados y trata- miento de secado natural o artificial, Las buenas maderas resisten bien tanto a ta trac- ién como a la compresién. Su resistencia en sen- lido normal a sus fibras es muy inferior al que tie- nen en sentido longitudinal, propiedad que datine su naturaleza anisétropa. Es un material de carac- teristicas clastices que acusa deformaciones visi- bles a simple vista Es uno de los materiales estructurales més livianos, Comparativamente con el acero, su peso especitico 8, promediando, la décima parte, y su capacidad resistente es del § al 10% de la de aque. La madera, sélido con sentido geométrico lineal, solo responde estructuralmente a las soluciones del tipo de entramado, io que plantea la solucién construc- tiva de uniones, nudos, enlaces. El clapado es una técnica de unién entre piezas de madeta que permite la solucién de estructuras Fig. 4 Pértco en madera cava erties raeuolto eon Ia técnica fo la madera clave {antes superiores| ordonea~ 29 unon mod {abla clavadae formando Una pioza de seccion hueca Y'de'eje quebrado, de envergadura. Impone condiciones como ser ol disewio de las piezas en secciones compuestes, de fespesores redicidos, y que los encuentros entre barras a unir_proporcionen superfcies en comin de tamafos apropiados para la distrioucién de los Clavos (Fig. 4) Otras unones se realizen mediante anilos y conectores metalicos colocedos en el in: fermedio de las piezas y asegurados con bulo- nes, También se emplean chapas dentadas como intermedio, Soluciones de vieja data fueron las obtenidas con planchuelas metalicas (recortadas 9 estampadas) asaguradas con bulones (Fig. 48) Le técnica de encalado y prensado permite obtener secciones de piezas no comunes por su tamafo, constituides por maderas en tablas que pueden se- leccionarse y ubicarse segin convenga a la mejor eficiencia de la secci6n estructural. Pueden, ademas, variaree las. dimensiones de la seccién a fo largo de la pieza. Muy importante es la otra posivilidad de construlr piezas de ejes no necesariamente rectos como el que resulta con el aserrado— pues la téc- nica de encolado y prensado permite construir pie- zas de ejes quebrados y curvos (Fig. 6). Ademés, mediante la técnica de encolado y pren- ‘sado se. obtionen industrialmente piezas do “contra chapada” 0 “‘placado”, tratando de superar ta limi- ‘acién de la resistencia en un solo sentido, dandole ppropiedotes isétropas en forma artificial, Asimismo 86 BSupera la limitacién de la dimensién unidominante, obteniéndose piezas de dos dimensiones importan- tes. La madera lerciada y ciertos tipos de placados son los representantes do esta técnica. Fig. 5. Portico en mader ‘encolada Ezquema parcial de otro once en madera, reeueto ‘on esto caso can a teenica ‘de! eneolaco do lat Tablas, parti nahos La madera es también utilizada como “cuerpo” de mezclas en forma de virutas, que mediante adit vos, el agregado de resinas, el prensado y trata- mientos de calor y vapor, proporciona conglomera- dos on chapas, placas, eteétera. La madera es un material altamente combustible, Jo quo ta exciuye para determinadas obras. El tra- tamiento sobre la base de pinturas es el més difun- dido como forma de proteccién para retardar la combustion. También, y a favor de su naturaleza orgénica, os atacable por insectos, bacterias, hon- gos. Ciertas imprimaciones 0 pinturas son los me- dios més difundidos para su preservacién, pero lo ms indicado es el uso de la madera en covdi- clones ambientales apropiadas:-evitar la falta de aireacién y el contacto con humedad o aire héme- do, que son los que crean el medio propicio para la proliferacién de aquellos gérmenes depredado- tes de la madera. 12 Sat Fundicién y aceros Es el material de mayor costo volumétrico y de mayor capacidad resistente, pero es al mismo tiempo ol de ds exigente determinismo morfolégico Torroja Son productos del proceso industrial sidertirgico que consiste en la fusién en altos hornos de mi- nerales de hierto —generalmonte éxidos de hierro— mezelados con carbono y un fundente adecuado ~caliza, la més de las veces~, obteniéndose, por colado, el arrabio. Del lingote, mediante tusi6n en cubilotes y mez- ‘lado con un combustible, chatarra y fundente, se Obtiene el hierro de fundicién propiamente dicho, ‘con un contenido de carbono en una proporcién que varia de} 3 al 5%. Se caracteriza por la posi- bilidad de moldeo. Es un material de elevado peso especifico: entre ‘tes y cuatro veces ef del hormigén, simple. No es poriectemente eléstico y la roture se produce con los sintomas de un material frégil, en forma impre- vista. Es un tanto parecido a algunos péireos, pero con resistencias superiores a la tracci6n y la com- presion. También supera a la madera en estas pro- Piedades, pero en cambio no ofrece garantia de un comportamiento elastico. “Es algo asi como un hor- migén simple mucho mas homogéneo resistonte, pero no moldeable in situ”, La utilizacién do ia fundicion en la construccién ha sido desplazeda por el acero y, més atin, entre nosotros, por el hormigén armado. Los aceros son el producto do la fusion y reduccién en convertidores de las impurezas y el carbono (en- tre un 05 al 1,6%) del lingote, o bien de la cha- tarra, Los convertidores son recipientes en los cua- les.se inyecta aire a presién para la combustion reductora. El convertidor Bessemer es uno de los mas conocidos, como también el homo de solera Martin Siemens y et homo eléctrico, La mezcla fgnea de! convertidor es'vertida en mol des que torman piezes prismaticas, las que en es- tado de “rojo vivo” son procesadas en el tren de laminacién —de alli su denominacién de aceros la- minados—, en el que se las moldea a presién, obte- niéndose fundamentalmente dos tipos de piezas para utilizar constructivamente: chapas lisas y onduladas (dos dimensiones dominantes sobre el espesor) y plezas largas y de secciones de formas tlamades planas, redondas y perfiles normales. Se consideran planas las planchuelas y los fiejes; redondas, las circulares (acero para el hormigén armado) y anu lares (cafos); los perfiles normales son de variadas secciones, siendo las principales: T, I, © (Fige. 6, 7). El acero es el material tecnolégicamente mas evo- lucionado durante los afos del desarrollo industrial: la metalurgia, la quimica y la fisica han posibilitado os conocimientos necesarios para avanzar en su perfeccionamiento técnico. Martin Siemens es uno de Jos aceros de uso mas difundido por su clevada resistencia a la traccién y la compresion, y por su tenacidad, manifestada al admitir deformaciones apreciables antes de su rotura. So han obtenido aceros de resistencia que superan cien y doscien- tas veces las de los otros materiales. Cabe esperar resultados an més espectaculares. Los problemas estructurales que se presentan por la necesidad de salvar grandes luces, han tenido las respuestas més significativas con soluciones de acero en estructuras de traccién (puentes y cubler- tas de estadios colgantes). También el desetio del edificio de gran altura ha tenide su respuesta in- superada utilizando el acero en estructuras de en- tramado (edificios-torres) con més de custrocien- tos metros de altura (Fig. 15 a). El disofo estructural sobre la base de perfiles nor- males de acero esta limitado por las posibilidades de “Irabajabilidad” que permite este material de tan alta capacidad resistente, pero también de tanta dureza y elevado peso propio, por lo que las solu- clones Se orientan hacia las formas de entramado en procura del aligeramiento del conjunto y de sus plezas. Los problemas de las uniones entre las arras se resuelven por robionado, abulonado y principalmente por soldadura (Fig. 49). Son trabajos a preparar necesariamente en taller, quedando re- servados para la obra los aspectos del montaja Figs. 67. Datintas eoocionas y ensamble de las partes. Poros temnados Eroroceto toonoiico det En nuestro medio, al no tener el problema de lag acero ~sidenurgia~ prosuce Gargas provocades por acumulacién de nieve, el ‘astiamente plaza de fempleo del acero laminado, de secciones menores seeclonee atadss:macizas y enlace por soldadura ha impuesto las soluciones importantes en la construccion, flamadas de “filigrana”: combinaciones de barras los pales iaminsdos —generalmente muy cortas~ rigidizadas geométrica- _eeeuematizadcs. mente por triangulacién de sus formas y que permi- ten cubrir grandes luces en relacién a su reducido peso propio (Fig. 8) tra variante, también de bastante difusién, en es- pecial para la solucién de cubiertas, es la que se ‘obtiene con el empleo de chapas de acero lisas que gon dobladas con maquinas prensas 0 balancines i ye de gran potencia y van unidas por soldadura, Se ob- e; es tienen asi superfcies plegadas y secciones cerradas huecas de gran resistencia y reducido peso. La cha: 2, por sus caracteristicas fisicas y mecdnicas, es al acero lo que la terciada es a la madere (Fig. 8). I acero puede destruirse por herrumbre, oxidacién 0 hidratacién férrica provocadas por el oxigeno del aite 0 del agua. La proteccién basica se procura ‘mediante pinturas: barnices, alquitranes, cemento 2 La galvanoplastia es un proceso que permite ta a formactén superficial de una cape protectora de zine, slendo esta la forma mas ditundida para las A chapas de cubiertas. La preparacién mediante determinados aditivos per- mite la fabricacién de aceros inoxidables, pero su signadas de ‘fligeana ave eombinan ordones ina rateul, Qo © “planas’o doble te Fis. 8. Chopae plegadas do acer Mediate el plegado, fas napas teas de cero bdguieron raicez Las dos Varantes_prosertadss Fesponden at misma principio elevado costo hace imposible su utilizacién econd- ja en la construccién, En respuesta a este pro- blema que puede signiticar la destruccién de la es- ‘ructura y, en ol mejor de los casos, clevados gastos de proteccién y conservacién, se han perfeccionado aceros que permiten una oxidacién superficial que ‘se convierte en capa protectora impidiendo 1a pro- secucion del proceso. ‘También el fuego, no obstante Ia incombustibilidad del acero, alecta seriamente su resistencia, ponion- do en peligro de colepso las construcciones: a 200°C fa resistencia disminuye sensiolemente, redu- cléndose a la mitad al alcanzar los 600°C. La pro- teccion se basa en revestimientos incombustibios y aislantes térmicos. E| acero no experimenta deformaciones por acci6n higroscépica, pero si es apreciable al efecto de di- latacién térmica. Es ademés un aran conductor tér- mico y eléctrico, El calor localizado de soldaduras puede generar esfuerzos internos que se manifiestan por alabeos, torceduras y fisuramientos, Un comportamiento pa- recido al do la madera por el problema del agua. 13 Aluminio EL aluminio tiene sus propias caractertsticas y métodos de fabricacién dejintdos, y si no se toman en cuenta estos factores este metal serd usado como moro sustituto. Ph, Scholbere Es el mas importante entre fos materiales livianos de construccién. Su origen y desarrollo inicial se vinculan con su valor estratégico militar. Se obtiene por un método electrolitico que posibi lita ta separacion del aluminio y ol oxigeno en all mina. La fusién del mineral que contiene la aldmi na —la bauxita— disuelve a esta, y una corriente eléctrica precipita el aluminio en'el homo. El gran ‘consumo energético hace de este material un ele- mento muy caro, Aleaciones do aluminio y tratamiento especialos per- miten obtener productos como el duroaluminio, el {que llega a tener una resistencia a le traccién igual a la del aceto, poto su peso es la tercora parte. Es tres veces mas deformable que el acero. La produccién de piezas de aluminio responds a pro- esos de laminados, moldeo y, la mas interesante, la de extrusién: piezas de secciones muy precisas que se obtienen por presién de la masa metélica a través de una plantilla (tapa pertorada). Esta posi- bilidad de liberacién de las formas laminadas permite obtener piezas de secciones cerradas (tubos). El aluminio otorga gran precisién a los trabajos. Los enlaces se resuelven por soldadura de gas, de pun- to, del tipo “de costura", torillos, broches, etcétera, Las caracteristicas del aluminio lo aproximan al cero en sus usos constructivos, pero es destaca- ble su bajo peso propio, que lo indica para tra: bajos que requieren transporte dificultoso: alivia miento en favor del trabajo manual; disminucién de cargas en funcién de las condiciones de so- porte del terreno, etcétera. Otte de sus propledades salientes es su gran resis- tencia a la corrosién, muy superior a la de todos los materiales, con excepcién del plomo y el cobre Esa resistencia ge basa on la formacion de una fina pelicula de dxido que lo preserva. La eliminacién de pinturas u otros medios de proteccién_son im- portantes ventajas de orden econémico. Su resis fencia al fuego es la mitad de la del acero. EI aluminio puede recibir distintos tipos de acaba- do de eus superficies: granulado, taponado, sati- nado, etc. El de oxidacién anédica le permite gu- mar el color a la pelicula de oxidacién. También se trata con pinturas, Las mayores posibilidades de uso del aluminio es- tarlan dadas entre nosotros, en vias de produccién, mediante el empleo en forma de chapas y pe para corramiontos. 14 Hormigén armado En el hormigén armado el acero da fibra a la piedsa, mientras el hormigén da masa al acero. Torroja Por hormigén armade se entiende un hormigén sim- ple al que se le incorporan barras de acero —las “armaduras”— especialmente dispusstas, que con- fieren al macizo tesultante nuevas propiedades re- sistentes: la masa de hormigén y las barras de acero se asocian compartiendo solidariamente el trabajo estructural (Fig. 10). | hormig6n trabaja a la compresién y el acero a ta tracel6n, por Jo que resulta ser un pétreo especial ‘con capacidad de trabajo a la flexion, trabajo in- temo requerido por las mas importantes. disposi- clones estructurales. Los pétreos naturales ven restringida su utilizacion en estructuras flexionadas por su limitada capac dad de trabajo 2 la traccién, por su naturaleze fré- gil y por la limitacion de sus dimensiones nece- sariamente monoliticas. EI hormigon armado no 19 Fig, 10. Vige-intel, de hormigén armaco EI hermigan armado, con Sus amplias posiilidades de maldee tanto on obra coma en tabrica, soca faclonalmonte las propiedados Gel howmigan y las del aoe, tiene tedricamente estas restricciones: el moldeo posibilita libertad de formas y de dimensiones, y liberiad también para la distribucién racional de las armaduras, de modo de formar elementos construc- tivos adecuados a las exigancias resistentes. Este nuevo comportamiento resistente entre estos ‘dos materiales asociados, que se basa en las prin- cipales propiedades del hormign y del acero —com- presién y traccién—, exige la adherencia de las barras de acero al hormigon. El anclaje y adheren- cia del acero en la masa del hormigén se asegura mediante ganchos de les barras, o utilizando barras de! tipo nervadas. La masa de hormigén es cohesio- nada por la malla que entretejen las barras. Durante ol fraguado del hormigén se producen re- tracciones de la masa, la que por adherencia so- mete a las barras a esfuerzos de compresién. Este fenémeno es superado en mérito a las pro plasticas del hormigén, que posibilitan su readap- tacién en el tiempo. Las armaduras que se disponen para adsorber los esiuerzos de traccién son designadas “principa- les” 0 ‘resistentes". Otras. generalmente dispues- tas transversalmente y unidas a aquellas son las “secundarias” 0 “constructivas”, y tienen por fin mantenerlas en posicién y construir una trama in- terna que colabora con el hormigén fortaleciendo su naturaleza macize. El encofrado, por su elevado costo, es una limita cién a la libertad de formas, las que ademés deben satisfacer exigencias de orden constructivo: espe- sores minimos y formas adecuadas que permitan el "armado” y sobre tode el “colado” del hormigén. Tanto en la ejacucién “in sity” como en la profa- bricacién ee tiende a la normalizacién y estandari- zacién de encofrados para posibilitar su uso repe- titivo 0 adaptable. Se han desarrollado sistemas, de encofrados incorporados: piezas que se inte- gran al hormigén colaborando las mas de las veces en el trabajo estructural y dando el acabado ferior en algunos sistemas. Giertas formas de superficies alaheadas —de gran rigidez estructural— han sido de ojacucién econé- tmicamente posible por cuanto el encofredo de ma- Gera se dispone aprovechando las generatrices lines- Jes de estas superticies “regiadas El hormigén armado fue inicialmente empleado en soluciones estructurales de entramado, versién or- ginada por la madera, Actualmente este esquema Sigue vigente aunque los perfeccionamientos teo- nolégicos y los conocimientos tedticos lo han lle- vado a tipos estructurales propios, algunos mucho mas complojos. Asi han aparecido las formas lami- nares, a impulsos de ese avance. Para todas estas soluciones, el problema de entaces, cuando existe por interrupciones de la continuidad del hormigén armado, es resuelto asegurando el empalme de las barras de acero y el contacto por tone de las ma- ‘828 de hormigén. Aspectos muy simplificados a re- solver con este matetial, en comparacién con los que plantean los metélicos, y en especial la madera. 15 Hormigén pretensado Bs el material més fino y el mis complicade invento de nuestros dias. Con él la técnica constructive abandona ese cardcter burdo que la distinguid de las otras técnicas. Torroja En el hormigén armado, el hormigén trabaja sola- mente a la compresion, no siendo aprovechada la masa de material ubicada en la parte de las sec- ciones que trabajan a la traccién, esfuerzo absor- ido exclusivamente por el acero. El pretensado permite aprovechar totalmente la sec- cién de hormigén haciéndolo trabajar @ ta com- presién. Esto .se consigue_utilizendo aceros espe- ciales de alta resistencia. Estos aceros son tesados para comprimit al hormigén antes de quo actien las, ‘cargas previstas a soportar. La accién de estas car- gas con su efecto de traccién (en la parte corres- Pondiente de la seccién), produce una descompre- sién del hormigén, el que slempre queda actuando en compresién por el valor residual de fa compre- sion provocada inicialmente, El pretensado es casi exclusivamente trabsjado en taller: para posibilitar 12s operaciones delicadas de tesado y fijacién de las barras de acero. Ya se ha seftalado la conveniencia de esta forma de ope- rar en la preparacion de hormigones al fecilitar los controles tecnolégicos. Comparativamente, con el hormigén armado resul- tan piezas més esbeltas, més floxibles y de mayor resistencia. Hay economia por el menor peso de ma- terialos invertidos a igualdad de capacidad de os- fuorzos. No existe of peligro de fisuracién, ya quo la masa en su totalidad queda comprimida.

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